De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional. Aportes del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana
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Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021. ISSN 2523-0891 (impreso) - ISSN: 2663-2047 (online) ARTÍCULO ORIGINAL De la dimensión social a la dimensión simbólico- identitaria de la integración regional. Aportes del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” de la Universidad Nacional de Lanús, Argentina Da dimensão identitária à dimensão simbólico-identitária da integração regional. Aportes do Centro de Estudios de Integración latinoamericana “Manuel Ugarte”, da Universidad Nacional de Lanús, Argentina Mara Espasande1 Ernesto Dufour2 Resumen: El presente artículo da cuenta de la perspectiva epistemológica del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” de la Universidad Nacional de Lanús (CEIL-UNLa). En el trabajo compartiremos las premisas epistémicas que orientan los proyectos del CEIL-UNLa las cuales proponen el pasaje del “giro social”, propio de la experiencia de integración regional desplegada a inicios del siglo XXI hacia la dimensión simbólico-identitaria de la integración latinoamericana o giro territorial, con base en las categorías de la geografía política y cultural y en la revisión histórica del proceso de formación territorial. En ese sentido, presentaremos dos proyectos desarrollados por el CEIL-UNLa, el Atlas Histórico de América Latina y el Caribe. Aportes para la descolonización cultural y pedagógica, publicado por la UNLa en el año 2016 y la Plataforma de Contenidos del Centro Ugarte, puesta en línea en año 2018, fundados en el horizonte epistémico aquí presentado. Palabras clave: integración regional, Centro Manuel Ugarte, Latinoamérica, perspectiva epistémica. Resumo: O presente artigo descreve a perspectiva epistemológica do Centro de 1 Universidad Nacional de Lanús, Argentina. 2 Universidad de Buenos Aires, Argentina. Email: revistapuntosur@gmail.com Recibido: 24/7/2020. Aceptado: 20/06/2021. doi: 10.28917/ism.2021-v5-1-13 Artículo publicado en acceso abierto bajo la Licencia Creative Commons. 13
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 Estudos de Integração Latino-Americana “Manuel Ugarte” da Universidade Nacional de Lanús (CEIL-UNLa). No trabalho, compartilharemos as premissas epistêmicas que norteiam os projetos CEIL-UNLa que propõem a passagem da “virada social”, típica da experiência de integração regional implantada no início do século XXI em direção à dimensão de identidade simbólica da integração latino-americana ou virada territorial, com base nas categorias de geografia política e cultural e na revisão histórica do processo de formação territorial. Nesse sentido, apresentaremos dois projetos desenvolvidos pelo CEIL-UNLa, o Atlas Histórico da América Latina e do Caribe, publicado pela UNLa em 2016, e a Plataforma de Conteúdo do Centro Ugarte, online desde 2018, ambas iniciativas configuram contribuições para a descolonização cultural e pedagógica. Palavras-chave: integração regional, Centro Manuel Ugarte, América Latina, perspectiva epistêmico. La futura cultura de América solo podrá florecer en concordancia con los centros que guardan el aroma de los orígenes. Manuel Ugarte, 1943 Nos propusimos averiguar si América Latina es un simple campo geográfico donde conviven veinte Naciones diferentes o si, en realidad, estamos en presencia de una Nación mutilada, con veinte provincias a la deriva, erigidas en Estados más o menos soberanos. Jorge A. Ramos, 1968 1. Introdución El presente trabajo da cuenta Plataforma de contenidos de Nuestra América2. de la perspectiva epistemológica del La Universidad Nacional de Lanús Centro de Estudios de Integración (UNLa) tiene algunas características Latinoamericana “Manuel Ugarte” de la distintivas respecto de otras casas de Universidad Nacional de Lanús (CEIL– estudio dentro del sistema universitario UNLa), situada en el conurbano sur de nacional. La UNLa se define como la ciudad de Buenos Aires. Desde dicha universidad urbana comprometida al tomar perspectiva se desprenden el conjunto como motor de la producción de de proyectos y actividades realizadas en conocimientoslos problemas concretos el CEIL, dos de los cuales se presentan de la comunidad. Partir de problemas al final de este artículo, el Atlas Histórico reales en la producción y enseñanza de América Latina y el Caribe. Aportes para de conocimientos (que solo en una la descolonización cultural y pedagógica1 y la segunda instancia devienen problemas cognoscitivos) y no desde disciplinas 1 Disponible en: http://atlaslatinoamericano. 2 Disponible en: http://centrougarte.unla. unla.edu.ar/ edu.ar/ 14
Espasande & Dufour. De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional o categorías generales. Esto implica el formación de grado y la investigación en desafío de llevar a la práctica una agenda strictu senso. Se imbrican desde el momento compartida en la cual la currícula es la cero de toda práctica desarrollada en la comunidad. Comunidad entendida en un universidad. sentido amplio y multiescalar, que abarca De esta manera, la condición en un movimiento concéntrico tanto al periférica de nuestra universidad (situada distrito de Lanús y el área metropolitana en el conurbano sur de Buenos Aires, de Buenos Aires como a la Argentina y habitado mayormente por familias América Latina en su conjunto. trabajadoras cuyos hijo/as constituyen a Todo lo que hacemos como la primera generación de universitarios) universidad tiene como foco el refiere no solo a una cuestión de territorio –entendido no como mero tipo sociogeográfico o locacional receptáculo físico sino como instancia sino –además– a un posicionamiento vital catalizadora de los conflictos que epistémico y ético-político de franca constituyen lo real– antes que “papers” ruptura con el formalismo académico y destinados a congresos especializados. el racionalismo abstracto occidental. Dentro de este adn institucional, la Desde este posicionamiento Unidad latinoamericana junto con institucional nos preguntamos ¿cómo la Causa Malvinas y la defensa de la producir conocimientos (esto es, Justicia social y los Derechos Humanos proponer horizontes de acción) sobre el constituyen