Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida
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Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM Les Cahiers ALHIM 38 | 2019 Les crimes des dictatures en Amérique latine : poursuites judiciaires et mémoires sociales Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida Carla Peñaloza Palma Edición electrónica URL: http://journals.openedition.org/alhim/8156 ISSN: 1777-5175 Editor Université Paris VIII Edición impresa ISBN: 978-2-914297-81-3 Referencia electrónica Carla Peñaloza Palma, « Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida », Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM [En línea], 38 | 2019, Publicado el 14 enero 2020, consultado el 05 febrero 2020. URL : http://journals.openedition.org/alhim/8156 Este documento fue generado automáticamente el 5 febrero 2020. Amérique latine Histoire et Mémoire está distribuido bajo una Licencia Creative Commons Atribución- NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 1 Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida Carla Peñaloza Palma A María Eugenia Horvitz, in memorian (1940-2018) 1 Hay vidas, que por su intensidad parecen condensar la experiencia de la humanidad. Las excepcionales circunstancias de Chile en la segunda mitad del siglo XX provocaron que muchas personas, sin haberlo querido, se convirtieran en protagonistas de las luchas más emblemáticas de nuestra historia reciente. 2 Ejemplos hay muchos, y sin desmerecer ninguno de ellos, hemos querido, a través de un caso, excepcional y universal al mismo tiempo, retratar el largo camino de los familiares de detenidos desaparecidos, en su búsqueda por la verdad y la justicia, no sólo por sus seres queridos, sino que también para todas las víctimas del terrorismo de estado. 3 A partir de la desaparición del Doctor Enrique París -asesor del presidente Allende- desde el Palacio de La Moneda, reconstruiremos el camino de búsqueda de sus restos y el de la vía judicial, a través del rol jugado por María Eugenia Horvitz, quien fuera su esposa, y que transitó entre la militancia partidaria y la de los organismos de derechos humanos, como una dualidad sin complejos, y con un mismo objetivo: La defensa de los derechos humanos y el fin de la dictadura. 4 Parafraseando a Traverso, hay circunstancias que evocan “al mismo tiempo destinos individuales y la historia de una nación” (Traverso, 2018) y en este caso, la vida de María Eugenia -a quién todos llamaban Quena-, refleja ambas condiciones. 5 Sus decisiones académicas, políticas y éticas se entrelazaron siempre y sobre todo después del golpe de estado en Chile, la colocaron en la trinchera de los vencidos, los marginados y los parias, como ella misma señaló en más de uno de sus escritos. De esta manera dedicó más de la mitad de su vida a la defensa de los derechos humanos y a los estudios de la memoria del pasado reciente, especialmente en nuestro país, formando a varias generaciones de estudiantes en este ámbito. Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 2 6 Tuve el privilegio de ser su alumna, colega y amiga. Reconozco en ella a mi principal formadora en la disciplina histórica. Soy tributaria de muchos de sus saberes y virtudes, por lo mismo no podría abandonar los que ella consideró sus deberes. Entre ellos, el más importante, sin lugar a dudas, el de memoria. 7 No hay mejor manera de cumplir con ese mandato, que relatar y destacar su rol en la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas del terrorismo de estado en nuestro país. Durante la postdictadura y hasta sus últimos días ese deber lo compartió con la reflexión teórica de lo vivido, por ella y el país entero. A partir de su propia experiencia, logró tomar la distancia necesaria para observar el conjunto, y referirse a las víctimas universales de la violencia política. 8 Las circunstancias de su vida, inseparables de los destinos del país, nos permiten entender la historia reciente de Chile, y más específicamente, el largo camino de la memoria que familiares y cercanos debieron emprender a partir de la búsqueda de los detenidos desaparecidos. 9 El registro de su vida es fruto de numerosas y largas conversaciones que sostuvimos durante más de veinticinco años, así como sus archivos personales y públicos y sus propios trabajos académicos. De la mano de las investigaciones historiográficas sobre la dictadura, la represión y el largo camino de la reparación y la justicia en la postdictadura, podemos entrelazar su experiencia personal, con la vida y los dolores de un país entero. Las memorias y el presente 10 Haciendo propios los planteamientos de Portelli (2014), en relación al uso de la Historia Oral, en el rescate de la subjetividad histórica y la vida de las personas corrientes para entender fenómenos globales, diremos que las fuentes orales nos hablan “más que de los acontecimientos, de sus significados”, y que “nos informan no sólo los hechos, sino lo que estos significaron para quién los vivió, y los relata; no sólo respecto de lo que las personas han hecho: sino sobre lo que querían hacer, lo que creían hacer, o sobre lo que creían haber hecho; sobre las motivaciones; sus reflexiones, sus juicios y racionalizaciones” (2014: 23). 11 La historia de vida -señala Flier (2016)- nos permite ir más allá de los hechos concretos, pues tenemos ante nosotros -los investigadores-, una construcción verbal, en que un individuo da forma narrativa a su propia vida. 12 Sin duda que este desafío está marcado por la importancia capital que adquiere el proceso de recuperación y transmisión de las memorias de las violencias padecidas en el siglo XX. Estas han inaugurado sin duda, un nuevo campo de estudio y que explicaremos en palabras de Henri Rousso: “la particularidad de la historia del tiempo presente es que se interesa en un presente que es aún el suyo, en un contexto donde el pasado no está terminado ni concluido, donde el tema de su relato es un “aun aquí”” (2018: 18). Y agrega que existe cierta convergencia en considerar que las catástrofes del siglo XX inauguran esta nueva contemporaneidad unida a una necesidad imperiosa de comprender ese pasado trágico (p.26). 