Vía lucis con los iconos - Vivir con Jesús Michele Mazzeo

Página creada Gema Campo
 
SEGUIR LEYENDO
Vía lucis con los iconos - Vivir con Jesús Michele Mazzeo
M ichele M azzeo

  Vía lucis
con los iconos
 Vivir con Jesús
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o trans-
formación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titu-
lares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español
de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmen-
to de esta obra (www.conlicencia.com / 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Título original:
    Via lucis con le icone.
    Vivere con Gesù

PAOLINE Editoriale Libri
© Figlie di San Paolo, 2014
  Via Francesco Albani, 21
  20149 Milano
  www.paoline.it

Traducción:
  M. M. Leonetti
© Ediciones Mensajero, 2015
  Grupo de Comunicación Loyola
  Sancho de Azpeitia 2, bajo
  48014 Bilbao – España
  Tfno.: +34 94 447 0358 / Fax: +34 94 447 2630
  mensajero@mensajero.com / www.mensajero.com

Diseño de cubierta:
   Magui Casanova

Impreso en España. Printed in Spain
   ISBN: 978-84-271-3708-0
   Depósito Legal: BI-103-2015

Fotocomposición:
   Rico Adrados, S.L. (Burgos)
   www.ricoadrados.com

Impresión y encuadernación:
   Grafo, S.A. – Basauri (Vizcaya)
   www.grafo.es
Índice

Prólogo ....................................................................   9
Rito introductorio ..................................................... 13

 1. La resurrección de Jesús ................................... 15
 2. Los discípulos encuentran el sepulcro vacío ..... 23
 3. Jesús resucitado se manifiesta a María Magdalena . 31
 4. Jesús resucitado en camino con los discípulos de
       Emaús ........................................................... 39
 5. Jesús se manifiesta en Emaús al partir el pan ... 47
 6. Jesús resucitado se aparece a los discípulos ..... 55
 7. Jesús resucitado da a los apóstoles el poder de
      perdonar los pecados ...................................... 61
 8. Jesús resucitado confirma la fe de Tomás ......... 67
 9. Jesús resucitado se aparece a los apóstoles junto
       al lago de Tiberíades .................................... 77
10. Jesús resucitado confiere el primado a Pedro ... 85
                                                                      ÍNDICE   7
11. Jesús resucitado confía a los apóstoles la misión
       de predicar el Evangelio ..............................         95
12. La Ascensión de Jesús ..................................... 101
13. Los apóstoles esperan con María al Espíritu
      Santo ........................................................... 109
14. Pentecostés ....................................................... 117

Rito de conclusión ................................................... 125

8    VÍA LUCIS CON LOS ICONOS
Prólogo

E ste Vía lucis con los iconos es una propuesta
pedagógico-espiritual pensada para ayudar a los cre-
yentes de hoy a vivir 1 la experiencia de vida de los
discípulos de Cristo, tal como la narran los Evangelios
canónicos y los Hechos de los Apóstoles, mediante el
encuentro con «Jesús en persona, que los alcanzó y se
puso a caminar con ellos» (Lc 24,15.36). Es un itine-
rario que se desarrolla a través de catorce iconos reali-
zados con esta finalidad2 y catorce textos bíblicos del
Nuevo Testamento que narran los acontecimientos de
la vida de Jesús y de la Iglesia naciente desde la resu-

   1
       «Vivir» es un verbo que aparece un total de 140 veces
en el Nuevo Testamento, mientras que el vocablo especial
«vida/zoḗ», que indica la vida ilimitada, aparece 135 veces,
a menudo en la locución «vida eterna», es decir, después de
la resurrección, vida sin in (Mc 10,17.30; 1 Cor 15,16-22).
Cristo resucitado es el viviente con el que empieza esta nueva
vida: la resurrección de los muertos tiene su comienzo, su cau-
sa, su realización irrevocable con el Señor.
     2
       Iconos impresos en el taller Glikophilousa de Crochi,
Caulonia (Reggio Calabria). Los iconos se encuentran en el
Eremitorio Santa Maria della Stella, Montestella, Pazzano
(RC). Cf. el sitio www.santuariomontestella.it

