FIBRILACIÓN AURICULAR EN ATENCIÓN PRIMARIA (AFIP) - EL TRATAMIENTO DE LA FIBRILACIÓN AURICULAR MÁS CERCA DE LAS GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Una ...
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FIBRILACIÓN AURICULAR EN ATENCIÓN PRIMARIA (AFIP) EL TRATAMIENTO DE LA FIBRILACIÓN AURICULAR MÁS CERCA DE LAS GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Una herramienta para profesionales de atención primaria INTERNATIONAL www.afa-international.org
CONTENIDO: Presentación de la herramienta AFIP 1 Impacto de la fibrilación auricular (FA) 3 ¿Por qué la atención primaria es tan importante? 3 Perfil típico de un paciente con FA 3 Objetivos del tratamiento de la FA 4 Diagnóstico 4 Derivación del paciente al especialista 4 Atención médica urgente 4 Algoritmo general para el manejo de la FA 5 Tratamiento anticoagulante 6 Control de la frecuencia y ritmo cardiacos 7 Empoderamiento del paciente 8 Referencias 9
PRESENTACIÓN DE LA HERRAMIENTA AFIP Estimados colegas, La fibrilación auricular (FA) constituye un problema de salud pública urgente y en continuo aumento. La FA es la alteración sostenida del ritmo cardiaco con mayor incidencia en todo el mundo y supone una enorme carga para los enfermos, sus familias y los sistemas de salud. Los médicos de atención primaria (MAP) tienen un papel primordial en la detección y el manejo inicial de la FA. Sin embargo, la limitación de tiempo en la consulta y la extensión de las guías de práctica clínica (GPC) pueden dificultar el diagnóstico y el tratamiento de esta entidad. En la campaña AF AWARE (Atrial Fibrillation AWareness And Risk Education), cuyo objetivo es reducir la carga de esta enfermedad, se ha reunido a un grupo de expertos para explorar los retos de la adhesión a las recomendaciones de las GPC para el manejo de la FA e identificar métodos de intervención, partiendo del reconocimiento de que existe una necesidad, particularmente a nivel de atención primaria, de asistir al médico en las primeras fases de la detección y manejo de la FA. Esta nueva ‘AFIP’ es una guía simple y práctica que ha sido diseñada para uso en atención primaria como complemento de las guías europeas y norteamericanas, de forma que éstas sean más accesibles para el médico. Nuestra intención no ha sido elaborar una guía exhaustiva sino proporcionar un resumen general de las guías más recientes y señalar los objetivos más importantes del manejo de la FA. Esperamos que la guía AFIP te resulte una herramienta útil. Comité Directivo de AF AWARE AFIP Dr. Carlos Brotons, Coordinador Unidad de Investigación, CAP Sardenya, Instituto de Investigaciones Biomédicas Sant Pau, Barcelona, España Professor John Camm, Catedrático de Cardiología Clínica, St George’s University, Londres, Reino Unido Professor Gregory Lip, Catedrático de Medicina Cardiovascular, University of Birmingham Centre for Cardiovascular Sciences, City Hospital, Birmingham, Reino Unido Professor Kathryn Taubert, Directora Científica, Federación Mundial del Corazón, Ginebra, Suiza La campaña AF AWARE ha finalizado y las tres organizaciones participantes se encargan de distribuir los materiales a través de sus propios canales. Las actividades de la Federación Mundial del Corazón relativas a la FA se desarrollan en el marco del programa Global AF Action (GAFA) como parte de la campaña 25x25. 1