13 Un pasado que no pasa, pues las exigencias de verdad, de reconocimiento y reparación a las víctimas y la necesidad de expresión de las memorias de los vencidos en el espacio público, han otorgado una responsabilidad especial a las y los historiadores del tiempo Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 3 presente, que al mismo tiempo deben ser actores de la historia que se está haciendo (p. 28). 14 Cada presente se origina en su última catástrofe, y en el caso de Chile, el acontecimiento fundante es sin duda, el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. Este hecho, partió la vida de muchos chilenos en dos. Sin lugar a dudas, para la inmensa mayoría, la vida nunca volvió a ser la misma, jamás. 15 El quiebre institucional, simbolizado en el bombardeo al Palacio de la Moneda, tuvo repercusiones profundas en los ámbitos político, social, económico, cultural, que tensionan hasta hoy al país. 16 La ruptura democrática, el fin de la vía chilena al socialismo, y las masiva y sistemáticas violaciones a los derechos humanos, inauguraron la dictadura chilena que se perpetuó por 17 años al mando del general Pinochet y cuyo principal legado será la implementación del modelo neoliberal y la constitución del 80 (Hunneus, 2005). 17 Las cifras del terrorismo de estado dan cuenta de una política de exterminio de un sector de la población que había adherido al proyecto político de la Unidad Popular y todos quienes de manera real o potencial pudiesen convertirse en adversarios de la dictadura. Más de tres mil víctimas fatales, entre detenidos desparecidos y ejecutados 1, alrededor de cincuenta mil personas torturadas2, y más de doscientos mil exiliados, son algunas de las cifras de esta última catástrofe. La transición a la democracia ha sido un proceso complejo, que no saldado deudas con el pasado ni con sus víctimas. La mantención de enclaves autoritarios (Garretón, 2000), como la propia Constitución de la dictadura, las enormes presiones para mantener impunes los crímenes de estado, y sobre todo la voluntad de olvido, que distintos sectores de la sociedad manifestaron (Moulian, 1997), hicieron del pasado un debate incomodo, pero persistente. 18 La violencia del estado tuvo, sin embargo, su contra cara, y esta fue la organización activa de la defensa de los derechos humanos. La temprana tenacidad de los familiares de las víctimas los convirtió en actores relevantes de la resistencia antidictatorial. Desde los primeros meses de la dictadura lucharon por esclarecer el paradero de sus seres queridos...alcanzar la verdad y la justicia. En estos largos años de lucha, su mayor victoria fue la de mantener viva la memoria de los ausentes. Durante la transición democrática, alcanzaron la estatura de referente ético para los sectores democráticos chilenos, que se movilizaron empecinadamente para impedir la impunidad. (Peñaloza, 2015: 45) Vivir y sobrevivir en el siglo XX 19 Es en esta época intensa, que la vida de María Eugenia se desliza, a veces por opción y muchas otras sin querer, por los límites de esperanza y la tragedia. Como buena parte de su generación, hizo suyas las utopías emancipadoras del siglo XX, antes de convertirse en víctima del terrorismo de estado y defensora de los derechos humanos. 20 Tanto las víctimas como sus deudos tuvieron una vida previa, que no siempre explicitamos, pero permiten entender la alevosía con que actuaron los perpetradores. En general se enfrentaban a un colectivo y a una generación que había aportado con su inteligencia y esfuerzo al intento más profundo de democratización del país, cristalizado en el gobierno de la Unidad Popular, encabezada por Salvador Allende. 21 Descendiente de inmigrantes judíos, e hija de la clase media ilustrada del primer tercio del Siglo XX, Quena se formó en el seno de una familia de profesionales de primera Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 4 generación, comprometidos con el desarrollo del país. Su padre, médico siquiatra y su madre una de las primeras mujeres tituladas en la carrera de farmacéutica, tuvieron una vida breve que sin embargo sentaría las bases de las capacidades que más tarde desplegaría su hija. Siendo estudiante secundaria, se integró a las Juventudes Comunistas y fue dirigente del centro de estudiantes de su Liceo. 22 Enrique había nacido en el sur de Chile, llegó a Santiago a cursar sus estudios secundarios en el prestigioso Instituto Nacional, y luego ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Medicina. Sin duda fue un hombre excepcional en el recuerdo de todos quienes lo conocieron, pues se destacaba en todas las actividades en que se comprometía y estas no eran pocas. Fue un destacado siquiatra, un gran dirigente estudiantil, ejemplar militante comunista, admirable académico y profundamente comprometido con la Universidad de Chile, y las transformaciones sociales del país. 23 María Eugenia y Enrique se conocieron al calor de las movilizaciones contra el alza de las tarifas de la locomoción colectiva del 2 y 3 de abril de 1957 3, encabezadas por las organizaciones de trabajadores y estudiantes. Eran tiempos de ilegalidad para el Partido Comunista pero sus militantes eran reconocidos dirigentes sociales. 24 Paris, también comunista, era dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, al igual que Gustavo, su hermano mayor, militante del Partido Socialista. En su casa se hicieron las reuniones preparatorias de las movilizaciones. Dos años más tarde Quena y Enrique se casaron. 25 En paralelo, Enrique siguió sus estudios de medicina, y María Eugenia ingresó al Instituto Pedagógico a estudiar Historia. Ambos siguieron la carrera académica, convirtiéndose en profesores de la Universidad de Chile. 