LAMPEDUSA MOVILIDAD HUMANA DIGNA Y SOLIDARIDAD TERRITORIAL - #LAMPEDUSACHARTER #NOTABORDERTALE
←
→
Transcripción del contenido de la página
Si su navegador no muestra la página correctamente, lea el contenido de la página a continuación
#LampedusaCharter #NotABorderTale Hacia LA CARTA DE LAMPEDUSA #LampedusaCharter #NotABorderTale Movilidad Humana Digna y Solidaridad Territorial
Movilidad Humana Digna y Solidaridad Territorial I ANTECEDENTES p.4 I VISIÓN p.5 I HOJA DE RUTA p.15
CGLU. HACIA LA CARTA DE LAMPEDUSA 3 E n un contexto de transformaciones sin precedentes en el que la vida de nuestras comunidades ya no será la misma, el Pacto por el Futuro será nuestro compromiso impulsor. El movimiento municipalista reconoce que un nuevo contrato social sólo puede darse en la medida en que incluya y reconozca a todas las personas. La agenda municipalista sobre movilidad humana se fundamenta en el legado de la Carta-Agenda de los Derechos Humanos en la Ciudad, en la Declaración de Alcaldes de Marrakech y en el Manifiesto de Durban sobre la Migración. Estos compromisos globales se integran en nuestra acción y se territorializan con el trabajo de las Comisiones de CGLU y las voces regionales, concretamente la Carta de los Gobiernos Subnacionales de África sobre la Migración y la Declaración de Gaziantep. Sobre la base de estos esfuerzos, CGLU ha asumido la responsabilidad de dar forma a un compromiso mundial renovado sobre la migración y el desplazamiento que represente plenamente nuestros valores compartidos y retrate nuestra diversidad, al tiempo que se basa en nuestra fuerza transformadora como red. En el Consejo Mundial de octubre de 2020, Totò Martello, alcalde de Lampedusa y consejero político sobre el Derecho a la Ciudad y los Territorios Inclusivos, propuso trabajar juntos para renovar nuestra narrativa sobre la movilidad humana. El Consejo Político asumió el compromiso de fomentar una nueva visión basada en la inclusión y que persiga el respeto de los derechos humanos, la solidaridad y la paz. El Bureau Ejecutivo de CGLU respaldó este proceso e invitó a las diferentes partes de la red a dirigir las consultas territoriales. Este informe resume los principales hitos del proceso y las características que definen la Carta de Lampedusa, que se lanzará en octubre de 2022.
4 ANTECEDENTES: CONSTRUYENDO SOBRE EL LEGADO DEL MOVIMIENTO MUNICIPALISTA La Carta de Lampedusa es un paso más en un largo camino de esfuerzos locales y de incidencia mundial para superar los enfoques centrados en las fronteras y dar forma a una noción de ciudadanía que reconozca a todas las comunidades como vecinas y, como tales, como titulares de derechos y desarrolladoras de la comunidad. A continuación se enumeran algunos ejemplos clave de forma no exhaustiva. Carta del CEMR para la igualdad de mujeres y hombres en la vida local (2005) (Artículo 10.3): La parte firmante se compromete, en el ámbito de sus competencias, a tomar todas las medidas razonables para combatir los efectos de la discriminación múltiple o de la desventaja, incluyendo: tomar medidas específicas para abordar las necesidades particulares de las mujeres y los hombres migrantes. Carta Agenda Global de los Derechos Humanos en la Ciudad (2012): La Carta Agenda estableció un marco global sin precedentes que pide el reconocimiento del papel y las responsabilidades de los gobiernos locales y regionales en la provisión efectiva de derechos humanos para todos los habitantes de la ciudad sin discriminación. Carta de los Gobiernos Locales y Subnacionales de África sobre la Migración (2018): "Oponiéndose firme e inequívocamente a todas las formas de violencia xenófoba y discriminación contra los migrantes tanto en el continente africano como en otras regiones". Declaración de Alcaldes de Marrakech "Ciudades trabajando juntas por las personas migrantes y refugiadas" (2018): “Reafirmando que la migración sigue siendo principalmente un fenómeno urbano y local. Si bien se reconoce que la inmigración es una prerrogativa del Estado, las ciudades de todos los continentes están al frente de la gestión del impacto de la migración1, así como de la promoción de sociedades inclusivas, seguras y sostenibles. (...) Las ciudades son una fuerza para el cambio, y que nuestros