valores fundantes de nuestra problema de la Unidad latinoamericana Universidad los cuales se encuentran y los procesos de integración en curso? plasmados en su estatuto universitario. El planteo requiere, como premisa de En la UNLa, la producción trabajo, asumir a América Latina como de conocimientos no apunta a algo más que la sola sumatoria de una “problematizar textos” sino de veintena de países o mera referencia textualizar problemas con el fin de generar geográfica sino como problema (teórico, herramientas de intervención que político, ontológico) estrechamente coadyuven a su resolución. El problema ligado a su unidad fundante y el proceso real es lo que motoriza las prácticas de de fragmentación consecuente, conflicto producción de conocimiento y no al histórico todavía irresuelto. revés. Se trata de no colocar “el carro A comienzos de 2014, la pordelante del caballo”. En este sentido, Universidad Nacional de Lanús la llamada divulgación, extensión o decidió crear el Centro de Estudios de transferencia (términos signados por su Integración Latinoamericana “Manuel inspiración tecnocrática o elitista) son Ugarte” (CEIL), incorporando entre sus redefinidas bajo la idea de cooperación competencias el trabajo de reflexión y (Jaramillo, 2008). Dichas prácticas dejan seguimiento que el Observatorio Malvinas de concebirse como tareas tangenciales de esta Universidad venía realizando o secundarias de la labor universitaria y desde 2009, en torno a la continuidad se ubican en un mismo nivel de jerarquía de la ocupación colonial por parte del epistémica e institucional respecto de la Reino Unido de Gran Bretaña sobre los 15
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 archipiélagos de las Islas Malvinas, las los mercados nacionales o desde el Georgias del Sur, las Sandwich del Sur y diseño de instituciones regionales – sus mares circundantes. Con este punto procesos, concepciones que otorgan el de partida, las metas del Centro Ugarte predominio como sujetos de integración no podían ser otras que el estudio y la a diplomáticos o actoresdirectamente puesta en cuestión del (neo) colonialismo involucrados (empresas, agencias y su vigencia en la vida cultural, social, estatales, redes societales) sino a partir de económica y política de los pueblos de la experiencia vital de, al decir de Felipe la región y del continente. El Centro Herrera, las anchas bases popularesy sus Ugarte tiene como objetivo promover espacios de solidaridad orgánica (Santos, el conocimiento de los procesos de 1996), también conceptualizados como integración y mestizaje a través de territorio usado (Santos, 1994). abordajes situados en perspectiva En las páginas siguientes nacional y latinoamericana. compartiremos, sintéticamente, las Para ello, se torna necesario como premisas epistémicas que orientan los principio de método, remover dos proyectos del CEIL–UNLa las cuales obstáculos epistémicos que impiden proponen el pasaje del “giro social”, pensar la cuestión de la unidad en su propio de la experiencia de integración complejidad y multidimensionalidad. regional desplegada a inicios del siglo XXI Por un lado, interpelar las categorías del hacia la dimensión simbólico –identitaria regionalismo fundadas en la experiencia de la integración latinoamericana o giro europea habitualmente asumidas como territorial, con base en las categorías de la paradigma a seguir por parte de los geografía política y cultural y en la revisión proyectos de integración latinoamericana histórica del proceso de formación en general y el MERCOSUR en territorial. Por último, presentaremos dos particular. Por otro, superar el proyectos desarrollados por el CEIL– “nacionalismo metodológico de patria UNLa, el Atlas Histórico de América Latina chica” que ha hegemonizado buena parte y el Caribe. Aportes para la descolonización de los desarrollos de las ciencias sociales cultural y pedagógica, publicado por la latinoamericanas. Estos abordajes UNLa en el año 2016 y la Plataforma de tendieron a naturalizar la “escala Contenidosdel Centro Ugarte, puesta en línea doméstica” como unidad de análisis en año 2018, fundados en el horizonte por excelencia y asumir las formaciones epistémico aquí presentado. nacionales como entidades en buena medida “autoengendradas” de carácter 2. La dimensión simbólico– a –histórico, prepolítico y a –espacial, identitaria de la integración descontextualizadas de la región de la regional cual surgieron y son parte constitutiva e inmanente. La dimensión simbólico–identitaria El planteo implica asumir a de la integración latinoamericana la integración latinoamericana no constituye una puerta de entrada únicamente como la ampliación de al análisis poco frecuentada por la 16
Espasande & Dufour. De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional literatura académica hegemonizada por distintas economías a integrar y, por otro, los desarrollos teóricos provenientes, la imposibilidad de alcanzar estadios de principalmente, del campo de las supranacionalidad que implican la cesión relaciones internacionales. Esta disciplina de soberanía por parte de los estados a toma a los procesos de integración instancias regionales superiores. Frente regional como objeto primario de a estos constreñimientos duros, las estudio tanto en sus enfoques realista instituciones regionales fueron en la como idealista, este último de fuerte práctica concreta, reducidas a organismos matriz liberal y ambos inscriptos en el intergubernamentales, sin presupuestos paradigma del racionalismo occidental. significativos ni poder de decisión Tal paradigma toma la experiencia de la y con escasa incidencia territorial, Unión europea como modelo a seguir devinieron meras “sopinhas de letras”, por parte de los proyectos de integración al decir del geógrafo André Martin regional a lo largo y ancho del mundo (1993), sin encarnadura en los millones con un fuerte carácter prescriptivo. de ciudadano/as latinoamericano/ A estos enfoques se le agregan luego as de a pie. Por su parte, la perspectiva los parámetros epistemológicos del constructivista entiende que tales constructivismo, auto asumido como obstáculos pueden ser superados a partir un enfoque superador de las tradiciones de “procesos cognitivos” que incluyen anteriores. prácticas simbólicas