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Documento de orientación Hacia unas transiciones fructíferas: cambio climático y empleo Octubre de 2020 International Organisation of Employers Organisation Internationale des Employeurs Organización Internacional de Empleadores
Índice Introducción ........................................................................................................................................ 2 Contexto .............................................................................................................................................. 2 Gobernanza internacional ................................................................................................................... 3 Datos y cifras ....................................................................................................................................... 5 Costes e inversión................................................................................................................................ 9 Consecuencias sobre el empleo ........................................................................................................ 11 Un entorno favorable ........................................................................................................................ 14 Los marcos para una transición justa ................................................................................................ 18 Acciones vigentes .............................................................................................................................. 21 1
Introducción En el presente documento* se describen las principales oportunidades y los retos para el empleo y la política social que presenta la acción en materia de cambio climático. Su objetivo principal es informar a los miembros de los avances actuales en los debates sobre política climática y su impacto sobre el empleo, además de ofrecer una contextualización y un análisis sobre el vínculo entre empleo y cambio climático. Debido a la pandemia mundial del COVID-19 y sus efectos económicos, hay una mayor incertidumbre sobre el empleo, el cambio climático y sus políticas, y el panorama relativo al empleo mundial ha cambiado. Este documento se ha actualizado para reflejar esta nueva situación en la que se encuentran las partes interesadas. Sirve como complemento al documento políticas de la OIE sobre empleo y cambio climático, y respalda las orientaciones políticas que en él se proponen. Contexto El virus del COVID-19 se ha convertido con rapidez en un problema mundial inesperado, urgente y de magnitud sin precedentes. Entre las principales armas de las que disponen los países para combatir una pandemia se encuentran la cuarentena y la distancia social, que impiden que la enfermedad infecciosa se propague demasiado rápido y colapse los sistemas sanitarios. Las medidas de confinamiento tienen diversas consecuencias, pues afectan de forma directa al funcionamiento normal de nuestro sistema económico, aunque, por lo general, su efecto sobre la economía y el empleo es nefasto y preocupante. Para minimizar el daño sobre la economía, apoyar a las poblaciones vulnerables y a las empresas, y garantizar que los empleos y los medios de vida permanezcan intactos, los gobiernos están implantando mecanismos de recuperación ambiciosos y medidas paliativas muy costosas. Dejando de lado sus consecuencias directas sobre la economía y la sociedad, ¿cómo afecta la situación actual a la política climática y cómo se puede adaptar esta a la luz de lo aprendido? Aunque la pandemia del COVID-19 aporta datos útiles sobre la respuesta a situaciones de emergencia y a cambios económicos rápidos y nos permite extraer conclusiones sobre cómo gestionar la adaptación y mitigación del cambio climático, son problemáticas que tienen muchos rasgos divergentes y que no deberían afrontarse de la misma manera. La respuesta mundial al cambio climático no debe modelarse a imagen de la respuesta a la pandemia, sino que deberían extraerse y adaptarse sus aspectos más útiles. Según un análisis de McKinsey & Company, «comprender las similitudes, las diferencias y la interrelación entre la pandemia y el riesgo climático es un primer paso indispensable si queremos extraer conclusiones prácticas en las que basar nuestras acciones» 1. A finales de abril, 212 países, territorios y regiones habían confirmado casos de COVID-19. Según las Naciones Unidas, ha habido una caída interanual del 9 % en la producción mundial y en la manufactura, y las estimaciones indican que el valor del comercio mundial de mercancías caerá en casi un 27 % en el segundo trimestre de 2020, la mayor caída de los precios de los productos básicos de la historia (-20,4 % entre febrero y marzo de 2020 2). Los modelos de la OIT estiman que las horas de trabajo mundiales cayeron durante el primer trimestre de 2020 en un 4,5 %, lo que equivale a unos 130 millones de empleos a tiempo completo, frente a datos previos a la crisis (el cuarto trimestre de 2019). En el segundo trimestre de 2020, se espera que las horas de trabajo totales en todo el mundo sean un 1 McKinsey & Company, 2020, «Addressing climate change in a post-pandemic world» (Cómo afrontar el cambio climático tras la pandemia). 2 Comité de Coordinación de las Actividades Estadísticas, 2020, «How COVID-19 is changing the world: a statistical perspective» (Cómo el COVID-19 está cambiando el mundo: una perspectiva estadística). * Nota de la editora: gran parte de las fuentes bibliográficas, los gráficos y los enlaces de este documento están disponibles únicamente en el idioma original de redacción del documento (inglés). 2
