Casas de niñas y niños: una apuesta por el desarrollo integral y la participación familiar en la infancia

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Casas de niñas y niños: una apuesta por el desarrollo integral y la
                       participación familiar en la infancia
El Programa “Casas de niñas y niños” desarrollado por la Liga Española de la Educación y la Cultura
Popular es un programa financiado gracias a la solidaridad de las personas contribuyentes que
marcan Fines Sociales cuando hacen su declaración de la Renta. Su objetivo es doble, por un lado,
persigue contribuir al desarrollo integral de las niñas y de los niños y por otro promueve la
participación familiar en sus procesos educativos, fomentando de esta manera, espacios conjuntos
de convivencia y aprendizajes positivos, a favor de los derechos de la Infancia.

Entrevistamos a Rosa Martínez, Secretaria del área de Infancia y Familia de la LEECP y responsable
del programa “Casas de niñas y niños”.

¿Con qué finalidad se pone en marcha este programa todos los años?

Nuestros proyectos de infancia en el ciclo 0-3, parten de la idea que la educación debe proporcionar
experiencias e interacciones con el mundo social y físico de forma ajustada a la edad de los niños y las
niñas, siguiendo unos principios pedagógicos acordes con su desarrollo evolutivo, por ello nuestra
educación infantil tiene mucho de “educación” y de “infantil”. De educación, porque apostamos por
su reconocimiento como etapa educativa, y lo hacemos convencidos de la bondad de una lógica, que
una vez conquistada, nunca se debe de abandonar. De infantil, porque somos conscientes que a los
niños y a las niñas les queda una larga vida por delante, y que cada edad tiene sus retos, pero los de
las primeras edades los consideramos tan fascinantes, que no queremos que se los pierdan.

Las Casas de Niñas y Niños desarrollan un programa educativo en el que la colaboración y la
participación de todos los adultos responsables de la educación de los niños y las niñas es
fundamental para dar coherencia a la labor educativa en casa y en el centro. También son centros
educativos dinamizadores de la vida de la comunidad en la que se encuentran, y muy especialmente,
de los agentes que atienden al colectivo infantil. Así mismo, son centros que trabajan por la
sensibilización de los Derechos de la Infancia, recogidos en la Convención sobre los Derechos del
Niño, y que son la base de la educación promovida por nuestra entidad.

Por tanto, Los objetivos del programa de las Casas de Niñas y Niños de la LEECP, se sustentan en tres
grandes ejes:

    1.-Proyecto de Educación Infantil de 0 a 3 años: Los niños y niñas investigan, descubren, juegan,
    aprenden, se relacionan, participan en un grupo y desarrollan todas sus potencialidades…

    2.-Proyecto socio- familiar: Constituyéndose como lugar de encuentro, participación y apoyo,
    dónde intercambiar mutuamente (familias y equipo educativo) orientación para la educación y
    desarrollo de los hijos e hijas. Todo esto a través de Escuelas de familias, charlas – café, proyectos
    de trabajo socio-familiares, talleres, participación en las actividades del centro…).
3.-Proyecto Comunitario: Las Casas de Niñas y Niños son espacios educativos abiertos a la vida en
    la comunidad. Se persigue que los niños y las niñas se relacionen con su entorno de manera
    activa, implicando y sensibilizando a los diferentes agentes sociales de la comunidad a favor de la
    infancia.

¿A quién va dirigido este programa?

El programa de Casas de Niñas y Niños está dirigido al 1º ciclo de educación infantil (0 a 3 años).
Cuenta con dos tipos de desarrollos organizativos:
     Sin servicio de comedor. Donde la atención educativa a los niños y niñas se realiza en horario
        de mañana de 9:00 a 13:00, aunque el horario de educadores y educadoras se prolonga para
        realizar el trabajo en equipo y con las familias.
     Con servicio de comedor y horarios ampliados. En estos casos, la atención educativa es más
        extensa, considerándose el horario de 9:00 a 16:00, y ofreciendo la posibilidad a las familias
        de ampliaciones horarias de mañana y tarde, que les ayuden a conciliar sus horarios laborales
        y familiares. Todo ello con un límite de tiempo de estancia de los niños y niñas, que no debe
        exceder en ningún caso de un margen razonable.

Por ello, en función de estas dos fórmulas de organización, los usuarios de este servicio tienen
características diferentes. En el primer caso, el programa se destina a niños y niñas cuyas familias no
trabajan fuera de casa o tienen un apoyo de su familia en el cuidado de los hijos e hijas (abuelos/as,
hermanos/as…). En la segunda opción, los niños y las niñas que acuden, sus familias son trabajadoras
que precisan de los servicios de comedor y horarios ampliados en la atención de sus hijos e hijas.

Además, como decíamos en la anterior pregunta, es un programa dirigido a los niños y niñas de 0 a 3
años y también a sus familias, complementando y orientando su labor educativa, mediante escuela
de padres y madres, charlas-café, tutorías…

¿En qué comunidades autónomas se desarrolla?

