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Platos, pirámides y planeta Novedades en el desarrollo de guías alimentarias nacionales para una alimentación saludable y sostenible: evaluación del estado de la situación
Platos, pirámides y planeta Novedades en el desarrollo de guías alimentarias nacionales para una alimentación saludable y sostenible: evaluación del estado de la situación Carlos González Fischer y Tara Garnett Publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Red de Investigación sobre el Clima y la Alimentación de la Universidad de Oxford Roma, 2018
Cita requerida: Carlos Gonzalez Fischer and Tara Garnett. 2018. Platos, pirámides y planeta. Novedades en el desarrollo de guías alimentarias nacionales para una alimentación saludable y sostenible: evaluación del estado de la situación. Roma, FAO. Número de páginas (94). Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), juicio alguno sobre la condición jurídica o nivel de desarrollo de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La mención de empresas o productos de fabricantes en particular, estén o no patentados, no implica que la FAO los apruebe o recomiende de preferencia a otros de naturaleza similar que no se mencionan. Las opiniones expresadas en este producto informativo son las de su(s) autor(es), y no reflejan necesariamente los puntos de vista o políticas de la FAO. ISBN 978-92-5-131017-5 © FAO, 2018 Algunos derechos reservados. Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial- CompartirIgual 3.0 Organizaciones intergubernamentales.; https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/igo/deed.es). De acuerdo con las condiciones de la licencia, se permite copiar, redistribuir y adaptar la obra para fines no comerciales, siempre que se cite correctamente, como se indica a continuación. En ningún uso que se haga de esta obra debe darse a entender que la FAO refrenda una organización, productos o servicios específicos. No está permitido utilizar el logotipo de la FAO. En caso de adaptación, debe concederse a la obra resultante la misma licencia o una licencia equivalente de Creative Commons. Si la obra se traduce, debe añadirse el siguiente descargo de responsabilidad junto a la referencia requerida: “La presente traducción no es obra de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La FAO no se hace responsable del contenido ni de la exactitud de la traducción. La edición original en inglés será el texto autorizado”. Toda mediación relativa a las controversias que se deriven con respecto a la licencia se llevará a cabo de conformidad con las Reglas de Mediación de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) en vigor. Materiales de terceros. Si se desea reutilizar material contenido en esta obra que sea propiedad de terceros, por ejemplo, cuadros, gráficos o imágenes, corresponde al usuario determinar si se necesita autorización para tal reutilización y obtener la autorización del titular del derecho de autor. El riesgo de que se deriven reclamaciones de la infracción de los derechos de uso de un elemento que sea propiedad de terceros recae exclusivamente sobre el usuario. Ventas, derechos y licencias. Los productos informativos de la FAO están disponibles en la página web de la Organización (http://www.fao.org/publications/es) y pueden adquirirse dirigiéndose a publications-sales@fao.org. Las solicitudes de uso comercial deben enviarse a través de la siguiente página web: www.fao.org/contact-us/licence-request. Las consultas sobre derechos y licencias deben remitirse a: copyright@fao.org. COVER PHOTOGRAPH © FAO/the Argument by Design