10,5 % menos que en el último trimestre previo a la crisis, lo que equivale a 305 millones de empleos a tiempo completo 3. Es evidente que esta situación está teniendo consecuencias notables para las empresas 4. Para más datos y análisis, véanse a los sitios web de la OIE y la OIT. Se ha abierto un debate sobre si es buena idea atajar el cambio climático y el COVID-19 a través de políticas comunes 5, pero resulta lógico buscar sinergias y diseñar, siempre que sea posible y rentable, medidas de recuperación que integren al clima y a la pandemia. Aunque su naturaleza sea distinta y supongan una importante presión adicional, existen paralelismos entre la pandemia y el cambio climático, y para resolver ambas crisis, deberíamos invertir en una economía más limpia y resiliente. Encontrar una fórmula de recuperación baja en emisiones de carbono y que procure un alto crecimiento no es tarea fácil, pero si las políticas se diseñan meticulosamente, los objetivos ambientales podrán ir de la mano de la recuperación económica y el crecimiento 67. Los planes de estímulo de los gobiernos podrían marcar la diferencia por medio de normativas sensatas y con un enfoque práctico que integre, cuando sea conveniente, los objetivos climáticos y ambientales en los planteamientos de medidas de recuperación para el COVID-19 8, sin dar marcha atrás en las medidas ambientales vigentes y combinando las medidas de recuperación financiera con mejoras ambientales. Los gobiernos desempeñan un papel fundamental para beneficiar a la sociedad y garantizar que la población y las empresas vulnerables reciban protección y prosperen. Asimismo, las empresas y el emprendimiento, en particular las pequeñas empresas, pueden aportar nuevas soluciones dinámicas e innovadoras 9 si se les proporciona un entorno favorable 10. Estamos ante un momento decisivo que dejará una huella duradera en las empresas 11 y en la sociedad en general. Gobernanza internacional A pesar de la actual crisis derivada del COVID-19, la agenda climática nunca a estado tan presente en los debates internacionales, y la gobernanza climática ha ido evolucionando y haciéndose cada vez más compleja. La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) constituye el marco internacional para la acción climática. Su objetivo es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero a un nivel que evite los efectos perniciosos sobre el clima dentro de unos plazos que permitan un desarrollo sostenible. La Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés) es el principal organismo de toma de decisiones de esta Convención y se reúne con carácter anual desde su primera cita en Berlín en 1995. Todas las Partes de la Convención están representadas en la COP y se reúnen para evaluar la aplicación de la Convención y de otros instrumentos jurídicos 3 Organización Internacional del Trabajo, 2020, «Observatorio de la OIT: La COVID-19 y el mundo del trabajo. 3a edición». 4 McKinsey & Company, 2020, «COVID-19: Implications for business» (COVID-19: implicaciones para las empresas). 5 Financial Times, 2020, «Can we tackle both climate change and Covid-19 recovery?» (¿Podemos abordar de forma simultánea el cambio climático y el COVID-19?). 6 MIT Sloan Management Review, 2020, «COVID-19, Climate Change, and the Forces Shaping Our Future» (COVID-19, cambio climático y las fuerzas que configurarán nuestro futuro). 7 McKinsey & Company, 2020, «How a post-pandemic stimulus can both create jobs and help the climate» (Cómo puede el estímulo pospandemia generar empleo y favorecer al clima). 8 Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, 2020, «From containment to recovery: Environmental responses to the COVID-19 pandemic» (De la contención a la recuperación: respuestas ambientales a la pandemia del COVID-19). 9 Organización Internacional del Trabajo, 2019, «Growing Green - Fostering A Green Entrepreneurial Ecosystem For Youth» (Cada vez más ecológicos: promover un ecosistema ecológico de emprendimiento para los jóvenes). 10 Jeffrey York, 2020, «COVID-19 is a dress rehearsal for entrepreneurial approaches to climate change» (El COVID-19 es un ensayo de los enfoques del emprendimiento para el cambio climático). 11 McKinsey & Company, 2020, «Demonstrating corporate purpose in the time of coronavirus» (Demostrar los objetivos sociales de una empresa en la era del coronavirus). 3
que adopte la Conferencia. Asimismo, adoptan disposiciones institucionales y administrativas, así como mecanismos de implantación eficaces. La principal labor de la COP es evaluar los informes nacionales y los inventarios de emisiones que remiten las Partes (las contribuciones determinadas a nivel nacional, o CDN). La Convención Marco se documenta gracias a los estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), un organismo de las Naciones Unidas independiente que se constituyó en 1988 con el fin de suministrar información científica, objetiva y relevante para comprender los riesgos y los efectos del cambio climático. El IPCC elabora, con carácter anual, un informe de evaluación de amplio espectro con información básica que se emplea para formular las políticas climáticas (véanse aquí los informes). Figura 1. Aumento de las emisiones mundiales de CO2 en gigatoneladas. Fuente: The Economist, 2019 4
Como emblema de este compromiso histórico, en 2015 se firmó el Acuerdo de París durante la COP21 12 con el objetivo de limitar el calentamiento global entre 1,5 y 2 ºC por encima de los niveles preindustriales (en este enlace encontrarán una herramienta interactiva que explica el Acuerdo). Un reciente informe especial del IPCC subraya la importancia de mantener el calentamiento global bien por debajo de los 1,5 ºC 13. Según el IPCC, para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC, es necesario reducir las emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) antropogénico en un 45 % antes de 2030 y alcanzar unas emisiones netas de valor cero antes de 2050. El mero hecho de limitar el aumento la temperatura a 2 ºC supondría reducir las emisiones de CO2 en un 25 % para 2030, lo que pasa por cambiar por completo la tendencia actual. Una de las principales labores de la COP consiste en evaluar los informes nacionales y los inventarios de emisiones que remiten las Partes. A partir de esta información, la COP evalúa los resultados de las medidas adoptadas por las Partes y los progresos cosechados en aras de lograr el objetivo último de la Convención. La COP25 tuvo lugar en Madrid entre el 2 y el 13 de diciembre de 2019, tras cancelarse su celebración en Santiago de Chile debido a problemas internos en el país. Esta reunión se alzó y se promovió como una oportunidad fundamental para desplegar aún más esfuerzos. Las Partes debían concluir la negociación de las normas de aplicación del Acuerdo de París (es decir, las normas y directrices detalladas sobre la aplicación y los requisitos de las CDN, que