LA ANTIGUA VERACRUZ, AYER Y HOY

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Aquí los prolegómenos, prologo e introducción a los libros…

                          LA ANTIGUA VERACRUZ, AYER Y HOY

 Compilación documental para postular que fue en Huitzilapan donde se encontraron los
                          códices Nuttall y Vindobonensis.

                              Francisco Solana Martínez

                     La Antigua Veracruz, febrero del 2021.
A la memoria de Pablo Montero Soria,
 guerrero incansable y viajero tenaz
      que escogió Veracruz para
          Volar hacia el sol.
Los pueblos
originarios y su
    entorno
ÍNDICE DE CONTENIDO

       Prolegómeno
       Prólogo

Cap. 1 Introducción
1. a Generalidades del entorno físico en La Antigua Veracruz.
1. b Reflexiones finales para la introducción.

Cap. 2 Los habitantes de las planicies costeras de Veracruz
2. a La ocupación olmeca.
2. b La intervención teotihuacana en Veracruz.
2. c Los caminos que intercomunicaron a los pueblos de México,
     Centroamérica y Suramérica hace más de cuatro mil años.
2. d La migración Nonoalca y su viaje a Zongolica.
2. e La movilidad de los idiomas y sus creaciones.
2. f La presencia de la cultura Remojadas en La Antigua Veracruz.
2. g Aparición de los totonacos.
     2. g. a Hachas votivas, Yugos y Candados.

2. I   Xoloitzcuintles, regalo de un dios.

Cap. 3 Características físicas del entorno de La Antigua Veracruz
3. a Tipos de suelo en La Antigua Veracruz.
3. b La Flora.
3. c Lista de plantas nativas de La Antigua Veracruz y sus nombres indígenas a
       propósito de los intercambios de personas en las planicies costeras.
3. d Lista de algunas plantas importadas por los pueblos indígenas a La Antigua
       Veracruz antes de 1519.
3. e Lista de plantas importadas a La Antigua Veracruz por los europeos después
       de 1519.
3. f   La Fauna.
3. g Lista de especies de colibríes que habitan en La Antigua Veracruz.
3. h Lista de especies de colibríes en peligro de extinción reportados para La Antigua
      Veracruz.
3. i   Lista de animales existentes actualmente en La Antigua Veracruz.
3. j   Lista de algunos animales en peligro de desaparecer erradicados de La Antigua
       Veracruz.
3. k Lista de algunas especies desaparecidas en La Antigua Veracruz.
3. l   Lista de algunas especies colonizadoras y (re) colonizadoras de los ecosistemas en
       los últimos 18 años, inexistentes antes del año 2000.
3. m Algunos insectos comestibles, vectores e inquietantes vecinos.
Cap. 4 Las personas de La Antigua Veracruz de ayer

Cap. 5 El abandono de Teotihuacán

Cap. 6 Origen y apogeo de los toltecas

Cap. 7 La llegada de los aztecas

      7. a   Quetzalcoaltl-Gemelo precioso
      7. b   Cacería de piedras.

Cap. 8 La posible ubicación de los emplazamientos humanos en La Antigua Veracruz

Cap. 9 De la cacería para la subsistencia al furtivismo

Cap. 10 Biodiversidad y ecocidio
PROLEGOMENO.

                 Cultura, natura y aventura en La Antigua Veracruz.
                                 Por: José Luis Quiñones Sotelo

 Podemos dar cuenta desde el inicio de la obra acerca de la riqueza académica, pero sobre todo de
la riqueza humana del autor.

       Lectura que se antoja como una navegación por los inmensos mares contenidos en este
ejercicio de historias lucidas.

   Inspira el lector con su texto a hinchar las velas y a levar anclas, estimula con
conocimientos a dejar testimonio honroso de un viaje con inmenso horizonte.

      El autor ubica su trabajo como instrumento de difusión acerca de datos históricos y deja
al escrutinio metodológico de los especialistas la realización del compendio al
menos de cuatro mil años de historia mexicana, para encontrar los                orígenes de
esta procesión de culturas.

       Dice no aportar, ni impresionar a los eruditos, solo “abre una puerta al interesado para que
profundice en la historia de La Antigua Veracruz” él dice que “solo atisba una rendija de luz al
universo en el que vivían sus antiguos habitantes” quizá no sabe que aquí se ha constituido
un faro que alumbrará a los caminantes del arduo sendero de la historia de estos pueblos en
el futuro.

      Su generosidad es evidente pues concibe su texto como una contribución gratuita a
la comunidad de La Antigua Veracruz, con el objeto de promocionar su conocimiento y lograr
que los visitantes adquieran el respeto que merece tan importante lugar. El lector dirá cuanto se
rebasa el autor a sí mismo en su inquietud inicial. No encontraremos jamás una guía turística más
formidable.

      Con este trabajo la comunidad que le ha acogido consiguió un cronista portentoso y sobre
todo amoroso.

        Con este trabajo muestra tal despliegue de facultades, inteligencia, lucidez, rigor científico,
sensibilidad artística, imaginación (lo más virtuoso), tenacidad, finesa en el lenguaje, elegancia en
la construcción lógica para organizar el pensamiento, en fin, un despliegue de tantos recursos
concentrados en un propósito personal que queda uno convencido y en la esperanza de que pronto
coordine el inicio del compendio de cuatro mil años que imagina.

        El     autor cuenta   con la   meritoria        experiencia     de   haber     engrosado
y asistido estrechamente en    forma      significativa     los     trabajos   realizados    en
Sonora por Don Julio Cesar Montané Martí, insigne antropólogo, historiador emérito, erudito en
diversidad de temas y profesor decano de la Universidad de Sonora.
El autor contribuyó con el destacado maestro en la edición del monumental compendio
“Atlas Histórico de Sonora” (1993) que representa un excepcional logro de lo
mejor acabado acerca de la Historia del noroeste del país.

         Editaron conjuntamente el plausible rescate de antiguos e importantes manuscritos de las
misiones del noroeste, a través del libro: “Fray Pedro Font, Diario Íntimo y Diario de Fray
Tomas Eixarch” (Universidad de Sonora. / Plaza y Valdez editores, 2000.) y otro cuyo título tiene
mucho significado:             “Francisco           de              Ulloa:           explorador
de ilusiones” (1995) traducido estupendamente del italiano. Este último título se imprimió con el
apoyo de la Universidad de Sonora.

