SERIE PUBLICACION TECNICA Nº 10 ANALISIS DEL ESTUDIOS DEL PIAS "CAMAS HOSPITALARIAS"

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SERIE PUBLICACION TECNICA Nº 10

ANALISIS DEL ESTUDIOS DEL PIAS
    “CAMAS HOSPITALARIAS“

        ANALISIS DEL ESTUDIO DEL PIAS

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CAMAS HOSPITALARIAS

                                                          Unidad de Estudios
                                                      Colegio Médico de Chile

I   INTRODUCCION DIAGNOSTICA

    La “Cama Hospitalaria” es un concepto técnico, estrechamente vinculado a
    variables dependientes de: recursos humanos (básicamente personal
    médico); planta física, cambios epidemiológicos estacionales y problemas
    de gestión. Por lo tanto, es impropio considerarlo en términos absolutos o
    abstractos que no dan cuenta de la realidad geográfica, de la realidad
    clínica, de realidad epidemiológica o de la realidad funcional, factores
    todos irreductibles a un modelo matemático, desarrollado en el estudio en
    análisis.

    Chile cuenta con 2 sistemas de salud separados; el público que cuenta
    con un número adecuado de camas que corresponde a los índices
    internacionales con 3.2 camas x 1.000 beneficiarios, en una cobertura
    nacional. Presenta variabilidad importante a lo largo del país: 6.2 camas
    por x 1.000 habitantes en Magallanes; 1.7 x 1.000 en SSM. Sur Oriente, 2.2
    en el SSM Norte, 2.5 en SSM Occidente, 2.6 en Copiapó y Talcahuano, al
    mismo tiempo que porcentajes variables según establecimientos
    hospitalarios, con camas fuera de uso en los diferentes servicios clínicos,
    dada la insuficiencia de recursos en el sector.

    El índice ocupacional en el sistema público es de alrededor del 70%
    (68.4% según el estudio del PIAS); considerándose que el índice óptimo
    es de 70% Este índice se alcanza en servicios hospitalarios que como el
    Hospital Valparaíso, cuenta con una dotación de recursos humanos
    completa En aquellos centros hospitalarios donde se introdujo el plan de
    resolución de listas de espera,       el índice ocupacional de camas
    hospitalarias ha superado el 75% según datos del MINSAL. Los índices
    ocupacionales de camas desagregados por servicios clínicos, para el
    caso de Cirugía y Medicina, son de 79.6 y 80.2% en los servicios de cirugía
    y medicina, según datos oficiales del MINSAL. Para el caso específico de
    pediatría el índice ocupacional es 54.6%, pero el sentido común y la
    simple observación de la realidad demuestra que estos índices superan
    el 100% en ciertas situaciones epidémicas o estacionales.

    Apoyándonos también en las bases de datos del Ministerio de Salud,
    podemos comprobar que en una evaluación localidad por localidad, a lo

                                                                             2
largo del país, en 142 lugares no existen camas privadas. Sólo en 41 de
ellas existen camas privadas Esto demuestra que NO existe, desde el
punto de vista de la existencia de camas privadas, una cobertura nacional
del sistema privado de atención. Si examinamos con más detención el
86.6% de las camas privadas está localizada en la Región Metropolitana y
en otros 4 centros importantes del país (Arica, Antofagasta, viña del mar y
Concepción). En el resto del país, sólo existe un 13,4% de camas para el
Sistema privado.

En resumen, existe un sistema público de salud con estructura nacional de
camas hospitalarias para sus beneficiario, con índices ocupacionales
adecuados, de acuerdo a los normas institucionales. Y parámetros
internacionales.

En el sistema privado, por el contrario NO existe cobertura nacional. El
índice ocupacional para el uso de sus camas es bajo (57.2%), índice que
es además susceptible de reducir a través de una mejor gestión que
deberían desarrollar los sistemas privados, a objeto de que la eficiencia de
este recurso se acerque a los porcentajes o normas institucionales e
internacionales.

Con lo anterior, podemos entonces sumariamente decir:

1.-   El supuesto exceso de camas en los hospitales públicos queda
      desmentido por la dolorosa realidad en las salas de niños,
      comprobadas por todo el país a través de dramáticas imágenes
      televisivas.

