MUSEO DEL TRAJE EXPOSICIÓN TEMPORAL - Ministerio de Cultura y Deporte

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MUSEO DEL TRAJE
EXPOSICIÓN TEMPORAL
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EXPOSICIÓN TEMPORAL        EXPOSICIÓN TEMPORAL        EXPOSICIÓN TEMPORAL

del 16 de noviembre 2018   del 16 de noviembre 2018   del 16 de noviembre 2018
    al 3 de marzo 2019         al 3 de marzo 2019         al 3 de marzo 2019
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LA VIE                   El color es una de las percepciones sensoriales que más reacciones despierta
                         en el ser humano, consciente e inconscientemente. Este es el caso del rosa,
EN ROSE:                 protagonista de esta exposición y cuyos diferentes tonos permiten además
                         distinguir periodos artísticos y modas en los que también se va transformando
UNA MIRADA               su significado. Esa evolución nos ha llevado a establecer un recorrido desde
                         la Antigüedad hasta nuestros días para explorar cómo se han ido consiguien-
A LA HISTORIA            do los rosas y qué sensaciones han despertado en cada época de la historia.
DEL COLOR
                         No hay ninguna fuente en la naturaleza, sea de origen animal, vegetal o mine-
ROSA                     ral, de la que se obtenga directamente el color rosa: así, debe recurrirse a la
                         mezcla del rojo con el blanco, o a la dilución del rojo con agua. En Europa, se
                         empleaban para conseguirlo diversas especies animales, sobre todo el quermes
                         (kermes vermilio) y varias familias de Porphyrophora, incluyendo cochinillas de
                         Armenia y Polonia. No obstante, como estos procedimientos resultaban dema-
                         siado costosos, en los estratos sociales más populares se teñía con la raíz de
                         la rubia, que se cultivaba a gran escala.

                         El rosa aparece constantemente en las artes durante la Antigüedad y la Edad
                         Media. Algunas de las terracotas helenísticas del taller de Canosa (Italia), con-
                         servadas por el Museo Arqueológico Nacional, muestran rosas intensos en el
                         atuendo de las imágenes figurativas, así como el uso de tonos pálidos para
                         colorear la tez. Desde un momento temprano, se asocia al color de la piel, y
                         aparece ya en tiempos de Roma en el maquillaje, como tono favorecedor y
                         síntoma de buena salud. En la Edad Media, el rosa es un color suntuario, re-
                         servado en la indumentaria a las clases nobiliarias, y frecuente en el arte. En
                         la iconografía cristiana se encuentra asociado a lo celestial, lo milagroso, y se
                         convierte en el color de la encarnación de Cristo, de su nacimiento y resurrec-
                         ción. La representación de Cristo, san José o imágenes de santos con túnica
                         rosa será común en el arte religioso durante los siguientes siglos, y afianzará
                         la asociación del color a lo positivo, al poder magnánimo y a la masculinidad,
                         mientras que el azul celeste suele ser el color elegido para representar la pu-
                         reza de la Virgen María.

Terracota, s. IV, a.C.   Las técnicas de obtención del rosa se vieron transformadas tras la llegada de
Colección Museo          los españoles a América. En particular, se descubren las virtudes del color
Arqueológico Nacional.   rojo que en la planicie de México se obtenía de la cochinilla, extraída del in-
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secto Dactiloptus cocais (cocus cacti auct.), un parásito que para alimentarse
                           se adhiere a algunos tipos de plantas como el nopal. La hembra de esta es-
                           pecie, cuando queda fecundada, contiene en su interior ácidos carmínicos y
                           antraquinónicos, de los que se obtiene la materia colorante del color rojo y sus
                           derivados, muy apreciados por los tonos brillantes que producen. No obstante,
                           estos colores seguían resultando muy caros, por lo que quedaron asociados
                           a la Iglesia, que pasó entonces de emplear el púrpura, heredado de Roma, al
                           rojo cochinilla o en su caso al rosa, según se imponga en la moda. La novedad
                           también será acogida por las mujeres de la corte en época de los Austrias,
                           como bien se refleja en los retratos de sus damas, aunque el color de moda por
                           excelencia hasta la llegada de los Borbones y la imposición del gusto francés
                           seguirá siendo el negro.

                           Se fecha en 1523 el momento en que se envía por primera vez un cargamento
                           de cochinilla a España. Para los americanos, el comercio de la cochinilla du-
                           rante la época colonial constituyó un recurso económico equivalente al del oro
                           y la plata. Hay que esperar tres siglos para que, en 1820, se consiga trasladar
                           la producción a Europa. Tras diversos fracasos, finalmente el clima canario re-
                           sultó el más adecuado, tanto para las plantas como para los insectos, y la co-
                           chinilla se convirtió en una industria floreciente en el archipiélago. La cochinilla
                           transformó el mundo de la tintorería. Los preciosos colores que proporcionaba
                           eran el resultado del mordentado con alumbre, si bien su sustitución por otros
                           mordientes permitía aumentar el número de tonalidades exponencialmente. Los
                           tratados de tinte del siglo XVIII presentan una gran variedad de colores conse-
                           guidos a partir de la cochinilla, resultado de utilizar el colorante directamente,
                           en diferentes concentraciones, o mezclado con otros tintes. Se producen así
                           colores morados, escarlatas, rosas, carmesíes, púrpura y un largo etcétera,
                           todos citados en documentos de la época.

                           En la búsqueda de nuevas tonalidades, después de haber agotado práctica-
                           mente las fuentes animales y vegetales, se investigaron las posibilidades que
                           aportaban los minerales al mundo del color, ya muy avanzado el siglo XVIII y a
                           lo largo de todo el XIX. Los nuevos colores incluían en su denominación el mi-
“Libro de Horas de María   neral del que procedían, como era el caso del arsenato de cobalto con el que
de Navarra”, f. 108v.      se consigue el popular violeta cobalto. Se trabajó también con el cadmio para
M. Moleiro Editor.         obtener rosas anaranjados, y con el óxido de zinc, que producía el blanco zinc
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o blanco chino, empleado para mezclarlo con rojo y conseguir nuevos rosas.
                           Pero no será hasta 1856 cuando se elabore el primer tinte químico artificial,
                           con el subsiguiente abaratamiento en el por entonces exclusivo mundo de la
                           tintorería. Las crónicas del mundo textil son muy ricas en la información sobre
                           los nuevos rosas químicos, que salen al mercado bautizados con nombres tan
                           sugerentes como rosa cereza, rosado, rosa suave, rosa ciruela, rosa granate,
                           rosa desvaído, palo de rosa o, el más sonoro, el rosa rubor de doncella; con
                           ellos se respondía a la amplia demanda de la creciente clientela femenina de la
                           industria de la moda. La gran variedad de nuevos rosas permitía además combi-
                           narlos con distintas calidades de telas, con texturas con brillo o mates y juegos
                           de transparencias. También se tenía en cuenta si el tono iba a ser expuesto a la
                           luz natural o a la artificial, por afectar significativamente a la sensación visual.

