Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad
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Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad Gérard Imbert (Universidad Carlos III de Madrid) Recibido: 2/4/2014 Aprobado: 23/4/2014 Resumen: En el cine actual, los imaginarios proyectados en el futuro refle- jan las inquietudes de hoy. Surgen películas que se sitúan en un después del apocalipsis o que lo anticipan, que expresan un «imaginario del fin», como he llamado a estos fantasmas de muerte que pesan sobre la posmodernidad. Hoy, la amenaza, el peligro de desaparición, ya no viene de fuera (invasiones, extra- terrestres, bestias de otros mundos, catástrofes naturales), sino de dentro, de la propia sociedad. A partir de películas recientemente estrenadas, se analizará la emergencia de estos imaginarios: desde la vuelta regresiva al origen hasta el fantasma del fin de la humanidad. Palabras clave: cine / imaginarios / apocalíptico / desaparición / muerte Post-apocalyptic imaginaries in contemporary cinema: between returning to the origin and the end of humanity Summary: In the contemporary cinema, the imaginaries projected on future reflect the present preoccupations. Appear pictures that are situated after apocalypse o anticipate this, that express a «imaginary of end», as I called those fantasmatic representations about death that threaten the modernity. Today the menace, the extinction risk don’t derive from outside (invasions, aliens, monsters from another worlds, natural desasters) but from inside, from the own society. Based on recent pictures, this study analyzes the apparition of those imaginaries: from the regressive return to the origins to the fantas- matic representation of the end of humanity. Key words: cinema / imaginaries / apocalyptic / extinction / death Contratexto n.o 22, 2014, ISSN 1025-9945, pp. 75-89 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 75 24/10/2014 11:08:48
Gérard Imbert Introducción: imaginarios del fin imaginario colectivo, alimentando el miedo y a que el caos domine sobre el E n el cine actual, más que nunca, orden; pero hay algo más, la idea que los imaginarios proyectados en aparece en filigrana en muchas pelí- el futuro reflejan las inquietudes culas de que ya no vivimos, sino que de hoy, la inestabilidad del presente, la sobrevivimos, que trae consigo el fan- incertidumbre vinculada a la ausencia tasma de la deshumanización del ser de futuro, las turbulencias políticas y humano. las amenazas económicas. Enraizadas Películas tan diferentes como Con- en este malestar civilizacional, surgen tagio (2011) de Steven Soderbergh, películas que se sitúan en un después El caballo de Turín (2011) del húngaro del apocalipsis o que lo anticipan (Take Béla Tarr, Melancolía (2011) del danés Shelter, 2011, de Jeff Nichols; Noé, 2014, Lars von Trier, After Earth (2013) de M. de Darren Aronofsky), que dan por Night Shyamalan o Guerra mundial Z sentados el fracaso y, a veces, la des- (2013) de Marc Forster dan fe de ello. trucción del reino humano, que expre- san un miedo a la disolución de todo, a Todas ―así como las que veremos la pérdida de los límites. «Imaginario más adelante― expresan un miedo del fin» he llamado a estos fantasmas intangible, difuso, propio de la pos- de muerte que pesan sobre la posmo- modernidad: el miedo a la catástrofe, dernidad (Imbert, 2010a). el miedo a que esto acabe. Sin duda, este miedo se deriva del estado del mun- Pero, hoy, la amenaza, el peligro do, pero también de la capacidad de de desaparición, ya no viene de fuera los medios de amplificar las amena- (invasiones, extraterrestres, bestias de zas y cultivar nuevas figuras del mal. otros mundos, catástrofes naturales), «Miedo líquido», lo ha llamado Zyg- sino de dentro, de la propia sociedad. munt Bauman (2007), el cual consiste Atrás han quedado las grandes pelí- en «volver a escenificar el Apocalypse culas apocalípticas de Roland Emme- Now», ya no el de la película de Coppo- rich, con su invasión de alienígenas la, sino el de todos los días: (Independence Day, 1996) y sus altera- ciones climáticas (El día de mañana, Los miedos que emanan del síndrome 2004, y 2012, 2009). Ahora, el mal no es Titanic son miedos a un colapso o a tan visible, se ha incorporado a nues- una catástrofe que se abata sobre todos nosotros y nos golpee ciega e indiscri- tro mundo y, a menudo, se extiende minadamente, al azar y sin ton ni son, de manera viral, en forma de contagio. y que encuentre a todo el mundo des- El otro se ha apoderado del sujeto, el prevenido y sin defensas (Bauman, enemigo es interior, como ocurre con 2007, p. 31). el terrorismo en el ámbito político... Obviamente, la destrucción de las To- Tras todo ello, hay un macromiedo, el rres Gemelas tiene sus secuelas en el miedo pánico a la muerte, que vuelve 76 Contratexto n.o 22, 2014 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 76 24/10/2014 11:08:48
Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad como el gran reprimido de la moderni- Malady, 2004, del tailandés Apichat- dad y que el cine hipervisibiliza hoy en pong Weerasethakul; en Anticristo, día (Imbert, 2010b). Bauman describe 2009, de Lars von Trier)― o de otras así ese miedo: «El miedo primario a la dimensiones ―no racionales, meta- muerte es, quizás, el prototipo o el ar- físicas― sobre las naturales, como quetipo de todos los miedos, el temor ocurre en la obra del propio Shya- último del que todos los demás toman malan. prestado sus significados respectivos». • Facilitan lo que podríamos llamar una estética de la desaparición: el cultivar estéticamente la idea del Imaginarios posmodernos fin de todo, dentro de una acepta- ción resignada o melancólica. El ca- Frente a esta angustia cósmica, que en- ballo de Turín de Béla Tarr y Melan- cubre una profunda angustia existen- colía de Lars von Trier lo traducen cial, se vislumbran dos orientaciones. al pie de la letra. La primera es la vuelta al origen ―al • Fomentan conexiones secretas en- objeto perdido― en un viaje regresivo tre los hombres, entre las cosas y a los orígenes del género humano. Ori- son propensos a viajes en el espa- gen (2010) de Christopher Nolan y Pro- cio, el tiempo, pero también en las metheus (2012) de Ridley Scott son su identidades y las categorías, con ilustración más llamativa; y, con ello, sus derivas directamente new age: la vuelta a unas formas primitivas de desde Caótica Ana (2007) de Me- vida, como en Avatar (2009) de James dem, hasta Looper (2012) de Rian Cameron. En la segunda orientación, Johnson, El atlas de las nubes (2012) se encuentran las visiones posapoca- de los hermanos Wachowski y Tom lípticas que parten del supuesto de la Tykwer o Bestia del sur salvaje (2012) desaparición de lo humano e incluso de Benh Zeitlin. del planeta Tierra, para dejar lugar a la catástrofe o plantear un volver a em- ¿Son estas nuevas formas de eva- pezar desde cero. sión de la realidad? ¿En qué medida no Estos imaginarios pueden gene- son profundamente ambivalentes por- rar otras expresiones que tienen con- que oscilan entre la ficción y la creen- secuencias en la representación del cia, lo fantástico (la ciencia-ficción) y mundo (histórico y social) y en la re- lo imaginario (las angustias propias lación con el entorno natural. Cobran de nuestro tiempo)? Esta confusión de formas muy diversas: mundos y de niveles se ve acentuada por la tendencia a producir relatos en • La prevalencia de espacios fantas- los que se emborronan los límites en- máticos sobre los reales ―lo que tre categorías (lo real y lo imaginario) he llamado lo espectral (en Tropical mediante hibridación de géneros, y Contratexto n.o 22, 2014 77 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 77 24/10/2014 11:08:49
Gérard Imbert también, los límites entre géneros (la do el orden de la representación como ficción y el reportaje). en Origen, con su juego de cajas chinas Juegan con lo que he llamado lo in- (los sueños dentro del sueño). tersticial, la disolución de las fronteras La mayoría de estas películas recu- entre categorías o las intersecciones rre a la ciencia-ficción, pero no tanto entre ellas: cuando no sabemos si es- como género cerrado, sino como ve- tamos en una o en otra, como ocurre hículo para plasmar las angustias de en la serie sueca Real Humans (2012), nuestra época en torno al tiempo y a creada por el sueco Lars Lundström, la historia, amén de las dudas identita- donde los androides (llamados hubots rias del sujeto contemporáneo. en la película) se humanizan hasta po- De hecho, la ciencia-ficción ya no es der sentir y los humanos se encariñan un género en sí ―un género de eva- con ellos como si fueran de la misma sión vinculado con lo fantástico―, si- especie. Juegan también con la hibri- no que se ha transformado en un me- dación de géneros como en Catfish dio expresivo para traducir las dudas (2010), la película de Ariel Schulman en cuanto a la relación con el mundo y Henry Joost, donde el reportaje se natural y social, un pretexto para plas- confunde con la ficción, hasta desco- mar con total libertad ―y, de paso, locar al espectador, hacerle dudar en exacerbar― los imaginarios actuales. cuanto al «estatus de veridicción» del Y lo hace cambiando la relación en- relato, la naturaleza de lo que estamos tre las fuerzas destructivas y el hom- viendo. Lo pueden hacer hasta el vér- bre, cultivando un nuevo imaginario: tigo, jugando con los roles narrativos, la autodestrucción de la Tierra por el por ejemplo, perturbando la diferen- hombre. De ahí que la angustia, el pá- ciación entre manipulador y manipu- nico ante lo desconocido ya no vengan lado, como hacen Christopher Nolan o tanto de otros universos, de mundos Rian Johnson. ajenos, como del propio mundo, de Con esto rompen con la lógica mo- la posibilidad de perturbar sus cate- derna ―el principio de no contradic- gorías (como ocurre en Origen), hasta ción, entre otros― y cultivan lo am- meterse en el inconsciente del hombre bivalente (Bauman, 2005): el que algo y reprogramar la historia (mediante la pueda ser una cosa y, al mismo tiem- precognición, o sea, el poder de influir po, su contrario, sin que haya contra- en el curso de los acontecimientos). O, dicción lógica, como en Looper, con sus caso más grave, la angustia procede reencarnaciones, su anticipación del de la propia pulsión destructiva del presente y su incidencia en él (el sueño hombre. de poder cambiar el curso del tiempo). Surge así otro imaginario, que con- O pervierten el contrato que vincula siste en jugar con el tiempo y el espa- al lector con el texto fílmico, alteran- cio, en anular o manipular la realidad 78 Contratexto n.o 22, 2014 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 78 24/10/2014 11:08:49
Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad objetiva (la material y la humana). Si nos e interviene en sus disposiciones puedo viajar en el tiempo, puedo inci- mentales y predisposiciones espiritua- dir en los eventos y borrar anticipada- les, hace de revelador de las identida- mente acciones que se pudieran hacer des profundas u ocultas. reales (como en Looper). A los tradicio- Lo fantasmático está hoy, a través de nales viajes en el tiempo, desde Julio los imaginarios, totalmente integrado Verne hasta los hermanos Wachowski a lo real. Estamos más allá de la ima- (en Matrix (1999) y El atlas de las nubes ginación (la invención que alimentaba (2012), suceden los viajes anticipato- al género fantástico). Nos vemos pro- rios. La precesión (Baudrillard, 1978) yectados en mundos virtuales, más allá suplanta a la retrocesión, el viaje en el de los «mundos posibles» de la ficción imaginario y en lo virtual sustituye al y más acá de la representación, en un viaje en el espacio; la manipulación y acercamiento a lo real (lo irreductible, la especulación desalojan a lo aventu- lo inefable, lo irrepresentable) que en- rero y conjetural. Si me puedo volver raíza en el inconsciente, se nutre de invisible, escapo a la realidad objetiva los imaginarios. De ahí una demanda y supero mis emociones, como pasa en de crudeza ―aunque solo sea a través After Earth de Shyamalan. de imágenes y representaciones―, la Estamos más allá de la ciencia-fic- reivindicación de una intimidad a ul- ción en la medida en que la duda sobre tranza, una frontalidad con el horror, la existencia del universo ha alcanzado un hardcore representacional y consu- y contaminado nuestro propio univer- mista que hace que las barreras de lo so, nuestra percepción y, además, su secreto hayan saltado, que los límites representación: ¿es real todo lo que pa- del pudor ya no sean los mismos. Si no rece como tal? ¿Dónde están los lími- es visualizado ―expuesto―, nada vale tes entre lo real y lo imaginario? ¿No de por sí. El acceso a lo real pasa por vivimos una época de fantasmación, no su proyección virtual y su exposición en el sentido mágico en que lo entiende mediática. Ni real ni ficticio, ese es el Shyamalan, sino en el sentido psicoa- reino de la proyección, de la creación nalítico de fantasear, vivir de «proyec- de espacios proyectivos, profunda- ciones fantasmáticas» ―como las lla- mente ambivalentes. mo―, que son el reflejo del deseo y no de la imaginación, son del orden de la necesidad asumida y no proceden solo De la angustia existencial del exclusivo consumo mediático. En a la vuelta al origen El sexto sentido (1999), el niño se mete literalmente en la mente del adulto; en Si After Earth (2013) representa la vuel- La joven del agua (2006), el ser mitológi- ta al origen perdido, Origen (2010) de co irrumpe en el mundo de los huma- Christopher Nolan y Prometheus (2012) Contratexto n.o 22, 2014 79 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 79 24/10/2014 11:08:49
Gérard Imbert de Ridley Scott reflejan una indagación estructura narrativa del perseguidor en el origen que perturba totalmente perseguido, el director nos muestra las categorías sensoriales en la prime- cómo el manipulador de sueños va a ra y las conceptuales en la segunda. ser él mismo perseguido por un sueño En Origen, Dom Cobb, un ladrón que afecta a su propia historia y que de alto vuelo, de mucho prestigio en el funciona como una especie de «escena mundo del espionaje corporativo, pero primitiva» que lo ha marcado y deter- que es ahora un fugitivo, se ha espe- mina toda su vida, un episodio oscuro cializado en robos sutiles. Mediante de su vida anterior relacionado con la un dispositivo maquiavélico consigue muerte de su esposa. penetrar en las profundidades del Aquí el origen es claramente fan- subconsciente de los demás durante el tasmático, dentro de un juego de ca- sueño y orientar sus decisiones (incep- jas chinas en el que los sueños ajenos tion, de acuerdo con el título original, despiertan a su vez un sueño suyo: ve es esa implantación de una idea en la a la esposa muerta como un espectro y cabeza de otro). Ahora se le presenta revive la escena de su muerte. Como el la oportunidad de redimirse. En lugar protagonista de Shutter Island (2010) de de robar, se va a introducir en la mente Martin Scorsese, Cobb es víctima de un del heredero de una multinacional pa- sentimiento de culpabilidad, a lo que se ra incidir en sus decisiones. El sueño añade el sentimiento de duda que afec- ―tal vez lo más real de la mente hu- ta a la realidad misma de lo que ve/(re) mana: lo más bruto, informe, lo menos vive. Alucinación, sueños despiertos y formalizado en lenguaje racional― fantasmación se confunden