se recogen aquí), para que el año siguiente pudieran entrar en vigor las primeras CND. En 2020, comienza la aplicación del Acuerdo de París (en este enlace se encuentra el cronograma de aplicación y, en este, una herramienta interactiva sobre las partes y los procesos de la negociación). Se ha criticado a la COP por sus escasos resultados; se esperaba que estos fueran muchos más ambiciosos y que supusiera todo un impulso para formular acciones climáticas concretas 14. Los documentos oficiales se encuentran en el sitio web de la CMNUCC. Datos y cifras Las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera de la Tierra derivadas de la combustión de combustibles fósiles ha influido considerablemente en el desarrollo del planeta. Desde la revolución industrial, nuestra economía moderna y su crecimiento se han basado en disponer de energía asequible y accesible, energía generada en grandes cantidades por los combustibles fósiles. La expansión del progreso tecnológico y la actividad económica derivada generó una prosperidad sin precedentes, una mejora de los estándares de vida y toda un sinfín de nuevos productos y servicios. Estos avances, junto con los progresos en medicina y agricultura, han llevado a la población mundial a alcanzar cotas históricas. De hecho, en el siglo XX, la población mundial se ha duplicado casi en dos ocasiones, mientras que el Producto Interior Bruto (PIB) mundial se ha duplicado más de cuatro veces. Por otro lado, las emisiones producidas por el uso de combustibles han dejado su huella de forma patente en forma de cambio climático 15. En 1900, las emisiones mundiales absolutas ascendían a unos 12 A fecha de mayo de 2020, 195 Estados y la Unión Europea han firmado el Acuerdo. 189 Estados y la Unión Europea, lo que representa a casi el 97 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, han ratificado o se han adherido al Acuerdo, inclusive China, Estados Unidos (que ha notificado a las Naciones Unidas su decisión de abandonarlo) e India, tres de los cuatro principales emisores de gases de efecto invernadero del total de los miembros del CMNUCC (un 42 % combinado). 13 Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), 2019, «Calentamiento global de 1,5°C»; Instituto de Recursos Mundiales, 2018, «8 Things You Need to Know About the IPCC 1.5˚C Report» (8 cosas que has de saber sobre el informe del IPCC). 14 Para un resumen completo y detallado sobre los resultados, véanse este y este enlace. 15 The Economist, 2019, «The past, present and future of climate change» (Pasado, presente y futuro del cambio climático) y «Humanity’s immense impact on Earth’s climate and carbon cycle» (El inmenso impacto de la humanidad en el clima y en el ciclo del carbono de la Tierra). 5
2000 millones de toneladas de dióxido de carbono; para 1950, las emisiones se habían triplicado y, en la actualidad, estas son casi 20 veces más 16. No obstante, en la última década, las emisiones han seguido aumentando a un ritmo del 1,5 % anual. Hace falta una reducción de entre el 3 y el 6 % anual hasta 2030 para poder limitar el calentamiento global a los 1,5-2 ºC 17. La actual pandemia de COVID- 19 ha tenido un gran impacto sobre las emisiones a corto plazo, pero difícilmente tendrá un efecto significativo a largo plazo 18. Además, aunque está previsto que se actualicen pronto y se ha pedido que se las dote de mayor ambición, las CDN actuales se consideran insuficientes para lograr el objetivo del Acuerdo de París. La historia económica demuestra que las empresas y el sector privado no han dejado de mutar y de adaptarse desde la revolución industrial. El cambio es, en muchos sentidos, indispensable para las empresas; el cambio hace prosperar al emprendimiento, en su intento de planear las medidas óptimas. La nueva realidad del mundo del trabajo actual ya ha generado tendencias potentes y rápidas a las que el sector privado ya está dando respuesta. Pero no todos los participantes de los mercados tienen la capacidad de adaptarse y superar estos retos, y los cambios pueden ser, con frecuencia, tumultuosos y dañinos para gran parte de las economías. Es importante fomentar capacidades, fortalecer la resiliencia y disponer marcos sólidos que brinden apoyo y fomenten la innovación; de lo contrario, los mercados registran resultados mucho peores en materia de empleo en periodos de crisis. La coexistencia de la crisis del COVID-19 con el cambio climático supone que el periodo de recuperación pospandemia será decisivo para luchar contra el cambio climático. Según McKinsey & Company, los gobiernos no han de poner en riesgo sus prioridades económicas en aras de las ambientales ante la recesión provocada por el COVID-19 19. Es probable que la crisis del COVID-19 tenga consecuencias dramáticas para el progreso en materia de cambio climático. Los inminentes planes de recuperación fiscal podrán consolidar o relegar, en parte, el sistema económico actual, muy dependiente de los combustibles fósiles 20. 16 The Economist, 2019, «The past, present and future of climate change» (Pasado, presente y futuro del cambio climático). 17 Foro Económico Mundial, 2020, «The Net Zero Challenge - Fast-Forward to Decisive Climate Action» (El desafío de la neutralidad en carbono: cómo pasar a una acción climática decisiva). 18 Naciones Unidas, 2020, «Fall in COVID-linked carbon emissions won’t halt climate change» (La reducción de las emisiones de carbono por el coronavirus no frenará el cambio climático); Sheffield Political Economy Research Institute, 2019, «What happens to the environment in times of economic trouble and why should we care?» (¿Qué consecuencias tienen los problemas económicos para el medio ambiente y por qué debería importarnos?). 19 McKinsey & Company, 2020, «How a post-pandemic stimulus can both create jobs and help the climate» (Cómo puede el estímulo pospandemia generar empleo y favorecer al clima). 20 Hepburn, C., et al., 2020, «Will COVID-19 fiscal recovery packages accelerate or retard progress on climate change?» (¿Podrán los planes de recuperación económica del COVID-19 acelerar o ralentizar los avances en materia de cambio climático?), Smith School Working Paper, 20-02. 6
