Cloro como nutriente (los cloruros)

Página creada Sergio Blanco
 
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Cloro como nutriente (los cloruros)
El agua de lluvia, en principio cae pura y cristalina y va reaccionando con diversos
compuestos de la atmósfera. De ahí por ejemplo que se forme la lluvia ácida con los diversos
contaminantes (azufrados entre otros) de la actividad humana y no humana. Y también lleva
cloro. De hecho, una de las fuentes de cloro de los suelos es el agua de lluvia (pero otra cosa
es el agua con cloro para uso humano) en las zonas costeras del agua de mar, el polvo y la
actividad humana principalmente.

Toda planta, ya sea de interior, jardín, maceta o del tipo que sea, ha tenido un hábitat
natural en el que se desarrolla de forma más o óptima en función de sus características
agronómicas.

Cloro como nutriente (los cloruros)

Cuidado. No es lo mismo el cloro de potabilizar el agua que el cloro como nutriente
en forma de cloruros. No tienen nada que ver. El cloro como átomo de la tabla periódica
no se encuentra de forma pura (dicloro) porque reacciona con rapidez con casi cualquier
cosa. Se encuentra en forma de cloruros, cloritos, cloratos, disuelto…

El nombre cloro viene del griego khloros que significa verdoso, amarillento porque el cloro
en forma pura (gaseoso) es de color amarillento verdoso. Hilando un poco más la hebra
podemos dilucidar entonces por qué a la clorofila (ese pigmento que da color verde a las
plantas) se llama así. Tampoco debemos confundir clorosis en agricultura con falta de cloro.
Se refiere al color amarillento que adquieren las hojas por falta de otros minerales como el
hierro (clorosis férrica).

El cloro está considerado como micronutriente en la fertilización de las plantas. En las
plantas está en forma de Cl- o cloruro. Es un soluto osmótico de gran importancia en las
vacuolas de la célula vegetal que ayuda a mantener la turgencia de los tejidos vegetales y la
regulación osmótica. Influye también en algunas reacciones enzimáticas. Regula el potencial
de membrana celular, actúa también como regulador de pH dentro de la célula.

El cloro entra al a planta por la raíz, que principalmente vendrá del suelo y movido por el
agua. Es decir, la entrada de cloro a la planta debe darse normalmente en condiciones
húmedas. El agua moviliza los cloruros y estos pasan a la planta desde la raíz.

En los planes de fertilización no se suele tener en cuenta porque la gran mayoría de aguas
de riego tienen suficientes concentraciones de cloruros como para aportar la cantidad
suficiente de este micronutriente a la planta. También está presente en el suelo y no suele
haber déficit de él.

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Cloro como nutriente (los cloruros)
¿Siendo un nutriente, puede ser tóxico?

Sí, todo elemento químico en exceso, puede llegar a ser perjudicial en mayor o menor
medida en cualquier organismo. De hecho, en los planes de fertilización de hace años, ni se
consideraba porque se consideraba tóxico para muchos cultivos. Y hoy en día es un
parámetro que se mide en cualquier suelo o agua.

Crecimiento relativo de 4 grupos de plantas en función de la concentración de
cloruros.

Y ahora entramos en el vasto mundo de la biodiversidad vegetal. Hay especies más y menos
tolerantes a “altos” niveles de cloruros en el suelo o el agua de riego. Hay plantas más
tolerantes y plantas más sensibles. Normalmente, aquellas plantas que soportan mejor la
salinidad (costeras por ejemplo) suelen tener mayor tolerancia a los cloruros. De hecho,
existen clasificaciones concretas en función de lo tolerante que es una planta a la presencia
de cloruros en el suelo:

     1. Plantas halófitas extremas. Aquellas que ven estimulado su crecimiento con
     concentraciones de 100-200 mM [Cl-]ext.

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Cloro como nutriente (los cloruros)
2. Plantas halófitas tolerantes. No ven estimulado su crecimiento por la presencia
     de sales, reducen ligeramente su crecimiento pero con posibilidad de desarrollo a altas
     concentraciones salinas.
     3. Plantas ligeramente tolerantes o sensibles que ven reducido su crecimiento
     notablemente en dichos rangos de concentración. Este grupo es muy amplio.
     4. Plantas extremadamente sensibles a salinidad. Aquellas que sufren con
     concentraciones mínimas de cloruros.

En el grupo 1 podemos situar a las plantas costeras que soportan bien el salitre, y por tanto
la presencia de cloruros en altas concentraciones. En el grupo 2 tendríamos plantas como
la remolacha azucarera. Es bastante tolerante a la salinidad. En el grupo 3 podemos incluir
algunas especies de césped del género Festuca, el algodón, el tomate como ligeramente
tolerantes y la soja o las alubias como poco sensibles. En el grupo 4 tenemos a los cítricos,
otros frutales, el tabaco o el lúpulo.