Las comunidades autónomas en las que se desarrolla el programa de Casas de Niños y Niñas son
Castilla León, Extremadura y Andalucía. Están ubicadas en poblaciones rurales o urbanas socialmente
desfavorecidas, y en donde es más necesario un servicio de atención a la infancia que compense
desigualdades sociales. Todas ellas, son espacios autorizados por la Administración Educativa y/o
administración competente cumpliendo con los requisitos establecidos en los respectivos decretos de
cada CA.

En Madrid, la LEECP también implementa su Proyecto Educativo en Escuelas Infantiles y Casas de
Niños incluidas en la Red de Centros Públicos de Educación Infantil de la Comunidad de Madrid.

¿Quiénes pueden solicitar este servicio?

Las Casas de Niños y Niñas son servicios educativos para la primera infancia, por tanto, quienes
puedes solicitarlo son las familias con niños y niñas de edades comprendidas entre los 0 y los tres
años de edad.
¿Dónde se puede solicitar?

La solicitud se realiza directamente en cada uno de los centros educativos, mediante un impreso de
solicitud y una documentación a entregar junto con ella. En el caso de haber más demanda que oferta
(ya que se cumplen las ratios establecidas por edad), el consejo escolar de cada casita aplica un
baremo de admisión que contempla criterios laborales, sociales y económicos para hacer la selección
de niños y niñas admitidos lo más justa posible.

¿Cuántas niñas y niños son atendidas en cada casa donde se desarrolla el programa?

Las ratios por edad las marca la administración educativa en los decretos de mínimos. Por tanto,
dependiendo de cada Comunidad Autónoma puede oscilar un niño arriba o abajo, pero en general las
ratios establecidas son: para los grupos de 0-1 año son 8 niños/as, para los grupos de 1-2 son entre
12 o 14 niños/as, y para los de 2-3 entre 18 y 20. Estas ratios disminuyen en los grupos en los que se
escolarizan niños y niñas con necesidades específicas de apoyo educativo, donde como norma
general, cada niño/a con estas características ocupa dos plazas.

Las Casas de Niños y Niñas tienen tres o cuatro aulas, por lo que respetando las ratios por edad,
atienden cada una de ellas entre 38 y 55 niños y niñas en cada una de las casitas.

¿Tenéis distintas aulas de aprendizaje?

La distribución de las aulas se hace por edades, es decir hay grupos de bebés (menores de 1 año), de 1
y de 2 años. También dependiendo de la demanda de escolarización se hacen agrupaciones mixtas de
0-2 y de 1-3, procurando hacer grupos lo más homogéneos posiblesen cuanto a nivel de madurez y
desarrollo.

¿Cuántas horas al día pueden permanecer las alumnas y los alumnos en el centro?

El horario de cada niño depende del horario del centro y de las necesidades de sus familias. Cómo
mínimo están cuatro horas y como máximo pueden estar nueve, si son usuarios de la ampliación
horaria de mañana y tarde. Para utilizar los horarios ampliados las familias deben justificar su
necesidad por motivos laborales o de otra índole. En estos márgenes de tiempo desayunan y
meriendan.

En las Casas de Niños y Niñas que tienen sólo horario de mañana, también se les ofrece a los niños un
“tentempié” a mitad de mañana. De esta forma se cubren las necesidades de alimentación de los
niños y las niñas y se trabajan hábitos de salud como en el resto de Casitas con servicio de comedor.

Entendemos que las actividades que ponéis en marcha en cada aula dependen fundamentalmente
de la edad que tenga el niño o niña beneficiario del programa ¿Puedes resumirnos cuales son las
principales actividades que se desarrollan en función de la edad de la niña o el niño que solicita el
programa?

Cada uno de los centros de La liga Española de la Educación desarrolla su propia Propuesta
Pedagógica en la que se recogen los objetivos, contenidos, actividades, metodología y evaluación
como fruto de un trabajo de reflexión sobre la práctica de cada equipo educativo. Esta Propuesta
Pedagógica tiene como punto de mira las necesidades, intereses y características de los niños y niñas
pequeños, y también el entorno en el que se desarrolla la acción educativa.
Las diferencias de edad hacen que las actividades que se realizan se adecuen a sus necesidades, que
pasan por que en los grupos de bebés las propuestas y el ritmo de actividad es más individualizado,
hasta llegar a los 2 años donde empiezan a tomar conciencia de los otros y a descubrir las primeros
grupos sociales, por lo que las propuestas y el ritmo empieza a ser más grupal.

Las actividades, en cualquiera de las edades, giran alrededor de la satisfacción de las necesidades
básicas (afectivas y biológicas) y del juego, como principio básico de aprendizaje.
Entre ellas destacamos las actividades más comunes, pero que se adaptan en la práctica a las
diferencias de edad:

Rutinas o actividades de la vida cotidiana:
- Entrada y saludo (espacio familiar, seguridad y bienestar).
- Asamblea (expresión, compartir y comunicación).
- Actividad (descubrir-conocer y experimentar).Tanto de forma libre como dirigida por el profesor.
- Cambios, aseo e higiene personal (asegurar la limpieza y confortabilidad de los niños /as).
- Desayunos y Meriendas (hábitos saludables).
- Patio (momento al aire libre con compañeros/as).
- Comida (compartir y disfrutar de hábitos sanos).
- Siesta (descanso y respeto a ritmos biológicos).
- Aseo, juego y salida.

