Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina

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Algunas reflexiones sobre los estudios rurales
en América Latina
Some Reflections on Rural Studies in Latin America
Cristóbal Kay
Institute of Social Studies, La Haya

Email: kay@iss.nl

Fecha de recepción: febrero de 2007
Fecha de aceptación final: julio de 2007

Resumen
En este ensayo se analizan algunos de los principales temas de investigación en los estudios ru-
rales sobre América Latina durante las últimas dos a tres décadas. Las transformaciones en la
economía y sociedad rural provocadas por el proceso de la globalización neoliberal y las pro-
testas socio-políticas de campesinos, indígenas y mujeres contra la discriminación y las políti-
cas neoliberales impregnan los estudios rurales. La perspectiva de análisis de la “nueva rurali-
dad” es vista por muchos investigadores como la mejor forma de captar los cambios y para di-
señar políticas públicas pro-campesinas. También se examina la diferenciación campesina, la
brecha entre la economía campesina y la empresarial, la feminización y precarización del tra-
bajo rural, las relaciones rural-urbanas, el movimiento campesino e indígena, la reforma agra-
ria y la pobreza rural.

Palabras clave: Campesinado, indígenas, nueva ruralidad, cambio agrario, movimientos
campesinos, sociología rural, neoliberalismo, América Latina.

Abstract
This essay analyses some of the principal research themes of rural studies on Latin America dur-
ing the last two to three decades. The transformations in the rural economy and society en-
gendered by the process of neoliberal globalization and the sociopolitical protests of peasants,
indigenous peoples and women against discrimination and neoliberal policies infuse rural stud-
ies. The analytical perspective of the “new rurality” is seen by many researchers as the best ap-
proach for capturing these changes and designing pro-peasant public policies. Other themes
examined here are peasant differentiation, the gap between peasant and capitalist farming, the
feminization and flexibilization of rural labour, urban-rural relations, peasant and indigenous
movements, agrarian reform and rural poverty.

Keywords: Peasantry, Indigenous Peoples, New Rurality, Agrarian Change, Peasant Movements,
Rural Sociology, Neoliberalism, Latin America.

               Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 29, Quito, septiembre 2007, pp. 31-50
                 © Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.
                                               ISSN: 1390-1249
Cristóbal Kay

        l propósito de este artículo es presen-           estudios rurales disminuye y surgen diversas

E       tar una reflexión sobre los estudios ru-
        rales en América Latina desde el giro
neoliberal y a partir de la década de los
                                                          interpretaciones nuevas entre las cuales figura
                                                          el postmodernismo con su visión relativista,
                                                          culturalista e individualista. Los análisis es-
ochenta del siglo pasado. No se pretende                  tructuralistas y totalizadores son criticados
hacer un balance ya que ello requeriría un ar-            como dogmáticos o tautológicos y son des-
tículo de mayor envergadura y profundidad.                plazados por los nuevos estudios que enfati-
Para tal efecto se puede consultar las excelen-           zan la agencia y las capacidades de los sujetos
tes compilaciones editadas por Piñeiro                    para crear sus propias estrategias de vida y a
(2000), Bendini et al. (2003) y Ramírez y                 través de sus múltiples intervenciones trans-
Rubio (2006) así como también los trabajos                formar su entorno y quizás el más allá.
de Gómez (1992), Murmis (1994a, 1994b),
Plaza (1998), Kay (2001), Bengoa (2003),
Brass (2003) y Brumer y Piñeiro (2005). El                Neoliberalismo
objetivo de este ensayo es más bien analizar              y nueva ruralidad
algunos de los temas principales de investiga-
ción y enfoques que se han desarrollado en las            Las políticas económicas neoliberales acelera-
últimas décadas sobre la cuestión agraria en la           ron procesos de transformación ya en marcha
región. Sin duda, mi visión es parcial y otros            y a su vez produjeron nuevos cambios. Un as-
autores tendrán diferentes énfasis e interpre-            pecto central del giro neoliberal y de la glo-
taciones sobre los estudios rurales. Pero tam-            balización es la liberalización de los mercados
bién se pretende estimular el debate para así             que significa tanto extender como profundi-
reforzar las reflexiones sobre la temática.               zar las relaciones mercantiles en todos los ám-
    Con la creciente aplicación de políticas              bitos posibles. Para captar dichos fenómenos
neoliberales y el fin de la guerra fría, las gran-        surgen una serie de estudios desde los 1990s
des teorías y abstracciones pierden influencia.           que se pueden englobar bajo el término de la
Los polémicos e interminables debates sobre               “nueva ruralidad” y que ha adquirido cierta
los modos de producción y las formaciones                 popularidad en los estudios rurales (Llambí
sociales se desvanecen y surgen estudios más              1994, Arias 2006). El énfasis principal en di-
específicos sobre una gran diversidad de                  chas investigaciones está en ampliar la visión
temas. Por cierto que dichos cambios a nivel              del campo de lo agrario a lo rural, en enfati-
teórico y de las temáticas de investigación de            zar la multifuncionalidad de los espacios ru-
alguna manera reflejan ciertas transformacio-             rales debido a la creciente importancia de las
nes de la realidad tanto a nivel nacional como            actividades no agrarias y de la más fluida e in-
global. La creciente presencia del movimien-              tensa interrelación entre lo rural y lo urbano
to de las mujeres y de las movilizaciones de              y lo local con lo global, y en remarcar los sig-
los pueblos indígenas se refleja en la explosión          nificativos cambios en los patrones culturales
de los estudios sobre género e indígenas. La              y de vida rurales (Llambí 2004). Aunque no
crisis del socialismo real con el colapso de los          se podría decir que estos estudios representan
sistemas de planificación centralizada y la ex-           un cambio paradigmático, ya que en general
tensión de las relaciones capitalistas por todos          no pretenden generar una nueva teoría, pero
los rincones del mundo y su profundización a              sí indican un cambio de visión que se sinteti-
raíz de la globalización neoliberal dificultan            za en el concepto de la “nueva ruralidad”
cualquier alternativa al sistema capitalista.             (Giarracca 2001, Pérez et al. 2001, Clemens y
Así, la influencia de la teoría marxista en los           Ruben 2001, Pérez y Farah 2004).

