Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas
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doi:10.5477/cis/reis.176.35 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas Towards a Dual City? Suburbanization and Centralization in Spain's Largest Cities José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag Palabras clave Resumen Áreas metropolitanas Las principales metrópolis están siendo transformadas por diferentes • Centralización procesos migratorios, económicos y también, de manera relevante, por • Gentrificación la movilidad residencial. Este trabajo se centra en esta última, analizando • Movilidad residencial los perfiles de los participantes en los movimientos de centralización • Segregación urbana y suburbanización en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, a • Suburbanización partir de los datos del censo de 2011. Utilizando modelos de regresión • Suburbanización de logística binomial, se ha constatado la mayor tendencia a buscar los la pobreza centros urbanos de las clases medias, con estudios y en hogares no convencionales, frente a una creciente suburbanización de jóvenes, de clase trabajadora y embarcados en proyectos familiares. La combinación de ambos movimientos (que tratados individualmente podrían considerarse avances en la convivencia social) ocasiona un incremento de la segregación urbana, pero ahora a escala metropolitana. Key words Abstract Metropolitan Areas Large cities and metropolitan areas are being transformed by different • Centralization migratory and economic processes and also, in a relevant way, by • Gentrification residential mobility. This study focuses on the latter, analyzing profiles • Residential Mobility of the participants in centralization and suburbanization movements in • Urban Segregation Madrid, Barcelona, Valencia, Seville and Bilbao, based on data from • Suburbanization the 2011 census. Using binomial logistic regression models, we have • Suburbanization of measured a greater tendency to seek out urban centers of middle Poverty classes, educated population and people living in non-traditional households. At the same time, there is a growing suburbanization of young, working-class people involved in family projects. The combination of both movements (which could be individually seen as examples of social mix) is causing an increase in urban segregation, now on a metropolitan scale. Cómo citar Torrado, José Manuel, Duque-Calvache, Ricardo y Nogueras Zondag, Roberto (2021). «¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas». Revista Es- pañola de Investigaciones Sociológicas, 176: 35-58. (doi: 10.5477/cis/reis.176.35) La versión en inglés de este artículo puede consultarse en http://reis.cis.es José Manuel Torrado: Universidad de Huelva | jose.torrado@dstso.uhu.es Ricardo Duque-Calvache: Universidad de Granada | ricardoduque@ugr.es Roberto Nogueras Zondag: Universidad de Granada | rnogueras@protonmail.com Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
36 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas Introducción1 dades hizo que el surgimiento de la nueva estructura urbana metropolitana llegase con Desde mediados del siglo xx, se produce cierto retraso respecto a otros países euro- el agotamiento de los flujos migratorios del peos (Cheshire, 1995). Es en la década de campo a la ciudad y la consecuente concen- los años ochenta del pasado siglo cuando la tración de la población en torno a grandes movilidad residencial comienza a crecer de urbes. La culminación de los procesos urba- manera significativa en las grandes ciudades nizadores supone el comienzo de una nueva (Módenes, 1998), tornándose así en su prin- era metropolitana en la que la movilidad resi- cipal elemento estructurante. Entre las cau- dencial de la población se configura como el sas que explican ese auge de los procesos principal factor estructurante de las ciudades. metropolitanos en España, encontramos una Desde entonces, la mayoría de ciudades oc- combinación de factores demográficos, po- cidentales han sufrido procesos de creciente lítico-económicos y residenciales, en buena metropolización, superando los límites admi- parte comunes a todas las áreas españolas. nistrativos anteriores y expandiendo su área La llegada a la edad de emancipación de las de influencia a municipios cada vez más dis- numerosas cohortes del baby boom español tantes. La constatación de esta realidad ha (Donat, 2010), la saturación e insuficiencia de dado origen a múltiples líneas de investiga- la oferta residencial de las ciudades centrales ción sobre la movilidad metropolitana en el (López-Gay y Recaño, 2009) y una política de contexto español (Feria, 2010; Palomares- vivienda que favorecía la construcción de vi- Linares, Feria y Susino, 2017) e internacional vienda libre y el acceso a la propiedad (Leal y (Cadwallader, 1992; Duhau, 2003). Según es- Martínez, 2016), fomentaron el incremento de tas líneas de trabajo, la movilidad residencial los movimientos de suburbanización. puede emplearse como indicador del estado Pero no es hasta la primera década del de desarrollo de los procesos urbanos por su presente siglo cuando esta tendencia a la doble naturaleza: a nivel macro, es el principal metropolización se agudiza (Palomares-Li- flujo demográfico a través del cual las ciuda- nares, Feria y Susino, 2017; Módenes, 2007; des crecen y se transforman; mientras, a ni- Nel-lo, 2004). La apuesta que a finales de los vel micro, es una acción social de individuos años noventa se hace por un modelo de cre- y hogares, moldeada por sus deseos, posibi- cimiento basado en la construcción masiva lidades y limitaciones (Susino, 2003). De este de vivienda genera un ciclo económico ex- modo, la reubicación espacial de las perso- pansivo, el cual, sumado a una política de nas afecta a la estructura social, económica crédito fácil, da lugar a un vertiginoso incre- e incluso física de las urbes, por lo que la mo- mento de vivienda nueva a precios cada vez vilidad residencial se vuelve, de manera más más elevados (Górgolas, 2019). Esta peli- amplia, un elemento de cambio social: «Mo- grosa combinación de