                           A finales del siglo XIX y principios del XX, el uso de los tintes químicos se había
                           extendido a toda la población, aunque con frecuencia a costa de una deficiente
                           calidad cromática. Pero para entonces los hombres habían adoptado ya una
                           estética marcada por la renuncia al color y el desinterés hacia las novedades
                           en materia de modas indumentarias y decorativas. Paulatinamente, como se
                           desarrolla en las siguientes páginas, el rosa se incorpora a un lenguaje que se
                           construye en oposición a los rasgos del arquetipo masculino. A medida que se
                           desarrollan las técnicas para producir nuevos colores a bajo coste y evolucio-
                           nan los medios de producción y comunicación, el rosa se hace muy presente
                           en las modas para mujer, en los productos de belleza y la ropa interior o en los
                           diseños de objetos cotidianos que tratan de captar la atención de la clientela
                           femenina (a este respecto vale la pena mencionar –y se puede ver a través de
                           Youtube-, la sátira de la humorista americana Ellen Degeneres sobre la versión
                           para chicas de una conocida marca de bolígrafos, de color rosa y violeta y el
                           doble de caros que los normales). Pero el rosa también puede convertirse en
                           signo de exceso, de lujuria, de mal gusto o de independencia, según el tono
                           elegido y la intención. Su potencial como reclamo comercial se ha vuelto es-
                           pecialmente acusado en los productos de consumo para niñas, pero al mismo
“María Bosch de la
                           tiempo se considera el color del punk y fue el de uno de los uniformes más
Presilla”,1875. Federico   vendidos del Real Madrid. El rosa se ha convertido en mucho más que un rojo
de Madrazo y Küntz.        pálido. Su uso en el mundo contemporáneo lo ha cargado con nuevos signifi-
Colección Museo del        cados y ha demostrado el potencial de un color estigmatizado a veces por su
Romanticismo.              propio atractivo.
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ROCOCÓ:                      El siglo XVIII se presenta como          por todo el mundo, y se hablaba
                             una sinfonía de color para ambos         así de “gusto francés”. La misma
LA MODA SE TIÑE              géneros. Los mismos tejidos, con         marquesa sentía tal pasión por el
                             similares decoraciones e idénti-         color rosa que lo quería hasta en la
DE ROSA                      cos colores, se empleaban en la          porcelana. En la fábrica de Sèvres,
                             indumentaria de hombres, mujeres         que ella controlaba, se elaboró un
                             y niños. Los textiles bizarros que       color rosa que fue bautizado con
                             protagonizan las primeras décadas        su nombre, el “rosa Pompadour”.
                             del siglo reflejan los colores de la     Elaborado en 1757 por el químico
                             naturaleza, con un rosa vivo, lumi-      Jean Hellot, este rosa contenía una
                             noso y trepidante, aplicado en mo-       tonalidad muy concreta que incluía
                             tivos decorativos de gran tamaño,        además trazos evidentes de azul,
                             anárquicamente repartidos sobre el       algo de negro y de amarillo, y fue
                             lienzo del tejido. Avanzado el siglo     muy utilizado durante una década,
                             la paleta cambia y se imponen los        aunque raramente después. La lle-
                             colores pastel del Rococó. Los pro-      gada de los Borbones a España
                             gresos de la tintorería permitieron      propició la instalación de la moda
                             obtener mezclas de colores claros,       de Versalles y la popularización del
                             matizados, que dibujaban motivos         rosa. En ese momento supuso un
                             florales pequeños, colocados si-         cambio profundo pasar del negro
                             métricamente a ambos lados de            del “traje a la española” a los ale-
                             finas líneas verticales que marcan       gres y sensuales colores france-
                             la orientación de la composición. La     ses. Felipe V transformó la corte
                             misma concepción decorativa rige         recreando en Madrid su añorado
                             en diseño y color para los demás         Versalles, mediante el color y las
p. 10-11:                    objetos de la vida cotidiana. De         nuevas modas. Sustituyó la sobrie-
Detalles del tejido de la    entre esta paleta rococó destacan        dad propia de los Austrias por la
casaca, en terciopelo
                             el azul cielo, el amarillo suave, el     vitalidad de los nuevos tiempos. No
bucleado de seda con
                             nuevo verde celadón y el rosa claro.     obstante, en nuestro país se prefe-
aplicación de bordados
florales, ca. 1770.          Estos dos últimos fueron los gran-       rían los colores más intensos, por
Colección Museo del Traje,   des protagonistas del momento, y         lo que, una vez que se empezaron
Madrid.                      era frecuente su combinación en          a tejer aquí los nuevos tejidos de
                             los tejidos de este período. El estilo   diseños rococó, se intensificaron
Casaca, ca. 1770.            francés, representado por la reina       sus colores. Así, el rosa era más
Colección Museo del Traje,   María Antonieta y la marquesa Ma-        vivo que en el país vecino, aunque
Madrid.                      dame de Pompadour, se extendió           sin perder la paleta pastel.
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LA IGLESIA                             el púrpura de los dignatarios polí-      es sorprendente que también los
                                       ticos, que ostentosamente exhibía.       clérigos vistieran de rosa en las ce-
TAMBIÉN DE ROSA                        Cuando los nuevos tintes vinieron        lebraciones litúrgicas. Del uso se
                                       de América, y, puesto que el ne-         pasa a la simbología, y el otorgado
                                       gro estaba reservado para el traje       al color rosa termina asociándose
                                       del rey y de la corte, la Iglesia se     a la obediencia, a la esperanza y
                                       hizo poseedora del rojo brillante y      a lo masculino menos agresivo y
                                       deslumbrante de la cochinilla me-        más espiritual. Su uso ceremonial
                                       jicana. Es el momento en que sus-        se reserva al tercer domingo de
                                       tituye el púrpura por este carísimo      Adviento, con el que se celebra la
                                       color símbolo de riqueza. De rojo        resurrección de Cristo, que apa-
                                       vestían los cardenales que, como         rece habitualmente representado
                                       máximas autoridades eclesiásticas,       con túnica rosa por la asociación
                                       se distinguían de los escalafones        del color con la encarnación y el
                                       inferiores. A lo largo de la Historia,   poder benévolo. En esta indumen-
                                       la Iglesia ha sido dueña y custo-        taria litúrgica se pueden apreciar
                                       dia de las piezas textiles más lujo-     los diferentes tonos del rosa, obte-
Casulla, 1ª mitad s. XVIII.
