Búsqueda de Rentas, Recursos Naturales y Crecimiento Económico: Chile, Noruega
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__________________________________________________________________ José Luis Muñoz-García Búsqueda de Rentas, Recursos Naturales y Crecimiento Económico: Chile, Noruega, Botswana y Zimbabwe “La economía es el estudio de cómo los rales abundantes necesariamente caería individuos transforman recursos naturales en una etapa de desaceleración de su cre- en productos y servicios finales que la cimiento que derivaría en otros problemas gente pueda usar” (Mark Skousen, Eco- relacionados—desigualdad en el ingreso, nomics on Trial, p. 18). pobreza, corrupción, inestabilidad políti- ca, etc. Esta visión estaba fuertemente arraigada en las investigaciones de Sachs y Warner (1997a, 1997b), que le asigna- Introducción ban al fenómeno del síndrome holandés un marco teórico robusto para explicar la La visión oficial sobre los recursos natu- desaceleración en el crecimiento de las rales (aceptada durante medio siglo por el economías abundantes de recursos natu- Banco Mundial, el FMI y la CEPAL, rales. Sin embargo, estudios más recien- entre otros organismos internacionales1) tes (Černý y Filer 2006; Robinson et al. se refería a que un país con recursos natu– 2006; Mehlum et al. 2005; Gylfason 1999, entre otros) no le asignan un papel 1 El Banco Mundial mantuvo durante cinco relevante al fenómeno del síndrome ho- décadas una visión negativa con respecto a landés para explicar el estancamiento los recursos naturales y el crecimiento eco- económico, priorizando las características nómico, argumentando que la abundancia o del marco institucional vigente como un dependencia de éstos presentaban una rela- factor más relevante para analizar la cau- ción inversa con el crecimiento, basándose en la teoría del síndrome holandés que “infecta- ba” a las demás industrias dentro de una eco- que son ahora de altos ingresos han sido al- nomía. En agosto de 2010, mediante la publi- tamente dependientes de commodities, pero al cación de un documento del Banco Mundial parecer se ha utilizado esta riqueza como un titulado “Los Recursos Naturales en América trampolín para el desarrollo” (ibid., p. ix). Latina y el Caribe: ¿Más allá de bonanzas y crisis?”, la institución cambió su visión y José Luis Muñóz-García, economista chileno, concluyó que “la evidencia reciente sugiere posee una maestría en Economía por la Universidad Andrés Bello (Santiago de Chile). que, en general, los recursos naturales de Este trabajo se basa en una parte de su tesis hecho pueden tener un impacto positivo en el de maestría (“Crecimiento económico, recur- crecimiento” (De la Torre et al., 2010, p. 1). sos naturales y políticas públicas”), presenta- En efecto, el Banco Mundial concluye que da en el primer semestre del año 2010. El los países con recursos naturales abundantes autor desea agradecer a los catedráticos John Cobin, Christián Lomakin, Kamel Lahsen, suelen utilizarlos para incentivar aún más el Javier Labbé y Adrián Ravier. desarrollo: “Sin embargo, varios de los países Laissez-Faire, No. 35 (Sept 2011): 26-34
__________________________________________________________________ salidad entre recursos naturales y creci- síndrome holandés un marco conceptual miento del producto. apropiado para explicar un menor creci- miento de largo plazo debido al auge de un sector exportador basado en recursos I. Recursos naturales, síndrome ho- naturales: landés y búsqueda de rentas. Los recursos atraídos por el sector en au- Síndrome holandés ge y la caída del tipo de cambio real tien- den a causar una disminución del creci- La teoría del síndrome holandés se re- miento del sector transable rezagado, de- fiere al efecto sobre la economía de un bido al mayor costo de algunos factores país de un auge exportador importante, productivos y a los menores precios rela- basado generalmente en la comercializa- tivos que enfrenta, con la consiguiente ción de bienes primarios (recursos natura- menor rentabilidad de capital invertido en les) o en un aumento de sus precios.2 Este este sector. Las mayores utilidades del tipo de auge puede provocar efectos des- sector transable líder se reflejan en gene- favorables sobre otros sectores de la eco- ral en un crecimiento más dinámico de ese sector. Esta evolución dispar de los nomía que se dedican también a exportar sectores productivos es la característica bienes transables. El síndrome holandés