AMOR Y MUNDO DE JOAQUÍN XIRAU - Miguel García Jaramillo
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©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS AMOR Y MUNDO DE JOAQUÍN XIRAU Miguel García Jaramillo* En enero de 1937 Joaquín Xirau cartes, Kant, Nietzsche, Bergson, impartió en la Sorbona una confe- Freud, Scheler, etc. Sin embargo, rencia con motivo de una reunión nunca había visto la centralidad del conjunta de las sociedades france- concepto del amor a través de la his- sas de Psicología y de Filosofía. El toria de la filosofía, ni me había per- contenido de ese acto fue publicado catado de las diferencias que ha bajo el título L’amor i la percepció sufrido a través de su evolución, ni dels valors. Esto, sumado al queha- menos aún hubiera podido utilizar 132 cer intelectual llevado a cabo en las un lenguaje tan apasionante, sencillo reuniones filosóficas del Seminario y claro, lleno de imágenes y metá- de Pedagogía de la Universidad de foras, que no desdicen en absoluto Barcelona, dio lugar a una obra real- –sino todo lo contrario– su profundi- mente sabia –sin deseo de adulación dad intelectual. Como decía Ortega ni de utilizar demasiados adjetivos–: y Gasset, “la claridad es la cortesía Amor y mundo. Si se me permite una del filósofo”. confesión personal, por más de dos Aunque Joaquín Xirau pretendía décadas me he dedicado a la filoso- con Amor y mundo hacer una presen- fía. He podido reconocer en muy tación de “algunas dificultades des- buena parte los textos aludidos por criptivas” previas a toda discusión Xirau, que constituyen una fuente ontológica de las mismas,1 es claro común de ambos: Platón, Aristó- que el autor desbordó con esa obra teles, los Padres de la Iglesia, Des- 1 Joaquín Xirau, Amor y mundo, 1998, * Departamento Académico de Estu- Madrid, Fundación Caja Madrid y An- dios Generales, ITAM. tropos Editorial, prefacio, p. 135.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS sus expectativas originales. Si bien dos que se entrecruzan,2 aunque re- es cierto que no da solución a algu- conocemos que en buena parte la nota nos de los problemas metafísicos que dominante se encuentra en la síntesis el concepto del amor plantea en la presentada por él. actualidad, también es verdad que expone las diferentes respuestas metafísicas –y refuta otras– dadas a 1. El amor en el mundo griego través del tiempo y que nos deja no ya en el umbral de las respuestas, El mundo griego en general, sea en sino en la antesala. su versión mítica, platónica o aristo- La obra que reseñamos puede télica, “reduce el amor a la pasión”.3 dividirse en dos partes. Somos cons- Para las concepciones religiosas cientes que ambas no resultan de- orientales antiguas, visiones del partamentos estancos y que ambos mundo que “resuenan todavía de un aspectos se encuentran entrecruza- modo claro en la doctrina de Platón”, dos. Sin embargo, es claro que en la el alma humana, aunque de natura- primera, que comprendería los capí- leza divina, “se halla prisionera del tulos I-IV, encontramos un mayor cuerpo y de las formas tenebrosas de acento en una historia o evolución la materia. La caída del alma en el del concepto del amor; y en la se- mundo lleva forzosamente consigo gunda –capítulos V-VII– vemos una un anhelo de liberación (...). La con- cupiscencia, el amor carnal, el apeti- 133 exposición del pensamiento propio del autor. to de las cosas terrenas, se interpone constantemente entre el afán y su término, y mantiene al alma en una I. Evolución histórica del lucha que provoca el dolor y la an- concepto de amor gustia (...). Sólo la muerte es capaz de redimirnos del ‘pecado de haber Joaquín Xirau distingue cuatro eta- nacido’ (...). El auténtico amor recha- pas históricas del concepto del amor. za toda concupiscencia terrestre y La antigüedad griega, su evolución nos elevan (...) por la muerte progre- a través del cristianismo, el Renaci- 2 El mismo autor manifiesta que “no miento, y la idea actual, dominada aspira a una precisión de carácter etno- en buena parte por el pensamiento gráfico e histórico” y que más bien aten- positivista. Igual que en la división derá a “la atmósfera espiritual”. Joaquín del libro, vemos que Xirau ha margi- Xirau, op. cit., p. 137. 