LAS ABUELAS DEL PUEBLO. PRÁCTICAS RELIGIOSAS Y AMENAZAS A LA VIDA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
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Volumen 15, Número 1, 2022, [p. 111 – p. 128]
Recibido: 21/10/2021 • Aprobado: 4/2/2022
DOI: https://doi.org/10.15359/siwo.15-1.5
LAS ABUELAS DEL PUEBLO. PRÁCTICAS
RELIGIOSAS Y AMENAZAS A LA VIDA EN
TIEMPOS DE PANDEMIA
The village grandmothers. Religious practices and
threats to life in times of pandemic
As avós do povo. Práticas religiosas e ameaças à
vida em tempos de pandemia
Nelise Wielewski Narloch1
Víctor Madrigal Sánchez2
Resumen
Este artículo explora la forma como las mujeres adultas mayores acuden a sus re-
ferencias/prácticas religiosas para buscar protección ante la amenaza a la vida en
tiempos de pandemia. Se escucharán las voces de cinco abuelas residentes en la
comunidad de Pueblo Nuevo, cantón de Garabito, Costa Rica. Sus aportes com-
partidos por medio de una entrevista serán la base que orientará el análisis. Como
punto de partida se reconoce que en diferentes momentos de la historia han existido
pandemias, lo que genera temor, negación y muerte. Se apunta que las referencias
religiosas han estado presentes como forma de reacción, soporte y fortaleza.
Palabras clave: Mujeres, adultas mayores, religión, pandemia.
Abstract
This article explores how older women turn to their religious references/practices
to seek protection from the threat to life in times of pandemic. The voices of five
grandmothers from Pueblo Nuevo community, canton of Garabito, Costa Rica, will
be heard. Their contributions shared through an interview will be the basis for gui-
ding the analysis. As a starting point, it is recognized that at different moments in
history, generating fear, denial, and death. Religious references were found to have
been present as a form of reaction, support, and strength.
1 Académica e investigadora en la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, Universidad Nacional.
Máster en Psicopedagogía y doctora en Teología por el Doctorado Interdisciplinario de Letras y Artes en
América Central (DILAAC/UNA).
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9877-6963 / Correo electrónico: nelisesm20@gmail.com
2 Académico e investigador en la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, Universidad Nacional.
Máster en Filosofía y doctor en Filosofía por el Doctorado en Estudios Latinoamericanos, UNA.
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8110-3252 / Correo electrónico: victor.madrigal.sanchez@una.ac.cr
ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482
https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/siwo 111
revistasiwo@una.ac.crGeorgia Carneiro da Fontoura - Lilian Blanck de Oliveira
Keywords: Women, elder people, religion, pandemic.
Resumo
Este artigo explora a forma como as mulheres idosas recorrem a suas referências/
práticas religiosas para buscar proteção diante da ameaça à vida em tempos de
pandemia. Serão escutadas as vozes de cinco avós residentes na comunidade de
Pueblo Nuevo, cantón de Garabito, Costa Rica. Suas contribuições partilhadas por
meio de uma entrevista serão a base que orientará a análise. Como ponto de partida
se reconhece que em diferentes momentos da história existiram pandemias; o que
gera temor, negação e morte. Observa-se que as referências religiosas têm estado
presentes como forma de reação, suporte e fortaleza.
Palavras-chave: Mulheres, idosas, religião, pandemia.
Introducción En este trabajo, la atención está
puesta en un grupo de mujeres adultas
Las pandemias han existido en di- mayores. Son entrevistadas sobre cómo
ferentes épocas de la historia humana, perciben la pandemia, cómo han sido
amenazando la vida. La más reciente afectadas, cuáles son las adaptaciones
pandemia de COVID-19, provocada realizadas y cómo afrontan las amena-
por la propagación del virus SARS- zas a la vida por medio de sus referen-
CoV-2 ha dejado su rastro de muerte y tes religiosos. Se infiere que, entre estas
desolación, pese a los avances científi- mujeres, la pandemia ha sido una opor-
cos de la actualidad. Las personas adul- tunidad para reflexiones profundas so-
tas mayores pasaron a ser señaladas bre el cuidar, cuidarse y dejarse cuidar.
como parte de los grupos etarios con
mayor vulnerabilidad para ser conta- El diálogo con las participantes
giadas. Para esta población, el entrete- fue realizado en el mes de agosto del
jido social desigual encubre cuestiones 2021. Cinco mujeres mayores, residen-
más profundas como la discriminación, tes en Pueblo Nuevo, con responsabili-
los estereotipos y una afectación des- dad de cuido, fueron visitadas e invita-
igual y diferenciada. Estos, sumados das a dialogar. Dos criterios utilizados
a la emergencia sanitaria, acentúan la para seleccionar a las entrevistadas
exclusión y marginación de las perso- fueron el conocimiento de su entorno
nas mayores, recayendo de forma acen- y ser de las primeras pobladoras de la
tuada en las mujeres. La imposición de comunidad que aún viven.
roles y la desprotección por parte del
Estado las han invisibilizado y aumen- La espontaneidad nunca se perdió
tado las desigualdades acumuladas. durante el diálogo. En primer lugar,
fue elaborada una ficha sociológica
de cada participante, con preguntas
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relacionadas con sus datos personales, construyen significados a la vida co-
familiares y socio económicos. En se- tidiana. Es la síntesis de un recorrido
guida, el diálogo fue guiado por pre- de vida capaz de indicar direcciones a
guntas redactadas en forma de entrevis- quienes vienen por el camino: “Los an-
ta semiestructurada: ¿Cómo se protege cianos son hombres y mujeres, padres
contra el COVID? ¿Qué ha cambiado y madres, que estuvieron antes que no-
en su vida cotidiana? ¿Qué papel tiene sotros en el mismo camino, en nuestra
Dios en su vida? ¿Qué le pide a Dios? misma casa, en nuestra diaria batalla
¿Qué es lo que causa más temor en re- por una vida digna. Son los abuelos los
lación con la pandemia? ¿Qué piensa transmisores de los valores a sus nie-
cuando recibe noticias de personas fa- tos” (Papa Francisco, p. 62#, 2016).
