La economía de mercado - Qué hacer?
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CAPÍTULO 1 La economía de mercado ¿Qué hacer? Lenin Cuando los historiadores del futuro miren hacia el pasado, a los años finales del siglo XX, uno de los cambios más llamativos que percibirán será el derrumbe de las eco- nomías de planificación central de los países de Europa del este. No es descabellado afirmar que la guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética no la gana- ron el ejército estadounidense o sus aliados, sino la capacidad de producción de las economías de mercado occidentales. Mijail Gorbachov, a la sazón líder de la Unión Soviética, concluyó entonces que la economía de su país no podía seguir compitiendo con los Estados Unidos en la carrera armamentística mundial. La economía soviética era, sencillamente, demasiado ineficiente. Gorbachov diseñó un nuevo rumbo para su país, más orientado hacia el mercado, lo que desencadenó toda una serie de revueltas políticas y económicas. ¿Por qué fallaron las economías de planificación central y sobrevivieron los sistemas de mercado? Las propias declaraciones de Gorbachov nos da algunas claves. En un discurso pronunciado en 1987, cuatro años antes de que la Unión Soviética abandonara el comunismo, señaló que “estamos viendo cómo los niños utilizan los mendrugos de pan como si fueran pelotas de fútbol”. Es probable que lo que irritara a Gorbachov fuera contemplar cómo se desperdiciaba el pan en un juego infantil. Pero, aunque ésta fuera la razón, es imposible no dejar de preguntarse por qué se molestó en traer la anécdota a colación en uno de sus principales discursos. Para responder a esta cuestión, debemos preguntarnos primero por qué los jóvenes soviéticos se dedicaban a dar patadas a un trozo de pan. La respuesta es que los consumidores soviéticos no valoraban demasiado el pan porque pagaban por él un precio muy bajo. Dado que podían comprar todo el pan que quisiesen a ese precio, ¿por qué habrían de molestarse en no derrocharlo? Si una barra de pan cuesta sólo el equivalente a unos céntimos, ¿por qué no dejar que los niños se diviertan un poco jugando con ella? Es posible que Gorbachov contase esta anécdota porque la consideraba sintomática de los problemas a los que se enfrentaba la economía soviética. En 1987, eran los pla- nificadores centrales, desde Moscú, quienes fijaban los precios de cualquier bien. En muchas ocasiones, estos precios eran tan bajos que los consumidores no tenían reparo alguno en despilfarrar los bienes. Además, muchas veces los precios eran inferiores a los costes de producción; en estos casos, los productores tenían pocos incentivos para llevar sus mercancías al mercado: “Hay multitud de alimentos que se echan a perder mucho
Capítulo 1: La economía de mercado antes de llegar a las tiendas... El aprovisionamiento es irregular (un día hay mantequi- lla, pero al día siguiente no), de modo que la mayoría de los comerciantes recorren los almacenes todos los días y se llevan consigo todo lo que les parece interesante, por si acaso” (Keller, 1988: A6). Otras economías basadas en el modelo soviético experimen- taban problemas similares. Así se lamentaba, por ejemplo, el primer ministro polaco Zbigniew Messner: “Tenemos... sistemas de incentivos malos, problemas en la organi- zación del trabajo, falta de respeto por la propiedad social” (Tagliabue, 1987: 11). Estas dificultades fueron una de las causas más importantes de las revueltas políticas que asolaron Europa del Este desde 1989 hasta la caída del comunismo. El análisis de los problemas que sufrían las economías de planificación central nos ayudará a definir la materia propia de la economía y el objetivo que persigue este libro. 1.1 ESCASEZ Y ECONOMÍA Las dificultades a las que se enfrentaban las economías de planificación central eran consecuencia de la forma en que resolvían el fenómeno de la escasez. Prácticamente todos los recursos son escasos; es decir, no bastan para satisfacer las necesidades de todo el mundo. Por “recursos” entendemos no sólo los recursos naturales (petróleo, árboles, tierra y agua), sino también los recursos humanos (el trabajo) y de capital (máquinas y fábricas). Una consecuencia importante de la escasez es que los individuos y las socie- dades deben elegir entre un número limitado de posibilidades. Si elegimos tener más de algún bien, por ejemplo el pan, tendremos que aceptar poseer menos de otros bienes. En la Unión Soviética, este tipo de decisiones las adoptaban los planificadores centrales y, de lo que Gorbachov se estaba quejando es de que esta forma de resolver el problema de la escasez estaba generando resultados indeseables. De hecho, en un discurso posterior fue más explícito: “La tendencia a abarcar cada rincón de la vida mediante un control y una planificación centralizados y minuciosos impone a la sociedad, literalmente, una camisa de fuerza”. El problema de la escasez no es exclusivo de las economías de planificación central. Todas las sociedades se enfrentan a un problema de elección entre sus escasos recursos; economía lo que diferencia a estas sociedades es cómo resuelven este problema. La economía estu- El estudio de cómo se enfren- dia cómo se enfrentan las personas y las sociedades al problema de la escasez y este libro tan a la escasez los individuos trata en particular sobre la microeconomía, que analiza el comportamiento económico y las sociedades de las unidades de decisión individuales. El prefijo micro, que quiere decir “pequeño”, microeconomía induce a cierta confusión. Es cierto que los microeconomistas dedican mucho tiempo a Rama de la economía que analizar el comportamiento de unidades de decisión relativamente pequeñas, como las estudia el comportamiento económico de las unidades de economías domésticas y las empresas individuales. Pero a los microeconomistas también decisión individuales, como les preocupa el conjunto: cómo se combinan esas decisiones individuales y qué conse- los hogares y las empresas, y cuencias tiene esto para la sociedad. No haremos aquí, sin embargo, un tratamiento cómo se combinan las decisio- sistemático sobre la evolución en el tiempo de las tasas de inflación y desempleo de la nes de unas y otras. economía en su conjunto (el ciclo económico). Estas cuestiones pertenecen al campo de la macroeconomía, que estudia el comportamiento de toda la economía y dedica menos macroeconomía atención a las actividades de las unidades individuales. Rama de la economía que estudia el comportamiento de toda la economía, y especial- mente los problemas de la Las tres preguntas básicas inflación, el desempleo y los La existencia de escasez implica que toda sociedad debe irremediablemente dar una ciclos económicos. respuesta a las tres cuestiones siguientes: 1. ¿Qué producir? Como ya hemos señalado, la existencia de escasez implica que, si queremos producir más cantidades de un bien, debemos producir menos de otros. Así pues, la sociedad tiene que elegir cuántos discos compactos, bolígrafos, misiles o cualquier otro bien va