Figura 2. Crecimiento del PIB per cápita y el consiguiente aumento en la prosperidad, fuente y más información Uno de los principales objetivos del desarrollo sostenible en general es garantizar un crecimiento económico sostenible y continuado, a la vez que se tratan de eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero a largo plazo 21. Esto se denomina «disociar» el crecimiento de las emisiones y el crecimiento económico, que hasta ahora han ido de la mano. Este objetivo doble se ha recogido en el ODS 8 (crecimiento económico sostenible) y en el ODS 13 (acción por el clima). La noción de disociación es la piedra angular de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (o Agenda 2030 22) y del desarrollo sostenible en general 23. Algunos países (como, por ejemplo, Dinamarca, Alemania, Suecia y el Reino Unido 24) están avanzando hacia este ambicioso objetivo mediante la reducción de la intensidad energética del PIB, medidas de eficiencia energética, electrificación, economía circular 25 y diversificación energética con una apuesta por energías renovables rentables, lo que demuestra que es posible. Las empresas y el sector privado se encuentran en una posición inmejorable para aprovechar las posibles oportunidades y acelerar esta tendencia, aunque solo si tienen capacidad de adaptación, resiliencia y visión de futuro 26. 21 The Economist, 2019, «The Climate Issue» (La cuestión climática). 22 La Agenda 2030 es un marco muy amplio que integra diversos objetivos sociales; la acción climática es solo uno de ellos. Este documento se centra en cambio climático y empleo, y no en la Agenda 2030 en general. 23 Panel Internacional de Recursos, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 2011, «Decoupling Natural Resource use and Environmental Impacts from Economic Growth» (Desacoplar el uso de los recursos naturales y los impactos ambientales del crecimiento económico); Our World in Data, «Shrink emissions, not the economy!» (¡Mermen las emisiones, no la economía!). 24 Foro Económico Mundial, «The world's economy is only 9% circular. We must be bolder about saving resources» (Solo el 9 % de la economía mundial es circular. Hemos de ser más valientes en el ahorro de recursos). 25 Foro Económico Mundial, 2016, «The decoupling of emissions and growth is underway. These 5 charts show how» (Se están disociando las emisiones y el crecimiento. Estas cinco gráficas muestran cómo). 26 McKinsey & Company, 2019, «The decoupling of GDP and energy growth: A CEO guide» (Disociar el PIB y el crecimiento energético: una guía para directores ejecutivos);ellen MacArthur Foundation, «What is the circular economy?» (¿Qué es la economía circular?). 7
Los efectos económicos del cambio climático ya se están haciendo notar en todo el mundo 27. Es un proceso que va cada vez más rápido, y sus efectos serán cada vez mayores si no se adoptan medidas rápidas y enérgicas para prevenir y adaptarnos al cambio climático (los efectos sobre el clima se combinan con otros efectos existentes sobre el medio ambiente, como la pérdida de la biodiversidad, la contaminación, la generación de residuos, etcétera). El cambio climático también tiene consecuencias considerables para la sociedad, que suelen afectar más a las poblaciones vulnerables y a los países de ingresos bajos. Según el informe especial sobre el calentamiento global de 1,5 ºC del IPCC, no queda mucho tiempo para reducir las emisiones antes de que alcancen niveles catastróficos. Sus efectos se están haciendo patentes en todo el mundo del trabajo 28, por lo que, llegados a este punto, es crucial que nos centremos en la reducción de emisiones y en la adaptación de todos los sectores y regiones, y que prioricemos aquellos ámbitos de actuación y medidas que marquen la diferencia. La mayor fuente de emisiones con diferencia en todo el mundo es el consumo energético. El 87 % de las emisiones de CO2 antropogénico provienen de la combustión de combustibles fósiles, como el carbón, el gas natural y el petróleo. El resto de las emisiones provienen de la deforestación y de otros cambios en el uso de la tierra (9 %), así como de otros procesos industriales como la producción de cemento (4 %). El sector energético incluye el transporte, la electricidad y la calefacción, la edificación, la manufactura, la construcción, las emisiones fugitivas y otras formas de consumo de combustible, y supone la principal fuente de emisiones antropogénica. En 2014, un 50 % de las emisiones mundiales provinieron de la generación de calor y electricidad; las industrias del transporte y la manufactura contribuyeron en un 20 % cada una; los servicios públicos, residenciales y comerciales, un 9 % y el resto de sectores, entre un 1 y un 2 %. En este enlace y este encontrarán un resumen de esta información. Para obtener más información sobre cómo se están adaptando y mitigando las emisiones en distintos sectores, consulten este enlace. Figura 3. Emisiones mundiales de CO2 por fuente o sector, 1960-2014 (fuente) Según una encuesta reciente de la OIE 29, la sostenibilidad y el cambio climático son una de las cinco tendencias mundiales que más están afectando a las empresas a nivel mundial. Casi el 70 % de los 27 McKinsey & Company, 2020, «Climate risk and response: Physical hazards and socioeconomic impacts» (Riesgo y respuesta climáticos: peligros físicos y consecuencias socioeconómicas). 28 Organización Internacional del Trabajo, 2018, «Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2018: Sostenibilidad medioambiental con empleo». 29 Organización Internacional de Empleadores, 2019, «Transformación empresarial. Nuevas oportunidades para las organizaciones empresariales». 8
