El impacto de la crisis en las personas mayores
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Informe especial – junio de 2012: AGE y el Comité de las Regiones organizan el II seminario temático sobre el Año Europeo 2012 El impacto de la crisis en las personas mayores ----------------------------------------------------------------- En el marco del Año Europeo 2012 del Envejecimiento Activo y la Solidaridad entre Generaciones, AGE está organizado junto con el Comité de las Regiones unos seminarios temáticos. El segundo de una serie de tres tuvo lugar el pasado 19 de junio y estuvo dedicado al impacto que tiene la crisis en las personas mayores. Nuestro objetivo es aumentar la visibilidad de una serie de cuestiones que tienen que ver con las consecuencias presentes y futuras que la crisis tiene para las personas mayores y recopilar recomendaciones de las partes implicadas invitadas sobre cómo fomentar la inclusión social general de los mayores y promocionar su participación activa en la sociedad. El debate dio como resultado algunas propuestas para satisfacer mejor las necesidades de los mayores más vulnerables en tiempos de crisis y salvaguardar su dignidad y calidad de vida. Los participantes y los ponentes invitados también contribuyeron a ampliar las reflexiones propuestas por AGE durante 2012 en relación con la creación de una Unión Europea respetuosa con la edad y basada en la justicia y la solidaridad entre las generaciones y dentro de ellas. Sesión matinal sobre el impacto de la crisis en los mayores y su estilo de vida autónomo El debate se centró en el análisis de las características específicas de la pobreza en los mayores, sobre todo entre las mujeres mayores a consecuencia de la persistencia de la desigualdad de género que se manifiesta en edades más tempranas. Si bien es cierto que tanto los hombres como las mujeres mayores son víctimas de desigualdad en términos de protección social, las mujeres se ven afectadas además por las bajas por maternidad que han tenido y por las responsabilidades de cuidadoras no profesionales que restringen su acceso a empleos de buena calidad y que impacta negativamente en sus ingresos cuando están jubiladas. Otro grupo de personas mayores que está expuesto a un mayor riesgo de pobreza son los llamados “mayores más mayores”. Los miembros de AGE insistieron en la necesidad de afrontar la actual erosión de los ingresos en la jubilación, algo que se convierte en un problema cuando se van cumpliendo años y aparece la dependencia, sobre todo cuando los bienes y servicios que uno necesita para vivir con dignidad son más caros y la intensidad del trabajo se agrava con la edad. Estuvieron de acuerdo en reconocer que hay un número creciente de personas que se jubila con unos ingresos adecuados pero que van cayendo poco a poco en la pobreza a causa de la falta de actualización de las pensiones. Este fenómeno se ha visto ampliado con la crisis. En concreto, los participantes hicieron estos comentarios: • Tom De Boeck (BE), Experto en protección social que trabaja para el sistema sanitario obligatorio flamenco: La inversión en sanidad es una cuestión de opción política. Un tema clave es el precio de la salud y de la asistencia sanitaria a largo plazo para los mayores, sobre todo para los pensionistas con menores ingresos ya que las pensiones belgas son igualitarias pero muy bajas.
