Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda - Nueva ...
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Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad n COYUNTURA No 274, marzo-abril de 2018, ISSN: 0251-3552, . Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda Carlos Ominami La derrota de la centroizquierda chilena y la vuelta al poder de Sebastián Piñera reponen la necesidad de un debate profundo acerca de la coalición que marcó la transición democrática en el país. El programa reformista de Michelle Bachelet –cambio constitucional, reforma impositiva y reforma educativa– perdió impulso en su implementación, y la Nueva Mayoría, heredera de la Concertación, presentó un candidato débil e improvisado, mientras emergía una nueva izquierda que la desafiaba. La experiencia chilena muestra, en todo caso, problemas de los progresismos a escala global, en un contexto latinoamericano incierto y marcado por reemergencias conservadoras. L a centroizquierda chilena ha su- frido una dura derrota. Con segu- ridad, la más profunda y dolorosa longeva de la historia de Chile. Supe- ra incluso a los gobiernos del Frente Popular1 que, a imagen de Francia y de una historia larga que arranca a España, encabezaron los destinos del mediados de la década de 1980. La país hasta su derrota en 1952 a manos Concertación de Partidos por la De- del general Carlos Ibáñez del Campo, mocracia que se organiza para enfren- un caudillo populista que ya había tar la dictadura de Augusto Pinochet gobernado de manera dictatorial en- es por lejos la coalición política más tre 1927 y 1931. Carlos Ominami: es licenciado en Ciencias Económicas y doctor de Tercer Ciclo y doctor de Estado en Economía por la Universidad de París x Nanterre. Se desempeñó como investigador del Centre National de la Recherche Scientifique (cnrs) de Francia. Entre 1981 y 1983 fue asesor de los ministros de Industria y Cooperación de Francia. De regreso a Chile, en 1984, fue investigador del Programa de Relaciones Internacionales de América Latina (rial), de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y del Centro Latinoamericano de Economía y Política Internacional (clepi). Fue ministro de Economía entre 1990 y 1992, y entre 1994 y 2010 se desempeñó como senador de la Repú- blica por la v Región Cordillera. Palabras claves: democracia, progresismo, transición, Concertación, Michelle Bachelet, Chile. 1. Coalición constituida por socialistas, comunistas y radicales que ganó la elección presidencial de 1938 con Pedro Aguirre Cerda como candidato.
5 Coyuntura Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda En la segunda vuelta de la elección ce- estima que tres de cada cuatro lo hi- lebrada en diciembre de 2017, Sebas- cieron por Piñera. tián Piñera obtuvo cerca de 55% de los votos, con lo que superó ampliamente Es claro que un frente unido del cen- a Alejandro Guillier, el candidato de la tro y la izquierda desde el inicio del coalición oficialista Nueva Mayoría. proceso habría hecho posible un me- Este es el mejor resultado obtenido jor resultado, e incluso, ¿por qué no?, por las fuerzas de derecha en cerca una victoria. Predominó sin embargo de un siglo de vida republicana. Allí la dispersión. Fue una especie de sui- donde se preveía un resultado estre- cidio cuyo resultado era previsible. Lo cho, la gran movilización del elec- patológico del caso es que algo muy torado de derecha hizo posible un semejante había ocurrido en las elec- triunfo indiscutido a partir del 36,6% ciones presidenciales de 2009. Enton- obtenido por el empresario y ex-pre- ces, la suma de la votación del centro y sidente en la primera vuelta. Este re- la izquierda (Eduardo Frei, Enríquez- sultado parecía dejar al descubierto Ominami y Jorge Arrate) alcanzó el las debilidades de la candidatura de 55%. Sin embargo, por un estrecho derecha ya que, sumados, los candida- margen se impuso Piñera en la segun- tos del centro y la izquierda (Guillier, da vuelta. La de 2017 es una historia Beatriz Sánchez, Carolina Goic, Marco que se repite, un segundo suicidio en Enríquez-Ominami y Alejando Nava- beneficio, en ambos casos, del mismo rro) alcanzaron más de 54%. Estos nú- candidato: Piñera. meros