LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA
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Alicia Montalvo Santamaría LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA Desde su adopción en el año 2000, la puesta en práctica de la Estrategia de Lisboa se ha encontrado con dos escollos: el deterioro de la situación económica internacional y la inexistencia de mecanismos comunitarios para forzar su aplicación. La coordinación de las políticas económicas asumida voluntariamente por los Estados miembros y basada en la supervisión multilateral se ha transformado progresivamente en un proceso de examen global, continuo y público liderado por la Comisión y más centrado en lo no realizado que en lo acometido. Los gobiernos se han visto aislados frente a su opinión pública en sus procesos de reformas y han hecho responsable al marco comunitario de sus difíciles situaciones económicas, poniendo en tela de juicio su autoridad para formular recomendaciones. Así, en 2005, el Consejo Europeo ha optado por revisar la Estrategia y apoyar un modelo más basado en la economía política de la reforma económica —esto es, en cómo facilitar su aplicación y aceptación, minimizando el coste político—, que en recomendaciones específicas de política económica. Será necesario esperar algún tiempo para ver si este nuevo enfoque es más efectivo para reforzar la acción de los gobiernos en materia de reforma económica o si, por el contrario, éstos han perdido su aliado más importante y deberán asumir en solitario el precio político de sus iniciativas, con el riesgo de no adoptarlas. Palabras clave: política económica, crecimiento económico, política comunitaria, reforma económica, coordinación de políticas, competitividad, UE, 2000-2005. Clasificación JEL: E61, F02. 1. Introducción de los problemas que se avecinaban: más importante que el «no» a la Constitución era sin duda el oscuro fu- Inmediatamente después de la clara negativa de turo de la reforma económica en la Unión Europea. Des- Francia y Holanda al Tratado Constitucional europeo, de estos medios se ponía de manifiesto que, en alguna cuando el estupor y la incertidumbre ante el fracaso de medida, el antieuropeísmo es el precio que determina- una gran Europa unida políticamente centraban la aten- dos países europeos, sobre todo los socios fundadores, ción de casi todos los analistas, la prensa económica están pagando por haber responsabilizado a las institu- británica optó por una interpretación mucho más simple ciones comunitarias de los costes de adaptación que 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826 ICE 505
ALICIA MONTALVO SANTAMARÍA generan las reformas necesarias para hacer frente a una situación económica débil y a la globalización. Así, GRÁFICO 1 la única salida posible para estos analistas era que los CRECIMIENTO REAL DEL PIB, 1992-2004 gobiernos tomaran de nuevo el liderazgo de las refor- mas dentro de sus fronteras, desmarcándose de unos 6 procedimientos de decisión europeos que podrían estar demasiado lejos de los verdaderos intereses de los ciu- 4 dadanos. Sin embargo, sería muy simplista aceptar esta inter- 2 pretación y considerar que los gobiernos han hecho de- jación de sus responsabilidades a la hora de aplicar las 0 reformas económicas, y que la mejor solución es aban- donar el marco europeo de coordinación de políticas –2 93 00 03 99 98 01 92 02 96 94 04 95 97 económicas y retomar las riendas. El problema es bas- 19 20 20 19 19 20 19 20 19 19 20 19 19 tante más complejo y viene también motivado por el he- UE-15 España Estados Unidos Japón cho de que esta coordinación, que surgió tras la firma FUENTE: Eurostat. del Tratado de Maastricht en 1992, en el momento en que se lanzó la Unión Económica y Monetaria, ha ido perdiendo su intención original de asegurar una línea común en la dirección de las políticas económicas de nales de los 90 con el lanzamiento del euro y de la una serie de países llamados a compartir moneda para agenda de reforma económica, con un entorno macroe- convertirse en un cúmulo de recomendaciones no siem- conómico bien distinto al actual. De hecho, la tendencia pre conexas y, en mucho casos, en efecto, muy lejos de creciente del PIB de la UE-15 se interrumpió precisa- los intereses de los ciudadanos. Desde 1992 han cam- mente en el año de 2000, cuando se adoptó la Estrate- biado muchas cosas en el ámbito europeo y en el con- gia de Lisboa (Gráfico 1). texto internacional, y ahora la construcción europea se Previamente al explícito rechazo a la Constitución ha convertido para algunos en el chivo expiatorio de los Europea por parte de Francia y Holanda, los signos males económicos. El problema es que si se abandona más evidentes de este fin de etapa han sido la revisión el modelo europeo de coordinación de políticas econó- de los dos grandes aglutinantes de las políticas econó- micas, los gobiernos deberán afrontar sus retos pen- micas de los países de la UE, el Pacto de Estabilidad y dientes para salir de la situación de estancamiento sin Crecimiento y la Estrategia de Lisboa. En ambos casos poder apoyarse de forma inequívoca en un marco su- la revisión ha tenido por objetivo aumentar la responsa- pranacional fuerte. En este contexto, uno de los desa- bilidad nacional sobre las medidas, lo que es una forma fíos para los próximos años será saber si el nuevo mo- de cuestionar la autoridad europea en los procesos de delo en ciernes —adoptado en marzo de 2005— de una coordinación de políticas económicas por dos razones Europa económica basado en una mayor apropiación y fundamentales: por una parte, por la falta de instru- responsabilidad nacional frente a una coordinación eu- mentos adecuados para ejercerla (enforcement) —so- ropea fuerte será válido para adoptar las reformas pen- bre todo en el ámbito de las reformas estructurales dientes. donde la competencia es de los Estados miembros— y, Lo que sí parece cierto es que nos encontramos al fi- por otra, por la escasa de legitimidad que buena parte nal de una etapa de euforia europeísta que culminó a fi- de los países europeos han otorgado en los últimos 506 ICE 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826
LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA años a esa autoridad europea, cuestionando sus diag- rias de la aplicación de la Estrategia de Lisboa en nósticos y haciéndola responsable de los problemas de España, se analizan las modificaciones introducidas en sus economías. la revisión de la Estrategia que ha tenido lugar en el Al mismo tiempo, la mayor parte de los analistas Consejo Europeo de marzo de 2005 en un contexto coinciden en señalar que la ausencia de reformas es- donde destacan divergencias importantes sobre el mo- tructurales es una de las principales causas del bajo delo de construcción europea1. crecimiento efectivo y potencial de las economías eu- ropeas. Esto podría hacer pensar a priori en una cierta 2. Elementos fundamentales de la Estrategia miopía por parte de los dirigentes económicos que, de Lisboa contando con el marco institucional comunitario ade- La racionalidad económica de la Estrategia cuado y teniendo las herramientas para impulsar la de Lisboa economía, no ponen en marcha las medidas necesa- rias. La realidad, como se ha señalado, es mucho más La Estrategia de Lisboa se lanzó en 2000 en un con- complicada de lo que puede parecer y presenta claras texto económico internacional considerablemente dife- conexiones con el proceso de desencanto euro- rente al que ahora existe. El crecimiento del PIB de la peo cuyas consecuencias ahora son difícilmente eva- UE estaba muy por encima del crecimiento potencial luables. (3,7 por 100, frente al 2,3 por 100 en 2000) y la tenden- Con este telón de fondo, el presente artículo pretende cia creciente del primero era mucho más acusada que la analizar si las iniciativas europeas para la reforma eco- del segundo (Grafico 2). Ante el temor, entre otras razo- nómica han sido inadecuadas —por excesivas o por in- nes, de que esta situación produjese a medio plazo ten- suficientes— hasta el extremo de haber generado una siones inflacionistas o de otra índole, se justificó la ne- corriente en contra de la construcción europea o si, por cesidad de promover acciones para aumentar el creci- el contrario han contribuido, aunque sea de una manera miento potencial de la economía, fundamentalmente a difícil de evaluar en este momento, a reforzar las bases través de una mayor creación y utilización de empleo y sobre las que se sustenta el crecimiento de la UE. Para de un incremento de la productividad. Así, los líderes ello, y en el marco de la Estrategia de Lisboa puesta en europeos, diseñaron una estrategia integral con el hori- marcha en 2000 para convertir a Europa en la zona más zonte de 2010 cuyo objetivo último era aumentar el bie- competitiva del mundo, a través de medidas en los mer- nestar en la UE-15, considerando que éste depende de cados de productos y factores y en la inversión en la so- dos factores principales: la creación de riqueza —utili- ciedad del conocimiento, se revisan en primer lugar los zando como aproximación el PIB per cápita— y su distri- elementos fundamentales de la Estrategia; en segundo bución —la cohesión social—. La racionalidad económi- lugar, se analizan los mecanismos en el ámbito de la UE ca subyacente en la Estrategia de Lisboa puede encon- para su puesta en marcha y se revisa su eficacia; en ter- trarse en la simple descomposición del PIB per cápita cer lugar, se hace una valoración general de la aplica- en dos factores, el PIB por empleado (o productividad ción de la Estrategia de Lisboa, analizando los indicado- aparente del factor trabajo), multiplicado por la tasa de res estructurales diseñados a tal efecto; por último, se empleo (es decir, total de empleados dividido por pobla- revisan las estrategias de comunicación y su impacto sobre la apreciación general de la utilidad de la Estrate- gia de Lisboa por parte de los agentes económicos. A la 1 Todos los documentos a los que se hace referencia en este artículo luz de lo anterior, y tomando como referencia la valora- se pueden encontrar en: ción que se ha hecho desde las instituciones comunita- http://europa.eu.int/growthandjobs/index_en.htm 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826 ICE 507
ALICIA MONTALVO SANTAMARÍA Es decir, a diferencia de los procesos anteriores, como GRÁFICO 2 el proceso de Luxemburgo (Consejo Europeo de noviem- CRECIMIENTO REAL Y POTENCIAL bre de 1997) centrado en las políticas de empleo, o el pro- EN LA UE-15 ceso de Cardiff (Consejo Europeo de marzo de 1998) cen- trado en las medidas de reforma económica, la Estrategia Tasas de crecimiento de Lisboa se concibió como una agenda global de medi- 4,3 das, cuyo objetivo era aumentar el crecimiento potencial 3,9 3,5 de la economía de la UE con actuaciones en cuatro gran- 3,1 2,7 des áreas: empleo (fijando objetivos cuantitativos); socie- 2,3 dad del conocimiento (que incluía educación, I+D e inno- 1,9 1,5 vación); reforma económica y cohesión social. 1,1 Sobre esta base, se ha ido articulando desde 2000 un 0,7 0,3 entramado de nuevos objetivos, metas y recomendaciones –0,1 –0,5 al que han contribuido los sucesivos Consejos Europeos, especialmente los de primavera, específicamente introduci- 93 00 03 99 98 01 92 02 96 94 04 95 97 19 20 20 19 19 20 19 20 19 19 20 19 19 PIB potencial UE-15 PIB UE-15 dos para el seguimiento de la Estrategia de Lisboa2. En particular, en 2001 se añadió otra gran área prioritaria a FUENTE: Eurostat. las cuatro mencionadas, el desarrollo sostenible, también como elemento determinante del crecimiento y la competi- tividad de la UE. De esta forma, el número de recomenda- ción). De esta forma, la Estrategia de Lisboa se articuló ciones se ha ido ampliando hasta superar las 50 (el FMI se en torno a estos dos grandes objetivos: ha referido a 102 metas) (Recuadro 1). · Aumentar la productividad, promoviendo una eco- nomía europea basada en el conocimiento —con accio- Principales dificultades en la aplicación nes concretas en el ámbito de la I+D y la innovación—, de la Estrategia avanzando en los procesos de reforma de los mercados de bienes y servicios, completando el mercado interior y Lo que nació en 2000 como un decálogo de referen- culminando la liberalización en los sectores reciente- cia con acciones prioritarias y un número reducido de mente abiertos a la competencia, principalmente las in- objetivos para los años sucesivos, se ha ido transforma- dustrias de red. do en muy poco tiempo en un catálogo de medidas dis- · Aumentar el empleo, con políticas activas, moderni- ponibles muy heterogéneas, todas ellas recomenda- zando los sistemas de prestaciones, flexibilizando los bles, pero poco útiles en la práctica, en la medida en mercados y mejorando la formación de capital humano. que son difíciles de aplicar simultáneamente y que no Por primera vez se planteaba una estrategia econó- responden a los problemas específicos de cada Estado mica integral por el lado de la oferta, que debía comple- miembro tomado individualmente. mentar de forma eficaz el marco de coordinación de las Por sus propias características, los paquetes globa- políticas presupuestarias plasmado en el Pacto de Esta- les de medidas deben adaptarse a la situación especí- bilidad y Crecimiento, y abarcar todo tipo de acciones di- rigidas a maximizar la oferta de factores productivos, garantizar el funcionamiento de los mercados y mejorar 2 Estocolmo (marzo de 2001), Gotemburgo (junio 2001), Barcelona el entorno empresarial. (marzo 2002) y Bruselas (marzo 2003 y 2004). 508 ICE 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826
LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA RECUADRO 1 OBJETIVOS ESTABLECIDOS EN EL MARCO DE LA ESTRATEGIA DE LISBOA Resultados económicos El enfoque Lisboa implica: · Si se adoptan las medidas Lisboa en un contexto macroeconómico saneado sería realista prever una tasa de crecimiento medio anual del 3 por 100 para los próximos años. · Los Estados miembros deben mantener posiciones presupuestarias en equilibrio o cercanas al mismo en el medio plazo, asegurando la sostenibilidad de las finanzas públicas. · Redirigir el gasto público aumentando la importancia relativa de la acumulación de capital (físico y humano) y apoyando la I+D, la innovación y las TIC. Empleo (más y mejores empleos) El objetivo global es alcanzar el pleno empleo, lo que significa: · Una tasa global de empleo del 70 por 100 en 2010 (67 por 100 en 2005). · Una tasa de empleo femenina del 60 por 100 en 2010 (57 por 100 en 2005). · Una tasa de empleo para los trabajadores más mayores (55-64) del 50 por 100 en 2010. · Un aumento antes de 2010 de cinco años en la edad media en la cual la gente abandona el trabajo. · Disponibilidad de instalaciones para el cuidado de los niños: para el 90 por 100 de los de más de 3 años y para el 33 por 100 de los menores, antes de 2010. A nivel de la UE hay que: · Eliminar las barreras a la movilidad entre y dentro de los EE.MM. · Mejorar la calidad en el puesto de trabajo (entorno sano y saludable). Para los Estados miembros: · Reducir la carga impositiva sobre los que perciben salarios más bajos. · Hacer que trabajar resulte rentable en los sistemas de impuestos y prestaciones. · Las instituciones nacionales de empleo y negociación colectiva deben tener en cuenta la relación entre la evolución salarial y las condiciones de los merca- dos de trabajo y la productividad. · Revisar las formulas de contratación buscando el equilibrio entre seguridad y flexibilidad. · Eliminar los desincentivos a la participación de la mujer y promover el alargamiento de la vida laboral. · Reducir la economía sumergida. Educación, innovación e investigación (Área Europea del Conocimiento) Los objetivos globales son: · Aumentar el gasto en I+D para acercarlo al 3 por 100 del PIB en 2010, siendo 2/3 financiación privada. · 100 por 100 de las escuelas deben estar conectadas a internet en 2002. Investigación · Redes nacionales y programas conjuntos voluntarios para objetivos libremente decididos. · Mejorar el entorno para la inversión privada en I+D e innovación. · Eliminar los obstáculos a la movilidad de investigadores. · Mejorar las infraestructuras de comunicaciones en investigación. · Introducir una Patente comunitaria rentable. · Plena aplicación del Plan de Acción e-Europa antes de 2005. Sociedad de la Información · Formación a todos los profesores en tecnologías digitales antes de 2003. · Asegurar acceso a las mejores redes de comunicaciones y reducir el coste de usar Internet. · Favorecer el comercio electrónico. · Promover la Administración electrónica. · Apoyar las comunicaciones móviles e introducir el Protocolo de Internet versión 6. Educación · Alcanzar un aumento sustancial del gasto per cápita en formación. · Promover la formación a lo largo de la vida laboral. · Adaptar las capacidades a las necesidades de la sociedad del conocimiento. · Mejor reconocimiento de titulaciones. · Promover el aprendizaje de idiomas e introducir una dimensión europea en la educación. · Promover el aprendizaje escolar via Internet. 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826 ICE 509
ALICIA MONTALVO SANTAMARÍA RECUADRO 1 (continuación) OBJETIVOS ESTABLECIDOS EN EL MARCO DE LA ESTRATEGIA DE LISBOA Reforma económica Los objetivos identificados son: · Completa aplicación del PASF y del Plan de acción Capital Riego. · Aumentar el porcentaje de transposición de Directivas de Mercado Interior al 98,5 por 100. · Transponer todas las directivas para las que existe un retraso de 2 años. · Apertura de mercados de energía a empresas en 2004 y a continuación a consumidores domésticos. · Asegurar que en 2005 la capacidad de interconexión de energía es el 10 por 100 de la capacidad instalada. · Lograr el Cielo único europeo en 2004. Otros objetivos: · Aumentar la oferta de capital riesgo. · Abrir progresivamente los servicios postales, servicios ferroviarios y portuarios. · Aumentar la apertura en la contratación pública. · Completar el Mercado interior de servicios. · Reducir las cargas administrativas de las empresas. · Introducir un sistema de evaluación de impacto de la legislación comunitaria. · Reducir las ayudas de Estado y reorientarlas a objetivos horizontales. · Mejorar el marco tributario de las empresas. · Promover la calidad de los servicios públicos. Cohesión social Los objetivos son: · Reducir antes de 2010 la tasa de abandono escolar. · Mayores esfuerzos para reducir antes de 2101 el número de personas en riesgo de pobreza. · Estimular la formación continua. Otras políticas: · Reforzar la igualdad de oportunidades para discapacitados. · Promover la igualdad de género. · Promover la responsabilidad social de la empresa. · Adaptar los sistemas sanitarios y de cuidado de la dependencia al envejecimiento de la población asegurando calidad y sostenibilidad económica. Medio ambiente y desarrollo sostenible Los objetivos son: Cambio climático · Reducción de los GHG con progresos visibles antes de 2005. · Avanzar hacia un objetivo del 22 por 100 de energías procedentes de fuentes renovables. · Fijar objetivos nacionales consistentes con el valor de referencia del 5,75 por 100 para biocarburantes para transporte (2010). Transporte sostenible · Disociar crecimiento del PIB y del transporte, pasando del trasporte por carretera a otros medios. · Evitar el aumento del volumen de tráfico, congestión ruido y contaminación. · Promover el usos de transporte ambientalmente sostenible. Salud · Atender las preocupaciones de los ciudadanos en material de seguridad y calidad alimentaria. Gestión de recursos · Disociar crecimiento económico y acumulación de residuos o uso de recursos naturales. FUENTE: Informe del Comité de Política Económica. Revisión Intermedia de la Estrategia de Lisboa. Septiembre 2004. 510 ICE 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826
LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA fica de cada país, sopesando el alcance y efectividad · Como consecuencia de lo anterior, no ha sido posi- de las reformas en el marco socio-económico corres- ble, como luego se comenta, apreciar los progresos de pondiente y los posibles trade-offs. Con carácter ge- forma clara, lo que ha sido valorado en algunos casos neral, en el ámbito europeo se suelen distinguir dos como el fracaso de la Estrategia en su conjunto. De he- modelos para acometer reformas: el modelo «anglosa- cho, se ha interpretado que al no alcanzarse un creci- jón», basado en bajos niveles de regulación, relativa- miento del PIB del 3 por 100 no se han logrado los obje- mente bajos niveles de impuestos y prestaciones, y un tivos trazados, cuando lo que verdaderamente se decía amplio abanico salarial y dispersión de la renta; y el en las Conclusiones del Consejo Europeo de Lisboa modelo «nórdico», basado en altos niveles de impues- era: «Si se adoptan las medidas aquí recogidas en un tos y prestaciones, junto a estructuras salariales y de contexto macroeconómico saneado, sería realista pre- renta más comprimidas. Ambos son compatibles en ver una tasa de crecimiento medio anual del 3 por 100 términos generales con los objetivos de la Estrategia para los próximos años». de Lisboa pero, al mismo tiempo, requieren una selec- En definitiva, lo verdaderamente novedoso de la ción cuidadosa de las acciones recomendables dentro Estrategia de Lisboa fue integrar un amplio programa de de su catálogo de medidas. medidas de reforma económica, dirigidas fundamental- De esta forma, y en lo que se refiere a su diseño, po- mente a eliminar cualquier distorsión en los mercados dría decirse que la principal virtud de la Estrategia de de bienes, servicios, capitales y trabajo, y a desarrollar Lisboa, esto es, su carácter integral, ha sido su mayor una economía del conocimiento, con un modelo de pro- problema a la hora de aplicarla, por las siguientes razo- tección social centrado en la creación de empleo y en la nes fundamentales: sostenibilidad financiera del Estado del Bienestar. Como · La profusión de acciones recomendables era com- estrategia integral era difícil oponerse a ella, pero las di- patible con la heterogeneidad de los modelos socioeco- ficultades surgieron en el momento de llevarla a la prác- nómicos de los países de la UE, pero al mismo tiempo tica y, sobre todo, de valorar sus resultados. impedía reconocer un marco unívoco de referencia so- bre el que pronunciarse de forma clara desde los Esta- 3. Mecanismos de aplicación de la Estrategia dos miembros. En otras palabras, ha sido difícil recono- de Lisboa cer la auténtica dimensión de las medidas propuestas en su conjunto pero, al mismo tiempo, cuando se ha for- El carácter distintivo de la Estrategia de Lisboa res- zado la puesta en práctica de determinadas acciones pecto de otras iniciativas comunitarias se encuentra, por concretas, algunos países han respondido de forma una parte, en que se refiere a áreas donde las compe- poco entusiasta. tencias recaen sobre los Estados miembros y, por otra, · La confusión entre objetivos y acciones recomen- en que dado que se trata de una iniciativa muy reciente, dadas ha ocultado el verdadero alcance de la Estrate- no existe todavía suficiente evidencia empírica para de- gia: no era un «Plan de Acción» en sentido estricto con mostrar el impacto positivo que las reformas estructura- medidas concretas y calendarios (similar, por ejemplo, les adoptadas en un Estado miembro tienen sobre los al Plan de Acción de Servicios Financieros), ya que el demás países o sobre la UE en su conjunto. Como con- margen de acción de los Estados miembros era muy secuencia, no existen instrumentos legales de alcance amplio dentro de un marco general; pero tampoco ha comunitario que puedan obligar a la puesta en marcha sido un modelo por objetivos, en tanto en cuanto a los de las reformas en los países. La teoría económica y la países también se les ha valorado por la acciones em- experiencias nacionales prueban que las reformas es- prendidas, con independencia de los resultados. tructurales y otras acciones recomendadas en la Estra- 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826 ICE 511
ALICIA MONTALVO SANTAMARÍA tegia generan claros beneficios a medio plazo pero, en en el caso europeo tiene la peculiaridad de que es el la práctica, hay una resistencia a acometerlas debido, propio Consejo de Ministros, y no sólo las «institucio- entre otras razones, a la incertidumbre respecto a su nes» (la Comisión, en este caso), el que adopta directri- adecuado diseño, a la resistencia de determinados gru- ces, evalúa su cumplimiento desde la perspectiva de los pos cuyos intereses se ven específicamente afectados intereses de la UE y, llegado el caso, formula recomen- (siendo uno de los más importantes el de los trabajado- daciones concretas a los Estados miembros, que pue- res) mientras los beneficios se diluyen entre todos los den hacerse públicas. ciudadanos y, sobre todo, debido al desfase entre el mo- El procedimiento de supervisión multilateral más impor- mento en que se producen los costes de la reforma (un tante sobre el que se sustenta la Estrategia de Lisboa, plazo normalmente corto) y los beneficios (a medio o aunque no el único, son las Orientaciones Generales de largo plazo). Todo esto supone un importante precio po- Política Económica (OGPEs), previstas en el propio Trata- lítico que muchos gobiernos no están en disposición de do de la Unión Europea. En su artículo 99, éste establece pagar y si además consideramos los diferentes calenda- que «los Estados miembros consideran sus