Solidary, Social and Feminist Economies: Heterodox Responses to the Crisis of Reproduction in Latin America.
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Economías feminista, social y solidaria. Respuestas hete- rodoxas a la crisis de reproducción en América Latina* Solidary, Social and Feminist Economies: Heterodox Responses to the Crisis of Reproduction in Latin America. Natalia Quiroga Díaz Economista y Doctora en Antropología Social de la Universidad de San Martín, Argentina Correo electrónico: natalia.quiroga@yahoo.com Fecha de recepción: agosto 2008 Fecha de aceptación y versión final: octubre 2008 Resumen En América Latina la crisis de reproducción viene generando un profundo cuestionamiento a la manera como se ha entendido la economía, lo que ha permitido la irrupción de una conver- gencia crítica que vuelve a poner la vida humana y la del planeta en el centro. Esta convergen- cia se analiza en este artículo a través de la propuesta de la economía feminista y la economía social; perspectivas que tienen en común una reformulación conceptual de la economía, un redimensionamiento de lo reproductivo y el reconocimiento del peso que tiene la dimensión simbólica y cultural. Ambas poseen fundamentos de teoría crítica que resultan de develar tanto el sistema patriarcal como el imperio de la racionalidad utilitarista, que se manifiestan en la con- cepción del “homo economicus” y del mercado total. Palabras clave: economía feminista, economía social, reproducción, patriarcado, crisis, homo economicus Abstract In Latin America, the crisis of reproduction has put to question the way in which the economy has been understood. This, in turn, has spurred a convergence of criticism that has repositioned human and planetary life at the centre of the agenda. This article examines the convergence from both a feminist and a socio-economic perspective. Both perspectives believe in the need to conceptually reformulate the economy, the need to redimension the reproductive sphere, and the recognition of the importance of the cultural and symbolic dimension. Both have critical theoretical foundations that reveal the patriarchal system and the dominance of the utilitarian rationale that manifests itself in the conception of the homo economicus and the total market. Keywords: feminist economics, social economics, reproduction, patriarchy, crisis, homo eco- nomicus * Este artículo está basado en Quiroga Natalia, “Economía feminista y economía social. Contribuciones a una crítica de las nuevas políticas de combate a la pobreza”, Tesis de maestría en Economía Social, Universidad Nacional de Sarmiento. Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 33, Quito, enero 2009, pp. 77-89 © Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador. ISSN: 1390-1249
dossier Natalia Quiroga Díaz La crisis es de reproducción de acceder a los recursos necesarios para garan- tizar el desenvolvimiento de su vida personal y El último día en la vida de Adán García lo halló familiar, y su inclusión como ciudadanos con como todos los otros de su pasado: plenos derechos. Esto se ha convertido en una soñando ganarse el “Gordo” en la lotería, característica estructural de la relación socie- los hijos y la mujer durmiendo a su lado. dad-economía como resultado de las últimas Adán salió de su casa, al mediodía, después de una discusión muy acalorada: décadas de política neoliberal. su esposa quería pedirle plata a los suegros, Las medidas económicas que para el con- y Adán besaba a sus hijos mientras gritaba: junto de la región se tomaron desde la década “Esto se acabó, vida. La ilusión se fue, vieja, y el de los ochenta profundizaron la autorregula- tiempo es mi enemigo. En vez de vivir con miedo, ción del mercado mientras que el Estado re- mejor es morir sonriendo, con el recuerdo vivo”. forzó su presencia en los escenarios de seguri- Por última vez entró en la tienda del barrio dad, justicia y cumplimiento de contratos. A y le fiaron un paquete de cigarrillos. la vez se minimizó las funciones relacionadas Por la Avenida Central lo vieron andando, con el bienestar social, sea en términos de sin rumbo, las manos dentro de los bolsillos. montos de inversión absoluta, sea en términos “Desde que Adán fue botado de su trabajo”, dijo un relativos ante la masificación de la pobreza y la vecino, “noté en su forma de ser un cambio exclusión, lo que llevó a una pérdida notable muy raro. Él, siempre muy en la calidad de los bienes públicos. Sumado a vivaracho, ahora andaba quieto. Pero en la tranquilidad del desesperado”. esto, el cambio en el modelo productivo debi- Ruben Blades litó el lugar del trabajo asalariado en la integra- ción social y continuó el proceso de desplaza- as economías latinoamericanas vienen miento de productores independientes de sus L creciendo y no se percibe una crisis del capitalismo o del capital. En este artícu- lo el término “crisis” no se refiere a los episó- tierras y de los mercados internos. En este es- cenario la vida de buena parte de los hombres y mujeres, adultos/as y niños/as, de la región dicos cracks financieros, a las caídas de la bolsa, está marcada por la vulnerabilidad y ven ame- a las corridas de capitales y/o quiebras de los nazada su sobrevivencia. sectores especulativos. Aunque el término en Esta crisis de reproducción de la vida de la visión ortodoxa de la economía es frecuen- amplios sectores sociales es consecuencia del temente usado para