El mito homérico de Ulises reescrito por Mario Vargas Llosa. Una confrontación.

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El mito homérico de Ulises reescrito por Mario Vargas Llosa. Una confrontación.
Universiteit Gent
                                                 Faculteit Letteren en Wijsbegeerte
                                               Taal- en Letterkunde: Frans – Spaans
                                                         Blandijnberg 2, 9000 Gent
                                                           Academiejaar 2008-2009

El mito homérico de Ulises reescrito por Mario Vargas
Llosa. Una confrontación.

Masterscriptie ingediend tot het behalen van            Promotor:
de graad Master in de Taal- en Letterkunde              Prof. Dr. E. Houvenaghel
Frans- Spaans door
Amber Geeraerts
El mito homérico de Ulises reescrito por Mario Vargas Llosa. Una confrontación.
2

Palabras de agradecimiento

En primer lugar, querría agradecer sumamente a la profesora Eugenia Houvenaghel por su
ayuda y apoyo entusiasta respecto a la elección de mi tema y especialmente en cuanto a la
composición de esta tesina.
A continuación, doy las gracias a mis amigos y compañeros de clase así como a mis padres
que me animaron a todo momento a perseverar.
Por último, querría dirigir unas palabras de agradecimiento a los bibliotecarios amables por su
paciencia infinita y al profesor Freddy Decreus por sus clases interesantes de mitología
clásica.
De todo corazón, ¡Muchas gracias!

Amber Geeraerts
3

I.        INTRODUCCIÓN............................................................................................................ 4
     0.   INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 4
     1.   HOMERO, MARIO VARGAS LLOSA, ITZIAR PASCUAL ...................................................... 6
       1.1.   Homero y la cuestión homérica ............................................................................. 6
       1.2.   Mario Vargas Llosa ............................................................................................... 9
       1.3.   Las voces de Penélope de Itziar Pascual ............................................................. 13
     2. ESTADO DE LA CUESTIÓN .............................................................................................. 14
       2.1    Resumen de los artículos...................................................................................... 14
       2.2    Observaciones y conclusiones.............................................................................. 19
       2.3    Bibliografía .......................................................................................................... 21
II. CONFRONTACIÓN ENTRE LA ODISEA DE HOMERO Y ODISEO Y
PENÉLOPE DE MARIO VARGAS LLOSA....................................................................... 22
     0.   GÉNERO LITERARIO ....................................................................................................... 22
       0.1.  La Odisea ............................................................................................................. 22
       0.2.  Odiseo y Penélope................................................................................................ 23
       0.3.  Las voces de Penélope.......................................................................................... 26
     1. ESTRUCTURA DEL TEXTO .............................................................................................. 27
       1.1.  La Odisea ............................................................................................................. 27
       1.2.  Odiseo y Penélope................................................................................................ 28
       1.3.  Las voces de Penélope.......................................................................................... 31
     2. LENGUAJE ..................................................................................................................... 32
       2.1   La Odisea ............................................................................................................. 32
       2.2   Odiseo y Penélope................................................................................................ 35
       2.3   Las voces de Penélope.......................................................................................... 43
     3. LOS PERSONAJES Y SU JERARQUIZACIÓN ....................................................................... 44
       3.1.  La Odisea ............................................................................................................. 44
       3.2.  Odiseo y Penélope................................................................................................ 59
       3.3.  Las voces de Penélope.......................................................................................... 63
     4. EL ASPECTO TEMPORAL ................................................................................................. 64
       4.1.  La Odisea ............................................................................................................. 64
       4.2.  Odiseo y Penélope................................................................................................ 66
       4.3.  Las voces de Penélope.......................................................................................... 69
     5. ARTICULACIÓN DE LOS ESPACIOS .................................................................................. 69
       5.1.  La Odisea ............................................................................................................. 69
       5.2.  Odiseo y Penélope................................................................................................ 78
       5.3.  Las voces de Penélope.......................................................................................... 81
III.         CONCLUSIONES...................................................................................................... 82
IV.          BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................ 86
V.        ANEJOS .......................................................................................................................... 89
     1.  BIBLIOGRAFÍA DE MARIO VARGAS LLOSA .................................................................... 89
     2.  LISTA DE LOS DRAMATIS PERSONAE DE ODISEO Y PENÉLOPE......................................... 91
     3.  VISIÓN DE CONJUNTO DE LA LOCALIZACIÓN DE LAS TIERRAS DESCONOCIDAS DEL VIAJE
     DE ODISEO ............................................................................................................................. 93
     4. ESQUEMA DEL VIAJE DE ODISEO.................................................................................... 94
4

I.       Introducción

0.       Introducción

     “PENÉLOPE Ésta ya no es la hora del amor, sino la de los cuentos. Sigue con tu historia.
           ODISEO Que sea nuestra historia, Penélope. Ayúdame a reconstruirla. Compártela
conmigo. Yo mismo no la tengo clara y ordenada en mi memoria. Resucitémosla juntos, como
                                                                  si la hubiéramos vivido los dos.
                            PENÉLOPE ¿Quieres que juguemos a inventar el pasado, Odiseo?
         ODISEO No a inventarlo. A hacerlo, a vivirlo de verdad, otra vez, con la fantasía y la
     memoria, pero, ahora, juntos. El pasado es maleable como la arcilla, depende de nosotros
                                                                   tanto como el futuro, Penélope.
        PENÉLOPE Bueno. Empecemos. Al escapar de los lotófagos, la marea os arrastró a...
                                          Música. Sombras. Luces.” (Vargas Llosa 2007: 24-25)

