CÓMO ARMAR UNA CLÍNICA PARA GATOS - Tour Royal Canin Argentina 2013

Página creada Zacarias Catalán
 
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Diego Esteban Saltiveri
Tot Cat Clínica Felina
Noviembre 2013
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            CÓMO ARMAR UNA
           CLÍNICA PARA GATOS
                     Tour Royal Canin Argentina 2013
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     En el año 1993 la clínica donde trabajo, Tot Cat, fue inaugurada por un veterinario un
tanto visionario del que sería el negocio de futuro dentro de la clínica de pequeños animales.
En el año postolímpico barcelonés la proporción de felinos atendidos en las clínicas era
mínima y un servidor, estudiante de primer año de veterinaria, atendía en calidad de
prácticas a la clínica con la ilusión del que descubre una enfermedad, una característica, un
nuevo truco del manejo o porque no, una nueva descarga de adrenalina tras conseguir
manejar a más de un gato con carácter difícil (ahora se que por miedo). Desde entonces, el
“negocio felino” ha cambiado y en nuestro país se ha reconocido recientemente la
especialidad en medicina felina creándose la Acreditación en Medicina Felina por AVEPA
(Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales). Hoy en día, los
compañeros y compañeras interesados en la medicina felina ya son muchos y suele ser una
disciplina con gran aceptación en los distintos congresos y programas de formación
continuada.
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     Cada vez hay más gatos en España y cada vez están más presentes en nuestras clínicas.
Aunque no se tienen datos fiables de la población felina, existen entre 2,8 y 3 millones de
gatos, y este número va aumentando lentamente a un ritmo constante durante los últimos
años. En países como Reino Unido y Estados Unidos el gato ya es el animal de compañía más
numeroso. Algunos motivos de dicha tendencia son el estilo de vida de los propietarios, cada
vez más viviendo solos y en pisos cada día más caros.
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     Los gatos no son perros pequeños y ello supone diferencias en el manejo, diagnóstico y
tratamiento. Los propietarios cada vez demandan más calidad en el tratamiento y una

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atención médica que tenga en cuenta las necesidades de sus mascotas. Con un número de
gatos que aumenta y la presión sobre nuestras clínicas creciendo, tener satisfechas las
expectativas de los clientes es cada día más importante. Ser proactivo es una característica de
éxito en la mayoría de los casos de la relación veterinario-cliente.
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      La mayoría de propietarios de gato tienen entre 34 y 44 años, una etapa de la vida
donde la escasez de tiempo, la familia y la carrera profesional ejercen una gran presión y la
independencia del gato lo hacen ideal en sus ajetreadas vidas. La esperanza de vida actual del
gato es de 12 a 15 años, y cada vez más gatos viven 15 o más. Así pues, además de haber cada
vez más gatos, éstos viven más tiempo. Recientemente en nuestra clínica visitamos una gata
de 27 años y ello nos hace pensar en que actualmente gatos de 15 a 20 años sean lo que hace
20 años eran los de 10 a 15, porque no es extraordinario encontrar gatos que fallecen con
edades cercanas a los 20 años.
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      Las medidas prácticas y de diseño a implementar comprenden desde la sala de espera a
las consultas, el equipamiento e incluso la manera de hospitalizar. Los propietarios
seguramente agradecerán que les proporcionemos información por escrito para que la
puedan leer al marcharse a casa, así como que el personal de la clínica sepa identificar y
evitar las causas que producen malestar en los gatos.
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      Puntos básicos:
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      Educación y formación en la cría de gatos, manejo, comportamiento, medicina, cirugía
y creación y mantenimiento de un ambiente pro-felino en el seno de la clínica.
      Estar familiarizado con las diferentes razas de gatos así como algunas de sus
características básicas.
      Flexibilidad en dar citas a gatos que fueron difíciles en visitas previas, por ansiedad o
agresividad. Recordar que el dicho “vísteme despacio que tengo prisa” sirve para la mayoría
de gatos. Deben planearse visitas más largas si necesitamos más tiempo para explicar
adecuadamente una analítica, una enfermedad compleja…
      Seguridad en la clínica. Asegúrese que el personal tenga en mente que las puertas y
ventanas deben estar cerradas. Los gatos estarán dentro de los transportines para ser llevados