básica del síndrome holandés. El auge clásico se puede definir como el conjunto exportador suele ser de corto o mediano de consecuencias que afectan a una eco- plazo, pero los efectos sobre el creci- nomía debido a la irrupción más o menos miento general de la economía resultan abrupta de un sector productivo relevante, ser más duraderos y eventualmente per- vinculado a las exportaciones, de creci- judiciales para el desarrollo de largo pla- miento más dinámico que el resto de las zo (Jeftanovic 1992, p. 301).3 actividades productivas, en un lapso me- diano o corto (Jeftanovic 1992, p. 300). De la misma forma, Jeftanovic plantea La principal consecuencia desfavorable que la teoría del síndrome holandés ha del auge exportador es el menor creci- sido aceptada por diferentes organismos miento que éste suele provocar en algu- internacionales para explicar el atraso nos sectores que producen otros bienes económico en algunos países: “La estruc- transables. Las mayores exportaciones del tura analítica del síndrome holandés pro- sector transable líder suelen atraer hacia porciona explicaciones simples, coheren- ese sector recursos productivos y provo- tes y explícitas de algunas hipótesis plan- car una revaluación real de la moneda teadas en las décadas de los 50’s y 60’s, local. referentes al punto de vista pesimista acerca de las exportaciones de productos Jeftanovic le atribuye al fenómeno del 3 Es importante destacar que esta hipótesis pudo ser válida en el pasado, donde existían 2 La expresión “síndrome holandés” fue men- dos grandes bloques económicos antes de la cionado por primera vez en la revista The caída del muro de Berlín, en el cual la movi- Economist en 1977. Aquí se comentaba el lidad de capitales era menor y aún la globali- efecto adverso del descubrimiento de gas zación—sobre todo desde el punto de vista natural sobre la producción industrial en Ho- financiero—no era total. Hoy el mercado landa, en la década de los sesenta, debido a la “ampliado” permite una movilidad de recur- apreciación real de la moneda holandesa sos mucho mayor y más rápida, por lo que (“The Dutch Disease,” The Economist, [Nov esa visión estática sobre el tipo de cambio 26, 1977], pp. 82-83). deja de ser relevante. __________________________________________________________________ 27
__________________________________________________________________ básicos como motor del desarrollo adop- incluidos en un estudio del Banco Mun- tado por la CEPAL” (ibid., p. 302). dial, cinco países que pertenecen a los ocho mayores de acuerdo a sus recursos Búsqueda de rentas naturales y riqueza de capital, también pertenecen a los 15 mejores de acuerdo Modelos actuales han demostrado que con la renta per cápita (Auty 2001, p. 4). la abundancia de recursos naturales no necesariamente significa un crecimiento Černý y Filer (2006, p. 12) estiman más lento. Al contrario, si existe un mar- que aunque la dependencia de recursos co institucional fuerte―con derechos de naturales se asocia con desaceleración propiedad bien definidos, lo que dismi- económica, no hay pruebas concretas con nuye la búsqueda de rentas4―recursos respecto a que la abundancia de recursos abundantes en un país significan un cre- naturales tiene un efecto negativo en el cimiento más rápido (Mehlum et al. crecimiento. Además, es importante notar 2005, p. 5). Así, los recursos naturales la distinción entre abundancia y depen- pasan a ser una bendición, y no una mal- dencia de recursos naturales. A este res- dición, como han concluido Sachs y pecto, Černý y Filer también encuentran Warner (1997a, 1997b). que los países dependientes de recursos naturales son los que se asocian a bajo Uno de los importantes hallazgos em- crecimiento económico, y no los abun- píricos en la economía del desarrollo en dantes (Černý y Filer 2006, p. 13). Así, el siglo XX es que las economías abun- para que los recursos naturales inhiban el dantes de recursos naturales han tendido a crecimiento, deben combinarse con malas crecer más lento que en las economías sin políticas de gobierno, o al menos con la recursos sustanciales (Sachs y Warner falta de buenos gobiernos.5 Muchos auto- 1997a, 1997b; Auty 2001). Por ejemplo, res, incluyendo a Auty (2001) además de los “tigres asiáticos” (Corea, Taiwán, y Warner (1997a), destacan el papel que Hong Kong y Singapur) son todos de juegan las políticas e instituciones sobre escasos recursos, mientras que los perde- la maldición de los recursos