Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda - Nueva ...

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Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad
n COYUNTURA                          No 274, marzo-abril de 2018, ISSN: 0251-3552, .

Chile: el segundo suicidio
de la centroizquierda
Carlos Ominami

La derrota de la centroizquierda chilena y la vuelta al poder de
Sebastián Piñera reponen la necesidad de un debate profundo
acerca de la coalición que marcó la transición democrática
en el país. El programa reformista de Michelle Bachelet –cambio
constitucional, reforma impositiva y reforma educativa– perdió
impulso en su implementación, y la Nueva Mayoría, heredera
de la Concertación, presentó un candidato débil e improvisado,
mientras emergía una nueva izquierda que la desafiaba.
La experiencia chilena muestra, en todo caso, problemas de los
progresismos a escala global, en un contexto latinoamericano
incierto y marcado por reemergencias conservadoras.

L    a centroizquierda chilena ha su-
     frido una dura derrota. Con segu-
ridad, la más profunda y dolorosa
                                                     longeva de la historia de Chile. Supe-
                                                     ra incluso a los gobiernos del Frente
                                                     Popular1 que, a imagen de Francia y
de una historia larga que arranca a                  España, encabezaron los destinos del
mediados de la década de 1980. La                    país hasta su derrota en 1952 a manos
Concertación de Partidos por la De-                  del general Carlos Ibáñez del Campo,
mocracia que se organiza para enfren-                un caudillo populista que ya había
tar la dictadura de Augusto Pinochet                 gobernado de manera dictatorial en-
es por lejos la coalición política más               tre 1927 y 1931.

Carlos Ominami: es licenciado en Ciencias Económicas y doctor de Tercer Ciclo y doctor de Estado
en Economía por la Universidad de París x Nanterre. Se desempeñó como investigador del Centre
National de la Recherche Scientifique (cnrs) de Francia. Entre 1981 y 1983 fue asesor de los ministros
de Industria y Cooperación de Francia. De regreso a Chile, en 1984, fue investigador del Programa de
Relaciones Internacionales de América Latina (rial), de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (Cepal) y del Centro Latinoamericano de Economía y Política Internacional (clepi). Fue
ministro de Economía entre 1990 y 1992, y entre 1994 y 2010 se desempeñó como senador de la Repú-
blica por la v Región Cordillera.
Palabras claves: democracia, progresismo, transición, Concertación, Michelle Bachelet, Chile.
1. Coalición constituida por socialistas, comunistas y radicales que ganó la elección presidencial
de 1938 con Pedro Aguirre Cerda como candidato.
5      Coyuntura
       Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda

En la segunda vuelta de la elección ce-            estima que tres de cada cuatro lo hi-
lebrada en diciembre de 2017, Sebas-               cieron por Piñera.
tián Piñera obtuvo cerca de 55% de los
votos, con lo que superó ampliamente               Es claro que un frente unido del cen-
a Alejandro Guillier, el candidato de la           tro y la izquierda desde el inicio del
coalición oficialista Nueva Mayoría.               proceso habría hecho posible un me-
Este es el mejor resultado obtenido                jor resultado, e incluso, ¿por qué no?,
por las fuerzas de derecha en cerca                una victoria. Predominó sin embargo
de un siglo de vida republicana. Allí              la dispersión. Fue una especie de sui-
donde se preveía un resultado estre-               cidio cuyo resultado era previsible. Lo
cho, la gran movilización del elec-                patológico del caso es que algo muy
torado de derecha hizo posible un                  semejante había ocurrido en las elec-
triunfo indiscutido a partir del 36,6%             ciones presidenciales de 2009. Enton-
obtenido por el empresario y ex-pre-               ces, la suma de la votación del centro y
sidente en la primera vuelta. Este re-             la izquierda (Eduardo Frei, Enríquez-
sultado parecía dejar al descubierto               Ominami y Jorge Arrate) alcanzó el
las debilidades de la candidatura de               55%. Sin embargo, por un estrecho
derecha ya que, sumados, los candida-              margen se impuso Piñera en la segun-
tos del centro y la izquierda (Guillier,           da vuelta. La de 2017 es una historia
Beatriz Sánchez, Carolina Goic, Marco              que se repite, un segundo suicidio en
Enríquez-Ominami y Alejando Nava-                  beneficio, en ambos casos, del mismo
rro) alcanzaron más de 54%. Estos nú-              candidato: Piñera.
meros dieron por un momento la sen-
sación de que el triunfo de Piñera no              La derecha vuelve a gobernar Chile.
era inevitable y de que podía ser de-              El anterior gobierno de Piñera pasó en
rrotado en el balotaje. Todo depen-                verdad sin grandes penas, pero tam-
día de la capacidad de reunificación de            bién sin mucha gloria. Para impor-
las fuerzas hasta entonces oficialistas.           tantes sectores de derecha fue una
Pero, como se sabe, la política no tiene           decepción, a punto tal que algunos lo
demasiado que ver con la aritmética.               consideraron despectivamente como
En la segunda vuelta, Guillier, que ha-            una especie de «quinto» gobierno de
bía obtenido apenas 22,7% en el primer             la Concertación, luego de los de Pa-
turno, alcanzó solo 45,4%. Uno de cada             tricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo
tres electores de la nueva izquierda               Lagos y Michelle Bachelet. Para la iz-
articulada en torno del Frente Amplio              quierda fue una sorpresa constatar
votó por Piñera en segunda vuelta,                 que un gobierno de derecha no arra-
y algo parecido ocurrió con la vota-               saba con las conquistas sociales alcan-
ción de Enríquez-Ominami, mientras                 zadas en democracia y que era incluso
que en el caso de Goic, la candidata               capaz de avanzar en algunas de ellas,
de la Democracia Cristiana (dc), se                como la extensión del post-natal a seis
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                                                                    Carlos Ominami

meses o la eliminación del 7% de co-        conservadoras de América Latina.
tización de salud para los jubilados,       Como era de esperar, se presenta como
medidas ambas muy demandadas por            la confirmación del denominado «fin
la ciudadanía que los anteriores go-        del ciclo» de los gobiernos progre-
biernos no habían querido satisfa-          sistas que surgieron principalmente
cer argumentando su alto impacto            en América del Sur. Como lo hemos
presupuestario.                             puesto de manifiesto en un libro re-
                                            ciente2, la teoría del ciclo tiene mucho
Las condiciones actuales son muy            de publicitario y debe todavía pasar
distintas. Por un lado, la derecha está     la prueba de las elecciones presiden-
mucho más unida y motivada y el li-         ciales que tendrán lugar en 2018 en
derazgo de Piñera es más sólido e in-       los países más grandes de la región
discutido. Por la otra, la tradicional dc   (Venezuela, Colombia, México y Bra-
enfrenta una crisis muy severa lue-         sil). Hay que tener presente además
go de sus magros resultados en la           que los principales aliados de Piñe-
elección presidencial (5,8%) y parla-       ra, Mauricio Macri en Argentina y
mentaria (bajó de 21 a 14 diputados         Pedro Pablo Kuczynski en Perú, es-
en una Cámara que aumentó de 120            tán decepcionando respecto a las ilu-
a 155 diputados). Por su lado, la iz-       siones de progreso que en su inicio
quierda es una especie de archipiéla-       despertaron. El caso de Kuczynski es
go en el que predominan las divisio-        especialmente dramático, dada su po-
nes. La gran novedad de esta elección       sición minoritaria en el Congreso, que
es la irrupción del llamado Frente Am-      lo tuvo y lo mantiene al borde de la
plio que, contra todo pronóstico, obtu-     destitución. De este modo, el entorno
vo con su candidata Beatriz Sánchez         político regional puede ser menos fa-
más de 20% en la presidencial y con-        vorable de lo que la derecha chilena en
siguió elegir a 20 diputados y un se-       su momento estimó. Tiene a su favor,
nador. El fenómeno del Frente Amplio        en cambio, la coyuntura económica
tiene muchas similitudes con el movi-       internacional marcada por un creci-
miento Podemos de España. Tanto en          miento muy robusto de China, una
este último país como en Chile, surge       buena performance de Estados Uni-
desde la movilización social una nue-       dos y un mejor desempeño de Europa,
va fuerza como respuesta a las gra-         de lo que resulta un alza importante
ves insuficiencias de los partidos          en el precio de las materias primas, en
tradicionales de la izquierda y cuyo        especial del cobre, el principal compo-
principal objetivo es desplazar a es-       nente de las exportaciones chilenas.
tos para ocupar ese lugar.
                                            2. C. Ominami: Claroscuro de los gobiernos pro-
                                            gresistas. América del Sur: ¿fin de un ciclo histó-
El triunfo de Piñera ha sido jubilo-        rico o proceso abierto?, Catalonia, Santiago de
samente saludado por las fuerzas            Chile, 2017.
7      Coyuntura
       Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda

En este cuadro, la derecha chilena de-             operan en sentidos divergentes. Tan-
rrocha entusiasmo. Piñera habla de un              to en la Unión Democrática Indepen-
ciclo que debiera prolongarse por                  diente (udi) como en Renovación Na-
al menos dos periodos de gobierno                  cional (rn), hay pugnas entre sectores
(8 años), mientras que los más opti-               conservadores y otros más liberales
mistas hablan incluso de 12 años. En               encabezados por una nueva genera-
los tiempos actuales de alta volatili-             ción de dirigentes. Recientemente se
dad, esos pronósticos deben ser toma-              creó un nuevo partido, Evolución Po-
dos como simples declaraciones de in-              lítica (Evópoli), que busca liderar la
tenciones. Sin embargo, en el caso de              renovación de la derecha y que, sien-
Chile, dada la crisis profunda del cen-            do todavía pequeño, obtuvo buenos
tro y la izquierda, no es descabellado             resultados en la última elección par-
pensar que la derecha tenga esta vez               lamentaria, con dos senadores y seis
capacidad para asegurar su sucesión                diputados electos. El desenlace de ese
en un nuevo periodo presidencial a                 conflicto dentro del gobierno de Pi-
partir de 2022. Esta vez, la ausencia de           ñera y de la coalición que lo susten-
una figura de gran popularidad como                ta será determinante en la proyección
la que representaba la ex-presidenta               futura de la derecha chilena. El aban-
Bachelet hace mucho más hipotético                 dono de las políticas económicas or-
un retorno pronto al gobierno por par-             todoxas clásicas basadas en el «derra-
te de estas fuerzas.                               me» (trickle down) puede abrir paso a
                                                   un ciclo largo de gobiernos de dere-
■■Muchas preguntas y pocas                         cha. Por el contrario, una gestión gu-
    respuestas                                     bernamental típicamente conserva-
                                                   dora en lo político y en el terreno de
¿Será, entonces, este segundo go-                  los valores, y neoliberal en el campo
bierno de Piñera un nuevo paréntesis               económico-social, puede ser más fá-
propio de la alternancia o el inicio de            cil de derrotar en las presidenciales
un ciclo más o menos largo de predo-               de 2021. Todo dependerá también de
minio conservador? La pregunta está                la capacidad de recomposición de las
planteada. Piñera no asumió el ries-               fuerzas de centro y de izquierda, hoy
go de una nueva candidatura presi-                 duramente golpeadas por esta nueva
dencial para simplemente marcar el                 derrota y traumatizadas frente a la
paso. Tiene una ambición mayor: re-                obligación de emprender una travesía
fundar una derecha democrática que                 por el desierto que se anuncia larga.
deje atrás la herencia pinochetista3. Es
                                                   La derrota de 2009 obligó a la Con-
claro que intentará hacerlo, aunque
                                                   certación de la época a una reflexión
no es evidente que lo consiga. En el
interior de la coalición que lo apoya,            3. C. Ominami: «Obras son amores…» en La
Chile Vamos, coexisten fuerzas que                Tercera, 3/2/2018.
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                                                                   Carlos Ominami

