La geopolítica de la diáspora venezolana. El caso de Madrid - Trabajo de Fin de Grado Geografía y Ordenación del Territorio Curso 2020/2021 Junio ...
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La geopolítica de la diáspora venezolana. El caso de Madrid Trabajo de Fin de Grado Geografía y Ordenación del Territorio Curso 2020/2021 Junio de 2021 Autor: Pedro Martín Serrano
ÍNDICE DE CONTENIDOS 1. Introducción ....................................................................................................................3 2. Objetivos y justificación ..................................................................................................3 3. Metodología y Fuentes ....................................................................................................5 4. Contextualización histórica del conflicto .........................................................................7 4.1 La llegada del proyecto bolivariano al poder.............................................................7 4.2 Dos décadas de gobiernos bolivarianos .....................................................................8 4.3 El petróleo en Venezuela. ....................................................................................... 10 5. Escala internacional del conflicto .................................................................................. 12 5.1 Caracterización de la diáspora venezolana: Dinámica y distribución ....................... 12 5.2 Posiciones internacionales ante el conflicto ............................................................ 17 6. Escala nacional .............................................................................................................. 22 6.1 Dinámica y distribución de la inmigración venezolana en España ........................... 22 6.2 Posiciones nacionales ante el conflicto ...................................................................25 7. Escala regional y local: Madrid...................................................................................... 26 7.1 Dinámica y distribución de la inmigración venezolana en Madrid ........................... 26 7.2 Expresiones políticas del proceso migratorio en Madrid ......................................... 30 8. Conclusiones ................................................................................................................. 33 9. Bibliografía ................................................................................................................... 35 1
ÍNDICE DE FIGURAS Figura 4.1: Porcentaje de población que vive por debajo de la línea de la pobreza 9 Figura 4.2: Rentas del petróleo en % del PIB 11 Figura 5.1: Mapa de la distribución de la población venezolana en el extranjero 13 en 2021 Figura 5.2: Porcentaje de población venezolana en el extranjero por región de 14 destino y año Figura 5.3: Gráfica de la evolución de población venezolana en 3 países paradigmáticos de la diáspora 15 Figura 5.4: Variación porcentual del valor económico de las importaciones en Venezuela desagregado por 4 países de interés para los años 2000-2019 18 Figura 5.5: Número de protestas al año producidas en Venezuela desde 2011 20 Figura 6.1: Mapa de distribución y magnitud del proceso migratorio en España y su entorno cercano en 2021 23 Figura 6.2: Evolución de la población nacida en Venezuela en España desagregada en la total y la que dispone de nacionalidad española 24 Figura 7.1: Distribución de la población nacida en Venezuela en la ciudad de 27 Madrid. Figura 7.2: Gráfico de dispersión por distritos de Madrid para y = renta y x = población venezolana en 2017 29 Figura 7.3: Gráfico de dispersión por distritos de Madrid para y = renta y x = población venezolana en 2020 29 Figura 7.4: Mapa del aumento de población nacida en Venezuela por distritos en Madrid para los años 2017 2020 30 2
1. Introducción La diáspora de población venezolana es uno de los fenómenos demográficos más importantes de los últimos años a escala internacional. Además, debido a la importancia estratégica de Venezuela en la región latinoamericana, el proceso migratorio adquiere una dimensión política muy clara, haciendo complicado un entendimiento objetivo de dicha diáspora. La presente investigación propone un método de análisis geopolítico basado en tres escalas espaciales distintas que permiten un acercamiento diversificado al proceso migratorio. Hay un primer estudio del fenómeno a escala internacional, un posterior acercamiento a nivel estatal centrado en España y, por último, una tercera escala dedicada a Madrid. Este flujo de estudio descendente permite apreciar realidades distintas de la misma diáspora y confirmar o desechar algunas hipótesis planteadas. Por otro lado, la realización de entrevistas personales a dos figuras de relevancia en el estudio del fenómeno migratorio afianza la investigación. Partiendo de esta metodología, la aportación de la dimensión espacial es clave en el entendimiento de los intereses geopolíticos e ideológicos asociados al fenómeno migratorio, ya que la distribución de la población venezolana, tanto a escala internacional como en la ciudad de Madrid, permiten deducir algunas cuestiones de interés y al compararlas con los discursos políticos se extraen conclusiones de utilidad para entender la diáspora y las implicaciones geoestratégicas que subyacen a la misma. Para permitir una comprensión más sólida de las dimensiones geopolíticas e ideológicas asociadas al proceso migratorio venezolano se incluye una importante contextualización histórica al conflicto desencadenante de la crisis migratoria. Se debe prestar especial atención a las razones de la victoria del proyecto bolivariano en Venezuela y su posterior deriva política, así como a la relación de la economía venezolana con el petróleo Por lo tanto, debido al carácter reciente del proceso migratorio y la opacidad del entendimiento general del conflicto geopolítico asociado, esta investigación se considera de especial interés. 2. Objetivos y justificación La crisis migratoria que vive Venezuela tiene unas dimensiones inéditas en la región latinoamericana. A fecha de 2020, según datos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas, 2020), 5,3 millones de venezolanos vivían fuera del país, mientras que en 2015 solo lo hacían cerca de 700.000. Teniendo en cuenta que la población total del país es de poco más de 27 millones de habitantes según el último censo oficial de 2011 (Instituto Nacional de 3
