Ironía romántica e ironía cibernética: dos manifestaciones epocales

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Alonso Brenes Vargas

                Ironía romántica e ironía cibernética:
                    dos manifestaciones epocales

    Re su men: E ste e n sa yo eje rcita u n a                   que posiciona a la interrogación como un rasgo
comparación filosófica entre dos manifestaciones                 característico de la ironía, pudiendo definirse así
epocales de la ironía. Por un lado, la ironía                    al ironista, como aquel que pregunta “fingiendo
romántica, conceptualizada por Friedrich                         ignorancia” (Corominas, 2013, 340).
Schlegel durante la época de la Frühromantik;                         Esta acepción no dista del uso originario de la
y por otro, la ‘ironía cibernética’, acuñada por                 ironía, que como lo indica Valdivieso, se remonta
Peter Sloterdijk a modo de correlato terapéutico                 al teatro griego de alrededor del 400 a. C., donde
sobre la teoría luhmanniana de sistemas sociales.                “el eirôn (εἴρων) designaba a quien astutamente
                                                                 fingía y disimulaba su juego, desenmascarando al
     Palabras clave: ironía, prerromanticismo,                   presumido y en el fondo ingenuo alazón (ἀλαζών)”
sujeto, sistemas, cibernética.                                   (2010, 13). Al dejar al descubierto la ignorancia que
                                                                 caracteriza a este último tras sus pretensiones de
     Abstract: This essay exercises a philosophical              conocimiento, el eirôn provocaba el estallido en
comparison between two epochal manifestations                    risas del público, y se abría paso así hacia “un esta-
of irony. On the one hand, romantic irony,                       do más real que lo puesto en cuestión” (2010, 13).
conceptualized by Friedrich Schlegel during                           Por otra parte, tanto la eironeia (disimulo)
the Frühromantik era; and on the other, the                      como la aladzoneia (jactancia) se encuentran
‘cybernetic irony’, coined by Peter Sloterdijk as                registrados por Aristóteles en el libro IV de su
a therapeutic correlate on the Luhmannian theory                 Ética Nicomáquea, dedicado a las virtudes éti-
of social systems.                                               cas. De acuerdo con su célebre tesis del término
                                                                 medio, el estagirita sitúa entre ambos caracteres
     Keywords: irony, pre-romanticism, subject,                  a la euthékastos (sinceridad), relacionada con la
systems, cybernetics.                                            verdad y la virtud. De esta forma, el filósofo defi-
                                                                 ne al sincero como quien dice siempre la verdad
                1. Introducción                                  “por el mero hecho de tener tal carácter” (Eth.
                                                                 Nic. 1127h), al irónico como quien dice menos de
     La raíz etimológica de la ironía se corresponde             lo que es para evitar la ostentación ‒con lo que
con el término griego eironéia (εἰρωνεία), tradu-                puede resultar agradable, mas no ejemplar‒, y al
cido como “disimulo”, o “ignorancia asumida”                     jactancioso como quien se atribuye más de lo que
(Online Etymology Dictionary). Eironéia, a su                    es ‒una actitud completamente despreciable‒.
vez, es un término derivado de éromai, que quie-                      Haciendo ahora un puntual recorrido por
re decir ‘yo pregunto’; un origen terminológico                  la relación entre este concepto y las filosofías

       Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LX (157), 85-98, Mayo-Agosto 2021 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589
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antiguas, podemos notar que Sócrates ‒ese “perso-            Cabe recordar, que a la asunción de este método le
naje principal del platonismo” (Deleuze y Guattari,          atribuye Sexto Empírico un efecto ético-terapéu-
1997, 65)‒, se destaca como el primer maestro                tico, a saber, la ‘serenidad de espíritu’ (ataraxia)
en hacer un uso plenamente filosófico de la eiro-            de quien ya no se preocupa por atribuir maldad o
neia. Con su obstinada mayéutica, y partiendo de la          bondad a la naturaleza.
archiconocida declaración “sólo sé que no sé nada”,               De la comparación entre las destacadas iro-
el Sócrates de los Diálogos les realiza preguntas            nías socrática, cínica y escéptica, puede deducirse
a sus interlocutores que van socavando progre-               que estas comparten un trasfondo filosófico al que
sivamente sus certezas. En oposición a la labia              podríamos denominar como el arte de vivir cues-
sofística, sus disquisiciones no buscan transmitir           tionando la determinación del conocimiento y las
una verdad; lo que estas llevan a cabo, por el con-          normas. En dicho planteo, la ironía juega un papel
trario, es un continuo despojamiento del contenido           central en la medida en que desplaza lo supuesto, a
aparente que impide su develación. Mediante este             la vez que introduce perspectivas alternas sobre las
proceder irónico, la figura de Sócrates, reivindica-         posibilidades de emergencia de lo real. Sin embar-
da ingeniosamente por su discípulo, inaugura en              go, y avanzando en su recorrido histórico, hay que
Grecia una concepción de la filosofía como aquella           hacer notar que, tras su recepción latina, la ironía
lógica, ética y didáctica que clausura la presun-            se desprende del comentado sentido filosófico y
ción de saber, en beneficio de una interpretación            se estiliza como “una figura meramente retórica”
constante. La ironía socrática constituye así una            (Luarsabishvili, 2019, 190); a saber, aquella vincu-
lúcida y permanente puesta en cuestión de lo dado.           lada con la antífrasis1: afirmación de lo contrario
     Gran ironista y también maestro de la Anti-             de lo que se quiere decir.
güedad ‒probablemente a pesar suyo‒, también lo                   En Cicerón, la asimilación retórica de la
fue el cínico Diógenes de Sínope. No obstante, a             ironía, su consideración a lo interno del discur-
diferencia de Sócrates, en este personaje lo irónico         so público, adquiere un sentido condenatorio. El
no se vincula tanto con un proceder verbal, como             estilista romano entiende el discurso irónico como
con una pantomima crítica-moral que, al decir de             urbana dissimulatio, un término peyorativo que,
Sloterdijk, “se atreve a salir con las verdades des-         siguiendo a Bellenden, puede traducirse como
nudas” (2003, 30). De lo anterior, podemos citar             hipocresía civil (1840, 108). La dissimulatio es
un ejemplo contenido entre las curiosas anécdotas            equiparada de esta forma con el discurso hipócrita
biográficas que sobre este filósofo recopiló Dióge-          propio del hombre inmoral. Para Cicerón, quien
nes Laercio. En una de ellas se cuenta lo siguiente:         disimula no puede ser virtuoso, puesto que la vir-
“Habiéndolo uno llevado á su magnífica y adorna-             tud no se puede fingir; de aquí su condena que
da casa, y prohibidole escupiese en ella, arrancando         hace de la ironía una actitud incompatible con la
una buena reuma se la escupió en la cara diciendo            comunidad y con la amistad (Torres, 2005, 17-18).
que no había hallado lugar más inmundo” (Libro                    Llegado este punto de nuestra revisión históri-
VI, 31). Valga decir, que si bien aquí el tono pro-          ca, no hace falta inquirir demasiado para suponer
vocativo podría llevarnos a conjeturar que esta              que en los mandatos morales del dogma cristiano
anécdota es sarcástica más que irónica, si tomamos           se conserva y se exacerba el mentado reproche
en cuenta el perfil del personaje, es posible que el         moral sobre el disimulo, particularmente por su
escupitajo, así como la consecuente declaración,             asociación con la mentira. No es sino hasta los
se hayan realizado con sumo disimulo y modestia.             siglos XVI y XVII, como relata Torres, que la
     Además de la ironía cínica, también es perti-           actitud irónica comienza a perder su carácter con-
nente señalar el carácter irónico del escepticismo           denatorio, “para asociarse a una nueva forma de
antiguo. Sus tropos de la ‘suspensión del juicio’            concebir el comportamiento y, con ello, la virtud”
proceden irónicamente al tensionar distintas pers-           (2005, 21). Este cambio es rastreado por el autor en
pectivas sobre los fenómenos y las consideraciones           el pensamiento cortesano y sus tratados de edu-
teóricas; las cuales, en su correlación dialéctica,          cación aristocrática, donde la disimulación asume
desplazan la posibilidad de la certeza e introducen          vínculos positivos con la prudencia (phrónesis) y
una perpetua indeterminación del conocimiento.               el desenvolvimiento práctico de la vida cotidiana.

