ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LAS TENDENCIAS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA EN ENTORNOS DE ACCIÓN SOCIOEDUCATIVA - Gredos
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eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LAS TENDENCIAS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA EN ENTORNOS DE ACCIÓN SOCIOEDUCATIVA EXPLORATORY STUDY ON TRENDS IN PROFESSIONAL PRACTICE AGAINST VIOLENCE IN SOCIO-EDUCATIONAL ACTION SETTINGS ESTUDO EXPLORATÓRIO SOBRE TENDÊNCIAS NA PRÁTICA PROFISSIONAL CONTRA VIOLÊNCIA EM CONFIGURAÇÕES DE AÇÃO SOCIOEDUCACIONAL Santiago RUIZ-GALACHO* & Víctor M. MARTÍN-SOLBES* *Universidad de Málaga Fecha de recepción: 9.III.2020 Fecha de revisión: 25.III.2020 Fecha de aceptación date: 4.IX.2020 PALABRAS CLAVE: RESUMEN: Introducción: Se expone el papel central de la educación social como disciplina educación social; que ofrece una acción bidireccional y de mediación entre las estructuras sociales, de las que noviolencia; emanan diversas formas de violencia estructural, y la ciudadanía, que se ve violentada. Se ética; expresa la diferencia entre formas de violencia objetiva y subjetiva y cómo la cultura de paz violencia; ofrece un marco de análisis útil para pensar, desde ella, la práctica socioeducativa. Metodolo- cultura de paz gía: A través del uso de entrevistas se han recogido los procesos de significación de la violen- cia de un grupo de veinticinco profesionales. Son analizadas, haciendo uso de la metodología de la grounded theory, utilizando el software Atlas.ti con un sistema de codificación in vivo. Resultados: Se exponen, por un lado, los efectos de la violencia vivida y su normalización en la práctica socioeducativa y, por otro, el hallazgo de tres tendencias profesionales: vocacio- nal-afectiva, controladora-coercitiva y ético-reflexiva, con diferentes efectos sobre las diná- micas del ciclo de la violencia en entornos de acción socioeducativa. Discusión: Se plantea una mejora de la práctica socioeducativa a través del desarrollo de la tendencia profesional ético-reflexiva, frente a las limitaciones manifestadas en las otras dos tendencias. CONTACTO CON LOS AUTORES VÍCTOR M. MARTÍN SOLBES. Departamento de Teoría e Historia de la Educación y MIDE. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, s/n, 29071 – Málaga. E-mail: victorsolbes@uma.es [ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LAS TENDENCIAS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA…] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 [130] http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ KEY WORDS: ABSTRACT: Introduction: The central role of social education as a discipline that offers two- social work way action and mediation between social structures, from which various forms of structural education; violence emanate, and citizens, who are outrage, are exposed. The difference between forms nonviolence; of objective and subjective violence is expressed and how the culture of peace offers a useful ethics; analysis framework to think, from it, about socio-educational practice. Methodology: Through violence; the use of interviews, the processes of significance of violence have been collected from a peace culture group of twenty-five professionals. They are analyzed, making use of the grounded theory methodology, using the Atlas.ti software with an in vivo coding system. Results: On the one hand, the effects of violence experienced and its normalization in socio-educational practice are exposed and, on the other, the finding of three professional trends: vocational-affective, controlling-coercive and ethical-reflexive, with different effects on the dynamics of the cycle of violence in environments of socio-educational action. Discussion: An improvement of the socio-educational practice is proposed through the development of the ethical-reflective pro- fessional tendency, in the face of the limitations manifested in the other two trends. PALAVRAS-CHAVE: RESUMO: Introdução: O papel central da educação social como disciplina que ofrece uma educação social; ação bidirecional e mediação entre as estruturas sociais, das quais emanam várias formas de nãoviolência; violência estrutural e expõem os cidadãos constrangidos. Expressa-se a diferença entre as ética; formas de violência objetiva e subjetiva e como a cultura de paz oferece um quadro de análise violência; útil para pensar, a partir dela, a prática socioeducacional. Metodologia: Por meio de entrevis- cultura de paz tas, os processos de significação da violência foram coletados junto a um grupo de vinte e cin- co profissionais. São analisados, utilizando a metodologia da teoria fundamentada, utilizando o software Atlas.ti com sistema de codificação in vivo. Resultados: Por um lado, expõem-se os efeitos da violência vivida e sua normalização na prática socioeducacional e, por outro, a constatação de três vertentes profissionais: vocacional-afetiva, controlador-coercivo e ético- -reflexiva, com diferentes repercussões na a dinâmica do ciclo da violência em ambientes de ação socioeducacional. Discussão: Propõe-se um aprimoramento da prática socioeducacional por meio do desenvolvimento da tendência profissional ético-reflexiva, diante das limitações manifestadas nas outras duas tendências. 1. Introducción no, sentido de comunidad; por otro lado, los y las profesionales de la acción socioeducativa que ac- La educación social es una profesión asociada a túan como mediadores entre la comunidad y sus los procesos de transformación de la comunidad necesidades frente a las estructuras sociales y sus y que tiene, como fin último, la construcción de instituciones, que se constituyen como tercer ele- entornos socialmente justos y la socialización de mento de la ecuación. No podemos comprender derechos fundamentales que permitan una mayor los procesos comunitarios al margen de los marcos accesibilidad a los beneficios y los compromisos generados por la estructura social. Estos procesos de la ciudadanía en clave de participación y dig- se ven dificultados por la ausencia de ciertos ele- nificación. Esta profesión enfrenta el reto funda- mentos que son condición sine que non para la mental de construir relaciones de justicia