Asepsia y Desinfección. Enfermedades Infecciosas en la Clínica Dental. Control de Infecciones en la Clínica Dental
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Asepsia y Desinfección. Enfermedades Infecciosas en la Clínica Dental. Control de Infecciones en la Clínica Dental COMPETENCIAS ESPECÍFICAS: Conocer los principios científicos de esterilización, desinfección y antisepsia necesarios para prevenir las infecciones cruzadas en la práctica odontológica. DESARROLLO DEL TEMA 1-. Introducción básica a las Enfermedades Infecciosas en la Clínica Dental 1.1-. Introducción a las enfermedades víricas 1.1.1-. Virus del Herpes 1.1.2-. Virus de la Hepatitis 1.1.3-. Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) 1.1.4-. Virus de la Gripe 1.2-. Introducción a las enfermedades bacterianas 1.2.1-. Tuberculosis 1.3-. Transmisión de Enfermedades en la Consulta dental 1.3.1-. Mecanismos de Transmisión de Enfermedades Infecciosas de más incidencia en la Consulta Dental. 1.3.2-. Inmunización 2-. Introducción al Control de Infecciones en la Clínica Dental 2.1-. Asepsia en la Clínica Dental 2.2-. Identificación de las superficies contaminadas 2.3-. Desinfección 2.4-. Esterilización por calor 2.4.1-. Autoclave vapor de agua 2.4.2-. Autoclave química no saturada 2.4.3-. Calor Seco 2.4.4-. Esterilizador de bolas 2.4.5-. Óxido de etileno 2.5-. El área de Esterilización 2.5.1-. Manejo del Instrumental 2.5.2-. Limpieza Manual del Instrumental 2.5.3-. Limpieza Mecánica del Instrumental 2.5.4-. Los Residuos Sanitarios 2.6-. Asepsia del personal 2.6.1 Manos: Medidas de higiene 2.6.2 Prendas de vestir: métodos de desinfección. Normativas Internacionales 2.7-. Mobiliario Dental: Métodos de desinfección 2.8-. Programa de desinfección y esterilización en la Clínica Dental Protocolos establecidos de desinfección y esterilización: • Desinfección de superficies de la zona clínica contaminada • Unidad dental. Control contaminación del agua • Mantenimiento instrumentos rotatorios • Laboratorio dental y prevención de infecciones cruzadas
2. 9 Preparación y limpieza del Consultorio Odontológico. Importancia del personal auxiliar 2.9.1 Preparación del paciente 2.9.2 Medidas entre pacientes 2.9.3 Medidas al principio y al final de la jornada laboral 1-. Introducción básica a las Enfermedades Infecciosas en la Clínica Dental. La mayoría de las enfermedades infecciosas que aparecen en el Gabinete Odontológico se producen principalmente por microorganismos que se encuentran en la sangre y en los fluidos orales. Las enfermedades principales pueden ser de origen vírico o bacteriano. 1.1 Introducción a las enfermedades víricas. Las principales infecciones víricas son el herpes, la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH, estas últimas de gran importancia por la falta de vacunas eficaces. 1.1.1 Virus del Herpes El virus del Herpes tipo 1 y tipo 2 es una enfermedad que produce lesiones vesiculares. La característica principal de la enfermedad es su carácter recidivante (reaparición periódica de la enfermedad). El herpes tipo 1 produce lesiones orales y oculares, mientras que las lesiones del herpes tipo 2 son fundamentalmente genitales. Las vesículas presentes en la boca contienen partículas que pueden trasmitirse a otras personas. En este caso, el contacto directo con las lesiones puede producir infección de la piel, o las salpicaduras o aerosoles de la saliva pueden provocar la diseminación del virus hasta los ojos desprotegidos del personal de odontología. La entrada del virus a través de erosiones de la piel en dedos y manos desprotegidos puede llevar al desarrollo de vesículas en esa zona, lo que se conoce como panadizo herpético. Para prevenir el contagio es necesaria la adopción de precauciones universales como el uso de mascarilla, guantes o gafas protectoras que actúen de barrera. 1.1.2 Virus de la Hepatitis La hepatitis vírica aguda es una infección sistémica que afecta predominantemente al hígado. Hay cinco tipos de Hepatitis, A, B, C, D y E. Los cinco tipos producen enfermedades similares cuyo espectro clínico va, por una parte desde una afección asintomática que pasa inadvertida hasta infecciones agudas fulminantes y mortales. Hepatitis A: El principal reservorio es el hombre infectado que excreta VHA con las heces hasta 1-2 semanas del inicio de los síntomas, si existen. La vía de transmisión más significativa es la fecal- oral por lo que no es de especial relevancia en el ámbito odontológico. Hepatitis B:
Es una enfermedad que presenta un periodo de incubación de 2 a 6 meses. El único reservorio de virus de la Hepatitis B son los sujetos infectados y éste se detecta en sangre, saliva, semen y flujo vaginal. Se conocen cuatro vías de transmisión que dan lugar a diferentes grupos de riesgo. 1. Parenteral. 2. Sexual. 3. Vertical. 4. Horizontal. En Odontología son especialmente relevantes la vía parenteral (cortes o pinchazos con instrumentos contaminados con sangre) y la horizontal, contacto con personas portadoras del virus y por contacto con el equipo dental o ropa contaminados mediante aerosoles dentales (Se ha comprobado que el virus puede permanecer estable hasta 7 días es distintas superficies como materiales dentales, encimeras, equipos…). Los miembros del equipo dental deben tener en cuenta la importancia de realizar siempre medidas de control de la infección, teniendo presente que todos los pacientes pueden transmitir esta enfermedad y que el profesional de salud corre un riesgo de infección tres veces superior al de la población general. La vacunación contra la hepatitis B es el método más eficaz para evitar la infección y prevenir la enfermedad. Hepatitis C: La vía de transmisión más significativa es la percutánea. El riesgo en la consulta aparece tras un corte o pinchazo con instrumentos contaminados con sangre del paciente infectado. Se transmite fundamentalmente por la sangre, no hallándose evidencia de virus en la Saliva (a diferencia de la Hepatitis B). 1.1.3 Virus de la inmunodeficiencia humana El SIDA es una enfermedad vírica que provoca la destrucción del sistema inmunitario, exponiendo al enfermo a padecer infecciones y alteraciones neoplásicas. Los materiales biológicos de riesgo son: • Sangre. • Líquidos corporales: (amniótico, pericárdico, peritoneal, pleural, sinovial, cefalorraquídeo, semen y fluidos vaginales). No se ha demostrado la transmisión a través de heces, secreciones nasales, esputos, sudor, lagrimas, orina, y vómitos. En la práctica odontológica el contagio se puede producir por contacto con sangre contaminada, aunque el riesgo de infección es muy bajo. A pesar de que se ha encontrado el virus en la saliva, no existe ninguna transmisión documentada a través de este medio. Las principales vías de transmisión del VIH: Transmisión Sexual.
Transmisión Parenteral. Transmisión Vertical. 1.1.4 Virus de la Gripe. La gripe es una enfermedad respiratoria aguda producida por el virus de la gripe tipo A o B. La incubación dura de uno a cuatro días. La fase máxima de diseminación del virus se produce un día antes de iniciarse los síntomas y durante los tres primeros días de enfermedad. 1.2 Introducción a las enfermedades bacterianas 1.2.1 Tuberculosis. La tuberculosis es una infeccion bacteriana del pulmón ocasionada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. El principal reservorio es el hombre infectado, y raramente algunos animales, siendo la fuente de exposición, el individuo enfermo cuando presenta enfermedad pulmonar o laríngea, y elimina bacilos viables al exterior. La vía de transmisión más significativa es la aérea, por inhalación de núcleos de las gotitas de Pflügge aerosolizadas (emitidas por el enfermo sobre todo al toser y expectorar), con bacilos en su interior, capaces de mantenerse y transportarse por el aire en suspensión durante largo tiempo y alcanzar los alveolos. Además, los bacilos son capaces de sobrevivir en superficies secas y son resistentes a muchos desinfectantes químicos. Hay que diferenciar entre Infección tuberculosa (presencia de bacilos latentes en el organismo, individuo asintomático. Nunca puede contagiar) y Enfermedad tuberculosa (presencia de síntomas clínicos). El diagnóstico de la infección se realiza a través del test de la tuberculina (Mantoux). Para el tratamiento de la Enfermedad Tuberculosa se utilizan combinaciones de medicamentes: isoniazida, rifampicina y etambutol. El riesgo para el equipo dental de adquirir la enfermedad no es muy alto, ya que suele ser necesaria una exposición prolongada al ambiente infeccioso. A pesar de ello, se deben identificar los sujetos con Tuberculosis activa y remitidos al especialista puesto que no deben ser tratados en esta fase en la consulta. 1.3 Transmisión de las Enfermedades en la Consulta dental. En el Gabinete Dental existe la posibilidad de transmisión cruzada de enfermedades infecciosas ya que el trabajo diario conlleva un contacto físico con sangre y saliva en un medio séptico. El concepto de Infección Cruzada define la transmisión de agentes infecciosos entre paciente- personal sanitario y viceversa. El personal odontológico debe tener en cuenta una serie de principios generales para evitar el posible riesgo de infección:
1. Toda sangre es potencialmente infecciosa. 2. En la mayoría de los casos no se conocen cuales son los pacientes portadores de virus, por lo tanto se deberá considerar a todos los pacientes como potencialmente infecciosos. Todas las superficies del consultorio dental, incluido el personal, son susceptibles de ser contaminadas y por ello deberán ser sometidas a diferentes técnicas de control de la infección. Para llevar a cabo estas técnicas es necesario conocer cuales son los principales mecanismos de transmisión que pueden aparecer en la Consulta Dental. 1.3.1 Mecanismos de Transmisión de Enfermedades Infecciosas de más incidencia en la consulta dental. Los microorganismos que han escapado de la boca de los pacientes pueden diseminarse a otras personas por tres mecanismos básicos: contacto directo, contacto indirecto e infección a través de gotitas. Contacto Directo: Al tocar los dientes o los tejidos blandos de la boca del enfermo, se produce un contacto directo con sus microorganismos, lo que conlleva la transmisión inmediata desde la fuente. Ello proporciona a los microorganismos una oportunidad para penetrar a través de pequeñas soluciones de continuidad o cortes en la piel y alrededor de las uñas de las manos sin guantes. Contacto Indirecto: Una segunda forma de transmisión, denominada contacto indirecto, puede producirse por las lesiones generadas por objetos punzantes contaminados (agujas) y al tocar otros instrumentos, equipamiento, superficies y manos contaminadas. Estos artículos y tejidos pueden vehicular diversos patógenos, debido habitualmente a la presencia en ellos de sangre, saliva u otras secreciones de un enfermo anterior. Infección a través de gotitas: En esta forma se incluyen los aerosoles y las salpicaduras. Las salpicaduras generadas durante los cuidados dentales pueden entrar en contacto con abrasiones de la piel desprotegida o con las mucosas de los ojos, nariz y boca de los miembros del equipo dental. Este mecanismo introduce los microorganismos directamente en el cuerpo. Las partículas más pequeñas de aerosoles también pueden diseminarse a través del aire, con la consiguiente posibilidad de inhalar los microorganismos. Los microorganismos emitidos mediante estos mecanismos pueden permanecer en el ambiente durante cierto tiempo, contaminando el entorno y las personas presentes en la consulta 1.3.2 Inmunización. Una parte esencial de cualquier plan enfocado al control de la infección consiste en garantizar que el personal dental está inmunizado frente a las enfermedades evitables por vacunación. Desgraciadamente, no existen vacunas para todas las enfermedades. Algunas “vacunas inexistentes” importantes en Odontología son la inmunización contra la Hepatitis C o el VIH, pero hasta entonces las más importantes y eficaz en Odontología es la Hepatitis B.