FIBRILACIÓN AURICULAR EN ATENCIÓN PRIMARIA (AFIP) EL TRATAMIENTO DE LA FIBRILACIÓN AURICULAR MÁS CERCA DE LAS GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Una herramienta para profesionales de atención primaria La guía AFIP ha sido aprobada por: Günter Breithardt, MD, EFESC, FACC, FHRS, Catedrático Emérito de Medicina (Cardiología), Universidad de Münster, Alemania Bernard J. Gersh, MB, ChB, D.Phil, FRCP Catedrático de Medicina del Mayo Clinic College of Medicine, Director del Servicio de Enfermedades Cardiovasculares y Medicina Interna, Mayo Clinic, Minnesota, EE UU Professor Paulus Kirchhof, Director de Medicina Cardiovascular, University of Birmingham Centre for Cardiovascular Sciences, City Hospital, Reino Unido, y Departamento de Cardiología y Angiología, Universidad de Münster, Alemania Dr Jonas Oldgren, Profesor Asociado de Cardiología, Uppsala Clinical Research Center, Universidad de Uppsala, Suecia Henry Purcell MB PhD, Senior Fellow en Cardiología, Departamento de Cardiología, Royal Brompton Hospital, Londres, Reino Unido; Editor, British Journal of Cardiology Mellanie True Hills, Fundadora y Directora Ejecutiva, American Foundation for Women's Health y StopAfib.org, Dallas-Fort Worth, EE UU. La guía AFIP ha sido aprobada además por las siguientes organizaciones: INTERNATIONAL INTERNATIONAL www.afa-international.org www.afa-international.org 2
IMPACTO DE LA FIBRILACIÓN AURICULAR (FA) La FA es la alteración sostenida más común del ritmo cardiaco en todo el mundo, con una estimación de nueve millones de personas afectadas en Europa y EE UU, cifra que previsiblemente seguirá aumentado1,2. La FA conlleva un aumento de 4–5 veces de riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) y se asocia a un alto riesgo de complicaciones cardiovasculares y hospitalización1. Los pacientes con FA también sufren una pérdida importante en su calidad de vida (CdV)4. Se ha estimado que la FA afecta al 0,5% de la población de 50 años de edad, sin embargo, su incidencia aumenta al 9% en las personas mayores de 80 años5. Los ACV asociados a FA son más graves que los accidentes isquémicos de otro origen y, como consecuencia de ello, el riesgo de muerte por ACV secundario a FA se duplica y los costes sanitarios aumentan 1,5 veces1. Se estima que el coste de la FA para los sistemas de salud es de 3.000 € por año/paciente, alcanzando una suma total de prácticamente 13,5 mil millones de euros solo en Europa6. Aparte de la carga soportada por los sistemas de salud, la FA tiene otros costes indirectos derivados de la rehabilitación y la pérdida de trabajo, tanto en términos de baja por enfermedad como por jubilación anticipada7. ¿POR QUÉ LA ATENCIÓN PRIMARIA ES TAN IMPORTANTE? La FA puede ser diagnosticada y tratada por distintos profesionales de la salud; sin embargo, debido a que los pacientes no diagnosticados (y en ocasiones asintomáticos) acuden con frecuencia a los centros de salud por comorbilidades comunes, los médicos de atención primaria (MAP) tienen una oportunidad única para buscar activamente e identificar a pacientes con FA. Mediante el cribado oportunista o directo de los pacientes de alto riesgo podemos prevenir a la larga casos evitables de ACV y otras complicaciones cardiovasculares8. Además de su papel en el cribado de la FA, los MAP tienen un papel importante en las fases iniciales del manejo de esta entidad. PERFIL TÍPICO DE UN PACIENTE CON FIBRILACIÓN AURICULAR Los síntomas típicos de la FA son palpitaciones, dolor de pecho, mareo, fatiga, apnea del sueño y ansiedad. Debido a que alrededor de un tercio de los casos son asintomáticos1, el médico debe prestar especial atención a las comorbilidades y factores de riesgo típicamente asociados a la FA (figura 1). Figura 1: La presencia de comorbilidades y factores de riesgo asociados a la FA pueden ayudar al médico a evaluar el riesgo de pacientes individuales 3
OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO DE LA FA Los objetivos generales del tratamiento de la FA son reducir la morbimortalidad y mejorar la calidad de vida. Estos objetivos deben perseguirse de forma paralela, particularmente en los casos de FA de nueva detección. • La prevención de complicaciones asociadas a la FA se basa en el tratamiento antitrombótico, el control de la frecuencia ventricular y el adecuado tratamiento de enfermedades cardiacas concomitantes • El tratamiento de los síntomas (si no mejoran con el control de la frecuencia cardiaca) puede justificar la indicación de otras intervenciones