3 nado algunos elementos subordina- Ibid., p. 138.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS siva y deliberada de todo afán y todo son las ideas platónicas, paradigmas deseo particular, a la esfera lumino- de las realidades cambiantes de este sa en la cual, mediante la renuncia a mundo. “Las cosas del mundo ad- toda felicidad terrena, alcanzamos la quieren su realidad y su valor porque verdadera y auténtica beatitud”.4 aspiran eternamente a ser, sin alcan- “¿Cuál es el origen de la insa- zarlo nunca, aquella que las ideas tisfacción eterna del hombre sobre eternamente son (...). Este anhelo que la tierra y del anhelo infinito que lo (...) se funda (...) en la aspiración lleva más allá de sí mismo y de la constante de lo fugaz a lo eterno, es realidad que lo circunda?”5 Según lo que Platón denomina amor.” 8 En Joaquín Xirau para el mundo anti- el Banquete, Platón afirma que “el guo “nada es en sí y por sí. Todo anda amor no es un dios como suponen fuera de sí. Todo es fugaz, transito- los interlocutores. Hijo de la rique- rio, pasajero, evanescente (...). Don- za y de la pobreza, no es un dios o dequiera que intente fijar los pies, un hombre (...). [Si fuera totalmente se desmorona el suelo. Si buscamos rico], ya no aspiraría a nada, ni es en la vida algo que la aliente y me- enteramente pobre porque la perfec- rezca una consagración entera y ta indigencia es la perfecta infecun- confiada no la hallamos en este didad (...). El amor no se halla ni en mundo”.6 la perfecta eternidad ni en la perfecta No obstante, para Platón, las per- movilidad. Es justamente la movili- 134 sonas y las cosas de este mundo dad que aspira a la eternidad. No es “ofrecen en su misma transitoriedad un dios ni es un hombre. Es un demo- signos de plenitud (...). Si no fuera nio –un mensajero– que pone a los posible entrever algo permanente a hombres en contacto con Dios”.9 través de la fulguración transitoria, ni Joaquín Xirau finaliza su exposi- tan siquiera tendría sentido pronun- ción de Platón diciendo: “El término ciar palabras y atribuirles una signi- del amor no es, por tanto, la persona ficación (...). Puesto que hablamos [la cual] es todavía un grado inter- y nos entendemos y coincidimos en mediario. No es un fin en sí misma. la unidad de una significación (...) Es un medio para llegar a un fin. La es evidente que en la palabra va im- belleza pura, en su realidad imper- plícita la luz” 7 o estabilidad. Estas sonal e inmóvil, es el último térmi- 4 Ibid. no de todo afán. A partir de la fuerza 5 Ibid., p. 139 6 8 Ibid., p. 140. Ibid., p. 141. 7 9 Ibid. Ibid., p. 142.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS dionisíaca nos hemos elevado a la el conocimiento. El conocimiento serenidad de Apolo. La eternidad a resulta del afán erótico y se apodera, la cual se aspira no se halla ni en las mediante la ascensión dialéctica, de cosas del mundo ni en el ser anhe- las esencias que estructuran la reali- lante de las personas, sino en el cua- dad. Pero, en el orden ontológico, dro inmutable de las ideas.” 