                                                   PRÓLOGO    9
rrección del Maestro hasta Pentecostés, acompañados
de meditaciones y oraciones que abren un camino de
vida.
     Cristo es «imagen (icono) del Dios invisible»
(Col 1,15), y en él también nosotros somos «imagen de
Dios» (Gn 1,26-27; Gn 5,1), su icono viviente. De este
modo, el Rostro de Dios y el rostro del hombre quedan
unidos en una inescindible historia de amor que parte de la
creación y del nacimiento de cada uno de nosotros y desem-
boca en la resurrección de Jesús, que nos invita: «Venid a
mí los que [...] y aprended de mí» (Mt 11,28-29).
     Nos preguntamos: ¿Cómo vivir hoy con Jesús la
misma experiencia de vida? María de Nazaret y los
discípulos de su Hijo, resucitado y ascendido al cielo,
aprendieron a vivir con Jesús de un modo nuevo. Pablo
de Tarso, que afirma: «para mí vivir es Cristo y trabajar
con fruto» (Flp 1,21-22), nos invita a «aprender a Cris-
to» (Ef 4,20). Porque «a veces sentimos la tentación de
ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las
llagas del Señor. Pero Jesús quiere [...] que toquemos la
carne sufriente de los demás [...] sin cansarnos de “hacer
el bien” (Gal 6,9)»3. «Cerrar los ojos ante el prójimo nos
convierte también en ciegos ante Dios», porque el amor
es, en el fondo, la única luz que «ilumina constantemente
un mundo oscuro y nos da fuerzas para vivir y actuar»4.

     3
       Francisco, Exhortación apostólica Evangelii gaudium,
Sal Terrae, Santander 2013, números 270-271.
    4
       Benedicto XVI, Carta encíclica Deus caritas est, LEV,
Città del Vaticano 2005, 16, 39.

10   VÍA LUCIS CON LOS ICONOS
La vida humana está en el centro de las palabras
y la acción de Jesús, porque él, Palabra de Dios, es la
fuente de todo cuanto puede llevar a los hombres a vi-
vir en plenitud su propia existencia y su vida física, así
como la vida que se engendra en el encuentro con Dios.
Puesto que «todo fue hecho por medio de ella... en ella
estaba la vida/zoḗ, y la vida era la luz de los hombres...
luz verdadera que ilumina a cada hombre» (Jn 1,3-4.9).
Por eso abre futuro, metas y esperanzas que nadie puede
suprimir. Al mismo tiempo, Cristo resucitado es la luz
que señala a los hombres el verdadero camino que deben
seguir (Jn 8,12); él es el Viviente con quien empieza
esta vida nueva. Jesús da la vida revelándose, dándo-
se y diciendo quién es él y lo que ha oído al Padre; y
la verdadera vida que da Jesús es la vida eterna, en la
que el creyente ya no conocerá la muerte (Jn 8,51-52),
en la que tienen un papel decisivo el amor y el recto
obrar. Por eso es importante para todo cristiano moverse
y ponerse en camino (como Abrahán), «caminar» hacia
esta vida futura con una conducta digna del Evangelio.
La vía hacia la vida es la conversión que lleva a vivir la
palabra de Dios con compasión, porque, tal como nos
invita Jesús, «Haz esto y vivirás» (Lc 10,28). Los esposos
cristianos participan de la gracia de la vida, porque son
«coherederos de la gracia de la vida» (1 Pe 3,7), en el
sentido real de ser los custodios tanto del misterio-don
de la vida humana (don de la generación) como de la
vida eterna; viviendo de este modo los valores que Pe-
dro propone, se convierten en modelos para todos los
cristianos, como Abrahán y Sara (1 Pe 3,6-8).
                                               PRÓLOGO   11
«El Vía lucis, además, puede convertirse en una óp-
tima pedagogía de la fe, porque [...] con la metáfora del
camino» permite tener constancia del «plan de Dios» y
«alcanzar la verdadera meta del hombre: la liberación, la
alegría, la paz, que son valores esencialmente pascuales»5
y afectan cada día a los acontecimientos de nuestra exis-
tencia, en la que estamos llamados a convertirnos en tes-
tigos de la luz de Cristo resucitado, de esta vida nueva en
el mundo, a través de «las obras buenas» (Mt 5,14-16).
     El Vía lucis con los iconos es «un estímulo para es-
tablecer una “cultura (y una pastoral) de la vida”»6.
     Carlo Maria Martini afirma que poniendo a Dios en
el centro de la acción emerge «la fuerza educativa del
Evangelio y el proyecto educativo de Jesús», y la persona
se ve estimulada «a colaborar con la fuerza interior que se
encuentra en él»7.