de interacción Estos estudios predominantes social que permiten modelar identidades oficiaron de marcos de referencia e intereses, tanto en las dirigencias preferencial de las acciones como en el conjunto de las sociedades gubernamentales en la instancia regional involucradas en pos de objetivo de configurada por los diferentes proyectos construir una “cultura de la integración” integradores latinoamericanos como que allane el camino de la misma. ALALC, ALADI, MERCOSUR y CAN. En el caso de MERCOSUR, la Desde el interior de estos enfoques, se ampliación de la mirada comercialista e identifican como factores centrales que insitucionalista dominante desde 1991 motorizan la integración–siempre con la hacia la dimensión social y cultural experiencia de la Unión europea como comienza a configurarse a partir de su telón de fondo a: “giro social” en el año 2003. La afinidad política de los gobiernos surgidos en – La necesidad de ampliar los mercados los primeros años del siglo, en sintonía nacionales. con la presión de renovadas demandas – Y el diseño de instituciones regionales sociales, promovió una nueva agenda fuertes. del MERCOSUR. A diferencia del periodo precedente, los gobiernos Estas perspectivas de tipo plasmaron en un discurso común la economicista e institucionalista se necesidad de profundizar del proceso toparon con dos límites estructurales. de integración incorporando las Por un lado, las fuertes asimetrías de las dimensiones social y productiva dentro 17
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 de un paradigma de desarrollo inclusivo Permanente de Revisión, la creación de carácter multidimensional (García del Instituto social del MERCOSUR, Delgado, 2004). Se asumía así una nueva el programa Somos MERCOSUR– una concepción de integración, entendida primera política regional de inspiración como un“proyecto catalizador de valores, constructivista – y la formalización de tradiciones y una instancia de futuro cumbres sociales. compartido”3, conparticipación activa de Ahora bien, la afinidad política la sociedad civil, a la par de una opción no fue condición suficiente para la estratégica para fortalecer la inserción de concreción de las propuestas tendientes la región en el mundo4. Sintéticamente, a la profundización del proceso los actores directamente involucrados integrador. Los intentos por un “nuevo propusieron a nivel discursivo, una MERCOSUR” chocaron con la lógica integración cualitativamente diferente de la intergubernamentalidad inserta en a la predominante en la década la estructura institucional heredada y el anterior que apuntaba a revertir las espíritu comercialista. La constelación inconsistencias del modelo de gestión de organismos y agencias institucionales inicial en torno a las asimetrías generadas, si bien importantes desde el estructurales, la falta de legitimidad punto de vista de la nueva concepción, política y la escasa participación social. poseen un carácter meramente En el plano institucional hubo avances consultivo y, por tanto, mantienen en un intento a superar tales obstáculos. intocado el déficit democrático del Se promovieron nuevas instituciones y proceso de integración que se plasma diversas iniciativas con el fin de alcanzar en la ausencia de representación del los objetivos estratégicos planteados más rico entramado social y cultural de allá de la esfera económico-comercial, nuestros países (Vázquez, 2008). En este entre ellas, la propuesta de creación esquema concentrado en los poderes del Parlamento con voto directo y ejecutivos, las cancillerías mantuvieron simultáneo, la implementación del un rol predominante en la definición de FOCEM–Fondo para la Convergencia la agenda del bloque restando, incluso, Estructural del MERCOSUR–, la densidad interministerial a la gestión de reglamentación del protocolo de Olivos los asuntos regionales (Vázquez, 2008). para la solución de controversias y la Las políticas de carácter social e puesta en funcionamiento del Tribunal inspiración constructivista desplegadas, como el programa Somos MERCOSUR cuyo objetivo central buscaba la 3 Artículo 15 del documento firmado conformación de una identidad por los presidentes Kirchner y Lula, en ciudadana regional o “mercosureña” el Consenso de Buenos Aires, el 16 de (Ferreira, 2006), podrían caracterizarse octubre del 2003. como insuficientes y poco penetrantes 4 Un hecho significativo de la nueva sintonía regional lo marca el rechazo en en función del objetivo propuesto al la cumbre de Mar del Plata del 2005 a las encontrarse constreñidas por el sesgo presiones tendientes a imponer el ALCA intergubernamental y comercialista de la como eje central del encuentro. 18
Espasande & Dufour. De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional institucionalidad creada. Dicho desafío Por un lado, tales abordajes dejan de difícilmente pueda generarse a partir ladolas relaciones de poder real involucradas de una cultura centrada únicamente en los procesos de integración que en lo económico, tal como el propio operan por detrás y través de los diseños nombre del espacio regional creado – institucionales y, por otro, tienden a MERCOSUR– sobre determina. Pero reducir toda la complejidad multidimensional tampoco puede generarse desde la sola inherente a los procesos de integración – sintonía política o ideológicaque deje de propia de la heteróclita realidad territorial lado –o le otorgue un carácter meramente de la que son parte y pretenden incidir– tangencial– a la dimensión subjetiva e a unas pocas variables de análisis e identitaria de los pueblos y sociedades intervención. Una complejidad territorial interpeladas por el proceso integrador. que no debe restringirse a la crasa La vigencia de la intergubernamentalidad “fisicidad” de la espacialidad involucrada y el énfasis en lo mercantil se encuentran sino en su inmanencia con imaginarios, estrechamente consustanciados con una representaciones, necesidades vitales identificación de lo nacional de carácter y sentidos de pertenencia tanto de restringido, entendido de un modo que quienes la habitan y transitan como de excluye el sentido de pertenencia a la aquellos que la toman como objeto de región. intervención dentro del entramado de Este trabajo desarrolla una doble intereses expresados en múltiples