PRESENTACIÓN DOSIER DE - TRAUMATOLOGÍA - GRUPO ASIS
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Medicina pediátrica en pequeños animales Dosier de presentación Juan Pablo Zaera Polo Traumatología en pequeños animales Resolución de las fracturas más frecuentes Traumatología en pequeños animales Juan Pablo Zaera Polo LIBR0340
Traumatología en pequeños animales Traumatología en pequeños animales Resolución de las fracturas más frecuentes Autor: Juan Pablo Zaera Polo Formato: 22 × 28 cm. Número de páginas: 240. Número de imágenes: 746 Encuadernación: tapa dura. p.v.p. 70 € Traumatología en pequeños animales es una obra fundamentalmente gráfica cuyo objetivo es mostrar al lector una amplia variedad de fracturas con sus particularidades en las especies canina y felina, así como los procedimientos seguidos en cada caso para su tratamiento. La obra se ha estructurado en tres partes claramente diferentes. La primera, en la que el lector encontrará los fundamentos básicos necesarios para comprender por qué cada fractura se resuelve y estabiliza de una forma concreta; una segunda parte, en la que se describen las posibles fracturas en cada hueso, su tratamiento y los diferentes sistemas de fijación que admite; y una tercera parte, en la que se muestran casos clínicos de fracturas poco comunes que viene a completar este catálogo de fracturas, como lo ha denominado el propio autor. Sin duda, se trata de una obra eminentemente gráfica con recomendaciones muy útiles en lo que respecta a los posibles tratamientos de las fracturas y que, por lo tanto, le será de gran ayuda en su práctica diaria.
Presentación de la obra Este libro es una excelente contribución para la literatura ortopédica y para la osteosíntesis. El libro está claramente estructurado en dos partes. En la primera, se describen de manera sencilla las características del tejido óseo, así como las principales técnicas bási- cas de osteosíntesis. La gran cantidad de figuras, cuidadosamente seleccionadas y dise- ñadas, que acompañan a cada sistema de osteosíntesis, combinadas con las imagenes reales intraoperatorias, aclaran perfectamente las bases del funcionamiento y los pasos que deben seguirse para el correcto uso y aplicación de cada técnica. Además de las téc- nicas clásicas, se incluyen tratamientos novedosos para la traumatología. También resulta de gran utilidad el estudio de los principales errores que se pueden cometer con cada sistema, así como la forma de evitarlos y corregirlos. El material radio- lógico, cuidadosamente seleccionado, permite mostrar al lector qué sistema de fijación o implante puede o debe ser empleado en cada caso. Esta primera parte del libro permite, tanto a los estudiantes de veterinaria como a los pro- fesionales que lo deseen, incrementar sus conocimientos en la traumatología veterinaria. La segunda parte del libro se refiere al estudio pormenorizado de las características de cada hueso, poniendo énfasis en sus peculiaridades anatómicas y biomecánicas. Desde un principio, se enlazan de forma sencilla y didáctica los posibles tratamientos que se pueden aplicar en cada caso, así como los factores que deben tenerse en cuenta para su elección. Cada tipo de fractura se trata evaluando las características del hueso y su locali- zación, considerando otros factores que pueden orientar al cirujano hacia el sistema más idóneo para su tratamiento. También, en esta parte, el material gráfico permite entender fácilmente la información que se ofrece. En resumen, este libro, gracias a la forma en la que se ha estructurado, la gran cantidad de material gráfico que aporta, el lenguaje claramente comprensible y su enfoque emi- nentemente práctico, se convierte en una obra de gran utilidad tanto para el estudiante de veterinaria como para el profesional especializado en traumatología, el cual seguramente lo utilizará con frecuencia para agilizar la toma de decisiones en la práctica traumatoló- gica diaria. Prof. Dr. R. Köstlin Dipl. ECVS, PhD Múnich, 9 de julio de 2013
Traumatología en pequeños animales El autor Juan Pablo Zaera Polo Licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en 1988. Becario del Deutscher Akademischer Austauschdienst (Servicio Alemán de Intercambio Académico, DAAD) en Hannover durante el curso 1989-90. En 1993 recibe el título de Doc- tor por la Universidad Complutense de Madrid, donde ejerce como profesor. Ha realizado estancias en la Clínica Quirúrgica de la Universidad de Múnich y en el Departamento de Ortopedia de la Universidad de Michigan. Juan Pablo ha colaborado en diversas publicaciones de libros, monografías y artículos, así como en diversas conferencias en congresos, cursos y talleres nacionales e internacionales. Es miembro del Comité Científico del GEVO y del AO-Vet. Actualmente, es profesor titular de Cirugía en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y responsable del Servicio de Traumatología, Artroscopia, Cirugía del raquis y Tomografía Axial Computarizada (locomotor) del Hospital hkeita/shutterstock.com Veterinario Sierra de Madrid.