políticas eco- rios electorales de los países de la UE, sincronizar la in- nómicas como una cuestión de interés común y las coordi- troducción de las medidas es prácticamente imposible. nan en el marco del Consejo» y, a partir de ahí, se legitima Por esta razón ha sido necesario articular instrumen- la acción del Consejo ECOFIN. Desde 1993 este Consejo tos de aplicación que pudieran cumplir la doble función ha venido adoptando unas orientaciones generales de po- de facilitar el seguimiento de las iniciativas adoptadas y lítica económica y unas recomendaciones específicas por de servir como marco de referencia a los gestores de la países cuyo objetivo fundamental era, precisamente, dar política económica a la hora de justificar las reformas. carta de naturaleza a ese compromiso de los Estados Seguramente éste ha sido el punto más débil de la miembros. Las OGPEs son el marco general de coordina- puesta en práctica de la Estrategia de Lisboa y el que ha ción de las políticas económicas y cubren tanto los aspec- podido contribuir a la situación de euroescepticimo a la tos macroeconómicos, como las reformas estructurales y que se hacía referencia anteriormente. las políticas asociadas de cohesión social y desarrollo sos- tenible. Los Estados miembros tienen la obligación de in- La supervisión multilateral y las Orientaciones formar a la Comisión sobre sus políticas económicas y Generales de Política Económica ésta elabora un Informe de Cumplimiento anual que sirve de base para la supervisión y, en su caso, las recomenda- El principal mecanismo utilizado para la puesta en ciones de acción por parte del Consejo. Las OGPEs y el práctica de la Estrategia de Lisboa ha sido hasta ahora hecho de que todos los Ministros de Economía y Hacienda la supervisión o vigilancia multilateral, es decir, el proce- de la UE hayan tenido que dar cuenta anualmente a la Co- so según el cual el Consejo de Ministros de la UE (prin- misión y a sus colegas de las acciones que sus Gobiernos cipalmente el de Ministros de Economía y Hacienda, han emprendido o han dejado de emprender para apli- ECOFIN) supervisa la evolución económica de cada carlas, han sido sin duda un elemento fundamental para uno de los Estados miembros y la coherencia de sus po- avanzar en la reformas económicas. Cuando los Estados líticas económicas con los objetivos generales. De esta miembros han empezado a cuestionar frente a sus opinio- forma, los países tienen la oportunidad de formular re- nes públicas el diagnóstico y las recomendaciones que comendaciones, conocer y, sobre todo, valorar las medi- provenían de las instituciones europeas, la legitimidad de das adoptadas por los demás Estados miembros en un las OGPEs ha empezado a ponerse en duda y los países ámbito determinado. Este procedimiento, aplicado tam- han minado, quizá sin pretenderlo, las bases de uno de bién en otras instituciones internacionales (OCDE, FMI), sus principales apoyos a la hora de emprender reformas. 512 ICE 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826
LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA Otros mecanismos de aplicación seis áreas (situación económica, empleo, innovación, reforma económica, cohesión social y desarrollo sos- Las OGPEs no han sido el único instrumento de puesta tenible) (Recuadro 2), la Comisión ha elaborado anual- en práctica de la Estrategia de Lisboa, sobre todo porque mente, desde 2001, un Informe de Primavera (también ésta, por su carácter global, supera los límites de las políti- llamado Informe de Síntesis) valorando de forma global cas económicas y se extiende a otros ámbitos. Así, en tor- el progreso en la aplicación de la Estrategia de Lisboa. no a los dos procesos más importantes ya mencionados, A diferencia del Informe de Cumplimiento de las el de empleo (Luxemburgo) y el de reforma de los merca- OGPEs, este Informe no ha sido exclusivamente econó- dos (Cardiff), se han articulado dos mecanismos comple- mico, sino que en su elaboración han intervenido todas mentarios. En el caso del empleo, y mediante un proceso las unidades sectoriales y horizontales involucradas, lo similar al de las OGPEs, el Consejo de Ministros de Em- que ha llevado en algunos casos a mensajes confusos pleo y Asuntos Sociales adopta anualmente unas Directri- respecto a las prioridades económicas. Como luego se ces a las que los Estados miembros deben responder con detalla, el mecanismo fundamental para promover la unos Planes Anuales que son objeto de supervisión multi- aplicación de la Estrategia en el caso del Informe de Pri- lateral. En el caso de la reforma de los mercados, también mavera-Lisboa ha sido la elaboración y publicación de los Estados miembros han tenido hasta ahora la obliga- rankings, señalando a los mejores y peores cumplidores ción de elaborar Informes Anuales de Progreso detallando de los objetivos marcados. las medidas emprendidas y de dar cuenta a los demás países de la mismas. Limitaciones de los mecanismos de aplicación El único mecanismo de puesta en práctica puramente existentes «Lisboa» es el llamado Método Abierto de Coordinación introducido en 2000. Este método afecta a políticas sec- El objetivo de las comparaciones entre países era es- toriales que son competencia de los Estados miembros timular la puesta en práctica de las reformas. Sin embar- y, en teoría, consiste en el mero establecimiento de ob- go, la acumulación de procesos de evaluación no siem- jetivos y directrices comunes, y en el intercambio e iden- pre ecuánimes u homogéneos, y muchas veces con tificación de las mejores prácticas para alcanzarlos, con resultados dispares, ha tenido el efecto contrario al de- la consiguiente adaptación de las políticas nacionales. seado. Lo que debía ser apoyo internacional para aco- El método abierto se ha aplicado en áreas como la refor- meter reformas se ha convertido en un proceso casi ma de las pensiones, la protección social, I+D y aten- continuo de blame and shame por el que los gobiernos, ción sanitaria. Aunque está diseñado como un sistema en lugar de sentirse respaldados en sus intentos de aco- de mutuo aprendizaje, el hecho de que lo haya tutelado meter reformas, han visto cuestionadas sus iniciativas la Comisión lo ha convertido en la práctica en un proce- desde las instituciones europeas, muy en particular des- so de examen de las políticas nacionales, lo que a ve- de la Comisión, que las consideraba inadecuadas o in- ces se ha interpretado como una intromisión de dicha suficientes. Esta falta de apoyo ha llevado a que algu- institución en ámbitos donde la sensibilidad de los ciu- nos gobiernos nacionales, sometidos a una situación dadanos es especialmente acusada. económica poco favorable y a las presiones de los ci- clos electorales, hayan trasladado la responsabilidad de El Informe de Primavera de la Comisión sus medidas de reforma económica al ámbito europeo y, en último término, hayan renunciado ellos mismos a res- Con todos estos elementos y sobre la base de unos paldarlas. De esta forma, la percepción de los ciudada- indicadores estructurales que se han identificado en nos ha sido que las medidas impulsadas desde sus go- 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826 ICE 513