naturales. dores del crecimiento, como Nigeria, Zambia, Sierra Leona, Angola, Arabia Robinson et al. (2006) desarrollan Saudita y Venezuela, son ricos en recur- modelos en los cuales los incentivos polí- sos naturales. En promedio, las econo- ticos son la base para generar la maldi- mías con abundancia de recursos van a la ción de los recursos naturales. Mehlum et zaga de los países con menos recursos. al. incluso muestran evidencia estadística Sin embargo, también existen países ga- de la interacción entre las instituciones, la nadores en crecimiento que son ricos en dependencia de los recursos naturales y el recursos, como Botswana, Canadá y No- crecimiento económico, demostrando que ruega. Por otra parte, de los 82 países la abundancia de recursos presenta una relación positiva con el crecimiento, si 4 Tullock define la búsqueda de rentas como “manipular gobiernos democráticos [o de 5 otro tipo] para obtener privilegios especiales Es importante destacar que los gobiernos bajo circunstancias en que la gente lesionada más eficientes suelen ser gobiernos pequeños, por los privilegios sufre un perjuicio mayor o incluso estados inexistentes, como bien lo que lo que ganan sus beneficiarios” (Cobin sintetiza Hans-Hermann Hoppe en su investi- 2010, p. 61, citando a Tullock 1993, p. 24, cf. gación Democracy: The God That Failed p. 51). (2001). __________________________________________________________________ 28
__________________________________________________________________ existe un marco institucional fuerte6 rentas es la regla a seguir para poder (Mehlum et al. 2005, p. 9). En este senti- competir en el mercado. En este sentido, do, Gylfason afirma que “es necesario los derechos de propiedad juegan un pa- hacer hincapié en que no es la existencia pel clave, ya que un marco institucional de recursos naturales en sí misma el pro- ambiguo, en donde éstos no están bien blema, sino más bien el fracaso de las definidos, puede significar un aumento de autoridades públicas para evitar los peli- actividades improductivas. gros que acompañan a los dones de la naturaleza” (Gylfason 1999, p. 21). De Así, las instituciones amigables a la hecho, el mismo autor declara que desde captura facilitan la desviación de recursos 1965 la relación inversa entre recursos empresariales hacia actividades impro- naturales y crecimiento económico ha ductivas como consecuencia de la abun- cambiado a una relación positiva, princi- dancia de recursos naturales. Las caracte- palmente debido al aumento de las demo- rísticas típicas de las instituciones fácil- cracias en el mundo y a los nuevos meca- mente capturables son un débil estado de nismos de control de las autoridades polí- derecho y un alto riesgo de expropiación, ticas. mucha burocracia y corrupción en el go- bierno. La idea principal—de que los Se sostiene que la diferencia de cre- recursos naturales serán positivos o nega- cimiento entre los países ricos y pobres tivos para el crecimiento económico de- de recursos se debe principalmente a có- pendiendo del nivel de búsqueda de ren- mo están distribuidas las rentas derivadas tas―contrasta con el enfoque de búsque- de éstos. Algunos países tienen institu- da de rentas que es analizado también por ciones que favorecen a productores en la Sachs y Warner (1997a, pp. 11-14), quie- distribución de las rentas, mientras que nes no le asignan un papel relevante. Una otros tienen instituciones que favorecen a de sus ideas era que la abundancia de buscadores de rentas y/o acaparadores recursos naturales facilitaba el deterioro improductivos. La distinción principal es institucional, derivando en un menor cre- entre instituciones amigables a las activi- cimiento. Sachs y Warner incluso no es- dades productivas e instituciones amiga- timan como de principal importancia el bles a la captura,7 donde la búsqueda de desarrollo institucional, sino que le asig- nan al síndrome holandés la principal 6 fuente de explicación del deterioro eco- En este contexto, la Escuela de Virginia nómico. plantea que es necesario una constitución robusta para poder controlar de mejor manera Tullock le asigna un papel de relevan- el proceso político. cia a la magnitud de la búsqueda de ren- 7 La teoría de la captura es un concepto desa- tas para explicar el crecimiento y desarro- rrollado principalmente por George Stigler, y llo económico de un país. Incluso deses- se refiere a la colusión entre el regulador y la tima la cultura o religión como