Las series de televisión y la enseñanza de la Historia - Revistas COMILLAS
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Didáctica de las
Ciencias Sociales
Las series de televisión
y la enseñanza de la Historia
En los últimos años hemos observado la
Juan Esteban
aparición de un importante número de series Rodríguez Garrido
de televisión que buscan acercar al gran público
el conocimiento de nuestra historia. Productos Universidad Pontificia Comillas
jrodriguezg@comillas.edu
mediáticos con gran poder de influencia en el
imaginario de sus espectadores, así como en la
creación de estereotipos. Este artículo pretende
reflexionar en torno al papel que los productos
televisivos de pretendido carácter histórico
pueden jugar en el conocimiento de la gente,
así como sobre la utilidad de este modo de
aproximación al conocimiento histórico.
DOI: 10.14422/pym.i383.y2020.004 Septiembre 2020 | nº 383 | PADRES Y MAESTROS | 25
Didáctica de las
Ciencias Sociales
En el campo de la Historia, nos hemos
encontrado en los últimos tiempos con
multitud de películas y series de televi-
sión de pretendido carácter histórico o
pseudohistórico, unos productos mediá-
ticos, en algunos casos tremendamente
populares, que influyen de una manera
importante en la visión que los especta-
dores tienen de los personajes y hechos
históricos que en ellos aparecen. Pueden
así contribuir notablemente a estigma-
tizar hechos o personajes ante el gran
público por lo que resulta necesario ha-
cer un detallado seguimiento de estas
producciones, analizando su mensaje, se-
leccionando aquellas que dan al rigor y al
conocimiento un peso sustancial en sus
relatos y apartando otras muchas cuya
Introducción calidad histórica queda sepultada en fa-
El surgimiento de la escritura supuso vor de otros intereses menos educativos.
un antes y un después en la historia de la Tal es el objetivo de este artículo:
humanidad, pues posibilitó que la cultura reflexionar acerca de las posibilidades
pudiera ser preservada para las futuras educativas que estos productos audiovi-
generaciones, además de permitir que suales nos ofrecen así como sobre la va-
los mensajes pudieran viajar más allá del lidez, o no, de acercarse al conocimiento
entorno físico próximo. La palabra impre- histórico a través de ellos.
sa fue así, hasta mediados del siglo XX,
el principal medio de conocimiento de los La difusión de la Historia en la
acontecimientos del mundo. Pero desde televisión española
hace algunas décadas vivimos inmersos Llegó tarde, pero llegó. Y desde su
en la llamada sociedad de la comunica- llegada a los hogares españoles, la tele-
ción, entregados a un nuevo mensaje: el visión se mostró como una importantí-
de la imagen. Nos hemos ido convirtien- sima fuente de acceso al conocimiento
do, en palabras de Giovanni Sartori, en histórico (la calidad del mismo sería otra
un homo videns, un nuevo tipo de ser hu- cuestión) para la mayoría de los españo-
mano para el que la imagen cobra mayor les de la época. La única cadena disponi-
protagonismo que el texto. Los medios de ble entonces era la pública TVE que había
comunicación de masas tienen así un pa- empezado sus retransmisiones en 1956,
pel determinante en el entendimiento del aunque su presencia en los salones de la
mundo de este homo videns, así como una mayoría de la clase media española no fue
enorme responsabilidad (no siempre bien habitual hasta bien entrados los 60.
entendida) sobre su formación. Nos ofre- Pronto sus directivos comenzaron a
cen grandes peligros pero también infini- mostrar gran interés por la emisión de se-
tas posibilidades. ries y documentales de temática históri-
Los profesionales de las Ciencias So- ca. Entre las primeras podemos recordar
ciales no debemos obviar esta realidad, títulos como Tengo un libro en las manos
nuestra obligación es analizarla y encon- (de altísimo interés pedagógico), Plaza
trar la manera de aprovecharla en favor de del Castillo, Ivanhoe o Diego de Acevedo.
una mejor enseñanza de nuestras discipli- Respecto a los segundos, Ocurrió hace
nas. No hacerlo así nos situaría al margen catorce años, 30 años de Historia, Tiempo
de la realidad del mundo y supondría, ade- atrás, España siglo XX, Recuerde usted o
más, renunciar a múltiples posibilidades. Cita con la Historia son algunos ejemplos
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La serie de la BBC
de series documentales de temática his-
Yo, Claudio, emitida en
tórica de gran predicamento en aquellos 1976 por TVE es uno de
primeros lustros. los mejores productos
En palabras de Durán Froix: televisivos de la
historia. Basada en dos
novelas del británico
Ningún otro medio moderno de comunicación social
Robert Graves,
había, hasta entonces y durante un periodo tan am- nos ilustra en los
plio, dedicado tanto empeño, tiempo y asiduidad al principales hechos de
pasado. Entre 1966 y el avenimiento de la democracia, los reinados de Augusto
no transcurrió prácticamente una semana, sin que el y Tiberio
pasado estuviese presente, por lo menos una vez —y ta a sus aficiones y pasiones en la actual
a menudo varias—, en las pantallas españolas. oferta audiovisual.
