Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
Isabel Villar
  Pinturas. 1970-2017

  Comisario: Alberto Anaut
      Enero - marzo 2018
Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
2   Isabel Villar en su estudio de Madrid pintando Elefantes, 2017. Acrílico sobre lienzo, 81 x 100 cm. Fotografía: Pablo Linés   3
Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
Isabel Villar en el país de las maravillas                              Alfredo Alcain, Antonio Zarco, Ángel Doreste, Vicente Vela y
                                                                            Eduardo Sanz- pasaban las tardes pintando, despotricando de
                                                                            los profesores de la escuela, renegando de aquella pintura rancia
                                                      Alberto Anaut         con la que no se identificaban y preparando la gran revolución
                                                                            de arte. “Lo mejor de aquella época -recuerda Isabel- era que
                                                                            estabas todo el día con gente que querían ser pintores, en lugar
                                 “En la dorada tarde en nuestra barca       de con profesores de dibujo”.
                                                  se desliza sin prisa:
                                  impulsan ambos remos unos brazos          Vivía la pintura intensamente. Rodeada de colegas, la mayor
                                                   inhábiles de niñas,      parte hombres, Isabel Villar se fue haciendo artista. Le encantaba
                                mientras en vano sus manitas pugnan         pintar al aire libre y salía de excursión con sus compañeros de
                                                                            clase a pintar del natural; preparaba las exposiciones colectivas y
                                                por trazar nuestra vía.”
                                                                            vivía sus primeros éxitos. Obtuvo la beca de Paisaje de El Paular
                       Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas   y aquel verano de 1957 que pasó pintando en Segovia sería
                                                                            fundamental en la vida de Isabel. Y no solamente porque un mes
                                                                            de convivencia en grupo daba para mucho, sino porque entre
                                                                            los pensionados de Segovia estaba Eduardo Sanz, un pintor de
                                                                            Santander, compañero de la escuela de San Fernando, con el que
                                                                            Isabel empezó una gran amistad.
    La prehistoria
                                                                            Llegó 1958, acabó la escuela, volvió a Salamanca, hizo cada
    Isabel Villar siempre ha sabido lo que quería. Aunque ella no lo        vez más exposiciones, su primera individual, los encargos, las
    reconozca. Lo supo en las teresianas de Salamanca y de Ávila,           críticas… Isabel Villar estaba ya en el camino de ser artista.
    cuando era una pésima estudiante; lo supo con 14 años cuando,
    al acabar el colegio, iba todas las tardes a la Escuela de San Eloy     Desde el primer momento, Isabel supo que quería pintar de otra
    a aprender dibujo; lo supo cuando, con gran alboroto familiar,          manera. Pintar como mujer. Igual esto, cuando han pasado sesenta
    abandonó los estudios de bachillerato un año después, se olvidó         años, suena extraño; pero en la España de los años 50, de los años
    del latín y de las matemáticas, y se pasaba el día pintando; lo         60, era toda una rebeldía.
    supo cuando cogió la maleta y se vino a Madrid a preparar el            Significaba tocar otros
    ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y           temas, usar otros colores,
    lo supo, sobre todo, cuando superó el examen, que no era nada           enfocar la pintura con otra
    fácil, y se vio dando sus primeros pasos en el mundo del arte.          perspectiva. Significaba
                                                                            también oponerse al
    Allí, venciendo su timidez, Isabel comenzó a ser pintora.               mundo de los hombres
    Aprendió de sus profesores pero, sobre todo, de sus compañeros          que dominaba el arte
    de promoción. Se integró en un grupo, al que llamaban de “La            de la época y pelear por
    Cepa”, que era el nombre de una taberna que estaba en la calle          encontrar un sitio para
    de la Aduana, a medio camino entre la Puerta del Sol y el estudio       una pintura diferente,
    que tenía Manuel Alcorlo junto al Congreso de los Diputados.            muy alejada de lo (poco)
    Corrían los años 50 y aquellos pintores -entre los que estaban          que por entonces se

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
vendía. Su pintura era ingenua, delicada, inocente, íntima y         Eran los últimos años de la dictadura y toda España estaba
    personal. Y con ella se estaba haciendo un hueco en el mundo         asomada a la ventana de la libertad. Isabel, como siempre, en
    del arte de la época.                                                primera fila aunque no quisiera dar la nota.