excesiva oferta resi- verse por la ciudad es mover la ciudad» (Pa- dencial y alza de precios se tradujo en un in- lomares-Linares, 2017: 26). cremento sin precedentes de los procesos En el caso español, el retraso de los pro- de suburbanización y en la configuración de cesos urbanizadores de las principales ciu- las ciudades centrales como zonas prácti- camente inaccesibles para gran parte de los 1 Este trabajo forma parte de los resultados del pro- habitantes de las metrópolis (Leal, 2002; So- yecto de investigación «Aproximación multi-metodoló- rando y Leal, 2019). Un alza de precios de gica al comportamiento residencial y la vida cotidiana las principales ciudades centrales que se (MARBEL)» (PID2020-119569GA-I00) del Plan Nacio- agudizó aún más por las dinámicas especu- nal de I+D y el proyecto Movilidad, Vivienda y Com- portamiento Residencial en Andalucía (MOVICRA), lativas generadas por las políticas de rege- (PY20_00571) del Plan Andaluz de Investigación. neración y reconversión funcional urbana de Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 37 finales del pasado siglo y principios del pre- siglo, así como reflexionar sobre cómo su sente (Antolín, Fernández-Sobrado y Loren- continuidad y evolución pueden alimentar te-Bilbao, 2010; Díaz-Orueta, 2012). En este tendencias dualizadoras en el presente. sentido, surgen bastantes trabajos que iden- tifican procesos de gentrificación en el seno de las principales ciudades centrales espa- Marco conceptual ñolas (Díaz-Parra, 2009; Fernández, 2014). El contexto estructural de la movilidad Al tiempo, cada vez más trabajos identifican residencial en España en la primera crecientes tendencias hacia la suburbaniza- década del siglo xxi ción de la pobreza y los sectores populares (López-Gay y Recaño, 2008, 2009; Torrado, Entender el papel que la movilidad residencial 2018). Dos tendencias complementarias que tiene en la reconfiguración social de las prin- parecen reforzar un modelo de ciudad dual, cipales metrópolis españolas requiere, inicial- ahora, a escala metropolitana. mente, comprender el contexto estructural en En el presente trabajo, trataremos de el que se despliega. En la España de la pri- analizar si la movilidad residencial de la po- mera década del siglo xxi, dos son los facto- blación puede haber contribuido a una agu- res contextuales que condicionaron el desen- dización de las tendencias hacia la duali- volvimiento de las dinámicas residenciales: el zación urbana a escala metropolitana en boom inmobiliario y las políticas de reconver- la España de principios del siglo xxi. Para sión funcional de las ciudades centrales. Dos ello, primero realizamos una revisión de la factores de causalidad compleja y que han literatura estructurada en dos partes fun- contribuido al incremento de los procesos damentales: primero, se exponen los facto- de desigualdad y segregación urbana (Díaz- res contextuales que han podido contribuir Orueta, 2012; Sorando y Leal, 2019). a estos procesos en la primera década del Sin duda el efecto contextual que más ha presente siglo para, en segundo lugar, re- afectado a la movilidad residencial en los ini- visar la literatura acerca de los factores in- cios del siglo xxi ha sido el ciclo de expan- dividuales de la elección suburbana y cen- sión inmobiliaria que se produce entre 1998 tral, y reflexionar sobre cómo la agregación y 2008. Es a partir de este año 1998 cuando de estas puede transformar las metrópolis. desde los poderes públicos se apuesta por Posteriormente se especifica el ámbito, la un modelo de desarrollo económico fuer- fuente y la metodología empleada. Sobre el temente basado en la producción masiva ámbito, cabe decir que focalizaremos nues- y ciertamente desregulada de vivienda: el tra atención en las principales urbes espa- boom inmobiliario. La promulgación de la Ley ñolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y de Suelo de 1998, que permitía la fácil recalifi- Bilbao, ya que son aquellas donde los pro- cación del suelo no protegido como urbaniza- cesos descritos operaron con mayor poten- ble, unida a una política de crédito hipotecario cia. Por último, analizamos el papel de los fácil que incrementaba de manera artificial la movimientos de centralización y suburba- demanda de vivienda, junto a una política de nización en el período 2001-2011 a través vivienda que favorecía el acceso a la propie- de un análisis de sus perfiles y determinan- dad y desalentaba la producción de vivienda tes. Con esos datos, es posible reevaluar el protegida, constituyeron el marco político de impacto que estos procesos tuvieron en el este modelo (Górgolas, 2019; Leal y Martínez, marco más amplio de los cambios vincula- 2016). A este marco político-institucional, hay dos a las transformaciones socioeconómi- que sumarle la emergencia en la España de cas y residenciales acaecidas en las gran- finales de los años noventa y especialmente des urbes españolas a inicios del presente principios del presente siglo de una creciente Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
38 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas demanda de vivienda, alimentada por la lle- ubicaciones por su cercanía a la oferta de tra- gada masiva de inmigración extranjera y por bajos de servicios en zonas céntricas junto a el acceso de las cohortes más numerosas su reducido precio, permitiendo a ciertos sec- de jóvenes al mercado residencial (Módenes, tores de clase trabajadora tradicional, resi- 2007; Leal y Martínez, 2016). dente en ciudades centrales, poner a la venta El resultado inmediato de este modelo fue o en alquiler sus viviendas y mudarse a otras un incremento desproporcionado y desequi- en mejores condiciones en la corona metro- librado de la oferta residencial que, sin em- politana (Módenes, 2007). bargo, no se tradujo en un descenso de los En paralelo al proceso de expansión ur- precios de venta, debido al sostenimiento bana e inmobiliaria, comienzan a implemen- artificial de la demanda por la vía del cré- tarse políticas de reconversión funcional dito y las actividades especulativas (Górgo- de las principales cabeceras metropolita- las, 