En paralelo a esta multiplicidad de op-
En los años 70 continuó este interés y ciones, hemos asistido también a una nue-
pudimos disfrutar de series como Poldark, va explosión del interés, tanto por parte del
en la que se repasaban los principales he- gran público como de los ejecutivos de las
chos sociales e históricos del Reino Unido cadenas, en la oferta de grandes series con
en el siglo XVIII y primeros años del XIX; temática histórica. En los últimos años,
Yo, Claudio, icónica serie que rememoraba millones de personas se han acercado a
la historia del Imperio Romano entre Octa- la historia a través de las referencias ofre-
vio Augusto y el propio Claudio o El pícaro, cidas por producciones como Cuéntame,
producción que mostraba a los españoles Downton Abbey, Roma, Los Tudor, Águila
las andanzas y desventuras de Lucas de Roja, Carlos Emperador, Hijos del III Reich,
Trapaza, un picaruelo de la España del XVI. El Ministerio del Tiempo y tantas otras.
A lo largo de las dos siguientes décadas La expansión televisiva de este tipo de
las series de temática histórica retrocedie- producciones evidencia el creciente in-
ron algo en la parrilla televisiva española, terés de los televidentes por asomarse a
que se inclinó más por las llamadas sitcom cierto conocimiento de la historia de una
o comedias de situación. Series como manera fácil, placentera, prácticamente
Frasier, El príncipe de Bel-Air, Friends, Las recreativa. No podemos olvidar que, en
Chicas de oro, Los ladrones van a la oficina, palabras de Rosenstone:
Siete Vidas o Farmacia de Guardia protago-
nizaron de manera indiscutible estos años. Hoy en día, la gran fuente de conocimiento histórico
No obstante, algunas producciones de de la mayoría de la población —fuera del despreciado
temática histórica o pseudohistórica tam- libro de texto— seguramente son los medios visua-
bién supieron hacerse su hueco con títulos les, un conjunto de instituciones cuyo control está
como Fortunata y Jacinta, Berlín Alexander- casi completamente fuera del alcance de aquellos de
platz o La forja de un rebelde. nosotros que dedicamos nuestras vidas a la historia.
Ya en el siglo XXI hemos asistido a una
explosión de la oferta televisiva a través Validez didáctica de las series de
de decenas de canales accesibles a través televisión
de multitud de plataformas de pago que Hemos constatado el gran interés que
han venido a competir con televisiones tanto las televisiones como los espectado-
privadas en abierto, cadenas nacionales y res han mostrado siempre en la emisión y
autonómicas y una creciente oferta de te- consumo de series enfocadas a temáticas
levisión vía internet. Esa oferta televisiva, históricas de todo tipo, pero ¿son estos
como cabía esperar, ha ido concretándo- productos recursos didácticos apropia-
se en canales temáticos enfocados a pú- dos para la enseñanza y el aprendizaje
blicos específicos: desde el apasionado de la historia? No podemos obviar que
de la cocina, al amante de los deportes, el este tipo de ficciones históricas “crean”
aficionado a los animales o el interesado una realidad no “son” la realidad misma,
en la historia, todos encuentran respues- dado que, habitualmente, son concebidos
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ACTIVIDADES DE AULA
Como ejemplo de lo desarrollado en el presente artículo se propone aquí el uso de la
serie Isabel para explicar los hechos históricos más importantes del reinado de los Re- quier otra naturaleza, positiva o negativa,
yes Católicos. Podemos acceder a ella, de una manera sencilla y gratuita, en el siguiente pueden enturbiar el conocimiento y la re-
enlace: https://www.rtve.es/television/isabel-la-catolica/. Sus primeros capítulos nos flexión sobre la realidad de lo que pudiera
ofrecen la posibilidad de repasar el reinado de Enrique IV, hermanastro de Isabel I de suceder en los acontecimientos narrados.
