DUAL PATOLOGÍA DE INTERVENCIÓN - Sociedad Española de Patología Dual
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PROTOCOLOS PATOLOGÍA DUAL, ENFERMEDAD MENTAL/CEREBRAL DE INTERVENCIÓN PATOLOGÍA DUAL Directores Nestor Szerman Carlos Roncero Miguel Casas Autores Dr. Nestor Szerman MD Jefe Servicio Salud Mental Retiro Hospital Universitario Gregorio Marañon, Madrid Presidente fundador de la Sociedad Española Patologia Dual Presidente Fundación Patología Dual Chair WPA Section on Dual Disorders
1. Introducción a la conceptualización de la patología dual Definición de patología dual percepción de los trastornos conductuales relacio- nados con las adicciones, al no distinguir conceptos como “uso de sustancias”, “uso problemático” “uso Se han utilizado diferentes nombres para referirse a compulsivo”, “dependencia fisiológica” y “adicción” esta amplia población clínica que sufre de adiccio- al alcohol y otras drogas. En nuestra sociedad, por nes y otros trastornos mentales, siendo las más ha- ejemplo, una gran parte de la población usa las dro- bituales las de diagnóstico dual, trastornos duales y gas integradas en nuestra cultura, como el alcohol y comorbilidad (Banerjee et al, 2002; Szerman et al., en menor medida el tabaco, y también otras drogas 2013). De todos modos, en castellano la denomina- ilegales, como el cannabis y la cocaína; y lo mismo ción más aceptada es la de patología dual (Szerman sucede con las conductas relacionadas con el juego et al., 2014), que permite a todos los clínicos identi- de apuestas tanto online como offline. En algunos ficar estos pacientes dentro del campo de la salud casos, por suerte minoritarios, este uso se transfor- mental ma en problemático y con dificultades de control. Hay que hacer mención especial del término “co- El uso problemático de sustancias acompaña en morbilidad” debido a las implicaciones que tiene muchas ocasiones a una variedad de trastornos psi- este debate sobre el nombre más adecuado. Las copatológicos, pero el diagnóstico de un “trastor- actuales clasificaciones de las enfermedades men- no por uso de sustancias” se presenta casi siempre tales (DSM, CIE) sólo valoran los diagnósticos cate- junto a otras manifestaciones psicopatológicas, la goriales y no permiten la posibilidad de una aproxi- patología dual, que son esenciales conocer para un mación sintomática y dimensional, lo que provoca adecuado abordaje terapéutico. Clínicos e investi- problemas de solapamientos diagnósticos y falta de gadores discuten las razones y la cronología de esta estabilidad y límites definidos, y sobre todo no con- asociación. sidera las diferencias individuales entre los sujetos con estos padecimientos. En cada categoría diag- La definición de la conducta adictiva como trastor- nóstica podemos encontrar diferentes fenotipos –o no mental no ha tenido un reconocimiento científico el modo en que se expresa la enfermedad en la na- hasta hace poco tiempo. En las últimas décadas del turaleza– que no son valorados y confieren a estos siglo pasado, el enfermo mental fue definitivamen- diagnósticos menor validez. Éste es el motivo por te integrado en las redes normalizadas de salud. En el cual rechazamos el término comorbilidad, defi- este proceso ha persistido una excepción, y es el nido por la relación entre dos categorías diagnósti- enfermo que sufre de conductas adictivas. Las ra- cas independientes (al igual que diagnóstico dual) zones históricas son muchas, pero una errónea con- y preferimos el de patología dual, ya ampliamente ceptualización de las adicciones tuvo como conse- implantado en nuestra lengua común. cuencia la creación para estos enfermos de redes paralelas y marginales al sistema de salud. Patología dual, sin embargo, es una denominación arbitraria, que hace mención a dos patologías, sin En este campo se presentan otras dificultades adi- indicar de qué patologías se está hablando, aunque cionales para su reconocimiento, como es la exis- en el campo de la salud mental y en el mundo de ha- tencia de muchas escuelas de pensamiento que bla hispana esta denominación permite identificar aportan diversas teorías acerca de la naturaleza de a aquellos individuos que sufren de una conducta esta condición. La realidad es que la patología dual adictiva y otro trastorno mental, condiciones clíni- ha sido ignorada o negada durante años, como ha cas que pueden presentarse de forma simultánea o ocurrido hasta ahora con la aparición de la última ser secuenciales a lo largo del ciclo vital (Szerman edición del DSM-5 (American Psychiatric Associa- y Martínez-Raga, 2015). Patología dual “secuencial” tion, 2013). es un concepto importante, debido a que proba- blemente todas las enfermedades mentales sean En la etiología de las adicciones, como en otros trastornos del neurodesarrollo, y la patología dual trastornos mentales, intervienen factores genéticos, probablemente también lo es (Szerman et al., 2013). biológicos, psicológicos y medioambientales; son Los estudios epidemiológicos suelen ser valoracio- enfermedades que cuando se desarrollan se en- nes transversales y no tienen en cuenta la prevalen- cuentran dentro de la nosología de la salud mental, cia y la aparición secuencial de ambas expresiones reconocida en las dos grandes clasificaciones de las sintomáticas longitudinalmente a lo largo de la ex- enfermedades mentales, la de la Organización Mun- periencia vital (Lev-Ran et al., 2013). dial de la Salud (CIE-10) y la de los Estados Unidos (DSM-5), y en proporción mayoritaria asociadas a Hay una gran confusión, no sólo en la opinión públi- otros trastornos psiquiátricos, lo que se denomina ca sino también en el ámbito de la medicina, sobre la patología dual, siendo racional su integración, como PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL 3
