ELEMENTOS PARA UNA ECONOMÍA POLÍTICA DEL REPUBLICANISMO: UN ANÁLISIS CRÍTICO DE LA RENTA BÁSICA DE ALASKA

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ELEMENTOS PARA UNA ECONOMÍA
POLÍTICA DEL REPUBLICANISMO:
UN ANÁLISIS CRÍTICO DE LA RENTA BÁSICA
DE ALASKA*
TOWARDS A POLITICAL ECONOMY OF REPUBLICANISM:
 A CRITICAL ASSESSMENT OF ALASKA’S BASIC INCOME SCHEME
                                                                                   Recibido: mayo de 2011.
                                                                             Aceptado: septiembre de 2011.
David Casassas y Jurgen De Wispelaere
Universidad de Barcelona y Université de Montréal

Palabras clave: renta básica, republicanismo, libertarianismo, independencia socioeconómica, concen-
traciones de poder económico, control democrático
Keywords: basic income, republicanism, libertarianism, socio-economic independence, concentrations
of economic power, democratic control

Resumen: En este artículo presentamos las ideas básicas que subyacen
a la teoría política republicana y establecemos una línea de demarca-
ción entre la perspectiva republicana y el libertarianismo de izquierdas,
el cual tiene en la renta básica de Alaska su plasmación institucional
más natural e inmediata. A partir de ahí, abordamos tres conjuntos de
problemas que presenta el modelo de Alaska: la falta de una base
económica sustancial, la falta de frenos a la acumulación de poder
económico privado y la falta de mecanismos de control democrático
sobre los procesos de extracción, imposición tributaria y distribución de
los recursos naturales. Así, para que el republicanismo pueda hacerlo
suyo, el modelo de Alaska debe ser sometido a importantes enmiendas
y modificaciones que tienen que ver tanto con su naturaleza intrínseca
como con el contexto institucional en el que opera. De este modo,
concluimos sosteniendo que, aun cuando el modelo de Alaska puede
ser compatible con la perspectiva republicana en un sentido débil, los
republicanos deben proceder con cautela a la hora de defender el
modelo en un sentido fuerte.
   (*) Este texto ha sido elaborado en el marco de un proyecto de investigación financia-
do por el European Research Council bajo el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea
 (FP7/2007-2013 / ERC / acuerdo nº 249438 – TRAMOD). Una primera versión aparecerá
   publicada en un libro dedicado enteramente al estudio del modelo de renta básica de
 Alaska (Widerquist y Howard, 2012a). Queremos agradecer los pormenorizados comenta-
  rios que hicieron del borrador de este artículo Simon Birnbaum, Michael Howard, Blain
                    Neufeld, Cristian Pérez, Philip Pettit y Karl Widerquist.

  REVISTA INTERNACIONAL   DE   PENSAMIENTO POLÍTICO - I ÉPOCA - VOL. 6 - 2011 - [165-192] - ISSN 1885-589X

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Abstract: In this article we present the basic ideas of republican
political theory and demarcate the republican perspective from left-
libertarianism, which sees Alaska’s basic income model as its more
natural and immediate institutional realization. We then address three
sets of problems in the Alaska model: the lack of a substantial
economic floor, the lack of limits on great accumulations of private
economic power, and the lack of mechanisms of democratic control
over the extraction, taxation and distribution of natural resources. For
republicans to endorse the Alaska model, it will have to be modified
extensively. We conclude that, while the Alaska model can be made
compatible with the republican perspective in a weak sense,
republicans should be cautious about defending the model in a strong
sense.

Introducción

Desde 1982, cada ciudadano del esta-                         de todo tipo de procedencias o extrac-
do de Alaska recibe una participación                        ciones demográficas, socioeconómicas
igual de las reservas de petróleo del es-                    y políticas. Tal como Scott Goldsmith
tado, que se gestionan a través de un                        asegura, «plantear hoy en Alaska cual-
fondo permanente denominado «Alaska                          quier medida política que pueda tener
Permanent Fund» (APF), en la forma de                        un impacto adverso, en la actualidad o
un dividendo o subsidio anual de alre-                       en el futuro, en la cuantía del PFD equi-
dedor de 1.000 dólares (el llamado                           vale al suicidio político» (Goldsmith,
«Permanent Fund Dividend», PFD) con-                         2005: 558). Asimismo, los defensores
ferido a cada ciudadano o residente                          del modelo de renta básica de Alaska
acreditado mayor o menor de edad1. El                        (en adelante, modelo de Alaska) sostie-
PFD es el único ejemplo existente en                         nen que el PFD constituye una política
todo el mundo de política económica a                        altamente igualitarista2, pues confiere a
gran escala que combine la imposición                        todos los ciudadanos y ciudadanas una
tributaria sobre un recurso natural no re-                   participación igual de un recurso natu-
novable con la distribución individual e                     ral que se posee en común, lo que, ade-
incondicional de (parte de) la renta acu-                    más, inmuniza tal esquema de algunos
mulada en el fondo soberano constitui-                       de los intrincados problemas normati-
do a partir de los recursos recaudados.                      vos a los que supuestamente deben
El PFD ha demostrado ser un programa                         hacer frente los programas redistribu-
altamente exitoso que ha gozado de un                        tivos basados en el gravamen de la ren-
amplio apoyo por parte de ciudadanos                         ta personal. Por todo ello, y tal como ve-

