Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

 
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Imaginarios posapocalípticos en el
               cine actual: entre la vuelta al origen y
                       el fin de la humanidad
                                                 Gérard Imbert
                                       (Universidad Carlos III de Madrid)

                                                      Recibido: 2/4/2014
                                                     Aprobado: 23/4/2014

                  Resumen: En el cine actual, los imaginarios proyectados en el futuro refle-
                  jan las inquietudes de hoy. Surgen películas que se sitúan en un después del
                  apocalipsis o que lo anticipan, que expresan un «imaginario del fin», como he
                  llamado a estos fantasmas de muerte que pesan sobre la posmodernidad. Hoy,
                  la amenaza, el peligro de desaparición, ya no viene de fuera (invasiones, extra-
                  terrestres, bestias de otros mundos, catástrofes naturales), sino de dentro, de la
                  propia sociedad. A partir de películas recientemente estrenadas, se analizará
                  la emergencia de estos imaginarios: desde la vuelta regresiva al origen hasta
                  el fantasma del fin de la humanidad.
                  Palabras clave: cine / imaginarios / apocalíptico / desaparición / muerte

                   Post-apocalyptic imaginaries in contemporary cinema: between
                          returning to the origin and the end of humanity

                  Summary: In the contemporary cinema, the imaginaries projected on future
                  reflect the present preoccupations. Appear pictures that are situated after
                  apocalypse o anticipate this, that express a «imaginary of end», as I called
                  those fantasmatic representations about death that threaten the modernity.
                  Today the menace, the extinction risk don’t derive from outside (invasions,
                  aliens, monsters from another worlds, natural desasters) but from inside, from
                  the own society. Based on recent pictures, this study analyzes the apparition
                  of those imaginaries: from the regressive return to the origins to the fantas-
                  matic representation of the end of humanity.
                  Key words: cinema / imaginaries / apocalyptic / extinction / death

                                       Contratexto n.o 22, 2014, ISSN 1025-9945, pp. 75-89

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Gérard Imbert

             Introducción: imaginarios del fin           imaginario colectivo, alimentando el
                                                         miedo y a que el caos domine sobre el

             E
                    n el cine actual, más que nunca,     orden; pero hay algo más, la idea que
                    los imaginarios proyectados en       aparece en filigrana en muchas pelí-
                    el futuro reflejan las inquietudes   culas de que ya no vivimos, sino que
             de hoy, la inestabilidad del presente, la   sobrevivimos, que trae consigo el fan-
             incertidumbre vinculada a la ausencia       tasma de la deshumanización del ser
             de futuro, las turbulencias políticas y     humano.
             las amenazas económicas. Enraizadas
                                                            Películas tan diferentes como Con-
             en este malestar civilizacional, surgen
                                                         tagio (2011) de Steven Soderbergh,
             películas que se sitúan en un después
                                                         El caballo de Turín (2011) del húngaro
             del apocalipsis o que lo anticipan (Take
                                                         Béla Tarr, Melancolía (2011) del danés
             Shelter, 2011, de Jeff Nichols; Noé, 2014,
                                                         Lars von Trier, After Earth (2013) de M.
             de Darren Aronofsky), que dan por
                                                         Night Shyamalan o Guerra mundial Z
             sentados el fracaso y, a veces, la des-
                                                         (2013) de Marc Forster dan fe de ello.
             trucción del reino humano, que expre-
             san un miedo a la disolución de todo, a         Todas ―así como las que veremos
             la pérdida de los límites. «Imaginario      más adelante― expresan un miedo
             del fin» he llamado a estos fantasmas       intangible, difuso, propio de la pos-
             de muerte que pesan sobre la posmo-         modernidad: el miedo a la catástrofe,
             dernidad (Imbert, 2010a).                   el miedo a que esto acabe. Sin duda, este
                                                         miedo se deriva del estado del mun-
                Pero, hoy, la amenaza, el peligro
                                                         do, pero también de la capacidad de
             de desaparición, ya no viene de fuera
                                                         los medios de amplificar las amena-
             (invasiones, extraterrestres, bestias de
                                                         zas y cultivar nuevas figuras del mal.
             otros mundos, catástrofes naturales),
                                                         «Miedo líquido», lo ha llamado Zyg-
             sino de dentro, de la propia sociedad.
                                                         munt Bauman (2007), el cual consiste
             Atrás han quedado las grandes pelí-
                                                         en «volver a escenificar el Apocalypse
             culas apocalípticas de Roland Emme-
                                                         Now», ya no el de la película de Coppo-
             rich, con su invasión de alienígenas
                                                         la, sino el de todos los días:
             (Independence Day, 1996) y sus altera-
             ciones climáticas (El día de mañana,           Los miedos que emanan del síndrome
             2004, y 2012, 2009). Ahora, el mal no es       Titanic son miedos a un colapso o a
             tan visible, se ha incorporado a nues-         una catástrofe que se abata sobre todos
                                                            nosotros y nos golpee ciega e indiscri-
             tro mundo y, a menudo, se extiende
                                                            minadamente, al azar y sin ton ni son,
             de manera viral, en forma de contagio.
                                                            y que encuentre a todo el mundo des-
             El otro se ha apoderado del sujeto, el         prevenido y sin defensas (Bauman,
             enemigo es interior, como ocurre con           2007, p. 31).
             el terrorismo en el ámbito político...
             Obviamente, la destrucción de las To-         Tras todo ello, hay un macromiedo, el
             rres Gemelas tiene sus secuelas en el       miedo pánico a la muerte, que vuelve