llecidas por el COVID? ¿Cómo usted
piensa/ve la muerte y lo que viene des- Es necesario aclarar que, pese a la
pués de la muerte? propuesta de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), de incluir la vejez
Favoreció el dinamismo de las vi- en la clasificación internacional de en-
sitas el hecho de que las personas in- fermedades (CIE) a partir del 2021, se
vestigadoras también eran vecinas del considera en este trabajo que las perso-
barrio; esto permitió un diálogo basado nas mayores tienen la misma plenitud
en la amistad y confianza mutua. Los que todas las demás edades. Esto signi-
insumos recopilados fueron revisados fica “percibir la vejez desde la capaci-
y su síntesis fue agregada al cuerpo de dad que tiene la persona (en edad avan-
la investigación; se optó por no dividir zada) de procesar la experiencia social
los relatos en segmentos utilizando las (en el ámbito individual y colectivo),
citas en el texto. Posteriormente, para para diseñar maneras de lidiar con la
el análisis se utilizaron algunas expre- vida, aun bajo las formas más extre-
siones claves de las participantes cuyos mas” (Vásquez Palacio, p. 332#, 2021)
nombres son reales y los apellidos fue-
ron mantenidos en la confidencialidad. Por otro lado, es importante re-
calcar que la vejez es una etapa de la
Cabe destacar que la vejez, des- vida, dinámica y en constante resigni-
de una perspectiva conceptual, es ficación. Del mismo modo son las vi-
comprendida desde una construcción vencias y experiencias religiosas. Son
social, no aislada de otras etapas de experiencias situadas en una edad, un
la vida, considerando la singularidad contexto y un tiempo específicos de
de vivencias. Los contextos socia- quien las vive. Por esto, reciben signi-
les toman importancia, pues a partir ficados distintos de acuerdo con cada
de ellos las personas adultas mayores situación, vivencia y entorno. En este
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orden de ideas, las prácticas religiosas Jacó es una zona en desarrollo. Es
son entendidas como herencias cultu- la cabecera del cantón, tiene el turismo
rales, mutantes y diversas. Para com- como principal aporte a su economía,
prenderlas, se hace necesario ubicar- necesita mano de obra de personas na-
las dentro del contexto de quienes las cionales y migrantes para atender al
viven. Por esta razón, más que actuar flujo turístico que viene a vacacionar a
como un efecto “paliativo” o “restau- las playas del litoral. La pandemia del
rador” de las circunstancias difíciles COVID-19 produjo una afectación di-
de la vida, como son las enfermedades, recta y violenta. El cierre de hoteles y
duelos, la soledad y la vulnerabilidad, restaurantes repercutió de forma inme-
las experiencias de fe aportan sentido diata en la población y el desempleo fue
a estas circunstancias. Permiten a la una de las consecuencias más trágicas.
persona creyente “cargar y encargarse Los informes sobre la pandemia indi-
de su propia vida” (Sobrino, p. 454#, can que el cantón de Garabito, al final
1994). Por este motivo, en este traba- del mes de setiembre del 2021, presen-
jo no hay interés en construir teorías taba los siguientes datos: casos activos
sobre la religión sino abordar desde 741, fallecidos 29, casos recuperados 3
las prácticas religiosas de las personas 148. (Ministerio de Salud, 2021)
creyentes.
Las reacciones fueron muchas.
1. Contextos plurales, amenazas y Por parte del gobierno, se destacan la
reacciones publicación de comunicados de prensa
por el Ministerio de Salud (MS). Del
La presente investigación basa su 20 de enero al 27 de mayo del 2020,
análisis a partir de contextos históri- por ejemplo, se publicaron 106 comu-
cos y geográficos distintos y plurales. nicados, que se divulgaron también por
El primero se ubica en Centroamérica. televisión nacional. Los contenidos de
Pueblo Nuevo, un barrio del municipio estos comunicados tenían como énfa-
de Jacó, está localizado en la zona cos- sis datos demográficos sobre el núme-
tera del cantón de Garabito, provincia ro de contagios por el COVID-19 y los
de Puntarenas. La población del can- lineamientos dictados por parte de esta
tón, según el último censo de la década instancia gubernamental para afrontar
del siglo XXI, es de aproximadamente la situación. De esta forma, hasta las
20 000 habitantes, con 1 086 perso- poblaciones más alejadas tuvieron ac-
nas con más de sesenta años (INEC ceso a estas informaciones, que pasa-
2011-2021). ron a formar parte de la vida cotidiana
de la población costarricense.
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Por parte de la población local, Debe tenerse presente que la oferta de
las reacciones hacia los lineamientos salvación es un dato central para las
fueron varios, desde el desacato hasta religiones. Así, el punto de partida del
la disciplina. Otra reacción fue aferrar- documento y de la doctrina sobre el su-
se al recurso de la espiritualidad y las frimiento es tomado de Pablo de Tarso.
prácticas religiosas. Se intensificaron “Suplo en mi carne —dice el apóstol
las intenciones particulares por oracio- Pablo, indicando el valor salvífico del
nes a familiares enfermos, manifesta- sufrimiento— lo que falta a las tribu-
das en las celebraciones dominicales laciones de Cristo por su cuerpo, que
transmitidas por las redes sociales. es la Iglesia” (Col 1, 24). La doctrina
También en los mensajes de los medios sugiere que el dolor y la enfermedad
electrónicos, emitidos por los celula- en el cuerpo de las personas creyentes
res, se percibía un sinfín de súplicas se constituye en una prolongación de la
a santos y entidades religiosas para el pasión de Cristo. El sufrimiento, por lo
fin de la pandemia. Cabe enfatizar que tanto, vincula y asocia la pasión salví-
los teléfonos celulares fueron uno de fica de Cristo y no debería ser rechaza-
los medios tecnológicos más utilizados do sino acogido.