esfuerzos y nuestra participación activa son esenciales para lograr los objetivos del GCM y el GCR". Manifiesto de CGLU sobre las Migraciones (2019): “Los gobiernos locales y regionales tienen un papel fundamental en la construcción de sociedades inclusivas y pluralistas, no solo catalizando el diálogo, sino también garantizando el acceso a los servicios básicos y fomentando políticas que hagan que los recién llegados sean bienvenidos. El despliegue del Derecho a la Ciudad para todas las personas desempeña un papel fundamental para no dejar a nadie ni a ningún lugar atrás y es el único antídoto contra el aumento de los discursos discriminatorios y xenófobos". 1. La migración se entiende aquí en un sentido amplio y se refiere a la movilidad Declaración de Gaziantep sobre soluciones locales a la migración y el humana en todos los desplazamiento (2019): Comprometerse a promover, profundizar y replicar a escala territorios, incluidas las poblaciones de migrantes los esfuerzos prospectivos y acelerados en una serie de comunidades a nivel mundial internos e internacionales, para la transición de la emergencia a la resiliencia, a las soluciones y al desarrollo en la los desplazados internos y externos y los refugiados. respuesta a situaciones complejas de refugio y migración.
CGLU. HACIA LA CARTA DE LAMPEDUSA 5 VISIÓN: NO VA DE FRONTERAS: SOLIDARIDAD TERRITORIAL Y DERECHOS POR Y PARA TODAS LAS COMUNIDADES La movilidad humana es un fenómeno natural y legítimo. A través de su acción sobre el terreno y su incidencia mundial, los gobiernos locales y regionales están modelando una noción de ciudadanía que se basa en la comunidad y que realmente incluye a todas las personas como vecinas en torno a los valores de la dignidad, los derechos humanos, la paz y la memoria colectiva, independientemente de su estatus. Como esfera de gobierno más cercana a las personas, los gobiernos locales y regionales han estado abordando la naturaleza multidimensional y los efectos de la movilidad humana con mandatos limitados y recursos a menudo escasos. Los impactos del cambio climático, la violencia persistente, las crecientes desigualdades y las insuficientes vías para la migración regular, afectan fuertemente a la gobernanza de la movilidad humana a nivel local. Para los gobiernos locales y regionales, la migración y el desplazamiento son más que una cuestión de fronteras, ya que estos fenómenos incluyen una variedad de flujos dentro de los países. Más allá de las tendencias de concentración de la mano de obra, la rápida urbanización y los crecientes desequilibrios territoriales, una serie de factores interrelacionados vinculados al cambio climático, las desigualdades y otras formas de opresión, exponen a partes cada vez mayores de la población a desplazarse en condiciones extremadamente duras, especialmente para aquellos grupos que han sido estructuralmente discriminados por razones como el género, la edad, la raza, la religión y muchas otras. Las mujeres y la infancia se ven especialmente afectadas por las duras condiciones que imponen algunas experiencias migratorias. Aunque la mitad de las personas migrantes y desplazadas internas del mundo son mujeres que huyen de los conflictos y la violencia, pero también de las catástrofes, sus derechos, su poder de decisión, sus retos y sus esperanzas no se tienen en cuenta en la mayoría de las políticas públicas. Los efectos adversos del cambio climático refuerzan aún más su riesgo de discriminación y violencia en los territorios de origen, tránsito y destino. Estas situaciones afectan directamente a los derechos y aspiraciones de las niñas, niños y jóvenes que se desplazan en solitario o con sus familias. Más allá de la prestación de servicios básicos y de la protección de los grupos de población más expuestos a la vulnerabilidad y a la discriminación estructural, los municipios y los territorios tienen un papel clave en la transición de los enfoques centrados en las fronteras hacia una visión de la ciudadanía centrada en las personas, sustentada en el sentido de comunidad. Independientemente del estatus administrativo, los enfoques centrados en las personas están impulsados por las nociones de cuidado, universalidad de los derechos humanos, participación y diversidad.
