Mercado de trabajo y economía del conocimiento: la ocupación de las actividades intensivas en conocimiento en España

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Mercado de trabajo y economía del conocimiento: la ocupación
de las actividades intensivas en conocimiento en España

Introducción

El rápido crecimiento de la industria de la información, integrada por las ramas
productivas asociadas a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y
por la industria de los contenidos digitales, diseña una futura economía que se aleja
progresivamente de las tradicionales estructuras manufactureras y de servicios. Esta
nueva economía tiene como principal característica la progresiva incorporación del
conocimiento en la actividad económica, que se manifiesta a través de múltiples
dimensiones. La aparición de un nuevo sector económico: la industria de la
información, el uso intensivo de las TIC por parte de un número creciente de ramas
productivas, las nuevas formas de consumo y de inversión y el importante avance de
la difusión internacional de la tecnología son diferentes caras de la misma moneda: la
economía del conocimiento.

Este fenómeno no es sólo económico, ya que han aparecido, a través del uso de las
tecnologías digitales, nuevas formas de interrelación del individuo con su entorno
social, que sientan las bases de un nuevo tipo de sociedad: la sociedad del
conocimiento. Una de las manifestaciones más importantes derivadas de las nuevas
relaciones económicas y sociales son los cambios en el mercado de trabajo.
Efectivamente, la aparición de nuevas ramas de actividad, con unos bienes y servicios
derivados de la producción informacional que son utilizados progresivamente por el
resto de ramas de la economía, ha generado sustanciales cambios en la oferta, la
demanda y el mercado de trabajo.

Aunque los efectos del cambio tecnológico sobre el mercado de trabajo han sido
ampliamente estudiados —la evidencia empírica internacional demuestra una clara
correlación entre cambio tecnológico y aumento de la ocupación y los salarios—, a
partir de la segunda mitad de la década de los noventa ha coincidido en muchos
países un fuerte proceso de innovación que no se ha trasladado al conjunto del
mercado de trabajo. Este hecho sugiere que las interacciones entre el proceso de
cambio tecnológico —más concretamente, el relacionado con las tecnologías
digitales— y sus repercusiones sobre el mercado de trabajo son, por lo menos,
complejas.

La OCDE ha realizado algunas aproximaciones a nivel agregado, si bien sus
conclusiones son claras con relación a la necesidad de profundizar en el análisis de
esta vertiente de la nueva economía:
      'El cambio tecnológico y sus repercusiones en el mercado de trabajo
      tiene una doble interpretación que posiblemente ha sido exagerada.
      Efectivamente, en una primera visión, la tecnología crea ocupación
      cualificada con altos salarios en los sectores emergentes, pero también
      se pierden puestos de trabajo en los sectores productivos más
      tradicionales. Sin embargo, una segunda lectura nos permite afirmar
      que lo que realmente provocan los cambios tecnológicos es la
      transformación de las estructuras productivas, al mismo tiempo que
      requieren al conjunto del mercado de trabajo nuevas habilidades y
      capacidades para crear riqueza.' (OCDE (1998): The OECD Jobs
      strategy: Technology, productivity and job creation, best policy
      practices, pág. 35).
Una visión empírica en los países industrializados mostraría que en los últimos años
los aumentos de ocupación se han generalizado en los tramos de población mejor
preparada en formación (en terminología anglosajona, los white-collar workers). Los
salarios relacionados con los usos intensivos de la tecnología son más elevados que
en el resto de actividades. Por otra parte, la pérdida de puestos de trabajo se ha
centrado en los trabajadores menos preparados formativamente (los blue-collar
workers). Hay evidencia que la innovación tecnológica reduce la demanda de fuerza
de trabajo menos cualificada. Además, existe una clara correlación entre el atraso de
la formación vinculado al cambio técnico y la caída de salarios. Dicho de otro modo,
aunque cualquier momento de cambio tecnológico, como el actual, tiene unos efectos
favorables sobre la creación de ocupación, el riesgo de exclusión de una parte
importante de la fuerza de trabajo que puede quedar atrasada o simplemente no subir
al tren de la nueva economía, es evidente.

La influencia sobre la ocupación del cambio tecnológico es el resultado combinado de
las innovaciones en las ramas productivas y de las condiciones concretas del mercado
de trabajo. Cuando una empresa intensiva en conocimiento realiza una innovación y
tiene un aumento de ocupación, los efectos sobre el mercado de trabajo son indirectos
y se trasladan a otros sectores. La ocupación perdida con el cambio tecnológico tiende
a concentrarse en la fuerza de trabajo del sector manufacturero y en los trabajadores
menos preparados en formación, mientras que los nuevos puestos de trabajo
requieren más calificación y se concentran en los servicios. El impacto final será
positivo si las condiciones necesarias para que la translación sea eficiente (eficiencia
microeconómica          y     estabilidad     macroeconómica)        se       cumplen.