aquí. En su deviene entonces en una especie de intento de «robar» el sueño de los de- terreno de juego en el que Dom Cobb más y, con él, su inconsciente para po- va a intervenir para desviar los pensa- der actuar sobre sus decisiones futuras, mientos del otro como si fueran el pro- se ve él mismo atrapado por esta visión ducto de unas jugadas de la mente. De fantasmática y lastrado por ella. hecho, el director muestra el universo En su «teletransportación» al mun- de los sueños como una especie de jue- do de los sueños, el entorno sufre alte- go de video on-line. raciones que, como en la toma de algu- Es interesante ―aunque en parte nas drogas alucinógenas, se traducen fallido― el intento del director de re- en distorsiones espacio-temporales. crear el universo de los sueños como Conocíamos los viajes en el tiempo, un mundo con sus propias leyes, don- lo novedoso aquí son los viajes en el de ya no impera la lógica racional, sino espacio, con la alteración de los pla- otra onírica, que perturba totalmente nos y de las dimensiones. Como en las categorías espacio-temporales, sub- la teoría de los pliegues, el espacio no vierte los planos. Pero, retomando la es una superficie plana, sino que se 80 Contratexto n.o 22, 2014 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 80 24/10/2014 11:08:49
Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad pueden romper, ondular o invertir los traduce más en el enfrentamiento con planos, tanto los horizontales como los uno mismo que con el otro. Ese miedo verticales. Son, sin duda, los momen- es intrínseco al hombre y a su relación tos más espectaculares de la película: con su propio entorno. ¿Será porque cuando el espacio escapa a sus leyes, ya no estamos a gusto en esta Tierra? las superficies se suben literalmente La cuestión es fundamental: es lo que a las paredes y el hombre pierde todo funda nuestro asentamiento en la rea- control sobre el espacio. lidad, es anterior incluso a la relación Una vez más, estamos ante un ima- social. El cine actual nos habla directa- ginario de la distorsión, que puede mente de ello. corresponder a un pánico a la desin- Prometheus (2012) de Ridley Scott lo tegración, a la pérdida de las coorde- hace a su manera, confusa, grandilo- nadas, un imaginario del caos, pero ya cuente, alucinatoria, como una vuelta no encarnado en el desorden, la des- a la esencia de todo, un descenso en el trucción material, la violencia ajena pozo sin fondo de la historia del hom- o las invasiones procedentes de otros bre. Por muy diáfana que intente ser planetas ―como aparece en muchas la evocación de este viaje, no deja de películas de catástrofes―, sino que tener algo oscuro, como todo intento procede de un miedo a que se desre- de acercarse al origen. La dramaturgia gulen las leyes físicas más elementa- espectacular de Nolan, su pretensión les, en particular, todo cuanto regula a ser un relato a lo Philip K. Dik, al nuestra relación fundamental con el modo del thriller, o de igualarse a una entorno: lo espacial y lo temporal. pesadilla como las de Lynch en Mulho- Vuelta a lo informe, a un estadio de lland Drive (2001), deja paso en Scott a caos originario, a un estado precons- un relato enrevesado, efectista, plaga- ciente ―como es el sueño, dominado do de incongruencias narrativas y de por el inconsciente―, el fantasma aquí teorías estrafalarias, con un fondo new es regresivo, no proyectado hacia el age, remanentes cristianos y el reciclaje futuro, como en la ciencia-ficción clási- de otras películas de ciencia-ficción. ca, hacia la degradación de lo existente El argumento es simple: un multi- por una fuerza humana o suprahuma- millonario en el umbral de la muerte na, sino que enraíza en los abismos quiere indagar sobre el tema para en- del inconsciente, como si volviéramos contrarse con sus creadores, no por a un estadio prerracional, en el que filantropía, sino porque espera que es- el hombre ni siquiera se controla a sí to pueda permitirle acceder a la vida mismo. eterna. Para dicho cometido manda a Hoy, el miedo ya no procede tan- una aparatosa expedición espacial en to del otro como del propio sujeto, se una nave nombrada Prometheus. Contratexto n.o 22, 2014 81 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 81 24/10/2014 11:08:49
Gérard Imbert Por mucho que lo niegue el direc- Nuevos tiempos, nuevas tecnolo- tor, el que sea una precuela (una vuelta gías, nuevas mitologías, pero la duda sobre los orígenes de un relato ante- sigue siendo la misma, acentuada por rior) de Alien, el octavo pasajero (1979), la degradación del entorno natural del propio Scott, no hace sino abundar y social: ¿es tal la realidad que veo, en esta indagación en el origen, aun- y la historia que me cuentan sobre que sea narrativo en un principio. No ella? ¿Nos pertenece nuestra historia? es casual aquí que haya que ir a buscar ¿Quien se cree despierto y consciente el secreto sobre el origen del hombre no es el producto del sueño de otro? en otras civilizaciones. El hombre ha Esta indagación infinita y deses- perdido su propia historia, cuya ge- perada sobre el origen desemboca en nealogía está en poder de otro, una