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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

             como el gran reprimido de la moderni-                           Malady, 2004, del tailandés Apichat-
             dad y que el cine hipervisibiliza hoy en                        pong Weerasethakul; en Anticristo,
             día (Imbert, 2010b). Bauman describe                            2009, de Lars von Trier)― o de otras
             así ese miedo: «El miedo primario a la                          dimensiones ―no racionales, meta-
             muerte es, quizás, el prototipo o el ar-                        físicas― sobre las naturales, como
             quetipo de todos los miedos, el temor                           ocurre en la obra del propio Shya-
             último del que todos los demás toman                            malan.
             prestado sus significados respectivos».                    • Facilitan lo que podríamos llamar
                                                                          una estética de la desaparición: el
                                                                          cultivar estéticamente la idea del
             Imaginarios posmodernos                                      fin de todo, dentro de una acepta-
                                                                          ción resignada o melancólica. El ca-
             Frente a esta angustia cósmica, que en-                      ballo de Turín de Béla Tarr y Melan-
             cubre una profunda angustia existen-                         colía de Lars von Trier lo traducen
             cial, se vislumbran dos orientaciones.                       al pie de la letra.
             La primera es la vuelta al origen ―al
                                                                        • Fomentan conexiones secretas en-
             objeto perdido― en un viaje regresivo
                                                                          tre los hombres, entre las cosas y
             a los orígenes del género humano. Ori-
                                                                          son propensos a viajes en el espa-
             gen (2010) de Christopher Nolan y Pro-
                                                                          cio, el tiempo, pero también en las
             metheus (2012) de Ridley Scott son su
                                                                          identidades y las categorías, con
             ilustración más llamativa; y, con ello,
                                                                          sus derivas directamente new age:
             la vuelta a unas formas primitivas de                        desde Caótica Ana (2007) de Me-
             vida, como en Avatar (2009) de James                         dem, hasta Looper (2012) de Rian
             Cameron. En la segunda orientación,                          Johnson, El atlas de las nubes (2012)
             se encuentran las visiones posapoca-                         de los hermanos Wachowski y Tom
             lípticas que parten del supuesto de la                       Tykwer o Bestia del sur salvaje (2012)
             desaparición de lo humano e incluso                          de Benh Zeitlin.
             del planeta Tierra, para dejar lugar a la
             catástrofe o plantear un volver a em-                         ¿Son estas nuevas formas de eva-
             pezar desde cero.                                          sión de la realidad? ¿En qué medida no
                Estos imaginarios pueden gene-                          son profundamente ambivalentes por-
             rar otras expresiones que tienen con-                      que oscilan entre la ficción y la creen-
             secuencias en la representación del                        cia, lo fantástico (la ciencia-ficción) y
             mundo (histórico y social) y en la re-                     lo imaginario (las angustias propias
             lación con el entorno natural. Cobran                      de nuestro tiempo)? Esta confusión de
             formas muy diversas:                                       mundos y de niveles se ve acentuada
                                                                        por la tendencia a producir relatos en
             • La prevalencia de espacios fantas-                       los que se emborronan los límites en-
               máticos sobre los reales ―lo que                         tre categorías (lo real y lo imaginario)
               he llamado lo espectral (en Tropical                     mediante hibridación de géneros, y

                                                                                                        Contratexto n.o 22, 2014       77

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Gérard Imbert

             también, los límites entre géneros (la       do el orden de la representación como
             ficción y el reportaje).                     en Origen, con su juego de cajas chinas
                 Juegan con lo que he llamado lo in-      (los sueños dentro del sueño).
             tersticial, la disolución de las fronteras       La mayoría de estas películas recu-
             entre categorías o las intersecciones        rre a la ciencia-ficción, pero no tanto
             entre ellas: cuando no sabemos si es-        como género cerrado, sino como ve-
             tamos en una o en otra, como ocurre          hículo para plasmar las angustias de
             en la serie sueca Real Humans (2012),        nuestra época en torno al tiempo y a
             creada por el sueco Lars Lundström,          la historia, amén de las dudas identita-
             donde los androides (llamados hubots         rias del sujeto contemporáneo.
             en la película) se humanizan hasta po-          De hecho, la ciencia-ficción ya no es
             der sentir y los humanos se encariñan        un género en sí ―un género de eva-
             con ellos como si fueran de la misma         sión vinculado con lo fantástico―, si-
             especie. Juegan también con la hibri-        no que se ha transformado en un me-
             dación de géneros como en Catfish            dio expresivo para traducir las dudas
             (2010), la película de Ariel Schulman        en cuanto a la relación con el mundo
             y Henry Joost, donde el reportaje se         natural y social, un pretexto para plas-
             confunde con la ficción, hasta desco-        mar con total libertad ―y, de paso,
             locar al espectador, hacerle dudar en        exacerbar― los imaginarios actuales.
             cuanto al «estatus de veridicción» del       Y lo hace cambiando la relación en-
             relato, la naturaleza de lo que estamos      tre las fuerzas destructivas y el hom-
             viendo. Lo pueden hacer hasta el vér-        bre, cultivando un nuevo imaginario:
             tigo, jugando con los roles narrativos,      la autodestrucción de la Tierra por el
             por ejemplo, perturbando la diferen-         hombre. De ahí que la angustia, el pá-
             ciación entre manipulador y manipu-          nico ante lo desconocido ya no vengan
             lado, como hacen Christopher Nolan o         tanto de otros universos, de mundos
             Rian Johnson.                                ajenos, como del propio mundo, de
                 Con esto rompen con la lógica mo-        la posibilidad de perturbar sus cate-
             derna ―el principio de no contradic-         gorías (como ocurre en Origen), hasta
             ción, entre otros― y cultivan lo am-         meterse en el inconsciente del hombre
             bivalente (Bauman, 2005): el que algo        y reprogramar la historia (mediante la
             pueda ser una cosa y, al mismo tiem-         precognición, o sea, el poder de influir
             po, su contrario, sin que haya contra-       en el curso de los acontecimientos). O,
             dicción lógica, como en Looper, con sus      caso más grave, la angustia procede
             reencarnaciones, su anticipación del         de la propia pulsión destructiva del
             presente y su incidencia en él (el sueño     hombre.
             de poder cambiar el curso del tiempo).           Surge así otro imaginario, que con-
             O pervierten el contrato que vincula         siste en jugar con el tiempo y el espa-
             al lector con el texto fílmico, alteran-     cio, en anular o manipular la realidad