26 Hacia fines de la década de los sesenta, se respiraban ambientes de reforma en las universidades chilenas, al igual que en todo el mundo. En la Universidad de Chile, la creciente y diversa matrícula estudiantil cuestionaba el rol de la Universidad en relación a la sociedad, proponiendo volver a sus objetivos fundacionales, es decir, un ente crítico de la nación y un aporte al desarrollo del país, tal como lo había enunciado, un siglo antes, su fundador, Andrés Bello: “Por una Universidad cuyo norte sea Chile y las necesidades de su pueblo”. Además, exigían la democratización de la Universidad, planteando la participación de los tres estamentos universitarios en la toma de decisiones. 27 En el proceso de Reforma Universitaria, los militantes comunistas tuvieron un activo papel, y Enrique París fue uno de sus más destacados dirigentes. Junto a él, el Profesor Hernán Ramírez Necochea, una las principales influencias académicas de María Eugenia, y que más tarde se convertiría en el primer Decano elegido democráticamente por toda la comunidad universitaria. Años más tarde moriría en el exilio, en París. 28 El Partido Comunista de Chile, fue el más importante de Sudamérica, y el segundo en importancia después del cubano post revolución. Era ante todo un partido de masas, con importante representación política y social. En la década de los sesenta, contaba según las fuentes partidarias, con unos 300 mil militantes (Álvarez, 2003), de los cuales - según Luis Corvalán-, Secretario General de la organización, un tercio eran mujeres. 29 Al momento del Golpe de Estado, el Partido Comunista era uno de los partidos más importantes de la Unidad Popular, junto al PS y en términos electorales el cuarto a nivel nacional, después de la Democracia Cristiana, el Partido Nacional y el Partido Socialista. Había obtenido un 16% de los votos en las elecciones parlamentarias de Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 5 marzo de 1973, lo que significaba, además, un aumento sostenido en su votación a lo largo del siglo), quedando representado por 25 diputados de un total de 150 y 8 senadores de 25. 30 Además de sus representantes en el parlamento, contaba con dirigentes en las más importantes organizaciones sociales como la CUT, encabezada por Luis Figueroa desde 1965 hasta 19734. La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECH - fundada en 1906- la organización estudiantil más importante del país, era presidida por Alejandro Rojas quien fue reelecto en dos oportunidades. La Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica del Estado, la segunda universidad estatal más importante del país, también era conducida por un estudiante comunista, Osiel Núñez. El Rector de la misma Universidad, era el militante comunista Enrique Kirberg, el primer rector elegido de manera triestamental -tras la reforma universitaria-en 1967 y reelecto en dos oportunidades 31 Por su parte, en la Universidad de Chile, el doctor Paris fue elegido miembro del consejo normativo órgano superior de representación universitaria, de carácter democrático y triestamental, cargo que ejerció hasta el golpe de estado. En 1972, la profesora Horvitz es elegida directora del Departamento de Historia, a los 32 años, siendo la primera mujer en ocupar esta responsabilidad. 32 Sin duda que en la biografía individual y colectiva de los chilenos- y porque no decirlo del mundo progresista en general- el triunfo de Salvador Allende representa un hito ilustre. Por una parte, coronaba décadas de lucha social de los partidos de la izquierda chilena, y por otra parte representaba una esperanza inédita de socialismo en democracia. 33 El gobierno de la Unidad Popular se propuso hacer la revolución en pluralismo, democracia y libertad. Es lo que se conoció como ‘la vía chilena al socialismo’, que consistía en cambiar el modelo económico a través de una política redistributiva fuerte, dentro de la legalidad democrática vigente, pero ampliando los canales de participación popular en la toma de decisiones estatales. En ese propósito se encaminó a aumentar la democratización de la vida política y movilizar en forma organizada a las masas para construir, desde la base, una nueva estructura de poder con la participación generalizada de las organizaciones sociales de los trabajadores (Arrate, 2003). 34 Como sabemos, la experiencia de la vía chilena al socialismo término de la manera más violenta que se pudiera imaginar, o que se conociera hasta entonces en el país. Como mencionábamos con anterioridad, la vida quedó partida en dos, dando origen a los que Rousso denominaría nuestra última catástrofe (2018). La catástrofe 35 La mañana del 11 de septiembre el presidente Salvador Allende estaba en La Moneda rodeado de sus colaboradores más cercanos y su guardia personal. Temprano en la madrugada ya había noticias de que el golpe de estado estaba en marcha. 36 Los partidarios de la Unidad Popular sabían que, ante esa eventualidad, debían concurrir a sus lugares de trabajo y espera ahí el desarrollo de los acontecimientos. El diario El Siglo, órgano oficial del Partido Comunista había titulado su edición del día de esta manera “todos a sus puestos de combate”, sabiendo que esos puestos era el lugar donde desempeñaban sus funciones habituales. Así lo hizo el presidente, que llego a La Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 6 Moneda a primeras horas de la mañana. Así lo hizo también Enrique, en su calidad de asesor del presidente Allende y miembro del Comité Central del Partido Comunista. Mientras tanto, Quena partió al Instituto pedagógico. Ahí estaban la mayoría de los profesores, trabajadores y estudiantes partidarios del gobierno. 37 A las 10.30 de la mañana, Enrique Paris llamó a su madre para decirle que se encontraba en el Palacio de la Moneda y que pese a los anuncios de un este sería bombardeando él se quedaría al lado del presidente. Le pidió que les avisara a sus hijos y los cuidara. Fue la última vez que pudo comunicarse con alguien de su familia. También llamó al Pedagógico. Fue Fernando Ortiz, historiador, amigo, colega y compañero de militancia de ambos quien atendió el llamado. “No alcancé a llegar al teléfono- recuerda María Eugenia Horvitz- porque se me ocurrió la cosa más loca: como tenía las llaves del Departamento de Historia, me fui a la biblioteca a buscar en los libros de arquitectura colonial”, la idea era ver los planos de La Moneda, para ver los lugares más seguros para protegerse de un bombardeo, de acuerdo a los planos originales de Toesca (Anales, 2013). 