Los mayores usan sus viviendas para completar sus ingresos y poder acceder a los servicios asistenciales. El sistema flamenco de asistencia ofrece a aquellos que necesitan tal asistencia una cobertura parcial o total de los costes de la asistencia no sanitaria a cargo de cuidadores no profesionales, cuidadores profesionales o servicios autorizados. Para evitar que las personas sean más pobres cuando necesitan asistencia, en 2013 se va poner en marcha un nuevo sistema basado en los ingresos. • Ruud Kempen (NL), PhD Profesor de gerontología social, Universidad Maastricht: Son varios los retos que hay que afrontar: cuando una persona se hace mayor necesita más asistencia y en Holanda ahora, hacen falta un millón y medio de cuidadores ahora mismo, número que se duplicará en la próxima década. Otro reto, amplificado con la crisis, está relacionado con el género. El riesgo de pobreza entre las mujeres mayores está aumentando porque muchas de ellas no son capaces de obtener unos derechos adecuados a pensión por sus responsabilidades familiares. En Holanda, muchas mujeres mayores tienen huecos no justificados en sus carreras laborales y eso les expone a caer en la pobreza ya que dependen de las pensiones de sus maridos y cuando enviudan (las mujeres viven una media de diez años más que los hombres) sus pensiones de viudedad quedan aún más erosionadas. • Egbert Holthuis DG EMPL, Jefe de Unidad para la estrategia de protección e inclusión: Existe una relación directa entre el precio de los servicios sociales y de asistencia y la adecuación de los ingresos de los mayores, por eso la Comisión está buscando la forma de mitigar el impacto de la crisis en los mayores. El 25% de los mayores de 65 años dependen de los sistemas públicos de pensiones, que están justo por encima del umbral de pobreza. Si la gente tiene gastos extras, el riesgo de caer en la pobreza aumenta y sobre todo lo hace entre las mujeres. Para evitar la feminización de la pobreza en los mayores, la Comisión recomienda medidas para equilibrar la edad de jubilación para hombres y mujeres. Además de por las cargas familiares que tienen que soportar las mujeres, permanecen menos tiempo activas y por eso hay que adoptar medidas que promuevan la igualdad de género en el empleo, destinar créditos para asistencia, eliminar las diferencias en los sueldos, etc. • Angela Cluzel (FR), Presidente del grupo de expertos en sanidad de AGE: El acceso igualitario a la asistencia sanitaria está en peligro. Los médicos de cabecera empiezan a escasear en las zonas rurales y en algunos países. En algunos lugares, los médicos no trabajan los fines de semana. El sistema sanitario debería cubrir obligatoriamente el territorio con los médicos necesarios (como pasa con los profesores). El cambio gradual a un sistema de protección social más privado crea sin duda una mayor desigualdad. Muchas personas mayores tienen que restringir su consumo de comida y calefacción, tienen que elegir entre eso y sus necesidades básicas sanitarias (medicina, comida, vivienda, etc.) Es probable que esto influya negativamente en su salud aunque ellos también deberían colaborar no visitando a un médico detrás de otro y mejorando su salud a través de su estilo de vida. Esta sesión concluyó con la formulación de una serie de recomendaciones: • Promover el acceso universal a la asistencia sanitaria y hacer hincapié en la necesidad de garantizar que los servicios correspondan a las situaciones de las personas y no a su capacidad para pagarlos. • Los Estados miembro, a la hora de reformar sus sistemas de empleo, pensiones y sanidad deben aumentar la igualdad entre todos los grupos de edad y dar poder a las mujeres para que participen activamente en el mercado laboral a lo largo de toda su vida, creando unos entornos laborales y unos sistemas de protección social más igualitarios. • La Unión Europea tiene en su mano la clave para apoyar a los cuidadores no profesionales, sobre todo a las mujeres, y su propuesta para la provisión legal de bajas por cuidado de familiares a nivel europeo es necesario. • Aumentar la sensibilización sobre las responsabilidades colectivas e individuales de las personas para garantizar la actividad y un envejecimiento con salud.