ALICIA MONTALVO SANTAMARÍA RECUADRO 2 INDICADORES ESTRUCTURALES Información económica general Empleo PIB per cápita en PPP Tasa de empleo Crecimiento real del PIB Tasa de empleo de los trabajadores mayores Productividad del trabajo (por hora y empleado) Edad media de jubilación Crecimiento de CLU Brecha de pago por género Saldo público Tipo impositivo de los perceptores de menores salarios: Deuda pública — Porción de los impuestos en los costes salariales Crecimiento del empleo — Trampa de desempleo Tasa de inflación — Trampa de bajo salario Formación continua Siniestralidad en el puesto de trabajo Tasa de paro (total y por género) Innovación e investigación Reforma económica Gasto público en educación Nivel comparativo de precios y convergencia de: Gasto en I+D – Precios en las industrias de red (telecomunicaciones) Nivel de acceso a Internet – Precios en las industrias de red (gas y electricidad) Licenciados en Ciencia y Tecnología Cuota de mercado del mayor generador en el mercado eléctrico Patentes Cuota de mercado del operador incumbente en telefonía fija y del lí- Capital riesgo der en telefonía móvil Gasto en TIC Contratación pública Comercio electrónico Ayudas del Estado sectoriales y ad hoc Administración electrónica Integración del mercado financiero —convergencia en los tipos inte- rés en los préstamos Nivel de educación en los jóvenes Integración de mercados-Integración comercial Tasa de penetración de la banda ancha Integración de mercados-Intensidad de la inversión extranjera directa Exportaciones de alta tecnología Inversión empresarial Demografía empresarial: — Tasa de creación de empresas — Tasa de supervivencia de empresas — Tasa de cierre de empresas Cohesión social Medio ambiente Inequidad en la distribución de la renta Emisiones de gases de efecto invernadero Tasa de riesgo de pobreza Intensidad energética de la economía Tasa de riesgo persistente de pobreza Volumen de transporte interior respecto al PIB Dispersión de las tasas de paro Modalidades de transporte Abandono escolar Calidad del aire urbano Tasa de desempleo de larga duración Residuos municipales Población en hogares desempleados Cuota de energía renovable Protección de recursos naturales: — Áreas propuestas bajo la Directiva de Hábitats — Stocks de pesca en aguas marinas europeas — Tendencia de población en aves de granja Esperanza de vida sana FUENTE: Eurostat. 514 ICE 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826
LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA biernos venían únicamente justificadas por las reco- han podido conseguir efectos contrarios a los buscados. mendaciones comunitarias y que, pese a los costes que Se ha prestado una atención excesiva al llamado deli- implicaban, ni siquiera recibían el reconocimiento por very gap o implementation gap es decir a lo que no se parte de las instituciones europeas. estaba haciendo, más que a lo que se estaba haciendo, En suma, el necesario respaldo de la opinión pública contribuyendo a acrecentar la opinión de que la Estrate- para introducir reformas sectoriales se ha visto debilitado gia de Lisboa estaba fracasando. como consecuencia de una supervisión multilateral exce- El seguimiento y valoración de las medidas adopta- sivamente sobrecargada y mediatizada. Mientras que das ha sido principalmente de dos tipos: en primer lugar, cuando se iniciaron en 1993 las OGPEs daban una pauta tomando como referencia común los indicadores estruc- clara de las prioridades económicas, bajo la responsabili- turales y, en segundo lugar, midiendo a cada país res- dad de los Ministros de Economía y Hacienda de la UE, pecto a sus propios retos examinando el cumplimiento los sucesivos procedimientos asociados a la Estrategia de de las recomendaciones nacionales de las OGPEs. Lisboa cargados de objetivos y valoraciones múltiples, y las progresiva participación de otras formaciones sectoria- Los indicadores estructurales les (empleo, competitividad, medio ambiente, asuntos ge- nerales, etcétera) con intereses no siempre coincidentes, El modelo de la «referencia común» es el que se ha han ido oscureciendo la claridad del proceso y han creado utilizado en el mencionado Informe de Primavera que una sensación general de fracaso. anualmente presenta la Comisión. La aplicación de la Estrategia en cada país se ha valorado en función de la 4. Procedimientos de valoración de la aplicación de lista de indicadores estructurales ya citada, comparando la Estrategia en los Estados miembros el comportamiento entre los Estados miembros. Con esta información se ha elaborado una base de datos Podría decirse que desde el ámbito europeo se han que se actualiza permanentemente y que es de acceso utilizado más energías para hacer el seguimiento y valo- público3. Se trata de una fuente de información extrema- rar la aplicación de la reforma económica y de la Estrate- damente útil; sin embargo, el hecho de que la atención gia de Lisboa en los Estados miembros que para la pro- se haya centrado, sobre todo desde el punto de vista pia puesta en marcha de las medidas. La razón funda- mediático, en estos datos cuantitativos ha llevado a una mental de este desequilibrio aparente ha sido que simplificación excesiva del alcance y la utilidad de la mientras la ejecución de las reformas es responsabilidad Estrategia de Lisboa. Más aún cuando, con el objetivo de los Estados miembros, el seguimiento y valoración es de aumentar su claridad y visibilidad, se han selecciona- el único ámbito donde las instituciones comunitarias pue- do de entre todos los disponibles catorce indicadores den desempeñar un