Aproximaciones a la poesía de José Emilio Pacheco

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Aproximaciones a la poesía de José Emilio Pacheco
Aproximaciones a
                                                                                 la poesía de José
                                                                                   Emilio Pacheco
                                                                                       Roberto Carlos Aguilera Vargas*

En José Emilio la erudición no es palabra                             Contra el carácter estéril que Nietzsche atribuye
muerta empolvándose en las sombras, es                                a los hombres de tendencia crítica, en José Emilio
diálogo vital, ya que como diálogo que es-                            Pacheco la crítica, el análisis literario, nace de la
cucha atento y que devuelve la palabra da                             vivencia y de la pasión. Pacheco, como Deleuze
vida a voces y a sensibilidades distintas y                           y Guattari está habitado, “cada uno de nosotros
distantes en el tiempo.                                               era varios”.1 Y su escritura es cruce de voces y de
                                                                      historias; leemos en una de sus aproximaciones:

                                                                                  Vietnam

                                                                         Los griegos deshicieron el gran poder
                                                                         De los persas cargados de oro.2

                                                                      En José Emilio la erudición no es palabra muerta
                                                                      empolvándose en las sombras, es diálogo vital, ya
                                                                      que como diálogo que escucha atento y que devuel-
                                                                      ve la palabra da vida a voces y a sensibilidades dis-
                                                                      tintas y distantes en el tiempo.
                                                                         Babel es la fábula de un Dios que teme a los
* Pasante de la Licenciatura en Psicología por la UNAM, obtuvo el
                                                                      otros mundos y a los otros dioses que habitan otras
segundo lugar del tercer concurso de poesía de la FES Zaragoza,       lenguas. Dios que da el carácter de castigo a la
fue lector en el primer Festival de Poesía en el Metro de la Ciudad
de México en 2008; asimismo ha sido organizador y expositor en
                                                                      multiplicidad, inventando falsamente una unidad
exhibición de poesía visual en el FARO de Oriente en 2011.            preexistente y armoniosa.
1 G. Deleuze y F. Guattari, “Introducción: Rizoma”, en Mil mesetas,
Valencia: Pretextos, 2000, p. 9.
                                                                         Hay otra Babel, y no es la del mundo globaliza-
2 José Emilio Pacheco, Tarde o temprano, México: FCE, 1980, p. 313.
                                                                      do bajo la lengua común del comercio. Una Babel

                                                                                                                 Litoral e 55
Aproximaciones a la poesía de José Emilio Pacheco
JOSE EMILIO PACHECO
                                                                            No tomes muy en serio lo que te

                                 “Don de Heráclito” es el   preconizada por un tipo de espíritu como el de
                               regalo de símbolos que el    Demócrito3 y Nietzsche: los sin patria, los que son
                              efesio nos legó para aludir   fieles al cielo. Babel edificada por creadores que
                               al tiempo que pasa: el río   pondrán a dialogar, no sin obstáculos y no sin fer-
                                  donde las aguas no son    tilidad, lenguas, culturas, historias.
                             nunca iguales, el sol que es       Los puentes serán poesía.
                               nuevo cada día, las almas        Escribir es, entre otras cosas, reescribir, reescri-
                                       que se evaporan.     birse, reescribirse con otros y dejar abiertas las puer-
                                                            tas y ventanas de nuestras páginas a otras voces.
                                                                Un tema persistente en la poesía de José Emilio
                                                            Pacheco es el del tiempo que nos engendra y nos
                                                            devora, desde sus primeros poemas en Los elementos
                                                            de la noche (1958-1962) podemos encontrarlo:

                                                                Porque todo termina al centro de la noche.
                                                                Porque todo se extingue,
                                                                dura lo que el relámpago.4

                                                            3  En un fragmento de Demócrito leemos: “Yo, investigando, recorrí más
                                                            tierra que mis contemporáneos, vi, hasta sus confines, muchísimos cielos y
                                                            tierras, escuché a muchísimos hombres instruidos y nadie me aventajó en
                                                            la composición de libros”. Y más adelante: “Toda la tierra es accesible para
                                                            el hombre sabio, pues el mundo entero es la patria de un alma buena”;
                                                            citados en Frances Casadesú Bordoy, Demócrito, Madrid: Ediciones del Orto,
                                                            1999, p. 66.
                                                            4 José Emilio Pacheco, op. cit., p. 16.