6 Con la Carta de Lampedusa, los gobiernos locales y regionales asumen la responsabilidad de situar la dignidad, la memoria y la paz en el primer plano de un debate que debe abordarse implicando a toda la sociedad y a todas las esferas de gobierno, de forma efectiva, con una visión renovada centrada en el poder de las comunidades y el valor de la diversidad en nuestras sociedades. Los gobiernos locales y regionales tienen un papel fundamental en la sensibilización de las comunidades. La campaña ‘No Va de Fronteras’ Como parte del proceso de la Carta de Lampedusa de CGLU, una delegación de CGLU visitó la isla italiana de Lampedusa el pasado 3 de octubre de 2021 para participar en un evento anual en honor a las víctimas del naufragio donde murieron 368 personas en 2013. En este contexto, nuestro cortometraje "Not A Border Tale" sigue el trabajo del alcalde Totò Martello y se sumerge en sus motivaciones para llevar adelante el proceso de la Carta de Lampedusa hacia un compromiso global sobre la Movilidad Humana impulsado por las comunidades. El cortometraje se lanzó en el Día Internacional del Migrante, el pasado 18 de diciembre de 2021, con una campaña mundial que recordaba que el mandato de los GLR es proteger a las personas y no las fronteras. Vea el cortometraje No va de fronteras: : www.youtube.com/watch?v=At9LI6UQYzQ PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CARTA DE LAMPEDUSA Los principios impulsores de la Carta de Lampedusa son el resultado de un proceso de cocreación en el que se identificaron, debatieron y enriquecieron los axiomas clave del legado municipalista y las agendas globales sobre movilidad humana, incluidos el Pacto Mundial para la Migración, el Pacto Mundial para los Refugiados y la Agenda 2030, con el apoyo de los órganos de gobierno de CGLU, los mecanismos de consulta y socios clave. Durante 2021 y 2022, nuestra membresía dio forma al borrador de la Carta de Lampedusa a través de las sesiones de #CitiesAreListening, las aportaciones escritas de las secciones de CGLU y las sesiones temáticas del Bureau Ejecutivo, entre otras. El texto está abierto a aportaciones y disponible para su consulta por parte de los miembros y socios de CGLU en la plataforma #UCLGMeets.
CGLU. HACIA LA CARTA DE LAMPEDUSA 7 DIGNIDAD Asistencia humanitaria y protección de los derechos humanos La migración no debe ser vista sólo como un vector de vulnerabilidad, sino como un fenómeno natural, un derecho universal y una fuente de oportunidades e innovación. Las poblaciones migrantes y desplazadas no deben ser definidas como sujetos vulnerables que deben recibir protección, ya que no es el proceso migratorio el que define las vulnerabilidades, sino las discriminaciones y violaciones de derechos humanos que sufren ciertos grupos de población a lo largo del proceso. Garantizar la dignidad y la protección de los derechos de todas las personas en todas las etapas del proceso migratorio, independientemente de los motivos que les llevan a migrar y de su situación legal, implica también proteger a quienes protegen y encontrar alternativas a la detención de migrantes y a las medidas violentas que criminalizan y estigmatizan la migración. El enfoque de derechos humanos recuerda que las desigualdades no son naturales, e incide en el poder de las políticas para abordar las causas estructurales de estas desigualdades en tanto que violaciones de los derechos humanos. También ofrece la oportunidad de revisar los sistemas de prestación de servicios públicos centrándose en las personas y de garantizar que la relación entre las administraciones públicas y los residentes sea accesible y respetuosa con los derechos humanos, fomentando la confianza de los residentes a largo plazo. EQUIDAD Acceso universal a los servicios básicos Al asumir los derechos humanos como inalienables e independientes del estatus administrativo, el enfoque del Derecho a la Ciudad defiende los servicios básicos como canales para su protección. Los gobiernos locales y regionales desempeñan un papel crucial en la inclusión de las comunidades migrantes y desplazadas. No se puede concebir un proceso de inclusión