servicio especializado con abordaje multidisciplinar, mentales graves, quienes además suelen ocultarlo en el área de la salud mental. en un gran porcentaje (Bahorik et al., 2014), y en la mayoría de los casos, como ya se ha dicho antes, se En la actualidad se tiende a diagnosticar los trastor- excluye la adicción al tabaco. nos mentales por síntomas, que pueden emerger en estadios tardíos, probablemente años después que Por lo general, en estos estudios epidemiológicos se hayan producido alteraciones y cambios en el no se incluyen entre las adicciones las conductas neurodesarrollo cerebral (Insel y Wang, 2011; Freed- adictivas comportamentales. Sin embargo, el DSM- man, 2014). 5 incorpora una adicción comportamental en el capítulo de los trastornos por uso de sustancias y La investigación en neurociencias, y así lo reconoce adictivos: el trastorno por juego. Deja también las el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados puertas abiertas a la incorporación de otros com- Unidos (National Institute of Mental Health, NIMH), portamientos compulsivos a esta calificación, men- ha establecido que toda enfermedad mental es una cionando expresamente la adicción a internet o enfermedad cerebral (Insel, 2009) algunos trastornos de la conducta alimentaria. En El Instituto Nacional de Abuso de Drogas (Natio- este sentido, hay que destacar que, al igual que con nal Institute on Drug Abuse, NIDA) ha indicado que las adicciones a sustancias, en su inmensa mayoría toda adicción es “sin lugar a dudas una enfermedad esta adicción al juego se acompaña de otros tras- cerebral y ha desechado para siempre que se trate tornos mentales. Por ejemplo, un estudio epide- de un fallo voluntario del carácter” (Baler y Volkow, miológico americano, National Comorbidity Survey 2011). Replication (NCSR), indica que el 0,6% de la pobla- ción sufre un trastorno por juego y que el 96% de El término “dependencia” usado en antiguas clasi- éstos sufre otros trastornos mentales, o patología ficaciones se debe cambiar por el de “adicciones” dual (Kessler et al., 2008). El citado DSM-5 también para evitar confusión con la dependencia fisiológi- sugiere similitudes entre trastornos de la conducta ca, la cual es clínica y neurobiológicamente distinta alimentaria y trastornos por uso de sustancias que de la adicción (Volkow y Muenke, 2012). podrían abrir nuevas puertas para su valoración y tratamiento. La investigación más reciente amplía el catálogo de conductas adictivas comportamenta- les a compras compulsivas, trabajo, ejercicio, amor Evidencias epidemiológicas y sexo, y conductas autolesivas o parasuicidas, que comparten no sólo características fenomenológicas, sino también bases genéticas y neurobiológicas co- Los estudios epidemiológicos internacionales y na- munes (Blasco-Fontecilla et al., 2016). cionales determinan que un 70% de estos pacientes con trastorno por uso de sustancias presentan de forma simultánea o secuencial otro trastorno men- tal, la patología dual (Szerman et al., 2012). Algunos Etiología de la patología dual autores consideran que se subestima esta realidad que podría abarcar al 100% de estos pacientes, pero que los actuales instrumentos que diagnostican ca- Hasta hace relativamente poco tiempo, el aborda- tegorías en lugar de síntomas no permiten detectar. je de las conductas adictivas a sustancias como el De hecho, esta “comorbilidad” no es óptimamente alcohol y otras drogas se consideraba un problema detectada cuando se usan categorías diagnósticas clínico diferente a los trastornos mentales, un pro- en lugar de dimensiones sintomáticas que podrían blema cuyo origen se relacionaba con problemas no alcanzar el umbral diagnóstico. sociales y psicológicos y en el cual el papel de los médicos se limitaba a tratar las consecuencias físi- También hay que tener en cuenta el caso del taba- cas de estas conductas: infecciones, hepatopatías, co, que hasta hace poco tiempo no se consideraba problemas respiratorios, etc. Sin embargo, los avan- entre los trastornos por uso de sustancias. La pobla- ces en neurociencias han demostrado que estamos ción general que sufre trastornos mentales presenta en presencia de una enfermedad cerebral, que apa- en más del 50% de los casos un trastorno por uso rece en sujetos vulnerables, que cursa con recaídas de sustancias cuando se incluye el tabaco, excluido y que hace necesario un abordaje médico junto a en anteriores estudios (Lev-Ran et al., 2013; Marti- otras estrategias psicosociales imprescindibles. nez-Raga et al., 2013). Además, esta población tie- ne una elevada prevalencia –al menos duplica la de La comunidad científica ha identificado a la conduc- la población general– de otros trastornos médicos ta adictiva como una enfermedad familiar, genética, (metabólicos, infecciosos, neumológicos, neurológi- evidencia que va más allá de toda controversia. In- cos, oncológicos, etc.). cluso en ausencia de exposición a drogas, un factor medioambiental por sí mismo, el fenotipo adictivo Es común no tener en cuenta o ignorar el trastorno podría permanecer oculto, a pesar de la presencia por uso de sustancias en pacientes con trastornos de una gran carga genética (Volkow y Muenke, 2012). 4 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL
La relación etiológica que subyace a esta patología trastornos mentales: psicosis, trastornos afectivos o dual no es totalmente clara, pero se conoce la in- ansiosos, rasgos patológicos de personalidad, etc. tervención de factores genéticos, neurobiológicos, (Szerman et al., 2015). epigenéticos y medioambientales que contribuyen al desarrollo de estos trastornos una vez que el in- El paradigma clásico (Swendsen y Le Moal, 2011), dividuo se ha expuesto. En las ultimas décadas han que ha explicado y sigue explicando la conducta surgido diferentes teorías biológicas que intentan adictiva, pone el énfasis en los efectos de las sus- explicar las adicciones a sustancias (Badiani et al., tancias sobre el cerebro, dando la impresión de que 2011), todas ellas centradas en los efectos de las los trastornos mentales son consecuencia natural sustancias psicoactivas sobre el cerebro. de estos efectos (Nestler, 2005). Sin embargo, se sabe que en la mayoría de los individuos expuestos Evidencias consistentes demuestran que la inmensa el contacto con las drogas no precipita una conduc- mayoría de los sujetos expuestos a sustancias con ta adictiva, independientemente del tipo de sus- capacidad adictiva no desarrolla conductas adicti- tancia, su cantidad o la frecuencia de su uso. (Fel- vas (Swendsen y Le Moal, 2011). tenstein y See, 2008). Este modelo de paradigma clásico –que criticamos– asume que las drogas de La pregunta, repetida estos últimos años, de cuál abuso “secuestran” el sistema de recompensa cere- es el motivo por el que algunos sujetos dan el salto bral, interrumpiendo las conductas de respuesta a cualitativo del uso/abuso a la adicción, comienza a las recompensas naturales (Welberg, 2011). responderse desde la investigación: son los factores sociales los determinantes para el contacto inicial Las neurociencias permiten moverse desde este con las sustancias de abuso o el juego de apuestas, paradigma clásico basado en la neuroplasticidad y pero son factores individuales, genéticos, de per- vulnerabilidad adquirida, inducida por las drogas, sonalidad y otros trastornos mentales, los determi- dominante en la investigación básica, a un nuevo nantes para la aparición de una conducta adictiva paradigma basado en la vulnerabilidad individual, que, cuando aparece, suele instalarse rápidamen- que pone el foco en la solida asociación de las adic- te sin necesidad de que transcurran muchos años ciones con ciertos rasgos de personalidad (Belcher o de la repetición de ciclos intoxicación-abstinen- et al., 2014) y otros trastornos mentales ( Volkow, cia, cuando esto ocurre. En algunas circunstancias, 2001); (Swensen y Le Moal, 2011). por ensayo y error los sujetos con rasgos o estados de trastornos mentales pueden comenzar a usar y abusar de sustancias como tentativa de automedi- cación y aliviar así los síntomas de diferentes tras- Patología dual: paradigma de la tornos mentales, con lo que se enfrentan a un riesgo mayor: la adicción. vulnerabilidad individual Desde el punto de vista neurobiológico, las con- Las neurociencias intentan explicar los motivos por ductas adictivas a sustancias involucran múltiples los cuales algunos individuos expuestos a sustan- sistemas en el cerebro –entre ellos el circuito dopa- cias adictivas desarrollan adicción, mientras que minergico de recompensa cerebral– que gobiernan otros no. La interacción entre factores genéticos y la capacidad de planear, anticipar y cambiar de con- medioambientales podría explicar estas diferentes ducta ante circunstancias diversas (Volkow, 2015). vulnerabilidades, que de forma dicotómica da lugar En relación con las sustancias con potencialidad a sujetos resilientes o individuos vulnerables a sufrir adictiva, todas ellas deben tener la posibilidad de adicciones y otros trastornos mentales (Kourrich et actuar y ligarse a circuitos y sistemas endógenos. al., 2015). En ese sentido se han identificado como sustratos Desde el punto de vista científico, se presenta un los sistemas opioide endógeno, cannabinoide en- nuevo paradigma para entender las adicciones. Nos dógeno y colinérgico/nicotínico, entre otros. Estos movemos,desde el clásico, en el que la adicción de- sistemas no existen para que los seres humanos pende de la exposición frecuente e intensa a sus- puedan drogarse, sino que están vinculados desde tancias adictógenas o a situaciones tales como el una perspectiva evolutiva con la supervivencia in- juego, hacia un nuevo paradigma, el de la patolo- dividual y evolutiva de la especie (Szerman et al., gía dual, basado en la vulnerabilidad centrada en 2013). Un déficit, tanto heredado como adquirido, el individuo. El concepto de “patología dual” está en estos sistemas y circuitos cerebrales, que pueden más próximo al modelo de vulnerabilidad genética, ser disfuncionales, podría explicar tanto las conduc- neurobiológica y medioambiental que predispone a tas adictivas como otras conductas compulsivas, o muy diferentes fenotipos psicopatológicos o cómo la concurrencia con otros síntomas psiquiátricos, in- se expresa la enfermedad en la naturaleza. cluyendo rasgos patológicos o diferentes trastornos mentales (Szerman y Peris, 2015). De hecho, la in- El conocimiento de la enorme distancia entre los vestigación en neurociencias va demostrando la im- genes (genotipo) y la conducta medible (fenotipo) plicación de estos circuitos y sistemas en los otros condujo a buscar fenotipos intermedios, que, sien- PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL 5