Servicios de comunicación Sitio web Visualización online del capítulo promocional. Archivo pdf del dosier de presentación. Presentación del autor. Visualización y descarga de pdf compatible con dispositivos móviles. Comunicación en medios Anuncio. 1 Entrevista al autor. 1 Nota de prensa. www.grupoasis.com/promo/traumatologia_peq 1 Consultar condiciones.
TRAUMATOLOGÍA EN PEQUEÑOS ANIMALES • Metáfisis: zona de transición entre la diáfisis y la epífisis. cuentra desorganizado con una estructura similar a la de una Es la zona por donde los huesos crecen en longitud, al esponja (fig. 1). Sin embargo, las trabéculas óseas se dispo- albergar en edades tempranas las placas de crecimiento. nen creando arcos de fuerza, semejantes a las estructuras arquitectónicas existentes en catedrales y ojos de puentes, Cada una de estas partes está formada por un tipo diferente con el fin de resistir más eficientemente las cargas que de- de hueso en función de las fuerzas que debe soportar (fig. 1): ben soportar las epífisis. A diferencia de las diáfisis en las que • Periostio: es una membrana de tejido conectivo que envuel- las cargas son casi siempre paralelas al eje longitudinal del ve la zona diafisaria. Su grosor va disminuyendo con la edad hueso, en el caso de las epífisis las cargas pueden cambiar. y es el responsable del crecimiento en diámetro de la diáfisis La dirección de las fuerzas que soportan los cóndilos del hueso. Se encuentra muy vascularizado y posee una gran de una articulación varía según la extremidad se encuentre cantidad de células multipotenciales capaces de diferenciarse en flexión o extensión, por lo cual la estructura del hueso en osteoclastos y osteoblastos, según sea necesario. se ha modificado para poder amortiguar esta variación de El periostio es por tanto fundamental en las primeras cargas (fig. 2). semanas de los procesos de cicatrización ósea. El hueso esponjoso sirve también como zona de protec- • Endostio: es una membrana similar al periostio pero de ción para las células hematopoyéticas. menor relevancia, se sitúa tapizando el interior del canal medular. • Agujero nutricio: se encuentra localizado a mitad de la diá- VASCULARIZACIÓN fisis y es la vía de entrada y salida de la arteria y la vena nutricias, responsables de la vascularización intramedular. Como todo tejido vivo, el hueso necesita su aporte sanguíneo (fig. 3). La gran diferencia del tejido óseo con respecto a los teji- Tipos de hueso dos blandos es la precariedad en cuanto a su vascularización y Básicamente existen dos tipos de hueso, el cortical y el la lentitud con la que esta se restituye cuando se lesiona. esponjoso. • Hueso cortical: este tipo de hueso es el más abundante Existen diferentes vías de aporte sanguíneo en un hueso: en el organismo. Su estructura (fig. 1) está diseñada para • Vascularización intramedular: proviene de la arteria nutri- soportar principalmente cargas axiales, por eso forma prin- cia, la cual se incorpora a la diáfisis ósea a través del agu- cipalmente la diáfisis de los huesos largos. jero nutricio. Inmediatamente, la arteria se divide en dos ra- El tejido óseo se encuentra dispuesto en columnas mas, una ascendente y otra descendente. En caso de que orientadas longitudinalmente y pegadas unas a las otras se produzca una fractura diafisaria, esta vascularización se en todo el espesor de la cortical, creando un tubo con una interrumpe, restableciéndose aproximadamente en una se- cavidad interna, el canal medular. Esta estructura es resis- mana. Durante este periodo de tiempo el aporte sanguíneo tente a la vez que ligera. debe suplirse desde otros puntos. En la diáfisis de los huesos, las laminillas óseas se organi- • Vascularización extraósea: engloba los sistemas de zan formando los sistemas de Havers, los circunferenciales, aporte sanguíneo que recibe el hueso a través de los te- interno y externo, y los intermedios. Cada sistema de Havers jidos circundantes. Dentro de esta se pueden diferenciar está formado por un cilindro largo, paralelo a la diáfisis y dos sistemas: constituido por 4-20 laminillas óseas concéntricas. Los con- • Aporte periosteal: la vascularización periosteal es aquella que ductos de Havers se comunican con la cavidad medular y recibe el hueso a través del periostio, formando lo que viene con la superficie externa del hueso por medio de conductos a denominarse como plexo periosteal. Dicho plexo está for- transversales u oblicuos, los conductos de Volkmann que mado por una red de pequeñas arteriolas procedentes de atraviesan las láminas óseas. Los conductos de Havers y los las inserciones musculares que irrigan el periostio. A partir conductos de Volkmann forman la red vascular intraósea. de este parten otros vasos que van a proveer de nutrientes • Hueso esponjoso: este tipo de hueso se encuentra situado a la cortical manteniendo la vascularización intraósea. principalmente en las epífisis de los huesos largos así como La preservación y el cuidado de los tejidos blandos en el interior de los huesos planos. Aparentemente se en- circundantes al área de una fractura son vitales para la 2