un vértigo, el de no poder abarcarlo avanzada civilización de alienígenas. todo, el de sentirse alienado por su Se ha cortado de su origen. Vive en la propia condición. Delata una angustia ilusión. que tiene que ver con una forma de Disfrazada de ciencia-ficción, con neoexistencialismo muy de nuestros un barniz de referencias seudocientí- tiempos: una angustia sobre la condi- ficas, la película nos proyecta en 2089, ción humana que fomenta la reflexión; pero tiene mucho de relato mitológico. pero a diferencia del existencialismo Aunque ingenuo ―y más allá del mito sartriano, que confiaba en el libre al- de Prometeo―, no deja de reflejar el bedrío (la concepción que Sartre tenía malestar ante el origen y la búsqueda de la alienación social y de la libertad de un relato fundacional, de algo que individual y colectiva), esta angustia lo explique todo sin recurrir a la re- no desemboca en ningún compromiso ligión, pero sin tampoco acudir a las social, sino que vuelve al mito y gene- teorías existentes sobre la creación del ra nuevos imaginarios. En eso es pro- mundo. El misterio consiste en enten- fundamente regresiva. der por qué los «ingenieros» alieníge- La evasión de la realidad ―con nas crearon a la humanidad y luego la su correlato, la negación de todo «en- destruyeron. Aquí también es como si gagement» (implicación, compromiso la humanidad no se bastara a sí misma social)― deja paso a una estrategia de y el hombre se viera desposeído de su recreación en lo virtual. La proyección propia historia y, como en el cuento de en el futuro ―con sus posibilidades Borges «Las ruinas circulares» (Ficcio- de cambio― cede ante una vuelta al nes, 1944) o la película de Robert Wie- pasado de todos los pasados, al pun- ne, El gabinete del doctor Caligari (1920), to de partida de todas las historias: el como si el hombre fuera el sueño de Origen. Ya no estamos en la especula- otro, como si una maldición pesara so- ción futurista propia de la ciencia-fic- bre la condición humana. ción, sino en la simulación retroactiva, 82 Contratexto n.o 22, 2014 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 82 24/10/2014 11:08:49
Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad de corte posmoderno, un intento des- dentro de un cierto espiritualismo, por- cabellado de reescribir la historia del que tienen la capacidad, mediante la hombre, un hombre sin humanidad, mente, de alterar el orden del mundo. desposeído de su propia historia, ni En El sexto sentido, el director plan- siquiera dueño de su destino. tea un desdoblamiento de la realidad, Este imaginario tiene como corre- que implica una desrealización del lato el que gira en torno al fin de la mundo vivido: lo que vivimos podría humanidad, un imaginario del fin que ser el resultado del sueño de otro, irrumpe con fuerza en varias películas planteamiento muy borgiano; en La de reciente estreno. joven del agua recurre a fuerzas y po- deres sobrenaturales, con sus perso- najes mitológicos; en After Earth a una De la duda sobre la realidad al fin de fuerza interior de corte casi metafísico, la humanidad disfrazada aquí de poder mental (la fantasmación: el poder secreto de vol- Si hay un director dado a manejar es- verse invisible para vencer el miedo y tos imaginarios de la duda, es segura- dominar al monstruo de turno). mente M. Night Shyamalan. La duda Pero hay algo más en esta últi- en cuanto a la realidad vivida y vista ma película de corte posapocalíptico. es un tema recurrente en su obra. Es Aquí, es el entorno en su conjunto el fundamental en este director la rela- que ha desaparecido: los humanos ya ción con el entorno espacio-temporal, no viven en la Tierra; la Tierra es un las sospechas que pesan sobre esta re- planeta no solo abandonado, sino pe- lación y la intervención de fuerzas que ligroso, prohibido, que ha seguido su escapan a la racionalidad humana o la evolución al margen del hombre, don- trascienden, que hacen intervenir ele- de los animales y las plantas han muta- mentos físicos y metafísicos, que alte- do. Se ha producido una especie de au- ran el orden material y la percepción. tonomización del planeta con respecto Shyamalan se sitúa siempre a caba- a la propia raza humana, se ha roto la llo entre dos mundos: el propiamente relación de dominación del hombre so- mundano ―el material y de los hom- bre la naturaleza y la relación a secas bres― y otros mundos que tienen que con su planeta. ver con otras dimensiones, espiritua- El título de la película de Shya- les, sobrenaturales, metafísicas, que en malan expresa bien este corte: es la todo caso sobrepasan la capacidad de vida después de..., después de la Tierra entendimiento y control del hombre. de la que huyó la humanidad, después Estos otros mundos se pueden interio- del equilibrio entre el hombre y su en- rizar, dotan a los personajes de pode- torno, después de la distinción entre res especiales y hacen que se muevan Contratexto n.o 22, 2014 83 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 83 24/10/2014 11:08:49