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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

             objetiva (la material y la humana). Si                     nos e interviene en sus disposiciones
             puedo viajar en el tiempo, puedo inci-                     mentales y predisposiciones espiritua-
             dir en los eventos y borrar anticipada-                    les, hace de revelador de las identida-
             mente acciones que se pudieran hacer                       des profundas u ocultas.
             reales (como en Looper). A los tradicio-                       Lo fantasmático está hoy, a través de
             nales viajes en el tiempo, desde Julio                     los imaginarios, totalmente integrado
             Verne hasta los hermanos Wachowski                         a lo real. Estamos más allá de la ima-
             (en Matrix (1999) y El atlas de las nubes                  ginación (la invención que alimentaba
             (2012), suceden los viajes anticipato-                     al género fantástico). Nos vemos pro-
             rios. La precesión (Baudrillard, 1978)                     yectados en mundos virtuales, más allá
             suplanta a la retrocesión, el viaje en el                  de los «mundos posibles» de la ficción
             imaginario y en lo virtual sustituye al                    y más acá de la representación, en un
             viaje en el espacio; la manipulación y                     acercamiento a lo real (lo irreductible,
             la especulación desalojan a lo aventu-                     lo inefable, lo irrepresentable) que en-
             rero y conjetural. Si me puedo volver                      raíza en el inconsciente, se nutre de
             invisible, escapo a la realidad objetiva                   los imaginarios. De ahí una demanda
             y supero mis emociones, como pasa en                       de crudeza ―aunque solo sea a través
             After Earth de Shyamalan.                                  de imágenes y representaciones―, la
                 Estamos más allá de la ciencia-fic-                    reivindicación de una intimidad a ul-
             ción en la medida en que la duda sobre                     tranza, una frontalidad con el horror,
             la existencia del universo ha alcanzado                    un hardcore representacional y consu-
             y contaminado nuestro propio univer-                       mista que hace que las barreras de lo
             so, nuestra percepción y, además, su                       secreto hayan saltado, que los límites
             representación: ¿es real todo lo que pa-                   del pudor ya no sean los mismos. Si no
             rece como tal? ¿Dónde están los lími-                      es visualizado ―expuesto―, nada vale
             tes entre lo real y lo imaginario? ¿No                     de por sí. El acceso a lo real pasa por
             vivimos una época de fantasmación, no                      su proyección virtual y su exposición
             en el sentido mágico en que lo entiende                    mediática. Ni real ni ficticio, ese es el
             Shyamalan, sino en el sentido psicoa-                      reino de la proyección, de la creación
             nalítico de fantasear, vivir de «proyec-                   de espacios proyectivos, profunda-
             ciones fantasmáticas» ―como las lla-                       mente ambivalentes.
             mo―, que son el reflejo del deseo y no
             de la imaginación, son del orden de la
             necesidad asumida y no proceden solo                       De la angustia existencial
             del exclusivo consumo mediático. En                        a la vuelta al origen
             El sexto sentido (1999), el niño se mete
             literalmente en la mente del adulto; en                    Si After Earth (2013) representa la vuel-
             La joven del agua (2006), el ser mitológi-                 ta al origen perdido, Origen (2010) de
             co irrumpe en el mundo de los huma-                        Christopher Nolan y Prometheus (2012)

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Gérard Imbert

             de Ridley Scott reflejan una indagación    estructura narrativa del perseguidor
             en el origen que perturba totalmente       perseguido, el director nos muestra
             las categorías sensoriales en la prime-    cómo el manipulador de sueños va a
             ra y las conceptuales en la segunda.       ser él mismo perseguido por un sueño
                 En Origen, Dom Cobb, un ladrón         que afecta a su propia historia y que
             de alto vuelo, de mucho prestigio en el    funciona como una especie de «escena
             mundo del espionaje corporativo, pero      primitiva» que lo ha marcado y deter-
             que es ahora un fugitivo, se ha espe-      mina toda su vida, un episodio oscuro
             cializado en robos sutiles. Mediante       de su vida anterior relacionado con la
             un dispositivo maquiavélico consigue       muerte de su esposa.
             penetrar en las profundidades del              Aquí el origen es claramente fan-
             subconsciente de los demás durante el      tasmático, dentro de un juego de ca-
             sueño y orientar sus decisiones (incep-    jas chinas en el que los sueños ajenos
             tion, de acuerdo con el título original,   despiertan a su vez un sueño suyo: ve
             es esa implantación de una idea en la      a la esposa muerta como un espectro y
             cabeza de otro). Ahora se le presenta      revive la escena de su muerte. Como el
             la oportunidad de redimirse. En lugar      protagonista de Shutter Island (2010) de
             de robar, se va a introducir en la mente   Martin Scorsese, Cobb es víctima de un
             del heredero de una multinacional pa-      sentimiento de culpabilidad, a lo que se
             ra incidir en sus decisiones. El sueño     añade el sentimiento de duda que afec-
             ―tal vez lo más real de la mente hu-       ta a la realidad misma de lo que ve/(re)
             mana: lo más bruto, informe, lo menos      vive. Alucinación, sueños despiertos y
             formalizado en lenguaje racional―          fantasmación se confunden aquí. En su
             deviene entonces en una especie de         intento de «robar» el sueño de los de-
             terreno de juego en el que Dom Cobb        más y, con él, su inconsciente para po-
             va a intervenir para desviar los pensa-    der actuar sobre sus decisiones futuras,
             mientos del otro como si fueran el pro-    se ve él mismo atrapado por esta visión
             ducto de unas jugadas de la mente. De      fantasmática y lastrado por ella.
             hecho, el director muestra el universo         En su «teletransportación» al mun-
             de los sueños como una especie de jue-     do de los sueños, el entorno sufre alte-
             go de video on-line.                       raciones que, como en la toma de algu-
                 Es interesante ―aunque en parte        nas drogas alucinógenas, se traducen
             fallido― el intento del director de re-    en distorsiones espacio-temporales.
             crear el universo de los sueños como       Conocíamos los viajes en el tiempo,
             un mundo con sus propias leyes, don-       lo novedoso aquí son los viajes en el
             de ya no impera la lógica racional, sino   espacio, con la alteración de los pla-
             otra onírica, que perturba totalmente      nos y de las dimensiones. Como en
             las categorías espacio-temporales, sub-    la teoría de los pliegues, el espacio no
             vierte los planos. Pero, retomando la      es una superficie plana, sino que se