empleadores encuestados perciben que el creciente riesgo ambiental y de desastres afecta de forma notable a sus actividades. El Global Risks Report 30 (Informe sobre los riesgos en el mundo) del Foro Económico Mundial de este año incluye riesgos ambientales en los cinco primeros puestos como riesgos más plausibles, y fue uno de los principales temas que se trataron en Davos este año 31. Las empresas que rinden cuentas ante el Carbon Disclosure Project 32, el proyecto de información sobre las emisiones de carbono, han comunicado que sus actividades y operaciones se enfrentan a grandes riesgos debido al cambio climático, pero también a oportunidades potenciales que pueden tener repercusiones notables. Las principales empresas han prevenido sobre los posibles efectos económicos sobre sus activos, pero también sobre un potencial de crecimiento mucho mayor que los riesgos. Es decir, que gestionar los riesgos identificados de forma anticipada es mucho más barato que hacerlo cuando nos afecten33. Es indispensable actuar en el momento justo; ya existen numerosos mecanismos de adaptación y de resiliencia para las empresas 34. Costes e inversión Figura 4. Beneficios mundiales de un cambio decisivo hacia una economía baja en emisiones de carbono en comparación con el escenario de referencia (New Climate Economy, 2018) 30 Foro Económico Mundial, 2020, «The Global Risks Report 2020» (Informe sobre los riesgos en el mundo) y «Top risks are environmental, but ignore economics and they'll be harder to fix» (Los principales riesgos son ambientales, pero si se ignora la economía, serán más difíciles de resolver). 31 Foro Económico Mundial, 2020, «What’s everyone talking about at Davos 2020?» (¿De qué está hablando todo el mundo en Davos 2020?). World Business Council for Sustainable Development, 2020, «The triangle that will fix capitalism» (El triángulo que reparará el capitalismo). 32 El Carbon Disclosure Project es una organización internacional sin ánimo de lucro que ofrece a empresas y ciudades un sistema integral para medir, publicar, gestionar y compartir información medioambiental básica. Solicitan información sobre los riesgos climáticos y las oportunidades para reducir las emisiones de carbono a las principales empresas del mundo en nombre de sus más de 515 sus instituciones inversoras firmantes (para más información, véanse este y este enlace). 33 Carbon Disclosure Project, 2019, «Major risk or rosy opportunity - Are companies ready for climate change?» (¿Gran riesgo u oportunidad de oro? ¿Están las empresas preparadas para el cambio climático?). 34 Foro Económico Mundial, 2020, «The Net Zero Challenge - Fast-Forward to Decisive Climate Action» (El desafío de la neutralidad en carbono: cómo pasar a una acción climática decisiva); McKinsey & Company, 2019, «Earth to CEO: Your company is already at risk from climate change» (Tierra llamando al CEO: el cambio climático ya es una amenaza para tu empresa). 9
En el marco de las ambiciosas obligaciones del Acuerdo de París, los países participantes han de reducir sus emisiones en todos los sectores de la industria y la economía. No obstante, las empresas solo podrán lograr estos objetivos si se implantan de manera realista y respetuosa con la economía. Como hemos visto con la crisis del COVID-19, las medidas drásticas que interfieren en la actividad económica normal no son sostenibles. Es importante que todas las empresas y posibles agentes capaces de contribuir a la reducción de emisiones reciban el apoyo necesario. El apoyo y los incentivos que se proporcionen deben ser, en su mayoría, neutros con respecto a la tecnología para que las soluciones posibles puedan aspirar a ellos. Las normativas no deberían apostar por un caballo ganador, sino que deberían centrarse en los objetivos de reducción de emisiones, y no en una tecnología en concreto. En los próximos años, habrán de invertirse importantes cuantías en tecnologías, combustibles y rendimientos nuevos. El informe Stern sobre la economía del cambio climático 35 estimó en su día que, de no adoptarse medida alguna, el coste que esto tendría en todo el mundo equivaldría a, como mínimo, el 5 % del PIB mundial anual por tiempo indefinido 36. Se estima que, solo para hacer el sector energético inocuo para el clima, se necesitarían «de media, 3,5 billones de dólares anuales en inversión entre el 2016 y el 2050» 37. Invertir en un cambio sistémico puede ser caro: el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima que el coste anual de conseguir una resiliencia climática podría oscilar entre los 140 000 y los 300 000 millones de dólares para 2030, y entre los 280 000 y los 500 000 millones de dólares para 2050 38. Es necesario crear infraestructuras para adaptarnos al cambio climático, aunque suponga un gasto de capital inicial considerable. Según The New Climate Economy 39, «se espera que se inviertan en infraestructura unos 90 billones de dólares en todo el mundo hasta 2030, es decir, más que el total de la bolsa de valores hoy» 40. Pero el coste de la inacción y el coste de la inversión no son fijos: cuanto más esperemos, mayor será el coste; si actuamos rápido, reduciremos los daños e incrementaremos los beneficios 41. Los gobiernos y las políticas nacionales e internacionales desempeñan un papel importante en el desarrollo de una transición eficaz y fructífera. La OCDE estima que un «paquete de políticas públicas compatibles con el clima puede aumentar el PIB a largo plazo hasta en 2,8 % en promedio en todo los países del G20 para el año 2050 con respecto a la continuación de las políticas actuales. Si también se toman en cuenta las repercusiones positivas de evitar el cambio climático, el efecto neto sobre el PIB en 2050 aumenta a casi el 5 % en las economías desarrolladas y emergentes del G20» 42. En lo que 35 Stern, N., 2006, «The Economics of Climate Change: The Stern Review» (Informe Stern sobre la economía del cambio climático). 36 Das Progressive Zentrum (DPZ) y Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GiZ), 2019, «Foreign Policy and the Just Transition» (Política exterior y la transición justa). 37 London School of Economics and Political Science, Grantham Institute on Climate Change and the Environment, 2018, «Climate change and the just transition - A guide for investor action» (Cambio climático y transición justa: guía para la inversión). 38 Business for Social Responsibility, 2018, «Climate and the Just Transition: The Business Case for Action» (Clima y transición justa: argumentos para pasar a la acción). 39 The New Climate Economy, 2018, «Unlocking the Inclusive Growth Story of the 21st Century: Accelerating Climate Action in Urgent Times» (Desatar el crecimiento inclusivo del siglo XXI: acelerar la acción climática en tiempos apremiantes). 40 Se estima que, en los sectores industriales, la inversión de capital total adicional entre 2015 y 2050 pueda aumentar en entre 5,5 y 8,4 billones de dólares, lo que supone un 0,1 % del PIB agregado en el mismo periodo y menos del 0,5 % del potencial ahorro e inversión mundiales, lo que demuestra que, aunque sea costoso, la inversión requerida es factible (McKinsey & Company, 2018; Energy Transitions Commission, 2018). 41 Global Commission on Adaptation, 2019, «Adapt now: a global call for leadership on climate resilience» (Adaptarnos ahora: llamamiento mundial para un liderazgo en materia de resiliencia climática). 42 Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, 2017, «Investing in Climate, Investing in Growth» (Invertir en el clima, invertir en el crecimiento). 10