Conocer los efectos que las TIC tienen sobre el mercado de trabajo debe permitir una
evaluación de los cambios en la estructura de la oferta y la demanda de trabajo. Para
ello se plantean dos aproximaciones. La primera aproximación estudia la estructura de
la ocupación de las actividades intensivas en conocimiento. La segunda aproximación
analiza los cambios que genera la economía del conocimiento en los requerimientos,
habilidades y retribuciones del mercado de trabajo.

Este primer informe: La ocupación de la economía del conocimiento en España, se
centra en la primera aproximación para, en otros informes, abordar la segunda
aproximación. Así pues, en este documento Infojobs.net (www.infojobs.net) pone a
disposición del público en general el estudio de la ocupaciones intensivas en
conocimiento. El objetivo del estudio es aproximar el volumen de ocupación de las
actividades vinculadas al conocimiento a partir de la ocupación en el sector TIC, la
ocupación en las actividades de creación, edición y difusión del conocimiento y las
actividades del resto de la economía intensivas en conocimiento.

La ocupación del sector TIC en España

Por lo que se refiere al sector TIC, las ramas productivas identificadas como integrantes de
estas actividades son la producción de material y equipo eléctrico, electrónico y óptico, que,
a su vez, engloba la producción de maquinas de oficina y equipos informáticos, la fabricación
de maquinaria y material eléctrico, la fabricación de material electrónico y de comunicaciones
y la fabricación de instrumentos médicos y de precisión. A este subsector, propio de la
producción industrial, se añaden los servicios de telecomunicaciones y correo, las actividades
informáticas y la investigación y el desarrollo.
Aunque de la ocupación del sector TIC en España representa un porcentaje relativamente
pequeño con relación al total de ocupados —en el primer trimestre del 2001 se situaba en
560.400 personas, un 3,8% del total de la ocupación—, cabe destacar el rápido crecimiento
del mercado de trabajo de este sector de actividad. En el período analizado, que abarca de
1993 hasta los primeros tres meses del 2001, la tasa de crecimiento media anual de la
ocupación en el sector TIC se ha situado en un 7,8%, claramente por encima del aumento de
la ocupación total (2,8%) y del resto de la economía (2,9%).

Además, cabe destacar que con la aparición e implantación de Internet en el tejido
empresarial, fenómeno que se generalizó a partir de 1998, los ritmos de crecimiento de la
generación de ocupación en el sector han crecido notablemente.

Así, después de una primera fase de aumentos moderados —entre 1994 y 1997 la ocupación
TIC aumentó a tasas ligeramente superiores al 1,5%, —inclusive por debajo del incremento
de la ocupación total—, a partir de 1998, la generación de ocupación TIC ha crecido a ritmos
muy elevados —13,5% de media anual entre 1998 y el primer trimestre del 2001—,
claramente por encima del 3,7% del total de la economía.

En este punto es importante destacar que el ritmo de crecimiento de la ocupación en el
sector TIC presentó una suave desaceleración, aunque creciendo a tasas elevadas, ya que
pasó de aumentar un 14,1% de media en 1998 a un 10,5% el 2000. Sin embargo, la
creación de puestos de trabajo se ha intensificado con fuerza los primeros meses del 2001,
con un aumento del 16,3% el primer trimestre.

En este sentido, cabe destacar que las ramas productivas integradas por el sector TIC
han pasado de 340.000 ocupados en 1993 a los citados 560.400 en el primer trimestre
del 2001. De esta manera, de los poco más de 3 millones de puestos de trabajo
creados en el período de referencia, 250.500 corresponden al sector TIC, lo que
representa un 8,2% de toda la generación de ocupación, porcentaje superior a su
participación sobre el total de ocupados. En sintonía con la aceleración de la creación
de ocupación TIC desde 1998, cabe reseñar el hecho que durante los últimos tres
años el sector TIC ha generado 227.800 puestos de trabajo, lo que representa un
10,8% de toda la ocupación creada.

Por lo que se refiere al análisis de la ocupación en el propio sector TIC, cabe destacar
que sus diferentes sectores han presentado una trayectoria alcista, aunque con
diferentes intensidades. En este sentido, todas la ramas productivas del sector TIC
han acumulado crecimientos importantes, de los cuales cabe destacar el de las
actividades informáticas y la investigación y desarrollo, que han situado en el primer
trimestre del 2001 su nivel de ocupación en 348,4 y 216,9 puntos, respecto a un nivel
100 en 1993.