        Adicionalmente, tiene el galardón de haber colaborado en la fundación del Museo
Regional de Sonora, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), habiendo creado
personalmente las salas uno, dos y tres correspondientes a las temáticas de Geología,
Paleontología y Ecología, auxiliando al Profesor Montané en la planeación y el diseño del Museo
en su conjunto.

        Participo en el diseño e implementación del Centro Ecológico de Sonora y le alcanzó el
ánimo para poner en escena la obra teatral con la cual se estrenó el primer teatro público de la
ciudad de Hermosillo, Sonora. Conjunto de acciones que comunican su entusiasmo y congruencia.

          Antes de continuar, le respondo al escrito cuando trata de imaginar la cara de
los conquistadores frente a una impasible iguana en el siglo XV, pues es exactamente la
misma expresión del lector del siglo XXI al introducirse en este frondoso árbol con tantas
historias inspiradas, cuando menos el que comenta aquí, continuará deslumbrado por mucho
tiempo, tal vez lo que le resta de vida.

        Me asalta el imperioso deseo de tener el conocimiento y las aptitudes para poder asimilar
el nutrido contenido de este trabajo.

        Para mi es también una obra anunciada, esperada con anhelo, pues tuve la
oportunidad de irla conociendo a través de las conversaciones con el autor en su paso por los áridos
paramos de Sonora, frente al susurro de la fogata, bajo el cristalino firmamento estrellado del
desierto. Sé que esta obra a la cual los eruditos definirán surge de lo más profundo de su espíritu.

        Ya en los temas desplegados, recuerdo alguna tesis de los físicos teóricos llamada: “Súper
Cuerdas” que postula que en lo recóndito de la materia, existen plegadas, ocultas, algunas otras
dimensiones del universo. El autor en esta concisa obra devela la historia para mostrar al lector
impávido, los recovecos sigilosos de naciones autóctonas que tiene tantas dimensiones como
el intelecto humano es capaz de discernir, como aquí lo demuestra con facilidad.

       Lo siento como cartógrafo del siglo XXI trazando las nuevas rutas del estudio de la historia
por toda la bastedad de sus aguas interminables.

       Alejado del interés ideológico espurio, su investigación se practica como ciencia y arte, pero
también como alquimia que, bien le pudo tocar a Newton, Bacón, Pitágoras y muchos más, ya
que para unir lo disperso con conexiones no evidentes acaso no se requiere magia además de
reflexión.
Con este elemento de utopía, la historia se convierte en el recurso idóneo de la
filosofía para transformar y evolucionar a la especie humana, educándola, para que se despoje
del lastre que significa su carga instintiva, así entendida la historia como ciencia - arte convierte
esa carga en obsoleta, tras haber cumplido con todos sus cometidos hacia un nuevo
estadio evolutivo.

         El autor nos muestra como la historia concebida en estos términos, impulsa al intelecto
a superarse a sí mismo y consolidar al ser humano emocionalmente, construyendo su auténtica
identidad sin mistificaciones. Tiene tanta razón el autor que contribuye a fortalecer el viejo
apotegma filosófico: Conócete a ti mismo y adicionalmente otro muy cercano: la verdad os hará
libres, a los cuales el autor honra.

      Hoy más que siempre, en tiempo de sustitución de paradigmas, solo al saber libremente
quienes somos       podemos      ser una mejor humanidad que recupere su principal
responsabilidad protectora y estudiosa de la naturaleza.

        No esforzarse en ello es ponerse una soga al cuello. Por lo mismo la historia sin
prejuicio, también tiene un legítimo contenido místico en el mejor sentido, al corregir e indicar
los caminos que no hay que transitar.

        Y no es una disquisición ideológica, como sabemos en el siglo que acabamos de
transitar, impulsadas por intereses nefandos dos grandes conflagraciones calientes y
una fría, permanentemente reciclándose al infinito imponen al mundo no solo el
envilecimiento del ser humano si no su misma extinción, pero más aún, se arriesga en conjunto la
vida en el planeta.

        La fragilidad y los peligros que lastiman a las personas y a la naturaleza, derivado de
la voracidad instintiva no superada, nos obligan a acudir a historiadores, médicos
y astrónomos para construir mejores maestros y mejores alumnos que comprendan que la
depredación absoluta tiene un solo destino, la extinción del espíritu humano. Para el autor hace
tiempo se debió iniciar esta tarea.

        Las sociedades actuales cada vez con menos contenidos reales y mucha divergencia, las
economías con resultados más precarios y las necesidades auténticas y fabricadas de la
sociedad cada vez menos satisfechas, obligan a las ciencias y a las artes a encontrar nuevos
paradigmas valederos contrastables con la experiencia. La historia en su carácter libertario
apoyará a la humanidad            a superar dogmatismos, autoritarismos, contradicciones y
conflictos ficticios. Ya nada justifica la competencia depredatoria como explica el
autor, parafraseando a la canción mexicana, Solana nos deja encendidas tantas luces que no
sabremos cómo pagarle, más aun cuando sé que obsequia su obra a                             la
comunidad lantiquense, de buen amigo se ha hecho La Antigua Veracruz, seguro sabrán
apreciar tan noble admirador y constructor.

        Viste a las antiguas civilizaciones americanas con los ropajes más coloridos y pulcros y a
la vez desnuda a los imperios europeos en toda su impudicia.
Nos sumerge con serenidad y firmeza en las migraciones de los pueblos ancestrales de
América, con la cadencia de las palmeras mecidas con la brisa marina de las playas del litoral del
golfo de México, reservadas a los dioses que no se cansan de mirar a viajeros tan tenaces.

         Disfrute mucho el relato acerca de los tres principales periodos migratorios mayas que
se      identifican    en    un     rincón de        la     principal   construcción    del  sitio
arqueológico de Reforma, Tabasco, recordé cuando años atrás en ese lugar, debatimos las teorías
que hoy presenta en la obra que regala al público, recuerdo cuando poco antes del crepúsculo, al
inicio de la debacle ensordecedora de los monos aulladores, coyotes y ranas como testigos en la
periferia del sitio arqueológico.

         Un lugareño salido de la nada o de algún escalón de la pirámide en donde
contemplábamos “caer al sol” nos advirtió al grupo que debíamos irnos pronto pues no tardarían
en salir las serpientes para acudir a la escalinata donde nos encontrábamos, aparentemente para
valerse del calor acumulado en las losas de piedra expuestas al sol en las pirámides, con el objeto
de acelerar su metabolismo.

       Ante este coro de miles de voces, como no comprender la grandeza de estos magníficos
pueblos arrobados por tan inescrutable vocerío dándose a la tarea de crear mitos, profecías y
dioses.