designar algunos de esos intento irresponsable de avanzar hacia una glo- hechos. En este trabajo se habla de “crisis de balización orientada por la utopía del mercado reproducción”, referida a la exclusión sistemá- libre. Como señalan Hinkelammert y Jiménez tica de amplios sectores de la población del (2005) o se continúa con el actual ritmo y for- acceso a los recursos indispensables para satis- mas de acumulación del capital o se elige la vi- facer sus necesidades de reproducción, bioló- da planetaria y humana como valor principal y gica y social. De ahí, para nosotros, que el sis- sentido de la economía. En este último caso, el tema económico actual se encuentre en crisis, bien común pasa a ser definido como la rever- pese a que se intente situar esta crisis de repro- sión de las tendencias mencionadas; esa posibi- ducción exclusivamente en el ámbito social y lidad de reversión requiere de una teoría crítica como externa a la economía. y de un pensamiento propositivo que permitan En América Latina esta crisis se expresa en superar la desesperación a través de la acción un conjunto de situaciones que por la vía del estratégica de múltiples actores en procura de desempleo, la pobreza, la precariedad y diver- construir otra economía. Aquí se postula la sas formas de discriminación impiden a am- posible convergencia de dos corrientes que tie- plios sectores de la población tener capacidad nen mucho que aportar en esa dirección. 78 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
Economías feminista, social y solidaria. Respuestas heterodoxas a la crisis de reproducción en América Latina La Economía Feminista y la Economía Social culino, para asegurar la continuidad de una ante la crisis de reproducción sociedad jerárquica y desigual en lo simbólico y en lo material. En la literatura sobre el géne- El cuestionamiento a la utopía del mercado ro hay acuerdo en que el patriarcado es un sis- total ha posibilitado la emergencia de otras tema más antiguo que la propia sociedad occi- formas de conceptualizar lo económico. La dental y que asume formas específicas en el Economía Feminista (EF) y la Economía So- capitalismo (Pérez 2002). Este ordena todas cial y Solidaria (ESS), abordan los aspectos in- las relaciones sociales y culturales bajo la jerar- volucrados en la crisis de reproducción de quía masculino/femenino y forma subjetivida- amplios sectores de la población y en particu- des funcionales a tal distinción jerárquica y de lar de las mujeres que experimentan desigual- exclusión. Así, la otredad femenina es desvalo- dades que no son exclusivamente materiales ni rizada respecto a los valores asociados a la mas- exclusivamente simbólicas. El patriarcado, la culinidad propios del homo-economicus. El naturalización de lo reproductivo como una concepto de patriarcado se refiere así a un sis- responsabilidad femenina, la separación entre tema simbólico, en el que no solo hay hom- producción y reproducción son factores pre- bres que oprimen y mujeres subordinadas, si- sentes en la construcción hegemónica de lo no también una compleja elaboración de va- que se ha entendido como “economía” dando lores alrededor de lo masculino y femenino lugar a procesos de injusticia estructural. que trasciende el ámbito económico y alcanza Las distintas respuestas que tanto la EF lo que en una sociedad se considera como de- como la ESS proponen ante la crisis de repro- seable en términos del conocimiento, de la ducción tienen en común una reformulación estética, del discurso. conceptual de la economía, un redimensiona- La separación entre lo público y lo privado miento de lo reproductivo y el reconocimien- que tuvo lugar en la modernidad, dio lugar a to del peso que tiene la dimensión simbólica y que en América Latina el dominio sobre la cultural. Ambas tienen fundamentos de teoría naturaleza, así como la razón y el mercado ha- crítica resultante de develar tanto el sistema yan sido asociados con la vida pública y con patriarcal como el imperio de la racionalidad una masculinidad a medida del colonizador utilitarista, manifestadas tanto en la concep- blanco; mientras que el conocimiento ances- ción del homo economicus como del mercado tral, el respeto por la tierra, la intuición y lo no total. La crisis de reproducción parece estar mercantil estuvieron asociados a lo femenino y ampliando el espacio para esta discusión sobre desvalorizados mediante las categorías de su- la legitimidad de la concepción instrumental perstición y atraso. La constitución de la es- de la economía y la emergencia de una conver- fera pública en la región estuvo marcada por la gencia crítica que vuelve a poner la vida huma- feminización de los derrotados en la colonia. na en el centro de las alternativas propuestas. En la actualidad esta subalternización se man- tiene activamente mediante la tutela del Es- tado y de programas sociales sobre las pobla- Teoría crítica: patriarcado, capitalismo ciones pobres, a menudo indígenas, poblacio- y desigualdad de género nes afrodescendientes, mujeres en edad repro- ductiva etc.1. El feminismo se ha preguntado por la relación entre capitalismo y patriarcado, considerando que tanto hombres como mujeres son víctimas 1 Para profundizar en la relación entre feminización y del sistema patriarcal que elabora representa- subalternidad véase Rivera (2004), de la Cadena ciones culturales acerca de lo femenino y mas- (1996) y París (2000). 79 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