                                       sas, y vestía los últimos logros de      nidos primero con tintes naturales
Colección Museo del Tra-
                                       la tecnología textil a la par que los    y más tarde con tintes químicos.
je, Madrid.
                                       personajes más ilustres de la vida       No obstante, para prendas espe-
                                       pública. Los colores que lucía eran      ciales se seguirán empleando las
                                       los de moda, por lo que no es extra-     más ricas sedas teñidas con los
                                       ño que cuando el rosa se impone,         tintes naturales más selectos. Tam-
                                       lo vistan también sus altos repre-       bién volverán a vestir de rosa en la
                                       sentantes. Si la aristocracia viste      segunda mitad del siglo XIX, cuan-
                                       de rosa, los altos representantes        do los movimientos historicistas se
                                       de la Iglesia también, y seleccio-       impongan repitiendo el estilo y el
Llama la atención que frente a la      nan en cada momento del siglo el         color del siglo anterior. En la ac-
austeridad cromática de los tra-       tono que marca tendencia, desde          tualidad, salvo en momentos muy
jes litúrgicos de otras religiones,    los rosas vivos a los pasteles, para     especiales, la Iglesia hace gala de
la Iglesia católica presente una       terminar con los neoclásicos que         austeridad, vistiendo ornamentos
indumentaria tan rica en tejidos y     cierran este siglo tan colorista. De     mucho más sencillos con los que
colores como en el uso de meta-        hecho, en el siglo XVIII no se di-       llegar a un público más crítico. Un
les preciosos. El clero ha utilizado   ferencia la indumentaria religiosa       claro ejemplo es el papa Francisco
el color como instrumento de po-       de la civil ni por color ni por los      y los obispos, vestidos de forma
der. De la Roma imperial adoptó        motivos decorativos, por lo que no       sencilla en color rosa.
                                                          15
NEOCLASICISMO:            El descubrimiento de Herculano         perial, tales como ramos de laurel
                          en el año 1738 y de Pompeya en         enmarcando el perímetro de toda
LA VUELTA DEL             1748 revive la fascinación por el      la prenda. Preciosas capas de ter-
                          mundo clásico y la recuperación        ciopelo cubrían sus finos vestidos,
ROSA CLÁSICO              de sus colores. Las pinturas de        como si de una reina se tratara. A
                          la casa de los Misterios de Livia      partir de la Revolución Industrial,
                          en Pompeya inspirarán la paleta a      las decoraciones cambian con mu-
                          imitar. El Neoclasicismo se afian-     cha rapidez, pues la “novedad” era
                          za con la Revolución Francesa y,       la premisa más importante de la
                          frente al rosa pastel aristocrático    producción textil. El siglo XVIII, tan
                          del período rococó, se instala un      rico en tonalidades, se despide con
                          nuevo tono recuperado de la Anti-      un cambio cromático radical: los
                          güedad, con el que se identificará     colores pastel son sustituidos por
                          a la burguesía y su propia estética    los bien definidos rojos pompeya-
                          revolucionaria. Se pretendía que el    nos, el azul noche, los marrones
                          traje en nada recordara a los de-      terrosos y un nuevo rosa, más os-
                          cadentes y ampulosos vestidos del      curo y con irisaciones azuladas. Se
                          período anterior. La razón, la edu-    utiliza el rosa neoclásico en trajes
                          cación y la libertad eran los nue-     monócromos enriquecidos con bor-
                          vos postulados. Si los referentes de   dados eruditos al matiz, donde los
                          moda del período anterior habían       pétalos de las rosas contienen tan-
                          sido María Antonieta, y Madame de      tos tonos como en la naturaleza en
                          Pompadour, en este nuevo período       la que se inspiran. Se traslada la
                          lo será Josefina Bonaparte. Repre-     técnica de la pintura al bordado, y
                          sentando la nueva política, empieza    la composición se convierte en un
                          luciendo sencillos vestidos camisa     coqueto y delicado jarrón de flores
                          de muselina de algodón blanco, sin     que decora tanto las prendas mas-
                          apenas decoración. A medida que        culinas como los vestidos camisa
                          aumenta su poder irá enriquecien-      de las damas. La decoración de
                          do su vestuario con ricas sedas y      los nuevos vestidos se concentra,
Medias de seda y
bordado erudito,
                          chales de colores brillantes, entre    como los antiguos del mundo roma-
ca. 1750-1799.            los que destacan los satenes rosas,    no, en una cenefa en el bajo, donde
Zapato en seda brochada   muy de su agrado. Los bordados         se combinan diferentes tonalidades
en oro, ca. 1740.         de flores a tono acabarán siendo       del rosa en exquisitos bordados,
Colección Museo del       sustituidos por bordados en oro con    con motivos más pequeños inspi-
Traje, Madrid.            elementos alusivos a la Roma im-       rados en los de Pompeya.
                                            17
EL ROSA DEL                          color rosa, que no estaba todavía         dres o maridos presumían de este
                                     asociado preferentemente a lo fe-         símbolo de ostentación. Con los
ROMANTICISMO                         menino. El barón de L´Empersé lo          lujosos vestidos de seda que lu-
                                     explicaba así: “Sólo de poco tiempo       cían las damas de la clase alta en
                                     a esta parte, parece que nuestros         las celebraciones sociales, convi-
                                     jóvenes elegantes prefieren para          ven los más sencillos en lana, lino
                                     corbata los pañuelos de seda con          o algodón, para jovencitas o para
                                     listas de diferentes colores, ente-       los días de diario. Estos estaban
                                     ramente opuestos, como negro y            decorados con estampación: el
                                     rosa…”. No obstante, en esa época         dibujo estampado, más libre que
                                     la mujer se convierte en protago-         el destinado a trabajarse en telar
                                     nista absoluta de la moda. Como           con seda, permite una gran sim-
                                     por razones de decoro se verá ro-         plificación y frescura en los temas
p. 18-19:                            deada de colores pastel, el rosa          florales, predominantemente rosas.
“Colección de las                    será muy solicitado para vestir a         También los complementos como
principales suertes de una           los “ángeles del hogar” auspicia-         capotas, bolsos o sombrillas iban
corrida de toros”,                   dos por la moda, en un tono dulce,        decorados con alegres ramos de
L V, 1787- 1790. Dibujo              claro y amable. En realidad, se trata     flores en rosas suaves y delicados.
de Antonio Carnicero. Ed.