38 La Moneda fue bombardeada a medio día, y tras eso Allende conminó a sus colaboradores a salir del palacio. Mientras ellos salían, el presidente se suicidó, con lo que quedaba sellada la derrota del proyecto popular. 39 En la puerta de La Moneda se produjeron las primeras detenciones. 49 personas, de las cuales fueron liberadas 17. Eran miembros de la policía de investigaciones que a pesar de la situación se quedaron al lado del presidente, siendo los únicos uniformados en no sumarse al golpe. Luego se separó a otro grupo de prisioneros. En total el grupo quedó constituido por 21 personas. Diez asesores del presidente Salvador Allende, diez miembros de la guardia personal del presidente, (GAP) y un obrero. 40 Los asesores del presidente, además de Enrique Paris, eran Jaime Barrios Meza, Sergio Contreras, Daniel Escobar Cruz, Enrique Huerta Corvalán, Claudio Jimeno Grendi, Eduardo Paredes Barrientos, Héctor Ricardo Pincheira Núñez, Arsenio Poupin Oissel, y George Max Klein Pipper. Los miembros de la Guardia Presidencial, que han podido ser identificados son los siguientes: José Freire Medina, Daniel Gutiérrez Ayala, Oscar Lagos Ríos, Juan Montiglio Murúa, Julio Hernán Moreno Pulgar, Luis Rodríguez Riquelme, Jaime Sotelo Ojeda, Julio Tapia Martínez, Oscar Valladares Caroca y Juan Vargas Contreras. Además, estaba el obrero Oscar Luis Avilés Jofré, quien había concurrido a La Moneda en apoyo al Gobierno. Este grupo fue llevado al regimiento Tacna, testigos señalan que algunos fueron separados del grupo. Desde donde se perdió su rastro. Comenzaba el largo camino de la búsqueda. Las pérdidas, las búsquedas 41 Amigos y familiares recorrieron hospitales, cárceles, a fin de conocer su paradero. El día 12 de septiembre, Edgardo Boeninger, Rector de la Universidad de Chile, aún en ejercicio5, se apersonó en el regimiento para ver al doctor París, pero esta petición le fue negada. Al parecer, ya no estaba en el lugar, y al Rector se le negó cualquier otro tipo de información6. 42 Los testigos señalaban que el doctor París y otros detenidos habían sido conducidos a Peldehue, donde habían sido fusilados, sin embargo, no existía ninguna constancia ni certeza de aquella información. Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 7 43 No había ningún elemento ni experiencia que hiciera presagiar ni en el peor de los escenarios, que la gente que era detenida, no volvería aparecer. Sin embargo, los detenidos de La Moneda, se convirtieron en los primeros casos de desaparición forzada en nuestro país, aunque todavía nadie pudiera siquiera sospecharlo. 44 Fueron los primeros, pero no los únicos en ese período: “La represión política – fusilamientos sumarios, tortura sistemática, privación arbitraria de libertad en recintos al margen del escrutinio de la ley, conculcación de Derechos Humanos fundamentales– operó desde el 11 de septiembre hasta el fin del gobierno militar, aunque con grados de intensidad variables y con distintos niveles de selectividad a la hora de señalar a sus víctimas. (Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, 2004: 316). El total de víctimas fatales de la dictadura fueron 3197 personas, que corresponden a 2095 muertos y 1102 detenidos desparecidos (Comisión Nacional Verdad y Reconciliación: 1991). 45 La mayoría de las víctimas corresponden al período 1973-1976, con un total de 1.828 víctimas fatales. Esto responde a la idea de limpieza política que se plantea la dictadura en sus primeros meses, donde elimina a destacados dirigentes de la Unidad Popular, como a personas, sin relevancia política, que transitaba en horas de toque de queda, o en allanamientos de poblaciones. En todos los casos el objetivo era el mismo, causar terror en la población general, desde las personas más cercanas a la víctima hasta el resto de la sociedad que vio directamente o por los medios de comunicación, al menos, algunos aspectos de la violencia desatada por el nuevo gobierno. Fueron perseguidos en primer lugar los militantes de los partidos políticos de la Unidad Popular y el MIR, funcionarios de gobierno, dirigentes sindicales, vecinales, estudiantiles, obreros, campesinos, y todo aquel que fuera sospechoso de ser simpatizante del gobierno depuesto, entre ellos los extranjeros (Peñaloza, 2015). 46 La mayoría de las personas fueron perseguidas y eliminadas debido a su militancia política, ya que la dictadura chilena fue prolija al perseguir a activistas y dirigentes políticos, en represalia por su participación en el gobierno de la Unidad Popular, o por sus potencialidades para la organización de la oposición a la dictadura. Los servicios secretos del régimen persiguieron, de manera planificada y sistemática, a la militancia de los partidos de la Unidad Popular. 47 De acuerdo con el registro del Informe de Verdad y Reconciliación, el 54% de las víctimas tenía una militancia política reconocida –el 17,8% pertenecía al PS, el 16,9% al MIR y el 15,5% PC, siendo las organizaciones políticas más afectadas. 48 No obstante, uno de los aspectos más esperanzadores de esos tiempos de violencia, es que la solidaridad con las víctimas comenzó a organizarse muy prontamente ante este aterrador e inédito escenario. 49 Una de las primeras acciones que cada familia emprendió, a sugerencia de los abogados que los acompañaron, fue la de interponer un recurso de amparo o Habeas Corpus, a favor de los detenidos, pero invariablemente fueron rechazados. En el Caso del Doctor Paris, el recurso fue presentado en el mes de octubre. Era el inicio de una serie de trámites judiciales para dar con su paradero. Ninguno dio el resultado esperado. 50 Sin saberlo aún, se había inaugurado una forma de represión especialmente cruel, que aún era imposible nombrar, y que al cabo del tiempo se conocería bajo el término Detenidos Desaparecidos, es decir, había constancia de la aprehensión de las personas, por civiles o militares, pero no se tenía noticias del lugar donde se encontraban. Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 8 51 Los familiares de las personas afectadas por estas detenciones y los organismos de derechos humanos debieron inventar una manera de proceder, que permitiera encontrarlos, o al menos denunciar la situación que los aquejaba. 52 Fue así como el caso del Doctor Paris fue el primero en ser denunciado ante la Comisión Interamericana de la OEA. En respuesta el gobierno chileno debió comprometerse a realizar averiguaciones sobre el caso. No obstante, en repetidas oportunidades solicitó más plazo para reunir antecedentes, hasta que la Comisión, en mayo de 1975 y al no recibir una respuesta satisfactoria, resolvió incluirlo como un caso gravísimo de violación al derecho a la vida, a la seguridad e integridad de la persona (Peñaloza, 2015). 53 La denuncia de este caso abrió un camino y cientos de otros casos fueron denunciados con posterioridad. Estos fueron la base para que la comunidad internacional conociera los crímenes que la dictadura chilena estaba cometiendo, lo que significó recibir una enorme solidaridad del mundo entero para con las víctimas, y un trabajo sistemático de los organismos internacionales, como la creación de una comisión ad-hoc de Naciones Unidas, en 1975, para investigar los crímenes denunciados, y la condena sistemática contra el gobierno chileno desde 1976 y hasta el fin de la dictadura por violaciones graves a los derechos humanos. 54 Sabemos que ninguno de estos esfuerzos, permitió encontrar con vida a las víctimas, sin embargo, tuvieron frutos a largo plazo que representan un triunfo desde la perspectiva de la memoria y los derechos humanos. Por ejemplo, la aprobación de la “Declaración sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas”, el 18 de diciembre de 1992, por la Asamblea General de las Naciones Unidas. 55 Por otra parte, si bien la dictadura se preocupó de no dejar huella sobre sus crímenes, las denuncias hechas por los familiares y organismo de derechos humanos han permitido reconstruir la historia de la represión. Es lo que Horvitz, en sus trabajos posteriores, denominó los “archivos del sufrimiento”, en contraposición a los “archivos del mal” de los que hablaba Hanan Arendt, para referirse a los registros del nazismo. 56 En esa labor de búsqueda y denuncia, las mujeres -esposas, madres, hijas- de las víctimas, y organizadas principalmente en la Agrupación de Detenidos Desaparecidos cumplieron un rol fundamental. A este respecto diría María Eugenia, estas “impactaron la plaza pública trayendo constantemente la presencia de las víctimas de la dictadura, sus biografías, a la vez que exigían que la justicia investigara los crímenes en contra de la humanidad. Las representaciones culturales de las obligaciones normadas de larga data se transfiguraron en su posicionamiento político en la comunidad, en su calidad de sujetos históricos portadores de memoria que asumían una ciudadanía, obligando a retroceder a los poderes que parecían omnímodos…subrayando la idea fuerza de la Modernidad, que no es otra que la de defender los derechos y libertades de las personas y de los ciudadanos. Del derecho a demandar por sus desaparecidos o muertos a las instituciones forjadas en la violencia, pasaron a poner en duda los secretos de Estado. De la demanda a la exigencia tuvieron que franquear los difíciles pasos que llevaban a irrumpir en el país del miedo y el silencio. Estas mujeres, respaldadas en el imaginario colectivo de sus obligaciones sociales de mantener la memoria de sus próximos, construyeron organizaciones para oponerse a la Dictadura, las que estuvieron entre las primeras obras de desacato, perviviendo hasta ahora” (Horvitz, 2001). 57 En el caso de la familia de Quena y una gran cantidad de compatriotas, la búsqueda y la denuncia tuvo obstáculos adicionales. Al mismo tiempo de las primeras diligencias, Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 9 María Eugenia fue expulsada de la Universidad, y sus hijos Enrique de 11 años, Sebastián de 10 y María Eugenia de 9, fueron expulsados del Liceo Experimental Manuel de Salas, dependiente de esta casa de estudios. Todas estas pérdidas, y el clima de violencia y hostigamiento provocaron que Quena y sus hijos partieron a su exilio a Francia, en diciembre de 1973, agregando nuevos dolores a una situación ya incierta y precaria. 58 Fue su amigo y colega, Fernando Ortiz, en su calidad de secretario general del Partido Comunista, en la clandestinidad, que la instó a tomar la decisión de abandonar el país. A pesar de los riesgos, los acompañó hasta el aeropuerto para asegurarse que así fuera. Por su parte, como dirigente del Partido, el decidió quedarse. Tres años después fue detenido y hecho desaparecer. Si bien no existe una cifra precisa sobre el total de exiliados, los cálculos de las organizaciones de derechos humanos señalan que fueron entre 200 y 400 mil las personas qué de diversas formas, abandonaron el país. 59 La Vicaría de la Solidaridad7, que registra unas 260.000 personas que fueron obligadas a vivir fuera del país por razones políticas. Sin embargo, a partir de las propias fuentes de la Vicaría, Carmen Norambuena calcula que habrían salido del país 408.000 personas (2000). 60 Fueron muchos los familiares de Detenidos Desaparecidos, que por razones de supervivencia debieron abandonar el país, dificultando aún más la labor que se habían auto impuesto, pero una vez más la adversidad fue sorteada buscando nuevas formas de denuncia. En ese contexto, reiteramos que la comunidad internacional jugó un rol fundamental. El exilio político debe entenderse como una forma de violación a los derechos humanos, en tanto no puede analizarse de manera separada de otras formas represivas en la medida en que quienes lo padecieron, fue por causas de la persecución política. Un perseguido puede ser, en distintos momentos, un prisionero político y un exiliado. De la misma manera, un exiliado nunca está del todo a salvo de nuevas persecuciones, por cuanto continúa su trabajo político. La lucha que cada uno de ellos daba era una amenaza para las dictaduras del Cono Sur, por lo que éstas dedicaron esfuerzos y recursos para combatirlos: se perseguía el trabajo de denuncia y condena de las violaciones a los derechos humanos y el trabajo por la recuperación de la democracia. Se quería atentar contra su capacidad de organizarse, internacionalmente y de manera fraterna, por su país o por otras causas con las que se sintieron convocados; (Peñaloza, 2017) 61 A partir de la denuncia acerca de las gravísimas violaciones a los derechos humanos que se estaban cometiendo, el activismo de la solidaridad con Chile pasó a ser una tarea de primer orden para los exiliados chilenos, recuperando de paso, de esta forma, la ciudadanía perdida. 