factores firma o industria regulada. De esta forma, la claves para el desarrollo, entregándole un industria regulada se convierte en demandan- papel mucho más importante al nivel de te de ventajas sobre la regulación, ya sean búsqueda de rentas: estas económicas o políticas. Así, la forma de competir en el mercado, cuando existe regu- El emigrado chino del sudeste de Asia en lación, es “capturando,” buscando sacar ven- los Estados Unidos funciona extremada- tajas que en última instancia perjudican a los mente bien, como lo hacen los emigrados consumidores. __________________________________________________________________ 29
__________________________________________________________________ de la India en Africa. Sólo en sus patrias Existen también otros países donde ellos fallan en funcionar bien. El fenó- los recursos naturales han jugado un pa- meno no es peculiar de los chinos, indios pel clave, pero no fueron analizados por o culturas islámicas, sino que está más existir otros factores que pueden dificul- bien radicado en las instituciones tradi- tar el análisis. Por ejemplo, Brunei basa cionales de gobierno de esas varias atra- gran parte de su crecimiento en la expor- sadas sociedades. La búsqueda de rentas ofrece una poderosa explicación general tación de petróleo, lo que significa, en para esta aparente paradoja. No es sorpre- parte, que su extracción y producción sa que nuestra común exposición a socie- tienen que acatar los criterios geopolíticos dades de fracaso económico y falta de de la OPEP―actuando el país como to- avance cultural haya llevado a Krueger, mador de precios. Indonesia también basa Bhagwati y a mí [sic] a la explicación de su crecimiento en recursos naturales― la búsqueda de rentas (Cobin 2009, p. 80, principalmente petróleo―pero participó citando a Tullock 1993, pp. 20-21). en la OPEP desde 1962 hasta el 2008, por De esta forma, la teoría de la búsque- lo que en gran parte de su historia recien- da de rentas ha tomado un papel clave en te sus criterios de producción presumi- el pensamiento económico moderno para blemente fueron tanto económicos como explicar el porqué algunas regiones del políticos. mundo, abundantes en recursos naturales y abiertas al mercado externo, están más Estonia basa parte de su crecimiento desarrolladas que otras. en la exportación de productos minerales y madera, pero después de la caída del muro de Berlín ha tenido que pasar por etapas de transición hacia una economía II. Aplicación: Chile, Noruega, de mercado (Weber y Taube 1999), con Botswana y Zimbabwe. grandes cambios políticos y económi- Se eligieron estos países por ser naciones cos―desvinculación del rublo ruso, pri- donde el crecimiento económico basado vatización de la banca, etc.―lo que difi- en recursos naturales ha sido el denomi- culta también el análisis. De la misma nador común, y porque su política eco- forma, Ucrania y Rumania basan su cre- nómica ha sido estable por un período de cimiento en la exportación de recursos tiempo extenso. Chile adoptó su actual naturales, pero también participaron de la política económica en los años 70’s, y ha URSS hasta adoptar paulatinamente una sido más o menos la misma hasta hoy (De economía de mercado en los 90’s (Weber Gregorio 2007). Noruega ha seguido una y Taube 1999, p. 2). Lo mismo sucede economía de mercado durante todo el con Polonia―país ex-comunista que ha siglo XX basada en recursos naturales. adoptado paulatinamente la economía de Botswana adoptó la economía libre debi- mercado―en donde la agricultura ha sido do a cambios políticos en los años 70’s, y históricamente el área más importante de permanecen estables actualmente. En desarrollo, y donde recién desde media- contraste, Zimbabwe ha sido gobernado dos de los años 90’s es que la inversión por el mismo partido político desde su extranjera directa ha llegado en grandes independencia en 1965, ha habido conti- cantidades al país. Además, el gobierno nuos cambios de la constitución, y todas aún sigue controlando gran parte de la las elecciones de las últimas dos décadas economía. De esta forma, se han analiza- han sido sospechosas de fraude electoral do países donde la economía de mercado (Ali-Dinar 2005). ha prevalecido por un tiempo suficiente- __________________________________________________________________ 30
__________________________________________________________________ mente largo o donde, en el caso de Zim- ciento de productos mineros, 12 por cien- babwe, no