Castilla, el problema sucesorio, la política de alianzas matrimoniales, la guerra civil por Por motivos como estos, el uso de es-
la sucesión al trono o a los principales personajes de la Corte castellana de la segunda tos recursos ha generado habitualmente
mitad del siglo XV. desconfianza en muchos investigadores,
Para aprovechar mejor el visionado de los distintos fragmentos seleccionados pro- historiadores y docentes pero estas pro-
pondremos a los alumnos que respondan a las siguientes preguntas: ¿en qué siglo y ducciones no deberían ser apartadas sin
lugares se desarrollan los hechos? ¿Eres capaz de nombrar a ocho de los principales más pues en ellas podemos encontrar,
personajes que aparecen en la trama y el papel que juegan en ella? ¿Qué moneda se uti- conociendo sus limitaciones, defectos y
lizaba en el siglo XV? ¿Cuál era el principal papel de las mujeres de la época? ¿Cuántos particularidades, aspectos aprovechables
reinos había en la península ibérica en los años en que se desarrolla la serie? ¿Con qué para la enseñanza.
personajes quisieron casar a Isabel antes de su matrimonio con Fernando de Aragón? Muchas están realizadas con un alto
¿Quiénes, además del rey, tomaban entonces las decisiones? ¿Consideras que era un rigor histórico, asesoradas por historiado-
sistema democrático? ¿De qué manera podía influir la Iglesia en las decisiones políticas res especialistas en la época que procu-
de la época? ran un producto de calidad y, además de
Con estas preguntas contribuiremos a que los alumnos observen minuciosamente las la imprescindible rentabilidad económica,
distintas proyecciones que les ofrezcamos, ya que la necesidad de contestar a ellas buscan la excelencia y la formación del
centrará su atención en las cuestiones que les proponemos. espectador.
Un buen ejemplo de esto sería la exi-
Por último, propondremos la creación de un mapa conceptual en el que iremos colocan-
tosa serie Isabel, un producto de calidad,
do a los principales personajes que hayamos repasado así como la relación entre ellos
con el que se instruyó a millones de espa-
y sus principales características y ambiciones personales.
ñoles en la vida de la reina Isabel la Católi-
ca tras un proceso de documentación de
más de dos años por parte de sus guionis-
tas y directores.
Los momentos históricos que se van
mostrando, la caracterización de los per-
sonajes, los cuidados vestuarios, los se-
leccionados exteriores, etc., todo suma
para mostrar un producto excelente (con
algunas licencias de guion, claro está) que,
además de amenizar, contribuye a crear un
interés en los espectadores por el periodo
en el que se desarrollan sus tramas.
como productos de gran consumo con ¿Cómo usar una serie como
vocación de alta rentabilidad económica, recurso didáctico?
no de rigurosidad histórica y educación Antes de comenzar a preparar la ense-
de su público. No hay que esperar que ñanza de un contenido a través del uso de
la exhibición histórica que se realiza en una serie es imprescindible tener muy cla-
ellas represente de manera fidedigna lo ra la metodología a emplear. Por supues-
que ocurrió. La mayor parte de estas se- to, esta dependerá del tipo de resultados
ries diluyen lo histórico con otras tramas, que queramos obtener: ¿pretendemos
habitualmente sentimentales, que persi- trabajar sobre los hechos bélicos de una
guen la fidelización de los espectadores, época en concreto? ¿Profundizar en el
quienes suelen desarrollar sentimientos conocimiento de determinado persona-
subjetivos por los protagonistas de estas je? ¿Conocer los usos y costumbres de un
ficciones. Esos sentimientos, ya de sim- periodo? Hay muchísimas posibilidades,
patía, ya de repulsa, de admiración por desde realizar un análisis de la evolución
su trabajo, de atracción física o de cual- de la vestimenta de las distintas clases
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sociales, del lenguaje o de las mentalida- Resulta necesario hacer un detallado
des hasta analizar el papel de las mujeres,
conocer mejor los nombres más destaca-
dos de un momento histórico concreto o
seguimiento de estas producciones, analizando
poner imagen a los lugares en los que se
desarrollaban los hechos estudiados. su mensaje, seleccionando aquellas que dan
Todo esto, claro, cuando la serie es
de calidad y no desatiende en demasía el al rigor y al conocimiento un peso sustancial en
rigor histórico. Es por ello que otro paso
fundamental es ser escrupuloso y exigen- sus relatos
te en la selección del producto con el que
pretendemos trabajar. No todo nos va a
valer. Es más, será más lo que debamos sa trabajar al usar este recurso, por lo que
descartar que lo aprovechable. Por ello, sería interesante guiarles un poco a tra-
el visionado previo, atento y detallado por vés de la entrega de alguna ficha con pre-
parte del profesor resulta indispensable. guntas que deberán ser respondidas tras
Asimismo, es deseable que el profesor el visionado. El hecho de tener que con-
esté bien documentado acerca de lo que testar esas cuestiones contribuirá a que
se cuenta en la proyección que va a llevar fijen su atención en aquello que más nos
al aula, tanto para fiscalizar la buena cali- importe que aprendan tras la actividad.