dossier Natalia Quiroga Díaz Esta escisión sigue presente en la forma en diales, superando al continente asiático que que la sociedad y la economía interactúan participa con el 26% (FMI 2003). El volumen donde la minusvaloración simbólica fijada en de las remesas recibidas por Salvador, Hon- la polaridad masculino/femenino se corres- duras, Nicaragua, República Dominicana y Ja- ponde con una asignación material de recursos maica en relación con su PIB hace que la mediante la división sexual del trabajo que “exportación de mujeres” sea una de las prin- perpetúa esta desigualdad. cipales actividades económicas de estos países. Sin embargo por volumen de remesas México, La división sexual del trabajo Colombia, República Dominicana, Salvador y en la globalización Brasil son los que más recursos reciben por este concepto (FMI 2003). De ahí que el tra- En las economías de mercado la sobrevivencia bajo de quienes migran no solo sea significati- de hombres y mujeres depende de su acceso a vo como una estrategia principal para el soste- ingresos que, cuando no detentan capitales o nimiento de las unidades domésticas sino una rentas, dependen sobretodo de la realización de fuente de recursos cada vez más importante sus capacidades de trabajo. La división sexual para las economías de la región. del trabajo asigna a las mujeres el trabajo repro- La feminización de la migración latinoa- ductivo no remunerado y ocasiona que la mericana es un fenómeno que responde a fac- inserción de mujeres en el mercado se realice a tores vinculados con la crisis de reproducción través de actividades asociadas al cuidado de en los países de origen y del otro lado a la otros, pero que, al ser naturalizadas como acti- demanda de los países receptores (EEUU, vidades femeninas, no son reconocidas ni sala- España y Japón son destinos principales) vin- rial ni simbólicamente de manera justa. culada al envejecimiento de la población, a la La inserción de América Latina en el siste- realización de tareas que son consideradas in- ma internacional ha tenido importantes reper- deseables o peligrosas, a la recomposición pro- cusiones de género respecto a los servicios de ductiva que desarrolla actividades intensivas cuidado. La incorporación de las mujeres en el en mano de obra pero de bajo costo. “La trans- mercado de trabajo en los países centrales no nacionalización y feminización de la mano de trajo consigo una redistribución más igualita- obra son fenómenos que han ido articulándo- ria del trabajo doméstico, sino que produjo se simultáneamente. El mercado laboral, en su una reasignación en términos de clase. demanda de mano de obra flexible y barata, Reasignación que alentó la migración de hace uso de identidades laborales construidas a mujeres pobres de la periferia, en primera ins- partir de las relaciones de género” (Cortés tancia, para ocuparse de actividades reproduc- 2005:29) tivas y domésticas. Aunque hoy el perfil de la A nivel intrarregional la migración femeni- migración ha cambiado, las mujeres latinas na es también significativa, el trabajo domésti- migrantes son las que más años de educación co y las maquilas son escenarios principales de detentan y, sin embargo, se mantiene un este- su trabajo, lo que ha llevando a que en la re- reotipo que las vincula con el afecto y la cali- gión se consoliden periferias de la periferia. dez por lo que siguen siendo asignadas al cui- Espacios donde la mano de obra femenina se dado de niños, enfermos y ancianos, y activi- convierte en una ventaja comparativa, siempre dades de atención al público (Cortés 2005; y cuando sea empleada en condiciones de so- CELADE 2006) breexplotación. Esta forma de inserción de las migrantes Los cambios que se están produciendo en dista de ser un hecho marginal, pues América el capitalismo conllevan efectos contradicto- Latina concentra el 32% de las remesas mun- rios en el patriarcado. Por un lado la mayor 80 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
Economías feminista, social y solidaria. Respuestas heterodoxas a la crisis de reproducción en América Latina empleabilidad de las mujeres y su acceso a Homo economicus: el patriarca egoísta ingresos puede modificar esa rígida separación entre lo público y lo privado, a la vez que La teoría económica ortodoxa internalizó la incrementa su nivel de autonomía y capacidad separación entre lo público y lo privado y su para llevar adelante proyectos y decisiones, al consecuente división sexual del trabajo. El tiempo que mina la regulación patriarcal vin- supuesto de racionalidad instrumental que es culada a la moral y la tradición. Sin embargo, central en el enfoque neoclásico implica un la ampliación del trabajo mercantilizado que sujeto económico homogéneo, ahistórico, des- realizan las mujeres ha venido acompañado de conectado de su comunidad, individualista, una mayor flexibilización de la regulación maximizador, interesado, egoísta y competiti- laboral, vinculada al deterioro de las condicio- vo. Este sujeto es conocido como homo econo- nes de trabajo y como estrategia para la reduc- micus o el hombre guiado por la racionalidad ción de costos en un contexto global. Se da instrumental y por el objetivo de maximizar su entonces un acceso a la esfera pública (de pro- propia utilidad, minimizando recursos. “El ducción de mercancías), mas se produce para- agente de la teoría económica utilitarista es un lelamente un deterioro