              56 Litoral e
Aproximaciones a la poesía de José Emilio Pacheco
e dice la memoria...

        Mediante esta temática José Emilio tiene presen-                Cada poema
        te un diálogo con Heráclito; así, “Don de Herácli-              epitafio del fuego.6
        to” es el regalo de símbolos que el efesio nos legó
        para aludir al tiempo que pasa: el río donde las         “Muerte es todo lo que vemos cuando estamos
        aguas no son nunca iguales, el sol que es nuevo          despiertos”,7 nos dice Heráclito. Al recurrir a los
        cada día, las almas que se evaporan, el ciclo de los     signos cotidianos de la vigilia, esos que al conge-
        elementos en el que la muerte de uno es la vida de       larla dan muerte a la corriente del devenir, esos
        otro, el tiempo como un niño que juega con los           que fijan el combate de las cualidades en signos
        dados, el fuego que juega consigo mismo. Leemos          más o menos estables para el entendimiento hu-
        en este poema:                                           mano, la poesía da cuenta de la muerte del fuego,
                                                                 pero la poesía al no estar confinada al uso de estos
               Y el reposo del fuego es tomar forma              signos para la mera comunicación de las necesi-
               Con su pleno poder de transformarse.              dades más vulgares, canta también la gloría del
               Fuego del aire y soledad del fuego                fuego.
               Al incendiarse el aire que es de fuego.
               Fuego es el mundo que se extingue y prende
               Para durar (fue siempre) eternamente.5                   A quien pueda interesar
                                                                        Que otros hagan aún
                                                                        el gran poema
        Y en una nueva versión de este poema, en la an-
                                                                        los libros unitarios
        tología En resumidas cuentas (1975-1978), el autor re-          las rotundas
        conoce en Heráclito el don de intuir el cambio en               obras que sean espejo
        cosas que nos parecen inmutables como el sol de                 de armonía.
        cada día:

        5   Ibid, p. 43.
                                                                 7
        6   Ibid, p. 58.                                             Heráclito, Fragmentos, Buenos Aires: Aguilar, 1977, p. 110.

                                                                                                                            Litoral e 57
A mí sólo me importa                                       La poesía es dinámica por cuanto no ha tenido que
                 el testimonio                                              devenir y concrecer en columna del templo de un
                 del momento que pasa
                 las palabras
                                                                            dios, no se ha incorporado como signo cotidiano en
                 que dicta en su fluir                                      el que consensamos esas formas de mentira social
                 el tiempo en vuelo.                                        llamadas verdades. He aquí la apertura, la since-
                 La poesía que busco                                        ridad, de la condición humana a la intemperie en
                 es como un diario                                          la poesía de José Emilio Pacheco: “Por el momento
                 en donde no hay proyecto
                 ni medida.8
                                                                            nada me ampara sino la lealtad a mi confusión”.11
                                                                            Esa confusión, esa incertidumbre es uno de los
En la declaración del anterior poema no hay renun-                          principios elementales del movimiento, de la inda-
cia, sino un nuevo afán: el instante.                                       gación y de la creación. “El que es perfecto no se
   Volcarse al instante es una forma de la profundidad.                     manifiesta. El santo llora, y es humano. Dios está
   Contemplar: abismarse en el instante o en la                             callado”,12 dice Pessoa en el Libro del desasosiego, no-
eternidad, en la eternidad del instante, en el ins-                         sotros tenemos acaso la poesía en tanto forma de
tante que al retornar forja la eternidad.                                   forjarnos un rostro sobre la tierra, como supusie-
   La poesía es una forma de expresión capaz de                             ron los poetas del México antiguo.
mantenerse más próxima al carácter extático del                                Al reconocer, como mucho antes ya lo hizo Höl-
instante, como la gota en el surtidor de la fuente.                         derlin, que no sólo en las tangibles y relativamente
   En el transponer de la metáfora reside el mo-                            sólidas casas habitamos, sino que por los signos
vimiento, como ha hecho notar Luis Enrique de                               hacemos humanamente habitable el mundo, en-
Santiago Guervós,9 pero también la poesía halla su                          tendemos que este mundo no se abre de un solo
movimiento en la creación de formas de decir, crea-                         golpe y que habremos de empezar por reconocerlo;
ción vertiginosa como el tiempo de las aguas del río                        así leemos en el Cancionero apócrifo, en voz de Julián
que va modelando la tierra en su cauce, o creación                          Hernández, heterónimo de José Emilio Pacheco:
imperceptible como la de la gota filtrada en la ca-
verna que va forjando estalactitas.                                              Arte poética