respecta al desarrollo sostenible en general, la Business and Sustainable Development Commission 43 se basa en los estudios de PricewaterhouseCoopers (PwC) para prever que, si se avanza en pro y se consiguen los ODS, se generarán hasta 12 billones de dólares en oportunidades de mercado en los cuatro sistemas económicos (alimentación, ciudades, energía y materiales, salud y bienestar) analizados por la Comisión. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los gobiernos fomentan de forma directa o indirecta más del 70 % de la inversión mundial en energía, lo que hace patente que pueden redirigir estas inversiones hacia una vía más sostenible 44. Los efectos económicos del cambio climático pueden ser más lentos que los ocasionados por la pandemia, pero también pueden ser mayores y más duraderos. Con ingenio, podemos adaptarnos y recuperarnos con resiliencia del COVID-19, a la vez que adaptamos nuestros sistemas al cambio climático 45. Aunque solo se usara una parte de los 9 billones de dólares que han reservado más de 170 países para aplicar medidas de estímulo y recuperación para la sostenibilidad, se podría avanzar mucho a medio plazo. Por ejemplo, según un estudio de la AIE, un proyecto de recuperación sostenible solo para el sector de la energía podría incrementar en un 1,1 % el crecimiento económico global anual, lo que llevaría a un PIB mundial un 3,5 % mayor en 2023, a la vez que conservaría o crearía unos 9 millones de empleos al año durante los tres próximos años y reduciría las emisiones en 4500 millones de toneladas. 46, 47 El Production Gap Report de este año, informe que analiza la brecha entre la producción prevista de combustibles fósiles en los países y los niveles requeridos para limitar el calentamiento global a menos de 2 ºC, analizará si las estrategias y medidas de rescate y estímulo de los gobiernos están retrasando o acelerando la transición hacia la independencia de la producción de combustibles fósiles 48. Para profundizar en los vínculos entre la política sobre el cambio climático y el COVID, la Geneva Environment Network ha creado un repositorio temático de recursos de interés. Consecuencias sobre el empleo Según la CMNUCC, las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático tendrán consecuencias cuantitativas y cualitativas en el empleo y en las empresas. La diferencia entre la mitigación y la adaptación al cambio climático es que la mitigación pretende atajar las causas y minimizar las posibles consecuencias del cambio climático, mientras que la adaptación aspira a reducir los efectos perniciosos y a aprovechar las oportunidades que surjan del cambio climático. Allí donde las estrategias de mitigación no logren los objetivos de limitación de emisiones, la resiliencia climática será determinante para reducir los efectos del cambio climático 49. Según la CMNUCC, un total de 1470 millones de empleos dependen de la estabilidad climática (véase la Figura 5 a continuación). El impacto real que tenga sobre los puestos de trabajos y el empleo dependerá de las normativas y políticas que se adopten, que pueden diferir mucho en función de la respuesta que estipulen las partes interesadas pertinentes. Con independencia del cambio climático, habrán de generarse 600 millones de empleos 43 Business and Sustainable Development Commission, 2017, «Better Business Better World» (Empresas mejores para un mundo mejor). 44 Agencia Internacional de la Energía, 2018, «World Energy Outlook 2018 examines future patterns of global energy system at a time of increasing uncertainties» (El informe sobre la situación de la energía en el mundo de 2018 estudia los patrones futuros del sistema energético mundial en un momento de creciente incertidumbre). 45 Foro Económico Mundial, 2020, «How to build back better after COVID-19» (Cómo recuperarnos tras el COVID- 19). 46 Agencia Internacional de la Energía, 2020, «Sustainable Recovery: World Energy Outlook Special Report» (Recuperación sostenible: informe especial sobre la situación de la energía en el mundo). 47 The Economist, 2020, «Countries should seize the moment to flatten the climate curve» (Los países deberían aprovechar la situación para reducir la curva climática). 48 Climate Home News, 2020, «After the oil crash, we need a managed wind-down of fossil fuel production» (Tras la caída del petróleo, necesitamos una reducción organizada de la producción de combustibles fósiles). 49 Iberdrola, «La adaptación al cambio climático, ¿cómo será la Tierra en 2030?». 11
nuevos en todo el mundo para 2030, para seguir el ritmo del crecimiento de la población activa mundial 50. Esto supone unos 40 millones de empleos al año 51. No obstante, para respetar los compromisos del Acuerdo de París, estos nuevos empleos no deberían generar nuevas emisiones ni imponer una presión adicional sobre los ecosistemas. Figura 5. Empleos esenciales para la estabilidad climática, por sector (Fuente: London School of Economics, 2018) La economía mundial y los mercados de trabajo ya se están viendo afectados por las alteraciones en el medio ambiente. Las catástrofes naturales, como los huracanes, las inundaciones o los incendios ya están causando daños importantes y pueden destruir en poco tiempo una economía local 52. Además, cada vez son más frecuentes y agresivas 53. Una mayor exposición térmica y estrés térmico puede ocasionar importantes pérdidas económicas y afectar al empleo, destruyendo puestos de trabajo y aumentando los riesgos para la salud. Un cambio en las características meteorológicas puede afectar, a largo plazo, al empleo, sobre todo en sectores 54 como el turismo (a aquellas actividades turísticas que dependen de las condiciones meteorológicas), la agricultura, uno de los principales generadores de empleo en todo el mundo (por ejemplo, con graves inundaciones o sequías persistentes), y el sector de los seguros, cada vez más afectado por la creciente incertidumbre. Las características meteorológicas están interrelacionadas con muchos otros sistemas dinámicos, y sus alteraciones pueden tener un amplio alcance, ser difíciles de predecir y generar problemas inesperados 55. Figura 6. Fuente: CMNUCC, 2016 50 Según los estudios de la CMNUCC y la OIT, para lograr el Objetivo 8 de la Agenda 2030. 