acelerado del sistema individuo autosuficiente que no depende de asalariado y la ampliación de las brechas sala- nadie, ni nadie depende de él; un adulto capa- riales entre clases sociales. De manera que la citado para elegir. Enfrentado a un conjunto relación desigual que ocurre en el hogar se disponible de bienes y servicios, cada uno con reproduce en el mercado de trabajo. un precio asignado, calcula desapasionada- A su vez, la diferencia sexual es una diferen- mente las posibilidades y sopesa los costes y los cia cultural que el capital aprovecha en su fase respectivos grados de satisfacción que puede de globalización. Así, el trabajo femenino ha obtener” (Strassmann 2004:93). crecido en actividades ligadas al comercio inter- En esa tradición, y tal como lo ha señalado nacional dado que a menudo se considera que la EF, el supuesto del hombre económico ra- esta mano de obra es más hábil y disciplinada y cional ha sido básico en la teoría económica también porque en muchos casos la dependen- neoclásica, que lo plantea como norma en el cia familiar de los ingresos de las trabajadoras comportamiento humano y como mecanismo hace que las mujeres tengan un contexto más para asegurar el buen funcionamiento del adverso para sindicalizarse o exigir condiciones mercado competitivo. La adopción de este de trabajo y salarios más justos (Beneria 2005; comportamiento como prototípico en la teo- Todaro 2006; Espino 2001; Catagay 1998). ría económica, no reconoce los comporta- La comprensión de las transformaciones en mientos económicos2 basados en otras relacio- el patriarcado y la forma como éste se expresa nes como las de reciprocidad, solidaridad, al- por medio de la división sexual del trabajo truismo, amor y cuidado entre muchas otras, requiere de una mirada histórica. El papel de que además, como se dijo, la cultura patriarcal la mujer y del hombre en el ámbito reproduc- en el capitalismo asocia con lo femenino. tivo y productivo no responde a una adapta- La economía utilitarista propone una vi- ción mecánica a las necesidades del capitalis- sión dicotómica en la que coexisten, por un mo, sino que van cambiando y haciéndose lado, un homo economicus de la esfera pública más complejo a medida que se producen inno- que solo actúa movido por la búsqueda del vaciones en lo productivo y se incorporan va- máximo placer individual sin tener ningún lores e imaginarios en cada sociedad. La rela- otro elemento en cuenta y por otro lado, la ción entre patriarcado y capitalismo es enton- 2 Para la diferencia entre una concepción formalista y ces contradictoria, reforzándose en ocasiones y una sustantivista de lo económico véase Karl Polanyi oponiéndose en muchas otras. (1994). 81 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
dossier Natalia Quiroga Díaz mujer en la esfera privada con el papel de darlo entre muchos otros que hoy son básicos para todo en un medio familiar armónico y libre de la empleabilidad. Estas exigencias complejizan conflicto. Esa visión ha impedido entender el y diferencian aún más los escenarios de lo verdadero funcionamiento de la economía en reproductivo porque estos procesos de cualifi- la que lo productivo y lo reproductivo se en- cación se inician para las clases medias y altas cuentran cotidianamente integrados y donde en la niñez, incorporándose a las actividades estas polaridades en la realidad no se verifican, clásicas de crianza, en tanto que para las clases dado que el conflicto, la explotación, la coope- más empobrecidas se convierten en factores de ración, la solidaridad, entre muchos otros desventaja producidos desde la infancia. comportamientos, están presentes tanto en el En la medida en que los escenarios públi- ámbito público como privado. cos del trabajo reproductivo de la reproduc- ción se han venido debilitando, la presión La reproducción: la cara oculta de la economía hacia las mujeres ha aumentado, llevando a que tengan que cualificarse y trabajar más para La crítica a la interacción entre capitalismo y responder tanto a los tiempos del trabajo mer- patriarcado así como a la visión escindida de la cantil como a los nuevos requerimientos de la economía ha estado acompañada de una con- reproducción. En los sectores con menores cepción en la que la EF muestra que no existe ingresos la situación se vuelve más crítica, por- a priori una separación tajante entre lo pro- que, además, el Estado ha traspasado a las ma- ductivo y lo reproductivo. Más bien se trata de dres la responsabilidad de prevención, ejecu- desnaturalizar la adscripción de los roles mas- ción y seguimiento de políticas de salud (pla- culino y femenino en estos ámbitos para con- nificación familiar, vacunas, nutrición, etc.) y tribuir a explicar dicha dicotomía. Así “traba- de escolaridad entre otras. A esto se suma una jos domésticos”, tareas de proximidad, “eco- nueva línea de políticas contra la pobreza que nomías del cuidado” se refieren a funciones exige que las mujeres trabajen en la organiza- que predominante, pero no exclusivamente, se ción y desarrollo de emprendimientos genera- llevan a cabo en la esfera privada, y mayorita- dores de autoempleo, trabajos comunitarios, riamente están a cargo de mujeres. Por otro redes de microfinanzas, etc. lado, el trabajo considerado “productivo” y Todo lo antes señalado, además de ingresos por tanto, remunerado a través del salario y discontinuos, brechas salariales, así como la otros beneficios considerados derechos