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remos más adelante con detalle, el mo-                       sis para evaluar el modelo de Alaska
delo de Alaska constituye un mecanis-                        desde una perspectiva republicana, los
mo distributivo que se ajusta perfecta-                      tres epígrafes siguientes –3, 4 y 5– abor-
mente a los planteamientos de los de-                        dan, cada uno de ellos, un particular
fensores de las teorías de la justicia de                    conjunto de problemas. Cada uno de
carácter libertariano de izquierdas.                         estos epígrafes sostiene que, para que
                                                             el republicanismo pueda hacerlo suyo,
En este artículo evaluamos las ventajas
                                                             el modelo de Alaska debe ser sometido
e inconvenientes del modelo de Alaska
                                                             a importantes enmiendas y modificacio-
desde la perspectiva del republicanismo
                                                             nes que tienen que ver tanto con su
contemporáneo, una aproximación que,
                                                             naturaleza intrínseca como con el con-
en el mundo anglosajón, se ha asocia-
                                                             texto institucional en el que opera. De
do, fundamentalmente, al trabajo de
                                                             este modo, en el epígrafe 6 concluimos
autores como Quentin Skinner (1992,
                                                             sosteniendo que, aun cuando el mode-
1998) y Philip Pettit (1997, 2001). In
                                                             lo de Alaska puede ser compatible con
nuce, el republicanismo sostiene que la
                                                             la perspectiva republicana en un senti-
función de un orden político justo es la
                                                             do débil, los republicanos deben proce-
de proteger y promover la libertad repu-
                                                             der con cautela a la hora de defender el
blicana como no-dominación, que es el
                                                             modelo en un sentido fuerte.
tipo de libertad que gozamos cuando
vivimos a salvo de (la mera posibilidad
de) interferencias arbitrarias por parte                     1. El modelo de Alaska y la
de los demás. Para los republicanos, el                      libertad
modelo de Alaska quedaría justificado
en la medida en que contribuyera a (o,
                                                             Lo primero que conviene hacer en pun-
por lo menos, fuera compatible con) la
                                                             to a evaluar el atractivo político-institucio-
más amplia libertad republicana para
                                                             nal del modelo de Alaska es preguntar-
todos los ciudadanos. Nosotros creemos
                                                             nos, antes que nada, qué puede justifi-
que el PFD adoptado en Alaska suspen-
                                                             car normativamente (si algo puede ha-
de este particular examen por razones
                                                             cerlo) el hecho de que adoptemos el
de lo más importante.
                                                             modelo en cuestión. Un argumento que
Este artículo procede del siguiente modo.                    nos ofrecería buenas razones para ins-
Los epígrafes 1 y 2 presentan las ideas                      taurar un esquema de política económi-
básicas que subyacen a la teoría políti-                     ca y social como el PFD es el que pasa-
ca republicana y establecen una línea                        ría por afirmar que éste contribuiría, a
de demarcación entre la perspectiva re-                      través de varios e importantes mecanis-
publicana y la teoría libertariana de iz-                    mos, a ensanchar la libertad individual.
quierdas, una perspectiva, esta última,                      Pero el de libertad es un concepto alta-
que, bajo nuestro punto de vista, tiene                      mente complejo y controvertido, y en el
en el modelo de Alaska su plasmación                         ámbito de la filosofía política existe un
institucional más natural e inmediata.                       importante desacuerdo con respecto a
Una vez establecido un marco de análi-                       qué elementos hacen que un esquema

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de política pública promueva verdade-                        ción lockeana según la cual el mun-
ramente la libertad de los individuos                        do, en su estado inicial «no trabaja-
(Carter, Kramer y Steiner, 2008). Por ello,                  do», no es propiedad de nadie, por lo
nuestro objetivo en estos dos primeros                       que puede ser objeto de apropiación
epígrafes es el de presentar brevemen-                       privada –sujeta ésta, eso sí, a la cláusu-
te los valores centrales de la concepción                    la lockeana según la cual es preciso dejar
republicana de la libertad como no-do-                       «tanto y tan bueno a los demás»4–. Por el
minación, que anima nuestro análisis                         otro lado, los libertarianos de izquierdas
crítico del modelo de Alaska, y, también,                    creen que el mundo es poseído en co-
el de comparar el proyecto de justifica-                     mún y que, por consiguiente, cualquier
ción republicano con el propio del                           uso privado de un recurso del mundo
libertarianismo de izquierdas3.                              exige el pago de un «canon» o «cuota
Empecemos con el libertarianismo de                          de utilización» que, a continuación, debe
izquierdas, una teoría de la libertad y de                   ser distribuida equitativamente entre to-
la justicia que echa sus raíces en dos                       dos los miembros de la comunidad.
valores fundamentales. En primer lugar,                      Como puede deducirse, aquello que
la idea de auto-propiedad, que estable-                      permite a los libertarianos de izquierdas
ce, en esencia, que los individuos son                       presentarse como igualitaristas es el
propietarios de si mismos, de su cuerpo                      paso fundamental que realizan de la idea
y de su trabajo, y que tienen un robusto                     de que el mundo «no trabajado» no tie-
derecho moral a no ser interferidos en                       ne propietario a la idea según la cual
aquellas opciones que puedan realizar                        éste es propiedad común de todos
con respecto a qué hacer consigo mis-                        (Cohen, 1995; Otsuka, 2003)5.
mos, con su cuerpo y con su trabajo: en                      Resulta fácil entender por qué el mode-
efecto, hemos de ser libres de ser o ha-                     lo de Alaska puede ser visto como el
cer lo que nos venga en gana, siempre                        esquema distributivo libertariano de iz-
y cuando no interfiramos en los (igual-                      quierdas por antonomasia: cada vez que
mente fundamentales) derechos de                             se descubre un recurso que es propie-
auto-propiedad de los demás individuos.                      dad de todos –en este caso, el petróleo
Por supuesto, para que podamos hacer                         de los yacimientos de la costa septen-
algo en el mundo de forma efectiva,                          trional de Alaska, pero muchos son los
meros derechos sobre nuestros cuerpos                        bienes y recursos a los que se podría
y sobre nuestro trabajo no bastan: de                        hacer mención en este punto–, está per-
forma inevitable, tenemos que hacer uso                      mitido –y quizás obligado– que se intro-
de ciertos elementos materiales perte-                       duzca un impuesto sustancial sobre el
necientes al mundo exterior. Pues bien,                      uso del recurso y que se destine la re-
en este punto entra en juego el segundo                      caudación resultante a la creación de
valor fundamental del libertarianismo.                       un fondo público que pueda ser reparti-
Ocurre, sin embargo, que aquí los                            do entre todos a través de subsidios de
libertarianos se dividen en dos grandes                      igual cuantía. Tal esquema se adecua a
familias. Por un lado, los libertarianos                     la perfección a la perspectiva libertariana
tradicionales se acogen a una concep-                        de izquierdas, que aspira a lograr altos