    Manifiesto                                                                   Tenemos una sola cosa que describir:
                                                                                 este mundo.13
    Todos somos poetas
    De transición
    La poesía jamás
                                                                            Pero eso único que hay que describir ofrece tantas
    Se queda inmóvil.10                                                     perspectivas, experiencias y vivencias posibles

8 José Emilio Pacheco, op. cit, pp. 143-144.                                11 Ibid, p. 63.
9                                                                           12
   Luis Enrique de Santiago Guervós, Escritos sobre retórica de Friedrich      Fernando Pessoa, Libro del desasosiego, Barcelona: Acantilado, 2003,
Nietzsche, Madrid: Trotta, 2000, p. 47.                                     p. 81.
10 José Emilio Pacheco, op. cit, p. 144.                                    13 José Emilio Pacheco, op. cit., p. 105.

58 Litoral e
En el transponer de la metáfora reside el
                                                       movimiento, [...] pero también la poesía halla su
                                                       movimiento en la creación de formas de decir,
                                                       creación vertiginosa como el tiempo de las aguas del
                                                                 río que va modelando la tierra en su cauce.
que sus caminos, como los del alma para Herá-
clito, no se pueden agotar en una vida humana.
   Mediante la anterior cita es posible ligar
también a José Emilio Pacheco a un “inmanen-
tismo” del cual son distinguidos exponentes
Spinoza y Nietzsche, para ellos no hay nada
fuera del mundo. La vocación inmanentista aca-
so pueda tener cierta conexión con un espíritu
iluminista: “llegar a cierta mayoría de edad” (de
acuerdo con Kant), saber que nuestras posibili-
dades penden de nuestros esfuerzos y no de una
gracia divina. Pero también significa una orien-
tación de las fuerzas, y los afanes puesto que el
otro mundo nunca aparece, nunca se presenta,
las fuerzas, los actos, el amor han de dirigirse a
este mundo y no despeñarse en el vacío y la nada
de trasmundos.
   Sin embargo, “el mundo tal como es” no
existe, porque no es estático ni están cerradas
las posibilidades de nuestra experiencia den-
tro de él.
   Hay una trama bidireccional (o un círculo
hermenéutico) entre el lenguaje y el mundo.
Mediante la palabra consignamos, fijamos, filtra-      significan los límites de mi mundo”. Una expresión
mos, expresamos –ponemos fuera– la experiencia         poética muy próxima a la frase de Wittgenstein la
humana, en la palabra vertimos y extrovertimos         encontramos en Pessoa: “Porque yo soy del tama-
vivencias, percepción y pensamiento. Y por la pa-      ño de lo que veo. Y no del tamaño de mi estatura”.
labra damos presencia a las cosas, no creándolas de    Amplitud de la mirada. Retroceso de los confines
la nada, pero sí haciéndolas notables.                 del mundo mediante el saber mirar y el enriqueci-
   Hay una “evidencia del objeto mediante su con-      miento del lenguaje; para Rimbaud, el poeta ha de
cepto”, nos dice el maestro Feliciano Palestino des-   ser un vidente.
de una perspectiva cercana a Hegel. Y Heidegger           La estatura del poeta se mide no sólo en altura,
en su carta al humanismo dice que el lenguaje es la    también en profundidad y en amplitud. Vislum-
casa del ser.                                          brar el universo en una gota de agua es don del ar-
   Asimismo, en la proposición 5.6 del Tractatus de    tista, don del poeta:
Wittgenstein leemos “Los límites de mi lenguaje

                                                                                             Litoral e 59
Y nadie escucha.
                                                                        Sombra y silencio en torno de la gota,
                                                                        brizna de luz entre la noche cósmica
                                                                        en donde no hay respuesta.14