Gérard Imbert géneros y especies. Los animales que a escapar durante el crash de la nave aparecen en la película o son híbridos que devuelve a los rangers a casa y los o están sobredimensionados; en cual- obliga a hacer un aterrizaje forzoso en quier caso, se ha roto no solo el equili- la Tierra. Lo que podría ser un viaje brio, sino la proporcionalidad: el hombre nostálgico al origen se convierte en in- ya no está en su lugar en este contexto fierno: el hombre ya no está adaptado físico y animal que lo supera, lo huma- a su medio natural o, más bien, ha aca- no se ha quedado pequeño, el planeta bado destruyéndolo y es el medio el Tierra está como apartado. que se ha convertido en amenaza para Incluso, podríamos añadir, es un el hombre. Esta inversión del plan- mundo de después del sentir: la figu- teamiento ecológico (el hombre como ra del padre es dura y distante, es una amenaza para la naturaleza) sirve de máquina de mandar (es así también premisa de la película y la envuelve en con su hijo), que impone rígidos pro- un clima de peligro constante cuando tocolos de ejecución de las órdenes, lo el hombre vuelve a su planeta de ori- mismo que los rangers ―ese cuerpo gen y el hijo del protagonista tendrá de élite al estilo de los marines sesen- que hacer sus pruebas para superar el teros― son máquinas ejecutoras. El miedo al monstruo. En eso es posapo- pathos, el sentir no tienen lugar aquí, el calíptica la cinta: ya no hay posibilidad hombre se ha deshumanizado. de rescatar el entorno ni de vivir en él. Esta visión no es exclusiva de Shya- La catástrofe se ha hecho efectiva, la malan. En Avatar (2009), por ejemplo, Tierra se ha vuelto inhóspita, inhuma- también se da una relación de extraña- na, inhabitable. miento con el planeta Tierra y los hom- Dentro de la proliferación de ima- bres se apoyan en dobles más fuertes y ginarios apocalípticos que invaden el precisos que ellos. Es fuera del planeta cine (no solo comercial, sino también Tierra, en una especie de tierra prome- de autor), ¿qué es ese imaginario del tida y primitiva, donde descubrirán fin que niega hasta lo más fundamen- otra naturaleza, exuberante, un híbri- tal ―la humanidad― y está presente do entre el paraíso terrenal (el lugar hasta en el cine de autor? Y hay que del origen) y una naturaleza clonada tomar aquí la palabra humanidad en (una suerte de universo paralelo) con su doble sentido, como el conjunto de especies y variedades inventadas, de lo humano y también como categoría: carácter inédito. el humano como ser sensible, lo que Pero After Earth es más radical, los afecta in fine a la «condición humana» humanos se han llevado consigo al (concepto fundador del humanismo monstruo que quiere acabar con la hu- moderno: piénsese en la novela homó- manidad y, como era de esperar (todo nima de André Malraux). Es un cine en es previsible en la película), este se va el que lo humano se da por acabado, 84 Contratexto n.o 22, 2014 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 84 24/10/2014 11:08:49
Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad por mucho que el final feliz de la pe- a punto de parir cuando la fertilidad lícula de Shyamalan, al más puro esti- se ha extinguido en la Tierra, soledad lo hollywoodense, indique un retorno de los últimos buenos hombres frente sentimental a los valores humanos. a las nuevas hordas, a unos bandos no Sin duda, este imaginario entronca claramente identificados en Hijos de los con una duda fundamental ―y funda- hombres. En esta película, los hombres mentada en la historia del siglo XX― han perdido las referencias, se ha di- fuminado la delimitación entre «bue- en cuanto a la capacidad de conviven- nos» y «malos», se han diluido las ins- cia del género humano, mermada por tancias sociales y disuelto las fuentes la violencia histórica (guerras mun- de poder. Todo ello desemboca en una diales, Hiroshima, Shoah...) y marcada soledad que podríamos calificar como por las nuevas formas de violencia so- social, que va más allá del individuo, cial, sin contar hoy en día el retorno de que surge de la desaparición de lo so- las guerras interétnicas y de los con- cial, de la necesidad de volver a fundar flictos religiosos (o sea, enfrentamien- una comunidad con sus redes de soli- tos de corte tribal y comunitario). Con daridad y ayuda. El hombre está solo esto lo que se cuestiona es primordial: frente a otros hombres de los que no es el concepto mismo de historia en el sabe nada, de los que tiene todas las sentido evolutivo moderno, la posibi- razones para desconfiar. lidad de solventar los conflictos histó- En Hijos de los hombres, esta soledad ricos, amén de la violencia vista aquí se extiende al género humano por la como consubstancial al hombre. terrible fatalidad que ha recaído sobre los hombres: la humanidad se ha vuel- to estéril, con excepción de una mujer Del neoexistencialismo al caos que está embarazada y que, para col- generalizado mo, es una «refugiada» en un país (el Dentro de esos imaginarios posapoca- Londres imaginario de 2027) que re- lípticos, de visión negra y tratamiento chaza y persigue a los extranjeros. espectacular, hay una excepción: Gra- En Gravity ―y es el mayor acierto vity (2013) de Alfonso Cuarón. Cono- de la cinta―, la sensación de soledad cíamos a este director por películas es palpable, la incomunicación física y tan diferentes como Y tu mamá tam- la pérdida de las coordenadas literal- bién (2001), Hijos de los hombres (2006) mente espacio-temporal (como cuan- ―entre otras― en las que, más allá del do la protagonista no puede controlar eclecticismo, hay un rasgo común, el sus movimientos, se desliza hacia el tema de la soledad: soledad acompa- infinito, rebota sobre la nave espacial ñada dentro del trío amoroso tan atípi- o son los objetos los que chocan con co de la primera; soledad de la madre ella). El sujeto, entonces, ya no domi- Contratexto n.o 22, 2014 85 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 85 24/10/2014 11:08:49