escalas. interpelación o revisión crítica de la Desde esta perspectiva, los espacios concepción teórica predominante en geográficos no solo son plausibles la academia en materia de integración de ser apropiados materialmente latinoamericana signada por su matriz sino también simbólica –al estimular eurocéntrica a partir del horizonte de ideas y valores– e identitariamente –al sentido abierto por la tradición del formar parte de nuestra estructura de pensamiento nacional-latinoamericano y sentimientos y sentidos de pertenencia. el vasto legado de unidad continental – El conjunto vívido de representaciones, muy particularmente la obra de Manuel identificaciones y sentimientos que Ugarte5 – y desde los dispositivos teóricos los lugares nos inspiran y generan van de la geografía contemporánea en su construyendo –también– los territorios giro político y cultural. Específicamente, en la medida que condicionan, promueven desde la llamada geografía de los imaginarios y/o obturan determinadas acciones y/u (Lindón & Hiernax, 2012) y el concepto de omisiones a partir y a través de ellos. multi/transterritorialidad (Haesbaert, 2011). Una densidad geocultural que, en tanto Se trata de fuentes teóricas que símbolo, desborda todo territorio y, sin permiten problematizar los enfoques embargo, no puede aprehenderse sino a predominantes en dos aspectos centrales. través de él (Litorales, 2002). La dimensión simbólico-identitaria de la integración latinoamericana si bien 5 Para conocer la obra de Manuel Ugarte no es desconocida, en alguna medida, ingresar a http://centrougarte.unla.edu. aparece como un aspecto tangencial, ar/#mugarte 19
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 secundario o epifenoménico respecto de mera plataforma de proyección de los factores explicativos predominantes particularismos, organizados a escala antes mencionados. nacional en sentido restringido. Esto es, Los aspectos culturales fueron excluyentes de “lo americano” como históricamente soslayados conforme a parte constitutiva –ofundante– de la la preeminencia de imperativos políticos propia formación territorial. y económicos de primer orden. Tales El problema remite a las urgencias descansaban en el supuesto representaciones y sentidos internalizados que frente a la necesidadde ampliar el respecto de “nuestra propia nación” mercado y de adquirir mayor poder de y de las otras ahora a integrar. Esto es, negociación en la escena internacional, “ser argentino”, “ser brasileño” ¿incluye “lo cultural” aparecía como una cuestión “ser latinoamericano?”. Jorge Luis dada, conforme a la herencia colonial Borges decía, sagaz y cínicamente, que compartiday a una misma raíz lingüística y había conocido a muchos peruanos, religiosa. La cuestión no representaba un brasileños y colombianos “pero nunca a eje nodal a trabajar a nivel programático un latinoamericano”. Esto es realmente más allá de la promoción de una mayor así en la medida que nadie, o muy pocos, difusión de expresiones artísticas se reconocen como tal. Sentidos de o culturales latinoamericanas. Por pertenencia internalizados que ofician añadidura, se asumía que dadas ciertas de marco perceptivo para las prácticas condiciones político–institucionales y políticas, sociales y culturales en la materiales la identificación de los pueblos instancia regional, tendientes tanto a y sociedades con el proceso integrador la ratificación de las formaciones emergería de manera más o menos territoriales heredadas –esto es, el status espontánea. quo territorial, tal como lo conocemos, Sin embargo, la dimensión que asume a “América Latina” como un simbólica-identitaria en sentido amplio mero referente geográfico compuesto –entendida como el conjunto de por la sumatoria de una treintena de representaciones nacionales y regionales, países, a modo de pacht-work; o bien, imaginarios geográficos e identificaciones hacia su reconfiguraciónen pos de una de base territorial, “lealtades” respecto nueva realidad territorial, directamente del sí mismo como del “otro” vinculada con la emergencia, latinoamericano, ahora a integrar–; cobra profundización –o relanzamiento– del centralidad a partir de la plena vigencia proyecto de unidad continental, más allá de las llamadas por el pensamiento de esfera comercial o de la cooperación nacional-latinoamericano identidades diplomática como comunidad de origen de patria chica configuradas a partir del y de destino. advenimiento del orden oligárquico desde Desde esta perspectiva de mediados del siglo XIX, más allá de sus nacionalidad restringida o de patria eventuales erosiones, resignificaciones chica, la “colisión” de los conjuntos y/o reapropiaciones. De allí derivan nacionales ampliados puede generar que modos de concebir “lo regional” como las notables asimetrías estructurales de 20
Espasande & Dufour. De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional sus economías, los diferentes legados cuestiones a considerar, a modo de históricos de sus sistemas políticos y la precauciones de método. Primero, la multiplicidad y heterogeneidad de las identidad no se construye solo a partir de formas socio–culturales cristalizadas un mayor conocimiento cultural acerca sean asumidas como elementos de del otro, como cree el constructivismo distanciamiento y fragmentación ingenuo. En principio porque “lo antes que campos críticos de acción simbólico” es expresión eufemística de mancomunada.Valgan como ejemplos relaciones de poder (Bourdieu, 1999),“es sintomáticos, el conflicto entre Argentina un poder subordinado a estructuras de y Uruguay en torno a la instalación de relaciones de fuerza no ya simbólicas la planta papelera Botnia, años atrás, el sino estrictamente reales”, haciendo reclamo histórico de Bolivia por el acceso esconder la carga de violencia que al litoral marítimo, la clásica rivalidad encierran [las palabras] objetivamente y entre Argentina y Chile en recíproca transformándolas así en poder simbólico, acusación del supuesto “expansionismo capaz de producir efectos reales sin trasandino”, las quejas en Brasil ante gasto aparente de energía” (Bourdieu, la nacionalización de la Petrobrás por 1999, p. 73). Estamos en presencia de parte del gobierno de Evo Morales o la politización de la cultura que aparece las, más recientes, amenazas