                                                                Visión llena de posibilidades la del poe-
                                                                ta, que se ejercita de alguna manera en
                                                                el perspectivismo, creándose constan-
                                                                temente ojos nuevos para una mirada
                                                                macroscópica o microscópica, para una
                                                                visión hacia el tiempo inmemorial; antes
                                                                de los hombres o después de los hom-
                                                                bres, para una mirada atenta y sensible a
                                                                la voz de lo que despreciado por común,
                                                                insignificante o cotidiano ignoramos
                                                                que también tiene cosas que contarnos,
                                                                Gilles Deleuze en su lógica del sentido
  La gota
                                                   refiere cómo para Platón los cabellos, las uñas y la
  La gota es un modelo de concisión:               mugre son cosas sin esencia, sin existencia plena.
  todo el universo                                    Como unos de tantos ejemplos, en la poesía de
  encerrado en un punto de agua.                   José Emilio Pacheco tenemos los poemas: “Elogio
                                                   al Jabón” y “Un ritual”, pertenecientes al libro La
  La gota representa el diluvio y la sed.
  Es el vasto Amazonas y el gran Océano.
                                                   edad de las tinieblas (2009), donde podemos leer con
                                                   asombro todas las posibilidades expresivas que
  La gota estuvo allí en el principio del mundo.   un objeto como el jabón o una parte desechable
  Es el espejo, el abismo,                         de nuestro cuerpo como la barba nos ofrecen; re-
  la casa de la vida y la fluidez de la muerte.    cuerdo haber leído también un poema donde José
  Para abreviar, la gota está poblada de seres
                                                   Emilio observa en un pedazo de musgo un pequeño
  que se combaten, se exterminan, se acoplan.      mundo: la mirada del poeta se abre a otras frecuen-
  No pueden salir de ella,                         cias, a otros ritmos del acontecer y enriquece la ex-
  gritan en vano.                                  periencia inscribiendo en ellos la perspectiva y la
                                                   palabra, parte de ello lo encontramos también en
  Preguntan como todos:
  ¿de qué se trata,
                                                   sus numerosos poemas sobre los animales, reunida
  hasta cuándo,                                    buena cantidad de ellos en el Álbum de zoología.
  qué mal hicimos
  para estar prisioneros de nuestra gota?          14   Ibid, p. 429.

60 Litoral e
La poesía, como exploración del mun-
                                            do, de la cotidianidad, de lo en apa-
                                            riencia irrelevante, la poesía como
                                            asombro, como mirada atenta, como
    Como ha dicho Pablo                     puesta en juego de los sentidos, es ex-                    La poesía y la filosofía
Fernández Christlieb en                     pansión de horizontes y nos permite                    se topan con la barrera
su movimiento de signi-                     una intimidad no sólo con los otros,                   invisible de los límites del
ficación y resignificación                  sino también con lo otro del animal,                   decir y del pensar.
(dando nuevos significa-                           de las cosas y del mundo.                           Wittgenstein escribe
dos a las viejas palabras                                                                          en sus Investigaciones filosó-
y nuevas palabras para los viejos significados), la                      ficas: “Los resultados de la filosofía son el descubri-
poesía expande nuestras capacidades expresivas,                          miento de algún que otro simple sinsentido y de
permite hacer público lo que se consideraba priva-                       los chichones que el entendimiento se ha hecho al
do, enriquece nuestra experiencia contra el movi-                        chocar con los límites del lenguaje”.
miento de desgaste de las palabras excelentemente                            La experiencia de acercarnos a esos límites y
parodiado en la novela 1984 de Orwell, donde cada                        de la tensión con lo inefable hace que la palabra se
año el diccionario oficial suprime palabras y abre-                      torne diáfana y florezca, aun cuando encontremos
via términos.                                                            nuestra raíz pendiendo en el abismo.
    La poesía, como exploración del mundo, de la                             Si al menos como experiencia ese límite motiva al
cotidianidad, de lo en apariencia irrelevante, la                        decir y al pensar, ya de alguna manera acaso esa ba-
poesía como asombro, como mirada atenta, como                            rrera se desborde como límite. Escuchemos al poeta:
puesta en juego de los sentidos, es expansión de
horizontes y nos permite una intimidad no sólo                           Preguntas
con los otros, sino también con lo otro del animal,                      Total misterio a cada instante la vida.
de las cosas y del mundo.                                                ¿Quién soy, para qué esto
    Emmanuel Wertheimer escribe: “La mediocri-                           y aquí,
dad pasa de largo; el talento nota una brizna de                         qué va a pasar de ahora en adelante conmigo?
hierba, el genio, un milagro”.15 Pero en ciertos te-
                                                                         No lo sé,
rrenos yermos (como la mayoría de los desiertos                          Nunca lo sabré.
de asfalto y concreto llamados ciudades) la hierba                       Vivir
abriéndose camino en medio de la aridez es el mi-                        Es encarnar esta ignorancia sin fondo.16
lagro mismo, milagro de la existencia, de la tenaci-
dad de la vida.                                                          Post scriptum
    La araña construye su tela con su soledad, el
poeta teje su canto con su desamparo. Desamparo                          Sobre el título de este escrito deseo expresar que
que es reconocimiento de nuestro estar expuestos                         nació de cierta ambigüedad fértil: en la primera
a la intemperie en el mundo.                                             edición de Tarde o temprano (1980), donde se incluye