dad de la información que en ella se ofrez- Otra posibilidad es escoger algunos
ca como para realizar las aclaraciones momentos especialmente destacados de
complementarias que sean necesarias. Un la trama narrada y usarlos para proponer
producto televisivo con un buen rigor his- a los alumnos un estudio más profundo de
tórico no deja de ser algo concebido para los mismos. También podríamos proponer
el entretenimiento del gran público, condi- una línea del tiempo que iríamos rellenan-
cionado por los tiempos y las estrategias do con los principales hechos que obser-
comunicativas propias del medio y, como vemos durante el visionado.
consecuencia de todo ello, susceptible de Sería importante, asimismo, que el
distintas inexactitudes que deberán ser lo- profesor entregue a los alumnos una
calizadas y aclaradas por el docente. lista, a modo de fe de erratas, con las
Debemos considerar también que la inexactitudes o errores que haya obser-
atención del alumnado se disperse en vado previamente en la proyección que
cuestiones que no son las que nos intere- vaya a trabajar en el aula. Esto, además
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La labor del docente se muestra indispensable a nuestro alcance y, de entre ellos, los
medios de comunicación se cuentan en-
para hacer un buen uso de las posibilidades tre los más interesantes. Archivos, biblio-
tecas y museos son aliados académicos
de este recurso. Deberá señalar sus fallos e de primer orden e incuestionable calidad,
inexactitudes ante el alumnado y proponer pero también debemos admitir que sue-
len ser percibidos por nuestro alumnado
modelos de análisis y trabajo con estos como algo lejano, laborioso e, incluso, frío.
Los productos audiovisuales, por el
materiales audiovisuales contrario, son percibidos como algo mu-
cho más vinculado a su realidad, más
cercano, más asequible y entretenido. Un
de contribuir al aprendizaje más riguroso recurso, sin duda, con varios posibles de-
de los hechos, ayudará también a desa- fectos, de calidad impar y más vocación
rrollar una visión crítica en el alumnado, comercial que didáctica. Un producto de
al hacerle más consciente de que estos masas rara vez concebido para especia-
productos no son la historia misma, por listas pero con un innegable potencial,
muy bien realizados que estén. Si conse- altísima capacidad de transmisión de su
guimos con esto aumentar la exigencia mensaje y, siempre que sea bien trabaja-
del alumnado en el consumo de estos pro- do por el profesor, muy adecuado como
ductos, habrá merecido la pena. medio de aprendizaje complementario a
nuestras explicaciones.
Conclusiones La labor del docente se muestra, por lo
Es frecuente que nuestros alumnos tanto, indispensable para hacer un buen
conciban la historia como algo arduo, pu- uso de las posibilidades de este recurso
ramente memorístico, aburrido o, incluso, y minimizar sus defectos. En ningún caso
inútil. Sabemos lo alejadas de la realidad su labor acabará con la selección y pro-
que están estas opiniones, pero existen yección del mismo, sino que deberá actuar
y son habituales, por lo que los que nos como permanente notario de la calidad del
dedicamos a su enseñanza y difusión te- producto, señalar sus fallos e inexactitu-
nemos el permanente reto de disolver ta- des ante el alumnado y proponer modelos
les prejuicios demostrando que la historia de análisis y trabajo con estos materiales
no solo tiene interés y utilidad sino que, audiovisuales. Unos materiales que nues-
además, su estudio y conocimiento puede tros alumnos acogerán con agrado y ex-
llegar a ser muy grato y placentero. pectación y que, bien usados, contribuirán
Un reto para cuyo cumplimiento de- a asentar en ellos el aprendizaje de los he-
bemos hacer uso de todos los recursos chos históricos que en ellos se traten •
PARA SABER MÁS HEMOS HABLADO DE
Moral, E. del (coord.) (2010). Televisión: de-
Historia; recursos didácticos;
sarrollo de la creatividad e infancia. Bar-
celona: Octaedro.
medios audiovisuales; series de
Rosenstone, R. A. (2005). La historia en imá- televisión; Ciencias Sociales.
genes, la historia en palabras. Istor (20),
91-108. Este artículo fue solicitado por PADRES Y
Sartori, G. (1998): Homo videns. La sociedad
MAESTROS en marzo de 2020, revisado y
teledirigida. Madrid: Taurus.
aceptado en junio de 2020.
30 | PADRES Y MAESTROS | nº 383 | Septiembre 2020También puede leer