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dentro de la clínica. Las jaulas deben ser seguras y tener cierres que los gatos no puedan abrir
por los listos a la par que aburridos pacientes.
     Conocer cuando y a quién referir los casos difíciles (neurólogos, cardiólogos,
oftalmólogos, dermatólogos o etólogos son consultados a menudo en nuestro centro).
     Ser conscientes de la sensibilidad felina a los olores- un perfume intenso o el uso
indiscriminado de desodorantes pueden ser incómodos hasta para el gato más acostumbrado
a los olores de la clínica. Se deben ventilar las consultas y aclarar completamente de cualquier
desinfectante que así sea indicado por el fabricante. La instalación de Feliway® en difusores
por toda la clínica está más que justificada.
     Entender que los gatos pueden tener relaciones muy diferentes entre sí. Cuando un
propietario acuda con dos gatos muy unidos (p.e. Burmeses) se le debería permitir traerlos a la
vez, evitando así problemas en su relación después de la visita. Ello es aún más importante en
el caso de las hospitalizaciones.
     Pensar en el uniforme – el “efecto bata blanca” se ha demostrado en gatos y evitarla
puede ser un cambio significativo para la clínica. En nuestro centro se intenta vestir uniformes
con motivos “felinos” o bien colores azules, fucsia… todo excepto el verde o blanco clásicos.
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     Sala de espera
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     Aunque de manera ideal deberían estar completamente separados los gatos de los
perros en la clínica, muchas clínicas tienen que adaptarse a sus instalaciones y hacer lo que
puedan.
     Podría ayudar:
     -Crear una zona de la sala de espera para gatos, en la parte menos ajetreada de la
         clínica con la luz lo más tenue posible.
     -Asignar franjas horarias sólo para gatos.
     -A ser posible, aislar de los ruidos de la consulta.
     Proporcionar un estante elevado donde poner el transportín (en recepción y en la sala
de espera), teniendo en cuenta que el tamaño del estante sea suficiente para evitar que caigan
los transportines fácilmente. Colocar rótulos para que los propietarios de perros no dejen
acercar a sus animales a los transportines de gato. Mostrar los cursos a los que el personal
asiste así como afiliaciones a asociaciones y tener colgados pósters de razas de gato, fotos de

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los gatos de nuestros clientes etc. Disponer de revistas o información para que puedan
echarles un vistazo.
       Colgar una tablón de anuncios donde exponer los servicios de especialista, a domicilio,
promociones y conferencias o fiestas para propietarios de gatos.
       Según el espacio disponible disponer de accesorios para gato. Tener en cuenta que sean
adecuados para gatos y seguros (p.e. cierre de seguridad en collares), camas, juguetes seguros
etc.
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       Equipamiento
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       Cualquier trabajo se hace más sencillo y agradable con el equipo adecuado. A
continuación podrán encontrar algunas ideas sobre el equipo necesario para trabajar con
gatos:
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       General/ consultas/ equipo de zona de trabajo
       Utilizar agujas pequeñas para las inyecciones subcutáneas y para extracciones de sangre
(23 y 25 G). Para las inyecciones intramusculares agujas de 25 G o de insulina.
       Cuando sea posible, utilizar tubos de recogida de muestras pequeños para reducir así el
volumen de sangre necesario, aunque hay que tener en mente qué pruebas realizaremos y
que volúmenes de muestra demanda el laboratorio para evitar tener que volver a pinchar al
gato por falta de muestra.
       Considerar la opción de termómetros digitales flexibles que permita minimizar el estrés
del gato, p.e. Flexi-firm® en Vetdirect,o Flexterm® en HenrySchein.
       Para auscultar a los gatos nítidamente existen trucos para evitar el ronroneo como abrir
un grifo o poner un dedo en la nariz del gato.
       Usar desinfectantes para las manos, p.e. New Genn™, que ofrezcan seguridad y alto
poder bactericida (incluyendo micobacterias), hongos, virus y esporas. También disponer de
jabón desinfectante general para usar entre visitas. No estaría mal que el cliente presenciara la
limpieza puesto que reafirmará su sensación de limpieza generada por el resto de la clínica.
       Existen estetoscópios de tamaño pediátrico más adecuados para la auscultación de los
soplos de un gato, p.e. Littman Pediátrico®.

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Utilizar tijeras o peladoras silenciosas ayudará a minimizar el estrés. Encender la
máquina unos segundos antes de utilizarla. Es conveniente su limpieza rutinaria, afilado y
engrasado para evitar daños en la piel.
     Equipo básico:
         - glucómetro-medidor de cetonas (beta-hidroxibutirato)
         - centrífuga pequeña
         - tiras de orina
         - lector de microhematocrito
         - refractómetro
     microscopio y portaobjetos para éste
     Sondas apropiadas del pulsioxímetro (lingual, rectal)
     Métodos de contención adaptados
                 - Bozal para gato
     Bolsas de contención
     Oftalmoscopio directo, transiluminador y lente (p.e. 2.2D).
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      Anestesia y Equipo de Cuidados Intensivos
     Métodos de dispensación de oxígeno de emergencia:
     - jaula de oxigenación
     - carro de anestesia portátil
     - collar isabelino para oxigenar
     Disponer de circuitos en T de Ayres y máscaras de anestesia para gato.
     En los pacientes difíciles de intubar puede ayudar introducir un catéter urinario canino
como guía a través del tubo. Además es aconsejable no usar el globo del tubo o usar los que
no tienen para evitar lesiones en tráquea más frecuentes que en la especie canina.
     Métodos de calentamiento activos:
     -Los Bair Huggers™ (Actamed) usados en pediatría se consideran el método más
efectivo. Son equipos portátiles que expulsan aire caliente hacia mantas desechables que se
sitúan debajo del paciente. Las mantas están hechas de plástico transparente que además van
pegadas con adhesivo y permiten monitorizar la respiración. Aunque caras son una buena
manera de mantener calientes a los gatos anestesiados, con tendencia conocida a la
hipotermia.