durante este tiempo, especialmente por
las reglas de aislamiento familiar entre Este dato introduce al segundo
las personas. Por medio de mensajes contexto. La ubicación es Europa, con
de voz o escritas, las personas inter- el surgimiento de las órdenes mendi-
cambiaban saludos, deseos de mejoras, cantes en el siglo XIII, especialmente la
noticias de familiares recuperados y orden franciscana, en Francia. Esta ins-
frases de consuelo y esperanza. titución religiosa introdujo una forma
de piedad popular en la cual se exaltan
La reacción religiosa ante las pan- los dolores y la sangre de Cristo derra-
demias no es un dato novedoso, como mada en el camino del Calvario y por
tampoco lo es la asociación del dolor su muerte en la cruz. Este tipo de reli-
y el sufrimiento con la expiación o la giosidad se expandió por todo el conti-
salvación. Desde esa perspectiva, la nente europeo a través de asociaciones
pasión de Cristo es la acción paradig- laicales, hermandades y cofradías.
mática de la espiritualidad cristiana. El
papa Juan Pablo II en una carta apostó- La peste negra en Europa, en el
lica emitida en el año 1984 sobre el su- siglo XIV generó una reacción desde
frimiento humano parece sintetizar la el fanatismo religioso al que se debe
doctrina católica en el título mismo del hacer referencia de forma obligada.
documento: Salvifici doloris. Es decir, La pandemia se entendió como un
el sufrimiento tiene un valor salvífico. castigo divino debido a los problemas
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existentes en esa época, como la co- embargo, esas formas de religiosidad
rrupción en la Iglesia, los desastres na- persistieron en las prácticas populares.
turales y el surgimiento de enfermeda- El pintor español Francisco de Goya in-
des hasta ese momento desconocidas. mortalizó en 1819 un óleo con el nom-
La cristiandad europea reacciona con bre “Procesión de flagelantes”, lo cual
procesiones de ciudad en ciudad, por pone en evidencia la continuación en el
las calles y frente a las iglesias. Multi- tiempo de la piedad penitencial.
tudes de personas de todas las edades
se autoflagelaban e imploraban perdón Importa, y por diferentes razones,
a Dios y salvación para sus almas ante conocer el razonamiento sobre la pan-
el inminente castigo. El movimiento demia. Se asumió la peste como castigo
asumió diversos matices, tuvo altos y divino y pronto se asoció el dolor y la
bajos, mucha aceptación popular en di- tragedia de la muerte de millares de per-
versas regiones de Europa. sonas con los sufrimientos de la pasión
de Cristo. La enfermedad fue entendida
Otro ejemplo de reacción aconte- como un castigo reparador y expiatorio
ció en Perugia, en 1260. El clima era necesario para una suerte de purifica-
de descomposición social, expectativa ción del mundo. Por ejemplo, en las
y desesperación por el fin del mundo. procesiones se popularizaron himnos y
“Entonces apareció un famoso eremita cánticos alusivos a la pasión de Cristo
de Umbría, Raniero Fasani, que orga- al tiempo en que la flagelación de sus
nizó una hermandad de Disciplinati di torsos desnudos les hacía sentir y fluir
Gesù Cristo, que se extendió con ra- el dolor y la sangre (Vandermeersch y
pidez por el centro y norte de Italia” Dominguez García, 2004).
(Toke, párr.2, 1909). El movimiento,
de carácter laical, llegó a contar con Es una época en donde no se ha
el apoyo del clero e incluso del papa desarrollado la idea de la autonomía de
Clemente VI en 1348. Sin embargo, el las realidades terrenas y está en auge la
movimiento movilizador de grandes creencia generalizada de que la divini-
multitudes salió del control del clero y dad es la responsable directa por lo que
fue catalogado como herejía. le sucede a la humanidad. De manera
que la terrible expansión de la peste
En España, las procesiones noctur- no puede tener otra explicación más
nas de flagelantes realizadas el Jueves que la de que alguna conducta humana
Santo fueron prohibidas por los excesos ha desatado la ira de Dios. Y la ira de
registrados. Una orden de Carlos III, Dios debe se aplacada replicando los
emitida en 1777, prohibió esa forma de dolores de la pasión de Cristo. No se
piedad popular (León Vegas, 2009). Sin trata de adquirir hábitos de higiene o
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limpieza sino de limpiar el alma, es reacción de la Iglesia Católica en rela-
decir, de arrepentimiento, penitencia y ción con la pandemia del Covid 19 fue
expiación del pecado. en el mismo sentido. La Virgen Reina
de los Ángeles, la patrona del país, se
Otra actitud delante de la enfer- le retira de su santuario en la ciudad de
medad pandémica generada desde Cartago y se traslada en sobrevuelos
la religiosidad popular católica es la en avioneta y helicóptero por el terri-
aproximación física y simbólica a las torio nacional. El recorrido se realizó
imágenes de los santos como represen- en dos ocasiones: en marzo y en mayo
tación sagrada de sanidad. La situación del 2020. Sobre la motivación de esos
presentada en el siguiente texto nos re- sobrevuelos, Francisco Arias, sacerdo-
mite al contexto del Estado de Bahía te rector del santuario manifestó: “Es
de todos los Santos de Brasil durante un vuelo de esperanza, un vuelo de
el azote de la gripe española de 1918 confianza de que en medio de estas si-
a 1919. tuaciones tan difíciles que vivimos en
nuestro país y en el orbe entero, vamos
Em tempos de epidemia, quan- a salir adelante poniendo el granito que
do todas as preces não pareciam nos corresponde y confiando plena-
ser suficientes e a gravidade do mente en Dios” (Lara, párr.4 . #, 2020)
momento exigia um contato mais
próximo com o sagrado, as imagens
dos intercessores celestes desciam Nótese, la inversión de la prácti-
dos altares e eram colocadas no ca de la romería al santuario por causa
corpo das igrejas, aproximando-se de la pandemia. Por razones sanitarias,
mais da adoração e das súplicas dos los templos permanecieron cerrados y
fiéis. Entre os devotos, a sensação la romería fue cancelada en los años
de proximidade física com os ele-
2020 y 2021 para evitar la gran con-
mentos do sagrado aumentava a ga-
rantia de proteção divina contra as centración de personas; en su lugar,
doenças. (Souza, 2010, p. 57) quien realizó la romería fue la vene-
rada imagen por todo el territorio na-
Bajar los santos de los altares y cional. El sacerdote Arias se refirió a
colocarlos en el centro de los templos la cercanía de la patrona con los fieles,
los aproxima a los fieles, los hace más así como la posibilidad de que recibie-
accesibles a las plegarias desesperadas ran la bendición de la imagen.
por la recuperación de la salud.