del tra- cotidianeidad del desempleo, lleva a que las bajador, se lleva acabo en la esfera pública y mujeres en la unidad doméstica sean obligadas mayoritariamente está a cargo de hombres; re- a un sobre-esfuerzo para compensar los escasos flejando en este caso, su adscripción al rol recursos existentes frente a las necesidades so- masculino. cialmente exigidas. Pero, como afirma Picchio: Los análisis que ha producido la EF en “El trabajo de las mujeres no es un recurso América Latina muestran que lo económico infinitamente elástico” (1999:233). como lo mercantil han favorecido que las transformaciones ocurridas en el ámbito re- Repensando la relación economía - trabajo productivo sean ignoradas por las políticas pú- blicas (Todaro 2006; López 2006). Los cam- La invisibilización del aporte del trabajo re- bios en la producción se han reflejado en una productivo en la economía pone de manifies- sofisticación de las cualidades demandadas a la to las limitaciones de la noción actual de tra- fuerza de trabajo: inglés, destreza informática, bajo. En este sentido, Picchio (1999, 2001), apariencia física acorde con los requerimientos Beneria (2005) y D’Argemir (1998) ponen de del mercado, capacidad de interacción social, manifiesto que en la relación con el capitalis- 82 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
Economías feminista, social y solidaria. Respuestas heterodoxas a la crisis de reproducción en América Latina mo las mujeres se encargan del cuidado de la producción se mundializa, la reproducción de vida humana y con este trabajo garantizan que la población trabajadora sigue siendo local. la producción de mercancías se haga posible. Por esto resulta sencillo ocultar las tensiones El que las mujeres hagan este trabajo sin remu- crecientes entre producción y reproducción, neración hace posible que el salario que pagan aun cuando sus efectos son dramáticamente los capitalistas no incluya en sus costos la re- visibles” (Picchio 1999:225). producción de la fuerza de trabajo y por tanto, una parte de la actividad realizada en el hogar sería no el momento final del disfrute del con- ¿Una economía para todos y todas? La pers- sumo sino una condición de existencia del sis- pectiva de la Economía Social y Solidaria tema económico. Por tanto la ampliación de la noción de trabajo es una condición para el re- La corriente de la ESS latinoamericana que conocimiento del aporte de las mujeres a la presentaremos en este trabajo reconoce una economía. matriz de teoría crítica que se encuentra prin- En consecuencia se propone que el objeti- cipalmente en los trabajos de Franz Hin- vo principal de la economía esté orientado a la kelammert quien conecta el marco teórico es- reproducción social; para ello es necesario que pecífico de la economía alternativa con la teo- la reproducción no sea un problema de la uni- ría crítica del sistema capitalista. La totaliza- dad domestica sino que sea socializada, por ción de la racionalidad instrumental, es decir, tanto el estado y el capital están avocados a la universalidad del homo economicus y la pre- asumir responsabilidades. Esta reformulación tensión de que el mercado se ubique en el cen- tiene consecuencias en lo que entendemos por tro del sistema institucional con su ética y sis- “trabajo productivo”, que en este otro plante- temas de dominio son objeto de estos plante- amiento pasa a ser evaluado en función de su amientos. capacidad para garantizar las necesidades re- Hinkelammert (2003, 2005) expone la productivas. La economía debería cambiar su “irracionalidad” de mantener un modo de sentido a fin de garantizar la sostenibilidad de producción que está produciendo una crisis las vidas personales y comunitarias, pregun- que compromete la vida de hombres y muje- tándose: por lo que produce, cómo lo produ- res, así como la sostenibilidad ambiental del ce y cómo lo distribuye. planeta. Desde esta perspectiva formula la ne- Así, en la medida en que la reproducción cesidad de adoptar una racionalidad reproduc- sigue ocurriendo en el ámbito privado y local, tiva, que no puede reducirse a internalizar en Picchio (1999) considera que se requiere una las decisiones individuales costos adicionales a permanente vigilancia sobre los efectos en el los del mercado libre. El tránsito de una racio- bienestar que tienen las actividades producti- nalidad instrumental a una reproductiva tiene vas, para evitar que se externalicen los costes implicaciones tanto materiales como cultura- sociales y las mujeres sigan amortiguando con les, dado que lo que hay que transformar es el su trabajo los efectos negativos. En esta línea sistema multidimensional de la reproducción enfatiza la necesidad de incluir las economías social que además no es homogéneo entre so- locales y de subsistencia, dado que muchas ac- ciedades. tividades que contribuyen al superavit comer- La crisis de reproducción en sus causas pro- cial a nivel nacional pueden socavar las capaci- fundas está vinculada con una totalización de la dades reproductivas de las comunidades en lo racionalidad económica por la que ante el mer- local. Una visión integradora de la economía cado todas las acciones medio-fin / costo-bene- mostraría la inviabilidad social de tales inicia- ficio son igualmente racionales aunque menos- tivas. “El problema está en que, mientras la caben lo reproductivo. A diferencia del homo 83 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