Platos, pirámides y planeta Índice Prólogo v Agradecimientos vii Resumen 1 1. Introducción 9 1.1. Alimentos, salud y medio ambiente 9 1.2 ¿Qué son las dietas sostenibles? 11 1.3 1.3 Avances de las guías alimentarias nacionales 13 2. Finalidad y objetivos 15 3. Metodología 16 4. Resultados 17 4.1 Consideraciones generales 17 4.2 Análisis de las guías alimentarias nacionales 18 4.3 Guías alimentarias nacionales que incorporan la sostenibilidad 20 4.3.1 Guías oficiales que incluyen la sostenibilidad 20 4.3.1.1 Alemania 20 4.3.1.2 Brasil 26 4.3.1.3 Suecia 31 4.3.1.4 Qatar 36 4.3.2 Otros países que han sometido a debate la inclusión de la sostenibilidad 39 4.3.2.1 Australia 39 4.3.2.2 Estados Unidos de América 41 4.3.3 Guías alimentarias cuasi oficiales 42 4.3.3.1 Países Bajos 43 4.3.3.2 Recomendaciones nórdicas sobre nutrición 47 4.3.3.3 Estonia 51 4.3.3.4 Reino Unido 52 4.3.3.5 Francia 57 4.3.4 Guías alimentarias no oficiales 58 4.3.4.1 LiveWell 58 4.3.4.2 La doble pirámide Barilla 59 4.3.4.3 Changing what we eat – FCRN 61 5. Análisis 63 5.1 Consideraciones generales sobre las guías alimentarias oficiales y su impacto 63 5.2 Guías alimentarias saludables y sostenibles 65 5.3 Sugerencias de planes de acción futura 72 5.4 Áreas que requieren mayor investigación 75 Apéndice 1. Países con guías alimentarias oficiales, clasificados por nivel de ingresos 76 Apéndice 2. Ejemplos de representación gráfica de las guías o ícono alimentario de diferentes países 77 Apéndice 3. Investigación académica sobre dietas saludables y sostenibles 78 iii
Platos, pirámides y planeta Cuadros y Figuras Recuadro 1. Características de dietas de bajo impacto ambiental consistentes con una buena salud 2 Cuadro 1. Resumen de los principales mensajes de las guías que incluyen la sostenibilidad 4 Figura 1: Mapa de los 83 países con guías alimentarias oficiales analizados (en verde) 17 Cuadro 2: Países con y sin guías alimentarias por nivel de ingresos (según la clasificación del Banco Mundial). 18 Figura 2. Resumen de los mensajes usados con mayor frecuencia en las guías, por nivel de ingresos 19 Figura 3: Pirámide tridimensional de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE) 23 Recuadro 2. Otras guías alimentarias respaldadas por el Gobierno en Alemania 24 Figura 4: Pirámide alimentaria de la Agencia Alemana de Información al Consumidor 25 Cuadro 3. Obstáculos para la aplicación de las recomendaciones de las guías alimentarias del Brasil y soluciones propuestas identificadas en el capítulo “La comprensión y la superación de obstáculos 28 Figura 5. Extracto de la página de inicio del sitio web de la Agencia Nacional de Alimentación de Suecia, con los principales titulares que reflejan la especial atención prestada a la sostenibilidad en las guías y en su relativa comunicación 33 Recuadro 3. Guías para una dieta saludable: La perspectiva ecológica (Análisis ambiental de las guías neerlandesas para una dieta saludable de 2006) 45 Cuadro 4. Cambios en la dieta que pueden promover el equilibrio energético y la salud en las poblaciones nórdicas (Tomado de las Recomendaciones nórdicas sobre nutrición 2012) 48 Cuadro 5. Impacto climático de la producción primaria de alimentos: valores bajos, medios y altos de equivalente de CO2 (CO2e) por kg de peso comestible 48 Figura 6. El plato de la alimentación correcta 53 Recuadro 4. Principios de los modelos de alimentación saludables y sostenibles (Reino Unido) – Lemas 56 Figura 7. Modelo de la doble pirámide del Centro Barilla para la Alimentación y la Nutrición (2015) 61 Cuadro 6. Resumen de los principales mensajes de las guías que incluyen la sostenibilidad 69 iv
Platos, pirámides y planeta Prólogo El 1 de abril de 2016 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el período comprendido entre 2016 y 2025 Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición. En la Resolución, la Asamblea expresó su preocupación por el hecho de que casi 800 millones de personas siguieran aquejadas de subnutrición crónica y 159 millones de niños menores de cinco años padecieran retraso del crecimiento. Las carencias de micronutrientes afectan a alrededor de 2 000 millones de personas en todo el mundo. No obstante estas sombrías estadísticas sobre la desnutrición, un número creciente de personas se ve afectado por la obesidad y el sobrepeso, la otra cara de la malnutrición, en todas las regiones. Cerca de 1 900 millones de adultos tienen sobrepeso y, de ellos, 600 millones son obesos. El sobrepeso infantil también se está convirtiendo en motivo de preocupación en todo el mundo. Los malos hábitos alimentarios y las dietas poco saludables son dos de los factores determinantes de la actual situación nutricional. En la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), organizada conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en noviembre