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IRONÍA ROMÁNTICA E IRONÍA CIBERNÉTICA: DOS MANIFESTACIONES EPOCALES                                    87

      No será sin embargo, hasta las postrimerías            como por la clausura en sí misma y la negación
del siglo XVIII, que el concepto de la ironía recu-          selectiva a participar” (2014, 154).
pere la potencia filosófica que tuvo en el mundo
griego. Esta transformación radical, por la que el                         2. Ironía romántica
proceder irónico reconquista una posición central
en el pensamiento filosófico de la Modernidad, se                                             No se puede más que
corresponde con la emergencia de la Frühromantik;                                      devenir filósofo, jamás serlo
                                                                                                   (Schlegel, 2005, 47)
y particularmente, con la recuperación que durante
este período realiza Friedrich Schlegel2 del valor de
                                                                  Con la estética que desarrollaron algunos auto-
la ironía socrática, la cual tendrá una gran influen-
                                                             res de la Frühromantik ‒los hermanos August y
cia sobre su concepción del ironista. Como núcleo
                                                             Friedrich Schlegel, Novalis, Ludwig Tieck y Frie-
vehicular entre la noción filosófica y la intuición
                                                             drich Schleiermacher‒ se formaliza un desplaza-
poética ‒por recurrir a los términos con que Kant
                                                             miento crítico sobre la concepción del arte. En
diferencia entre el conocimiento racional y el sen-
                                                             relación con esto, puede rastrearse un antecedente
sible‒, la ironía fue muy celebrada por los auto-
                                                             en la década de 1760, ubicado en la Carta sobre los
res del Círculo de Jena, quienes vieron en ella un           espectáculos de Rousseau. Como resume Jacques
medio que elevaba aquellas virtudes de la subjeti-           Rancière, este texto sienta un precedente impor-
vidad anunciadas a bombo y platillo por Fichte, así          tante en la problematización del modelo mimético
como sus posibilidades de conocimiento.                      de la eficacia del arte; modelo que supone “una
      No obstante, entre la época prerromántica y la         relación de continuidad entre las formas sensibles
nuestra, el proceso de modernización ha acometido            de la producción artística y las formas sensibles
un desarrollo técnico sin parangón en la historia            según las cuales resultan afectados los sentimien-
de la especie humana; desarrollo cuyos efectos               tos y pensamientos de aquéllos y aquéllas que las
anímicos fueron designados por Max Weber, ya                 reciben” (2010, 57). Esta suposición, vale destacar,
hace más de un siglo, como «el desencantamiento              descansa a su vez sobre la presuposición metafísica
del mundo» (citado en Sloterdijk, 2020, 457). A              de que el arte, mediante la reproducción imitativa,
partir de estos cambios drásticos introducidos por           se vincula con una verdad ‒divinamente garanti-
el pensamiento científico, los cuales se vieron tra-         zada‒ que le preexiste en el mundo. Frente a estas
ducidos en una acelerada tecnificación social, junto         ideas, y siguiendo la exposición que al respecto
con la emergencia de teorizaciones epistémicas,              realiza Paolo D’Angelo, los susodichos autores
cognitivas y sociales que asumen la complejidad,             prerrománticos van a acentuar una concepción
los riesgos y las incertidumbres que éstos implican,         del arte como producción de verdad, realce de la
Peter Sloterdijk atisba un nuevo proceder irónico,           subjetividad, e intimación espiritual; se trata de
sucesor del socrático y del romántico, al que deno-          “un desplazamiento hacia los componentes crea-
mina como ‘ironía cibernética’ (2011, 83).                   tivos y constructivos del proceder estético, que se
      El concepto en cuestión es propuesto por el            traduce en un debilitamiento del presupuesto de
autor en el marco de una reivindicación ética de             la imitación” (D’Angelo, 1999, 118).
Niklas Luhmann y su teoría de los sistemas socia-                 El abandono del principio de imitación, afian-
les. En el entorno altamente tecnificado del mundo           zado a partir del prerromanticismo ‒y retomado
contemporáneo, la ironía cibernética se trae abajo           por varias de las estéticas posteriores hasta llegar a
el anhelo romántico de apertura hacia lo absoluto,           nuestros días‒, guarda una fuerte correspondencia
para propiciar en su lugar una concepción posmeta-           con el cuestionamiento que durante el siglo XVIII
física e hipercompleja de las realidades modernas.           llevan a cabo Kant y Jacobi sobre el racionalismo
Dicha ironía, por la que la modernidad se anuncia            ilustrado, y su comprensión del mundo como una
a sí misma como una empresa de alto riesgo para              totalidad explicable en términos determinísticos.
el sujeto, se vincula con la lacónica observación de         Mientras que Kant deja en claro que el entendi-
que en nuestra época, “la vida no está determinada           miento humano se encuentra limitado por sus
tanto por la apertura y participación en el todo             particularidades perceptivas, con lo que la razón