do heredables, mediatizan la relación genoma-con- produce una elección diferente entre drogas; por ducta; son los denominados endofenotipos. ejemplo, estimulantes para los rasgos impulsivos y no estimulantes para un endofenotipo ansioso (Be- Existen claras influencias genéticas, que dan lugar lin et al., 2016). Es evidente que sustancias o drogas a endofenotipos, en la respuesta individual a las similares producen efectos distintos en cada indivi- sustancias: dentro de la amplia variabilidad indivi- duo, lo que se define por la identificación progresiva dual se va conociendo la existencia de alteraciones de distintos endofenotipos. genéticas y neurobiológicas que hacen a las sus- tancias más “placenteras” o necesarias para algu- Debemos insistir que en la valoración de los trastor- nas personas que para el resto; ciertas deficiencias nos mentales no se ha tenido en cuenta la involucra- genéticamente determinadas son corregidas por el ción de los diferentes sistemas cerebrales. Veamos uso de sustancias, conduciendo a la automedica- algunos ejemplos. ción/autorregulación neurobiológica. En todo caso, nos encontramos ante una gran variabilidad indivi- Sistema endocannabinoide dual, condicionada por diferentes variables genéti- cas (polimorfismos) que dan lugar a diferentes en- Si se pregunta a los usuarios habituales de canna- dofenotipos, que se podrían simplificar en: bis el motivo principal de su utilización, la mayoría responden que buscan relajarse. Esto indica que la - Polimorfismos en los genes que codifican las señalización endocannabinoide, expresada en algu- respuestas metabólicas al uso de sustancias. nas sinapsis de múltiples regiones cerebrales, juega Por ejemplo, la población asiática presen- un rol central en el control del estrés, el temor y la ta variantes que dificultan el metabolismo ansiedad. Este sistema incluye receptores cannabi- del alcohol, lo que da lugar a un fenotipo de noides (CB1R y CB2R) y sus ligandos endógenos, de respuestas aversivas al alcohol (Chen et al., los cuales el más conocido es la anandamida (Lutz 1996). et al., 2015). - Variables genéticas que condicionan diferen- La señalización del sistema endocannabinoide tam- tes respuestas subjetivas y fisiológicas al uso bién influencia la motivación para las recompensas de sustancias. Por ejemplo, los portadores de naturales, como comidas sabrosas, actividad sexual variantes genéticas (polimorfismos) de los e interacción social, al mismo tiempo que modula sistemas cerebrales opioides, colinérgico/ni- los efectos recompensantes de las drogas. La dis- cotínico o endocannabinoide responden de funcionalidad de esta señalización contribuye a forma diferenciada a la ingesta de estas sus- cambios en la plasticidad neuronal, aumenta las tancias. respuestas estresantes, da lugar a rasgos y estados emocionales negativos, y produce craving, que im- La investigación reciente ha identificado la presen- pulsa a la adicción. (Parson y Hurd, 2015). cia de endofenotipos en el marco de las múltiples diferencias individuales, relacionando rasgos de Individuos con mayor predisposición genética y alto personalidad con circuitos y sistemas cerebrales y riesgo para la psicosis son más propensos a consu- genes (Swendsen y Le Moal, 2011). La hipótesis de la mir cannabis y a utilizarlo en mayores cantidades automedicación ya sugería que las personas no se- (Power et al., 2014), y adolescentes vulnerables a leccionan la sustancia adictiva de forma arbitraria, desarrollar un cuadro de psicosis predicen el con- sino que lo hacen por ensayo y error, seleccionando sumo de cannabis en los siguientes años, y a la in- aquellas con las que se encuentran mejor, por ejem- versa, lo que sugiere una posible asociación causal plo, para su emocionalidad negativa o para altera- bidireccional entre uso adictivo del cannabis y psi- ciones cognitivas o perceptivas. Nos estamos mo- cosis (Griffith-Lendering et al., 2013). viendo de estas observaciones clínicas, la teoría de la automedicación, formulada desde una perspec- Se ha asociado un déficit cognitivo a usuarios cróni- tiva psicodinámica (Khantzian, 2013), a los nuevos cos de cannabis sin precisar diagnóstico, aunque en hallazgos de la investigación neurobiológica que pacientes diagnosticados de psicosis o esquizofre- permite comprenderlos como un mecanismo de au- nia, los resultados no han sido esos, sino contradic- torregulación (Szerman y Martinez-Raga, 2015). torios. Pacientes con primeros episodios de psicosis y una historia de uso previo de cannabis muestran La investigación intenta identificar mecanismos menor déficit cognitivo que aquellos que nunca han neurobiológicos y endofenotipos que predispon- usado cannabis. Incluso aquellos que tuvieron un gan al uso compulsivo de sustancias y expliquen las comienzo muy precoz en el uso de cannabis mues- múltiples diferencias individuales en la elección de tran mejor funcionamiento cognitivo que los pa- las diferentes drogas. Basándose en la investigación cientes con primeros episodios psicóticos que nun- animal, se debate cómo endofenotipos, de proba- ca lo usaron ( Yucel et al, 2012). El cannabis podría ble origen genético, rasgos de ansiedad, búsqueda ayudar a los sujetos con esquizofrenia a alcanzar ni- de novedades e impulsividad, por ejemplo, contri- veles de excitación más amplios en el lóbulo frontal, buyen al uso compulsivo de sustancias, y si esto que no son necesarios para el rendimiento en otros 6 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL
individuos pero sí para estos sujetos que sufren de se conoce que la ansiedad de apego se vincula a la un trastorno del espectro de la esquizofrenia; y la actividad opioide en el córtex cingulado (Panksepp activación del receptor CB1 tiene un efecto neu- et al., 2002). roprotector, aunque la exposición crónica termina desensibilizando los receptores (Freedman, 2008). Las respuestas afectivas y su alteración, llamada emocionalidad negativa, involucran disfunciones del sistema frontolímbico, aunque se va conocien- Sistema colinérgico/nicotínico do la implicación de circuitos cerebrales vinculados al sistema opioide. Este sistema, con sus receptores Implica al tabaco, principal droga que vehiculiza la opioides mu, está ampliamente distribuido en el ce- nicotina, cuyo sustrato en el cerebro es el sistema rebro y procesa estados emocionales complejos y colinérgico/nicotínico. La adicción al tabaco está afectos negativos cuando es disfuncional (Zubieta ampliamente extendida entre los sujetos que sufren et al., 2003). trastornos mentales, y son precisamente estos indi- viduos los principales compradores del tabaco ven- Es evidente su papel clave en la adicción a opioides, dido en los Estados Unidos (Lasser et al., 2000). En- pero la investigación ha dirigido el foco a diferen- tre categorías diagnósticas, la adicción más grave tes polimorfismos de receptores opioides, especial- y frecuente se produce en los individuos diagnos- mente el receptor opioide mu, y su participación en ticados de esquizofrenia. El uso de tabaco restau- endofenotipos tales como rasgos de personalidad ra transitoriamente en estos pacientes los déficits vinculados a emocionalidad negativa, búsqueda de cognitivos y sensoriales, y el cese del uso de taba- novedades, evitación del daño, dependencia de la co parece exacerbar los síntomas de la enfermedad recompensa y persistencia, los cuales podrían pre- (Ripoll et al., 2004). Los efectos de la nicotina sobre disponer a conductas adictivas (Schreckenberger la cognición podrían ser más pertinentes a la esqui- et al., 2008; Love et al., 2009). zofrenia, diagnóstico que se acompaña en una am- plia mayoría de déficit cognitivo. Pero estos sujetos Se conoce el papel relevante del sistema opioide en también la usan para regular el humor y reducir el mediar el dolor sensorial (físico), pero también en la estrés (Mobascher et al., 2008). Se conoce la vul- expresión del dolor emocional y los afectos negati- nerabilidad compartida entre esquizofrenia y adic- vos, como el dolor del aislamiento social. Desde una ción al tabaco, generada por la disfuncionalidad del perspectiva evolutiva, como la que aquí se hace, no sistema del receptor colinérgico/nicotínico y ciertos sorprende que los neurocircuitos y la neuroquímica déficits neuropsicológicos, que sufren hasta el 80% del dolor sensorial se solapen con las emociones so- de los individuos con esquizofrenia. Dichos déficits ciales complejas. mejoran tras la administración de nicotina, efecto positivo que podría ser más pronunciado en indi- La exposición a traumas infantiles como a diferen- viduos con esquizofrenia (Mackowick et al., 2013). tes variantes genéticas (polimorfismos) del sistema opioide se puede asociar con alteraciones en la fun- La adicción al tabaco está ampliamente extendida ción de este sistema, que se manifiestan como vul- entre los sujetos que sufren trastornos mentales En nerabilidad a sufrir trastornos por uso de sustancias un estudio randomizado diseñado para verificar los y otras expresiones de trastornos mentales, como efectos de la nicotina sobre la agitación y la hostili- ansiedad, depresión, etc. (Stein et al., 2007). dad en sujetos adictos a tabaco con esquizofrenia, los resultados demostraron su eficacia a la hora re- Sistemas neurobiológicos específicos como algunos ducirlas. Los autores sugieren en las conclusiones neuropéptidos (opioides y oxitocina) están implica- que es posible que no haga falta ni adicción ni abs- dos en conductas filiativas alteradas, intensificando tinencia a tabaco para lograr el efecto de la nicotina la ansiedad de separación, el sentimiento de bienes- de mejorar dimensiones sintomáticas como la agita- tar y la autoestima, y disminuyendo la capacidad de ción y hostilidad (Allen et al., 2011). confianza y la posibilidad de dar respuestas adecua- das a los otros, lo que conduce a conductas auto- destructivas que pueden aportar alivio desde el do- Sistema opioide endógeno lor. Esta perspectiva explica conductas y síntomas partiendo de disfuncionalidades neurobiológicas. El rol del sistema opioide endógeno en los trastor- nos mentales está siendo objeto de una investiga- La investigación también indica la involucración de ción muy fructífera desde hace ya bastantes años, neuropéptidos opioides en la patofisiologia de la aunque pocos de estos conocimientos se aplican psicosis, incluyendo las propiedades antipsicóticas en la clínica. de los agonistas opioides (Maremmani et al., 2014). El sistema opioide asegura a los mamíferos la ten- En general, se puede concluir que diferencias indivi- dencia a mantener vínculos sociales filiativos, que duales en la funcionalidad del sistema del receptor resultaron adaptativos a lo largo de la evolución. Al opioide mu predice endofenotipos, rasgos de per- estimular los receptores mu, los opioides reducen sonalidad que confieren vulnerabilidad o resilien- los índices de ansiedad de separación en animales y cia para desarrollar fenotipos como un trastorno PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL 7