Con este párrafo termina la primera escena de la obra teatral Odiseo y Penélope del escritor
peruano Mario Vargas Llosa. Como ya señala el título, la pieza se relaciona estrechamente
con el mito célebre de La Odisea de Homero. De hecho, el propio Vargas Llosa define su
obra como “una versión minimalista de la historia clásica, que los dos protagonistas cuentan,
interpretan y leen, una vez concluida la matanza de los pretendientes y las siervas traidoras, en
Ítaca”. Para los griegos antiguos, La Odisea y La Ilíada correspondían a una especie de Biblia
e incluso funcionaban como libros de referencia para la enseñanza y la cultura general. En
otras palabras, Homero y sus largas epopeyas formaban para el mundo griego un verdadero
punto de referencia moral y estético. Además, hasta la fecha, pocos han ejercido una
influencia tan profunda en la literatura occidental como Homero. Hoy mismo, muchos
elementos se envuelven todavía en una nube de misterio. Justamente por esta razón, La
Odisea y sus innumerables adaptaciones no dejan de constituir un objeto de estudio
interesante y atractivo.
         En esta tesina me dedicaré en particular al análisis de la relación entre la fuente clásica
de Homero y la reescritura hispanoamericana de Mario Vargas Llosa. Averiguaré qué
5

cambios Vargas Llosa introdujo para transformar el poema épico antiguo en una obra teatral
contemporánea e investigaré en qué medida el título revela una temática cambiada.
Asimismo, estableceré una pequeña comparación con la pieza teatral examinada en mi tarea
de investigación1, a saber Las voces de Penélope (1997) de Itziar Pascual.
           Mi método de trabajo, consistió en primer lugar en profundizar considerablemente mis
conocimientos respecto a las dos obras y sus autores a través de la búsqueda de fuentes
interesantes y la lectura repetida de éstas. A continuación, después del tratamiento de la
mayor parte de la información, elaboré un plan de trabajo bien estructurado y me puse a
escribir. Como la redacción del texto abrió a cada paso nuevas perspectivas, resultó necesario
de seguir releyendo la materia y las fuentes e incluso algunas veces debí completarlas con
nuevas lecturas u otros ingredientes.
           En cuanto a la estructura del texto, el estudio se compondrá de cuatro partes
principales. En la primera parte comentaré la persona enigmática de Homero y la supuesta
cuestión homérica. Luego, antes de llegar al estado de la cuestión en el que examinaré
objetivamente unos artículos relativos a la pieza de Mario Vargas Llosa, propondré una
biografía del autor peruano. Por último, procederé a la confrontación propiamente dicha
donde consideraré respectivamente el género literario, la estructura, el lenguaje, los
personajes, el tiempo y finalmente los espacios de ambas obras.
           Las preguntas de investigación son primero ¿en qué medida la obra Odiseo y Penélope
de Mario Vargas Llosa se relaciona a La Odisea de Homero y qué papel desempeña el título?
Segundo, ¿Quién fue Homero realmente y dónde y cuándo vivió?, ¿Es verdad que tanto La
Ilíada como La Odisea proceden de la mano de un poeta personal llamado Homero?
Finalmente, ¿Quién es Mario Vargas Llosa y cuál es su relación con el teatro?, ¿Qué le atrae
en la historia de La Odisea?
           Al fin y al cabo, a través de esta tesina espero ampliar mi perspectiva literaria y sobre
todo teatral en vistas de un estudio de tercer ciclo en las ciencias teatrales. Asimismo, como
desde siempre tanto el mundo mítico como el del teatro me han fascinado, me gustaría
profundizar y sumergir en este mundo de cuentos que constituye La Odisea.

1
    Penélope, una mujer esperando. Trasposición del personaje clásico a la escena contemporánea.
6

1.       Homero, Mario Vargas Llosa, Itziar Pascual

1.1.     Homero y la cuestión homérica

¿Quién fue Homero realmente y dónde y cuándo vivió? Además, ¿es verdad que tanto La
Ilíada como La Odisea proceden de la mano de un poeta personal llamado Homero? A lo
largo de los siglos, la persona de Homero ha suscitado el interés de un sinfín de
investigadores que todos trataban de responder a estas preguntas. Resulta notable de
mencionar que las primeras biografías de Homero tan sólo aparecieron varios siglos después
del período épico y que éstas se componen principalmente de datos legendarios. En lo que
sigue, expondré las posturas divergentes adoptadas respecto de la figura misteriosa de
Homero.

Homero
Primero, intentaremos de contestar a la pregunta ¿dónde vivió Homero? De acuerdo con las
opiniones tradicionales en la época clásica, Homero nació en alguna parte en la región
multicultural de Esmirna, Colofón y la isla de Quíos. Más tarde, filólogos modernos
demostraron a través de su lenguaje que debería haber trabajado y vivido en los alrededores
de Esmirna. Del análisis de sus famosas comparaciones se concluyó encima que la persona de
Homero estuvo estrechamente vinculada con la vida pastoral y que probablemente fue
originario de la llanura de unos de los grandes ríos como el Meandro, el Caístro o el Hermo,
cerca de una ciudad o la costa. En realidad, sobre todo la llanura del Hermo, o sea el actual
Gediz, que está muy cerca de Esmirna entra en consideración para constituir la patria de
Homero. En suma, podemos decidir que Homero sumamente probable fue un jonio de la Asia
Menor.
         Segundo, ya desde la antigüedad clásica se presenta el problema de la situación
temporal de Homero. Al propósito, con el paso de los siglos los investigadores han formulado
las opiniones más divergentes pero hasta la fecha aún no se dispone de una respuesta
concluyente. Asimismo, el propio Homero se calla como una piedra en sus obras en cuanto al
período en el que vivió. Solamente se puede inferir de los territorios geográficos citados en la
extensa epopeya de La Ilíada y de La Odisea que Homero ciertamente tendría que haber
nacido después del año 1000 antes de Cristo.
7

       Tercero, para enterarse de la personalidad del escritor, los investigadores se han
fundado también en el lenguaje y en las comparaciones homéricas. De esta manera, se razona
que el Homero de La Odisea debería de ser unos treinta años mayor que el Homero que
compuso La Ilíada. En La Odisea, Homero sigue esbozando escenas familiares emocionantes,
pero contrariamente a La Ilíada, se concentra más en el hombre mayor e incluso la esposa
desempeña esta vez un papel. Entretanto, su conocimiento geográfico y náutico se aumentó y
adquirió más experiencia de la vida por la que puede enfocar la realidad cotidiana y el hombre
con más sensatez. Sin embargo, se pronuncia en cambio muy sombrío sobre los efectos de la
vejez y sobre la muerte. A pesar de todo, cabe señalar que Homero fue en primer lugar un
narrador y observador ambicioso y concienzudo o como lo formuló el holandés Cees
Goekoop sucintamente “un impresionista literario” (Goekoop 2003: 82).
       Por último, además de La Ilíada y La Odisea, se atribuye a Homero a veces una
colección de unas treinta y dos odas a los dioses, a saber los himnos homéricos. No obstante,
por los conocimientos que poseemos en el día de hoy, parece muy improbable que éstos
procedan de la mano de Homero.