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-Los Snugglesafes™ son discos que se calientan en el microondas y mantienen la
temperatura del paciente. En el momento que se calientan pueden aguantar hasta 12 horas
calientes, además como no llevan cables y son a prueba de mordiscos son más seguros que las
mantas eléctricas, y más fáciles de lavar.
      Incluso unos simples guantes de látex se pueden rellenar de agua caliente, se adaptan
bien a la forma del gato, son baratos y pueden lavarse y recalentarse varias veces. Debe
llevarse cuidado de no sobrepasar la temperatura y evitar quemaduras si están muy calientes
y cerca de la piel.
      -También sirven las clásicas bolsas de agua caliente. Pueden calentarse en el
microondas, son baratas y útiles en las cirugías por adaptarse bien al contorno del gato.
      -Los sueros utilizados deben calentarse o bien hacer circular el circuito por debajo de
mantas o bolsas de agua.
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      Equipo que no puede faltar
      Los nebulizadores se encuentran fácilmente disponibles en la mayoría de las farmacias
(p.e., Medel™, Aerofamily™) y serán muy útiles en el tratamiento de los gatos con
mucosidad, como en casos de coriza, rinitis crónica y neumonía. El gato se introduce en una
jaula cerrada, que puede ser una caja de plástico trasparente, y el nebulizador se hace
funcionar durante 20 minutos cada 4 a 8 horas. Para los casos de neumonía es mejor
combinar el uso del nebulizador con el “coupage” para poder desprender las mucosidades de
las vías bajas.
      El Aerokat™ sirve como cámara de inhalación para los gatos con enfermedades de las
vías aéreas bajas. En un extremo se adapta el inhalador y en el otro, mediante mascarilla apta
para el gato, el paciente.
      Para fomentar la ingesta de agua es aconsejable el uso de fuentes de agua, sobre todo en
los casos de FLUTD y en gatos con insuficiencia renal crónica.
      Disponer de fraccionadores y dispensadores de pastillas.
      Collares isabelinos. Mejor los de plástico trasparente, que además de evitar autolesiones
pueden servir como método de contención. Para los gatos cooperadores pueden emplearse
collares que se puedan doblar hacia atrás ( p.e. Trimline – www. trimlineinc.com, o Buster en
HenrySchein).
      Tubos nasoesofágicos ( 4 & 6 Fr) y tubos para esofagostomía, p.e. 14 o 16 Fr.
      Existen kits para la colocación de tubos de esofagostomía (Global Veterinary Products).

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       Material para procedimientos más específicos
       En el gato que tengamos que transfundir debe comprobarse el grupo sanguíneo, A, B o
AB mediante tarjetas de grupo sanguíneo (RapidVet –H™) y disponer de equipos con filtro
para transfusión y bolsas para 50 ml de sangre. Reclutar un grupo de gatos donantes de
sangre con sus grupos sanguíneos tipificados y recordar anotar el grupo sanguíneo en la ficha.
       En caso de disponer de endoscopio tener en cuenta el tamaño de sonda adecuado para
gatos.
       Si se dispone de ecógrafo también recordar las sondas que sean más adecuadas para
gatos (7,5 MHz, 10 MHz).
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       Hospitalización
       Es muy importante recopilar el máximo de información sobre los hábitos del gato antes
de su ingreso. Anotaremos que come, el tipo de arena al que está acostumbrado, si le gusta
que le acicalen o cualquier conducta particular- poder predecir su comportamiento podrá
ayudar a disminuir el estrés. Si el propietario desea dejar algún objeto que huela a su casa
tenemos que aceptarlo.
       Mejor no dejar a los gatos en lugares muy concurridos, en el suelo o cerca de perros en
la sala de espera. Si no podemos ingresar inmediatamente al gato es mejor cubrir con una
toalla el transportín. Asegúrese de dejarlo en un lugar elevado y seguro.
       En términos generales, se recomienda separar a los perros y gatos. A ser posible
organizar el horario para que perros y gatos se atiendan a diferentes horas para
intervenciones o investigaciones.
       Las condiciones ideales de temperatura son de 22 a 24ºC y la humedad relativa del
35%.
       Pensar también en el diseño de la jaula, situación y materiales. El espacio destinado en
la jaula y lo que ésta contenga pueden marcar la diferencia y hacer que se sienta a gusto el
gato, que se relaje y que quiera comer y se recupere más rápido.
       Tener en cuenta que las enfermedades infecciosas felinas son frecuentes y muy
contagiosas, sobretodo los virus respiratorios. Los gatos pueden no parecer enfermos, ser
asintomáticos, y estar eliminando gran cantidad de virus (sobre todo herpesvirus). De hecho
un gato eliminará más virus en condiciones de estrés y en este caso lo hará por todo el