por uso de sustancias y otros trastornos mentales y que no presente otro trastorno mental (Sellman, (Szerman y Peris, 2015). 2009). Pero si además se utilizan los actuales sis- temas de clasificación categorial de los trastornos mentales, se produce un elevado riesgo de infra- diagnóstico, con el resultado de no detectar las Trastornos mentales inducidos por otras manifestaciones de trastorno mental. sustancias Desde el punto de vista fenomenológico es difícil deslindar síntomas de la adicción de los otros tras- Pese a la relevancia que el DSM-5 da a los trastor- tornos mentales, convirtiendo esta tarea en un ob- nos mentales inducidos por sustancias, tanto las jetivo realmente complicado. evidencias epidemiológicas como las clínicas per- El paradigma de la vulnerabilidad individual debe miten sostener que se ha sobredimensionado su re- tener consecuencias en este diagnóstico. Se debe levancia. indagar sobre los efectos de la sustancia adictiva En realidad, “sólo una pequeña proporción de tras- en el paciente y en los síntomas, soslayando cual- tornos mentales parece atribuible a un trastorno quier perspectiva moralista, incluso las que sosten- por uso de sustancias, mientras que, a la inversa, los ga el paciente, que en ocasiones atribuye al “vicio” trastornos por uso de sustancias parecen ser atri- su conducta compulsiva. Se necesita conocer qué buibles a otros trastornos mentales” (Frisher et al., efectos tiene para este paciente el consumo de la 2005). Desde un punto de vista cronológico y feno- sustancia principal. Si el paciente consume sustan- menológico, “muchos trastornos mentales se ponen cias de forma compulsiva, se debe a que en algún en marcha antes de la emergencia de un trastorno sentido encuentra beneficios o mejor alivio sinto- por uso de sustancias” (Grant et al., 2009, Compton mático. et al., 2013). Por ejemplo, el estudio epidemiológi- Un diagnóstico de patología dual debe ser indivi- co NESARC efectuado en población general en los dualizado, imperfecto, valorando las diferentes di- Estados Unidos ha demostrado que los trastornos mensiones sintomáticas desde una perspectiva lon- del humor inducidos por el uso de sustancias “son gitudinal. sólo una muy pequeña proporción de los trastornos afectivos que sufren los individuos con trastorno La valoración de cada síntoma o trastorno debe por uso de sustancias” (Grant et al., 2004). Similares comenzar tan pronto como sea posible, sin esperar modelos de comorbilidad y factores de riesgo entre arbitrarios períodos de espera o abstinencia, sin el individuos con depresión inducida por sustancias y requerimiento de la estabilización psiquiátrica, so- aquellos con depresión dual sugieren que estas dos bre las bases de una historia longitudinal integrada condiciones podrían compartir factores etiológicos (Minkoff, 2001). comunes subyacentes (Blanco et al., 2012). Por tan- to, pese a la importancia que le otorga el DSM-5 a El desarrollo de instrumentos diagnósticos estan- los trastornos inducidos, enunciados desde un pun- darizados es de difícil adaptación a esta perspec- to de vista puramente descriptivo, para la patolo- tiva, ya que no recogen las diferencias individuales. gía dual este diagnóstico esta sobrerrepresentado Sin embargo, desde una perspectiva tradicional y puede conducir a la “puerta equivocada” a los pa- se puede destacar un instrumento derivado de la cientes duales. entrevista PRISM (Psychiatric Research Interview for Substance and Mental Disorders), desarrollado Aunque hay muchas evidencias acumuladas en con- en España por el grupo de Marta Torrens, conoci- tra, se sigue sosteniendo que el uso de sustancias do como instrumento de screening del diagnósti- provoca –o en el mejor de los casos, desencade- co dual (The Dual Diagnosis Screening Instrument, na– enfermedades mentales que de otra manera DDSI) (Mestre-Pintó et al., 2014). no se hubieran producido. Los estudios epidemio- lógicos no confirman esta hipótesis, ya que pese al Existen otros instrumentos ya menos específicos aumento, en algunos casos exponencial, del uso de pero utilizados en nuestro campo, como el Glo- sustancias por los jóvenes en Occidente, no se ha bal Appraisal of Individual Needs-Short Screener producido una mayor incidencia de otros trastornos (GAIN-SS), diseñado para identificar y agrupar de mentales. forma dimensional la psicopatología, como por ejemplo entre “trastornos internalizadores” y “ex- ternalizadores”, incluyendo trastornos por uso de sustancias y otros trastornos mentales (Veldhuizen et al., 2014). Muchos de estos instrumentos no iden- El diagnóstico de la patología dual tifican pacientes con trastorno por déficit de aten- ción e hiperactividad (TDAH), esencial en pacientes Es bastante inusual encontrar un individuo en bús- con trastornos adictivos, aunque se dispone de ins- queda de tratamiento en un centro de adicciones trumentos específicos para ello (Daigre et al., 2015). 8 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL
Tratamiento de la patología dual individuos con psicosis, la utilización de fármacos estimulantes con sus efectos “paradójicos” en in- dividuos con impulsividad, déficit atencional y uso El reconocimiento de la patología dual en los últi- problemático de sustancias, etc. mos años ha generado un intenso debate sobre el adecuado diagnóstico, la eficacia de las interven- El abordaje psicosocial está bastante desarrollado ciones y, en última instancia, la planificación de la para las conductas adictivas como entidades sepa- asistencia sanitaria. Hoy en día no se puede desco- radas y con entidad propia, aunque desconoce la nocer que, en cualquier dispositivo asistencial, debe mayoría de las veces la patología dual. incluirse la patología dual entre las prioridades, ya que obviando esta perspectiva no podremos tratar El paradigma de la vulnerabilidad individual debe adecuadamente las enfermedades mentales. posibilitar un cambio en el abordaje terapéutico que permita que el diagnóstico personalizado e imper- La existencia de dos redes para tratar a un único fecto dé lugar a un tratamiento en consecuencia. enfermo mental, originada en la década de 1980, Los trastornos duales deben ser valorados y trata- se debe probablemente a la creencia en un origen dos juntos, como trastornos primarios, cuando coe- sociogenético, medioambiental y cultural de los xisten temporalmente, y como trastornos relaciona- trastornos adictivos, ignorando las evidencias cien- dos cuando se presentan de forma secuencial a lo tíficas, ahora disponibles, que indican claramente largo del ciclo vital. que hablamos de enfermedades cerebrales deter- minadas genéticamente. Las consecuencias, que Para el primer caso, la evidencia empírica demues- se prolongan mayoritariamente hasta la actualidad, tra que es más eficaz tratar, por ejemplo, un trastor- son la existencia de dispositivos separados, que en no depresivo y un trastorno por uso de alcohol de el mejor de los casos proveen servicios paralelos o forma conjunta, que tratar ambas manifestaciones secuenciales en el abordaje de la patología dual, to- psicopatológicas como no relacionadas y hacerlo dos asociados con una variedad de dificultades que por separado (Pettinati et al., 2010). En la segunda inciden sobre el aumento de la morbimortalidad. hipótesis, que el trastorno depresivo, por ejemplo, se presente años después de una adicción a la he- La investigación apoya la mayor efectividad y efi- roína, ahora con un uso problemático de alcohol, ciencia de tratamientos integrados, o la facilitación debería tenerse en cuenta esta información para de su integración. En ese sentido, es crucial com- tratar quizás la patología dual –depresión más uso prender la limitación de las aproximaciones tradi- problemático de alcohol– con antidepresivos y ago- cionales en la valoración y el manejo de estos tras- nistas a opiáceos, en lugar de antagonistas, como se tornos (Mueser et al., 2003). La literatura científica hace de forma habitual. acumulada en las pasadas dos décadas indica que esta patología dual responde mejor a tratamientos integrados (Greenfield y Weiss, 2015). El abordaje debe ser siempre desde una perspecti- Conclusiones va biopsicosocial, como se hace en todos los tras- tornos mentales complejos. Pese a la existencia de sólidas evidencias sobre la existencia sindrómica de la patología dual, éstas no El abordaje psicofarmacológico es difícil, ante los se han incorporado a la salud pública y a la reali- pocos instrumentos psicofarmacológicos apropia- dad asistencial, que sigue anclada en dos redes, la dos que tengan indicación, lo que en mucha ocasio- mayoría de las veces aún totalmente separadas y nes obliga a prescripciones off-label, con las conse- disociadas. cuencias éticas y legales que esa practica conlleva. Es verdad que la psicofarmacología se ha validado También desde un punto de vista académico, no- para categorías diagnósticas cuando se conoce que sológico y nosografico, son claras las resistencias los fármacos actúan a nivel cerebral, incidiendo en a incorporar estos nuevos paradigmas, basados en diversos sistemas de neurotransmisión cerebral, con evidencias científicas, aunque compartidos con las respuestas que van mucho más lejos que las indi- dificultades para una nueva conceptualización de caciones aprobadas por las agencias reguladoras. las enfermedades mentales apoyada en la investi- También se sabe que los fármacos, al igual que las gación en neurociencias. sustancias, producen respuestas diferentes en indi- viduos diferentes. Así por ejemplo, fármacos ago- La actual conceptualización y clasificación de los nistas o antagonistas opioides pueden dar lugar a trastornos mentales como entidades categóricas, respuestas sintomáticas y conductuales que van separadas e independientes no permite identificar más lejos que la indicación de adicción a opioides adecuadamente al individuo que sufre patología o alcohol. Nos podríamos preguntar por la utilidad dual, ni sus amplias diferencias individuales. Se hace de agonistas nicotínicos en diversas manifestacio- necesario un diagnóstico personalizado e imper- nes sintomáticas, como alteraciones cognitivas en fecto, más sintomático y dimensional, en todas sus PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL 9