2.-   Se olvida, al parecer, la responsabilidad social del Estado de
      mantener hospitales en numerosas ciudades y localidades
      pequeñas para responder a las necesidades de salud de toda la
      población. Se debe considerar además de nuestra geografía, la
      estacionalidad de muchas patologías. Por todas estas razones debe
      mantenerse un margen estratégico de camas operativas para
      responder ante eventuales emergencias y las que no pueden
      considerarse como un exceso disponible o en desuso.

3.-   En algunas grandes ciudades, existen camas sin uso por carencia de
      recursos humanos, y de apoyo (rayos, farmacia, laboratorio) y no por
      falta de pacientes, puesto que como ha quedado demostrado con la

                                                                          3
existencia de listas de espera, ésta se soluciona cuando s e
             proporcionan los recursos necesarios (Plan de Solución a Listas de
             Espera).

       4.-   Se reconoce en el documento la mayor eficiencia en el uso de camas
             del sector público, a pesar que en él se atiende patología más
             complejas, se otorga toda la atención de urgencia; se atiende la
             mayoría de personas de tercera edad y se realiza prácticamente toda
             la docencia del país.

       5.-   Igualmente se reconoce en el documento la incapacidad tanto de las
             Isapre de generar planes de bajo costo como de los proveedores
             privados de reducir sus costos de tal modo que puedan permitir el
             acceso de sectores medios y bajos.

II.-   COMENTARIOS TECNICOS AL ESTUDIO PIAS

       La metodología utilizada es válida, al considerar no sólo el número absoluto
       de camas y relacionarlas con el número absoluto de beneficiarios, para los
       efectos de calcular el índice de camas por mil beneficiarios para cada
       subsistema, sino que corregirlas por índice ocupacional y por promedio de
       días de estada.

       Como lo dicen los autores del estudio, ello permite estimar el número de
       camas que potencialmente podrían estar disponibles si se mejorara la
       eficiencia en el uso de las mismas, de acuerdo a estándares técnicos
       recomendados.

       Lo que la metodología no considera, son otras variables técnicas y sociales,
       que influyen en ambos factores de corrección utilizados. Tampoco considera
       las características demográficas y epidemiológicas propias de cada una de
       las sub-poblaciones beneficiarias de cada sistema.

       Entre otras cosas, la población beneficiaria del SNSS es más pobre, tiene
       más problemas de salud, la inmensa mayoría de los ancianos (el 82,7%)
       son sus beneficiarios, sus condiciones de vivienda y de apoyo doméstico y
       social son más precarias. Todo lo anterior condiciona necesidades de
       atención diferentes y mayores que entre la población beneficiaria del sistema
       ISAPRE y explica en parte, por ejemplo, que el promedio de días de estada
       sea más alto en el SNSS.

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Por otra parte, una cama hospitalaria es mucho más que el recursos
material compuesto por un catre, colchón y ropa de cama. La dotación
adecuada en cantidad, tipo y calidad de los recursos humanos, según nivel
de complejidad de la atención, son, en conjunto con la disponibilidad de
servicios de apoyo (laboratorio, imagenología, banco de sangre, etc.),
recursos adicionales fundamentales para un uso eficiente y efectivo de las
camas. Es lo que el Ministro de Salud denominó, " la funcionalidad de ellas"
(Diario La Epoca, 8 de Julio de 1997).

El estudio usa cifras de beneficiarios que no se corresponden con las
oficialmente estimadas por el Ministerio de Salud para el SNSS, ni tampoco
con las publicadas en su Boletín Estadístico por la Superintendencia de
ISAPRE, para estas instituciones. Llama la atención que el estudio, para el
SNSS, use una cifra de 8.538.000, en lugar de los 9.238.166 que es la cifra
oficial. En cuanto a las ISAPRE, la cifra utilizada es de 5.727.000, en
circunstancias que la cifra oficial de beneficiarios de las ISAPRE abiertas, a
Diciembre de 1996, sea de 3.597.379 personas.

En otras palabras, para el SNSS subestima sus beneficiarios, en cambio
para las ISAPRE los sobrestima. ¿Como se explica este error? Es evidente,
dada la metodología aplicada, que él va a conducir necesariamente a abultar
el índice de camas por beneficiarios en el Sistema Público y lo contrario en el
Privado.