2019). De este modo, las principales ur- nas (Antolín, Fernández-Sobrado y Loren- bes españolas comenzaron una expansión te-Bilbao, 2010; Díaz-Orueta, 2012). Unas acelerada de sus límites territoriales hacia políticas que se materializaron en nuevas terrenos otrora no urbanizables en las coro- intervenciones y plataformas de acción pú- nas metropolitanas, a la vez que el precio de blico-privadas, como el «modelo Barcelona» las viviendas crecía especialmente en rela- de principios de los años noventa, la aso- ción a los salarios. En este contexto de des- ciación Bilbao Metrópoli 30 o el Centro de regulación y fuerte expansión del mercado Estrategias y Desarrollo valenciano; megae- de vivienda, las ciudades metropolitanas co- ventos y megaproyectos (Rodríguez-Me- mienzan a estructurarse en grandes espacios dela y Salguero-Montaño, 2012), como la diferenciados por niveles de prestigio social Exposición Universal de Sevilla, los Juegos y, consecuentemente, de precios de vivienda Olímpicos de Barcelona, el Museo Guggen- (Leal, 2002; Sorando y Leal, 2019). Cada es- heim de Bilbao o la Ciudad de las Artes y trato socioeconómico estaba destinado, da- las Ciencias en Valencia, y, en general, es- das sus posibilidades económicas y crediti- trategias de marketing para construir iden- cias, al acceso a un segmento particular del tidades urbanas (city-branding), que busca- creciente parque de viviendas, alimentando ban posicionar a las principales urbes en el un incremento sustancial de la segregación mercado global de ciudades. Un nuevo mo- social urbana. A escala metropolitana, el ci- delo de «ciudad-mercancía» que se justifica clo de expansión inmobiliaria se tradujo en el en una supuesta atracción de capital y tra- mayor ciclo suburbanizador de las ciudades bajadores cualificados (Glaeser y Gottlieb, españolas (Módenes, 2007; Nel-lo, 2004; Su- 2006), pero que en términos prácticos per- sino y Duque-Calvache, 2012). Las ciudades mite el rápido enriquecimiento de unos po- centrales de las grandes urbes se convierten cos a costa de un endeudamiento a largo en espacios en conflicto, donde se extrema plazo para el conjunto de la ciudadanía. la desigualdad en un territorio reducido. De- La concurrencia de los dos factores terminados barrios se configuran como es- contextuales mencionados tuvo como re- pacios de élite (García-Pérez, 2014; Sequera, sultado el incremento de los procesos su- 2013), inaccesibles para gran parte de la po- burbanizadores, especialmente protagoni- blación residente, expulsando a sus habitan- zados por los menos pudientes, frente a la tes menos pudientes. Pero, al tiempo, el cen- centralización de las clases medias (López- tro alberga bolsas de pobreza y marginación Gay y Recaño, 2008; Torrado, 2018). La (en muchos casos, a la espera de ser gentrifi- irrupción de la crisis supuso el fin del ciclo cados en momentos posteriores). La inmigra- expansivo inmobiliario, y con él, el fin de la ción extranjera escoge con frecuencia estas gran ola suburbanizadora (Pujadas, Bayona Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 39 y Gil-Alonso, 2012; Pujadas, López-Villa- movimiento vinculado a la formación del hogar nueva y Bayona, 2016), a la par que apare- familiar nuclear, sea como un movimiento cieron signos de repunte de los flujos cen- de anticipación ante las expectativas tralizadores (López-Gay, 2014, 2017). Pero de expansión del hogar, o de ajuste ante en conjunto la crisis, lejos de aminorar las el nacimiento del primer hijo (Michielin y tendencias dualizadoras a escala metropo- Mulder, 2008). Por su parte la centralización litana, parece que las incrementó (Janos- se ha caracterizado como un movimiento chka, 2018). Se produjo un desplome de complementario, propio de etapas o bien precios en las zonas más alejadas y me- previas, o bien posteriores a la formación de nos deseables de las ciudades, en tanto los familia (Torrado, 2020). Así, suele afirmarse centros solamente sufrieron un corto pe- que estos movimientos hacia las cabeceras riodo de ajuste de precios, y rápidamente se vinculan tanto a la emancipación de los volvieron a ver aumentar el valor de los in- jóvenes como a la movilidad de reajuste ante muebles, lo que contribuyó a su progresiva la terminación del proyecto de vida familiar elitización frente a la pauperización de las en las coronas (por entrada en etapa de nido periferias urbanas. vacío, divorcio o separación). En lo que concierne a la posición so- cial hay más controversia. Algunos estu- Los factores individuales de la dios realizados a mediados del siglo xx en suburbanización y la centralización y sus el contexto estadounidense identificaban la efectos agregados centralización con la movilidad de sectores populares (Nelson y Edwards, 1993), frente Los factores estructurales que hemos des- a una suburbanización propia de clases me- crito supusieron la especialización y división dias. La literatura europea no es tan tajante de cabeceras y coronas como entornos di- con respecto a esta pauta de movilidad por ferenciados, haciendo que estas atraigan y clases, dado que los centros urbanos eu- repelan a determinados sectores de pobla- ropeos no sufrieron procesos de abandono ción y no a otros. Pero para la formación de y deterioro tan severos (Ullán, 2014). En el estos grandes flujos son necesarias miles caso español, es cierto que buena parte de pequeñas decisiones de movilidad e in- de los movimientos de suburbanización en movilidad de hogares e individuos, según los años ochenta y noventa se vinculaban sus preferencias, posibilidades y limitacio- a sectores sociales de clase media (Susino nes. En un país donde las clases popula- y Duque-Calvache, 2012). Sin embargo, en res consiguieron en buena medida acceder etapas recientes es la centralización la que a la vivienda en propiedad es posible cierto se vincula a la movilidad de clases medias grado de resistencia y negociación, y por con elevados niveles de cualificación, mien- tanto los cambios no son ni tan rápidos ni tras la suburbanización suele implicar, cada tan abruptos como en otras grandes ciuda- vez más, a los sectores populares (López- des mundiales. Si bien el perfil de los pro- Gay y Recaño, 2008; Torrado, 2018). tagonistas de ambos movimientos ha ido Los académicos encuentran consensos cambiando según el momento histórico en más fácilmente al analizar el papel de los el que se analizasen, los estudios sobre estilos de vida. La suburbanización suele elección de entorno residencial han tendido vincularse a un distanciamiento electivo de a identificar suburbanización y centraliza- los distintos espacios del habitar, en busca ción como movimientos opuestos. de entornos residenciales identificados con Al respecto de los cursos vitales, la las ideas de naturaleza, tranquilidad y segu- suburbanización se ha identificado como un ridad, con viviendas amplias y en propiedad Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
