La educación popular en derechos humanos y la construcción del sujeto democrático
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La educación popular en derechos humanos
y la construcción del sujeto democrático
Raúl Leis
CONSEJO DE EDUCACIÓN DE ADULTOS DE AMÉRICA LATINA/PANAMÁ
leisarce@cwpanama.net
Introducción
Las reflexiones críticas que presentamos en este como eje transversal en los diversos niveles y mo-
artículo tienen el propósito de problematizar el tema dalidades educativas con un enfoque amplio.
de la educación popular para los derechos huma- Estas experiencias educativas buscan no sólo
nos en el ámbito latinoamericano y de proponer transmitir racionalmente el concepto de derechos
alternativas para su mejoramiento y profundización. humanos, sino encontrar los caminos para vivir esos
Las experiencias latinoamericanas expresan derechos, para ponerlos en práctica ejercitando de-
cambios importantes hacia una vida más demo- rechos y deberes, apropiándose de sus valores fun-
crática y una protección más efectiva de la digni- damentales y de los desafíos que nos presentan.
dad humana en nuestro continente. Dentro de La potencialidad de la educación en derechos hu-
estos cambios podemos reconocer la incorpora- manos está dada por la reflexión acerca de cómo
ción de la enseñanza de los derechos humanos los concebimos, de su coherencia interna, de su
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integralidad; de ahí se desprende la definición de
qué tipo de educación en derechos humanos que-
remos y qué requerimos para fortalecerla.
La factibilidad de la apuesta por la educación
en derechos humanos se expresa en la riqueza de
los aportes metodológicos de múltiples experien-
cias relativas al desarrollo de capacidades demo-
cráticas, respaldadas por tecnologías educativas,
culturales y comunicativas y articuladas con estra-
tegias de comunicación masiva que buscan vincu-
lar la cotidianidad con los espacios educativos; sin
embargo, estos avances enfrentan una agudización
del irrespeto a los derechos humanos, en especial
de los derechos económicos, sociales y culturales
de la población, así como el menoscabo del dere-
cho de los pueblos a la autodeterminación.
La articulación entre
democracia y desarrollo
El marco para nuestras reflexiones es la región de
América Latina y el Caribe, que entre 1990 y 2003
se convirtió en la zona más desigual del planeta,
pues la pobreza aumentó diez por ciento (200 mi- de población que desconocen las características,
llones de personas vivían en la miseria en 1990, posibilidades y limitaciones de la democracia. Per-
ahora hay 220 millones). A esto se suma el dete- siste una debilidad en la afirmación de los valores
rioro de los recursos naturales expresado en el necesarios para la vida democrática y, frente a ello,
La ciudadanía de alta densidad supone la capacidad
de conjugar la ciudadanía política con la ciudadanía
socioeconómica
aumento de la contaminación del aire y el agua y la discusión sobre estos valores en la agenda pú-
la pérdida de riqueza biológica, de bosques y suelos. blica es casi inexistente.
En América Latina tres cuartas partes de su po- Imperan las democracias insuficientes caracteriza-
blación son urbanas y sus ciudades tienen graves das por el ejercicio autoritario o paternalista del
problemas de vivienda, hábitat, transporte, conta- poder, la corrupción, la impunidad y las obstruc-
minación del aire, producción de residuos sólidos, ciones para el acceso a la justicia y la participación
falta de servicios adecuados de abastecimiento de ciudadana. Sectores importantes de la población
agua y pobreza urbana. Parte de la economía está expresan carencia de una cultura política demo-
basada en la explotación intensiva de los recursos crática, apatía, falta de credibilidad en el sistema
naturales, pues se pierden por deforestación casi político, desconocimiento de mecanismos de par-
siete millones de hectáreas cada año. ticipación ciudadana y desidia por lo electoral.
A pesar de los grandes avances en la vigencia Al hablar de educación popular para los dere-
de la democracia, América Latina es una región chos humanos se hace necesario colocar a la de-
caracterizada por la existencia de grandes sectores mocracia como centro, pero ésta no puede dejar
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de lado la realidad de que en las sociedades lati- • La etnoeducación, donde se parte de la recupe-
noamericanas la ciudadanía está relegada al papel ración de la metodología implícita en la cultura
de consumidora, con una participación limitada autóctona y se liga a los principios universales
en el desarrollo socioeconómico o simplemente válidos, desarrollando una propuesta propia de
excluida de él. educación de acuerdo a las necesidades, con-
La ciudadanía de alta densidad supone la ca- textos y cultura indígenas.