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    Los nuevos ruralistas llaman la atención a          de reproducción y tales actividades sólo les
la pluriactividad de los hogares campesinos             permiten la sobrevivencia y por tanto no es
que están involucrándose cada vez más en                una política de desarrollo. Sólo una minoría
una variedad de actividades no agrícolas pro-           de campesinos, aquellos con suficiente acceso
ductivas y de servicios en el ámbito rural,             a recursos productivos, pueden a través de di-
tales como artesanías, pequeños talleres y mi-          chas actividades no agropecuarias lograr me-
croempresas manufactureras, comercio y tu-              jorar sus niveles y calidad de vida (Martínez
rismo. Algunos miembros de los hogares fa-              2000). En cierto modo, la nueva ruralidad es
miliares trabajan también como jornaleros en            el resultado del neoliberalismo y promover la
empresas agroindustriales, obras de construc-           pluriactividad sin cambiar el contexto es re-
ción de caminos y viviendas, granjas capita-            producir el neoliberalismo y con ello la ex-
listas y otras actividades. Cada vez más muje-          plotación y el despojo campesino.
res participan en el mercado de trabajo asala-              Hay otra vertiente en los estudios sobre la
riado, especialmente en las nuevas exporta-             nueva ruralidad que elaboran alternativas con
ciones de productos agrícolas no tradicionales          un cuestionamiento más explícito de las polí-
frutihortícolas y florícolas, aunque muy a me-          ticas neoliberales y con el afán de alentar un
nudo en forma precaria y con salarios míni-             proceso de desarrollo centrado en la agricul-
mos (ver artículo de Korovkin y Sanmiguel               tura campesina. O sea plantean una visión
en este número).                                        “campesinista” que, sin desconocer el mérito
    Sin embargo, algunos autores cuestionan             de las actividades no agropecuarias, enfatiza
la trascendencia de la nueva ruralidad, argu-           la producción de alimentos de mejor calidad,
mentando que los fenómenos descritos son                la agricultura orgánica, la promoción de los
más bien una expresión de viejos rasgos en el           conocimientos y habilidades productivas, la
contexto de la globalización y no representan           creación de nuevos mercados nicho, entre
necesariamente nuevos elementos (Riella y               otras propuestas (Barkin 2001). El propósito
Ro m e ro 2003, Bendini 2006). Según Se r g i o         es fortalecer la economía campesina dentro
Gómez (2002), la mayoría de los aspectos de             de un modelo alternativo en el cual se apoyan
la así denominada “n u e va ruralidad” estaban          las iniciativas locales y se propugna el desa-
ya presentes con anterioridad al neolibera-             rrollo endógeno para lograr una mayor parti-
lismo.                                                  cipación social, control local y autogestión
    A mi juicio, existe cierta ambigüedad               sobre el territorio por parte de la comunidad
entre los nuevos ruralistas en cuanto al diseño         campesina (North y Cameron 2003).
de las políticas públicas. Algunos autores cri-             Se puede observar cierta influencia en esta
tican a los gobiernos y a las organizaciones no         visión de la literatura sobre descentralización
gubernamentales (ONGs) por seguir priori-               y desarrollo territorial rural y en especial de
zando las actividades productivas agropecua-            las propuestas del movimiento zapatista en
rias en sus proyectos de desarrollo rural (en la        Chiapas. Pero para que tal visión campesinis-
medida que todavía existen en el contexto ne-           ta de la nueva ruralidad se logre materializar
oliberal), en vez de fomentar las nuevas acti-          y para que beneficie a todos los campesinos es
vidades no agropecuarias que ofrecen mayo-              necesario una nueva reforma agraria que
res perspectivas de empleo y de generación de           transfiera no sólo tierra a los sin o con insufi-
ingresos. Dicha posición me parece paradóji-            ciente tierra sino también recursos financie-
ca en el sentido que para la mayoría de los             ros y tecnológicos. También es necesaria una
campesinos su creciente participación en acti-          inserción más equitativa de los campesinos en
vidades no-agropecuarias obedece a su crisis            los mercados tanto de productos como de los

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factores productivos que sólo se puede lograr           de los grandes granjeros, muchos de ellos de
desarrollando sus organizaciones. Sólo con el           origen latifundista (Kay 1988).
empoderamiento de los campesinos, en alian-                 En la búsqueda del sustento de vida, un
za con otros sectores sociales progresistas, es         número creciente de pobladores rurales em-
posible que ellos negocien mejores condicio-            prenden migraciones temporales o a más
nes en sus relaciones tanto con el mercado              largo plazo a otras áreas rurales o hacia áreas
como con el Estado.                                     urbanas. También las migraciones a otros pa-
                                                        íses, donde la mayoría trabaja como asalaria-
                                                        dos, son cada vez más frecuentes. Aquellos
La diferenciación campesina                             que emigran, envían remesas a los miembros
                                                        de sus familias campesinas. De este modo, las
Las políticas neoliberales han dado un nuevo            actividades y fuentes de ingresos de los hoga-
impulso a la diferenciación campesina. La               res campesinos se han diversificado
creciente pauperización de los campesinos               significativamente. Para muchos hogare s
debido a su cada vez menor acceso a los re-             campesinos los ingresos no agropecuarios ya
cursos productivos, especialmente la tierra,            superan los ingresos provenientes de las acti-
los obliga a buscar otras oportunidades de              vidades agropecuarias del predio. Entre los
empleo e ingresos. Generalmente sólo logran             ingresos extra-parcelarios predominan cada
asalariarse en condiciones muy precarias, es            vez más los ingresos provenientes de activida-
decir en empleos temporales mal remunera-               des asalariadas y las remesas de los emigrantes
dos. Por tanto la pluriactividad es sólo un me-         (Reardon et al. 2001). Los pocos estudios que
canismo de sobrevivencia para los campesinos            existen sobre el uso de las remesas indican
pobres. En cambio aquellos hogares campesi-             que generalmente son destinadas a la compra
nos con mayores recursos productivos y con              de bienes de consumo y al mejoramiento de
mejores niveles de educación logran insertar-           las viviendas en vez de invertirse en activida-
se en otras actividades productivas más renta-          des productivas. Se crea así una dependencia
bles que la agropecuaria a través de sus activi-        de los hogares campesinos de las remesas.
dades micro e m p resariales y comerc i a l e s         Algo similar ocurre a nivel nacional. En va-
(Dirven 2004a). En caso de asalariarse logran           rios países las remesas ya constituyen la se-
acceso a empleo de mayor calidad y producti-            gunda fuente de ingresos de divisas del país
vidad, que requiere mayores niveles de califi-          superando en algunos casos el valor de las ex-
cación y, por tanto, redunda en mayores sala-           portaciones agropecuarias. Los gobiernos se
rios que los obtenidos por los campesinos               han percatado tardíamente de esta situación y
más pobres (Reardon et al. 2001).                       por lo general todavía no se han diseñado po-
    Por lo tanto, para los campesinos ricos la          líticas públicas para proveer incentivos para el
pluriactividad es una oportunidad para la               uso productivo de tales remesas.
acumulación de capital y para su ascenso eco-
nómico y social. Debido a que son una mi-
noría y a la luz de la gran desigualdad en la           La brecha entre la economía empresarial
distribución de la tierra, esta oportunidad de          y la economía campesina
acumular capital es insuficiente para generar
un proceso de desarrollo capitalista en el agro         Las políticas neoliberales han profundizado
desde abajo. O sea, la vía campesina al capi-           las desigualdades entre las granjas capitalistas
talismo agrario sigue subordinada, incluso              y las parcelas campesinas (Rubio 2003). La
cada vez más, a la vía capitalista desde arriba         promesa de los neoliberales era que la libera-