La cuestión homérica
Antes de la época helenística, no se dejó lugar a duda sobre la existencia del poeta Homero y
sobre la participación de éste en la redacción y composición de tanto La Ilíada como La
Odisea. Sin embargo, a partir de la edad alejandrina, un grupo reducido de especialistas, los
supuestos corizontes o separadores, opinan que las dos epopeyas en ningún caso podrían ser
de la mano del mismo poeta, puesto que los poemas se diferencian demasiado entre sí. Por
otro lado, algunos investigadores consideran La Ilíada la obra de juventud y La Odisea la
obra de madurez del mismo poeta.
       Luego, sólo en la segunda mitad del siglo XVIII se coge el hilo de las ideas de los
corizontes. Citamos en particular d’Aubignac con su obra Conjectures académiques ou
dissertation sur l’Iliade d’Homère (1715) que precede a la obra conocida Prolegomena ad
Homerum (1795) de Friedrich August Wolf. Seguidamente, en el siglo XIX domina la
concepción de que La Ilíada y La Odisea constituirían un trabajo de compilación de
canciones existentes y poemas épicos más pequeños. Contrariamente a los analíticos que
siguen teniendo en cuenta la posibilidad de la existencia de varios autores, los unitarios no
dejan de defender la unidad fundamental de las epopeyas y juzgan las diversas interpolaciones
insignificantes.
8

       En fin de cuentas, gracias al progreso en el terreno lingüístico y arqueológico, se
reconsidera en el siglo XX la problemática homérica con un aire nuevo y así se confirma la
historicidad de diferentes elementos. De ahí, los investigadores vuelven a considerar el poeta
como un verdadero poeta creador que asegura la unidad de la epopeya.
9

1.2.       Mario Vargas Llosa

Biografía2
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, o sea Mario Vargas Llosa nació el 28 de marzo de 1936 en
la ciudad peruana Arequipa. Sus padres, Ernesto Vargas Maldonado y Dora Llosa Ureta se
separan muy pronto de manera que el joven Mario viva con sus abuelos en Cochabamba,
Bolivia, hasta la edad de 10 años. En 1945, madre e hijo regresan a Perú y se instalan en Piura
donde Mario sigue las clases del quinto grado en el Colegio Salesiano. Después de haber
terminado su enseñanza básica en Lima y los dos primeros años de la secundaria en
Cochabamba, su padre como hombre autoritario, le envía al Colegio Militar Leoncio Prado de
Lima. Aquí, confrontado con la crueldad infantil, vive probablemente los dos años más
difíciles de su vida. El brusco reencuentro con su padre afecta profundamente a Mario y le
deja una herida abierta. Afortunadamente, puede volver a Piura para terminar la secundaria en
el colegio nacional San Miguel. Después de su educación secundaria empieza a trabajar en
este pueblo costeño del norte como columnista en varios periódicos locales y se dedica a la
dirección de su primera obra de teatro La huida del Inca.
           Regresa a Lima en 1953 donde inicia, contra la voluntad de su padre, los estudios de
Letras y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A los 18 años se casa
con su tía política Julia Urquidi y ejerce mil profesiones para mantenerse a flote. En el mismo
año publica sus primeros cuentos. Acaba la carrera en 1957 y el año siguiente tiene la
posibilidad de viajar a París gracias al premio recibido de la Revue Française por su relato El
desafío. En 1959, le conceden la beca “Javier Prado” y se traslada a Madrid para realizar un
doctorado en la Universidad Complutense. Recibe el título de Doctor en Filosofía y Letras en
1971.
           De vuelta en París, se gana la vida como profesor de español y periodista en la
Agencia France Presse y en la Radio-Television Francesa. Conoce a otros grandes escritores
latinoamericanos como Alejo Carpentier, Julio Cortázar, etc. y descubre la vitalidad teatral en
Francia. Además, obtiene el premio Leopoldo Alas por su colección de cuentos Los jefes,
publicados en 1959. A continuación, se publica su primera novela La ciudad y los perros en
1963.
           En el año 1964, Mario Vargas Llosa se divorcia de Julia Urquidi y regresa al Perú
donde emprende su segundo viaje a la selva para recopilar material para su segunda novela La

2
    Véase el anejo 1 para la bibliografía de Mario Vargas Llosa.
10

Casa Verde que se publica dos años después. Un año más tarde viaja a La Habana donde
forma parte del jurado de los Premios Casa de las Américas y del Consejo de Redacción de la
revista Casa de las Américas. Sin embargo, rompe con el régimen castrista en 1971 a causa
del caso Padilla. En Lima se casa con Patricia Llosa y con ella el escritor peruano vuelva a
Europa. De este segundo matrimonio nacen Álvaro (1966), Gonzalo (1967) y Morgana
(1974). La familia vivirá en París, Londres y Barcelona hasta 1974. Entretanto, en el año
1967 Vargas Llosa recibe el Premio Internacional de Literatura Rómulo Gallegos por La Casa
Verde y pronuncia en esta ocasión su famoso discurso La literatura es fuego.
       Desde mediados de los años 70 empieza a escribir su primera obra de teatro La
señorita de Tacna y en el período entre 1980 y 1990 siguen seis otras piezas, entre otras La
Chunga, su obra más representada, y Kathie y el hipopótamo. En Perú, sigue estando activo
como escritor de novelas, ensayos y prólogos y encima entra en escena en el mundo político.
Así, por ejemplo al final de los años 80, desempeña un papel importante en el Movimiento
Libertad contra la estatización o nacionalización del sistema bancario, proyecto del presidente
Alan García Pérez. A partir del año 1990, su participación en la política de su país se hace
realmente manifiesta cuando se presenta como candidato a la presidencia de la República por
el Frente Democrático-FREDEMO. De esta manera, gana fama mundial, incluso fuera del
medio ambiente literario. Sin embargo, pierde las elecciones en favor del candidato
independiente, Fujimori, y decide regresar a Londres, dedicándose de nuevo a su vocación
literaria. Finalmente, en 1993, Mario Vargas Llosa obtiene la nacionalidad española pero
nunca renegará de su origen peruano.
       Hoy en día, Vargas Llosa continúa escribir obras de toda índole y colabora entre otros
en el periódico El PAÍS. Además de eso, pronuncia conferencias, sobre todo en universidades,
y emprende viajas por el mundo entero. Así, sigue recibiendo homenajes por sus méritos
como en 2008 la “2008 Medal for Distinguished Contributions to the Arts and Humanities”.