Capítulo 1: La economía de mercado a producir. Esto nos lleva a un concepto importante en economía: el coste de opor- tunidad. Cuando producimos más de un bien X, estamos consumiendo determinados recursos, recursos que podríamos haber destinado a producir otros bienes. El coste de coste de oportunidad oportunidad de X es la más valorada de estas alternativas a las que hemos renunciado. Valor de la más valorada de las El coste de oportunidad de algo es, esencialmente, lo que dejamos de obtener a cambio alternativas a las que renuncia de ese algo. el individuo. El presidente estadounidense Dwight Eisenhower demostró tener una aguda in- tuición del concepto de coste de oportunidad en su análisis sobre el coste real de la defensa nacional: Cada fusil que fabricamos, cada buque de guerra que fletamos, cada misil que disparamos equivale, en último extremo, a robar a quienes tienen hambre y no reciben alimento, a quienes pasan frío y no reciben vestido. Este mundo armado no sólo gasta dinero. Gasta también la fuerza de sus trabajadores, el genio de sus científicos, las esperanzas de sus niños (Ambrose, 1984: 95). El concepto de coste de oportunidad puede aplicarse tanto en el ámbito individual como en el social. He aquí, por ejemplo, lo que afirmaba orgullosamente un campe- sino chino llamado Xiong Qiangyun a un periodista al que informaba de que su hijo estaba en la universidad: “Es muy caro, así que no he podido ni construirme una casa demasiado buena ni comprarme una televisión. Pero mi chico está en la universidad” (Kristof, 1991: 15). El coste de oportunidad de la educación que estaba recibiendo el hijo del señor Qiangyun eran los bienes de consumo duraderos a los que la familia había tenido que renunciar. 2. ¿Cómo producir? En el cuento infantil de “Los tres cerditos” se nos dice que una casa puede construirse con paja, con madera o con ladrillo. Esto ilustra una importante cuestión y es que, incluso cuando ya hemos decidido qué bienes queremos producir, tenemos que decidir cómo vamos a producirlos. ¿Construimos las casas en madera, o será mejor que las hagamos de ladrillo y utilizar la madera como combustible? O tal vez deberíamos construir con paja, pero en ese caso tendríamos menos paja para alimentar al ganado. Dado que todos los recursos son limitados, la sociedad debe decidir cuáles destinar a la producción de los distintos tipos de bienes. 3. ¿Cómo distribuir lo producido? La escasez también implica que nadie puede poseer todo lo que desea. Toda sociedad debe desarrollar alguna clase de mecanismo para distribuir lo que produce entre sus miembros. Y en toda sociedad la pregunta sobre si este mecanismo genera o no una asignación de recursos distribución “justa” será probablemente objeto de un encendido debate. Cómo se distribuyen los recur- sos de que dispone una socie- Llamamos asignación de recursos a la forma en que la sociedad responde a estas dad entre los distintos tipos de tres preguntas: cómo dividir los recursos entre los distintos bienes, entre las diferentes bienes, las organizaciones que organizaciones que producen dichos bienes y entre los miembros de la sociedad. los producen y los miembros Aunque todas las sociedades deben decidir cómo asignar sus recursos, la forma en que componen la sociedad. que se adoptan esas decisiones varía considerablemente de una sociedad a otra. En las economías planificadas, como hemos visto, son los funcionarios públicos quienes sistema de mercado Una forma de organización toman las decisiones. En países como Alemania, Francia, el Reino Unido, los Esta- en la que la asignación de los dos Unidos o Australia, por el contrario, las sociedades confían más en el sistema recurso en que la asignación de mercado, en el que las decisiones sobre la asignación de los recursos dependen de de los recursos viene determi- nada por las decisiones y las las decisiones independientes de los consumidores y los productores individuales, acciones independientes de los sin que exista una dirección centralizada. Dado que el sistema de mercado es el consumidores y los producto- mecanismo predominante de asignación de recursos en las sociedades occidentales, res individuales.
Capítulo 1: La economía de mercado en este libro centraremos nuestra atención en él. Nuestro objetivo es entender cómo funcionan los mercados y desarrollar criterios que nos permitan evaluar sus conse- cuencias. (EA 1.1) 1.2 MODELOS El objetivo que nos hemos fijado parece de enormes proporciones. En cualquier eco- nomía grande existen millones de productos, consumidores y empresas. En un sistema de mercado, cada consumidor y cada empresa toma sus propias decisiones y nosotros queremos comprender cómo se toman esas decisiones y cómo se combinan unas con otras. ¿Cómo es posible abarcar una cuestión tan compleja? La respuesta es que ni siquiera vamos a intentarlo. Lo que vamos a hacer es estudiar cómo funcionan las economías utilizando modelos; es decir, descripciones de los fenómenos que hacen modelos abstracción de los detalles presentes en el mundo real. Por “hacer abstracción de los Descripción simplificada de algún aspecto de la economía detalles” queremos decir ignorar aquellos detalles que no son esenciales para estudiar que a menudo incluye ecuacio- el fenómeno que nos interesa. Esto nos permite centrarnos en los factores que son nes y gráficos. realmente relevantes. Un ejemplo clásico de modelo es un mapa de carreteras: si lo que queremos es llegar desde Frankfurt a Colonia, no necesitamos una descripción perfec- tamente “realista” del terreno que muestre la ubicación de cada carretera, casa y colina. Un mapa así sería tan complicado que no nos serviría para nada. Lo que necesitamos es un mapa que omita la mayoría de los detalles del terreno y muestre únicamente las principales carreteras y sus intersecciones. Un modelo de elección educativa Es posible que el lector nunca haya pensado en ello pero, al igual que el campesino chino, su decisión de ir a la universidad implica una elección implícita en presencia de escasos recursos. Al fin y al cabo, él o ella y su familia disponen de un dinero limitado, y gastar parte de él en la matrícula significa no poder gastarlo en otras cosas. Incluso si la matrícula fuera gratis, asistir a la universidad seguiría suponiendo un cierto coste, porque el tiempo tiene un coste de oportunidad (el tiempo invertido en educarse, por ejemplo, se podría haber dedicado a trabajar). Veamos ahora cómo podemos construir un modelo sobre la decisión de ir a la universidad. Este ejercicio no sólo le proporcionará una idea bastante aproximada sobre cómo son los modelos económicos, sino que le permitirá tener un primer contacto con los métodos que los economistas suelen emplear para abordar los problemas. Nuestro modelo se basa en el supuesto de que las personas adoptan sus decisiones con respecto a la educación en función de los costes y los beneficios monetarios que ésta comporta. ¿Cuáles son esos costes y beneficios? Como hemos sugerido más arriba, algunos de los costes de oportunidad son explícitos o directos (por ejemplo, la matrícula o los libros); pero además, tenemos que tener en cuenta los costes de oportunidad del tiempo invertido por el estudiante. Por lo que respecta a los beneficios, cada año de educación genera un cierto incremento de la capacidad del individuo para obtener ingresos (los individuos mejor cualificados ocupan puestos mejor remunerados). Nuestro modelo postula que cada año, antes de decidir si matricularse o no en la universidad, el individuo pondera los costes y beneficios monetarios de esta iniciativa. Si los beneficios superan a los costes, se matricula; en caso contrario, no se matricula. Por ejemplo: si asistir a la universidad el primer año EJERCICIO DE 1.1 Valore la siguiente afirmación: “Arabia Saudita puede extraer todo el petróleo AUTOEVALUACIÓN que necesita. Por consiguiente, el consumo de petróleo en este país es gratuito”.