Hepatitis B El mecanismos de transmisión más importante de la Hepatitis B es el contacto con la sangre del paciente infectado y por los aerosoles de agua y saliva del enfermo, producidos por los micromotores refrigerados utilizados en la clínica dental, por los que el personal de la clínica pertenece a un colectivo de alto riesgo y por tanto obligatoria su vacunación. Los pasos a seguir para la vacunación son los siguientes: Medición inicial de título de Anticuerpos para comprobar que son negativos. 1ª Dosis. Existen varias marcas comerciales (Engerix B, HB Vax Pro) que se administraran de manera intramuscular en la región deltoidea. Al mes se administrará la 2ª dosis. A los 6 meses la 3ª y última dosis. Entre los 3 y 6 meses de la última dosis se medirá de nuevo el título de anticuerpos para comprobar la efectividad de la vacuna. Si esta es positiva se considerará al individuo vacunado durante 7 años. Tétanos No hay una pauta distinta a la población general. Se recomienda dosis de recuerdo cada 10 años. Gripe No hay una pauta distinta a la población general. Se recomienda la vacunación anual de todo el personal de alto riesgo, considerando como tal: Mayores de 65 años. Enfermedad Crónica Cardiopulmonar. Enfermedades metabólicas. Tuberculosis No se recomienda puesto que la eficacia es discutible. 2-. Introducción al Control de Infecciones en la Clínica Dental 2.1 Asepsia en la Clínica Dental Bajo los términos de desinfección y esterilización se incluye una serie de métodos físicos y químicos utilizados en el control de crecimiento microbiano o en la destrucción de microorganismos, tanto en objetos inanimados de uso clínico como en superficies corporales, teniendo en cuenta que cuando hablamos de crecimiento microbiano nos referimos al número de células y no a su tamaño. Es importante tener claras las definiciones siguientes: • Desinfectante: agente químico que mata microorganismos patógenos y no patógenos pero no a las esporas. • Bactericida: agente químico que mata a bacterias patógenas y no patógenas pero no necesariamente a las esporas. • Germicida: es lo mismo que bactericida según muchos autores. • Virucida: agente químico que inactiva o destruye a los virus cuando se aplica tanto a tejidos vivos como a objetos inanimados. • Esporicida: sustancia química que mata bacterias y esporas de mohos. • Fungicida: sustancia química que destruye a los hongos patógenos y no patógenos. • Antiséptico: sustancia química que inhibe o destruye microorganismos. Se aplica sobre tejidos vivos.
• Esterilización: proceso de destrucción de todas las formas de vida en un objeto o material, incluidas las endosporas (formas de resistencia de las bacterias frente a condiciones adversas del medio). La esterilización es absoluta, no existen grados de esterilidad. • Desinfección: proceso de destrucción de las formas vegetativas de los patógenos, pero no necesariamente endosporas y virus. Normalmente se efectúa con un compuesto químico que se aplica sobre un objeto o material. No suele esterilizar. Centrándonos en la clínica dental, es importante mantener una asepsia adecuada del instrumental y del resto de las superficies, ya que puede convertirse en una importante vía de contagio de enfermedades. 2.2 Identificación de las superficies contaminadas Durante los cuidados al paciente, muchas superficies quirúrgicas y de otras zonas pueden llegar a contaminarse con materiales procedentes del mismo. Los miembros del equipo dental pueden tocar esas superficies con los dedos manchados de saliva, o bien las gotitas de los líquidos orales que se generan durante el cuidado del enfermo pueden sedimentarse sobre las superficies próximas. Si las superficies quedan contaminadas y están implicadas en el cuidado del siguiente enfermo, hay que practicar la asepsia de superficies adecuada para evitar la transmisión de microorganismos de enfermo a enfermo. Algunos ejemplos de estas superficies son: Cabecero de la silla. Botones de control del sillón. Asas e interruptor del foco de luz. Mesa de instrumentos. Mangueras de piezas de mano. Manguera jeringa agua-aire. Encimeras. Asas de cajones. Unidad de Rx. Mango y puntas de lámpara de fotopolimerización. Mangos del grifo. 2.3 Desinfección La desinfección es un proceso menos mortal que la esterilización y está destinada a matar microorganismos productores de enfermedad, pero no las endosporas bacterianas. Habitualmente, la desinfección hace referencia al uso de productos químicos líquidos para matar a temperatura ambiente los microorganismos existentes en superficie. Este proceso consiste en poner en contacto el material o superficie con agentes químicos desinfectantes. Para la desinfección, el material debe permanecer en inmersión por un tiempo y con una concentración determinada de acuerdo al producto utilizado. Los desinfectantes químicos líquidos más utilizados en Odontología son: Glutaraldehído al 2%. Cloro y compuestos clorados.