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queda desprovista de una matriz universal que                él, la ironía socrática no es un rasgo anecdótico,
le permita dar cuenta de las cosas en sí mismas;             algo reducible a una manera particular de astucia,
Jacobi ‒en lo que constituye un antecedente de la            sino que se corresponde con la actitud filosófica
advertencia heideggeriana sobre la ‘diferencia onto-         en general. De esta forma, la ironía consiste para
lógica’‒ crítica el intento de la filosofía ilustrada        Schlegel en una praxis que vacila entre la filosofía
por inteligir el ‘ser’; intento equivocado en cuanto         y la poesía, una forma de escritura que viene a
se esfuerza por explicar lo inexplicable: la expe-           establecer con el lector “las sagradas relaciones
riencia inmediata de la existencia o ‘fe’ (Glaube).          de la sinfilosofía [filosofía poética] o la simpoesía
Ambos autores tendrán una influencia importante              [poesía filosófica]” (1994, 64).
sobre el Idealismo alemán, y lo que en los archivos                Dado lo anterior, podrá colegirse ya que la
académicos ‒Hegel mediante‒ quedará registrado               ‘actitud pensante’ de la ironía schlegeliana no
bajo el nombre de ‘Filosofía de la Historia’.                supone una filosofía sistemática a la manera de
     En el marco de dicha influencia, el idealismo           Kant, Hegel o el mismo Fichte. Primero porque
trascendental de Fichte ocupará una posición cen-            no es un procedimiento lógico, y segundo, porque
tral como precedente de la ironía romántica. Tal y           no pretende fijar ninguna certeza sobre el mundo.
como explica Andrew Bowie, es bajo la influencia             Se trata por el contrario, de declarar un ‘no saber’
de la primacía ontológica de la subjetividad en la           como actitud inagotable del pensamiento. De aquí
filosofía fichteana, a saber, la auto-postulación            que lo verdadero, para Schlegel, sólo se muestre
(Setzen) o espontaneidad subjetiva que ésta le atri-         en el devenir, en la progresión infinita de un pen-
buye al Yo como fundamento del conocimiento y                samiento guiado por “la nostalgia de infinitud”
de la libertad, que autores como Schelling, Höl-             (Valdivieso, 2010, 102). Ahora bien, ya que esta
derlin, Novalis y Schlegel arriban a la noción (y            concepción del pensamiento se corresponde con
habría que decir también, a la intuición) de que el          una forma dialéctica situada en el idealismo fichtea-
Yo podría entenderse mejor por medios estéticos              no, será provechoso detenernos a continuación en el
(2002, 42). De esta forma, el prerromanticismo               abordaje de sus etapas y la manera en que éstas se
supone una traslación del Yo desde el análisis               correlacionan en el devenir de la ironía romántica.
científico y sistemático de Fichte, hacia una filo-
sofía estética que rompe con el modelo mimético
del arte; y es desde aquí donde Friedrich Schlegel
desarrollará sus ideas sobre la ‘ironía romántica’.
                                                                                      ***
     Nuestro concepto en cuestión, como se sigue
del abordaje que le dedica Fred Rush, no denota                   Tanto Novalis como Schlegel estudiaron
en primera instancia (aunque sí los implique) un             la Doctrina de la ciencia (Wissenschaftslehre,
tropo literario o un tipo de acto lingüístico, sino          1794) de Gottlieb Fichte, a quien consideraron
más bien una ‘actitud pensante’ que se moviliza              un excelente transmisor y reformulador espiri-
ingeniosamente, sin por ello negar su diferencia,            tual del criticismo kantiano. El principal objetivo
entre los terrenos de la poesía y la filosofía. En           de este tratado, como bien lo describe Breazea-
el marco de esta dialéctica, la importancia que le           le, es reconciliar la libertad con la necesidad o,
otorga Schlegel al dominio poético radica, como              más específicamente, explicar cómo los agentes
comenta Rush, en que éste incita más fácilmen-               libremente voluntarios y moralmente responsables
te el intelecto a la actividad interpretativa y, al          pueden ser considerados al mismo tiempo parte
mismo tiempo, subestima la posible interpretación            de un mundo de objetos materiales condicionados
tan radicalmente que sirve para socavar cualquier            causalmente en el espacio y el tiempo (2018, párr.
reclamo de cierre interpretativo (2016, 66). Este            19). Como ya mencionamos, el punto clave de la
valor perspectivista que Schlegel destaca en el ejer-        influencia que tuvo este proyecto en los autores
cicio poético, es también el valor que recupera de           prerrománticos, y que será también el principio
la ironía del viejo Sócrates, a saber, su modesta            desde donde Fichte elabora su sistema para resol-
oposición a la estabilidad del saber y el perma-             ver la problemática entre la libertad y la necesi-
nente socavamiento de lo supuesto. Y es que para             dad, se corresponde con el Setzen; a saber, con la