de 2014, la Declaración de Roma sobre la Nutrición reconoció de manera inequívoca que cada vez hay más problemas para que los actuales sistemas alimentarios puedan proporcionar alimentos suficientes, inocuos, diversos y ricos en nutrientes para una dieta saludable. A raíz de la CIN2, los Miembros y Estados Miembros se comprometieron a “promover sistemas alimentarios sostenibles mediante la formulación de políticas públicas coherentes desde la producción hasta el consumo y en los sectores pertinentes para proporcionar acceso durante todo el año a alimentos que satisfagan las necesidades nutricionales de las personas y promover una alimentación saludable, diversificada e inocua”. Las guías alimentarias basadas en los alimentos (en adelante, “las guías alimentarias” o “las guías”) son un conjunto de orientaciones ofrecidas por los gobiernos a los ciudadanos sobre cómo comer bien. Pueden usarse para promover dietas saludables, así como servir de base para la formulación de políticas alimentarias y agrícolas. Si bien muchos países desarrollados cuentan con guías alimentarias, la mayoría de los países en desarrollo carecen de ellas o, si las tienen, han de someterlas a revisión. Con el fin de ayudarles a cumplir sus compromisos sobre las dietas saludables, la FAO está prestando apoyo a los países, especialmente a los del África subsahariana, en relación con la elaboración de guías nacionales, mediante el fortalecimiento de sus capacidades a escala nacional y regional. v
Platos, pirámides y planeta Últimamente, se están sometiendo a estudio los temas de sostenibilidad para su inclusión en las guías. Este documento es el resultado de una revisión de diferentes guías nacionales. En él se analiza si los países han incorporado la dimensión de la sostenibilidad en sus guías y, en su caso, de qué manera lo han hecho. La sostenibilidad constituye el núcleo de la labor de la FAO. Una de sus tres metas principales es la ordenación y utilización sostenibles de los recursos naturales, con inclusión de la tierra, el agua, el aire, el clima y los recursos genéticos, en beneficio de las generaciones actuales y futuras. Las otras dos metas son, por un lado, la erradicación del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición y, por otro, la eliminación de la pobreza y el impulso del progreso económico y social para todos. En consecuencia, el concepto de sostenibilidad de la FAO va más allá del mero uso de los recursos naturales al contemplar también aspectos económicos y sociales. El factor que motivó la presente revisión fue la conjunción de estas metas con la voluntad de prestar un mejor apoyo a los países en relación con la formulación, implementación, seguimiento y evaluación de sus respectivas guías. Queremos expresar desde aquí nuestro agradecimiento a las muchas personas que apoyaron nuestros esfuerzos en la revisión de este documento. Anna Lartey Directora de la División de Nutrición y Sistemas Alimentarios (ESN) Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Roma (Italia) vi
Platos, pirámides y planeta Agradecimientos Quisiéramos expresar nuestro agradecimiento a la FAO por haber financiado este trabajo y a Ellen Muehlhoff por habérnoslo encomendado. Agradecemos también a Ellen Muehlhoff y a otro personal de la FAO sus comentarios y observaciones sobre los borradores. Asimismo, queremos dar las gracias a todas las personas que nos han ayudado, facilitándonos información y asistencia para las versiones anteriores de este informe: Profesor Mark L. Wahlqvist (Instituto Fuli de Ciencias de la Alimentación y Nutrición, Universidad de Zhejiang, Hangzhou, China, e Instituto Monash Asia, Universidad de Monash, Melbourne, Australia), Elin Roos, Sue Dibb, Corne van Dooren, Dora Hilda Aya Baquero (FAO Colombia), Lalita Bhattacharjee (FAO Bangladesh), Samuel Lee-Gammage (Grupo de Trabajo de Selección de Alimentos), Louis Levy (Public Health England), Carlos A. Monteiro (Departamento de Nutrición, Facultad de Salud Pública de la Universidad de São Paulo), Monika Pearson (Agencia Nacional de Alimentación de Suecia), Barbara Seed y Duncan Williamson (WWF). Deseamos también hacer llegar nuestro agradecimiento a todas las personas que han aportado su contribución a este trabajo, pero desean permanecer anónimas. Por último, queremos dar las gracias a John Jackson y Marie Persson por los servicios de edición y diseño y a Aet O’Leary por su ayuda con las traducciones del estonio. vii