Vascularización EL TEjIdO óSEO 1 a Cartílago articular Epífisis proximal Metáfisis proximal Hueso esponjoso Hueso cortical Periostio Endostio Arteria y agujero nutricios cortical b Endostio diáfisis Componentes medulares Periostio Metáfisis distal Epífisis distal Hueso Hueso compacto esponjoso c Canal de Havers con vasos sanguíneos Sistema de Havers Osteocito FIGURA 1. En la imagen se muestran las diferentes partes del hueso (a), la disposición en capas de los dos tipos de hueso (b) y la estructura característica de cada tipo de hueso (c). 3
Clasificación 3 de las fracturas Realmente no existe ninguna clasificación ideal para las A continuación se van a proponer una serie de clasifica- fracturas, ya que estas pueden agruparse según diferen- ciones de las fracturas que pueden ser de utilidad, dado que tes aspectos, cada uno de los cuales aporta una informa- cada una de ellas puede aportar alguna característica inte- ción que puede ser relevante a la hora de aplicar uno u otro resante con respecto al tratamiento que se puede plantear: tratamiento. Quizás la clasificación más completa es la propuesta por el grupo de especialistas en ortopedia AO (siglas del alemán IMPLICACIÓN DE LOS TEJIDOS de Arbeitsgemeinschaft für Osteosynthesefragen), en la cual, BLANDOS mediante un sistema alfanumérico se da una gran cantidad de información sobre el hueso afectado (hueso, localización, tipo Atendiendo a la afección o implicación de los tejidos blandos, de fractura y, como punto más relevante, se incluye una valo- se pueden clasificar en: ración subjetiva de la dificultad en cuanto a su tratamiento). Fracturas cerradas Básicamente dicha clasificación consistiría en lo siguiente: No existe contacto entre el hueso y el exterior, es decir, la • A cada hueso se le adjudica un número: piel se mantiene intacta. Son las fracturas más frecuentes. Se • Húmero: 1 consideran estériles y no suelen tener problemas añadidos • Radio/cúbito: 2 en cuanto a la vascularización. • Fémur: 3 • Tibia/peroné: 4 Fracturas abiertas • A continuación, se incluye otro número correspondiente al Existe o ha existido contacto entre algún fragmento óseo y segmento en el que se ha producido la fractura: el exterior. La piel ha sido dañada, bien desde el exterior o • Proximal: 1 desde el interior. Este tipo de fracturas se clasifican en tres • Tercio medio: 2 grados según su gravedad: • Distal: 3 • Grado I: algún fragmento óseo, que no es visible, ha perfo- • Posteriormente se agrega una letra que define el tipo de rado la piel rasgándola desde el interior. fractura: • Grado II: existe una ligera exposición de algún fragmento • Fractura simple: A óseo (fig. 2). • Multiple: B • Grado III: el foco de fractura es totalmente visible con pér- • Compleja: C dida de tejidos blandos e incluso de fragmentos óseos (fig. 3). Cada grupo se subdivide así mismo en tres subgrupos en función de la dificultad que conlleva su resolución: del 1 al En las fracturas abiertas, en las que los tejidos blandos se 3 de menor a mayor complejidad, respectivamente (fig. 1). lesionan, la vascularización se ve comprometida de tal mane- De esta manera, una fractura transversa de fémur se clasi- ra que los procesos de cicatrización se ralentizan. Evidente- ficaría como 32A1, mientras que si es distal y muy difícil de mente, este fenómeno se agrava cuanto mayor es el grado solucionar sería una 33C3. de exposición al exterior. Cuando la pérdida de tejidos blandos es muy grave puede Esta clasificación se complica cuando se añaden las fractu- que no sea posible cubrir completamente el tejido óseo. Sin ras de las epífisis: embargo, siempre se debe intentar volver a cubrir el periostio • No afecta a la articulación: A con este tipo de tejidos para preservar su vascularización, dado • Afecta parcialmente a la articulación: B que, como ya se ha mencionado, desempeña una función muy • Fractura articular compleja: C importante en las primeras fases de la cicatrización ósea. 14
Implicación de los tejidos blandos ClasiFiCaCión de las FraCturas 3 A A1 A2 A3 Fractura simple Fractura espiral Fractura oblicua Fractura transversa B B1 B2 B3 Fractura en cuña Fractura en cuña espiral ala de mariposa Cuña fragmentada C C1 C2 C3 Fractura compleja Fractura compleja Fractura compleja Fractura compleja espiroidea segmentaria irregular FIGURA 1. Denominación y clasificación de las fracturas en función de su complejidad y tipo. 15