         A las personas con curiosidad nos inquieta saber dónde empezó todo, el autor con este
trabajo ilustra con comedimiento y lujo de detalles, como testigos privilegiados, donde comenzó
esta maravillosa aventura llamada México. Pocas plumas como en esta obra nos expresan el
significado de la enorme riqueza de los orígenes del México mestizo desde este lugar tan
peculiar, donde se inicia con toda potencia el traslado de ingentes recursos y tesoros
autóctonos a Europa transformando con ello a todo el mundo.

        Es memorable la capacidad del autor de combinar y reunir interconectando multiplicidad
de elementos como la vida misma y su historia: desde arcanos conocimientos donde se inician
los tiempos, la belleza natural de la geografía del sitio, las maravillas de la flora y la
fauna circundante y sus detalles, la magia enterrada en el subsuelo, los mitos y
conocimientos poco explorados y sus interpretaciones venturosas, así como la defensa
apasionada y documentada en pro de la naturaleza en riesgo de aniquilación, en donde se
leen propuestas bien sustentadas, en temas de la conservación de los recursos naturales y
el desarrollo material y humano, en voluntad de equilibrio subyacente al esfuerzo de
investigación.

        El paso del tiempo en sus manos es un alucinante viaje donde vemos y casi vivimos
tierras, plantas, animales, paisajes no solo en su absoluta libertad si no también organizadas por
el ojo del científico y más allá del poeta.

       Contemplamos en platea, el tránsito de multitud de pueblos de los cuatro puntos
cardinales locales y de otros venidos de tierras ignotas y distantes del viejo mundo.

       Un viaje que uno quisiera no tuviera fin a pesar del choque de armas y pensamientos
tan desventajosos para unos de los contendientes y que el autor observa con reverencia cuando
caen vencidos.
Esta aventura origina en nosotros un contundente afán por el conocimiento para
poder comprendernos a nosotros mismos y a los demás y poder reverenciar con honestidad a
tantos personajes inenarrables poseedores de tanta sabiduría, poder y magia, hoy extintos y aun
así nos sumergen en un mundo por descubrir nuevamente.

         Su lenguaje habla de un entrenamiento intelectual sólido, de donde se origina la
claridad en los relatos más complejos, haciéndolos amenos y comprensibles, hasta los detalles
técnicos más puntuales.

          Es notable su preocupación al poner su conocimiento al alcance del lector, evitando
expresiones y términos técnicos y científicos ininteligibles que marean al lector no experto.
Los jóvenes lo habrán de leer no solo con admiración, también lo harán con deleite y comodidad,
no sé si estaría pensando sobre todo en ellos al emprender este fascinante periplo.

          Abrir este libro en un cómodo asiento es como prender el Cine-Teatro en casa, casi se
oye el piar de las aves, rugir de jaguares o monos aulladores, con atención se puede escuchar el
viento al hinchar las velas y también como funesto presagio al arriarlas.

        En sus inspirados relatos las separaciones y encuentros de tantas personas y pueblos se
antoja un concierto de acordeón interminable.

       Los descubrimientos arqueológicos actuales son tratados por el autor en tal forma que lo
dispensamos por salpicarnos con un poco de arcilla que quedo entre nuestras ropas.

       Nos hace exclamar con asombro ¡cómo pudieron haber pasado tantas cosas tan
solo en cuatro mil años! Logra el autor a tal grado su cometido que a uno le cuesta
parpadear para no perder detalle de la historia que nos narra.

        Vemos como adquieren nuevo significado las planicies, playas, lagunas, montes,
cuevas, guijarros, tepalcates, monolitos gigantes, estelas, ciudades monumentales y prodigiosas,
caracolas, veredas y calzadas…

        Antiguo como la memoria de pueblos y naciones, el intercambio se describe tan diverso,
copioso y policromo que la organización mundial del comercio (OMC) palidece sin aliento.

        Comentar tan solo la plétora de contenidos requeriría un ensayo de un
experto multidisciplinario, destaca de manera importante la amplitud con que el autor estudia la
cultura Remojada de tanto significado en el trabajo civilizatorio y progresista de los pueblos
antiguos.

       Analiza la relación compleja     y enriquecedora del norte y                el   sur del
mundo mesoamericano, aridoamericano, oasisamericano y más allá.

        Nos conduce desde las conquistas épicas entre naciones hermanas del México
antiguo a la rapacidad cotidiana vergonzante en montes, selvas y playas de la actualidad.
Se cantan odas en este libro a los viajes memorables de pueblos antiguos con sus
culturas a cuestas y se señalan ecocidios modernos que aceleran intrincados procesos de extinción
que pueden ser revertidos.

          Se describe el complejo tejido de las nutridas rutas exploratorias
de viajeros procedentes de geografías tan distintas como distantes que pareciera que
América es descubierta cada día. Este esplendido y magnifico continente que parte en dos al
mundo de polo a polo, reducido al escarnio en menos de una generación con las armas de fuego,
el Tifus, la viruela pero sobre todo por la voracidad humana insaciable. Es relatado el trasiego de
personas por todo América procedentes de continentes tan disímbolos que visto desde hoy
y por la pluma del autor la mente se expande a dimensiones cósmicas.

          Su metodología personal, su apego a la científica no opaca el mérito de su
pensamiento abierto al superar las limitantes de la ortodoxia histórica. Cuestión que se degusta
con fruición en apoyo a su esfuerzo a medida que más se lee.

        Bien que haya reunido tantas rutas y caminos antes dispersos y sin rumbo. Tiene el
mérito de hacer patente que la historia del mundo ayer como hoy es común.

         En medio de la lectura de tantas injerencias y tentativas exploratorias, no se nos presenta
como casual, que el estamento político-religioso no sancionó ni avaló tales viajes de Europa a
América como lo hizo el reino de Castilla y Aragón, hasta que contaron con la tecnología de la
pólvora con uso militar que ya les había procurado ventaja frente al califato de córdoba en granada.

         El autor expone a luces y sombras, portentosas ciudades e imperios autóctonos, las
cacerías de esclavos de que fueron objeto los nativos tras la conquista. Después de
deslumbrarnos con los relatos queda uno anonadado ante la procesión de pillajes y
crueldades sin límite sobre los pueblos ya inertes de América.