dossier Natalia Quiroga Díaz economicus no se trata de satisfacer deseos infi- Economía es el sistema de instituciones, va- nitos inducidos para la ampliación de la acu- lores y prácticas que se da una sociedad para mulación capitalista, sino de responder a nece- que sus miembros y la sociedad toda se ubi- sidades ligadas a la propia existencia, incluyen- quen en la división social del trabajo global, do la reproducción de la vida de los otros. organizando la producción, distribución, circulación y consumo de bienes y servicios, Cuando en el acápite anterior se presenta- realizando el metabolismo socio-natural ron las críticas a la perspectiva utilitarista de la (intercambio de energía entre los hombres economía ortodoxa, se cuestionó la idea de un en sociedad y el resto de la naturaleza) de sujeto calculador y competitivo que ante la modo de satisfacer de la mejor manera posi- escasez de recursos orienta sus decisiones para ble (reproducción ampliada de la vida en obtener la mayor satisfacción. Sin embargo, cada momento histórico) las necesidades y dicha escasez es ilusoria y depende de las ma- deseos legítimos de todos los miembros de neras en que el sistema capitalista ha institu- esa sociedad (incluyendo las generaciones cionalizado lo económico, por el contrario la futuras) (Coraggio 2007:7). producción de riqueza en el capitalismo actual no ha tenido precedentes. La crisis de repro- En contraposición con los utilitaristas, el merca- ducción es la contrapartida del triunfo del do es aquí solo una de las posibles instituciones capital sobre el trabajo y la extrema concentra- de la economía. Para la visión hegemónica el ción de la riqueza. mercado es la única institución capaz de coordi- La economía para la vida “se ocupa de las nar las iniciativas económicas de los individuos condiciones que hacen posible la vida a partir y la intervención de toda otra institución es del hecho de que el ser humano es un ser considerada “extraeconómica”; así por ejemplo, natural, corporal, necesitado (sujeto de nece- el Estado regulador que se justifica por la nece- sidades). Se ocupa, por tanto, particularmen- sidad de corregir “fallas del mercado” con el fin te, de las condiciones materiales (biofísicas y –nunca logrado– de alcanzar los equilibrios que socio institucionales de la vida) que hacen la teoría del mercado libre prescribe. posible y sostenible la vida a partir de la satis- El concepto de ESS ha sido enriquecido facción de las necesidades y el goce de todos. por las diversas perspectivas que tienen lugar Esta mirada destaca la necesidad de remover en Latinoamérica. Para Singer (2007) se trata los cimientos de la economía hegemónica de un modo de producción y distribución para construir una economía que responda al alternativo al capitalismo que antagoniza y su- “sujeto necesitado”. pera al capitalista. Para Gaiger (2007) se trata más bien de una forma social de producción Lo social de la economía contrapuesta al capitalismo con el cual debe coexistir dada su imposibilidad actual de cons- Enfatizar el carácter social de la economía pue- tituirse en forma hegemónica de producción. de parecer redundante en la medida en que to- Para Coraggio (2007a), la ESS es un proceso da economía es inherentemente social. Incluso de transición en el que se van consolidando en los casos de mayor desarrollo capitalista no prácticas de económicas que se contraponen al se ha logrado que esté completamente separa- capitalismo y cuyo sentido es el de la repro- da de los lazos sociales, instituciones, sistemas ducción ampliada de la vida de sus miembros. políticos y simbólicos. Sin embargo, la forma Tiene la intencionalidad de constituir como en que se ha venido asimilando al mercado nuevo punto de partida un sistema de econo- obliga a que se retome la cuestión más básica mía mixta, en el que si bien pueden existir sobre qué es la economía. actividades capitalistas no serían estas la forma dominante de producción. 84 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
Economías feminista, social y solidaria. Respuestas heterodoxas a la crisis de reproducción en América Latina Estas visiones de ESS comparten la necesi- puesta a las necesidades de sus miembros; de dad de privilegiar los valores de uso respecto del ahí que analizar la economía popular es central valor de cambio, lo que implica valorar los bie- para entender cómo se resuelve la interrelación nes y servicios por su contribución a la repro- entre lo productivo y lo reproductivo para la ducción de las comunidades, y no por los meca- mayor parte de la población. nismos usuales del mercado capitalista vincula- La economía popular se caracteriza por una dos al bajo costo y alto margen de ganancia. alta heterogeneidad y fragmentación que res- Esto implica avanzar en la desmercantilización ponde a la diversidad social característica de la de los principales bienes y servicios que garanti- región. Las unidades domésticas tienen estra- zan la vida humana, además de recuperar la tegias de hibridación de recursos, que combi- soberanía sobre el propio trabajo y el reto de nan el trabajo asalariado (que en muy pocos encontrar y extender nuevas formas de organi- países del continente a logrado cobijar a secto- zación del trabajo orientadas por la autogestión, res mayoritarios de la población) con las acti- la democracia y una innovación tecnológica vidades de autoconsumo, sea la producción coherente con la reproducción de la naturaleza. para