NEUROLOGÍA VETERINARIA - Revista Argentina de - NEUROLOGÍA VETERINARIA
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| Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 Revista Argentina de NEUROLOGÍA VETERINARIA Órgano de difusión de la Asociación Argentina de Neurología Veterinaria y de la Asociación Latinoamericana de Neurología Veterinaria Volumen 8 | Nº 3 | 2020 NEUROVET |i
Nota del editor El comienzo del año 2020 no ha sido, Si bien la pandemia COVID-19 excede bajo ningún punto de vista, como todos lo largamente a la Neurología Veterinaria, no esperábamos. La emergencia de una nue- quería dejar de referirme brevemente a este va enfermedad infecciosa en los humanos fenómeno que nos toca vivir y que, sin duda, causada por el SARS-Cov-2, que provoca marcará un hito en la historia de la salud la enfermedad COVID-19 (de su sigla en mundial. inglés, coronavirus disease 2019), ha afec- En relación al tema específico que nos tado profundamente nuestras vidas y, en ocupa, no puedo dejar de mencionar el consecuencia, nuestra actividad profesio- impacto que ha tenido el VII Congreso Lati- nal. Nada queda excluido de esta situación noamericano de Neurología Veterinaria, que y es por eso que me permito una serie de incluyó también el II Congreso de Neuroci- reflexiones que, aunque a priori parecen no rugía Veterinaria y el X Encuentro de Neu- tener que ver con la Neurología Veterinaria, rología Veterinaria del Cono Sur. Excelentes me gustaría compartir con todos los lectores sobre el papel del veterinario en la sociedad. disertantes, un programa atractivo y de gran de nuestra revista. En el marco de este debate, la Organización actualidad, una gran organización y un ma- La pandemia COVID-19 ha tomado por Mundial de la Salud y la Asociación Mundial ravilloso entorno natural. ¿Qué más se pue- sorpresa a los Sistemas Sanitarios de los de Veterinarios destacan que las activida- de pedir de un encuentro científico de esta diferentes países y a los Organismos Inter- des específicas de los servicios veterinarios magnitud? nacionales y Regionales encargados de su deben ser considerados como negocios En este marco se eligieron las nuevas au- prevención y control. La economía mundial “esenciales”. Esta afirmación no solamente toridades de la Asociación Latinoamericana ha sido severamente afectada y se plantean apunta a garantizar toda la cadena de ser- de Neurología Veterinaria, que ejercerán su situaciones de crisis de muy difícil solución vicios de inspección y regulación veterinaria mandato hasta el año 2021. La nueva Junta en el corto plazo. Las medidas sanitarias nacionales y regionales que aseguran el Directiva está integrada por los Dres. Bru- para controlar la pandemia en los diferentes suministro de alimentos para la población. no Benetti Junta Torres (presidente), María países han puesto de manifiesto las grandes Los veterinarios estamos muy capacitados Elena Martínez (vicepresidente), Roy Mac diferencias entre diversos modelos socioe- en principios de bioseguridad y bioconten- Gregor (secretario), Alan Labra (segundo conómicos, cuyas decisiones evidencian ción, que aplicamos permanentemente en secretario), Andrés Diblasi (tesorero), Ri- una clara dicotomía al momento de priorizar el control de epizootias, y que pueden ser chard Filgueiras (segundo tesorero), Daniel la salud o la economía. De aquí en adelante, de gran utilidad para apoyar a las autori- Farfallini (fiscal), Javier Green (director cien- nada será igual que en el pasado. Sin duda, dades de salud pública. Y también brinda- tífico), Carlos Cifuentes y Veruschka Quinte- esta pandemia debería generar una toma mos la atención médica necesaria para los ro (comunicación). Caras nuevas con gran de conciencia acerca de nuestra relación animales en un momento en que muchas entusiasmo para revitalizar las actividades con el planeta en general, y con nuestros personas dependen más que nunca de sus de nuestra Asociación. La primera decisión congéneres en particular. Los momentos mascotas para obtener un apoyo emocional de la Junta ha sido la elección de Ecuador de crisis generan nuevas oportunidades, y como la próxima sede para desarrollar el crítico. Como profesionales de la salud, es debemos ser creativos para aprovecharlas. Congreso Neurolatinvet 2021. Allí nos en- fundamental que continuemos ejerciendo En este contexto, me gustaría destacar responsablemente nuestras actividades, im- contraremos nuevamente para seguir culti- plementando los protocolos apropiados de vando esta maravillosa especialidad que es el rol de nuestra profesión en el marco de bioseguridad para nuestra propia protec- la Neurología Veterinaria. esta pandemia. Muchos gobiernos de todo el mundo han tomado medidas restrictivas ción y la de los que nos rodean, asegurando para evitar la circulación viral, que incluyen que los propietarios de los animales estén el cese de las actividades “no esenciales”. informados sobre las medidas de precau- Prof. Dr. Fernando C. Pellegrino Estas decisiones generan un profundo debate ción vigentes. Editor Responsable Vol. 8, Nº 3, 2020 Méd. Vet. Elizabeth L. Pacheco Armado y diagramación Buenos Aires, Argentina Méd. Vet. María Laura Vazzoler © 2020 – by Editorial Inter-Médica S.A.I.C.I. ISSN: 1853-1512 Méd. Vet. Adriana Paula Rosso Junín 917 – Piso 1º “A” – C1113AAC Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina Revista de publicación anual de la Asociación Argentina Comité Evaluador Tels.: (54-11) 4961-7249 / 4961-9234 / 4962-3145 de Neurología Veterinaria (NEUROVET Argentina). Los árbitros externos son designados por el Comité Editorial FAX: (54-11) 4961-5572 en función de la temática de los trabajos recibidos. Órgano de difusión de la Asociación Latinoamericana E-mail: info@inter-medica.com.ar de Neurología Veterinaria (NEUROLATINVET). E-mail: ventas@inter-medica.com.ar Informes Comité Editorial de la Revista Argentina de Neurología http://www.inter-medica.com.ar Editor Responsable Veterinaria Los artículos de la revista no pueden ser reproducidos Prof. Dr. Fernando C. Pellegrino Portela 929 - C1406FDS total o parcialmente sin la autorización expresa del Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina Comité Editorial. La dirección no se responsabiliza por Comité Editorial Tel.: (54-11) 4611-7995 los conceptos vertidos en los artículos publicados, los Méd. Vet. Daniel Farfallini e-mail: neurovet@neurovetargentina.com.ar que tienen sus respectivos autores responsables.