de escalada no solo como mero ornamento o juego bélica de Colombia hacia Venezuela, retórico sino como expresión en sí el rechazo de migrantes venezolanos misma de relaciones de poder a través en la frontera con Brasil, o bien las del registro simbólico. Elpoder como su protestas desatadas en la opinión pública dimensión constitutiva. No hay proyecto argentina ante la propuesta de trasladar de poder sin lógica cultural y viceversa. a pacientes chilenos con coronavirus En segundo término, es necesario a hospitales argentinos6, entre muchos remarcar la distinción crucial entre otros. Si bien los recelos y disputas de cultura e identidad que muchas veces patria chica no alcanzan una rivalidad aparecen como equivalentes y no extrema, de tipo hobbesiana, parecen necesariamente lo son. Grimson (2011) tener la fuerza suficiente para erosionar y entiende cultura como configuraciones despotenciar cualquier intento integrador culturales, por ejemplo “el Tango”, en que vise trascender los parámetros del tanto que refiere a identidad como los regionalismo abierto de matriz neoliberal sentidos de pertenencia colectiva. Personas de y el vínculo político apenas diplomático distintos países pueden aprender a bailar y/o intergubernamental. tango, pero no por eso sentirse parte Llegados a este punto, existen de un mismo colectivo. Los sentidos de pertenencia, inescindibles de la condición humana, permiten vislumbrar el pasaje 6 Al respecto ver https://www.ambito. de la concepción de cultura como objeto, com/mundo/chile/el–polemico– práctica o actividad propia del paradigma plan–del–diputado–no–que–propone– t r a s l a d a r – p a c i e n t e s – c o ro n a v i r u s – argentina–n5110445 21
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 occidental hacia la cultura hecha cuerpo7. retórico, sin encarnadura en la experiencia En definitiva, ¿es posible vital de millones de latinoamericano/as concebir algún tipo de unidad política de a pie. continental sin la emergencia de un demo A partir del planteo se desprende latinoamericano? O lo que es lo mismo, sin la siguiente premisa ético–política: la un sentido de pertenencia compartido. eventual profundización o relanzamiento “Sentido” entendido como algo más de la integración latinoamericana más que mero significado o argumentación allá de la esfera comercial o diplomática teórica o ideológica sino como la unión en pos de alcanzar mayores umbrales de fecunda entre el sentir y pensar. unificación – o al menos coordinación– El carácter multidimensional política, productiva y cultural debe de los procesos regionales excede incluir como fundamento cohesionante por mucho el rol de las cancillerías, el involucramiento activo de las mayorías grupos económicos, redes societarias e populares latinoamericanas. Una mirada incluso, la eventual sintonía o antipatía unificadora, fundada en una fecunda ideológica y personal de los mandatarios tradición histórica, que surge en la y mandatarias de la región o “diplomacia arena y el ensayo político antes que en presidencial”, característica del político los ámbitos académicos y sus campos período precedente. Los indudables disciplinarios. En definitiva, el sujeto de avances de los proyectos de UNASUR la integración no puede ser otro más y MERCOSUR, (ahora dramáticamente que los pueblos a través de la única obturados y/o desustanciados) no entidad dotada de legitimidad soberana, necesariamente derivan en el plano de los estados nacionales –no el mercado la estructura de sentimientos o habitus u otros dispositivos de gobernanza de las mayorías latinoamericanas en un regional–, ahora revitalizados por sentido de pertenencia compartida. De las urgencias que le impone la actual la misma manera, no es posible alcanzar transfiguración del orden globaliza torio. dicha identificación regional apelando – Las dramáticas –y lacerantes– disputas únicamente– a un latinoamericanismo en los centros de poder mundial crean las abstracto de carácter testimonial, lírico o condiciones para su re empoderamiento a través de la reconfiguración de su territorialidad (entendida no en términos 7 Desde el pensamiento de Rodolfo normativo-jurisdiccionales sino político- Kusch en su obra “Geocultura del hombre americano (1976)”, los sentidos de estratégicos y culturales) más allá de sus pertenencia pueden asumirse dentro del límites westfalianos. horizonte del estar–siendo. Dice el autor: “Una cultura americana no ha de consistir en ver alguna vez un cuadro y decir que 3. Formación estatal, pertenencia ese cuadro es americano. Lo americano territorial y desmembramiento no es una cosa. Es simplemente la de América Latina consecuencia de una profunda decisión por lo americano entendido como un despiadado aquí y ahora y, por ende, un En América Latina, el pasaje enfrentamiento absoluto consigo mismo” del Estado colonial al Estado-Nación (Kusch, 1976, p. 71). 22
Espasande & Dufour. De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional moderno requirió de la creación de sobre el Estado en América Latina una entidad político-cultural-geográfica permiten romper con la noción al momento inexistente, la nación, naturalizante y su carácter supuestamente asumida en sentido restringido o de universal que le asigna un comportamiento “patria chica” que se superpuso a las teleológico (es decir, pre–político) o realidades territoriales preexistentes. ineluctable fundado en la experiencia Pero esta superposición no se desplegó europea. La ruptura de la visión jurídico– sobre “tabula rasa” sino, antes bien en normativa predominante en el campo “amalgama áspera” debido a las –en académico, constreñida a la formalidad términos del geógrafo Milton Santos de tipo institucionalista y la reificación del (1996)– rugosidades propias de las formas estado que conlleva, posibilita incorporar espaciales heredadas o materialidad al análisis dimensiones involucradas en cristalizada de ordenes políticos pretéritos su proceso de formación que fueron con toda su densidad histórica y cultural. soslayadas o invisibilizadas y que dan Si bien no existía en América Latina una cuenta de la complejidad sociopolítica “identificación regional”, acorde a la y territorial inherente al proceso. Desde terminología actual, existía sí una doble esta perspectiva, es posible