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hospital. Es de gran importancia lavarse las manos entre gatos y desinfectar todo: básculas,
jaulas, transportines etc.
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      Diseño y disposición de jaulas
      Mejor una jaula de diseño ancho pero no profundo para mejorar la accesibilidad. La
altura debe permitir su fácil limpieza y extracción. Los gatos prefieren estar en alto y no a
nivel del suelo. Sobre todo evitar poner como a vecino al típico Yorkie ladrando. Mejor no
poner a los gatos frente a otros animales, incluyendo otros gatos. Tener en cuenta el tipo de
malla o reja de la puerta por ser peligroso para sobretodo los gatitos.
      Los gatos tendrían que estar lo más lejos de las puertas de entrada, lavaderos de acero,
teléfonos y cualquier fuente de ruido. Para los gatos más tímidos o enfermos, mejor la zona
más tranquila pero accesible rápidamente.
      Aunque el acero inoxidable es fácil de limpiar, también es frío y ruidoso para un gato
que se recupera de una anestesia, con lo que pongamos en su base tendrá mucha
importancia. Además el efecto espejo de las paredes puede alterar a los gatos. Los materiales
laminados serán más apropiados, por ser más calientes y fáciles de desinfectar.
      Si se dispone de espacio suficiente tener jaulas móviles hará posible llevar al gato a una
sala más tranquila, permitir salir de la misma al gato y ser manejado con más facilidad.
      Habrá que prever una zona de aislamiento para gatos con Calicivirus o Herpesvirus,
infecciones que se transmiten por el aire. También es mejor aislar a los portadores de
Microsporum canis.
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      Equipamiento de la jaula
      Una cama igloo o una simple caja de cartón dentro de la jaula servirá como perfecto
escondite para el gato, hacienda su estancia más agradable.
      En la jaula:
          - Los muletones son un medio caliente que permite que la superficie se mantenga seca
mientras se filtra la humedad (Kruse en HenrySchein o Vetbed).
          - Los gatos suelen escarbar y esconderse debajo del muletón, con lo que acabarán
descansando sobre una superficie fría, así pues un igloo puede hacer las funciones de calentar
y esconder a la vez. También puede ejercer las funciones de cama una bolsa de tela grande
que además permitirá sacar del gato de la jaula dentro de ésta. Con una toalla enrollada a lo
largo se puede crear una “salchicha” alrededor del gato.

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Temperatura:
          - Convenientemente cubiertas por ropa pueden usarse esterillas calefactoras (tener
cuidado de no quemar a gatos inmóviles).
          - Unas botellas con agua caliente también pueden servir. Aún así, si se utilizan, debe
renovarse su agua a menudo ya que el contacto del gato con agua fría generaría el efecto
contrario al deseado.
      Tener en cuenta la arena y el tipo de bandeja:
          - para un gato anciano o con dificultad en los movimientos una bandeja con el borde
más bajo será de ayuda.
          - una bandeja cubierta ayudará al gato que prefiere que no se le vea.
          - también estará resguardada de las miradas de los demás una bandeja de perfil bajo
dentro de una caja de cartón.
          - disponer de diferentes tipos de arena, así como de la no absorbente para recoger
muestras de orina.
      Cubrir el frontal de la jaula con una toalla para dar al gato la sensación de estar
escondido, pero asegúrese de revisar el estado del gato a menudo. Proveer de juguetes a los
gatitos y a los gatos jóvenes; jugarán con ellos y además harán ejercicio. Recuerde desinfectar
los juguetes después del alta del gatito.
      !
      !
      Manejo
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      La manera cómo manejar al gato es vital. Los gatos se incomodan más a menudo en
presencia de gente extraña que la mayoría de los perros y, debido a la sutileza de su
comunicación, son más fácilmente malinterpretados.
      El manejo adecuado del gato, aún en las situaciones más comunes, es algo muy
importante en lo que a menudo no se repara. A continuación se recogen una serie de trucos
generales, así como técnicas más específicas, que creemos esenciales en el camino hacia ser
una clínica felina. Ensayar las técnicas de manejo con los/las ATV de la clínica- rápidamente
uno se da cuenta de los que disfrutan y lo hacen mejor que otros/as: destinar a éstos/as para
los pacientes felinos. Responsabilizarles de transmitir sus habilidades al resto de los
compañeros- se trata de técnica y confianza.
      Trucos de manejo en general