Mario Vargas Llosa y el teatro
El primer contacto de Mario Vargas Llosa con el teatro tiene lugar en el Teatro Achá en la
ciudad boliviana de Cochabamba luego de una excursión con su madre y sus abuelos. A pesar
de su edad temprana de siete u ocho años, los actores en la escena ya despiertan profundos
sentimientos de fascinación en el joven. No obstante, la experiencia decisiva que le lleva a
componer su primera verdadera obrita de teatro La huida del Inca (1951) constituye la
adaptación de la tragedia La muerte de un viajante de Arthur Miller por la compañía de
Francisco Petrone. Vargas Llosa opina que la construcción de la obra de Miller da prueba de
11

una intensidad y autonomía tan grande que sólo puede compararla con las mejoras novelas.
Desde este momento, está convencido de que el teatro corresponde a “la forma suprema de la
ficción” y quiere dedicarse más bien a la dramaturgia que a la narrativa o la poesía.
       A los dieciséis años, el joven Vargas Llosa ya se siente un escritor puesto que por una
parte colabora entre las clases como periodista en el diario de La Industria y por otra parte
tiene la oportunidad de llevar su primera obra teatral a la escena del Teatro Variedades
durante la Semana de fiestas de Piura en junio 1952. A pesar del éxito resonante, no continúa
escribiendo teatro cuando estudia en la Universidad de San Marcos. De hecho, en la Lima de
los años cincuenta la vida teatral era casi inexistente y un joven dramaturgo prácticamente no
tiene posibilidades de representar sus piezas. Al propósito, el propio Vargas Llosa afirma:
“escribir teatro en aquellas condiciones era condenarse a una gran frustración” (Vargas Llosa
2007: 123). Por esta razón, prefiere leer obras teatrales en aquellos años y cita los nombres de
entre otros Valle-Inclán, Camus, Sartre, Chéjov, Shakespeare, etc.
       Luego, tampoco el teatro madrileño de los años 58 y 59 puede satisfacer su ansia de
familiarizarse con el teatro moderno y creativo. Es sólo cuando el escritor peruano se muda a
París a finales de 1959 que descubre las obras de los más grandes dramaturgos como Sartre,
Beckett o Bertolt Brecht. Durante su permanencia en París, se deja sumergir realmente en la
gran vitalidad teatral de Francia. Sin embargo, tarda hasta mediados de los años setenta en
volver al teatro con la obra La señorita de Tacna. A continuación, en los años ochenta y
noventa escribe otras seis piezas teatrales, que tanto como La señorita de Tacna forman
historias apretadas que se inspiran en personajes provistos de un perfil muy bien definido. En
particular, se trata de Kathie y el hipopótamo (1983) y El loco de los balcones (1993). Estas
últimas obras, junto con La Chunga (1986) y Ojos bonitos , cuadros feos (1994) dan prueba
del poder de síntesis y de concentración en el tiempo y en el espacio, o sea unos de los rasgos
considerados primordiales por Vargas Llosa que opone asimismo el teatro al mundo infinito y
total de la novela.
       Hasta entonces, el papel de Vargas Llosa se limita en la mayoría de los casos a la
redacción de sus piezas, pero en noviembre del año 2000 su relación con el teatro se modifica
considerablemente. Descubre la obra del escritor italiano Alessandro Barrico y especialmente
su espectáculo Tótem que renueva la antigua tradición de los contadores de cuentos y que
incita a Vargas Llosa a hacer algo parecido en su propia lengua. Finalmente, con la
participación del director Joan Ollé y de la actriz Aitana Sánchez-Gijón se monta en 2005 su
pieza teatral La verdad de las mentiras que une la tradición literaria con el antiquísimo arte de
los contadores de cuentos. En ésta, el escritor peruano, a la edad de 69 años, hace su debut
12

como actor, una experiencia que después de todo sería crucial para la composición posterior
de Odiseo y Penélope.
       En cuanto a su concepción específica del teatro, Mario Vargas Llosa juzga el teatro
una manera más íntima e inmediata de contar historias y considera que el mayor logro de
cualquier dramaturgo constituye despertar la ilusión de que lo que narra corresponde a la
verdad. Observa que de todos los géneros, es él que está más cerca de la vida real, “el teatro
es vida y ficción, ficción que es vida” (Vargas Llosa: 132). La representación no sólo es fugaz
y actual, sino también esencial porque en una pieza teatral lograda todo es imprescindible.
Según el autor peruano, el texto dramático se compara con un “iceberg”, ya que es “nada más
que un fragmento visible de una historia a través del cual percibimos, intuimos o adivinamos
un contexto infinitamente más rico, complejo y diverso que el que vislumbran los oídos y los
ojos del espectador” (Vargas Llosa: 133).
       Al fin y al cabo, ¿por qué motivo Mario Vargas Llosa optó precisamente por adaptar el
mito de La Odisea al escenario? Desde niño, le atrae la realidad irreal de los sueños y las
fantasías, así como de las hazañas imaginarias. Encima, a lo largo de su vida se dedica a
escribir historias ficticias que fingen ser la vida de verdad. La ocurrencia de adaptar La
Odisea de Homero se dio en un taxi en Guadalajara y poco después se deja sumergir en las
distintas traducciones a su alcance. Vargas Llosa estima que La Odisea, aún más que La
Ilíada, corresponde al texto literario y la fantasía mítica que funda la cultura occidental y
subraya una vez más su excepcional poder de supervivencia. Para el público intelectual
predomina sobre todo su extraordinaria factura literaria. En cambio, el lector medio se
interesa más bien por la manera de vivir y de ser de los personajes lo que revela quizás una
forma de escapar a la vida pedestre y mediocre. Desde siempre ha existido la fascinación por
los seres humanos como Odiseo que rompen con los límites de lo real para buscar lo
imposible. Fuera de ser un guerrero o héroe astuto, el protagonista central de La Odisea
constituye también un excelente contador de historias. El propio Vargas Llosa designa a
Odiseo como un personaje profundamente ambiguo que a la vez parece estar en el mundo de
la realidad y el de la fantasía, en la historia y en el mito, en la mentira y la verdad y en lo
vivido y lo soñado. Señala encima que no hay manera de saber si Odiseo vivió realmente
todas sus historias narradas.
13