Formaldehído. Peróxido de Hidrógeno estabilizado. Fenólicos. Alcoholes. El Glutaraldehído se emplea generalmente para la desinfección habitual en la consulta por su alto poder desinfectante frente a microorganismos grampositivos y gramnegativos. Como inconveniente presenta una alta toxicidad, por lo que requiere la ventilación del consultorio durante su uso. Los compuestos de cloro (hipoclorito) se cuentan entre los compuestos más empleados por ser potentes germicidas, resultar económicos y poco tóxicos, a las concentraciones de uso. 2.4 Esterilización por calor El fuego y el agua en ebullición se han utilizado desde hace tiempo para esterilizar y desinfectar. Con este propósito, el calor puede aplicarse húmedo o seco. 2.4.1 Autoclave vapor de agua El calor húmedo destruye rápidamente los virus, las bacterias y los hongos. Una exposición al agua en ebullición durante 10 minutos es suficiente para destruir células vegetativas, pero no es suficiente para destruir esporas bacterianas que pueden sobrevivir horas en ebullición. Por ello, la esterilización en el autoclave con calor húmedo debe realizarse a temperaturas superiores a 100 ºC para destruir endosporas. 2.4.2 Autoclave química no saturada La esterilización con vapor químico no saturado implica el calentamiento de una solución química especial en una cámara cerrada, produciendo vapores químicos calientes que matan a los microorganismos. Hay que proteger la piel y los ojos del contacto de la solución y no se deben respirar los vapores. La característica positiva de la esterilización con vapores químicos es que la corrosión de los instrumentos de acero no inoxidable se evita o se reduce de manera notable. 2.4.3 Calor Seco La esterilización con calor seco implica el calentamiento del aire con transferencia de energía calorífica desde el aire a los instrumentos. Esta forma de matar a los microorganismos requiere temperaturas más elevadas que las obtenidas con el vapor de agua o con la esterilización con vapores químicos no saturados. La principal ventaja es que los objetos de acero no inoxidable no se corroen, como ocurre durante la esterilización con vapor de agua. 2.4.4 Esterilizador de bolas Se utilizan sobre todo para esterilizar el material de endodoncia. La esterilización se logra a 250ºC en 15 segundos si previamente se han eliminado los restos presentes en el instrumental con un desinfectante o en 20 segundos si no se han eliminado. El instrumental debe situarse a 1 cm de la pared del contendor de bolas, ya que la mayor parte de ellos poseen resistencia periférica.
2.4.5 Óxido de etileno Es el gas más empleado para llevar a cabo la esterilización. Desnaturaliza proteínas matando todos los microorganismos y sus esporas. Sus principales inconvenientes son su volumen físico y que su ciclo es muy prolongado, además, es tóxico y explosivo. Tras la acción del gas es necesaria su ventilación por su toxicidad. Tiene capacidad de esterilizar sin calor, lo que permite usarlo para tratar equipos médicos e instrumental plástico. El ciclo puede requerir 12 horas, tiempo excesivo para el material odontológico. 2.5 El área de Esterilización 2.5.1 Manejo del Instrumental El procesado del instrumental consiste en una serie de procedimientos que se van a llevar a cabo después de cada paciente y al finalizar la jornada, y cuya finalidad es la preparación del instrumental contaminado para su reutilización en la clínica. Estos procesos deben de hacerse cuidadosamente con el fin de eliminar todos los posibles patógenos procedentes de un enfermo anterior, del personal o del propio ambiente con mínimo daño del instrumental. Los pasos a seguir en el procesado del instrumental son: − La mayor suciedad se puede eliminar enjuagándolos teniendo especial atención a los posibles accidentes. − Si no se va a seguir con el procesado del instrumental se debe de introducir en una solución de mantenimiento para evitar que la suciedad se quede reseca y luego tarde más en eliminarse. − Limpieza manual o mecánica. − Enjuagar con agua evitando salpicaduras y revisar los instrumentos para comprobar su limpieza. − Secar el instrumental − Colocar el instrumental por grupos y embolsar o envolver introduciendo en los paquetes indicadores biológicos o químicos que comprobarán la calidad del proceso. − Esterilizar el instrumental con el método elegido. − Comprobar los indicadores del proceso de esterilización. − Almacenar los paquetes en un lugar adecuado. 2.5.2 Limpieza Manual del Instrumental La acción de fregar a mano los instrumentos contaminados es peligrosa, aunque es un método muy eficaz para eliminar la suciedad grosera si se lleva a cabo adecuadamente. Las superficies de todos los instrumentos deben cepillarse a fondo mientras se mantienen sumergidos en una solución de limpieza para evitar salpicaduras. Es preferible utilizar un cepillo de mango largo para mantener la mano lo más lejos posible de las puntas y aristas afiladas de los instrumentos. A continuación se realiza un enjuague completo, procurando salpicar lo menos posible. No obstante el fregado manual de rutina no se recomienda, ya que requiere un máximo contacto directo con los instrumentos contaminados, lo que incrementa las posibilidades de pinchazos o cortes a través de los guantes. Además, no existe una verdadera necesidad de fregado manual si el limpiador ultrasónico (limpieza mecánica) funciona adecuadamente; sin embargo, a veces