Pellegrino FC. Revista Argentina de Neurología Veterinaria 2020;8(3):67 NEUROLOGÍA Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central Parte 3. Axonopatías degenerativas y distrofias neuroaxonales Pellegrino, Fernando C* * MV, PhD, Profesor Titular Facultad de Ciencias Veterinarias- UBA La degeneración de los axones del SNC, y eventualmente a los del sensoriomotoria, en concordancia del SNC puede producirse, entre SNP; el cuerpo celular es respe- con el compromiso de los siste- otras causas, como resultado de tado o sufre degeneración retró- mas motores y sensitivos. En co- Axonopatías Degenerativas, o de- grada. En general son trastornos rrespondencia, la denominación bido a Distrofias Neuroaxonales. multifocales, porque se afectan de muchas de estas enfermeda- En las primeras, la degeneración en forma simultánea axones de des incluye el término ataxia. En del axón resulta de enfermeda- poblaciones neuronales muy di- la mayoría de los casos se afec- des del mismo axón, o del cuerpo ferentes. Por ese motivo a veces tan animales jóvenes. Los signos neuronal (Sisó et al. 2006; Lorenz se las denomina Degeneraciones suelen iniciarse en los miembros et al. 2012). En general, la histo- Axonales Multifocales (DAM). Se pelvianos, son de carácter insidio- patología revela las características las conoce también como dege- so y progresan inexorablemente morfológicas de la degeneración neraciones de axones largos (Sisó hasta provocar una paraparesia o tipo walleriana a lo largo de todo et al. 2006). tetraparesia significativa. Las de- el axón, aunque en algunas de Las DAM suelen producir le- ficiencias propioceptivas con pre- estas enfermedades la parte más siones bilaterales, generalmente servación de la nocicepción son distal es la primera en degenerarse simétricas, y son particularmen- hallazgos frecuentes (Sisó et al. te notorias en aquellos sitios del 2006; Lorenz et al. 2012, Lorenzo (Sisó et al. 2006). El término Distrofia SNC en los que los axones se et al. 2012). Neuroaxonal describe un patrón his- agrupan en tractos definidos. Por La mayoría de las axonopa- tológico característico, que consiste este motivo, muchas de las DAM tías degenerativas presentan principalmente en la presencia de impresionan como mielopatías las características morfológicas esferoides axonales localizados en (cuando afectan fundamental- típicas de degeneración tipo wa- la parte distal o en la porción preter- mente a la médula espinal) mien- lleriana. En el SNC este término minal del axón (Summers et al. 1995; tras que otras, en las que también indica la licuefacción axonal, Graham y Lantos 2002). hay compromiso cerebral, se pre- la segmentación de la mielina sentan como mieloencefalopatías con formación de cámaras de Axonopatías degenerativas (Toennissen y Morin 1995). digestión y la remoción de los Desde el punto de vista clínico residuos axonales y mielínicos Las axonopatías degenerativas son llamativas las alteraciones por macrófagos hematógenos afectan primariamente a los axones ambulatorias, con incoordinación a lo largo de toda la longitud NEUROVET | 67
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 del axón, hacia distal del sitio de lesión (Summers et al. 1995; Graham y Lantos 2002). Las le- siones microscópicas consisten en degeneración axonal difusa y degeneración secundaria de la mielina en las fibras ascenden- tes y/o descendentes (fig. 1). Son comunes la astrocitosis, la inflamación axonal y el aspecto esponjoso con invasión macro- fágica (fig. 2) (Sisó et al. 2006). En algunas de estas enfermeda- des la lesión degenerativa inicial se sitúa en los segmentos más distales del axón, posiblemente como resultado de un defecto metabólico en el cuerpo celu- Figura 1. Sección de la médula espinal a nivel de T12 de un perro Welsh Corki Pembroke afectado por mielopatía degenerativa familiar. Se observan lar (axonopatía de tipo muerte áreas de degeneración y pérdida axonal, caracterizadas por regiones defini- retrógrada), lo que determina das de palidez de la sustancia blanca: fascículo grácil (A); porción dorsal del la imposiblidad de mantener el cordón lateral (B); porción lateral del cordón ventral (C); y cordón ventral (D). trofismo de sus partes más dis- Tinción Luxol fast blue. Barra = 1,000 um. Tomado de: Coates J.R., March P.A., Oglesbee M., et al. 2007. Clinical characterization of a familial degenerative tales. Este proceso se observa myelopathy in Pembroke Welsh Corgi dogs. J Vet Intern Med;21:1323-1331. particularmente en neuronas ex- cepcionalmente largas, con pro- cesos axonales de muchos cen- tímetros (Summers et al. 1995). Según la distribución neuroa- natómica de las lesiones, las Axonopatías degenerativas se clasifican en a) Axonopatías centrales; b) Axonopatías cen- trales-periféricas distales; y c) Axonopatías periféricas (tabla 1). En las Axonopatías centrales la de- generación se encuentra limita- da exclusivamente al SNC. Las Axonopatías centrales-periféricas distales son aquellos trastornos que envuelven selectivamente axones de tractos largos loca- lizados en el SNC y también a fibras de los nervios periféricos. Las axonopatías que se encuen- Figura 2. Sección de un segmento de la médula espinal a nivel de T12 de un pe- rro Welsh Corki Pembroke afectado por mielopatía degenerativa familiar; sustan- tran limitadas exclusivamente cia blanca dorsolateral. La degeneración axonal se caracteriza por hinchazón de al SNP se denominan simple- la vainas de mielina con perfiles de axones ausentes o restos de axones en dege- mente Neuropatías (Dickinson neración. Ocasionalmente se identifican macrófagos en el interior de los restos de y LeCouteur 2004; Lorenz et al. la mielina y los axones (flecha). La pérdida axonal se reconoce por la existencia de zonas con ausencia completa de fibras cilíndricas reconocibles, reemplazadas 2012; Lorenzo et al. 2012). por una matriz eosinofílica homogénea (asterisco). HE. Barra = 50 um. Tomado Las Axonopatías Periféricas de: March P.A., Coates J.R., Abyad R.J., et al. 2009. Degenerative myelopathy in Degenerativas no serán tratadas 18 Pembroke Welsh Corgi dogs. Vet Pathol;46:41-250. en este artículo. 68 | NEUROVET
