Reseña. Ciudadanía digital y desarrollo local. Experiencias y procesos de participación en la Unión Europea
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TERRA. Revista de Desarrollo Local e-ISSN: 2386-9968 Número 8 (2021), 791-795 DOI 10.7203/terra.8.21304 IIDL – Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local Reseña. Ciudadanía digital y desarrollo local. Experiencias y procesos de participación en la Unión Europea Elena Artés Naya AEDL del programa AVANT (Agència Valenciana Antidespoblament) earna@alumni.uv.es Esta obra se distribuye con la licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional
SECCIÓN RESEÑAS Reseña. Ciudadanía digital y desarrollo local. Experiencias y procesos de participación en la Unión Europea Resumen: En esta obra se analizan y valoran diferentes casos de implantación de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) y metodologías participativas en Europa. El autor reivindica su uso como herramienta con potencial para lograr una mayor participación social, si la tecnología se acompaña de un proceso de empoderamiento social que sea inclusivo. La implantación de estas herramientas en la gobernanza se muestra como un proceso aún incipiente, sobre el que urge abrir un debate para evitar su instrumentalización por parte de los poderes políticos. Palabras clave: Ciberdemocracia, Participación, Tecnología, Capital Informacional, NTIC, Movimientos Sociales, Desarrollo Local, E-Gobierno, Telecentro, Democracia Digital. Recibido: 30 junio de 2021 Devuelto para revisión: - Aceptado: 30 de junio de 2021 Referencia / Citation: Artés, E. (2021). Reseña. Ciudadanía digital y desarrollo local. Experiencias y procesos de participación en la Unión Europea. TERRA. Revista de Desarrollo Local, (8), 791-795. DOI 10.7203/terra.8.21304 Elena Artés Naya 792
Francisco Sierra Caballero CIUDADANÍA DIGITAL Y DESARROLLO LOCAL. EXPERIENCIAS Y PROCESOS DE PARTICIPACIÓN EN LA UNIÓN EUROPEA Barcelona (Esp). Ed. Biblioteca Nueva, Colección Minerva Monografías, 2019, 320 pp. Francisco Sierra Caballero es un contrastado investigador y divulgador sobre Teorías de la Comunicación, y Catedrático en Teoría de la Comunicación en la Universidad de Sevilla. En este libro, nos acompaña en un viaje que busca contrastar las teorías sobre la implantación de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) en los procesos de gobernanza y participación ciudadana, y la recopilación de diferentes experiencias llevadas a cabo en Europa recientemente. A través de sus 320 páginas y siete capítulos, el contraste le permite evaluar estas experiencias, analizando sus aportaciones, posibilidades y puntos de mejora. El autor busca romper con la idea de que la implantación de las NTIC es un proceso trazado al cual debemos sumarnos. Al contrario, defiende que la adopción de las NTIC como herramienta de gobernanza es un proceso que debemos pensar y transformar en común, y que puede llegar a ser una oportunidad de repensar la democracia, más allá de la realidad instituida. Por eso, la finalidad última de este libro es crear una memoria común y una sociabilización del conocimiento adquirido en este campo, para aumentar el Capital Social al respecto, y fomentar procesos sociales de creatividad. Para situarnos, en el capítulo uno, el libro repasa brevemente los planteamientos teóricos predominantes sobre los procesos de implantación de las NTIC en la Reseña. Ciudadanía digital y desarrollo local… gobernanza y ciber-democracia. Diferentes autores han apuntado que el entorno digital parece impulsar el aislamiento y atomización de los individuos, una vez superada la “cultura de masas”, y esto nos lleva a una crisis de representación política (Hardt & Negri, 2011), y un debilitamiento de los vínculos comunitarios. Desde el punto de vista de la Administración Pública, se observa que el planteamiento teórico que sigue prevaleciendo es el del paradigma informacional de gestión, estableciendo rígidos límites jurídicos e institucionales. Incluso los planes de acción para la inclusión digital se centran en facilitar el acceso a redes y sistemas, sin prestar atención a la participación y la apropiación social. Esto supone un peligro real de que las NTIC se conviertan en un instrumento justificativo para el poder político, en lugar de una herramienta que permita una mayor emancipación social. Esta emancipación necesita del contra-poder 793
que suponen los movimientos sociales, que resultan estratégicos porque son un agente movilizador que surge de lo socialmente latente, imaginario o simbólico, activando vínculos de confianza. Por tanto, ofrecen alternativas racionales a las normas establecidas, rechazando jerarquías rígidas y ofreciendo posibilidades de transformación social. La diversidad de visiones sobre cómo utilizar y potenciar las NTIC nos lleva a prácticas y expectativas totalmente diferentes. Esto es muy palpable a la hora de pensar la modernización tecnológica de la administración pública local, todavía incipiente. Para esto, en Atenas, Sevilla, Cosenza o Valencia se ha puesto en práctica la metodología EASW (European Awareness Scenario Workshop), que es un modelo para la solución de problemas del municipio en base a escenarios de futuro, teniendo en cuenta los diferentes actores locales. Así, se han podido observar grandes diferencias entre cómo perciben el potencial de las NTIC técnicos y políticos (instrumental y modernizador), y las demandas de la ciudadanía y organizaciones sociales, que las reclamaban como una herramienta de participación social. La Ciudad Digital, y la reinvención