2. Voces de las abuelas del pueblo
Volviendo al contexto de Cen-
Analizar las reacciones que han
troamérica, en Costa Rica, cien años
tenido las abuelas del pueblo en la
después de la mención a Bahía, la
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pandemia va más allá de cualquier nombre. Se casó a los 14 años y con-
intención de comparación con las re- vivió con su primer esposo por 8 has-
ferencias históricas y genéricas del ta que una noche presenció su muerte
pasado, expuestas en el apartado ante- de forma violenta. Fue atacado en su
rior. Significa visibilizar la experiencia propia casa, por conflictos de tierra.
personal que han tenido estas mujeres Con su segundo esposo tuvo cuatro
y evidenciar que han acatado los proto- hijos, todos viven en la misma pro-
colos de salud. Del mismo modo, no se piedad. Emérita habita en una casita
han alejado de sus referencias y prácti- sencilla, recién remodelada gracias a la
cas religiosas. Esto pone de manifiesto ayuda de los hijos y algunos vecinos.
que la fe y las prácticas religiosas van Su marido recibe una pensión como
de la mano con otros cuidados: esto trabajador agrícola y de construcción
aporta sentido a su vida cotidiana. A que apenas les alcanza para sus gastos
continuación, se presentará una sínte- mensuales básicos.
sis de los relatos de cada mujer parti-
cipante, tratada apenas por su primer Se considera una mujer muy reli-
nombre, dentro de una perspectiva éti- giosa y vive su fe acompañada de sím-
ca de la investigación. bolos y gestos cotidianos. Todas las
paredes de su casa están adornadas con
2.1 “No entre, adultos mayores imágenes de santos y santas. También
en cuarentena” tiene un altar con fotos de vecinos fa-
llecidos, velas, estampillas y el rosario.
¿Qué hago yo con andar con la
mascarilla en la boca, y lavándome
“Todos los días antes de levantarme yo
las manos, si no tengo la fe en Dios hago una oración, pido al Señor por
que me va a cuidar, porque él es el ellos (los hijos), y a cada uno que pasa
único? (Emérita, entrevistada el 14 por aquí le echo la bendición”.
de agosto del 2021)
Sobre el COVID, indica que des-
El letrero en el portón de la casa de que empezó la pandemia no volvió a
de Dona Emérita es claro y contunden- salir de la casa, solamente lo necesario,
te, capaz de alejar cualquier persona como visitas a la clínica o caminatas por
extraña. Nacida en Lepanto, península las mañanas. Fue vacunada, usa siem-
de Nicoya, Emérita vino a vivir a Pue- pre la mascarilla y no le falta el alcohol
blo Nuevo cuando cumplió 6 años. De en la casa. Aun así, considera no haber
piel clara y baja estatura, no duda en sido infectada gracias a Dios, dando a la
afirmar que ha sido una mujer muy tra- divinidad un papel de cuidado y protec-
bajadora. Nunca fue a la escuela, aun- ción en su vida: “Yo le pido a Él tanto
que su sueño era aprender a escribir su por mí, como por mis hijos, para que
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nos tenga bien. Le doy gracias por todo Me imagino que después que uno
lo que yo puedo pedirle, por la salud de muere la tierra se va a limpiar. Así
mis hijos. Yo le pido: Señor, sana a mis dice la Biblia, va a venir otro mun-
do limpio, esto es lo que me han di-
hijos, sánanos de esa enfermedad…”
cho. Esto es como una suciedad, un
pecado, y la tierra se va a limpiar.
Durante el diálogo, menciona no (Cecilia, entrevistada el 14 de agos-
sentir miedo del COVID, pues afir- to del 2021)
ma que ya ha vivido lo suficiente. No
teme a la muerte. Teme más por sus En la entrada de la casa está el
hijos, nietos y nietas que todavía tie- altar construido con piedras, con la
nen mucho que vivir. Cuando recibe virgen de Los Ángeles en el centro.
una noticia de alguien que murió por Oriunda de San Pablo de Turrubares,
COVID, se pone triste como si fuera Cecilia llegó a Jacó recién nacida.
de su propia familia. Cuando escucha De sus recuerdos de niña, cuenta que
en los noticieros sobre el aumento de trabajó lavando ropa en el río, pican-
los casos, suele decir: “El Señor sabe do leña, pilando arroz y cocinando
lo que hace” para muchas personas. Nunca tuvo la
alegría de escribir su propio nombre,
Sobre los roles de cuidado, a veces como ella mismo indica, pues no fue a
le piden cuidar de algún nieto, otras la escuela. Su familia era grande, cuen-
veces es ella quien necesita la ayuda o ta que tuvo veinticuatro hermanos de
compañía de sus nietas. Menciona una una sola madre.
en especial que la atiende sin reser-
vas, en cualquier horario que necesita. Narra la forma como se unió a su
También menciona el cuidado dedica- único esposo, cuando tenía apenas tre-
do al marido, ya que envejecen juntos. ce años: “mi madre me regaló cuando
Le preocupa el hecho de que la vejez le tenía trece años, a cambio de una ven-
dure mucho todavía y expresa esta pre- tana para poner en la casa. A los cator-
ocupación con la siguiente frase: “Le ce años me quedé embarazada. Tuvi-
pido al Señor que no me tenga mucho mos siete hijos, tres hombres y cuatro
tiempo, así como estoy, ya no puedo mujeres”. Actualmente vive en su pro-
caminar sola. Somos un adulto mayor pia casa, acompañada por su esposo,
cuidando al otro”. su hijo y la nuera con un bebe. Indica
que ni ella ni el marido son pensiona-
2.2 Un altar de bienvenida dos. sus escasos recursos económicos
provienen de la ayuda recibida por sus
No temo a la muerte y no he tenido
esta cosa del COVID en la cabeza. hijos e hijas.