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 Tabla 1. Clasificación de las Axonopatías Degenerativas en base a su distribución modo de herencia se siguieron neuroanatómica publicando durante la década siguiente (Van Ham et al. 2004; Axonopatías Centrales Wessmann et al. 2004; Rohdin et • Ataxia Hereditaria de las razas Fox terrier * al. 2010; Vanhaesebrouck et al. 2010; Bhatti et al. 2011; Simpson • Ataxia de los Sabuesos * et al. 2012). • Axonopatía Central del Labrador Posteriormente se comunicó • Axonopatía Central del Terrier Escocés una mutación sin sentido en el • Axonopatía Multisistémica y Neuronopatía del Golden retriever * gen CAPN1, que fue asociado a Axonopatías Centrales-Periféricas (Neuropatías Periféricas Degenerativas Sindrómicas) una ataxia hereditaria fenotípica- mente similar en Parson Russell • Axonopatía Central y Periférica en gatitos Birmanos terrier, con una presentación • Polineuropatía axonal del gato Raqueta de nieve entre los 6-12 meses de edad. • Neuropatía Axonal Gigante CAPN1 codifica una cisteína • Axonopatía Progresiva del Bóxer proteasa intracelular calcio-de- • Neuropatía Atáxica Sensitiva del Golden Retriever pendiente llamada calpaína 1. • Mielopatía Degenerativa * No se conoce su función exacta, • Axonopatías Centrales-Periféricas en otras razas pero se supone que desempe- ña un papel en el mantenimien- Axonopatías Periféricas (Neuropatías) to y la remodelación neuronal (Forman et al. 2013). Sin em- *Es interesante destacar que muchas de las enfermedades que se describen en este artículo bargo, algunos de los Parson también pueden incluirse en otras categorías de enfermedades degenerativas. Por ejemplo, la Ataxia Hereditaria en las razas Fox terrier relacionadas también se puede clasificar como una Degeneración Russell terrier y Jack Russell Espinocerebelosa (Urkasmsin y Olbu 2014); la Ataxia de los Sabuesos puede incluirse entre las terrier incluidos en este estu- Leucoencefalomielopatías (Sheahan et al. 1991); la Axonopatía Multisistémica y Neuronopatía del dio fueron homocigotas para el Golden Retriver puede clasificarse como una Enfermedad de Motoneurona (da Costa et al. 2009); la Mielopatía Degenerativa inicialmente se consideraba una Axonopatía Central, y en la actualidad tipo silvestre de esta mutación, se clasifica como una Axonopatía Central-Periférica (Coates et al. 2011), o inclusive como una indicando que más de una ata- Enfermedad de Motoneurona (Ogawa et al. 2014; Golubczyk et al. 2019). Este hecho revela la xia hereditaria podría estar se- arbitrariedad de la clasificación de las Enfermedades Degenerativas Primarias que, al apoyarse en gregando en el grupo Russell el fenotipo clínico y los cambios neuropatológicos, determina que muchos trastornos multifocales pueden encasillarse en diferentes categorías en forma simultánea, de acuerdo a la lesión o al signo terrier. Más recientemente se clínico predominante, o inclusive de acuerdo a los hallazgos de las investigaciones que se van encontró una mutación sin sen- desarrollando. De este modo, la clasificación va evolucionando y cambiando en el tiempo, en la tido en el gen KCNJ10 asociada medida que se incrementa el conocimiento de las bases genéticas y la fisiopatología de este tipo de a una enfermedad neurológica trastornos (Urkasemsin y Olby 2014). similar en perros atáxicos del grupo Russell terrier. Este gen codifica para un canal de pota- Axonopatías centrales (Björck et al. 1957), y fue segui- sio rectificador interno Kir4.1, y da en 1973 por la descripción se expresa en las células glia- En muchas razas Fox terrier de una enfermedad de fenotipo les (Gilliam et al. 2014). Todos relacionadas ha sido comuni- clínico similar en Jack Russell los perros afectados muestran cada una Ataxia Hereditaria, terrier (Hartley y Palmer 1973). una marcada ataxia espinocere- incluyendo al Fox terrier de pelo En ambos casos los signos neu- belosa con inicio de los signos liso (Björck et al. 1957, 1962; rológicos consistieron en hiper- clínicos entre los 2-6 meses de Rohdin et al. 2010), Jack Russell metría y marcha tambaleante, edad. Además, en algunos ca- terrier (Hartley y Palmer 1973; con inicio entre los 2 a 6 meses sos se observa mioquimia, neu- Wessmann et al. 2004; Bhatti et de edad (video 1). Como estas romiotonía (Bhatti et al. 2011; al. 2011) y Parson Russell terrier razas tenían un ancestro común, Vanhaesebrouck et al. 2013), (Wessmann et al. 2004). La pri- se sospechó que se trataba de la frotamiento facial excesivo, dis- mera comunicación de ataxia re- misma enfermedad. Los detalles trés respiratorio, convulsiones lacionada a la raza en Fox terrier de acerca de la edad de comienzo, y cambios de conducta como pelo liso fue publicada en 1957 signos clínicos, neuropatología y agresión y ansiedad (Wessmann NEUROVET | 69
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 et al. 2004). Los potenciales evo- defecto genético es causativo En síntesis, la Ataxia hereditaria cados del tronco encefálico (de tanto para la Ataxia Hereditaria de las razas Fox terrier relaciona- su sigla en inglés, BAER) son en Fox terriers, como para SAMS das puede estar causada por mu- frecuentemente anormales en en el grupo Russell terrier taciones en los genes CAPN1 o los perros afectados. La mayoría (Rohdin et al. 2015). La Ataxia KCNJ10. Ambas afectan al grupo de los animales son eutanasia- Hereditaria del Fox Terrier de Russell terrier; la primera provo- dos aproximadamente al año del pelo liso (Björck et al. 1957, ca una ataxia espinocerebelosa comienzo de los signos clínicos, 1962; Rohdin et al. 2010) es una pura de inicio tardío (6-12 meses aunque se han descrito algunos condición muy similar desde el de edad), mientras que la última fenotipos más leves y lentamen- punto de vista clínico e histopa- afecta no solo al grupo Russell te progresivos (Wessmann et tológico a SAMS. Sin embargo, de los terrier, sino también al Fox al. 2004). Todos los individuos los Jack Russell terrier afecta- terrier de pelo liso y al Fox terrier afectados fueron homocigotos dos por SAMS, además de la toy. La mutación KCNJ10 debería para esta mutación, lo que su- ataxia presentan signos clínicos ser considerada como potencial giere que el defecto genético asociados con compromiso ce- causa de ataxias con inicio entre es causativo para este trastor- rebral (Wessmann et al. 2004); los 2-6 meses, particularmente si no. Los autores propusieron de acuerdo a ello, la neuropato- ocurre en miembros de razas con denominar a esta enfermedad logía revela axonopatía y lesio- un ancestro terrier de caza británi- Ataxia Espinocerebelosa con nes desmielinizantes secunda- co, y si la ataxia se acompaña de Mioquimia, Convulsiones o rias en médula espinal, tronco mioquimia, neuromiotonía, con- Ambas (de su sigla en inglés, encefálico (fig. 3) y sistema ner- vulsiones, cambios de conducta, SAMS), para diferenciarla de la vioso periférico (SNP) (Hartley y distrés respiratorio y frotamiento Ataxia de Inicio Tardío (de su Palmer 1973; Wessmann et al. facial (Rohdin et al. 2015). sigla en inglés, LOA) comunica- 2004). En cambio, los Fox terrier En familias de perros de raza da previamente (Forman et al. de pelo liso afectados no pre- Podenco Ibicenco con convulsio- 2013). Ambas se transmiten en sentan signos cerebrales, y la nes generalizadas o crisis focales forma autosómica recesiva con histopatología no muestra lesio- se ha encontrado un patrón de un modelo poligénico, y pueden nes cerebrales ni compromiso lesión muy similar al de la Ataxia ser identificadas por medio de del SNP (Björck et al. 1962). Las Hereditaria del Jack Russel. Los pruebas genéticas, disponibles manifestaciones clínicas consis- signos clínicos se manifiestan comercialmente (Forman et al. ten en ataxia progresiva e hiper- cuando los animales empiezan a 2013; Gilliam et al. 2014). metría, con un inicio aproximado deambular, y consisten en ataxia Más recientemente la homoci- a los 4 meses de edad. Luego troncal y cerebelosa, de inicio en gosis para la mutación KCNJ10 de un período inicial de rápido los miembros pelvianos con pro- fue hallada también en 3 Fox te- progreso le sigue un período len- gresión a los miembros torácicos, rrier de pelo liso y en 2 Fox te- tamente progresivo con largos y disminución de los reflejos es- rrier toy con Ataxia Hereditaria intervalos en los que los signos pinales. La histopatología revela (Rohdin et al. 2015). La misma clínicos permanecen inaltera- una axonopatía difusa que afecta variante fue hallada en estado dos. Las lesiones degenerati- todos los cordones de la médula heterocigoto en Tenterfield te- vas se presentan a lo largo de espinal, pero aparentemente más rriers no afectados clínicamen- toda la médula espinal, afec- severa en la región torácica. No te. De este modo, la mutación tando a la región del cordón se observa atrofia muscular en KCNJ10 asociada con SAMS se- lateral de sustancia blanca que los perros afectados y, a pesar de grega en al menos 3 razas más, contiene los tractos espinoce- la ausencia de reflejos, no se ob- todas ellas descendientes de rebelosos y a la parte ventral servan cambios patológicos en la un ancestro común. Los perros del cordón ventral de sustancia sustancia gris medular (Summers con ataxia hereditaria de las ra- blanca; consisten en desmieli- et al. 1995). zas Jack Russel terrier, Parson nización bilateral y simétrica. La Ataxia de los sabuesos Russell terrier, Russel terrier, Fox Se ha sugerido que la transmi- se ha identificado en el Beagle, terrier de pelo liso y Fox terrier sión es de tipo monogénica au- Fox hound, y Harrier hound, en toy son homocigotas para esta tosómica recesiva (Björck et al. individuos alimentados princi- mutación, sugiriendo que este 1957, 1962). palmente con una dieta a base 70 | NEUROVET
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 A de proventrículos de rumiantes, con ocasional suplementación de carne (Palmer y Medd 1981; Palmer et al. 1984). La condición desaparece cuando se cambia la dieta a una que contenga una alta proporción de carne (Palmer et al. 1984; Sheahan et al. 1991). Los primeros signos clínicos se ma- nifiestan entre los 2 y los 7 años de edad. Inicialmente hay ataxia, balanceo y exagerada retracción los miembros pelvianos al correr, que a veces son arrastrados. El reflejo del panículo puede estar ausente en caudal de la vértebra T13 en la mayoría de los anima- les afectados. En general, al cabo de 6 a 18 meses de la aparición de los primeros signos, los perros son incapaces de trabajar debido a los trastornos neurológicos que B afectan los miembros pelvianos (Palmer et al. 1984; Sheahan et al. 1991). Histopatológicamente se observa severa degeneración walleriana y degeneración va- cuolar de la mielina en todos los tractos medulares, a excepción de los de las columnas dorsales. Aunque las lesiones son mixtas, los cambios estructurales indican un daño primario de la mielina, motivo por el cual muchos autores clasifican a este trastorno como una mielinopatía primaria (leu- coencefalomielopatía) (Sheahan et al. 1991). Las alteraciones más importantes se producen en las columnas ventrales en toda la mé- dula espinal, y en las columnas laterales de la región torácica, frecuentemente asociadas con cambios degenerativos en neuro- nas de la sustancia gris. Las lesio- Figura 3. A, histopatología de médula espinal de un Jack Russel terrier con nes degenerativas de la sustancia ataxia. Se observa la pérdida difusa de fibras mielinizadas en la columna dor- blanca también se observan en la solateral de la médula espinal (flecha), en comparación con la columna dorsal a la derecha. Tinción de mielina 40X. B, se observan numerosos axones infla- médula oblonga y el mesencéfa- mados en el cuerpo trapezoide; HE 250X. (Sisó S., Hanzlícek D., Fluehmann lo, confinadas al lemnisco medial, G., et al. 2006. M. Neurodegenerative diseases in domestic animals: A compa- al fascículo longitudinal medial y a rative review. The Veterinary Journal. 171: 20–38). los tractos espinotalámicos y es- pinocerebelosos (Palmer y Medd NEUROVET | 71
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 1988). Se desconoce la etiología generalizado y ataxia, detectada signos clínicos consisten en una de esta enfermedad. Se ha su- entre las 10 y las 12 semanas de marcada tetraparesia y una pos- gerido que se produce a causa edad. Los signos empeoran con tura cifótica. El reflejo flexor y el de una deficiencia nutricional y la actividad y/o la excitación y patelar se encuentran levemente neurotoxicidad asociada a la die- disminuyen durante el reposo y el disminuidos. La atrofia muscu- ta, por deficiencia de metionina sueño. El examen histopatológico lar es muy severa. En todos los y disminución de la actividad de revela daño axonal primario con miembros puede observarse un la sintetasa de metionina, pero desmielinización secundaria y tremor de reposo de alta frecuen- esta hipótesis no ha podido com- gliosis en la sustancia blanca de cia y baja amplitud, que puede probarse aún (Palmer et al. 1984; la médula espinal, tronco encefá- desencadenarse por palpación Sheahan et al. 1991). lico, cerebro y cerebelo. Muchos de los músculos apendiculares. La Axonopatía Central del de los axones afectados en los Uno de los perros presentó dis- Labrador afecta a cachorros de cordones lateral y ventral pre- nea e hipertermia, que fue atri- 3 a 4 semanas de edad, que ma- sentan aumento de diámetro sin buido al esfuerzo por caminar. nifiestan una marcha atáxica y signos de fragmentación, con sus Debido a la localización de las dismétrica poco tiempo después vainas de mielina adelgazadas; lesiones, no se observa ataxia del nacimiento. Los signos clíni- tales axones distróficos se aso- propioceptiva ni deficiencias en cos comienzan en los miembros cian a menudo con cavidades en el acomodamiento propioceptivo pelvianos pero progresan involu- la sustancia blanca, lo que sugie- si el peso del cuerpo del perro crando también a los miembros re que las vacuolas se deben a la se soporta adecuadamente. Los torácicos, con marcada espas- pérdida de los axones afectados. signos causados por el compro- ticidad. Finalmente, a los 3 a 5 Unos pocos axones distróficos miso de las motoneuronas del meses, los animales afectados pueden observarse en las áreas cuerno ventral de sustancia gris son incapaces de pararse y man- nucleares del tronco encefálico, medular prevalecen por sobre tenerse en pie. Algunos perros tálamo, cerebelo y sustancia blan- los signos debidos a la alteración desarrollan tremores de intención. ca cerebral. Esta enfermedad es de la sustancia blanca, por lo En la necropsia puede observar- probablemente hereditaria, aun- que