el mercado por cuenta propia, la emigra- Estas propuestas disputan sentido y poder ción y el envío de remesas, entre muchas otras. al capitalismo, a la vez que enfrentan enormes Este subsistema es de carácter amplio porque dificultades, dado el carácter diverso y frag- en él participan los trabajadores y trabajadoras mentado de sus iniciativas. (y sus hijas e hijos) que requieren de todas las formas de realización de su capacidad de tra- Hacer Economía Social es entonces un con- bajo (no sólo del trabajador por cuenta propia cepto para la transición desde la periferia, informal, como a veces se entiende la econo- que implica contribuir conscientemente a mía popular) para satisfacer sus necesidades. desarticular las estructuras de reproducción Una de las características principales de la del capital y a construir un sector orgánico que provea a las necesidades de todos con economía popular es que aunque exista algo otros valores, institucionalizando nuevas que puede ser visto como acumulación (gene- prácticas en medio de una lucha contra ralmente en forma de medios de producción o hegemónica contra la civilización capitalis- bienes durables: tierra, vivienda, medios de ta, que afirme otro concepto de la justicia transporte, maquinarias y herramientas, o in- social, que combine el mercado regulado fraestructuras y tierras compartidas en comu- con otros mecanismos de coordinación de nidad, etc.), ésta no es un objetivo ilimitado las iniciativas, que pugne por redirigir las per se. En este caso, la acumulación tiene el políticas estatales y en particular la produc- propósito de crear las condiciones para la re- ción de bienes públicos, pero que –salvo producción intergeneracional de sus miem- excepciones puntuales– no puede por un bros. No se trata entonces de una economía de tiempo (que resulta muy largo para la so- individuos o familias pobres, limitados al sus- brevivencia inmediata pero corto para el tento para la sobrevivencia, sino que abarca largo período histórico) dejar de operar dentro de la sociedad existente (Coraggio tanto a las distintas capas de trabajadores co- 2007:39). mo a muchas comunidades preexistentes en la sociedad. Una economía orientada por el sentido El lugar es un aspecto determinante para la de la reproducción economía popular solidaria, puesto que de- pende de su interrelación con el entorno natu- Ante la crisis de reproducción social en Amé- ral y social para desarrollarse. En coincidencia rica Latina, las unidades domésticas desarro- con la EF se reafirma lo local como el espacio llan una diversidad de estrategias para dar res- en que la vida se desenvuelve. “La fuerte rai- 85 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
dossier Natalia Quiroga Díaz gambre local de la economía solidaria permite no allanado ante las tendencias destructivas que se recurra a lo que está a mano –trabajo, del modo de producción actualmente domi- conocimientos populares, energías morales, nante. En particular, la historia reciente de recursos políticos e institucionales– realimen- América Latina ha sido generosa en aportar tando sinergías y explorando matrices econó- aprendizajes sobre los efectos nefastos de las mico-productivas dotadas de alta racionalidad políticas económicas contraccionistas y de los social” (Gaiger 2007:104). regímenes totalitarios. Dichos aprendizajes es- Las organizaciones que componen la eco- tán presentes en el abordaje actual de las trans- nomía popular solidaria están intrínsecamente formaciones institucionales que desde las eco- orientadas hacia la reproducción ampliada de nomías feminista y social deberán ir perfilán- la vida de sus miembros; de ahí que se desarro- dose respecto a la crisis de reproducción. llen sujetos y procesos de resistencia a la explo- tación del capital y alternativas económicas No hablamos aquí del proyecto de un siste- frente a la exclusión. Esta visión reconoce en ma de instituciones por implantar (sistema los hombres y mujeres una enorme capacidad de propiedad, sistema político, sistema de agencia para la transformación de las social), sino más bien, del criterio para la estructuras económicas que tienen por objeti- constitución de instituciones y para criticar- las en función de esa sociedad en la cual vo la acumulación capitalista; lo que en esta quepan todos […]. No puede ser un pro- perspectiva se alcanza mediante la construc- yecto definitivo de instituciones definitivas. ción de un sector de ESS. Sin embargo, tiene que desarrollarse en forma de una transformación de las institu- ciones, tanto de las del sistema de propie- Reflexiones finales dad y del mercado como del Estado (Hinkelammert y Jiménez 2005:406-407). Seria atrevido acotar en las siguientes líneas la totalidad de propuestas que frente a la crisis de Así como la constitución fundacional de la reproducción originan dos corrientes tan am- economía capitalista no se produjo de manera plias, que además están caracterizadas por ten- natural sino que contó con una multiplicidad siones y contradicciones entre tendencias a su de instituciones que iban normalizando y interior. Tampoco es fácil pretender formular generalizando las nuevas prácticas hasta lograr propuestas concretas sobre cómo reinstitucio- su instauración, las prácticas de trasformación nalizar la economía, cuando aún se piensa hacia una economía orientada a garantizar la dentro de un contexto social marcado por el reproducción ampliada de la vida, también