Tecnologías y estrategias para el préstamo y adquisición de libros electrónicos en bibliotecas
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Tecnologías y estrategias para el préstamo y adquisición de libros electrónicos en bibliotecas Ana Cristina Gonzalo Iglesia & Lorena Serrano García Bibliotecaria, Instituto Cervantes / Documentalista, Boletín Oficial del Estado El mercado del libro electrónico en España En la actualidad, el sector del libro en España está dando un claro impulso a la edición y comercialización de libros en formato electrónico. Los datos re- cogidos en el último estudio del Observatorio del Libro y la Lectura1, publi- cado el pasado mes de septiembre de 2013, muestran cómo, a pesar de haber un descenso generalizado en la edición en papel2, la oferta digital se está viendo incrementada, con un crecimiento sostenible que se inició en 2008. Según el informe, de media, diariamente en España se registran 287 nuevos títulos, 57 de ellos exclusivamente en formato e-book. Por cada 100 libros publicados en España, 76 son libros en papel y 20 son libros digitales. En 2012 se publicaron 24.381 libros electrónicos. La trayectoria ascen- dente es de un crecimiento superior al 19,8% respecto a 2011. Más del 60% de las publicaciones de la Administración General del Estado están en for- mato digital. ———————————— 1. El sector del libro en España 2011-2013. Observatorio de la Lectura y el Libro, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, septiembre 2013. 2. De acuerdo con los datos de Panorámica de la Edición Española de Libros, entre los años 2009 y 2012 se publicó un 17,4% menos, después de haberse mantenido un crecimiento superior al 40% durante los años 2005-2009. Este descenso afecta tanto al sector privado como al de la Administración. 88 ANA CRISTINA GONZALO IGLESIA & LORENA SERRANO GARCÍA
figura 1: producción de libros digitales 2008-2012 Fuente: Panorámica de la Edición Española de Libros 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 2008 2009 2010 2011 2012 El resultado más inmediato de este impulso a la edición es el incremento de la oferta de contenidos de todas las materias, y muy especialmente de las obras de creación literaria. La única excepción en este aumento de disponi- bilidad de títulos son los libros de texto, aunque estos funcionan a otra velo- cidad y ya anteriormente habían incrementado la producción3. En cuanto a las editoriales, según los datos recogidos en la Panorámica de la Edición Española de Libros, el 20,8% de las editoriales españolas publi- can libros digitales, un 35% más que el año anterior. Otro factor positivo para el mercado de libros electrónicos es que au- menta la venta y uso del número de dispositivos válidos para la lectura elec- trónica. En lo relativo al consumo de dispositivos lectores, España es el segundo país de la Unión Europea, con un aumento del 500% en las ventas durante 2012. A nivel mundial, según datos de la consultora Gartner, para el año 2013 se habrán vendido más de mil millones de smartphones 4. Obviamente estos nuevos dispositivos contribuyen a que muchos lectores se acerquen a los con- tenidos desde el «continente», una nueva opción para la lectura a través de herramientas versátiles y atractivas que multiplican la demanda de obras. Ahora bien, aunque todos estos datos son optimistas, hay una gran dis- tancia entre la mejora en la edición y su realidad comercial: la facturación de ———————————— 3. A pesar del descenso, los libros digitales educativos representan ya el 25% de los manuales de los alumnos, y el catálogo digital de ANELE (Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de En- señanza) supera las 3.000 referencias. 4. Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2012. EXORDIO 89