     5
         Congregación       para el culto divino y la disciplina
de los sacraMentos,      Directorio sobre la Piedad popular y
la liturgia: principio y orientaciones, LEV, Città del Vaticano
2002, 153.
     6
        Ibid.
     7
        c. M. Martini, Dio educa il suo popolo. Programma
pastorale per il biennio 1987-1989, Centro Ambrosiano, Mi-
lano 1987, 6.

12   VÍA LUCIS CON LOS ICONOS
Primera estación

La resurrección de Jesús
Texto bíblico (L. 1)

Del Evangelio según san Mateo

Pasado el sábado, al despuntar el alba del primer día
de la semana, fue María Magdalena con la otra María a
examinar el sepulcro. Sobrevino un fuerte temblor. Pues
un ángel del Señor, bajando del cielo, llegó e hizo rodar
la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago,
y su vestido blanco como la nieve. Los de la guardia se
echaron a temblar de miedo y quedaron como muertos.
El ángel dijo a las mujeres:
     –Vosotras no temáis. Sé que buscáis a Jesús, el cru-
cificado. No está aquí; ha resucitado, como había dicho.
Acercaos a ver el lugar donde yacía. Después id corrien-
do a anunciar a los discípulos que ha resucitado y que irá
por delante a Galilea; allí lo veréis. Este es mi mensaje
(28,1-7).

Meditación (L. 2)

El triunfo de Jesús sobre la muerte es un misterio, en el
sentido bíblico de un proyecto/acontecimiento, que se
cumple y se «revela» como una realidad más rica de lo
que podemos pensar y que afecta no solo al cuerpo de
Jesús, sino que compromete toda nuestra vida y la crea-
ción. A diferencia de los Evangelios apócrifos (esto es,
                                  1. LA RESURRECCIÓN DE JESÚS   17
no canónicos, no inspirados) y de la imaginación popu-
lar, Mateo y el resto del Nuevo Testamento no describen
el acto de la resurrección de Jesús ni el momento de su
resurgir, sino que presentan sus efectos: «Ha resucitado
[de entre los muertos], como había dicho» (Mt 28,6-7).
Los guardias encargados de vigilar la tumba de Jesús
muerto quedan descompuestos y, como en un terremoto
espiritual, se echan a temblar de miedo. «Un ángel del
Señor» –expresión bíblica que indica la presencia misma
de Dios– interviene en la historia humana para revelar y
salvar; nos conduce de un modo suave, amoroso y claro,
con la delicadeza y la autoridad del Señor (Mt 28,5.7); y
el aspecto de luz proporcionado por su vestido blanco lo
revela como «enviado» de Dios, que hace un gesto po-
deroso junto a la tumba: «Hizo rodar la piedra y se sentó
encima» (Mt 28,2), signo de la victoria definitiva sobre
el reino de la muerte. A continuación, interpreta el acon-
tecimiento para las mujeres y para nosotros hoy, con el
anuncio que anima a todos y constituye el corazón de la
fe: «Vosotras no temáis. [...] Ha resucitado [de entre los
muertos]» (Mt 28,5.7), recordando las palabras de Jesús:
«Como había dicho» (Mt 28,6).

Canto

               Oh luz gozosa de la santa gloria
               del Padre celeste inmortal,
               santo y feliz Jesucristo.