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lización de los mercados beneficiaría al sector        bientales aún son inciertos. La soya también
agrícola, que según ellos sufrió discrimina-           ha desplazado otros cultivos, tales como el
ción durante el período de industrialización           trigo que es el ingrediente básico para los pro-
por sustitución de importaciones (ISI), por-           ductos alimenticios basados en la harina. La
que se reforzarían las ventajas comparativas           gran demanda por tierra de la soya también
del sector agropecuario. Con ello se dinami-           ha provocado el desplazamiento de cientos de
zaría la agricultura y en especial sus exporta-        miles de productores campesinos, ya sea por
ciones que también beneficiaría a los campe-           la venta de sus tierras o por otros medios de
sinos tanto a través del crecimiento de sus ex-        presión, que no siempre son legítimos. Todo
portaciones en su calidad de productores               esto ha afectado la seguridad alimentaria en
como por las mayores oportunidades de em-              dichos países y ha creado inseguridad en las
pleo y aumento en los salarios en su calidad           zonas rurales (Teubal et al. 2005).
de asalariados. Sin embargo, el desempeño                  En el caso de la fruticultura la situación
del sector agropecuario en cuanto a creci-             también favorece a los productores con capi-
miento económico y creación de empleos ha              tal, pero a través de los contratos con la
sido inferior en el período neoliberal compa-          agroindustria frutícola existen ciertas posibili-
rado con el período del desarrollo hacia aden-         dades para la economía campesina. Sin em-
tro o de la ISI (David 2001).                          bargo, en la mayoría de los casos dichos con-
    Es cierto que las exportaciones agropecua-         tratos favorecen a la agroindustria y los ries-
rias no tradicionales, tales como las frutas,          gos son generalmente asumidos por los cam-
hortalizas, flores y la soya han prosperado en         pesinos. La evidencia indica que son pocos
las últimas décadas y en algunos casos inclu-          los campesinos capaces de insertarse en la fru-
so han superado el valor de las exportaciones          ticultura y aquellos que logran hacerlo a tra-
tradicionales tales como el azúcar, café y ba-         vés de los años entran en quiebra por las deu-
nano. Pero los beneficiarios fueron los pro-           das acumuladas o revierten a sus cultivos tra-
d u c t o res capitalistas y los conglomerados         dicionales (Murray y Silva 2004).
agroindustriales transnacionales. Sólo en al-              En los cultivos hortícolas la economía
gunas instancias puntuales algunos producto-           campesina tiene mejores posibilidades com-
res campesinos lograron captar parte de los            petitivas, pero éstas se manifiestan más en la
beneficios.                                            producción para el mercado doméstico. El
    La soya ha tenido un crecimiento explosi-          mercado de exportación es más exigente en
vo, siendo los productores principales Brazil y        términos de calidad, controles fitosanitarios,
Argentina quienes dominan el mercado mun-              acceso a los compradores tales como las gran-
dial, habiendo desplazado a los Estados                des cadenas de supermercados, etc. Todos
Unidos (EEUU). Bolivia, Paraguay y Uru-                estos requerimientos favorecen a la agroin-
guay también son exportadores importantes              dustria que tiene los capitales y conocimien-
del producto. El cultivo de la soya favorece la        tos, realiza el procesamiento y otras etapas de
gran agricultura por la existencia de econo-           la cadena productiva donde captura la mayor
mías de escala y por ser un cultivo extensivo          parte del valor agregado y de las ganancias.
y por la mecanización, se crean muy pocos              Cuando contrata la producción prefiere ha-
empleos por hectárea cultivada. Además, las            cerlo con los grandes productores. Aquellos
consecuencias ecológicas son preocupantes,             pequeños productores que entran en una re-
ya que su expansión ha ampliado la frontera            lación con la agroindustria están expuestos a
agrícola destrozando bosques y por el domi-            sus abusos. Las relaciones de poder de nego-
nio de la soya transgénica cuyos efectos am-           ciación son muy desiguales y el Estado gene-

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ralmente no se interesa en reglamentar los             La feminización del trabajo
contratos o es incapaz de hacerlo.                     asalariado rural
    La otra cara de la liberalización es que ha
facilitado la importación de alimentos. Es re-         El surgimiento del movimiento feminista ha
conocido que los altos subsidios recibidos por         estimulado una serie de estudios sobre la
los productores en los países desarrollados            mujer rural y ha presionado a los gobiernos a
crean una competencia desleal con los de los           introducir legislación a favor de la equidad de
países subdesarrollados. La creciente importa-         género. Destacan los trabajos sobre las histo-
ción de alimentos baratos, especialmente de            rias de vida, tanto de líderes campesinas e in-
los EEUU y la Unión Europea (UE), ha lle-              dígenas como de otras mujeres en sus varios
vado a la ruina a muchísimos productores               quehaceres, los análisis sobre su creciente par-
campesinos e incluso ha provocado dificulta-           ticipación en el mercado laboral, las relacio-
des para los productores capitalistas. Pero los        nes domésticas, la violencia contra la mujer,
granjeros capitalistas han tenido más posibili-        su discriminación en cuanto al acceso a los re-
dades de responder frente al reto de las im-           cursos productivos, su doble jornada de tra-
portaciones baratas ya que tienen los medios           bajo, entre otros aspectos de sus vidas. Las
económicos para incrementar la eficiencia              agencias internacionales de cooperación y las
productiva o reconvertir su producción hacia           instituciones nacionales ofrecen más recursos
p roductos más re m u n e r a t i vos como, por        para la investigación sobre las relaciones de
ejemplo, cambiar del cultivo de cereales al            género y también para proyectos de desarro-
cultivo de los productos de agroexportación            llo enfocados a aumentar las capacidades de
no tradicionales.                                      las mujeres en sus varios contextos tanto pro-
    En breve, los productores campesinos son           ductivos como sociales y políticos. Muchos
asediados en el mercado doméstico tanto por            países introducen legislación para eliminar la
las importaciones de alimentos baratos como            discriminación contra la mujer y facilitar su
por los productores capitalistas internos que          empoderamiento. Así, por ejemplo, en los
logran ser más competitivos que los campesi-           proyectos de registro, saneamiento y titula-
nos a través de la biotecnología y otras inno-         ción de tierras que se han introducido en la
vaciones tecnológicas que requieren de una             mayoría de los países latinoamericanos en las
serie de recursos de difícil acceso para los           últimas décadas, se ha estimulado la titula-
campesinos. A su vez las nuevas oportunida-            ción conjunta o mancomunada del predio a
des abiertas a las exportaciones agropecuarias         nombre de la pareja y en caso de los hogares
no tradicionales son de difícil acceso directo         dirigidos por mujeres reforzar sus derechos
para los campesinos. En caso de lograr su in-          sobre la propiedad (Deere 2001, Deere y
serción en dicho mercado es a través de la             León 2001, Lastarria et al. 2003).
agroindustria que capta la mayor parte de los              La feminización de la agricultura se debe a
posibles beneficios. La participación campesi-         la crisis de la economía campesina causada
na en dichas exportaciones es principalmente           tanto por la creciente escasez de tierra a su
como asalariados de las empresas productoras           disposición como por la política neoliberal
y procesadoras de dichos productos. Por                que no la favorece. Ello ha forzado a los
todas estas razones la globalización neoliberal        miembros del hogar a ampliar sus opciones
está generando una “agricultura a dos veloci-          de ingreso lo que ha tenido varios efectos
dades” aumentando así la brecha entre los              sobre las mujeres. Con los ajustes estructura-
productores capitalistas y los campesinos.             les de los 1980s, los gobiernos trataron de es-
                                                       timular las agroexportaciones para lograr ma-