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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

             pueden romper, ondular o invertir los                      traduce más en el enfrentamiento con
             planos, tanto los horizontales como los                    uno mismo que con el otro. Ese miedo
             verticales. Son, sin duda, los momen-                      es intrínseco al hombre y a su relación
             tos más espectaculares de la película:                     con su propio entorno. ¿Será porque
             cuando el espacio escapa a sus leyes,                      ya no estamos a gusto en esta Tierra?
             las superficies se suben literalmente                      La cuestión es fundamental: es lo que
             a las paredes y el hombre pierde todo                      funda nuestro asentamiento en la rea-
             control sobre el espacio.                                  lidad, es anterior incluso a la relación
                 Una vez más, estamos ante un ima-                      social. El cine actual nos habla directa-
             ginario de la distorsión, que puede                        mente de ello.
             corresponder a un pánico a la desin-                           Prometheus (2012) de Ridley Scott lo
             tegración, a la pérdida de las coorde-                     hace a su manera, confusa, grandilo-
             nadas, un imaginario del caos, pero ya                     cuente, alucinatoria, como una vuelta
             no encarnado en el desorden, la des-                       a la esencia de todo, un descenso en el
             trucción material, la violencia ajena                      pozo sin fondo de la historia del hom-
             o las invasiones procedentes de otros                      bre. Por muy diáfana que intente ser
             planetas ―como aparece en muchas                           la evocación de este viaje, no deja de
             películas de catástrofes―, sino que                        tener algo oscuro, como todo intento
             procede de un miedo a que se desre-                        de acercarse al origen. La dramaturgia
             gulen las leyes físicas más elementa-                      espectacular de Nolan, su pretensión
             les, en particular, todo cuanto regula                     a ser un relato a lo Philip K. Dik, al
             nuestra relación fundamental con el                        modo del thriller, o de igualarse a una
             entorno: lo espacial y lo temporal.                        pesadilla como las de Lynch en Mulho-
                 Vuelta a lo informe, a un estadio de                   lland Drive (2001), deja paso en Scott a
             caos originario, a un estado precons-                      un relato enrevesado, efectista, plaga-
             ciente ―como es el sueño, dominado                         do de incongruencias narrativas y de
             por el inconsciente―, el fantasma aquí                     teorías estrafalarias, con un fondo new
             es regresivo, no proyectado hacia el                       age, remanentes cristianos y el reciclaje
             futuro, como en la ciencia-ficción clási-                  de otras películas de ciencia-ficción.
             ca, hacia la degradación de lo existente                       El argumento es simple: un multi-
             por una fuerza humana o suprahuma-                         millonario en el umbral de la muerte
             na, sino que enraíza en los abismos                        quiere indagar sobre el tema para en-
             del inconsciente, como si volviéramos                      contrarse con sus creadores, no por
             a un estadio prerracional, en el que                       filantropía, sino porque espera que es-
             el hombre ni siquiera se controla a sí                     to pueda permitirle acceder a la vida
             mismo.                                                     eterna. Para dicho cometido manda a
                Hoy, el miedo ya no procede tan-                        una aparatosa expedición espacial en
             to del otro como del propio sujeto, se                     una nave nombrada Prometheus.