Capítulo 1: La economía de mercado cuesta 10.000€ pero incrementa los ingresos obtenidos en el curso de su vida laboral en 15.000€, optará por ir a la universidad. Pero si el aumento de los ingresos laborales fuera sólo de 8.000€, no irá; ¿para qué pagar 10.0000€ para obtener un beneficio de sólo 8.000€? Es posible que le choque la absurda sencillez de este modelo. Es un modelo que, por ejemplo, no admite la posibilidad de que alguien esté en la universidad sólo porque sus padres se han empeñado en que vaya. Y que tampoco tiene en cuenta que algunas personas van a la universidad simplemente porque quieren aprender y no les importa pagar la matrícula, aunque esto no tenga incidencia alguna en su renta futura. Pero el objetivo fundamental que persigue todo modelo es simplificar los términos tanto como sea posible de modo que el problema quede reducido a sus aspectos esenciales. La omisión es el punto de partida de todo análisis económico de calidad. Un modelo no debería ser juzgado en función de que sea o no “verdadero”, sino de que sea verosímil e informativo. Si un modelo fundado en el supuesto de que las decisiones relativas a la educación se basan en los rendimientos monetarios nos permite hacer buenas predicciones, podremos considerarlo útil, aunque no abarque toda explicación posible ni pueda predecir el comportamiento de todos y cada uno de los individuos. Algunas veces, sin embargo, el modelo puede ser demasiado sencillo para el ob- jetivo pretendido. Supongamos, por ejemplo, que a los estudiantes procedentes de familias pobres les resultara más difícil obtener un préstamo que a los estudiantes de familias ricas. En este caso, los estudiantes más pobres podrían no ser capaces de recaudar el dinero suficiente para pagar la matrícula, a pesar de los beneficios futuros que les reportaría ir a la universidad. Si las restricciones de este tipo son realmente importantes, un modelo que las ignore no podrá hacer buenas predicciones acerca de la decisión de estudiar. Los modelos deben ser tan simples como sea posible... ¡pero no en exceso! Ahora bien, ¿cómo podemos saber si el modelo es demasiado simple? Desgraciadamente, la respuesta no es fácil. Si el modelo en cuestión parece servirnos para analizar el problema que nos ocupa, entonces no hay razón alguna para compli- carlo. Los economistas han llegado a la conclusión de que los modelos que explican las decisiones relativas a la educación basándonos en los rendimientos monetarios asociados a ésta resultan bastante útiles para predecir las decisiones que toma la gente en la vida real (véase, por ejemplo, Blundell et al., 2000). Hasta ahora, nuestro modelo educativo sólo ha recurrido a una explicación verbal para explicar el fenómeno. No hay nada que objetar a los modelos verbales, pero en ocasiones la representación gráfica de un modelo nos ayuda a comprender mejor la cuestión analizada. En el Panel A del Gráfico 1.1, el eje horizontal representa el número de años de educación, y el eje vertical representa la variable euros. La curva denominada CMg muestra el coste asociado a cada año adicional de educación para un estudiante al que llamaremos Berthold. Los economistas emplean el término marginal para referirse a cantidades “adicionales”, de modo que ese coste adicional se denomina coste marginal. La curva de coste marginal es creciente, lo que ref leja el supuesto de que el coste adicional de cada año de educación aumenta a medida que pasa el tiempo (por ejemplo, porque la matrícula resulta cada vez más cara, o porque los salarios que se dejan de percibir son mayores a medida que el estudiante está más cualificado). La curva BMg muestra el beneficio monetario marginal que obtiene Berthold de cada año de educación. La pendiente de esta curva es negativa, lo que ref leja el supuesto de que a medida que se adquiere más educación, la cantidad en que aumentan los futuros ingresos laborales es menor. El octavo año de educación, por ejemplo, eleva la renta vital de Berthold en 20.000€, mientras que el decimoséptimo año la eleva en 4.500€ (un aumento menor, aunque no deja de ser un aumento).