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Tener en cuenta que a veces “menos es más” y puede evitar que el gato se vuelva
agresivo en un instante. Suelen responder bien a menor inmovilización.
     Aproximarse siempre al gato de forma tranquila. Nunca mirar directamente a los ojos
del gato- mirar a un punto detrás del mismo. Acariciarle y hablar mientras se le saca del
transportín si lo permite.
     Frotar las manos en las zonas productoras de feromonas del gato (sobre la nariz y zona
pre-auricular). El gato presionará a menudo su cabeza sobre tus manos y ello impresionará al
propietario.
     Después de sacarlo del transportín dejar reposar al gato, acariciarle mientras se habla o
dejarle merodear por la consulta por unos minutos. Evitar los ruidos o timbres y las luces
demasiado intensas mientras el gato se aclimata. Hablar al gato de forma tranquila, despacio
y en un tono calmado, moviéndose despacio y sin movimientos bruscos. Hay gente que
considera que agacharse y estar en el suelo junto al gato ayuda a calmarle y permite
manejarle mejor.
     Realizar una parte del examen clínico fuera del alcance de su mirada. Por norma
general no es aceptable la inmovilización por el pescuezo en gatos. Se desconoce si dicha
inmovilización, a pesar de funcionar, es desagradable o incluso dolorosa en gatos. Un buen
manejo con toallas o incluso evitando llevar el gato al “limite” evitará la necesidad de ello.
     Empezar con lo menos invasivo acabando con lo que vaya a molestar más al gato, como
tomarle la temperatura rectal (no olvidar lubricar el termómetro). Tener toallas gruesas a
mano para inmovilizar si es necesario. Moverse por una superficie resbaladiza es muy
estresante. Una toalla o una alfombra de plástico ayudará a mejorar la adherencia.
     Felifriend® ( complementando a Feliway®) es de gran utilidad. A veces se da la
paradoja de crear una reacción defensiva cuando el gato detecta la presencia del humano que
asocia a hostilidad. El gato parecerá que entre en estado de pánico cuando se crea el conflicto
entre lo que ve y lo que indica su sistema límbico.
     Es mejor anestesiar en lugar de enfrentarse a un gato estresado por la contención física.
     Utilizar batas de algodón para evitar la electricidad estática.
     !
     Manejo de gatos durante la hospitalización
     Tratar a los gatos de forma suave y no insistir cuando haya mucho ajetreo alrededor.
     Limitar el número de personas que estén en el área y tratar de verlo desde el punto de
vista del gato, así como desde el sentido auditivo y olfativo felino.

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La música tranquila puede ejercer un efecto relajante.
        Reservar una zona tranquila de la clínica para extracciones de sangre, medir la presión
arterial, inducir anestesia o realizar intervenciones menores.
        Formar al personal sobre conductas que puedan molestar a ciertos gatos como acariciar
o cepillar bruscamente, la vigilancia continua, etc. A ser posible intentar que las visitas de los
propietarios se lleven a cabo en una sala separada. Observar cuidadosamente el
comportamiento de cada gato para así poder realizar los cambios oportunos lo antes posible.
        Pensar en el impacto que tendrá lavar los comederos o el instrumental quirúrgico en un
lavadero de acero inoxidable, dejando cada pieza de forma brusca en el escurridor. Esto
puede ser un problema cuando el espacio de la clínica es reducido y sirve para más de una
cosa.
        !
        Trucos para medir la presión arterial
        Toda clínica felina que se precie debe disponer de un monitor de presión arterial y, lo
más importante, usarlo a menudo. Una vez más, enseñar a las enfermeras a tomar la presión
en una zona tranquila, dando tiempo a que el gato se aclimate, asegurará nuestro éxito.
        En un paciente despierto los aparatos Doppler son más fiables que los oscilométricos,
por los problemas que éstos tienen para detectar el pulso sin el animal anestesiado (debido al
movimiento, el ritmo cardíaco rápido y pequeño tamaño).
        Es muy importante que el manguito sea del tamaño correcto. El ancho del manguito
tendría que ser aproximadamente el 40% de la circunferencia del brazo. Los manguitos de
2,5 cm suelen ir bien a la mayoría de gatos. Para los más pequeños los de 1,9 cm se adaptarán
bien. Se puede medir la presión arterial en ambos miembros anteriores así como en la cola.
        Los manguitos más habituales están hechos de vinilo (p.e. Johnson & Johnson) o látex
(p.e. Hokanson). Los manguitos de vinilo tienen una marca en forma de flecha que debe
coincidir con la arteria. Como sólo se inflará la mitad del manguito debe colocarse bien y
asegurar un correcto inflado, para evitar lecturas erróneas. Colocar el manguito puede ser
algo difícil en gatos conscientes, además son de uso único en teoría aunque se puedan
reutilizar. El velcro de dichos manguitos a veces se suelta y aunque son más baratos que los de
látex necesitan reemplazarse más a menudo. Los manguitos de látex se inflan en toda su
extensión y son más fáciles de colocar. Son más flexibles, el velcro más duradero y aunque
más caros, se pueden utilizar por más tiempo que los de vinilo. Debe revisarse su integridad a
menudo y que no existan zonas frágiles.