TRAUMATOLOGÍA EN PEQUEÑOS ANIMALES a b FIGURA 153. Representación gráfica del efecto sobre la FIGURA 154. Representación de un sistema poliaxial, en la que vascularización periosteal e intraósea de una placa bloqueada, se muestra el ángulo de colocación del tornillo. Dicho ángulo situada muy próxima al hueso sin contactar con este (a), y una confiere al sistema un mayor agarre. placa tradicional en la que se comprime el hueso (b). Con el objetivo de evitar este inconveniente, ciertas casas de que la placa sea de titanio, es recomendable dejar al comerciales diseñan sus placas de manera que es posible en menos tres (fig. 155). un mismo agujero optar por angular o no el tornillo. En el caso Aunque las placas bloqueadas pueden emplearse per- de que se desee introducirlo con cierto ángulo, este tornillo no fectamente como sistema de osteosíntesis rígido, aplican- se podrá bloquear. Otras casas comerciales permiten inclinar do tornillos cerca del foco de fractura, sus características se el tornillo hasta 10º, ya que es la propia cabeza del tornillo la adaptan mejor a la osteosíntesis biológica (fig. 156). Es decir, que labra la rosca en el espesor del agujero de la placa. Son son implantes que normalmente se fijan al hueso median- los denominados sistemas poliaxiales, que dan mayor libertad te tornillos situados en sus extremos, razón por la que el a la hora de emplazar los tornillos (fig. 154). La angulación del problema de concentración de ciclos de flexión no suele tornillo se puede aumentar, pero este pierde fuerza de agarre producirse. progresivamente, según aumenta su inclinación. Otra diferencia importante entre las placas tradicionales y estas son los puntos de sujeción. En el primer caso, la condi- ción ideal para que la placa soporte las fuerzas que tienden Las placas bloqueadas poliaxiales permiten a arrancarla del hueso es que cada fragmento óseo quede orientar en cierto grado la inclinación del anclado en al menos cinco corticales (ver pág. 91). En el caso tornillo debido a que la propia cabeza del de las placas bloqueadas, como el tornillo queda firmemente tornillo traza la rosca en el agujero de la placa. sujeto al implante, este realiza el mismo papel que la corti- cal ósea, por lo que hipotéticamente sería suficiente un tor- La mayoría de las placas bloqueadas están fabricadas en nillo bicortical y uno monocortical para conseguir la firmeza titanio, metal que además de presentar una elevada resisten- adecuada. cia a la infección posee un índice mayor de osteointegración. Un tornillo bloqueado monocortical tiene la misma resis- Sin embargo, si no se siguen ciertas normas, al ser menos tencia a ser arrancado que un tornillo tradicional bicortical. La flexible puede sufrir roturas con mayor frecuencia que el fuerza de agarre aumenta un 30 % en caso de que el tornillo acero. En relación a la recomendación de no dejar agujeros bloqueado sea bicortical. Este hecho permite el uso de tor- libres, es necesario que el cirujano deje libres un mínimo de nillos monocorticales evitando riesgos en situaciones en las dos para dispersar los ciclos de flexión. En el caso particular que no se pueden aplicar tornillos largos (fig. 157). 96
Placas SIStemAS De oSteoSínteSIS y bIomecánIcA 5 FIGURA 155. Imagen radiográfica en la FIGURA 156. Placa bloqueada aplicada FIGURA 44. Radiografía de la epífisis que pueden apreciarse varios agujeros como placa de compresión en una distal del húmero en la que se puede libres sin tornillos sobre el foco de osteotomía de corrección. apreciar que el tornillo solo se ancla fractura en una placa de titanio. a una cortical (monocortical) para no interferir con el ancóneo. El par de apriete máximo de un tornillo en una placa tra- El tornillo bloqueado monocortical opone mayor resistencia al arrancamiento que un dicional lo da la resistencia del hueso, mientras que en las tornillo bicortical tradicional; su fuerza de placas bloqueadas este par viene limitado por la propia resis- agarre se incrementa en un 30 % si el tornillo tencia del metal. Es muy difícil, por lo tanto, pasar de rosca es bicortical. un tornillo en una placa bloqueada por muy débil que sea el hueso. Es decir, en una placa bloqueada el hueso no se des- plaza hacia el implante, sino que se mantiene en la posición Sin duda la mayor diferencia en cuanto a las placas tra- en la que estaba cuando el tornillo comenzó a bloquearse en dicionales, como ya se ha mencionado con anterioridad, es el agujero de la placa. En consecuencia, cuando los dos pri- su manera de sujetar el hueso. En las placas normales la meros tornillos comienzan a bloquear la fractura, es impres- sujeción se produce por la fricción entre el metal y el hueso. cindible que ya se encuentren en la posición definitiva. De manera que cuando se introduce un tornillo en una pla- ca, llega un momento en el que su cabeza contacta con los Otra de las ventajas que ofrecen las placas bordes del agujero. A partir de ese momento, según se gira bloqueadas es que su moldeado pasa a un el tornillo, se consigue la tracción del hueso hasta que su segundo plano y deja de ser crítico para que cortical queda en contacto íntimo con la placa. Sin embargo, la intervención tenga éxito, al contrario en el caso de una placa de bloqueo, cuando la cabeza del que con las placas tradicionales. tornillo contacta con el agujero, se enrosca en la placa y en el hueso hasta que la propia placa impide su avance. Algu- nos sistemas aprovechan la propia rosca del tornillo para Cuando se colocan placas tradicionales, el cirujano bloquear. encuentra un nuevo aspecto limitante. Se trata del moldeado 97
