COMUNICADO DE CANCÚN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Página creada Diego Echeberría
 
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COMUNICADO DE CANCÚN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Este comunicado lo emiten las empresas líderes del panorama económico global, donde se
incluyen muchas compañías que ya habían apoyado el Comunicado de Copenhague hace poco
más de un año.

El Comunicado de Copenhague ha constatado sin reservas que una parte importante de la
comunidad económica internacional desearía ser testigo de la adopción de un pacto global
ambicioso, sólido y equitativo, que responda con credibilidad a la escala y la urgencia de la
crisis a la que se enfrenta actualmente el mundo y que estimule la recuperación económica.

Aunque la conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima que tuvo lugar en Copenhague
supuso un importante paso adelante, no se materializó en ese pacto sólido que todos
esperábamos. En 2009, la comunidad empresarial internacional se movilizó como nunca lo
había hecho antes para apoyar cualquier actuación que permitiera hacer frente al cambio
climático e invertir en un futuro “bajo en carbono”. Pero la conferencia de Copenhague nos
dejó a muchos con una tremenda frustración e inseguridad sobre nuestras apuestas por la
energía baja en carbono. Las empresas continúan convencidas de que un enfoque basado en el
mercado es fundamental para obtener éxito a largo plazo. No obstante, la falta de un marco
político integral, a escala internacional, constituye una barrera para el desarrollo de un
mercado global del carbono, para que cualquier política nacional resulte creíble y para ir
aumentando las inversiones en tecnologías bajas en carbono.

La evidencia científica sigue siendo arrolladora, y la necesidad de una actuación urgente y
directa para detener el cambio climático es ahora más grande que nunca. Como líderes
económicos, estamos habituados a tomar decisiones sobre la base de lo que llamamos riesgos
proyectados y ciencia establecida, y en este momento no podemos permitirnos el lujo de
ignorar el innegable impacto del cambio climático sobre las poblaciones de todo el planeta, los
recursos naturales, la economía y nuestros propios negocios.

La consecución de un marco internacional exige un progreso rápido en una serie de aspectos
clave, que debe lograrse con ocasión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima
que tendrá lugar en Cancún (COP 16):

Objetivos: El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) recomienda que las
emisiones globales se reduzcan a la mitad para el año 2050. Para lograr este objetivo y cumplir
el límite establecido en el Acuerdo de Copenhague (2° C), los países desarrollados deberán
mostrar su capacidad de liderazgo y alcanzar la ampliación en las reducciones que se han
estipulado para 2020 y 2050. La actuación de los países desarrollados (en línea con unas
responsabilidades comunes, pero bien diferenciadas) tendrán que contribuir a estabilizar el
crecimiento de las emisiones en un futuro próximo y en el incremento de las reducciones a
durante las próximas décadas.

 La información aquí contenida no puede reproducirse sin el consentimiento previo de los Grupos de Empresas contra el Cambio
         Climático “The Prince of Wales” o el Programa de la Universidad de Cambridge para el Liderazgo Sostenible
                                © 2010 Cambridge Programme for Sustainability Leadership.
Financiación: Cualquier decisión sobre financiación exigirá una estructura de gobierno
transparente y una organización adecuada para que todos los países puedan adaptarse a ella y
las soluciones comiencen a aplicarse pronto y sean duraderas. Los gobiernos tendrán que
recordar las recomendaciones del Grupo Asesor del Secretario General de las Naciones Unidas
y entregar los 100.000 millones de dólares anuales de financiación prometidos a los países en
vías de desarrollo.

Durante las próximas décadas serán necesarias inversiones importantes para desarrollar una
economía baja en carbono. En una economía como esta, después de una recesión, sólo una
pequeña parte de estas inversiones podrá proceder de fuentes públicas, por lo que hará falta
una mayor implicación del sector privado. Pero el nivel de inversión requerido no se alcanzará
sin un uso inteligente del dinero público.
Los gobiernos deben reconocer que la financiación privada y el apoyo a las estructuras de
financiación como el mercado del carbono y los “bonos verdes” tienen la capacidad de
transformar los mercados globales y proporcionar una infraestructura para ese panorama
“bajo en carbono” que se necesita para las próximas décadas. En este sentido, es esencial
construir sobre la arquitectura del mercado del carbono internacional que existe en estos
momentos, a escala internacional, que apuntala los mercados actualmente activos.