dieron por un momento la sen- sación de que el triunfo de Piñera no La derecha vuelve a gobernar Chile. era inevitable y de que podía ser de- El anterior gobierno de Piñera pasó en rrotado en el balotaje. Todo depen- verdad sin grandes penas, pero tam- día de la capacidad de reunificación de bién sin mucha gloria. Para impor- las fuerzas hasta entonces oficialistas. tantes sectores de derecha fue una Pero, como se sabe, la política no tiene decepción, a punto tal que algunos lo demasiado que ver con la aritmética. consideraron despectivamente como En la segunda vuelta, Guillier, que ha- una especie de «quinto» gobierno de bía obtenido apenas 22,7% en el primer la Concertación, luego de los de Pa- turno, alcanzó solo 45,4%. Uno de cada tricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo tres electores de la nueva izquierda Lagos y Michelle Bachelet. Para la iz- articulada en torno del Frente Amplio quierda fue una sorpresa constatar votó por Piñera en segunda vuelta, que un gobierno de derecha no arra- y algo parecido ocurrió con la vota- saba con las conquistas sociales alcan- ción de Enríquez-Ominami, mientras zadas en democracia y que era incluso que en el caso de Goic, la candidata capaz de avanzar en algunas de ellas, de la Democracia Cristiana (dc), se como la extensión del post-natal a seis
Nueva Sociedad 274 6 Carlos Ominami meses o la eliminación del 7% de co- conservadoras de América Latina. tización de salud para los jubilados, Como era de esperar, se presenta como medidas ambas muy demandadas por la confirmación del denominado «fin la ciudadanía que los anteriores go- del ciclo» de los gobiernos progre- biernos no habían querido satisfa- sistas que surgieron principalmente cer argumentando su alto impacto en América del Sur. Como lo hemos presupuestario. puesto de manifiesto en un libro re- ciente2, la teoría del ciclo tiene mucho Las condiciones actuales son muy de publicitario y debe todavía pasar distintas. Por un lado, la derecha está la prueba de las elecciones presiden- mucho más unida y motivada y el li- ciales que tendrán lugar en 2018 en derazgo de Piñera es más sólido e in- los países más grandes de la región discutido. Por la otra, la tradicional dc (Venezuela, Colombia, México y Bra- enfrenta una crisis muy severa lue- sil). Hay que tener presente además go de sus magros resultados en la que los principales aliados de Piñe- elección presidencial (5,8%) y parla- ra, Mauricio Macri en Argentina y mentaria (bajó de 21 a 14 diputados Pedro Pablo Kuczynski en Perú, es- en una Cámara que aumentó de 120 tán decepcionando respecto a las ilu- a 155 diputados). Por su lado, la iz- siones de progreso que en su inicio quierda es una especie de archipiéla- despertaron. El caso de Kuczynski es go en el que predominan las divisio- especialmente dramático, dada su po- nes. La gran novedad de esta elección sición minoritaria en el Congreso, que es la irrupción del llamado Frente Am- lo tuvo y lo mantiene al borde de la plio que, contra todo pronóstico, obtu- destitución. De este modo, el entorno vo con su candidata Beatriz Sánchez político regional puede ser menos fa- más de 20% en la presidencial y con- vorable de lo que la derecha chilena en siguió elegir a 20 diputados y un se- su momento estimó. Tiene a su favor, nador. El fenómeno del Frente Amplio en cambio, la coyuntura económica tiene muchas similitudes con el movi- internacional marcada por un creci- miento Podemos de España. Tanto en miento muy robusto de China, una este último país como en Chile, surge buena performance de Estados Uni- desde la movilización social una nue- dos y un mejor desempeño de Europa, va fuerza como respuesta a las gra- de lo que resulta un alza importante ves insuficiencias de los partidos en el precio de las materias primas, en tradicionales de la izquierda y cuyo especial del cobre, el principal compo- principal objetivo es desplazar a es- nente de las exportaciones chilenas. tos para ocupar ese lugar. 2. C. Ominami: Claroscuro de los gobiernos pro- gresistas. América del Sur: ¿fin de un ciclo histó- El triunfo de Piñera ha sido jubilo- rico o proceso abierto?, Catalonia, Santiago de samente saludado por las fuerzas Chile, 2017.