puede ser necesario fregar a mano un objeto ya limpio por ultrasonidos para retirar restos de cementos. 2.5.3 Limpieza Mecánica del Instrumental. Comparada con el fregado a mano del instrumental, la limpieza ultrasónica reduce la manipulación directa de los instrumentos contaminados. La energía ultrasónica produce billones de minúsculas burbujas en la solución de limpieza que se colapsa y crea una fuerte turbulencia en la superficie de los instrumentos. Ello arranca la suciedad y/o la disuelve o la suspende en la solución. Los instrumentos se introducen sueltos en una bandeja que queda inmersa en la solución de limpieza. En el momento de activar el ultrasonido debe colocarse la tapa para evitar la difusión de partículas contaminadas. 2.5.4 Los Residuos Sanitarios Los residuos que se generan en la clínica son diversos, y deben tomarse distintas medidas de prevención según el tipo de residuo del que se trate: 1. Residuos urbanos. La mayoría de los residuos que se generan en la clínica son residuos urbanos con los cuales no es necesario tomar medidas especiales. Entre ellos, vasos de plástico, papel, etc. 2. Residuos sanitarios inespecíficos. Es todo aquel material no punzante que se ha utilizado directamente sobre el paciente, por ejemplo guantes, gasas, algodones. Este material se recogerá aparte de los residuos urbanos, ya que se necesitan medidas preventivas dentro de la clínica. Se han de colocar en bolsas más gruesas que las de la basura normal. 3. Residuos sanitarios específicos. Son aquellos residuos capaces de transmitir una infección. Ejemplo de ello son los instrumentos punzantes y restos de instrumentos cortantes (agujas, bisturís, etc). Estos objetos punzantes contaminados se colocarán en recipientes que puedan cerrarse, resistentes a la perforación, impermeables por los lados y el fondo. Se denominan contenedores de objetos punzantes. Los recipientes se mantendrán en posición vertical y serán reemplazados rutinariamente sin permitir que lleguen a sobrepasar su capacidad. 2.6 Asepsia del personal 2.6.1 Manos: Medidas de higiene. Las manos del odontólogo son una parte anatómica fundamental a la hora de poner en marcha los métodos barreras puesto que establecen el primer contacto paciente-odontólogo y es indispensable el aseo, cuidado de la piel y la minuciosa higiene antes y después de realizar cada tratamiento.
Es importante procurar no tener heridas que faciliten la adquisición de enfermedades. Además el mantenimiento de las uñas cortas y limpias impide que se alojen en ellas los microorganismos o que los guantes se perforen durante el trabajo. El lavado adecuado de manos reduce potencialmente la transmisión de microorganismos que pueden producir enfermedades. Lo ideal es que se realice con un jabón antibacteriano y con un pH neutro antes y después de la retirada de guantes con cada paciente. Hay una serie de reglas generales para el lavado de manos: • Antes del lavado han de quitarse todo tipo de joyas, relojes, etc. • Utilizar jabón líquido, antiséptico y no perfumado, aplicándolo con un dispensador de codo o de pie. La pastilla de jabón es una fuente de contaminación debido al repetido contacto de las manos, y por tanto, no debe utilizarse. • Lavar completamente las manos, incluyendo las zonas interdigitales y los extremos de los dedos. • Secar completamente con una servilleta desechable. Hay dos tipos de lavado de manos: lavado higiénico y lavado quirúrgico. La técnica más frecuente de lavado higiénico es la siguiente: • Frotar las manos durante 30 segundos por ambas caras y entre los dedos. • Enjuagarlas con suficiente agua. • Secarlas con toallas de papel. Las toallas de tela no deben ser utilizadas en el gabinete puesto que pueden ser causa de infección cruzada. La técnica de lavado quirúrgica se ha de realizar antes de todo acto quirúrgico y antes y después del tratamiento de un paciente de alto riesgo. La técnica es la siguiente: • Cepillarse las uñas con un cepillo personal. • Enjabonarse manos, muñecas y antebrazos durante unos 3 minutos con jabón antiséptico. • Enjuagarse y secarse con una servilleta desechable. • Colocarse los guantes estériles. 2.6.2 Prendas de vestir: métodos de desinfección. Normativas Internacionales. La vestimenta debe cambiarse al menos una vez al día o en cuanto esté visiblemente sucia. Según las recomendaciones del CDC la indumentaria de protección reutilizable debe lavarse en un ciclo normal de lavandería, según las instrucciones de los fabricantes de la lavadora y del detergente. La ropa de trabajo no debe lavarse nunca con ropa de calle convencional.