10 lógos ocupa el primer lugar. El deli- Como dice José Luis Abellán, “la rio erótico es eterna insatisfacción”.15 función ontológica del amor se ma- Así, “el amor queda excluido de nifiesta [en la cultura griega] más Dios (...). Puesto que todo lo tiene, que en el Timeo, en la culminación no puede aspirar a nada. No es posi- de la Metafísica de Aristóteles”.11 ble afirmar que el mundo es obra del Para el Estagirita, Dios, en tanto cau- amor de Dios (...). El amor, así conce- sa final de todo, “mueve en cuanto bido, excluye, por definición, la mi- es amada”.12 Pero ¿qué es el movi- sericordia, la compasión, la simpatía miento para Aristóteles? Por un lado, (...). El mundo siempre anhelante, “el apetito que lleva a las cosas mun- nunca satisfecho (...) es en sí mismo danas a la persecución de su lugar (...) movido. No es activo, sino pasi- natural”;13 pero por otro, y más pro- vo (...). Es el reino de las pasiones fundo, este apetito “es un reflejo del (...). El motor inmóvil, libre de toda reino de lo sobrenatural gobernado pasión, es pura actividad”.16 por la razón”,14 por el lógos. Dios, 15 Ibid., p. 147. 135 intelección de intelección (noesis 16 Ibid., p. 147. Aunque sin duda la ex- noeseos) es motor en cuanto que es posición de Xirau es fiel al pensamiento objeto del deseo; pero su perfección de Aristóteles, también es cierto que el le impide aspirar a nada. Así, “Eros filósofo griego sugiere que Dios conoce y lógos –prosigue Joaquín Xirau– al mundo, cuando en De anima afirma: son dos aspectos correlativos de la “A la doctrina de Empédocles, por su misma realidad. El amor promueve parte, le ocurre además que Dios resulta ser el más ignorante: sólo él, desde lue- go, desconoce uno de los elementos –el 10 Ibid., p. 144. Odio– mientras que los seres mortales 11 José Luis Abellán, El exilio filosófi- conocen todos, por estar constituidos de co en América. Los transterrados de todos ellos” (I, 1, 410b 5-7.) Asimismo, 1939, 1998, México, FCE, p. 50. Hegel también considera que la provi- 12 Met. 1072b 3, cfr. Joaquín Xirau, op. dencia –entendida en términos hegelia- cit., p. 144. nos, no católicos– es una consecuencia 13 Cfr. Joaquín Xirau, op. cit., p. 146. de los textos aristotélicos. Su punto de 14 Ibid. partida es igualmente la Metafísica (I, 2,
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS es amor”. El lógos y el Eros –o Cha- 2. El amor en la espiritualidad ritas– ya no se contraponen. Para el cristiana cristianismo, “no es posible ya que el amor sea hijo de la pobreza y de Para Joaquín Xirau, igual que para la riqueza [como pretende Platón en Nietzsche, el cristianismo representa el Banquete]. Nada tiene que ver con una trasmutación de los valores, aun- la pobreza ni con el espíritu de ga- que de significación positiva, a dife- nancia. Es plena riqueza, la única rencia de este pensador alemán. En verdadera y auténtica riqueza. Hijo cuanto al tema que nos ocupa, Xirau exclusivo de la plenitud y de la abun- reúne dos tesis que constituyen la di- dancia, se identifica con la plenitud ferencia específica del cristianismo: suprema. No es un demonio. Es la “En el principio era el Verbo” y “Dios esencia de Dios”.17 Por lo que respecta al amor a las 983a 1-3), que parafrasea: “Si el nombre criaturas, la persona “no es un caso de Dios no ha de ser vano, debemos reco- particular ni un ejemplo, sino una nocer que Dios es bondadoso, o sea, que calidad original e irreductible; un se comunica. En las antiguas represen- tesoro intransferible, válido por sí taciones de los griegos, Dios es pensado mismo. La virtud no se halla en limi- como envidioso y se habla de la envidia tarse, sino en enriquecerse. No se de los dioses y de que la divinidad es enaltece la vida por su consagración 136 hostil a lo grande y de que las sentencias a los valores impersonales, sino por de los dioses rebajan las cosas grandes. Aristóteles dice que los poetas mienten la entrega incondicional a las per- mucho; que no se puede atribuir envidia sonas. No es la persona reflejo de a Dios. Si afirmásemos, pues, que Dios no entidad alguna sobrepersonal, ni el se comunica, esto sería atribuir a Dios individuo de la comunidad. No hay envidia. Dios no puede perder por comu- más hombre que el hombre indivi- nicación, como