          La avaricia ante la riqueza encontrada y por repartirse, nos cuenta el autor al
descubrir el velo del silencio con las afirmaciones de los cronistas coloniales, haciendo traslucir
sus intenciones al fragor de la batalla y la ambición que le deba sentido. Nos enfrenta sin tapujos
al atroz pillaje y exterminio del cual fueron objeto multitud de pueblos de la antigüedad.

         Nos lleva solícito y de la mano al surgimiento de un nuevo mundo amalgamado con las
cenizas y los escombros de otro antiguo y precioso, así fue como se fincó el nuevo mundo, a partir
del holocausto de todo un continente.

         La gracia del autor se perfila entre volutas de espeso y perfumado humo de incienso
y copal, con grueso legajo de códices bajo el brazo mostrándonos un universo distante y sin
telescopio.

       Su atinada técnica nos muestra esta historia con relatos en sutil poesía,
combinando temas de arqueología, geología, botánica, zoología, ecología, lingüística, etnobotánica
y etnozoología, psicología, etología y leyes, además de otras disciplinas transdisciplinarias, con las
que nos prepara para asimilar el relato del asedio y traición sufridas en la gran Tenochtitlán.
La riqueza de los detalles investigativos acerca de las fundaciones
originarias de      la colonia en América, serán importantes para los nuevos estudios de este
preciado tesoro de México en Veracruz, fundamental para comprender la historia de
México completa y deslumbrante, presentada con tantos recursos de investigación y presentación,
ubicados en La Antigua Veracruz, concebidos como parte insustituible en el entramado de la historia
universal.

          Esta lectura logra que alcancemos a entender mejor la filigrana dorada que representa
ésta peculiar región del cosmos, en su propio universo de energías tectónicas, históricas,
telúricas, míticas, filosóficas, ecológicas, expresión magnifica de América abierta al mundo.

       No encuentro un concepto para definir este esplendido y útil trabajo, si acaso se acerca el
de fundacional en el sentido de que con seguridad las nuevas generaciones de estudiosos verán
con renovado respeto su propia tierra. En la comprensión del México de siempre que
debemos amar estamos todos en deuda con el autor.

                                                   Hermosillo, Sonora, México, verano del 2015.
Prologo

                                                                    Por Cecilia Bixio y Pablo Montero

Recorriendo las páginas de este libro, hallaremos escondido entre ellas un símbolo que nos posibilita
la caracterización del autor y que nos permite comprender, igualmente, el valor del trabajo que el
lector tiene en sus manos: la historia de la cacería de piedras.

Una Cacería de Piedras, utilizando la descriptiva titulación de un apartado en este mismo texto, es
el relato del esfuerzo realizado por localizar una roca de unas cuarenta toneladas y cuatro metros
de altura. Esta piedra sería esculpida como ofrenda al mar, personificada en la diosa
Chalchihuitlicue. Para lograr este cometido (además de la búsqueda), fue necesario realizar arduas
negociaciones y gestionar la aprobación de cesión o venta del monolito por parte de la asamblea
ejidal de San Pedro Soteapan en Veracruz, cuyos miembros debían dar el visto bueno para la entrega
de la piedra de Huauzuntlan (a orillas del río del mismo nombre), mientras los asambleístas
popolucas argumentaban: “Acuérdense que a las piedras grandes las custodian los chaneques y
como dice la historia si se llevan la piedra más grande no tendremos más cosechas”.

Este hecho de andar cazando piedras manifiesta, bella y simbólicamente, el carácter de una cacería
que para Francisco Solana Martínez no ha finalizado. El empeño, el esfuerzo y la motivación se
materializan en dos obras de jerarquía que pueden visitarse en La Posta, municipio de La Antigua:
el Museo y Jardín Botánico Nuttall. Estos logros, sin embargo, no aminoraron el continuar marcando
senderos y caminos, que siguen constituyendo una característica de nuestro cazador furtivo, quien
nos presenta un relato hecho libro: La Antigua Veracruz, ayer y hoy.

En este libro el autor propone un recorrido por las orillas de las historias de la Antigua Veracruz. Un
enamorado de su flora, su fauna y su cultura, nos va llevando a través de sus páginas a descubrir los
encantos de esta tierra.

Pero no es solamente un recorrido al que, como un guía experto, pudiera acompañarnos, es un
apasionado relato de sus propias convicciones respecto al valor de esta ciudad como reserva
ecológica y como centro neurálgico de una rica historia, cuya preservación significará también la
permanencia de una realidad natural y cultural, particularmente atractiva, y estéticamente
deslumbrante, así como la generación de condiciones que mejoren la calidad de vida para sus
habitantes.

Mientras avanzamos en su lectura podemos dialogar con el autor, debatir posiciones, discutir
hipótesis y propuestas. Con aguda claridad nos pone en alerta a través de conceptos sólidos y
múltiples datos estadísticos, aportando argumentos que van tramando las riquezas naturales del
lugar con las vidas cotidianas de su gente en una línea histórica que remonta a sus primeros
pobladores.

Su formación le da el cuerpo sustancial a este trabajo, pero su sensibilidad y su compromiso ético
con el ecosistema de la región y las aristas silenciadas de su historia, le dan la calidad humana que
pone un toque de distinción y hace de este libro una lectura obligada y en particular atractiva para
los enamorados de espacios tan especiales como La Antigua Veracruz.

La Antigua

Veamos algunas particularidades que el libro identifica y que otorgan a La Antigua un carácter
histórico relevante. Estamos hablando de una Antigua cuyo municipio actualmente está integrado
por treinta y ocho localidades circunvecinas.
En ella se instaló el Primer Ayuntamiento de la Nueva España, lo que significó que durante el siglo
XVI constituyó la primer y principal aduana virreinal, siendo a su vez, puerto que ensamblaba el
comercio ya mundial de Asia (Filipinas), África (esclavos) y Europa.

En La Antigua fueron encontradas fuentes históricas y artísticas inapreciables como los
destacadísimos códices Nuttall (en manos del Museo Británico) y Vindobonensis (actualmente en la
Biblioteca Nacional de Austria), inapreciables joyas de información y belleza. Por otra parte, también
fue un importante escenario inicial de la conquista y colonización española, y como protagonista,
paradójicamente se convirtió en una de las plazas principales que participó en la derrota del último
bastión español instalados en el punto desde donde se había iniciado la conquista: en San Juan de
Ulúa, lo que posibilitó la independencia del país.