Gérard Imbert na ni el espacio ni el tiempo (lo que ¿Cómo no pensar en la magistral El va a durar esa deriva en el vacío). Es- tiempo del lobo (2003) de Michael Hane- ta ingravidez traduce simbólicamen- ke ―aunque su tratamiento sea mucho te el estado flotante del sujeto actual, más alegórico―, con su conversión de su soledad ―física y metafísica―, su la humanidad (de lo que queda de ella) deriva en los «no lugares» de la pos- en horda salvaje, la transformación de modernidad, en un espacio sin límites: los hombres en espectros que huyen un universo «líquido» (Bauman, 2007), en la noche y vuelven a un estadio pre- que no ofrece resistencia, en el que el social. Si esta «estética de la desapari- sujeto ya no se sitúa. ción» ―asociada a la descomposición Atrás ha quedado la Tierra, como de lo social― ya estaba en La carretera en una función interrumpida, una (2009) de John Hillcoat y en Hijos de los con templación espectacular en 3D. hombres del propio Cuarón, en Gravi- La Tierra es el objeto perdido y, con ella, ty el director la despoja al máximo y la humanidad y es precisamente esta le devuelve un aire de humanismo al distancia la que permite al hombre planteamiento, llevando el imaginario romper con lo que es o ha sido o no del fin hacia una resolución humanis- quiere ser. ta, una revisión de lo que ha sido uno, que le permite al sujeto redimirse. En A esta forma de angustia, expe- Cuarón, la pulsión de vida, el deseo de rimentada en la carne, la he llamado supervivencia siempre vence al caos o «neoexistencialismo». Es social ―el al vacío. hombre ya no tiene su lugar en el en- torno―, pero ese sentimiento de sole- En cambio, son más radicales los dad se traduce en «síntomas» físicos, planteamientos apocalípticos de Ste- no pasa por una reflexión ontológica, ven Soderbergh en Contagio (2011) o como en el existencialismo histórico de Marc Forster en Guerra mundial Z (El ser y la nada de Jean-Paul Sartre). (2013), con su regresión ―la vuelta de Aparece en muchas películas de hoy, la humanidad a la horda primitiva―, con su fisicidad, su manera de repre- su imaginario del contagio, como si sentar la relación con el mundo y con fuera ineluctable este retroceso civili- el otro, o incluso el estar-en-el-mundo zacional. En Contagio, un virus de efec- (l’être-au-monde, Sartre) a partir de las tos devastadores diezma a la humani- sensaciones, de lo in-mediato, lo no me- dad, atacando primero, y de manera diado por la mente, lo que no pasa por totalmente aleatoria, a la gente famosa el filtro del análisis y ―hasta cierto y provocando un caos generalizado punto― de la conciencia, un cine del que demuestra la incompetencia de las inconsciente y de lo fantasmático de autoridades frente a su extensión ful- alguna manera. minante. Se teme que sea un arma bio- 86 Contratexto n.o 22, 2014 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 86 24/10/2014 11:08:49
Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad lógica destinada a causar terror el fin lujosa e impoluta Elysium―, se des- de semana de Acción de Gracias. Al atan las pasiones y se manifiestan las final, nos enteraremos de que ha sido ambiciones, hasta que, de las ruinas producto del azar. Más virus en Gue- de Los Ángeles y del lumpen en que rra mundial Z, pero esta vez va en serio: se ha convertido su población, surge el hombre regresa al estadio animal, un héroe redentor, un ángel vengador. entre lobo y zombi. Mediante morde- La figura de la autodestrucción en- duras transmite el virus. Las masas cuentra su máxima expresión en Los contaminadas, cual hormigas feroces, juegos del hambre (2012), basada en la se extienden por el plantea, llegarán novela best seller del mismo nombre de a trepar por las murallas de Jerusalén Suzanne Collins. En una imaginaria en una escena que, si no fuera tópico y nación llamada Panem [sic], levanta- redundante aquí, podríamos calificar da sobre las ruinas de lo que fueron de bíblica. los Estados Unidos de Norteamérica, Elysium (2013), de Neill Blomkamp, se celebran cada año los juegos del nos proyecta en una época en la que hambre para recordar a los doce dis- los hombres abandonan la Tierra, pero tritos, el castigo por su rebelión se- este abandono es clasista. A raíz de la tenta años atrás. Mediante sorteo se superpoblación y de la contaminación elige a un chico y a una chica de cada del orbe, las élites y los más pudientes distrito, de edades comprendidas en- han huido del planeta