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El estrés es la causa más frecuente de errores en la medición de la presión arterial, con
lo que cualquier estrategia que lo minimice será importante. Dicha disminución en el estrés se
puede conseguir de las siguientes maneras:
     -La presión arterial se debe medir en una zona tranquila de la clínica, lejos de ruidos,
otros animales o el timbre del teléfono.
     -El uso de auriculares mitigará el ruido del Doppler.
     -Antes de empezar a medir la presión arterial, es importante dejar aclimatar al gato
durante 10 minutos dejándole merodear por la consulta o estar tranquilo en el transportín.
     -La inmovilización debe ser la mínima posible para reducir el estrés. Una de las manos
se situará detrás del codo para evitar que el gato retire el brazo, a veces es lo único necesario.
     -En lugar de depilar el pelo se puede usar alcohol. Así se evitará el estrés de la peladora
y se obtendrá un buen contacto incluso en gatos de pelo largo. Si al gato le molestara el
alcohol usar agua en su lugar. Sobre todo NO aplicar alcohol a la sonda ya que la podría
dañar.
     -Cuando no se puedan utilizar los auriculares es mejor que el gel se aplique a la sonda
apagada y con el volumen al mínimo. Colocar la sonda y cuando la posición sea la adecuada
encender el Doppler y subir el volumen. Así se evitará que el gato se asuste con el ruido que
emite la sonda Doppler al moverla por la piel. En este caso el volumen tendrá que ser el
mínimo y apagar el Doppler antes de retirar la sonda.
     -El manguito se tiene que inflar de forma gradual y suavemente. Si lo hiciéramos
bruscamente el gato se podría asustar, perderíamos el pulso o incluso podría hacer que la
medición fuera mayor. Cuando ocurra, la primera medición será mayor que el resto y ésta no
contará para la media. De forma alternativa se puede inflar y desinflar varias veces el
manguito antes de empezar las mediciones, facilitando la tolerancia del gato al
procedimiento.
     -Cuando el gato no tolera que le toquen las extremidades la base de la cola es una
buena alternativa.
     Los problemas para encontrar el pulso se pueden solventar con los siguientes trucos:
     Usar alcohol para separar el pelo
     Usar mucha cantidad de gel y dar tiempo a que éste se distribuya por el pelo
     Sostener la sonda de forma longitudinal al brazo o la cola y conseguir que los cristales
del Doppler se orienten en la arteria dando mejor señal
     Evitar ejercer mucha presión en el vaso ya que lo colapsaría y no se oiría nada.

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!
      Nutrición
      Es conveniente tener básculas pediátricas en todas las consultas o bien una en el lugar
más tranquilo. Mejor que no sea en la sala de espera en medio de todos los perros. Nunca
asumir que todos los gatos pesan lo mismo; el peso medio de los gatos adultos va de 3 a 6 kg,
pero incluso existen excepciones a esta regla, como un gato que visité recientemente de 17 kg.
      Un gato joven o de mediana edad se debería pesar como mínimo una vez al año
aprovechando el momento de la vacunación. Calcular el cambio de peso en porcentaje para
hacer más tangible al propietario la tendencia de su gato, p.e. una pérdida de 0,3 kg en un
gato de 3,3 kg no parece mucho, pero si lo comparan con el 10% de pérdida de su propio
peso podrán hacerse una idea exacta de lo que significa.
      Para los gatos mayores (más de 12 años) la frecuencia debe ser de 6 meses.
      En el caso de gatos con enfermedades que cursen con pérdida de peso o de apetito, o en
los que tengan sobrepeso y sigan una dieta para adelgazar, se pesarán en intervalos de una a
ocho semanas.
      Los gatos hospitalizados se deben pesar a diario.
      Si no disponemos de báscula en la consulta, podemos pesar al gato dentro del
transportín en lugar de directamente en la básculas; será más práctico y más fiable cuando el
gato no se queda quieto, más seguro e higiénico. Las básculas de calidad retienen la
información del peso una vez se ha obtenido y son lo suficientemente grandes para que el
gato se siente en éstas sin estar en el transportín.
      !
      Nutrición clínica
      A un gato hospitalizado se le tiene que ofrecer comida nutritiva y apetecible. No está de
más tener anotadas las preferencias de cada gato que se ingrese y tener una buena variedad
de comida para gatos.
      (UC Davis dispone de una plantilla sencilla en www.vmth.ucdavis.edu/vmth/services/
nutrition/nutrition.html).
      Si no se satisfacen las necesidades nutricionales disminuirá la función del sistema
inmune y aumentará el riesgo de sepsis, reduciéndose la capacidad de cicatrización, además
de producir debilidad muscular y alterar el metabolismo de los fármacos. Los gatos pueden
padecer lipidosis hepática después de incluso poco tiempo de ayuno. En gatos hospitalizados
predomina un estado hipermetabólico que, unido al ayuno, rápidamente lleva a la depleción

