Es verdaderamente factible y deseable la independencia? Beneficios mutuos de mantener a los territorios de ultramar europeos
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¿Es verdaderamente factible y deseable la independencia? Beneficios mutuos de mantener a los territorios de ultramar europeos Axel Oswaldo Martínez Ramírez Oscar Abraham Raya López Ciudad de México, México Junio 2021 /in/axel-martinez-ramirez-mx/ /in/oscar-abraham-raya-lópez-/ Copyright © All rights reserved 1
Índice Abstract 3 Introducción 4 Justificación 4 Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte 5 Tensiones con la metrópoli británica 6 Beneficios para los Territorios de Ultramar Británicos de su no-independencia 8 Beneficios para Reino Unido de la no-independencia de sus Territorios de Ultramar 9 Reino de Dinamarca 11 Tensiones con la metrópoli: Islas Feroe 11 Tensiones con la metrópoli: Groenlandia 12 Beneficios que obtienen las Islas Feroe de su no independencia 13 Beneficios que obtiene Groenlandia de su no independencia 14 Beneficios que obtiene Dinamarca de la no independencia de las Islas Feroe 14 Beneficios que obtiene Dinamarca de la no independencia de Groenlandia 15 Conclusiones 16 Referencias 19 Anexos 23 2
Abstract ¿Es cierto que la época de los imperios europeos ha quedado en el pasado? Si bien es cierto que Europa ya no es el indiscutible centro del mundo, si es falso argumentar que “Europa ya no está por todos lados”. Por ejemplo, en estricto sentido, Reino Unido y Estados Unidos tienen frontera común, de la misma forma que Dinamarca tiene aguas nacionales en el Océano Ártico, a pesar de que el país nórdico se encuentra atrapado entre el Mar Báltico y el Mar del Norte. Los territorios de ultramar europeos son “los tentáculos” que algunas antiguas potencias imperiales, como Reino Unido y Dinamarca, aún tienen extendidos por el mundo. Pero, ¿por qué siguen sin independizarse estos territorios? La presente investigación indaga sobre dos casos: Reino Unido y Dinamarca. Primero, se dará una breve introducción general. Enseguida, se abordará a Reino Unido, primero dando una breve introducción a los Territorios de Ultramar Británicos, luego a las tensiones contemporáneas Territorios-metrópoli, y al final puntualizando los beneficios que obtienen tanto los Territorios como Reino Unido de la no independencia de los primeros. Después se hará exactamente lo mismo con Dinamarca pero, a diferencia de Reino Unido (que tiene 14 Territorios), se dará más lujo de detalle pues solo hay dos Territorios de Ultramar Daneses. Al final, el lector comprenderá porque la no independencia de los Territorios es altamente beneficiosa tanto para ellos mismos como para sus metrópolis. Palabras clave: Territorios de ultramar, Europa, Reino Unido, Dinamarca, tensiones, independencia, beneficios de la no independencia, Territorios de Ultramar Británicos, Groenlandia, Islas Feroe Is it true that the era of European empires is something about history? It is true Europe is no longer the undisputable centre of the world, but it is also false to argue ‘Europe is not everywhere anymore’. For instance, in a strict sense, the United Kingdom and the United States share a common border, just as Denmark has claims of national waters in the Arctic Sea even though the Nordic country is locked between the Baltic Sea and the North Sea. The European overseas territories are the ‘tentacles’ some former imperial powers, such as the United Kingdom and Denmark, still have around the world. But, why are not these territories independent? The present research will inquire about two cases: the United Kingdom and Denmark. First, a brief general introduction will be put forward. Afterwards, the British case will be explained, first by giving a brief introduction to the British Overseas Territories, then to the contemporary Territories-metropolis tensions, and in the end to the benefits that both the Territories and Britain obtain of the non-independence of the former will be pointed out. Subsequently, the same will be done but with the Danish case but, unlike Britain (which has 14 Territories), greater practical detail will be offered because there are only two Danish Overseas Territories. Ultimately, the reader will understand why the non-independence of the Territories is highly beneficial both to themselves as to their metropolises. Key words: Overseas territories, Europe, United Kingdom, Denmark, tensions, independence, benefits of non-independence, British Overseas Territories, Greenland, Faroe Islands 3
Introducción De acuerdo con la Unión Europea (2020, par. 2), “los territorios de ultramar son los países y territorios que no son independientes y están vinculados a un Estado europeo, ya sea miembro o no de la respectiva organización”. Estas regiones marítimas sin duda alguna son bastante interesantes debido a que son los últimos vestigios en el mundo contemporáneo de los antiguos imperios europeos que colapsaron hace muchos años. A diferencia de otras regiones que también estuvieron bajo el yugo imperial europeo, véase Latinoamérica por ejemplo, estas islas (en su enorme mayoría) no han buscado energéticamente independizarse de sus conquistadores. En cambio, los territorios de ultramar, por diversas razones, prefirieron un camino donde el principal eje fue formalizar y flexibilizar sus relaciones políticas y económicas con sus respectivas metrópolis. Teniendo la anterior información en cuenta, surge la pregunta de investigación que se espera poder responder con éxito a lo largo de todo el trabajo: ¿Cuál es el beneficio mutuo, tanto para los territorios de ultramar europeos como para sus respectivas metrópolis, de preservar el status quo de no independencia de los primeros? Debido a la enorme cantidad de territorios de ultramar europeos, resulta extremadamente complicado analizarlos de forma satisfactoria a todos en una sola investigación académica, por lo que el enfoque del presente trabajo estará en Reino Unido, Dinamarca, y sus respectivos territorios de ultramar (los 14 británicos y los 2 daneses). A pesar de las profundas diferencias presentes en las regiones marítimas a analizar, todas comparten algo en común: han tenido tensiones muy fuertes con sus metrópolis en los últimos años. Sucesos como el Brexit o el descubrimiento de potenciales nuevas rutas comerciales han sido los responsables de potenciar a un nuevo nivel los conflictos entre los territorios de ultramar y sus respectivas metrópolis; los desenlaces de estos problemas actuales han sido constantes cabildeos, referéndums o movimientos independentistas