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Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina

yores ingresos en divisas para el pago de la            laborales. Ello ha llevado a muchos abusos
deuda externa. Con el arranque de las agroex-           por parte de los empleadores que se han apro-
portaciones no tradicionales, que tienden a             vechado de la mano obra barata para mejorar
ser intensivas en el uso de mano de obra, se            su competitividad en el mercado y aumentar
abrieron nuevas posibilidades de trabajo asa-           sus ganancias. Sin embargo, muchas mujeres
lariado para la mujer, aunque muchas veces              valoran su participación en el mercado laboral
sólo temporalmente. Muchos hombres se                   ya que les da una fuente de ingreso propia con
d e s p l a z a ron geográficamente emigrando a         la cual pueden negociar mejores relaciones
otras regiones o a otros países en busca de em-         con los hombres y les da un espacio de acción
pleo con lo cual la jefatura del hogar campe-           fuera de la dominación patriarcal en el hogar.
sino fue asumida por la mujer quien general-                Es difícil saber en qué medida ha mejora-
mente se hizo cargo de las actividades agrope-          do la situación de la mujer rural y si las re l a-
cuarias en la finca campesina.                          ciones de género se han vuelto más equitati-
     Con el despegue de las agroexportaciones           vas. Sin duda que la mujer tiene hoy en día
no tradicionales, la participación de la mujer          una mayor presencia en los estudios y en la so-
en la horticultura, floricultura y fruticultura         ciedad y es probable que algunos progresos en
es especialmente evidente y particularmente             su condición se hayan materializados
en la agroindustria de empaque y procesado-             (Hamilton 1998). O sea, lo nuevo reside en
ra. Se estima que las mujeres proporcionan al-          que la participación de la mujer en el trabajo
rededor de la mitad de la mano de obra en las           se ha hecho notoriamente más visible al ocu-
actividades agrícolas y la gran mayoría de la           par una posición tan clave en el sector más di-
mano de obra en las actividades agroindus-              námico de la agroexportación comparado con
triales de estos cultivos (Deere 2006). Los             su invisibilidad o subvaloración de su trabajo
empleadores favorecen el empleo de las muje-            no remunerado tanto en los quehaceres del
res por su mayor disposición a trabajar tem-            hogar como en las actividades en el predio.
poralmente, su mejor rendimiento en el tra-             Sin embargo, se ha observado que en muchos
bajo, manipulación más cuidadosa de los pro-            casos la mayor incorporación de la mujer en el
ductos perecederos como las flores, su perci-           m e rcado laboral ha significado una mayor in-
bida mayor docilidad y menor presión por                tensidad de su trabajo y una jornada más larga
organizarse en sindicatos y porque sus salarios         -“la doble jornada”- ya que el hombre gene-
tienden a ser más bajos que los percibidos por          ralmente no ha aumentado significativamente
los hombres. Las condiciones de empleo son              su participación en las actividades del hogar.
muy precarias. Los contratos, si es que exis-
ten, favorecen al empleador y dan poca pro-
tección laboral. Los pocos empleos perma-               La precarización del trabajo rural
nentes tienden a ser reservados para los hom-
bres (Barrientos et al. 1999, Korovkin 2003,            La precarización y flexibilización del mercado
y Korovkin y Sanmiguel en este número de                laboral es una característica notoria de la glo-
Iconos).                                                balización neoliberal que afecta a todos los
     La legislación social en cuanto a salario          s e c t o res pro d u c t i vos y a ambos géneros
mínimo, maternidad, accidentes de trabajo,              (Rubio et al. 2002). Con la transformación
jubilación, seguro social, derecho a sindicali-         de la hacienda tradicional en empresa capita-
zación y a la huelga, etc. es muy deficiente. El        lista, que está expuesta a la competencia del
Estado por lo general no asume una actitud              mercado global y que ha perdido muchos de
activa en cuanto a la defensa de los derechos           los privilegios económicos, sociales y políticos