figura 2: isbn en formato e-book según subsectores, 2008-2012 Fuente: Panorámica de la Edición Española de Libros 2008 2009 2010 2011 2012 % Var. % Ebooks % Subsector Infantil y juvenil 39 62 256 461 1.270 +175,5 6,1 10,9 Texto 598 1.ooo 2.202 1.995 1.020 -48,9 4,9 7,5 Creación literaria 558 1.307 3.983 5.871 7.382 +25,7 35,7 33,9 CC Sociales y Hum. 841 1.656 4.445 6.810 6.893 +1,2 33,3 20,8 Tiempo libre 40 303 556 1.010 991 -1,9 4,8 14,2 Otros 70 150 257 436 599 +37,6 2,9 18,5 Total 2.519 5.077 12.948 18.339 20.708 +12,9 100 19,8 los libros digitales en España sigue siendo muy menor, un 2,6% de los ingre- sos totales del sector, con la excepción de los libros y bases de datos jurídi- cos, cuya venta supuso el pasado año más del 50% de la facturación total de libros digitales. Con todo ello, la parte más importante del negocio editorial la sigue liderando el libro en papel. figura 3: comparativa entre la facturación del libro en papel y el libro digital 2009-2011 (en millones de euros) Fuente: Comercio interior del libro en España 2011 Facturación papel Facturación digital 2010 2009 0 500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 Esta situación se reproduce en la mayor parte de los países, a excepción de Estados Unidos y Reino Unido. Según la American Association of Publishers, las perspectivas para 2015 concluyen que la venta de libros digitales repre- sentará el 22,5% en Estados Unidos y el 14% en Reino Unido. Sandra Pecis, fundadora de Terra Iberoamérica, estima que las cifras se quedan cortas, pu- diendo alcanzar en breve el 30% de la facturación en Estados Unidos5. Fuera ———————————— 5. Pecis, Sandra (2013), El valor de los contenidos culturales y su forma de consumo en la era de las redes so- ciales, V Congreso Iberoamericano de Cultura, Zaragoza, 20-22 noviembre 2013. 90 ANA CRISTINA GONZALO IGLESIA & LORENA SERRANO GARCÍA
de ese contexto anglosajón y en palabras de Antoine Gallimard, presidente del Sindicato Nacional para la Edición en Francia y propietario de la edito- rial Gallimard, existe «una brecha entra la fascinación por la digitalización y su realidad comercial»6. La venta de libros electrónicos para bibliotecas Esa «brecha» entre la fascinación por la digitalización y las ventas queda pa- tente en la relación comercial que se establece, a día de hoy, entre los edito- res y distribuidores y las bibliotecas. A pesar de haber una demanda creciente de contenidos digitales por parte de los usuarios, que repercute en la búsqueda de estos materiales en la oferta bibliotecaria, no hay un modelo de negocio eficiente en la industria cul- tural de e-books, ni en cuanto a la distribución, ni tampoco en cuanto a condi- ciones de uso y política de precios para bibliotecas. Es cierto que la percepción de los editores hacia las bibliotecas ha ido cambiando, sobre todo en el último año. Cada vez son más los que están in- teresados en incorporar sus libros electrónicos a los servicios que se ofrecen desde las bibliotecas y en encontrar una fórmula para ello. Lejos de conside- rarlas como una amenaza, las empiezan a ver como aliadas en este negocio. En primer lugar, son conscientes de la promoción que se hace de los libros desde los servicios bibliotecarios; por otra parte, la biblioteca, formando a sus usuarios, difundiendo sus colecciones electrónicas y manteniendo una oferta atractiva y actual, es la mejor promotora para la lectura digital y, digámoslo así, una eficaz estrategia contra la piratería. El impulso que se está dando a la edición en este nuevo formato no ten- dría sentido si no se ampliase al máximo la cartera de clientes potenciales para el producto. Y las bibliotecas son un cliente al que las empresas del sector em- piezan a tener en cuenta, como, por otra parte, siempre han tenido en cuenta para el libro en papel. Los catálogos electrónicos de las bibliotecas constituyen, además, un au- téntico escaparate para los libros, con lo que, de manera natural, se genera la posibilidad de promoción para las editoriales. En algunos casos, desde los pro- pios catálogos se facilita la posibilidad para la compra de e-books a partir de sistemas de enlaces con las páginas de venta acordadas con los editores o distribuidores. Esta opción está implementada en distintas bibliotecas, sobre ———————————— 5. Wischenbart, Rüdiger (2011), The Global eBook Market: Current Conditions & Future Projections. EXORDIO 91