TRAUMATOLOGÍA EN PEQUEÑOS ANIMALES Como ya se ha comentado en varias ocasiones, es de vital importancia preservar los tejidos blandos alrededor de la fractura, así como de las adherencias de estos al perios- tio en las primeras fases de la cicatrización ósea. En zonas con grandes masas musculares se puede compensar la revascularización fácilmente. Sin embargo, en las zonas con escasa masa muscular, como en el tercio distal del radio, la neovascularización se produce muy lentamente, aumen- tando las posibilidades de una no unión (fig. 9). En conse- cuencia, es de gran importancia cuidar en extremo los teji- dos blandos cuando se realizan intervenciones quirúrgicas y muy especialmente en zonas óseas con poca cobertura muscular. Las no uniones se dividen en dos grandes grupos en FIGURA 9. No unión función del aporte sanguíneo que llega a los bordes de la del tercio distal fractura, es decir, de su viabilidad. Por lo tanto, se pueden del radio en una fractura transversa considerar las no uniones viables como uniones retardadas y estabilizada de las no viables como no uniones propiamente dichas (fig. 10). forma deficiente mediante fijación En medicina humana el término no unión se aplica a los externa. casos en los que han transcurrido más de tres meses del tiempo que se considera normal para la cicatrización ósea. La diferencia entre la unión retardada y la no unión es, Cuadro clínico muchas veces, una simple cuestión de tiempo, dado que La sintomatología clínica de un paciente con una unión retar- una no unión siempre comienza por una unión retardada. Por dada es muy variable; puede presentar desde un apoyo per- ello, en traumatología es de gran importancia saber recono- fecto hasta una falta completa de uso de la extremidad propia cer con anticipación cuándo se trata de un caso de unión de una no unión. En el caso de un retraso en la utilización de retardada con el fin de poder establecer una terapia adecua- la extremidad, se debe realizar un control radiológico antes da que evite su transformación en no unión. de que haya transcurrido un mes desde la intervención. Buen aporte sanguíneo (unión retardada) Escaso aporte sanguíneo (no unión) Pata de elefante Casco de caballo Oligotrófico Distrófico Necrótico Con defecto óseo Atrófico FIGURA 10. Representación de las diferentes uniones retardadas y no uniones. Clasificación de Weber de las pseudoartrosis. 104
Unión retardada-No unión COMPLICACIONES EN LA CICATRIZACIÓN ÓSEA 6 Signos radiológicos de la unión retardada En mayor o menor grado se observa: 1. Persistencia de la línea de fractura. 2. Bordes de la fractura irregulares y bien delimitados. 3. Excesiva formación de callo óseo alrededor del foco de fractura. 4. Esclerosis de los bordes de la línea de fractura. FIGURA 12. 5. Obturación del canal medular (no unión). No unión en el fémur. Obsérvese la obstrucción del canal medular (flecha). 4 Tratamiento La mejor terapia para corregir una no unión es reconocer lo antes posible que se está produciendo un retraso en los pro- 2 cesos de osificación y aplicar el tratamiento más conveniente 1 según el tipo de no unión. 5 3 Todos los tratamientos se fundamentan en lograr una per- FIGURA 11. fecta estabilidad del foco de fractura, así como en reactivar Unión retardada los procesos de cicatrización. En este sentido, es fundamen- consecuencia de una falta tal neutralizar principalmente los movimientos de rotación, de apoyo en la que son los más perjudiciales. cortical opuesta Es muy importante conseguir que el miembro recupe- al implante. re la funcionalidad lo antes posible para que el apoyo de la extremidad provoque microcompresiones a nivel del foco de Cuando ya se ha instaurado una no unión propiamente fractura que aceleren los procesos de cicatrización ósea. De dicha, los signos clínicos son mucho más manifiestos (falta igual forma, se minimizarán los procesos de atrofia muscular, de apoyo, dolor a la palpación e, incluso, atrofia muscular). adherencias y anquilosis de las articulaciones. También se En algunos casos, si el sistema de osteosíntesis lo permite, favorecerá la circulación sanguínea que evitará la aparición puede apreciarse inestabilidad de la zona de fractura. de enfermedad fracturaria. Radiológicamente los signos son mucho más manifies- tos. La formación de callo óseo sin embargo varía mucho En los casos en los que se diagnostica de forma precoz un dependiendo del tipo de no unión. Por regla general no retraso de la osificación y existe una buena irrigación a nivel se delimita únicamente a la zona de fractura, sino que en del foco de fractura, se puede optar por varios tratamientos, numerosas ocasiones el organismo intenta formar un puen- dependiendo del sistema de osteosíntesis utilizado: te “saltando” por encima de la zona de fractura propiamente a. Si se prevé que el sistema de osteosíntesis puede mante- dicha (fig. 12). ner la estabilidad durante un largo periodo de tiempo (p. ej. En los dos últimos tipos de pseudoartrosis (con defecto placas de osteosíntesis sin aflojamiento de los tornillos), se óseo y atrófico), los de peor pronóstico, la formación de callo puede conseguir la cicatrización ósea simplemente con la óseo es prácticamente inexistente; al no poder cicatrizar el restricción de movimientos (fig. 13). Se debe procurar que hueso, el organismo lo reabsorbe. el paciente use la extremidad de forma suave para favo- 105