40 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas aptas para la crianza de los hijos (Alberich, burbanización y centralización están confi- 2010; Fishman, 1987; Mieszkowski y Mills, gurando una ciudad dual, en la que los más 1993). La centralización, por su parte, po- pudientes y cualificados son atraídos a las tencia estilos de vida que buscan la proxi- cabeceras, mientras los menos cualificados midad y concentración de los espacios de y peor situados en la escala social optan interacción cotidiana (Contreras, 2012), y por la suburbanización. Por tanto, parece en los que la posición central adquiere un que la movilidad residencial de la pobla- valor en sí mismo, importando más la loca- ción no solo es modulada por un mercado lización y el valor simbólico del entorno que de vivienda de las cabeceras cada vez más la vivienda (Pablos y Sánchez-Tovar, 2003), saturado, sino que, de manera paralela, una elección propia de personas con un es- también contribuye a segmentar el espa- tilo de vida más individualista, basado en el cio urbano entre cabeceras y coronas, asu- desarrollo personal y profesional (Schnell y miendo la segregación socioespacial una Gracier, 1993). Podríamos resumirlo en una nueva escala, ahora, metropolitana. cierta mentalidad «antiurbana» en los que se suburbanizan y «prourbana» en los que se centralizan. Aunque en el fondo, tan ur- Objetivos, ámbito, fuente y banos son los unos como los otros, ya que metodología ambos estilos de vida están englobados en la oferta proporcionada por el área metro- El objetivo del presente trabajo es cono- politana. cer el papel que juegan la centralización y ¿Cuáles son los efectos de estas prefe- la suburbanización en la reconfiguración rencias y decisiones individuales y colecti- socioespacial de las principales metrópo- vas sobre el espacio de vida común? Si di- lis españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, ferentes fuerzas convergen en una misma Sevilla y Bilbao. La elección de estas cinco dirección, ¿existe un riesgo de configura- ciudades se debe a que son aquellas que ción de una ciudad dual con coronas cada se encuentran en la cúspide de la jerarquía vez más proletarizadas, frente a unos cen- urbana española (Feria, 2013) y en las que tros metropolitanos aburguesados? La res- los procesos de división social a escala me- puesta a esta pregunta no está del todo tropolitana que llevan asociados el boom clara. Los estudios que han tratado la cues- inmobiliario y la reconversión funcional ope- tión de la segregación a escala intraurbana raron con más potencia. Hemos optado por (usualmente a nivel de sección censal) arro- analizarlas de forma conjunta por dos moti- jan resultados contradictorios. Si bien So- vos: el primero y fundamental es conseguir rando y Leal (2019) afirman que es posible un mayor tamaño muestral y por tanto una hablar de tendencias hacia la suburbaniza- mejor fiabilidad en nuestros modelos. El se- ción de la pobreza y la dualización urbana, gundo es conseguir alcanzar una visión de otros autores (Porcel et al., 2018; Sarasa conjunto del fenómeno en las grandes ciu- et al., 2018) se muestran escépticos ante la dades de nuestro país, no tan marcada por relación entre gentrificación y suburbaniza- la coyuntura local como sería un estudio de ción de la pobreza. No obstante, los pocos cada una de las ciudades por separado. estudios previos que han analizado los flu- Para alcanzar el objetivo propuesto tra- jos de suburbanización y centralización en zamos dos cursos de acción. Por un lado, España parecen encontrar argumentos fa- analizar los perfiles de los que participan vorables a la dualización (López-Gay y Re- en cada uno de los dos movimientos, a fin caño, 2008; Torrado, 2018). Según estos, de identificar preferencias diferenciales por el efecto conjunto de las decisiones de su- cabeceras y coronas de los distintos gru- Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 41 pos sociales. Por otro, conocer los determi- La fuente a emplear es el Censo de Po- nantes individuales de los movimientos de blación y Vivienda 2011, para el cual con- centralización y suburbanización, dado que tamos con una explotación propia de los son unos buenos indicadores que permiten microdatos que contempla la delimitación conocer los factores de atracción y repul- de las áreas metropolitanas españolas rea- sión de las cabeceras. El análisis conjunto lizada por Feria y Martínez (2016). La in- de ambos movimientos supone una aproxi- clusión de esta delimitación nos permite mación a los procesos de reconfiguración diferenciar movilidad residencial y migracio- social metropolitana ya empleada por otros nes, algo especialmente útil al trabajar con autores (López-Gay y Recaño, 2008, 2009). áreas que incluyen municipios de provin- Aparte del efecto individual de cada tipo cias diferentes (como Madrid o Barcelona), de movimiento, existen efectos combina- así como distinguir entre municipios cabe- dos de ambos, especialmente cuando se cera y corona, lo cual nos permite identifi- alinean (por ejemplo, si se suburbaniza po- car los orígenes y destinos de la movilidad blación joven y se centraliza población más y así diferenciar movimientos de suburbani- mayor, el efecto sobre la estructura de eda- zación y centralización. Además, la elección des es mucho más acentuado). del censo responde