Cabe hacer notar, que de acuerdo a la información proporcionada por las
encuestas CASEN de los últimos años, la población usuaria de los
establecimientos hospitalarios del SNSS es mayor que su población
beneficiaria específica, hecho por lo demás de público conocimiento. La
demanda de atención hospitalaria en el SNSS, por beneficiarios de los otros
subsistemas, es mayor, por supuesto, en las localidades, que como se verá
más adelante, carecen en absoluto de oferta de camas privadas u otras, y
también en localidades donde existiendo esta oferta, ella no es accesible,
por razones económicas, a población que requiere de atención de mayor
complejidad y por ende de más alto costo, que no es cubierta por los planes
de salud más baratos. La población usuaria del SNSS estimada por el
Ministerio de Salud se eleva en 1996 a 10.032.553 personas.

Al usar esta última cifra como denominador para calcular el índice de camas
por población usuaria en el sistema público, por supuesto este índice
disminuye.

Otro error manifiesto de datos es el que se refiere al índice ocupacional de
camas, que figura en la tabla N° 3, de la página 10, de la penúltima versión
del estudio enviado al Colegio Médico por la Asociación de ISAPRE. Este

                                                                             5
error se corrige en la última versión y la cifra de un 68,4% de índice
ocupacional para el SNSS (que sí se corresponde con los datos que maneja
el Ministerio de Salud), muestra un eficiente usos de sus camas por este
sistema y un muy escaso margen de incremento, de acuerdo a los propios
criterios de mejoría de la eficiencia propuestos por el estudio. En cambio, el
índice de 57,2% para los establecimientos privados (que también es
bastante parecido al estimado por el Ministerio de Salud), muestra que el
margen de mejoramiento en el uso eficiente de las camas por el sistema
privado es bastante alto (12,8% de subutilización de acuerdo a los
estándares propuestos).

A continuación, las tablas y gráficos que siguen, muestran con elocuencia
que la oferta de camas privadas se concentra en la Región Metropolitana y en
otras cuatro ciudades del país. Si el análisis se focalizara en la calidad y
complejidad de estas camas, la concentración en la R.M. y en otras tres
ciudades sería aún mayor.

DISTRIBUCION DE LOCALIDADES DONDE HAY CAMAS HOSPITALARIAS PUBLICAS
                  Y PRIVADAS DEL PAIS. CHILE 1994.

                           LOCALIDADES                                 Nº       %
Total localidades donde hay camas privadas                               41     22.4
Total localidades donde no existen camas privadas                       142     77.6
Total localidades donde hay camas privadas en R. M.                      17      9.3
Total localidades donde hay camas privadas fuera de la R.M.              24     13.1
Total localidades donde existen camas públicas                          175     95.6

 Total de localidades                                                   183
Nota: El estudio no consideró camas de: ISAPRE cerradas, Establecimientos de
        FFAA, Hospital de la U. de Ch., Establecimiento de Gendarmería.

                 DISTRIBUCION DE LAS CAMAS PRIVADAS,
                          SEGUN LOCALIDADES

                           Cam as privadas                             Nº       %
Total de camas privadas en localidades de la R.M.                      4.316    73.2
(17 localidades)
Total de camas privadas de 4 localidades con más de 100 camas por       789      13.4
localidad (Aric a, Antofagasta, Viña del Mar, Concepción)
Total de camas privadas en 20 localidades con menos de 100 camas        793      13.4
por localidad

 Total camas privadas                                                   5.898   100.0
Nota: El estudio no consideró camas de: ISAPRE cerradas, Establecimientos de
        FFAA, Hospital de la U. de Ch., Establecimiento de Gendarmería.

                                                                                   6
DISTRIBUCION DE LOCALIDADES DONDE
HAY CAMAS HOSPITALRIAS PUBLICAS Y
   PRIVADAS DEL PAIS. CHILE 1994.

                       Total localidades
                       donde hay camas
                           privadas
                              22%

   Total localidades
   donde no existen
   camas privadas
          78%

                                           7
DISTRIBUCION DE LAS CAMAS PRIVADAS, SEGUN LOCALIDADES

                                 Resto de localidades con
                               camas privadas fuera de la R.
                               M. y con menos de 100 camas
                                        por localidad
                                             13%

Total de camas privadas de 4
 localidades con más de 100
 camas por localidad (Arica,
 Antofagasata, Viña del Mar,
         Concepción)
             13%

                                                               Total de camas privadas en
                                                                localidades de la R.M. (17
                                                                       localidades)
                                                                           74%

                                                                                             8
De todo lo anteriormente dicho, las conclusiones a que llega el Colegio
        Médico son diametralmente opuestas a las de los autores del estudio.