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niveles de igualdad sin por ello violar el                   de izquierdas con la auto-propiedad, por
principio de auto-propiedad. En efecto,                      un lado, y con la igual distribución del
los libertarianos de izquierdas creen que                    valor de los recursos poseídos en común,
dicha estrategia, consistente en fiar la                     por el otro7. El hecho de que tradiciones
justicia distributiva a la imposición                        filosóficas distintas compartan el interés
tributaria de un recurso natural –y no                       en un diseño institucional determinado
del trabajo–, presenta una ventaja deci-                     no es óbice para que ambas tradiciones
siva: permite lograr niveles relevantes de                   mantengan sus propios objetivos norma-
libertad como no-interferencia, por un                       tivos y evalúen el grado de pertinencia
lado, y de igualdad, por el otro, sin incu-                  del diseño institucional en cuestión de
rrir en formas de explotación como las                       acuerdo con tales objetivos normativos
que se podrían derivar de la imposición                      propios.
sobre la renta personal (Widerquist y                        Consideremos ahora una aproximación
Howard, 2012b)6. Es por todo ello por lo                     alternativa, pero igualmente comprome-
que decimos que el modelo de Alaska                          tida con la centralidad del valor de la
constituye la plasmación institucional de                    libertad, a la cuestión de la justificación
la teoría de la justicia libertariana de iz-                 normativa del modelo de Alaska: la ba-
quierdas.                                                    sada en la noción republicana de liber-
Huelga decir, sin embargo, que dicho                         tad como no-dominación (Pettit, 1997,
mecanismo libertariano de izquierdas                         2001). El republicanismo es una teoría
consistente en gravar el uso de recur-                       de la libertad que hace de la no-domi-
sos naturales y, posteriormente, en dis-                     nación la pieza fundamental de cual-
tribuir esas «cuotas de utilización» –esa                    quier orden social justo. Dicho de forma
recaudación– entre el conjunto de la ciu-                    resumida, la libertad republicana es
dadanía constituye un esquema de po-                         aquella que gozamos cuando podemos
lítica pública perfectamente compatible                      poner en práctica nuestros planes de
con ciertas formas de liberalismo iguali-                    vida propios sin tener que sufrir
tario, de utilitarismo y, por supuesto, tam-                 interferencias arbitrarias por parte de
bién de republicanismo. En otros térmi-                      otros agentes. Un individuo es objeto de
nos, optar por participar de una estrate-                    interferencias arbitrarias cuando otro
gia libertariana de izquierdas no obliga                     individuo o grupo de individuos está ca-
a compartir objetivos libertarianos de iz-                   pacitado para interferir en sus planes o
quierdas: de lo que se trata, finalmente,                    elecciones sin tomar en consideración
es de averiguar hasta qué punto puede                        los intereses o proyectos que pueda al-
interesar, de acuerdo con objetivos (por                     bergar. De acuerdo con el republica-
ejemplo) republicanos, apoyar y ayudar                       nismo, no es la interferencia per se aque-
a promover aquellos mecanismos liber-                        llo que restringe la libertad de una per-
tarianos de izquierdas consistentes en                       sona, sino la arbitrariedad de la interfe-
gravar recursos naturales y en distribuir                    rencia. En efecto, una interferencia –por
la recaudación resultante, unos meca-                        ejemplo, por parte de las instituciones
nismos que, así, sean compatibles con                        políticas– que contemple y respete los
el doble compromiso del libertarianismo                      intereses y proyectos de una persona no

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puede considerarse lesiva de la libertad                     y no a las de otros, aquello que aleja a
individual en ningún sentido relevante                       los republicanos, conceptual y norma-
del término. Al decir de Pettit (1997: 55),                  tivamente, de la obsesiva preocupación
«un acto es perpetrado de modo arbi-                         de los libertarianos, de derechas o de
trario, podríamos decir, si sólo está su-                    izquierdas, por la libertad entendida
jeto al arbitrium, a la decisión o al juicio,                como mera no-interferencia. En efecto,
del agente; si el agente está en una po-                     así como los libertarianos ven en cual-
sición en la que puede o no elegirlo,                        quier forma de intervención del Estado
según le plazca. Cuando decimos que                          una fuente inevitable de interferencias
un acto de interferencia ha sido perpe-                      arbitrarias –con la excepción de aquella
trado de un modo arbitrario, la implica-                     acción estatal que se dirige pura y ex-
ción es que, como cualquier otro acto                        clusivamente al reparto de las citadas
arbitrario, ha sido elegido, o no, según                     «cuotas de utilización» de los recursos
le plazca al agente. Y en particular, pues-                  comunes, pues en este caso el Estado
to que estamos hablando de interferen-                       se limita a corregir violaciones previas
cia en la vida de otros, implica que el                      de los derechos de propiedad–, los re-
acto es elegido, o no, sin atender a los                     publicanos aspiran a que las institucio-
intereses o a las opiniones de los afec-                     nes políticas intervengan no arbitraria-
tados. La elección no está obligada a                        mente en la vida social, precisamente
atender a los intereses de los demás,                        para construir aquellos escenarios so-
según los juzgan ellos mismos»8.                             ciales que permitan la extensión de los
Otro aspecto crucial de la noción repu-                      mayores grados posibles de libertad
blicana de libertad radica en el hecho                       como no-dominación entre el mayor
de que la mera posibilidad de la interfe-                    número de personas posible; que permi-
rencia arbitraria es suficiente para que                     tan, en suma, que el mayor número de
la persona deje de ser libre. Cuando la                      personas posible viva de acuerdo con sus
posibilidad de la intervención es suficien-                  propias razones y no con las de otros9.
te para impedir que un agente planee                         Todos estos postulados descansan en
su vida de acuerdo con sus deseos y                          una descripción del mundo u ontología
aspiraciones, éste deja automáticamente                      social, la republicana, según la cual la
de ser independiente o de autogober-                         vida social se halla atravesada por todo
narse, y pasa a gobernar su vida de                          tipo de vínculos de dependencia. Según
acuerdo con las razones de otros: así,                       el republicanismo, se dan relaciones de
dicha persona vive literalmente bajo con-                    dependencia siempre que los individuos,
trol ajeno (Pettit, 1997, 2001). En cual-                    como consecuencia de un acceso disí-
quier caso, es todo este énfasis en la                       mil a la propiedad o control de los re-
cuestión de las «razones», así como el                       cursos materiales, ocupan posiciones
interés puesto en la posibilidad de intro-                   sociales desiguales, lo que permite que
ducir políticamente las condiciones so-                      unos se encuentren habilitados para in-
ciales e institucionales que permiten que                    terferir arbitrariamente en la vida de
los individuos efectivamente vivamos                         otros. Cierto es que el republicanismo,
atendiendo a nuestras propias razones                        que constituye una teoría de la libertad

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de carácter irreductiblemente social                         todo ello, el republicanismo no se halla
(Pettit, 1993), asume que la realización                     fundamentalmente comprometido con la
de los planes de vida de los individuos                      «libertad de elegir» – option-freedom–
requiere la presencia de los demás en                        para poder ser o hacer tanto como po-
todas las esferas en las que nuestras                        damos querer ser o hacer, sino con la
vidas se desarrollan, esto es, requiere la                   bien distinta «libertad social» –o agency-
coordinación de nuestra acción con la                        freedom– de vivir la propia vida sin ne-
de los demás: al fin y al cabo, el valor de                  cesitar requerir, a cada paso, el permiso
la vida que nuestra libertad ha de hacer                     de otros individuos o grupos, sean éstos
posible se halla íntimamente relaciona-                      agentes privados o el Estado y sus de-
do con el modo en que los demás ac-                          pendencias burocráticas (Domènech y
túan e interactúan con nosotros. Ahora                       Raventós, 2007; Pettit, 2003)10.
bien, el republicanismo no deja ni un                        Desde sus orígenes, la tradición repu-
ápice de duda con respecto a la necesi-                      blicana ha hecho hincapié en la impor-
dad de que las instituciones políticas                       tancia de los recursos materiales para
intervengan, siempre de modo no arbi-                        la garantía de la independencia
trario, para garantizar –o, por lo menos,                    socioeconómica de los individuos, la
favorecer– que esa interacción social se                     cual constituye una condición necesa-
dé en condiciones de ausencia de do-                         ria, aunque no suficiente, para que és-
minación o, lo que es lo mismo, se de-                       tos logren y consoliden una posición de
sarrolle de acuerdo con los intereses y                      invulnerabilidad social que ha de man-
razones de todos los agentes, sin exclu-                     tenerlos a salvo de cualquier forma de
siones de ningún tipo. Efectivamente,                        dominación que pueda darse en cual-
aquello que el republicanismo reivindi-                      quier esfera de la vida social (Birnbaum
ca es una protección institucional robus-                    y Casassas, 2008; Raventós, 2007). His-
ta frente al poder o capacidad de algu-                      tóricamente, la independencia socioeco-
nos individuos o grupos de individuos                        nómica se hallaba estrechamente vin-
de interferir en nuestras vidas sin la de-                   culada a la propiedad, al hecho de que
bida consideración de nuestros intere-                       el sujeto fuese una persona propietaria.
ses y de nuestras razones para optar por                     Autores republicanos tan distintos como
un curso de acción verdaderamente                            Aristóteles y Cicerón o Harrington y
deseado, un curso de acción que, qui-                        Jefferson compartían la convicción de
zás, se torne por ello dificultoso, costo-                   que sólo los propietarios, que gozan de
so o directamente imposible. En suma,                        un conjunto estable de recursos mate-
sólo es ciudadana en un sentido pleno                        riales –sean éstos dinero, tierras, anima-
del término aquella persona que es li-                       les o incluso esclavos–, pueden llevar
bre, aquella persona que es considera-                       una vida civil verdaderamente libre, pues
da un miembro de la comunidad políti-                        sólo ellos tienen la existencia material
ca igual a los demás y que, por ello, se                     garantizada. Como planteaba el propio
ve tan protegida como los demás frente                       Harrington, «el hombre que no puede
a la mera posibilidad de interferencias                      vivir por su cuenta debe ser un siervo;
arbitrarias. Finalmente, nótese que, por                     pero el que vive por su cuenta puede