profunda acerca de sus causas. Así          primera vez, desde el inicio de la tran-
como se había ahogado el debate de          sición, de mayoría en ambas cámaras.
finales de los 90 entre «autoflagelan-      Su programa representaba un cierto
tes» y «autocomplacientes», tal como        quiebre con los anteriores gobiernos
los denominó entonces la prensa4, se        de la Concertación, incluido su pri-
escamoteó también en ese entonces           mer periodo (2006- 2010). Esta vez, las
un examen a fondo de los factores de la     grandes movilizaciones, en especial
permanente decadencia de la coalición       las de 2011, habían conseguido modi-
de centroizquierda. La razón electoral      ficar la agenda nacional, y el progra-
estuvo detrás de ese bloqueo. En efecto,    ma de Bachelet asumió las reivindi-
a poco andar la dirigencia concertacio-     caciones de la calle y definió como su
nista advirtió que existía la posibilidad   columna vertebral tres grandes refor-
de volver rápidamente al poder en bra-      mas: constitucional, tributaria y edu-
zos de la gran popularidad alcanzada        cacional.
por la ex-presidenta Bachelet. Desde
el punto de vista electoral, la estrate-    La secuencia de las reformas fue, no
gia fue magistral. Bachelet, instalada      obstante, extraña. A la nueva Consti-
en Nueva York al frente de onu Muje-        tución, la madre de todas las reformas,
res, disponía de una excelente tribu-       se la dejó para el final. Se dio incluso
na para mantenerse vigente sin correr       el absurdo de que la reforma tributa-
los riesgos propios de una refriega         ria y la educacional debieron acomo-
doméstica. El necesario debate debía        darse a la Constitución que se trataba
congelarse. El regreso triunfal de          justamente de modificar. La reforma
Bachelet requería de una coalición or-      tributaria fue aprobada con grandes
denada, a la cual se agregó sin grandes     modificaciones respecto del diseño
exigencias el Partido Comunista, el         original a finales de 2014. Los resul-
gran excluido de la esfera institucional    tados de la negociación parlamenta-
desde 1990. El precio pagado por los        ria condujeron a un sistema híbrido
partidos para hacer posible su regre-       extremadamente engorroso, que a
so al poder fue, sin embargo, enorme,       poco andar debió ser modificado. La
y tuvo algo de vergonzoso: la subor-        reforma educacional será sin duda
dinación completa a la autoridad de la      el principal legado del segundo go-
segura futura presidenta.                   bierno de Bachelet, en particular la
                                            gratuidad para el 60% más pobre de
Bachelet se impuso en la elección pre-      los estudiantes en la educación supe-
sidencial de 2013 de manera apabu-          rior. En materia constitucional, los
llante. Aunque obligada a una segun-        avances fueron muy menores.
da vuelta, la ex-presidenta la ganó con
62,16%, porcentaje inédito en la his-       4. C. Ominami: El debate silenciado, lom, Santia-
toria electoral chilena, y dispuso por      go de Chile, 2009.
9      Coyuntura
       Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda

■■Las razones de la derrota                        La lista de las razones de la derrota
                                                   es larga. Se trata además de un hecho
Ampliamente populares durante la                   muy reciente. Las explicaciones tie-
campaña presidencial de 2013, las re-              nen todavía que decantarse. En todo
formas fueron perdiendo apoyo ciu-                 caso, la línea argumental pasa por lo
dadano en la medida en que se entra-               que Manuel A. Garretón ha denomi-
ba en un debate más pormenorizado.                 nado la «gran ruptura»6. Para bien y
Los grandes titulares perdían rele-                para mal, la institucionalidad política
vancia frente a una ingeniería de de-              que se construyó a lo largo de más de
talle marcada por la improvisación.                dos décadas de iniciada la transición
Aunque el grueso del incremento de                 es obra de la Concertación. La histo-
la recaudación de la reforma tributa-              ria de este periodo no termina de es-
ria provino de los sectores de más al-             cribirse. El proceso chileno tiene par-
tos ingresos5, el aumento del impues-              ticularidades que no se encuentran en
to a los combustibles, los alcoholes y             otras transiciones de la dictadura a la
el tabaco impactó también en los más               democracia; se trata de una transición
pobres. La idea de que con la reforma              mal pactada, que les permitió a la de-
se trataba de hacer pagar a los que                recha y a las Fuerzas Armadas ejercer
más tenían se diluyó, y a poco andar               una influencia completamente des-
se constituyó una mayoría más bien                 medida7. Aunque fueron desalojadas
crítica. De manera aún más aguda, lo               del poder, las Fuerzas Armadas y de
mismo ocurrió con la reforma edu-                  orden han mantenido una gran auto-
cacional. Llegó incluso un momento                 nomía, que es por lo demás lo que
en que la reforma había logrado con-               explica los grandes escándalos finan-
citar el rechazo de todos los actores              cieros en los que están comprometi-
del sistema: profesores, estudiantes y             dos actualmente el Ejército y el Cuer-
apoderados.                                        po de Carabineros.

Un recurso obvio para explicar la de-              El hecho esencial es que, una a una,
rrota consiste en endosar lo esencial              las principales bases sociales de la
de la responsabilidad a las insuficien-            Concertación y luego de la Nueva Ma-
cias de la gestión gubernamental. Se               yoría fueron abandonando el apoyo
trata ciertamente de un factor impor-
tante, pero no es el único ni el más               5. Banco Mundial: «Chile. Efectos distributivos
                                                   de la reforma tributaria de 2014», disponible en
determinante. Mal que mal, hubo un                 .
así lo determinaron los partidos que               6. M.A. Garretón: La gran ruptura. Instituciona-
conformaron la Nueva Mayoría. Su                   lidad política y actores sociales en el Chile del siglo
                                                   xxi, lom, Santiago de Chile, 2016.
responsabilidad es, en consecuencia,               7. C. Ominami: Los secretos de la Concertación,
mayor e ineludible.                                Planeta, Santiago de Chile, 2011.
Nueva Sociedad 274   10
                                                              Carlos Ominami