Platos, pirámides y planeta Resumen Introducción Los sistemas alimentarios actuales ponen en peligro la producción actual y futura de alimentos y no satisfacen adecuadamente las necesidades nutricionales de la población. El punto de partida de este informe es una observación fundada en un corpus de trabajos de investigación cada vez más nutrido: si se quieren abordar tanto los numerosos desafíos sociales, ambientales y de salud que representan los sistemas alimentarios como aquellos que repercuten en los mismos, la población mundial tiene que avanzar hacia modelos dietéticos saludables y, al mismo tiempo, respetuosos de los límites ambientales. Se precisa, en consecuencia, una comprensión integrada de cómo son estas dietas, así como medidas para fomentar los cambios necesarios en el consumo. Cada vez más datos científicos sólidos apuntan a que los modelos dietéticos de bajo impacto ambiental pueden ser también saludables, dando lugar a una dinámica de beneficios recíprocos que es no solo posible sino ineludible. Estos modelos dietéticos representan una mejora sustancial de la forma en que comen hoy las personas, tanto en los países donde los principales problemas son el consumo excesivo y las enfermedades no transmisibles como en aquellos contextos en los que las dietas carecen de variedad y donde el hambre y el subconsumo son motivo de grave preocupación. Una característica importante de una dieta sostenible es la diversidad. Las características generales de estas dietas se resumen en el Recuadro 1. No obstante, y a pesar de que contamos con una base evidenciable cada vez mayor, las medidas gubernamentales van a un ritmo más lento. Los gobiernos pueden dar un paso importante para afirmar su compromiso con un futuro más saludable y sostenible mediante la elaboración y divulgación de guías alimentarias basadas en alimentos que incorporen entre sus objetivos la salud y la sostenibilidad. Estas guías pueden, a su vez, sentar las bases de las políticas de fomento de dichos hábitos. El propósito de este informe es poner de relieve los casos de aquellos gobiernos que, con una visión de futuro, están tomando la iniciativa en la elaboración de guías integradas, así como examinar el contenido de dichas guías, identificar mensajes comunes y determinar si sus enfoques podrían aplicarse en otros contextos y, en su caso, de qué manera. Para ello se analizan tanto los éxitos como los fracasos, en particular, dónde y por qué han fracasado determinadas tentativas de ofrecer una orientación integrada. Además de las guías oficiales, se analizan una serie de guías integradas “cuasi oficiales”, las cuales pueden definirse como aquellos consejos brindados por instituciones reconocidas o acreditadas por los gobiernos, pero que no forman parte de un departamento ministerial y cuyas recomendaciones no constituyen una política oficial. Asimismo, se examinan también algunas guías no oficiales que han sido elaboradas por instituciones académicas u organizaciones no gubernamentales y que cuentan con una sólida base científica y constituyen ejemplos ilustrativos de enfoques interesantes o útiles para integrar los consejos sobre sostenibilidad y nutrición. 1
Platos, pirámides y planeta RECUADRO 1. Características de las dietas saludables y de bajo impacto ambiental* • Diversidad: consumo de una amplia variedad de alimentos. • Equilibrio entre el aporte energético y las necesidades de energía. • Basadas en: tubérculos y granos enteros mínimamente procesados; leguminosas; frutas y hortalizas, especialmente las que se cultivan en el campo, son resistentes (es decir, menos propensas al deterioro) y precisan en menor medida medios de transporte rápidos y de elevado consumo energético. Consumo moderado de carne, si se consume. Se consumirán todas las partes del animal. • Consumo moderado de productos lácteos o alternativas (por ejemplo, sustitutos fortificados de la leche y otros alimentos ricos en calcio y micronutrientes). • Semillas y nueces sin sal. • Pequeñas cantidades de pescado