Este importante aumento, claramente por encima del total del sector TIC (164,8
puntos), contrasta con la dinámica más comedida del material y equipo eléctrico,
electrónico y óptico y de los servicios de correos y telecomunicaciones, que han
situado su avance por debajo del total del sector TIC. De esta manera, estos dos
subsectores, aunque continúan integrando más de dos terceras partes de la ocupación
del sector TIC, han ido perdiendo participación.

Así, la producción de material y equipo eléctrico, electrónico y óptico ha pasado de un
40,7% del total de ocupados del sector TIC en 1993 a un 31,3% en los primeros tres
meses del año. Igual trayectoria han presentado los servicios telecomunicaciones y
correo, que han pasado de un 45,2% del total de la ocupación del sector en 1993 a un
41,3% en el primer trimestre del 2001.

Esta pérdida de participación ha sido absorbida por la dinámica acelerada de la
creación de ocupación de las actividades informáticas y de investigación y desarrollo.
La ocupación en las actividades informáticas ha pasado de un 10,9% del total en 1993
a un 23,1% los primeros tres meses del 2001, trayectoria ascendente que también han
seguido las actividades de investigación y desarrollo (del 3,2% en 1993 a un 4,2% el
primer trimestre del año).

De esta manera, puede concluirse que el mercado de trabajo TIC está experimentando
notables cambios, que pueden atribuirse al desarrollo de los servicios informáticos y
de investigación, una vez han empezado a madurar el desarrollo tecnológico y de la
infraestructura de las tecnologías de la información y la comunicación.
Por último, una comparación internacional en relación al conjunto de países de la
OCDE permite concluir el atraso relativo de la ocupación del sector TIC en España. En
1997, la ocupación del sector TIC en España representaba un 2,8% respecto al total.
Este registro, que en los últimos años ha crecido hasta el 3,8% del primer trimestre del
año, es claramente inferior a la media de la Unión Europea (3,8%). De esta manera, el
volumen de ocupación del sector TIC se situaba a la cola de los grandes países de la
UE (Alemania presentaba una participación del 3,1%, Italia del 3,5%, Francia del 4,0%
y Gran Bretaña del 4,8%). Sin embargo, es importante recordar que el grueso del
incremento de ocupación del sector TIC en España se ha producido a partir de este
ejercicio.
La ocupación de las actividades intensivas en conocimiento

Una vez delimitada la importancia de la ocupación en el sector TIC es relevante la
aproximación a las actividades intensivas en conocimiento. Es decir, si uno de los
hechos más relevantes de nuestra economía es la progresiva importancia del
conocimiento en las estructuras productivas, el resto de ramas de actividad tienen que
reflejar este fenómeno. A partir de las clasificaciones internacionales de ramas
productivas intensivas en conocimiento se obtenido la ocupación de este conjunto de
actividades, que como se desprende de la tabla 5 se desglosa en las actividades de
creación, edición y difusión del conocimiento (la llamada industria del conocimiento) y
en las actividades intensivas en el uso del conocimiento.

La ocupación de las actividades de creación, edición y difusión del conocimiento
comprende la edición, artes gráficas y soportes grabados, la enseñanza y las
actividades culturales y de información, mientras que las actividades intensivas en
conocimiento comprenden un heterogéneo grupo de ramas de actividad. Son la
fabricación de productos farmacéuticos, la construcción aeronáutica y espacial, la
fabricación de vehículos de motor y componentes, la industria de la maquinaria y
equipo mecánico, el otro material de transporte, las agencias de viajes, la
intermediación financiera y los servicios a las áreas funcionales de la empresa.

Como se destaca en la tabla 6, la ocupación de las actividades vinculadas con la
economía del conocimiento suponían en el 2000 cerca de 3 millones de puestos de
trabajo (concretamente, 2.969.200 personas). Esta importante cifra de ocupados, que
representaba poco más de una quinta parte de toda la ocupación, se divide en los
poco más de 500.000 personas ocupadas en el sector TIC, 1,1 millones de personas
ocupadas en la industria de la creación, edición y difusión del conocimiento y cerca de
1,4 millones de personas ocupadas en el resto de actividades productivas intensivas
en el uso de conocimiento. Es importante destacar el importante crecimiento de la
ocupación en estos segmentos de la ocupación.

Así, de los poco más de 2,2 millones de personas ocupadas en las actividades
relacionadas con la economía del conocimiento en 1994 se ha pasado a los ya citados
3 millones en el 2000. De esta manera, de los 2,7 millones de puestos de trabajo que
ha creado la economía española entre 1994 y 2000, cerca de 750.000 son
directamente atribuibles a las actividades relacionadas con la economía del
conocimiento, lo que supone un 27,3% de toda la ocupación generada. Por contra, la
ocupación en el resto de actividades ha presentado una dinámica más contenida, ya
que ha pasado de representar un 81,1% del total de la ocupación en 1994 a un 79,5%
el 2000, con un 72,7% de toda la nueva ocupación generada.
La gráfica 2 muestra la evolución de la ocupación de las actividades relacionadas con
la economía del conocimiento en España. Entre 1994 y 2000 estas la ocupación de
este segmento del mercado de trabajo creció claramente por encima del resto de
actividades (un 33,7 y un 21,0%, respectivamente), lo que pone de manifiesto la
progresiva importancia del conocimiento en las actividades productivas.