Estadística de Venezuela, 2021), el volumen de migrantes que ha abandonado el país supone cerca de un 20% de la población. Por lo tanto, el tamaño y la celeridad en la que se ha desarrollado el proceso migratorio lo convierte en un caso único y de serias consecuencias. Páez (2015a) ya describía en un estado temprano de la diáspora la gravedad del proceso y su tendencia creciente. Mas recientemente, Koechlin y Eguren (2018) confirman la magnitud y gravedad de la crisis migratoria por su envergadura numérica, pero también por las “situaciones personales dramáticas” que conlleva, además de considerarlo un proceso sin precedentes en “este espacio territorial”, refiriéndose a América Latina. Un acercamiento a la reciente diáspora venezolana desde la geografía permite dotar de contenido espacial a un conflicto político complejo en el que se entremezclan diversos intereses estatales y privados a distintas escalas, perceptibles adecuadamente a partir del enfoque geopolítico. La aportación de esta investigación al entendimiento de la dinámica y la caracterización e implicaciones de la salida de los venezolanos de su país se fundamenta en la detección temprana de las dinámicas territoriales de los distintos agentes implicados. Como es un proceso migratorio reciente y en curso, no existe una investigación científica sólida, por lo que lo resultados de este proyecto son de indiscutible interés. La objetividad de los datos aportados, así como sus implicaciones territoriales, permiten un contraste crítico de los discursos políticos “interesados” en la realidad de este fenómeno migratorio. En definitiva, el objetivo principal de la investigación es valorar críticamente los discursos y actuaciones políticas de los actores implicados e identificar los intereses geoestratégicos que subyacen a los ritmos y trayectorias de la reciente emigración venezolana. Este objetivo se desgrana en una serie de objetivos concretos: • Caracterizar la magnitud del proceso a escala global, diferenciando las distintas fases del mismo y los países donde se asientan los venezolanos. Esta información será muy útil para entender las posiciones políticas de los distintos gobiernos y entidades implicadas. • Analizar el tratamiento que dan las instituciones internacionales (Organización de las Naciones, Unión Europea y Organización de Estados Americanos) a los migrantes venezolanos. En el primer acercamiento a escala internacional global que se hace del proceso migratorio aparecen ya las primeras cuestiones que van permitiendo responder 4
a las preguntas más generales de la investigación. La identificación del tratamiento que dan algunas organizaciones internacionales al conflicto y concretamente al estatus migratorio es buen ejemplo de ello. Algunas de las organizaciones que suscitan mayor interés en la investigación son la Organización de las Naciones Unidas o la Organización de Estados Americanos. En este momento se comenzarán a detectar las grandes posiciones geopolíticas con respecto a la crisis migratoria. • Estudiar la dinámica y el volumen de llegada de inmigrantes venezolanos a España y su distribución geográfica. Asimismo, comparar el proceso migratorio venezolano en España con el de otros países cercanos cómo pueden ser Portugal o Italia, • Evidenciar las diferentes posiciones y medidas con relación a la comunidad venezolana residente en España, comparando el discurso de los diferentes partidos políticos con respecto al gobierno venezolano y examinando el tratamiento que reciben los inmigrantes. • Indagar acerca de los migrantes venezolanos en la Comunidad y ciudad de Madrid, una de las regiones europeas preferidas para este colectivo. Estudiar su distribución, las fases de asentamiento y sus redes de apoyo. • Examinar las reacciones y actuaciones de diferentes cargos políticos regionales y municipales madrileños y el discurso de la prensa frente a este flujo migratorio tan notable en los últimos. En definitiva, el estudio del caso de Madrid permitirá apreciar a una escala de detalle y con realidades tangibles cuales son realmente los diversos intereses políticos en el proceso migratorio. 3. Metodología y Fuentes Para conseguir alcanzar los objetivos propuestos, se propone un análisis geopolítico de carácter multiescalar pues, como subraya Lacoste (2012), en cada una de las escalas geográficas se pueden observar ciertos fenómenos que en otras se torna más complicado. En efecto, solo se puede apreciar la magnitud de la diáspora venezolana a escala planetaria, ya que la población emigrante se dispersa por todo el globo. Sin embargo, el grado de aceptación social de la comunidad migrante en su lugar de destino o la caracterización socioeconómica de los migrantes son mucho más identificables a escala local o regional. Se considera que la comprensión global del fenómeno es clave para contextualizar y entender sus rasgos e implicaciones territoriales concretas, y a ello atiende la organización de la 5
investigación que se presenta en tres capítulos que responden a tres escalas geográficas: la global o planetaria, la nacional y la regional, entrándose las dos últimas en el Estado español y en la ciudad de Madrid y su área metropolitana, respectivamente. Centrando la atención en las fuentes utilizadas, se ha realizado una revisión bibliográfica para localizar los libros y artículos académicos sobre el tema, cuya lectura ha permitido sin duda un primer acercamiento al tema y disponer de información básica, si bien muchas veces incompleta y no siempre actualizada por la todavía reducida investigación en torno a la cuestión que se aborda. Asimismo, se han obtenido datos oficiales a partir de fuentes estadísticas. Fundamentalmente de los Institutos Nacionales de Estadística venezolano y español, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Banco Mundial y el Observatorio de Complejidad Económica (OEC). Esta información ha permitido elaborar documentos gráficos y cartográficos valiosos para caracterizar y comprender la migración venezolana, pero también para contrastar los discursos con la realidad, y acercarse a los intereses de los diferentes actores. Se han realizado entrevistas en profundidad a dos figuras de referencia en el estudio de la diáspora venezolana: Tomás