7 Coyuntura Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda En este cuadro, la derecha chilena de- operan en sentidos divergentes. Tan- rrocha entusiasmo. Piñera habla de un to en la Unión Democrática Indepen- ciclo que debiera prolongarse por diente (udi) como en Renovación Na- al menos dos periodos de gobierno cional (rn), hay pugnas entre sectores (8 años), mientras que los más opti- conservadores y otros más liberales mistas hablan incluso de 12 años. En encabezados por una nueva genera- los tiempos actuales de alta volatili- ción de dirigentes. Recientemente se dad, esos pronósticos deben ser toma- creó un nuevo partido, Evolución Po- dos como simples declaraciones de in- lítica (Evópoli), que busca liderar la tenciones. Sin embargo, en el caso de renovación de la derecha y que, sien- Chile, dada la crisis profunda del cen- do todavía pequeño, obtuvo buenos tro y la izquierda, no es descabellado resultados en la última elección par- pensar que la derecha tenga esta vez lamentaria, con dos senadores y seis capacidad para asegurar su sucesión diputados electos. El desenlace de ese en un nuevo periodo presidencial a conflicto dentro del gobierno de Pi- partir de 2022. Esta vez, la ausencia de ñera y de la coalición que lo susten- una figura de gran popularidad como ta será determinante en la proyección la que representaba la ex-presidenta futura de la derecha chilena. El aban- Bachelet hace mucho más hipotético dono de las políticas económicas or- un retorno pronto al gobierno por par- todoxas clásicas basadas en el «derra- te de estas fuerzas. me» (trickle down) puede abrir paso a un ciclo largo de gobiernos de dere- ■■Muchas preguntas y pocas cha. Por el contrario, una gestión gu- respuestas bernamental típicamente conserva- dora en lo político y en el terreno de ¿Será, entonces, este segundo go- los valores, y neoliberal en el campo bierno de Piñera un nuevo paréntesis económico-social, puede ser más fá- propio de la alternancia o el inicio de cil de derrotar en las presidenciales un ciclo más o menos largo de predo- de 2021. Todo dependerá también de minio conservador? La pregunta está la capacidad de recomposición de las planteada. Piñera no asumió el ries- fuerzas de centro y de izquierda, hoy go de una nueva candidatura presi- duramente golpeadas por esta nueva dencial para simplemente marcar el derrota y traumatizadas frente a la paso. Tiene una ambición mayor: re- obligación de emprender una travesía fundar una derecha democrática que por el desierto que se anuncia larga. deje atrás la herencia pinochetista3. Es La derrota de 2009 obligó a la Con- claro que intentará hacerlo, aunque certación de la época a una reflexión no es evidente que lo consiga. En el interior de la coalición que lo apoya, 3. C. Ominami: «Obras son amores…» en La Chile Vamos, coexisten fuerzas que Tercera, 3/2/2018.
Nueva Sociedad 274 8 Carlos Ominami profunda acerca de sus causas. Así primera vez, desde el inicio de la tran- como se había ahogado el debate de sición, de mayoría en ambas cámaras. finales de los 90 entre «autoflagelan- Su programa representaba un cierto tes» y «autocomplacientes», tal como quiebre con los anteriores gobiernos los denominó entonces la prensa4, se de la Concertación, incluido su pri- escamoteó también en ese entonces mer periodo (2006- 2010). Esta vez, las un examen a fondo de los factores de la grandes movilizaciones, en especial permanente decadencia de la coalición las de 2011, habían conseguido modi- de centroizquierda. La razón electoral ficar la agenda nacional, y el progra- estuvo detrás de ese bloqueo. En efecto, ma de Bachelet asumió las reivindi- a poco andar la dirigencia concertacio- caciones de la calle y definió como su nista advirtió que existía la posibilidad columna vertebral tres grandes refor- de volver rápidamente al poder en bra- mas: constitucional, tributaria y edu- zos de la gran popularidad alcanzada cacional. por la ex-presidenta Bachelet. Desde el punto de vista electoral, la estrate- La secuencia de las reformas fue, no gia fue magistral. Bachelet, instalada obstante, extraña. A la nueva Consti- en Nueva York al frente de onu Muje- tución, la madre de todas las reformas, res, disponía de una excelente tribu- se la dejó para el final. Se dio incluso na para