una luz no pierde porque dual. La persona es la jerarquía su- se encienda otra en ella” (Lecciones prema”.18 sobre la filosofía de la historia universal, Xirau añade: “nada más erróneo 1953, Madrid, Revista de Occidente. La que atribuir al cristianismo el origen misma idea está desarrollada en Leccio- de la actitud ascética que para afirmar nes sobre la historia de la filosofía, p. 255). Con estos argumentos se podría probar la vida en otro mundo huye de éste y un conocimiento divino del mundo según lo niega. Esta salvación por la fuga Aristóteles, pero queda pendiente si ese 17 Dios ama el mundo, lo cual no encontra- p. 155. 18 mos en este filósofo. Joaquín Xirau, op. cit., p. 151.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS (...) tiene su fuente en las concepcio- dignidad de las viejas tradiciones nes dualistas del día y la noche propia metafísicas y religiosas”;21 bastará un de las religiones primitivas (...). En paso más para que se pierda todo con la tradición cristiana, por la inclina- el surgimiento de las nuevas ciencias ción amorosa de Dios sobre el mun- positivas. do y por su presencia personal en él, la salvación se hace posible ya en este mundo (...). Todo merece amor por 4. El concepto del amor para el solo hecho de existir. Símbolo de las ciencias positivas esta actitud es ‘el hermano lobo’ de san Francisco y la infantil alegría de toda Para las ciencias positivas “se exige la vida franciscana”.19 que lo complejo se explique por lo simple, lo grande por lo pequeño, lo superior por lo inferior”.22 Con- 3. El concepto renacentista del trasta esta postura con la tradición amor greco-cristiana, para quienes lo “in- ferior recibía su sentido y su ser por Pero esta visión del amor, del mundo, su referencia a lo superior”.23 del hombre y la divinidad, que Joa- Sin duda alguna el principio que quín Xirau goza ejemplificando con nos dice: en las explicaciones no hay san Agustín, san Francisco, santo que multiplicar los entes sin nece- 137 Tomás y Dante, se disuelve con el ra- sidad obedece a un criterio de eco- cionalismo. En el siglo XVII, para filó- nomía difícil de refutar, y se puede sofos como Malebranche, Spinoza y encontrar ya en Aristóteles o Tomás Leibniz, “el mundo es el cálculo de de Aquino. Sin embargo, se ha apli- Dios. Dios es el matemático supremo. cado abusivamente cuando sí hay Tal como dios lo calculó, así es el necesidad de ir más allá de las expli- mundo. El mundo no es obra del amor caciones sencillas, desembocando de Dios, sino cálculo de la mente di- así en la historia del pensamiento en vina”.20 Nuevamente encontramos la simplificaciones exageradas, que escisión entre lógos y Charitas. Sin violan muchas veces la experiencia embargo, “el mundo que se revela en y en otras ocasiones algunos princi- los grandes sistemas racionalistas, pios más fundamentales, amputando conserva todavía el esplendor y la 21 Ibid. 19 22 Ibid., p. 157. Ibid., p. 176. 20 23 Ibid., p. 171. Ibid.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS entidades, potencias o dinamismos te como una prurito liberado por la cuando son requeridos. descarga, y en sus formas más eleva- Aunque los orígenes de esta vi- das (como en el caso de la amistad sión puedan remontarse a ‘la navaja que surge entre los novios o esposos, de Ockham’, el antecedente próximo lo cual no tiene siempre ni necesaria- mencionado por Xirau es Darwin, mente su satisfacción en lo sexual) “quien destituye al hombre de su como una tendencia entorpecida o, centro espiritual”.24 Pero sin duda en el mejor de los casos, como subli- esta visión es más representativa en mación del instinto sexual. “El natu- los casos de Nietzsche y Freud. ralismo –dirá Joaquín Xirau– en Joaquín Xirau hace ver que para todas sus formas, desde Spinoza los susodichos autores “en lo que hasta Freud (...) no ha consistido