Dentro de las actividades vinculadas con la economía del conocimiento cabe destacar
que el subsector más dinámico ha sido el sector TIC con un crecimiento del 52,2%
entre 1994 y 2000, lo que supone un aumento de la participación sobre el total de la
ocupación, desde el 2,9% de 1994 al 3,5% del 2000. Por su parte, las actividades de
creación, difusión y edición del conocimiento y el resto de ramas productivas
intensivas en conocimiento también han evolucionado por encima del crecimiento de la
ocupación total (un 27,6 y un 32,8%, respectivamente, entre 1994 y 2000). De esta
manera, la industria del conocimiento ha pasado de representar un 7,4% del total de la
ocupación en 1994 a un 7,6% el 2000, mientras que las ramas productivas intensivas
en conocimiento han pasado de un 8,7% del total en 1994 a un 9,4% el 2000.
Conclusiones

Uno de los rasgos fundamentales de la economía española a partir de la segunda
mitad de la década de los noventa es la progresiva incorporación del conocimiento en
la actividad económica. Este hecho nos permite hablar de una transición hacia una
economía que tiene en el conocimiento un factor productivo relevante. Un amplio
abanico de innovaciones de proceso y de producto en materia informática y de
telecomunicaciones ha generado la aparición de nuevas actividades productivas —el
sector TIC— que, conjuntamente con la transformación de la industria de los
contenidos tradicionales hacia los nuevos formatos digitales, ha dado lugar a un nuevo
sector productivo: la industria de la información, que teje un amplio abanico de
relaciones sinérgicas hacia el resto de ramas de actividad. De hecho, igual que el resto
de mercados, el mercado de trabajo está presentando importantes transformaciones
como resultado de la progresiva incorporación del conocimiento a la actividad
económica.

En este artículo se ha realizado una primera aproximación cuantitativa al volumen de
ocupación de las actividades intensivas en conocimiento en España. Una primera
conclusión a realizar es su importante volumen: cerca de tres millones de personas
estaban vinculadas a actividades intensivas en conocimiento durante el 2000, lo que
representa poco más de una quinta parte del total de la ocupación. Más
concretamente, el sector TIC, las actividades de creación, edición y difusión del
conocimiento y el resto de actividades intensivas en conocimiento han generado cerca
de 750.000 puestos de trabajo en la economía española durante la fase expansiva
1994-2000. Además, cabe destacar su importante dinamismo: mientras la ocupación
en el conjunto de la economía española crecía en el período de referencia un 23,4%,
estas ramas de actividad avanzaban significativamente por encima (un 33,7%).
Destaca el fuerte crecimiento del sector TIC (con un 52,2% de aumento entre 1994 y
2000 y con más de 510.000 ocupados en el último año), pero también es importante el
crecimiento de la industria del conocimiento (27,6% y poco más de 1,1 millones de
ocupados) y el aumento de las actividades intensivas en conocimiento (32,8% y más
de 1,35 millones de ocupados).
Resumen

La integración de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) con la
industria de los contenidos digitales ha generado la aparición de un nuevo sector
productivo: la industria de la información. Sus bienes y servicios son aplicados con
progresividad por el resto de ramas de actividad. Uno de los mercados que más se
está transformando con la incorporación de estos nuevos productos es el mercado de
trabajo. Aunque los efectos del progreso tecnológico sobre el mercado de trabajo han
sido ampliamente estudiados, la evidencia empírica relativa al impacto de las TIC
sobre la oferta y la demanda de trabajo es, más bien, escasa. En este artículo se
presenta una primera aproximación cuantitativa a la ocupación de las actividades
intensivas en conocimento en España.

Enlaces de interés

   •   Encuesta de Población Activa. Instituto Nacional de Estadística:
       http://www.ine.es

   •   Dirección General de Ciencia, Tecnología e Industria. OCDE:
       http://www.oecd.org/DSTI

   •   Dirección General para la Sociedad de la Información. Comisión Europea:
       http://europa.eu.int/comm/dgs/information_society/index_en.htm

   •   Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información. Ministerio de
       Ciencia y Tecnología:
       http://www.setsi.mcyt.es/

   •   Agrupación de Empresas del Sector Informático y de Telecomunicaciones. SEDISI:
       http://www.sedisi.es/05_index.htm
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