Páez1 y Mario Valero2. El primero, migrante venezolano residente en Madrid, importante por sus conocimientos acerca del colectivo de ese país residente en Madrid; el segundo, profesor de Geografía en la Universidad de los Andes y especialista en fronteras y migraciones. Sus contrastadas perspectivas son claras: Páez trata la diáspora desde una perspectiva más sociológica, en la que se interesa por el perfil socioeconómico del migrante, así como por sus percepciones e intereses. Por otro lado, Valero investiga el proceso desde una óptica más próxima a este trabajo, geográfica, histórica y geopolítica. Ambas visiones aportan datos, opiniones y percepciones muy relevantes para el entendimiento del conflicto. Se ha analizado el tratamiento que la prensa española da a los migrantes venezolanos en España y en Madrid concretamente. Estas fuentes permiten identificar el discurso y el uso político que hacen los diferentes partidos de la migración venezolana. A su vez, la prensa permite realizar un acercamiento útil al imaginario colectivo que tiene la población española sobre la migración venezolana. Contrastar estas percepciones sociales con los datos reales permite obtener conclusiones de interés. 1 Entrevista dedicada a Páez, T. (2021). Cuestiones vinculadas a la diáspora venezolana en España. Entrevista realizada por el autor el día 19/04/2021. Google Meet (sin grabación). 2 Entrevista dedicada a Valero, M. (2020). Enfoque geopolítico de la migración venezolana. Entrevista realizada por el autor el día 16/12/2021. Google Meet (sin grabación). 6
Por último, se intentó conseguir información procedente de asociaciones de inmigrantes venezolanos en Madrid. Las dificultades impuestas por la pandemia han imposibilitado avanzar en esta dirección. No obstante, se ha realizado un análisis cualitativo de estos grupos para conocer su finalidad y orientación, con el fin de dilucidar si su ideario y finalidades son homogéneas o no. Por lo tanto, la metodología empleada en este trabajo utiliza tanto enfoques y fuentes cualitativas cómo cuantitativas. Esta combinación permite analizar y contrastar los discursos políticos con la realidad y las implicaciones territoriales de la diáspora venezolana. 4. Contextualización histórica del conflicto 4.1 La llegada del proyecto bolivariano al poder El conflicto político actual en Venezuela responde a una grave crisis social y económica que se ha ido recrudeciendo en la última década. Dicho esto, es muy importante tener en cuenta el contexto histórico de llegada al poder del actual gobierno, así como las razones de su victoria y su posterior deriva política. El proyecto bolivariano llega a Venezuela de la mano de Hugo Chávez en diciembre de 1998 tras ganar con claridad las elecciones presidenciales (Olmo, 2018). Chávez alcanza el poder al final de una década políticamente convulsa en el país, en la que el sistema político del Punto Fijo se agotaba tras casi cuarenta años, al evidenciarse su control por parte de una élite cada vez más distanciada de la población (Olmo, 2018). Atehortúa y Rojas (2005), explican que este sistema, de carácter bipartidista, fue un pacto de coalición entre las élites que se tradujo en compromisos clientelares en las instituciones y corrupción estructural. Algunos hitos históricos relevantes para este estudio, previos a la llegada del proyecto bolivariano al poder, son el Caracazo de 1989 y el golpe de estado fallido de Chávez en 1992. El Caracazo se produce durante el segundo mandato del presidente Carlos Andrés Pérez, elegido en 1989 con la expectativa de reeditar el brillo de su primera legislatura en los años 70 (Atehortúa y Rojas, 2005). El máximo mandatario tomó el poder de Venezuela en un momento económico muy complicado, marcado por la devaluación de la moneda, el endeudamiento público y las políticas neoliberales (Honorio, 2008). Sus primeras políticas fueron continuistas con las políticas heredadas y aplicó un paquete macroeconómico que restringía el gasto público y los niveles salariales, además de promover diversas liberalizaciones a cambio de obtener el beneplácito y la financiación del Fondo Monetario Internacional (Honorio, 2008). 7
En este contexto estalló una revuelta popular de gran magnitud que fue reprimida brutalmente por el ejército, dejando decenas de muertos (Olmo, 2018). Otras fuentes apuntan a que los asesinados fueron más de 300 (Honorio, 2008). Este suceso que es conocido como El Caracazo derivó en un clima de indignación que alimentó el apoyo a Chávez (Olmo, 2018). Tres años después la situación económica del país seguía empeorando. Buena prueba de ello es el aumento en el porcentaje de población que estaba por debajo del umbral de la pobreza entre 1981 y 1994, que pasó de un 24% a un 60% respectivamente (Atehortúa y Rojas, 2005). En esta situación, Chávez da un golpe de estado en febrero de 1992, que fracasa debido a la oposición de los altos mandos del ejército, fieles a las élites del país (Atehortúa y Rojas, 2005). Sin embargo, su posterior detención le brindó la oportunidad de difundir sus ideas en los medios de comunicación (Römer, 2005). Esto le proporcionó la simpatía y popularidad necesaria para su victoria de 1998, obtenida después de ser encarcelado y posteriormente indultado en 1994 (López, 2009). Por lo tanto, la victoria del chavismo en las elecciones se debe a diversas causas, entre las que se encuentran el descontento popular con el régimen político, una profunda crisis económica acompañada de medidas neoliberales y una elevada popularidad de Chávez. Es importante destacar también que el movimiento bolivariano que impulsa a Chávez tiene un carácter profundamente militarista. El bolivarianismo nace en los años 70 en los cuarteles venezolanos, conformado principalmente por militares de origen humilde e ideología izquierdista (López, 2008). Otro rasgo definitorio de la ideología de este movimiento político es el nacional-desarrollismo. La tradición política militar de este movimiento, incluía en sus tesis el generar un estado fuerte, buscando erigir a Venezuela como potencia regional, con el ejército “como centro de poder” (López, 2008). Una vez llegado Chávez al poder, se confirman estas líneas ideológicas. Un buen ejemplo de ello es la unificación de las fuerzas armadas. 4.2 Dos décadas de gobiernos bolivarianos A partir de 1998, el chavismo ha encadenado seis victorias presidenciales, las dos últimas, en 2013 y 2018, fueron encabezadas por Nicolas Maduro tras la muerte de Chávez en 2012. Este cambio de mandatario y el desfavorable contexto económico desencadenaron una grave crisis política y social en Venezuela. Por lo tanto, se pueden delimitar dos grandes periodos en el gobierno chavista en Venezuela, antes y después de la muerte de Chávez. Las políticas de Hugo Chávez durante sus primeros años de mandato resultaron ser muy populares. Entre ellas cabe destacar la aprobación de una nueva constitución en 1999 o la 8