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ser un hombre libre» (Harrington, 1992:                      En resumen, para el republicanismo, el
269). Similares consideraciones confor-                      acceso a los recursos materiales -esto
man el ideal de una «democracia de                           es, la garantía efectiva, como un dere-
propietarios» o «property-owning demo-                       cho, de una base material que garanti-
cracy», ideal que, en la estela del                          ce nuestra existencia social y económi-
republicanismo jeffersoniano, en el mun-                     ca- constituye una condición sine qua
do contemporáneo fue retomado por                            non para el goce del preciado valor de
James Meade: «un hombre con la sufi-                         la libertad como no-dominación. Todo
ciente propiedad posee una mayor fuer-                       ello parece ofrecer una justificación cla-
za negociadora y un sentido de la segu-                      ra de un sistema que, como el modelo
ridad, de la independencia y de la liber-                    de Alaska, ofrezca a cada ciudadano,
tad» (Meade, 1964: 39)11. Asimismo,                          en la forma de un subsidio universal e
conviene destacar el carácter nítidamen-                     incondicional, una participación igual de
te republicano-propietarista de la prime-                    los ingresos derivados del gravamen
ra defensa moderna de una renta bási-                        impositivo del uso de un recurso de pro-
ca: en 1797, Thomas Paine, en su Agra-                       piedad común. No obstante, una versión
rian Justice, abogaba por la introducción                    republicana de un dispositivo institucio-
de una renta básica como mecanismo                           nal de este tipo presentaría unas carac-
para restaurar los derechos de propie-                       terísticas harto distintas de las del mo-
dad sobre los recursos externos que                          delo que se deriva de los planteamien-
muchas personas habían perdido como                          tos libertarianos de izquierdas. Veamos
consecuencia del cercamiento de los                          por qué.
terrenos comunales: «Al considerar la
condición de las personas desposeídas,
defiendo no un acto de caridad, sino un                      2. En qué difieren
derecho [...]: la creación de un fondo                       republicanos y libertarianos
nacional a partir del cual se pague a to-
                                                             de izquierdas
das las personas llegadas a la edad de
veintiún años la suma de quince libras
esterlinas como compensación parcial                         Antes de adentrarnos en la evaluación
por la pérdida de su herencia natural                        de las características del modelo de
ocasionada por la introducción del sis-                      Alaska desde la óptica del republica-
tema de la propiedad privada de la tie-                      nismo, conviene que nos detengamos
rra; y también la suma de diez libras al                     en el análisis de tres aspectos en los que
año, a lo largo de toda la vida, a toda                      la tradición republicana se aparta de la
persona que actualmente haya llegado                         perspectiva libertariana de izquierdas.
a los cincuenta años y a todos aquellos                      Tales diferencias explican por qué, a
que en el futuro lleguen a dicha edad.                       pesar del interés compartido por repu-
[...] Propongo que tales pagos, como ya                      blicanos y libertarianos de izquierdas en
he sostenido, sean hechos a todas las                        una noción de libertad de carácter so-
personas, sean éstas ricas o pobres»                         cial o agency-based, los primeros no
(Paine, 1997: 326-7)12.                                      pueden participar del entusiasmo con

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el que los segundos enjuician el modelo                      te del fruto de su propio trabajo o activi-
de Alaska.                                                   dad –por ejemplo, la imposición
La primera diferencia tiene que ver con                      tributaria del uso de recursos naturales
las disparidades que presentan las no-                       respeta este tipo de limitaciones–, los
ciones de libertad que republicanos y                        republicanos pueden adoptar una acti-
libertarianos de izquierdas manejan.                         tud más relajada con respecto a la posi-
Pese a que ambas escuelas adoptan una                        bilidad de gravar un abanico más am-
concepción de la libertad centrada en                        plio de bienes o recursos, siempre y
la protección frente a las interferencias                    cuando la intervención (no arbitraria) de
en la agencia individual y no en la mera                     las instituciones públicas resulte en un
expansión del abanico de opciones –por                       incremento de la libertad republicana
ello ambas son nociones de libertad del                      entre el mayor número de personas po-
tipo agency-based, y no choice-based–,                       sible13.
republicanos y libertarianos de izquier-                     En segundo lugar, pese a que varios
das presentan profundas divergencias a                       defensores de una estrategia libertariana
la hora de definir en qué consiste real-                     de izquierdas de imposición tributaria de
mente la libertad (Pettit, 2003). Los liber-                 los recursos naturales insisten en que el
tarianos de izquierdas creen firmemen-                       modelo de Alaska ha tenido y tendrá un
te en la libertad como no-interferencia,                     impacto positivo en la reducción de la
y lo hacen a partir de unos planteamien-                     pobreza, conviene señalar que, en sen-
tos particularmente restrictivos de acuer-                   tido estricto, el libertarianismo de izquier-
do con los cuales cualquier interferen-                      das no muestra preocupación normati-
cia en el libre uso, por parte de cada                       va alguna por la pobreza. Cualquier uso
individuo, de su cuerpo y de su trabajo                      que hagamos de los recursos externos
ha de quedar explícitamente prohibida                        para combatir la pobreza se encontrará
por suponer una violación del principio                      en todo momento limitado o restringido
de auto-propiedad. En cambio, según el                       por el principio de auto-propiedad y por
republicanismo, lo que está en juego y                       el de igualdad en el derecho de propie-
ha de ser considerado normativa y polí-                      dad del mundo exterior -estos son, re-
tico-institucionalmente es el grado en                       cordemos, los principios que establecen
que todos los ciudadanos pueden vivir                        que aquellos que utilizan recursos ex-
sus vidas protegidos frente a cualquier                      ternos deben pagar un canon o «cuota
forma de control ajeno de las mismas, y                      de utilización» a los demás-. Así, la po-
ello bien a menudo requiere interferen-                      breza importa sólo en la medida en que
cias legítimas, esto es, no arbitrarias, por                 existe una relación directa y clara entre
parte de las instituciones políticas. Una                    ser pobre y haber sufrido una violación
implicación importante de esta distinción                    del derecho a la auto-propiedad o del
para el presente análisis radica en el                       derecho a la propiedad de una parte
hecho de que allá donde los libertarianos                    igual de los recursos del mundo, que son
de izquierdas han de limitarse a formas                      o han de ser de todos. Más allá de estos
de política pública que no afecten el                        dos principios, los libertarianos de iz-
derecho de todos a disfrutar íntegramen-                     quierdas no se hallan conceptualmente