social potenciación de la comunidad (Maya, 2004), en- en marcos estructurales que generan diversas tre otros: las políticas públicas y su repercusión formas de exclusión. en la creación efectiva de un Estado del Bienestar Desde la perspectiva de los estudios para la que garantice la seguridad y la cobertura de ne- paz, existe una conexión directa entre la prácti- cesidades básicas, la existencia de una fiscalidad ca de la educación social, en tanto generadora justa que permita la redistribución de los recur- de equilibrios dinámicos que permitan a cada in- sos y la compensación de los déficits asociados al dividuo y, por ello, a cada comunidad, alcanzar el desigual reparto de privilegios y oportunidades, la bienestar, y los elementos de la estructura social existencia de una política económica que priorice cuyas dinámicas pueden actuar como favorece- la vida de las personas frente a ciertos intereses doras o limitadoras de la acción socioeducativa. privados, entre otros aspectos. Así pues, pensar los entornos de acción socioedu- De este modo, la educación social se enfrenta cativa, campo de desempeño de esta profesión, a la bidireccionalidad de la acción socioeducativa supone aceptar la complejidad multisistémica que que, por un lado, se esfuerza en garantizar estos atraviesa estos escenarios de construcción de la mínimos necesarios que deberían emanar desde comunidad. las instituciones del Estado para garantizar la pro- Las dinámicas relacionales que tienen lugar tección de la ciudadanía, la garantía de medidas y en estos entornos de acción social son generadas acciones para paliar el sufrimiento y la desigual- por múltiples actores sociales: por un lado, la ciu- dad; y, por otro lado, se dirige a la atención a una dadanía que participa de ellos y que construye, o ciudadanía contrariada por los envites de esta [Santiago RUIZ-GALACHO & Víctor M. MARTÍN-SOLBES] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
[131] eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ misma desigualdad. En esta doble acción, dirigi- Rey, 1996; Ringstad, 2005, 2009; Sarkisian y Por- da hacia la estructura social y hacia la comunidad, twood, 2004; Schantz y Meacham, 2003; Shields la profesión ofrece respuesta también a dos ex- y Kiser, 2003; Smith, Colletta y Bender, 2017; presiones de una violencia que es producción y Spencer y Munch, 2003; Strolin-Goltzman, Kollar, producto, encontrándose la educación social en Shea, Walcott y Ward, 2016; Zelnick et al., 2013). una posición privilegiada para mediar las dinámi- Especialmente significativas han sido las aporta- cas del ciclo de la violencia en los entornos de la ciones de Macdonald y Sirotich (2001; 2005) que acción socioeducativa. incidieron en la grave creencia de considerar la violencia como parte inherente al ejercicio profe- 2. Justificación y objetivos sional. Este mismo fenómeno de las VEAS ha sido abordado en el panorama académico europeo, Žižek (2017) identifica dos tipos de violencia, una siendo referentes los trabajos de Littlechild (1995; subjetiva, que es perceptible por parte de los 1997; 2003; 2005a; 2005b; 2008), con un especial agentes sociales, desde una agresión física o ver- énfasis en el desarrollo de una perspectiva de bal a un aparato de represión social; y una objeti- cero tolerancia a la violencia y marcando la línea va, que recogería las formas de violencia adscri- que seguirían otros trabajos que han ofrecido una tas a las estructuras propias del capitalismo, una lectura en detalle de las múltiples expresiones de idea en la que han redundado también Valencia la violencia en los diferentes contextos de la ac- (2010) y Mbembe (2011) a través del concepto de ción social (Alink, Euser, Bakermans-Kranenburg e necropolítica, esto es, la producción normalizada IJzendoorn, 2014; Denney, 2010; Franz, Zeh, Scha- de ritmos de muerte como efecto del sistema es- blon, Kuhnert y Nienhaus, 2010; Furnivall et al., tructural económico y que coinciden en la idea de 2007; Guerin, Devitt y Redmond, 2010; Halim, Al- producción de sujetos violentados que actúan la tintas, Rusinek, Fatini-Hauwel y Hautekeete, 2013; violencia. Asimismo, profundiza en el peligro de la Harris y Leather, 2012; Hunt, Goddard, Cooper, fascinación asociada a la violencia subjetiva e invi- Littlechild y Wild, 2015; Lovašová, 2013; 2014; Is- ta a un nivel de análisis superior, el de la violencia enhardt y Hostettler, 2016; Jussab y Murphy, 2015; objetiva: Littlechild et al., 2016; Sousa, Silva, Veloso, Tzafrir y Enosh, 2014; Winstanley y Hales, 2008). No ha La violencia objetiva es, precisamente, la violencia pasado desapercibido el fenómeno en la produc- inherente a este estado de las cosas normal. La vio- ción académica de Asia y Oceanía, con el papel lencia objetiva es invisible puesto que sostiene la normalidad de nivel cero contra lo que percibimos fundamental de los trabajos de Enosh y Tzafrir, como subjetivamente violento. La violencia sistémi- junto con otras investigadoras e investigadores ca es, por tanto, algo como la famosa materia oscura (Enosh y Tzafrir, 2015; Enosh, Tzafrir y Gur, 2013; de la física, la contraparte de una (en exceso) visible Enosh, Tzafrir y Stolovy, 2014), que culminaron violencia subjetiva. Puede ser invisible, pero debe to- en el diseño del Client Violence Questionnaire marse en cuenta si uno quiere aclarar lo que de otra (CVQ). En este sentido han sido también relevan- manera parecen explosiones irracionales de violen- tes otros trabajos que han profundizado en los cia subjetiva (Žižek, 2017, p. 10). efectos de la violencia sobre las personas que se desempeñan profesionalmente dentro del campo En este sentido, operan también las violen- de la educación social (Kagan e Itzick, 2017; Kagan, cias en entornos de acción socioeducativa (en Orkibi y Zychlinski, 2017; Itzick y Kagan, 2017; Sava- adelante VEAS), enfrentando a los y las profesio- ya, Gardner y Stange, 2011; van Heugten, 2004). nales a diferentes formas de expresión de ésta. Comprendiendo la manera en que estas ex- La violencia dirigida a profesionales de la acción presiones se significan desde la profesión, pode- socioeducativa cuenta con numerosos estudios mos determinar en qué medida puede actuar la que han realizado aproximaciones