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Con la llegada de la pandemia, tuvo del Señor. Yo no sé estudiar ni nada,
mucho miedo, pues sufre de epilepsia pero escucho la voz de Dios”. No pide
y toma medicamentos con receta mé- solo por sí misma, sino también por sus
dica. Sigue las indicaciones para usar allegados: “Yo lo único que le pido a
la mascarilla y no acercarse a la gente, Dios de corazón es que me ayude, pro-
evita tocar en los lugares y lava más fre- teja y que no les vaya a pasar nada a
cuentemente la mano con agua y jabón. mis hijos y a todos los hermanos”.
Sobre cuidar y ser cuidada, cuenta que
tiene más de doce nietos y nietas, pero Su confianza en la protección di-
no se hace cargo de ninguno de ellos. vina le ayuda a disminuir sus temores
Se ocupa de los oficios domésticos y la ante la situación de pandemia. “No
atención a su marido. Recibe apoyo de tengo miedo de nada, porque Él nos va
una de sus hijas, que la acompaña espe- a proteger y a cuidar”. Cecilia, aunque
cialmente a sus citas médicas. expresó que no cree que la pandemia
sea un castigo divino, sin embargo, re-
En la entrada de su casa hizo cons- laciona la enfermedad con suciedad:
truir un altar con una gran imagen de la “Ahora el mundo está sucio, porque la
Virgen de los Ángeles. Al interior de la gente no cumple la ley de Dios. Aho-
casa tiene otras imágenes y símbolos re- ra los muchachos buscan el camino
ligiosos que se apresura a mostrar. Ella malo. No respetan a sus madres, hijos
cuenta lo siguiente: “Adentro de la casa que matan a sus padres, se pelean”.
tengo la imagen de la Negrita. Afuera La narrativa parece decantarse por la
también la tengo en mi altar. Yo tuve la perspectiva de que la pandemia sí es un
enfermedad de los ataques epilépticos, castigo divino y tendría una función de
y ella me curó de mi enfermedad. Por limpieza o purga por las transgresiones
esto no puedo abandonarla. Por esto es- del mundo actual.
toy protegida en la pandemia”.
2.3 Por aquí llegó el virus,
Cecilia tiene la costumbre de par- pero no se quedó
ticipar en las misas en el pueblo y se
Pedí a Él cuando estuve enferma:
considera una persona con mucha fe. dame fortaleza, necesito ayuda... no
Reza cuando se despierta y cuando se quiero que nada me pase. (Ofelia, en-
acuesta: “Cada vez que me levanto de trevistada el 15 de agosto del 2021)
la cama pido a Dios, de noche y de día,
porque Él lucha por todos nosotros. Ofelia pasó a vivir en Pueblo Nue-
Nos hemos apartado de Él, porque pen- vo después de unirse en matrimonio
samos cosas malas. Debemos pedirle con su esposo, actualmente fallecido.
las gracias a Él, no abandonar la casa Se contagió con el COVID en mayo del
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2020, por medio de parientes que viven Sobre su lugar y papel en la fa-
en la misma casa. Comenta que al prin- milia, asegura sentirse una abuela fe-
cipio fue apenas la tos, no tenía dolor liz con la compañía de sus nietos, que
de cabeza ni fiebre. Tuvo un accidente viven en casas vecinas. Manifiesta su
en la casa, se cayó y se fracturó una gratitud de forma particular a una nie-
mano. Fue llevada al hospital de Pun- ta, que la considera como hija: “Ella
tarenas y allá descubrieron que tenía el me cuida aquí en la casa, me trae la
COVID. Recibió tratamiento durante medicina”. Últimamente piensa más
dos días y fue enviada a un albergue sobre la muerte, generada principal-
para personas con COVID. Cuenta que mente cuando ve noticias por televi-
allí pasó los momentos más difíciles, sión sobre personas entubadas en los
especialmente cuando escuchaba sobre hospitales: “me da miedillo, pero digo,
las muertes de personas enfermas por el Señor sabrá…”
el virus. Así lo describe: “El COVID
le dio primero a la más negrita, y des- 2.4 El jardín terapéutico
pués a mi mamá, después seguí yo. Fue
“No tengo objetos sagrados de nin-
muy duro para mí, escuchando que se guna especie, porque a Dios lo lle-
murió un fulano, se murió otro, pero vo en mi corazón. He estado acos-
lo soportamos y aquí estamos echando tumbrada, en mis oraciones no oro
pa’lante” el Padre Nuestro, porque no me lo
sé, pero le pido a Dios con mis pa-
Del contagio no le quedó ninguna labras que me bendiga”. (Olga, en-
trevistada el 15 de agosto del 2021)
secuela. Ahora, cuando relata su histo-
ria, afirma que se recuperó gracias al
Señor. Confía en que Dios es el que Su registro de nacimiento indica
le concedió salud y fortaleza. Tiene la que nació en Playa Herradura, pero
costumbre de orar y pedir por sus hi- Olga dice haber nacido en la capital,
jos, nietos y bisnietos. Confiesa que San José, donde vivió por veinte años
todavía siente temores en relación con durante su primer matrimonio. Actual-
la pandemia: “Como yo soy mayor, mente vive en Pueblo Nuevo junto a su
verme en un hospital con una maguera, compañero, fruto de su segundo matri-
esto me provoca mucho miedo. Pido monio. Tiene su casa propia y otras ca-
a Dios que me proteja, que me salve sas de alquiler. Afirma no recibir mu-
de esta situación, a mí y a toda mi fa- chas visitas, pues sus hijas viven lejos,
milia. Me da mucho miedo caer en la en la capital.