también a que contiene Para abordar los dos subobjetivos for- una gran variedad de variables individuales mulados recurriremos a técnicas diferentes. que permiten caracterizar a los protagonis- En el caso del primero, basta un análisis tas de la movilidad, más allá de las varia- descriptivo de los perfiles de suburbaniza- bles demográficas básicas (sexo y edad) dores y centralizadores. Mientras, para el consideradas por otras fuentes (como la segundo se ha empleado la regresión logís- Estadística de Variaciones Residenciales). tica binaria. La elección de esta última para En cuanto a las variables dependientes el cálculo de los determinantes de subur- para la realización de los modelos, se han banización y centralización se debe a que empleado dos variables dicotómicas cons- permite operacionalizar los movimientos de truidas a partir de la pregunta sobre la movili- manera cercana al proceso de elección real dad en el período 2001-2011. Hemos optado (la movilidad al fin y al cabo es un paso que por esta pregunta, más lejana en el tiempo se da o no) y analizar el efecto individual (en lugar de la que cuestiona por la movilidad que tienen las variables consideradas en la en el año anterior a la realización del censo) probabilidad de que un sujeto haya reali- porque refleja tendencias más asentadas, es- zado (o no) tal decisión. Se han construido pecialmente teniendo en cuenta que el año dos modelos, uno para analizar la elección 2010 fue un año de muy baja movilidad, de- por las cabeceras (centralización) y otro bido al contexto de crisis. La primera varia- para la elección por las coronas (suburba- ble empleada pone en relación la decisión de nización). Ambos modelos toman submues- haberse centralizado: moverse de la corona tras diferentes, en tanto que el primero hacia la cabecera (valor 1), frente a la proba- contempla a aquellos que residían en las bilidad de haber realizado el resto de alter- coronas y el segundo a aquellos que resi- nativas posibles: moverse o permanecer se- dían en las cabeceras, al inicio del periodo. dentario en la corona (valor 0). En cuanto a la Para poder comparar los resultados de am- elegida para analizar la suburbanización, esta bos modelos, basados en submuestras di- pone en relación el hecho de haberse movido ferentes, se calculan los efectos marginales desde la cabecera hacia la corona (valor 1), medios (dy/dx), unos estimadores usual- frente a la probabilidad de haber realizado el mente empleados para tal fin (Williams, resto de alternativas posibles: moverse o per- 2012). manecer sedentario en la cabecera (valor 0). Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
42 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas Respecto a las variables referentes a las nores de 16 años en la base de datos, lo que características de los individuos que reali- haría bajar la media en el caso de la subur- zan ambos movimientos, hemos tomado to- banización, al haber más familias con hijos. das las que el censo permite, siendo agru- En segundo lugar, porque la centralización pables en cinco bloques. implica a personas más mayores y más jó- venes que la suburbanización, pero la media 1) Cursos vitales y características demo- disfraza ese hecho. No existe una centraliza- gráficas básicas: edad, sexo, estado ci- ción, sino diferentes tendencias centralizado- vil y estructura del hogar. ras (Torrado, 2020). En lo que respecta a la 2) Posición social: nivel de estudios y con- estructura del hogar y el estado civil, ambas dición sociolaboral. perfilan la suburbanización como un fenó- 3) Estilos de vida: número de tareas do- meno más familiar, frente a una centralización mésticas que realiza, tenencia de se- que exhibe una mayor presencia de solteros, gunda residencia y lugar de trabajo2. divorciados y personas que conviven en ho- 4) Trayectoria residencial previa: lugar de gares no tradicionales. La cabecera parece nacimiento. un espacio más propio de etapas transiciona- les, así como el refugio de una amplia miríada 5) Características de la vivienda: régimen de hogares que rompen con la pauta familiar de tenencia, tamaño de la vivienda y an- nuclear, frente a una corona que se configura tigüedad de la misma3. como un espacio reproductivo, al que acuden Por último, cabe decir que las submues- en mucha mayor medida personas casadas y tras empleadas excluyen a los menores de familias con hijos pequeños. 16 años, por dos motivos. Primero, porque Un vistazo a las variables referentes a las son sujetos que en general no deciden por características de las viviendas de acceso (ta- sí mismos cambiar de residencia. Segundo, bla 2) revela importantes diferencias entre am- porque no son clasificables según las varia- bos movimientos. Se aprecia cómo los prota- bles indicativas de la posición social. gonistas de la suburbanización viven en un parque de viviendas mucho más nuevo y de mayores dimensiones. Esto guarda relación Resultados con dos fenómenos: primero, las caracterís- Perfiles de los participantes en la ticas del parque de viviendas de cabeceras y suburbanización y la centralización coronas, y segundo, las características de los hogares. A diferencia de los centralizadores, Atendiendo a las variables indicativas de los los suburbanitas, en hogares más grandes y cursos vitales, sorprende la similar edad de con hijos, encuentran en las coronas vivien- los protagonistas de suburbanización y cen- das más adecuadas a sus necesidades y pre- tralización (tabla 1). Dos motivos explican ferencias. La movilidad residencial se ve afec- esto: en primer lugar, no se cuenta a los me- tada por el estrés habitacional o room stress. Otra diferencia es el masivo acceso en las co- ronas a una vivienda en propiedad, especial- 2 Somos conscientes de lo limitado de estas varia- mente a través de algún tipo de crédito hipo- bles y, a pesar de todo, consideramos más adecuado incluirlas en nuestro trabajo por la ausencia de otras tecario. La centralización vuelve a reflejar las fuentes que podamos recabar sobre estos temas. ya comentadas diferencias internas, con un 3 La inclusión de este bloque responde a que permite volumen algo mayor de viviendas pagadas explorar las condiciones de la vivienda a la que acceden por completo, y un porcentaje mucho más ambos tipos de móviles, que a su vez va a tener que ver con la calidad de vida de la que van a disfrutar posterior- elevado de alquiler, lo cual parece vincularla a mente. trayectorias vitales y residenciales diferentes. Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 43 Tabla 1. Perfiles de la movilidad residencial: cursos vitales (%) Suburbanización Centralización Diferencias Edad (media) 39,7 39,1 –0,6 Sexo Hombre 51 51 0 Mujer 49 49 0 Estado civil Soltero 36 44 7 Casado 53 42 –11 Viudo 3 3 0 Separado o divorciado 7 11 4 Forma de convivencia Unipersonal 10 14 4 No familiar 1 4 3 Monoparental con hijos menores 4 5 1 Monoparental con hijos mayores 2 3 1 Pareja sin hijos 22 23 1 Pareja con hijos menores 45 31 –14 Pareja con hijos mayores 3 3 0 Otras familias 12 16 4 Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. Tabla 2. Perfiles de la movilidad residencial: características de las viviendas principales (%) Suburbanización Centralización Diferencias Tenencia de la vivienda Propiedad pagada 13 17 4 Propiedad hipotecada 69 47 –22 Alquiler 13 27 14 Cedida 5 9 4 Tamaño de la vivienda Menos de 76 m2 28 52 25 76 a 89 m2 26 25 –1 90 a 120 m2 22 15 –7 Más de 120 m2 25 8 –17 Antigüedad de la vivienda Anterior a 1940 2 12 10 1940 a 1960 4 14 10 1961 a 1970 8 19 10 1971 a 1980 16 15 –1 1981 a 1990 9 6 –3 1991 a 2001 20 10 –10 Posterior a 2001 41 23 –17 Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
44 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas En lo que respecta a las variables indi- dencia y el trabajo, frente a una centraliza- cativas de los estilos de vida (tabla 3) se ción que, por el contrario, tiende a reducir aprecia cómo la suburbanización conlleva los desplazamientos diarios. Segunda re- la dispersión de espacios de vida, supo- sidencia y tareas domésticas no muestran niendo una separación clara entre la resi- grandes diferencias. Tabla 3. Perfiles de la movilidad residencial: estilos de vida (%) Suburbanización Centralización Diferencias N.º tareas domésticas (media) 0,9 0,8 –0,1 Tiene segunda vivienda Sí 36 38 2 No 64 62 –2 Ámbito de trabajo Mismo municipio 14 41 27 Otro municipio 47 21 –26 Fuera del área 2 2 0 Varios municipios 5 5 0 Mismo domicilio 5 6 1 Ni estudia ni trabaja 27 26 –1 Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. Tabla 4. Perfiles de la movilidad residencial: posición social (%) Suburbanización Centralización Diferencias Nivel de estudios Primarios o inferior 10 10 0 Secundarios 19 20 0 FP o Bachiller 33 30 –2 Superiores 32 40 8 Condición socioeconómica Profesionales 27 32 5 Administrativos 20 20 0 Resto de trabajadores de servicios 11 12 2 Operarios 11 10 –1 Empresarios 7 7 0 Parados 1 1 0 Inactivos 16 16 0 Otros ocupados 1 1 0 Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. En términos de clase social (tabla 4) en- apuntar hacia la hipótesis de la polariza- contramos también divergencias interesan- ción socioespacial entre cabeceras y coro- tes. Se observa una cierta complementarie- nas de las principales áreas. De esta ma- dad entre ambos movimientos que parece nera, vemos una centralización en la que Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 45 tienen más protagonismo los profesionales En ambos movimientos tienen una y aquellos con estudios superiores, dibu- fuerte presencia los divorciados, separa- jando un movimiento propio de clases me- dos y viudos, un hecho que se explica por dias cualificadas, frente a una suburbaniza- la mayor movilidad que experimentan las ción donde estos grupos tienen una menor personas tras la disolución del hogar. Sin presencia. Obreros y personas con estu- embargo, los efectos marginales de estas dios secundarios optan en mayor medida categorías se muestran mucho más fuer- por las coronas. tes para el caso de la centralización (el do- Como vemos, suburbanización y cen- ble para el caso de las personas viudas y tralización refuerzan la tendencia a la ele- el triple para divorciadas y separadas). Las vación del nivel social de los habitantes ciudades centrales son más atractivas para de los centros y la periferización de las reconstruir la vida tras una ruptura del ho- clases trabajadoras. No obstante, esta gar. En cuanto a la categoría de solteros, primera imagen puede encontrarse muy solo es significativa y con signo negativo afectada por la estructura de población en el caso de la suburbanización: las co- de sus lugares de origen, y además no ronas no son muy interesantes para perso- permite percibir el efecto aislado de las nas solas. distintas variables, ya que muchas co- Los resultados respecto a la estruc- rrelacionan en cierta medida. Por ello, es tura del hogar (gráfico 1) son coherentes necesario dar un paso más allá y anali- con el estado civil. La centralización es zar los determinantes de los movimientos, más probable en hogares no familiares, para así controlar los efectos estructura- otros hogares y parejas sin hijos, frente les y aislar la aportación de las distintas a una tendencia a la suburbanización en variables. la que exclusivamente destacan las pare- jas sin hijos. Por su parte, si bien el convi- vir en familia se muestra, como es lógico, Determinantes de la suburbanización y la como un factor limitante de ambos movi- centralización mientos, este es mucho más fuerte para Los modelos realizados (tabla 5) se mues- el caso de la centralización, confirmando tran sólidos en términos globales, tanto en el carácter más familiar de la suburbani- sus estadísticos de ajuste como por la sig- zación. nificatividad de las variables introducidas. Si consideramos de manera conjunta las El modelo se ajusta ligeramente mejor a la tres variables de los cursos vitales, obtene- suburbanización, lo que refuerza la idea de mos una visión de conjunto del efecto de que la centralización es un movimiento más estas dos formas de movilidad sobre la es- diverso internamente. tructura de población urbana. Por un lado, La variable edad es significativa en acuden al centro personas más mayores, ambos modelos, pero opera con signo vinculadas a rupturas del hogar o a hogares contrario. Ambos tipos de movilidad resi- no familiares, pero en el que también tienen dencial alimentan por tanto procesos so- relevancia las parejas sin hijos. Por otro, sa- ciodemográficos de envejecimiento de las len hacia la corona personas jóvenes, casa- cabeceras, especialmente si tenemos en das, parejas y familias completas en etapas cuenta que los que se suburbanizan son de expansión del hogar. Desde el punto de los que se encuentran, en mayor medida, vista demográfico, el efecto conjunto es en fases de crianza y expansión del ho- que se rejuvenecen las coronas y envejecen gar. los centros. Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