bien estructurado y eficaz sin que los gobiernos locales y regionales proporcionen servicios sociales y sanitarios, una vivienda digna, bienestar juvenil e infantil y escolarización. La inclusión y la cohesión social no tendrán lugar sin el acceso universal a los servicios básicos de forma segura e incondicional, independientemente del estatus migratorio. La implementación de los mismos a través de enfoques interseccionales es clave para incluir a las poblaciones que han sido estructuralmente discriminadas por razones de género, circunstancias económicas, estatus legal, raza, diversidad de capacidades, entre otros factores. A través de la atención integral, las políticas públicas locales promueven todos los derechos y articulan acciones de protección y acompañamiento. La inclusión implica atender las necesidades de los habitantes y adecuar a ellas la administración local y regional. Esto requiere un proceso bidireccional en el que todos los actores implicados desempeñan un papel en función de las posibilidades y el margen de actuación que tienen. En la colaboración entre las tres principales partes implicadas en el debate, a saber, los gobiernos nacionales, los GLR y los colectivos migrantes, residen numerosas posibilidades de inclusión.
8 RECONOCIMIENTO Abordar las barreras administrativas y ampliar las vías legales Las raíces de la humanidad son nómadas. Durante siglos, nuestros antepasados han migrado a través de territorios, países y continentes, enriqueciendo nuestro patrimonio cultural y co-creando nuestras ciudades y pueblos contemporáneos, convirtiéndolos en lo que son hoy. Sin embargo, hoy en día, en muchos casos, incluso para quienes se trasladan a los lugares de donde proceden sus antepasados, las barreras administrativas se imponen. Debido a ellas, muchas personas se ven privadas del derecho a explorar, a enriquecer su identidad en un territorio distinto al de su nacimiento. No hay personas ilegales. Hablar de ilegalidad es una forma reduccionista de eludir la responsabilidad hacia las personas con una identidad diferente que requieren acciones proactivas para acogerlas, incluirlas y protegerlas. Los procesos administrativos eficientes, coherentes y coordinados son clave para facilitar las vías regulares y garantizar el derecho a la movilidad, asegurando que se reflejen todas las realidades incluyendo la dimensión regional. Reconocer la diversidad como un activo y la contribución de todas las comunidades al desarrollo de las ciudades y los territorios es fundamental para avanzar hacia un nuevo contrato social. El reconocimiento también implica mecanismos de gobernanza transparentes y responsables que asuman la responsabilidad y aborden las diversas formas de discriminación y violencia que se han normalizado en nuestras sociedades, creando las condiciones para una nueva noción de ciudadanía inclusiva, solidaria y transformadora. Esto también implica reforzar la cooperación y transformar las narrativas para garantizar que la migración se convierta en una opción y no en una necesidad, generando espacios en los que la movilidad humana sea abordada de forma positiva y diferente por las comunidades de acogida y por quienes llegan, contribuyendo a desarrollar ciudades y territorios de paz. Al tiempo que impulsamos la igualdad de derechos para todas las comunidades de migrantes y desplazados en sus países y ciudades de destino, independientemente de su origen, es importante tener en cuenta la historia de la migración, asegurando que estos derechos también trasciendan en el tiempo y en beneficio de todas las generaciones. PARTICIPACIÓN Acceso a los derechos, participación política y espacio público Sin dejar de reconocer la relevancia que tienen los GLR en la prestación de servicios a los recién llegados, también es importante fomentar y hacer posible el compromiso de los residentes extranjeros en la construcción de la comunidad a través de diferentes formas de participación: el derecho a votar en las elecciones locales, diversas formas de ciudadanía local y permisos de residencia, así como diferentes formas de representación reconocida en la sociedad civil.