Para que nos hagamos un idea. 1 miliequivalente/L de cloruro equivale a un mM/L lo que
supone una cantidad de aproximadamente 3,55mg/L. Es decir Las plantas ligeramente
tolerante pueden soportar hasta 177mg/L de cloruros en el medio. Y las muy sensibles
podrían incluso soportar algunas decenas de mg/L.

El otro cloro. El de potabilizar el agua

Los tratamientos de potabilización de agua de red en cualquier ciudad del mundo moderno
están pensados para llevar agua totalmente salubre y libre de contaminantes y
microorganismos. Esto se consigue con varios métodos, que, dependiendo de la
administración, del país etc. serán unos otros. Se utilizan radiaciones UV como
desinfectante, ozono y cloro principalmente, siendo este último el más común, por precio y
eficiencia principalmente. Hay muchos compuestos clorados pero el más habitual es en

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forma de hipoclorito sódico (NaClO). Es también el cloro que se utiliza en piscinas para
evitar la formación de algas y proliferación de microorganismos ya que el agua de piscina es
un agua estancada.

¿Cuánto cloro tiene el agua de red de abastecimiento?

Esto está ya muy estudiado y regulado. La cantidad de cloro libre residual de cualquier agua
potabilizada debe estar por debajo de 1 ppm, menos de 1mg/l de agua. Hay que dejar
clara una cosa. Estos valores son los que se suponen que deben quedar como cloro
residual después de reaccionar. El cloro reacciona con microorganismos (germicida) con
la materia orgánica, con otros compuestos inorgánicos (formando sales) o hidrolizándose
con el propio agua.

Las cantidades de cloro por tanto que se vierten aguas arriba (en la potabilizadora) son
mayores. Siempre hablamos del cloro residual, el que queda después de todas estas
reacciones en todo el recorrido de la red hasta nuestros grifos, que al fin y al cabo es que
nos vamos a beber nosotros o nuestras plantas de casa, a fin de cuentas. ¿Y cómo se
calcula?

Es bastante complejo porque la concentración de este cloro varía en función del pH del
agua, la temperatura, la cantidad de cal, de materia orgánica, sales… no es algo
estático, aunque las potabilizadoras por lo general lo tienen bastante controlado de forma
informatizada. Las redes de abastecimiento tienen puntos de medición y recloración en caso
de que los límites estén por debajo de lo que se considera salubre.

Y digo por lo general porque en los núcleos rurales pequeños con un depósito de agua de
manantial (el depósito del pueblo) al que tratan con cloro, hay veces que, por la razón que
sea el agua viene enturbiada de cloro, blanquecina. Y lo digo con conocimiento de causa. He
visto pilones de los pueblos con toda la vida vegetal (algas) totalmente quemada por un
exceso de cloro aguas arriba en el depósito pertinente.

Evidentemente, las concentraciones son bastante bajas si se dosifica con controladores
totalmente informatizadnos y no suponen ningún riesgo para la salud. Sí es cierto, que en
algún momento puede emanar cierto olor a cloro del agua recién sacada del grifo, pero no
suele suponer un problema.

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¿Es perjudicial este cloro
                                                          residual para las plantas?

Lo normal es que no. Esta cantidad es tan ínfima que no suele suponer un problema en el
crecimiento de nuestras plantas de interior o del jardín. Puede haber plantas sensibles a
esto como algunas tropicales como la calateao o la drácena.

Sólo hemos encontrado un artículo que especifica una cierta fitotoxicidad a nivel celular en
la raíz causada por hipoclorito sódico en el cultivo de cebolla en el que concluyen que con
cantidades de 1ppm (1mg/l) no resulta nada perjudicial. Con concentraciones superiores sí
parece haber efectos. Te dejamos la referencia al final del post en la bibliografía.

De todas formas si ves que una planta de interior de tu casa enferma o le pasa alga, piensa
en el agua clorada como el último de tus problemas. Puede haber otros mil motivos más
comunes antes que una posible fitotoxicidad por cloro residual del agua potable. Motivos
como exceso de riego, falta o exceso de luz directa, cambio de sustrato, pudrición radicular
por encharcamiento del sustrato, falta de abono…

De todas formas, siempre podemos eliminar el cloro dejando reposar el agua durante unas
horas en un recipiente abierto. El cloro se acabará yendo y esa pequeñísima parte de cloro
residual acabará despareciendo.

El contenido de este artículo de nuestra sección de Agrotecnia fue
elaborado por www.agromatica.es, el cual fue revisado y reeditado por
Portalfrutícola.com

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