mantenerse vigente sin correr el absurdo de que la reforma tributa- los riesgos propios de una refriega ria y la educacional debieron acomo- doméstica. El necesario debate debía darse a la Constitución que se trataba congelarse. El regreso triunfal de justamente de modificar. La reforma Bachelet requería de una coalición or- tributaria fue aprobada con grandes denada, a la cual se agregó sin grandes modificaciones respecto del diseño exigencias el Partido Comunista, el original a finales de 2014. Los resul- gran excluido de la esfera institucional tados de la negociación parlamenta- desde 1990. El precio pagado por los ria condujeron a un sistema híbrido partidos para hacer posible su regre- extremadamente engorroso, que a so al poder fue, sin embargo, enorme, poco andar debió ser modificado. La y tuvo algo de vergonzoso: la subor- reforma educacional será sin duda dinación completa a la autoridad de la el principal legado del segundo go- segura futura presidenta. bierno de Bachelet, en particular la gratuidad para el 60% más pobre de Bachelet se impuso en la elección pre- los estudiantes en la educación supe- sidencial de 2013 de manera apabu- rior. En materia constitucional, los llante. Aunque obligada a una segun- avances fueron muy menores. da vuelta, la ex-presidenta la ganó con 62,16%, porcentaje inédito en la his- 4. C. Ominami: El debate silenciado, lom, Santia- toria electoral chilena, y dispuso por go de Chile, 2009.
9 Coyuntura Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda ■■Las razones de la derrota La lista de las razones de la derrota es larga. Se trata además de un hecho Ampliamente populares durante la muy reciente. Las explicaciones tie- campaña presidencial de 2013, las re- nen todavía que decantarse. En todo formas fueron perdiendo apoyo ciu- caso, la línea argumental pasa por lo dadano en la medida en que se entra- que Manuel A. Garretón ha denomi- ba en un debate más pormenorizado. nado la «gran ruptura»6. Para bien y Los grandes titulares perdían rele- para mal, la institucionalidad política vancia frente a una ingeniería de de- que se construyó a lo largo de más de talle marcada por la improvisación. dos décadas de iniciada la transición Aunque el grueso del incremento de es obra de la Concertación. La histo- la recaudación de la reforma tributa- ria de este periodo no termina de es- ria provino de los sectores de más al- cribirse. El proceso chileno tiene par- tos ingresos5, el aumento del impues- ticularidades que no se encuentran en to a los combustibles, los alcoholes y otras transiciones de la dictadura a la el tabaco impactó también en los más democracia; se trata de una transición pobres. La idea de que con la reforma mal pactada, que les permitió a la de- se trataba de hacer pagar a los que recha y a las Fuerzas Armadas ejercer más tenían se diluyó, y a poco andar una influencia completamente des- se constituyó una mayoría más bien medida7. Aunque fueron desalojadas crítica. De manera aún más aguda, lo del poder, las Fuerzas Armadas y de mismo ocurrió con la reforma edu- orden han mantenido una gran auto- cacional. Llegó incluso un momento nomía, que es por lo demás lo que en que la reforma había logrado con- explica los grandes escándalos finan- citar el rechazo de todos los actores cieros en los que están comprometi- del sistema: profesores, estudiantes y dos actualmente el Ejército y el Cuer- apoderados. po de Carabineros. Un recurso obvio para explicar la de- El hecho esencial es que, una a una, rrota consiste en endosar lo esencial las principales bases sociales de la de la responsabilidad a las insuficien- Concertación y luego de la Nueva Ma- cias de la gestión gubernamental. Se yoría fueron abandonando el apoyo trata ciertamente de un factor impor- tante, pero no es el único ni el más 5. Banco Mundial: «Chile. Efectos distributivos de la reforma tributaria de 2014», disponible en determinante. Mal que mal, hubo un . así lo determinaron los partidos que 6. M.A. Garretón: La gran ruptura. Instituciona- conformaron la Nueva Mayoría. Su lidad política y actores sociales en el Chile del siglo xxi, lom, Santiago de Chile, 2016. responsabilidad es, en consecuencia, 7. C. Ominami: Los secretos de la Concertación, mayor e ineludible. Planeta, Santiago de Chile, 2011.