1.3.   Las voces de Penélope de Itziar Pascual

En la parte dedicada a la confrontación entre La Odisea de Homero y Odiseo y Penélope de
Mario Vargas Llosa trataré también brevemente la pieza teatral Las voces de Penélope de
Itziar Pascual que examiné en mi tarea de investigación Penélope, una mujer esperando.
Trasposición del personaje clásico a la escena contemporánea. Por esta razón, facilita aquí
una introducción muy concisa a la obra de Pascual.
       Así como en el caso de Odiseo y Penélope, Las voces de Penélope corresponde a una
reescritura dramática de la epopeya antigua de La Odisea. La diferencia se halla en el hecho
de que la historia esté narrada desde la perspectiva de la mujer, o sea desde la perspectiva de
tres mujeres, a saber Penélope, la Mujer que espera y la Amiga de Penélope. Las dos últimas
forman unas realizaciones contemporáneas de la Penélope mítica. En realidad, la pieza teatral,
que se compone de veinte escenas, no consta de más de tres personajes femeninos. Por
consiguiente, Odiseo, el protagonista central de La Odisea, está casi completamente ausente
de la narración. En cuanto a la puesta en escena de esta obra de teatro, hay claramente una
tendencia hacia “minimalist staging”.
14

2.       Estado de la cuestión

Primero, cabe señalar que todavía no se ha publicado gran cosa sobre la obra teatral de Mario
Vargas Llosa y en particular sobre su pieza Odiseo y Penélope. Por el contrario, su prosa
ficticia siempre ha recibido mucha atención de los críticos e investigadores. En el caso de
Odiseo y Penélope, la falta de verdaderos estudios y comentarios se debe probablemente a su
fecha reciente. Sin embargo, resumiré y comentaré en esta parte algunos artículos interesantes
encontrados en internet que se dedican a la obra teatral3. En primer lugar, referiré a un
comentario del propio Mario Vargas Llosa y a continuación seguiré con unos artículos de los
críticos. Después de facilitar un resumen de los distintos artículos, compararé la información
dada para llegar a unas observaciones y conclusiones e incluso para ver cuales son las pistas
ya seguidas y cuales son los temas aún no tocados, es decir los que necesitan todavía un
análisis más profundo.

2.1      Resumen de los artículos

Mario Vargas Llosa y su creación

Odiseo en Mérida (EL PAÍS, 30/07/2006)
Mario Vargas Llosa

En este artículo, aparecido en el periódico EL PAÍS de 30 julio de 2006, el escritor peruano
Mario Vargas Llosa habla del poder de supervivencia del mito de La Odisea y manifiesta su
fascinación frente a esta historia de Homero que encanta ya hace casi tres milenios a los
lectores de todo el mundo.
         En primer lugar, considerando que Homero fue un extraordinario narrador y poeta,
Mario Vargas Llosa opina que parece ser la calidad literaria que ha provocado el éxito del
mito. Su buen conocimiento de las técnicas formales y de los secretos del arte de contar le
permiten a Homero jugar con los distintos niveles de la realidad lo que, en cuanto a la historia
del héroe griego Odiseo, lleva a la creación de un ambiente ambiguo que vacila entre historia
y fantasía, memoria y sueño. Sin embargo, para la mayor parte del público el mundo de

3
  Se trata en particular de Odiseo en Mérida del propio Mario Vargas Llosa, Odiseo es él de Rosana Torres, La
literatura llena el vacío entre lo vivido y lo soñado escrito por Eduardo J. Carletti, el artículo Vargas Llosa, en
nombre de Odiseo y finalmente el del Estudio M-08 titulado Odiseo y Penélope.
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Odiseo sólo representa un cierto modo de vivir. Odiseo no sólo es un valiente guerrero y
protagonista de aventuras heroicas, sino también un gran contador de historias. De esta
manera, surge la pregunta de saber si Odiseo realmente vivió todas sus historias contadas que
no prescinden de lo sobrenatural. Al respecto, Mario Vargas Llosa indica que hay muchos
indicios en el poema griego de que el protagonista engaña a sus lectores contándoles
falsedades. Tal como el mundo en el que vive Odiseo se revela ambiguo, el personaje mismo
de Odiseo es ambiguo: se encuentra a la vez en el mundo subjetivo de la fantasía y en el
objetivo de la realidad. Así, el encantamiento de la historia de Odiseo resulta quizá de los
poderes de la ficción y de la persuasión que causan la identificación del lector con los
personajes. Éstos llevan una vida más rica y fascinante y siempre van en busca de lo
imposible en un mundo donde se puede romper con los límites. Entonces, se invita al lector de
entrar en el mito para vivir las hazañas junto con Odiseo.
       En segundo lugar, el autor refiere a su propia obra inspirada de La Odisea, a saber la
pieza de teatro Odiseo y Penélope presentada en el Festival de Teatro Clásico de Mérida.
Mario Vargas Llosa explica que se trata de “una versión minimalista de la historia clásica, que
los dos protagonistas cuentan, interpretan y leen, una vez concluida la matanza de los
pretendientes y las siervas traidoras, en Ítaca”. Además, afirma que ambos protagonistas, y
sobre todo Penélope, se metamorfosean sin parar lo que corresponde a la tradición de
inestabilidad ontológica de todos los seres en la cultura helena antigua. En cuanto al estilo del
texto, Vargas Llosa, en su objetivo de ser fiel al poema homérico, ha tratado de fundir la
representación dramática y la lectura pública con el antiquísimo arte de los contadores de
cuentos.
       En último lugar, menciona a sus colaboradores en la representación de su pieza Odiseo
y Penélope, a saber el director de escena Joan Ollé, Aitana Sánchez-Gijón, que interpreta el
papel de Penélope, el escenógrafo Frederic Amat y el diseñador de luces Lionel Spycher.