                                                                                                        Contratexto n.o 22, 2014       81

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Gérard Imbert

                 Por mucho que lo niegue el direc-             Nuevos tiempos, nuevas tecnolo-
             tor, el que sea una precuela (una vuelta      gías, nuevas mitologías, pero la duda
             sobre los orígenes de un relato ante-         sigue siendo la misma, acentuada por
             rior) de Alien, el octavo pasajero (1979),    la degradación del entorno natural
             del propio Scott, no hace sino abundar        y social: ¿es tal la realidad que veo,
             en esta indagación en el origen, aun-         y la historia que me cuentan sobre
             que sea narrativo en un principio. No         ella? ¿Nos pertenece nuestra historia?
             es casual aquí que haya que ir a buscar       ¿Quien se cree despierto y consciente
             el secreto sobre el origen del hombre         no es el producto del sueño de otro?
             en otras civilizaciones. El hombre ha            Esta indagación infinita y deses-
             perdido su propia historia, cuya ge-          perada sobre el origen desemboca en
             nealogía está en poder de otro, una           un vértigo, el de no poder abarcarlo
             avanzada civilización de alienígenas.         todo, el de sentirse alienado por su
             Se ha cortado de su origen. Vive en la        propia condición. Delata una angustia
             ilusión.                                      que tiene que ver con una forma de
                 Disfrazada de ciencia-ficción, con        neoexistencialismo muy de nuestros
             un barniz de referencias seudocientí-         tiempos: una angustia sobre la condi-
             ficas, la película nos proyecta en 2089,      ción humana que fomenta la reflexión;
             pero tiene mucho de relato mitológico.        pero a diferencia del existencialismo
             Aunque ingenuo ―y más allá del mito           sartriano, que confiaba en el libre al-
             de Prometeo―, no deja de reflejar el          bedrío (la concepción que Sartre tenía
             malestar ante el origen y la búsqueda         de la alienación social y de la libertad
             de un relato fundacional, de algo que         individual y colectiva), esta angustia
             lo explique todo sin recurrir a la re-        no desemboca en ningún compromiso
             ligión, pero sin tampoco acudir a las         social, sino que vuelve al mito y gene-
             teorías existentes sobre la creación del      ra nuevos imaginarios. En eso es pro-
             mundo. El misterio consiste en enten-         fundamente regresiva.
             der por qué los «ingenieros» alieníge-           La evasión de la realidad ―con
             nas crearon a la humanidad y luego la         su correlato, la negación de todo «en-
             destruyeron. Aquí también es como si          gagement» (implicación, compromiso
             la humanidad no se bastara a sí misma         social)― deja paso a una estrategia de
             y el hombre se viera desposeído de su         recreación en lo virtual. La proyección
             propia historia y, como en el cuento de       en el futuro ―con sus posibilidades
             Borges «Las ruinas circulares» (Ficcio-       de cambio― cede ante una vuelta al
             nes, 1944) o la película de Robert Wie-       pasado de todos los pasados, al pun-
             ne, El gabinete del doctor Caligari (1920),   to de partida de todas las historias: el
             como si el hombre fuera el sueño de           Origen. Ya no estamos en la especula-
             otro, como si una maldición pesara so-        ción futurista propia de la ciencia-fic-
             bre la condición humana.                      ción, sino en la simulación retroactiva,

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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

             de corte posmoderno, un intento des-                       dentro de un cierto espiritualismo, por-
             cabellado de reescribir la historia del                    que tienen la capacidad, mediante la
             hombre, un hombre sin humanidad,                           mente, de alterar el orden del mundo.
             desposeído de su propia historia, ni                          En El sexto sentido, el director plan-
             siquiera dueño de su destino.                              tea un desdoblamiento de la realidad,
                Este imaginario tiene como corre-                       que implica una desrealización del
             lato el que gira en torno al fin de la                     mundo vivido: lo que vivimos podría
             humanidad, un imaginario del fin que                       ser el resultado del sueño de otro,
             irrumpe con fuerza en varias películas                     planteamiento muy borgiano; en La
             de reciente estreno.                                       joven del agua recurre a fuerzas y po-
                                                                        deres sobrenaturales, con sus perso-
                                                                        najes mitológicos; en After Earth a una
             De la duda sobre la realidad al fin de                     fuerza interior de corte casi metafísico,
             la humanidad                                               disfrazada aquí de poder mental (la
                                                                        fantasmación: el poder secreto de vol-
             Si hay un director dado a manejar es-                      verse invisible para vencer el miedo y
             tos imaginarios de la duda, es segura-                     dominar al monstruo de turno).
             mente M. Night Shyamalan. La duda
                                                                            Pero hay algo más en esta últi-
             en cuanto a la realidad vivida y vista
                                                                        ma película de corte posapocalíptico.
             es un tema recurrente en su obra. Es
                                                                        Aquí, es el entorno en su conjunto el
             fundamental en este director la rela-
                                                                        que ha desaparecido: los humanos ya
             ción con el entorno espacio-temporal,
                                                                        no viven en la Tierra; la Tierra es un
             las sospechas que pesan sobre esta re-
                                                                        planeta no solo abandonado, sino pe-
             lación y la intervención de fuerzas que
                                                                        ligroso, prohibido, que ha seguido su
             escapan a la racionalidad humana o la
                                                                        evolución al margen del hombre, don-
             trascienden, que hacen intervenir ele-
                                                                        de los animales y las plantas han muta-
             mentos físicos y metafísicos, que alte-
                                                                        do. Se ha producido una especie de au-
             ran el orden material y la percepción.
                                                                        tonomización del planeta con respecto
                 Shyamalan se sitúa siempre a caba-                     a la propia raza humana, se ha roto la
             llo entre dos mundos: el propiamente                       relación de dominación del hombre so-
             mundano ―el material y de los hom-                         bre la naturaleza y la relación a secas
             bres― y otros mundos que tienen que                        con su planeta.
             ver con otras dimensiones, espiritua-
                                                                           El título de la película de Shya-
             les, sobrenaturales, metafísicas, que en
                                                                        malan expresa bien este corte: es la
             todo caso sobrepasan la capacidad de
                                                                        vida después de..., después de la Tierra
             entendimiento y control del hombre.
                                                                        de la que huyó la humanidad, después
             Estos otros mundos se pueden interio-
                                                                        del equilibrio entre el hombre y su en-
             rizar, dotan a los personajes de pode-
                                                                        torno, después de la distinción entre
             res especiales y hacen que se muevan