ha existido del todo. to agrícolas, 11 por ciento de productos forestales y madera, y un 10 por ciento de Chile productos pesqueros. El 11 por ciento restante lo componían las exportaciones Existe evidencia de que las exporta- industriales, que estaban integradas en un ciones chilenas presentan una relación 31 por ciento por papel, madera y produc- directa con el crecimiento económico, tos de madera, 30 por ciento por harina de desde las reformas estructurales imple- pescado y productos alimenticios, y en un mentadas durante el gobierno militar 9 por ciento por productos metálicos bá- (1973-1989), que pusieron a las exporta- sicos. Es decir, 70 por ciento de las ex- ciones de recursos naturales como la base portaciones industriales se relacionaba del crecimiento económico nacional. De con recursos naturales (Ffrench-Davis hecho, en el año 2008, las exportaciones 2002, p. 5). de Chile representaron un 27 por ciento del PIB.8 En este sentido, De Gregorio Con respecto al marco institucional, afirma que “Chile es un país abundante Chile presenta el menor Índice de Per- en recursos naturales. Una de las caracte- cepción de Corrupción de América Lati- rísticas más distintivas de Chile es el gran na9 según Transparencia Internacional sector de la minería y en especial del co- (2010), con una puntuación de 6.7, ocu- bre, que lo sitúa además como el princi- pando además el lugar 25 en el mundo, pal productor de cobre del mundo. Como superado sólo por economías industriali- país tuvimos la suerte de que la naturale- zadas, siendo la excepción Qatar y Santa za nos proporcionara esta enorme rique- Lucía, aunque ambos países presentan za” (De Gregorio 2009, p. 1). PIB per cápita comparables a países desa- rrollados. Además, Chile ocupa el lugar De hecho, la correlación entre creci- 43 entre 184 países del Índice de Facili- miento exportador y la expansión real del dades para Hacer Negocios realizado por PIB ha sido alta con posterioridad a la el Banco Mundial (2010), que mide las recuperación de la crisis de la deuda en trabas burocráticas para hacer negocios los años 90’s (Ffrench-Davis 2002, p. 3). en una economía, por lo que según este También hubo una asociación fuerte en ranking, Chile sería el mejor país de los períodos de recuperación posteriores a América Latina para realizar negocios, ya las crisis de 1975 y de 1982 (Meller 1996, que estas trabas serían las menores en la p. 3). En la práctica, el volumen de las región, disminuyendo así el fenómeno de exportaciones se amplió mucho más rápi- búsqueda de rentas derivado de un marco do que el PIB. La mayoría de los estudios econométricos sobre la materia han en- 9 El Índice de Percepción de Corrupción (IPC) contrado una clara asociación positiva de mide, en una escala de cero (percepción de las exportaciones con el crecimiento del muy corrupto) a diez (percepción de ausencia producto. En el año 2001 las exportacio- de corrupción), los niveles de percepción de nes chilenas se componían de un 56 por corrupción en el sector público en un país determinado y consiste en un índice com- puesto, que se basa en diversas encuestas a 8 Cálculo propio a partir de datos del Banco expertos y empresas. Botswana se encuentra Central de Chile (http://www.bcentral.cl/esta en el lugar 37 de 176 (IPC 5,6), Noruega 11 disticas-economicas/series-indicadores/index. (IPC 8,6), y Zimbabwe 146 (IPC 2,2) (Trans- htm). parency International 2010). __________________________________________________________________ 31
__________________________________________________________________ institucional adecuado. En este sentido, el país se beneficia de una amplia compren- Banco Mundial se refiere a Chile de la sión social de la necesidad de restringir el siguiente forma: gasto público y evitar la volatilidad en los patrones de gasto” (De la Torre et. al. En Latinoamérica y el Caribe, Chile tiene 2010, p. 28). Con respecto al marco insti- la menor propensión al despilfarro de las tucional, en 2010 Noruega ocupaba el rentas, que se puede explicar en gran par- lugar 11 en el mundo en el Índice de Per- te debido a las características institucio- cepción de Corrupción, y el 10 en el Índi- nales. Rentas del cobre, controladas por ce de Facilidades para Hacer Negocios. el gobierno, son administrados transpa- rentemente, con reglas técnicas que rigen En contraste, Lane y Tornell explican e identifican los ingresos extraordinarios. el decepcionante desempeño económico Una contención excesiva