62 El trabajo político, traducido en los intentos de recomposición de la izquierda chilena, tras la derrota, las actividades de denuncia, y el apoyo a la resistencia en el “interior”, crean un nuevo espacio, vital en su sentido más literal, para quienes han vienen de haber transitados los dolores más profundos. En palabras de Horvitz, El exilio tiene un doble rostro: es un refugio contra el terror o la precariedad de la vida y es un duelo permanente. Este se representa en el sufrimiento de múltiples pérdidas: la comunidad histórica, los lugares de referencia cultural, del afecto familiar, la fraternidad de los próximos. La identidad se resquebraja y, afortunadamente, entran por los intersticios otras voces y lugares que van enriqueciendo al exiliado de modos de ser diferentes, de solidaridades, que le abren nuevas esperanzas para un reencuentro con los suyos y con el proyecto de Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 10 ciudadanía que quedó inconcluso. También las expectativas producen nuevas miradas sobre las diferencias o la unidad cultural, expandiendo la capacidad creativa, la reafirmación de los valores democráticos y, en especial, la defensa de los Derechos Humanos; (Horvitz, 2017: 37) 63 En términos concretos, esto la llevó a jugar un rol de primera línea en las actividades del Partido Comunista en el exilio, dentro de las que un espacio importante lo ocupaba el recibir a los compañeros recién llegaos, tramitar las denuncias ante los organismos internacionales, y en medio de todo eso, procurar el sustento diario para la familia. Nada de eso hubiese sido posible, sin la enorme solidaridad que el mundo tuvo con los chilenos, en nombre del proyecto encabezado por Salvador Allende, que tanta esperanza le había dado al mundo. 64 El exilio político fue un intento por sobrevivir; una respuesta a la persecución política. Quienes partieron, lo hicieron para ponerse a salvo, y cuando esas condiciones no se dieron, debieron volver a partir. Desde lugares diversos, lucharon por crear las condiciones para poner fin al exilio, es decir, acabar con la dictadura. La continuidad del vínculo con Chile y la militancia política planteó también el dilema y la urgencia del regreso, aun cuando las condiciones no fueran seguras. Su militancia política los hizo correr riesgos vitales (Peñaloza, 2016); 65 En el ámbito familiar, Francia representó el lugar de acogida, en ausencia del país de origen, las posibilidades de reconstruir la vida, los afectos, y la cotidianeidad. La escuela, el trabajo, la lengua, el barrio, los amigos y vecinos de una nueva vida, distinta a la conocida, pero que se convierte en el camino, en una identidad propia. 66 A pesar de todo ello, el anhelo y la urgencia de volver a la patria, trajeron de vuelta a una parte de la familia, pero en distintos momentos. El primero fue Enrique, su hijo mayor, ya convertido en joven mayor de edad decidió regresar a Chile, para aportar en la lucha contra la dictadura, desde su propia patria. Sobre Quena pesaba una prohibición de ingreso, pero a pesar de ello, pudo volver en la primera mitad de los años ochenta, continuando su trabajo político y su activismo en el ámbito de los derechos humanos. 67 El fin de la dictadura, trajo nuevas esperanzas a los familiares de las víctimas. Dentro de lo razonablemente esperable, se pensaba que al fin podría saberse el destino de los Detenidos Desaparecidos y abrir el camino de la justicia. 68 Hasta el día de hoy es un camino incompleto, pero que sin embargo tuvo algunos hitos importantes. Una vez asumido el nuevo gobierno, comenzaron a abrirse las fosas clandestinas que contenían a las víctimas. Mil veces negadas, las agrupaciones intuían la existencia de algunas de ellas. 69 En agosto de 1994, fueron identificados nueve personas, de entre los restos encontrados en el patio 29 del Cementerio General, entre ellos al doctor Enrique Paris. A diferencia de las informaciones que se había recopilado a través de testigos, la información entregada por el Servicio Médico Legal revelaba que el doctor Paris había muerto en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, desde donde había sido retirado por una patrulla militar que lo condujo al puente Bulnes, para ser arrojado al río Mapocho, como se hizo con muchos cadáveres a fin de aterrorizar a la población, en los días posteriores al golpe de estado. (Maldonado, 1999: 61). La causa de muerte según el informe de autopsia fue “heridas múltiples de bala y que el cuerpo presenta zonas semi carbonizadas en la cara, región lumbar, manos y piernas” (Maldonado, 1999: 67). Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 11 70 Era un nuevo golpe para la familia. Si bien encontraban su cuerpo, y aun cuando era imaginable después de 21 años, que no estaría con vida, las circunstancias de la muerte eran mucho más crueles que las imaginadas. Surgían nuevas preguntas judiciales, pero sobre todo humanas. Saber de la tortura a la que había sido sometido, o del largo silencio de quienes pudieron reconocerlo en el Hospital donde había trabajado y dado clases por años, eran datos imposibles de comprender y aceptar. 