TRAUMATOLOGÍA EN PEQUEÑOS ANIMALES FIGURA 21. Raspado de la sínfisis FIGURA 22. Introducción de dos agujas FIGURA 23. Introducción del cerclaje por mandibular para eliminar restos que sirven como guías para introducir las agujas. Una vez se ha introducido el de tejidos blandos. el cerclaje. alambre y se ha sacado por la incisión en el mentón, se extraen las agujas por tracción. a b FIGURA 24. Tensado del cerclaje. FIGURA 25. Radiografías posoperatorias en las que se aprecia el emplazamiento del cerclaje. Proyección dorsoventral (a) y laterolateral (b). Este cerclaje se retira una vez ha transcurrido, al menos, un emplear placas de un tamaño inferior al que hipotéticamente mes de la cirugía para evitar la acumulación de comida en la le correspondería al hueso por tamaño (fig. 26). cara lingual de los dientes. Al ser una estructura formada por dos ramas, las fuer- zas de desplazamiento lateral son escasas, especialmente Placas cuando las fracturas afectan a una sola rama. Esta gran Las placas de osteosíntesis también constituyen un sis- estabilidad frente a los desplazamientos laterales per- tema adecuado para el tratamiento de las fracturas de mite, en caso necesario, conseguir una correcta fijación mandíbula. emplazando únicamente dos tornillos en cada fragmento Su fundamento es el mismo que cuando se emplean para principal. tratar las fracturas de otros huesos, si bien existen algunas diferencias que es necesario tener presentes. En primer lugar, Aunque la eficacia del implante sería mayor la placa se sitúa “de canto” con respecto a la dirección de si este se colocase cerca de la piezas dentales, las fuerzas que soporta la mandíbula durante la masticación esto no es factible debido a que la posibilidad (son fuerzas de presión cuando contacta con el maxilar). Por de lesionar la raíz es mayor a medida tanto, dichas fuerzas intentan separar los fragmentos a partir que nos acercamos a la encía. de donde se sitúan las piezas dentarias. Este hecho permite 122
Fracturas de mandíbula FRACTURAS DE LA CABEZA 7 El tratamiento con placas consiste en reducir primero la fractura espacio, se pueden emplear implantes especiales (fig. 27). Para y a continuación aplicar la placa que se considere más adecuada colocar las placas se puede optar por dos abordajes, realizar según el tipo de fractura. En el caso de fracturas que afecten a la una incisión en la piel, justo encima del borde de la rama mandi- rama vertical, por ser la cortical muy fina y no disponer de mucho bular (fig. 28) o levantando la encía de la mandíbula (fig. 29). a b FIGURA 26. Fractura de rama mandibular estabilizada mediante placa. Proyección dorsoventral (a) y laterolateral (b). a b FIGURA 27. Fractura de la rama vertical mandibular tratada con un fragmento de plancha cortable (flechas). Proyección dorsoventral (a) y laterolateral (b). a b FIGURA 28. Tratamiento de una fractura de la mandíbula con una placa. Abordaje FIGURA 29. Abordaje de la fractura a través de la mandíbula a través de la piel (a) y reducción de la fractura antes de emplazar de la encía con la fractura estabilizada los tornillos (b). mediante una placa. 123
TRAUMATOLOGÍA EN PEQUEÑOS ANIMALES Vías de abordaje según la localización de la fractura La vía de abordaje depende de la localización de la fractura: • Acceso lateral: • Clavos intramedulares o sistemas de fijación externa. 1 2 • Placas en fracturas de los tercios proximal y medio. 2 • Acceso medial: 1 • Placas en fracturas de los tercios distal y medio. FIGURA 29. Abordaje lateral FIGURA 30. Abordaje medial del tercio medio del húmero. del tercio distal. Como en todas las epifisiólisis el tratamiento de elección 1. Nervio radial. 1. Nervio cubital. son las agujas tipo Rush o pines. Estos se pueden insertar 2. Músculo braquial. 