cuantitativas. educación social como herramienta de transfor- En Norteamérica los primeros estudios de Schultz mación de las dinámicas violentas con una función (1987) y Newhill (1995) dieron la voz de alarma so- pacificadora, lo que implicaría ofrecer estrategias bre la elevada prevalencia de casos que desde los y respuestas justas y éticas que rechacen cual- distintos contextos sociales se daban, seguidos de quier forma de reproducción de la violencia en su otros trabajos que pretendieron abordar el fenó- praxis. En este sentido, la presente investigación meno en Estados Unidos y Canadá (Baines, 2004; persigue comprender el modo en que el sujeto Criss, 2010; Geoffrion y Ouellet, 2013; Jayaratne, de la acción profesional interioriza esta violencia Croxton y Mattison, 2004; Kim y Hopkins, 2017; subjetiva y la traslada a su práctica, sin obviar que Kosny y Eakin, 2008; Newhill, 1996; 2002; Newhill su marco de actuación está inserto en una estruc- y Wexler, 1997; O´Leary-Kelly, Griffin y Glew, 1996; tura de violencia objetiva. [ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LAS TENDENCIAS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA…] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 [132] http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ El argumento que trata de explicar este fenó- los dieciséis años, siendo la edad media de treinta meno de la violencia contra profesionales de la y cuatro años. acción social se enraíza en un contexto sistémico, En lo referente al procedimiento, para la re- en una violencia estructural que Galtung (1998) cogida de información se utilizó un formato de define como el conjunto de estructuras que no entrevista individual en un espacio cerrado, con permiten satisfacer las necesidades fundamenta- dos entrevistadores. Se realizó una grabación de les y que incluso niega la satisfacción de las mis- los diversos testimonios, incluyendo en la misma, mas, evidenciada en el desmoronamiento de los el consentimiento informado relativo al uso de da- estados sociales y los ritmos propios de las socie- tos con fines académicos y de investigación. Pos- dades de tendencia neoliberal (Caride, 2018). La teriormente se procedió a realizar la transcripción violencia estructural ejerce una fuerte influencia del total de las cincuenta y siete horas y cuarenta sobre la violencia directa, en tanto y en cuanto y tres minutos de audio recopilado. La transcrip- establece el marco de acción en el que ésta es ción de las entrevistas usó la codificación de Je- generada y actuada. Esta idea es confirmada por fferson en una versión de síntesis propuesta por algunos estudios que reconocen que sociedades Bassi (2015). El análisis de la información siguió la con mayores índices de desigualdad tienden a una metodología de la grounded theory, utilizando el mayor presencia de episodios de violencia directa software de investigación Atlas.ti en su versión 8, (Wilkinson y Pickett, 2009). a través de un sistema de codificación in vivo. En relación con ello, el objetivo fundamental Con respecto al instrumento, el modelo de de esta investigación reside en localizar el argu- entrevista utilizado fue de tipo semi-estructurado. mentario y los valores expresados por un grupo La propuesta buscaba profundizar sobre deter- de profesionales de la educación social y, desde minados aspectos que se separaron en forma de este proceso de significación de la violencia, ex- bloques temáticos: un primer bloque de la entre- traer diversas tendencias en la práctica profesio- vista, hace referencia a un repaso por la experien- nal, como elementos de fundamentación y como cia profesional de las personas entrevistadas; el formas de respuesta frente al fenómeno de las segundo bloque de preguntas aborda de manera VEAS. La idea principal de este proceso de in- directa los diferentes tipos de experiencias vivi- dagación en torno a las perspectivas personales das en torno a varios subtipos de violencias (física, sobre las VEAS busca, además, encontrar po- verbal, psicológica, material o sexual), sus posibles sibles aportaciones al papel que pueda tener la causas y los efectos que tuvieron; un tercer blo- educación social como generadora de cultura de que hace referencia a las experiencias en las que paz. De esta manera, pretendemos conocer qué se presenció cómo la violencia directa iba dirigida tendencias profesionales pueden transforman las hacia otras personas, es la denominada por Perei- dinámicas propias del ciclo de las VEAS, generan- ra (2011) como violencia contemplada; el último do así equilibrios dinámicos en contextos de paz bloque de preguntas aborda las creencias perso- imperfecta, entendida como interrelaciones cau- nales en torno a la educación social, el sentido de sales entre instancias de paz, que conviven con la profesión, el efecto que tiene en la vida de las diversas expresiones de la violencia y el conflicto personas y de las instituciones, así como las posi- (Muñoz, 2004a). bles respuestas que puede ofrecer a las formas de violencia que atraviesan las dinámicas relacio- 3. Metodología nales de los entornos de acción socioeducativa. El análisis a través de la grounded theory dio En relación con los participantes, se realizaron lugar a dos bloques de resultados: el primero re- veinticinco entrevistas en profundidad a un gru- lacionado con las percepciones en torno a la vio- po de profesionales de la educación social que lencia subjetiva y la paz desde el punto de vista se desempeñan en diversos entornos laborales del profesional; el segundo centrado en cómo las vinculados con los servicios comunitarios y con y los profesionales de la educación social cons- población vulnerable en diferentes provincias de truyen su identidad en un contexto percibido la Comunidad Autónoma Andaluza, especialmen- como violento, así como a sus implicaciones en te en el desarrollo de la acción socioeducativa la práctica. Si bien, para el primer bloque de re- en entornos residenciales. De las personas en- sultados, rescatamos las visiones de la violencia trevistadas, dieciséis eran hombres y nueve eran en las entrevistas, para el segundo bloque, fueron mujeres, determinando esta desigual distribución especialmente interesantes las categorías extraí- de género, el muestreo aleatorio y el proceso de das a través de la codificación in vivo, las cuales se invitación libre en la que se seleccionaron a los agruparon en tres grupos bien definidos que ter- informantes, que cuentan en su haber una expe- minaron dando lugar a tres tendencias en la prác- riencia laboral que oscila entre los ocho meses y tica profesional: tendencia vocacional-afectiva, [Santiago RUIZ-GALACHO & Víctor M. MARTÍN-SOLBES] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