71 La despedida de sus restos se realizó en un multitudinario acto en la Facultad de Medicina, en gesto reparatorio y de homenajes de una vida dedicada a la Universidad. Estuvieron sus amigos, compañeros, sus familiares, sus tres hijos, y las nuevas generaciones de estudiantes. En nombre de ellos habló el presidente del Centro de Estudiantes de la Salud quien dijo “somos los hijos de la Dictadura y porque queremos seguir adelante, tener un futuro, necesitamos un pasado. Enrique Paris representa para nosotros esa parte de la historia que se perdió en septiembre de 1973” (Maldonado, 1999: 68). 72 Una parte importante de la tarea se había cumplido. Al fin se cerraba un ciclo que permitía al menos concluir el duelo, en términos simbólicos y enterrar los restos del padre, esposo, amigo y compañero, en el memorial de las víctimas de la dictadura construido en el cementerio, tras conocerse el informe de verdad y reconciliación en 1991. 73 Pero quedaba un camino tanto o más complejo por resolver. Ese día Quena dijo a la prensa expresando su sentir: (se siente una) gran pena por descubrir los restos de Enrique, con la muestra de las feroces torturas de que fue objeto…Pero también es una alegría por el hecho de encontrarlo…somos pocos. Aquí está presente mucha gente que junto con nosotros ha estado buscando a sus seres queridos y que nunca hemos recibido ninguna respuesta clara. Todo lo que sabemos es lo que nosotros hemos averiguado, es sólo una aproximación a la verdad. Se acaba si usted quiere, una parte. Esta es la ceremonia de la Universidad, en que fue recibido nuevamente. Pero no se puede acabar nuestro dolor ni nuestra incertidumbre. Porque toda la verdad de lo ocurrido no lo sabemos y porque tenemos que seguir requiriendo justicia. (Diario la Época, 11 de septiembre de 1994) 74 Con ocasión de este hallazgo, su hija menor vino de Francia y decidió su retorno definitivo a Chile. Su hermano Sebastián ya tenía una familia francesa que le hacía muy difícil pensar en esa posibilidad. 75 Años después la historia parecía comenzar de nuevo. En 2006, el Servicio Médico Legal informó que había habido errores en la identificación de los cuerpos del Patio 29. Hasta entonces, el servicio utilizaba la técnica de superposición fotográfica cráneo facial para los reconocimientos. No existían aún las posibilidades de realizar pruebas de ADN. Ante un daño tan grave hacia quienes precisamente más habían sufrido, el Estado chileno tomó las medidas correspondientes para no volver a cometer estos errores y agilizar los procesos de identificación, especialmente en los casos que quedaban pendientes. 76 Siguieron a esto años de nuevas angustias, hasta que finalmente fue confirmado el hecho que los restos no pertenecían a Enrique París. Todo parecía comenzar una vez más desde cero, aunque esta vez la espera fue más breve. 77 A comienzos de 2010 fueron encontrados restos óseos de once personas fusiladas en el Fuerte Arteaga, recinto perteneciente al ejército, al interior de Peldehue. Habían sido fusilados el 13 de septiembre de 1973. Fueron identificados por el SML en conjunto con Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 12 el Instituto de Medicina Legal de la Universidad Médica de Innsbruck de Austria, a través del método de ADN. Las identidades correspondían a las personas que habían sido detenidas el día 11 de septiembre en La Moneda y luego habían desparecido. Entre ellos estaba el médico Enrique París Roa, que tenía 44 años al momento de su detención y muerte. 78 Un nuevo funeral y la renovación del compromiso por parte de Quena para conocer toda la verdad y obtener justicia. Mientras tanto, el país había avanzado lenta pero progresivamente en materia de reparación a las víctimas y transmisión de su memoria. 79 El informe de Verdad y reconciliación de 1991, donde se reconocía la responsabilidad del estado en los crímenes cometidos y se otorga oficialmente el carácter de víctimas a todos quienes fueron objeto del terror estatal, la detención de Pinochet en Londres y las consecuencias judiciales que tuvo en Chile, El informe sobre prisión política y tortura, que reconoce y repara a los sobrevivientes, la reapertura de la puerta de Morandé 80, por donde salió por última vez el presidente Allende, ya sin vida, la inauguración del Museo de la Memoria, entre otros fueron medidas importantes, pero nada de esto hubiese llegado a ser un hecho concreto sin la persistencia de los asesinados por el terrorismo de estado. Todo esto era a su vez, muy poco en comparación con todo lo hecho por sus familias, que dejaron prácticamente una vida entera en esta causa. 80 En mayo de 2018, cuarenta y cinco años después del bombardeo al Palacio de la Moneda, siete oficiales en retiro del ejército fueron condenados a 20 años de presidio, por los delitos de secuestro y homicidio de 23 colaboradores del presidente Salvador Allende. Entre esos colaboradores estaba Enrique. 81 Una vez más, la infinita porfía de Quena conseguía dar un paso más en esta interminable lucha, que han dado por décadas, los familiares de las víctimas y que hoy asumido las nuevas generaciones van asumiendo como una batalla propia, a partir del ejemplo que nos han dejado los que ya partieron. Reflexiones finales 82 El valor de una vida y el testimonio que nos deja, desde el punto de vista disciplinar, es el de situar biográficamente los acontecimientos de una nación. Si bien las fuentes orales nos permiten reconstruir los hechos, mucho más relevante puede ser el ejercicio de analizar el impacto de estos sobre la vida de las personas concretas. Como se entrelaza la vida personal, con la de la nación y como dialogan las memorias individuales con las colectivas puede ser un ejercicio necesario y desafiante. 83 Sin duda que detrás de ello, lo que prima y se nos vuelve significativo, es lo subjetivo y único de la experiencia, pero que es imprescindible de analizar en el conjunto. Sobre todo, es una visita desde un presente distinto al relatado, entonces nos habla de la interpretación, significado y trascendencia que se le otorga. También con silencios y olvidos. La vida, no tanto como fue vivida, si no como recordamos haberlo hecho. 