pacidad de conjugar la ciudadanía política con la • El desarrollo de la investigación-acción parti-
ciudadanía socioeconómica, y esta articulación cipativa, sobre todo para procesos micro, loca-
representa un desafío para la educación popular les o regionales.
en derechos humanos en la medida en que debe
construir concepciones, metodologías y prácticas La educación popular en derechos humanos su-
más integrales. pone la combinación de modalidades formales y
no formales en ofertas educativas en una íntima
relación con las realidades, aspiraciones y necesi-
Principios para una propuesta dades de los sectores sociales con los que se tra-
de educación popular baja. Calidad y equidad se ligan como principios
en derechos humanos infaltables de un proceso que debe abarcar la inte-
gralidad de los ejes temáticos; debe propiciar la
Necesitamos una educación que fortalezca la ca- creación de ambientes educativos en los espacios
pacidad de la gente de intervenir en la gestión de de la cotidianidad, estimulando la construcción y
su propio desarrollo. Esto lleva implícito la nece- diálogo de saberes, redefiniendo los procesos edu-
sidad de una reconceptualización del modelo pe- cativos en función de una visión diferente del co-
dagógico, haciendo énfasis en metodologías nocimiento y de la participación de la gente
que aporten elementos tan vitales como la en su producción, aplicación y apropiación.
revalorización del saber del educando y de Debe valorar los procesos de socializa-
su relación con el contexto, lo que le otorga ción dirigidos a acrecentar y consolidar las
una potencialidad transformadora. Es fun- capacidades individuales, grupales y colec-
damental que el proceso educativo exprese tivas de los diversos sectores (en especial
nuestra cultura, así como nuestra capacidad los marginales) a través de la recuperación
de interculturalidad, idiosincrasia, historia, y recreación de valores, la revalorización de
perspectivas e identidad. la memoria histórica y la producción, apro-
Una educación popular en derechos piación y aplicación de conocimientos que
humanos más integral significaría incluir también permitan la participación activa en las propuestas
una pluralidad de ejes temáticos que expresen de desarrollo nacional en el ámbito local, regional
valores universales poco integrados a los progra- y nacional.
mas educativos: Debe ser parte activa de los procesos sociales
que generen o reconstruyan intereses, aspira-
• La participación de la mujer debe responder ciones, cultura e identidades que apunten al de-
tanto a las necesidades prácticas de género (vida sarrollo humano. Debe aportar al crecimiento y
diaria, educación sexual), como a las necesida- consolidación, tanto en la conciencia como en la
des estratégicas de género (igualdad de oportu- práctica, de los valores de solidaridad, participa-
nidades en diversos ambientes y a diversos ni- ción, laboriosidad, honestidad, creatividad y cri-
veles) y también expresar énfasis no sexistas en ticidad, así como con el compromiso de la ac-
la producción-reproducción de nuevos valores. ción transformadora.
• El respeto a la diversidad cultural y el tema am- Debe buscar desarrollar la capacidad de articu-
biental, donde puede integrarse la perspectiva lar propuestas metodológicas participativas tanto
de sostenibilidad desde la dimensión local has- en el proceso de enseñanza-aprendizaje como en
ta la más general. la planificación, evaluación, decisión y gestión, al
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igual que en la comprensión, búsqueda y solución Todo el proceso supone considerar las tensio-
de problemas, pues el quehacer educativo debe ser nes entre lo micro y lo macro, entre el partir y el
espacio del desenvolvimiento de esas capacidades llegar, entre el viejo y el nuevo conocimiento, en-
y estar vinculado tanto a la participación social tre lo personal y lo colectivo, entre lo subjetivo y
como a las ciencias, las artes y la tecnología, desa- lo objetivo, entre proyecto y proceso, entre efi-
rrollando habilidades, destrezas, creatividad y ca- ciencia y eficacia, entre ciencia y conciencia, entre
pacidad de discernimiento. saber y sabor, entre calidad y claridad.
En este sentido, la educación popular en Presenta el desafío de trabajar con realidades
derechos humanos deberá estar relacionada con concretas, con nuevas formas de pensar y de ha-
el proceso organizativo y la vida social de la co- cer educación para la democracia; de dimensionar
munidad. No puede haber divorcio entre la coti- el papel de la sociedad, el Estado, la escuela, los
dianidad, las necesidades y las potencialidades de maestros, ciudadanos, militantes, los sujetos y los
la gente y el planteamiento educativo para la vida apoyadores; de coordinar y construir alianzas so-
en democracia. ciales; de concebir y construir la infraestructura
En el marco de esta propuesta, la evaluación educativo-cultural pertinente; de combinar y arti-
no se mide sobre la base de la apropiación de con- cular las distintas formas y modalidades de educa-
ceptos, sino de la capacidad de provocar una prác- ción en relación con las expresiones educativas de
tica mejorada o con mayor capacidad de transfor- todos los grupos de edad; de idear nuevas formas
mar en el sentido correcto. de captar recursos y espacios.