de los partidos de Nigeria, Venezuela y México después políticos y el clientelismo de las rentas ha de las ganancias inesperadas del petróleo, sido frenada en Chile por un amplio con- senso entre la coalición moderna de iz- basándose en las instituciones disfuncio- quierda (Concertación) y los partidos de nales que incentivaban la búsqueda de oposición en la necesidad de mantener rentas (Lane y Tornell 1999, p. 13). Esta una política fiscal contra-cíclica y generar predicción se opone a la explicación del ahorros de largo plazo con el auge del síndrome holandés como una maldición precio del cobre (De la Torre et. al. 2010, de los recursos (Sachs y Warner 1997a, p. p. 28). 21). Noruega Botswana y Zimbabwe Este país escandinavo basa su creci- Botswana, donde el 40 por ciento del miento en los recursos naturales, siendo PIB proviene de los ingresos de la indus- estos su motor de desarrollo a lo largo de tria de los diamantes, ha tenido el creci- su amplia historia económica. Así, el miento más alto del mundo desde 1965. Banco Mundial afirma que “de hecho, Acemoglu et al. (2002, p. 7) atribuyen entre los países más ricos del mundo, este buen desempeño a la calidad de las están los tres primeros en términos de instituciones. De hecho, Botswana tiene capital natural: Noruega, Nueva Zelanda, la mejor calificación de África en el Índi- y Canadá (De la Torre et. al. 2010, pp. ce de Percepción de Corrupción, a dife- 13-14). Noruega era el país más pobre de rencia de Zimbabwe―que exporta níquel, Europa en 1900, pero ahora es uno de los hierro y especialmente cromo―donde el más ricos. La transición fue a través de marco institucional y político es uno de los recursos naturales, partiendo por la los más débiles del mundo, por lo que es madera, pasando por la pesca y las hidro- posible que el fenómeno de búsqueda de eléctricas, continuando con el petróleo y rentas esté retrasando el crecimiento en el gas natural. En este contexto, el Banco ese país. Además, Botswana ocupa el Mundial afirma que “Noruega ha sido lugar 39 en el Índice de Facilidades para exitosa en su gestión fiscal con los ingre- Hacer Negocios, siendo la mejor califica- sos del petróleo. Davis, Ossowski, y Fe- ción de África, mientras que Zimbabwe delino (2003) identifican su democracia ocupa el lugar 160, siendo una de las peo- madura y sus fuertes instituciones, orien- res calificaciones del mundo. tado a acuerdos parlamentarios como un factor clave detrás de este resultado. El Es importante destacar que la diferen- __________________________________________________________________ 32
__________________________________________________________________ cia principal entre estos dos países es el cualquier otro campo―es la mejor mane- marco institucional vigente y la política ra que tiene la sociedad y una economía económica adoptada en los años posterio- para optimizar el uso de sus riquezas na- res a sus correspondientes independencias turales, sean ellas renovables o no- (Zimbabwe en 1965 y Botswana en renovables, reales o aparentes, escasas o 1966). Las dos naciones son africanas, relativamente abundantes. No hay nada comparten fronteras, están en el mismo más congruente con la idea del bien co- hemisferio, tienen la misma cultura, reli- mún y con la noción de utilidad pública gión y clima, además de lenguas oficiales que el sistema de propiedad privada” similares. Botswana, a raíz del éxito en la (Büchi 1993, p. 76). industria de los diamantes, aceptó como una política de país una economía libre basada en la exportación de recursos na- turales, buscando facilitar la inversión BIBLIOGRAFÍA extranjera directa, mientras que Zimba- bwe adoptó una economía centralizada Acemoglu D., S. Johnson y J. A. Robinson que impera hasta hoy, en donde la expro- (2001) “The Colonial Origins of Com- piación de tierras por parte del gobierno parative Development: An Empirical de R. Mugabe se ha convertido en la regla Investigation,” American Economic Re- a seguir, derivando en crisis económica, view, 91: 1369-1401. alto desempleo, descontento social e hi- perinflación. Ali-Dinar, A. (2005) “Zimbabwe: Election Fraud Report,” AfricaFocus Bulletin (http://www.africa.upenn.edu/afrfocus/a frfocus041805.html, recuperado el 21 de Conclusiones finales abril de 2010). La llamada maldición de la abundancia Auty, R. M. (2001) “Resource Abundance de recursos naturales sólo afecta a países and Economic Development,” Journal donde el desarrollo institucional es