Se trató asimismo de un lugar de confluencias, cruces e intercambios de distintos grupos étnicos y
variedades culturales prehispánicas, tales como la inicial ocupación olmeca, la incidencia
teotihuacana hasta la llegada de grupos totonacos, así como durante la colonia fue la puerta en el
arribo de españoles, árabes, africanos, portugueses, franceses, alemanes, ingleses… es decir, un
mundo transitando por sus calles.

Los habitantes de la ciudad y la región podrán encontrar a su vez fuertes motivos para afianzar
vínculos de pertenencia con la comunidad al conocer detalles significativos de la misma; es un modo
de concientizar a los jóvenes sobre los valores que tiene su lugar de residencia, dado que conocer
los procesos naturales y culturales posibilita su preservación y defensa a la vez que ayuda a tomar
conciencia de la propia identidad.
Y en relación a lo señalado, como detalle no menor, debemos mencionar la solicitud que realiza el
autor, con todos los fundamentos para la Declaratoria de la Reserva Ecológica de La Antigua
Veracruz.

Así es como el presente texto constituye, junto a otra enorme variedad de estudios sobre el área,
un referente de valor estratégico para los trabajos ejecutados y en ejecución, para la creación de
dicha Reserva Ecológica; la concreción de esta posibilidad significa un verdadero manto protector
que permitiría su rescate y una mayor valoración de un espacio geográfico que, como veremos
constituye un punto de primerísimo lugar en la historia universal, la geografía y la ecología entre
otras disciplinas.

La concepción de esta Reserva Ecológica en apego a la Declaración de Venecia (1986) promovida
por la UNESCO para la defensa del mundo, invita al estudio multidisciplinario a partir del cual
podamos integrar perspectivas científicas tanto como acudir al conocimiento que las tradiciones de
distintos grupos humanos poseen para enfrentar el gravísimo problema de la destrucción de nuestra
especie al agredir y destruir igualmente el entorno natural que nos cobija y deleita.

Esta recomendación ha sido plenamente alcanzada en este libro que presenta un verdadero diálogo
entre ciencias exactas y humanas, el arte y la tradición logrando materializar y encarnar el principal
deseo plasmado en Venecia: “El estudio conjunto de la naturaleza y de lo imaginario del universo y
el ser humano, podría acercarnos mejor a la realidad y hacer que podamos enfrentarnos con más
propiedad a los desafíos que plantea nuestra época”.

Esta defensa significa, según el autor, que la “Reserva ecológica de la Antigua Veracruz incluya los
tres diferentes tipos de suelo que contiene el ecosistema y los tres tipos de vegetación y fauna típica
de la zona…del río La Antigua y el río Chico, así como los manglares de la Laguna del Salado y las
zonas de “Selvas Primarias”, dado que de no hacerlo, se pone en riesgo de poner en peligro el
delicado equilibrio fractal que guardan aún… por desgracia los ecosistemas locales corren el riesgo
de ser absorbidos por la mancha urbana con todas sus consecuencias”.

Museo y Paseo Jardín Botánico Nuttall

Y justamente, en este andar de cazador de monolitos, podemos considerar la creación y montaje de
un museo en La Posta como otra roca en su camino. Todos los datos informativos que se han
expuesto sobre La Antigua y aspectos contextuales locales y mundiales, se encuentran presentes en
el Museo que nos abre las puertas a la historia de este lugar brindándonos la exposición de más de
dos mil doscientas piezas arqueológicas que nos hablan de distintas culturas de las planicies costeras
veracruzanas, en el marco de un contexto mundial en momentos históricos que enlazaron el mundo
prehispánico hasta arribar al siglo XX, incluyendo también el tránsito por la Colonia.

Atravesando el espacio de información y reflexión cultural que alberga el Museo, nuestros pasos
nos conducirán hacia otra puerta de encantos, la que abre y nos lanza a los follajes albergados en el
Jardín Botánico Nuttall: variedad y lógica en esa diversidad que permite adentrarnos en un abanico
para navegar entre verdor y vida de especies vegetales originarias de todos los continentes, así como
especies presentes únicamente en La Antigua; lo que significa sumergirnos en este paseo para
valorar y defender aves, peces de agua dulce y de mar, espacio que vamos a compartir con aves,
algunas en recorrido migratorio, con colibríes, mariposas,.. Todos presentes en el Jardín Botánico.

Por supuesto que su montaje significó no sólo trabajos museográficos, de identificación y selección
de piezas, cedulación, guiones, publicaciones, difusión, programación de actividades culturales
vinculadas, sino que también implicó la investigación que está depositada y podemos leer en este
libro ya que constituye parte de la carnalidad expresada en La Antigua Veracruz, ayer y hoy.

La investigación realizada nos proporciona datos, hasta el momento no publicados, que se expresan
en listados de plantas nativas de La Antigua, respetando igualmente sus nombres indígenas,
también de plantas desplazadas e incorporadas al área antes de la llegada española, de aquellas que
llegaron transportadas por europeos, así como un listado de la fauna trátese de aves, mamíferos,
reptiles, anfibios, cangrejos, camarones, peces, huevos de tortugas marinas y de tortugas de agua
dulce, cerrando este sustancial y amplio cuadro con una lista de especies aniquiladas y otras de
especies recientemente arribadas a la región.

No quisiera dejar de señalar que el listado, con cierto apego a la belleza y particularidad, inicia
señalando veinte especies de colibríes, nueve de las cuales están en peligro de desaparecer,
señalamientos defensivos que simbólicamente implican rendir homenaje y rescatar el nombre
original del mismo río que circunda enmarcando el poblado: el río Huitzilapan, que significa nada
menos que Río de los Colibríes.

Para calibrar la importancia también cuantitativa del Jardín botánico, basta con mencionar la
existencia de más de veinte mil plantas, dentro de las cuales se encuentran algunas que no
hallaremos en ningún otro punto del globo terráqueo, identificadas como endémicas de Veracruz,
muchas de ellas declaradas en peligro de extinción.

Es destacado el cielo lantiquense en el cual cada año podemos ver más de veinte millones de aves
migratorias tratándose por ello del sitio con mayor avistamiento de aves migratorias en el mundo
(Universidad de Filadelfia).

Como corolario de sus obras, el Museo y el Jardín Botánico Nuttall está allí esperando nuestra
llegada y demostrando que este libro es producto de una vivencia y una apuesta que Francisco
Solana realiza acudiendo a un abanico de productos culturales como los aquí presentados, aunando
así, esfuerzos para el rescate de la naturaleza y la cultura de la Antigua Veracruz.