para el control del ritmo cardiaco, como cardioversión, fármacos antiarrítmicos, ablación o cirugía. La FA es una entidad compleja y requiere tratamiento individualizado; la elección del tratamiento óptimo debe estar basada en la evaluación de las características individuales y comorbilidades del paciente9. Hay que señalar que las diferencias entre las distintas GPC reflejan, en gran medida, las variaciones en la normativa y otros aspectos médico-legales de distintos contextos de práctica clínica y elaboración de las GPC, más que en diferencias en la interpretación de la evidencia científica. Entre las GPC disponibles se incluyen: • ESC 20101 • ACC/AHA/ESC 2006,10 • ACCF/AHA/HRS Focused Update 201111 y su actualización Dabigatran12 • Consolidated ACC/AHA/ESC 2006 Guidelines y su actualización ACCF/AHA/HRS 201113 • Canadian Cardiovascular Society 201014 • ACC/AHA/ESC 20066,10 Nota: Los fármacos mencionados en esta guía aparecen referenciados en una o más de las guías mencionadas antes. No están incluidos todos los tratamientos disponibles para esta entidad. DIAGNÓSTICO En pacientes con síntomas potenciales de FA y pacientes con riesgo, la palpación manual del pulso de forma rutinaria tiene un papel importante en la detección de la FA15. Un pulso irregular debe levantar sospechas de presencia de FA y requiere la realización de un electrocardiograma (ECG) para el diagnóstico de dicha entidad. Cualquier arritmia con las características electrocardiográficas de FA, que dura el tiempo suficiente para ser documentada en un ECG de 12 derivaciones, o como mínimo 30 segundos en el trazado del ECG (tiras de ritmo), debe ser considerada como FA1. El ECG (bien sea ECG de 12 derivaciones, telemetría en la cama o Holter ambulatorio) puede servir para excluir otros diagnósticos y determinar la presencia de causas subyacentes6,16. Se recomienda que, tras el diagnóstico de FA, todos los pacientes se sometan a un examen médico exhaustivo, que incluya historia clínica y exploración física, ECG y pruebas básicas de laboratorio. En la mayoría de los casos puede ser útil realizar un ecocardiograma. La identificación de la causa subyacente de la FA es una parte importante de la investigación inicial para identificar los factores de riesgo de FA, cuyo tratamiento puede reducir o eliminar la ocurrencia de nuevos episodios y/o mejorar la evolución general del paciente16. El MAP debe examinar la función tiroidea y considerar la posibilidad de enfermedad cardiaca/cardiovascular subyacente. DERIVACIÓN DEL PACIENTE AL ESPECIALISTA En los casos en los que cualquiera de las siguientes preguntas tenga una respuesta afirmativa, el paciente debe ser referido a consulta con un especialista: 1. ¿Existe alguna duda sobre la necesidad de tratamiento anticoagulante (por ej., CHADS2 = 0 o CHA2DS2–VASc =1)? 2. ¿Existe alguna duda de que el ritmo electrocardiográfico sea FA? 3. ¿Se trata de FA de reciente aparición ( 120 lpm]), los pacientes con signos de ataque isquémico transitorio o ACV y los pacientes con insuficiencia cardiaca requieren atención médica urgente. 4
ALGORITMO GENERAL PARA EL MANEJO DE LA FA ¿El paciente requiere atención médica urgente? Síntomas Comorbilidades sugestivos sugestivas Pulso irregular ECG Fibrilación auricular ¿El paciente requiere atención urgente? Referir Anticoagular si CHADS2 ≥ 1 o CHA2DS2–VASc ≥ 2 Control de la frecuencia cardiaca ¿El paciente requiere opinión o atención especializada? Referir Seguimiento Figura 2: Un algoritmo general para el manejo de la FA 5