2. Nervio mediano. desde el tubérculo mayor hacia la metáfisis o bien desde esta, de forma divergente, hacia la epífisis, evitando que se del nervio mediano, el cual se puede palpar cuando pasa introduzcan en la cavidad articular (fig. 32). Este es el único caudal al epicóndilo medial para posteriormente seguirlo sistema que no produce el cierre prematuro de los cartílagos hasta la bifurcación del nervio cubital. de crecimiento. En animales que han terminado de crecer, esta fractura Tratamiento de las fracturas también se puede producir durante el periodo que tarda en más frecuentes osificar completamente el cartílago de crecimiento. En estos En este apartado se describen de forma breve las fracturas pacientes, las clavos intramedulares se pueden sustituir por más frecuentes del húmero con los principales aspectos a un tornillo de compresión o bien por clavos con banda de tener en cuenta para elegir el sistema de estabilización más tensión. Al haber concluido el crecimiento del paciente estos adecuado, así como ciertas particularidades de los mismos. sistemas no producirán ninguna alteración ósea. En estos casos el material de osteosíntesis se inserta siempre desde Epifisiólisis de la cabeza humeral el tubérculo mayor del húmero. Esta fractura es bastante infrecuente. Afecta más a los gatos que a los perros y casi siempre se trata de una fractura tipo Fracturas de la diáfisis Salter I. Comprenden más de la mitad de las fracturas que se produ- En primer lugar, es muy importante no confundir la línea cen en el húmero. de crecimiento con una fractura. Desgraciadamente, no es Como ya se ha comentado, son muy pocas las que son del todo infrecuente que se justifiquen cojeras de miembro susceptibles de ser tratadas mediante enclavijamiento intra- anterior en perros jóvenes de razas de crecimiento rápido medular. Únicamente se debe optar por este tratamiento en con una persistencia de la apertura de la línea de crecimiento fracturas simples de animales jóvenes en las que se pue- proximal del húmero. En estas razas la parte craneal de la den neutralizar los movimientos de rotación. Esto se puede línea de crecimiento es visible radiológicamente hasta cerca conseguir fácilmente mediante la asociación de cerclajes del año de edad (fig. 31). (fig. 33). En las fracturas múltiples, aparte de la inestabilidad rota- No se debe confundir una línea de crecimiento cional se debe tener en cuenta la posibilidad de colapso gruesa con una fractura, lo que es posible en del foco de fractura. En estos casos, aunque el tratamiento perros jóvenes de razas de crecimiento rápido. ideal sería la estabilización mediante placas, si se aprove- chan las ventajas de diferentes sistemas de osteosíntesis y 136
Fracturas de húmero FRACTURAS DEL MIEMBRO ANTERIOR 8 FIGURA 31. En esta imagen de la cabeza del húmero se puede FIGURA 32. Tratamiento de una fractura Salter I de la epífisis apreciar una evidente línea de crecimiento (flechas). proximal del húmero estabilizada mediante tres pines divergentes introducidos desde la metáfisis. a b a b FIGURA 33. Fractura de diáfisis humeral (a), resuelta con FIGURA 34. Fractura múltiple de diáfisis humeral (a). En este caso, clavos intramedulares y cerclajes asociados que impiden la inestabilidad de los clavos intramedulares se ha resuelto el movimiento de rotación (b). mediante la colocación de un sistema de hemifijación externa (b). se combinan adecuadamente, se podrían neutralizar todas En fracturas múltiples de diáfisis humeral, las fuerzas (fig. 34). se puede llegar a neutralizar La estabilización mediante fijación externa de las fracturas convenientemente todas las fuerzas de húmero no debe ser una primera opción. Sin embargo, mediante la combinación de diferentes puede aplicarse como sistema asociado para aumentar la sistemas de osteosíntesis. estabilidad de otros dispositivos de fijación. 137
Fracturas del 9 miembro posterior FRACTURAS DE CADERA a Introducción Las fracturas de cadera son relativamente frecuentes en la clínica de pequeños animales. Según algunos autores, pue- den llegar a constituir entre el 20 y 30 % de todas las fractu- ras. Esta articulación soporta y transmite hacia el raquis las fuerzas que se generan sobre la articulación coxofemoral durante la deambulación. Anatómicamente, la cadera está constituida por la unión de tres huesos: ilion, isquion y pubis (fig. 1). En el punto de unión de los tres huesos se conforma el acetábulo. Craneal- mente, la cadera articula con el sacro a través de una sinar- trosis localizada en las palas iliacas. Debido a esta configuración anatómica, las fracturas que afectan a uno solo de los huesos que la conforman son raras. Esta característica es fácilmente comprensible si se consi- dera la pelvis como un cuadrado formado por el sacro y las parejas de ilion, isquion y pubis. Al producirse una fractura, este cuadrado se deforma, lo que puede provocar al menos dos situaciones diferenciadas: b • Fractura de al menos dos de los huesos que conforman la articulación. • Fractura de un hueso y luxación del ilion con respecto al sacro por uno de los lados. Por otra parte, las fracturas que afectan a la cadera rara- mente son abiertas debido a la gran masa muscular que rodea la articulación. Sin embargo, dado que estos huesos en conjunto forman un “anillo óseo” alrededor del canal pél- FIGURA 1. Reconstrucción tridimensional de la pelvis vico, hay que prestar atención a otro tipo de lesiones con- mediante TAC. comitantes que puedan producirse. De