todo americanas y canadienses, y, recientemente en España, en la Red de Bi- bliotecas del Instituto Cervantes. De esta forma, si hasta hace poco sólo los pequeños editores y los más emprendedores eran capaces de crear un contexto de trabajo con bibliotecas a partir del libro electrónico, a día de hoy los editores con marcas de gran notoriedad, importantes editores académicos e, incluso, editoriales pertene- cientes a grandes consorcios están abriendo su oferta y negociando en unas condiciones que favorecen a ambas partes. Asimismo, observamos una diversificación en el modelo de negocio de estas empresas. La tendencia actual es no firmar la exclusividad con un de- terminado modelo de distribución y venta, y que los editores puedan traba- jar a partir de múltiples canales: desde la inclusión en compañías como Amazon, pasando por la venta directa desde sus propias páginas, la venta desde librerías, estableciendo acuerdos con clientes institucionales o inclu- yendo sus obras en paquetes cerrados de contenidos de distintas empresas y en servicios como Libranda7. Entre el público final, un dato muy significativo es que, durante 2011, des- cendió la venta de libros digitales a través de plataformas y aumentó la venta directa desde la editorial y desde librerías. Pero no son pocos los editores que siguen limitando su oferta de libros electrónicos a las bibliotecas. O poniendo serias dificultades, como el retraso en servir las novedades. O lo que es peor: agentes distintos a las bibliotecas que intentan tomar decisiones sobre la política de desarrollo de las coleccio- nes de las mismas, impidiendo o facilitando el acceso a muchos contenidos en función de intereses de mercado. Tanto en España como en distintos países de Hispanoamérica que tra- bajan con libros en español, se da el caso de grandes clientes que no pueden ver servidos sus pedidos por distintos problemas de distribución o debido a condiciones difíciles de asumir. Esto se debe a que algunos distribuidores mar- can las pautas del mercado en función de sus planes de negocio. Que los editores no pueden ignorar a un cliente como la biblioteca lo de- muestran las cifras del aumento en la demanda de contenidos digitales en bi- bliotecas como la New York Public Library (NYPL), pionera en este servicio desde 2004 y una de las principales dinamizadoras de esta industria desde las bibliotecas en Estados Unidos: ———————————— 7. Este año, el Ministerio de Educación ha adjudicado a Libranda el suministro de 200.000 licencias de uso de libros electrónicos para las bibliotecas públicas y un sistema de gestión para el préstamo de e-books: http://www.boe.es/dias/2013/06/10/pdfs/BOE-B-2013-22297.pdf 92 ANA CRISTINA GONZALO IGLESIA & LORENA SERRANO GARCÍA
figura 4: uso de colecciones de e-contenidos 2009-2013 en la nypl Fuente: Lectyo: Red de los profesionales de la lectura E-Plataforma Tipo 2009 2010 2011 2012 2013 OverDrive e-books, e-audio 239.350 304.736 411.939 856.305 1.205.154 e-music, e-video 3M e-books 0 0 0 0 25.585 Scholastic e-books, e-video 42.041 62.031 63.658 120.013 77.557 Tumblebooks e-books, e-audio 0 0 0 260.464 335.115 Freegal e-music 0 0 40.687 123.119 147.922 Total 281.391 366.767 516.284 1.359.901 1.792.333 La página web de la NYPL recibió 32 millones de visitas en 2012 y fue la biblioteca con mayor presencia en las redes sociales con más de 1,2 millo- nes de impactos. Ahora bien: así como los editores deben tener en cuenta a las bibliote- cas como cliente, también las bibliotecas deben trabajar para ser ese cliente y realizar una profunda reflexión sobre qué modelo de colección de libros elec- trónicos desean ofrecer, con qué contenidos, bajo qué tecnología, a través de qué tipo de servicio y en qué condiciones. El éxito de la Biblioteca Pública de Nueva York, así como el de otras bibliotecas sobre todo de Estados Unidos y Canadá, es fruto de esa reflexión y del trabajo de