Sesión de tarde sobre el impacto de la crisis en la protección social y otros servicios relacionados con los mayores La sesión de la tarde se centró en el impacto de la crisis entre los mayores y sus realidades sociales y condiciones de vida. Entre otros, se trató el tema de la accesibilidad, la adecuación y la sostenibilidad del sistema de protección social en toda la Unión Europea. Los participantes alertaron sobre la creciente tendencia en Europa de individualizar los riesgos, como la enfermedad y la dependencia, y confiar en el sector privado para la cobertura de tales riesgos. Esto llama la atención sobre la cuestión del acceso universal a la sanidad y a la asistencia sanitaria para un gran número de personas mayores y sus familias. También destaca la urgencia de valorar mejor las necesidades de los mayores para poder garantizar que van a poder disfrutar de unos ingresos adecuados y de unos servicios sanitarios y asistenciales de calidad. Otro tema debatido durante la sesión fue cómo mantener y fomentar la solidaridad entre generaciones para prevenir la pobreza y aumentar la inclusión social de los mayores. Los miembros de AGE se mostraron a favor de dar más poder a los mayores con buenas condiciones físicas y mentales para que puedan contribuir de una forma más activa en sus comunidades y sus sociedades, algo que nos ayudará a hacer frente a los retos que plantea el cambio demográfico. A continuación, un resumen de los comentarios de los ponentes: • Bérénice Storms (BE), Centro para las políticas sociales de la Universidad de Amberes: Hemos desarrollado un presupuesto de referencia para las personas en edad activa, para personas de más de 65 años y para las personas con necesidades especiales (de asistencia) basado en lo que las personas necesitan para vivir con dignidad y participar activamente en la sociedad. No se pueden desarrollar unos estándares absolutos a nivel europeo ya que valorar la tasa de pobreza depende en gran medida de las condiciones de vida y de la legislación de cada país así como de la situación específica de cada individuo. Todos tenemos dos necesidades básicas que necesitamos cubrir: buena salud y autonomía, y luego tenemos necesidades intermedias que están relacionadas con las básicas, como son los alimentos, la ropa, la vivienda, seguridad durante la infancia, relaciones sociales, movilidad, etc. En la UE ya existen varios presupuestos de referencia pero usan métodos diferentes, lo que hace que sea muy difícil compararlos. Un proyecto europeo en el que participan 5 países y que está ahora en fase de desarrollo pretende encontrar la manera de aplicar una metodología común en toda Europa. • Ewa Borowczyk (PL), Ministro Consejero, representación permanente de Polonia para la UE, jefe de la sección de empleo y políticas sociales: En Polonia, el gran cambio económico y político que se produjo hace 20 años tuvo aun más impacto para algunos grupos de población que la actual crisis. Desde entonces se ha progresado mucho. Ha habido grandes desigualdades regionales en términos de pobreza, nivel de vida, vivienda, etc. Dos características muy importantes de Polonia son la baja tasa de natalidad (una de las más bajas de Europa) y la gran tasa de desempleo de los jóvenes y las mujeres. Esto tendrá un impacto negativo en la adecuación de las pensiones de los futuros jubilados. Otro reto es la accesibilidad a la asistencia sanitaria a largo plazo, que no está tan desarrollada como en otros países europeos. El modelo de familia tradicional está cambiando, pero ocuparse de los familiares más mayores sigue siendo importante y esto es lo que probablemente vaya a cambiar en el futuro. El mayor mérito del Año Europeo 2012 del Envejecimiento Activo y la Solidaridad entre Generaciones es dar a conocer el potencial que tienen los mayores y el desarrollo demográfico positivo que pueden generar (incluida la economía plateada). Los trabajadores más mayores tienen muchas ventajas que ofrecer: atraen a los clientes más mayores, son más leales, aportan experiencia, conocimiento y sabiduría, se ponen menos enfermos y enseñan con mucho gusto a sus compañeros más jóvenes. • Stephen Barnett (UK), Director de la red europea de políticas sociales– una red independiente para los servicios sociales públicos europeos: El modelo del bienestar social varía mucho de un Estado miembro a otro. El impacto que la crisis ha tenido en los servicios sociales también varía mucho, incluso dentro de un mismo país en función de los recursos financieros. No obstante, la gente no necesita tanto como los proveedores de servicios podrían pensar. Hay que mejorar la prevención sanitaria y promover la vida autónoma y para ello los gobiernos tienen que conseguir una mejor coordinación de los sistemas sociales y sanitarios. Cada vez hay más recortes en los servicios sociales y se tiende a cargar más a las personas que pueden