                                     del traje de la sumisión de la mu-        En 1856, William Henry Perkins con-
Comunidad de Madrid.
                                     jer obediente -sobre-decorado con         sigue el primer tinte químico para
                                     lazos, encajes y otros adornos- y         el violeta. A partir de ese momento
Chaleco, ca. 1850. Colección         radicalmente opuesta a la versión         surgirán multitud de nuevas tonali-
Museo del Traje, Madrid.             femenina del Rococó, cuando era           dades del rosa, bautizadas como
                                     protagonista de su destino. Esta          cereza, rosado, rosa suave, ciruela,
                                     mujer romántica reduce su educa-          rosa desvaído, palo de rosa, etc.,
                                     ción a la apariencia. Domina los          así como un tono muy demandado:
                                     tiempos, con su traje de mañana,          el “rosa rubor de doncella”. Cada
                                     traje de recibir, traje de paseo, traje   tono se utilizaba adecuado a la
                                     de teatro o de baile, y solo si tenía     edad y al tipo de traje de la mujer
                                     de todos ellos era considerada una        que lo llevara. Las jovencitas que
                                     dama de “buen tono”. Por no ha-           acudían a sus primeras reuniones
                                     blar de los complementos a juego          sociales o fiestas debían aparentar
En el siglo XIX, el hombre burgués   con cada una de tales indumenta-          recato, y por ello vestían rosas que
trabajador se desprende del color    rias. Sus grandes faldas, no aptas        recordaban las mejillas levemente
en su atuendo y reduce su uso a      para el trabajo, las diferenciaban        sonrosadas luciendo un discreto
chalecos o corbatas, algunos de      de las mujeres pobres, y sus pa-          maquillaje.
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LA SUERTE                   Cuando a mediados del siglo XIX           momento de ceremonia, pasión y
                            se asienta el llamado “traje de lu-       resurrección. El matador viste de
DEL ROSA                    ces” para los toreros, ya está de         rosa, como resucitado. Aunque en
                            moda el color rosa. Por ello no nos       el traje de luces se emplean todos
                            debe extrañar que se utilizara para       los colores, las medias son siem-
                            teñir las distintas piezas que com-       pre rosas, al igual que la corbata
                            ponen dicho traje: chaqueta, cha-         y la faja (que dejará de utilizarse a
                            leco, calzón, medias y faja. El rosa      partir de 1925). Pero solo al mata-
                            se emplea como un color ajeno a           dor correspondía el privilegio de
                            las connotaciones de género que           vestirlas de ese color, norma que
                            lo pudieran asociar al mundo mas-         se ha relajado en tiempos recien-
                            culino o femenino. En la actualidad,      tes. Lo que no ha cambiado es el
                            los toreros elijen el color de su traje   código cromatico de los capotes.
                            libremente, atendiendo a su gusto         Durante la corrida el torero luce tres
                            o como homenaje a un matador a            diferentes. El más elegante es el
                            quien admiran. Como se adelanta-          de paseo, que le envuelve cuando
                            ba en el texto dedicado al Neocla-        sale al ruedo en el paseíllo y es
                            sicismo, cuando empiezan a ser            del mismo color que el traje y con
                            recogidas imágenes de la fiesta de        profusión de bordados. La muleta
                            los toros en grabados y cuadros, el       con la que remata la faena es roja
                            color de moda es el rosa. Cuando,         para no despertar inquietud en el
                            avanzando en el tiempo, se dise-          espectador cuando se mancha con
                            ñaron los primeros trajes de torero,      la sangre del toro. Y, por último, está
                            con sus formas, adornos y colores,        el capote de brega, con el que se
                            estos repiten la pantonera de los         inicia la ceremonia realizando los
                            colores litúrgicos: blanco, verde,        primeros lances. Este capote tiene
                            rosa, violeta, rojo, negro, morado        una cara rosa o haz, asociado a la
                            y azul purísima. El mundo de los          buena suerte, clase y nobleza del
                            toros siempre ha estado muy unido         torero; a la otra o envés, que suele
                            a la religión, pues cada profesio-        ser amarilla por contraposición, se
                            nal tiene sus propias devociones          la relaciona con la mala suerte. So-
                            a las que se encomienda antes de          bre la arena se vivirá un momento
“Machaquito”, 1911. Julio   salir a la plaza, y estas tienen mu-      de dicotomía inherente al mundo
Romero de Torres. Museo     cho que ver con el color elegido          del toro: la suerte o la desgracia,
de Bellas Artes de Córdo-   para la corrida. Como si de un ri-        que no debe olvidar el torero; triunfo
ba. Junta de Andalucía.     tual religioso se tratara, incluyen su    y fracaso; vida o muerte.
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EL POLISÓN                La implantación de los tintes quí-       abarata y agiliza el trabajo susti-
                          micos, el primero fue el violeta, pro-   tuyendo los moldes de madera y
Y LOS NUEVOS              pició la aparición de sucesivas to-      las planchas de cobre por cilindros
                          nalidades rosas, que iban saliendo       mecánicos. En este período la in-
ROSAS                     al mercado bajo la denominación          dumentaria femenina recorre toda
                          de “tejidos novedad”. Estos eran         la gama de colores aportados por
SINTÉTICOS                de seda o sedalina, lisos, listados,     la industria que, al aplicarla a los
                          de cuadros, y los labrados, con pe-      nuevos materiales, enriquecen la
                          queños motivos vegetales. Los di-        paleta muy influida por el espíritu
                          seños modernistas con elegantes          optimista de la época. A finales del
                          y serpenteantes líneas onduladas,        siglo XIX, las mujeres mayores de
                          generalmente en tejidos de damas-        30 años abandonaban los colores
                          co, compartían protagonismo con          brillantes por los pasteles, entre
                          los historicistas que, a modo de gri-    los que destacaba el uso del palo
                          sallas, mezclaban rojos y blancos        de rosa o el rosa desvaído. Esta
                          y creaban efectos de rosa, donde         situación cambiará después de la
                          grutescos y elementos neorrococós        primera década del nuevo siglo XX:
                          comparten el espacio. A medida           las damas, independientemente de
                          que los tejidos industriales iban ga-    su edad, vestirán todos los colores
                          nando terreno a los artísticos del       y, en el caso concreto del rosa, se
                          pasado, y sin que se recogiera en        verá un aumento de su intensidad,
                          ningún decálogo de estilo, unos po-      con tonos ciruela, cereza, rosa real
                          cos tejidos quedaron reservados          o rosa heces de vino. Esta euforia
                          para vestidos de fiesta: el damas-       cromática se frustrará con el co-
                          co, el terciopelo, el satén y, por su-   mienzo de la Primera Guerra Mun-
                          puesto, los encajes. Se buscaba el       dial. Con la guerra todo cambia: los
                          efectismo de luces y sombras que         colores de la calle son los propios
                          se provocaban al hacer coincidir te-     de un momento de tragedia; las
                          jidos de diferentes texturas teñidos     mujeres no se atreven a lucir co-
                          del mismo color en un mismo traje.       lores alegres y recurren a los neu-
                          Para mujeres jóvenes o con menos         tros y terrosos para demostrar su
                          recursos económicos se diseñaban         empatía con los soldados. Habrá
                          telas estampadas con los mismos          que esperar a los años veinte para
Traje con polisón, ca.    colores y motivos decorativos, tanto     que el rosa, combinado con el brillo
1874-1880. Colección      florales como geométricos. Dentro        de los cristales, vuelva a ocupar su
Museo del Traje, Madrid   del mundo de la estampación se           puesto en la moda.