estatalización de empresas en diversos sectores de la economía, como el petróleo (López, 2016). De hecho, durante la primera década de su presidencia los efectos positivos sobre la economía o la reversión de la desigualdad se manifiestan en el crecimiento del PIB, la reducción del índice de Gini o la tasa de incidencia de la pobreza. En la figura 4.1 se puede apreciar como desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999 se produce un descenso brusco de la población que se encuentra bajo el umbral de la pobreza, situándose en torno al 30%. 60 50 40 30 20 10 0 1998 2001 2008 2013 Figura 4.1. Porcentaje de población que vive por debajo de la línea de la pobreza. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Banco Mundial (2021) Al mismo tiempo se fue generando un modelo de gobierno con ciertos aspectos autoritarios y autocráticos, según Valero (2020). También comienza a desarrollarse un intento de control del relato colectivo desde el gobierno (Römer, 2005) e incluso una utilización política de la historia de Venezuela, cómo explica Quintero (2018), que expone cómo la figura de Simón Bolívar ha tenido un proceso de heroificación con el fin de conseguir una identificación colectiva de la población con el proyecto político bolivariano. Todas estas herramientas de legitimación del discurso político han permitido al gobierno venezolano tener una amplia base de apoyo popular, sobre todo en las clases populares. Por otro lado, aunque esta primera etapa de gobierno al mando de Chávez tuvo unas consecuencias positivas en la economía y en la erradicación de la pobreza extrema, se fue construyendo un modelo económico rentista muy dependiente de la exportación del petróleo, lo cual se tradujo en una dependencia de las economías familiares al ingreso proveniente del Estado (Jeannot, 2010). Esta debilidad del modelo productivo venezolano se evidenció en la crisis global de 2009, cuando se produjo una bajada significativa de los hidrocarburos en el mercado mundial (López, 2016). Este fue un punto de inflexión en el apoyo popular al régimen chavista, que, aunque pudo recuperarse en cuanto los precios del petróleo se restablecieron, un nuevo descenso en 9
2012 y sin medidas para contrarrestar la coyuntura, el país fue sumiéndose en una grave crisis económica, de la que derivaron otras crisis políticas y sociales (López, 2016). En 2014 se sucedieron diversas protestas sociales en contra del gobierno de Maduro, sobre todo en los municipios gobernados por la oposición, que fueron reprimidas duramente (López, 2016). Al mismo tiempo, los manifestantes de la oposición actuaron violentamente, generándose un clima de confrontación muy grave. En el año 2015 se produjeron unas elecciones legislativas que perdió el partido oficialista, dejando la Asamblea Nacional en manos de la oposición. Estos comicios fueron el reflejo de la bajada de popularidad del chavismo, que perdió grandes apoyos en centros urbanos tradicionalmente favorables, aunque retuvo el voto de las poblaciones rurales más atrasadas. Al mismo tiempo, la victoria de la oposición en los estados occidentales, fue abrumadora (Buxton, 2016). A partir de este momento la tensión política creciente, unida a la grave crisis económica, generó un proceso migratorio de dimensiones inéditas en el país e incluso en la región latinoamericana (Valero, 2020). 4.3 El petróleo en Venezuela. Como es sabido, el petróleo es uno de los recursos más codiciados del planeta, “vital para el desarrollo mundial” por su potencial energético; ello explica que la lucha por el control de este recurso haya sido la causante de buena parte de los conflictos bélicos en el mundo contemporáneo (López e Hilario, 2008). Venezuela es el país con mayores reservas de petróleo: alberga un 17.5% de las mundiales a fecha de finales del 2019 (BP, 2020). Como se ha puesto de manifiesto en el apartado anterior, el petróleo juega un papel central en la historia, la economía, y la geopolítica de Venezuela. Según el Observatory of Economic Complexity (OEC, 2019) un 83.1% de las exportaciones del país sudamericano corresponden a la venta de crudos del petróleo. Estas exportaciones se destinan mayoritariamente a India y China, con un 33,8% y 28,4% respectivamente (OEC, 2019), mientras que Estados Unidos solo recibe un 12, 4%. Este hecho puede suponer cierto peligro para el abastecimiento del país norteamericano a largo plazo, aunque en la última década ha doblado su producción interna (Sandri, 2019). El petróleo ha sido una parte crucial de la economía venezolana desde hace más de 50 años. Sin embargo, ha demostrado ser también un recurso con una importancia muy variable en la producción económica nacional (figura 4.2). Así el valor relativo de la renta asociada al petróleo 10
sobre el total de la economía nacional ha estado muy relacionado con subidas y bajadas en el precio del barril en el mercado internacional, muy variable y vulnerable a las crisis económicas, como evidencian las caídas en la década de los 70 de la pasada centuria o en 2009, cuando el peso del petróleo en la economía nacional cae rotundamente. 40 35 30 25 20 15 10 5 0 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 Figura 4.2. Rentas del petróleo en % del PIB. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Banco Mundial (2021). Se evidencia, por tanto, que la economía venezolana tiene una excesiva dependencia de este recurso energético, lo que acaba propiciando periodos de bonanza y de crisis bastante marcados, además de mostrar una alta vulnerabilidad frente a los precios del petróleo en el mercado internacional. Jeannot (2010) explica cómo Venezuela ha generado un modelo económico rentista asociado al petróleo que define de la siguiente forma: “Una economía rentista es aquella donde dicha forma del beneficio es predominante con respecto a otra basada en el desarrollo de las ganancias de productividad”. Esto quiere decir que el beneficio obtenido en el país se basa en la exportación de un recurso, y tiene poca relación con la capacidad productiva propia. Este modelo económico asociado a la renta del petróleo no es una novedad. Desde la década de 1930 las exportaciones de este recurso fueron creciendo exponencialmente, magnificándose en los años 60 y continuando durante el resto del siglo XX. La cuestión es que ha generado una cortina de humo, pues el beneficio no se ha vinculado a una estrategia eficiente y productiva (Jeannot, 2010). Chávez heredó un modelo autóctono altamente dependiente del petróleo y lejos de desarrollar una economía eficiente e independiente de los beneficios del recurso energético, su gobierno aprovechó el alza en los precios del petróleo de mediados de la década de los 2000 para continuar con el modelo rentista (López, 2016). Es importante señalar también que el gobierno 11
bolivariano nacionalizó gran parte de las empresas petroleras, obteniendo así ingresos estatales e invirtiéndolos en “programas sociales y a la lucha contra la pobreza” (Wilpert, 2013), lo que hizo aumentar la base popular y apoyo del mandatario en su primera década de mandato. En 2009 los precios de los hidrocarburos descienden en el mercado mundial, y la economía venezolana se sume en la crisis. El modelo rentista era ya difícil de sustituir, y dado que los precios volvieron a descender en la crisis se profundiza durante los primeros años de mandato de Nicolás Maduro (López, 2016). Esta es una de las causas más importantes de la crisis que desencadenó el conflicto social, político y migratorio que llega hasta 2021. 5. Escala internacional del conflicto Una vez contextualizada la crisis en Venezuela, es posible realizar un primer acercamiento a escala global del proceso migratorio, así como de las posiciones políticas de los distintos países con respecto a la diáspora de población venezolana. 5.1 Caracterización de la diáspora venezolana: Dinámica y distribución La crisis migratoria que sufre Venezuela desde hace poco más de un lustro -se considera 2015 cómo la fecha en la que comienza la diáspora- ha tenido consecuencias en todo el continente americano, así como en los países europeos que tuvieron alguna relación migratoria con el país latinoamericano durante el Siglo XX, concretamente Italia, Portugal y España. La figura 5.1 permite tener una primera imagen de cómo se distribuye espacialmente esta diáspora de población venezolana en la actualidad. Perú y Colombia son los países que más población venezolana albergan, superando el millón de migrantes cada uno. Por detrás de Colombia y Perú se encuentran Chile, Ecuador y Estados Unidos en este orden. La figura 5.1 expresa también el número de asilos concedidos a población venezolana por país. Aquí destaca España de manera sobresaliente si comparamos el dato con respecto a la población venezolana total en el país. A pesar de tener menos de 400.000 inmigrantes, España ha concedido más de 75.000 peticiones de asilo, más que ningún otro país, según la Plataforma de coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (2021). A mucha distancia le siguen Estados Unidos, Brasil y México que han aceptado más de 10.000 peticiones cada uno. Colombia, sin embargo, aun siendo el país con más población venezolana del mundo dentro de sus fronteras, no ha optado por la concesión de este estatus a los inmigrantes, aunque cabe destacar que sí es el país que más permisos de residencia y estancia regular ha otorgado (más de 720.000), según la Plataforma de coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (2021). Además, el gobierno colombiano anunció en febrero de 2021 una regularización masiva 12
de migrantes venezolanos, que podría afectar, según datos de las autoridades colombianas a más de 2 millones de personas (Colombia anuncia una regularización masiva de migrantes venezolanos que "podría beneficiar a más de 2 millones" de personas, 2021). Figura 5.1 Mapa de la distribución de la población venezolana en el extranjero en 2021. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Plataforma de coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (2021). 13
La fotografía actual de la diáspora indica que una amplísima parte de la emigración venezolana se encuentra en Latinoamérica, aunque no era de esta manera en 2015, como indica Valero (2020). La figura 5.2 permite apreciar claramente, como los destinos del proceso migratorio entre 2010 y 2015 cambian radicalmente con los producidos hasta 2019. Mientras la población se dirige mayoritariamente hacia países de más renta en América del Norte y Europa hasta 2015, y a partir de ese momento, y desde 2017 de manera más intensa, se invierte la tendencia, de tal forma que en 2019 la región de América Latina y el Caribe albergan más del 80% de la población venezolana residente fuera de su país. Este es uno de los hechos que caracterizan la actualidad de la diáspora venezolana: La migración hacia países del entorno latinoamericano, a pesar de no ser destinos que ofrezcan futuros económicos demasiado prometedores. 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 América Latina y Caribe Ámerica del Norte Europa 2010 2015 2019 Figura 5.2. Porcentaje de población venezolana en el extranjero por región de destino y año. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la ONU (2020). Valero (2020) aseveró a lo largo de la entrevista realizada que el proceso migratorio se recrudece a partir de 2017, coincidiendo con un empeoramiento de la crisis política y económica que hace crecer el número de personas que se ven forzadas a abandonar el país. Mazuera-Arias et al. (2020) desarrollan un estudio socioeconómico para identificar los motivos de los 14