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idea de que el Yo, como fuente de la libertad del            b)   Polo de autodestrucción (Selbstvernichtung):
sujeto, se pone o se asienta a sí mismo, esto por                 Implica el distanciamiento crítico y reflexi-
un acto de oposición al ‘no-Yo’3. Dicho proceso,                  vo de las categorías, por el cual el sujeto
como comenta Rush, funciona en Fichte, como una                   toma conciencia de que los principios que
presuposición trascendental, una estructura (activa               constituyen su experiencia particular en el
y pre-discursiva) de la que surge la experiencia                  mundo se corresponden sólo con una pers-
en primer lugar (2016, 22); experiencia originada                 pectiva concreta en medio de una multiplici-
por lo tanto, en una distinción oposicional entre                 dad de formas en que podría concebirse a sí
el sujeto (Yo) y su otredad (no-Yo). De esta distin-              mismo, y en consecuencia, habitar el mundo.
ción se desprende, que la condición de posibilidad                Se trata pues, de una negación reflexiva por
del sujeto para tener una conciencia reflexiva, se                la que el sujeto destruye sus propios cons-
halla en sus propios límites; o en otros términos,                tructos identitarios.
que el sujeto tiene conciencia de sí mismo porque
es finito. No obstante, y esto es lo que seducirá a               Para Schlegel, la poesía irónica es aquella que
los prerrománticos, desde y debido a su condición            se ejercita en esta “continua alternancia de auto-
finita, el sujeto está capacitado para ‘aproximarse’         creación y autodestrucción” (2005, 45). Se trata
(annähern) infinitamente a la fuente trascendental           pues, de una permanente tensión reflexiva entre la
de la que brota su libertad, o bien, a lo que en la          posición y la supresión que realiza el poeta sobre
terminología ontológica de Novalis se denomina               sus criaturas literarias, a las cuales da y quita alter-
como el ‘absoluto’.                                          nativamente la base de su existencia. No obstante,
                                                             cabe destacar que para Schlegel, este proceso no se
     Derivada del sistema filosófico de Fichte,
                                                             corresponde únicamente con la creación poética,
la tensión dialéctica por la que se caracteriza la
                                                             sino que hace referencia a la estructura dialéctica
ironía schlegeliana buscará dar cuenta, en la rela-
                                                             constitutiva de la subjetividad vivida (Rush, 2016,
ción del poeta con su obra, del ligamen subjetivo
                                                             69). Lo que hace el poeta irónico no es más que
entre la necesidad mundana del sujeto y su libertad
                                                             celebrar, reivindicar y promover modestamente la
como principio trascendente de la existencia. La
                                                             buena nueva del idealismo trascendental; aquella
dinámica progresiva entre los polos dialécticos
                                                             que reza: la libertad del sujeto se halla en la fuente
‘necesidad/libertad’, es precisamente lo que pro-
                                                             misma de su existencia.
yecta la ‘actitud pensante’ de la ironía romántica.               Por otra parte, cabe destacar que la tensión
De manera analítica, y en términos de Schlegel,              irónica no se resuelve, ni debería para Schlegel
dicha dinámica se puede definir como una ‘ten-               ser resuelta en la obra, cuya belleza se expresa
sión’ inacabable entre los siguientes componentes            precisamente bajo esta dinámica de articulación
de la experiencia:                                           simultánea entre la afirmación y el distanciamiento
                                                             de lo dado4. Lo anterior es resaltado por el autor
a)   Polo de autocreación (Selbstschöpfung):                 en el fragmento 48 del Lyceum, donde afirma que
     Implica la afirmación ‒no en un sentido                 “la ironía es la forma de lo paradójico. Paradójico
     deliberado, sino necesario‒ de las formas               es todo lo que es a la vez bueno y grande” (1994,
     de vida o categorías que constituyen, a la              54). Si la dinámica paradójica de la obra es buena y
     vez que norman y constriñen la experiencia              grande, es precisamente porque expresa la libertad
     individual del sujeto; las cuales podríamos             absoluta del Yo; una libertad madura y preconizada
     entender como núcleos duros de individua-               por aquel ejercicio reflexivo, “que al mismo tiempo
     ción: creencias, sentimientos, deseos, hábi-            contenga en sí mismo una mayoría de espíritus y
     tos, estados anímicos, etc. Estas categorías            un sistema total de personas” (Schlegel, 2005, 73).
     actúan como filtros permanentes que esque-                   Subrayemos lo anterior. Para Schlegel la acti-
     matizan nuestra experiencia del mundo, fun-             tud irónica es aquella que contiene en sí misma una
     cionando así como las condiciones de fondo              pluralidad de formas de vida; y por lo tanto, de
     en términos de qué cosas se presentan como              perspectivas mundanas que se yuxtaponen entre
     significativas (Rush, 2016, 67).                        sí. Se trata pues, de una reflexividad escéptica

       Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LX (157), 85-98, Mayo-Agosto 2021 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589
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y lúdica a la vez, porque al tiempo que advier-              Ironía es un permanente Parekbase” (Schlegel
te la indeterminación del conocimiento, también              citado por Raga, 2007, 167). La parábasis, como
la utiliza como paradigma creativo. La célebre               la define Patrice Pavis, es una “parte de la come-
declaración nietzscheana "no hay hechos, sólo                dia antigua griega (sobre todo la de Aristófanes)
interpretaciones", aparece así prevista en la iro-           en la que el coro avanzaba hacia el público para
nía romántica, la cual, en su permanente tensión             exponerle, a través del conflicto del corifeo [su
dialéctica, instituye la noción filosófica de que “la        representante], las opiniones y las reclamaciones
verdad no es algo de que se pueda disponer de un             del autor y para darle consejos” (2011, 325). De esta
modo definitivo, sino algo que debe ser buscado en
                                                             manera, mediante su interpelación al público, la
un proceso infinito” (Onetto citado por Valdivieso,
                                                             parábasis supone un recurso metateatral por el que
2010, 105). Como ya mencionamos, la verdad no
                                                             la ilusión dramática se rompe y la obra introduce
era para Schlegel algo fijable, sino algo en deve-
nir; una verdad que se modifica en la progresiva             un diálogo reflexivo con los espectadores.
reflexividad irónica de la filosofía poética.                      Este recurso de la parábasis, o habría que decir
      En esta búsqueda infinita de la verdad, por la         más bien, su tematización, es llevada al paroxismo
cual se efectúa un desencadenamiento de la plu-              en la comedia satírica de Ludwig Tieck, El gato
ralidad de formas que puede contener el espíritu,            con botas, una insumisa y divertida adaptación del
Schlegel entremezcla la poesía irónica con la mís-           cuento popular homónimo, que justo un siglo atrás
tica, proyectándola de esta forma hacia un ‘presen-          había recopilado Charles Perrault en sus Histoi-
timiento’ (Ahnung) del absoluto. Cabe referir sobre          res ou contes du temps passé, avec des moralités
este punto, el vínculo intrínseco que enfatiza el            (1697). Tieck se revela en esta obra como un enfant
autor hacia el fragmento 233 del Athenaeum, cuan-            terrible de su tiempo, burlándose de las convencio-
do señala que “no existe nada religioso, en sentido          nes estilísticas ‒principalmente de ese amanerado
estricto, que no sea producto de la libertad” (2005,         gusto burgués por el que se caracteriza el grueso
123). De esto se deduce que sólo en el ejercicio de          de las estéticas del siglo XVIII‒ y las presunciones
su plena libertad, puede la poesía desarrollarse             intelectuales de la razón ilustrada.
como autorreflexividad irónica.                                    El recurso clásico de la parábasis no sólo se
      El valor filosófico que los autores del Círculo        vuelve en esta obra objeto de representación, sino
de Jena atribuyeron al uso de la ironía, radica pre-
                                                             que también se encuentra alterado, ya que son unos
cisamente en esta idea de que la libertad humana
                                                             personajes ubicados en la luneta los que fungen
se expresa como un movimiento dialéctico y para-
                                                             a la vez como “público” y coro de la supuesta
dójico. La escritura fragmentaria que desarrolló
este grupo de colegas en las revistas Athenaeum              representación, interviniendo constantemente para
y Lyceum atiende a este carácter infinito, indeter-          quejarse, elogiar y hacer todo tipo de comentarios
minado y perspectivista, por el que Schlegel llega           irritantes sobre la situación escénica. Tal es el caso
a establecer que la ironía romántica se proyecta             de la siguiente interrupción, realizada por dichos
como “poesía trascendental”. De aquí que su lección          personajes tras presenciar una escena bucólica y
magistral, por adelantar una expresión que introdu-          muy melosa entre dos personajes enamorados:
ciremos más adelante, enseñe que la ironía es una
política del pensamiento, “un intento de crítica y                FISCHER: Ah, esto ha sido reconfortante
refundación constantes de la comunidad discursiva”                para el corazón, esto le hace bien a uno.
(Raga, 2007, 169); una comunidad de sujetos libres,               LEUTNER: Realmente la dicción, es hermosa
y por lo tanto, soberanos de su pensamiento.                      en esta escena.
                                                                  MÜLLER: Pero ¿tendrá algo que ver con la
          2.1 La ironía romántica en                              estructura de la pieza?
     “El gato con botas” de Ludwig Tieck
                                                                  SCHLOSSER: Me importa un comino la
    Schlegel menciona, entre los distintos modos                  estructura; cuando lloro, lloro y basta. Fue
en que la refiere a través de sus escritos, que “la               un pasaje divino. (Tieck, 1965, 108)

       Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LX (157), 85-98, Mayo-Agosto 2021 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589
IRONÍA ROMÁNTICA E IRONÍA CIBERNÉTICA: DOS MANIFESTACIONES EPOCALES                                 91

     A estas irónicas interrupciones se le suman             paradigmáticos del pensamiento moderno, son
las generadas por la aparición del propio “autor”,           de uso acostumbrado en posiciones teóricas que
quien debe lidiar con las exigencias del público;            reconocen su ascendencia, y que de alguna forma
así como los momentos de distanciamiento que                 buscan, como en la sana pedagogía, superar al
tienen los actores con respecto a sus personajes y           maestro; esto es, valerse de sus enseñanzas para
el aparente contenido de la obra. Estas divertidas           incrementar el arsenal teórico de la disciplina en
rupturas entre los planos ficcionales, expresan              que se desarrollen. Apelando a este procedimiento
la dinámica paradójica analizada anteriormente;              metodológico, el término de la ‘ironía cibernética’
dinámica por la cual, la obra romántica deviene en           es propuesto por el filósofo a manera de un diag-
el objeto temático de su propia indeterminación.             nóstico epocal “después de Luhmann”, es decir,
     Vale notar que Tieck, quien además de drama-            tras una valorización de su teoría sociológica sobre
turgo se dedicó a la traducción literaria del caste-         los sistemas sociales.
llano y del inglés, también aborda de esta manera                 La Ilustración, comenta Sloterdijk, puede
un asunto muy discutido en el Círculo de Jena; a             interpretarse como un proceso por el que la sobre-
saber, la incapacidad del lenguaje para dar cuenta           culpabilización del hombre ‒cuyos antecedentes
de la subjetividad y su infinita progresión dialéctica:      metafísicos se pueden rastrear en el cristianismo
                                                             paulino y agustiniano‒ se ve reemplazada por la
    REY:...Mas decidme una cosa: si vivís tan                determinación (aparentemente) secular de antago-
    lejos, ¿cómo es posible que habléis con tanta            nismos antiilustrados que impiden la realización
    soltura nuestro idioma?
                                                             del proyecto humanista. Dicho proceso, podría
    NATHANAEL: Silencio.                                     figurarse como el paso entre una concepción
    REY: ¿Cómo?                                              fatalista de la libertad, en la que el ser humano
                                                             se encuentra destinado a pecar y a corromperse,
    NATHANAEL: ¡Silencio, silencio!
                                                             hacia una donde ésta se constituye, por el contrario,
    REY: No entiendo.                                        como la condición de posibilidad para alumbrar un
    NATHANAEL (hablándole en voz baja): ¡Por                 mundo guiado por la acción moral, contra aquellos
    Dios, no habléis más del asunto! De lo con-              que se oponen al progreso de la humanidad.
    trario, el público que nos escucha notará que                 De esta forma, prosigue el autor, “el pecca-
    esto es completamente antinatural. (1965, 95)            tum originale se muda en obstaculum originale…
                                                             en un perverso empecinamiento de situaciones
                                                             inaceptables” (2011, 68). Por este desplazamiento,
             3. Ironía cibernética                           la conciencia ilustrada seculariza la concepción
                  Hay que convertirse en cibernético         diabólico-metafísica del mal, sustituyendola por
                 para poder seguir siendo humanista          obstáculos de tipo económicos, simbólicos, psí-
                                   (Sloterdijk, 2011, 239)   quicos y subjetivos, que impiden la realización
                                                             de la empresa humana. No obstante, advierte el
     Antes de abordar el significado que adquie-             filósofo, si bien estos obstáculos u antagonismos
re la ‘ironía cibernética’, cabe situar primero la           ya no se atribuyen a un pecado original, el deber
perspectiva desde la que Peter Sloterdijk postula            ilustrado por eliminarlos continúa respondiendo a
dicho concepto en su ensayo Luhmann, abogado                 una estrategia criptopastoral de diseño teológico.
del diablo (Del pecado original, el egoísmo de los           Esta empecina a los intelectuales ilustrados en el
sistemas y las nuevas ironías). Allí, el autor inicia        paranóico ejercicio de imputar y destruir a los cau-
mencionando que las teorías humanas y sociales               santes de las desdichas del mundo.
modernas se han habituado a la obligación de dar                  En medio de esta perspectiva, y con la mor-
cuenta de que han pasado por una serie de leccio-            dacidad que le es característica, Sloterdijk reco-
nes magistrales para justificar su pertinencia. De           noce a Niklas Luhmann como un paradigmático
esta forma, expresiones como “después de Marx”,              asatanista, un teórico perteneciente a ese “género
“después de Nietzsche”, “después de Freud”,                  de pensadores que se dedicaron al arte de no ser
“después de Heidegger”, entre otros transmisores             un sacerdote” (2011, 70). Y es que, al defender

       Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LX (157), 85-98, Mayo-Agosto 2021 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589
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un ‘inocentismo fundamental’ sobre el comporta-              califica de presupuestos metafísicos inadecuados
miento de los sistemas, Luhmann se sustrae con               para el estudio de las realidades modernas ‒criti-
modestia del enfilamiento en la contienda ilustrada          cando axiomas sociológicos como el modelo del
de la subjetividad contra los males que acechan a            ‘contrato social’ o la ‘afirmación de la existencia
la humanidad. En esta renuncia, rescata el filóso-           de la comunidad (Morandé, 2009, 11)‒. Debido
fo, su obra “constituye en conjunto una confesión            a esto, opta por una metodología transdiscipli-
terapéutica contra la tentación de los intelectuales         nar, e integra elementos provenientes de diversos
de quitar de en medio lo que se les opone mediante           campos científicos, como lo son la Cibernética
la violencia” (2011, 68). Así pues, más allá de los          (Wiener, Foerster), la Teoría General de los Sis-
activismos ilustrados y sus fantasías de elimina-            temas (Bertalanffy), y la Teoría de la Autopoiesis
ción, la teoría de Luhmann lleva a cabo una suer-            (Maturana, Varela).
te de suspensión fenomenológica (epojé) sobre la                  La Teoría de los Sistemas Sociales parte de
sociedad; mediante la que el sociólogo                       la distinción esencial entre sistema y entorno. Los
                                                             sistemas emergen como efecto de su diferencia-
     reproduce con sus medios la figura básica teó-          ción respecto de su entorno, el cual se encuentra
     rico-ascética de la fenomenología: la puesta            constituido a su vez por otros sistemas. Mediante
     entre paréntesis de las posiciones vitales y de         esta diferenciación, el sistema no se hermetiza del
     las posiciones existenciales del teórico para
                                                             entorno, sino que le corresponde en una relación
     que [en términos husserlianos] “el mundo y
                                                             de ‘acoplamiento estructural’; un concepto que
     todo lo que sé de él puedan aparecer como
     meros fenómenos” (2011, 72).                            como resume González, “recuerda que el sistema
                                                             registra de manera permanente irritaciones pro-
                                                             venientes del entorno, tomándolas como punto de
                                                             partida para la re-especificación de sus propias
                         ***                                 estructuras” (2007, 33).
                                                                  Aquí, la epojé luhmanniana se evidencia en
     En la clarificación del sentido en que Sloter-          la metodología analítica que se aplica al principio
dijk entiende a Luhmann como un irónico asata-               de diferenciación sistema/entorno. Al diferenciarse
nista que defiende la inocencia de los sistemas,             del entorno, los sistemas no responden a un con-
cabe repasar algunas nociones generales sobre su             senso humano en el sentido de que busquen una
pensamiento. Niklas Luhmann comienza a desa-                 finalidad trascendente o moral, sino más bien a
rrollar su Teoría de los Sistemas Sociales en la             un principio de funcionalidad y autorregulación
Universidad de Bielefeld hacia finales de los años           frente a la complejidad del entramado sistémico.
sesenta; un proyecto que le tomará treinta años de           El objetivo básico de esta delimitación respecto del
investigación, y que culminará con la publicación            entorno o ‘clausura operativa’, es pues operacio-
de su colosal obra La sociedad de la sociedad (Die           nal, y supone la necesaria reducción del “número
Gesellschaft der Gesellschaft, 1997). Esta teoría            [ingente] de posibilidades que se hacen accesibles
pretende realizar una descripción de la sociedad             a través de la formación de sistema” (Gonzales,
moderna a la luz de los cambios que ésta ha expe-            2007, 46). Cabe resaltar el carácter inevitable de
rimentado tras la acuciada tecnificación social del          este proceso autorregulado, ya que para Luhmann,
siglo XX, los cuales la determinan, en términos              la reducción de la complejidad es simplemente el
del sociólogo, cómo una sociedad funcionalmente              punto de partida necesario para cualquier expe-
diferenciada. Tal como menciona Ulrich Boehm                 riencia y acción. En otros términos, todo contex-
en la entrevista que le dedica al sociólogo, se              to social en el que nos encontremos supone una
trata de una teoría de pretensiones universalistas           ‘diferenciación respecto del entorno’, algo excluido
cuyo peso es equiparable con el del marxismo;                como condición básica de nuestro desenvolvimien-
una teoría que, como menciona Luhman hacia                   to en el mundo (Boehm, 2015).
el minuto seis, “reclama su aplicación a toda cir-                Ahora bien, si el funcionamiento de los sis-
cunstancia social” (2015). Este autor se distancia           temas sociales es independiente del consenso
de la sociología tradicional, y de lo que en ella            humano, esto se debe a que en ellos se elimina la

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IRONÍA ROMÁNTICA E IRONÍA CIBERNÉTICA: DOS MANIFESTACIONES EPOCALES                                  93