                                                                                                        Contratexto n.o 22, 2014       83

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Gérard Imbert

             géneros y especies. Los animales que         a escapar durante el crash de la nave
             aparecen en la película o son híbridos       que devuelve a los rangers a casa y los
             o están sobredimensionados; en cual-         obliga a hacer un aterrizaje forzoso en
             quier caso, se ha roto no solo el equili-    la Tierra. Lo que podría ser un viaje
             brio, sino la proporcionalidad: el hombre    nostálgico al origen se convierte en in-
             ya no está en su lugar en este contexto      fierno: el hombre ya no está adaptado
             físico y animal que lo supera, lo huma-      a su medio natural o, más bien, ha aca-
             no se ha quedado pequeño, el planeta         bado destruyéndolo y es el medio el
             Tierra está como apartado.                   que se ha convertido en amenaza para
                Incluso, podríamos añadir, es un          el hombre. Esta inversión del plan-
             mundo de después del sentir: la figu-        teamiento ecológico (el hombre como
             ra del padre es dura y distante, es una      amenaza para la naturaleza) sirve de
             máquina de mandar (es así también            premisa de la película y la envuelve en
             con su hijo), que impone rígidos pro-        un clima de peligro constante cuando
             tocolos de ejecución de las órdenes, lo      el hombre vuelve a su planeta de ori-
             mismo que los rangers ―ese cuerpo            gen y el hijo del protagonista tendrá
             de élite al estilo de los marines sesen-     que hacer sus pruebas para superar el
             teros― son máquinas ejecutoras. El           miedo al monstruo. En eso es posapo-
             pathos, el sentir no tienen lugar aquí, el   calíptica la cinta: ya no hay posibilidad
             hombre se ha deshumanizado.                  de rescatar el entorno ni de vivir en él.
                Esta visión no es exclusiva de Shya-      La catástrofe se ha hecho efectiva, la
             malan. En Avatar (2009), por ejemplo,        Tierra se ha vuelto inhóspita, inhuma-
             también se da una relación de extraña-       na, inhabitable.
             miento con el planeta Tierra y los hom-          Dentro de la proliferación de ima-
             bres se apoyan en dobles más fuertes y       ginarios apocalípticos que invaden el
             precisos que ellos. Es fuera del planeta     cine (no solo comercial, sino también
             Tierra, en una especie de tierra prome-      de autor), ¿qué es ese imaginario del
             tida y primitiva, donde descubrirán          fin que niega hasta lo más fundamen-
             otra naturaleza, exuberante, un híbri-       tal ―la humanidad― y está presente
             do entre el paraíso terrenal (el lugar       hasta en el cine de autor? Y hay que
             del origen) y una naturaleza clonada         tomar aquí la palabra humanidad en
             (una suerte de universo paralelo) con        su doble sentido, como el conjunto de
             especies y variedades inventadas, de         lo humano y también como categoría:
             carácter inédito.                            el humano como ser sensible, lo que
                Pero After Earth es más radical, los      afecta in fine a la «condición humana»
             humanos se han llevado consigo al            (concepto fundador del humanismo
             monstruo que quiere acabar con la hu-        moderno: piénsese en la novela homó-
             manidad y, como era de esperar (todo         nima de André Malraux). Es un cine en
             es previsible en la película), este se va    el que lo humano se da por acabado,

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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

             por mucho que el final feliz de la pe-                     a punto de parir cuando la fertilidad
             lícula de Shyamalan, al más puro esti-                     se ha extinguido en la Tierra, soledad
             lo hollywoodense, indique un retorno                       de los últimos buenos hombres frente
             sentimental a los valores humanos.                         a las nuevas hordas, a unos bandos no
                 Sin duda, este imaginario entronca                     claramente identificados en Hijos de los
             con una duda fundamental ―y funda-                         hombres. En esta película, los hombres
             mentada en la historia del siglo XX―                       han perdido las referencias, se ha di-
                                                                        fuminado la delimitación entre «bue-
             en cuanto a la capacidad de conviven-
                                                                        nos» y «malos», se han diluido las ins-
             cia del género humano, mermada por
                                                                        tancias sociales y disuelto las fuentes
             la violencia histórica (guerras mun-
                                                                        de poder. Todo ello desemboca en una
             diales, Hiroshima, Shoah...) y marcada
                                                                        soledad que podríamos calificar como
             por las nuevas formas de violencia so-
                                                                        social, que va más allá del individuo,
             cial, sin contar hoy en día el retorno de
                                                                        que surge de la desaparición de lo so-
             las guerras interétnicas y de los con-
                                                                        cial, de la necesidad de volver a fundar
             flictos religiosos (o sea, enfrentamien-
                                                                        una comunidad con sus redes de soli-
             tos de corte tribal y comunitario). Con
                                                                        daridad y ayuda. El hombre está solo
             esto lo que se cuestiona es primordial:                    frente a otros hombres de los que no
             es el concepto mismo de historia en el                     sabe nada, de los que tiene todas las
             sentido evolutivo moderno, la posibi-                      razones para desconfiar.
             lidad de solventar los conflictos histó-
                                                                           En Hijos de los hombres, esta soledad
             ricos, amén de la violencia vista aquí
                                                                        se extiende al género humano por la
             como consubstancial al hombre.
                                                                        terrible fatalidad que ha recaído sobre
                                                                        los hombres: la humanidad se ha vuel-
                                                                        to estéril, con excepción de una mujer
             Del neoexistencialismo al caos
                                                                        que está embarazada y que, para col-
             generalizado
                                                                        mo, es una «refugiada» en un país (el
             Dentro de esos imaginarios posapoca-                       Londres imaginario de 2027) que re-
             lípticos, de visión negra y tratamiento                    chaza y persigue a los extranjeros.
             espectacular, hay una excepción: Gra-                          En Gravity ―y es el mayor acierto
             vity (2013) de Alfonso Cuarón. Cono-                       de la cinta―, la sensación de soledad
             cíamos a este director por películas                       es palpable, la incomunicación física y
             tan diferentes como Y tu mamá tam-                         la pérdida de las coordenadas literal-
             bién (2001), Hijos de los hombres (2006)                   mente espacio-temporal (como cuan-
             ―entre otras― en las que, más allá del                     do la protagonista no puede controlar
             eclecticismo, hay un rasgo común, el                       sus movimientos, se desliza hacia el
             tema de la soledad: soledad acompa-                        infinito, rebota sobre la nave espacial
             ñada dentro del trío amoroso tan atípi-                    o son los objetos los que chocan con
             co de la primera; soledad de la madre                      ella). El sujeto, entonces, ya no domi-