Unidades temáticas – Talleres- Proyectos de trabajo adaptados a la edad
- Talleres: pintura y dibujo, modelado, cocina, experimentación, elaboración de objetos, regalos,
murales, tarjetas, disfraces.
- Actividades de representación y comunicación: asambleas, cuentos, canciones y música, ronda de
presentaciones, mímica, guiñol.
- Actividades de autonomía personal y expresión corporal: juegos psicomotores, itinerarios, bailes y
canciones, rutas por el centro, columpiarse, gatear, juegos con pelotas, aros, cuerdas, etc.
- Juegos simbólicos: casitas, mercados, instrumentos de música, oficios, animales, transportes,
disfraces, etc.
- Actividades de investigación y experimentación: cesto de los tesoros, juego heurístico, talleres de
ciencia
- Fiestas temáticas y salidas.
- Juegos de construcción, encajes, puzles y arrastres.
- Estimulación sensorial y psicomotricidad.
- Juegos cooperativos.
- Actividades de exterior: arena, agua, objetos de la naturaleza.

Como actividad destacada en todos los centros, se realiza una propuesta de actividades todos los
años en torno al 20 de Noviembre, para conmemorar los Derechos de la Infancia, ya que es el
marco de referencia y actuación por el que se rigen todos los programas de la Liga. Estas actividades
pretenden dar a conocer, sensibilizar y concienciar a la comunidad educativa de cada centro sobre los
derechos de los niños y las niñas. Este año, concretamente se ha procurado incidir en el Derecho a la
Educación, con actividades lúdicas y de reflexión para niños y adultos.
¿De qué manera valoráis el seguimiento de cada niña o de cada niño?

Cualquier profesional que se dedique a la educación sabe lo importante que es la evaluación. Los
educadores y educadoras de las Casas de Niños y Niñas parten de esta premisa, y saben que ésta no
es algo ajeno al proceso de enseñar y aprender, sino que forma parte del propio proceso educativo y
es parte esencial del mismo, porque supone una recogida de información que debe servir no sólo para
evaluar la capacidad y aprendizajes de nuestros niños y niñas, sino también para evaluar el proceso
de enseñanza-aprendizaje en su conjunto, y por tanto para revisar y mejorar nuestra práctica
educativa.

Las fases que seguimos para evaluar a los niños/as son:

Cuando el niñ@ entra por primera vez en la escuela: en la etapa de infantil, a diferencia de otras
etapas, el tutor sólo cuenta con la información que le ofrece la familia, ya que el niño o la niña carece
de experiencia “escolar” previa. Esta información se obtiene a través de la primera entrevista familiar
y de la observación del periodo de adaptación.

Cuando se inicia el curso, a diferencia del caso anterior, el tutor/a cuenta con información recogida
en los boletines de evaluación de cursos anteriores, y lo que es más importante, dispone de datos
ofrecidos por los educadores/as que el niño o la niña ha tenido en otro nivel. Esta información, junto
con un período de observación ponen al tutor/a en disposición de evaluar a cada uno.

Las fases que seguimos de cara a hacer un seguimiento individualizado de cada niño/a son las
siguientes:
 Realizar una evaluación inicial de cada uno, para tenerla de referencia continua en su evolución.
    De esta forma la evaluación no se realiza respecto a una media de grupo, sino respecto a sí
    mismo/a.
   Utilizar unos instrumentos de observación creados por el Equipo, con unos indicadores pautados
    que nos permiten recoger observaciones de los niños/as. Cada educador/a adapta estos
    indicadores a su nivel, y el formato de recogida de información lo elige libremente.
    Además de la observación directa, también se utiliza para evaluar la indirecta, es decir el análisis
    de las producciones de los niños, el seguimiento a través de los anecdotarios, y las entrevistas e
    información de las tutorías.

   Realizar una fase de valoración donde se organiza toda la información recogida en las
    observaciones, y se valora con el referente de la propia evaluación inicial. Se procura analizar
    estos datos de forma global, buscando causas y motivos de las dificultades y constatando los
    progresos de cada niño/a.

   Informar a las familias mediante los informes de evaluación que se entregan con una periodicidad
    trimestral.

Todo este trabajo de observación y evaluación sistemática de cada niño o niña, permite detectar
precozmente cualquier dificultad o retraso en el desarrollo y poner los medios para actuar
rápidamente, dando la respuesta educativa adecuada a las necesidades específicas que de forma
temporal o permanente pudieran presentar algunos niños o niñas,
Rosa Martínez González.
Secretaria del Área de Infancia y Familia de la LEEC
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