CGLU. HACIA LA CARTA DE LAMPEDUSA 9 Hay una diferencia significativa entre el compromiso y la participación activa. Las comunidades locales no deben limitarse a participar, sino que deben intervenir activamente en la consolidación y desarrollo de las capacidades locales para la prestación integral de servicios básicos y en las decisiones políticas que afectan a sus medios de vida. Abrir espacios y canales para que las poblaciones migrantes, desplazadas y refugiadas formen parte de la vida pública como residentes de facto, es clave para transformar la visión del colectivo como mero usuario de servicios en agente de desarrollo comunitario, especialmente cuando las políticas públicas afectan directamente a toda la vecindad. La participación también debe incluir a las asociaciones de migrantes que pueden, a su vez, identificar y dar voz y medio para que estos líderes y voluntarios migrantes generen transformaciones positivas. Los planes de desarrollo local deben contemplar e incluir de manera significativa las necesidades, aspiraciones y contribuciones de las poblaciones migrantes y desplazadas, incorporando disposiciones particulares sobre movilidad humana en los marcos de descentralización. Las poblaciones migrantes y desplazadas no deben ser vistas como una amenaza, sino como desarrolladoras de las economías locales y creadoras de conocimiento. Los enfoques interseccionales son esenciales para permitir que todas las comunidades participen en la reformulación de un concepto inclusivo de ciudadanía. La participación en los asuntos públicos locales es también un derecho fundamental y un vehículo de inclusión, especialmente a través de los mecanismos de democracia participativa y la co-creación de políticas locales. COMUNIDAD Memoria colectiva y reconocimiento de la diversidad La movilidad humana es un fenómeno natural que concierne a todas las sociedades y lugares. Por lo tanto, su gobernanza debe implicar a todo el gobierno y a toda la sociedad. En las ciudades y los territorios, las comunidades deben participar activamente en la elaboración de estrategias, la toma de decisiones y la realización de actividades que promuevan la convivencia, la igualdad y el acceso al Derecho a la Ciudad para todas las personas. Como recuerda la Carta de Roma: El Derecho a Participar Libre y Plenamente a la Vida Cultural es vital para nuestras Ciudades y Comunidades e implica la posibilidad de descubrir, crear, disfrutar, compartir y proteger. Como señala la Carta, la cultura y la memoria desempeñan un papel fundamental en este empeño como canales de expresión y redefinición de valores compartidos. La cultura es un recurso común y renovable en el que nos encontramos, aprendemos lo que nos puede unir y cómo afrontar las diferencias en un espacio compartido. Esas diferencias deben ser reconocidas y tratadas. La cultura también puede ayudar a conectar las narrativas y luchas actuales sobre la pertenencia con la memoria de los territorios urbanos, y cómo las luchas por los derechos humanos y la movilidad humana contribuyeron de forma decisiva a la creación de la ciudad.
10 Los GLR tienen la responsabilidad de promover la cohesión social y la comunicación asertiva para proteger el respeto a la diversidad inherente que aportan las personas migrantes. Las ciudades inclusivas que acogen a las personas son respetuosas y están abiertas a los rasgos definitorios, los hábitos y los rituales de cada comunidad. Crear ciudades culturalmente diversas y sociedades interculturales no es sólo un imperativo ético, sino una necesidad para la convivencia pacífica. La contribución de las personas migrantes a la economía local es esencial para el desarrollo sostenible global. SOLIDARIDAD Diálogo y acción desde el terreno Ningún Estado o territorio puede abordar la migración y el desplazamiento en solitario. Una movilidad segura y bien gobernada requiere la cooperación y una coordinación más audaz entre todas las esferas de gobierno y toda la sociedad. Cuando se producen tendencias globales, como la pandemia del COVID-19 o el cambio climático, se necesitan respuestas