resaltar que pertenencia con base territorial. Por un por tras –y a través– de la “forma estado”, lado, el arraigo al lugar próximo, a la con todo su conglomerado burocrático ciudad, campaña o provincia y, por otro, y jurídico–administrativo, lo que opera un sentimiento americano más amplio es la cristalización de un orden político, y abarcativo, política y culturalmente vale decir, determinaciones de poder ligante de realidades regionales diversas y “triunfantes” encarnadas en sujetos geográficamente distantes. Como destaca históricos concretos en pugna con otros Fermín Chávez (2012), en el periodo proyectos alternativos de ordenamiento precedente existía un fuerte sentido de las relaciones sociales, económicas y comunidad compartida pero expresado culturales. “La administración burocrática a otras escalas. La patria era la “patria es la forma más racional de ejercer una americana”, naturalmente imbricada a dominación” (Weber, 2002, p. 224). las identificaciones locales arraigadas. Este nuevo orden requirió como A partir de la consolidación estatalista condición de realización la fragmentación hacia finales del siglo XIX de acuerdo a del vasto territorio (latino) americano los parámetros del estado-moderno, se cuya unidad se forjó luego de tres siglos abrió un camino de lucha constante por del orden colonial. El proyecto unificador la cuestión nacional irresuelta donde lo de principios del siglo XIX presentado latinoamericano (en contraposición a por Bolívar, San Martín, Monteagudo, lo “norte” americano) aparecía como Morazán –entre otros– fue derrotado por horizonte de sentido para las diversas el accionar diplomático y militar de las fuerzas sociales, políticas y culturales que potencias triunfantes (fundamentalmente bregaron por quebrar la dependencia Gran Bretaña) en alianza con las semicolonial. burguesías comerciales de cada una de las Los estudios académicos recientes “patrias chicas” del continente. Más allá 23
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 de la formalidad soberana de las recientes funcionales al orden político imperante. unidades políticas, el nuevo orden implicó La “balcanización”9 –en términos la implementación de distintas prácticas de Ramos– del espacio hispánico marcó políticas, financieras y diplomáticas – una diferencia significativa respecto de incluido el recurso militar – sumadas a la América lusitana. Con el traslado de formas de dominación sutiles de índole la corte de la reina María I y el príncipe- estrictamente cultural. De acuerdo al regente João de Bragança a tierras pensamiento nacional-latinoamericano, a americanas escoltada por la flota de partir de la obra de autores como Jorge guerra británica, el Brasil fue erigido Abelardo Ramos8, Fermín Chávez y como su propio centro garantizando su Arturo Jauretche, el papel de la cultura unidad territorial frente a los intereses en los países semicoloniales a diferencia separatistas de las elites regionales, hecho de las colonias donde el dispositivo de que marca los cimientos de la singularidad dominación por excelencia lo constituye de la identidad nacional brasileña. Para el el ejército de ocupación. La cultura en los caso hispanoamericano, el pasado colonial países semicoloniales adquiere un carácter compartido forjó las condiciones para el político a través de diversos aparatos de surgimiento de un sentido de pertenencia colonización pedagógica, tales como la americano condensado en la expresión escuela, la prensa, las principales obras de Simón Bolívar “No somos indios ni literarias y las universidades en tanto usinas europeos sino americanos” (Bolívar, de producción y reproducción de saberes 1814), estrechamente amalgamado con los sentimientos de arraigo al terruño o ámbitos locales en una 8 Dice Jorge Abelardo Ramos: “En las relación de continuidad o imbricación naciones coloniales, despojadas del poder político directo y sometidas a las fuerzas –no de contraposición– con la “patria de ocupación extranjera, los problemas americana”. de la penetración cultural pueden revestir El proyecto unificador anti menos importancia para el imperialismo, puesto que sus privilegios económicos absolutista implicaba el cuestionamiento están asegurados por la persuasión de la de la sociedad de castas al tiempo que ponía artillería. La formación de una conciencia en riesgo las políticas de libre comercio nacional en ese tipo de países no encuentra obstáculos, sino que, por el contrario, es promovidas por los comerciantes y estimulada por la simple presencia de la diplomáticos británicos, las burguesías potencia extranjera en suelo natal. Pero en portuarias ligadas al comercio de las semicolonias que gozan de un estatus político independiente decorado por la ultramar, hacendados, dueños de minas ficción jurídica, aquella colonización se y tierras cuyos productos eran requeridos revela esencial, pues no dispone de otra en el exterior. Tanto San Martín como fuerza para asegurar la perpetuación del dominio imperialista, y ya es sabido que las ideas, en cierto grado de su evolución, se truecan en fuerza material. De este 9 Dicho autor establece una analogía del hecho nace la tremenda importancia de contexto latinoamericano con la situación un estudio circunstanciado de la cultura a inicios del siglo XX de la península argentina o pseudo argentina, forjada Balcánica signada por la mutua hostilidad por un signo de dictadura espiritual entre los estados y fuertes divisiones oligárquica” (Ramos, 1954, p. 11). étnicas y culturales. 24