y productos acuáticos procedentes de pesquerías certificadas. • Consumo muy limitado de alimentos con un alto contenido de grasas, azúcar o sal y un bajo contenido de micronutrientes como, por ejemplo, patatas fritas, productos de confitería, bebidas azucaradas. • Aceites y grasas con una proporción entre omega 3 y omega 6 beneficiosa como el aceite de colza y el aceite de oliva. • Agua del grifo en lugar de otras bebidas, especialmente refrescos. * Adaptado de: Garnett, T. (2014). Changing what we eat – A call for research & action on widespread adoption of sustainable healthy eating. Red de Investigación sobre el Clima y la Alimentación. Enfoque La presente revisión de las guías alimentarias nacionales de todo el mundo se realizó a través de la web utilizando información disponible públicamente. Además de las guías propiamente dichas, se analizaron también las guías de alimentos y otros documentos de apoyo, los comunicados de prensa sobre su publicación y otra bibliografía pertinente. Asimismo, se entrevistó a personas que habían participado en la elaboración de las guías o habían realizado su seguimiento. Entre los entrevistados figuraban funcionarios gubernamentales, expertos que habían prestado su asesoramiento y contribución de manera oficial y observadores y comentaristas externos procedentes, por ejemplo, de la sociedad civil. Para ello, se contó con las listas de contactos proporcionadas por la FAO y con las indicaciones sobre posibles contactos facilitadas por los primeros entrevistados. Resultados Sobre las guías alimentarias basadas en alimentos en general: Las guías alimentarias son un componente clave de una política alimentaria coherente. Son un primer paso esencial en la formulación de políticas. Ofrecen un lineamento claro y ajustado 2
Platos, pirámides y planeta al contexto sobre qué deberían comer las personas para mantener una buena salud nutricional y sientan las bases para la formulación de políticas destinadas a transformar los modelos de consumo en otros más saludables. Sin embargo, un hallazgo principal de esta investigación es que no todos los países tienen guías alimentarias oficiales de algún tipo, estén orientadas hacia la sostenibilidad o no. De un total de 215 países, solo 83 tienen guías aliementarias. Su ausencia es particularmente evidente en los países de ingresos bajos. Así, por ejemplo, solo cinco países de África tienen guías. Además, cuando existen, las guías no siempre son fáciles de localizar ni establecen de forma clara quiénes son sus destinatarios ni cuál es su vinculación con las políticas. Los procesos de seguimiento y evaluación pueden no existir, lo que hace difícil, cuando no imposible, desentrañar los efectos de las guías de los de otras políticas. Una vez más, todas estas cuestiones atañen especialmente a los países de ingresos bajos. ¿Cuáles son los países que han publicado guías alimentarias oficiales saludables y sostenibles? No obstante la gran y creciente evidencia de datos que señala la necesidad de adoptar enfoques dietéticos integrados y de alinear los objetivos de salud y sostenibilidad, hasta ahora solo cuatro países han incluido esta última dimensión en sus respectivas guías, a saber, el Brasil, Suecia, Qatar y Alemania. En otros países se examinan determinados aspectos relacionados con la sostenibilidad en la información de apoyo complementaria. En dos de ellos, los Estados Unidos de América y Australia, las tentativas de integrar las cuestiones ambientales han llegado a un estadio avanzado, pero no han obtenido el respaldo del gobierno. Hay que destacar también que existen algunas guías cuasi oficiales que incorporan la sostenibilidad (Reino Unido, Francia, Países Bajos, Estonia), las cuales podrían, a su vez, influir en los procesos oficiales. Asimismo, cabe señalar que, incluso si no se menciona la sostenibilidad en las guías, es probable que buena parte de los consejos recogidos en las guías principales como, por ejemplo, aumentar el consumo de frutas, hortalizas y granos enteros, limitar el consumo de carne roja y elaborada o mantener el equilibrio energético, se traduzcan en una reducción del impacto ambiental. ¿Qué dicen las guías integradas? Todos los países que proporcionan orientación