colectivas y coordinadas para garantizar que todas las personas, y especialmente las que más lo necesitan, reciban apoyo, protección y atención, sin dejar a nadie ni a ningún lugar atrás. Los enfoques uniformes han demostrado ser erróneos y las soluciones deben provenir del terreno, de perspectivas humanistas basadas en la solidaridad. Los gobiernos locales necesitan apoyo a diversos niveles. En el plano social, para convertir los retos migratorios percibidos en oportunidades a través de una gobernanza eficaz de la diversidad, y en el plano jurídico y financiero, para cubrir las necesidades y apoyar las aspiraciones de toda la vecindad. Es esencial implicar a los gobiernos locales en los diálogos políticos con los gobiernos centrales sobre las vías para una migración regular y segura, así como en los mecanismos descentralizados de protección de los derechos humanos. Construir puentes entre las distintas esferas de gobierno es crucial para hacer avanzar la visión municipalista sobre una nueva noción de ciudadanía acorde con los acuerdos internacionales. Los mecanismos de solidaridad y reparto de responsabilidades son fundamentales a nivel local, ya que permiten gestionar mejor los flujos de población recién llegada y reducir las presiones sobre las finanzas locales. Al mismo tiempo, es necesario mejorar las políticas de retorno para garantizar que funcionen para los individuos que desean beneficiarse de ellas. Ante la perspectiva de las migraciones relacionadas con el cambio climático que ya se han pronosticado, se impone la solidaridad inmediata, la toma de conciencia de esta realidad y el reconocimiento de nuestros límites para hacerlos llegar al ámbito nacional. Nuestros países son macrocefálicos. La movilidad tiende a converger hacia las capitales, mientras que las ciudades intermedias y las zonas rurales bien conectadas pueden acoger y ofrecer oportunidades.
CGLU. HACIA LA CARTA DE LAMPEDUSA 11 Con la Carta de Lampedusa, el marco de solidaridad territorial es una pieza central de una nueva visión en la que la movilidad funcione para todas las personas, incluyendo la cooperación de ciudad a ciudad y un mayor progreso entre países y ciudades hermanas para que ninguna persona se sienta extranjera en otra tierra. RESILIENCIA Afrontar los impactos del cambio climático y prepararse para futuros periodos de crisis Las crisis y los conflictos son frecuentes en la historia de la humanidad y provocan invariablemente desplazamientos y migraciones. Las repercusiones de las crisis climáticas se subestiman, especialmente en lo que respecta a los efectos sobre las vidas y los medios de subsistencia a nivel mundial. Hasta ahora, la movilidad relacionada con el cambio climático ha sido principalmente interna. Las tendencias actuales confirman que se trata de un fenómeno cada vez más urbano, que también conlleva movimientos transfronterizos, especialmente cuando el cambio climático interactúa con los conflictos y la violencia. Las ciudades tendrán que formular y aplicar planes integrales de reducción y gestión del riesgo de catástrofes y de acción climática que tengan en cuenta también la movilidad climática. El éxito de estas iniciativas dependerá en gran medida de la integración de los objetivos de desarrollo sostenible y de las agendas migratorias en los planes de desarrollo municipales y en los indicadores locales de migración, vinculados a las agendas globales pertinentes como el desarrollo sostenible, la reducción del riesgo de desastres y la acción climática. La perspectiva de emergencia en materia de movilidad humana debe ser sustituida por una visión más integrada que sitúe la resiliencia y la sostenibilidad en el centro. La migración no planificada a menudo genera entornos marginales de desigualdad y altos niveles de informalidad en los asentamientos humanos y el mercado laboral. Los campamentos de desplazados, los centros de detención, los centros de acogida y los refugios de emergencia en los enclaves fronterizos no sólo carecen de medios para proteger la dignidad, sino que además han demostrado no ser soluciones sostenibles.