15 Citado en Ernst Jünger, El autor y la escritura, Barcelona: Gedisa,   16 José Emilio Pacheco, Como la lluvia, México: El Colegio Nacional/
2003, p. 92.                                                             Ediciones Era, 2009, p. 83.

                                                                                                                           Litoral e 61
el apartado “Aproximaciones (1958-1978)”                             pues sin extrañeza no hay acercamien-
el cual está lleno de poemas de otros auto-                          to ni diálogo auténtico.
res -hecho que ocasionó que no me quedara                              “Aproximaciones” me remite también
del todo claro si eran traducciones, versiones                   a perspectivas, y éstas me remiten a movi-
libres o intertextualidades, por lo que provisional-      miento, pues sólo desde el sedentarismo se crea
mente resolví que se trataba de “apropiaciones” y        la ilusión de una mirada total, perspectiva quiere
explicaré qué entiendo con este término: una es-         decir también movimiento en el sentido de no-
pecie de traducción y diálogo con estos textos-, leí     clausura.
un epígrafe escrito por Julián Hernández (heteró-            Así como el poeta no agota en posibilidades a
nimo del poeta): “La poesía no es de nadie: se hace      la vida, las “Aproximaciones” no agotan (ni lo pre-
entre todos”. Al presentarle a José Emilio Pacheco,      tenden) las perspectivas y los diálogos posibles y
en una de sus conferencias en El Colegio Nacional,       plurales que una obra nos ofrece.
una primera versión de este ensayo, me aclaró que            Y nos dice el poeta:
las “Aproximaciones” no eran poemas suyos (acla-
ración útil cuando en la edición citada hizo falta al-       Garabato
guna nota sobre el tema) y que por ello se editarían         Escribir
de nuevo pero en un libro aparte.                            es vivir
    Por mi parte, creo que estas traducciones y              en cierto modo
versiones de las “Aproximaciones” –realizadas                y sin embargo todo
ante todo en calidad de poeta–, pueden ser aún               en su pena infinita
                                                             nos conduce a intuir
formas de “apropiaciones” en el sentido mencio-              que la vida jamás estará escrita.17
nado, pero igual puedo decir que en ellas no se
disuelve el rostro del otro, sino por el contrario:      El arte en su movilidad replica a la vida sin tirani-
nos abrimos al otro. Son apropiaciones por cuan-         zar su exuberancia.
to nos aproximamos a esos textos con los medios             Mucho de este sentido que he dado a “Aproxi-
y los recursos de una época, de una cultura y de         maciones” está presente en este escrito de acerca-
la rica experiencia y sensibilidad de un escritor        miento y homenaje al poeta José Emilio Pacheco,
como José Emilio Pacheco.                                escrito con gratitud por el placer y la reflexión go-
    Aproximaciones: una forma de “hacer nuestro”         zosa que a través del arte de su palabra generosa-
(de acceder a) un texto con nuestros recursos enri-      mente nos ha ofrecido.
queciéndonos del otro.
    No se trata de “asimilación”, en el sentido
de que no se difumina lo extraño en lo familiar,         17 José   Emilio Pacheco, op. cit., p. 146.

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