    Pasaron los años y llegó la boda. El 7 de septiembre de 1963,        Aquella exposición de Sen fue una auténtica revelación. Isabel
    Isabel se casa con otro pintor, con su amigo, su compañero y         Villar llenó las dos salas de la galería -situada en un sótano
    su mejor aliado, Eduardo Sanz. ”Eduardo y yo nos enamoramos          del barrio de Salamanca, que durante años tuvo el aire de una
    a través de la pintura. Porque yo siempre había sentido que          maravillosa tertulia repleta de artistas y nuevos coleccionistas- de
    Eduardo me valoraba y me aceptaba como pintora”. Y con la            mujeres desnudas, con la mirada perdida, sentadas o tumbadas
    boda vino el traslado a Santander, el nacimiento de Sergio, su       en idílicas praderas. Óleos que aparentaban ingenuidad y
    único hijo, al año siguiente y un parón que a la postre resultaría   escondían toda la intención del mundo. Cuadros de formato
    fundamental. Isabel quiso dar un paso atrás para que Eduardo         medio y pequeñas esculturas con apariencia de teatrillo. Aquello
    pudiera probar el éxito.                                             fue una epifanía.

    Durante tres años, se retiró de la pintura para cuidar la casa,      “Las mujeres que pinta Isabel Villar -escribió el periodista Josep
    a su hijo y mantener la maltrecha economía familiar con sus          Meliá en una monografía que
    maravillosos trabajos de artesanía. “Yo aposté por la pintura de     publicó en 1973- se mantienen de
    Eduardo y no me importó esperar un poco para hacer lo mío.           pie, o sentadas, cuando no vuelan
    Además, en aquella época había nacido mi hijo y estaban las          por los aires, con una infinita
    cosas de la casa. Y también había otra cosa: llevaba una pequeña     expresión de serenidad en la
    racha, dos o tres años, que casi no pintaba, ni estaba metida en     mirada, en los labios, en la posición
    el barullo de hacer mi propia obra. Titubeaba -confesó a El País,    de los brazos y las piernas. No se
    en los años 80- no tenía claro lo que quería hacer. Eduardo sí. Y    trata, en esencia, de mujeres ávidas
    mientras tanto me sirvió para ir pensando, para dar vueltas a lo     o inquietas, que esperen al varón
    que quería”.                                                         con impaciencia o incluso con
                                                                         rencor por no ser ellas del otro sexo.
    En 1967 la familia Sanz Villar emprendió el éxodo desde las          Nada de esto. El mundo femenino
    provincias y se trasladó a vivir a Madrid. Eduardo Sanz aprovechó    de Isabel Villar es autárquico, se ha
    la oportunidad y pronto llegaron las primeras exposiciones, los      cerrado sobre si mismo, porque la mujer ya no es víctima sino
    viajes al extranjero, las ventas y el éxito. La economía familiar    persona libre”.
    se recompuso milagrosamente e Isabel se sintió liberada de sus
    responsabilidades económicas y retomó su carreta de pintora.         El catálogo de la exposición de Sen -con un diseño retro muy a la
    Habían pasado varios años de silencio, en los que se apagó la        moda- tenía cuatro fotografías en blanco y negro y cuatro láminas
    Isabel Villar en formación y surgió una nueva pintora.               en color cuidadosamente pegadas y escondía un magnífico texto
                                                                         del crítico Vicente Aguilera Cerni, -uno de los más influyentes e
    A finales de 1970 inaugura su primera exposición individual en       internacionales de su época- que fue a quien correspondió la
    Madrid en la Galería Sen que, bajo la batuta de Eugenia Niño,        fortuna de transmitir urbi et orbi la buena nueva del nacimiento
    se había convertido en una casa abierta para los nuevos artistas.    de una pintora.