coordinación de muchos profesionales de distintos sectores que lo han hecho posible. Hace poco tiempo, un editor español preguntaba en un encuentro pro- fesional cómo podía trabajar con bibliotecas. Necesitaba que le hicieran pro- puestas porque él estaba dispuesto a ofrecer sus e-books, pero no encontraba la fórmula. Probablemente no existe un modelo único de gestión, y es obvio que existen distintos tipos de bibliotecas con distintas necesidades, así como exis- ten distintas propuestas comerciales. No son los mismos contenidos los que se necesitan en bibliotecas universitarias que en públicas o especializadas y científicas. Tampoco se puede plantear una forma unívoca de trabajo. Pero es un buen momento para tomar iniciativas y llegar a acuerdos con los agentes implicados en la cadena del libro e incentivar la oferta. Desde las bibliotecas debemos ser capaces de plantear opciones, sin per- der de vista que debemos continuar con el control estratégico de nuestras colecciones para ser realmente eficaces, útiles a nuestros socios y ofrecerles lo que buscan y necesitan. EXORDIO 93
Sistemas de incoporación de libros electrónicos a los catálogos de las biliotecas y tecnologías de préstamo A la hora de la incorporación de libros electrónicos a los servicios biblioteca- rios para préstamo, existen distintos sistemas. Los más frecuentes son: la com- pra a perpetuidad, el alquiler o suscripción de paquetes de contenidos, la fórmula Patron Driven Acquisition (PDA) y el pago por uso. En función de estos dife- rentes sistemas se utilizan unas tecnologías u otras, siendo algunas independien- tes de los contenidos y estando otras directamente asociadas a éstos. La compra a perpetuidad supone la adquisición del archivo digital con el libro electrónico y el alojamiento de ese archivo en un servidor propio. Este sistema no debe confundirse con la compra de un archivo que alberga la edi- torial que lo vende y que no puede cambiarse de localización (esto es una li- cencia perpetua sin control directo del contenido). Se compran tantos ficheros como obras se desean tener en circulación de manera simultánea y se prote- gen los derechos de autor. Esta compra sólo puede llevarse a cabo cuando el sistema de gestión con- templa de manera independiente la tecnología de los contenidos, como el sis- tema americano Overdrive o la tecnología española de las empresas Odilo y Xercode. La selección bibliográfica para comprar e-books a perpetuidad se lleva a cabo título a título, editorial por editorial. Esta opción es laboriosa, complica la gestión y no se obtienen unos resultados fulgurantes a corto plazo, ya que la bi- blioteca va creciendo con el tiempo y en función a los acuerdos a los que se llega con las editoriales. A cambio se mantiene una coherencia en el desarro- llo de la colección, que irá acorde a los objetivos de la institución y conver- tirá nuestra colección de libros electrónicos en un referente sobre aquellas materias que son de nuestra competencia. Asimismo nos aseguramos de que los títulos que se adquieren son los que necesitan nuestros usuarios. Se garan- tiza, también, la accesibilidad permanente a las obras, así como su conservación. Este sistema permite trabajar con todo tipo de editoriales, nacionales y extran- jeras, siempre que estén conformes con las condiciones. De esta manera se respeta la bibliodiversidad y se amplía y mejora la oferta. Además, se le da un valor añadido a la colección, que es el del capital in- telectual y el criterio que aportan los profesionales que realizan la selección de los libros y que son los responsables del desarrollo de colecciones de las bibliotecas. Por todo ello, es el sistema preferido por muchas bibliotecas, y el de mayor proyección de futuro, aunque tiene como inconveniente que no todos los edi- tores están dispuestos a trabajar en estos términos. 94 ANA CRISTINA GONZALO IGLESIA & LORENA SERRANO GARCÍA