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FORTUNY:                   Mariano Fortuny y Madrazo encuen-        tuny recorre tanto la geografía como
                           tra en el rosa un color con que re-      la cronología del trabajo textil. En
PINTANDO ROSAS             correr la historia del textil. De los    su intento por recuperar los colo-
                           rosas orientales a los del siglo XVIII   res del pasado, investiga técnicas
                           francés, es capaz de conseguir la        tintóreas de los diferentes países y
                           tonalidad protagonista de cada           culturas. Pero no es ajeno a su mun-
                           período o cultura. Sabemos de su         do presente, puesto que participa
                           predilección por el rosa consegui-       de todas las propuestas artísticas
                           do a través de la cochinilla que, ori-   del momento, y se atreve incluso
                           ginaria de México, se producía en        a sacar al mercado colores tan im-
                           Canarias. Pero además sabemos            pactantes como los de su amigo
                           que, según análisis recientes de         Paul Poiret, incluyendo los rosas
                           los colores que utilizaba, también       más modernos. Sus rosas no se
                           experimentaba con rojos y rosas          encontraban en el mercado de la
                           químicos que mezclaba de mane-           tintorería, al igual que el resto de
                           ra artesanal para conseguir tonos        sus colores. Trabajaba mezclando,
                           que solo él empleaba. El secreto         tintando una y otra vez, para con-
                           de sus pigmentos para crear las          seguir colores siempre diferentes
                           diferentes tonalidades reside muy        entre sí y de los del resto de pro-
                           probablemente en la mayor o me-          fesionales dedicados a la moda.
                           nor adición de agua justo hasta el       Hacia 1910 los ballets rusos llegan
                           momento anterior a su aplicación         a París cargados de orientalismo,
                           sobre la tela preparada y aún hú-        con llamativos colores que le sirven
                           meda, a fin de obtener una amplia        al artista para bucear en los tonos
                           gama de calidad y brillo. Compartía      rosas del pasado y del presente,
                           con el movimiento Arts and Crafts        donde la herencia histórica se fu-
                           la concepción artística en el dise-      siona con el esteticismo del pintor
p. 26-27:                  ño trabajado de manera artesanal,        en busca de matices y efectos lu-
Tejido, 1910-1920.         pero difería de ellos al aceptar el      mínicos que definen sus tejidos.
Mariano Fortuny y          uso de máquinas para facilitar el        Fortuny supo, como pocos de sus
Madrazo. Colección del     proceso creativo. En su caso, las        contemporáneos, diseñar tejidos
Museo del Traje, Madrid.
                           máquinas las diseñaba él mismo en        artísticos y participar de los colores
Túnica, 1910. Mariano      su faceta de ingeniero. En cuanto al     que se emplean en otras disciplinas
Fortuny y Madrazo.         color, mientras que Willian Morris,      de las Bellas Artes como la pintura.
Colección del Museo del    cerebro del movimiento, se inspira-      Él siempre se sintió pintor, un pintor
Traje, Madrid.             ba en la Edad Media nórdica, For-        de telas.
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SHOCKING PINK!                         rosas siguen proliferando en la in-    fía que sus amistades y socios le
                                       dumentaria femenina, que se be-        desaconsejaron usar el nuevo color,
LA PROVOCACIÓN                         neficia de los avances constantes      pues parecía propio de “negros”.
                                       de la industria, y están presentes     Lo cierto es que los afroamerica-
ROSA                                   en la masculina, como demuestra        nos, tanto mujeres como hombres,
                                       el atuendo de Gatsby, el persona-      comenzaban por entonces a utilizar
                                       je de F. Scott Fitzgerald, cuyo tra-   el color como signo de identidad
                                       je rosa simboliza el estilo de vida    racial, y el rosa -entre otros colores
                                       del hombre moderno. Tras la Gran       desterrados desde inicios del siglo
                                       Guerra, los progresos en la eman-      XX del armario masculino-, fue uno
                                       cipación de la mujer permiten una      de los más usados para reivindicar
                                       moda en la que el cuerpo adquiere      su diferencia. Al mismo tiempo, en
                                       nuevo protagonismo. Se descubren       paralelo a la asociación del término
                                       los brazos y las piernas, estas por    rojo con el socialismo, cuyo triun-
Prisioneros homosexuales               primera vez en siglos, y el color      fo en Rusia atemoriza a las clases
en el campo de concentra-              de la piel toma relevancia, lo que     dirigentes, se acentúa la vincula-
ción de Sachsenhausen,                 facilita que el gusto derive hacia     ción de “lo rosa” al sentimentalismo
Alemania, llevan como dis-             la paleta de los rosados, que se       vulgar y lo frívolo. El rosa designa
tintivo triángulos rosas, son          explota tanto en la moda como          el género novelesco peor conside-
conducidos por la guardia              en la floreciente industria de los     rado (“novela rosa” en Italia y Es-
Nazi el 19 de diciembre,               cosméticos. En la ropa interior,       paña, “roman à l’eau de rose”, en
1938. Colección Corbis                 que vive su particular desarrollo,     la designación más peyorativa, en
Historical.