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La educación popular en derechos humanos la educación popular, en una situación en que co-
puede verse como un conjunto de acciones arti- inciden simultánea y contradictoriamente la pro-
culadas sistemática y procesualmente, con el fin fundización de la exclusión y la pobreza y la de-
La cultura política enlaza la micro política con la macro
política y forja un puente entre la conducta de los individuos
y el comportamiento de los sistemas
de comprender colectivamente la vida en demo- gradación ambiental con las posibilidades de cre-
cracia, para transformarla organizadamente. La pa- cimiento económico y de mejores oportunidades
labra clave es coherencia, entre la práctica y la teo- de participación democrática.
ría, entre el decir y el hacer, entre las dimensiones La cultura política enlaza la micro política con
de la vida. la macro política y forja un puente entre la con-
ducta de los individuos y el comportamiento de
los sistemas. La cultura política se compone de los
La necesidad de profundizar significados, valores, concepciones y actitudes que
en la cultura política democrática se orientan hacia el ámbito específicamente polí-
tico. Comprende una serie de valores, actitudes y
Considero necesario profundizar en la capacidad creencias que establecen pautas y límites de con-
de potenciar la cultura política democrática desde ducta para los ciudadanos y los líderes políticos,
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legitiman las instituciones políticas y brindan un sujetos y el respeto a las reglas políticas y jurídicas
contexto en el que se asientan los pensamientos y que dan a la gente las posibilidades de vivir pro-
sentimientos de la mayoría de la población. piamente como sujetos. Estos elementos resumen
Una expresión de esta cultura política son los en el sujeto los formidables desafíos que la educa-
canales de concertación, que correctamente utili- ción para los derechos humanos enfrenta en un
zados se constituyen en vasos comunicantes que continente atravesado por realidades astilladas y
colaboran en permitir una recomposición en la esperanzas luminosas.
forma de administrar el poder. Así, la estrategia
de desarrollo y las políticas sociales del Estado
deben levantarse sobre los consensos construidos Recomendaciones para la acción
en los más amplios e integrales espacios sociales,
políticos y económicos donde es fundamental lo- 1. El desarrollo social y económico necesita sinto-
grar la participación creciente de todos los secto- nizarse con los procesos de democratización, y para
res sociales en la sociedad, no sólo como presen- ello se requiere del diseño de métodos incluyentes
cia sino como factor de gestión y planificación. de carácter político para contrarrestar las exclusio-
nes socioeconómicas. Es vital estimular la capaci-
dad de construir agendas sociales para influir en
La participación, eje fundamental las agendas políticas de los partidos y en la agenda
pública del Estado para lograr acercamientos a la
La participación es una piedra de toque. Está ínti- equidad, tan ausente del crecimiento económico.
mamente ligada al acceso a la toma de decisiones, 2. La educación para la democracia debe lograr
tomando en cuenta la voluntad de los sujetos. Re- relacionar sus objetivos con una pedagogía parti-
presenta la voluntad de ser menos objeto y más cipativa y crítica, así como con una didáctica ade-
sujeto. Implica, como afirma Hopenhayn, ganar cuada, y para ello necesita herramientas eficaces
control sobre la propia situación y proyecto de vida (técnicas). Pero estas técnicas, los métodos, los
a través de la intervención en la toma de decisio- objetivos y la concepción deben ser coherentes
nes que afectan al entorno vital del sujeto y del en el marco de la metodología integral y de un
proyecto; acceder a mejores y mayores bienes cuyo modelo pedagógico-andragógico.
suministro está siendo obstaculizado por algún 3. No hay proceso de educación si no se propicia
mecanismo institucional o estructural y aumentar la relación estrecha entre la educación y la vida,
la autoestima de las personas mediante el recono- visualizando a la gente no sólo como beneficiaria
cimiento de los derechos, necesidades y capacida- sino como actor principal del proceso. La meto-
des propias. Es decir, desarrollar el empoderamien- dología debe procurar basarse en la integralidad,
to ciudadano a través del ejercicio participativo relacionando las diversas realidades como unidad
democrático en todas las esferas de la vida. articulada. Así, no puede ser sólo técnica, dejando
La participación es la antítesis del autoritaris- de lado aspectos humanos o éticos, o sólo cientí-
mo que pregona una direccionalidad preestableci- fica, o sólo artística, o sólo humanista, o sólo for-
da; del populismo, que plantea el consentimiento mal o sólo no formal. Más bien debe ligar, encon-
de la gente sobre la base del paternalismo y de la trar y complementar diversas dimensiones.