[133] eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ tendencia controladora-coercitiva y tendencia que puede tener el aceptar como normal ciertas ético-reflexiva, que se explicitarán ampliamente formas de humillación, coacción o maltrato en las en el siguiente apartado. Este procedimiento de relaciones educativas, nos encontramos a profe- agrupación se desarrolló siguiendo las conexiones sionales que, atravesados por el malestar, optan entre fragmentos y las incompatibilidades entre por resignarse. En este sentido, una educadora perspectivas. Así pues, las categorías in vivo se comenta: agruparon del siguiente modo: · Tendencia vocacional-afectiva: “he echao ca- tampoco sería políticamente correcto decir que por llo” (socialización cotidiana de la violencia), el hecho de trabajar con personas tengo que sopor- “se lo han llevado todo” (abnegación y entre- tar cualquier tipo de agresión o violencia… no quiero ga) y “educa más el amor que la educación” decir eso, porque no creo que sea así tampoco, pero (buenismo pedagógico). sí entender que eso forma parte de tu trabajo y de · Tendencia controladora-coercitiva: “aquí que tienes que tener cierta tolerancia a eso y relati- somos policías” (control social) y “más vizar mucho (E02-19). profesional, más frío” (distanciamiento y desvinculación), En ocasiones se generan jerarquías y se tipi- · Tendencia ético-reflexiva: “Tienes que dar fican los tipos de violencia, presentando algunas ejemplo” (coherencia ética), “yo te acompa- expresiones, gritos, golpes o insultos, como for- ño en este momento” (delimitación de acción mas sobreentendidas del tipo de relaciones que profesional), “yo soy tu educador” (ajuste de se derivan del trabajo con colectivos sociales. Así rol). una profesional refiere: 4. Resultados y discusión Dentro de esto… pues es lo que te digo… de insultos, de que me ignoren o de que no sé qué… o de que Efectos de la violencia y socialización peguen un porrazo en la mesa, pues eso sí es mucho cotidiana: más frecuente… pero ni lo vives con la misma inten- sidad ni te lo tomas a lo personal… lo ves más como… Los trabajos de Sluzki (1995) ya han hecho refe- pues bueno (E08-19). rencia a los efectos que una exposición repeti- tiva a formas de violencia de bajo y medio nivel En esta comprensión de los hechos, frecuen- de amenaza tienen sobre aquellas personas que temente aparece la idea de que la violencia es un las sufren: desde una socialización cotidiana de recurso natural para ofrecer soluciones a respues- las mismas hasta una reforma del pensamiento, tas estresantes, o un medio efectivo para canali- esto es, un proceso a través del cual, los valores zar la frustración. Evidentemente, la tarea educa- de aquellos y aquellas que agreden son incorpora- tiva contempla cómo estas formas de violencia se dos progresivamente de manera no crítica por las ubican dentro de una respuesta a ciertas situacio- víctimas que padecen la violencia. nes, pero busca y pretende deslegitimarlas y ofre- En este proceso de indagación en torno a cer alternativas a las mismas a través del empleo las diversas experiencias de profesionales de la de otros recursos personales, sabiendo que hay acción socioeducativa ha sido importante com- que hacer un trabajo progresivo y paulatino des- prender qué tipo de episodios de violencia se de las posibilidades de cada persona. El riesgo de han vivido y qué nivel de perspectiva crítica con aceptar estos comportamientos como normaliza- la misma se han puesto de manifiesto. Algunos dos puede suponer una forma de inacción, ante el autores como Macdonald y Sirotich (2001) hacen esfuerzo que profesionalmente, se debe invertir referencia al desarrollo de una cierta tolerancia en generar formas alternativas y pacificadoras a a estas formas de agresión, interpretadas como la actuación de la violencia. Algunos ejemplos de parte del trabajo. Es lo que hemos venido a de- estas perspectivas centradas en la idea de unión nominar como proceso de socialización cotidiana necesaria entre humanidad y violencia se pueden de las VEAS. ver en estos fragmentos extraídos de las entrevis- El problema de la socialización cotidiana de tas a dos educadoras: estos procesos violentos ha aparecido en gran parte de las entrevistas realizadas. Frente a la Yo creo que la violencia es parte de nuestro trabajo… propuesta de Littlechild (2010) de cero tolerancia yo creo que sí… por muchos motivos… a ver que no a la violencia en los entornos profesionales y que tendría por qué… no tendría por qué ser un compo- parece recoger los principios de la cultura de paz, nente que estuviera ahí, pero al final sí… ¿por qué?… que huye de la normalización del trato violento porque trabajamos con personas, y las personas nos y comprende los nefastos efectos pedagógicos dejamos llevar por instintos y por emociones y tal… y [ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LAS TENDENCIAS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA…] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 [134] http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ ahí está la rabia, está la ira, está la agresividad… No que impone la abnegación como un elemento siempre tienes, ni como profesional ni como usuario consustancial al ejercicio del rol profesional, lo del servicio, no siempre tienes la misma capacidad que podría ayudar a entender el bajo porcentaje de resolver las cosas de manera asertiva (E11-19). de denuncias o informaciones sobre violencias su- fridas que se registran en el sector profesional de Creo que la violencia forma parte del trabajo en la los servicios sociales especializados, una idea que medida que se dan algunos factores: el primero es Kosny y Eakin (2008) ya rescataban, identifican- que la violencia es estructural [..] ser humano y vio- do cómo ciertos grupos profesionales preferían lencia… eso está ahí tío. Antes, cuando vivíamos en exponerse a los riesgos y aceptarlos por el bien las cavernas si no hubiéramos sido violentos, nos de aquellas personas a las que atendían. Esta idea comerían con sopa… [...] primero porque es cultu- aparece también reflejada en una de las entrevis- ral y segundo porque forma parte del ser humano… tas realizadas: (E01-19). Es como que normalizan mucho que en nuestro en- La aceptación de una narrativa del ser humano torno laboral pueda haber esos episodios. Entonces, que actúa de manera violenta, como si de un ele- si ahora vas tú de lista, pues yo quiero denunciar, mento irremediable se tratase, entra en conflicto pues yo sé que… por una parte es como que no estás con las perspectivas teóricas de la cultura de paz teniendo tampoco empatía con ese usuario, que tie- y los modelos antropológicos que la sustentan ne como unas características muy concretas y unas (Muñoz, 2004a; Muñoz, 2004b; Muñoz & Jiménez, necesidades ya bastante jodidas de por sí como para 2012; Muñoz, Martínez & Jiménez, 2012; Muñoz & que encima vayas tú y lo denuncias y le metas como Molina, 2010). Esta aceptación supone un primer otro problema en su vida… no sé si me explico… en- elemento de riesgo para introducir ciertos niveles tonces, a veces se actúa un poco como por compa- de tolerancia a las formas de violencia que se ex- sión, casi. Por decir… no le voy a meter un marrón presan en los entornos de acción socioeducativa. más [...] Pues a veces dices, joder, bueno ya está… Por otra parte, la idea de socialización cotidia- entiendo que dentro de mi ámbito pues puede haber na de la violencia, en línea con lo planteado ya por ese tipo de cosas, y lo relativizas y lo normalizas un Sluzki (1995), está relacionada con la cronificación poco (E08-19). de las VEAS. La extensión de la violencia en el tiempo contribuye a ese proceso de normaliza- La perspectiva crítica y reflexiva dentro de la ción y desarrollo de tolerancia desde la perspecti- profesión, así como la incorporación urgente de va de este profesional: una óptica de la cultura de paz, parece un requi- sito importante para permitir a las personas que Cuando tú pasas una época de muchas situaciones trabajan en el ámbito de la acción socioeducativa violentas, sí lo normalizas… dices tú: bueno, esto ofrecer mejores respuestas a la violencia e incor- es como ir a la guerra, todos los días te encuentras porar, dentro de sus ámbitos de actuación, nuevas algo... pero cuando pasas una época buena, cuando perspectivas en torno a una construcción positiva pasa te sobresaltas, te salta la alarma y te crea males- de las relaciones humanas. Los efectos de la expo- tar y te crea… pero cuando verdaderamente hay un sición a la violencia pueden reforzar, por su parte, mal rollo y un mal ambiente ahí, tú te acostumbras a la visión opuesta: eso (E05-19). Yo he echao callo… La violencia me escandaliza me- Además, los contextos en que las prácticas nos que antes… me la como...y digo: bueno tío, si te socioeducativas se desarrollan están en relación han pegado tres guantazos y tienes catorce años… con el modo en que la profesión es ejercida. Po- qué hijo de puta tu padre… pero no me voy lloran- demos decir que la educación social transforma do al coche… porque es que, pues vas echando callo el entorno, pero el entorno igualmente va posibi- (E21-19). litando o limitando la acción profesional. En esta relación de entendimiento y de construcción de Los procesos de insensibilización ante la vio- procesos educativos es fundamental el imaginario lencia parecen resultado de una elevada expo- que los equipos de trabajo van desarrollando. La sición a la misma, acrecentando igualmente el tolerancia a la violencia, en ocasiones, esconde un riesgo de su aceptación pasiva. Aun así, algunas argumentario que pretende disculpar o desres- entrevistas realizadas presentan ciertas formas ponsabilizar a quien ejerce esa violencia, resca- de resistencia a este proceso de normalización, tando la idea, real, de que toda violencia directa bien por ofrecer una perspectiva antipedagógica responde a una violencia estructural ejercida. En del trabajo socioeducativo, bien por el malestar ocasiones, esta visión forja una cultura profesional que genera a nivel personal: [Santiago RUIZ-GALACHO & Víctor M. MARTÍN-SOLBES] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
[135] eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ No, a ver, nosotros sabemos que eso, por ejemplo, en que hacían una mención a esta idea de la profe- mi centro, pasa, que va a seguir pasando, pero nor- sión como entrega absoluta: malizarlo para nada. Es que si lo normalizáramos no pondríamos medios para evitarlo (E08-19). Yo estaba trabajando allí como educador y yo sentí que no quería nada más en mi vida. Yo quería traba- Yo pienso que no forma parte de mi día a día… para jar más horas (E17-19). empezar no le deseo a nadie esta espiral de violencia (E11-19). Esta mirada hacia el quehacer educativo, en ocasiones, difumina el límite entre lo personal y lo Los diversos testimonios presentados plan- profesional, ya que diluye la asimetría de rol pre- tean uno de los primeros retos a la profesión y sente en el binomio educador-educando: a las instituciones, que deben buscar la forma de proteger a los profesionales, brindarles apoyo y Y una cosa que no está bien, pero yo he separado, cuidado, generando una conciencia de cero to- he intentado separar… aunque mi trabajo forme par- lerancia a las formas de violencia y esforzándose te de mi vida, quiera o no quiera, porque el día que por procurar un abordaje socioeducativo desde la yo me case habrá quinientos mil gitanos, el día que cultura de paz como un primer paso para la trans- murió mi padre hubo quinientos mil gitanos, pero he formación de las dinámicas propias del ciclo de intentado separar mi casa... porque mi familia no ha las VEAS, como refiere esta educadora: elegido esto, entonces yo tengo que proteger a la gente que a mí me importa [...] Creo que está mal Está ahí, forma parte, pero hay que trabajarlo… no se separarlo porque yo le estoy diciendo a los chicos puede dejar: “bueno pues va en el sueldo” … va en que