en respecta al amor, no sólo los fenó- otra cosa que en la amputación de menos de la vida intersexual (...) sino una de las aspiraciones fundamen- también aquellos que dan lugar a las tales de la vida, la reducción de la más altas manifestaciones de la vida segunda aspiración a la primera, del de la cultura –el amor a la ciencia, valer al ser, de toda cosa a cualquier el amor al arte, la adoración religio- cosa y la consiguiente supresión de sa o el éxtasis místico–, no son sino la realidad autónoma del movimien- el resultado de una serie de meca- to amoroso.”26 nismos mediante los cuales, los im- 138 pulsos poderosos que dominan las zonas profundas de nuestro ser lle- II. La propuesta de Joaquín gan, a través de una serie de etapas Xirau de represión y sublimación, a la pro- ducción de una luminosidad radian- No podemos dejar de observar un te, pero superficial e inoperante”.25 dejo de frustración en las palabras En efecto, ya en Más allá del bien y de Xirau cuando concluye el trata- del mal Nietzsche criticó la versión miento de ese momento histórico cartesiana de lo que llama ‘voluntad que constituye el positivismo en sus de verdad’, sometiéndola a la ‘volun- diversas modalidades, pero que pre- tad de poder’ y como una variación paran la revancha para el próximo suya; pero por su parte, también capítulo. Personalmente para Joa- Freud presenta al amor esencialmen- quín Xirau, “frente a las realidades de la experiencia es posible adoptar 24 Ibid. 25 26 Ibid., p. 175. Joaquín Xirau, op. cit, p. 182.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS dos actitudes cardinales y polar- superior se pone al servicio de lo mente opuestas: la actitud amorosa inferior y por este mero hecho queda [vale decir de la tradición greco-cris- aniquilado”.28 tiana] y la actitud rencorosa, la acti- Contra Nietzsche, Joaquín Xirau tud afirmativa y la actitud negativa, afirma que “el amor supone abun- la que todo lo salva y la que todo lo dancia de vida interior (...). El amor, aniquila”.27 en su fuente cristiana más auténtica, La tradición greco-cristiana “desta- es (...) una virtud de fuertes”.29 ca en el mundo los valores positivos, Para Nietzsche, “toda actitud los ordena y coordina poniéndolos amorosa (...) deriva (...) de una ten- al servicio de algo y en una conspira- dencia que arranca de la compasión ción de servicios, al servicio de algo y de la piedad”. La glorificación cris- que tiene consistencia y valor por sí. tiana “de los mansos y humildes, de Interpretado con amor todo adquie- los pobres, miserables y hambrien- re realce. El mundo se incorpora y tos (...) y en general de los débiles, se pone de pie. Incluso lo insignifi- representaría una inversión radical cante adquiere valor al servicio de de los valores que lleva fatalmente lo valioso y aun lo repugnante y re- a una concepción decadente de la pelente –el estiércol al servicio de vida y la sumisión de lo superior a la flor y el fruto, las secreciones al lo inferior”.30 servicio de una persona, de sus em- Para Xirau, “el amor es una reali- 139 presas e ideales–. Considerado con dad específica e irreductible”,31 aun- amor todo se dignifica –el placer y que siempre se encuentre mezclado los órganos corporales y, en lo que con apetitos, impulsos, tendencias, respecta al amor sexual, los órganos emociones, pasiones, simpatías e in- y las actividades sexuales y sus fun- cluso con la compasión. Pero en sí ciones más desagradables (...). Claro mismo “nada más distinto del amor que es posible interpretar las flores que las tendencias biológicas de sim- y los frutos y el jardín por los excre- patía o compasión (...). Aunque en mentos que les prestan savia y [claro ocasiones se compliquen y se confa- que es posible interpretar] la mirada bulen con el amor, no se confunden amorosa por los mecanismos de las con él, y en una cierta medida se le secreciones internas. Esto es lo pro- pio de la mirada rencorosa. Ante la 28 Ibid., p. 209. mirada rencorosa o indiferente, lo 29 Ibid., p. 199. 