51 Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio, 2016, «Just Transition of the Workforce, and the Creation of Decent Work and Quality Jobs» (Una transición justa para la fuerza de trabajo, la creación de trabajo decente y de empleos de calidad). 52 The Earth Institute, Columbia University, 2019, «How Climate Change Impacts the Economy» (Cómo afecta el cambio climático a la economía) e Iberdrola, «How is climate change affecting the economy and society?» (Cómo afecta el cambio climático a la economía y a la sociedad). 53 Organización Internacional del Trabajo, 2019, «Working on a warmer planet: The effect of heat stress on productivity and decent work» (Trabajar en un planeta más caliente: El impacto del estrés térmico en la productividad laboral y el trabajo decente). 54 Comisión Europea, «Sectors Affected» (Sectores afectados). 55 The Economist, 2020, «Damage from climate change will be widespread and sometimes surprising» (Las consecuencias del cambio climático serán generalizadas y, en ocasiones, sorprendentes). 12
En lo que respecta a las consecuencias cualitativas, hay que saber que el impacto ambiental que tienen los empleos de ciertos sectores depende de factores estructurales y de la tecnología y los flujos de trabajo que se emplean en dicho sector, y no del trabajo en sí mismo 56. Una misma actividad laboral puede ser favorable para el medio ambiente si se llevan a cabo los cambios oportunos en la política de la empresa, en la tecnología empleada o si se aplican nuevas normativas. Por ejemplo, el sector de la construcción tiene un alto consumo de carbono (en gran medida, debido a la producción de cemento). No obstante, si se emplearan con más frecuencia materiales sostenibles y energías renovables, esa misma actividad sería mucho más respetuosa con el medio ambiente y no precisaría competencias muy distintas de las actuales. Sin embargo, es importante cambiar tanto la mentalidad y como los comportamientos individuales, que pueden afectar considerablemente al éxito de las políticas de mitigación y los planes de adaptación. Las iniciativas individuales y los consumidores que exigen bienes y servicios diferentes pueden dar pie al cambio en los procesos de una empresa y acelerar este cambio. Figura 7. Empleos potenciales por sector y país del G20 en un escenario de sostenibilidad energética (OIT, 2018) Las industrias ya están adoptando importantes medidas para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático, lo que demuestra que se pueden poner en marcha soluciones eficaces. Por ejemplo, las industrias del aire acondicionado y la refrigeración ya han implantado con éxito el Protocolo de Montreal, que se diseñó para eliminar de forma progresiva la producción de numerosas sustancias perniciosas para la capa de ozono. Todos los Estados miembro de Naciones Unidas lo ratificaron, lo que demuestra que una normativa eficaz en la que participan todas las partes interesadas y con objetivos claros puede llevar a resultados extraordinarios. En 2019, se actualizó el Protocolo de Montreal con la Enmienda de Kigali para reducir aún más las emisiones de los refrigerantes que se usan en la actualidad. Esta modificación también brinda la oportunidad de implantar una tecnología más eficiente, lo que potencia los efectos positivos y demuestra que la industria puede adaptarse y aplicar las normativas, sin perjuicio de su crecimiento y la generación de empleo. Asimismo, sustituir las fuentes de energía actuales por energías renovables reduciría aún más 56 Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), 2014, «Key economic sectors and services» (Principales sectores y servicios económicos). 13
los efectos que el sector de la refrigeración tiene sobre el clima, sin que con ello se altere de forma notable el panorama laboral. Han surgido conceptos como el de «empleos verdes» para intentar normalizar la medición de los progresos y de dar nombre a las competencias y a los tipos de trabajo de una economía respetuosa con el clima. La comunidad empresarial considera que no son prácticos y que derivan en un análisis sesgado, pues no reflejan como es debido os matices del efecto que tiene el cambio climático sobre el empleo e imponen marcos que no son óptimos para todos los contextos. Para profundizar en los debates sobre metodología y aplicación, véanse este enlace, este y este. Un entorno favorable La modificación de los procesos de producción y de las prácticas consolidadas en un sector entraña retos considerables y costes asociados, como el gasto en investigación, en diseño y en la propia implantación de la medida. Para que las empresas puedan actuar con rapidez, es necesario que haya incentivos claros y cuantiosos, normativas realistas y un fomento de capacidades que permita implantar estos cambios de forma gradual. Las instituciones y los marcos normativos sólidos y equilibrados que permitan aprovechar el potencial de las empresas y no generen trabas normativas que desincentiven la inversión privada, deben ir de la mano de políticas e incentivos económicos que apoyen e insten a las empresas a adoptar tecnologías limpias y procesos de producción bajos en carbono, así como a invertir en el perfeccionamiento y en la actualización de las competencias de la fuerza de trabajo. Cada sector tendrá sus particularidades, pero para lograr una transformación tecnológica rápida y eficaz, es necesario que cada gobierno disponga una política industrial coherente que respalde los esfuerzos desplegados por dichos sectores. «Nunca se insistirá suficiente en la necesidad de que los gobiernos intervengan de esta manera. Por ejemplo, el coste de producción de acero sin emisiones podría ser, en un principio, dos veces mayor que la producción tradicional de acero, un sobrecoste que ninguna empresa que opere en un mercado de productos básicos mundial y competitivo estará dispuesta a asumir, a menos que reciba apoyo directo para desarrollar la tecnología necesaria y que cuente con un mercado seguro, a través de la contratación pública, y protegido ante aquellos competidores que no jueguen limpio» 57. Figura 8. Potencial de creación de empleo en un escenario de sostenibilidad energética (OIT, 2019) En un escenario en el que gobiernos y organizaciones adopten medidas firmes de sostenibilidad energética y apliquen un amplio abanico de medidas (el denominado «escenario de sostenibilidad 57 Foreign Affairs, 2020, «The Paths to Net Zero - How Technology Can Save the Planet» (Los caminos hacia la neutralidad en carbono: cómo puede la tecnología salvar el planeta). 14