Mediante el alquiler o suscripción de contenido, los distintos proveedo- res ofrecen acceso a grandes bases de datos de libros electrónicos durante un periodo de tiempo que suele ser de un año. Algunos proveedores hacen un es- fuerzo por adaptar sus títulos a las necesidades de cada biblioteca, que tiene un margen para la selección, y desde que se firma el contrato de suscripción los usuarios se benefician de un gran volumen de obras. Los precios suelen ser asequibles y se puede poner en marcha un servicio de préstamo de e-books de manera inmediata. El problema de este modelo es que sólo se puede dis- poner de obras y títulos y de editoriales preseleccionadas por la empresa pro- veedora, con lo cual no hay prácticamente capacidad de selección por parte de la biblioteca y muchos editores pierden oportunidades al no estar inclui- dos en la oferta. Como sólo se puede acceder a las obras que permiten los pro- veedores, siempre hay libros poco pertinentes que no serán utilizados y es complicada la inclusión de editores distintos a los ya seleccionados por estas grandes empresas, que es difícil incorporar. Otro inconveniente es que si se cancela la suscripción, se pierden los contenidos. Entendemos por Patron Driven Acquisition (PDA) el sistema que per- mite la compra de títulos muy utilizados dentro de una oferta cerrada. En esta opción, la biblioteca sólo paga por lo que se usa dentro de esa selección. La idea es ofrecer desde el catálogo de la biblioteca un gran volumen de libros electrónicos y comprar únicamente aquellos que realmente se utilizan. Se trata de un sistema novedoso, utilizado, sobre todo, en bibliotecas universitarias. Pero, como en el caso anterior, se pierde el control de la colección, teniendo los responsables de selección poco margen para su gestión. En cuanto al pago por uso, como en el caso de la suscripción de conte- nidos, la biblioteca paga por un paquete cerrado de títulos, pero paga una cuota adicional por los libros electrónicos que más se prestan. Cómo dinamizar el mercado: algunos cambios de concepto y la importancia de alianzas Uno de los principales problemas es, según Christopher Platt, director de co- lecciones y operaciones de circulación de la New York Public Library, la ten- sión que se produce entre «la innovación creativa que impulsa la adopción del e-book por parte de los consumidores y, a su vez, apuntalar el soporte necesa- rio para sobrevivir a este cambio en un contexto económicamente difícil» (Platt, 2013). Esta tensión sólo se puede distender cambiando algunos conceptos y cre- ando líneas estratégicas de trabajo que pongan de acuerdo a los distintos agen- EXORDIO 95
tes. Es posible, asimismo, mejorar desde las administraciones algunas medi- das que facilitarían el despegue del negocio. Una fórmula de dinamización del mercado, que a su vez supone un cam- bio de apreciación o concepto, es entender las bibliotecas como esa vía para la promoción y el descubrimiento de los libros que ya hemos comentado y, también, en algunos casos, como posible canal de comercialización. «Las bi- bliotecas son una gran oportunidad para descubrir, promocionar, recomen- dar y discutir libros» (Platt, 2013). Que las bibliotecas representan una oportunidad de generación de negocio para los editores, no es un proyecto o una posibilidad: es una realidad. Como ya hemos apuntado, distintas biblio- tecas americanas, tanto públicas como universitarias, ponen en práctica ini- ciativas novedosas al respecto. figura 5: plataforma libro electrónico de la biblioteca pública de los ángeles De esta forma, una clave para mejorar la disposición de los editores hacia las bibliotecas no es tanto apuntalar o equilibrar las ventas entre los consumi- dores finales y la oferta a las bibliotecas, sino considerar a las bibliotecas como agentes que pueden favorecer la venta a esos mismos consumidores, bien a partir de sistemas de enlaces a propósito, bien a partir de otras fórmulas de promoción. 96 ANA CRISTINA GONZALO IGLESIA & LORENA SERRANO GARCÍA