tenemos que ser hermanos pero luego estamos el sueldo el que esté, pero no que lo suframos… hay siendo hermanos por un lado nada más porque yo no que buscar soluciones (E07-19). me estoy abriendo a ellos (E04-19). Tendencias profesionales en educación social, En el testimonio de este profesional se mues- noviolencia y procesos de pacificación: tra una unión sólida entre lo personal y lo laboral, no podría delimitarse una frontera clara: el con- La perspectiva de una acción socioeducativa texto laboral no delimita la relación, y ésta se co- que se constituya como pacificadora, pero, a su necta con los ámbitos más íntimos de la vida del vez, se posicione en la óptica de la noviolencia, profesional. Esta forma de implicación no está con una respuesta de cero tolerancia hacia las exenta de consecuencias que conviene valorar: diversas formas de agresión o humillación, nos tanto el riesgo de fusión emocional, como la inte- sitúa en la disyuntiva de analizar, comprender y gración de la cosmovisión propia del grupo con el problematizar las distintas creencias y modelos que se trabaja, resultado natural de familiarizarse profesionales. con los códigos y perspectivas de dicho grupo, Los trabajos de Vilar y Riberas (2017) ponen desde una pretensión de horizontalidad: de manifiesto la preocupante ausencia de conflic- to ético que supone para los y las profesionales Yo he llegado a justificar que un hombre con el que de la acción socioeducativa, haber sufrido una trabajaba robe un banco. Y él me ha contado que iba agresión. Por su parte, Planella (2009) señala dos a robar un banco y le he dicho: róbalo. Me he tirado tendencias polarizadas en el desarrollo de la pro- con él ocho horas y ocho horas… me he metido tanto fesión: el posicionamiento amor-vocación y el po- en su vida que he llegado a decirle: Róbalo. He llega- sicionamiento profesión-técnica. do a normalizar cosas que no tenía que normalizar La posición en torno a la idea de una educa- (E04-19). ción social vinculada al amor y a la vocación, nace de los modelos familiar y familiar-carismático, esto Yo no soy un dios… aunque la gente nos dice: “tú para es, modelos que pretendían ofrecer una respues- nosotros eres un dios”... pero yo no lo soy… soy un ta desde la suplantación del medio familiar y en el desgraciado… me quieren más en mi trabajo que en que los y las profesionales se mostraban cargados mi casa… no lo sabemos… pero te dan un poder que de buenas intenciones, servilismos y con la idea yo en mi vida normal no tengo… es difícil de gestio- de formar una vida entregada a aquellas personas nar eso… eso también es un tipo de violencia ¿eh? que sufren. Esta primera visión polarizada sigue porque se me queda grande ese amor. Y entre eso y planteando algunas derivas que guían la acción que un tío te pegue hay una estrecha línea… (E04-19). de un grupo no reducido de profesionales de lo socioeducativo. En el desarrollo de las entrevistas La difuminación de los límites de lo profesional se han encontrado algunos elementos narrativos pone de manifiesto, en este caso, cierta sensación [ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LAS TENDENCIAS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA…] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 [136] http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ de angustia vinculada a la acción profesional. Una mitología en la que el amor se enfrenta a la capa- idea también presente en el testimonio de un pro- cidad de la acción profesional y en la que lo edu- fesional con más experiencia que el anterior y que cativo está reñido con las funciones de cuidado: se reconoce a sí mismo en una situación similar: En el sitio en el que trabajo no hacen falta educado- Yo, lo que... más que violencia, lo que he sufrido, si res, hacen falta madres, hacen falta gente que le dé os sirve el sufrimiento del educador, ha sido que orden a la vida de las personas (E13-19). he simpatizado demasiado con mis educandos. No he empatizado, sino que he simpatizado con ellos… A mí el otro día un niño me decía que un buen educa- mucho. Yo he trabajado muchos años con jóvenes dor es el que se vuelca con nosotros [...] Educa más y los jóvenes en un momento dado de mi vida me el amor que la educación (E23-19). comieron con patatas… este es mío, pa mí… y llegó un momento que dije… ostias tío, parece que estoy En el extremo opuesto a este enfoque, nos en- deprimido… porque mi vida es para este muchacho, contramos con lo que Planella (2009) denomina para esta muchacha, para esto otro, para esta otra… posición profesión-técnica, la evolución del mo- mis afectos son de ellos no míos… y me dí cuenta que delo curativo, altamente influenciado por el sur- me había metido en un hoyo tío, a base de entregar- gimiento de la psicología y el psicoanálisis, que se me, de empatizar con los niños, de quererlos y tal… hizo efectivo a través de su paulatina incorpora- y un día dije… ostia tío, me han comido por sopa, han ción a las diversas instituciones sociales. Tradicio- nalmente marcado por la idea del educador como entrado en mi casa y se lo han llevado todo…. y en un terapeuta y, en ocasiones, con las perspectivas ese momento reflexioné que uno tiene que ser egoís- de control social, la polarización de esta pers- ta (E10-19). pectiva se puede ver en algunos fragmentos de entrevista, aunque su incidencia es mucho menor Además, algunas de las personas entrevista- que las creencias asociadas a la posición anterior- das acusaban las consecuencias personales de mente presentada. Suele aparecer en la línea del este modelo en una imposibilidad para establecer encargo institucional y se posiciona ante la violen- una desconexión entre el entorno profesional y el cia de forma represiva o punitiva, esto es, en una personal: escalada en la que se busca someter la conducta disruptiva y a quien la ejerce, lo explica esta edu- Yo sueño con gitanos todos los días… y es verdad cadora que trabaja en un recurso residencial: eh… sueño que me estoy lavando los dientes y viene uno y le digo: “tú qué haces desgraciao” te lo juro que Es que yo a veces me siento... como un verano que lo sueño [...] esto me ve un psicólogo y me dice: este tuvimos que fue terrible, terrible porque es que eran hombre tiene