                                       y la ropa de casa, los rosas sua-      Francia), que se afianza en este
                                       ves son habituales, mientras que       período, y en general se califica
                                       en los vestidos de calle o fiesta se   de rosa al pensamiento débil, pro-
                                       explora una gama más amplia que,       clive tanto al mal gusto como a la
                                       llegados los años treinta, se abre     inmoralidad. Puede que debido a
                                       a las tonalidades más intensas. En     estos antecedentes, durante la II
                                       1936, Elsa Schiaparelli lanzaba su     Guerra Mundial, el régimen nazi de-
                                       perfume Shocking, y simultánea-        cidiera señalar a los homosexuales
El período de entreguerras fue un      mente llevaba a sus colecciones el     recluidos en los campos de con-
momento propicio para la difusión      “shocking pink”, un rosa mezclado      centración con un triángulo rosa,
del rosa, un color positivo que co-    con magenta que constituye un hito     un gesto del que posteriormente
mulgaba con la vitalidad que tra-      en la concepción del rosa como         se apropiarían colectivos de activis-
taron de comunicar las modas de        color provocador. La diseñadora        tas para convertirlo en un símbolo
los años veinte y treinta. Los tonos   italiana relataba en su autobiogra-    identitario.
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LA FEMINIDAD                          nismo se impone y trae consigo la       emancipación de la mujer. Marilyn
                                      “sociedad del bienestar”. A Mamie       Monroe o Jayne Mansfield (recuér-
ROSA.                                 Eisenhower, la esposa del veterano      dese a la primera en Los caballeros
                                      general, se atribuye el inicio de una   las prefieren rubias, de 1953, em-
LOS AÑOS 50                           tendencia que iba a asentar la con-     butida en un seductor vestido de
                                      sideración del rosa como color por      satén fucsia diseñado por William
                                      antonomasia de la feminidad. Ya en      Travilla) representaron un ideal de
                                      la fiesta que siguió a la investidura   feminidad que, a la medida del de-
                                      presidencial, lució un vestido rosa     seo de muchos hombres, exigía un
                                      de Nettie Rosenstein, hoy exhibido      cuidado concienzudo de los atribu-
                                      en el Smithsonian National Museum       tos de belleza. Y el rosa, por favore-
                                      of American’s History. Su afición al    cedor, por carnal, por apaciguador,
                                      color se trasladó a la decoración       por inocente o por erótico, según
                                      de la Casa Blanca, hasta el punto       el tono, por esos muy razonables
                                      de que la prensa empezó a hablar        motivos, fue un color idóneo para
                                      del “Pink Palace”, y se difunde en      subrayar ese ideal. En Funny face
                                      Estados Unidos una tonalidad que        (1957), película protagonizada por
Cartel del Teatro Apolo,
                                      se conoce como “first lady pink”        Audrey Hepburn y ambientada en
1955. Salvador Fariñas
                                      o “Mamie’s pink”. Desde ese mo-         el mundo de la moda, se escenifica
López: Colección Museo
del Traje, Madrid.                    mento y hasta el asesinato de JFK,      la alianza del rosa con lo femenino
                                      con el que, otras consideraciones       con el tema musical titulado Think
                                      aparte, se difunde mundialmente         pink! (¡Piensa en rosa!). Toda la alta
                                      el traje sastre rosa de Chanel que      costura de la época, que vivía el
                                      vestía Jackie Kennedy, el color rosa    último esplendor del gremio en Pa-
                                      extiende su influencia en el mundo      rís con los Dior, Balenciaga, Fath,
                                      femenino. Mientras el vicepresiden-     Balmain, Dessès, Castillo, etc., tra-
                                      te de Eisenhower, Richard Nixon,        bajó el color rosa en sus distintas
                                      hacía carrera política atacando in-     variables. En concordancia con la
                                      cansablemente a los “pinkos” (algo      tendencia a subrayar la feminidad a
Al término de la II Guerra Mundial,
                                      así como los “roseras”), en alusión a   golpe de rosa, los productos dirigi-
un nuevo orden articula el desarro-   la “amenaza” comunista, el rosa se      dos a las mujeres adoptan también
llo de las sociedades capitalistas    asocia a una feminidad estereotipa-     este color con frecuencia, no solo
en oposición al bloque comunista.     da que recupera en buena medida         como objetos, sino también en su
En 1953, Dwight Eisenhower es in-     criterios “heteronormativos” deci-      imagen comercial representada a
vestido presidente de los Estados     monónicos, en lo que constituye         través del “packaging” o la publi-
Unidos de América, y el keynesia-     un claro retroceso en el proceso de     cidad.
                                                         33
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ROSA                                   belleza”), rezaba la portada del Vo-    llegan a través de la influencia de
                                       gue americano del 15 de abril de        los tonos acrílicos propios del pop
PARA TODOS                             1963. La imagen que ilustraba el        y la psicodelia, el rosa tendrá un
                                       texto representa a Jane Shrimpton,      protagonismo destacado, tanto en
LOS GUSTOS                             con barra de labios rosa y vestido      la alta moda como en el mercado
                                       con lazo rosa de Saint Laurent, co-     de masas. La difusión del plástico
                                       nocido por su temeraria combina-        va a tener gran importancia en la
                                       ción de rosa y rojo, que pasaría a      apreciación negativa del rosa, que
                                       la historia en la etiqueta de su mar-   adquiere una nueva connotación
                                       ca Rive Gauche. Los otros temas         que lo asocia a lo barato y, por ex-
                                       de portada eran Balenciaga, cuya        tensión, a lo fácil e insustancial. Los
p. 34-35:                              osadía en la utilización de rosas su-   objetos de plástico para consumo
Detalle de tejido de                   bidos de tono lo sitúa en la vanguar-   masivo, como útiles de cocina o
camisa en punto de seda                dia del color, y la pareja formada
                                                                               higiene, se produjeron frecuente-
fuscia, con decoración                 por Audrey Hepburn y Givenchy, de
en zigzag, 1971. Missoni.                                                      mente en tonos anaranjados y ro-
                                       cuya relación profesional nacieron
Colección del Museo del                                                        sados, inofensivos y agradables a
                                       icónicos modelos del color que nos
Traje, Madrid.                                                                 la vista. Un hito en esa degradación
                                       ocupa (en Sabrina, en Funny Face,
                                                                               simbólica del rosa tiene lugar en
                                       en la misma boda de la actriz con
“Pink Flamingos”,                                                              1957, cuando Don Featherstone
2010-2018. Donald                      Andrea Dotti…). En el interior de la
                                                                               crea para la empresa Union Pro-
Featherstone sobre diseño              revista, veinte páginas dedicadas a
                                                                               ducts el diseño del flamenco de
de 1957. Realizado por                 la tendencia. Una década después
                                                                               plástico que invadiría los jardines
Union Products (Cado                   del primer impulso a la “feminidad
Manufacturing). Colección              rosa” que propició Mamie Eisen-         de la clase trabajadora americana.
particular.                            hower, la poderosa Diana Vreeland       El “pink flamingo” sería elevado por
                                       insistía en la vigencia en la moda      la película de culto de John Waters
                                       de un color que alcanza nuevas co-      (Pink Flamingos, 1972) a la catego-
                                       tas de popularidad. La década de        ría de icono del kistch, paradigma
                                       los sesenta podría ser considerada      del mal gusto que propicia la difu-
                                       la del triunfo del color en general,    sión de modas en la sociedad de
                                       debido tanto a la influencia de los     consumo. Con todo ello, se desa-
                                       gustos juveniles como a las nue-        rrolla un rosa “comercial”, de tono
                                       vas posibilidades de los medios,        muy subido, próximo al fucsia, que
“Pink, pink, pink inside and out -in   en los que la publicidad desarrolla     adquiere creciente importancia en
fashion and beauty” (“Rosa, rosa,      un lenguaje cada vez más direc-         la mercadotecnia contemporánea
rosa dentro y fuera -en la moda y      to. Entre los nuevos colores, que       por su fuerte impacto visual.