que inicialmente le habían brindado.       lucha contra la pobreza hizo posible el
El movimiento sindical, protagonista       surgimiento de sectores que finalmen-
de las luchas democráticas de media-       te terminaron dándole la espalda. Las
dos de los años 80, fue distanciándose     apelaciones a los grandes temas de la
poco a poco de una coalición que privi-    transición, los derechos humanos, la li-
legió el diálogo y el entendimiento con    bertad, la democracia o la equidad ter-
el mundo empresarial. El movimiento        minaron siendo menos decisivas que
estudiantil no encontró tampoco un         los discursos del crecimiento, el em-
espacio de interlocución fluida con        pleo y la mano dura frente a la delin-
los gobiernos de centroizquierda, a        cuencia. Se trata de un libreto conocido
punto tal que la primera de las gran-      que en Chile, ampliamente orquestado
des movilizaciones estudiantiles, la       por los principales medios, hizo posi-
de los «pingüinos» de la educación se-     ble el nuevo triunfo de Piñera. A fin
cundaria, tuvo lugar en 2006 en el ini-    de cuentas, y esto es lo más delicado,
cio del primer gobierno de Bachelet.       se trata de una derrota cultural de las
Otro tanto ocurrió con los maestros, el    fuerzas progresistas. Pero en este con-
principal sindicato del país, los traba-   texto intervienen además otros factores
jadores de la administración pública y     que contribuyen a explicar la derrota.
suma y sigue.                              Entre los más evidentes, cabe destacar
                                           la fatiga y el empobrecimiento ideoló-
Al mismo tiempo, el notable dinamis-       gicos de los partidos, la erosión de los
mo de la economía chilena hizo posible     liderazgos históricos y la mala campa-
una gran disminución de la pobreza.        ña de Guillier, candidato más bien im-
De más de 40% al término de la dicta-      provisado que no fue capaz de reani-
dura, la pobreza disminuyó a poco más      mar a una fuerza de centroizquierda
de 10% en la actualidad. Como conse-       dividida y poco motivada.
cuencia de este proceso, emergieron
nuevos sectores medios, altamente de-      ■■Las tareas del progresismo
mandantes, formados en una cultura
esencialmente individualista en vir-       El debate sobre las causas del triun-
tud de la cual todo lo que han logrado     fo de la derecha recién comienza.
es el producto de su esfuerzo y todas      Será largo, turbulento y doloroso. Las
las dificultades que enfrentan para        responsabilidades son ampliamente
mantener su posición y no volver a la      compartidas. Los que nos situamos
pobreza son responsabilidad del sis-       del lado de la reflexión autocrítica de
tema político.                             la Concertación y del proceso de tran-
                                           sición no asumimos con la fuerza que
En este sentido, la centroizquierda es     correspondía la defensa de sus im-
de alguna forma víctima de sus pro-        portantes logros, en condiciones por
pias realizaciones. Su gran éxito en la    lo demás extremadamente difíciles.
11     Coyuntura
       Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda

Inversamente, quienes no quisieron                 un sistema de vetos cruzados en vir-
reparar en las enormes insuficien-                 tud del cual se iban dejando fuera de
cias del proceso no hicieron posible               la acción gubernamental todas aque-
la generación de un debate que per-                llas propuestas que producían gran-
mitiera la necesaria rectificación. Por            des divisiones. El mínimo común de-
razones subalternas, este debate se                nominador se fue haciendo cada vez
silenció8 y las posiciones más conser-             más exiguo. La capacidad de trans-
vadoras dentro de la coalición se im-              formación de la Concertación se fue
pusieron por la vía de los hechos.                 agotando. En este cuadro se produjo
                                                   su primera derrota en 2009. Como se
La confluencia entre el centro y la iz-            sabe, transformada en Nueva Mayoría
quierda, expresada en la alianza entre             con la inclusión del Partido Comunis-
la dc y el Partido Socialista (ps), había          ta, la centroizquierda volvió al poder
sido crucial para enfrentar y derro-               en 2014. Bachelet hizo un esfuerzo por
tar a Pinochet. En torno de ese eje se             abrir un nuevo ciclo de reformas pro-
constituyó la Concertación. Una alian-             fundas. Sin embargo, la coalición que
za pensada inicialmente para abrir                 en un primer momento se subordinó
paso a la democracia y constituir un               a la candidata presidencial, por razo-
gobierno de transición terminó trans-              nes de conveniencia electoral, comen-
formada en una coalición que le dio                zó a mostrar discrepancias cada vez
gobiernos a Chile durante 20 años con-             más profundas a medida que el go-
secutivos. Nadie, ni el más optimista,             bierno ponía en práctica su programa.
imaginó que algo así podía suceder.                La historia del segundo gobierno de
Sin embargo, el gran consenso en                   Bachelet es en gran parte la historia
torno de la necesidad de terminar con              de las discrepancias crecientes en su
la dictadura se fue diluyendo a medi-              interior, protagonizadas en la mayoría
da que la democratización avanzaba y               de los casos por la dirigencia de la dc.
la figura de Pinochet se eclipsaba has-            Estas divisiones jugaron un papel im-
ta terminar en el más bajo fondo de la             portante en la derrota de 2017. El he-
historia, acusado de graves atropellos             cho de que la dc decidiera excluirse
a los derechos humanos y, lo que era               de las elecciones primarias y levantar
más grave aún para muchos chilenos,                una candidatura propia hizo aún más
de ser culpable de apropiación indebi-             fácil el camino por el cual avanzó la
da de enormes recursos públicos.                   derecha encabezada por Piñera.