cama sin saber cuánto tiempo estaré
allí agonizando”. Debido a su trayectoria de vida,
no se ha pensionado. Sus recursos
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económicos provienen de la pensión externos. “No tengo objetos sagrados de
del esposo y de los alquileres que recibe ninguna especie, porque a Dios lo llevo
mensualmente. Estos aportes permiten en mi corazón. He estado acostumbrada,
que ofrezca mensualmente una ayuda en mis oraciones no oro el Padre Nues-
económica a sus hijas: “Hicimos las ca- tro, porque no me lo sé, pero digo a Dios
sas con un propósito, heredar como pen- con mis palabras que me bendiga”. Mi
sión a los hijos. Especialmente las mu- espacio sagrado es mi jardín.
jeres que nunca van a tener una pensión.
Por eso vamos a dejarles las casas”. 2.5 Una propiedad familiar
No tengo miedo de nada, porque solo
El aislamiento fue la primera ac- Dios sabrá qué le va a pasar a los pe-
ción que Olga asumió cuando se decla- cadores en esta tierra. (Rosario, en-
ró la pandemia. Manifiesta que se tuvo trevistada el 14 de agosto del 2021)
el cuidado de no salir de su casa duran-
te los primeros meses, y pidió ayuda Rosario nació en Jicaral de Pun-
a sus inquilinas para hacer sus manda- tarenas, y llegó a Pueblo Nuevo cuan-
dos. Después empezó a salir de la casa to tenía cinco años. Tiene casa propia
solo en caso de emergencia, siempre donde vive con tres hijos, un hermano,
utilizando la mascarilla y el alcohol, dos nietos y un yerno. A la par de su
inclusive después de haber recibido las casa vive otra hija con su familia. No
dos dosis de la vacuna contra el CO- es una propiedad grande, pero es fami-
VID-19. Se considera una mujer muy liar, pues tiene espacio para que sus hi-
activa y saludable, gracias a su jardín jos e hijas convivan de forma cercana.
terapéutico: “En el tiempo de pande- Rosario es pensionada por el régimen
mia, cuando todos estaban depresivos no contributivo, y recibe una ayuda
en la casa, yo tenía mucho que hacer. complementaria del centro diurno de
Yo siembro en mi casa, tengo mi jar- la localidad.
dín y mis matas de diferentes especies.
Allí yo me distraigo, más bien trabajo Utiliza la mascarilla apenas sale
demasiado, esta es mi pastilla natural. de la casa para ir a la clínica. Ya reci-
No me considero una abuela sedenta- bió las dos dosis de la vacuna contra
ria, tengo demasiado trabajo y todo el el COVID-19 y se siente protegida. No
tiempo estoy haciendo algo”. utiliza ninguna medicina casera, aun-
que menciona que “les tiene fe”. “Yo
En el ámbito espiritual, Olga se pido al Señor que nos cuide para que no
considera una persona que practica la tener esa enfermedad”. Para Rosario,
religión a su manera y en la intimidad de Dios le proporciona alivio y sanación:
su hogar, sin necesitar muchos símbolos “Él es nuestro Señor, el que quita los
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dolores, pido a Dios que me sane y que En este orden de ideas, la ima-
me perdone todo lo del pasado, lo que gen o representación de la divinidad
he hecho”. También busca, en tiempos que prevaleció entre las personas en-
de pandemia, la protección divina: “Yo trevistadas se refiere a la de aquel ser
tengo toda la fe en el Señor, que hasta protector y cuidador de la salud de sus
ahora me ha cuidado, y seguirá cuidán- fieles. Ante el temor y la incertidumbre
dome. Dios nos ayuda en todo, porque de un tiempo marcado por el avance de
ÉL nos depara para comer, como vivi- la enfermedad en la que se llegó a re-
mos; entonces, yo tengo toda la fe en el portar en el país más de tres mil nuevos
Señor que esta enfermedad irá pasar”. casos en un solo día y 107 muertes, la
respuesta de fe se manifestó en un sen-
Sobre sus prácticas religiosas, in- timiento de confianza y de esperanza
dica que participa una vez a la sema- (Agencia EFE, 2021).
na del culto en una iglesia evangélica,
acompañada por su hermano. Deposita 3. La fe y el cuidado
allí sus temores, encargando la protec-
ción a sus nietos y bisnietos. Así ma- El interés depositado en analizar
nifiesta: “En la pandemia me da temor las prácticas religiosas en tiempos de
por causa de los niños, porque, ¿qué va amenaza a la vida lleva a conocer que
a saber un niño sobre esto?, ¿cómo se la emergencia sanitaria del COVID-19
van a curar? Me da miedo por ellos. Si ha traído cambios en la vida cotidiana
les duele algo no nos dicen. En ellos de las mujeres adultas mayores de Pue-
sí yo pienso, pero en mí no, porque ya blo Nuevo. Sobre las formas de protec-
Dios sabe que he sido pecadora, soy ción asumidas por las participantes,
una persona vieja…” queda evidente que todas han asumi-
do con responsabilidad los protocolos
Como se pudo percibir en los re- emitidos por el gobierno. Sin embargo,
latos de las mujeres participantes, con- es notorio entre las entrevistadas, con
vivir con el COVID-19 pasó a ser el la excepción de Olga, el gran fervor
nuevo desafío en su vejez. En cuanto religioso, la confianza y convicción de
a la reacción religiosa generada por que Dios las cuida, protege y bendice.
la pandemia, pareciera que fue tanto Resulta interesante percibir la persis-
relacionar el origen de la enfermedad tencia en el imaginario religioso de
como un castigo divino, sino que se algunas de las entrevistadas la idea de
enfocó en dar un sentido de esperanza castigo divino relacionado con la en-
y protección ante el peligroso avance fermedad, como los datos históricos
de los contagios y defunciones ocurri- ocurridos en el siglo XIII.
das en los meses recientes.