Regresando al texto, se trata de un escrito de lectura amena que puede ser comprendido sin
necesidad de conocimientos previos, ya que en sus páginas vamos encontrando las claves para su
propia interpretación. Es también un libro de estudio que ofrece datos precisos, conceptualizaciones
fundamentales, investigación, elaboración de estadísticas, cuadros de períodos e itinerarios
migratorios con información que facilita situarnos en el espacio físico y temporal (geográfico e
histórico) permitiendo realizar un análisis particular de La Antigua desde diversos puntos de vista:
la biología, la geología, la geografía y con mayor énfasis la geografía histórica, la geopolítica, la
ecología, la demografía, la arquitectura, la antropología, la arqueología, la historia y la etnohistoria.
El autor enriquece el libro con información histórica adicional, plantea nuevos enfoques de la llegada
de navegantes y grupos humanos al continente antes que lo hiciera la corona castellana, como los
arribos precolombinos de vikingos (escandinavos), rusos, vascos, introduciendo nuevos parámetros
teóricos en las actuales discusiones académicas respecto del poblamiento americano.

En síntesis, nos muestra de manera sutil y encantadora que en realidad se trata de un pequeño
pueblo cuya grandiosidad la nutre el haber sido epicentro de importantes capítulos de la historia
del continente y que entreteje en un fino hilado acontecimientos de relevancia en la historia
universal.

Solo nos resta agradecer a Francisco Solana Martínez por tan bello libro y por tan grande obra.

                                                                      [Veracruz, primavera de 2015]
Con el gusto compartido por cruzar las fronteras…
                  Dedico este volumen a
      Francisco Javier Carrasco Valenzuela,
cuyo horizonte y amistad me fortalecen y enseñan siempre.
La Antigua Veracruz
   en el Contexto
      mundial.
Índice:

Introducción al segundo libro.

Cap. 11 Los viajes de algunos europeos antes de 1492
11. a Los escandinavos.
11. a.1 Los vikingos en Perú.
11. a.2 Los rusos en Norteamérica.
11. a.3 El ojo de Horus llega a Norteamérica.
11. a.4 Las naves vikingas.
11. a.5 Los viajes de los vascos hacia Terranova y el Canadá.
11. a.6 Especulación acerca del origen del señor Ce Acatl Topiltzin
       Quetzalcóatl.
11. b Pincelazos de Giovanni Caboto.
11. c Los fenicios.
11. d Los portugueses.
11. e Los conocimientos árabes como ayuda a los portugueses.
11. f Cristóbal Colón.
11. g Los filipinos y los chinos.
11. h Los españoles.
11. h.1 La mitología española y la fuente de la eterna juventud.

Cap. 12 Isla La Española, actualmente República Dominicana

Cap. 13 Los pueblos Caribe

Cap. 14 Los alemanes en América

Cap. 15 La cacería y venta de personas para justificar los costos de los viajes
       de ultramar

Cap. 16 Los franceses en Sur y Norteamérica

16. a     Los Ingleses y holandeses al inicio del periodo colonial americano

Cap. 17 Las primeras impresiones de los europeos al llegar a las Américas

Cap. 18 Las primeras poblaciones europeas en el hemisferio sur del continente
        Americano

18. a San Sebastián de Urabá.
18. b Santa María de la Antigua del Darién.
18. b.1 El primer cabildo de América continental o de tierra firme.
Introducción.

Determinar los procesos asimilados por la gente y el tránsito de un pueblo a través del
tiempo es fascinante, no obstante la plasticidad de los hechos analizados, deben observarse
los resultados de las investigaciones con adiciones en relación a la claridad intuitiva, pues
no es posible asegurar o negar nada de lo que aconteció en el pasado; debe verse como la
suma de hechos subjetivos soportados con evidencias generalmente frágiles, a veces son
tan pocas las muestras que no pueden generarse contrastes, inclusive encontraremos otras
en las que ocasionalmente las evidencias fueron plantadas.

      Los temas abordados en esta entrega, incluyen pasajes que espero faciliten la
recreación de momentos del pasado en los que propongo aspectos del modo de vida de las
personas, sus pensamientos, miedos y consignas, ubicándolos en la época en la que se
llevaron a cabo los primeros contactos entre España y México, en los inicios del siglo XVI,
de cara a una sorprendida población originaria, hoy extinta, que habitó a orillas del rio
Huitzilapan, (Rio de los colibríes), frente al Golfo de México, en la zona central-este de
Veracruz en el país mexicano.

      Los intentos por recrear la historia universal autorizada contienen vacíos profundos,
se observa la ausencia de datos medulares, inclusive pareciera que ciertas conductas se
originan desde la colonia española y se extienden a través de la cultura hasta llegar a
nosotros hoy, este aspecto podría considerarse como uno de los elementos de la
colonización cultural superviviente, cobijada posiblemente por el desconocimiento. Trataré
de enfocar mi atención en la actuación de varias naciones que participaron con sus actos en
la transformación del planeta en la época de los grandes descubrimientos, con un ojo al
pasado mediato para enfocar la atención con elementos engarzados de modo ineludible y
sintético.

     Por otro lado, no podríamos entender la consolidación del México actual sin el
conocimiento de la Mesoamérica que lo generó; sin conocer de manera referencial el
concierto de naciones involucradas en el comercio internacional que alcanzó poblaciones
alejadas territorialmente entre sí, tal como lo sugieren los intercambios comerciales
establecidos entre las personas de Sinaloa, Sonora y Arizona al norte y la mayoría de países
centroamericanos hasta llegar al Perú hacia el sur, en ese vital y grandioso mecanismo
establecido antaño con el que se intercambiaron bienes y servicios a través de interesantes
rutas camineras determinadas por milenios con la adición del comercio marítimo llevado a
cabo con intensidad durante centurias en las costas del Pacifico, mucho antes de la llegada
de la flota española a sus costas.

      Detallaremos algunos datos acerca de pueblos interconectados por el mismo comercio
y la guerra, además planteo algunas hipótesis acerca de las motivaciones experimentadas
por las personas de entonces para realizar esos formidables viajes valiéndose de la
naturaleza migratoria humana con la cual hemos escrito muchas páginas con relatos de
vibrantes momentos históricos. Sera esta una oportunidad para generar vínculos cuya
exploración documental conjunta contribuirá y fortalecerá mis dichos.

      Aparentemente el año mil antes del presente llenó de sorpresas a todos… Los avances
en la navegación y la expansión del cristianismo modelaron cambios en la vida y costumbres
de muchos pueblos del pasado, el clima y sus circunstancias cíclicas motivaron la migración
y el cambio desde siempre ha sido una constante.