2.7 Mobiliario Dental: Métodos de desinfección. Las superficies del equipo y mobiliario cercano contaminados por contacto directo o por aerosoles pueden actuar como vías indirectas de transmisión de enfermedades al paciente o al personal de la clínica. La limpieza de la clínica dental, y sobre todo del equipo y superficies cercanas al área de trabajo, es el paso que ha de realizarse previamente a la desinfección y esterilización, ya que su objetivo es disminuir la cantidad de microorganismos, mejorando así la eficacia de los agentes desinfectantes y esterilizantes. Según el nivel de contaminación, las superficies del área de trabajo se clasifican de la siguiente forma: Superficies de Alto Riesgo. Son aquellas que se introducen en la cavidad oral y entran en contacto directo con la sangre y saliva, como por ejemplo el material rotatorio, el eyector de saliva… Superficies de Riesgo Medio. Son aquellas que entran frecuentemente en contacto con los aerosoles formados durante el tratamiento, o que son manipuladas con los guantes contaminados del clínico o el auxiliar. Entre ellas, la unidad dental, el mando e interruptor de la lámpara, las asas de los cajones, el cono del aparato de rayos X. Superficies de Bajo Riesgo. Son aquellas que tienen poco probabilidad de contaminarse de microorganismo procedentes de la cavidad oral durante el tratamiento del paciente. Son por ejemplo, paredes, suelo y superficies situadas fuera de la zona de trabajo dental. Todas las superficies de alto riesgo tiene que esterilizarse después de su uso o bien han de ser de material desechable. Las superficies de riesgo medio son demasiado grandes o incompatibles para ser esterilizadas. Por tanto, se deben tratar con soluciones desinfectantes y/o cubrir después de cada paciente. A su vez, muchas superficies del equipo dental se pueden proteger de la contaminación cubriéndolas con películas plástico o de aluminio. Este método se utiliza para superficies difíciles de limpiar y desinfectar de forma adecuada entre las visitas de los pacientes; es conveniente emplearlo en el caso de pacientes portadores o enfermos de SIDA y Hepatitis. Estas cubiertas son desechables. Al manipularlas hay que protegerse con guantes cuando estén contaminadas, aunque también habrá que utilizar guantes limpios cuando se sustituyan por nuevas cubiertas limpias. 2.8 Programa de desinfección y esterilización en la Clínica Dental Protocolos específicos de desinfección y esterilización: Desinfección de superficies de la zona clínica contaminada. • Usar desinfectantes y detergentes registrados como productos sanitarios. • Frotar con insistencia con un paño y desinfectante las superficies de los muebles rodantes y las superficies de trabajo. • Evitar la contaminación de otras superficies.