por consolidarse. Como se verá más adelante, el sentimiento de querer ser independientes de sus viejos conquistadores está presente en los territorios de ultramar (aunque el grado de deseo por la independencia depende mucho del territorio de ultramar en cuestión), sin embargo, pasan los años y estos siguen sin independizarse, ¿por qué sucede esto? La presente investigación ofrecerá puntuales respuestas a esa pregunta. Justificación La descolonización es un fenómeno que caracterizó fuertemente la segunda mitad del siglo XX. Aunque ya había comenzado desde el siglo XIX, la mayoría de los territorios y naciones colonia de Europa consiguieron su independencia durante la Guerra Fría. Sin embargo, sobresale el hecho de que hay unos cuantos países del Viejo Continente que aún poseen ciertos territorios en distintas partes del mundo (aunque ahora les dicen “de ultramar”). Es necesario, por lo tanto, analizar y estudiar las razones por las cuales esos tantos territorios siguen bajo dominio de metrópolis europeas pues, muy probablemente, pueda ser que a ambas partes (i.e. territorios de ultramar y sus respectivas metrópolis europeas) les convenga que el status quo de no independencia se mantenga. 4
Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte Reino Unido cuenta con 14 Territorios de Ultramar Británicos, 11 insulares, 1 fracciones de isla, 1 peninsular y 1 más terrestre e insular, distribuidos entre el Mar Mediterráneo, el Mar Caribe, el Océano Índico, el Océano Pacífico Sur y el Océano Atlántico Sur (ver anexo I). Todos y cada uno de estos Territorios tiene una relación peculiar con Reino Unido, pero todos comparten el pasado imperial británico de una u otra manera (ver anexo II). Existe otro tipo de “territorio”, también insular, pero que no se denominan “de ultramar” sino Dependencias de la Corona Británica, y se diferencian enormemente de los Territorios de Ultramar Británicos. Para empezar, las Dependencias están geográficamente hablando más cerca de Reino Unido, pues forman parte de las Islas Británicas (ver anexo III). Son tres las Dependencias. La Isla de Man, situada en el Mar Irlandés, y las Islas del Canal: el Bailiwick de Jersey (que incluye la isla del mismo nombre y las islas deshabitadas de Minquiers, Ecrehous, Les Dirouilles, y Les Pierres de Lecq) y el Bailiwick de Guernsey (que consiste en las islas de Guernsey, Alderney, Sark, Herm, Jethou, Brechou, Burhou y Lihou) (Mut Bosque, 2020, p. 152). Los Territorios, por su parte, están en varios océanos y a miles de kilómetros de distancia de Reino Unido (ver anexo I). Las Dependencias técnicamente nunca fueron colonias británicas, sino reinos feudales subyugados a Inglaterra (el Ducado de Normandía para las Islas del Canal y la Isla de Man fue regida por escandinavos), mientras que los Territorios fueron denominados como colonias hasta 1981, luego como “Territorios Dependientes Británicos” y desde 2002 como Territorios de Ultramar Británicos (Mut Bosque, 2020, p. 153). Sin embargo tanto los Territorios como las Dependencias tienen altos niveles de autonomía interna, en ambos la monarca británica es la Jefa de Estado, pero cada Dependencia/Territorio elige a su propio Jefe de Gobierno; ambos carecen de representación en el Parlamento Británico, pero eligen a sus propias asambleas legislativas y tienen su propio sistema judicial (aunque ciertas apelaciones se pueden atender por el Comité Judicial del Privy Council en Londres) (Mut Bosque, 2020, p. 154). Ni las Dependencias ni los Territorios son propiamente parte de Reino Unido, pero este retiene jurisdicción básicamente en tres áreas: defensa, relaciones exteriores y buena gobernanza, este último quiere decir que Reino Unido puede suspender la autonomía interna temporalmente e imponer control directo si los gobiernos locales no aseguran la “buena gobernanza”. En las Dependencias nunca se ha impuesto control directo, en algunos Territorios sí (Mut Bosque, 2020, p. 155). A pesar de estas similitudes, en esta investigación se excluirán a las Dependencias del análisis y se concentrará únicamente en los Territorios de Ultramar Británicos, pues se considera que las diferencias históricas hacen que la relación que tienen los Territorios con Reino Unido sea considerablemente diferente a la que tienen las Dependencias con Reino Unido. Adicionalmente, el otro caso de estudio de la presente investigación, Dinamarca, no tiene algo similar a las Dependencias sino solo territorios de ultramar, por lo que resulta aún más conveniente enfocarse solo en los Territorios de Ultramar Británicos para no estropear la comparativa con Dinamarca. 5
Tensiones con la metrópoli británica Los Territorios de Ultramar Británicos han tenido diversos problemas con Reino Unido durante mucho tiempo, pero durante las últimas décadas se han agravado por diversas razones. La primera de estas tensiones fue producto de la crisis financiera de 2008, ya que un buen número de Territorios (e.g. Anguila, Bermuda, las Islas Caimán, Montserrat, las Islas Turcas y Caicos o las Islas Vírgenes Británicas) dependen del sector financiero, el cual evidentemente se vio fuertemente afectado. Reino Unido implementó al año siguiente los Marcos de Responsabilidad Fiscal, los cuales limitaban la capacidad de endeudamiento de los Territorios, ergo, dificultando la posibilidad de recuperarse de la crisis (Panadès-Estruch, 2020, pp. 14-15). La relación constitucional metrópoli-Territorio también es un punto de tensión. Algunos Territorios como Montserrat o las Islas Vírgenes Británicas consideran que es irrespetuoso e inadecuado que la Dirección de los Territorios de Ultramar, que es parte de la Oficina de Exterior y de la Mancomunidad, sea la encargada de ser la intermediaria entre los Territorios y el gobierno británico porque los Territorios no son Estados como para ser vistos “del exterior” ni son parte de la Mancomunidad (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, p. 7). Sin embargo hay otros territorios, como las Islas Falkland, que discrepan y creen que la Oficina de Exterior es la adecuada porque permite conectar a los Territorios más rápido con el resto del mundo, aunque eso no significa que no consideren que la Oficina requiere de mejoras (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, p. 8). Aunque la Oficina del Exterior es la encargada de los Territorios, estos consideran también irrespetuoso que sea el Departamento para el Desarrollo Internacional el que tenga mayor influencia sobre estos, pues la mayoría de los recursos que reciben viene de ahí y no de la Oficina (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, p. 9). En 2018 el Parlamento Británico aprobó la Ley de Sanciones y Anti Lavado de Dinero, lo cual también fracturó las relaciones con los Territorios, especialmente con aquellos que dependen enormemente de los servicios financieros tanto para la generación de ingresos como de empleo. Esta Ley obliga a los Territorios a hacer públicamente accesible los nombres de los beneficiarios para así combatir los casos de corrupción de otros países que lavaban dinero en los Territorios (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, pp. 13-14). Sin embargo el sector financiero es una tarea delegada para los Territorios, por lo que se consideran que se violaron sus derechos pues no fueron escuchado para la creación de la Ley y, de incumplirla, la Oficina puede imponer control directo sobre los Territorios, algo que de nuevo podría estropear aún más la relación (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, pp. 15-16). Esto también abrió debate (como ocurrió con el Brexit) sobre si los Territorios deberían tener representación en Westminster, tal y como sí ocurre con los territorios de ultramar franceses y daneses con sus respectivas metrópolis (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, p. 17). Otro problema mayúsculo es el presupuesto y la dependencia hacia este, el cual cómo se mencionó, viene en su mayoría del Departamento para el Desarrollo Internacional (lo cual también es disputado porque el Departamento tiene como objetivo erradicar la 6
pobreza en otros países… y los Territorios no son países y no todos tienen pobreza extrema). Algunos Territorios, como Montserrat, son dependientes hasta en un 60% del presupuesto porque por catástrofes naturales se les ha hecho casi imposible poder reactivar su economía (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, pp. 18-19). En el caso de Montserrat fue una erupción volcánica, algo poco común, pero en otros como las Islas Vírgenes Británicas y en las Islas Turcas y Caicos son huracanes, lo cual es cada vez más común. En algunos casos hay necesidades antiguas que no han sido atendidas desde que se detectaron, como son las reparaciones en el Aeropuerto de Ascensión o el puerto de Tristan da Cunha (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, p. 20). La crisis medioambiental per se perfila que requerirá de más recursos para aminorar las consecuencias en los Territorios, pues estos son fuertemente vulnerables al cambio climático, lo cual está en duda que Reino Unido pueda cubrir, pues ni siquiera ha diseñado un plan a largo plazo para cubrir los déficits que dejará la falta de financiamiento que recibían los Territorios por parte de la Unión Europea (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, p. 21). El Brexit es otro de los agravantes de los problemas metrópoli-Territorio. Según la ley europea, los Territorios no eran parte de la Unión Europea, sino que eran “territorios asociados” a excepción de Gibraltar, el cual era un “territorio europeo cuyos asuntos exteriores son responsabilidad de un Estado Miembro (i.e. Reino Unido)” (Mut Bosque, 2020, p. 156). Todos los Territorios recibían cierto grado de ayuda política, económica y financiera por parte de la Unión Europea, además de gozar de libre acceso al Mercado Común Europeo y del libre movimiento de personas y seguridad comercial (Mut Bosque, 2020, p. 158). Todo eso se perdió, Reino Unido prometió cubrir los déficits de dejaría la salida de la Unión Europea, pero solo se comprometió a cubrirlos hasta 2020, no más (Mut Bosque, 2020, p. 158). Stricto sensu, nada le impedía ex iure a Reino Unido incluir a los Territorios en el referéndum del Brexit de 2016, pero en parte decidió no hacerlo porque los Territorios son fuertemente partidarios de la Unión Europea por todos los beneficios previamente descritos (Mut Bosque, 2020, pp. 157-158). La justificación de Reino Unido de no incluirlos fue porque técnicamente los ciudadanos de los Territorios no eran ciudadanos de la Unión Europea. Solo Gibraltar, por su status especial, si le fue permitido participar en el referéndum y los resultados fueron aplastantes: 96% votó para mantenerse dentro de la Unión Europea, lo cual es indicativo de cómo pudieron haber votado los demás Territorios (Mut Bosque, 2020, p. 159). Es de mencionar adicionalmente que, salvo la de Gibraltar, ninguna opinión de ninguno de los demás Territorios fue tomada en cuenta durante las negociaciones del acuerdo post-Brexit con la Unión Europea. El más reciente detonador de controversias ha sido la actual pandemia del COVID- 19, pues la asistencia que le dio y las políticas que implementó Reino Unido en cada territorio variaron significativamente. Las Islas Falkland, por ejemplo, quedaron completamente aisladas del mundo durante el inicio de la crisis, lo cual los benefició en el sentido de no recibir casos de infección, pero a la vez lo afectó porque no tenían siquiera la capacidad de hacer las pruebas de coronavirus ahí mismo, lo que los obligaba a mandarlas hasta Reino Unido. Meses después Reino Unido empezó a enviar ayuda para que ahí pudieran hacer las pruebas, lo cual en parte podría haber sido como resultado de la presión Argentina estaba 7
haciendo (los argentinos les ofrecían a las Islas ayuda, pero estas la rechazaban) (Benwell, Clegg & Pinkerton, 2021, pp. 160-162). A Gibraltar ya la había ayudado ex-ante a la pandemia de cierta manera Reino Unido, pues por el Brexit se había apresurado a, inter alia, mejorar su sistema de salud, lo que involucraba mejorar la capacidad de producción de oxígeno, el número de ventiladores y demás. Además, el hecho de que España nunca cerrara la frontera también le ayudó mucho a no afectar a la comunidad fronteriza (Benwell et al., 2021, pp. 162-163). Con las Islas Vírgenes Británicas, por su parte, hubo una fuerte tensión entre el gobierno local y el Gobernador (el jefe de Estado de facto que representa a la Reina). El gobierno local quería adoptar un paquete de estímulo económico que involucraba cierto grado de endeudamiento, a lo cual se opuso el Gobernador. Peor aún fue cuando, en su afán por limitar el movimiento entre las islas y fuera de estas, el Gobernador llamó a un buque de la armada británica sin haber consultado al Premier (el jefe de gobierno de las Islas) con anterioridad, por lo que fue etiquetado por sus acciones de neocolonialismo Benwell et al., 2021, p. 163). Nicola Harmer, de la Universidad de Plymouth, analizó los discursos de los parlamentarios en Westminster entre 2010 y 2017 para encontrar qué asuntos eran