expresiones a lo largo del ciclo vital, que el actual siempre que se habla de cambios, existen intereses diagnóstico categorial. profesionales en campos delimitados y separados, y en consecuencia, ciertas resistencias y barreras Hay algunas resistencias propias, como es el caso de a incorporar estos nuevos conocimientos. Pese a las redes separadas y la antigua filosofía que hacía estas dificultades, va en aumento la posibilidad de incompatibles ambos campos, el de la salud mental conocer, diagnosticar y tratar adecuadamente se- totalmente separado de la red de adicciones. Como gún el estado de la ciencia actual, al individuo con consecuencia, ninguno de los dispositivos está su- patología dual. ficientemente preparado para abordar todos los problemas clínicos que presentan estos individuos. La patología dual integra la salud mental no sólo de Esta dificultad se sigue trasladando a la formación forma conceptual, sino también asistencial, lo que de las nuevas generaciones de residentes y exper- nos permite afirmar que sin patología dual no hay tos que no disponen de programas adecuados ni salud mental. líderes con la formación apropiada. También, como 10 PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL
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Test de evaluación 1- ¿Cuál de las siguientes definiciones de patolo- d. El DSM-5 considera que el trastorno por uso gía dual es la correcta? de internet s debe tener en cuenta como un posible próximo trastorno adictivo oficial. a. La comorbilidad de un trastorno por uso de sustancias y una enfermedad mental. 5- ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es inco- b. El diagnóstico dual de una adicción y un tras- rrecta? torno mental. c. Una conducta adictiva y otro trastorno men- a. Individuos con mayor predisposición genética tal, bien de forma simultánea o secuencial a lo y alto riesgo para la psicosis son más propen- largo del ciclo vital. sos a consumir cannabis y a utilizarlo en ma- d. Una adicción química junto a un trastorno yores cantidades. mental. b. Desde un punto de vista cronológico y feno- menológico, muchos trastornos mentales se 2- ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es verda- ponen en marcha antes de la emergencia de dera? un trastorno por uso de sustancias. c. Un porcentaje de población asiática presenta a. La patología dual es la coexistencia indepen- variantes genéticas que dificultan el metabo- diente de un trastorno por uso de sustancias lismo del alcohol, lo que da lugar a un fenoti- y una enfermedad mental. po de respuestas aversivas al alcohol. b. Los estudios epidemiológicos indican que la d. El trastorno por uso de tabaco no es patología patología dual es poco frecuente en la pobla- dual. ción con diferentes trastornos mentales. c. La adicción al tabaco es un hábito y no es pa- 6. En relación con la patología dual con tabaco, ¿qué tología dual. afirmación de las siguientes es falsa? d. Los condicionantes sociales son responsables del contacto con sustancias adictivas, pero la a. Se conoce la vulnerabilidad compartida entre adicción depende de factores individuales, esquizofrenia y adicción al tabaco, generada genéticos, de personalidad y otros trastornos por la disfuncionalidad del sistema del recep- mentales. tor colinérgico/nicotínico, y ciertos déficits neuropsicológicos mejoran después de la ad- 3- El paradigma de la vulnerabilidad individual im- ministración de nicotina. plica que: b. Pacientes con primeros episodios de psico- sis, aquellos con una historia de uso previo de a. La conducta adictiva es consecuencia del tipo cannabis, muestran peor déficit cognitivo que de sustancia, su uso frecuente e intensidad. aquellos que nunca han usado el cannabis. b. Los cambios neuroplásticos que produce en c. La adicción al tabaco está ampliamente ex- el cerebro la sustancia adictiva, dan lugar a la tendida entre los sujetos que sufren trastor- adicción. nos mentales. c. Disfuncionalidades genéticas y neurobiológi- d. En un estudio randomizado diseñado para ve- cas previas generan vulnerabilidad para con- rificar los efectos de la nicotina sobre la agi- ductas adictivas y otros trastornos mentales. tación y agresión en sujetos adictos a tabaco d. Una educación basada en valores impide la con esquizofrenia, los resultados demostraron aparición de la patología dual. la eficacia de la nicotina en reducir la hostili- dad, agitación y agresividad. 4- En relación con las adicciones comportamenta- les, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es inco- 7- ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es incorrecta? rrecta? a. En relación con las sustancias con potenciali- a. Según estudios epidemiológicos, los indivi- dad adictiva, todas ellas deben tener la posibi- duos con trastorno por juego presentan en un lidad de actuar y ligarse a circuitos y sistemas 96% otro trastorno mental asociado. endógenos. En ese sentido, se han identifica- b. El contacto frecuente con juegos de apuestas do como sustratos los sistema opioide endó- pone en marcha un trastorno por juego pato- geno, cannabinoide endógeno, colinérgico/ lógico. nicotínico, etc. c. El DSM-5 sugiere similitudes entre trastornos b. La hipótesis de la automedicación, y su con- de la conducta alimentaria y los trastornos tinuidad en la hipótesis de la autorregulación, por uso de sustancias. PATOLOGÍA DUAL PROTOCOLOS DE INTERVENCIÓN: INTRODUCCIÓN A LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PATOLOGÍA DUAL 13
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