La causa de la democracia era un gran              La lógica de funcionamiento de la
factor de unidad. Por el contrario, las            Concertación llevó a que el entendi-
tareas del desarrollo abrían paso a                miento entre el centro y la izquierda
múltiples divergencias. La Concer-
tación logró sobrevivir generando                  8. Ibíd.
Nueva Sociedad 274   12
                                                               Carlos Ominami

derivara en una especie de fuerza úni-      Es evidente que es necesario actuali-
ca de «centroizquierda». A la postre, el    zar las propuestas poniéndolas a tono
resultado fue fatal. Tratando de asimi-     con las coordenadas mayores del si-
larse a la izquierda, la dc se fue desan-   glo xxi, la democracia, la globaliza-
grando por su costado derecho. Al mis-      ción y la economía de mercado. ¿Eso
mo tiempo, la izquierda, tratando de        debe hacerse como izquierda, como
salvaguardar la alianza con la dc, fue      socialdemocracia reinventada o sim-
desangrándose por su flanco izquier-        plemente como progresismo? Desde la
do. Así, como quedó en evidencia en         izquierda, sostengo que son de derecha
las últimas elecciones, la Nueva Mayo-      todos los que afirman que el eje dere-
ría perdió su condición de tal y se abrió   cha-izquierda ha perdido significación.
un nuevo periodo. Cada fuerza está          Pero es necesario reconocer, sin embar-
ahora obligada a ver de qué manera re-      go, los grandes límites de la izquierda
construye su identidad. La situación de     para dar cuenta de todos los desafíos
la dc es la más compleja. De partido eje    que el siglo xxi nos plantea. La lucha
de la política chilena respaldado por       por la igualdad, la gran bandera de
cerca de un tercio del electorado, ha pa-   la izquierda, mantiene toda su ac-
sado a ser una fuerza de 10%. Su futuro     tualidad, pero al mismo tiempo han
está en cuestión. Ronda en su interior      surgido nuevos desafíos frente a los
el fantasma de su gran referente, el Par-   cuales las izquierdas tradicionales no
tido Demócrata Cristiano italiano, que      tienen gran capacidad de respuesta.
terminó estallando en múltiples frag-       Más aún, la práctica de la izquierda
mentos. La izquierda tiene a su vez la      es en muchos sentidos opuesta al gran
obligación de hacer las cuentas consigo     desafío de la profundización de la de-
misma. Su existencia no está amenaza-       mocracia. Su tradición productivista
da. Su papel preciso en la construcción     choca con el imperativo de un desa-
del futuro aparece, por el contrario,       rrollo sustentable. El machismo típi-
mucho más difuso. ¿Será una fuerza          co de las izquierdas tradicionales co-
de vanguardia que se pondrá a la ca-        lisiona con las demandas de igualdad
beza de los cambios que trae consigo el     de género, y su tradicional estatismo
advenimiento de una nueva época de          se acomoda mal con las nuevas rea-
grandes avances tecnológicos? ¿O será       lidades en materia de innovación y
más bien una fuerza de retaguardia,         emprendimiento. A falta de un mejor
que trate de resistir los efectos de los    término, progresismo parece ser la ca-
vientos de la historia? Ese es, sin duda,   tegoría más inclusiva. Es ciertamente
un gran debate, no saldado por la iz-       ambigua y, como dicen algunos, «da
quierda a escala global. En este senti-     para todo». Esa es precisamente su
do, la discusión chilena es parte de un     virtud frente a una izquierda que, a
debate mucho más amplio. Todo o casi        pesar de su coraje y aporte histórico,
todo está en cuestión.                      «da para poco».
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