• Ventilar la sala Unidad dental. • Eliminar la película empleada como barrera. • Desinfectar las superficies que no habían quedado protegidas con la película, partiendo siempre de las zonas menos contaminadas. • Limpiar los instrumentos rotatorios que se hayan utilizado para eliminar la contaminación. • En cuanto a la escupidera, hacer que corra abundante agua, lavarse con desinfectante al término de la sesión de cada paciente y secarse después con un paño desechable. Control contaminación del agua. Los microorganismos presentes en los conductos de agua y los procedentes de la boca del paciente pasan al circuito hídrico del equipo, y en ellos se multiplican, formando una estructura orgánica, el biofilm resistente, que se adhiere a las paredes del conducto. Por ello, es necesario que se activen protocolos diarios y semanales de descontaminación y desinfección. Al comenzar la jornada: • Utilizar piezas de mano y turbinas con válvulas antirreflujo. • En las unidades que carecen de sistema Autosteril, proceder a lavado durante 2 minutos después de cada paciente. Al terminar con cada paciente: • Ciclo rápido Autosteril con desinfectante de alto nivel. • El lavado recomendado por la ADA durante unos 30 segundos en unidades que carecen del sistema Autosteril. Este lavado es un enjuague forzado de los conductos de agua que se lleva a cabo accionando en vacío los instrumentos. Al final de la jornada: • Extraer los filtros de aspiración, sumergirlos en solución desinfectante de alto nivel y limpiar después de una inmersión después de al menos 10 minutos. Mantenimiento instrumentos rotatorios: • Seguir siempre las instrucciones del fabricante sobre limpieza, lubricación y esterilización de manera estricta, para asegurar la eficacia y la duración de los instrumentos. • Antes de separar los instrumentos del cordón de la unidad se ha de eliminar cualquier posible residuo visible. • No sumergirlos en sustancias desinfectantes ni someterlos al ciclo de ultrasonidos. • Lubricación preesterilización. • Empaquetamiento y esterilización igual que los instrumentos estándar.
Laboratorio dental y prevención de infecciones cruzadas: pasos previos en la consulta: • Lavar cuidadosamente la impresión bajo el grifo para eliminar restos de sangre y saliva del paciente antes de sumergirla en desinfectante (hipoclorito al 0.5% o glutaraldehído al 2%). • Después de la desinfección de la impresión o del material hay que proceder siempre a su aclarado, ya que el componente químico puede resultar tóxico para el paciente y el material de impresión puede verse alterado. • Indicar posible peligro de infección en el caso de pacientes con enfermedades infecciosas. 2.9 Preparación y limpieza del Consultorio Odontológico. Importancia del personal auxiliar 2.9.1 Preparación del paciente. Antes de cada tratamiento o exploración se debe: Comprobar que las superficies de trabajo y de las zonas críticas estén cubiertas. Hacer circular el agua del instrumento rotatorio durante 20 segundos. Preparar la historia clínica. Prepara el material desechable (vaso, aspirador, baberos, servilletas, mascarilla, guantes), y que el paciente vea que todo se pone limpio. Prepara el instrumental y el material que vayamos a necesitar con el paciente. Desinfección y secado de manos. Comprobar que los guantes estén íntegros. 2.9.2 Medidas entre pacientes. Una vez el paciente haya salido del gabinete y antes de pasar al siguiente debemos: Retirar todo el material e instrumental utilizado con el paciente. Tirar a la basura el vaso, aspirador, baberos, servilletas, mascarilla y los guantes de trabajo. Meter el instrumental punzante y cortante no desechable en la solución desinfectante. Los desechables en el contenedor rígido. Desinfectar y secar las manos. Utilizar guantes resistentes para limpiar el material. Si es posible utilizar una cuba de ultrasonidos. Esterilizar. Limpiar y desinfectar las pantallas protectoras oculares, mandos, superficies de trabajo y zonas críticas. Desinfectar los materiales de laboratorio. Aspirar agua durante 20 segundos. Comprobar que no haya salpicaduras ni residuos por el suelo. 2.9.3 Medidas al principio y al final de la jornada laboral Algunos autores proponen una serie de procedimientos rutinarios a realizar en el consultorio dental: 1. Rutinas al inicio de la jornada.
Ponerse bata o uniforme. Quitarse anillos, pulseras y relojes. Cubrir heridas y lesiones en la piel. Comprobar el recipiente de desinfección de materiales y preparar solución desinfectante si es necesario. Preparar lejía para desinfectar suelos. Hacer circular el agua del equipo. Cubrir las superficies de trabajo. Lavar las manos. 2. Rutinas al final de la jornada. Limpieza y desinfección del equipo. Limpieza y desinfección del área clínica y aseos. Recoger residuos y tratarlos de forma adecuada. Almacenar material esterilizado. Aspirar solución desinfectante. Lavado y desinfección de manos. Limpiar semanalmente los filtros de la aspiración.
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