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de los antiguos latifundistas, se han modifica-            lizadas en el sector rural. Ello ha atraído no
do profundamente las relaciones de trabajo                 solamente a las mujeres al mercado laboral,
en la agricultura. La cesión de un pedazo de               sino también a trabajadores urbanos, ya que
tierra a los campesinos de la hacienda (lláme-             muchas veces los pobladores de bajos ingresos
se inquilino, pongo, peón acasillado, colono,              viven en la periferia de los centros urbanos y
etc.) para su usufructo, como forma de pago                en ciudades intermedias, y son a veces mi-
por sus servicios de trabajo para el patrón, y             grantes recientes del campo a la ciudad y -por
la mediería casi han desaparecido. Las relacio-            la falta de oportunidad de empleo en la ciu-
nes de servidumbre, a pesar de su carácter                 dad- trabajan temporalmente en el campo
abusivo, proporcionaban a la familia campe-                compitiendo con la mano de obra rural. Ello
sina un medio de subsistencia y cierta estabi-             ha llevado a la proliferación de los contratis-
lidad. La expulsión de los trabajadores con                tas que se especializan en buscar trabajadores
derechos de usufructo a la tierra y su trans-              para las empresas.
formación en asalariados los ha expuesto a los                 A veces el empleador o contratista tienden
vaivenes y caprichos del mercado. Las políti-              a desarrollar relaciones clientelares con el tra-
cas neoliberales incluso han modificado la le-             bajador, para disciplinarlos e incentivarlos
gislación laboral quitando derechos ya adqui-              con el fin de asegurarse una oferta de mano
ridos por los trabajadores para facilitar su ex-           de obra segura y de buena calidad. En tales si-
plotación, aumentar las ganancias, estimular               tuaciones es posible hablar de “trabajo tem-
la inversión y con ello el crecimiento.                    poral permanente” que, por cierto, es muy
    Algunos autores han caracterizados esta                ventajosa para el empresario ya que no nece-
nueva agricultura como “posfordista”, que está             sita cargar con los costos de mano de obra du-
integrada al mercado mundial, produciendo                  rante el tiempo muerto, evita o evade los cos-
una variedad de nuevos productos para los                  tos de seguro social, maternidad, indemniza-
mercados cada vez diversificados, cambiantes               ción, jubilación, entre otros, y le facilita el
y sofisticados, especialmente en los países de-            control social sobre los trabajadores.
sarrollados (Lara 1999, Phillips 2006). Se tra-                Debido al excedente de mano de obra, la
taría de una agricultura sometida a las cadenas            situación de los trabajadores es muy vulnera-
productivas controladas por los conglomera-                ble y por ello se ven obligados a someterse a
dos agroindustriales, en la cual diversos esla-            las condiciones más precarias y flexibles del
bones del proceso pro d u c t i vo están localiza-         mercado neoliberal. Las empresas buscan la
dos en los lugares más competitivos del                    mayor flexibilidad ya que con la globalización
mundo. La re volución en el transporte, re f r i-          la competencia internacional es más intensa,
geración y distribución (con el creciente con-             por la estacionalidad de la producción agríco-
trol de los supermercados) junto a los cambios             la, por las fluctuaciones las cosechas y en la
en los hábitos de consumo exigen una mayor                 demanda y por el carácter más perecible de
flexibilización, coordinación e integración de             las agroexportaciones no tradicionales. Con
los varios eslabones de la cadena pro d u c t i va.        ello las empresas buscan minimizar los riesgos
Ello ha conducido a la modificación de las re-             y lograr una mayor capacidad de reacción
laciones laborales haciéndolas más flexible,               frente a las situaciones cambiantes con el ob-
precarias y temporales (Lara 1998).                        jetivo de siempre de maximizar sus ganancias.
    Con el desarrollo de las cadenas producti-             Los mercados laborales se han vuelto más seg-
vas, el trabajo en el predio asume menor im-               mentados con la segregación ocupacional por
portancia y se abren posibilidades de trabajo              sexo que permite el empleo de mujeres en
fuera del predio que parcialmente están loca-              condiciones más desfavorables que el empleo

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de hombres. También se ha vuelto más                    visión y la explosión de los nuevos medios de
común la remuneración a destajo o por tarea,            comunicación tales como los teléfonos móvi-
lo que tiende a intensificar el ritmo de traba-         les o celulares y el internet intensifican la in-
jo y/o a alargar la jornada de trabajo con el           fluencia de la cultura urbana y global en el
consiguiente mayor desgaste físico de la per-           medio rural. Pero, a su vez, el campo también
sona. No sorprende por tanto que algunos                logra una mayor difusión en las ciudades.
autores denominen esta situación de “flexibi-           Varios programas de gobierno también tratan
lización primitiva o salvaje” ya que el costo de        de comunicar una nueva imagen del campo,
la globalización neoliberal lo asumen los tra-          por ejemplo, a través de los programas educa-
bajadores y las ganancias las empresas, repro-          tivos e interculturales. El desarrollo del turis-
duciéndose así la ya muy desigual distribu-             mo rural y ecológico es otra fuente de comu-
ción del ingreso (Lara 1995).                           nicación rural-urbana. También crecen y sur-
                                                        gen nuevas ciudades intermedias con el con-
                                                        tinuo crecimiento demográfico y con la trans-
Las nuevas relaciones rurales-urbanas                   formación de la hacienda en empresa capita-
                                                        lista. Los trabajadores permanentes, los cuales
La dualidad rural-urbano tan notoria en el              eran parcialmente remunerados con acceso a
pasado, aunque todavía no se desvanece, sí              una vivienda, a un pedazo de tierra y/o pastos
adquiere nuevas características por la mayor            de la hacienda y por tanto residían dentro de
interrelación y fluidez rural-urbana, la forma-         la hacienda, son expulsados. Algunos de ellos
ción de los nuevos espacios periurbanos y la            se trasladan a dichas ciudades intermedias o a
c reciente pluriactividad (Neimann y                    pequeños centros urbanos porque quedan
Craviotti 2005). Con las altas tasas de migra-          más cercanos a sus lugares de trabajo, incluso
ción rural-urbanas durante el último medio              trabajando para el antiguo patrón, pero ahora
siglo, ya hace tres décadas atrás Bryan Roberts         en condición de asalariado temporal o en
(1978) hablaba de las ciudades de campesi-              otras actividades rurales y urbanas.
nos. Por cierto que los recientes inmigrantes a              La creciente cercanía de lo rural y urbano
las ciudades vivían en condiciones miserables           con la formación de espacios “rururbanos”
en la periferia de las ciudades.                        también ha resultado en una serie de acciones
    Con el desarrollo de la infraestructura de          c o l e c t i vas entre los pobladores rurales y urba-
transporte y las transformaciones del merca-            nos (Giarracca y Teubal 2005). Esta mayor in-
do laboral descritas anteriormente, se intensi-         terrelación rural-urbana lleva a algunos cientí-
fica el movimiento de personas entre la ciu-            ficos sociales a pronosticar el fin de la sociolo-
dad y el campo y ya no sólo en una dirección            gía rural. Pero estas transformaciones pueden
sino en ambas. También el capital adquiere              dar un nuevo impulso a los estudios rurales re-
una nueva movilidad y origen ya que no sólo             quiriendo quizás una redefinición del campo
penetran nuevos capitales extranjeros sino              teórico y práctico de la sociología rural.
que también fluyen nuevos capitales urbanos
nacionales al sector rural, en especial relacio-
nado con la agroindustria. Surgen nuevos                El surgimiento del movimiento
empresarios en el campo que son de origen               campesino e indígena
urbano y su capital proviene de actividades fi-
nancieras, comerciales e industriales.                  Uno de los grandes temas que ha irrumpido
    La mayor difusión de los tradicionales me-          en los estudios rurales es la emergencia del
dios de comunicación como la radio y la tele-           movimiento indígena desde los años ochenta