Nueva Sociedad 274 10 Carlos Ominami que inicialmente le habían brindado. lucha contra la pobreza hizo posible el El movimiento sindical, protagonista surgimiento de sectores que finalmen- de las luchas democráticas de media- te terminaron dándole la espalda. Las dos de los años 80, fue distanciándose apelaciones a los grandes temas de la poco a poco de una coalición que privi- transición, los derechos humanos, la li- legió el diálogo y el entendimiento con bertad, la democracia o la equidad ter- el mundo empresarial. El movimiento minaron siendo menos decisivas que estudiantil no encontró tampoco un los discursos del crecimiento, el em- espacio de interlocución fluida con pleo y la mano dura frente a la delin- los gobiernos de centroizquierda, a cuencia. Se trata de un libreto conocido punto tal que la primera de las gran- que en Chile, ampliamente orquestado des movilizaciones estudiantiles, la por los principales medios, hizo posi- de los «pingüinos» de la educación se- ble el nuevo triunfo de Piñera. A fin cundaria, tuvo lugar en 2006 en el ini- de cuentas, y esto es lo más delicado, cio del primer gobierno de Bachelet. se trata de una derrota cultural de las Otro tanto ocurrió con los maestros, el fuerzas progresistas. Pero en este con- principal sindicato del país, los traba- texto intervienen además otros factores jadores de la administración pública y que contribuyen a explicar la derrota. suma y sigue. Entre los más evidentes, cabe destacar la fatiga y el empobrecimiento ideoló- Al mismo tiempo, el notable dinamis- gicos de los partidos, la erosión de los mo de la economía chilena hizo posible liderazgos históricos y la mala campa- una gran disminución de la pobreza. ña de Guillier, candidato más bien im- De más de 40% al término de la dicta- provisado que no fue capaz de reani- dura, la pobreza disminuyó a poco más mar a una fuerza de centroizquierda de 10% en la actualidad. Como conse- dividida y poco motivada. cuencia de este proceso, emergieron nuevos sectores medios, altamente de- ■■Las tareas del progresismo mandantes, formados en una cultura esencialmente individualista en vir- El debate sobre las causas del triun- tud de la cual todo lo que han logrado fo de la derecha recién comienza. es el producto de su esfuerzo y todas Será largo, turbulento y doloroso. Las las dificultades que enfrentan para responsabilidades son ampliamente mantener su posición y no volver a la compartidas. Los que nos situamos pobreza son responsabilidad del sis- del lado de la reflexión autocrítica de tema político. la Concertación y del proceso de tran- sición no asumimos con la fuerza que En este sentido, la centroizquierda es correspondía la defensa de sus im- de alguna forma víctima de sus pro- portantes logros, en condiciones por pias realizaciones. Su gran éxito en la lo demás extremadamente difíciles.
11 Coyuntura Chile: el segundo suicidio de la centroizquierda Inversamente, quienes no quisieron un sistema de vetos cruzados en vir- reparar en las enormes insuficien- tud del cual se iban dejando fuera de cias del proceso no hicieron posible la acción gubernamental todas aque- la generación de un debate que per- llas propuestas que producían gran- mitiera la necesaria rectificación. Por des divisiones. El mínimo común de- razones subalternas, este debate se nominador se fue haciendo cada vez silenció8 y las posiciones más conser- más exiguo. La capacidad de trans- vadoras dentro de la coalición se im- formación de la Concertación se fue pusieron por la vía de los hechos. agotando. En este cuadro se produjo su primera derrota en 2009. Como se La confluencia entre el centro y la iz- sabe, transformada en Nueva Mayoría quierda, expresada en la alianza entre con la inclusión del Partido Comunis- la dc y el Partido Socialista (ps), había ta, la centroizquierda volvió al poder sido crucial para enfrentar y derro- en 2014. Bachelet hizo un esfuerzo por tar a Pinochet. En torno de ese eje se abrir un nuevo ciclo de reformas pro- constituyó la Concertación. Una alian- fundas. Sin embargo, la coalición que za pensada inicialmente para abrir en un primer momento se subordinó paso a la democracia y constituir un a la candidata presidencial, por razo- gobierno de transición terminó trans- nes de conveniencia electoral, comen- formada en una coalición que le dio zó a mostrar discrepancias cada vez gobiernos a Chile durante 20 años con- más profundas a medida que el go- secutivos. Nadie, ni el más optimista, bierno ponía en práctica su programa. imaginó que algo así podía suceder. La historia del segundo gobierno de Sin embargo, el gran consenso en Bachelet es en gran parte la historia torno de la necesidad de terminar con de las discrepancias crecientes en su la dictadura se fue diluyendo a medi- interior, protagonizadas en la mayoría da que la democratización avanzaba y de los casos por la dirigencia de la dc. la figura de Pinochet se eclipsaba has- Estas divisiones jugaron un papel im- ta terminar en el más bajo fondo de la portante en la derrota de 2017. El he- historia, acusado de graves atropellos cho de que la dc decidiera excluirse a los derechos humanos y, lo que era de las elecciones primarias y levantar más grave aún para muchos chilenos, una candidatura propia hizo aún más de ser culpable de apropiación indebi- fácil el camino por el cual avanzó la da de enormes recursos públicos. derecha encabezada por Piñera. La causa de la democracia era un gran La lógica de funcionamiento de la factor de unidad. Por el contrario, las Concertación llevó a que el entendi- tareas del desarrollo abrían paso a miento entre el centro y la izquierda múltiples divergencias. La Concer- tación logró sobrevivir generando 8. Ibíd.