los que traían a discusión el tema de los Territorios de Ultramar Británicos. De los casi 800 discursos que se encontraron hablaban sobre los Territorios, 257 eran sobre el tema de transparencia financiera, que por mucho supera al segundo tema, que era sobre imposición de legislación sobre los Territorios y sobre reclamos irredentistas con apenas 39 menciones cada uno (Harmer, 2018, pp. 388-390) (ver anexo IV). Cualitativamente se pudo descifrar otro tipo de problemas, como el desprecio de la metrópoli hacia las necesidades particulares de los Territorios, el problema de la no representación, el tema de las tareas delegadas, el balance entre la transparencia financiera y el combate a la corrupción y al lavado de dinero terrorista fueron algunos de los que más resonaron (Harmer, 2018, pp. 391-393). Beneficios para los Territorios de Ultramar Británicos de su no-independencia El primer beneficio que reciben los Territorios de su relación con Reino Unido es, indiscutiblemente, seguridad y defensa. Reino Unido siempre ha refrendado su compromiso por salvaguardar la integridad de los territorios frente a amenazas externas, incluyendo el terrorismo o el crimen organizado (Foreign and Commonwealth Office, 2012, pp. 21-29). Esta es una ventaja que quizá no sea apreciada por igual por todos los Territorios, pues sus particularidades determinan si lo ven como algo valioso o no. Para Santa Helena, Ascensión y Tristán da Cunha y para Pitcairn evidentemente este beneficio es insignificante, pues se encuentran en el medio de la nada, son de difícil acceso y no sufren de amenazas externas; pero para Gibraltar o para las Islas Falkland este es quizá su beneficio más preciado, pues de no ser por Reino Unido sus vecinos ya se los hubieran anexado desde hace mucho, i.e. España y Argentina respectivamente (ver anexos I & II). A partir de los años de la década de 1980 el proceso de descolonización que abanderaba la Organización de las Naciones Unidas, si bien no se ha detenido oficialmente, en la práctica está estancado. Desde esa década ya no ha habido independencias de antiguas colonias europeas, en parte, porque esas independencias no necesariamente significaron desarrollo y 8
prosperidad. Los índices de desarrollo socio-económico de los Territorios de Ultramar europeos excedían por mucho los índices de Estados insulares soberanos en la primera década del siglo XXI (Prinsen & Blaise, 2017, p. 57). Esto es particularmente evidente en el Caribe, en donde los Territorios de Ultramar Británicos son, por mucho, más prósperos y desarrollados que muchos de sus vecinos independientes, como Haití o Granada. Prueba irrefutable de esto es el caso de las Islas Turcas y Caicos o las Islas Vírgenes Británicas, las cuales tienen precisamente altos números de población inmigrante proveniente de sus vecinos caribeños independientes (ver anexo II). Muchos territorios, por no decir todos, gozan también de una impunidad bastante beneficiosa para burlar las jurisdicciones británicas. Por ejemplo en Reino Unido las uniones civiles entre personas del mismo sexo es legal y reconocida desde hace más de una década, mientras que en los Territorios no y estos no han recibido castigos graves por su negativa (House of Commons Foreign Affairs Committee, 2019, 25-26). Esto no quiere decir que Reino Unido no esté dispuesto a imponer control directo, de hecho lo hizo en 2009 contra las Islas Turcas y Caicos por un caso de corrupción (Mut Bosque, 2020, p. 155), pero es altamente improbable que Reino Unido imponga control directo sobre los Territorios si éstos respetan la jurisdicción británica en al menos los temas que más les preocupan a los parlamentarios en Westminster (ver anexo IV). No menos importante es señalar que para algunos Territorios es extremadamente difícil independizarse, pues tienen una alta dependencia de financiamiento, i.e. Reino Unido termina pagando la mayoría de sus cuentas. Para Montserrat por ejemplo reconstruirse por sí sola es prácticamente imposible, pues como se mencionó el 60% de su dinero lo pone directamente Reino Unido. Y no es el único Territorio así, las Islas Pitcairn, Henderson, Ducie y Oeno y Santa Helena, Ascensión y Tristán da Cunha cuentan una historia similar: por la pobre diversificación de sus economías y por su inaccesibilidad geográfica son islas con alta dependencia financiera cuya independencia empeoraría aún más sus situaciones (Department for International Development, 2011, p.1). Reino Unido sigue comprometido con lograr que todos los Territorios sean autosuficientes, pero aun cuando algunos lo logran, para estos es fácil caer de nuevo (al menos efímeramente) a la dependencia financiera porque no pueden hacerle frente por sí solos a adversidades mayúsculas (e.g. fenómenos naturales o crisis financieras), como fue el caso de las Islas Turcas y Caicos en 2010-2011 (Department for International Development, 2011, p.1). Beneficios para Reino Unido de la no-independencia de sus Territorios de Ultramar En 2012, el gobierno británico publicó Los Territorios de Ultramar: seguridad, éxito y sustentabilidad, un escrutinio profundo que analiza y detalla la relación contemporánea de Reino Unido con sus Territorios de Ultramar. El estudio encuentra siete áreas clave de beneficio mutuo. Empero, en algunos rubros se beneficia más Reino Unido que los Territorios y viceversa. En defensa y seguridad los Territorios representan para Reino Unido una oportunidad dorada para llevar a cabo operaciones militares estratégicas. Por ejemplo, Ascensión fue 9
clave para los aliados durante la Segunda Guerra Mundial durante las batallas en el Atlántico Sur (ver anexo II). Las Áreas de Base Soberana en Chipre están cerca de una zona altamente conflictiva en la actualidad, Medio Oriente, mientras que el Territorio Británico del Océano Índico se encuentra en medio de una ruta marina de gran importancia (ver anexo I). Los Territorios ayudan a Reino Unido a reafirmar su compromiso de salvaguardar la paz y la seguridad internacional. Los Territorios no solo serían increíblemente útiles en caso de guerra, sino que facilitan la posibilidad de enviar ayuda humanitaria a zonas que usualmente sufren de catástrofes, naturales o humanas, como África y Latinoamérica (Foreign and Commonwealth Office, 2012, p. 21-29). Reino Unido se ha caracterizado durante los últimos años por ser uno de los países más comprometido con la causa medioambiental, y los Territorios permiten demostrarlo. Anguilla por ejemplo podrá estar medianamente bien posicionada para cuidar de sus arrecifes de coral, pero desgraciadamente, no