La opinión de los críticos

Odiseo es él (EL PAÍS, 04/08/2006)
Rosana Torres

Rosana Torres nos informa en este artículo sobre el estreno de Odiseo y Penélope, una versión
minimalista del poema célebre de Homero, la noche del 3 de agosto 2006 en el Festival de
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Teatro Clásico de Mérida. Esta obra de teatro, dirigida por Joan Ollé, no sólo fue escrita por
Mario Vargas Llosa, sino que éste incluso interpreta el papel de Odiseo al lado de Aitana
Sánchez-Gijón como Penélope. Generalmente, el peruano Vargas Llosa considera los grandes
episodios del mito griego sin perder la libertad de creación.
       Primero, la autora explica que el espectáculo despierta sobre todo sentimientos de
miedo escénico de Mario Vargas Llosa porque aquí más que en su pieza anterior La verdad de
las mentiras se atreve a una verdadera puesta en escena. Vargas Llosa compara la experiencia
con un parto: “Por fin sé lo que es dar a luz, estoy seguro de que lo que he hecho me ha
dejado en el mismo estado psíquico, y en parte físico, en el que se tiene que quedar una
parturienta, además reivindico que lo mío también ha sido con dolor y sin anestesia, pero
ahora todo es muy gozoso..., lo dicho ha sido un parto”.
       Segundo, en cuanto al escenario, el pintor y escenógrafo Frederic Amat construyó la
imagen de un mar de atriles con una pasarela de madera que recuerda las orillas del mar.
Además, los mosaicos de sombras que hacen pensar en tapices penelópicos y la música del
desaparecido Manos Hadjidakis desempeñan un papel importante en la creación del ambiente
extraño en el que Odiseo, junto con Penélope, cuenta sus aventuras de una manera susurrante
y cargada de fuerza poética que no deja de apelar a la imaginación. En esto, el texto mismo
contribuye en gran medida al poder del teatro de la palabra.
       Tercero, Vargas Llosa recurre a la misma estructura del antiguo poema homérico. Sin
embargo, contrariamente a éste, la acción de la pieza de teatro culmina en una noche y se
desarrolla entre sólo dos protagonistas, a saber el propio Mario Vargas Llosa como Odiseo y
su interlocutora Penélope, interpretada por Aitana Sánchez-Gijón, que se metamorfosea
constantemente para posibilitar la reconstrucción de la historia del viaje de su marido Odiseo.
El escritor peruano ilustra que “lo fundamental es la mudanza de identidades a lo largo de la
obra, una aventura escénica paralela a las peripecias de Odiseo que responde a una cultura, la
de Grecia clásica, en la que la idea de la metamorfosis fue central, ya que cada ser era o podía
ser varios, donde dioses, animales y humanos están permanentemente sometidos a
mudanzas”.
       Cuarto, cuando Vargas Llosa describe a Odiseo como fabulador, embaucador y
fantaseador, la actriz Aitana Sánchez-Gijón apunta que los dos parecen tener mucho en
común. No sólo al héroe griego Odiseo se puede atribuir las características de ser temerario y
de estar curioso por lo desconocido, sino también al escritor Vargas Llosa corresponden estos
rasgos. Este último ha emprendido entre otros viajes iniciáticos a las ciudades de Londres,
Barcelona, París y Madrid, donde permaneció a veces por largos períodos.
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       Finalmente, Vargas Llosa admite que el teatro fue su primera vocación: “el teatro es
una rama de la ficción apasionante, la razón que me empujó a la narrativa no fue otra que no
quedarme condenado a que no se viera sobre un escenario mi trabajo, ya que eso es peor que
no te editen, y por aquel entonces en Perú el teatro no tenía salida”. La idea de Odiseo y
Penélope nació en un taxi en Guadalajara y para la realización de su versión del texto, Vargas
Llosa ha recurrido a todas las versiones accesibles de La Odisea. Además, ya se le ocurrió la
idea de sumergirse aún más en el mundo del teatro junto con Aitana con su próximo proyecto
Las mil y una noches.

La literatura llena el vacío entre lo vivido y lo soñado (Axxón, 07/08/2006)
Eduardo J. Carletti

Este artículo, aportado por Eduardo J. Carletti, nos aprende que el escritor peruano Mario
Vargas Llosa utiliza “la literatura como creación para llenar ese vacío que existe entre lo
vivido y lo soñado”. Vargas Llosa revela que parece tener mucho en común con el personaje
de Odiseo que interpreta en la función de Odiseo y Penélope que constituye su propia
adaptación de La Odisea de Homero. Define a Odiseo como “un héroe de acción e
imaginación que refleja el personaje intrépido que todos tenemos guardado dentro, alguien
que sueña con aventuras extraordinarias, con conocerlo todo, todos los lugares, todos los
paisajes, vivir todas las experiencias, poseer una vida más rica”. Es precisamente este espíritu
aventurero que el fantaseador Vargas Llosa comparte con el héroe griego y que le fascina.
       El peruano revela que su estreno como actor de teatro “ha sido un sueño hecho
realidad, ya que la ficción ha sido mi vida y hacer teatro significa vivir la ficción, vivir el
sueño”. Vargas Llosa ha optado por interpretar un personaje conocido por el mundo entero,
entre otros porque queda fascinado por lo hechicero de las verdades y por la actualidad que
posee La Odisea. Asimismo, le encanta la maestría de Homero en la creación de su historia y
el hecho de que “no se sabe cuánto hay de cierto en lo que él cuenta, hasta qué punto la
fantasía llegó a desnaturalizar las experiencias vividas o si simplemente coloreó de
imaginación un fragmento de la realidad”. Como el poema griego apela a las aventuras
fantásticas de los mitos antiguos del Mediterráneo, añade que una semejante empresa no sería
posible en el siglo XXI. Encarna “una tradición muy rica de poesía oral y escrita, que desde
su nacimiento se ha adoptado como la seña de identidad de la cultura occidental”.
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Vargas Llosa, en nombre de Odiseo (La República, 27/04/2008)
Carlos Villanes Cairo