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
No puedo resistirme a recoger algunas de las ideas y las palabras       de aquel sótano de la galería Sen, va a contarse el resto de la
    de Aguilera Cerni porque es la mejor manera de contar hoy lo            historia. El camino que va desde finales de 1970 a principios de
    que sucedió entonces:                                                   2018. Un viaje apasionante por el maravilloso mundo de Isabel
                                                                            Villar. Un universo personal capaz de expresarse en apenas 30
    “He aquí las obras de Isabel Villar. ¿Qué son? ¿Qué significan?         obras separadas por toda una vida.
    Contienen algo inmediatamente cautivador y comunicativo,
    algo accesible y directo. (…) Aquí hay algo más, mucho más que          A lo largo de casi medio siglo, Isabel Villar ha ido construyendo
    estas muñecas, que estas figurillas grávidas, inmóviles, colocadas      un mundo ideal, enriqueciendo sus personajes y sus paisajes.
    en una naturaleza hecha de partículas repetidas, ordenadas,             Isabel Villar vive en un país de fantasía. Un ideal que no existe.
    proliferantes. La sencillez empieza a parecernos un engaño”.            Un sueño. Poco a poco, cuadro a cuadro, Isabel ha ido llenando
                                                                            su mundo particular de nuevas criaturas. El león solitario que
    “Están las figuras hieráticas, abultadas, germinantes, absortas,        aparece tumbado en su obra maravillosa de 1972, titulada Noche
    superpuestas en prados y jardines desiertos a fuerza de hallarse        tranquila, va encontrando compañeros
    abarrotados, repletos de una lujuriante proliferación que sólo          que salen del fantástico arca de Noé
    parece tener presente, sin pasado ni futuro”.                           que esconde la pintora. Sacados de
                                                                            un libro de animales salvajes, de una
    “Isabel Villar hace escenarios o maquetas escenográficas donde          enciclopedia cuyos modelos repite
    el personaje se ha paralizado ante el enigma de su propio destino.      sistemáticamente como si lo importante
    Eva, con los ojos fijos, pasiva, espera al margen del tiempo (…) El     fuera el símbolo y no la forma del
    Edén -la flor, la hierba, el arbusto, la lírica festividad cromática,   mismo, Isabel-Alicia invita a sus cuadros
    la carne, la mirada inocente y profunda- se ha vuelto motivo            a leones, tigres, monos, jirafas, cebras,
    existencial”.                                                           rinocerontes… que viven en feliz
                                                                            armonía con los humanos.
    “Y sólo es el comienzo. Porque las estupendas obras de Isabel
    Villar, tan sabiamente ingenuas y turbadoras, por ser poesía son        “Siempre he pintado así -decía la propia Isabel a principios de
    pluralidad y apertura”.                                                 los 70- con flores por todas partes y cosas limpias e ingenuas.
                                                                            Yo quiero, por medio de mi pintura, alejar a la gente de la mala
    Aguilera Cerni estaba deslumbrado pero no era el único.                 intención, del odio. Que se vuelvan un poco como niños, con ojos
    Moreno Galván y José Hierro se unieron al entusiasmo que había          nuevos. Es en cierto modo una llamada a la bondad, pero no a la
    despertado la “nueva” pintora.                                          bondad tontona y estúpida, sino inteligente, responsable. Quiero
                                                                            descubrir las cosas nobles que tiene el ser humano”.