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equipados para interesarse por la pobre-                     voluntario (Otsuka, 2003). Pues bien, no
za14. Así, gravar el uso de los recursos                     es necesario participar de planteamien-
naturales y evitar a toda costa que se                       tos colectivistas para apreciar los lími-
grave el trabajo –en esto consiste el mo-                    tes de una concepción meramente
delo de Alaska– constituye una opción                        agregativa-atomista de la comunidad
segura para los libertarianos de izquier-                    política en la que la única función de las
das, por la simple razón de que ello ga-                     instituciones públicas sea la de facilitar
rantiza que la libertad como no-interfe-                     la compleja coordinación de la agencia
rencia que los libertarianos hacen suya                      individual (Pettit, 1993, 1997). Este pro-
quede fuertemente protegida. Ahora                           blema se muestra de forma diáfana
bien, el impacto en la reducción de la                       cuando se considera el marco político-
pobreza de la política pública que resul-                    institucional que rodea el PFD de Alaska.
ta de este planteamiento es, en el mejor                     Tal como Goldsmith plantea convincen-
de los casos, contingente, y muchos                          temente, la dotación que reciben todos
somos los que creemos que una teoría                         los ciudadanos de Alaska es percibida
de la justicia distributiva debe otorgar a                   más como un rendimiento gozado aisla-
la suerte de los pobres o desposeídos                        damente que como una partida de gas-
un lugar más destacado. En cambio, el                        to del presupuesto gubernamental, que
énfasis del republicanismo en la inde-                       concierne a todos: «existe entre muchos
pendencia material como condición ne-                        habitantes de Alaska un fuerte senti-
cesaria de la libertad social mantiene                       miento de que los recursos petroleros
una relación más estrecha con el objeti-                     propiedad del Estado les pertenecen a
vo de la erradicación de la pobreza. Se-                     ellos como individuos, no a todos los ciu-
gún el republicansmo, la pobreza, en                         dadanos de forma colectiva» (Goldsmith,
todas sus formas –esto es, no sólo en                        2005: 558). Obviamente, hay una po-
sus formas más extremas–, es directa-                        derosa razón por la que unos plantea-
mente incompatible con la libertad re-                       mientos excesivamente individualistas
publicana como no-dominación, pues la                        carecen de sentido en un contexto como
carestía de unos recursos materiales                         el del PFD de Alaska: huelga decir que
básicos es vista como la causa funda-                        no hay individuo alguno que pueda to-
mental del tipo de vínculos de depen-                        mar por su cuenta su parte del recurso
dencia que se hallan en la base de las                       directamente de la naturaleza y decidir
muy diversas formas de ilibertad (Pettit,                    unilateralmente cómo utilizarlo. En otras
2006; Raventós, 2007).                                       palabras, la propia decisión de extraer
En tercer lugar, pese a su abierta sensi-                    un recurso, de permitir su uso, de
bilidad igualitarista, el libertarianismo de                 gravarlo y, a continuación, de asignar los
izquierdas hace suya la ontología social                     fondos recaudados en la forma de un
propia del individualismo atomista y, en                     dividendo individual conferido regular-
consecuencia, evita comprometerse con                        mente constituye una decisión colecti-
una concepción sustantiva de la socie-                       va que necesariamente ha de ser toma-
dad política o de la comunidad que vaya                      da por la comunidad política en su con-
más allá de la idea del asociacionismo                       junto. Volveremos sobre este punto en

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el epígrafe 5. Lo que interesa destacar                      3. ¿Una base económica?
ahora es que una concepción de lo po-
lítico de tipo libertariano de izquierdas,
esto es, que establezca que la política                      Es de suponer que, por lo menos de
es el resultado de una mera asociación                       entrada, los republicanos se muestren
voluntaria, puede llevar a exagerar los                      de acuerdo con el modelo de Alaska,
aspectos individualistas del modelo de                       pues éste aspira, fundamentalmente, a
Alaska. Pues bien, en este punto el                          conferir a cada ciudadano una base o
republicanismo también ofrece una                            suelo económico, una suma de renta
perspectiva harto distinta de la del                         regular concebida como el equivalente
libertarianismo. En efecto, la libertad                      a una igual participación de los recur-
republicana tiene que ver, inherente-                        sos naturales de propiedad común
mente, con la presencia de ciudadanos                        (Goldsmith, 2012)16. En efecto, parece
libres que deciden conjuntamente la                          que un esquema de este tipo se adecua
constitución de un orden político esta-                      perfectamente a la pretensión del
ble en el cual la libertad republicana de                    republicanismo de otorgar a todos los
cada ciudadano, que se concreta en for-                      miembros de pleno derecho de la so-
mas muy diversas de llevar a la práctica                     ciedad un nivel básico de recursos ma-
los también muy diversos planes de vida                      teriales que garantice que todos podrán
individuales, se encuentra fuertemente                       desarrollar sus vidas en condiciones de
protegida por parte de unas mismas ins-                      ausencia de interferencias arbitrarias por
tituciones colectivas. Cuando los repu-                      parte de instancias ajenas. Esto resulta
blicanos hacen hincapié en el valor de                       especialmente importante en situacio-
la libertad individual, lo hacen siempre                     nes de pobreza extrema, en las que la
sobre la base de un denso tejido de                          privación lleva de la mano la dependen-
interconexiones sociales y desde la con-                     cia con respecto a los demás para so-
vicción de que la libertad individual es                     brevivir y satisfacer las necesidades más
al mismo tiempo libertad social o colec-                     elementales. Pero la garantía de un suelo
tiva, esto es, de que la libertad se sitúa                   material básico es también fundamen-
socialmente en términos de igualdad con                      tal en punto a fortalecer la libertad de
respecto a los demás: no hay libertad                        aquellos que se enfrentan a circunstan-
sin reciprocidad en esa misma libertad.                      cias menos extremas: en efecto, todos
En definitiva, el republicanismo es, en                      nos hallamos o podemos hallarnos en la
esencia, una teoría de la libertad inque-                    tesitura de tener que adaptar nuestras
brantablemente unida a una teoría de la                      acciones y decisiones a los deseos e in-
política15.                                                  tereses de otros actores situados en po-
Vistos estos tres conjuntos de cuestiones,                   siciones de mayor privilegio en términos
podemos adentrarnos ya en el examen                          sociales y económicos. Un típico ejem-
republicano del modelo de Alaska y de sus                    plo de ello lo encontramos en las mu-
potencialidades como herramienta para la                     chas formas a través de las cuales un
transformación social de interés para otras                  trabajador asalariado ha de aceptar las
áreas geográficas del planeta.                               interferencias arbitrarias de sus llama-