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del siglo pasado. El resurgimiento de los mo-           subsistencia. Dichas políticas junto con el
vimientos sociales en el campo tales como el            ajuste estructural tuvieron repercusiones ne-
movimiento zapatista liderado por el Ejército           gativas sobre los niveles de vida de la pobla-
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en              ción indígena y campesina. La pobreza rural
Chiapas, el Movimento dos Trabalhadores                 aumenta notoriamente durante la década de
Rurais Sem Terra (MST) en Brasil y el movi-             los ochenta. En varios países también se in-
miento indígena en Ecuador, Bolivia y en                troducen nuevas legislaciones que ponen fin a
otros países, ha inspirado a muchos investiga-          la reforma agraria e incluso revierten tierras
dores sociales y vigorizado a los estudios rura-        del sector reformado a los antiguos dueños o
les (Zamosc 1994, Veltmeyer 1997, Harvey                las venden a nuevos capitalistas. Los jóvenes
1998, Petras y Veltmeyer 2001, Bretón y                 indígenas y campesinos ya no logran visuali-
García 2003, Giarracca y Levy 2004, ALAS-               zar un futuro mejor en el campo.
RU 2005). El interés por investigar a los pue-              La represión al movimiento campesino y
blos indígenas ya no se limita a los antropó-           de los partidos políticos que los representa-
logos sino que abarca también a otras ciencias          ban durante el periodo de las dictaduras en
sociales y a los historiadores. Se revaloriza la        muchos países del continente, junto el pa-
cultura indígena, su tecnología y conocimien-           quete de las medidas neoliberales con sus
tos ancestrales, su sentido comunitario y eco-          leyes antisindicales y la transformación del
lógico, entre otros aspectos de la vida indíge-         mercado de trabajo, debilitan e incluso des-
na. Las acciones colectivas de los campesinos,          mantelan a las organizaciones campesinas y a
indígenas y las mujeres rurales, junto con las          sus aliados del movimiento obrero. Ello ha
n u e vas experiencias migratorias, provocan            debilitado enormemente al movimiento cam-
una serie de estudios sobre la identidad y la           pesino tradicional. A su vez, la opción socia-
cultura (León y otros 1999, Piñeiro 2004).              lista pierde credibilidad con el derrumbe del
Las corrientes de pensamiento postmodernis-             socialismo real en los países de Eu ro p a
tas que ponen el énfasis sobre lo étnico, cul-          Oriental. En general, los movimientos popu-
tural y la identidad logran mayor influencia            lares pierden el apoyo que recibían del Estado
en los estudios rurales y se establecen nuevas          populista y desarrollista con su transforma-
revistas especializadas sobre la temática.              ción en un Estado tecnocrático y neoliberal.
Algunos de estos escritos dentro de esta co-                Frente a tal cercamiento, el campesino in-
rriente postmodernista asumen posiciones                dígena rescata su identidad indígena con sus
demasiado idealizadas o utópicas (Burbach               organizaciones comunitarias, lo que les per-
1994, Brass 2000). Sin embargo, el vuelco               mite una mayor protección y autonomía de
sobre la temática indígena ha enriquecido los           acción para enfrentar los nuevos desafíos de la
estudios rurales (Lee Van Cott 1995, Assies et          globalización neoliberal. El indígena, con la
al. 2000, Bengoa 2000, Yashar 2005, Assies et           reforma agraria y la sindicalización campesina
al. 2005).                                              en la época del Estado desarrollista y los go-
    Son varios los posibles factores que expli-         biernos populistas, se transformó en campesi-
can el reforzamiento de la identidad indígena           no, proceso que se podría denominar la
por sobre la identidad campesina de la pobla-           “campesinización” del indígena, adquiriendo
ción indígena rural. Las políticas neoliberales         con ello ciertos derechos ciudadanos. Pero
con su política de privatizaciones y de libera-         frente al vuelco neoliberal se transforma nue-
lización de los mercados han sido percibidas            vamente en indígena. Pero esta vez su vuelta
por parte de la población indígena como un              a lo indígena, o sea, su “descampesinización”
asalto a su modo de vida y a las bases de su            o “re-indigenización”, no es por la acción pa-

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ternalista del Estado, sino que proviene de sus             El caso boliviano se presenta por el mo-
propias bases, alimentado por su nueva con-             mento más optimista. El movimiento de los
ciencia, sus propias organizaciones y una               campesinos cocaleros formó la base de apoyo
nueva intelectualidad indígena que ha pasado            de su líder Evo Morales, quien logró formar
generalmente por una experiencia urbana                 un partido, el Movimiento al Socialismo
(Bengoa 2003). Sin embargo, tal énfasis en              (MAS), que aglutina tanto a indígenas como
las demandas exclusivamente étnicas tiene sus           a mestizos y forja alianzas con otras organiza-
limitaciones a la larga, tal como se ha visto en        ciones sociales. A través de movilizaciones li-
el caso ecuatoriano (Bretón 2005).                      deradas principalmente por el MAS logró que
    Se puede observar, en base de la contribu-          renuncie el Presidente Carlos Mesa en 2005 y
ción de Victor Bretón a este número de                  en las elecciones posteriores ganó por mayo-
Iconos, que con el viraje de la demanda por             ría absoluta la presidencia, la cual asume a co-
tierra y de apoyo a la producción campesina             mienzos de 2006. Gran parte de su apoyo se
hacia la demanda indígenas con énfasis prin-            debe a su programa de nacionalización del gas
cipalmente en lo étnico como la plurinacio-             y petróleo, su promesa de refundar el país con
nalidad y la autodeterminación, el movi-                una nueva constitución a través de una asam-
miento indígena no logra mantener la alianza            blea constituyente que termine con la discri-
con los sectores campesinos mestizos y popu-            minación contra los pueblos indígenas y de-
lares en las ciudades, perdiendo así su centra-         sarrolle su plena ciudadanía, y su intención
lidad en los acontecimientos políticos recien-          de renovar y acelerar la reforma agraria en las
tes. Al triunfar el etnicismo, el movimiento            tierras bajas del oriente del país. O sea, su
perdió de vista el problema de la tierra y de la        programa es nacionalista y popular y no se li-
producción campesina que siguen siendo los              mita exclusivamente a lo étnico (Urioste y
principales problemas en el campo (Martínez             Kay 2005).
2006a).                                                     El MST en Brasil es el movimiento cam-
    Por cierto que las luchas de clase y de             pesino más grande de América Latina. Surgió
identidad indígena del movimiento campesi-              a mediados de los 1980 en el sur del país pero
no indígena no se pueden separar, pero a su             rápidamente logró establecerse en casi todas
vez el justo equilibrio entre ambos tampoco             las regiones. Tal como su nombre lo indica, su
asegura el éxito de sus demandas ya que ello            lucha principal es por la tierra a través de una
depende de varios otros factores. Esto se               reforma agraria (Aznárez y Arjona 2002). Su
puede ejemplificar a través de las luchas del           táctica principal ha sido la ocupación de tie-
movimiento zapatista en Chiapas que, ade-               rra para movilizar a sus bases a la acción y así
más de las demandas étnicas y de mayor au-              presionar al gobierno a que expropie la tierra
tonomía, plantea demandas que van más allá              y la distribuya a los campesinos necesitados
de lo étnico con su programa de democrati-              (Branford y Rocha 2002). Es fundamental-
zación de la sociedad mexicana y de apoyo a             mente un movimiento clasista, con una
la economía popular tanto rural como urba-              membresía variada; incorpora a trabajadores
na. El movimiento zapatista, que nació en               asalariados rurales, minifundistas empobreci-
1994 en contra de la política económica neo-            dos con insuficiente tierra, aparceros o me-
liberal, logró al principio el apoyo de vastos          dieros, ocupantes individuales ilegales de tie-
sectores de la sociedad mexicana y una amplia           rra, residentes de las poblaciones periféricas
solidaridad internacional, sin embargo, hoy             urbanas, desempleados y personas en busca
día está lejos de conseguir sus objetivos prin-         de un sustento de vida, entre otros sectores
cipales (Bartra y Otero 2006).                          sociales. Actualmente tiene casi dos millones