30 Ibid., p. 200. 27 31 Ibid., p. 208. Ibid., p. 199.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS oponen incluso lo niegan. No se fun- que el amor requiere vigor, fuerza, da el amor en la compasión. Por el salud, abundancia”.34 contrario, la compasión y la piedad sólo adquieren sentido y dignidad en una conciencia previamente impreg- III. Conclusión nada de amor. La bienaventuranza de los que lloran no es una invitación al La importancia en general de la obra llanto universal. Es más bien todo lo de Joaquín Xirau y del tema del amor contrario: la aptitud de la vida amo- en especial, rebasa por mucho los in- rosa para hallar, incluso en el llanto, tereses especulativos y académicos, la ventura y la alegría”.32 para adquirir particular relevancia no El punto fundamental de la crítica sólo en los temas psicológicos y a Nietzsche se encuentra, pues, en existenciales, sino también en los la visión diametralmente opuesta del sociales. Él mismo ya afirmaba, amor interpretado como pasión por “Nos hallamos en plena barbarie. El el filósofo alemán. Ahora bien, para hombre actual posee medios pode- Xirau “el amor no es pasión, sino rosísimos. Carece de fines claros, de acción”.33 Las inclinaciones, los im- ideales capaces de exigir la sumisión pulsos simpáticos o las pasiones “de- incondicional de la vida. Grave error penden de un influjo y un contagio. es hablar de decadencia. ¿Decaden- No salen de nosotros mismos. Nos sen- cia de qué? Difícilmente en ningún 140 timos arrastrados por ellos. Nos su- momento de la historia se ha mani- jetan, nos mueven nos inclinan. De festado una vitalidad más vigorosa. ahí el nombre de inclinaciones. No Podemos hacerlo casi todo. No sabe- somos en ellas activos, sino pasivos. mos, empero, qué hacer.” [Las inclinaciones y los impulsos sim- Con estos términos, Joaquín Xirau páticos] pertenecen al régimen de las manifiesta la nota de los grandes pasiones. El amor no es pasión, sino hombres: su preocupación por lo so- acción. No depende inicialmente de cial. Esa preocupación que manifes- las circunstancias ni de las inclina- taba Ortega ya en sus Meditaciones ciones de los demás. Es iniciativa y del Quijote: “yo soy yo y mi circuns- espontaneidad, entrega gratuita y sin tancia, y si no la salvo a ella no la intención ni esperanza de recompen- salvo yo”. Es decir, conciencia de que sa ni aun de correspondencia. De ahí el hombre sólo dota de sentido a su existencia en la medida en que se la 32 Ibid., p. 200. 33 34 Ibid. Ibid., p. 200-201.
©ITAM Derechos Reservados. La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito. NOTAS dota a su circunstancia, a su familia, a su barrio, a su ciudad, a su pueblo, a sus alumnos. En su vida práctica, Joaquín fue testimonio claro de esta persuasión. Esto se manifiesta aca- démicamente por sus conferencias por toda Europa; por sus magisterios en Salamanca (1927), Zaragoza (1928), Barcelona (1928), Inglaterra (1929) y en México (1940); como Presidente del Patronato Escolar de Barcelona y del Consejo de Segun- da Enseñanza de Cataluña (1933), Miembro del Consejo de Cultura de la Generalidad (1933). Pero también se manifiesta en lo político, al fundar con su hermano Josep la Unió Socia- lista de Ctalunya. Como pionero de instituciones culturales destaca por el Instituto Francés para América Latina (IFAL), del que es miembro 141 fundador en México. Su relevancia como filósofo también se ve en el círculo de alumnos que lo iban a visi- tar, en cierto modo sus discípulos. ¿Decadencia de qué?, inquiría Joaquín Xirau. Difícilmente se podrá responder sin considerar al amor, que dota de sentido a la existencia, como acción.
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