                                                                            Instalada en su estudio de la calle Emilio Rubín -una casa con jardín,
    La historia                                                             que es casi una colonia de pintores, en plena Ciudad Lineal- Isabel
                                                                            Villar va desarrollando su catálogo de temas. Sus niñas de cabellos
    Aquel 9 de diciembre de 1970 nacía Isabel Villar, pintora. Antes        dorados se instalan en medio de paisajes en los que la selva, los
    había habido otra mujer con el mismo nombre que se estaba               árboles frondosos, han sustituido al césped vacío de los primeros
    preparando para serlo. Ahora, cuarenta y ocho años, un mes y            cuadros. La desnudez ha dejado paso a los trajes de puntillas y las
    dos días después, en las salas de la galería Fernández-Braso, en        fieras salvajes se muestran como relajados animales de compañía.
    el mismo barrio de Salamanca y a escasos trescientos metros             Todo es paz y concordia en la obra de Isabel.

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
A partir de las fotografías de los viejos álbumes familiares, la     			Érase una vez
     pintora reproduce un mundo pasado, de aspecto barojiano, en el       			un lobito bueno
     que se mezclan señores encorbatados, señoras pudorosamente           			al que maltrataban
     vestidas, obispos y otras especies. Así van pasando los años 70,     			todos los corderos.
     que son de gran éxito para la artista. Sus retratos de familia se
                                                                          			Y había también
     convierten en una obsesión de los nuevos coleccionistas, que         			un príncipe malo,
     descubren en estos cuadros que ironizan sobre el pasado la           			una bruja hermosa
     nueva España moderna, que está llegando.                             			 y un pirata honrado.

     En los años 80 irrumpe el mar en la obra de Isabel. Tenía que ser    			Todas estas cosas
     así. Con un pie en Santander y otro en Madrid, con Eduardo Sanz      			había una vez.
     llenando enormes lienzos de mares y murmullos, las playas acaban     			Cuando yo soñaba
                                                                          			 un mundo al revés.
     colándose en los cuadro de Isabel, que sustituyen los verdes de
     los prados por los dorados del sol sobre la arena. Ese es el nuevo
     escenario que sirve a las mujeres desnudas con las que Isabel
     Villar reivindica la libertad de la mujer. Ingenuas y voluptuosas,   El mundo de Isabel Villar no era una isla perdida; formaba parte
     no esconden su cuerpo. No se trata de la liberación de la mujer,     de una manera de pensar que, en los años 70 y 80, compartía el
     que tan claramente defiende la pintora; van mucho más allá: son      escenario de un mundo ideal. La pintora se había ocupado, a su
     mujeres previamente liberadas. Las mujeres de Isabel Villar -ha      manera, de plasmarlo en sus cuadros.
     dicho Fernando Savater-, “no están desnudas, son desnudas”.

     A mediados de los 80, las                                            Mientras crecían sus criaturas y se poblaba su País de las
     exposiciones     de    Isabel                                        Maravillas, Isabel se iba afianzando como artista. Francisco Calvo
     muestran escenas pastoriles.                                         Serraller lo dejó dicho por escrito: “en su pintura se advierte un
     Campesinos y ovejas -con                                             progresivo refinamiento, un proceso de perfeccionamiento en el
     algún lobo bueno por                                                 que la artista, dentro de su evidente fidelidad a si misma y una
     medio- reflejan un país que                                          clara voluntad de independencia, va perfilando y enriqueciendo
     en aquellos tiempos de                                               su esquema básico de representación”. Es la época de los cuadros
     libertad estrenada recorre                                           de toreros y majas, en los que los máximos representantes de la
     la geografía española con                                            España Cañí convierten los cuadros de Isabel en una dulce crítica
     pasión, en un intento de                                             a los tópicos nacionales.
     descubrirnos    a    nosotros
     mismos tras tanto tiempo                                             Con el falso debate que confunde la inteligente ingenuidad con
     de silencio. Isabel pinta sus                                        lo naif, llegan los ángeles a la pintura de Isabel Villar. Son los
     cuadros de pastores al mismo                                         años 90 y un vendaval de seres imaginarios ha invadido la cultura
     tiempo que Paco Ibáñez,                                              española. Se crean museos de ángeles, se habla de sus beatíficas
     primero desde París y luego                                          influencias, y nuestra pintora les abre la puerta de su mundo. Con
     desde Madrid o Barcelona,                                            una actividad ilimitada, los ángeles de Isabel ejercen todo tipo de
     canta los versos de José                                             oficios: tocan música, pasean por las playas, juegan al golf. Nada
     Agustín Goytisolo:                                                   se les pone por delante.