Capítulo 1: La economía de mercado Gráfico 1.1 Un modelo de elección educativa Suponiendo que las decisiones relativas a la educación dependieran únicamente de factores monetarios, una persona seguirá estudiando sólo en la medida en que el beneficio marginal supere al coste marginal. En el Panel A, a la derecha de los 12 años, el coste marginal supera al beneficio marginal, de modo que el individuo no seguirá estudiando más allá de los 12 años. El Panel B implica una predicción: si el coste marginal de la educación disminuye, los individuos pasarán más tiempo en la fase formativa. ¿Cuánta educación consume Berthold? Observe el lector que, para cualquier nivel de educación a la izquierda de 12 años, el beneficio marginal supera al coste marginal. Así pues, desde una perspectiva económica, tiene sentido cursar un año más. Por otro lado, a la derecha de los 12 años el beneficio marginal es inferior al coste marginal. Nuestro modelo predice, por consiguiente, que Berthold recibirá exactamente 12 años de educación, el punto en que el beneficio marginal de un año de educación iguala justamente a su coste marginal. La idea de que una decisión razonable exige que el individuo iguale el beneficio marginal al coste marginal se de- nomina en ocasiones el principio de equimarginalidad; nos aparecerá en muy distintas formas a lo largo de este libro. Supongamos ahora que las circunstancias de Berthold cambian. El coste margi- nal de cada año de educación que recibe Berthold disminuye, por ejemplo porque los salarios actuales bajan (recuérdese que los salarios que se dejan de percibir son parte del coste de oportunidad de la educación). Suponiendo que los beneficios marginales no variasen, la nueva situación es la que aparece representada en el Panel B. Un razonamiento similar al que aplicamos para interpretar el Panel A nos dice que, cuando los costes disminuyen, Berthold optará por estudiar durante 14 años (asistirá dos años a la universidad). La comparación entre el Panel A y el Panel B revela una importante función de los modelos: nos permiten predecir cómo variará el com- portamiento cuando cambien las circunstancias. Este aspecto es esencial, porque nos permite comprobar si el modelo es o no realmente útil. Como señalamos antes, si el modelo nos permite realizar predicciones correctas podemos darlo por bueno; si, por el contrario, el modelo no es coherente con lo que podemos observar en el mundo real, tendremos que modificarlo o descartarlo definitivamente. Como dijo en una ocasión el dirigente chino Deng Ziaoping, “la verdad hay que buscarla en los hechos”.
Capítulo 1: La economía de mercado Los modelos, además de verbales y gráficos, también pueden ser matemáticos. Sea BMg el beneficio marginal de cada año de educación y CMg su coste marginal. Nuestro resultado principal indica que los individuos adquirirán educación hasta el punto en que el beneficio marginal iguale al coste marginal. Podemos expresar esta idea en términos matemáticos como: BMg = CMg La ventaja de las ecuaciones matemáticas es que nos permiten sintetizar el modelo de forma muy sucinta. En este libro utilizaremos los tres tipos de modelos: verbales, gráficos y matemáticos. (EA 1.2) Es interesante señalar que la elaboración de modelos no es un método ni mucho menos exclusivo de la economía; también se emplea en las llamadas “ciencias duras”. El gran físico teórico Stephen Hawking (1988: 11) ha hecho la siguiente observación: “Una teoría es buena, si satisface dos condiciones: describe correctamente una amplia gama de observaciones basándose en un modelo que contiene un número limitado de elementos arbitrarios y permite hacer predicciones precisas sobre los resultados de la observación futura” (cursiva añadida). Como ocurre en el caso de la economía, el mundo físico es demasiado complejo como para que podamos estudiarlo sin la ayuda de modelos. Análisis positivo y análisis normativo En este libro recurriremos a los modelos para hacer tanto análisis positivos como análisis normativos. Los análisis positivos implican una relación de causa-efecto. La siguiente, por ejemplo, es una afirmación de naturaleza positiva: “Si el gobierno análisis positivos Afirmaciones descriptivas que alemán recorta las becas educativas de los estudiantes pertenecientes a familias de implican una relación de causa renta media, el número de estudiantes universitarios disminuirá”. Obsérvese que, en a efecto. principio, cualquier análisis positivo puede ser confirmado o refutado recurriendo a los datos del mundo real. En este ejemplo concreto, lo que deberíamos hacer es comprobar si el número de alumnos de renta media matriculados disminuye efectivamente tras el recorte de becas . Los análisis positivos no nos dicen nada acerca de si el fenómeno estudiado es “bueno” o “malo”; su objetivo es simplemente tratar de describir la realidad. Los análisis normativos, por el contrario, implican juicios de valor. La afirmación “todos análisis normativos los individuos que desean asistir a la universidad deberían tener derecho a matrícula Afirmaciones que contienen juicios de valor. gratuita”, es de naturaleza normativa. No es posible corroborar esta afirmación acu- diendo a los datos, ya que su validez depende exclusivamente del juicio ético de cada cual. No siempre es fácil diferenciar las proposiciones positivas de las normativas, pero merece la pena esforzarse en ello. Nuestra visión acerca de cómo es el mundo no debería quedar empañada por nuestra opinión sobre cómo debería ser. Existen importantes vínculos entre el análisis normativo y el análisis positivo. En primer lugar, nuestros juicios normativos tienen una inf luencia decisiva en la elección de los temas sobre los que decidimos aplicar el análisis positivo. Los Este ejercicio puede resultar difícil, porque hay que tener en cuenta que pueden existir otros factores, además de las becas, que también hayan variado. 1.2 Suponga que el beneficio monetario marginal de asistir al colegio disminuye. EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN Utilice el Panel A del Gráfico 1.1 para predecir cómo afectaría este hecho a las decisiones en materia de educación.