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¿EL COLOR                   La parafernalia de productos rela-     ido tiñendo de rosas intensos. Los
                            cionados con el mundo de la crian-     tonos más enérgicos del color, los
DE LA NIÑAS?                za y el ocio infantil ha aumentado a   mismos que sirvieron al punk para
                            medida que se ha asentado el con-      dar forma a sus mensajes, han co-
                            sumo de masas. La infancia ha pa-      lonizado el universo cromático de la
                            sado de ser una etapa de privación     infancia femenina durante el cam-
                            de derechos a convertirse en uno       bio de siglo. La operación ha su-
                            de los destinatarios principales de    puesto una polarización inédita en
                            la mercadotecnica moderna, que         cuanto a los gustos de niños y niñas
                            forma a los futuros consumidores       que se extiende a la adolescencia
                            con mensajes atractivos y altamen-     y la edad adulta, una situación que
                            te persuasivos. El rosa había sido     sin duda alimenta una percepción
                            un color tradicionalmente asocia-      confusa de la diferencia entre gé-
                            do a la infancia, a la imagen del      neros y propicia la aparición de un
                            niño Jesús, a la delicadeza de la      campo idóneo para los procesos
                            piel de los bebés, pero la carestía    de exclusión que afectan a niñas
                            de las técnicas tintóreas hizo poco    y niños que no se identifican con
                            frecuente el uso de color en la ropa   el criterio impuesto. Valerie Steele
                            de la época de crianza hasta la re-    invita a la reflexionar sobre las deri-
                            volución química de mediados del       vaciones del gusto y la creación de
                            siglo XIX. A partir de entonces, el    significados: en 1921, el millonario
                            rosa pálido y el azul cielo empie-     americano Henry Huntington com-
                            zan a usarse indistintamente para      pró con gran eco mediático la obra
                            bebés de ambos sexos, a menudo         de Thomas Gainsborough The Blue
                            considerándose más varonil el pri-     Boy (1770), y seis años después el
                            mero. A principios del siglo XX am-    cuadro Sarah Barrett Moulton: Pin-
                            bas tendencias tenían sus defenso-     kie (1794), de Thomas Lawrence.
                            res, pero desde los años cincuenta     Según la historiadora, la difusión
                            el rosa se impuso como sinónimo        de estas dos adquisiciones ayu-
                            de feminidad y se fue acoplando        dó a asentar en Estados Unidos la
                            a la “imagen de marca” de los pro-     adscripción de género del rosa y
                            ductos para niñas. A medida que        el azul, pero si Huntington hubiera
“El Proyecto Rosa I –       las estrategias de marketing y su      comprado otro famoso retrato de
Saehyun y sus cosas         capacidad transformadora ha ido        Gainsborugh, Francis Nicholls “The
Rosas”, impresión Light     avanzando, la imaginería visual que    Pink Boy” (1782), quizás la moda
jet, 2007, JeongMee Yoon.   el mercado ofrece a las niñas se ha    hubiera tomado otro camino.
                                              39
41
EL ROSA                                 tema que nos ocupa, recuerda una         tante imagen que crean Vivienne
                                        afirmación de Paul Simonon que a         Westwood y Malcom McLaren con
SUBVERSIVO: LA                          priori puede sorprender: “Pink is        el exterior de su tercera boutique,
                                        the only true rock and roll color”       Sex (1974-76), auténtica cuna de
INTERPRETACIÓN                          (“El rosa es el único verdadero co-      la estética punk, desde cuya facha-
                                        lor del rock and roll”). El bajista de   da se contravenía con un simple
POSMODERNA                              los Clash resume en realidad una         rótulo todo el orden moral: la pala-
                                        tradición que comenzaba con Elvis        bra sex, en letras mayúsculas de
                                        Presley, con su vestuario y su Cadi-     gran tamaño forradas con goma
                                        llac rosas. Los rockeros habían to-      rosa, invadía la calle y convertía la
                                        mado el color como rasgo expresi-        amabilidad del “femenino” rosa en
                                        vo de los zoot suiters y los músicos     un enérgico reclamo de indepen-
                                        de jazz, y trasladado así el discurso    dencia. No es de extrañar que otro
                                        de identidad racial a la confronta-      hito del movimiento, el primer LP de
p. 40-41:
                                        ción generacional con los padres.        una de las bandas más aclamadas
Cartel de festival punk                 Pero con la llegada del punk, cuya       del período, Wire, se titulara Pink
rock, Gerona ,1978.                     formulación estética parte de la         Flag: el rosa, el color más despre-
Colección del Museo del                 deconstrucción semiótica de la           ciado por los varones burgueses
Traje, Madrid.                          realidad, de la resignificación de       de mediana edad, se convierte en
                                        los símbolos y su reelaboración a        un arma arrojadiza que escandali-
Vestido, 1985. Col·lecció               través del pastiche, el collage, el      za a los defensores del statu quo.
Antoni de Montpalau.
                                        ensamblaje y otras técnicas con las      La poderosa onda expansiva del
                                        que influirán en buena parte de la       punk llega a España, y aterriza en
                                        creación posterior, el rosa adquiere     plena Transición, coincidiendo con
                                        una relevancia especial y eclosiona      la Nueva Ola y la Movida, donde
                                        en su forma más subversiva. Si des-      será reinterpretado por músicos, di-
                                        de el Romanticismo el color había        señadores o cineastas que buscan
                                        ido asociándose progresivamente          nuevas vías de expresión. Sobre las
                                        a valores categorizados negativa-        pasarelas españolas, que por en-
                                        mente, tales como la feminidad, el       tonces veían florecer a los primeros
En el libro de reciente publicación     sentimentalismo, la frivolidad o el      diseñadores de prêt-à-porter del
Pink. The history of a punk, pretty,    erotismo, los punks abrazaron toda       país, se reconoce su influencia en
powerfull color, Valerie Steele, edi-   esa carga negativa para confron-         el eclecticismo kistch de Francis
tora del mismo y comisaria de la        tar las estructuras del buen gusto       Montesinos, en los desfiles provo-
exposición homónima con la que el       y la jerarquía del orden simbólico.      cativos de Antonio Alvarado o en el
FIT de Nueva York ha abordado el        Así, se puede interpretar la impac-      radicalismo formal de Luis Fortes.