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
“Nunca he pretendido ser naif –le confesaba la artista a Juan
     Antonio Vallejo-Nájera en el catálogo de una exposición de
     1974-, en realidad fue para mí una sorpresa verme catalogada
     así (…) Tampoco puedo hacer un manifiesto público porque me
     definan como naif; entre otras cosas sería inútil que yo lo dijera”.

     Esta exposición repasa la obra
     de Isabel Villar, vista desde el
     principio de 2018, y produce
     asombro. Como en un escenario
     gigante, a lo largo de este tiempo,
     la pintora ha ido creando, pieza
     a pieza, su mundo particular.
     Aquella exposición inaugurada
     en plenas navidades de 1970
     trajo al mundo una nueva pintora,
     radicalmente diferente. La joven
     que había salido en 1958 con
     su diploma de la Real Academia
     de Bellas Artes bajo el brazo, ha
     construido en cincuenta años el
                                                                            Pinturas. 1970-2017
     País de las Maravillas.

     -“¡Despierta, Alicia, cariño! –dijo su hermana- ¡Vaya si has llegado
     a dormir!
     - ¡Oh, si vieras qué sueño más curioso he tenido!- dijo Alicia. Y le
     contó a su hermana todo lo que pudo recordar de las extrañas
     aventuras que acabáis de leer.

                                           Madrid, noviembre de 2017

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
Embarazada en campo verde, 1970. Acrílico sobre tabla. 81 x 100 cm

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
Rayo de sol, 1973. Acrílico sobre tabla. 89 x 116 cm

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Isabel Villar Pinturas. 1970-2017 - Comisario: Alberto Anaut - Galería Fernández-Braso
Noche tranquila, 1972. Acrílico sobre tabla. 81 x 100 cm

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En la piscina, 1972. Madera y acrílico. 35 x 44 x 43 cm   En el jardín, 1972. Madera y acrílico. 38 x 43 x 33 cm

20                                                                                                                      21
Cinco mujeres en el río, 2008. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

                                                                    23
Seis muchachas en el río, 2017. Acrílico sobre lienzo. 116 x 162 cm

24                                                                         25
Familia del obispo, 1974. Acrílico sobre tabla. 120 x 181 cm

26                                                                  27
Juntos en el jardín, 2016. Acrílico sobre lienzo. 116 x 162 cm

28                                                                    29
Retrato de bodas, 1976. Acrílico sobre lienzo. 81 x 100 cm

                                                             31
Los novios, 1981. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

                                                       33
Niña volando con rinoceronte, 2008. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

                                                                         35
Una niña mariposa, 2013. Acrílico sobre lienzo. 46 x 33 cm   Dos niñas mariposa, 2016. Acrílico sobre lienzo. 65 x 5o cm

36                                                                                                                              37
Tres niñas mariposa, 2017. Acrílico sobre lienzo. 65 x 50 cm   Cuatro niñas mariposa, 2017. Acrílico sobre lienzo. 65 x 50 cm

38                                                                                                                                   39
Cinco niñas mariposa, 2017. Acrílico sobre lienzo. 81 x 65 cm   Seis niñas mariposa, 2014. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

40                                                                                                                                   41
El lobo, 1983. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

                                                    43
Concierto en do mayor para rebaño, 1983. Acrílico sobre lienzo. 100 x 100 cm

                                                                               45
Primavera, 2017. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm   Verano, 2017. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

46                                                                                                            47
Otoño, 2016. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm   Invierno, 2017. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

48                                                                                                          49
Tres niños y seis focas, 1994. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

                                                                    51
Playa plateresca, 2002. Acrílico sobre lienzo. 116 x 162 cm

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Boda del torero, 2010. Acrílico sobre lienzo. 100 x 81 cm

                                                            55
Finish, 1990. Acrílico sobre lienzo. 81 x 100 cm

56
Isabel Villar (Salamanca, 1934)                                  1977   Galería Marco Polo, Madrid.
                                                                             Banco de Granada, Granada.