18   VÍA LUCIS CON LOS ICONOS
Orar con el icono (L. 3)

El icono es una puerta abierta sobre el misterio salvífico,
que nos ayuda a entrar en el acontecimiento indecible de
la resurrección a través de la unidad de los dos pueblos
que rodean a Jesús, situado en el centro, de pie («Se ha
levantado»): «Yo soy el primero y el último, el que vive;
estuve muerto, y ahora ves que estoy vivo por los siglos
de los siglos y tengo las llaves de la muerte y del Abis-
mo» (Ap 1,17-18). Los dos pueblos son el del Antiguo
Testamento a la izquierda, con Adán en primer plano, y
el del Nuevo Testamento a la derecha, con Eva en primer
plano, ambos levantados y llevados por el Resucitado en
su luz salvífica.
     El ropaje de Jesús es de color blanco, que tiene un
significado especial en la Biblia. El color blanco expresa,
en la resurrección de Jesús, la intensidad divino-gloriosa
y la realidad trascendente de su persona: como la de Dios
(Dn 7,9), que tiene ropa y cabellos blancos; como Jesús
en la Transfiguración, cuando «su rostro resplandecía
como el sol, sus vestidos se volvieron blancos como la
luz» (Mt 17,2; cf. Mc 9,3), anticipación de las epifanías
pascuales. De modo sorprendente, en el simbolismo de la
Biblia, el blanco no se contrapone nunca al negro, porque
la gran antítesis bíblica es la de la luz contra las tinieblas,
es decir, la del bien contra el mal, la vida contra la muer-
te, el conocimiento profundo contra la ignorancia, que
encuentran un equilibrio en el corazón humano por medio
de la revelación de Dios y la entrada en el reino eterno
(2 Pe 1,5-19). Los pies del Resucitado se apoyan junto a
                                     1. LA RESURRECCIÓN DE JESÚS   19
un confín, y debajo de ellos hay un mar de color negro:
los infiernos, donde residen los muertos. Bajo la cruz se
rompen las llaves y las cerraduras: el confín de la muerte
–atravesado por Cristo para todos– está roto ahora para
siempre, porque la luz de la resurrección ha derrotado
para siempre a las tinieblas: «Para ello se llevó también
a los muertos la buena noticia: para que [...] vivieran co-
mo Dios según el Espíritu» (1 Pe 4,6; cf. 1 Pe 3,18-20;
Mt 12,40; 27,52-53)1. El icono muestra cómo la redención
consuma la encarnación «para iluminar a los que habitan
en tinieblas y en sombras de muerte» (Lc 1,79). La mon-
taña de dos cimas recuerda la humanidad del Resucitado
(verdadero hombre y verdadero Dios); la que tiene tres
cimas simboliza la Trinidad: la luz de la resurrección pro-
viene y atrae hacia la comunión con el Dios-Trinidad.

Invocaciones (L. 4)

Oremos juntos, respondiendo a cada invocación:
    Vayamos y digamos: «Jesús ha resucitado de entre
los muertos».
    –Señor Jesús, «tú eres la resurrección y la vida»
(Jn 11,25): guíanos con amor, como hiciste con los

     1
       La Primera Carta de Pedro es el único texto del Nuevo
Testamento que precisa una intervención directa sobre los di-
funtos que están en los iniernos con el anuncio del Evange-
lio realizado por Jesús: véase M. Mazzeo, Lettere di Pietro.
Lettera di Giuda. Nuova versione, introduzione e commento,
Paoline, Milano 2002, 143-145, 205-207.

20   VÍA LUCIS CON LOS ICONOS
discípulos y las mujeres, por este camino hacia el
encuentro de fe contigo.
     –Jesús Salvador, tú fuiste a anunciar «también a los
muertos la buena noticia: para que [...] vivieran como Dios
según el Espíritu» (1 Pe 4,5-6): admite a nuestros difuntos
en el reino del amor pleno y de la suma bienaventuranza.

                                   1. LA RESURRECCIÓN DE JESÚS   21
También puede leer