sobre la sostenibilidad dicen cosas en gran medida similares, no obstante ciertas diferencias en cuanto a la importancia que se le concede y al grado de detalle aportado (Cuadro 1). Todos destacan que una dieta basada en buena parte en alimentos de origen vegetal tiene ventajas para la salud y para el medio ambiente. Suecia es digna de señalar en este sentido ya que proporciona un asesoramiento adicional más detallado sobre qué alimentos vegetales son preferibles, recomendando, por ejemplo, las hortalizas de raíz respecto a las verduras de ensalada. La mayoría de las guías que contemplan la sostenibilidad, a excepción de las de Qatar, hacen referencia al alto impacto ambiental de la carne, si bien los consejos que ofrecen carecen a menudo de especificidad y, en aquellos casos en que se recomiendan determinados niveles máximos de consumo, estos son conformes a las recomendaciones de las guías orientadas exclusivamente a la salud. Las guías del Brasil se diferencian por hacer especial hincapié en los aspectos sociales y económicos de la sostenibilidad. Así, por ejemplo, aconsejan a las personas que desconfíen de la publicidad y que eviten los alimentos ultra procesados que no solo son perjudiciales para la salud, sino que erosionan las culturas alimentarias tradicionales. Esto contrasta con la definición de sostenibilidad fundamentalmente ambiental adoptada en las restantes guías. 3
Platos, pirámides y planeta Cuadro 1. Resumen de los principales mensajes de las guías que incluyen la sostenibilidad Frutas y Opte Consuma Coma mucha Tome hortalizas hortalizas preferiblemente principalmente fruta y hortalizas en la mayoría por alimentos de alimentos de (al menos 500 de las comidas, origen vegetal. origen vegetal. gramos al día). incluidos los refrigerios. Consuma cinco Escoja productos Prefiera las porciones de de temporada hortalizas con un El objetivo es frutas y hortalizas y cultivados alto contenido de consumir de 3 al día. localmente. fibra. a 5 raciones de hortalizas y de 2 a 4 porciones de fruta todos los días. Carne Coma carne con Intente limitar Coma menos Elija cortes de moderación. la cantidad de carne roja y carne magros. carne roja. elaborada La carne blanca Limite el (al máximo es más saludable consumo de 500 gramos de que la carne roja. carne roja (500 carne cocinada a gramos a la la semana). semana). Solamente una Evite las carnes pequeña parte de elaboradas. esta debería ser carne elaborada. Lácteos Consuma leche y Las bebidas Escoja productos Consuma leche y productos lácteos lácteas y los bajos en grasa productos lácteos diariamente. yogures con y sin azucarar diariamente. adición de enriquecidos con Elija productos Elija productos azúcares, vitamina D. bajos en grasa. bajos en grasa. colorantes y Si no bebe leche aromatizantes ni consume son alimentos productos ultra procesados lácteos, elija y, como tales, otros alimentos deberían evitarse. ricos en calcio y vitamina D (por ejemplo, bebidas de soja fortificadas, almendras, garbanzos). Pescado Una o dos veces -- Coma pescado y Al menos dos por semana. marisco de dos veces por a tres veces por semana. semana. Alterne el consumo de variedades de pescado grasas con otras de bajo contenido en grasa y elija productos marinos eco etiquetados. 4
Platos, pirámides y planeta Alemania Brasil Suecia Qatar Grasas y Consuma grasas Con moderación. Elija aceites Evite las grasas aceites y alimentos saludables para saturadas, grasos con cocinar, como el hidrogenadas o moderación. aceite de colza o trans. las grasas líquidas Elija grasas y Utilice aceites procedentes aceites de origen vegetales del aceite de vegetal. saludables como colza, así como los de oliva, maíz emulsiones para y girasol, siempre untar saludables. con moderación. Alimentos -- Limite el -- Consuma menos elaborados consumo de comidas rápidas alimentos y alimentos procesados procesados. y evite los alimentos ultra procesados. Consejos Cocine los Coma con Trate de Inculque y de alimentos regularidad mantener desarrolle hábitos conducta preferiblemente y atención, el equilibrio saludables en su a fuego lento y, en ambientes energético familia: si es posible, en apropiados y, consumiendo • Siga un horario un tiempo de siempre que solo la cantidad