Espasande & Dufour. De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional Bolívar interpretaron que no había y sistemas de creencias y significados, posibilidad de vencer militarmente al de asimilaciones, adaptaciones, rechazos absolutismo sino desplegando la lucha y/o resistencias. Incluyela disposición a escala continental. Este proyecto, que de nutrirse de expresiones simbólicas ligaba la suerte de la emancipación con el provenientes de un centro como espacio mantenimiento de la unidad continental, referencial (Paradiso, 2007, p. 58). Las fue políticamente derrotado. En este relaciones centro-periferia, tanto como la contexto, los grupos dominantes de interdependencia económica asimétrica, base portuaria, terrateniente y mercantil incluyen aspectos de corte simbólico e bregaron por usufructuar los beneficios ideacional como elementos centrales de que el comercio exterior dominado la subordinación de las nuevas naciones. por Gran Bretaña les posibilitaba una En este marco, la construcción vez abolido el antiguo monopolio de identidades nacionales durante el español. Este proceso de paulatino siglo XIX se encuentra dramáticamente desmembramiento, que desanda tres signada por estas determinaciones siglos de amalgama política, cultural y estructurales condensadas en la productiva del espacio americano, se dió emergencia histórica de la estatalidad de manera simultánea con la expansión moderna. De acuerdo a Netl (en Oszlak, del mercado capitalista mundial con 1982) en su estudio sobre la formación sus centros y periferias. Los estados en de los estados, la internalización de la América latina son la resultante de la identidad nacional –entendida como el consolidación de regímenes formalmente control ideológico de la dominación– es soberanos de cuño oligárquicos luego un atributo nodal de estatalidad que opera de décadas de disputas sociohistóricas en una misma jerarquía respecto de los territorializadas en estrecho vínculo restantes atributos del modelo propuesto con los intereses los nuevos centros de por el autor, a saber: externalización poder mundial. Así, el surgimiento de del poder, institucionalización de la numerosas unidades políticas en América autoridad y diferenciación del control. Latina como entidades periféricas y el Lo “identitario” no aparece entonces establecimiento de una nueva división como mero anexo “superestructural” o internacional del trabajo aparecen no epifenómeno de los restantes atributos solo como procesos concomitantes sino “duros” sino como el elemento central en también co-constituidos. la legitimación y reproducción de la forma De esta manera, América Latina estado propia del orden oligárquico. emerge hacia fines del siglo XIX Orden de poder metabolizado, hecho como espacio de condensación de cuerpo, a través de la identidad nacional la periferidad (Paradiso, 2007/2008), que de él se desprende. Un “hacer concepto que abarca mucho más que cuerpo” que nunca es pasivo o inerme, la sola subordinación económica del sino que se encuentra en incesante conjunto a los centros mundiales. Evoca proceso de apropiación y reapropiación, una compleja trama de relaciones de siempre conflictiva, dentro del entramado poder, construcciones culturales, ideas de disputas de poder. Así, las identidades 25
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 como expresión orden político que las moderno “no arrasa” ni elimina las originó, operan en un nivel ontológico, formas segmentales y faccionales de más allá –y más acá, (más acá en el organización de los grupos humanos sentido de la propia intimidad)– de las en los distintos territorios considerados, categorías políticas e institucionales en puede cristalizarse de variadas maneras al sentido estricto. El cuerpo, acaso, como montarse sobre formas de poder social el primer territorio10. existentes en regiones y localidades, Desde una perspectiva que resalta muchas veces reinscribiéndolas. De la importancia de la espacialidad en esta manera, se cuestiona la perspectiva los procesos de formación del estado que ve la formación del estado como latinoamericanos, Ingrid Bolívar un proceso de homogeneización de (2010)interpela los abordajes de tipo territorios y grupos sociales de arriba doctrinario –elaborados de acuerdo a hacia abajo y desde un centro a las la experiencia histórica de Francia y periferias lo cual impide dar cuenta de otros países centrales– que tienden a las experiencias locales y regionales en ignorar dos aspectos fundamentales: juego. El Estado –ni ningún otro objeto el fondo de poder social en el que se o “constructo” social– no normatiza la inscribe la formación del estado y las espacialidad “a toque de trompeta”. El dimensiones territoriales involucradas planteo tiene la virtud de no apuntar a un en la configuración estatal resituando “relativismo o particularismo extremo” las categorías tradicionales en el fondo de la forma Estado porque los atributos histórico, sociológico y espacial de las de estatidad siguen vigentes en tanto relaciones de poder. referencia a la totalidad de lo social pero Según Bolívar (2010), la su implantación “en acto”, es decir, en modernización que supone la formación terreno, con toda su densidad histórica del estado no ha transformado cristalizada, adquiere singularidades que la estratificación social basada en no son meros excepcionalismos. Como estamentos de clase. El estado destaca Pedro Borba (2014), el estudio del estado en América Latina no solo le agrega particularidades a la teoría general, 10 Para profundizar elvínculo entre cuerpo– sino que es “en sí mismo” una expresión espacio–poder ver Lindon, A. (2009). La universal del Estado. La forma Estado construcción socio espacial de la ciudad: interpela a los espacios tanto como los el sujeto cuerpo y el sujeto sentimiento. Cuerpos, emociones y sociedad, 1, espacios –en cierto sentido– “negocian”, 6–20; Lindon, A. (2012), Corporalidades, no desde una noción juridicista o emociones y espacialidades. Hacia un mercantilista, sino en términos de renovado betweenness. Revista Brasileira de Sociologia da Emoção, 1(33), 698–722 articulación, amalgama y/o decantación y Castro–Gomez, S. (2014), “Cuerpos socio territorial de las políticas estatales racializados. Para una genealogía de la desplegadas en el territorio, o bien, ante colonialidad del poder en Colombia”. En: H. Cardona y Z. Pedraza (Eds.), Al otro la ausencia de ellas en el territorio. lado del cuerpo. Estudios biopolíticos en La perspectiva territorial permite América Latina. Bogotá: Universidad de problematizar aquello que fuera los Andes, pp. 53–78. 26