irá fracaso de las utopías de la economía de la pla- dando lugar a nuevas instituciones en un tiem- nificación centralizada y de la totalización del po indeterminado y con las contradicciones mercado. Tanto las experiencias del socialismo que ello conlleva. Las visiones heterodoxas real como la del capitalismo han sido incapa- aquí expuestas contribuyen a pensar criterios y ces de satisfacer las necesidades de hombres y marcos conceptuales para la formulación de mujeres en un marco de sostenibilidad ecoló- instituciones y políticas que enfrenten así la gica, de igualdad entre los géneros y democra- crisis de reproducción. cia. Esos fracasos han afectado la capacidad La EF –a la vez que desde sus contribucio- para pensar las instituciones de otra sociedad, nes a la teoría crítica cuestiona el sistema pa- más allá de la crítica a la existente. triarcal que subyace en las sociedades capitalis- Las economías feminista y social retoman tas de centro y periferia– parece concentrar sus de esta historia un sentido de pluralidad y el propuestas en la afirmación política de los de- reconocimiento de la inexistencia de un cami- rechos sociales; en particular, en lograr un tra- 86 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
Economías feminista, social y solidaria. Respuestas heterodoxas a la crisis de reproducción en América Latina to justo para las mujeres, que el Estado de Bie- En ese sentido, sería fructífero que tanto las nestar no habría tampoco logrado. La recons- diversas corrientes de la ESS como de la EF titución de un Estado garante de esos de- incorporaran en sus sistemas teóricos y pro- rechos asociados, requiere de una democrati- puestas de acción la cuestión de la recupera- zación de la política y de una redistribución de ción, apropiación y socialización de medios de recursos sustantivos dirigidos a garantizar la producción y medios de vida colectivos e indi- socialización de la hoy familiarizada y mercan- viduales; así como, la reinstitucionalización de tilizada esfera reproductiva. Esta propuesta no las reglas de su utilización, atendiendo a la puede entenderse como un regreso a la rela- integración de todos en una sociedad más ción economía-estado-sociedad previa al con- justa e igualitaria. Estas miradas señalan la ne- senso de Washington, dado que se propugna cesidad de que prevalezcan los intereses colec- una transformación cultural que socave los tivos por sobre los individuales. cimientos y las prácticas del patriarcado que Los aportes de la EF son en ocasiones deses- afectan a hombres y mujeres y que han sido un timados al considerarlos una reivindicación soporte de la dominación capitalista. meramente sectorial para la inclusión en igual- La ESS propone, por su parte, un proceso dad de condiciones. Por el contrario, este pensa- de transición orientado políticamente por el miento cuestiona las categorías de la economía objetivo estratégico de la reproducción am- vigente y el vínculo de éstas con el sistema pliada de la vida de todos incluyendo la natu- patriarcal. Asimismo, la ESS ha sido abordada raleza, lo que implica también reinstituciona- desde el establishment como una economía para lizar la economía: pobres, lo que ha invisibilizado un complejo sis- tema de interacciones en el ámbito de la econo- […] un trabajo que no produce en compe- mía popular. Donde una gama amplia y diná- titividad sigue siendo un trabajo, y un mica de intercambios y cooperaciones posibili- producto producido en condiciones no tan la sobrevivencia de una parte muy impor- competitivas sigue siendo un valor de uso. tante de la población en la periferia y muestran Un trigo producido no competitivamente un potencial para construir otra economía. alimenta, y un abrigo no competitivo calienta. Si no se puede producir en condi- En realidad, tanto la EF como la ESS, ade- ciones competitivas, se necesita producirlos más de contribuir a una teoría crítica del siste- en condiciones no competitivas. Si hay ma capitalista que puede ser base de reivindi- alternativa, debe ser buscada por allí caciones justas, proveen importantes elemen- (Hinkelammert 1999:30). tos conceptuales para interpretar procesos y políticas concretas, y para diseñar nuevas op- La ESS abre el espacio para la existencia de ciones a partir de cada situación cultural e his- economías plurales al considerar la presencia tórica. De aquí, la incorporación de la pers- de relaciones mercantiles y de mercados pero pectiva de la una en el marco de interpretación en coexistencia con prácticas no mercantiles, y acción de la otra, esto es, su complementa- orientadas por la reproducción ampliada de la riedad y convergencia. Más cuando la caracte- vida de sus miembros sin que las primeras ten- rización de la situación social como una crisis gan un carácter hegemónico. Esta vía requiere de reproducción –común en ambas perspecti- transformaciones asumidas consciente y colec- vas– es útil para superar los listados de medi- tivamente, tanto en el paradigma competitivo das compensatorias, asistencialistas o no–, y y productivista encarnado en la empresa capi- pensar en propuestas políticas estructurales talista, como en la primacía del derecho a la cuyo sentido se completa al ubicarlas en térmi- propiedad privada irrestricta sobre los demás nos de lo productivo/reproductivo como cons- derechos. titutivo del sistema económico. 87 ÍCONOS 33, 2009, pp. 77-89
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