migrantes para desplazarse a fecha de 2018. Las conclusiones son bastante claras; la situación económica es la primera razón para emigrar. Sin embargo, antes de 2015 las razones eran bien distintas. Páez (2015b) en una obra La voz de la diáspora venezolana, que incorpora numerosas entrevistas a población venezolana en el exterior, muestra cómo más de un 70% de los entrevistados habían abandonado el país por razones políticas. En este momento ya había casi 700.000 venezolanos en el extranjero, lo que suponía un aumento de más de 100.000 individuos desde 2010 (figura 5.3), evidenciándose un ligero incremento que acabaría convirtiéndose en una diáspora de más de 5 millones de personas. Por lo tanto, hay una clara diferenciación entre etapas. La primera oleada de migración abandona el país por razones políticas y además elige países de destino europeos o norteamericanos. La segunda ola de migración, que se hace masiva y predominante desde 2017, emigra por razones económicas en su amplia mayoría y se ve obligada a escoger países cercanos en Latinoamérica. Existe también cierto consenso entre los autores consultados en que el nivel socioeconómico de la población que emigra en la primera ola de la diáspora es mucho más elevado que el que tiene la mayor parte de la población que abandona el país a partir de 2015 y sobre todo desde 2017. 2000000 1800000 1600000 1400000 1200000 1000000 800000 600000 400000 200000 0 2010 2015 2017 2019 Colombia Perú España Total mundial (*) Figura 5.3. Gráfica de la evolución de población venezolana en 3 países paradigmáticos de la diáspora. (*) El total mundial de venezolanos en el extranjero en 2019 es de 4769498 personas. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la ONU (2020). 15
La situación de vulnerabilidad de la población migrante es muy dispar según el destino también. Los venezolanos que viajaron a países del entorno latinoamericano sufren situaciones de vulnerabilidad mucho más importantes. Según el Plan de Respuesta para Refugiados y Migrantes de 2020 para la población venezolana en América Latina y Caribe (R4V, 2020) un 67,8% de los venezolanos en la región presentaban necesidades de seguridad alimentaria y un 84% necesidades de protección, al estar expuestos a distintas formas de abuso, explotación o discriminación. En muchas ocasiones, estos sucesos de violencia se producen en los recintos en los que parte de la población emigrante venezolana se encuentra recluida, situaciones que empeoraron a raíz de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la población venezolana que reside en países como España o Estados Unidos se encuentra en mejores condiciones, que incluyen la libre circulación por el territorio y una vivienda en la amplia parte de los casos. En lo que respecta a la dinámica del flujo migratorio, la diáspora arrancó en 2015, se disparó en 2017, y tuvo un aumento exponencial durante los dos años siguientes, llegando a contabilizarse casi 5 millones de personas de origen venezolano fuera de su país a finales de 2019 (figura 5.3). No obstante, el proceso parece ralentizarse en 2020 y 2021. La pandemia es una de las razones de mayor peso en la detención de la salida de migrantes, que se extiende al resto de procesos globales. Los datos de migración para 2020 fue un 27% inferior a la proyectada para ese año en 2019 (Mohammed, 15 de enero de 2021). El último dato disponible, mayo de 2021, indica que hay 5,6 millones de venezolanos en el extranjero, lo que supone un aumento del 15,49% con respecto a diciembre de 2019, mientras que 2017, 2018 y 2019 tuvieron aumentos relativos cercanos al 100%, según la Plataforma de coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (2020). En resumen, la emigración venezolana comienza a ser de magnitudes masivas en 2015, acelerándose progresivamente hasta 2020, momento en el que se frena debido a la llegada de la pandemia de COVID-19 (Osorio y Phélan, 2020). A lo largo de 2020 se produjeron incluso procesos migratorios de retorno, que en ocasiones fueron “a través de vías irregulares, lo que plantea problemas adicionales de protección y salud” (Stein, 2020) La duda está en si se está produciendo una detención momentánea de la diáspora o si quizás la crisis migratoria ha tocado fondo, ya sea por un agotamiento de los efectivos capaces de salir del país o por una mejoría en las condiciones de la población en Venezuela. 16
5.2 Posiciones internacionales ante el conflicto El proceso migratorio venezolano es una expresión de la crisis política y económica en el país sudamericano y, sin embargo, no es únicamente un conflicto interno de Venezuela. Los distintos bloques geopolíticos en conjunto y algunos países por separado tienen diversos intereses geoestratégicos en la región y, por lo tanto, han influido de diversas formas en el devenir del conflicto y han utilizado el proceso migratorio como una herramienta política para justificar sus posiciones. La llegada al poder del proyecto bolivariano en Venezuela supuso un cambio drástico en las relaciones internacionales. El régimen político anterior a la victoria de Chávez estaba alineado con los intereses geoestratégicos de EEUU en la región sudamericana. El país norteamericano estaba además altamente interesado en Venezuela por sus grandes reservas petroleras. Uno de los objetivos diplomáticos del régimen venezolano era “ampliar la condición de país petrolero, en relación con Estados Unidos” (Romero, 2003) El gobierno de Chávez, desde su llegada al poder en 1999, cambió de estrategia en materia de relaciones internacionales, pasando a priorizar sus contactos con Cuba y con los movimientos populares latinoamericanos (Romero, 2003), y al mismo tiempo, se enfriaron los lazos con Estados Unidos y Colombia. En general, la deriva de los gobiernos bolivarianos en Venezuela ha llevado a un alineamiento del país con el bloque geopolítico opuesto a Estados Unidos. Chávez desarrolló un acercamiento político y diplomático con países como Bielorrusia, Rusia, China, Irán, Vietnam o Malí (Roett, 2006). España también ha experimentado algunos momentos de tensión diplomática con los gobiernos de Chávez y Maduro. El país europeo ha visto peligrar algunos intereses geoestratégicos en la región, aunque mantiene su posición como segundo país con mayor número de inversiones en Venezuela, por detrás de Holanda. Además, algunas empresas como Repsol, Mapfre o Telefónica están presentes en los sectores estratégicos de su economía, según el ejecutivo venezolano (La empresa española se juega en el 'avispero' venezolano 1.300 millones, 2019) El volumen de importaciones de Venezuela desde que llegó Chávez al poder es buen reflejo de como algunos países han tenido pérdidas económicas y otros han aumentado sus beneficios (figura 5.4). 17