todos los Territorios, como se ha mencionado con anterioridad, gozan de auto-solvencia como para cuidar de sus ecosistemas sin ayuda de Reino Unido. Y aunque pudieran, como también ya se mencionó, estos Territorios son muy propensos a perder su auto-solvencia cuando ocurren desastres, como huracanes. Además, los Territorios permiten hacer investigaciones de gran importancia para el medio ambiente y la comunidad científica (Foreign and Commonwealth Office, 2012, p. 21-29). Pero por encima de todos quizá el más importante sea el valor simbólico. A pesar de que la población británica no desearía tener actualmente un imperio (ver anexo V), la mayoría recuerda con nostalgia los años de su Imperium Britannicum (ver anexo VI) (Booth, 2020, par. 1). Independientemente de la discusión de establecer qué tan malo o bueno fue el imperio, robustecer las relaciones con los Territorios, que son los últimos remanentes de ese imaginario colectivo, puede ayudar a fortalecer la cohesión social británica y a la construcción de su identidad nacional, sobre todo si los Territorios prosperan. Reino Unido tiene una labor titánica en frente. De manera inmediata debe apoyar proporcionalmente a sus Territorios para salir adelante de la actual crisis pandémica, lo cual le ayudaría a robustecer en el corto plazo su relación con los Territorios. Pero también debe de atender sus necesidades particulares, como la modernización del puerto en Tristán de Cunha o la reconstrucción de Montserrat, todo esto sin renunciar al objetivo de asistir a los Territorios para que reduzcan su dependencia financiera y, en el futuro, puedan ser auto- solventes. Actualmente no existen fuertes deseos independentistas en ninguno de los Territorios (ver anexo VII), pero para mantener ese status quo, con o sin representación en Westminster, escuchar las opiniones y preocupaciones de los Territorios es una condición sine qua non para mantener en buenos términos la relación metrópoli-Territorio. Para lograr esto, las futuras acciones que lleve a cabo Reino Unido en sus Territorios tienen que ser ex composilo en tanto como sea posible y no solo por principio iure imperii. 10
Reino de Dinamarca Dinamarca cuenta oficialmente con dos territorios de ultramar: las Islas Feroe (ver anexo VIII) y Groenlandia (ver anexo IX). El primero lo obtuvo el gobierno danés en 1814 cuando fue clasificado como una colonia de ultramar o un protectorado del Reino de Dinamarca; en ese entonces las islas no fueron consideradas como partes integrales de la corona, lo cual cambió hasta el proceso de democratización ocurrido 50 años después (Government of the Faroe Islands, s.f., par. 5). En el caso de Groenlandia, aunque este fue conquistado por Dinamarca en 1721, no fue hasta 1776 cuando la conquista se vio reflejada en realidad cuando el gobierno danés impuso un longevo monopolio económico con Groenlandia que duró más de 170 años (Rasmussen, 2021, par. 29). Como todos los territorios conquistados tras haber sido dominados por bastantes años, Groenlandia y las Islas Feroe empezaron a buscar sus respectivas independencias de Dinamarca en la segunda mitad del siglo XX, siendo más específicos, en los años posteriores tras la culminación de la Segunda Guerra Mundial. Tensiones con la metrópoli: Islas Feroe Debido a la invasión y ocupación de Dinamarca por las fuerzas militares Nazis, las relaciones entre Copenhague y las Islas Feroe se detuvieron hasta que se obtuviera estabilidad en el gobierno danés, lo cual llegó en 1945, así, durante la Segunda Guerra Mundial la protección del territorio ultramar fue responsabilidad del ejército británico. Aunque el tiempo en que las Islas Feroe gozaron de una independencia de facto de Dinamarca fuera ex tempore, en realidad fue suficiente para alterar la situación política lo suficiente para que un movimiento independentista surgiera. En 1946 el Løgting, el parlamento de las Islas Feroe, organizó un referéndum histórico donde se decidiría si se buscaría la independencia o no: el resultado fue una pequeña mayoría a favor de la separación (Royal Danish Ministry of Foreign Affairs, 2003, par. 15). La respuesta danesa ante el acto de sublevación no se hizo esperar y actuaron lo más rápido posible para evitar la consolidación del movimiento independentista en las Islas Feroe, sin embargo, ya era demasiado tarde. Tras unas elecciones que formaron un nuevo Løgting, este último empezó las negociaciones con el gobierno danés para culminar su independencia, consiguiendo así la Ley de Autonomía de 1948 (Royal Danish Ministry of Foreign Affairs, 2003, par. 16). Si bien la independencia total no fue conseguida ante la negativa rotunda de Dinamarca, lo obtenido en las negociaciones es todo menos despreciable. Gracias a la Ley de Autonomía, las Islas Feroe obtuvieron la capacidad de autogobernarse en ciertos rubros como la administración de justicia, la banca, la moneda y la iglesia (Royal Danish Ministry of Foreign Affairs, 2003, par. 16). Los años posteriores a lo conseguido en 1948 fueron de estabilidad y tranquilidad para ambos sectores, empero, con la llegada del nuevo milenio, junto a todos los cambios sociales y políticos tras la caída de la Unión Soviética, el status quo obtenido fue puesto nuevamente a discusión. Tan sólo en 1998 hubo una crisis política en las Islas Feroe debido al caos de la coalición entre los partidos políticos feroeses que buscaban conseguir la independencia definitiva de forma unilateral (Ackrén, 2006, p. 227). A pesar de que la situación logró calmarse en las Islas Feroe, un nuevo referéndum o negociación fue imposible de conseguir por las profundas diferencias entre el gobierno danés y los partidos políticos feroeses. No fue hasta 2005 cuando Dinamarca y las Islas Feroe negociaron exitosamente un nuevo acuerdo, el Tratado de Fámjin, que abarca dos puntos centrales: el establecimiento de 11