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dos «empleadores» en el desarrollo de                        un «punto crítico» en el que un «nivel
sus vidas productivas o profesionales -y                     superior» de libertad republicana se
bien a menudo también en los aspectos                        materializa. Si bien la satisfacción de las
más íntimos de sus vidas privadas-. Así,                     necesidades básicas constituye un ejem-
la presencia de una base económica, al                       plo de «punto crítico» bastante obvio,
garantizar una existencia material inde-                     pues en él pasa a ser posible (o más
pendiente, permite mejorar la posición                       probable) que los individuos abandonen
negociadora de los ciudadanos en la                          o «salgan» de aquellas relaciones socia-
esfera económica (Birnbaum y Ca-                             les que deterioran su libertad, podemos
sassas, 2008; Casassas, 2007; Raventós                       imaginar otros importantes «puntos crí-
y Casassas, 2004).                                           ticos» o «esquinas» situados por enci-
Pero ¿qué tipo de base económica pue-                        ma o por debajo del nivel de las necesi-
de jugar dicho papel? En este punto con-                     dades básicas que contribuyan también,
viene tomar en consideración varias                          y de modos harto relevantes, a la am-
cuestiones. En circunstancias ideales, la                    pliación de la libertad republicana. Sea
base económica en cuestión debería ser                       como sea, y de acuerdo con esta inter-
suficiente para garantizar plenamente la                     pretación de la base económica, con-
existencia material de una persona, esto                     viene señalar con claridad que dicha
es, para satisfacer sus necesidades bá-                      base económica no puede ser de un ni-
sicas (Goodhart, 2007; Raventós, 2007).                      vel tan bajo que contribuya sólo de un
No obstante, conviene señalar que la                         modo trivial a potenciar la libertad como
noción de necesidades básicas es con-                        no-dominación de los ciudadanos: la li-
trovertida y presenta múltiples dimen-                       bertad republicana requiere una base
siones, y los republicanos aceptan que                       económica sustancial.
la naturaleza exacta de la base econó-                       En el caso de Alaska, los republicanos
mica debe ser adaptada al particular                         han de aplaudir y aplauden la idea de
contexto social en el que un ciudadano                       un esquema de transferencia de recur-
ha de desarrollar su vida. Además, la                        sos que garantice universal e incondi-
relación que media entre la seguridad                        cionalmente un flujo de renta para to-
material y la libertad republicana dista                     dos los ciudadanos. No obstante, en el
de ser simple o lineal. En efecto, la base                   caso concreto del PFD surgen varias di-
económica deber ser concebida como                           ficultades. Si bien no son insignifican-
un bien escalar o step good que contri-                      tes en términos de capacidad de con-
buye a ampliar la libertad republicana                       sumo, especialmente cuando se gastan
de forma discontinua, esto es, a través                      en bienes duraderos y en otro tipo de
de mecanismos que entran en funcio-                          inversiones para el hogar, 1.200 dólares
namiento a través de secuencias vincu-                       anuales quedan francamente lejos de lo
ladas de un modo discreto: el efecto di-                     que podría suponer una contribución
recto de un incremento gradual de la                         significativa a la libertad republicana.
base económica en la libertad como no-                       Contar con la posibilidad de adquirir al
dominación de una persona puede ser                          final del año esa lavadora de ropa que
escaso o nulo hasta que no se alcance                        tanto hemos echado en falta durante

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tanto tiempo puede ayudar a un hogar                         do las tarifas de los permisos de explo-
en muchos sentidos, pero no conferirá                        tación de los yacimientos –en la actuali-
a un trabajador asalariado el tipo de po-                    dad, perforar los yacimientos de Alaska
der de negociación que precisa para                          resulta realmente barato–, sea dedican-
hacer frente a las exigencias de su po-                      do una parte superior de los ingresos
deroso empleador, ni permitirá a una                         obtenidos por el APF al pago de los divi-
mujer imponer un reparto del trabajo                         dendos individuales –o combinando am-
doméstico y de cuidado más justo y res-                      bos mecanismos– (Widerquist y Howard,
petuoso con sus deseos y aspiraciones17.                     2012b). Por otro lado, se podría proce-
Cierto es que disponemos de muy poca                         der «externamente», tratando de incre-
evidencia concreta acerca de patrones                        mentar la base imponible incluyendo en
de gasto del PFD de Alaska, pero nos                         el sistema otros recursos naturales como
inclinamos a pensar que el diseño del                        ciertos minerales, el suelo o todo un
esquema como un bono anual satisfe-                          nuevo abanico de recursos que normal-
cho precisamente durante el período                          mente no se consideran y que podría
navideño hace más probable que sea                           incluir elementos como el espectro de
percibido y tratado como un obsequio                         emisión de contenidos audiovisuales
que como parte de la renta regular del                       (Bollier, 2006) o la propia atmósfera glo-
ciudadano18. Esto refuerza la idea de que                    bal (Howard, 2012). Sin embargo, en
el PFD constituye un beneficioso com-                        este punto conviene señalar tres impor-
plemento para el consumo, pero no una                        tantes dificultades que no pueden es-
parte del tipo de base económica que el                      capar a un análisis republicano de las
republicanismo reivindica. Y aunque                          potencialidades y perspectivas del mo-
optar por un pago mensual de unos 100                        delo de Alaska. En primer lugar, la aspi-
dólares podría contrarrestar la peculiar                     ración política a ampliar los rendimien-
presentación como «bono navideño» del                        tos del sistema, sea dicha ampliación de
actual PFD, ello tendría pocas conse-                        tipo «interno» o «externo», no debe re-
cuencias en ausencia de un incremen-                         ducirse a un acto de fe ciega en las po-
to significativo de la cantidad total del                    sibilidades existentes de lograr tales ob-
dividendo. En definitiva, puede que los                      jetivos, en particular vista la enorme
ciudadanos de Alaska se hallen en una                        magnitud en que el PFD debería aumen-
mejor situación en términos de bienes-                       tar para llegar realmente a constituir una
tar, pero difícilmente se puede afirmar                      base económica capaz de ampliar de
que el PFD los haga más libres en el                         forma efectiva la libertad republicana del
sentido republicano de la libertad como                      conjunto de la ciudadanía: huelga decir
no-dominación19.                                             que tales incrementos de la cuantía
A menudo se plantea que conviene no                          percibida por los ciudadanos requerirían
dejarse cegar por el nivel actual del PFD,                   importantes modificaciones en el funcio-
pues se podrían encontrar vías fáciles                       namiento de mercados y sectores de
para hacer incrementar esas cifras. Por                      actividad enteros, por lo que sería de
un lado, se pueden incrementar los in-                       esperar que quienes pretendieran intro-
gresos «internamente», sea aumentan-                         ducirlas se encontraran con la más fe-