un problema a nivel personal (E04-19). todos los niños agresivos eh... bueno... y nos dijo la directora: “olvidaos de que sois educadores, aquí so- En el análisis realizado, se ha encontrado cier- mos policías” (E06-19). ta relación entre estas perspectivas de abordaje de la relación profesional y un proceso de des- Esta posición puede llevar a relativizar los vín- responsabilización total de las personas que per- culos que surgen de la relación profesional con la petraron actos de violencia. Algunos testimonios ciudadanía, entrando en una lógica de distancia- asumen esa figura profesional que comprende miento que puede llevar a una construcción de las que se ejerza la violencia, no suponiendo conflic- relaciones desde la desconfianza; en palabras de to alguno, aunque sea fuente de malestar. Esto una educadora: refuerza la idea del profesional que se abnega en beneficio de quien sufre y que, en ocasiones, Al final… ahí sabes que el único vínculo que hay es se confunde con tomar parte en favor de la gen- profesional, esos niños no te quieren como pueden te que padece la exclusión, como expresa esta querer a su familia (E03-19). educadora: En ocasiones, esta idea de la profesionaliza- La gente al final opta por aguantar para poder acom- ción como distanciamiento, idea que, a priori, no pañar… la idea de venga sé fuerte, me lo he trabajao, debería sobreentenderse de tal modo, lleva apa- voy a aguantar y me como mis mierdas con las tuyas rejada una función de protección: (E01-19). Cuando yo empecé era más voluntarioso en el sen- Como última aportación, el posicionamiento tido de que yo pretendía ayudar a los niños más de amor-vocación presenta, en ocasiones, una dis- forma individual, cada caso de forma individual, cada tancia con la perspectiva técnica, una suerte de niño tenía su tiempo, su espacio conmigo… hoy por [Santiago RUIZ-GALACHO & Víctor M. MARTÍN-SOLBES] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
[137] eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ hoy me ciño más a las necesidades básicas de todos el estudio cualitativo nos ha mostrado cierto nivel en general, a que se cumplan las rutinas… si hay un de tolerancia y normalización de varias expresio- caso especial no lo trato yo solo, lo hago de forma nes de la misma, que son aceptadas eximiendo de más formal, pido ayuda al equipo técnico o a mi com- responsabilidad a quienes las ejercen, validando pañero… o mi compañera, con quien esté, y tratamos como tolerables los excesos violentos en la con- este caso, pero todos, no sólo yo, de manera más for- vivencia con otras personas. Se ampara en la idea mal, más protocolaria… antes quizás éramos más… no del profesional que soporta estoicamente el peso me sale la palabra pero… que nos inmiscuíamos más de la violencia y devuelve amor. en el caso… ahora es más profesional, más frío inclu- Una tendencia controladora-coercitiva, que so… porque claro lo profesional en este caso es un parece vincularse con la idea de control y dis- sinónimo de frialdad, de… no tan cercano. Y yo, en mi tanciamiento, convirtiendo la relación educativa caso, no sé el resto de mis compañeros, en mi caso… en un espacio para el tratamiento terapéutico. mucho de eso viene por las experiencias de violencia Esta tendencia tiene los hándicaps asociados de que he vivido (E03-19). romper el principio de individualidad de la acción socioeducativa al establecer límites excesivos en La perspectiva de distanciamiento y control la construcción de vínculos educativos, así como ofrece el polo opuesto a las propuestas de entre- criminalizar o culpabilizar, de las situaciones de ga absoluta y fusión emocional que se despren- exclusión, a quienes la padecen, al tratarlos como den del otro posicionamiento. Tenemos aquí re- sujetos susceptibles de sanar a través de un pro- cogidos los dos extremos en los que, a día de hoy, ceso terapéutico. Con respecto al abordaje de puede polarizarse la práctica de la educación so- la violencia, esta tendencia tiende a sancionarla, cial. Por supuesto, en ningún caso los y las profe- pero no la aborda en profundidad. Ofrece una sionales pueden sentirse plenamente vinculados respuesta de baja tolerancia a la violencia actuada con un único posicionamiento, pero lo que resulta por la ciudadanía, pero, a su vez, reproduce diver- evidente, es que ni uno ni otro ofrecen un modelo sas formas de violencia simbólica y estructural, en de relación que dé respuesta a la violencia desde ocasiones también directa, a través de la puesta una perspectiva pacificadora y noviolenta, por la en práctica de acciones llevadas a cabo por parte ausencia de propuestas que han resultado de una de los diferentes agentes sociales. tendencia y otra. Una tendencia profesional ético-reflexiva, que El análisis desde la grounded theory nos lleva aparece como propuesta alternativa a las otras a plantear, como ya se ha indicado, la existencia dos tendencias de acción socioeducativa, cimen- de tres tendencias de desarrollo en la práctica tada en una educación social que busca el equi- socioeducativa, ya que identificar estas tres pers- librio entre dos funciones fundamentales: la de pectivas como modelos profesionales resultaría estructura y la de cuidado. En primer lugar, la fun- pretencioso y arriesgado. Dos de estas tenden- ción de estructura incluiría la aceptación de una cias vienen a confirmar los posicionamientos ya asimetría de rol en la relación educativa, desde el abordados, y una tercera viene a ofrecer un punto reconocimiento de la dignidad de la otra persona de equilibrio en la práctica profesional. Es nece- y la propia, haciendo un ejercicio responsable del sario incidir en que ningún profesional se vincula papel que desempeña la educación social y aque- con una única tendencia y que el desarrollo de la llas personas que la ejercen en su interacción con práctica socioeducativa es dinámico, cambiante y la ciudadanía, sus ritmos de vida y sus expectati- codependiente de otras variables. No obstante, la vas; esto incluye manejar de manera clara los lími- propuesta que hacemos a continuación pretende tes personales y éticos de la acción profesional, facilitar el desarrollo de nuevas perspectivas en así como los límites asociados al trabajo socioe- torno a