      Los Mesoamericanos experimentaron los influjos de varios e importantes cambios,
evidenciados debido a la movilidad ya fuera por eventos fortuitos de la naturaleza o el
abandono de los grandes centros poblacionales de la antigüedad americana derivado de los
cambios profundos experimentados en su sociedad. Tal vez la influencia del clima y los
efectos adversos enfrentados influirían en la producción y disponibilidad de alimentos que
afectaría hipotéticamente la gobernabilidad a nivel continental y por ello, aunado a otras
causas sucedáneas que comentaremos más adelante, derivaron en conflictos que obligaron
a la migración inclusive de pueblos enteros.

      La Antigua Veracruz, ubicada en la desembocadura del río del mismo nombre al
centro-este del país, habría de ser el centro de las actividades portuarias de la Nueva España
a partir de 1524 y oficialmente hasta 1599, aunque permanecería habitada unos años más
antes de ser abandonada. Los nuevos habitantes coloniales infringieron cambios en la vida
de todos los involucrados además de transformar profundamente los ecosistemas desde
entonces.

      Los pobladores originarios de las planicies costeras del Golfo de México no tenían la
menor idea de quienes eran los seres con quienes se encontraron en 1518 y 19, ajenos a tal
situación, vieron cómo aquellos viajeros desconocidos llegaron hasta sus adoratorios en
Huitzilapan a la orilla del rio del mismo nombre (hoy rio La Antigua), tomaron sin
autorización dos libros sagrados y profanaron el sitio buscando otras cosas de valor para
llevarse.

      Transcurridos 5 años desde entonces, es decir en 1524, el río de los colibríes es
seleccionado por los recién llegados, dadas sus ventajas estratégicas para la reubicación de
la ciudad de la Vera Cruz. Con ello acercaron y aceleraron cambios profundos al paisaje y
por supuesto en la forma de vida de sus habitantes quienes involucionarían hasta
desaparecer.

      Controversiales e interesantes discusiones se ciernen entorno a lo acontecido en el
lugar, el cual representa una de las puertas principales entre América y Europa durante la
colonia. El mundo giró siguiendo el sentido de las manecillas del reloj y el tiempo enfrentó
poblaciones disímbolas y poderosamente sorprendidas unas de las otras.

     América, lo mismo que Europa, Asia, África y Oceanía, como continentes habitados
por humanos, develan para el conocimiento una constante: la movilidad, el sentido
migratorio implícito en todas las sociedades humanas y a través del tiempo, cuyos
movimientos, gracias a la historia los podemos conocer. Inclusive aquellos episodios de
éxodo sufridos por pueblos humanos a través del tiempo podemos identificar. Pareciera
que así se ha poblado el planeta desde antaño y sigue sucediendo en la actualidad,
intercambiando idiomas, costumbres y dioses; baste reconocer la estrategia alemana y el
recibimiento de una importante población de jóvenes, algunos con cierta riqueza
económica, quienes se convertirán en los próximos alemanes-sirios de las futuras
generaciones o bien, los acuerdos internacionales de migración y selección de países
seguros para migrantes en la permanente reconfiguración planetaria, solo por mencionar
un par de ejemplos contemporáneos.

      Por diversas razones las personas vamos y venimos, algunas veces nos quedamos por
un tiempo, otras veces permanecemos en un mismo lugar toda la vida y en algunas otras
ocasiones continuamos nuestro viaje sin detenernos. Pareciera que con cada movimiento
realizado impregnamos a través de nuestros actos las vidas de los otros con quienes nos
cruzamos en el camino y viceversa. Con esta misma lógica el mundo fue entretejiendo
elaboradas filigranas de vida en las cuales se observa que cada vez que se repetían los
patrones conductuales que los visitantes presentaban, eran reconocidos y repetidos por
quienes los recibían, como muestra de afecto, de aceptación, con lo cual fueron
incorporándose a ellos como parte de las costumbres de los anfitriones.

      Las visitas de personas de otras naciones, particularmente antes del primer
avistamiento de las costas continentales conocidas por Cristóbal Colón, han generado
debates acalorados y muy interesantes, de ello existe abundante bibliografía y análisis, así
que solamente diremos que la influencia de estas poblaciones exógenas hacia las
poblaciones locales en América posiblemente generó la migración de costumbres, palabras
e instrumentos útiles en la vida de los pueblos originarios de América, cuya intensidad y
abundancia en relación a sus evidencias compite por la credibilidad entre los estudiosos, es
un tema explorado con recato no obstante, la existencia de algunos indicadores facilitan la
conjetura de no ser suficiente la influencia generada por los extranjeros como para
impactar en la vida cultural de los pueblos originarios de nuestra región, no obstante, si
existe evidencia suficiente para acreditar que hubo contacto con poblaciones exógenas
antes de 1492 en la América continental.

      Pedí opinión a un estudioso de temas históricos, mi pregunta fue acerca de las
migraciones de escandinavos a las Américas, con escepticismo y con un dejo de ironía me
contestó: Si, se de esos comentarios, parece que ha habido quien se ha atrevido a pensar
esas idioteces… el ejemplo discurre y muestra las emociones de algunos frente a los
cambios, comentaré anécdotas y ofreceré datos al respecto de las migraciones que distan
de ser anomalías de la imaginación.

     Huitzilapan, una comunidad ribereña en el centro del actual estado de Veracruz, cerca
del mar del Golfo de México, seguramente vivía sus propios dramas entorno al desarrollo
de su comunidad cuando los barcos con bandera española anclaron en Ulúa.
Aparentemente esas personas originarias, de quienes existen indicios de ocupación en su
lugar de residencia con edades que dictan 2,500 años de antigüedad, seguramente no
imaginaron que a partir de ese momento la existencia de su pueblo estaría sentenciada a la
desaparición.

     Durante el desembarco de Hernán Cortés y su tropa en 1519, al apearse en las dunas
de La gallega, sitio inmediato a la ubicación actual del puerto de Veracruz, habrían de
marcar indeleblemente el antes y el después de su arribo a las playas de Chalchihuecan,
pues hicieron cambiar el rumbo de la vida de todos los pueblos que experimentaron el
primer encuentro con los españoles.