Capítulo 1: La economía de mercado economistas dedican mucho más tiempo a estudiar el mercado de trabajo que el mercado de las patatas y esto se explica porque una perspectiva ética implícita nos hace preocuparnos más por las personas y tratar de entender cuáles son los factores que explican su nivel de renta. En segundo lugar, las conclusiones que se desprendan del análisis positivo nos pueden sugerir cuál es la mejor manera de lograr nuestros objetivos normativos. La convicción normativa de que la sociedad debería ayudar a los pobres, por ejemplo, no nos dice nada sobre cuáles serían las medidas más eficaces para alcanzar este objetivo. ¿Habrá que imponer un salario mínimo? ¿Subvencionar los alimentos? ¿O sería más eficaz aplicar un impuesto de carácter progresivo sobre la renta? Sólo un concienzudo análisis positivo de las distintas opciones nos brindará la respuesta. Si su interés por la economía tiene su origen en un deseo por mejorar el sistema, estupendo; pero es necesario saber que el primer paso es comprender cómo funciona el sistema. 1.3 El funcionamiento del sistema de precios: un avance Ahora que ya hemos presentado el método con el que vamos a trabajar, la elaboración de modelos, podemos regresar a nuestro objetivo principal: explicar cómo encajan en- tre sí las diferentes partes del mercado. El modelo del flujo circular Es útil pensar en la economía como si estuviese compuesta por dos sectores: los hogares y las empresas. Los hogares poseen diversos recursos productivos, como el trabajo, el capital y la tierra. Las empresas utilizan estos recursos para producir bienes y servicios factores (como factores de producción). Los hogares, a su vez, compran a las empresas estos bienes y servicios. ¿De dónde sacan las economías domésticas el dinero que les permite comprar esos bienes y servicios? Los hogares obtienen sus ingresos de los fac- tores que ofrecen a las empresas. La actividad económica es, pues, circular. El dinero que las economías domésticas gastan en comprar bienes y servicios vuelve a ellas bajo la forma de ingresos por la venta de los factores de producción. modelo del flujo circular Esta idea es lo que sintetiza el modelo del f lujo circular que aparece representa- Representación de cómo se do en el Gráfico 1.2. El modelo consiste en dos círculos. El círculo interior muestra relacionan entre sí el sector de las empresas y el sector de los f lujos físicos (f lujo de bienes y servicios y f lujo de factores). El círculo exterior los hogares: el flujo físico de muestra los f lujos monetarios (el gasto de los hogares en la compra de bienes y servi- bienes y factores de produc- cios y el gasto de las empresas en la compra de factores). Obsérvese que cada f lujo va ción entre las empresas y los en una dirección: cuando los hogares ofrecen su trabajo a las empresas, esta actividad hogares, y el gasto en bienes y factores de producción en la representa un f lujo de trabajo hacia el sector de las empresas, pero también un f lujo dirección opuesta. de renta hacia el sector de las economías domésticas. Del mismo modo, cuando las empresas ofrecen bienes y servicios a los hogares, esto representa un f lujo de bienes físicos desde las empresas hacia los hogares, pero también un f lujo de gastos de éstos hacia aquéllas. El modelo del flujo circular sugiere que los mercados regulan de algún modo los flu- jos existentes entre los dos sectores. Hogares y empresas “se encuentran” en el mercado de bienes, y vuelven a “encontrarse” de nuevo en el mercado de factores. El resultado determina cómo se producen los bienes (es decir, qué factores se utilizan). Además, el mercado de factores determina qué ingresos obtienen los hogares por ofrecer sus Por conveniencia expositiva, emplearemos los términos “hogares” e “individuos” como si fueran sinónimos, suponiendo de forma implícita que los hogares formados por más de una persona pueden analizarse como si fueran una sola unidad de decisión.
Capítulo 1: La economía de mercado Gráfico 1.2 El modelo del flujo circular El modelo del flujo circular de la renta ilustra el com- portamiento circular de la actividad económica. El cír- culo interior muestra el flu- jo físico de bienes y servicios y de factores de producción a través del sistema. Las empresas ofrecen los bienes y servicios que demandan las economías domésticas; las economías domésticas ofrecen los factores de producción demandados por las empresas. El círculo exterior muestra los flujos de dinero. Las economías domésticas compran bienes y servicios, y el producto de esa compra constituye los ingresos de las empresas; estos ingresos, a su vez, van a parar a las economías domésticas en pago a sus factores de producción. factores; es decir, determina también quién se queda con los bienes y servicios que se producen. Así pues, el modelo del flujo circular muestra cómo responde el mercado a las tres preguntas básicas que la escasez nos hace plantear. ¿Resume nuestro modelo todo lo que ocurre en una economía de mercado? La respuesta es evidentemente negativa, al menos por tres razones: 1. El modelo fusiona todas las empresas en un único sector. Así pues, ignora las transacciones que tienen lugar entre empresas (las explotaciones lecheras venden nata a los fabricantes de helados y los fabricantes de aluminio venden aluminio a los fabricantes de bicicletas). 2. El modelo presupone que las empresas llevan a cabo toda la producción. En el mundo real, ciertas formas importantes de producción tienen lugar en el seno de los hogares. Los hogares, por ejemplo, producen “servicios de limpieza”, em- pleando para ello como factores su propio trabajo y su propio capital (utilizando ciertas máquinas, por ejemplo aspiradoras). 3. Y, lo que es tal vez más importante, el modelo del flujo circular que hemos presentado ignora a uno de los protagonistas de la economía: el Estado. El Estado desempeña un papel crucial, incluso en las economías de mercado. En Dinamarca, por ejemplo, el cociente entre los ingresos impositivos y la producción total es del 49 por ciento; en Bélgica es del 47 por ciento; en el Reino Unido, del 36 por ciento; en Suecia, del 51 por ciento (Comisión Europea, 2004); y, en los Estados Unidos, del 30 por ciento. De hecho, sería inconcebible un sistema de mercado desarro- llado sin la presencia del Estado. ¿Por qué? Las transacciones de mercado son, fundamentalmente, intercambios: uno entrega a un tercero algo de su propiedad