Para poder reducir las emisiones en los países en vías de desarrollo hace falta una combinación
de inversiones públicas y privada. Hasta ahora, el Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL)
ha sido una vía clave para lograr una inversión limpia en países en vías de desarrollo. Sin
embargo, a medida que avanzamos, hace falta una reforma que haga posible crear proyectos
“transformacionales” en los países en vías de desarrollo, al ritmo y escala requeridos para
evitar un cambio climático arriesgado.

Transferencia de la tecnología: Deberá crearse un mecanismo claro con autoridad,
financiación y objetivos bien delimitados, que haga posible la transferencia de la tecnología
respetando la protección a la propiedad intelectual. Este mecanismo debería facilitar la
transferencia de las tecnologías relevantes de cada país mediante las vías existentes para la
financiación vinculada a proyectos sobre el clima.

REDD: Es esencial la adquisición rápida de compromisos vinculados a la reducción de
emisiones, que contemplen la deforestación y la degradación y explotación de los bosques
(conocidos como REDD+) y que incluyan la conservación de los bosques, la explotación
sostenible y la mejora de los stocks de carbono en los bosques. Hay que avanzar más y dar el
reconocimiento necesario a los créditos del carbono vinculados a los bosques y a los esquemas
nacionales de cumplimiento de la normativa del carbono para así crear una mayor demanda
de inversión en este terreno, apuntalada por protocolos creíbles y comúnmente acordados, y
desarrollar y ampliar proyectos piloto que beneficien a las comunidades locales y protejan su
biodiversidad.

La Alianza REDD+ refleja la buena voluntad de acelerar las negociaciones y la actuación en
proyectos de REDD+ y su financiación. A medio y largo plazo, la inversión del sector privado
será imprescindible para cubrir una buena parte de las necesidades totales financiación. Por lo
tanto, la implicación del sector privado, mejor cuanto más temprana, y la de la sociedad civil,
serán críticas en la modulación de este mecanismo.

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Seguimiento, elaboración de informes y verificación: Es imprescindible la existencia de un
marco sólido, fiable y transparente a la opinión pública para el seguimiento, la elaboración de
informes y la verificación. La transparencia y la fiabilidad contribuirán a generar confianza en la
estabilidad del negocio y credibilidad para los marcos de las políticas nacionales, algo vital para
que el sector privado se anime a contribuir a la enorme inversión que requiere la transición
hacia una economía global “baja en carbono”.

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UNA LLAMADA A LA ACCIÓN
Reconocemos que garantizar un marco climático integral y legalmente vinculante será más
complejo, pero la urgencia de alcanzar una solución global es mayor cada día. Si no
progresamos en estos asuntos tan cruciales y no les damos un impulso en Cancún, la inversión
se verá negativamente afectada, así como la toma de medidas concretas encaminadas a
mitigar los efectos negativos de la situación actual y a adaptarnos a la nueva situación.

Es fundamental que los gobiernos doblen cualquier esfuerzo encaminado a garantizar un
marco climático integral y legalmente vinculante en las Conferencias de las Naciones Unidas
sobre Cambio Climático que tendrá lugar en Cancún (COP16) y Sudáfrica (COP17) y que pongan
en marcha, además, una estrategia paralela encaminada a mitigar los efectos del cambio
climático, centrada en la reducción de gases que provocan el efecto invernadero en
determinados sectores y que se firmen acuerdos bilaterales y multilaterales en cinco áreas
clave de acción:

    1. Eficacia energética en todos los sectores. Apoyo sólido en materia de financiación y
       política a las medidas destinadas a conseguir la eficacia energética (que incluya
       normativa y objetivos) en edificios (residenciales o no), transporte e industria.
    2. Sistemas de energía bajos en carbono. Apoyo sólido en materia de elaboración de
       políticas y financiación rápida para las fuentes de energía bajas en carbono: desarrollo
       estructural, investigación, desarrollo y aplicación en edificios (residenciales y no
       residenciales), industria y transporte (incluido el enfoque integral global sobre
       emisiones de la aviación y los barcos).
    3. Captura y almacenaje de emisiones. Mayor apoyo financiero y político para mejorar
       las tecnologías de captura y almacenaje del carbono (CCS).
    4. Emisiones de otros gases con efecto invernadero. Hace falta aumentar el esfuerzo
       destinado a hacer frente a la emisión de otros gases como el metano, el óxido de
       nitrógeno y los gases “F” (fluorocarbonos), así como el impacto del carbono negro.
    5. Urbanismo, gestión del uso de la tierra y cambios en el uso de la tierra. Es preciso
       abordar los impactos de las emisiones de carbono en el uso de la tierra, ya sea en el
       entorno urbano o en el rural.

Una actuación en estas áreas o sectores, a escala local, estatal, nacional y regional, contribuirá
a poner los cimientos necesarios para llegar a un acuerdo internacional. Pero no debería
debilitar, en ningún caso, el progreso hacia un marco internacional. También podemos avanzar
poniendo en marcha los mecanismos necesarios para alcanzar los objetivos de reducción de
emisiones de GI o ampliar estos objetivos.

Cuanto antes empiece cada jurisdicción a desarrollar una política sólida que conduzca a la
aplicación de medidas sobre la reducción de emisiones de GI, y a la aplicación de los planes y
estrategias de inversión necesarios para desarrollarlas, antes se alcanzarán los acuerdos a
escala internacional. La alianza entre todas las partes implicadas, incluidos gobiernos,
empresas, inversores, sociedad civil y consumidores, es vital para agilizar el proceso en su base
y para demostrar que es posible.

Nuestro compromiso es trabajar para lograr una alianza con los gobiernos que nos permita
lograr nuestros objetivos, conjuntos, en materia de clima. Para nosotros, el riesgo que supone
no actuar para evitar el cambio climático es mucho mayor que el coste actual de la inversión.
Para aprovechar todas las oportunidades hace falta un liderazgo valiente por parte de los
gobiernos de todo el planeta desde Cancún a Sudáfrica y más allá.

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Firmado por miembros del Grupo de Líderes Corporativos del Reino Unido y la UE para el
Cambio Climático:

     José Manuel Entrecanales Domecq, Presidente & CEO, Acciona
     Bill Hanway, Director Ejecutivo de Operaciones para Europa, AECOM
     Joan McNaughton, Vicepresidente Senior, Energía y Medioambiente, Alstom
     Peter Simpson, Consejero Delegado, Anglian Water Services
     Truska Angel, Reponsable del Área de Cambio Climático & CSR, AXA Seguros
     Colin Matthews, CEO, BAA
     Paolo Barilla, Miembro del Consejo Ejecutivo, Barilla
     Jeremy Darroch, Director Ejecutivo, BSkyB
     Juan Romero Torres, Presidente, CEMEX EMEA, Asia & Australia, CEMEX
     Vincent de Rivaz, CEO, EDF Energy
     Francesco Giorgianni, Responsable de Asuntos Institucionales, Enel SpA
     Alain Grisay, CEO, F&C Management Limited
     Charlie Mayfield, Presidente, John Lewis Partnership
     Johnson and Johnson
     Neil Carson, CEO, Johnson Matthey
     Ian Cheshire, CEO, Kingfisher
     Truett Tate, Director Ejecutivo, Lloyds Banking Group
     José Lopez, Vicepresidente ejecutivo de operaciones, Nestlé
     Philips Lighting
     Bart Becht, CEO, Reckitt Benckiser Group
     Carlos Ghosn, CEO, Renault Nissan Alliance
     Peter Voser, CEO, Royal Dutch Shell plc
     Jim Hagemann Snabe, co‐CEO, SAP
     Ioannis Alafouzos, Presidente, Skai
     Johan Karlström, CEO, Skanska AB
     Gabriele Galateri di Genola, Chairman, Telecom Italia
     Lucy Neville‐Rolfe, Director Ejecutivo, Tesco plc
     Martin Baggs, CEO, Thames Water Utilities Ltd
     Unilever
     Richard Branson, Presidente y Fundador, Virgin Group
     Vittorio Colao, CEO, Vodafone

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