      En esos años los europeos realizaban movimientos de liberación social, por ejemplo:
los españoles despertaban de un medievo que eclipsó su desarrollo autónomo por
centurias, se sacudieron la opresión fenicia y después el yugo romano dos mil años antes
del presente, después la migración judía y la reubicación de los pueblos barbaros, para más
tarde postrarse ante la dominación de los andaluces, mudéjares y moros otros 700 años
más… Este proceso histórico de la vida española experimentó ciertamente centurias de
vasallaje. Con este repaso pretendo destacar aspectos de su vida, con cuyos datos
posiblemente nos acerquemos a entender los pensamientos y deseos de los
expedicionarios de entonces, con ello intento dibujar el perfil de los primeros actores de
semejante historia acontecida inicialmente en las costas de Veracruz. Los españoles mismos
acababan de ser libres después del sometimiento impuesto, así que estrenaban nombre y
libertad, se encontraban eufóricos, estimulados y motivados por el éxito de sus cruzadas,
insignia de crecimiento y promesa de eternidad.

      No todos creían que el mundo era plano pero aun había quienes lo creían y
aseguraban que el mundo estaba cargado por atlantes o animales míticos, consideraban
que los renacuajos y las ranas eran especies distintas y que además aparecían gracias a la
generación espontánea no se conocía ningún tipo de vacuna o antibiótico, tampoco se sabía
que las pulgas y los mosquitos pueden ser transmisores de enfermedades mortales y esa
era la condición general del pensamiento en los países europeos, quienes además de
asearse poco eran portadores de muchas enfermedades infectocontagiosas desconocidas
en Mesoamérica, destaca que los objetivos en las vidas de la mayoría parecería que se
concentraban únicamente en la acumulación de riquezas.

       Cuando la población Centroeuropea re-nace también el interés de los aventureros…
Mucho tuvo que ver en tales cometidos los éxitos materiales de los portugueses. Su
probado liderazgo en la navegación, los diseños novedosos de sus naves y todo eso cuanto
les facilitó fabulosas fortunas obtenidas a través de sus incursiones mercantiles y sus
insidiosos saqueos.

      Con el éxito portugués y el traslado de muchas riquezas conducidas en rutas
preestablecidas y autorizadas por el Papa de Roma. Los españoles no quisieron quedarse
atrás y elaboraron planes paralelos siguiendo de cerca las rutinas emprendidas por los
mismos portugueses, quienes llegaron a bordear todo el continente africano hasta alcanzar
la India, antes que China, de donde regresaban cargados con galeones atiborrados de
mercancías valiosas como: marfil, seda, especias, perlas, jade y oro entre muchos otros…
Este fue siempre el sueño español; alcanzar una nueva ruta hacia la India con lo cual
pudieran ganarle la carrera a Portugal. Lo que no sabían era que en su intento de navegación
oceánica se toparían con un continente que parte al mundo en dos: América.

      La carrera por la conquista de las nuevas tierras estaba abierta, competían Francia,
Alemania, España, Portugal, Inglaterra, Bélgica, y Holanda, entre otros, quienes son solo
algunos de los países que vinieron a las Américas con planes colonizadores o mercantiles,
algunos lograron quedarse y aún permanecen sus descendientes, sus costumbres y sus
idiomas, otros no alcanzaron a completar su hogar americano.

       Los pensamientos y las creencias de aquellas personas se convierten en útiles
herramientas para atisbar el mundo por el cual miraban sus ojos y las emociones que
experimentaban sus pensamientos. En la virtud de la eficacia de las tradiciones que se
convirtieron en actos que al repetirse y aceptarse denotaron en su interpretación actual las
fortalezas y las debilidades de sus practicantes, procuraré ofrecer un panorama de la
idiosincrasia y relataré algunas tradiciones de los pueblos involucrados entorno al momento
del contacto colonial en 1519. Incluí en esta entrega una pequeña exploración hacia el
interior de los sorprendidos expedicionarios que encontraron nada menos que el paraíso
terrenal como ellos mismos escribieron acerca del lugar cuando llegaron sorprendidos a las
playas de La española, hoy Santo Domingo en el caribe.

      La historia americana es más grande de lo que imaginamos todos. Me permito esbozar
en una sucesión de síntesis algunos aspectos que consideré destacados para explicar el
momento y las circunstancias políticas, económicas y religiosas que imperaban en
diferentes reinos que habrían de asombrarse al encontrarse en las nuevas tierras. En esta
entrega presentare a La Antigua Veracruz frente al mundo, con lo cual intento acercar
algunos rasgos de la personalidad de los actores principales, lo que pensaban y temían los
viajeros de entonces, así como lo que esperaban de su inaudito viaje a lo desconocido.

                                                                Primavera de 2019.
Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo,
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces olvido.
El que calla, sereno
cuando hablo,
el que perdona dulce,
cuando odio,
el que pasea por donde no
estoy,
el que quedara en pie cuando yo
muera.

Juan Ramón Jiménez

  Del contacto colonial
   en Veracruz al siglo
          XXI.
Índice:

Introducción al tercer libro:

Cap. 19 Hipótesis acerca del rey-sacerdote-dios Quetzalcóatl y el conocimiento de sus
        predicciones

Cap. 20 Llegada de los españoles a Veracruz

Cap. 21 La visión mexicana acerca de la llegada de los europeos

Cap. 22 Los códices en La Antigua Veracruz

Cap. 23 Los españoles en Cempoala

Cap. 24 Inicio de la marcha hacia la gran Tenochtitlán

Cap. 25 Las cuatro villas

25. a     La Villa Rica de la Veracruz.
25. b     La Villa de Medellín.
25. c     La Villa del Espíritu Santo.
25. d     La Villa de Sancti Esteban del Puerto.
25. e     Los Franciscanos en Veracruz.

Cap. 26 La colonia española

26. a     La vida colonial en la Antigua Villa Rica de la Veracruz.
26. b     La parroquia de nuestra Señora de la Consolación. (Templo del Señor del buen viaje).
26. c     Casa de contratación de los derechos reales. (Casa de Cortés)
26. d     Primer hospital y convento, después: Escuadrón de Lanceros de
          Veracruz (Caballerizas de Santa Anna).
26. e     El cabildo.
26. f     Ermita del Señor Santiago, (La capilla de la virgen del Rosario).

Cap. 27 La Antigua Veracruz, un pueblo que cambia

27. a     El origen de la gente en el centro de Veracruz.
27. b     La migración como principal fenómeno social en Veracruz a partir del siglo XVI.

Cap. 28 Después del abandono de La Vieja Veracruz en 1610. (Siglo XVII)

28. a     Haciendas coloniales en Veracruz.
          28. a. a.- La Hacienda San José Acazónica.
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