Capítulo 1: La economía de mercado (su fuerza de trabajo, por ejemplo) a cambio de algo que ese tercero posee. Se- mejante sistema no puede funcionar a menos que exista algún órgano capacitado para definir y proteger los derechos de propiedad individuales; de otro modo, el individuo que hubiera acordado intercambiar algo con usted simplemente podría echarse atrás. Así pues, la facultad estatal de imponer “la ley y el orden” es una condición necesaria para que el sistema de mercado exista. Hemos visto que el modelo del f lujo circular omite ciertos aspectos importantes de la realidad. ¿Quiere esto decir que es un mal modelo? Nuestras anteriores observa- ciones sugieren que, si el modelo arroja alguna luz sobre los fenómenos en los que estamos interesados, el hecho de que pase por alto otras cuestiones no constituye ningún problema. Es, efectivamente, una simplificación del mundo real, pero una simplificación útil que nos ayuda a explicar relaciones que nos interesan. El modelo del f lujo circular es la referencia en torno a la cual está organizado este libro. Los capítulos 2 al 6, incluidos, analizan el sector de los hogares. En ellos estu- diamos cómo adoptan sus decisiones las economías domésticas, como demandantes de bienes y servicios y como oferentes de factores de producción a las empresas. Los capítulos 7, 8, 9 y 10 se centran en las empresas, tanto en su función como oferentes de bienes y servicios como en su papel de demandantes de factores. Por último, en los capítulos 11 a 17 estudiamos los mercados, las instituciones que median entre los hogares y las empresas. Analizamos en ellos cómo funcionan los distintos tipos de mercados y qué clase de resultados generan. El modelo de oferta y demanda En nuestro análisis del modelo del f lujo circular no hemos dicho prácticamente nada sobre cómo se coordinan las actividades de las economías domésticas y de las empresas. Dado que cada persona decide qué comprar y qué vender por separado, ¿qué impide que las empresas se dediquen a producir bufandas moradas cuando lo que la gente quiere comprar son camisetas rojas? ¿Quién garantiza que el número de programadores informáticos contratados por las empresas sea igual al número de individuos que quieren tener este empleo? Como nuestra discusión sobre las eco- nomías planificadas sugería, no podemos dar por sentado que la actividad económica termine coordinándose adecuadamente. En un sistema de mercado, la coordinación se produce a través de un mecanismo descentralizado, los precios. ¿Cómo funciona este mecanismo? Volvamos al bien que nos ocupó al principio de este capítulo: el pan. Supongamos que el precio actual del pan es de 1,25€ por barra. Supongamos, además, que a este precio los panaderos están produciendo más pan del que los hogares quieren consumir. En un sistema de mercado, los panaderos perciben que están produciendo demasiado pan porque las barras se les acumulan en los estantes; hay, en efecto, una superabundancia de pan. Por consiguiente, el precio del pan disminuye hasta, por ejemplo, 1,10€ por barra. Esta caída en el precio tiene dos efectos: en primer lugar, el abaratamiento del bien hace que los hogares estén dispuestos a comprar más pan que antes; y, en segundo lugar, el nuevo precio del pan provoca también que los panaderos no quieran a pro- ducir tanto como venían produciendo. Ambos efectos tienden a reducir el exceso de oferta existente. Finalmente, el precio cae lo suficiente como para que el número de barras que los individuos están dispuestos a comprar iguale al número de barras que los panaderos están dispuestos a producir. El precio del pan ha coordinado las actividades de productores y consumidores. Dicho en términos más generales, si en un sistema de mercado se está produciendo “demasiado” de un determinado bien, el precio de ese bien disminuirá y, si se está produciendo “demasiado poco”, tenderá a aumentar. El precio se mantendrá estable sólo 10
Capítulo 1: La economía de mercado cuando se haya alcanzado un equilibrio entre lo que los productores están dispuestos a producir y lo que los consumidores están dispuestos a comprar. El modelo que explica cómo guían los precios el comportamiento tanto de los pro- ductores como de los consumidores recibe el nombre de modelo de oferta y demanda. Examinémoslo con más detalle, sirviéndonos de técnicas gráficas. Primero analizare- mos el lado de la demanda, a continuación el de la oferta y, por último, trataremos de relacionar ambos. Demanda ¿Qué factores influyen en la decisión de las economías domésticas de consumir un determinado bien? Siguiendo con nuestro ejemplo del pan, nuestro método basado en la construcción de modelos sugiere que lo que deberíamos hacer es elaborar una lista que incluyese el menor número posible de factores que podrían tener alguna influencia sobre la cantidad de pan que los individuos desean consumir durante un determinado periodo de tiempo. El precio del bien Es de suponer que, si el precio del bien aumenta, la cantidad demandada disminuirá. A medida que el pan se encarezca, las economías domésticas desplazarán su consumo hacia otro tipo de bienes (comprarán, por ejemplo, más bollos). La idea de que el precio y la cantidad demandada suelen estar inversamente relacionados es lo que se conoce como ley de la demanda. La renta Los cambios en el nivel de renta alteran las oportunidades de consumo de los in- dividuos. Pero no es fácil anticipar qué efecto tendrá una variación de la renta en el consumo de un determinado bien. Una posibilidad es que, a medida que la renta aumente, las personas decidan destinar parte de esos mayores ingresos a comprar más pan. Pero también podría suceder que decidiesen comprar menos pan y más pasteles, por ejemplo. Cuando un incremento en la renta eleva la demanda (suponiendo que los demás factores no varían), decimos que el bien es normal. Por el contrario, cuando un incremento en la renta reduce la demanda (suponiendo que los demás factores no varían) decimos que el bien en cuestión es inferior. El precio de otros bienes Supongamos que el precio de los bollos aumenta. Si la gente puede sustituir los bollos por el pan, este aumento en el precio de los bollos eleva la cantidad de pan que los indi- viduos quieren consumir. Supongamos ahora que el precio de la mantequilla aumenta. Si la gente tiende a consumir juntos el pan y la mantequilla, el incremento del precio de ésta hará que disminuyan las cantidades consumidas de pan. Los bienes como el pan y los bollos se denominan bienes sustitutivos; los bienes como el pan y la mantequilla reciben el nombre de bienes complementarios. Las preferencias La demanda de un bien también depende de lo apreciado que sea. Es razonable pensar que los individuos preocupados por su peso demandarán menos pan que las personas delgadas. Con esto hemos terminado la descripción de un modelo verbal que nos sugiere que existen múltiples factores que pueden afectar a la demanda de un bien. A los efectos de elaborar una versión gráfica de este modelo, es útil que nos centremos en la relación existente entre la cantidad demandada del bien y su precio. Supongamos 11