                                                                                                        Contratexto n.o 22, 2014       85

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Gérard Imbert

             na ni el espacio ni el tiempo (lo que             ¿Cómo no pensar en la magistral El
             va a durar esa deriva en el vacío). Es-       tiempo del lobo (2003) de Michael Hane-
             ta ingravidez traduce simbólicamen-           ke ―aunque su tratamiento sea mucho
             te el estado flotante del sujeto actual,      más alegórico―, con su conversión de
             su soledad ―física y metafísica―, su          la humanidad (de lo que queda de ella)
             deriva en los «no lugares» de la pos-         en horda salvaje, la transformación de
             modernidad, en un espacio sin límites:        los hombres en espectros que huyen
             un universo «líquido» (Bauman, 2007),         en la noche y vuelven a un estadio pre-
             que no ofrece resistencia, en el que el       social. Si esta «estética de la desapari-
             sujeto ya no se sitúa.                        ción» ―asociada a la descomposición
                Atrás ha quedado la Tierra, como           de lo social― ya estaba en La carretera
             en una función interrumpida, una              (2009) de John Hillcoat y en Hijos de los
             con templación espectacular en 3D.            hombres del propio Cuarón, en Gravi-
             La Tierra es el objeto perdido y, con ella,   ty el director la despoja al máximo y
             la humanidad y es precisamente esta           le devuelve un aire de humanismo al
             distancia la que permite al hombre            planteamiento, llevando el imaginario
             romper con lo que es o ha sido o no           del fin hacia una resolución humanis-
             quiere ser.                                   ta, una revisión de lo que ha sido uno,
                                                           que le permite al sujeto redimirse. En
                 A esta forma de angustia, expe-
                                                           Cuarón, la pulsión de vida, el deseo de
             rimentada en la carne, la he llamado
                                                           supervivencia siempre vence al caos o
             «neoexistencialismo». Es social ―el
                                                           al vacío.
             hombre ya no tiene su lugar en el en-
             torno―, pero ese sentimiento de sole-            En cambio, son más radicales los
             dad se traduce en «síntomas» físicos,         planteamientos apocalípticos de Ste-
             no pasa por una reflexión ontológica,         ven Soderbergh en Contagio (2011) o
             como en el existencialismo histórico          de Marc Forster en Guerra mundial Z
             (El ser y la nada de Jean-Paul Sartre).       (2013), con su regresión ―la vuelta de
             Aparece en muchas películas de hoy,           la humanidad a la horda primitiva―,
             con su fisicidad, su manera de repre-         su imaginario del contagio, como si
             sentar la relación con el mundo y con         fuera ineluctable este retroceso civili-
             el otro, o incluso el estar-en-el-mundo       zacional. En Contagio, un virus de efec-
             (l’être-au-monde, Sartre) a partir de las     tos devastadores diezma a la humani-
             sensaciones, de lo in-mediato, lo no me-      dad, atacando primero, y de manera
             diado por la mente, lo que no pasa por        totalmente aleatoria, a la gente famosa
             el filtro del análisis y ―hasta cierto        y provocando un caos generalizado
             punto― de la conciencia, un cine del          que demuestra la incompetencia de las
             inconsciente y de lo fantasmático de          autoridades frente a su extensión ful-
             alguna manera.                                minante. Se teme que sea un arma bio-

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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

             lógica destinada a causar terror el fin                    lujosa e impoluta Elysium―, se des-
             de semana de Acción de Gracias. Al                         atan las pasiones y se manifiestan las
             final, nos enteraremos de que ha sido                      ambiciones, hasta que, de las ruinas
             producto del azar. Más virus en Gue-                       de Los Ángeles y del lumpen en que
             rra mundial Z, pero esta vez va en serio:                  se ha convertido su población, surge
             el hombre regresa al estadio animal,                       un héroe redentor, un ángel vengador.
             entre lobo y zombi. Mediante morde-                            La figura de la autodestrucción en-
             duras transmite el virus. Las masas                        cuentra su máxima expresión en Los
             contaminadas, cual hormigas feroces,                       juegos del hambre (2012), basada en la
             se extienden por el plantea, llegarán                      novela best seller del mismo nombre de
             a trepar por las murallas de Jerusalén                     Suzanne Collins. En una imaginaria
             en una escena que, si no fuera tópico y                    nación llamada Panem [sic], levanta-
             redundante aquí, podríamos calificar                       da sobre las ruinas de lo que fueron
             de bíblica.                                                los Estados Unidos de Norteamérica,
                Elysium (2013), de Neill Blomkamp,                      se celebran cada año los juegos del
             nos proyecta en una época en la que                        hambre para recordar a los doce dis-
             los hombres abandonan la Tierra, pero                      tritos, el castigo por su rebelión se-
             este abandono es clasista. A raíz de la                    tenta años atrás. Mediante sorteo se
             superpoblación y de la contaminación                       elige a un chico y a una chica de cada
             del orbe, las élites y los más pudientes                   distrito, de edades comprendidas en-
             han huido del planeta y se han insta-                      tre los doce y los dieciocho años para
             lado en un nuevo hábitat: una gigan-                       someterlos a una competencia en la
             tesca estación espacial en forma de                        que tendrán que luchar hasta que solo
             anillo llamada Elysium (unos Campos                        quede uno. El vencedor será premiado
             Elíseos posmodernos), donde curio-                         con suministro de víveres, todo ello
             samente proliferan las plantaciones                        debidamente espectacularizado con
             de marihuana... El resto de la pobla-                      retransmisiones y pantallas gigantes,
             ción ―o sea, la inmensa mayoría de                         con el asesoramiento de estilistas que
             los humanos― sobrevive abandona-                           preparan a los concursantes para com-
             do en una desolada Tierra. Privados                        placer a los patrocinadores. Entre los
             de todo, hasta de su ciudadanía (que                       juegos romanos de gladiadores y el
             está reservada para los privilegiados                      reality show moderno, este concurso de
             habitantes de Elysium), los hombres                        supervivencia para público quincea-
             viven hacinados y amenazados por el                        ñero se asienta sobre la eliminación
             hambre y las enfermedades. El plane-                       física de los demás concursantes, con-
             ta Tierra ya no es habitable. El caos se                   vertida en juego, como en Battle Royale
             ha generalizado. Pero también en el                        (2000), la película de Kinji Fukasaku.
             mejor de los mundos posibles ―en la                        En un retroceso a la primitiva ley de la