12 COMPROMISOS IMPULSORES DE LA CARTA DE LAMPEDUSA Sobre la base de los principios mencionados, nuestra membresía asumirá con la Carta de Lampedusa las responsabilidades que conlleva la realización de esta nueva visión, que se integrará en el pilar de las personas del Pacto por el Futuro de CGLU. Este conjunto de compromisos ha sido consultado y sigue abierto a las aportaciones de la plataforma #UCLGMeets. Según el borrador actual, los gobiernos locales y regionales que adopten la Carta de Lampedusa: RECONOCEN · La migración como un fenómeno natural que da forma a nuestras comunidades y una palanca para el desarrollo equitativo, sostenible y resiliente. · La obligación moral y ética de dejar de hablar de ilegalidad e incluir y proteger a todos los residentes como vecinos, con el debido respeto y reconocimiento de sus orígenes, diversidad y situación administrativa. · El acceso universal y equitativo a los servicios como vehículo fundamental para la provisión de derechos humanos, impulsado por el papel instrumental de documentos de identidad accesibles y procesos administrativos eficientes. · La necesidad de desarrollar espacios diferenciados de debate y participación política que superen los límites administrativos impuestos por las prerrogativas estatales y regionales para abordar las condiciones de vida y las aspiraciones que ocurren a nivel local. · La migración forzada y el desplazamiento como fenómenos que deben ser abordados desde sus causas y que requieren la solidaridad de todas las comunidades. · La contribución de las comunidades migrantes y desplazadas al fomento del desarrollo económico, la solidaridad y la innovación. · La necesidad de abordar y proteger los derechos humanos en todas las fases de la migración y el desplazamiento, incluida la protección de quienes protegen. · La necesidad urgente de acabar con el racismo, la xenofobia y cualquier forma de discriminación basada en el género, la clase, la raza, la edad o la situación administrativa. · La urgente necesidad de devolver la dignidad y la memoria a quienes han perdido la vida y han sufrido violencia y privaciones en su búsqueda de una vida mejor. · El fracaso de los enfoques centrados en las fronteras que se basan en la securitización y la detención como primera respuesta a la movilidad humana y el impacto de dichas políticas en los territorios fronterizos.
CGLU. HACIA LA CARTA DE LAMPEDUSA 13 APOYAN · El legado municipalista, construido sobre enfoques territoriales innovadores y agendas políticas basadas en los derechos, como valiosos pilares que demuestran el compromiso de los GLR con los enfoques centrados en las personas para una gobernanza justa y eficaz de la migración y el desplazamiento. · El Pacto Mundial para la Migración y el Pacto Mundial para los Refugiados. · La Agenda 2030 como un valioso marco para la acción transversal multinivel hacia un futuro más igualitario y sostenible. · Otras agendas regionales y globales interseccionales con un fuerte impacto en las tendencias de la movilidad humana, y en particular las agendas climáticas. SE COMPROMETEN A · Preservar, de acuerdo con sus mandatos, recursos y capacidades, el derecho fundamental a migrar, permanecer o regresar con dignidad para todas las personas, con un esfuerzo especial para preservar los derechos de las personas más expuestas a la violencia, como las mujeres, la infancia y las comunidades racializadas. · Proporcionar acceso universal a los servicios, al espacio público y a los derechos para todas las personas y promover una participación significativa en la toma de decisiones que afectan a todos los residentes. · Potenciar la acción local y la incidencia global para promover enfoques comunitarios de la movilidad humana, consolidar una noción de ciudadanía que reconozca el poder y el papel de la comunidad en la construcción de la memoria, la confianza, la pertenencia y la dignidad, incluyendo a todas las personas independientemente de su estatus. · Revisar los vínculos entre ciudadanía, residencia y nacionalidad, así como entre cultura y cohesión social. · Evaluar las diferentes formas de fomentar el empleo de las personas migrantes, al tiempo que se exploran los diferentes enfoques para mejorar y garantizar las políticas de vivienda para este colectivo. · Reforzar la participación de las personas migrantes y residentes extranjeras en la vida local y en la construcción de la comunidad, permitiéndoles ser agentes de cambio. · Abordar las implicaciones del cambio de un modelo de participación basado en la ciudadanía a uno basado en la residencia local y regional. · Reconocer las contribuciones de todas las personas para construir ciudades diversas, ricas, innovadoras y resistentes. · Acabar con todas las formas de discriminación y construir una memoria colectiva que contribuya a reconocer, sanar y unir a todas las comunidades en torno a valores compartidos de solidaridad y paz. · Promover la solidaridad y la cooperación entre los territorios fronterizos con los territorios de origen y destino.