El diario peruano La República nos informa en este artículo sobre la publicación del libreto de
la obra teatral Odiseo y Penélope por parte del Círculo de Lectores. La pieza, escrita e incluso
protagonizada por Mario Vargas Llosa, se estrenó el 3 agosto del 2006 en el Teatro Romano
de Mérida en Extremadura. Considerada como una versión minimalista de La Odisea de
Homero, la obra se desarrolla entre sólo dos protagonistas, el mismo Vargas Llosa como
Odiseo y una actriz que toma a su cargo el papel de Penélope y que se transforma a lo largo
de la obra en otras heroínas del célebre poema. Al final del texto mismo se añade el ensayo
autobiográfico de Vargas Llosa El viaje de Odiseo, en el que revela su trayectoria profesional
y sus relaciones permanentes con el teatro.
       En primer lugar, Mario Vargas Llosa se sorprende del poder de supervivencia y de
vivacidad después de más de tres mil años de la historia de La Odisea. El novelista lo atribuye
al arte de fabular de Odiseo y todavía más a la destreza de contar historias de Homero, que
define como “un genial embaucador, el primero de esa estirpe de grandes fabricantes de
mentiras literarias, tan seductoras que los lectores las vuelven a veces verdades”.
       En segundo lugar, en cuanto a su adaptación, Vargas Llosa ha intentado en lo posible
de ser fiel al manuscrito original pero con alguna libertad de actualización, por ejemplo
respecto al lenguaje. Así, su texto, que comienza con la llegada de Odiseo a su patria Ítaca
después de veinte años de ausencia, se conforma a un público de teatro del siglo XXI.
Siguiendo el mismo camino, Mario Vargas Llosa tampoco olvida de subrayar que Odiseo fue
un seductor y un gran amante y confronta el público contemporáneo también con las escenas
un poco teñidas de erotismo como la con Nausica.
       En último lugar, este artículo nos enseña que a Vargas Llosa se le ocurrió la idea de
trabajar y de narrar textos clásicos a un público por primera vez en la Scuola Holden de
escritura creativa del italiano Alessandro Baricco. Este hombre, ya desde el principio de la
carrera teatral de Vargas Llosa, ha sido su verdadera fuente de inspiración, por ejemplo para
su primera adaptación La verdad de las mentiras.
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Odiseo y Penélope (Fecha desconocida, probablemente del año 2008)
Estudio M-08

En este comentario, la Asociación Cultural Estudio M-08 afirma la gran popularidad de La
Odisea de Homero. Antes de hablar de su propia adaptación de Odiseo y Penélope, se
comenta su antecedente y ejemplo, escrito en 2006, del novelista peruano Mario Vargas Llosa
que “ha sabido conservar el ritmo, las aventuras y las sensaciones de la obra épica,
acompañada de un toque contemporáneo, sobre todo una nueva visión, cargada de
humanidad, de los personajes”.
       En su versión, Vargas Llosa construye un diálogo dramático en el que la fantasía de
los personajes se confunde continuamente con los hechos reales y es por medio de este juego
que Odiseo narra, reconstituye y revive junto con Penélope las vicisitudes sufridas durante su
viaje de regreso. A lo largo de la pieza los dos protagonistas se metamorfosean sin cesar y
además algunas escenas pasan con un ritmo frenético lo que conduce a la creación de un
ambiente pintoresco que hace pensar a los antiguos juglares. Finalmente, concediendo a la
reina Penélope un papel más activo y más importante en su trama, Vargas Llosa parece tocar
nuevo puntos de vista y nuevos enfoques que en el original de Homero siempre habían estado
ocultados.

2.2    Observaciones y conclusiones

En primer lugar, el comentario del propio Mario Vargas Llosa ya proporciona una gran
cantidad de información interesante. Entre otras cosas, se puede deducir su fascinación por La
Odisea de Homero. El autor se asombra del poder de supervivencia del poema después de
más de tres mil años y busca razones para este éxito fenomenal. En cuanto a su pieza de teatro
Odiseo y Penélope, estrenada el 3 agosto del 2006 en el Teatro Clásico de Mérida, se dice que
constituye una versión minimalista del mito homérico. Respecto al estilo del texto, el
novelista ha intentado de crear una armonía entre la representación dramática, la lectura
pública y el antiguo arte de los juglares. Sin embargo, su objetivo de ser fiel al manuscrito no
le impide hacer algunas actualizaciones y libertades en la adaptación. Contrariamente a la
historia de Homero, la pieza se construye sobre sólo dos personajes, a saber los protagonistas
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Odiseo y Penélope, que se transforman y se metamorfosean continuamente en otros seres para
facilitar la reconstrucción de las aventuras del viaje de Odiseo
        En segundo lugar, los artículos de los críticos afirman generalmente las observaciones
del escritor peruano. Comparten la opinión de que se trata de una pieza minimalista en la que
los únicos dos protagonistas se metamorfosean en otros personajes. Por lo demás, Rosana
Torres y Eduardo J. Carletti hablan de una semejanza entre Odiseo y Mario Vargas Llosa, por
ejemplo en lo concerniente al espíritu aventurero y la curiosidad por lo desconocido. En su
artículo, Rosana Torres señala también que el teatro fue la primera vocación de Mario Vargas
Llosa. Según el penúltimo artículo, fue sobre todo la influencia del italiano Alessandro
Barrico y su Scuola Holden que jugó un papel primordial en su evolución hacia el teatro.
Además, los críticos mencionan que el peruano no sólo redactó el texto, sino también
interpretó el papel de Odiseo al lado de la actriz Aitana Sánchez-Gijón como Penélope y que
ésta juega precisamente un papel más activo y más importante en la trama.
        Finalmente, la lectura de estos artículos contribuyó a una mejor comprensión de las
ideas de Mario Vargas Llosa sobre el teatro y en particular sobre su pieza Odiseo y Penélope.
Sin embargo, puesto que la obra es de fecha reciente, faltan verdaderos estudios profundos.
En lo que sigue, confrontaré la pieza teatral Odiseo y Penélope de Mario Vargas Llosa con La
Odisea de Homero. Por un lado, examinaré en qué medida las dos obras se asemejan y por
otro lado comprobaré en qué aspectos se diferencian fundamentalmente entre sí. Para que
todo quede claro, el estudio comparativo se dividirá en seis partes más pequeñas, a saber el
género literario, la estructura del texto, el lenguaje, los personajes y su jerarquización, el
aspecto temporal y por último la articulación de los espacios. A través de ejemplos concretos,
aclararé los puntos de vista adoptados. Además, al final de cada parte, estableceré una
pequeña comparación con la obra de teatro Las voces de Penélope de Itziar Pascual que
examiné en mi tarea de investigación del tercer Bachelor4. Ya que constituye un sujeto
amplio, la composición del texto tan sólo se inició después de mucho trabajo intelectual y
tantas lecturas.