débil, of Development Economics, 70: 554-59. por lo que en países donde hay un marco institucional fuerte, el fenómeno de bús- Banco Mundial (2010) Doing Business 2010. queda de rentas disminuye y la abundan- Washington: Banco Mundial (http://ww w.doingbusiness.org/, recuperado el 21 cia de recursos pasa a ser una bendición. de abril de 2010). De esta forma, la teoría del síndrome ho- landés pierde relevancia para explicar Büchi, H. (1993) La transformación econó- bajos niveles de crecimiento en econo- mica de Chile. Editorial Norma. mías con abundancia de recursos natura- les. Un marco institucional adecuado, Černý, A. y R. K. Filer (2006) “Natural Re- donde existe la propiedad privada defen- sources: Are They Really a Curse?” dida por derechos de propiedad bien defi- Working Paper Series No. 321. Praga: nidos, es una buena forma de disminuir la Charles University Center for Economic búsqueda de rentas, facilitando el em- Research and Graduate Education. prendimiento privado y acelerando el Cobin, J. M. (2009) Políticas públicas: Tópi- crecimiento económico. En este sentido, cos modernos de la economía de mer- Hernán Büchi recalca que “a la gran ma- cado para el bienestar social, 2ª ed. yoría de las personas les cuesta entender Santiago de Chile: Universidad Andrés que la propiedad privada―en este y en Bello. __________________________________________________________________ 33
__________________________________________________________________ Davis, J., R. Ossowski y A. Fidelino (2003) Meller, P. (1996) “El modelo exportador Fiscal Policy Formulation. Washington: chileno: Crecimiento y equidad,” Revis- International Monetary Fund. ta de CIEPLAN, 4: 12-31. De Gregorio, J. (2007) “Algunas reflexiones Mises, L. von (1996) Human Action: A Trea- sobre el crecimiento económico en Chi- tise on Economics. San Francisco: Fox le.” Documentos de Política Económica, and Wilkes. Banco Central de Chile, No. 20 (Agos- to). Norwegian Central Bureau of Statistics (2010) “Statistical Yearbook of Norway De Gregorio, J. (2009) “El crecimiento en 2009,” Economic Statistics. Oslo: Nor- Chile y el cobre” (inédito, Sept 1) wegian Central Bureau of Statistics. (http://www.cesco.cl/assets/docs/estudio s-y-presentaciones/Jose_De_Gregorio.p Robinson, J. A., R. Torvik y T. Verdier df). (2006) “Political Foundations of the Re- source Curse,” Journal of Development De la Torre A., J. Nash y E. Sinnott (2010) Economics, 79: 447-68. Natural Resources in Latin America and the Caribbean. Washington: World Rojas, D. (1989) El fenómeno Büchi. Santia- Bank. go de Chile: Editorial Santiago. Ffrench-Davis, R. (2002) “El impacto de las Sachs, J. D. y A. M. Warner (1997a) “Natural exportaciones sobre el crecimiento en Resource Abundance and Economic Chile,” Revista de la CEPAL, 76: 143- Growth” (inédito). Center for Interna- 60. tional Development, Harvard University (http://www.cid.harvard.edu/ciddata/war Gylfason, T., T. Herbertsson y G. Zoega ner_files/natresf5.pdf). (1999) “A Mixed Blessing: Natural Re- sources and Economic Growth,” Mac- Sachs, J. D. y A. M. Warner (1997b) roeconomic Dynamics 3: 204-25. “Sources of Slow Growth in African Economies,” Journal of African Econo- Hayek, F. (1945) “The Use of Knowledge in mies, 6: 335-76. Society,” American Economic Review, 35: 519-30. Transparencia Internacional (2010) Informe de Transparencia Internacional: Índice Hoppe, Hans-Hermann (2001) Democracy: de percepción de la corrupción 2009 The God That Failed (2001), Transac- (http://www.transparencia.org.es/INDIC tion Publishers: New Brunswick, New E%20DE%20PERCEPCI%C3%93N%2 Jersey. 02009/Tabla%20sint%C3%A9tica.CPI_ 2009_table_spanish.pdf, recuperado el Jeftanovic, P. (1992) “El síndrome holandés: 12 de marzo de 2010). Teoría, evidencia y aplicación al caso chileno, 1901-1940,” Estudios Públicos, Tupy, M. L. (2008) “Botswana and Zimba- 45: 299-331. bwe: A Tale of Two Countries,” The American, 4: 11-24. Lane, P. R. y A. Tornell (1996) “Power, Growth and the Voracity Effect,” Jour- Weber, R. y G. Taube (1999) “On the Fast nal of Economic Growth, 1: 213-41. Track to EU Accession: Macroeconomic Effects and Policy Changes for Esto- Mehlum, H., K. Moene y R. Torvik (2005) nia,” IMF Working Papers 99/156. “Institutions and the Resource Curse,” Washington: International Monetary Economic Journal, 116: 1-20. Fund (Nov). __________________________________________________________________ 34
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