hecho, con relativa frecuencia las fracturas de cadera son consecuencia de traumatismos de cierta envergadura, por lo que la explora- esta guarda con los huesos que conforman la articulación ción debe incluir un examen físico que haga especial énfasis sacroiliaca. Siempre que se reciba un paciente con fractura en descartar otras lesiones como posibles roturas de vejiga de cadera, deberá realizarse, por tanto, una exploración bási- o de uretra, así como desinserciones o roturas del músculo ca de la sensibilidad de las extremidades posteriores e incluir recto abdominal que puedan haber provocado la aparición en el estudio radiológico, como mínimo, la porción lumbar del de hernias abdominales (fig. 2). raquis (fig. 3). Otras lesiones que deben ser descartadas son las frac- Para el correcto diagnóstico de las fracturas de cadera es turas de columna, dada la íntima relación anatómica que necesario llevar a cabo un estudio radiológico que incluya 168
Fracturas de cadera FRACTURAS DEL MIEMBRO POSTERIOR 9 Características de las fracturas pelvis y, además, evita tracciones innecesarias de los fému- de cadera: res, lo que disminuye el dolor del paciente durante la mani- pulación (fig. 5). Aun así, en ocasiones, la necesidad de un estudio radiológico completo requiere anestesia general para • Las fracturas suelen producirse en varios puntos, conseguir un posicionamiento correcto del paciente. Por últi- combinadas o no con luxación sacroiliaca. mo, la valoración mediante Tomografía Axial Computarizada • Las fracturas abiertas son poco frecuentes debido (TAC) permite obviamente aportar imágenes más precisas a la gran masa muscular que rodea la pelvis. de todas las lesiones concomitantes presentes, pero normal- mente no es necesario recurrir a esta prueba. Ante un diagnóstico de fractura Tratamiento de las fracturas de cadera, es importante valorar: de cadera más frecuentes Como norma general, debe estabilizarse toda fractura que se • Existencia de daños orgánicos (roturas de vejiga localice en una posición craneal a la parte caudal del acetá- o de uretra). bulo, es decir, aquellas que afectan al ilion y al acetábulo en sí. • Aparición de hernias abdominales (roturas Teniendo en cuenta la transmisión de cargas antes men- o desinserciones musculares). cionada, es fácil entender que las fracturas de pubis y las • Existencia de daños neurológicos (fracturas caudales al acetábulo no sufren apenas desplazamiento de columna asociadas). cuando el paciente apoya la extremidad. Además, la eleva- da capacidad de cicatrización del hueso plano que forma los huesos de la pelvis –rico en tejido esponjoso–, unido a la radiografías de la pelvis tanto ventrodorsales –las que mayor buena vascularización de la zona y al escaso movimiento de información proporcionan– como laterales. En algunos casos los fragmentos antes mencionado, hace que un tratamiento puede ser necesaria la realización de proyecciones oblicuas conservador sea una buena opción (fig. 6). de la zona acetabular, con el fin de poder evaluar correcta- mente si la articulación coxofemoral se encuentra afectada o Fracturas caudales al acetábulo no (fig. 4). La proyección radiológica en posición de “rana” Las fracturas que afectan al pubis no requieren habitualmen- permite complementar la valoración de la integridad de la te tratamiento quirúrgico, excepto en los casos en los que a b FIGURA 2. Hernia vesical consecuencia de una fractura de cadera. FIGURA 3. Fractura de la vértebra lumbar L5 asociada a fractura de cadera (a) y resolución de la misma fractura tras la cirugía (b). 169
TRAUMATOLOGÍA EN PEQUEÑOS ANIMALES Caso 14 FRACTURA CONMINUTA DISTAL DEL HÚMERO DE TRES SEMANAS DE ANTIGÜEDAD Autor: Juan Pablo Zaera (ULPGC-HVSM) Reseña del paciente • Raza: Perro de Agua. • Edad: 3 años. • Diagnóstico: Fractura conminuta en el tercio distal del húmero. Tratamiento Emplazamiento a foco cerrado de un fijador externo híbrido basado en una configuración tie-in. FIGURA 1. Radiografía craneocaudal FIGURA 2. Radiografía mediolateral. del húmero fracturado. Justificación Las fracturas que afectan al húmero normalmente se tratan mediante placas de osteosíntesis. En este caso, la alta conminución del foco de fractura junto con el tiempo transcurrido desde que se produjo, se dificulta en gran medida la correcta aplicación de placas de osteosíntesis. En consecuencia, se opta por la aplicación a foco cerrado del sistema de fijación, lo cual preserva los fenómenos de cicatrización ya iniciados. La posibilidad de emplazar una FIGURA 3. Radiografía FIGURA 4. Radiografía FIGURA 5. Radiografía fijación bilateral en la parte distal craneocaudal del mediolateral. mediolateral del húmero húmero. Obsérvese tras la retirada parcial del húmero permite colocar la disposición de de los implantes una barra curvada craneal que la barra curva. cuatro meses después aporta una buena estabilidad de la intervención. rotacional. 224
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