46 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas Tabla 5. M odelos para la explicación de la suburbanización y la centralización en las principales áreas metro- politanas españolas Centralización Suburbanización dy/dx (%) SE dy/dx (%) SE Edad 0,04*** 0,0001 –0,01*** 0,0000 Edad al cuadrado 0,00*** 0,0000 0,00 0,0000 Sexo (ref.=Mujer) Hombre 0,16*** 0,0002 0,04*** 0,0001 Estado civil (ref.=Casado) Soltero 0,04 0,0003 –0,10*** 0,0001 Viudo 0,41*** 0,0006 0,23*** 0,0002 Divorciado/Separado 0,62*** 0,0004 0,22*** 0,0002 Forma de convivencia (ref.=Unipersonal) No familiar 0,76*** 0,0008 0,01 0,0004 Monoparental con hijos menores –0,39*** 0,0006 –0,32*** 0,0002 Monoparental con hijos mayores –0,23*** 0,0006 –0,45*** 0,0003 Pareja sin hijos 0,18*** 0,0004 0,20*** 0,0002 Pareja con hijos menores –0,31*** 0,0004 –0,14*** 0,0002 Pareja con hijos mayores –0,89*** 0,0006 –0,48*** 0,0002 Otras familias 0,27*** 0,0004 –0,07*** 0,0002 Nivel de estudios (ref.=Primarios o inferior) Secundaria 0,23*** 0,0004 –0,07*** 0,0002 Bachiller/FP 0,59*** 0,0004 –0,09*** 0,0002 Superiores 1,29*** 0,0005 –0,24*** 0,0002 Condición sociolaboral (ref.=Administrativos) Profesionales 0,18*** 0,0003 –0,05*** 0,0001 Resto de trabajadores de servicios –0,07 0,0004 0,03* 0,0002 Operarios –0,49*** 0,0004 0,06** 0,0002 Empresarios –0,14** 0,0005 0,03 0,0002 Parados –0,59*** 0,0011 –0,27*** 0,0004 Inactivos –0,09* 0,0004 –0,22*** 0,0002 Otros ocupados 0,16 0,0010 –0,09 0,0005 N.º de tareas que realiza –0,08*** 0,0002 0,10*** 0,0001 Tiene segunda residencia (ref.=No) Sí 0,23*** 0,0002 –0,18*** 0,0001 Lugar de trabajo o estudios (ref.=Mismo municipio) Otro municipio –1,39*** 0,0003 1,48*** 0,0001 Fuera del área –0,92*** 0,0008 0,83*** 0,0003 Varios municipios –0,74*** 0,0006 0,94*** 0,0002 Mismo domicilio –0,56*** 0,0005 0,68*** 0,0002 Ni estudia ni trabaja –0,71*** 0,0003 0,85*** 0,0001 Tenencia (ref.=Propiedad hipotecada) Propiedad pagada –0,76*** 0,0003 –0,85*** 0,0001 Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 47 Tabla 5. M odelos para la explicación de la suburbanización y la centralización en las principales áreas metro- politanas españolas (Continuación) Centralización Suburbanización dy/dx (%) SE dy/dx (%) SE Alquiler 0,66*** 0,0003 –0,27*** 0,0001 Cedida y otras formas 0,26*** 0,0004 –0,37*** 0,0002 Lugar de nacimiento (ref.=Cabecera) Corona –1,21*** 0,0003 0,11*** 0,0002 Otra cabecera –0,57*** 0,0005 –0,46*** 0,0002 Otra corona –1,51*** 0,0011 –0,15*** 0,0003 No metropolitano –0,74*** 0,0004 –0,16*** 0,0001 Extranjero 0,12** 0,0004 0,36*** 0,0002 Tamaño vivienda (ref.=Menor 75 m²) 76 a 90 m² –0,42*** 0,0003 0,12*** 0,0001 91 a 120 m² –0,71*** 0,0003 0,31*** 0,0001 Más 120 m² –1,31*** 0,0004 0,83*** 0,0001 Antigüedad de la vivienda (ref.=Anterior 1940) 1940 a 1960 –0,34*** 0,0005 0,18*** 0,0003 1961 a 1970 –0,92*** 0,0004 0,44*** 0,0003 1971 a 1980 –1,65*** 0,0004 0,82*** 0,0003 1981 a 1990 –1,76*** 0,0005 0,89*** 0,0003 1991 a 2001 –1,86*** 0,0005 1,15*** 0,0003 Posterior a 2001 –1,13*** 0,0004 1,43*** 0,0003 N 505.613 401.128 Sig 0,000 0,000 Log-Lik Modelo vacío –907.388 –1.837.000 Log-Lik Modelo completo –705.601 –1.224.000 Pseudo R² 0,220 0,330 Nota: ***p-valor
48 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas microempresas precarias, con condicio- cial entre cabeceras y coronas lleva a la nes más cercanas a trabajadores que a concentración de profesionales en los los empresarios de compañías de tamaño centros y salidas a lo suburbano de tra- mayor. En conjunto, la movilidad residen- bajadores. Gráfico 1. E fectos marginales sobre la probabilidad de suburbanización y centralización según estructura del hogar (%) 1,00 Suburbanización 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 –0,20 –0,40 –0,60 –0,80 es es es as s es ar jo or or or ili ili or hi en ay m ay m en n fa fa m m m si m s o s s s ja tra N ijo s ijo jo re jo hi lh lh O hi Pa n ta ta n co co en en ja ar ar ja re op op re Pa Pa on on M M 1,00 Centralización 0,50 0,00 –0,50 –1,00 –1,50 as es es s ar es es jo ili ili or or hi or m or m en ay fa ay n en fa si m m m s m o tra ja s s N s jo jo s re ijo O ijo hi hi Pa lh lh n n ta co co ta en en ja ja ar ar re re op op Pa Pa on on M M Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 49 Gráfico 2. E fectos marginales sobre la probabilidad de suburbanización y centralización según nivel de estudios (%) 0,00 Suburbanización –0,10 –0,10 –0,20 –0,20 –0,30 –0,30 Secundaria Bachiller/FP Superiores 1,60 Centralización 1,40 1,20 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 Secundaria Bachiller/FP Superiores Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
50 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas Gráfico 3. E fectos marginales sobre la probabilidad de suburbanización y centralización según condición so- ciolaboral (para principales categorías) (%) 0,10 Suburbanización 0,10 0,10 0,10 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 –0,10 –0,10 –0,10 Profesionales Resto servicios Operativos Empresarios 0,30 Centralización 0,20 0,10 0,00 –0,10 –0,20 –0,30 –0,40 –0,50 –0,60 –0,70 Profesionales Resto servicios Operativos Empresarios Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. Las cabeceras de Madrid, Barcelona, Va- tas relaciones se muestran muy claras, debe lencia, Sevilla y Bilbao atraen (y retienen, vista tenerse en cuenta que los gráficos no se en- su probabilidad negativa de ir hacia la corona) cuentran en la misma escala (véanse los va- a las clases medias cualificadas, y expulsan lores del eje y). De hecho, si regresamos a o repelen a sectores populares. No obstante, los efectos del modelo (tabla 5) se observa es necesario matizar esta afirmación. Si bien cómo, si bien los efectos de estas variables en los gráficos de los efectos marginales es- son muy potentes para la centralización, no Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