TRATAMIENTO ANTICOAGULANTE Se ha demostrado que el tratamiento anticoagulante reduce la mortalidad relacionada a la FA1. A pesar de ello, un porcentaje de pacientes con FA (aprox. 50%) recibe tratamiento subóptimo7,17. Incluso los pacientes en los que se aplica una estrategia para el control del ritmo cardiaco mantienen el riesgo de ACV – no debe suspenderse la anticoagulación de forma indiscriminada. Además, el riesgo de ACV es independiente del tipo de FA (paroxística, persistente o permanente), pero depende de los factores de riesgo de ACV (que están cuantificados en las escalas de riesgo). La escala de riesgo CHA 2 DS 2 -VASc* (figura 3) 1,18 es una versión perfeccionada de la CHADS 2 , porque integra otros factores de riesgo comunes de riesgo de ACV. La versión revisada refleja el concepto de que el riesgo de ACV es un proceso continuo y que la categorización tradicional de riesgo ‘bajo’, ‘moderado’ o ‘alto’ tiene un valor predictivo muy limitado 1. En base a la escala CHA 2 DS 2 -VASc, los pacientes con una puntuación ≥2 deben recibir un anticoagulante oral (AO); los pacientes con 1 punto deben recibir tratamiento antitrombótico con un AO o 75–325 mg/día de aspirina (preferiblemente AO); y los pacientes con puntuación 0 pueden ser tratados con aspirina o no recibir tratamiento antitrombótico (esta opción es preferible). Escala basada en factores de riesgo y expresada por el sistema de puntuación de la escala CHA 2 DS 2 -VASc Factor de riesgo Puntuación Insuficiencia cardiaca congestiva/disfunción ventricular izquierda 1 Hipertensión 1 Edad ≥ 75 2 Diabetes mellitus 1 ACV / ataque isquémico transitorio/ tromboembolismo 2 Enfermedad vascular 1 Edad 65-74 1 Sexo (mujer) 1 Puntuación máxima 9 Figura 3: Escala CHA2DS2-VASc, basada en el estudio de Lip GY, et al18. Adviértase que la puntuación máxima es 9 ya que la edad puede contribuir con 0, 1 o 2 puntos. Aunque en distintas guías se utilizan diferentes escalas de riesgo, en términos generales, las recomendaciones son muy similares1,6: • La anticoagulación debe estar basada en los riesgos absolutos de ACV y hemorragia, y en la relación riesgo - beneficio para el paciente • Debe considerarse el tratamiento anticoagulante en pacientes con FA y al menos un factor de riesgo de ACV, siempre que no existan contraindicaciones. • En estos pacientes, se recomienda tratamiento con un AO, como un antagonista de la vitamina K (AVK, como la warfarina) o dabigatrán etexilato - Debe ajustarse la dosis de AVK hasta alcanzar el objetivo terapéutico de una razón internacional normalizada (INR) de 2– 3, excepto cuando existan contraindicaciones; durante el inicio del tratamiento el paciente debe ser monitorizado cada semana, y mensualmente cuando la anticoagulación se estabilice (para los pacientes con FA y válvula protésica, el objetivo de la anticoagulación debe ser una INR de al menos 2,5, o al menos 2,0 para los que tengan prótesis aórticas.** Para estos pacientes, se recomienda únicamente un AVK, debido a que el dabigatrán etexilato no está autorizado para pacientes con válvulas cardiacas artificiales). - Normalmente la dosis de dabigatrán es de 150 mg/12 h, pero en pacientes con riesgo potencial de sangrado (puntuación HAS-BLED ≥ 3), debe considerarse una dosis de 110 mg/12 h.** - Las guías de la ESC reconocen que en los pacientes con un solo factor de riesgo (no importante) es aceptable la administración de aspirina (75–325 mg/día), aunque es preferible el uso de un AO1. • Las guías ACC/AHA/ESC recomiendan 81–325 mg diarios de aspirina como alternativa a los AVK en pacientes de bajo riesgo (FA aislada), o cuando existan contraindicaciones a la anticoagulación oral6. En las guías de la ESC se prefiere dejar sin tratamiento antitrombótico (comparado con aspirina) a los pacientes con FA aislada confirmada, fundamentalmente pacientes con una puntuación CHA 2 DS 2 -VASc = 0 1. • Para pacientes con un control deficiente de la anticoagulación o con serias dificultades para alcanzar el control de la INR, el uso de nuevas terapias puede ser apropiado. * Las siglas CHA 2 DS 2 -VASc (del inglés) se refieren a insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión, edad ≥75 años (doble), diabetes, ictus (doble), enfermedad vascular, edad 65–74 años y sexo (mujer). ** Para más información consulte el texto completo de las guías de práctica clínica. 6