     EXPOSICIONES INDIVIDUALES                                        1978   Galería Rayuela, Madrid.

                                                                      1979   Galería Rayuela, Madrid.
     1958   Sala Miranda, Salamanca.                                         Galería Fúcares, Almagro, Ciudad Real.
            Casino Obrero, Béjar, Salamanca.                                 Colegio de Arquitectos, Santa Cruz de Tenerife.
                                                                             Galería Balos, Las Palmas de Gran Canaria.
     1959   Caja de Ahorros, Valladolid.
            Galería Ares, Castellón.                                  1980   Caja de Ahorros, Zamora.
            Ateneo, Santander.
                                                                      1981   Sala Luzán, Zaragoza.
     1960   Salas del Club Universitario, Valencia.
            Retratos, Galería Artis, Salamanca.                       1982   Galería Kreisler-Dos, Madrid.
                                                                             Galería Parke 15, Pamplona.
     1961   Ateneo, Salamanca.                                               Galería Artis, Salamanca.

     1963   Galería Sur, Santander.                                   1983   Sala Pelaire, Palma de Mallorca.
                                                                             Museo de Bellas Artes, Santander.
     1964   Galería Illescas, Bilbao.
            Festivales de España, Casa de España, Mieres, Asturias.   1984   Galería del Palau, Valencia.
                                                                             ARCO, Galería Sen, Madrid.
     1965   Caja de Ahorros de Salamanca, Valladolid.
                                                                      1985   Galería Mainel, Burgos.
     1970   Galería Sen, Madrid.
                                                                      1986   Isabel Villar, 1970-1985, Casa Lis, Salamanca.
     1971   Galería Tassili, Oviedo.                                         Galería Luisa López, Tarragona.
            Casa del Siglo XV, Segovia.                                      España Cañí, Galería Sen, Madrid.
            Galería Rayuela, Madrid.
                                                                      1987   Galería Evelio Gayubo, Valladolid.
     1972   Galería Juana de Aizpuro, Sevilla.
                                                                      1988   Galería Ederti, Bilbao.
     1974   Sala Luzán, Zaragoza.
            Galería Punto, Valencia.                                  1990   Galería Fandos i Leonarte, Valencia.
                                                                             Galería Sen, Madrid.
     1975   Galería Sarrió, Barcelona.
            Galería Kreisler-Dos, Madrid.                             1991   Isabel Villar y Alcain, Galería Tiempos Modernos, Madrid.
            Galería José María Burgos, Valladolid.
                                                                      1992   Galería Pedrona Torrens, Alcudia, Mallorca.
     1976   Galería Juana de Aizpuru, Sevilla.

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1993   Galería Espacio Fénix, Caracas, Venezuela.                           1976   Cartel de las Fiestas Patronales de Villafamés, Castellón.
                                                                                        Cartel XXVII Congreso del PSOE.
     1994   Galería Sen, Madrid.
            Galería Rafael, Valladolid.                                          1978   Portadas de Cambio 16, nº 360 y nº 367, Madrid.
                                                                                        Portada de El País Semanal, nº 640, Madrid.
     1996   Galería Pedrona Torrens, Alcudia, Mallorca.
            Sala de exposiciones de Caja Salamanca y Soria, Salamanca.           1979   Portada del disco Homenaje a Falla de Estévez, Larrauri, Otero y F.
                                                                                        Álvarez.
     1997   Paisajes, Galería Sen, Madrid.                                              Confederación Española de Cajas de Ahorros y RCA.