papel relevante y lograr visibilidad. principales (la llamada «lista corta») y se han elaborado Como se ha señalado, desde estas instituciones (princi- rankings de países identificando a los mejores y a los palmente desde la Comisión Europea) se pretende im- peores según sus niveles relativos (Cuadro 1). pulsar, por la vía de la publicación de resultados compa- La utilidad de los indicadores estructurales para cono- rados, la aplicación de las nuevas reformas, y se intenta cer la aplicación de la Estrategia de Lisboa depende de respaldar en sus esfuerzos a las autoridades nacionales. dos cuestiones principales: su idoneidad para medir Sin embargo, la urgencia en demostrar la idoneidad adecuadamente los resultados nacionales en las áreas de las reformas recomendadas en el ámbito comunitario se ha traducido en impaciencia por ver los resultados, y ésta ha llevado a tomar iniciativas algo precipitadas que 3 http://epp.eurostat.cec.eu.int 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826 ICE 515
ALICIA MONTALVO SANTAMARÍA CUADRO 1 RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LOS ESTADOS MIEMBROS RESPECTO A LOS INDICADORES ESTRUCTURALES PRINCIPALES (Niveles 2003) Indicadores AL BE CY CZ DE DK EE ES H FR GR HU IE IT LT LU LV MT NL PL PT SE SI SK UK 1. PIB per cápita en PPP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . + + – + – + – + – – 2. Productividad del trabajo por persona empleada . + – + + + – + – – – 3a. Tasa de empleo total . . . . . . . . . . . . . ....... + + – – – + – + – + 3b. Tasa de empleo femenino . . . . . . . . . . ....... + – + – – – + – + + 3c. Tasa de empleo masculino . . . . . . . . . ....... + + + – – – + – – + 4a. Tasa de empleo-trabajadores mayores. ....... – + + – – + + – – + 4b. Tasa de empleo-trabajadores mayores-femenino – + + + – – + – – + 4c. Tasa de empleo-trabajadores mayores-masculino – + + – + – – + – + 5. Gasto bruto en I+D . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – + + + + nd nd – nd nd – nd – 6. Nivel educativo de los jóvenes-total . . . . . . . . . . + – + – – – + – + + 7. Nivel de precios comparado . . . . . . . . . . . . . . . + – – – – + + + – + 8. Inversión empresarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – + + + nd – + – – + – 9. Riesgo de pobreza después de transferencias so- ciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . nd + + + – + – + – – nd nd + – + + nd 10. Dispersión de tasas de empleo regionales-total . + nd nd nd – + – nd – nd nd nd nd + nd 11. Tasa de desempleo de larga duración-total . . . . + + – – – + + – + – + 12. Total de emisiones de gases de efecto inverna- dero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . nd + – – + – + + – + – 13. Intensidad energética de la economía . . . . . . . . + – + + – + + – – – 14. Transporte respecto al PIB . . . . . . . . . . . . . . . . + – – – + – – nd + + + FUENTE: Informe Anual de Reforma Estructural 2005. COMITÉ DE POLÍTICA ECONÓMICA. estratégicas y su capacidad para, de esta forma, promo- los indicadores y, sobre todo, de una inadecuada utiliza- ver nuevas reformas en las áreas donde los Estados ción de los mismos. Respecto a la selección, se ha he- miembros están más atrasados. cho sobre la base de una serie de criterios —entre los Sin embargo, si revisamos los países de la UE-15 que que destaca su fácil comprensión, su fiabilidad, su dis- ahora figuran como los mejores de acuerdo con la base ponibilidad y su comparabilidad— sin atender de mane- de datos de indicadores (Dinamarca, Suecia, Reino Uni- ra específica la consistencia del paquete global. Sin em- do, Holanda) y lo comparamos con rankings de años an- bargo, en algunos casos es difícil apreciar la relación teriores nos damos cuenta de que son los mismos que entre cada indicador y los objetivos asociados de políti- aparecían también entre los mejores en 2000, lo que po- ca económica, y no está claro si se trata de una meta a dría hacer pensar que la Estrategia de Lisboa no ha pro- alcanzar (por ejemplo, la tasa global de empleo), un ob- movido acciones en los países con mayor retraso. jetivo intermedio para conseguir determinados resulta- dos (nivel de ayudas de Estado) o quizá un objetivo ins- Limitaciones de los indicadores estructurales trumental (licenciados universitarios en ciencia y tecno- logía). No hay una distinción clara entre indicadores de El problema no es la existencia de indicadores, pues políticas y de resultados, ni una causalidad clara entre facilitan la visibilidad de una estrategia tan global. El ellos, lo que hace que se valore de forma irregular los problema surge más bien de una errónea selección de avances, pues es posible que se hayan adoptado medi- 516 ICE 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826
LA ESTRATEGIA DE LISBOA: DE LA POLÍTICA ECONÓMICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA CUADRO 2 RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LOS ESTADOS MIEMBROS RESPECTO A LOS INDICADORES ESTRUCTURALES PRINCIPALES (Progreso desde 1999 a 2003) Indicadores AL BE CY CZ DE DK EE ES H FR GR HU IE IT LT LU LV NL PL PT SE SI SK UK 1. PIB per cápita en PPP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – – + + – + + + – – 2. Productividad del trabajo por persona empleada . + – + – + – + – + – 3a. Tasa de empleo total . . . . . . . . . . . . . ....... + – – + + + – + – – 3b. Tasa de empleo femenino . . . . . . . . . . ....... + – – + + + – + – – 3c. Tasa de empleo masculino . . . . . . . . . ....... – + – – + + + + + – + – 4a. Tasa de empleo-trabajadores mayores. ....... – – + + + + + – – – 4b. Tasa de empleo-trabajadores mayores-femenino – + + + + + – – – – 4c. Tasa de empleo-trabajadores mayores-masculino – – – + + + + – + – – 5. Gasto bruto en I+D . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . + + + nd + – nd nd – nd nd – – 6. Nivel educativo de los jóvenes-total . . . . . . . . . . + – – – – + – + + + 7. Nivel de precios comparado . . . . . . . . . . . . . . . + – + – + + – – – + 8. Inversión empresarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . + + + + nd – + – – – – 9. Riesgo de pobreza después de transferencias so- ciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . nd nd nd + nd – – nd + nd nd – nd nd + 10. Dispersión de tasas de empleo regionales-total . – nd – nd nd + + + nd nd nd nd – nd 11. Tasa de desempleo de larga duración-total . . . . + – + + + + – + – – – 12. Total de emisiones de gases de efecto inverna- dero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . – nd + – – + – + + – + + 13. Intensidad energética de la economía . . . . . . . . – + + – + + – – – 14. Transporte respecto al PIB . . . . . . . . . . . . . . . . – – + + + – – – + + FUENTE: Informe Anual de Reforma Estructural 2005. COMITÉ DE POLÍTICA ECONÓMICA. das importantes que no tienen un reflejo claro en los re- gia, lo que ha llevado a la frustración general («apenas sultados, ya sea por factores externos o por los largos se ha avanzado»), a la frustración nacional («los mejo- períodos de maduración de las reformas. res y los peores siguen siendo los mismos a pesar de Respecto a su utilización, el problema es que los indi- los esfuerzos realizados») e incluso a la parálisis («no cadores estructurales no toman en consideración la si- son necesarias más reformas en mi país porque ya es- tuación de partida de cada país, lo que hace que se con- toy entre los mejores»). funda la falta de resultados con la falta de acción. En los El último problema que cabe destacar de la utilización últimos años esto se ha intentado corregir con los ran- de los indicadores estructurales como instrumento para kings que indican, además de los niveles para cada indi- medir el éxito o fracaso de la Estrategia es la excesiva cador, los avances. Como puede apreciarse en el Cua- simplificación que se ha intentado acometer a través de dro 2, si analizamos los indicadores en términos de los la «lista corta» que, si bien facilita la comprensión de la progresos realizados desde 1999, la situación relativa Estrategia, lo hace de forma desequilibrada, en la medi- de los mejores y los peores cambia, y se ve cómo Espa- da en que los indicadores que la componen no reflejan ña, Francia y Grecia destacan entre los países de la el peso de las diferentes áreas que configuran el paque- UE-15 que más han avanzado. Sin embargo, el ranking te de medidas ni quizá son los más representativos para por niveles absolutos ha sido objeto de mayor publici- cada ámbito (por ejemplo, parece difícil de aceptar que dad y atención a la hora de valorar el éxito de la Estrate- la comparación entre los niveles relativos de precios y 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826 ICE 517
ALICIA MONTALVO SANTAMARÍA su convergencia en una unión monetaria con países tencionadamente, los gobiernos han presionado a las que parten de situaciones muy diversas sea el indicador instituciones comunitarias para lograr unas recomenda- principal de las acciones en el ámbito de reforma econó- ciones que se pudieran cumplir fácilmente, debilitando mica). así el respaldo europeo a las reformas más difíciles de En definitiva, el afán de hacer simple lo complicado no emprender en el ámbito interno. contribuye en este caso a aumentar la confianza en los En definitiva, estos mecanismos de seguimiento, jun- procedimientos de valoración de la aplicación de las to a la obsesión por cuantificar lo que es difícilmente medidas de Lisboa, dando como resultado una imagen cuantificable, han podido ocultar el verdadero alcance de inacción en la que los Estados miembros y sus ciuda- de los avances realizados en materia de reforma econó- danos no se ven representados. mica y sociedad del conocimiento, llevando a la conclu- sión de que no ha habido ningún progreso y forzando la La valoración del cumplimiento revisión de la Estrategia de Lisboa y del marco general de las recomendaciones nacionales de políticas económicas. Además, la multiplicidad de rankings y evaluaciones ha generado situaciones en las Frente al método de seguimiento basado en la refe- que un mismo país era valorado simultáneamente de rencia común de los indicadores, la valoración del cum- manera positiva y negativa por una misma iniciativa. Sin plimiento de las OGPEs se ha centrado hasta ahora en embargo, si analizáramos individualmente el comporta- el seguimiento individual de cada país de la aplicación miento de cada Estado miembro las conclusiones po- de sus propias recomendaciones anuales. Si bien esto drían ser muy diferentes: en mayor o menor medida, en se ha hecho de forma eminentemente cualitativa, tam- todos los países se han producido avances, pero éstos bién se ha establecido un sistema de puntuación de quizá se han logrado a costa de la legitimidad y credibili- cuatro niveles, según el alcance de las acciones em- dad de las instituciones europeas, que estarían sufrien- prendidas («realizado», «avanzando», «limitado» e «in- do así un efecto boomerang en su persistente acusa- suficiente»). De esta forma, el seguimiento sí ha tomado ción del delivery gap en cuenta la situación de partida y se ha valorado a cada país en función de sus esfuerzos individuales. La valoración de la aplicación Este sistema, liderado desde el ECOFIN como anterior- de la Estrategia en España mente se señalaba, ha podido dificultar las comparacio- nes entre países, pero también ha hecho posible una Si tomamos como referencia el caso de España y re- evaluación más ecuánime de los progresos. visamos la valoración desde las instancias comunita- Los problemas han empezado a surgir, sin embargo, rias, vemos hasta qué punto resulta difícil apreciar si cuando se ha intentando hacer de las puntuaciones indi- realmente se han producido progresos en materia de viduales un sistema de ranking, a semejanza de lo reali- reforma económica en los últimos años y, más específi- zado en el Informe de Síntesis (Cuadro 3). En este caso camente, desde que se puso en marcha la Estrategia la comparación no era homogénea en la medida en que de Lisboa. Centrándonos en el año 2004, el último en no había una referencia común, sino unos retos indivi- el que el modelo Lisboa ha funcionado plenamente duales, lo que ha llevado a que los países hayan inverti- —ya que en 2005 se ha revisado— vemos que en el do un gran esfuerzo en el ECOFIN para rebajar el nivel Informe de Primavera que la Comisión publicó valoran- de exigencia de sus recomendaciones. Es decir, este do el cumplimiento de los 15 países de la UE de los ob- ranking basado en puntuaciones individuales también jetivos de Lisboa hasta esa fecha, se incluía un ranking ha tenido efectos perversos, en la medida en que, in- donde España se catalogaba como uno de tres los paí- 518 ICE 75 AÑOS DE POLÍTICA ECONÓMICA ESPAÑOLA Noviembre 2005. N.º 826
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