84 En este relato, también podemos visibilizar las diversas identidades que pueden convivir en una misma persona, y cuestionan las categorías que nosotros mismo usamos: víctima, activista, militante, familiar, intelectual, y como esas identidades múltiples actúan para modificar el curso de la historia. Cuestionamos así estereotipos y roles de género, u otros conceptos a veces considerados excluyentes entre sí, como víctimas versus activistas. Intelectuales, versus militantes, etc. Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 13 85 Es crucial señalar, también, que las violencias perpetradas en el siglo XX son mucho más que una estadística y cada persona las vive de un modo diferente y les otorga significados diversos. La resignificación de esos acontecimientos también motoriza nuevas acciones. Entre esas, el rol que juega la memoria, tanto en el ámbito de los afectos, como en el espacio público y arma de resistencia política. Tal como apunta Todorov, la memoria puesta al servicio de la justicia (2004). 86 La trascendencia de una vida tiene un valor en su excepcionalidad y en su norma, en tanto son parte de un tiempo y un lugar habitado por experiencias límites que nos interpelan desde el presente, no sólo para compadecernos si no porque nos comprometen a trabajar como historiadores y como ciudadanos comprometidos a evitar las repeticiones del horror. 87 Desde Santiago de Chile, a fines de 2019, la pregunta sobre que hemos hecho para evitarlo se hace insoportablemente necesaria. BIBLIOGRAFÍA ALVAREZ, Rolando, Desde las Sombras: Una historia de la clandestinidad comunista (1973-1980), Santiago, LOM, 2003, 268 p. AMOROS, Mario, Después de la lluvia, Santiago, Cuarto Propio, 2004, 450 p. ARRATE, Jorge, ROJAS, Eduardo, Memoria de la izquierda chilena, Tomo II, Santiago, Javier Vergara editores, 2003, 549 p. ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE, Las huellas de un acecho. Edición extraordinaria con motivo de los 40 años del Golpe de Estado de 1973/2013, Santiago, Edición a cargo de Sonia Montecino y María Elena Acuña, 2013. COMISIÓN DE SOLIDARIDAD CON MÉDICOS OBJETO DE REPRESIÓN, Porque Fuimos Médicos del Pueblo. Los médicos asesinados en dictadura, Santiago, Ediciones Chile América-Cesoc, 1993, 407 p. FLIER, Patricia, “El largo regreso a casa. Historia de la experiencia exiliar de un trabajador bancario”, en HORVITZ, M. E., PEÑALOZA, C. (comps.), Exiliados y desterrados del cono sur de América 1970-1990, Santiago, Erdosain, 2017, p. 295-317. GARRETON, Manuel Antonio, La Sociedad en que vivi (re) mos, Santiago, LOM, 2000, 207 p. HERTZ, Carmen, RAMIREZ, Apolonia, SALAZAR, Manuel, Operación Exterminio. La represión contra los comunistas chilenos (1973-1976), LOM, Santiago, 2016, 392 p. HORVITZ, María Eugenia, “Entre lo privado y lo público: La vocación femenina de resguardar la memoria. Recordando a Sola Sierra”, Cyber Humanitatis, n° 19, Santiago, 2001 Disponible en: . __________, “El Chile del Exilio 1973-1988 Desterrados, solidaridad y política”, en HORVITZ, M. E., PEÑALOZA, C., Exiliados y desterrados del cono sur de América 1970-1990, Santiago, Erdosain, 2017, p. 35-58 JADRESIC, Alfredo, La Reforma de 1968, Santiago, editorial Universitaria, 2002, 153 p. Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
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Tu infinita memoria: el largo camino de la militancia por la vida 15 quienes y especialmente las mujeres, asumieron esta tarea como una nueva forma de participación. En este trabajo trabajaremos con una hipótesis distinta de las habituales a partir de un caso en particular. Pensamos que las mujeres, que contaban con una experiencia militante propia, reconvirtieron esa experiencia partidaria, para incorporarse a la lucha de los organismos de derechos humanos -en muchos casos crearlos- y desplegar su experiencia en pos de esta causa para la que nadie estaba preparado y ni podía imaginar que ocuparía gran parte del resto de sus vidas. A partir de la desaparición del Doctor Enrique París -asesor del presidente Allende- desde el Palacio de La Moneda, reconstruiremos el camino de búsqueda de sus restos y el de la vía judicial, que culminó 45 años después con la sentencia condenatoria a los culpables de su detención y desaparición. El rol jugado por María Eugenia, quien fuera su esposa, y que transita entre la militancia partidaria y la de los organismos de derechos humanos, como una dualidad sin complejos, y con un mismo objetivo. La defensa de los derechos humanos y el fin de la dictadura. The crimes committed by dictatorships certainly meant the end of lives dedicated to militancy and popular struggle, but also for their families, the beginning of a path to achieve truth and justice. Not all relatives took this tour, however, there were those and especially women, that assumed this task as a new form of participation. We believe that women, who had their own militant experience, reconverted that partisan experience, to join the struggle of human rights organizations - in many cases create the organisations - and deploy their experience in pursuit of this cause for which no one was prepared and could not imagine that he would occupy much of the rest of their lives. From the disappearance of Doctor Enrique Paris -assessor of President Allende- from the Palacio de La Moneda, we will rebuild the road to search for his remains and that of justice, which culminated 45 years later with the conviction of those who were guilty of his death, detention and disappearance. The role played by María Eugenia, who was his wife, and who moves between party militancy and in human rights organizations, as a duality without complexes, and with the same objective. The defense of human rights and the end of the dictatorship. From his testimony, with the methodology and concepts of oral history - we will reconstruct the path that many women of his generation shared, in the search for truth and justice for an entire country. ÍNDICE Keywords: human rights, women, memory, Chile Palabras claves: derechos humanos, mujeres, memoria, Chile AUTOR CARLA PEÑALOZA PALMA Universidad de Chile Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 38 | 2019
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