Espasande & Dufour. De la dimensión social a la dimensión simbólico-identitaria de la integración regional presentado por los enfoques doctrinarios que la mera sumatoria de recursos y el funcional–estructuralismo como un institucionales, económicos, culturales movimiento continuo, homogeneizante, y naturales. Son, ontológicamente de carácter normativo de arriba a abajo hablando, porque están. Esto es, se y desde los centros a las periferias como encuentran internalizadas, reapropiadas si la espacialidad involucrada fuera una y reactualizadas en el día a día de las masa a moldear a antojo de los escultores, ciudadanías de a pie. Para el caso en este caso, las elites oligárquicas. Este argentino, “la identidad nacional” de último supuesto deja afuera del análisis matriz iluminista basada en la dicotomía a los sujetos históricos concretos que “civilización y barbarie”11, equivalente no pueden pensarse en abstracto, es al Ordem e Progresso brasileño, constituyó decir, escindidos del espacio habitado. El la base de la autodenigración nacional. concepto de lugar–palabra coloquial que Dicha matriz fue ampliamente difundida es tomada por el campo disciplinario de por el sistema educativo que comenzó la geografía como uno de sus conceptos a institucionalizarse desde mediados del centrales –incluye tanto la posición siglo XIX, construyendo un universo locacional de un espacio dado, sus de valores y creencias fundado en el geoformas particulares y características racionalismo europeo que incluía el ambientales– que promueven o desprecio por lo propio, lo mestizo, condicionan determinadas prácticas y lo indígena, de la cultura autóctona y usos sociales –tanto como una estructura nativista. Se extendió a través de diversos de sentimientos (Agnew,1987) ligada a los mecanismos socio-institucionales – sentidos de pertenencia asociados. El principalmente la escuela– un relato movimiento entonces es bidireccional y histórico que invisibilizó el pasado signado por la heterogeneidad propia del (vívidamente presente) indígena y real –geográfico antes que una dinámica mestizo–criollo. Dicho relato escenificó unívoca y homogénea. El planteo aquí una Argentina “blanca” y “europeizada” presentado incorpora junto con la como una entidad geográfica esencialista, complejidad sociológica de las relaciones pre política y, en buena medida, de poder involucradas en la formación “autoengedrada”. Una “nación” de unidades políticas la dimensión escindida ontológicamente de la región territorial, pero desde una concepción que incluye la dimensión antropológica –y hasta fenomenológica– del espacio 11 La expresión se corresponde al subtítulo del libro Facundo o civilización en tanto involucra las subjetividades, y barbarie en las pampas argentinas imaginarios y sentidos de pertenencia. escrito, en 1845, por Domingo Faustino Desde la mirada aquí esbozada Sarmiento. Es considerado uno de los mayores exponentes de la literatura “Argentina” por caso, “Uruguay” o hispanoamericana. Sarmiento presenta cualquier otro país latinoamericano son a la figura de Facundo Quiroga, notable algo más que una idea, representación o caudillo federal del norte argentino amado por las masas populares, como mero constructo del orden oligárquico. un “personaje demoníaco”, síntesis de los También son representan algo más males nacionales. 27
Revista MERCOSUR de políticas sociales. 5(1), 13-38, junio 2021 de la que surge y es parte constitutiva. fuera presentado a los latinoamericanos Este es el paradigma sarmientino como paradigma a seguir manifiesta una que configuró la Argentina moderna profunda brecha entre las ciudadanías desde fines del siglo XIX pero que se europeas y toda parafernalia tecnocrática reactualiza incesantemente en los modos de Bruselas. No solo la política continua de percibir la realidad por parte de los allí estructurada a nivel nacional sino amplios sectores sociales imbuidos de la también los sentidos de pertenencia cultura urbana y ciudadana. Un modo de permanecen arraigados en ese nivel percibir que obliga a renegar –incluso– a pesar de los profusos intercambios de la propia genealogía familiar. Tal como laborales y educativos promovidos por afirma Fermín Chávez para el caso de políticas activas de la UE. Argentina: “el Iluminismo [se caracterizó Desde el enfoque normativo por] su carga de ahistoricismo, su tradicional pareciera que estamos en propósito de hacer tabla rasa con el un atolladero. Entre otras cosas porque pasado e iluminar al mundo americano ese salto de escalano refiere a una por la fuerza de la razón” (Chávez, mera cuestión de proporcionalidad, 2012, p. 188). Continúa diciendo: “se sino que involucra una constelación habla de un ´lavado de cerebros´ o, de complejidades socio territoriales y certeramente, de una colonización sedimentaciones culturales e identitarias pedagógica” (Chávez, 2012, p. 188). Este que bregan tanto por ratificar las fenómeno fue entonces fundamental formaciones territoriales heredadas – o para comprender el divorcio entre el “ser incluso desustanciarlas sin que nada las argentino” y el “ser latinoamericano”. sustituya– tanto como las luchas por su Ahora bien, ¿puede la institución reconfiguración y/o reapropiación. Estado forjar algo para lo cual no está Para explorar otra matriz acerca históricamente concebido? ¿Puede de América Latina es preciso recurrir al ocuparsede “inventar” una nueva lealtad vasto campo del pensamiento nacional– y pertenencia más allá de sus fronteras? El latinoamericano12 en sus múltiples punto es que no existe algo parecido a un “Estado–región”equivalente al estado– nación con fuerza heurística , en términos 12 Por citar algunos trabajos de Methol Ferré (2009), Estado continental, fundamentales de esta vertiente de capaz de moldear el pilar identitario a pensamiento, Creación de la pedagogía nacional (1944) de Franz Tamayo, El escala regional – atributo constitutivo de porvenir de América Latina (1910) de la forma Estado– de la misma manera Manuel Ugarte, La utopía de América que los arreglos institucionales surgidos (1925) de Pedro Henríquez Ureña, Por la emancipación de América Latina (1927) de los proyectos de integración tampoco de Víctor Raúl Haya de la Torre, 7 ensayos son capaces configurar una legitimidad de interpretación de la realidad peruana efectiva –no formal– que la sostenga, tal (1928) de José Carlos Mariátegui, En torno a una filosofía americana (1942) de como lo evidencia la Unión Europea y Leopoldo Zea y obras de otro/as autore/ su crisis existencial (Sanahuja, 2012). Es as de diferentes tradiciones tales como elocuente como aquel constructo que nos Arturo Jauretche, Fermín Chávez, Juan José Hernández Arregui , Jorge Abelardo Ramos, 28
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