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Cristóbal Kay

de miembros y el movimiento organizó más                 La vigencia de la reforma agraria
de 1.500 invasiones de tierras no trabajadas o
mal explotadas por los latifundistas. A través           El gran auge de los estudios sobre la estructu-
de sus acciones logró el establecimiento de              ra y la reforma agraria ocurrió durante el pe-
más de 1.300 asentamientos, un logro muy                 ríodo inmediatamente antes y especialmente
notable (Meszaros 2000, Na va r ro 2000,                 durante el período de la implementación de
Stédile 2002).                                           las reformas agrarias en la mayoría de los paí-
    Un aspecto importante del éxito del MST              ses de América Latina, desde los 1960s a los
se debe a su estrategia de establecer alianzas           1970s. El legado de las reformas agrarias fue
con organizaciones obreras, aunque estas a               mixto. Aunque la promesa a los campesinos
veces se han resquebrajado por diferencias               de acceso a la tierra sólo se cumplió muy par-
políticas y tácticas. También ha logrado obte-           cialmente, las reformas agrarias señalaron el
ner y mantener el apoyo de vastos sectores ur-           comienzo del fin del latifundio y tuvieron el
banos a través de sus campañas. Incluso el               efecto de acelerar la transformación capitalis-
MST apoyó la fundación en 1992 del movi-                 ta en el agro (Baumeister 2001, Kay 2002a,
miento internacional de campesinos y granje-             Alegrett 2003 y Teubal 2003).
ros Vía Campesina, y ha sido un activo parti-                Con el ajuste estructural, las reformas
cipante de este movimiento logrando así una              agrarias desaparecieron de la agenda política
proyección y soporte internacional. Aunque               en la década de los 1980s y parte de los
el MST apoyó la candidatura presidencial de              1990s. Al contrario, se puso fin a la reforma
Luiz Inácio Lula da Silva, se crearon tensiones          agraria en varios países e incluso hubo proce-
porque la esperanza era grande a la expectati-           sos parciales de contra reforma agraria.
va que su gobierno acelere la reforma agraria                A mediados de la década de los noventa,
(al principio sucedió todo lo contrario, con la          estudiosos y políticos pusieron nuevamente el
consiguiente frustración de aquellos que to-             tema de la reforma agraria en la agenda polí-
davía están luchando por un pedazo de tie-               tica, influenciados por la creciente preocupa-
rra). Tal situación llevó a nuevas movilizacio-          ción pública sobre la pobreza y también por
nes, presionando al gobierno a aumentar el               la renovada movilización de los campesinos
ritmo de la distribución de tierra. Ello se              sin tierra y los pueblos indígenas que, entre
logró pero se está todavía lejos de satisfacer la        otros derechos, también reclamaban tierras.
demanda por tierra (Leite 2006, Deere y                  En la era actual de la globalización neoliberal,
Madeiros 2007). El MST ha tenido bastante                el clima político para una reforma agraria ra-
éxito en mediar entre sus asociados y el go-             dical es desfavorable debido a que el papel y
bierno y en crear un sentido de comunidad                el poder del Estado están más limitados,
entre sus miembros (Wolford 2003). Sin em-               mientras que es mayor el alcance y el poder
bargo, con el tiempo también se están crean-             de las fuerzas del mercado. Es por ello que en
do algunas divisiones al interior del movi-              este nuevo contexto neoliberal se están pro-
miento por la diversidad de intereses de sus             poniendo reformas más amigables con el
miembros, especialmente entre aquellos que               mercado.
ya lograron el acceso a la tierra y aquellos que             El Banco Mundial ha reconocido la im-
todavía luchan por obtenerla (Wright y                   portancia del acceso a la tierra y sus ventajas
Wolford 2003).                                           para reducir los conflictos sociales y la pobre-
                                                         za rural, de manera que ha propuesto políti-
                                                         cas de reforma agraria “asistidas por el merca-
                                                         do” o “negociadas” (Deininger 2003). Ya an-

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Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina

teriormente habían propuesto un conjunto                socio-político para abrazar las dimensiones
de medidas de registro y titulación de tierras          étnicas, de género, ecológicas y culturales así
dentro de una perspectiva neoliberal de afian-          como la multifuncionalidad del territorio.
zar los derechos sobre la propiedad privada y           Segundo, la solución de la cuestión agraria,
para estimular al mercado de tierras. Dichas            entendida en términos de lograr un nivel de
políticas crearían un “campo de juego más ni-           vida digno para los pobres rurales, requiere
velado”, reducirían los costos de la transac-           una nueva estrategia de desarrollo que supere
ción, evitarían sobreprecios y facilitarían el          el patrón de desarrollo excluyente y desigual
acceso a la tierra, vía compra o arrendamien-           del modelo neoliberal actual. Finalmente, no
to, a un segmento más amplio de campesinos,             se puede obtener una solución sostenible al
a la vez que alentaría la inversión, productivi-        problema de la tierra y de la desigualdad den-
dad, producción y los ingresos de los peque-            tro de los confines del Estado-nación por la
ños productores (de Janvry et al. 2001, Carter          globalización y, por tanto, se necesita refor-
2006). La realidad ha resultado ser diferente.          mar el sistema mundial para establecer rela-
Numerosos estudios indican que la experien-             ciones más justas y equitativas entre el Norte
cia de las reformas agrarias asistidas por el           y el Sur.
mercado en Brasil, Colombia, Guatemala y
otros países ha sido más bien limitada, si no
es que decepcionante (Borras Jr., 2003,                 Conclusiones
Rosset 2006, Sauer y Mendes 2006). Sin em-
bargo, todas estas posibilidades alternativas           Como se puede apreciar del análisis realizado
para ampliar el acceso a la tierra deberían ser         en este ensayo, los estudios rurales en
exploradas. Pero, debido al contexto de mer-            América Latina están realizando un aporte
cado de estas políticas, es absolutamente ne-           importante al conocimiento de la realidad del
cesario para el Estado aplicar una variedad de          mundo rural de la región. Aunque algunas re-
innovaciones institucionales que protejan los           vistas pioneras como Estudios Rurales
derechos adquiridos de campesinos y comu-               Latinoamericanos, que en su primer número
nidades indígenas, así como proporcionar los            en 1976 publicó el artículo pionero de
recursos y los estímulos económicos para ase-           Eduardo Archetti “Una visión general de los
gurar que tal proceso de ensanchamiento del             estudios sobre el campesinado”, y los
acceso a la tierra adquiera el ímpetu suficien-         Cuadernos Agrarios (Nueva Época) han desa-
te para llegar a ser posible, sostenible e irre-        p a recido, otras revistas sobre la temática
vocable.                                                rural, tales como la Revista ALASRU Nueva
    Debido a las limitaciones de las reformas           Época: Análisis Latinoamericano del Medio
agraria de mercado y la persistente demanda             Rural, han surgido. El VII Congreso
por tierra de los campesinos es necesario re-           Latinoamericano de Sociología Rural efectua-
plantearse la reforma agraria conducida por el          do del 20 al 25 de noviembre de 2006 en
Estado, pero aprendiendo las lecciones del              Quito (en la sede de FLACSO Ecuador) reci-
pasado y asegurando esta vez una mayor par-             bió 920 propuestas y resúmenes, reunió a más
ticipación campesina en su diseño y ejecución           de 600 investigadores y se presentaron más de
(Chonchol 2006, Eguren 2006, Borras et al.              500 ponencias en 30 Grupos de Trabajo,
2007). A mi juicio, hay tres temas clave a ser          Mesas Redondas y Conferencias Magistrales.
considerados hoy con respecto a las reformas            Ello indica el gran interés que hay por los es-
agrarias. Primero, hay que situarla en un con-          tudios rurales hoy en día a pesar de la cre-
texto que vaya más allá de lo económico y               ciente urbanización del continente.

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    Hay otras temáticas que han sido aborda-              erosionando aún más la biodiversidad. La in-
das por los estudiosos de la realidad rural que           dustrialización de la agricultura empresarial,
no he analizado en absoluto o sólo parcial-               cuya punta de lanza son los conglomerados
mente. Son temas también de importancia                   a g roindustriales transnacionales, aumentan
pero que por razones de espacio no he logra-              aún más la fragilidad de los ecosistemas de la
do abordarlos en el presente ensayo. La pro-              región y son una amenaza para los campesi-
blemática de la pobreza rural con sus diferen-            nos y las comunidades rurales (Bartra 2006).
tes enfoques analíticos la he estudiado am-                    Otra temática que requiere a mi juicio
pliamente en un ensayo reciente, ver Kay                  mayor atención son las políticas públicas.
(2006). En cuanto a los estudios sobre la glo-            Aunque existe un buen número de estudios es
balización y sus varios impactos sobre la eco-            necesario seguir trabajando esta temática para
nomía y sociedad rural, ver, por ejemplo,                 seguir rescatando el rol del Estado en los pro-
Teubal (1995), Valdivia de Ortega (1998),                 cesos de desarrollo rural (Quintana et al.
Edelman (1999), Renard y Espinosa (1999),                 2003 y Assies 2003). Se requieren nuevas for-
Sánchez y Niño (2002), Teubal y Rodríguez                 mas de interacción entre los campesinos y el
(2002), Barbosa y Neiman (2005) y Bonanno                 Estado y otros actores claves con el propósito
(2006). Un aspecto muy debatido son los tra-              de aumentar las capacidades campesinas, de-
tados de libre comercio (TLCs), especialmen-              sarrollar sus potencialidades, democratizar las
te por su impacto negativo sobre los campesi-             prácticas sociales y crear relaciones más pro-
nos y la seguridad alimentaria (Rubio 1999,               vechosas con el sistema mundial para que se
Pérez 2003, Llambí 2005 y Martínez 2006b).                correspondan a los intereses de la mayoría de
    Otra de las cuestiones que han sido anali-            la población rural y del país.
zadas por los estudiosos del mundo rural es la                 Una de las grandes deficiencias para los es-
temática de los territorios y se relaciona tam-           tudios rurales es la falta de estadísticas. El
bién con el asunto de la globalización. Se exa-           aparato público todavía no genera suficientes
minan las relaciones entre lo local y lo global           y buenas estadísticas que permitan fortalecer
incluso creándose el término “glocalización”              el sustento empírico de las investigaciones.
para indicar la estrecha relación que se estable-         En varios países de América Latina no se rea-
ce en algunas regiones entre ambos. Se pre s e n-         lizan censos agropecuarios desde ya hace dé-
tan propuestas de desarrollo local, muchas                cadas y muchos de los que existen adolecen
veces con énfasis en lo endógeno, y de desa-              de ciertas deficiencias o no se ejecutan con la
rrollo territorial rural dentro del ámbito nacio-         frecuencia necesaria como para poder captar
nal con el fin de buscar su complementación.              los rápidos cambios que se están generando a
La literatura sobre la temática del desarrollo te-        raíz de la mundialización. A pesar de la im-
rritorial rural es muy amplia y se puede con-             portancia que ha adquirido la temática de gé-
sultar a Llambí y Du a rte (2006), Schejtman y            nero gracias al movimiento feminista,
Be rdegué (2003), Bendini y St e i m b re g e r           Carmen Diana Deere (2006) llama la aten-
(2003), Sepúlveda et al. (2003), Giarracca                ción sobre la persistente falta de datos sobre
(2003) y Manzanal et al. (2006), entre otras.             los múltiples aspectos de las relaciones de gé-
    La problemática ecológica sigue presente              nero en el mundo rural. Algo similar ocurre
en los estudios rurales y también en las otras            en otras áreas de la vida rural. Una base em-
disciplinas. Preocupa en especial la deforesta-           pírica sólida es una de las condiciones necesa-
ción, el asunto del agua y la continua erosión            rias para seguir avanzando en los estudios ru-
de los suelos. Con la penetración de la bio-              rales y para mejorar el diseño y la implemen-
tecnología y las semillas transgénicas se está            tación de políticas públicas.

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