Nueva Sociedad 274 12 Carlos Ominami derivara en una especie de fuerza úni- Es evidente que es necesario actuali- ca de «centroizquierda». A la postre, el zar las propuestas poniéndolas a tono resultado fue fatal. Tratando de asimi- con las coordenadas mayores del si- larse a la izquierda, la dc se fue desan- glo xxi, la democracia, la globaliza- grando por su costado derecho. Al mis- ción y la economía de mercado. ¿Eso mo tiempo, la izquierda, tratando de debe hacerse como izquierda, como salvaguardar la alianza con la dc, fue socialdemocracia reinventada o sim- desangrándose por su flanco izquier- plemente como progresismo? Desde la do. Así, como quedó en evidencia en izquierda, sostengo que son de derecha las últimas elecciones, la Nueva Mayo- todos los que afirman que el eje dere- ría perdió su condición de tal y se abrió cha-izquierda ha perdido significación. un nuevo periodo. Cada fuerza está Pero es necesario reconocer, sin embar- ahora obligada a ver de qué manera re- go, los grandes límites de la izquierda construye su identidad. La situación de para dar cuenta de todos los desafíos la dc es la más compleja. De partido eje que el siglo xxi nos plantea. La lucha de la política chilena respaldado por por la igualdad, la gran bandera de cerca de un tercio del electorado, ha pa- la izquierda, mantiene toda su ac- sado a ser una fuerza de 10%. Su futuro tualidad, pero al mismo tiempo han está en cuestión. Ronda en su interior surgido nuevos desafíos frente a los el fantasma de su gran referente, el Par- cuales las izquierdas tradicionales no tido Demócrata Cristiano italiano, que tienen gran capacidad de respuesta. terminó estallando en múltiples frag- Más aún, la práctica de la izquierda mentos. La izquierda tiene a su vez la es en muchos sentidos opuesta al gran obligación de hacer las cuentas consigo desafío de la profundización de la de- misma. Su existencia no está amenaza- mocracia. Su tradición productivista da. Su papel preciso en la construcción choca con el imperativo de un desa- del futuro aparece, por el contrario, rrollo sustentable. El machismo típi- mucho más difuso. ¿Será una fuerza co de las izquierdas tradicionales co- de vanguardia que se pondrá a la ca- lisiona con las demandas de igualdad beza de los cambios que trae consigo el de género, y su tradicional estatismo advenimiento de una nueva época de se acomoda mal con las nuevas rea- grandes avances tecnológicos? ¿O será lidades en materia de innovación y más bien una fuerza de retaguardia, emprendimiento. A falta de un mejor que trate de resistir los efectos de los término, progresismo parece ser la ca- vientos de la historia? Ese es, sin duda, tegoría más inclusiva. Es ciertamente un gran debate, no saldado por la iz- ambigua y, como dicen algunos, «da quierda a escala global. En este senti- para todo». Esa es precisamente su do, la discusión chilena es parte de un virtud frente a una izquierda que, a debate mucho más amplio. Todo o casi pesar de su coraje y aporte histórico, todo está en cuestión. «da para poco».
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