Alternativas al tratamiento con antagonistas de la vitamina K El dabigatrán etexilato, un inhibidor directo de la trombina, está disponible en la UE y países como EE UU, Canadá, Japón, etc. para la prevención de los ACV en pacientes con FA, y en las guías más recientes se considera como una alternativa a los AVK en pacientes que no presenten contraindicaciones1,12. En la actualidad se están desarrollando otros fármacos para la misma indicación, los cuales podrían ofrecer algunos beneficios a los pacientes en términos de conveniencia. Además, el tratamiento con clopidogrel y aspirina puede estar indicado en los casos en los que el tratamiento con AVK no sea adecuado1,11. La decisión de instaurar tratamiento anticoagulante debe basarse siempre en los riesgos absolutos de ACV y hemorragia, y en el riesgo / beneficio relativos para un paciente. La nueva escala de riesgo HAS-BLED es una herramienta sencilla y práctica que nos permite evaluar el riesgo hemorrágico individual y puede ayudar a tomar decisiones clínicas sobre el tratamiento antitrombótico en pacientes con FA19. Una puntuación ≥ 3 indica un riesgo alto y requiere precaución con el uso de fármacos antitrombóticos; se recomienda la revisión periódica, el manejo de los factores corregibles de riesgo y la educación del paciente. Letra Característica clínica (de las siglas en inglés) Puntos obtenidos H Hipertensión 1 A Función renal y hepática anormal (‘Abnormal’; 1 punto cada una) 1o2 S Ictus (‘Stroke’) 1 B Historia o predisposición al sangrado (‘Bleeding’) 1 L INR lábil (‘Labile’; si el paciente está tomando un AVK) 1 E Edad avanzada (‘Elderly’; edad > 65 años) 1 Fármacos (‘Drugs’; aspirina o AINE) concomitantes, o D 1o2 abuso/exceso de la ingesta de alcohol (1 un punto cada uno) Máximo 9 puntos Figura 4: Escala de riesgo hemorrágico HAS-BLED1,19 CONTROL DE LA FRECUENCIA Y RITMO Los objetivos del control de la frecuencia y ritmo cardiacos son mejorar los síntomas y los resultados clínicos, como los eventos CV; sin embargo, estos objetivos no implican necesariamente la eliminación de todos los episodios de FA20. Para pacientes con FA sintomática de varias semanas de duración, el tratamiento inicial puede ser la anticoagulación y el control temporal de la frecuencia, mientras que el objetivo a largo plazo es restaurar el ritmo sinusal6. Las distintas opciones iniciales de tratamiento no son mutuamente excluyentes y la decisión está condicionada en gran medida por los síntomas y centrada en el paciente. Generalmente, la estrategia de control de la frecuencia es más adecuada para pacientes mayores (> 65 años de edad), pacientes con enfermedad coronaria o pacientes en los que el tratamiento antiarrítmico está contraindicado. La estrategia de control del ritmo cardiaco puede ser más adecuada para pacientes sintomáticos, pacientes más jóvenes, o aquéllos que se presentan por primera vez con FA aislada o con FA secundaria a un factor precipitante tratado / corregido. Los pacientes con FA de aparición reciente (< 6 meses) y síntomas deben ser referidos a consulta con especialista para que se determine la estrategia más adecuada (control del ritmo o de la frecuencia), que estará dictada por los síntomas, la duración de la arritmia y la presencia de alguna enfermedad subyacente como causa o consecuencia de la FA. La derivación al especialista para guiar el control del ritmo o la frecuencia no debe retrasar la decisión de instaurar tratamiento anticoagulante. En caso de que el tratamiento para el control de la frecuencia o el ritmo no tiene éxito, puede ser necesario un tratamiento alternativo20. Normalmente hacen falta medicamentos antiarrítmicos con efectos sobre el control de la frecuencia6. Las guías de la ESC sugieren que se intente en primer lugar el control de la frecuencia, ya que los ensayos clínicos no han demostrado beneficios en la mortalidad mediante el control del ritmo cardiaco, comparado con el