Capítulo 1: La economía de mercado Gráfico 1.3 Gráfico 1.4 Una curva de demanda Desplazamiento de una curva de demanda La curva D muestra la cantidad de pan que las personas Cuando el precio de los bollos aumenta, habrá una ten- están dispuestas a adquirir a cada precio, suponiendo dencia a comprar más pan. Este comportamiento aparece que el resto de los factores no varía. Es la curva de reflejado en un desplazamiento hacia afuera de la curva demanda de pan. de demanda de pan. que mantenemos constante la renta, el precio de otros bienes relacionados y las preferencias de los consumidores. El ejercicio consiste en imaginar qué ocurriría con la cantidad demandada a medida que el precio cambia, suponiendo que todas las curva de demanda demás variables relevantes permanecen fijas. Una curva de demanda es la relación Relación entre el precio de entre el precio de mercado de un bien y la cantidad demandada de ese bien durante mercado de un bien y la un periodo de tiempo determinado, suponiendo que las demás variables no cambian cantidad demandada de ese bien durante un determinado (los economistas emplean a menudo la expresión latina ceteris paribus para indicar periodo, suponiendo cons- que “las demás variables no cambian”). Cuando estemos estudiando casos concretos tantes otras variables (como tendremos que especificar siempre cuál es el periodo de tiempo relevante, porque la renta, las preferencias y los lo normal es que la cantidad demandada sea diferente en función de que el plazo demás precios). considerado sea de un día, un mes o un año. El Gráfico 1.3 representa una curva de demanda hipotética para el pan, la curva ceteris paribus D. El eje horizontal mide el número de barras de pan, y el eje vertical el precio por Expresión latina que significa “el resto de cosas permanece barra. Así, por ejemplo, si el precio es de 1,30€ por barra, los hogares estarán dis- igual”, un supuesto económico puestos a consumir 2 millones de barras y, cuando el precio es de 0,80€, demandarán que mantiene constantes todas 5 millones de barras. La pendiente de la curva de demanda ref leja el supuesto de que, las demás variables a fin de cuando el precio aumenta, la cantidad demanda disminuye (y viceversa). poder centrarse en una vari- able determinada. Como acabamos de señalar, al representar la curva de demanda estamos supo- niendo que todos los demás factores que podrían afectar a la cantidad demandada se mantienen estables. Pero, ¿qué sucede si no es así? Supongamos, por ejemplo, que el precio de los bollos aumenta y que, por lo tanto, la gente está dispuesta a consumir más pan. En el Gráfico 1.4, la curva D que habíamos representado en el Gráfico 1.3 (antes del incremento del precio de los bollos) se desplaza hacia la derecha. El nuevo conjunto de puntos que conforman la curva de demanda es ahora D'. Como D' mues- tra las cantidades que los hogares están dispuestos a consumir a cada posible precio, ceteris paribus, D' es por definición nuestra nueva curva de demanda. 12
Capítulo 1: La economía de mercado Dicho en términos más generales: un cambio en cualesquiera de las variables que afectan a la demanda de un bien (excepto el propio precio del bien) desplaza la curva de demanda. Por el contrario, la variación del precio del bien en cuestión provoca un movimiento a lo largo de la curva de demanda que afecta a la cantidad demandada. Los economistas han desarrollado algunos términos para aclarar esta distinción. Un cambio en la demanda hace referencia a un desplazamiento de toda la curva de demanda (como el que aparece representado en el Gráfico 1.4). Un cambio en la cantidad demandada hace referencia a un movimiento a lo largo de una determinada curva de demanda (como el que tiene lugar en el Gráfico 1.3 cuando el precio del pan pasa de 0,80€ a 1,30€). Oferta Veamos ahora el sector de las empresas del f lujo circular. ¿Qué factores determinan las cantidades de un bien que las empresas están dispuestas a ofrecer en el mercado durante un determinado periodo de tiempo? El precio del bien Es razonable suponer que, cuanto mayor sea el precio de la barra de pan, mayor será la cantidad de pan que las empresas estén dispuestas a ofrecer. Unos precios más elevados hacen que para las empresas sea más rentable producir más. El precio de los factores de producción Los productores de pan tienen que utilizar ciertos factores para producir el pan (tra- bajo, harina, artesas, etc.). Si el precio de estos factores de producción aumenta, la cantidad de pan que podrán producir a un precio determinado disminuirá. Las condiciones de la producción El factor más importante en lo que se refiere a las condiciones de la producción es la tecnología. Si las técnicas para fabricar el pan mejoran, la oferta aumentará. Al igual que hicimos en el caso de la curva de demanda, es útil centrar la atención en la relación entre la cantidad ofertada de un bien y su precio, manteniendo el resto de las variables fijas. La curva de oferta es la relación entre el precio de mercado de un bien y las cantidades de ese bien que los productores están dispuestos a ofrecer durante curva de oferta Relación entre el precio de un periodo de tiempo determinado, ceteris paribus. mercado de un bien y la El Gráfico 1.5 representa una curva de oferta de pan, la curva S. Su pendiente cantidad de ese bien que los positiva refleja el supuesto de que cuanto mayor sea el precio, mayores serán (ceteris productores están dispuestos a ofrecer durante un periodo paribus) las cantidades ofrecidas. determinado, ceteris paribus. La curva de oferta se desplaza cuando cambia cualquiera de las variables que in- fluyen sobre la oferta (a excepción del propio precio del bien ofrecido). Supongamos, por ejemplo, que aumenta el precio de la harina. Este incremento reduce la cantidad de pan que las empresas están dispuestas a ofrecer a cualquier precio y se refleja en un desplazamiento de la curva de oferta hacia la izquierda. Como puede observarse en el Gráfico 1.6, la nueva curva de oferta es S'. Por el contrario, una variación del precio del bien provoca un movimiento a lo largo de la curva de oferta. Como veíamos en el caso de las curvas de demanda, un cambio en la oferta hace referencia a un desplazamiento de toda la curva de oferta, mientras que un cambio en la cantidad ofrecida se refiere a un movimiento a lo largo de una curva de oferta determinada. Equilibrio Las curvas de oferta y demanda nos proporcionan las respuestas a un conjunto de posibles preguntas. ¿Cuánto estarían dispuestos a comprar los hogares, si el precio de la barra de pan fuera 2€? ¿Cuánto pan desearían producir las empresas, si el precio fuera 1,75€? Ninguna de las curvas nos dice por sí sola cuáles son la cantidad y el precio efectivos, pero la combinación de ambas sí que nos permite determinar estas dos variables. 13