José Manuel Torrado, Ricardo Duque-Calvache y Roberto Nogueras Zondag 51 es así para la suburbanización, en la cual los torias en la suburbanización es un hallazgo efectos, aunque significativos, presentan va- nuevo que sería interesante explorar. Posible- lores más bajos. Esto da cuenta de que, aun- mente el enfoque más adecuado sería una in- que la clase social es un factor muy impor- vestigación cualitativa para profundizar en la tante, esta lo es en menor medida para el importancia de haberse criado en un tipo de caso de la suburbanización, apuntando a su espacio urbano para su fijación como ideal en carácter social menos excluyente. fases futuras de la vida. Por su parte, la ma- Los modelos también dibujan dos estilos yor propensión de los extranjeros a participar de vida claramente diferenciados vinculados en ambos cambios refleja un patrón general a la movilidad residencial. La centralización de mayor movilidad de este colectivo. se asocia con un estilo de vida basado en la Por último, tenemos las variables referen- proximidad residencia-trabajo, frente a un es- tes al parque de viviendas: tenencia, antigüe- tilo de vida suburbano caracterizado por una dad y tamaño. La suburbanización es un mo- creciente fragmentación de los espacios del vimiento asociado de manera generalizada habitar, que implica moverse de manera co- al acceso a la propiedad, principalmente a tidiana. No obstante, estas diferencias en los través de créditos hipotecarios, así como a estilos de vida no deben interpretarse de ma- la búsqueda de viviendas espaciosas y de nera aislada, sino que casan bien con lo visto nueva construcción. Mientras, la centraliza- al respecto de los cursos vitales y la posición ción es más diversa, e incluye un volumen re- social. Es más propio de sujetos en fases levante de viviendas en alquiler y la búsqueda transicionales de los cursos vitales y de clase de viviendas pequeñas y antiguas. Estos pa- media centrarse más en el ocio y el trabajo, e trones pueden considerarse como algo dado integrar los distintos espacios de interacción por la composición del parque residencial de social. La suburbanización, más familiar, pri- cabeceras y coronas, pero también reflejan vilegia el tipo y tamaño de vivienda al que se condicionamientos y preferencias de los in- quiere acceder, incluso a costa de implicar dividuos. En el caso de la suburbanización, la desplazamientos cotidianos. El resto de va- relevancia de los proyectos de vida familiares riables incluidas en el modelo (disponibilidad y de crianza fomentan la búsqueda de la esta- de segunda residencia y número de tareas bilidad residencial y la inversión a largo plazo. del hogar que se realizan) tienen una lectura En la centralización, el carácter más transito- menos clara y, como se ha visto en la parte rio de los momentos de los cursos vitales de descriptiva, un efecto conjunto mucho menor. sus protagonistas explica la preferencia por el No se ha incluido un análisis específico de alquiler, así como el acceso a viviendas más la trayectoria residencial anterior, porque no pequeñas puede explicarse por las caracte- tiene efectos contrarios en suburbanización y rísticas de sus hogares, usualmente peque- centralización como otras variables. No obs- ños y poco convencionales. Por otra parte, la tante, es relevante comentarla para conectar gran preferencia que los centralizadores pare- con los contextos más amplios de la expe- cen tener por las viviendas más antiguas (las riencia residencial y las migraciones, y es que anteriores a 1940) no parece explicable por tanto suburbanización como centralización las características del parque de viviendas de parecen movimientos muy vinculados a dos las cabeceras, ya que este segmento del par- tipos de trayectorias: de un lado, los movi- que residencial apenas alcanza un 6,5% en mientos de retorno de antiguos residentes; de las ciudades analizadas. Por tanto, esta ten- otro, la movilidad de los extranjeros. Si bien la dencia posiblemente responda a las prefe- vinculación de la centralización al retorno de rencias de sus protagonistas por unas vivien- antiguos residentes es una tesis asentada en das antiguas localizadas mayoritariamente la literatura, la importancia de estas trayec- en torno a los cascos históricos y, posible- Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
52 ¿Hacia una ciudad dual? Suburbanización y centralización en las principales ciudades españolas mente, con cierto valor arquitectónico. De de estas viviendas en edificios históricos, este modo, si consideramos esta tendencia a también hay flujos de centralización que bus- vivir en edificios históricos, junto a su elevado can las viviendas más nuevas, por lo que po- perfil social, parece claro que la centralización demos concluir que, en los casos estudiados, es un movimiento muy vinculado, al menos la gentrificación convive con procesos de re- en las cinco urbes analizadas, a procesos de novación urbana y de ocupación de espacios gentrificación. Cabe mencionar que, además industriales o vacíos de urbanización reciente. Gráfico 4. Efectos marginales sobre la probabilidad de suburbanización y centralización según lugar de trabajo (%) 1,60 Suburbanización 1,40 1,20 1,00 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 Otro municipio Fuera de área Varios municipios Mismo domicilio 0,00 Centralización –0,20 -0,40 –0,60 –0,80 –1,00 –1,20 –1,40 –1,60 Otro municipio Fuera de área Varios municipios Mismo domicilio Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2011. Reis. Rev.Esp.Investig.Sociol. ISSN-L: 0210-5233. N.º 176, Octubre - Diciembre 2021, pp. 35-58
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