700.00 600.00 500.00 400.00 300.00 200.00 100.00 0.00 -100.00 EEUU Rusia China España -200.00 Figura 5.4. Variación porcentual del valor económico de las importaciones en Venezuela desagregado por 4 países de interés para los años 2000-2019. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de OEC (2019). Estados Unidos ha visto como sus beneficios por exportaciones a Venezuela en la etapa bolivariana se han reducido drásticamente (casi un 80% desde el año 2000). España también ha disminuido el volumen de ganancias económicas asociadas a exportaciones. Sin embargo, China y Rusia se han visto claramente beneficiadas del cambio político producido en el país latinoamericano. Este cambio en las relaciones internacionales, responde a un choque ideológico entre los proyectos políticos venezolano y estadounidense. Chávez se enfrentó al modelo neoliberal que Estados Unidos defendía, y llevó a cabo algunas actuaciones concretas entre las que cabe destacar un aumento en el gravamen a las empresas extranjeras del 16% al 30% (Dueñas, 2012). Por lo tanto, el bloque geopolítico en el que se incluye Estados Unidos ha tenido interés en señalar y mostrar de manera mediática la situación de crisis vivida en Venezuela, sobre todo desde la llegada de Nicolás Maduro al poder. De esta forma, se legitiman las acciones en contra del gobierno venezolano, como el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de la República de Venezuela. Al mismo tiempo, Estados Unidos y los países alineados con sus intereses han desarrollado una política de aislamiento diplomático y bloqueo económico con Venezuela (Dithurbide, 2019), 18
cuya consecuencia ha sido una profundización de la crisis ya existente. Uno de los ejemplos de esta estrategia son las sanciones impuestas a la compañía estatal de Petróleos de Venezuela (PVDSA) por parte del gobierno de Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump (Dithurbide, 2019). Los efectos de esta sanción preveían provocar pérdidas de 18.000 millones de dólares a la compañía a lo largo de 2019 y 2020 (Estados Unidos sanciona a la compañía petrolera venezolana PDVSA, 2019). Estas pérdidas están cerca del 4% del PIB venezolano en 2014 según el Banco Mundial (2019), lo que supone un verdadero problema para la financiación estatal en un momento de gran necesidad. Esta línea de actuación, por lo tanto, se ha basado en señalar la grave crisis socioeconómica vivida en Venezuela y sus consecuencias para deslegitimar al gobierno venezolano al mismo tiempo que se imponían sanciones y bloqueos, lo que impedía salir al país de la profunda depresión económica en la que se encontraba. El reconocimiento del estatus migratorio en materia de asilo es una de las herramientas que pueden utilizar los países interesados en un cambio de gobierno en Venezuela, legitimando así un discurso de persecución política. En la figura 5.1 se aprecia como Estados Unidos, España y Brasil han concedido gran parte del asilo que han recibido los migrantes venezolanos en todo el planeta. Por otro lado, el gobierno venezolano también ha tenido un discurso político y una estrategia asociada al proceso migratorio. En primer lugar, el ejecutivo venezolano estima el flujo migratorio en 600.000 personas a comienzos de 2021 (Méndez, 2021), lo que supone un 11% de los datos de migración aportados por la ONU. Al mismo tiempo que el bloque geopolítico liderado por Estados Unidos está interesado en señalar y mostrar los efectos negativos de la crisis en Venezuela, el gobierno bolivariano pretende minimizar al máximo la magnitud del proceso. De esta forma, la imagen de su gestión de la crisis queda mucho menos dañada. Dicho esto, la conflictividad social en Venezuela ha sido uno de los elementos más incómodos para el gobierno de Nicolás Maduro en los últimos años. Además, el volumen de las manifestaciones y protestas en el país creció sostenidamente hasta 2019, con un pico importante en 2014 (figura 5.5). Una de las vías que el gobierno pudo manejar para controlar y rebajar el estallido social al que se enfrentaba pudo ser una política de inacción ante la emigración de millones de personas en situación de necesidad, además de la represión violenta de dichas protestas. “La migración sirve como una válvula de escape a la tensión social que implica la 19
crisis” (Ávila, 2018). Esta estrategia fue ya utilizada por el régimen castrista en Cuba, por ejemplo, durante el éxodo de Mariel en 1980, momento en el que abandonaron el país caribeño más de 125.00 cubanos (Barbero, 2015). A finales de 2019, cuando ya habían salido de Venezuela más de 4 millones de emigrantes, las protestas contra el gobierno de Maduro se habían debilitado y “perdían capacidad de forzar la salida del poder del mandatario del país” (Las protestas en Venezuela se debilitan y alertan sobre la capacidad de forzar la salida de Maduro, 2019). Otra de los efectos que pudo tener esta estrategia de inacción ante el éxodo de población fue la desmovilización del voto de la oposición. En las elecciones presidenciales de 2018 hubo una bajísima participación del 46%, en las que Nicolas Maduro obtuvo una mayoría aplastante de más del 60% de las papeletas (Buxton, 2019). 18000 16000 14000 12000 10000 8000 6000 4000 2000 0 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 Figura 5.5. Número de protestas al año producidas en Venezuela desde 2011. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (2021). Otros de los actores que han jugado un papel importante en el proceso de la crisis en Venezuela son las organizaciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o la Organización de Estados Americanos (OEA). En el caso de la ONU es relevante también atender a las actuaciones de sus organismos asociados, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) o la Organización Internacional de Migraciones (OIM). 20