y se han insta- tre los doce y los dieciocho años para lado en un nuevo hábitat: una gigan- someterlos a una competencia en la tesca estación espacial en forma de que tendrán que luchar hasta que solo anillo llamada Elysium (unos Campos quede uno. El vencedor será premiado Elíseos posmodernos), donde curio- con suministro de víveres, todo ello samente proliferan las plantaciones debidamente espectacularizado con de marihuana... El resto de la pobla- retransmisiones y pantallas gigantes, ción ―o sea, la inmensa mayoría de con el asesoramiento de estilistas que los humanos― sobrevive abandona- preparan a los concursantes para com- do en una desolada Tierra. Privados placer a los patrocinadores. Entre los de todo, hasta de su ciudadanía (que juegos romanos de gladiadores y el está reservada para los privilegiados reality show moderno, este concurso de habitantes de Elysium), los hombres supervivencia para público quincea- viven hacinados y amenazados por el ñero se asienta sobre la eliminación hambre y las enfermedades. El plane- física de los demás concursantes, con- ta Tierra ya no es habitable. El caos se vertida en juego, como en Battle Royale ha generalizado. Pero también en el (2000), la película de Kinji Fukasaku. mejor de los mundos posibles ―en la En un retroceso a la primitiva ley de la Contratexto n.o 22, 2014 87 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 87 24/10/2014 11:08:49
Gérard Imbert selva cruzada con la moderna ley del ecológico de respeto y mantenimiento espectáculo, se mezclan aquí sadismo del entorno. y espectáculo, castigo y juego, presión Tras todo ello está un imaginario social y deleite del público mediante emergente en muchas películas actua- un autosacrificio: para cumplir con les: el fin de la humanidad, ya sea co- las reglas y, en el caso de ganar, sacar mo territorio, ya sea en forma de falta provecho de ello, recibiendo comida de creencia en el valor humano. Con extra a cambio. El circo romano se ha esto nos alejamos de valores que han integrado a la gestión del Estado y al sustentado el pensamiento moderno control de la sociedad. y que implicaban visiones del mundo basadas tanto en las ciencias físicas co- mo sociales: las teorías de la evolución Conclusión: ¿el fin de lo humano? (el darwinismo), con su correlato de la fe en el hombre (en su avance y su En estas producciones, la visión es ra- capacidad de adaptación), la creencia dical, en el sentido en que niega algo en la historia (el progreso), la proyec- consubstancial a la civilización, la ca- ción en las ideologías (la voluntad de pacidad del hombre de superar su pro- cambio), para desembocar en una vi- pia historia. Parte de un presupuesto sión ahistórica e incluso, a veces, anti- ―aunque ficticio, del orden de lo ima- histórica. La separación con el planeta ginario― de que ya no hay humani- va pareja con un corte epistemológi- dad, bien sea porque ha desaparecido co, dentro de una visión que separa la Tierra como conquista del hombre, al hombre de su entorno, lo aísla y le la naturaleza y el reino animal han quita todo poder de incidencia sobre vuelto a tomar posesión de ella (Af- el curso de su propia historia. ter Earth); o porque el planeta ha sido totalmente arrasado (La carretera), ani- ¿Es esta una nueva forma de con- quilado (como en tantas películas de formismo, de negación de la historia ciencia-ficción), o porque está a pun- (como en las teorías revisionistas)? ¿En to de desaparecer por el choque con qué medida no vuelve a mentalidades otro planeta (Melancolía). Que se trate primitivas que conllevan la creencia de visiones pre o pos apocalípticas, la en otros mundos (sobrenaturales, se- creencia implícita es la misma: dan cretos, invisibles, e incluso interiores, por sentada la degradación de la con- sobrehumanos)? Shyamalan está de dición humana, el hombre ya no vale pleno en ello, entre un ecologismo de por sí mismo, no es capaz de mantener pacotilla y un new age light disfrazado su planeta ni de defender al género de espiritualidad. Pero otros se lo to- humano. Por otra parte, lo humano ya man más en serio, hasta, a veces, de no funciona como valor, ni valor en manera trágica o melancólica, como sí ―del orden de lo ético―, ni valor Béla Tarr o Lars von Trier. 88 Contratexto n.o 22, 2014 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 88 24/10/2014 11:08:49
Imaginarios posapocalípticos en el cine actual: entre la vuelta al origen y el fin de la humanidad Referencias Imbert, G. (2010a). Cine e imaginarios sociales. El cine posmoderno como ex- Baudrillard, J. (1978). La précession des periencia de los límites (1990-2010). simulacres. París: Minuit. (Traduc- Madrid: Cátedra. ción española: Cultura y simulacro. Imbert, G. (2010b). La sociedad informe. Barcelona: Kairós, 1978). Posmodernidad, ambivalencia y juego Bauman, Z. (2005). Modernidad y ambi- con los límites. Barcelona: Icaria. valencia. Barcelona: Anthropos. Bauman, Z. (2007). Miedo líquido: la so- ciedad contemporánea y sus temores. Barcelona: Paidós. Contratexto n.o 22, 2014 89 04-contratexto22-cine-IMBERT.indd 89 24/10/2014 11:08:49
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