los autores que describieron se una combinación de aplasia que se desconoce su modo de inicialmente este trastorno lo cla- o hipoplasia del cuerpo calloso herencia (van Ham et al. 1994). sificaron como una Enfermedad y de la comisura del hipocampo, La Axonopatía Multisistémica de Motoneurona, aunque la y también espina bífida. La histo- y Neuronopatía del Golden axonopatía es notoria en toda patología revela una axonopatía Retriever fue descrita en 3 pe- la longitud de la médula espinal bilateral y simétrica en todos los rros (2 machos y 1 hembra) de (da Costa et al. 2009). El curso cordones medulares, y desmieli- 3 camadas diferentes (da Costa es progresivo, con un pronós- nización secundaria y gliosis de et al. 2009). En Uruguay se co- tico malo (da Costa et al. 2009; la sustancia blanca, más grave municaron 2 casos de la misma Cáceres Gusmán y Sanguinetti en los tractos espinocerebelosos enfermedad (Cáceres Gusmán y López 2015). y el fascículo grácil, que se hace Sanguinetti López 2015). Afecta extensiva a la médula oblonga, la sustancia blanca y gris de la los pedúnculos cerebelosos y el médula espinal; las lesiones se Axonopatías centrales- cerebelo (de Lahunta et al. 1994). distribuyen en los cordones late- periféricas distales Se piensa que es heredada en ral y ventral, sin compromiso del forma recesiva (Summers et al. cordón dorsal. Las principales Este tipo de degeneración axo- 1995). No existe tratamiento, y el lesiones histopatológicas consis- nal es de presentación infrecuen- pronóstico es malo (de Lahunta et ten en una axonopatía difusa a lo te, y se ha descrito afectando a al. 1994). largo de toda la médula, y deple- una o a unas pocas familias de La Axonopatía Central del ción de motoneuronas espinales. animales. En general, la histopato- Terrier Escocés se ha descrito Los perros afectados presentan logía revela degeneración axonal en 3 cachorros de esta raza de una historia de debilidad que y de la mielina, afectando a trac- camadas diferentes, pero relacio- se inicia entre los 40 días y los tos localizados tanto en el SNC nadas entre sí. Los signos clíni- 3 meses de edad, con un cur- como en el SNP. También se de- cos consisten en tremor corporal so rápidamente progresivo. Los nominan Neuropatías Periféricas 72 | NEUROVET
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 Degenerativas Sindrómicas temprano que fue denominada se caracteriza por la presencia de (Granger 2011). En el SNC la dis- Polineuropatía axonal del gato axones inflamados en la médula tribución de las lesiones varía de Raqueta de nieve (Matiasek et al. espinal, que contienen excesi- acuerdo a la raza afectada, pero 2009), con signos de debilidad en va cantidad de neurofilamentos frecuentemente el compromiso es los miembros pelvianos. El inicio desorganizados, especialmente más grave en tractos específicos fue a los 4 y 6.5 meses de edad. en las porciones distales de las o en cordones determinados de la La biopsia de nervios y múscu- fibras largas de los tractos espi- médula espinal. En algunos casos los reveló una patología axonal, nales, pero también en el SNP. El las lesiones se extienden a la mé- con pérdida de fibras nerviosas. fascículo grácil y el tracto espino- dula oblonga y al cerebelo. Los Uno de esos animales, y otro in- cerebeloso dorsal están afecta- signos clínicos y la edad de pre- dividuo comunicado sin relación dos solamente en la región cer- sentación varían según la raza, (Volk et al. 2011) mostraron ade- vical rostral de la médula espinal, pero en general se presentan más anormalidades en el SNC. mientras que el tracto corticoes- precozmente, cuando el animal Contrariamente a lo que sucede pinal lateral está afectado prin- empieza a caminar o a los pocos con la mayoría de las patologías cipalmente en la región torácica meses de vida, y son progresivos. axonales, el curso fue regresivo caudal y lumbar. Los axones sim- La mayoría de las veces puede en un período de observación de páticos y mientéricos también es- observarse ataxia y paresia en los 2 años, sin ningún tipo de trata- tán afectados (Duncan y Griffiths miembros pelvianos, que puede miento específico (Matiasek et al. 1977, 1981). Se ha sospechado progresar a los miembros toráci- 2009). como causa un defecto metabó- cos, con disminución de los refle- La Neuropatía Axonal Gigante lico que provoca trastornos en el jos espinales. En algunos casos (NAG) fue comunicada por pri- transporte axonal (Summers et al. pueden aparecer signos cerebe- mera vez en los humanos en el 1995). En el año 2000 se identifi- losos y parálisis laríngea (Lorenz año 1972 (Berg et al. 1972). Es có una mutación en el gen GAN, et al. 2012; Lorenzo et al. 2012). un desorden generalizado que se que codifica la proteína gigaxo- La Axonopatía Central y caracteriza por la presencia de nina, que desempeña un papel Periférica en gatitos Birmanos filamentos intermedios citoplas- importante en la organización y el se ha descrito en 3 hembras que máticos. Afecta particularmente mantenimiento del citoesqueleto fueron examinadas a las 8-10 se- al SNP, pero también al cerebro (Bomont et al. 2000). manas de edad a causa de una y a la médula espinal en los ca- La Axonopatía Progresiva del ataxia lentamente progresiva de sos avanzados. Desde el punto Bóxer se caracteriza por ataxia los miembros pelvianos que evo- de vista clínico, es muy similar a de los miembros pelvianos que lucionó a paresia, con marcha la Distrofia Neuroaxonal Infantil, progresa hasta afectar los miem- plantígrada y aducción de los tar- aunque son estructuralmente dis- bros torácicos. Se observa una sos. Los hallazgos histopatológi- tintas (Mahadevan et al. 2000). disminución de los reflejos mio- cos mostraron una degeneración En medicina veterinaria, NAG ha táticos con normalidad del reflejo multisistémica, con un patrón de sido descrita en perros adultos flexor, y mínima atrofia muscular. distribución de las lesiones su- jóvenes de raza Pastor Alemán El comienzo de los signos clí- gestiva de una axonopatía distal. Alsaciano (Duncan y Griffiths nicos se produce alrededor de Las lesiones se distribuían tanto 1977). El inicio de los signos clí- los 2-3 meses de edad, con un en el SNC como en el SNP. Los nicos se produce entre los 14-16 curso progresivo hasta los 12-18 pocos casos comunicados co- meses de edad; los animales meses, edad en la que cuadro rresponden a hembras, por lo que afectados presentan ataxia de suele estabilizarse (Griffiths et al. se especula que se trata de una los miembros pelvianos que pro- 1980). La presencia de degene- enfermedad hereditaria ligada al gresa a paraparesia con marcha ración axonal es prominente en sexo, aunque el tamaño mues- plantígrada, disminución de los los cordones lateral y ventral de tral es demasiado pequeño como reflejos espinales y atrofia muscu- la médula espinal, en varios nú- para sacar conclusiones definiti- lar hacia distal de la articulación cleos del tronco encefálico, en vas (Moreau et al. 1991). femorotibiorrotuliana. En las fases la sustancia blanca cerebelosa En una pareja de gatitos machos finales se observa megaesófago, y en las vías ópticas. El sistema Raqueta de nieve relacionados se disfunción laríngea e incontinen- nervioso autónomo también está describió una neuropatía de inicio cia fecal. Histopatológicamente afectado y los músculos distales NEUROVET | 73