Mejorar los canales de distribución sería otra medida, que pasaría tam- bién por resolver el tema de los derechos de autor. En este sentido, debería ac- tualizarse el marco legislativo en cuanto a propiedad intelectual, ya que tal y como está en la actualidad supone un obstáculo para muchas transacciones. Aquellas bibliotecas que disponen de distintos canales de promoción para los libros deberían medir el impacto de las ventas que se producen gracias a que las obras se encuentran disponibles en la oferta bibliotecaria. Este sería un ar- gumento irrebatible para desbloquear algunas negociaciones. Por parte de las administraciones, algo que contribuiría a incentivar la venta a los editores sería la equiparación del IVA de los libros electrónicos al de los libros en papel. Al considerarse bien cultural, el libro en papel tiene un IVA reducido del 4%, frente al 21% del libro electrónico. Esta divergencia es debida a que, a pesar de ser un mismo bien en distinto formato, el libro electrónico se considera por norma- tiva comunitaria (Directiva 2006/2012/CE) un «servicio» suministrado de forma electrónica y el IVA para estos productos no incluye ninguna reducción. La situación no es la misma en todos los países de la Unión: Francia y Lu- xemburgo aplican el IVA reducido a los libros digitales. Esto favorece la venta de los libros, pero crea un problema de competencia con el resto de países de la Unión: como el IVA lo aplica el país vendedor, monopolios como Amazon han decidido operar desde Luxemburgo, con los consecuentes resultados. Por último, lo que tendría que ser el argumento de mayor peso para la di- namización de este mercado es la enorme proyección de futuro para la edición electrónica de obras en una lengua que hablan más de 495 millones de perso- nas, siendo Estados Unidos el cuarto país hispanohablante del mundo. Que el idioma español tiene un potencial de casi 500 millones de lectores, analó- gicos y digitales, es lo que realmente debería tener muy en cuenta la industria cultural digital. El modelo del Instituto Cervantes: plataforma de promoción y difusión para el libro electrónico y la edición digital El establecimiento de alianzas y la generación de propuestas y estrategias son las opciones más efectivas para emprender con éxito los desafíos que plan- tea el préstamo de libros electrónicos desde las bibliotecas. En la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes, estas alianzas y propues- tas se llevan a cabo en dos contextos distintos: el de las publicaciones oficia- les y el de las publicaciones de editores comerciales. El caso del Instituto Cervantes es distinto al de otras bibliotecas por su di- mensión internacional y por el tipo de contenidos, dada la especialización de EXORDIO 97
los fondos y la amplia materia de competencia. En la Red se ha posibilitado trabajar con un sistema de selección título a título y con una tecnología inde- pendiente de los contenidos, el sistema Odilo. Esto ha facilitado la creación de un modelo de gestión basado en la compra a perpetuidad de los libros electró- nicos y en el establecimiento de acuerdos con los proveedores de contenidos que pasa por activar enlaces a distintas páginas de estos proveedores. Junto a los editores oficiales, el pasado mes de mayo se firmó un conve- nio con las unidades editoras de la Administración General del Estado (AGE) que articula la colaboración en los siguientes términos: a cambio de recibir las publicaciones digitales gratuitas, se les ofrece visibilidad y difusión desde los propios registros del catálogo electrónico. De esta forma, los lectores pueden acceder a distintas páginas de servicios y productos que la Administración quiera destacar, ya sean sus propias páginas de venta de libros, sus bibliote- cas u otro tipo de recursos de información. Se combina la descarga libre de algunas obras con otras que siguen la pauta una-copia-un-usuario y que están a la venta en las páginas comerciales de las editoriales de la AGE. figura 6: nube de ideas del stand de publicaciones oficiales de la feria del libro de madrid En cuanto a los editores comerciales, la apuesta es apoyar a las industrias