gobernarse a sí mismos plenamente y tener un poco de libertad para manejar sus relaciones internacionales (Government of the Faroe Islands, s.f., par. 10). Además de eso las Islas Feroe, gracias a la Ley de Recuperación Yvirtokulóg Feroés, se incorporaron en un pie de igualdad formal, junto con la metrópoli, a un Reino de Dinamarca abarcativo: Las Islas Feroe adquirieron un estatus de país contribuyente del gobierno danés (Dupuy, 2019, p. 10). Actualmente los intentos de las Islas Feroe para obtener la independencia de Dinamarca parecen haberse detenido. Si bien en 2018 iban a realizar un referéndum para la redacción de una nueva constitución, en la cual se estipula la independencia del gobierno danés, el gobierno feroés lo pospuso indefinidamente (Hannan, 2018, par. 2). La razón de este aplazamiento se encuentra en la incapacidad del actual Løgting para definir claramente todas las nuevas leyes que buscan consagrar con la nueva constitución. Además de lo anterior, la administración de las Islas Feroe ya no ve como prioridad conseguir su independencia de Dinamarca. Su objetivo primordial vigente es conseguir ser miembro asociado de la Organización Mundial de la Salud (Government of the Faroe Islands, 2021, par. 1). Tensiones con la metrópoli: Groenlandia Al igual que las Islas Feroe, Groenlandia perdió todo contacto con Dinamarca cuando esta fue invadida por las fuerzas militares nazis y, a diferencia del caso feroés, quien entró en la defensa del pueblo groenlandés no fue Reino Unido, sino Estados Unidos (Rasmussen, 2021, par. 30). Con el final de la Segunda Guerra Mundial, Groenlandia empezó a exigir más libertades a Dinamarca, puesto que el gobierno danés aún lo controlaba de forma muy rígida. Gracias a esos esfuerzos, el Estatuto Interno de Groenlandia fue modificado por el Estatuto de Autonomía, que entró en vigor el 1 de mayo de 1979, mediante el cual Groenlandia se convierte en una “comunidad con entidad propia del Reino de Dinamarca” (Serrano, 2004, p. 18). A diferencia de las Islas Feroe, en Groenlandia no ha habido constantes luchas políticas para decidir sobre una posible independencia. Hubo nuevas negociaciones, sin embargo, estas ocurrieron mucho tiempo después de la modificación al Estatuto de Autonomía. En los inicios del siglo XXI, la población groenlandesa empezó a exigir mayor independencia de Dinamarca, cuestionando seriamente si era conveniente seguir bajo su gobierno o no. Uno de los primeros resultados de esa exigencia proveniente de la sociedad civil groenlandés fue un acuerdo con Estados Unidos en 2004 para permitirles mejorar su base militar llamada “Thule Air Base” (Rasmussen, 2021, par. 31). Aunque la acción previa sentó un precedente importante, su impacto real no se acerca en nada a lo que consiguió el gobierno groenlandés en 2009. En ese año, tras largas negociaciones con Dinamarca, Groenlandia obtuvo la aprobación de la “Ley sobre el Autogobierno de Groenlandia”, la cual le dio a Groenlandia una fuerte y preciada concesión: la prerrogativa ius ad tractatum, una importante regalía característica solamente de los Estados, pero que le confirió Dinamarca a Groenlandia siempre y cuando mantuviera informado al gobierno danés de los acuerdos que firmase. Groenlandia es una nación autónoma, que a pesar de ahora poder firmar tratados, aún sigue careciendo de total soberanía (Valer Serna, 2020, p. 27). Con la promulgación de la Ley de Autogobierno, el tema relacionado a una supuesta independencia en Groenlandia parece haber desaparecido del escenario político, no obstante, eso no significa que su ausencia será permanente. 2021 será un año decisivo en el tema, puesto que se cumplirán 300 12
años de la colonización realizada por Dinamarca y eso puede ser el pretexto perfecto para el retorno del tema al acalorado debate político groenlandés (McSmith, 2008, par. 16). Beneficios que obtienen las Islas Feroe de su no independencia Las Islas Feroe no dependen exageradamente de Dinamarca, por lo que en teoría tiene probabilidades reales de conseguir una independencia en el futuro cercano. Si bien el gobierno feroés recibe beneficios económicos del gobierno danés, estos han ido a la baja desde el año 2000. Por ejemplo, la ayuda económica proveniente de Dinamarca comprendió el 28.7% del presupuesto feroés a inicios del nuevo milenio, mientras que en 2017 apenas fue el 13% gracias a la estrategia financiera y gubernamental de las Islas Feroe para reducir su dependencia de Copenhague (Official Gateway to the Faroe Islands, s.f., par. 7). Además de ir reduciendo su dependencia con Dinamarca mediante el robustecimiento de su economía, para que la ayuda danesa no sea indispensable para su existencia in futuro, las Islas Feroe han realizado otras acciones muy importantes. En un esfuerzo por diversificar y fortalecer su economía, Tórshavn ha firmado desde 2006 varios acuerdos de comercio bilaterales con Noruega, Suiza, Turquía, Islandia y la Unión Europea, (Official Gateway to the Faroe Islands, s.f., par. 9). Para las Islas Feroe, el sueño de independencia es muy conseguible gracias a las acciones anteriormente mencionadas, sin embargo, aún hay otros desafíos que deben de ser superados: 1) Tórshavn aún no tiene un sistema de defensa ante posibles invasiones. A pesar de que las Islas Feroe cuentan con mucha autonomía, estos aún no controlan todas las esferas de su nación y una de esas es el tema militar, puesto que los temas de defensa son facultad exclusiva del gobierno danés (Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca, s.f., par 1). 2) Las Islas Feroe perderían la posibilidad de recibir ayuda económica flexible para sobrevivir a peligros de diversa índole. En la década de los años 1980, Tórshavn atravesó una de sus peores crisis económicas de toda su historia y apenas pudo recuperarse satisfactoriamente gracias a los préstamos y donaciones que Copenhague le brindó. Sin Dinamarca, las Islas probablemente hubieran sucumbido (Adler- Nissen, 2014, p. 61). 3) La población feroesa es muy pequeña para sustentar un gobierno independiente. Apenas en 2019 había un total de 48,678 personas, siendo esta cifra demasiado baja, aún menor que los habitantes groenlandeses. Lo único bueno referente a la población de Groenlandia es que la actual tasa de natalidad en las Islas va ligeramente a la alza (ver anexo X) (Banco Mundial, 2021a). Si el gobierno feroés logra poder superar los obstáculos anteriores, sin duda alguna la independencia será algo factible. La disminución de su dependencia hacia Dinamarca gracias al incremento del tamaño de su economía, para que la ayuda proveniente del gobierno danés no signifique un gran porcentaje de su presupuesto anual (ver anexo XI), junto con la firma de cinco acuerdos de comercio bilaterales, es un excelente inicio. Pero aún le queda mucho camino por recorrer. Las Islas Feroe aún tiene tres tareas pendientes: la defensa militar, conseguir un aliado que pueda ayudarlas económicamente en emergencias y aumentar el tamaño de su población. Esos asuntos pendientes hacen que Tórshavn, sin importar su alto sentimiento insurgente, no busque conseguir la independencia total en un futuro cercano y prefiera mantener aún su relación actual con Dinamarca. 13