visión estrecha que promueve la participación in- 4. Es importante desarrollar la producción y apro-
dividualista en un mercado concentrador de in- piación colectiva del conocimiento, capacitando a
gresos y excluyente de muchos grupos humanos. la gente para construirlo y para apropiarse crítica-
La participación es el pivote de la integralidad de mente del conocimiento universal acumulado, en
la vida; es además crítica, acumulativa y germinal. lugar de sólo transmitirlo unidireccionalmente. En
Alain Touraine propone cuatro elementos este proceso el punto de partida y de llegada es la
como epicentros de la educación del sujeto de- práctica, de manera que el proceso educativo per-
mocrático: la resistencia a la dominación, el amor mita dar el salto de calidad hacia una práctica me-
a sí mismo, el reconocimiento de los demás como jorada, en un proceso siempre ascendente. En este
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sentido la propuesta educativa debe estar atrave- Núñez, Carlos, 1990. Más sabe el pueblo, IMDEC,
sada por el énfasis participativo y la coherencia Guadalajara, México.
entre métodos y técnicas, entre otros temas. e-mail: ventas@imdec.net
5. La educación popular para los derechos huma-
nos debe potenciar las capacidades de la cultura Pontual, Pedro, 1991. Metodología, métodos y técni-
política democrática, permitiendo el desenvolvi- cas en la educación popular, CENCOPH, Tegucigalpa.
miento de la construcción de consensos, valores, e-mail: cencoph@sdnhon.org.hn
participación y asociatividad en la población. www.alforja.org/index.htm
6. De acuerdo con Jorge Osorio sostenemos que
es preciso impulsar acciones formativas con los Restrepo, Bernardo, et. al, 1985. La innovación en
educadores y educadoras que les devuelvan la es- educación. Identificación, documentación y caracterización
peranza (componente crítico-utópico-ético de la de seis casos en Antioquia, UNESCO, Medellín.
complejidad), para enfrentar el malestar con su http://ayura.udea.edu.co/ceded/index.htm
profesión, ante la devaluación de su función so- Signatura topográfica: 03840
cial, y que, junto con las acciones destinadas al
reconocimiento público y económico de su que- Sime, Luis, 1991. Los discursos de la educación popu-
hacer, los educadores: lar. Ensayo crítico y memorias, Tarea, Lima.
www.crefal.edu.mx
a ) Vislumbren mundos alternativos; www.tarea.org.pe
b) Se replanteen desde su trabajo práctico y local
el tema de las finalidades educativas; Osorio Vargas, Jorge, 2002. Pedagogías ciudadanas:
c ) Identifiquen el saber pedagógico como una mapas actuales de sus propios e híbridos aprendizajes de la
forma de producción intelectual de carácter com(per)plejidad. Una contribución al debate sobre liderazgo
asociativo; y educación, trabajo presentado en el III Encuentro
)
d Expliciten los argumentos que sostienen a su Internacional Multidisciplinario, organizado por el
práctica y expresen el horizonte de sentido que Centro de Desarrollo Humano y Creatividad,
cada educador debe construir desde su coti- Lima, 28-30 de junio.
dianeidad, tal como ellos la viven, tal como ellos e-mail: leisarce@cewpanama.net
la narran.
Touraine, Alain, 1995. ¿Qué es la democracia?, FCE,
México. www.fondodeculturaeconomica.com
Las páginas web fueron consultadas el 15 de di-
ciembre 2004.
Lecturas sugeridas
La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia.
Hopenhayn, Martín, 1988. La participación y sus Albert Einstein, físico alemán, nacionalizado suizo
motivos, en la revista Acción Crítica #24, Lima. y después norteamericano, 1897-1955.
e-mail: celats@starmedia.com
Max-Neef, Manfred, Antonio Elizalde y
Martín Hopenhayn, 2001. Desarrollo a escala hu-
mana, Editorial Cooperativa Nordan Comunidad,
Montevideo. Raúl Leis
w w w. n o r d a n . c o m . u y / l i b r o s / e c o t e c a / Sociólogo, escritor y educador panameño. Presidente del Cen-
tro de Estudios y Acción Social Panameño, catedrático universi-
desarrollo.htm tario y secretario general electo del Consejo de Educación de
www.userena.cl/contenido/fh/manfred.html Adultos de América Latina (CEAAL) para el período 2005-2008.
Decisio ENERO-ABRIL 2005También puede leer