     1998   Galería Leonarte, Valencia.                                          1981   Portada de Triunfo Mensual, nº 4, Madrid.

     2000   Isabel Villar. Obra: 1977-2000, Junta de Castilla y León,            1982   Cartel de la película Mientras el cuerpo aguante de Fernando
            Consejería de Educación y Cultura. Itinerante por Castilla y León.          Trueba.

     2001   Galería Sen, Madrid.                                                 1983   Cartel de la obra El despertar de la primavera de Frank Wedekind.
                                                                                        Cartel de Los cuentos de los bosques de Viena, Teatro Español,
     2001   Arte Lancia, León.                                                          Madrid.

     2004   Galería Juan Gris, Madrid.                                           1985   Calendario del Ministerio de Cultura / Instituto de la Mujer.
                                                                                        Cartel de la película Los paraísos perdidos de Basilio Martín Patino.
     2006   Galería Rafael, Cádiz.
                                                                                 1987   Portada del libro El niño hoy: desarrollo humano y familia, de
     2007   Galería Leonarte, Valencia.                                                 Jerome Kagan. Espasa Calpe, Madrid.

     2009   Galería Juan Gris, Madrid.                                           1989   Portada del libro La refundación de la Europa burguesa de
            Centro de Arte Faro Cabo Mayor, Santander.                                  Charles S. Maier. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
                                                                                        Madrid.
     2016   En un lugar que yo veo, Sala de Arte Robayera, Miengo, Canta-               Portada del libro Veinte años de canción en España (1963-1983)
            bria.                                                                       de Fernando González Lucini. Ediciones de la Torre, Madrid.

     2018   Isabel Villar. Pinturas: 1970-2017, Galería Fernández-Braso,         1994   Portada del libro La forma de la noche, de Juan Pedro Aparicio.
            Madrid.                                                                     Editori al Alfaguara, Madrid.

                                                                                 1996   Portada del disco Caminemos de María Dolores Pradera. Serdis-
     COLABORACIONES ARTÍSTICAS                                                          co, Madrid.

     1973   Portada de Nuevo Diario Suplemento CCXII, Madrid, 14-10-1973.        1997   Serigrafías del libro de Gonzalo Alonso-Bartol: Isabel Villar.
                                                                                        La mirada y la mano. Editorial Ovejas al Lobo, Madrid.
     1975   Portada de Cuadernos para el diálogo, nº 48, EDICUSA, Madrid.

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MUSEOS Y COLECCIONES                                                      SELECCIÓN DE AUTORES QUE HAN ESCRITO SOBRE ISABEL VILLAR