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 de los miembros muestran gra- espontánea. La histopatología reveló severa pérdida de neuro- dos variables de atrofia neurogé- muestra lesiones en el SNC, en nas sensitivas en los ganglios es- nica. En el SNP se observa infla- el SNP, y en el músculo esquelé- pinales, con la resultante pérdida mación axonal paranodal en la tico. Consisten en leve a modera- de fibras en los tractos sensitivos parte extradural de las raíces de da degeneración de la sustancia de la médula espinal. También los nervios espinales, más con- blanca y pérdida de fibras, con se halló pronunciada pérdida de sistentemente en la región lumbar grados variables de proliferación fibras en los nervios sensitivos, y (Griffiths et al. 1985, 1986). La astroglial. Los cambios son más cambios en la sustancia gris de ocurrencia de inflamación axonal pronunciados en el fascículo grá- los núcleos grácil y cuneiforme proximal en las raíces nerviosas, cil y en la parte dorsal del cordón del tronco encefálico (Steiss et al. junto a la hipoplasia distal sugiere lateral, y en menor medida en 1987). un transporte alterado de neurofi- el fascículo cuneiforme y en las La Mielopatía Degenerativa lamentos, que es el principal de- vías motoras del cordón ventral. Canina (MDC) es una enferme- terminante del crecimiento radial En el SNP, algunos perros mues- dad neurodegenerativa de co- del axón. Estudios más específi- tran una leva a moderada dismi- mienzo tardío y curso lentamente cos focalizados en las proteínas nución de la densidad de fibras progresivo, diagnosticada inicial- del citoesqueleto, tales como mielinizadas en los nervios mix- mente en el Pastor Alemán (Averill tubulina, neurofilamentos, acti- tos y sensitivos, acompañada de 1973), pero que afecta muchas na y fodrina, confirmaron que el moderada expansión del tejido otras razas. Se manifiesta como transporte axonal lento está invo- conectivo endoneural, con algún un desorden medular en los pe- lucrado en la patogénesis de esta grado de edema subperineural. rros adultos, de inicio insidioso enfermedad (Griffiths et al. 1989). La biopsia muscular muestra una y curso lentamente progresivo. En cachorros de Rottweiler se ha leve variación en el tamaño de MDC se asocia comúnmente a ra- descrito una axonopatía que com- las miofibras, fibras angulares y zas grandes y sus cruzas. La pre- parte muchas similitudes con la agrupamiento de fibras de tipo valencia general en la población del Bóxer, muchas más que la po- II. Las características clínicas y canina es de 0.19%, con una pre- lineuropatía específica de la raza neuropatológicas permiten definir valencia específica para el Pastor (Summers et al. 1995). este trastorno como una axono- Alemán de 2.01% (Coates et al. En 16 perros Golden Retriever patía sensoriomotora central y pe- 2007). Los casos de MD confir- se describió un síndrome que fue riférica crónica y progresiva, que mada por histopatología han sido denominado Neuropatía Atáxica afecta particularmente las vías comunicados en Pastor Alemán Sensitiva del Golden Retriever propioceptivas, pero con un leve (Averill 1973; Griffiths y Duncan (Jäderlund et al. 2007). Los sig- compromiso de los axones moto- 1975; Braund y Vandevelde 1978; nos clínicos se presentan con un res periféricos. Se desconoce el Johnston et al. 2000; Awano et comienzo insidioso entre los 2-8 modo de herencia. (Jäderlund et al. 2009), Ridgeback rodesiano meses de edad, y tienen un curso al. 2007). (Awano et al. 2009), Husky sibe- lentamente progresivo. Los pe- En un perro Golden Retriever riano (Bichsel et al. 1983), Welsh rros afectados se presentan con se comunicó un cuadro clínico con Corgi Pembroke (Coates et al. ataxia y dismetría, con las reac- una marcha anormal semejante a 2007; March et al. 2009), Retriever ciones posturales anormales y los la de los perros con Neuropatía de la bahía de Chesapeake reflejos espinales disminuidos, sin Atáxica Sensitiva, pero con otras (Awano et al. 2009; Long et al. evidencia clínica de atrofia mus- características muy diferentes. 2009), Bóxer (Awano et al. 2009; cular. Los miembros pelvianos se Los signos clínicos comenzaron Miller et al. 2009), Caniche mi- encuentran más afectados que a los 2 años de edad y, además niatura (Matthews y de Lahunta los torácicos. Los valores de la de la ataxia, el perro tenía sordera 1985), Boyero de Berna (Wininger velocidad de conducción nervio- unilateral y severa hipoacusia en et al. 2011), Caniche están- sa sensitiva se encuentran dentro el otro oído. El electromiograma dar (Coates y Wininger 2010), del rango normal, pero significa- no mostró actividad espontánea, Terrier azul de Kerry (Coates y tivamente reducidos en relación pero la velocidad de conducción Wininger 2010), Corgi galés de a los perros no afectados. En el nerviosa motora de los nervios Cardigan (Coates y Wininger estudio electromiográfico, algu- isquiático, tibial y ulnar fue anor- 2010), Retriever dorado (Coates nos perros muestran actividad malmente baja. La histopatología y Wininger 2010), Fox terrier 74 | NEUROVET
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 pelo duro (Coates y Wininger comunicaciones de perros jóve- y, en ocasiones, incontinencia 2010), Perro esquimal americano nes Pastor Alemán afectados por fecal y urinaria. En la cuarta y (Coates y Wininger 2010), Terrier MDC, la edad de inicio habitual- última etapa (>36 meses) se ob- trigueño de pelo suave (Coates mente es a los 5 años, con una serva tetraplejía flácida, dificultad y Wininger 2010), Pug (Coates y edad media de 9 años en las razas deglutoria y en los movimientos Wininger 2010), y perros mestizos grandes (Averill, 1973; Griffiths de la lengua, arreflexia en todos (Averill 1973). Se han comunica- y Duncan, 1975; Johnston et al. los miembros, reflejo cutáneo del do también casos de MDC con 2000; Kathmann et al. 2006). En tronco reducido o ausente, pér- diagnóstico presuntivo pero sin el Welsh Corgi Pembroke, la edad dida severa y generalizada de confirmación histopatológica en media de inicio comunicada es masa muscular, e incontinencia Setter irlandés (Griffiths y Duncan de 11 años (Coates et al. 2007). fecal y urinaria (Coates y Wininger 1975), Labrador (Kathmann et al. Los perros con MDC siguen un 2010). 