Capítulo 1: La economía de mercado Gráfico 1.5 Gráfico 1.6 Una curva de oferta Desplazamiento de una curva de oferta La curva S es la curva de oferta de pan. Muestra la Cuando el precio del trigo, uno de los factores de cantidad de pan que los productores están dispuestos a producción del pan, aumenta, los productores están vender a cada precio. dispuestos a vender menos cantidad a cada precio posible. En consecuencia, la curva de oferta se desplaza hacia dentro, de S a S’. En el Gráfico 1.7 hemos superpuesto la curva de demanda D del Gráfico 1.3 a la curva de oferta S del Gráfico 1.5. Nuestro objetivo es hallar el precio y el nivel de producción donde exista un equilibrio; es decir, una situación que tenderá a persis- equilibrio Situación que tiende a persistir tir porque ninguno de los agentes implicados tiene incentivo alguno para alterar su porque ninguna de las partes comportamiento. Supongamos que el precio de la barra de pan es de 1,30€. A este tiene incentivo alguno para precio, las empresas están dispuestas a ofrecer más pan del que los consumidores están modificar su comportamien- to. En el modelo de oferta dispuestos a comprar. Este exceso de oferta tiende a presionar a la baja el precio, tal y y demanda, el equilibrio se como sugiere la dirección de las flechas en el gráfico. caracteriza por la igualdad ¿Puede un precio de 0,80€ coordinar a compradores y vendedores? A este precio, entre la cantidad ofrecida y la cantidad demandada a un la cantidad demandada de pan, 5 millones de barras, supera a la cantidad que se precio determinado. ofrece, 3 millones; es decir, cuando la barra cuesta 80 céntimos no hay suficiente pan. Este exceso de demanda probablemente hará que el precio del bien aumente. Un razonamiento similar sugiere que cualquier precio para el cual la cantidad ofreci- da y la cantidad demandada no sean iguales nunca podrá ser un precio de equilibrio. En el Gráfico 1.7, la cantidad demandada iguala a la cantidad ofrecida cuando el precio es 0,90€. El nivel de producción asociado a este precio es 4 millones de barras. A menos que cambie alguna variable en el sistema, esta combinación de precio y cantidad persistirá año tras año; representa, pues, un equilibrio. El Gráfico 1.7 nos muestra, por tanto, cómo el precio coordina las actividades de los productores y de las economías domésticas. Supongamos ahora que cambia algún factor como, por ejemplo, el precio de la harina. El Gráfico 1.8 reproduce las curvas D y S del Gráfico 1.7 y muestra el precio y las cantidades de equilibrio originales. Al elevarse el precio de la harina, la curva de oferta se desplaza hacia la izquierda, digamos hasta S'. Con la nueva curva de oferta, 0,90€ deja de ser el precio de equilibrio. El equilibrio se encuentra ahora en la inter- sección de D y S', donde el precio es 1,10€ y la producción es de 3 millones de barras. 14
Capítulo 1: La economía de mercado Gráfico 1.7 Gráfico 1.8 Determinación del precio por la oferta y la demanda Efectos de un desplazamiento de la oferta sobre precios y cantidades Para cualquier precio superior a los 90 céntimos, A medida que el trigo se encarece, la curva de oferta las empresas desean producir más de lo que los se desplaza hacia S´ y los 90 céntimos dejan de ser el consumidores están dispuestos a comprar, de modo que precio de equilibrio. El nuevo precio de equilibrio es el precio cae. Para cualquier precio por debajo de 90 1,10€, en el que las nuevas cantidades demandadas se céntimos, los consumidores desean comprar más de lo igualan con las ofrecidas. que las empresas están dispuestas a producir, de modo que el precio aumenta. El equilibrio se alcanza cuando la barra cuesta 90 céntimos, precio para el cual la cantidad demandada es igual a la ofrecida. Obsérvese que, como era de esperar, el incremento del precio de la harina provoca una elevación del precio del pan y un descenso de la producción. Más en general, nuestro modelo predice que un cambio en cualquiera de las variables que afectan a la oferta o a la demanda genera una nueva combinación de precios y cantidades de equilibrio. (EA 1.3) La oferta y la demanda de factores productivos Hasta el momento hemos estudiado cómo regulan la oferta y la demanda la parte superior del esquema del flujo circular (el flujo de bienes que va de las empresas a los hogares). Pero el modelo de oferta y demanda también puede aplicarse a la parte inferior del esquema; es decir, al flujo de factores que va de los hogares a las empresas. La principal diferencia es que en este caso los hogares son los oferentes de factores productivos y las empresas son las demandantes. 1.3 Suponga que el Gráfico 1.7 representa adecuadamente la situación en la que se encuentra el mercado del pan en un momento determinado. De repente, el precio EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN de la mantequilla aumenta de forma sustancial. Utilice el modelo de oferta y demanda para predecir qué efectos tendría este incremento en el precio del pan y en la cantidad de barras consumidas. 15
Capítulo 1: La economía de mercado Gráfico 1.9 Oferta y demanda de un factor productivo El modelo de oferta y demanda también se aplica al estudio de los factores de producción, como el trabajo. El salario de los panaderos y el número de panaderos vienen determinados por la intersección de las curvas de oferta y demanda del mercado correspondiente. En el Gráfico 1.9, por ejemplo, el eje horizontal representa el número de panaderos. El precio de los panaderos (esto es, su salario, medido en euros por hora) aparece en el eje vertical. La pendiente de la curva de oferta de panaderos, S, es positiva, lo que refleja el supuesto de que a medida que la remuneración asociada al oficio aumenta, aumenta también el número de personas que desean ejercerlo (ceteris paribus). La de- manda de panaderos, D, es una curva de pendiente negativa, lo que refleja el supuesto de que cuanto mayor es el salario de los panaderos, menor es el número de panaderos que contratan las empresas (tal vez sustituyendo su mano de obra por máquinas). Si empleamos exactamente el mismo tipo de lógica que hemos utilizado antes, veremos que nuestro modelo predice que habrá 6.200 personas que optarán por ser panaderos, y que su salario será de 11,50€ por hora. De esta forma, el salario coordina la actividad económica en el mercado de trabajo. El papel de los precios Nuestro sencillo modelo de oferta y demanda ilustra con precisión algunas de las fun- ciones que desempeñan los precios en una economía de mercado: 1. Los precios transmiten información. Los hogares no tienen por qué saber cómo se produce el pan y las empresas no tienen por qué saber para qué usan el pan los hogares. Los precios son señales que contienen toda la información necesaria para garantizar la coherencia de las decisiones de las economías domésticas y de las em- presas. Por ejemplo: si la harina se encarece, no hay necesidad de directiva alguna por parte de un órgano central para garantizar que la gente consuma menos pan. Tal y como ilustra el Gráfico 1.8, el precio aumenta y este aumento viene a reflejar que ahora cuesta más producir el bien, lo que incentiva a los hogares a reducir su consumo. Al señalar qué bienes son, en términos relativos, escasos o abundantes, los precios canalizan de manera eficiente la producción y el consumo. 2. Los precios racionan los escasos recursos. Si el pan fuera gratuito, su demanda sería elevadísima. Como los recursos que se emplean para producir pan son es- casos, la cantidad de pan que se produce debe racionarse entre sus potenciales demandantes. No todo el mundo puede adquirir todo el pan que quiera. El pan 16
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