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proteica y malnutrición, que serán favorecedores de fallo multiorgánico. Siempre hay que
calcular las necesidades energéticas del gato y asegurar que están cubiertas con la cantidad y
el tipo de comida que toma.
      !
      Manejo del gato anoréxico
      Va a ser difícil persuadir a un gato a que coma pero es obvio que es muy importante
para su recuperación. Trucos:
      -Cuando el dolor es el causante de la anorexia debe identificarse y tratarse.
      -La deshidratación y los desequilibrios electrolíticos deben solventarse mediante
fluidoterapia endovenosa.
      -Se debe cuantificar la condición corporal y pesar al gato a diario.
      -Reducir cualquier fuente de estrés ambiental, p.e. perros, ruidos, olores desagradables.
      -Ofrecer la comida a la que el gato esté habituado- los gatos son tremendamente
rutinarios también en sus preferencias alimentarias (recopilar dicha información al
ingresarles).
      -Aumentar la palatabilidad de la comida, p.e. añadir saborizantes, aumentar el
contenido en grasa/proteína, cambiar la textura o la consistencia.
      -Tentarles untando en la cara o la pata una pequeña cantidad de comida (p.e. Hill’s a/
d). Así se estimula el lamido y pueden acabar por comer el resto del alimento.
      -Se debería descubrir su alimento preferido y empezar por éste p.e. pescado hervido,
pollo...
      -Tener cuidado al preparar la comida en presencia de gatos con náuseas.
      -Ofrecer pequeñas cantidades de comida y limpiar los restos de comida del comedero
entre tomas.
      -Usar comederos anchos para evitar que los bigotes del gato toquen los bordes.
      -Se sabe que los comederos de plástico retienen los olores y que los gatos prefieren los de
cerámica, acero inoxidable o vidrio-además serán mas limpios y fáciles de desinfectar.
      -Acariciar suavemente también puede hacer que coma un gato.
      -Cubrir la jaula con una toalla o poner la comida dentro de una caja de cartón puede
estimular a comer a los gatos más nerviosos.
      -Cuando los trucos descritos no funcionan, se puede intentar con los estimulantes del
apetito, p.e. ciproheptadina o mirtazapina
      !
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Nutrición enteral
     La alimentación enteral asistida se debería iniciar en cualquier paciente que no haya
ingerido la cantidad de comida que cubra sus necesidades energéticas durante los últimos tres
o más días. También son candidatos a su uso los gatos que hayan perdido el 10% de su peso o
si hay motivos por los que aumenten sus necesidades (traumatismo, cirugía, enfermedad) y no
se hayan compensado de forma voluntaria.
     Cuando se utilice la alimentación con jeringa tener en cuenta que puede aumentar las
posibilidades de generar aversión a la comida. Además es muy difícil llegar a las necesidades
energéticas por esta vía y existe siempre el riesgo de la aspiración.
     La alimentación por tubos nasoesofágicos es muy útil y apropiada en la nutrición por
espacios cortos de tiempo (máximo una semana). Cuando se necesite nutrición enteral para su
uso prolongado en el gato usar los tubos de esofagostomía o gastrostomía. Utilizar siempre
alimentos pensados para el gato.
     Las dietas de humana no se deben usar por no satisfacer los requerimientos energéticos
y contener a menudo cebolla que dañaría los eritrocitos del gato ocasionando una anemia
hemolítica.
     La aversión a la comida complica muchas veces la anorexia de los gatos hospitalizados.
Forzar a un gato que tiene náuseas a comer un alimento hará que lo rechace para siempre.
Por lo tanto, nunca dejar la comida permanentemente en la jaula si no la come porque puede
hacer que el gato se sienta peor.
     !
     Analgesia
     En los gatos el dolor puede ser difícil de reconocer. A veces el gato sólo demuestra
cambios sutiles tales como esconderse al fondo de la jaula, encorvarse, moverse menos, la
taquipnea, el chirriar los dientes, el ptialismo o no querer salir pero sin signos claros de
molestia alguna.
     Puede ser difícil escoger el analgésico ideal, sencillamente porque hay pocos analgésicos
para su uso en el gato durante mucho tiempo.
     El uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) es de mucha utilidad pero se debe
tener cuidado, sobre todo pensando en sus potenciales daños renales o hepáticos. Cuando sea
posible debe evitarse el uso de AINEs en los gatos con la función renal reducida, o como
mínimo utilizarlos a dosis reducidas, en gatos con insuficiencia renal leve y bien hidratados.