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roz de las resistencias por parte de los                     capaz de generar todos los deseables
actores potencialmente perjudicados. En                      efectos beneficiosos que le podamos
segundo lugar, conviene tener presente                       atribuir. Esto puede tener sentido cuan-
también que no siempre resulta conve-                        do analizamos las cosas en términos de
niente ampliar la base imponible de un                       poder adquisitivo, pues cualquier incre-
sistema como el de Alaska, pues ello                         mento de efectivo disponible puede
implica poner en venta recursos que, por                     transformarse de un modo relativamen-
razones ético-políticas de diversa índole                    te sencillo en mayor capacidad de com-
–por ejemplo, su alto valor social o su                      pra. Pero las cosas son algo más com-
escasez–, se considere necesario man-                        plejas cuando las analizamos desde la
tener desmercantilizados. En tercer lu-                      perspectiva de la normatividad republi-
gar, muchos defensores del modelo de                         cana. Para que una base económica
Alaska y de la renta básica en general                       promueva de forma efectiva la libertad
tienden a pensar que, en lo que respec-                      republicana, dicha base económica
ta a la magnitud del subsidio, «menos                        debe formar parte de un conjunto más
es nada», razón por la cual se muestran                      amplio de políticas sociales que incluya
partidarios de un esquema modesto y                          elementos igualmente importantes en
parcial, incluso no plenamente univer-                       punto a garantizar la independencia
sal e incondicional, capaz sólo de gene-                     socioeconómica de los ciudadanos
rar un pago de cuantía realmente esca-                       como, por ejemplo, prestaciones en es-
sa. Al margen de cuestiones de estrate-                      pecie como el acceso a una sanidad y a
gia y táctica políticas cuya consideración                   una educación públicas y de calidad,
no tiene sentido en este contexto, lo que                    servicios de cuidado a las personas,
conviene aclarar en este punto es que,                       políticas de empleo, etc. Para utilizar
de acuerdo con la perspectiva republi-                       unos términos inspirados en el debate
cana, no existen razones de índole nor-                      sobre las libertades básicas en Rawls,
mativo para dar apoyo a escenarios de                        podemos distinguir entre la «base eco-
este tipo. En efecto, para los republica-                    nómica» y el «valor de la base económi-
nos, tales opciones sólo son normativa-                      ca» (Daniels, 1989). La «base económi-
mente defendibles cuando se cuenta                           ca» viene dada meramente por la cuan-
con expectativas razonables con respec-                      tía de la asignación. En cambio, el «va-
to a las posibilidades de que tal renta                      lor de la base económica» depende del
básica parcial se amplíe hasta alcanzar                      contexto político amplio en el que tal
su versión plenamente desarrollada,                          asignación se percibe. Así, un PFD in-
pues sólo una renta básica plenamente                        troducido en el contexto de un régimen
desarrollada contribuye a fomentar aque-                     de bienestar de tipo liberal tendrá un
llo que el republicanismo realmente valo-                    impacto distinto en la libertad republi-
ra: la libertad como no-dominación20.                        cana de los ciudadanos que uno intro-
Consideremos, finalmente, una última                         ducido en un contexto abiertamente
cuestión. A menudo se habla de la base                       conservador u otro que se acomode en
económica –de la renta básica, en                            un contexto de naturaleza socialdemó-
suma– como si ésta, por sí sola, fuera                       crata (Esping-Andersen, 1990; Haagh,

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2011). Como puede observarse, tomar                          llamar un «techo económico». La lógica
en consideración el contexto político nos                    subyacente a este tipo de mecanismo es,
permite advertir que una asignación de                       de nuevo, bastante sencilla. De acuerdo
cuantía relativamente (pero no excesi-                       con el republicanismo, la falta de liber-
vamente) reducida ubicada en el seno                         tad tiene que ver también con la pre-
de paquetes de medidas orientados a                          sencia de grandes desigualdades de
garantizar integralmente niveles relevan-                    poder económico en los más diversos
tes de seguridad socioeconómica pue-                         ámbitos de la vida social. Por mucho que
de incrementar la libertad republicana                       los individuos hayan sido empoderados
en mayor medida que un marco institu-                        a partir de un conjunto básico de recur-
cional en el que una asignación de ma-                       sos conferido incondicionalmente, la
yor cuantía constituya el único mecanis-                     posibilidad de que emprendan caminos
mo para el empoderamiento de los más                         productivos y vitales propios, fundamen-
débiles21. En definitiva, los republicanos                   tados en opciones genuinamente autó-
aciertan cuando desconfían de cualquier                      nomas, se ven cercenadas cuando cier-
forma de «fetichismo de la renta bási-                       tos grupos de actores pueden controlar
ca»: es falso que cualquier renta básica                     a su antojo mercados y economías en-
sirva para el progreso de la libertad re-                    teras, definiendo pro domo sua las re-
publicana como no-dominación. Por                            glas del juego del conjunto –o de ámbi-
ello, una evaluación republicana del APF                     tos decisivos– de la vida social
y del PFD debe incorporar un análisis                        (Birnbaum y Casassas, 2008; Casassas,
pormenorizado de aquellas condiciones                        2010). En efecto, las grandes acumula-
políticas bajo las cuales los republica-                     ciones de poder económico privado nor-
nos hallan razones realmente convincen-                      malmente se concretan en la capacidad,
tes para defender la adopción de un                          por parte de unos pocos, de constituir
modelo como el de Alaska.                                    monopolios y oligopolios; en la introduc-
                                                             ción de barreras de entrada a los mer-
                                                             cados; en la fijación predatoria de pre-
4. ¿Un techo económico?                                      cios; en el control privado de recursos
                                                             estratégicos; en la restricción de la de-
                                                             mocracia, la autonomía y la autorrea-
El establecimiento de una «base econó-                       lización en el centro de trabajo; y un lar-
mica» como garantía de la existencia                         go etcétera. Así, las grandes desigual-
material de los ciudadanos constituye                        dades que observamos en nuestras so-
sólo una parte de la preceptiva político-                    ciedades de tipo winner-takes-all (Frank
institucional republicana. La preocupa-                      y Cook, 1995) se hallan estrechamente
ción con respecto a la promoción de la                       vinculadas a grandes procesos de con-
libertad republicana de los agentes, en-                     centración del poder económico que, a
tendida ésta, como ya se ha visto, como                      su vez, conllevan grandes diferencias en
ausencia de la mera posibilidad de                           términos de capacidad de incidencia en
interferencias arbitrarias, exige también                    la conformación de la naturaleza del
el establecimiento de lo que podríamos                       espacio social y económico en el que