permitirse pagarlos. Todo esto no es consecuencia únicamente de la crisis, sino también del cambio demográfico. • Anthony Polychronakis (NL), Consejero municipal Alphen a/d Rijn, red europeo de inclusión y acción social: En Holanda, los mayores también sufren los efectos de la crisis: recortes en las pensiones públicas, escasa actualización de las pensiones, menor rendimiento de la inversión en fondos de pensiones, caída de los precios de la vivienda, etc. Uno de los principales temas relacionados con la crisis es el aumento del abuso económico que se ejerce contra los mayores. Se ha creado una herramienta para identificar las personas que se encuentran expuestas a este riesgo. Se trata de un código de conducta, no obligatorio, para señalar la violencia doméstica, incluida la que sufren los mayores. Hay disponible un centro de llamadas que atiende estos casos y los centros de ayuda y los trabajadores sociales también desempeñan un papel muy importante en la calle, donde llegan directamente a la gente y disponen de la colaboración de la policía. En los Estados Unidos, hay centros familiares a los que los mayores pueden ir a hacer actividades sociales y culturales. Estos centros suelen contar con voluntarios (incluidos parados de larga duración de más de cierta edad). Y en los edificios públicos, las organizaciones trabajan juntas para ofrecer unos servicios y una ayuda coordinados, con una persona de contacto para cada persona mayor. La UE tiene que buscar buenas prácticas también fuera de sus fronteras. • Jean-Pierre Bultez (FR), Vicepresidente de AGE y Presidente del grupo de expertos en inclusión social: En Francia la situación social está cada vez más deteriorada. La gente se enfrenta a grandes dilemas: o bien restringen su asistencia sanitaria o bien reducen su alimentación, transporte e incluso calefacción. Las personas que se ocupan de sus familiares tienen más dificultades a la hora de asistir a sus familiares más mayores. La llamada “generación sándwich” está cada vez más presionada, son los que se encargan tanto de sus padres como de sus nietos. La cohesión social tiene a disminuir. Otro reto es el desarrollo de la solidaridad vecinal. Los modelos familiares están cambiando y los mayores ahora están más en contacto con sus vecinos que con sus nietos. Las nuevas tecnologías tienen un importante papel que desempeñar en este sentido. El envejecimiento es un reto tanto individual como colectivo. Es importante escuchar a los mayores para conocer sus necesidades y también para que puedan desarrollar todo su potencial (como se hace por ejemplo con los “Conseils des Ainés” en Francia). Mantener nuestros sistemas actuales de seguridad es un reto global. Esta sesión concluyó con una serie de recomendaciones: • Hay que desarrollar una metodología europea común para definir la pobreza y la dignidad en cierta edad y establecer unos criterios de ingresos adecuados basados en las necesidades individuales de las personas. Hay que elaborar unas referencias europeas. • Es necesario fomentar la solidaridad entre generaciones a nivel nacional y local y dentro de las comunidades, un reto que hay que afrontar por el cambio demográfico. Hay que encontrar unas soluciones innovadoras para “interconectar” a todos los miembros de la familia, de edades diferentes y de grupos de población diferentes. • Hay que coordinar mejor las acciones entre los diferentes servicios sanitarios y sociales destinados a los mayores. Debemos adoptar un enfoque global del bienestar y del envejecimiento activo, no se trata sólo de recursos financieros. • Los mayores deben contar con representación a todos los niveles, para poder comunicar y expresar sus necesidades y participar en la sociedad y sus organizaciones. Los resultados de este segundo seminario temático se presentarán en forma de recomendaciones políticas en un folleto temático que se difundirá con motivo del Año Europeo 2012 para promover el cambio y crear una UE más respetuosa con la edad antes de 2020. El ultimo seminario temático se celebrará el 20 de noviembre de 2012 y estará dedicado a “Crear una Europa más respetuosa con la edad antes de 2020” (más información en la página 1) Para más información sobre este evento, pueden ponerse en contacto con Maciej Kucharczyk, maciej.kucharczyk@age-platform.eu