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El meloxicam oral es el fármaco más interesante para la mayoría de las situaciones y
permite ajustar la dosis mejor que en otros AINEs. También se puede utilizar carprofeno
inyectable para el control del dolor postoperatorio. En los gatos hospitalizados que requieran
una analgesia más potente podemos utilizar la buprenorfina, opiáceo útil en caso de dolor
moderado. Se puede administrar por vía intramuscular, subcutánea, endovenosa y se absorbe
a través de la mucosa oral de manera muy eficaz y evitando la inyección, aunque no está
registrado para su uso por esta vía. Tanto la buprenorfina como otros opiáceos se pueden
administrar en infusión (p.e. morfina) o en forma de parche (p.e. Durogesic®). En caso de
dolor severo se puede administrar la petidina, un mórfico de acción más corta, cada 4 horas.
     !
     Medicando a gatos
     El mero hecho de tener que medicar a un gato, o la medicación en sí misma, es una
fuente de estrés sobradamente conocida para el gato, el propietario o el personal de la clínica.
Las empresas farmacéuticas empiezan a crear una gama más amplia de productos dirigida a
los gatos y diseñados para que medicar a un gato sea más sencillo y agradable para éste.
     Muchos de nuestros clientes no sabrán recoger una muestra de orina, la manera cómo
administrar fármacos en forma de comprimidos, cremas o geles, por lo que la forma de
administrar una medicación deberá ser explicada y demostrada, al menos la primera vez,
para asegurar que se cumplan nuestras prescripciones.
     Como siempre se aplicará el sentido común y no será oportuno darle una pastilla a un
gato que acaba de asustarse. Nos debemos asegurar que el gato ha sido pesado antes de
medicarle en lugar de asumir que todo gato pesa 4 kg. El peso de un gato puede variar
mucho; la mayoría pesa entre 3 y 6 kg, por lo que en la mayoría de las medicaciones
estaríamos infra o sobredosificando. Tanto la dosis de la medicación, calorías, como los
fluidos se ajustarán en función del peso ideal del gato rehidratado.
     !
     Consejos generales
     Conseguir que la visita al veterinario sea relajada para los propietarios y sus mascotas
empieza antes de entrar por la puerta principal de la clínica. Los propietarios podrán llegar
agotados, heridos o alterados, casi como sus gatos y a partir de entonces empieza lo peor! Con
cada visita conflictiva el estrés empieza antes y nuestro trabajo se complica más. Muchos
tratamientos se volverán cada vez más impracticables; las analíticas de sangre se harán
difíciles de interpretar y necesitaremos anestesia (quizás más dosis incluso).

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Aconsejar a los clientes sobre la mejor manera de traer al gato a la clínica y hacer
menos estresante la visita tendrá un gran efecto. Cuando el gato abandone la clínica, cada
cliente debería llevar consigo una lista de consejos para el postoperatorio, medicaciones,
próximo control... Tendrán que asimilar las distintas formas de administración de
medicaciones, próximo control.
     Se considera que los pacientes retienen el 80 por ciento de lo que les acaba de explicar
su médico al salir de la consulta , y el 50 por ciento cuando están marchándose del hospital.
Tendríamos que pensar que los propietarios de gatos retienen la misma cantidad de
información. Debemos entender que la información escrita como los folletos informativos de
GEMFE (descargables de la web), que se puedan llevar a casa y leer, son la solución al
problema.
     !
     Consejos para el transporte a la clínica
     Trucos sobre el viaje y los transportines:
     -Se prefieren los transportines de plástico abiertos por arriba- son más robustos, fáciles
de abrir y sacar al gato y más cómodos de limpiar.
     -Los gatos deberán ir cada uno en un transportín- incluso los gatos que están más
unidos pueden atacarse cuando se estresan.
     -Cubrir el transportín durante el viaje, ya que en la oscuridad los gatos se relajan.
     -Rociar con Feliway® la toalla de dentro del transportín 30 minutos antes del viaje.
     Consejos para que la vuelta a casa no altere la armonía entre gatos
     Cuando el gato vuelva a casa olerá irremediablemente a la clínica. Esta “carga de
olores” será el estímulo para que incluso en el caso de gatos que estén muy unidos se dé una
agresión hacia el gato que hemos tratado en la clínica. Si el gato padece dolor y el perro o
gato que lo “recibe” está fuerte y en forma, se establecerán asociaciones negativas que
llevarán al deterioro de su relación.
     Algunos trucos:
     -Para que el gato huela a casa poner dentro del transportín ropa usada, guardada en
bolsas herméticas que conservarán los olores en cierta manera, y conseguirá que el proceso de
“sentirse como en casa” empiece antes.
     -Es prudente separar a los gatos las primeras 12 a 24 horas. Los propietarios podrán
cepillar y acariciar a ambos gatos y así intercambiar los olores, y el olor de la clínica será
menos evidente antes del encuentro.

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-Los propietarios deberán supervisar los encuentros entre gatos y asegurar que el gato
que llega tenga cubiertas sus necesidades. En los casos donde el gato sea más sensible, sobre
todo si tuvo problemas de conducta en el pasado, como en casos de agresividad o eliminación
inadecuada asociada a estrés, sugeriremos que la introducción sea gradual y según pautas
muy concretas.
     -Usar Feliway® para el ambiente antes de la vuelta a casa suele ser útil para reducir la
tensión en una casa con muchos gatos, así como mejorar la adaptación a cualquier cambio en
el hogar.
     -En los casos de hospitalizaciones largas, será adecuado restringir el acceso a toda la
casa y ir permitiendo gradualmente más habitaciones, de la misma manera que en las
mudanzas. Además habrá que advertir que no se preste demasiada atención al gato que
vuelve a casa. Si los problemas se hacen evidentes es mejor pedir cita con el etólogo.
     Un buen consejo sobre comportamiento será la mejor manera de hacer la vuelta a casa
lo menos estresante posible y el cliente lo agradecerá.
     !

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