de los gobiernos locales en base a las NTIC, pasaría por aceptar e incorporar estas discrepancias, huyendo del modelo de “marketing urbano”, que utiliza la comunicación como una herramienta instrumental y accesoria, y garantizar la cogestión del proceso. Para que esta cogestión sea efectiva, resulta necesario que la sociedad adquiera Capital Informacional. Este tema se aborda en el capítulo dos, y se refiere a desarrollar una capacidad real como sociedad, material y aptitudinal, de utilizar las NTIC (Cees Hamelink). Para ello, deberíamos superar el actual modelo tecnocrático de implantación de las NTIC, pues dificulta su apropiación social. El capítulo tres se centra en el modelo de e-Gobierno, que a menudo se presenta como la herramienta que para superar la crisis de representatividad a la que nos hemos referido anteriormente. La UE ha planteado el e-Gobierno como una herramienta práctica para mejorar la gobernabilidad, basada en tres niveles: el nivel tecnológico, el socioeconómico y el institucional comunitario, y siguiendo los principios de eficacia y transparencia. Así, observamos que cuando un municipio se plantea el reto de la democratización electrónica, se marca objetivos relacionados con la modernización administrativa, la calidad de la atención, y la transparencia. Sin embargo, y basándonos en los resultados del proyecto CITIZ@MOVE,1 cabría reclamar igualmente la incorporación del e-Gobierno como una herramienta que permita la descentralización, garantizando la cogestión ciudadana mediante apertura al cambio social y el fomento de la participación en las decisiones, con inversiones en formación y alfabetización digital que garanticen la inclusión digital, evitando la exclusión social por falta de aptitudes tecnológicas. Sería igualmente esencial la coordinación y la articulación de redes ciudadanas, uno de los principales obstáculos del e-gobierno según las experiencias de la red CITIZ@MOVE. Solamente teniendo en cuenta estas reivindicaciones será posible que el e-Gobierno resulte una aportación cualitativa para la democracia, que ayude a superar la crisis de legitimidad y representatividad actual. 1 CITIZ@MOVE fue un proyecto de investigación aplicada en red, dirigida a sistematizar experiencias, conocer la realidad de la incorporación de la NTIC al espacio social y definir los procesos de apropiación ciudadana. Se busca proponer la realización de actividades como facilitar el acceso a Internet de la ciudadanía, dinamizar la cultura local, mayor integración de la población migrante y la creación de nuevas Elena Artés Naya redes ciudadanas y alianzas. Como resultado, el proyectó procuró identificar la infraestructura y el uso real en cada administración municipal, conocer percepciones y demandas en torno a la ciberdemocracia, y determinar las propuestas políticas y estrategias de las organizaciones sociales sobre la participación. 794
En cuanto a herramientas concretas, en el capítulo cuatro se abordan los telecentros como instrumento fundamental para el empoderamiento social efectivo, pues son esenciales para evitar la exclusión social de colectivos tradicionalmente marginados, y tienen potencial para fortalecer redes civiles, crear comunidades y activar la participación, si estuvieran debidamente dinamizadas por el personal a cargo. Sin embargo, las experiencias analizadas muestran que los telecentros tienen aún mucho potencial por explorar en este sentido. En cualquier caso, en el análisis de casos de buenas prácticas sobre la implantación del gobierno digital, recogidos a través del proyecto URBACT (Sevilla, Valencia, Atenas, Graz y Cosenza) que se presenta en el capítulo cinco, la conclusión principal es que la participación a través de las NTIC se ha demostrado complementaria a la participación presencial. En el capítulo seis se abordan los principales retos para la efectiva constitución de una nueva sociedad civil basada en la democracia electrónica local. Existen cinco desafíos principales a enfrentar: la escala (cómo escuchar y contestar a la ciudadanía), el desarrollo de una ciudadanía activa y competente para debatir y participar en las decisiones del municipio, la garantía de coherencia, y la evaluación y el compromiso por parte de la administración pública local. Estos retos de la ciudad-red pueden ser una primera oportunidad de cambiar la lógica de los poderes públicos políticos (cortoplacista) por las lógicas de participación. De nuevo, esta oportunidad solo será real si la sociedad concibe la implantación de las NTIC como herramienta política, no solo digital, para el desarrollo de una ciudadanía activa que permita aprovechar su potencial. Este es un asunto que se volverá a tratar en el capítulo siete, cuando se plantea qué debería ser la ciberdemocracia para la sociedad, usándola como un concepto que nos permite explorar nuevos espacios de esperanza frente a la lógica capitalista y neoliberal. En definitiva, para el autor, la ciberdemocracia y la implantación de las NTIC en la política deberían ser una oportunidad histórica desde el punto de vista de la ciudadanía de empoderarse y de crear relaciones con otras comunidades, mediante la apertura y el vínculo que puede facilitar la tecnología. El éxito de la ciberdemocracia dependerá de esta ciudadanía activa, que logre mantener un espíritu de insubordinación en la era digital, porque el futuro digital debe crearse socialmente. Elena Artés Naya AEDL del programa AVANT (Agència Valenciana Antidespoblament) Reseña. Ciudadanía digital y desarrollo local… 795
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