figura del observador externo por la que se rige                  la gran intuición teórico-estratégica de Luh-
la epistemología sociológica tradicional. En apego                mann consiste en reducir el motivo meta-
al construccionismo epistémico de la cibernéti-                   físicamente exagerado de la libertad en la
                                                                  construcción de los sistemas de acción y sus
ca, Luhmann sostiene que la sociedad sólo puede
                                                                  fundamentos éticos a una medida que propicie
observarse a lo interno de ella misma, o como                     una aminoración racional de la disposición a
lo explica Gonzáles, ésta “se autoobserva y se                    culpabilizar (2011, 79).
autodescribe” (2007, 92); de aquí que “su forma,
estructura y dinámica no depende del consenso                     Es en este giro funcionalista, con su “retorno
entre los hombres” (Ortiz, A. 2016, 30) ‒idea que            a un objetivismo del orden” (2011, 83), donde Slo-
supone un punto de vista previo y externo al fun-            terdijk vislumbra la aparición de un tercer tipo de
cionamiento social‒.                                         ironía, sucesora de la socrática y de la romántica, a
     Así pues, la figura humana, y con ella tam-             la que califica de ‘cibernética’. Mientras que en la
bién el concepto moderno del sujeto, no detentan             ironía romántica el sujeto juega entre la afirmación
un rol central en el funcionamiento de los siste-            y el distanciamiento de lo dado, en la ironía ciber-
mas. Como advierte González, si bien Luhmann                 nética resulta ser el propio sujeto quien es puesto
no rechaza por completo la idea de sujeto, pues              en duda ante una inevitabilidad sistémica que lo
entiende que los individuos son sujetos para sí mis-         obliga a “concebirse a sí mismo como epifenóme-
mos, no le confiere a esta ninguna importancia               no de un sistema de sistemas que es demasiado
en términos sistémicos. Los sujetos forman parte             complejo y tenaz como para que un sujeto pueda
                                                             poner o suprimir nada de él” (2011, 83).
del entorno, pero no crean ni determinan el fun-
                                                                  El origen de semejante subversión irónica,
cionamiento del sistema; “no hay ningún sistema
                                                             puede rastrearse en el desplazamiento epistémi-
de sujetos” (2007, 115).
                                                             co radical introducido en el siglo pasado por la
     Los sistemas sociales, en términos de Luh-
                                                             teoría cibernética; en particular con su etapa de
mann, son más bien el efecto de un dinamismo                 segundo orden, desarrollada por el matemático
funcional, esto es, de focalizaciones selectivas             Heinz von Forster. El constructivismo fuerte desde
que permiten “la reducción y el mantenimiento                el que este autor desarrolla su teoría cibernética,
simultáneos de la complejidad del mundo en el                sienta un pensamiento paradójico por el que el
sistema” (Gonzáles, 2007, 107). El movimiento                observador científico se asume a sí mismo como
de reducción y mantenimiento de la complejidad,              un objeto de estudio; o en otros términos, como
puede definirse como una dialéctica ‘sistema/                un observador que resulta ser a su vez un objeto
entorno’, oscilante entre la inclusión que realiza           de observación a lo interno del funcionamiento
el sistema de sus propias operaciones (autorrefe-            sistémico. Dado este proceso de recursividad de
rencia), y la diferenciación respecto del entorno            la observación, el sujeto que observa deviene un
(alorreferencia).                                            objeto observado. Se trata pues, de una paradoja
                                                             que desplaza el principio de transparencia entre
                                                             el sujeto cognoscente y el objeto conocido, sobre
                        ***                                  el que se encuentra fundamentado el paradigma
                                                             científico tradicional. De esta forma, en la ironía
                                                             cibernética, la realidad no sólo aparece como una
     Visto esto, podemos advertir ya el motivo por           construcción constante, sino que el sujeto mismo,
el que, en su valoración de la Teoría de los Sistemas        anteriormente resguardo tras la asunción científica
Sociales, Sloterdijk advierte un rasgo terapéutico.          de una observación distante, se revela ahora como
Este se vincula con la descarga de culpabilidad a la         un objeto de observación.
que inevitablemente conduce el descentramiento                    De esta manera, el paradójico sujeto de la iro-
y la desinflación de la participación humana en el           nía cibernética se ve sometido a una dinámica de
principio de la funcionalidad sistémica. En relación         desaparición/retorno con la que se desestabiliza su
con esto, el filósofo argumenta que,                         propia capacidad de ser sujeto. En su alternancia

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entre desaparición y retorno a lo interno del pro-           habituarnos los perplejos y pequeños habitantes de
ceso sistémico, enfatiza Sloterdijk, el sujeto está          la época técnica.
condenado a aceptar su propia incapacidad de ser;
debe vivir con la inquietud que le proporciona el                      3.1. La ironía cibernética en
ahora sólo aparente hecho de ser él mismo (2011,                      Inland Empire de David Lynch
223). Se trata así, de una inevitable humillación
humana, un touché objetivista al fantasioso nar-                 Something happened, I think my husband knows
cisismo del pequeño individuo.                                  about you, about us, he’ll kill you, and me, he’ll...
                                                               Damn… That sounds like dialogue from our script!
     No obstante, tras este desafortunado episodio,
                                                                                                (Inland Empire, 2006)5
Peter Sloterdijk rescata un potencial efecto civili-
zador para la ironía cibernética, al vislumbrar en
                                                                  Si bien la ironía romántica tematiza la progre-
ella “una forma de trato entre ciudadanos-actores
                                                             siva dialéctica de las estructuras de la subjetivi-
que se reconocen sobre la base de un autodis-
                                                             dad y su jugueteo con lo posible ‒algo que como
tanciamiento bien repartido, puesto que habrían
                                                             vimos, adquiere un tratamiento estético mediante
empezado a comprenderse como consumidores
                                                             el recurso de la parábasis en El gato con botas‒,
finales de ilusiones vitales y arreglos pragmáticos”
                                                             ésta no pone en duda la centralidad del sujeto como
(2011, 84). Para el autor, esta mutua comprensión
                                                             creador y organizador del mundo. La ironía ciber-
autodistanciada provee una ética-terapéutica con-
                                                             nética, por el contrario, atenta contra la posición
tra los fanatismos ilustrados y sus concepciones
unilaterales del mundo “entre, por un lado, el bien          del sujeto porque produce un vuelco cognitivo tras
y lo serio, y, por otro, el mal y lo no serio” (2011,        el que este resulta desplazado por la contingencia
85). La ironía cibernética parece inaugurar así, la          del funcionamiento sistémico. Esto es precisamente
posibilidad de una convivencia atemperada bajo un            lo que le acontece a la humillada protagonista de
estado poshumanista del mundo. Aquí, la identi-              Inland Empire (2006), una película dirigida por
dad de los sujetos ya no aparecería entonces como            David Lynch ‒sin duda otro enfant terrible de su
una realidad dada, sino como el efecto cambiante             tiempo‒ en donde la ironía cibernética adquiere
de inmersiones parciales en tal o cual contexto.             un tratamiento estético mediante una descomunal
Sin la ironía, comenta Sloterdijk, “el universo de           ‘puesta en abismo’ (mise en abyme). En su manejo
las producciones metafísicas acerca del mundo                de este recurso poético, por el que la narración
seguiría siendo, pero en medida mucho mayor, el              imbrica a lo interno de sí misma a otras narracio-
infierno estructurado por el binarismo y atizado             nes semejantes, Inland Empire puede interpre-
por los dogmatismos que fundamentalmente ha                  tarse como una proyección visual del cibernético
sido” (2011, 84).                                            observador observado.
     Finalmente, cabe destacar dos implicaciones                  Esta película supone un ejercicio metacine-
importantes en relación a la ironía cibernética, en          matográfico de alto calibre, cuya superposición
cuyo contraste puede advertirse el efecto para-              argumental de ficciones resiste cualquier intento de
dójico propio de toda subversión irónica. Si por             asimilación diegética. Su personaje protagónico, la
un lado, como vimos, se disminuye la tendencia               actriz Nikki Grace ‒interpretada por Laura Dern‒,
paranoide del fanatismo ilustrado a culpabilizar y           sufre una subversión identitaria al ver confundida
eliminar a los responsables de los infortunios que           su realidad con la de Susan Blue, el a su vez per-
aquejan a la humanidad; por otro lado, se asume la           sonaje protagónico de la película Flying on Blue
inevitabilidad sistémica que adquieren las catástro-         Tomorrows, cuyos ensayos, producción y rodaje
fes en un orden social regido por la incertidumbre,          son contextualizados a lo interno del filme.
la complejidad y la contingencia. Así pues, la ironía             La imposibilidad que introduce la ironía
cibernética también ironiza sobre el hecho de que,           cibernética para fijar una concepción unilateral
conforme se incrementan los riesgos globales, se             del mundo, queda expresada en el complejo entra-
disminuye “la culpabilización y la exigencia de              mado que realiza la cinta mediante la superposi-
responsabilidad por ellos” (2011, 81); una paradoja          ción de capas narrativas. El filme suspende así, la
sistémica a la que según Sloterdijk, tendremos que           posibilidad de fijar una jerarquía ontológica que le