2006), Hovawart (Kathmann et patrón de manifestaciones clíni- El diagnóstico de MDC es de al. 2006), Kuvasz (Kathmann et cas sucesivas a lo largo del tiem- exclusión. La confirmación de su al. 2006), Collie (Kathmann et al. po. Comienzan con una paresia y existencia se realiza a partir de la 2006), Pastor belga (Kathmann ataxia propioceptiva general con histopatología. En la médula es- et al. 2006), Schnauzer gigante signos de lesión de motoneurona pinal los cambios degenerativos (Kathmann et al. 2006), Mastiff superior (MNS) para los miem- son extensos y se localizan en (Kathmann et al. 2006), Borzoi bros pelvianos, que progresa a los tractos ascendentes y des- (Kathmann et al. 2006), Gran un cuadro de debilidad con signos cendentes de todos los cordones danés (Polizopoulou et al. 2008) de motoneurona inferior (MNI) que medulares (Averill 1973; Griffiths y y Cavalier King Charles Spaniel finalmente termina comprometien- Duncan 1975; Coates et al. 2007). (Shafie 2013). Los gatos ocasio- do a los miembros torácicos y Sin embargo, son más prominen- nalmente se ven afectados por los nervios craneanos. Las razas tes en el cordón lateral, afectando MD (Mesfin et al. 1980). Si bien pequeñas con MDC tienen una el tracto espinocerebeloso dorsal, las razas de mediano y pequeño progresión más lenta en relación el corticoespinal, el reticuloespi- tamaño son raramente afecta- a las razas grandes. El esquema nal y el rubroespinal (Averill 1973; das, se ha comunicado un sus- de clasificación de signos clínicos Griffiths y Duncan 1975; Braund tancial número de perros Welsh incluye una primera etapa (6-12 y Vandevelde 1978; March et al. Corgi Pembroke con MDC, con meses) en la que se observa ata- 2009). Las lesiones en el cordón una prevalencia racial de 0.58% xia propioceptiva general progre- dorsal tienden a localizarse me- (Coates et al. 2007; March et al. siva en los miembros pelvianos, dialmente, en el interior del fascí- 2009). Otras razas pequeñas en paraparesia espástica y frecuen- culo grácil (Averill 1973; Griffiths y las que se ha detectado MDC temente asimétrica, deficiencias Duncan 1975; March et al. 2009). incluyen Cavalier King Charles en las reacciones posturales de También se han comunicado al- Spaniel (Shafie 2013), Fox terrier los miembros pelvianos, reflejos teraciones en el cordón ventral, pelo duro (Coates et al. 2007) y un miotáticos intactos (aunque el pa- situados principalmente alrede- Caniche miniatura (Matthews y de telar puede estar disminuido/au- dor de la fisura ventromediana Lahunta 1985). La alta prevalen- sente), y ausencia de hiperestesia (Shafie 2013). Las lesiones en la cia de MDC en razas específicas espinal. En la segunda etapa (9- sustancia gris son moderadas. sugiere que existe un factor gené- 18 meses) se observa una leve a Se ha comunicado la presencia tico que desempeñe un rol signi- moderada pérdida de masa mus- de astrogliosis y cromatólisis en ficativo en la etiología (Coates et cular en los miembros pelvianos, el núcleo torácico y en el núcleo al. 2007). reflejos reducidos a ausentes, del tracto espinocerebeloso dor- MDC se asocia tradicionalmen- paraparesia/plejía no ambulatoria sal (columna de Clark) (Johnston te con perros adultos o viejos, y, en ocasiones, incontinencia uri- et al. 2000). La descripción de las aunque hay una gran variación naria y fecal. La tercera etapa (14- lesiones denota una degenera- en la comunicación de las eda- 24 meses) se manifiesta por debi- ción axonal segmentaria y mielí- des de aparición, desde los 6 lidad en los miembros torácicos, nica asociada (Coates y Wininger meses (Longhofer et al. 1990) paraplejía flácida, ausencia de 2010), más que una degenera- hasta los 15 años (Cherubini et al. reflejos espinales y severa atrofia ción tipo walleriana, que implica 2008). Si bien existen unas pocas muscular en miembros pelvianos la fragmentación y disolución del NEUROVET | 75
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 axón en la zona distal al daño. La esta semejanza, mediante un ma- formación de agregados intrace- distribución longitudinal de las le- peo de asociación genómica se lulares, que le confieren propie- siones varía a medida que la en- identificó una mutación de senti- dades tóxicas (Nagai et al. 2001; fermedad progresa. En el Pastor do erróneo en el gen superóxido Rothstein 2009). Los mecanismos Alemán las lesiones longitudina- dismutasa 1 (SOD1). La muta- de ganancia tóxica de SOD1 que les son discontinuas, con áreas ción ocurre en el nucleótido 118 inducen la degeneración neuro- multifocales de fibras que mues- y predice una transición de G a nal permanecen desconocidos, tran pérdida de mielina y degene- A en el exón 2 (SOD1:c.118G>A) pero posiblemente involucren la ración axonal (Coates et al. 2007; (Awano et al. 2009; Adams et al. interacción de varias vías mole- Johnston et al. 2000). En el Welsh 2010). En los estudios realizados culares (Rothstein 2009), inclu- Corgi Pembroke y en otras razas hubo un considerable número de yendo el estrés del retículo en- pequeñas con MDC, las lesiones perros homocigotas para el alelo doplasmático, manifestado por son longitudinalmente continuas y mutante en los grupos controles la sobrerregulación de la proteína se presentan mejor definidas en el sin signos clínicos de MDC. Las disulfuro-isomerasa (PDI) (Long interior de los cordones medula- observaciones genéticas coinci- et al. 2012; Chang et al. 2018) y res (Matthews y de Lahunta 1985; den con la característica de una por la alteración de la expresión March et al. 2009). Su extensión penetrancia incompleta, y la pro- de los niveles de transportado- es mayor en comparación a las babilidad que la enfermedad se res de monocarboxilato, implica- razas grandes (March et al. 2009). transmita en forma autosómica dos en el suministro de energía Los perros más severamente recesiva (Awano et al. 2009). Otro a las neuronas por parte de los afectados muestran una degene- estudio realizado en Welsh Corgi oligodendrocitos (Golubczyk et ración axonal significativamente Pembroke con MDC identificó un al. 2019). No existe tratamiento mayor en los segmentos medula- gen modificador, SP110 (proteí- en la actualidad para MDC, aun- res torácicos, con progresión ha- na de cuerpo nuclear 110), que que se reconoce que la fisiatría cia las regiones cervical y lumbar incrementa fuertemente el riesgo y la aplicación de los principios (March et al. 2009). En estudios de desarrollar la enfermedad en de la rehabilitación física pueden más recientes se pudo documen- los perros que son homocigotas contribuir a mejorar la calidad de tar la pérdida de motoneuronas para la mutación SOD1 (Ivansson vida de los perros afectados por medulares, por lo que este tras- et al. 2016). Otro estudio identificó MDC, aunque no influyen en el torno se podría clasificar como otra mutación SOD1 en un Boyero pronóstico a largo plazo (Coates una enfermedad de motoneurona de Berna con diagnóstico histo- y Wininger 2010). Recientemente (Ogawa et al. 2014; Golubczyk et patológico de MDC. La resecuen- se comunicó una marcada sobre- al. 2019). MDC se extiende más ciación de 5 exones SOD1 reveló rregulación de receptores canna- allá de la médula espinal, al