Beneficios que obtiene Groenlandia de su no independencia Groenlandia subsiste hoy en día gracias a todas las ayudas económicas y militares que recibe de Copenhague. Sin ese apoyo sería prácticamente imposible para los groenlandeses sostener su alto nivel de vida. Tan sólo en 2020, de los €952 millones presupuestados por el gobierno groenlandés, más de la mitad provenían de la ayuda anual del gobierno danés (Lamela, 2019, par. 8). Además de estos apoyos económicos directos daneses, Dinamarca le brinda otro tipo de ayudas a Nuuk para que este pueda mantenerse estable. Los actuales principales motores económicos groenlandeses, la pesca y caza de ballenas y focas, son tan lucrativos gracias a todos los subsidios daneses. Para ponerlo en contexto, en 2013 la pesca en general abarcó el 88% de las exportaciones de Groenlandia (Government of Greenland, s.f.). Pese a que la independencia para Nuuk puede sonar muy tentadora, en realidad no cuenta con un tamaño económico suficiente para realizar la transición sin morir en el intento. De acuerdo con un estudio hecho en 2015, si Groenlandia consiguiera su independencia, la isla, ya sin los apoyos económicos daneses, se convertiría en el país más pobre de Europa junto a San Marino (France24, 2018, par. 3). La explicación del porqué la economía groenlandesa es tan pequeña va más allá de haberse convertido en dependientes de Dinamarca. Se deben considerar dos puntos clave: 1) Debido a que aproximadamente el 80% del territorio de Groenlandia está permanentemente cubierto por hielo, mucho del territorio no puede ser utilizado para actividades económicas. Aún con el cambio climático, la tierra disponible para trabajarla sigue siendo muy poca (McSmith, 2008, par. 4). 2) Tan sólo en 2019, la isla apenas tenía 56,225 habitantes y la tasa de natalidad ha ido a la baja desde el año 2010 (ver anexo XII) (Banco Mundial, 2021b). No importa que tanto se quiera independizar Groenlandia, simplemente no le es factible hacerlo. Adicionalmente, militarmente Nuuk no cuenta con un medio de defensa competente para protegerse a sí misma, por lo que sería muy vulnerable ante una posible invasión extranjera si consiguiera independizarse (McSmith, 2008, par. 30). Groenlandia es sumamente dependiente de los apoyos económicos daneses, el tamaño de su economía no es suficiente para aguantar el cambio sin colapsar en el intento y militarmente hablando no se puede defender sola. Si Nuuk quiere conseguir su independencia en el futuro cercano, debe adoptar una estrategia seria para cortar los lazos dependientes con Copenhague al realizar las inversiones suficientes en su actual mercado potencial: la minería y el transporte marítimo, sólo así Groenlandia podría conseguir su independencia de Dinamarca. Sin embargo, eso sigue siendo un reto colosal debido a sus limitaciones previamente señaladas. Groenlandia todavía no puede darse ese lujo, solo puede soñarlo, y por lo que le es más preferible mantener su status quo con el Reino de Dinamarca. Beneficios que obtiene Dinamarca de la no independencia de las Islas Feroe El Reino de Dinamarca, en vez de recibir beneficios económicos de las Islas Feroe, obtiene algo muy diferente: el orgullo de mantener el territorio bajo su control. En términos netos, Copenhague pierde dinero al conservar a Tórshavn como suyo y sólo lo mantiene por honor y orgullo nacional, pues las Islas representan un recuerdo de su glorioso pasado como una monarquía muy poderosa. El gobierno danés está dispuesto a pagar lo necesario para mantener a las Islas Feroe bajo su control (Adler-Nissen, 2014, p. 62). A diferencia de 14
Groenlandia, como se verá más adelante, las Islas Feroe no le brindan al gobierno danés beneficios económicos o geoestratégicos potenciales. Es cierto que el descubrimiento de petróleo entre Shetland y Tórshavn en 2003 puede parecer como un beneficio directo para Dinamarca, pero lamentablemente el gobierno danés no pudo ver ganancias de ese hallazgo. Las Islas Feroe apenas y se percató de los yacimientos mandó una delegación a Reino Unido para realizar una serie de negociaciones tête-à-tête para la explotación del recurso, dejando así fuera a Dinamarca (Guttesen, 2003, p. 1). Beneficios que obtiene Dinamarca de la no independencia de Groenlandia Copenhague no recibe como tal beneficio económico directo de Groenlandia. Por ejemplo, la economía groenlandesa solo representa el 1% del PIB danés y, de hecho, se podría decir que la propia Copenhague pierde más en su relación con Nuuk por todos los apoyos económicos que le proporciona a esta (Lamela, 2019, par. 10). No obstante, gracias a su ubicación y riqueza natural, Dinamarca obtiene muchos otros beneficios al mantener su actual relación con Groenlandia. Sobresalen tres: 1. Groenlandia es un territorio que podrá ejercer control sobre las nuevas rutas comerciales del futuro. Gracias a su ubicación, esta tiene un acceso privilegiado a las dos nuevas rutas marítimas del polo norte que surgirán gracias al deshielo del Ártico, puesto que ambas pasan por sus extremos (ver anexo XIII) (Sánchez, 2020, p. 7). 2. Groenlandia tiene un increíble valor geoestratégico. Debido a su misma posición geográfica anteriormente mencionada, la isla cuenta con un alto valor geoestratégico por su cercanía a Estados Unidos, Europa y Rusia (ver anexo XIV). 3. La posibilidad de tener un acceso prioritario a recursos naturales claves para el futuro de la humanidad. De acuerdo con varios estudios, los minerales groenlandeses son la materia prima fundamental para la producción de equipos electrónicos de comunicación y de energía muy importantes como pantallas, fibra óptica, turbinas eólicas, etcétera (Sánchez, 2020, p. 8). Asimismo, se estima que Groenlandia aún tiene bajo el hielo muchos recursos naturales con alto valor comercial para el mundo globalizado. El geólogo danés, Minik Rosing, afirma que “Groenlandia oculta más tesoros potenciales debajo de su superficie helada, los cuales irán saliendo a la luz poco a poco debido al cambio climático” (Schionning, 2020, par. 18). A diferencia de las Islas Feroe, los recursos naturales de Groenlandia aún no han sido negociados o prometidos para algún actor diferente a Nuuk, por lo que Dinamarca puede ver beneficios potenciales en ellos. 15