La OEA es una organización multilateral conformada por todos los países miembros del continente americano a excepción de Cuba. Este organismo ha sido tradicionalmente acusado de parcialidad por los gobiernos latinoamericanos de izquierdas, que han considerado que se trataba de una herramienta de lucha de Washington contra los gobiernos de vocación antimperialista (Long, 2020). Realmente se trata de una organización cuyas decisiones responden a la voluntad de la mayoría de los países que conforman la misma, aunque es cierto que a lo largo de su historia ha tenido casi en todo momento mayorías favorables a la visión de Estados Unidos. Prueba de ello es que su secretario general explicó que la única salida a la crisis en Venezuela es un cambio de régimen (Long, 2020). En cuanto a la crisis migratoria, la organización multilateral americana ha desarrollado proyecciones exageradas en términos numéricos. En una resolución emitida a finales de 2020, la organización alertó sobre la posibilidad de que a lo largo de 2021 las cifras de venezolanos en el extranjero ascendiesen a 7 millones (Organización de Estados Americanos, 2020). Sin embargo, a mediados de 2021, la magnitud del proceso migratorio a lo largo del año es de tan solo un 12% de lo previsto por la OEA. Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas ha realizado un tratamiento más imparcial del conflicto, tratando de dar respuesta a la crisis migratoria como objetivo principal. Sin embargo, su agencia especializada en refugio (ACNUR), a pesar de definir como refugiados a “las personas que huyen de conflictos armados o persecución” (Edwards, 2016), asevera que la mayoría de los migrantes que han abandonado Venezuela necesita protección internacional como refugiados (Edwards et al, 2019). Esto supone una gran contradicción, ya que la amplia mayoría de las personas que abandonan Venezuela lo hacen por razones económicas y de pobreza, como explican casi todos los autores consultados (Páez, 2021; Mazuela-Arias et al, 2020; Súarez y Trejo, 2018). La situación en Venezuela es económicamente calamitosa, pero no se trata de un país en guerra ni de un régimen que persigue por razones políticas a la mayor parte de la población que ha abandona el país. De esta contradicción en la que cae ACNUR se puede beneficiar el sector que pretende deslegitimar al gobierno venezolano, ya que la existencia de millones de personas que abandonan el país con necesidad de refugio otorga argumentos de peso a los discursos contrarios al ejecutivo bolivariano. 21
6. Escala nacional 6.1 Dinámica y distribución de la inmigración venezolana en España Una vez comprendida la magnitud y distribución del proceso migratorio a escala mundial, así como analizados los intereses de los grandes bloques de países implicados en el conflicto, es posible realizar un acercamiento a escala nacional. En este caso se analiza España y su contexto europeo. Se trata de un país muy importante en la recepción de migrantes provenientes de Venezuela y, además, debido a sus lazos históricos en Hispanoamericana en general y en Venezuela en particular, España juega un papel estratégico en el transcurso del conflicto geopolítico. La figura 6.1 permite apreciar la magnitud del proceso en España, así como su distribución interna. Asimismo, se incluyen datos de los territorios colindantes para permitir al lector contextualizar las dinámicas migratorias con los países del entorno. A fecha de enero 2021, hay en España más de 413.000 personas nacidas en Venezuela. De ellas, casi un 50% se encuentran entre Madrid y Canarias, albergando entre ambas regiones más de 195.000 habitantes nacidos en Venezuela. La comunidad autónoma isleña tiene una gran vinculación con Venezuela, ya que los lazos migratorios históricos entre ambos lugares son muy importantes. La migración canaria en Venezuela ha impreso incluso parte de la idiosincrasia del país caribeño, por ejemplo, en su particular cultura del trabajo (Ascancio, 2008). Por otro lado, Madrid, que es el destino mayoritario en la actualidad, tiene unos lazos migratorios y culturales de menor recorrido histórico con Venezuela. Las razones, magnitud y caracterización de la migración venezolana en Madrid serán objeto de estudio del siguiente capítulo. Aunque España ha capitalizado la mayor parte de la migración proveniente de Venezuela con destino a Europa de los últimos años, Italia y Portugal también han sido destinos significativos. Estos dos países presentan igualmente unos lazos importantes con el país sudamericano debido a la inmigración europea en Venezuela ocurrida durante el siglo XX. Valero (2020) explica que una parte de la población venezolana tiene antepasados e incluso familia italiana o portuguesa, siendo esta una razón de peso para explicar la preferencia de estos destinos en el proceso migratorio actual. El resto de la Unión Europea tiene datos muchos más discretos en cuanto a residentes nacidos en Venezuela. 22
23 Figura 6.1. Mapa de distribución y magnitud del proceso migratorio en España y su entorno cercano en 2021 Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística de España (2021) *Fuente de datos no correspondientes a España: ONU (2020)
Si se analiza la evolución los datos de población venezolana en España durante los últimos 23 años (figura 6.2), se pueden extraer varias ideas de interés. En primer lugar, se aprecia como España comienza a recibir población venezolana de manera masiva en 2015, año que se toma como momento inicial de la diáspora según la mayor parte de las fuentes consultadas. De este modo, la llegada de migrantes a España coincide con el comienzo de los flujos de salida intensos del país sudamericano. Sin embargo, la magnitud de la migración en España no ha llegado a alcanzar incrementos tan altos como los que se han experimentado en otros países latinoamericanos, como Colombia o Perú, dónde ha habido aumentos de más del 1000% en 5 años. Si se compara el número total de población nacida en Venezuela con la que dispone de nacionalidad española, se pueden extraer ciertas conclusiones. Desde 1999, año de la llegada de Chavez al poder, hasta 2015, existe una alta correlación entre la población nacida en Venezuela y su nacionalidad española. Sin embargo, a partir de 2015, coincidiendo con el arranque de la gran crisis migratoria del país sudamericano, se dispara el número de residentes venezolanos sin nacionalidad que reside en España hasta suponer en torno al 50%. No obstante, en términos absolutos, el número de nacionalidades concedidas por el estado español a los venezolanos ha aumentado de forma notable desde 2015. 450,000 400,000 350,000 300,000 250,000 200,000 150,000 100,000 50,000 0 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013 2015 2017 2019 2021 Totales Nacionalidad Española Figura 6.2. Evolución de la población nacida en Venezuela en España desagregada en la total y la que dispone de nacionalidad española. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística de España (2021). 24
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