me- una mutación en el nucleótido 52 binoides tipo 2 en la médula espi- nos en los estadios avanzados, que predice una transición de A a nal de perros con MDC asociada e involucra no solamente a los T (SOD1:c.52A>T) resultando en a la mutación SOD1, lo que indi- tractos medulares y a la MNI, sino una mutación de sentido erróneo caría la función neuroprotectora también a los axones de los ner- T18S en SOD1. En contraste al ale- del sistema endocannabinoide vios periféricos y a las miofibras lo SOD1:c.118G>A, que es muy en los trastornos neurodegene- (Awano et al. 2009; Shelton et al. frecuente en la población canina rativos (Fernández-Trapero et al. 2012). De este modo, la distribu- (se detectó en representantes de 2017). El pronóstico para la en- ción de las lesiones y la progre- al menos 124 razas o sus varie- fermedad es malo al largo pla- sión clínica de MDC resultan si- dades), el alelo SOD1:c.52A>T zo. Existen pruebas genéticas milares a los comunicados para parece estar restringido al Boyero comerciales disponibles para ciertos tipos de Esclerosis Lateral de Berna (Wininger et al. 2011; el diagnóstico de MDC, pero se Amiotrófica en los humanos, con Zeng 2013). En cualquiera de debe tener en cuenta que la ho- un inicio caracterizado por sig- los casos, la neurodegenera- mocigosis para el alelo mutante nos de MNS en los perros afec- ción resultante de los cambios indica solamente un aumento de tados, con posterior progresión conformacionales en la proteína riesgo de padecer la enferme- a signos de MNI (Brooks et al. SOD1 mutante se produce por dad. El diagnóstico definitivo se 2000; Coates et al. 2007; Coates la alteración de su actividad bio- realiza mediante histopatología y Wininger 2010). Para corrobar lógica y/o por la propensión a la (Coates y Wininger 2010). 76 | NEUROVET
NEUROLOGÍA | Enfermedades degenerativas primarias del sistema nervioso central. Parte 3 También se describieron otras evolución natural, las mutaciones condiciones, los trastornos de la Axonopatías Centrales-Periféricas genéticas subyacentes, la pre- autofagia se consideran como Distales asociadas a razas en un sencia o ausencia de acumula- uno de los mecanismos fisiopato- Husky de Alaska con ataxia, de- ciones de hierro en los núcleos de lógicos cruciales (Nixon 2013). bilidad generalizada y parálisis la base, y la edad de inicio de los La autofagia, que es parte de la laríngea (Wakshlag y de Lahunta signos clínicos (Hahn et al. 2015). homeostasis celular normal, está 2000); en perros Huntaway (Jolly Un cambio característico que involucrada en el recambio basal et al. 2000) y en un Montaña de permite distinguir histopatológica- constitutivo de los componentes los Pirineos (Wright y Brownlie mente la DNA de otros trastornos citosólicos, y se activa mediante 1985), que presentaban ataxia y/o es el esferoide axonal, que con- señales de estrés como la falta de paresia de los miembros pelvia- siste en una tumefacción locali- nutrientes o la oxidación. El pri- nos; y en perros de raza Labrador zada del axón con atrofia hacia mer paso en este proceso impli- que presentaron ataxia y parapa- la porción distal y degradación ca el secuestro de las organelas resia que progresó a tetraparesia mielínica secundaria (Sisó et al. dañadas, proteínas de larga vida e hipermetría, con tremores de in- 2006). Se localizan en la sustan- y agregados proteicos en vesícu- tención (Summers et al. 1995). cia gris, en la porción distal o pre- las de doble membrana denomi- terminal del axón, en proximidad nadas autofagosomas. La fusión a los cuerpos neuronales de la del autofagosoma y el lisosoma Distrofias neuroaxonales médula espinal y del tronco ence- permite la degradación y la pos- fálico (Lorenz et al. 2012; Montoliu terior liberación de aminoácidos El término Distrofia Neuroaxonal et al. 2012). Aunque inicialmente y otras moléculas al citoplasma (DNA) define a las alteraciones comprometen porciones localiza- (Fyfe et al. 2011). La autofagia es morfológicas del axón que con- das del axón, terminan afectan- especialmente importante para la ducen a su tumefacción, atro- do al cuerpo celular. Contienen homeostasis metabólica de célu- fia y/o degeneración (Graham y material celular degenerado (por las pos mitóticas como las neuro- Lantos 2002). Las DNAs pueden ejemplo, ribosomas y mitocon- nas, que tienen una alta demanda ser fisiológicas (relacionada al drias) y son, de forma caracte- energética (Nixon 2013). En base envejecimiento), secundarias a rística, no argirófilos. La degene- a las asociaciones genéticas y los diversas condiciones patológicas ración progresa hacia proximal, estudios experimentales corres- (por ejemplo traumáticas, vas- produciendo finalmente la muer- pondientes, la relevancia de esta culares, tóxicas, metabólicas, o te del cuerpo celular. Los sitios vía y su implicancia como diana incluso a otros trastornos neuro- que usualmente se hallan involu- terapéutica en el tratamiento de degenerativos como las enferme- crados son los cuernos dorsal y las enfermedades neurodege- dades de almacenamiento), o pri- ventral de sustancia gris medular, nerativas es un tema de actuali- marias. Estas últimas se asocian los núcleos del tronco encefáli- dad en neurociencia (Hahn et al. a un grupo raro y heterogéneo de co, la corteza del cerebelo y sus 2015). enfermedades neurodegenerati- núcleos profundos, y el tálamo. Aunque los signos clínicos en vas hereditarias, con manifesta- La sustancia gris cerebrocorti- las DNAs son generalmente cere- ciones clínicas y patológicas su- cal generalmente está preserva- belosos en esencia, estos trastor- perpuestas, en las que la que el da de lesiones (Sisó et al. 2006; nos se clasifican como neurode- principal componente patológico Cantile y Youssef 2016). En los generativos multifocales debido está representado por la distrofia humanos, los esferoides también a la distribución de las lesiones a neuroaxonal (Lucot et al. 2018). se encuentran en otras enferme- lo largo del SNC. Las DNAs pri- Se producen como consecuen- dades neurodegenerativas como marias han sido comunicadas cia de un defecto primario en los la esclerosis lateral amiotrófica, en la mayoría de las especies mecanismos de transporte axo- la enfermedad de Huntington, domésticas, incluyendo al perro nal (Sisó et al. 2006; Lorenz et al. Alzheimer, el Parkinson familiar (Clark et al. 1982; Cork et al. 1983; 2012; Montoliu et al. 2012). y la paraparesia espástica fa- Chrisman et al. 1984; Blakemore La nomenclatura de las DNAs miliar (Inoue et al. 1996; Wirths y Palmer 1985; Evans et al. 1988; primarias en los humanos es com- et al. 2007; Halliday et al. 2011; Sacre et al. 1993; Franklin et al. pleja, debido a la clasificación de Fink 2013; Marangoni et al. 2014; 1995; Bennett y Clarke 1997; Sisó los distintos subtipos en base a la Xiao et al. 2016). En todas estas et al. 2001; Nibe et al. 2007; Fyfe NEUROVET | 77
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