la educación social como disciplina, profe- ducativo dentro del proceso de acompañamiento sión y práctica. Así pues, se han identificado tres con la otra persona y a la relación con la misma. En tendencias: segundo lugar, la función de cuidado, incluiría la Una tendencia vocacional-afectiva, que pare- construcción de vínculos sanos, no dependientes ce vincularse con la idea de una educación social ni posesivos, a través de la nutrición afectiva y de centrada en la entrega y la relación cercana, que las actitudes de buentrato y cero tolerancia a las no establece límites entre lo personal y lo profe- formas de violencia ejercidas o recibidas, de tal sional. Esta tendencia tiene los hándicaps asocia- manera que esta relación que se construye sea, dos de difuminar los límites de la relación educati- en sí misma, una herramienta pedagógica en la va, invisibilizando la diferencia de rol, a la vez que que se ofrezca, desde el respeto a la dignidad del propicia el exceso de protección con el conse- otro, un modelo de trato noviolento. Esta tenden- cuente riesgo de caer en el servilismo y la abne- cia se caracteriza por un alto nivel de exigencia ha- gación. Con respecto al abordaje de la violencia, cia los equipos de profesionales que se ven en la [ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LAS TENDENCIAS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA…] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2021.37.09 [138] http://recyt.fecyt.es/index.php/PSRI/ disyuntiva de cuestionar de manera crítica no sólo discursivas que ofrecen nuevas vías para explorar su acción profesional, sino también las estructuras las narrativas asociadas a la práctica profesional, e instituciones que mediatizan el impacto de las ahora con una perspectiva de cultura de paz y no- mismas, tratando de poner en jaque las lógicas de violencia. La identificación de las tres tendencias la violencia estructural, cultural y simbólica. propuestas, muy polarizadas todas ellas, pero úti- Algunos de los testimonios ofrecidos en este les a la hora de analizar el rol de los y las profesio- estudio dejaban entrever ciertas pinceladas que, nales que hacen educación social, abre un abanico de algún modo, nos conducen a esta idea de pro- de opciones, así como nuevas líneas discursivas fesional ético-reflexivo: desde el plano teórico, en torno a la deontología y la formación de futuros educadores y educado- Yo soy tu educador y yo no voy a tener una relación ras sociales, especialmente en la exploración de la contigo fuera de aquí, pero en el tiempo en el que tú identidad profesional, un aspecto poco abordado estás aquí yo te acompaño en este camino, en este aún (García, González y Martín-Cuadrado, 2016). proceso, te voy a acompañar siempre… pero ya está, Las limitaciones asociadas a esta investigación se no hay nada más… no confundas cosas porque no soy relacionan, principalmente, con el número de per- tu padre, no soy tu madre, no soy tu tutor, ni nada… sonas entrevistadas, incorporar más profesionales yo soy tu educador ahora mismo y yo te acompaño y una mayor paridad entre hombres y mujeres per- aquí… y yo creo que ellos lo agradecen… no me ven mitiría quizás explorar nuevas líneas de análisis. como una persona déspota… me verán como alguien De cara a futuras investigaciones, la puesta en cariñoso, sincero y cercano (E05-19). marcha de grupos focales ofrecería pistas en la identificación de estrategias de respuesta ante la Tú no puedes buscar la autoridad porque sí… Se ga- violencia que hayan resultado eficaces a ciertos nan con pequeños momentos, con pequeñas situa- profesionales, especialmente por sus utilidades ciones, pequeñas confrontaciones… yo creo, sobre en la generación de conocimiento profesional todo, que la autoridad se gana dando tú ejemplo. Tú (Caride y Fraguela-Vale, 2015). Además, con esta no le puedes decir a un niño las drogas son malas, información podría elaborarse un programa de pero luego confesarle a otro adolescente que te has formación para educadores y educadoras socia- fumado un porro… y que no sé qué… tú tienes que les que permita explorar, en entornos seguros, el dar ejemplo (E25-19). patrón de respuesta personal ante situaciones de estrés y violencia, así como aprender y afianzar La propuesta de esta nueva tendencia profe- estrategias de respuesta desde la perspectiva de sional, por supuesto, pretende ser más un conjun- la noviolencia. to de intenciones que una práctica sistematizada. La acción socioeducativa es un camino para Sin embargo, esta tendencia ofrece unos límites la construcción de sociedades más justas. Si el fin para pensar la educación social, su práctica y su es la justicia social, el camino para su consecución deontología, desde nuevas alternativas que imbri- debe pasar por enfrentar la violencia en sus múlti- can con la perspectiva de la cultura de paz y la ples formas, sin caer en la reproducción de la mis- acción noviolenta. ma ni en alimentar el ciclo en el que sus efectos se maximizan. Esto supone, también, comprender 5. Conclusiones que la violencia estructural juega un papel clave y que, desde la educación social, la dignidad y El presente trabajo ha pretendido ofrecer una los derechos fundamentales deben constituirse aproximación al fenómeno de la violencia en los como objetivo a largo plazo, alcanzable desde el entornos de acción socioeducativa, que hemos trabajo con la comunidad; una comunidad que, en denominado como VEAS, desde la perspectiva ocasiones, puede encontrarse desarticulada y a de la cultura de paz. El análisis cualitativo ha ofre- la que la profesión debe ofrecer una propuesta. cido un acercamiento testimonial a las percep- Las aportaciones que desde la cultura de paz se ciones en torno a la violencia y su relación con la lleven a cabo serán una contribución a la dignifica- educación social. La metodología de la grounded ción de la profesión, de sus profesionales y de la theory ha permitido identificar algunas tendencias ciudadanía. [Santiago RUIZ-GALACHO & Víctor M. MARTÍN-SOLBES] SIPS - PEDAGOGÍA SOCIAL. REVISTA INTERUNIVERSITARIA [(2021) 37, 129-142] TERCERA ÉPOCA Copyright © 2015 SIPS. Licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0
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