14 RECLAMAN · Diálogo y cooperación sustanciales con todas las esferas de gobierno y todas las partes interesadas; · La inclusión significativa de los GLR en todas las fases de los procesos políticos internacionales relacionados con la migración y el desplazamiento; · Sensibilización sobre los principios y objetivos de los Pactos Mundiales para la Migración y los Refugiados, y una mayor participación de los gobiernos locales facilitada por los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales; · Acceso a la información y a los recursos financieros para implementar de forma efectiva acciones que contribuyan a la consecución de las agendas globales · La erradicación de la criminalización de la migración, la promoción de alternativas a la detención y la mejora de la atención, especialmente para la infancia y la juventud. · Un cambio en los marcos jurídicos que implique la descentralización, la coherencia política y la flexibilidad para responder a las realidades sobre el terreno. · La ampliación de los marcos e instrumentos de protección para proteger a las personas migrantes y desplazadas, independientemente de las circunstancias o motivos de su movilidad y de su raza, color, etnia, nacionalidad y religión. · La aplicación efectiva del acceso universal a la vacunación y a la cobertura sanitaria para todas las personas, independientemente de su situación migratoria. · La política de derechos humanos como política de Estado, incluyendo a las personas migrantes y a los pueblos indígenas. · La restitución de la dignidad y la memoria de los que han sufrido la violencia y han muerto en su búsqueda de oportunidades. · Solidaridad entre territorios y comunidades para encontrar soluciones compartidas a realidades comunes. · La superación de la perspectiva de emergencia sobre la migración que ha prevalecido desde los años 90. · Alianzas globales para oponerse a la creación de "asentamientos de enclave" o campamentos, trabajando para que todas las poblaciones migrantes y desplazadas tengan derecho a trasladarse a las ciudades y pueblos intermedios que les ofrezcan medios de vida en condiciones dignas. · Intercambio de conocimientos entre ciudades y cooperación en el ámbito de la acción local intercultural para involucrar a los residentes extranjeros mediante mecanismos de aprendizaje entre pares.
CGLU. HACIA LA CARTA DE LAMPEDUSA 15 HOJA DE RUTA: PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE LA CARTA DE LAMPEDUSA Noviembre 2020: El Consejo Mundial de CGLU adopta la propuesta de Totò Martello, Alcalde de Lampedusa y Consejero Político de CGLU para el Derecho a la Ciudad y a los Territorios Inclusivos, de promover una Carta Mundial de la Migración por parte de CGLU Febrero 2021: El Secretariado Mundial de CGLU lanza el proceso de la Carta de Lampedusa en el Retiro de CGLU en un debate temático con miembros y socios Mayo 2021: Los principios fundadores y los compromisos de la Carta se consultan en una Sesión Cities Are Listening presidida por el Alcalde de Lampedusa Mayo 2021: El primer borrador de la Carta se discute en una sesión temática organizada bajo el paraguas de los Consejos Políticos sobre el Derecho a la Ciudad y Oportunidades para Todos, y es aprobado por el Buró Ejecutivo Octubre 2021: Una delegación de CGLU, encabezada por Emilia Saiz, Secretaria General de CGLU y Wajdi Aydi, vicealcalce de Sfax, visita Lampedusa para apoyar la iniciativa del Día de la Memoria del 3 de octubre, en recuerdo de los migrantes perdidos y desaparecidos en el Mediterráneo Noviembre 2021: Comienza un proceso de consultas regionales liderado por las secciones de CGLU, con aportaciones de América Latina, Europa y Asia Pacífico Diciembre 2021: Lanzamiento global de la campaña No va de Fronteras Febrero 2022: El proceso de la Carta de Lampedusa se discute y se adopta como parte de la agenda de la membresía organizada en la Reunión Anual de la Global Taskforce Mayo 2022: La Carta se discute con interlocutores internacionales en un evento paralelo durante el primer Foro Internacional de Revisión de la Migración (IMRF) en la sede de la ONU Junio 2022: El borrador final de la Carta de Lampedusa se discute y aprueba en el Bureau Ejecutivo de CGLU en Sevilla, celebrado en el marco del Foro de Migración Urbana del Mediterráneo Octubre 2022: Lanzamiento oficial de la Carta de Lampedusa
#LampedusaCharter #NotABorderTale
También puede leer