---------------------------------- Entrevista a un miembro del Parlamento Europeo: Frederic DAERDEN Miembro de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) por Bélgica Autor del informe sobre la plataforma europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social 1. Las conclusiones del reciente seminario organizado por AGE y el Comité de las Regiones sobre el impacto de la crisis en los mayores han confirmado que las estrategias nacionales para salir de la crisis han estado basadas en recortes del gasto público, normalmente en detrimento de las medidas sociales. La crisis dificulta que muchas personas puedan mantener una buena calidad de vida, sobre todo los más mayores, que disponen de menos dinero y se enfrentan al dilema de tener que elegir entre comer lo adecuado, calentar su casa o mantener la cobertura dental, etc. ¿Qué debería hacer la UE para garantizar unos ingresos adecuados para los mayores? ¿Debería adoptar una propuesta legislativa sobre ingresos mínimos para reducir las crecientes desigualdades sanitarias, aumentar la coordinación de los sistemas nacionales de pensiones, tanto de los obligatorios como de los complementarios? Las conclusiones del seminario están completamente en línea con las medidas que defiendo en el Parlamento Europeo en relación con estos temas, como por ejemplo una renta mínima para luchar contra la pobreza, el Libro Verde sobre las pensiones y mi propio informe sobre la plataforma europea de lucha contra la pobreza. Una renta mínima (incluyendo un sistema de pensiones mínimas) no podría ser la misma en todos los Estados miembro ya que las condiciones económicas varían bastante de uno a otro. Sin embargo, adoptar una legislación europea que tenga en cuenta la existencia de dicha renta en la UE aceleraría su implantación en los países en los que no existen las rentas mínimas y, en los países en los que ya existen, un marco legal europeo ayudaría a mantener dicha renta y la protegería de las políticas de austeridad que se han estado poniendo en marcha con la crisis. Es difícil establecer el importe de esa renta mínima (la mayoría de las propuestas tienen a pedir el 60% de la media de los ingresos mínimos) que debe garantizar el acceso a los bienes y servicios básicos. Esta cuestión forma parte del ámbito social pero también tendría un impacto económico. La merma en el poder adquisitivo de los ciudadanos es dramática. Unos ingresos mínimos ayudarían a aumentar el consumo y promoverían el crecimiento y esto ayudaría a recuperar el equilibrio presupuestario. Si bien no se puede conseguir una legislación clara con los dos primeros expedientes anteriormente mencionados, no es el caso de mi informe sobre la pobreza, que insta a la Comisión Europea a iniciar procesos de consulta en este sentido. 2. Otra de las grandes preocupaciones es la accesibilidad y la sostenibilidad de los servicios de asistencia sanitaria en un momento en el que la desigualdad ha aumentado con la crisis y los recortes en los servicios públicos. ¿Qué acciones está adoptando el Parlamento para defender la universalidad y la calidad de la sanidad y de los servicios de asistencia a largo plazo? Unos servicios sociales y sanitarios accesibles y de calidad son la clave de la lucha contra la pobreza y la UE puede actuar para mejorarlos. Así lo expreso en el informe sobre la pobreza, en el que hago un llamamiento para que se adopte una legislación sectorial sobre la calidad y accesibilidad de los servicios sociales de interés general (SSGI) en el ámbito de la salud, la educación, el transporte público, la energía, el agua y la comunicación. Con una regulación de este tipo, los proveedores de esos servicios podrán trabajar en un marco más claro y
seguro. Ahora mismo hay mucha incertidumbre sobre su ámbito de actuación en relación con las normas sobre la competencia. Otra forma de mejorar la accesibilidad es adoptando la Directiva horizontal sobre lucha contra la discriminación, que desgraciadamente todavía se encuentra bloqueada en el Consejo.
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