control de la frecuencia1,21,22. Para los pacientes que siguen sintomáticos a pesar de haberse intentado distintos tratamientos antiarrítmicos, y en los que el control del ritmo cardiaco es deseable, debe considerarse la consulta de un especialista para tener una opinión experta sobre alternativas de manejo, como la cardioversión16. En las guías también se reconoce que en algunos pacientes hay que considerar un tratamiento precoz para el control del ritmo cardiaco. Control de la frecuencia – Los bloqueadores beta o los antagonistas del calcio limitadores de la frecuencia son la monoterapia inicial preferida para todos los pacientes5,20. Si fuera necesario, puede añadirse digoxina (también llamada digital) como fármaco de segunda línea, aunque en los pacientes mayores y en los sedentarios la monoterapia con digoxina podría ser suficiente. En la actualización de la guía ACCF/AHA/HRS se afirma que el control moderado de la frecuencia (< 100 lpm) puede ser una estrategia razonable en los pacientes con FA permanente, ya que el control estricto no es beneficioso y es menos conveniente.11 La guía de la 7
ESC coincide en esto, añadiendo que puede ser necesario un control más estricto de la frecuencia si persisten los síntomas1. Tratamientos para el control de la frecuencia Bloqueadores beta Atenolol, Bisoprolol, Metoprolol Antagonistas de los canales de calcio no dihidropiridínicos Diltiazem, Verapamilo Glucósidos digitálicos Digoxina, Digitoxina* Otros Amiodarona Figura 5: Tratamientos para el control de la frecuencia – La elección de fármacos depende del estilo de vida del paciente y de la enfermedad subyacente 1,6,20 Control del ritmo – Los fármacos antiarrítmicos pueden utilizarse para mantener el ritmo sinusal, pero, en general, no deben administrarse en pacientes asintomáticos (o en los que los síntomas desaparecen tras el control adecuado de la frecuencia); normalmente, deben ser prescritos por primera vez por un especialista. Debido a las contraindicaciones y precauciones asociadas al tratamiento antiarrítmico, las consideraciones sobre seguridad, más que la eficacia, son primordiales en la elección de un agente antiarrítmico.1 Los fármacos antiarrítmicos incluyen: amiodarona, disopiramida, dofetilida (solo en EE UU), dronedarona, flecainida (/XL), propafenona (/SR) y [d,l] sotalol1,6,20. Tratamientos para el control del ritmo Bloqueadores multicanal Amiodarona, Dronedarona Bloqueadores de los canales de potasio Dofetilida (solo en EE UU) Bloqueadores de los canales de sodio Disopiramida, Flecainida, Propafenona (/SR), [d,l]sotalol Figura 6: Tratamientos para el control del ritmo – La elección de fármacos depende de la enfermedad subyacente1,6,20 Además de los tratamientos farmacológicos, el especialista puede ofrecer al paciente otras alternativas para el manejo de su enfermedad, como la ablación por catéter, cirugía o la oclusión / cierre de orejuela auricular izquierda. EMPODERAMIENTO DEL PACIENTE “ Una encuesta sobre la percepción del paciente respecto a la FA reveló que el 61% cree que la FA no es grave y el 47% desconocía que la FA ” predispone a sufrir un ictus25 Como es sabido, el empoderamiento del paciente mediante su participación en el proceso de toma de decisiones y establecimiento de objetivos terapéuticos mejora los resultados clínicos23. A pesar de ello, un número elevado de pacientes tiene un escaso conocimiento de la FA, su tratamiento y los riesgos asociados a esta entidad24,25. Una encuesta internacional sobre la percepción de pacientes y cardiólogos respecto a la FA reveló que los médicos creen que la calidad de la información proporcionada a los pacientes con FA es deficiente cuando se compara con la información sobre otras enfermedades comunes. Es evidente que es necesario apoyar al paciente mediante su educación y mejorar la comunicación entre el profesional de la salud y el paciente24. 8
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