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nuestras vidas se desarrollan o deberían                     de desigualdades económicas, pero im-
poder desarrollarse. En este contexto,                       ponen un techo regulador que restringe
una base económica como la renta bá-                         al abanico de cursos de acción al alcan-
sica, al garantizar la existencia material                   ce de aquellos agentes que han logrado
del conjunto de la ciudadanía –en el                         acumular grandes cantidades de rique-
caso, claro está, de que tal renta básica                    za y poder económico, lo que puede te-
sea de una cuantía por lo menos equi-                        ner importantes efectos en términos de
valente al umbral de la pobreza–, coad-                      reducción de la capacidad de interfe-
yuva a reequilibrar parcialmente la si-                      rencia arbitraria por parte de tales agen-
tuación, mejorando la posición de los                        tes en las vidas de los demás ciudada-
más vulnerables frente a la posibilidad                      nos. De hecho, sociedades como la nor-
de interferencias arbitrarias y de todo                      teamericana poseen una larga historia
tipo de relaciones de dominación. No                         de regulaciones orientadas a evitar que
obstante, una medida de este tipo re-                        los actores sociales y económicos más po-
sulta a todas luces insuficiente en una                      derosos erosionen la libertad de los ciudada-
sociedad en la que ciertos actores y gru-                    nos menos favorecidos (Sunstein, 1993).
pos de actores logran hacerse con nive-                      Pensemos, sin ir más lejos, en las regu-
les desproporcionados de poder econó-                        laciones introducidas durante la llama-
mico que los habilitan para determinar                       da «era progresista» y, también, duran-
unilateral y arbitrariamente mercados y                      te la Administración Roosevelt, regula-
economías enteras y, en definitiva, los                      ciones que tenían como objetivo el for-
modos de vida del conjunto de la pobla-                      talecimiento de las bases económicas
ción. Por ello, la libertad republicana                      de la democracia y que pasaban por
exige mecanismos adicionales que, sin                        restringir institucionalmente el conjunto
socavar el papel que juegan los incenti-                     de oportunidades de los actores más po-
vos en el seno de economías complejas                        derosos, potenciales «monarcas econó-
y diversas, permitan controlar ciertas                       micos» (Beard y Beard, 1939).
prácticas de los agentes económicos                          El segundo tipo de «techo» consiste en
más poderosos.                                               limitar de forma directa el alcance de
Existen dos tipos de «techos» capaces                        las desigualdades económicas. Sin te-
de contener el potencial liberticida de                      ner por ello que mantener compromiso
las grandes desigualdades económicas.                        alguno con un principio de estricta igual-
El primero lo constituyen todas aquellas                     dad de recursos, los republicanos tie-
medidas de carácter «regulador» orien-                       nen razones para mostrarse preocupa-
tadas a evitar que determinadas prácti-                      dos por la naturaleza y el funcionamien-
cas asociadas a la presencia del dinero                      to de una sociedad en la que un
y del mercado penetren en esferas de la                      «empleador» gane, por ejemplo, 150
vida social que se estime que han de                         veces lo que gana su empleado medio.
quedar libres de toda lógica venal o                         Este no es el lugar para analizar deteni-
mercantil. Tales medidas, auténticas for-                    damente las ventajas e inconvenientes
mas de «bloqueo del intercambio»                             de cada uno de estos tipos de «techo».
(Walter, 1983)22, permiten la presencia                      Además, los republicanos deberían po-

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der optar por aquel de ellos –o por aque-                    delo de Alaska podrían sostener que éste
lla combinación de ellos– que mejor fun-                     se mantiene deliberadamente agnósti-
cione en una sociedad determinada. Sin                       co con respecto a la necesidad o no de
embargo, parece razonable pensar que,                        un techo económico, y que si los repu-
siempre que haya espacio para que ope-                       blicanos consideran oportuno introducir-
re en una medida razonable la lógica de                      lo, deberán fundamentar dicha opción
los incentivos y para la proliferación de                    en planteamientos que queden aparte:
proyectos productivos de índole bien                         bien mirado, nada del modelo de Alaska
diversa, una estrategia rousseauniana                        les impide hacerlo. Esta respuesta pue-
consistente en evitar ex-ante la forma-                      de parecer a primera vista plausible,
ción de grandes concentraciones de                           pero si analizamos con esmero, desde
poder económico y la consiguiente con-                       la perspectiva del republicanismo, el vín-
solidación de grandes desigualdades de                       culo que opera entre la base y el techo
ingresos y de riqueza puede ser preferi-                     económicos, nos percataremos de la
ble, normativa y político-institucional-                     necesidad de plantear dos importantes
mente, a cualquier intento de reducir ex-                    problemas al respecto.
post las consecuencias negativas de ta-                      En primer lugar, consideremos una cues-
les desigualdades en términos de dete-                       tión a la que ya se hizo mención en el
rioro de las libertades individuales y co-                   epígrafe anterior: el valor de la base eco-
lectivas (Rousseau, 2010). En cualquier                      nómica depende del contexto político-
caso, nada en nuestro examen del mo-                         institucional en el que el PFD se implan-
delo de Alaska anima a pensar que de-                        te. Pues bien, la presencia o no de un
bamos comprometernos necesariamen-                           techo económico, así como la naturaleza
te con un camino u otro. Lo único que                        del mismo, constituye un elemento deci-
interesa subrayar en este punto es que,                      sivo en la conformación de dicho contex-
a nuestro modo de ver, la libertad repu-                     to. En efecto, el interés normativo y polí-
blicana exige no sólo una base econó-                        tico-práctico que los republicanos otor-
mica, sino también un sólido techo eco-                      garán a una base económica instituida
nómico.                                                      alrededor de una asignación como el
Sea como sea, ¿qué efectos tiene la toma                     PFD dependerá en gran medida del
en consideración del requisito republi-                      efecto que éste tenga en la correlación
cano de un techo económico en nues-                          de fuerzas –en el poder de negociación–
tra evaluación del modelo de Alaska?                         que medie entre los distintos (grupos o
Una respuesta posible a este interrogan-                     clases de) ciudadanos. Y en este punto
te podría consistir en afirmar que esta                      la cuestión del techo juega un papel
cuestión es irrelevante, porque el PFD                       crucial, pues una sociedad en la que
está relacionado sólo con el objetivo de                     todos los ciudadanos tengan la existen-
la base económica, de modo que su                            cia material garantizada pero en la que
naturaleza y funcionamiento es indepen-                      los (grupos de) actores económicos más
diente del hecho de que se introduzca o                      poderosos logren retener su capacidad
no un techo económico de un tipo o de                        de controlar social y económicamente
otro. En efecto, los defensores del mo-                      los modos de vida de los demás distará

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