                                                                                                        Contratexto n.o 22, 2014       87

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Gérard Imbert

             selva cruzada con la moderna ley del       ecológico de respeto y mantenimiento
             espectáculo, se mezclan aquí sadismo       del entorno.
             y espectáculo, castigo y juego, presión        Tras todo ello está un imaginario
             social y deleite del público mediante      emergente en muchas películas actua-
             un autosacrificio: para cumplir con        les: el fin de la humanidad, ya sea co-
             las reglas y, en el caso de ganar, sacar   mo territorio, ya sea en forma de falta
             provecho de ello, recibiendo comida        de creencia en el valor humano. Con
             extra a cambio. El circo romano se ha      esto nos alejamos de valores que han
             integrado a la gestión del Estado y al     sustentado el pensamiento moderno
             control de la sociedad.                    y que implicaban visiones del mundo
                                                        basadas tanto en las ciencias físicas co-
                                                        mo sociales: las teorías de la evolución
             Conclusión: ¿el fin de lo humano?          (el darwinismo), con su correlato de
                                                        la fe en el hombre (en su avance y su
             En estas producciones, la visión es ra-
                                                        capacidad de adaptación), la creencia
             dical, en el sentido en que niega algo
                                                        en la historia (el progreso), la proyec-
             consubstancial a la civilización, la ca-
                                                        ción en las ideologías (la voluntad de
             pacidad del hombre de superar su pro-
                                                        cambio), para desembocar en una vi-
             pia historia. Parte de un presupuesto
                                                        sión ahistórica e incluso, a veces, anti-
             ―aunque ficticio, del orden de lo ima-
                                                        histórica. La separación con el planeta
             ginario― de que ya no hay humani-
                                                        va pareja con un corte epistemológi-
             dad, bien sea porque ha desaparecido
                                                        co, dentro de una visión que separa
             la Tierra como conquista del hombre,
                                                        al hombre de su entorno, lo aísla y le
             la naturaleza y el reino animal han
                                                        quita todo poder de incidencia sobre
             vuelto a tomar posesión de ella (Af-
                                                        el curso de su propia historia.
             ter Earth); o porque el planeta ha sido
             totalmente arrasado (La carretera), ani-      ¿Es esta una nueva forma de con-
             quilado (como en tantas películas de       formismo, de negación de la historia
             ciencia-ficción), o porque está a pun-     (como en las teorías revisionistas)? ¿En
             to de desaparecer por el choque con        qué medida no vuelve a mentalidades
             otro planeta (Melancolía). Que se trate    primitivas que conllevan la creencia
             de visiones pre o pos apocalípticas, la    en otros mundos (sobrenaturales, se-
             creencia implícita es la misma: dan        cretos, invisibles, e incluso interiores,
             por sentada la degradación de la con-      sobrehumanos)? Shyamalan está de
             dición humana, el hombre ya no vale        pleno en ello, entre un ecologismo de
             por sí mismo, no es capaz de mantener      pacotilla y un new age light disfrazado
             su planeta ni de defender al género        de espiritualidad. Pero otros se lo to-
             humano. Por otra parte, lo humano ya       man más en serio, hasta, a veces, de
             no funciona como valor, ni valor en        manera trágica o melancólica, como
             sí ―del orden de lo ético―, ni valor       Béla Tarr o Lars von Trier.

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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad

             Referencias                                                Imbert, G. (2010a). Cine e imaginarios
                                                                          sociales. El cine posmoderno como ex-
             Baudrillard, J. (1978). La précession des                    periencia de los límites (1990-2010).
               simulacres. París: Minuit. (Traduc-                        Madrid: Cátedra.
               ción española: Cultura y simulacro.
                                                                        Imbert, G. (2010b). La sociedad informe.
               Barcelona: Kairós, 1978).
                                                                          Posmodernidad, ambivalencia y juego
             Bauman, Z. (2005). Modernidad y ambi-                        con los límites. Barcelona: Icaria.
               valencia. Barcelona: Anthropos.
             Bauman, Z. (2007). Miedo líquido: la so-
               ciedad contemporánea y sus temores.
               Barcelona: Paidós.

                                                                                                        Contratexto n.o 22, 2014       89

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