        Al sistema público no le sobran camas y el uso de las que tiene es
        satisfactoriamente eficiente, dado el tipo de población que atiende y la
        complejidad de sus prestaciones.

        Lo que queda claro es que al sistema ISAPRE le faltan camas en la mayor
        parte de las localidades del país, o dicho de otra manera, le sobran
        beneficiarios en ellas, a los cuales no le puede ofertar servicios hospitalarios
        que no tiene.

        El bajo índice ocupacional de las camas privadas de mediana y alta
        complejidad (y costo), por otra parte, tampoco es una oferta posible para los
        cientos de miles de beneficiarios con planes de salud y con ingresos
        económicos medianos y bajos, que no les permiten por estas causas el
        acceso a ellas. Allí también hay otra gran masa de población, que en lo
        concreto aparece como sobrante y, que de hecho, como se dijo
        anteriormente, termina por atenderse en los hospitales del SNSS.

III.-   CONCLUSIONES

        1.-   Por todos los antecedentes y análisis aportados podemos declarar
              enfáticamente que no hay exceso de camas en el sector público de
              salud.

        2.-   Igualmente debemos afirmar que las Isapre han afiliado una cifra de
              población mucho mayor que aquella que responsablemente pueden
              atender, dejando sin ningún tipo de cobertura real en atención cerrada
              a sus beneficiarios en numerosas localidades del país.

        3.-   Creemos que el trabajo presentado sólo persigue otorgar un
              fundamento matemático que sirva de aval a la posibilidad de
              expansión de las Isapre, hacia sectores de ingresos medios y bajos,
              superando su actual detención en el crecimiento, a expensas del uso
              de camas de sala común de los hospitales públicos.

        4.-   Lamentamos profundamente que bajo el amparo de la Universidad
              de Chile se presente a la luz pública un documento que carece del
              necesario rigor científico (Errores en cifras , dado a conocer por
              medios de prensa con correcciones a posteriori, no considera todas
              las variables que inciden en el tema, etc.).

                                                                                      9
IV.- PROPOSICIONES

    1.-   Ha quedado meridianamente establecido que las ISAPRE han
          captado beneficiarios, en cifras muy superiores a las que pueden
          otorgar sus servicios. Por esta razón proponemos y solicitamos a las
          autoridades que dicten a la brevedad una norma regulatoria que
          señale con toda claridad que las ISAPRE no pueden ofrecer planes
          de atención cerrada en aquellas localidades en que no cuenten por s i
          o por convenios, con la infraestructura necesaria, terminando con la
          irresponsabilidad actual de afiliar personas en planes cerrados sin
          contar con el respaldo adecuado.

    2.-   Creemos indispensable que la Superintendencia de ISAPRE, informe
          a la opinión pública acerca de cuales son las localidades del país en
          donde los afiliados a ISAPRE no cuentan con cobertura real de
          atención cerrada.

    3.-   Sugerimos al Ministerio de Salud, reactivar el Plan de Habilitación de
          Pensionados en los Hospitales Públicos que fue implementado por
          FONASA en el año 1992 - 1993, flexibilizando el % de camas según la
          realidad local, y estableciendo los incentivos necesarios para los
          propios hospitales.

    Las ISAPRE pueden legalmente acceder a los pensionados de los
        Hospitales Públicos. Creemos que pueden y deben utilizar esta
        normativa que beneficiaría a ISAPRE y Hospitales siempre que s e
        modifique la legislación pertinente.

    4.-   Creemos sinceramente que las ISAPRE deben demostrar avances en
          superar su ineficiencia actual y generar planes de bajo costo y en
          conjunto con el sector privado proveedor deben mostrar ingenio y
          creatividad para solucionar sus carencias y no recurrir una vez más al
          subsidio público, a través de la petición de uso de camas de sala
          común.

                                                                             10
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