energética», los estudios de la OIT muestran que «se generarían casi 25 millones de empleos y se perderían cerca de 7 millones en todo el mundo. De estos últimos, 5 millones pueden recuperarse gracias a la redistribución de la mano de obra: es decir, que 5 millones de empleados que pierdan su empleo por la recesión de ciertas industrias podrán encontrar el mismo puesto en otra industria dentro del mismo país» 58. No obstante, la Figura 7 hace énfasis en la capital importancia de las competencias y en el hecho de que solo se alcanzará esa potencial creación de empleo a través de una formación intensa e integral, del perfeccionamiento y de la actualización de las competencias de la fuerza de trabajo. Los mercados de trabajo han de estar preparados y ser lo bastante flexibles para asumir de forma eficaz estos grandes cambios. Las políticas de sostenibilidad pueden afectar al empleo de diversas maneras pero, en general, las políticas sobre el clima y la sostenibilidad pueden generar empleo de calidad si se aplican como es debido y si se gestionan de forma adecuada los retos y riesgos asociados 59. Por un lado, ampliar mercados existentes, como el reciclaje y las energías renovables, puede aumentar la demanda de empleo. Por otro lado, los trabajos en sectores como la agricultura ecológica, la economía circular, las energías renovables y otras nuevas actividades son más exigentes, por lo que crearán más empleos que los que ahora generan dichas actividades. Figura 9. Representación del potencial de creación de empleo. Fuente: McKinsey No obstante, según la OIT (2019), si analizamos las CDN remitidas en el marco del Acuerdo de París, «Dos tercios de los países reconocen en sus CDN la importancia del fomento de capacidades y de la educación sobre cambio climático, pero menos del 40 % de las CDN en todo el mundo integran proyectos de formación profesional para apoyar su implantación, y más del 20 % ignoran por completo la integración de actividades relacionadas con el capital humano» (véase la siguiente figura). 58 Organización Internacional del Trabajo, 2018, «Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2018: Sostenibilidad medioambiental con empleo». 59 Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, 2017, «Employment Implications of Green Growth» (Implicaciones para el empleo del crecimiento sostenible). 15
Figura 10. Fuente: OIT, 2019 Un reto crucial, que está relacionado con los programas de competencias, es el componente temporal y geográfico de toda transformación económica. Como nos han demostrado las dinámicas de la urbanización y la revolución industrial, la creación y la transformación de empleos se dan en diferentes lugares en diferentes momentos y a diferentes ritmos. Esto plantea la pregunta de dónde se crearán los nuevos empleos, cómo de rápido se requerirán las nuevas competencias y cuál será la tasa de generación y destrucción de empleo. Para tener las mayores posibilidades de éxito, las empresas tendrán en ocasiones que reubicar a la fuerza de trabajo, replantear sus cometidos, perfeccionar y actualizar sus competencias con rapidez, sin abandonar sus operaciones. Se ha de prestar particular atención a los distintos niveles de desarrollo de los países y al perfil socioeconómico de cada contexto nacional. Las medidas de adaptación de competencias tienen una relevancia particular para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Las pymes dan trabajo a más del 80 % de los trabajadores en todo el mundo, pero suelen tener menos capacidad de adaptarse y transformar sus modelos de negocio; suelen ser menos productivas y las competencias de sus trabajadores suelen menos flexibles. En los mercados emergentes, son las pymes las que generan la mayoría de los empleos formales; en todo el mundo, crean 7 de cada 10 puestos de trabajo 60. Además, si dejamos de lado el reto de la acción climática, la brecha de financiación es la mayor limitación para el crecimiento y el desarrollo de las pymes. La Corporación Financiera Internacional 61 estima que 65 millones de empresas, es decir, el 40 % de las microempresas, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) de los países en desarrollo, tienen una necesidad de financiación total insatisfecha de 5,2 billones de dólares anuales, que equivale a 1,4 veces más el nivel actual de préstamo para las MIPYMES en todo el mundo. Esta realidad nos indica que hay que fomentar el crecimiento de la productividad, pues un aumento de la eficiencia permite a las empresas ahorrar e invertir en procesos de producción sostenibles. Un estudio del Centro de Comercio Internacional apunta que una inversión adicional de un billón de dólares anual en las pymes las dotaría de la capacidad de alcanzar los ODS 62. 60 Organización Internacional del Trabajo, 2019, «Small Matters: Global evidence on the contribution to employment by the self-employed, micro-enterprises and SMEs» (Lo pequeño importa: Datos mundiales sobre las contribuciones al empleo de los trabajadores independientes, las microempresas y las pymes). 61 Corporación Financiera Internacional, 2017, «MSME FINANCE GAP - Assessment of the Shortfalls and Opportunities in Financing Micro, Small and Medium Enterprises in Emerging Markets» (La brecha financiera de las MIPYMES: Evaluación de las carencias y oportunidades de financiar microempresas, pequeñas y medianas empresas en los mercados emergentes). 62 Centro de Comercio Internacional, 2019, «Perspectivas de competitividad de las pymes 2019». 16
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