Conclusiones A pesar de tener historias notoriamente diferentes, y sobre todo de estar ubicadas en lugares geográficamente distantes, tanto los 14 Territorios de Ultramar Británicos como los dos Territorios de Ultramar Daneses tienen mucho que pensar antes de querer enarbolar la causa independentista. A pesar de esto, parece que los Territorios de Ultramar Británicos lo entienden mejor pues, contrario a los Territorios de Ultramar Daneses, los Territorios Británicos rara vez han hecho referendos, y cuando sí, la causa independentista siempre ha perdido rotundamente (ver anexo VII). Para empezar, tanto los Territorios de Ultramar Británicos como los Territorios de Ultramar Daneses gozan de una seguridad y defensa incomparable, que simple y sencillamente les sería imposible emular si llegaran a ser independientes. En ambos casos se tiene a Territorios que aprecian más que otros esta característica, siendo aquellos que están a merced de otro país que reclama su soberanía (e.g. las Islas Falkland por Argentina y Gibraltar por España), o bien que quiere reclamarla (i.e. Groenlandia por Estados Unidos), los que más la valoran. Por otro lado, ambos Territorios gozan de subsidios y ayudas económicas por parte de sus metrópolis que a final de cuentas terminan pagando las cuentas de los Territorios. Como se mencionó en la investigación, más de la mitad del presupuesto tanto de Montserrat como de Groenlandia lo ponen directamente las metrópolis, dinero sin el cual no podrían sostener su nivel de vida, en el caso de Groenlandia, y, en el caso de Montserrat, ni siquiera podrían pagar las reconstrucciones que la isla necesita por la erupción volcánica de 1997. Por sus características geográficas, ambos Territorios de Ultramar tienen las manos atadas económicamente porque les es tremendamente difícil diversificar sus economías, ya sea por su lejanía o difícil acceso o porque tienen poco que ofrecer además de turismo. Si bien hay Territorios que podrían ser prósperos por sí mismos económicamente hablando, como sería Groenlandia por sus recursos naturales o las Islas Vírgenes Británicas por sus servicios financieros, todos los Territorios comparten la característica de que son muy vulnerables ante adversidades inesperadas que requieren fuertes inyecciones de dinero en el corto plazo. Es precisamente ese dinero de las metrópolis lo que les ha permitido salir adelante de crisis, como fue el caso de la recesión económica en la década de los años 1980 en las Islas Feroe o con el huracán Irma en 2017 en las Islas Turcas y Caicos. En pocas palabras, es su estatus de Territorio de Ultramar lo que les ha permitido a los Territorios gozar de una envidiable prosperidad y desarrollo que la mayoría de sus vecinos independientes añorarían tener, basta comparar a Haití (independiente) con las Islas Turcas y Caicos (dependientes de Reino Unido). Esto no significa que no haya peculiaridades en cada Territorio que de igual forma dificulten los sueños independentistas. Por ejemplo, el tamaño poblacional es un problema importante para los Territorios de Ultramar Daneses, sobre todo para las Islas Feroe, porque sus poblaciones van en descenso y sus políticas locales no han logrado incentivar el crecimiento poblacional. Si económicamente ya están con las manos atadas porque no podrían sostener sus estilos de vida, con poblaciones ancianas y en descenso el panorama 16
independentista se les complica aún más. En el caso de los Territorios de Ultramar Británicos, estos gozan de una impunidad beneficiosa que desincentiva la causa independentista, pues muchas de las cosas que harían como naciones independientes (e.g. no permitir la unión civil entre personas del mismo sexo) ya las hacen sin problema alguno. Incluso cuando se trata de lavar dinero y permitir evasiones fiscales, que se supone desde 2018 con la Ley de Sanciones y Anti Lavado de Dinero iba a ser explícitamente más sancionado, los Territorios de Ultramar Británicos siguen gozando de la misma impunidad. El reporte El Estado de la Justicia Fiscal: 2020: La justicia fiscal en tiempos de la COVID-19 señala que cuatro de los diez paraísos fiscales más grandes del mundo son Territorios de Ultramar Británicos (i.e. las Islas Vírgenes Británicas en primer lugar, Bermuda en segundo y las Islas Caimán en tercero) y una Dependencia de la Corona (i.e. Jersey en séptimo lugar) (Tax Justice Network, 2020, p. 36), es decir, los intentos de “poner orden” en materia fiscal por parte de Reino Unido hacia sus Territorios de Ultramar ha quedado en letra muerta, lo que se traduce en una impunidad de facto que beneficia a los Territorios de Ultramar Británicos, impunidad a la que los Territorios no parecen querer renunciar tampoco. Por su parte, las metrópolis europeas también se benefician de la no-independencia de sus Territorios de Ultramar. Para ambos, el valor simbólico es colosal, pues se trata de antiguas colonias que traen el recuerdo de sus años como potencias imperiales, recuerdos cuya población aún conmemora con nostalgia porque representan sus años de gloria geopolítica que tanto leen en sus clases de historia. El valor simbólico y la importancia que le dan tanto los daneses como los británicos es tal que incluso están dispuestos a mantener a estos Territorios a pesar de que no sean rentables (i.e. no les retribuyen económicamente hablando a las metrópolis), como es el caso de las Islas Feroe para Dinamarca y el caso de las Islas Pitcairn, Henderson, Ducie y Oeno para Reino Unido. Cada metrópoli tiene además cierto beneficio que la otra no, por las características de sus Territorios. Por ejemplo, los Territorios de Ultramar Británicos le dan mayor posicionamiento global en materia de defensa a Reino Unido, cosa que Dinamarca no tiene primero porque sus dos Territorios no están tan distribuidos por todo el mundo (los dos están en el Atlántico Norte) como los Territorios de Reino Unido sí, y segundo porque militarmente hablando Dinamarca no es particularmente poderoso (comparado con Reino Unido). Los Territorio de Ultramar Británicos también le permiten a Reino Unido tener beneficios secundarios, como ratificar su compromiso medioambiental con el mundo, a la vez que tener beneficios “sucios”. Reino Unido, junto con sus Territorios de Ultramar y las Dependencias de la Corona, son responsables del 28.5% de los USD$245mil millones que pierde el mundo (c. USD$70 mil millones) a manos de los paraísos fiscales, que es más de cuatro veces lo que representa el segundo más grande evasor de impuesto, Países Bajos, que es del 7% (Tax Justice Network, 2020, p. 38). Pero Dinamarca no se queda atrás, especialmente por Groenlandia. El deshielo de los casquetes polares podría representar una oportunidad única en la vida para Dinamarca, pues los recursos naturales que posee su territorio ártico se volverán más accesibles, además de que estará en medio de rutas comerciales que cobrarán mayor importancia en el futuro. Si 17
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