culturales internacionalizando los libros entre sus lectores potenciales. Para ello, como en el caso de las publicaciones oficiales, se establecen enlaces desde los e-books a las páginas o servicios de las editoriales que los publican, de acuerdo siempre con sus responsables. Creamos así un entorno de interacción entre los distintos agentes y favorecemos la relación entre todos los componentes de la cadena desde un auténtico lugar de encuentro con la cultura de España e Hispanoamérica. Este modelo de gestión ofrece mayor valor y calidad a nuestros servicios, a la vez que puede favorecer una demanda de contenidos 98 ANA CRISTINA GONZALO IGLESIA & LORENA SERRANO GARCÍA
de los distintos editores: el usuario puede acceder a la página comercial de un libro electrónico que desee adquirir. Por otra parte, el modelo de gestión permite compartir experiencias de lectura, descubrir y recomendar contenidos y dar a conocer nuevas obras. En cierta medida, gracias a la marca Instituto Cervantes nos convertimos en prescriptores, ampliando la presencia en Internet de aquellas obras que en- tran a formar parte de nuestra biblioteca electrónica. figura 7: plataforma libro electrónico del instituto cervantes Además se pueden generar actividades de promoción de distintos auto- res, actividades de lectura compartida, etc. Desde que está en marcha el servicio de préstamo y descarga de libros electrónicos, el número de carnés se ha visto incrementado en algunas bi- bliotecas de la Red en un 40%. Obviamente el servicio debe ir acompañado de campañas de difusión: desde la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes se está trabajando en este sentido para dar mayor visibilidad al proyecto y pro- mocionar los contenidos. Conclusiones Probablemente no existe un modelo único de gestión y existen distintos tipos de bibliotecas con distintas necesidades, a la vez que existen distintas propues- tas en el entorno editorial. La disposición a colaborar y asumir que la coope- EXORDIO 99
ración y la innovación abren puertas y crean estrategias de trabajo y de mer- cado a partir del consenso de todos los agentes de la cadena del libro, es la vía para que se cree valor en nuestros servicios y oportunidades. Bibliografía Alonso-Arévalo, J. (septiembre 2013), «Dónde comprar libros digitales en España», en: Conversaciones líquidas: buscando nuevas dimensiones sobre el libro digital, Peñaranda de Bracamonte (Salamanca): FGSR, 2013 [en línea]. Dis- ponible n: http://gredos.usal.es/jspui/handle/10366/122171 [Consultado: 29 de noviembre de 2013]. International Federation of Library Associations and Institutions, Cuestiones clave para el desarrollo de colecciones con recursos electrónicos: una guía para bi- bliotecas, IFLA: Sección de Adquisiciones y Desarrollo de Colecciones, agosto 2012. Dirección General de Política e Industrias Culturales del Libro, Panorámica de la Edición Española de Libros 2011, Madrid: Ministerio de Cultura [en línea]. Disponible en: http://www.mcu.es/libro/docs/panoramica2011.pdf. [Consultado: 29 de noviembre de 2013]. Federación de Gremios de Editores de España, Comercio interior del libro en Es- paña, 2012 [en línea]. Disponible en: http://www.federacioneditores.org/ 0_Resources/Documentos/Comercio_Interior_2012.pdf. [Consultado: 29 de noviembre de 2013]. Manrique Sabogal, W. (23 de octubre de 2013), «La batalla por el futuro del libro se dirime en Latinoamérica», El País [en línea]. Disponible en: http://cultura.elpais.com/cultura/2013/10/22/actualidad/1382468385_04 2873.html [Consultado: 29 de noviembre de 2013]. Pecis, S. (2013), «El valor de los contenidos culturales y su forma de consumo en la era de las redes sociales», en: V Congreso Iberoamericano de Cultura, Zaragoza, 20-22 noviembre 2013. Platt, C. (2013), Estrategia para poner en funcionamiento modelos de préstamo de e-books de la Biblioteca Pública de Nueva York, Lectyo libros, 2013. 100 ANA CRISTINA GONZALO IGLESIA & LORENA SERRANO GARCÍA
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