     Asociación Canaria de Amigos del Arte Contemporáneo                       Vicente Aguilera Cerni. “Isabel Villar”. Catálogo galería SEN, 1970.
     Ayuntamiento de Salamanca                                                 Sol Alameda. “Isabel Villar, pintora”. El País, 1981.
     Biblioteca Nacional, Madrid                                               Alberto Anaut. “La Familia del arte”. El País Semanal, 1990.
     Caja de Ahorros de la Inmaculada, Zaragoza                                Carlos Areán. “El ingenuismo sabio de Isabel Villar”. Bellas Artes 74. 1974.
     Caja Duero                                                                Marcos-Ricardo Barnatán. “El retorno de los ángeles”. Revista Guadalimar. 1991.
     Centro de Arte Faro Cabo Mayor, Santander                                 María Teresa Blanch. “Isabel Villar”. Diario Avui, 1979.
     Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla                             Francisco Calvo Serraller. “Isabel Villar: en el jardín de la madre”. El País, 1979.
     Colección A.C.S                                                           Francisco Casanova. “Pintura de Isabel Villar, crítica de arte”. La Gaceta Regional. 1961.
     Colección de Arte Gráfico del Mº. de Trabajo y Seguridad Social, Madrid   José Ramón Danvila. “Pintar con fantasia”. El Punto de las Artes. 1986.
     Colección Vallejo-Nájera                                                  Miguel Fernández-Braso. “Isabel Villar y su nuevo mundo”. ABC. 1971
     Colección Testimonio, Fundación La Caixa, Barcelona                       Miguel Fernández-Cid. “Artistas en Madrid”. 1992.
     Confederación Nacional de Cajas de Ahorros, Madrid                        Fernando Francés. “Isabel Villar muestra un espacio robado a cualquier paraíso”. 1990.
     Fundación Camilo José Cela, Padrón, A Coruña                              Aurora García. “Los sutiles contrastes en la pintura de Isabel Villar”. 1979.
     Graphische Sammlung-Albertina, Viena, Austria                             Daniel Giralt-Miracle. “La realidad y la fantasía en la obra de Isabel Villar”. 1975.
     Junta de Castilla y León, Valladolid                                      José Hierro. “Isabel Villar y su paraíso terrenal”. Nuevo diario, 1975.
     Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis, Salamanca                          Fernando Huici. “Irónico Edén”. El País, 1994.
     Museo de Arte Contemporáneo A.C.A, Santa Cruz de Tenerife                 Miguel Logroño. “Isabel Villar y la polémica de lo naïf”. Blanco y negro, 1975.
     Museo de Arte Contemporáneo, Elche, Alicante                              Juan Ignacio Macua. “Análisis de una obra de Isabel Villar”. 1977.
     Museo de Arte Contemporáneo, Toledo                                       Carmen Martín Gaite. “Álbum familiar”. 1977.
     Museo de Arte Contemporáneo, Villafamés, Castellón                        José Marín Medina. “Serie retratos en la galería Rayuela”. YA. 1974
     Museo Gustavo de Maeztu, Estella-Lizarra, Navarra                         Josep Meliá. “Isabel Villar”. Artistas contemporáneos españoles. Monografía, 1973.
     Museo Luis González Robles, Alcalá de Henares, Madrid                     José María Moreno Galván. “Arte: Galería SEN”. 1970.
     Museo de Bellas Artes, Santander                                          Carmen Pallarés. “Isabel Villar”. ABC, 1994.
     Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid                         Rosa María Pereda. Sobre la monografía de Fernando Savater. El País, 1979.
     Museo Olímpico, Lausanne, Suiza                                           Nativel Preciado. “La mujer misteriosa de Isabel Villar”. 1970.
     Museo Postal y Telegráfico, Madrid                                        Javier Rubio. “Isabel Villar: viaje al diván del psicoanálisis”. Blanco y negro, 1979.
     Museo Redondo, Santander                                                  Rafael Santos Torroella. “Galería Rayuela”. El noticiero Universal. 1979.
     Museo San Eloy, Salamanca                                                 Fernando Savater. “Isabel Villar en el jardín de la madre”. Ediciones Rayuela, 1978.
     Museo Vaticano, Roma, Italia                                              Eugenia de Suñer. “La sorpresa”. Catálogo SEN. 1994.
     Universidad Carlos III, Madrid                                            Juan Antonio Vallejo-Nájera. Catálogo exposición Galería Luzán, Zaragoza. 1974.
     Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Santander                      Eduardo Westerdahl.“Isabel Villar y Eduardo Sanz: la realidad y el hermetismo”.El País,1979.

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Exposición
Galería Fernández-Braso, Madrid

Comisario
Alberto Anaut

Catálogo
Texto: Alberto Anaut
Edición y diseño: Galería Fernández-Braso
Impresión: Papiroplus

Créditos fotográficos
© Pablo Linés

Agradecimientos
Ricardo García

Calle Villanueva, 30 - 28001 Madrid
91 575 04 27 - 91 575 98 17
www.galeriafernandez-braso.com
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