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atribuya a alguna de estas una mayor consistencia                 Esta polivocidad ontológica, por la que el
de realidad. Lo anterior se explicita en las escenas         argumento imposibilita la atribución de mayor
donde los personajes de Nikki y Susan confluyen              realidad a alguna de las narraciones, también se
confusamente en situaciones de aguda imbricación             visualiza en los momentos donde la protagonista
narrativa. Véase por ejemplo, la situación hacia             se observa a sí misma en un contexto alterno de
el minuto 54, donde la realidad de Nikki, quien              realidad. Tal es por ejemplo el caso de la situación
cree estar acostándose con su compañero de elenco            acontecida hacia el minuto 59, donde una desorien-
Devon, resulta subvertida por la realidad de Susan           tada y ya sólo aparente Nikki, al observarse a sí
y su relación con Billy. Aquí no hay manera de               misma desde el set de rodaje de Flying on Blue
trazar un límite entre la escena de Nikki y Devon,           Tomorrows, cae en la cuenta de que su realidad
y la escena de Susan y Billy, puesto que ninguna de          ha sido desplazada hacia la del personaje de Susan
ellas subsume a la otra. Antes bien, puede decirse           Blue; o bien, el caso de su autoobservación espe-
que ambas narraciones se relacionan entre sí sis-            luznante hacia el minuto 158, cuando la imagen
témicamente, esto es, bajo una mutua dinámica de             desfigurada de su rostro se antepone sobre el rostro
diferenciación e influencia.                                 del Fantasma (imagen 1).

                                                    Imagen 1.

                                            Fuente: Plataforma FILMIN.

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         4. Consideraciones finales
     A modo de síntesis, y en el esfuerzo por ofre-
cer una visualización concreta de los principales
puntos de comparación que se derivan de lo ante-
rior, se presenta la siguiente tabla:

                                                      Tabla 1.

 Ironía romántica                                           Ironía cibernética
 Primado ontológico del Yo;                                 Primado ontológico del sistema;
 autoposicionamiento (Setzen)                               Autorregulación funcional
 Perspectivismo subjetivo;                                  Perspectivismo objetivo;
 ironía del Yo                                              ironía del sistema
 Experiencia expansiva del mundo;                           Experiencia inmersiva del mundo;
 apertura hacia lo absoluto                                 diferenciación del entorno
 El sujeto pone en duda                                     El sujeto es puesto en duda
 la realidad objetiva                                       por la realidad objetiva
 Dialéctica                                                 Dialéctica
 ‘necesidad/libertad’                                       ‘sistema/entorno’
 El sujeto le pone y le quita                               El sistema le pone y le quita
 la consistencia a sus figuraciones                         la consistencia al sujeto
 Idealismo trascendental;                                   Constructivismo social;
 centralización edificante del sujeto                       descentralización humillante y terapéutica del sujeto

Fuente: Elaboración propia.

     La comparación aquí trazada no sólo da                   ironía conserva aquel trasfondo filosófico que la
cuenta de la brecha tecno-científica que separa               ha caracterizado desde la antigüedad como un
dos temporalidades históricas, sino que también               cuestionamiento de lo dado ‒ya sea la puesta en
nos informa acerca de sus ‘espíritus epocales’                cuestión del mundo por el sujeto; ya sea la puesta
(Zeitgeist) y el cambio que estos suponen en las              en cuestión del sujeto por el mundo‒. Se trata en
respectivas experiencias del mundo. Como reivin-              ambos casos, de una intervención que resguarda
dicación del Yo y sus anhelos de infinitud, la ironía         la singularidad de la experiencia más allá de lo
romántica despliega una reacción contra el proceso            claro y lo evidente.
de modernización, recuperando el sentimiento mís-                  Quisiera concluir entonces que la experiencia
tico de una aproximación al absoluto, y celebrando            irónica, al efectuar una descolocación frente a la
la soberanía del sujeto en la valoración del mundo.           realidad, puede comprenderse como una dialéctica
La ironía cibernética, por el contrario, radicaliza           tensionada entre los polos del ‘encantamiento’ y el
dicho proceso, eliminando su resabio teológico-               ‘desencantamiento’ del mundo. En otros términos,
moral, para arribar a una concepción funcionalista            podríamos comprender a la ironía como una cate-
del mundo donde el sujeto se torna contingente, y             goría estética situada “entre la esperanza y lo que
por lo tanto, necesariamente modesto.                         la justifica, y la desesperación y lo que la alimenta”
     No obstante, puede decirse que, en su despla-            (Sloterdijk, 2020, 147). ¿Y no ha sido esta también
zamiento entre la subjetividad del poeta romántico            la posición ocupada por la filosofía a través de la
y la objetividad del funcionamiento sistémico, la             historia; a saber, la de una alternancia constante

        Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LX (157), 85-98, Mayo-Agosto 2021 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589
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