4
 Véase la tarea de investigación Penélope, una mujer esperando. Trasposición del personaje clásico a la escena
contemporánea.
21

2.3    Bibliografía

Carletti, Eduardo J. La literatura llena el vacío entre lo vivido y lo soñado, [online]. Axxon, 7
de agosto de 2006. URL: < http://axxon.com.ar/not/165/c-1650056.htm>.

Estudio M-08. Odiseo y Penélope, [online]. URL: < http://www.estudio-
m08.com/dossier.pdf>.

Torres, Rosana. Odiseo es él, [online]. Mérida: EL PAÍS, 4 de agosto de 2006. URL: <
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Odiseo/elpepucul/20060804elpepucul_1/Tes>.

Vargas Llosa, Mario. Odiseo en Mérida, [online]. EL PAÍS, 30 de julio de 2006. URL:
.

Villanes Cairo, Carlos. Vargas Llosa, en nombre de Odiseo, [online]. Lima: La República, 27
de abril del 2008. URL: < http://www.geocities.com/wongcampos/vobra54.html>.
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II. Confrontación entre La Odisea de Homero y Odiseo y
Penélope de Mario Vargas Llosa

0.     Género literario

Según la retórica clásica se puede distinguir tres grandes clases de géneros literarios, a saber
el género épico, el lírico y el género dramático. Sin embargo, actualmente la atribución de una
obra a un determinado género ya no se considera por descontado.

0.1.   La Odisea

Conforme a la distinción antigua, La Odisea de Homero pertenece al género épico que “se
aplica a la poesía o literatura en que se relatan hazañas o hechos heroicos” (Moliner 2007:
1204). Junto con La Ilíada, La Odisea constituye uno de los primeros textos de la épica
grecolatina y por consiguiente también de la literatura occidental. Durante siglos, el poema
probablemente fue propagado oralmente por aedos, o sea por “un poeta épico del Grecia
antigua” (Moliner 2007: 67). Los aedos recitaban de memoria lo que conduce a menudo a una
alteración de manera consciente o inconsciente del poema. Así, las primeras versiones estaban
difundidas en los dialectos griegos antiguos.
       Generalmente, en un poema épico la narración se hace en pasado y se utiliza la prosa o
el verso largo para presentar los hechos. En cuanto al mito homérico, el poema está escrito en
el hexámetro dactílico, es decir que cada línea está formada por seis pies o unidades,
separadas por cesuras o pausas. Los cinco primeros pies constituyen dáctilos y el último
corresponde a un espondeo o un troqueo. Además, en el género épico todo se describe y se
desarrolla a lo máximo por lo que se crean largas e infinitas digresiones.
       En fin de cuentas, se puede atribuir este poema homérico, que cuenta las hazañas del
héroe griego Odiseo, al subgénero épico de la epopeya cuyos personajes muchas veces son
dioses y seres mitológicos. Es importante observar que a Homero le gusta mezclar la leyenda
con la verdad histórica en sus poemas narrativos.
23

0.2.   Odiseo y Penélope

Contrariamente a La Odisea, Odiseo y Penélope de Mario Vargas Llosa pertenece al género
dramático que comprende las obras escritas para ser representadas. En general, los dramas se
escriben en prosa. El género dramático presenta algunas dificultades por su carácter mixto
entre lenguaje verbal y representación. Incluso no todos los textos dramáticos están
predestinados para ser representados, hay períodos en los que el “teatro para ser leído”
constituye un género en sí. Por ejemplo, al principio del siglo XX en España, salieron a la luz
un sinfín de textos dramáticos pertenecientes al “teatro para lectura”. En el caso del teatro de
“underground” del período franquista se trataba también de textos que no aspiraban a ser
representados. Juan Villegas lo define así: “Se hablaba del “teatro para lectura”, espacio en el
cual se buscaban las innovaciones teatrales que las condiciones materiales y la marginación
con respecto al poder empresarial que producía el teatro de éxito impedían a realizar en la
práctica escénica” (Villegas 2000: 122). Durante mucho tiempo, el teatro ha sido considerado
particularmente como texto literario, pero a partir del final del siglo XIX, el teatro como
representación y espectáculo cobró más importancia. De todas formas, se observa que todo
texto dramático tiene como fin último la representación. La definición de W. Kayser del
drama lo confirma: “tenemos un drama cuando, en un espacio determinado, unos ‘actores’
representan un acontecimiento” (Domingo del Campo 2002: 110). En el Diccionario de
retórica, crítica y terminología literaria se puede leer que la palabra drama “sirve para
designar una forma mimética del relato no planteada por el narrador, sino representada
directamente por medio del conflicto de los personajes y expreso por el diálogo entre ellos”
(Marchesi y Forradellas 1986: 109). Sin embargo, el comentario de una obra dramática en el
fondo no se diferencia de un comentario de una obra narrativa porque los dos tipos de textos,
el texto dramático y el narrativo, comparten algunos rasgos comunes como una historia, unos
personajes, un tiempo y un espacio determinado y como lo más importante un lenguaje
particular. A diferencia de en una representación, en un texto dramático o literario no se
pueden superponer dos o más signos que actúan simultáneamente.
       A continuación, basándome especialmente en la obra Para la interpretación del teatro
como construcción visual de Juan Villegas, comentaré los rasgos específicos del texto
dramático.
       En primer lugar, en la tradición occidental se ha atribuido al texto dramático una
potencialidad de ser representado lo que se designa como “virtualidad teatral”. Esta
virtualidad teatral implica que el texto dramático posee unas características particulares que lo
También puede leer