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Por ejemplo, para Emérita, no es entre ellas prácticas religiosas distintas
suficiente la aplicación de las medidas o fuera del común de las que ya eran
de higiene, como el uso de mascarilla parte de su cotidianidad. Lo que estas
y el lavado de manos si no se cuenta mujeres dejan entrever es una convic-
con la fe en Dios “que me va a cuidar”. ción profunda de que Dios está presen-
Su testimonio parece decir que la apli- te en el interior de cada persona. Sin
cación del protocolo sanitario no es embargo, pese a esta imagen divina
indispensable y si lo aplica es debido con características protectoras, existe
a la presión social, pero bastaría la fe también el temor a un Dios implaca-
absoluta en el Dios que cuida para salir ble y castigador, que persigue y pune
a la calle. La lectura religiosa que rea- la humanidad por causa de la mancha
liza Emérita del hecho de no haber sido del pecado. En esta dirección, existe la
contagiada del virus del COVID-19 no percepción de quienes, en la vejez, car-
se debe a que haya recibido dos dosis gan con un pasado pecador.
de la vacuna, ni al confinamiento ge-
neral y demás protocolos preventivos, Es interesante notar que, pese al
sino que lo considera una dádiva divi- miedo del contagio y la amenaza de la
na; por lo que muestra gratitud al Dios muerte, existe una abnegación entre las
al que todos los días le dirige sus plega- abuelas: “Yo ya estoy vieja, temo por
rias. Por otra parte, Ofelia, la única de ellos, mis nietos”. Se evidencia entre
las personas entrevistadas que fue con- las abuelas una mayor preocupación
tagiada por el virus, y quien recibió tra- por sus nietos y nietas que por ellas
tamiento en un centro de salud, aseguró mismas. Un primer análisis sobre esta
que fue Dios el que le concedió salud y afirmación podría caracterizar la virtud
fortaleza. En ese mismo sentido, Ceci- y el sacrificio de quien se siente al fi-
lia sostiene que no le teme a nada, pues nal de la vida. Desde una perspectiva
Dios la va a proteger y cuidar. crítica, esta afirmación corresponde a
los roles tradicionales de género, mar-
Sobre el papel de Dios en la vida cados por la subordinación y el servi-
de estas mujeres, se destaca la imagen cio naturalizado de las mujeres. Son
de un Dios cercano y cuidador, expre- características de una sociedad sin co-
sado especialmente en la idea de que rresponsabilidad social en los roles de
la fe se torna en un escudo ante la pan- cuidado, y las laboras de cuido recaen
demia. Pareciera ser que, entre las par- sobre las mujeres. Muchas veces, sin
ticipantes, la presencia de Dios es ex- el apoyo de políticas públicas capaces
perimentada a lo interno y privado de de reconocer los trabajos domésticos
sus vidas más que en el ámbito externo de forma remunerada, los hombres
y público. Esto porque no se observó no asumen sus responsabilidades y
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Volumen 15, Número 1, 2022 124Povo Laklãnõ/Xokleng no/do Vale do Itajaí: cosmologia e memórias e/m re-existências
son ellas las que siguen con los roles trasladarse en las citas médicas y en la
de cuidado hasta la vejez. El trabajo falta de condiciones para una alimenta-
de campo demostró como los roles de ción saludable. La pobreza en la vejez
cuidado son femenino y varían entre tiene rostro femenino, potenciada por
las mujeres participantes. Por ejemplo, la indiferencia y descaso social y fami-
Emérita y Ofelia afirman ser cuidadas liar. Rosario es la persona entrevistada
por sus nietas. Pueden contar con las que tiene una situación económica más
nietas para sus visitas a la clínica, para precaria, a juzgar por la información
hacer compras, inclusive para velar por recibida y por las condiciones adver-
ellas durante las noches. Aquí se deno- sas en que vive. Rosario convive con
ta que hay un valor social no moneti- su hija desempleada y las dos hijas
zado, que se hace a través del trabajo menores de esta. Todas dependen de
de cuidados recíprocos: abuelas que su pensión de 136 865 colones (218
cuidan y abuelas que son cuidadas. USD aprox.). Su relato es significativo,
pues indica que es Dios quien le ayuda
No se puede ignorar la contribu- en todo, incluso es quien le depara la
ción de las abuelas cuidadoras. En la comida. Así atribuye a la providencia
vejez, este comportamiento no deja de divina el hecho cotidiano de tener su
ser una forma de mantenerse social- alimentación básica en la mesa, pues
mente integradas y, de cierto modo, no su pensión es insuficiente. Enferma por
representar una carga para la familia. muchos años de úlceras en sus piernas,
Visto de esta forma, la idea de anularse ella sostiene que Dios le quita los do-
a sí misma para dejar a vivir las gene- lores, la sana y le perdona sus pecados.
raciones más jóvenes es, entre ellas, Sobre el COVID-19 expresó su plena
veraz y auténtica. Existir para quienes confianza en Dios “...que hasta ahora
están a sus cuidados, sin pensar mucho me ha cuidado, y seguirá cuidándo-
en sí mismas, es una auténtica perspec- me”. Además, manifestó su confianza
tiva de las abuelas entrevistadas. de fe en que esta pandemia irá a con-
cluir pronto.
Las condiciones de vida presen-
ciadas entre las mujeres participantes Otro caso que amerita atención es
resaltan la inequidad y exclusión so- el de Cecilia. Indica que recibe apoyo
cial en que viven, especialmente con- de sus hijas e hijos, ya que ella y su
dicionada por la escasez económica. esposo envejecieron sin contar con un
La pensión mínima o ausente, los in- soporte económico propio. Intentaron
gresos económicos insuficientes son administrar una pequeña pulpería en
claramente percibidos en el deterioro su propia casa, que les ayudó por un
de la vivienda, en la dificultad para tiempo, después tuvieron que cerrar.