                                                           43
MÁS ALLÁ                                y a veces encuentran en el rosa          una poderosa carga significativa
                                        un símbolo eficaz para confrontar        que ha sido abundantemente ex-
DEL GÉNERO                              los viejos modelos. Es el caso de        plotada por las modernas técnicas
                                        Madonna, cuya representación             de representación mediática. La
                                        del poder femenino, diseñada por         generación de nuevas identidades
                                        Jean-Paul Gaultier, tomó forma en        a través del lenguaje de la imagen
                                        un corsé color rosa, en el que se        ha introducido de nuevo el rosa en
                                        invierte la interpretación habitual de   la paleta masculina actual, trascen-
                                        su significado, que pasa de cons-        diendo su relación excluyente con
                                        trictor y pacificador a emancipa-        la feminidad. Los preppies de los
                                        dor y agresivo. El rosa también es       ochenta, los “metrosexuales” de
                                        adoptado en la imagen de diversos        los noventa (con un futbolista, el
                                        colectivos gay y feministas desde        inglés David Beckham, como ico-
                                        los años setenta, y con él revier-       no de referencia) y, sobre todo, los
                                        ten del mismo modo su asociación         seguidores de la cultura hip-hop
Zapato de hombre, 2015.                 con la opresión. El triángulo rosa       han establecido distintas líneas de
Manolo Blahník, Colección               que habían utilizado los nazis para      interpretación del color, todas ellas
Museo del Traje, Madrid.                marcar a los homosexuales en los         marcadas por el esteticismo y la
                                        campos de concentración se in-           búsqueda de distinción a través
                                        vierte literalmente, apuntando hacia     de códigos propios. Mientras, el
Durante el último cuarto del siglo      arriba, para reapropiarse de un sím-     regreso al sentido atávico del rosa,
XX e inicios del XXI, tanto las cul-    bolo que representaba la represión       su relación con el nacimiento y la
turas urbanas como los iconos del       más cruda. Y el entorno de rosas         encarnación, con el cuerpo y los ór-
pop han revisado los modelos tra-       pastel que había caracterizado la        ganos sexuales, con las flores más
dicionales de género. Había sido        feminidad “débil” promulgada du-         carnales –la rosa, el clavel (llamado
el caso de David Bowie -imitado         rante los años cincuenta y sesenta       pink o carnation, en inglés)-, con
en España por Miguel Bosé o Tino        se convierte en manos de distintos       lo que tienen de efímero, de ama-
Casal-, el Beau Brummell del siglo      agentes sociales (colectivos, redes      ble al tacto y atractivo a la vista…,
XX, un pionero en este sentido que      o sujetos aislados) en un instrumen-     todo un potencial simbólico, se re-
inspiró una masculinidad sensible       to que trata de definir una identi-      fleja en el uso que se ha hecho del
y expresiva, abierta al color y a los   dad fuerte, activa y social o íntima-    color en diversas manifestaciones
cuidados estéticos. La industria        mente comprometida. Los tonos            artísticas, en las que se aborda la
de la música ha demostrado una          más intensos y contemporáneos            problemática de la condición huma-
gran capacidad para difundir nue-       del rosa: los chicle, fucsia, fluor…     na contemporánea, que de forma
vos modelos de comportamiento           suelen servir a este fin, pero cual-     oportunista podemos resumir así:
que son asumidos masivamente,           quier total look en este color posee     cómo sobrevivir a La vie en rose.
                                                           45
EXPOSICIÓN                                FOLLETO                                  HORARIO DEL MUSEO

Organiza                                  Textos                                   Laborables, de martes a sábado:
Museo del Traje, Ministerio de Cultura    Lucina Llorente, Juan Gutiérrez          9:30 - 19:00 h
y Deporte                                                                          Domingos y festivos: 10:00 - 15:00 h
                                          Corrección de textos
                                                                                   Cerrado: todos los lunes del año, 1 y 6
Comisariado                               Ana Guerrero
                                                                                   de enero, 1 de mayo y 24, 25 y 31 de
Lucina Llorente, Juan Gutiérrez
                                          Maquetación                              diciembre.
Coordinación                              Mª José Pacheco                          Taquilla: cierra 30 min antes del cierre
Ana Muñoz                                                                          del Museo
                                          Impresión
Diseño                                    Gráficas Green Printing                  Entrada gratuita a la exposición
AV Diseño Espacios Culturales                                                      temporal
                                          Gestión de reproducciones
Producción y montaje                      y digitalización                         LA VIE EN ROSE
Arteria Logística del Arte S.L.           Paloma Calzadilla, Manoli Moreno, Juan   16 noviembre 2018 - 3 marzo 2019
                                          González
Iluminación, volúmen y costura                                                     MUSEO DEL TRAJE
Equipo técnico del Museo del Traje        Fotografías                              Av. Juan de Herrera, 2
                                          p. 4: Antonio Trigo                      28040 - Madrid
Producción gráfica
                                          p. 6: M. Moleiro Ed. (www.moleiro.com)
Boomerang                                                                          www.museodeltraje.es
                                          p. 8: Pablo Linés
Restauración                              p. 10-12, 24, 26, 27: Lucía Ybarra
Rosa Plaza, Silvia Brasero, Mercedes      p. 14, 16, 20, 36: Fco. Javier Maza
Amezaga                                   p. 28, 34, 35, 44: Munio Rodil
                                          p. 30: CORBIS/Corbis via Getty Images
Colaboran
                                          p. 32: José Luis García
Col·lecció Antoni de Montpalau,
                                          p. 38: JeongMee Yoon
Museo Automovilístico y de la Moda de
                                          p. 42: Jordi Cassamartina, Fundació
Málaga, Centro Andaluz de Arte de Arte
                                          Antoni de Montpalau.
Contemporáneo, Museo Nacional de
Artes Decorativas, Museo Arqueológico
Nacional

NIPO: 030-18-002-X
© De esta edición: Museo del Traje,
Madrid. Ministerio de Cultura y Deporte                                            #LaVieenRose
© De los textos y las fotografías: sus
autores/as
                                                                                   Síguenos en:
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