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Esta realidad persigue a muchas perso- de pertenecer a un espacio geográfico
nas que, al llegar a su vejez, no cuentan y simbólico propio. En este espacio,
con ningún recurso económico para buscan adaptarse a las circunstancias
una vida digna. La disminución de la externas, como el peligro del contagio,
capacidad física y cognitiva reniega a como también internas, relacionadas
estas personas a vivir de la solidaridad con su vejez.
del Estado, de las familias o del vecin-
dario. Olga es la abuela que ostenta la Por todo lo expuesto en los párra-
mejor condición económica de las en- fos anteriores, se encontró que las prác-
trevistadas. Ella es la única que tiene ticas religiosas para las abuelas de Pue-
casas de alquiler y cuyo marido tiene blo Nuevo, en tiempos de pandemia,
una pensión suficiente para sus gastos. han tenido tres significados: reacción,
En cuanto a sus prácticas religiosas, se soporte y fortaleza. Intensificar las
reducen a un mínimo. No tiene cos- oraciones, acercarse a las imágenes sa-
tumbre de hacer oración, no frecuen- gradas, acompañar la misa diaria trans-
ta ninguna iglesia, ni tiene algún tipo mitida por televisión fue una reacción
de objetos sagrados. “Lleva a Dios en inmediata, como una forma de atenuar
el corazón”, afirmó. Se considera una algo que les costaba comprender y de
persona sin prácticas religiosas, apenas reaccionar contra ello. La fe significó
manifestó pedir, con sus propias pala- el soporte para afrontar la amenaza
bras, la bendición de Dios. de la muerte. Fue comprobado con el
relato de la única mujer participante
Pareciera ser que, después de un contaminada por el COVID-19. Para
año conviviendo con la pandemia, el alejar sus pensamientos de la muerte,
confinamiento para estas mujeres se ha encontró por medio de la fe el sostén
integrado en su estilo de vida y sus re- que necesitaba para superar los días en
laciones sociales. En los primeros me- que estuvo confinada en el hospital. Fi-
ses hubo más miedo y menos contacto nalmente, las prácticas religiosas sig-
con familiares y vecinos. Ahora, es- nificaron una fuente de fortaleza ante
pecialmente después de la vacuna, ya la vulnerabilidad en la que se encontra-
existe más libertad para salir a caminar ban, por ser consideradas como grupo
por el pueblo y recibir visitas. Sin em- de riesgo. Junto con los protocolos de
bargo, las participantes indican estar higiene, se fortalecían también con la
tranquilas y acostumbradas a estar re- certeza de estar protegidas y acompa-
cluidas en sus casas, sin que esto sig- ñadas por un Dios cercano y cuidador.
nifique un problema. Como se denota,
vivir en Pueblo Nuevo ha significado De esta forma se puede observar
para cada una de ellas una oportunidad que, para las mujeres adultas mayores
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Volumen 15, Número 1, 2022 126Povo Laklãnõ/Xokleng no/do Vale do Itajaí: cosmologia e memórias e/m re-existências
de Pueblo Nuevo, la religión y sus adultas mayores que, con la pandemia,
prácticas tienen relevancia en sus vi- engendran formas de reinventar la co-
das. Las circunstancias adversas de tidianidad. Es cierto que las experien-
pobreza y enfermedad son afrontadas cias acumuladas a lo largo de la vida
por modelos de espiritualidad basadas propician fortalezas para afrontar las
en el sufrimiento redentor. Aunque la diferentes situaciones de vejez. Sin
vida cotidiana se presenta complexa embargo, es urgente superar las bre-
y desesperanzadora, la certeza de otra chas socioetarias que impactan de for-
vida en la eternidad nutre el deseo de ma directa a las personas mayores. La
vivir y apacigua los problemas que sur- acción cuidadora no proviene del Esta-
gen. En las peores circunstancias, estos do, ni de las instituciones religiosas en
modelos son los únicos medios que es- sí mismas, sino de experiencias ances-
tas mujeres poseen para lidiar con sus trales de solidaridad, empatía, transmi-
angustias y temores. tidas de generación en generación. El
entretejido cuidador es reforzado por
las referencias religiosas donde en-
Reflexiones finales cuentran el soporte para cargar con la
realidad y encargase de ella. Este estu-
La historia ha comprobado la exis- dio revela que la religión entre las per-
tencia de diferentes pandemias al largo sonas adultas mayores no es un tema
de los siglos y las diferentes formas periférico, sino central en sus vidas.
como las comunidades humanas las en-
frentaron desde el universo religioso. Los protocolos sanitarios introdu-
Actualmente, los avances científicos y jeron prácticas novedosas como el uso
tecnológicos van a un ritmo acelerado, permanente del cubrebocas, lavado de
aparentando apresurar respuestas a te- manos constante y la conformación de
mas que amenazan a la vida humana. burbujas familiares de protección. Es-
Esta investigación de campo evidencia tas prácticas constituyen nuevas ritua-
que, aunque la ciencia ha avanzado y lidades de la vida cotidiana que se su-
se ha posicionado en primera fila de man a los rituales de fe de las personas
la historia actual, las personas todavía adultas mayores. Así se expresa el pro-
hoy siguen buscando respuestas en sus fundo significado de la religión y la es-
creencias religiosas. piritualidad en la vejez. La imagen del
cuidado es un hallazgo destacable que
Las abuelas de Pueblo Nuevo las abuelas expresan en su vida misma.
retratan la realidad de exclusión, dis- Dios es el cuidador por excelencia y
criminación, estereotipos y margina- ellas encarnan esa imagen en sus pro-
lización vivida por muchas mujeres pias vidas. Ellas cuidan de personas
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127 Volumen 15, Número 1, 2022Georgia Carneiro da Fontoura - Lilian Blanck de Oliveira
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