de comidas cocción breve, sea posible, en justa. regular. utilizando poca compañía. cantidad de agua • Coma por Desarrolle, y grasas. lo menos una ejercite y comida al día en Use ingredientes comparta sus familia. frescos siempre habilidades que sea posible culinarias. • Sea un modelo (esto ayuda a seguir para sus Planifique a reducir el hijos por lo que su tiempo y desperdicio a la alimentación conceda a los innecesario de saludable y la alimentos y a la envases). actividad física alimentación un respecta. Tómese su lugar importante tiempo y disfrute en su vida. comiendo. Desconfíe de la publicidad y el marketing de alimentos. El pescado constituye el principal punto de conflicto entre la salud y el medio ambiente. Sin embargo, se sigue recomendando consumir pescado en cantidades acordes con las recomendaciones de salud. La mayoría de las guías que incluyen la sostenibilidad mencionan la leche y los productos lácteos directa o indirectamente, si bien la naturaleza de los consejos que ofrecen varía. Los consejos sobre el desperdicio de alimentos y la eficiencia energética en la cocción son desiguales y representan un área con posibilidades ventajosas en todos los sentidos. ¿Qué y quiénes sustentan la elaboración de las guías que incluyen la sostenibilidad? Aunque los detalles y los procesos difieren ampliamente, el compromiso del gobierno de integrar tanto el componente de salud como el de sostenibilidad ha sido en todos los casos crucial para el éxito de la publicación de las guías. Australia y los Estados Unidos de América constituyen dos ejemplos ilustrativos de lo que 5
Platos, pirámides y planeta ocurre cuando el apoyo gubernamental es insuficiente o inadecuado. Es de destacar también que la elaboración de las guías dietéticas, tanto si incluyen la sostenibilidad como si no lo hacen, está a cargo del Ministerio de Salud (o su homólogo). Otros ministerios participan solo en la medida en que las guías afectan a sus políticas. Asimismo, la mayoría de los expertos externos involucrados suele provenir de los campos de la nutrición y de la salud pública, incluso si las guías contemplan cuestiones relativas a la sostenibilidad. Como conclusión, podría afirmarse que sería necesario adquirir conocimientos mucho más amplios que abarcaran, entre otros, el análisis del ciclo biológico ambiental, las ciencias agrícolas y ambientales, la economía, la sociología y el bienestar animal. Además, si bien es necesario que la coordinación esté a cargo de un único ministerio, en este caso el de Salud, es preciso también que otros participen en la formulación e implementación de las guías. Propuestas de planes de acción futura En términos generales, sería recomendable, en nuestra opinión, que los países que cuentan ya con guías alimentarias iniciaran un proceso que condujera a la incorporación de la sostenibilidad. Los países que no tienen aún guías se encuentran en una posición única para poder elaborar guías integradas desde un principio. A este respecto, se propone cuanto sigue: 1. Para tener una real incidencia en el consumo de alimentos, las guías alimentarias tienen que: • Ser de carácter gubernamental y estar respaldadas por varios departamentos del gobierno. • Estar dirigidas al público en general, a los profesionales de la salud, a las organizaciones de consumidores y a quienes trabajan en el sector alimentario (serán necesarias versiones diferentes). • Tener vínculos claros con las políticas alimentarias realmente implementadas en la práctica como, por ejemplo, las relativas a las comidas en escuelas y hospitales, la contratación pública, las regulaciones vigentes en materia de publicidad y las normas del sector industrial, entre otras. • Contar con la adecuada promoción: todos deberían conocerlas. 2. En el proceso de elaboración es preciso: • Contar con el apoyo decidido de más de un organismo gubernamental. • Incorporar una amplia serie de conocimientos académicos que abarquen desde aspectos ambientales hasta cuestiones de sostenibilidad más amplias. • Prever dos componentes distintos e independientes: • Un proceso de elaboración basado en el asesoramiento de científicos y profesionales expertos en salud y medio ambiente. • Un proceso de consulta con la sociedad civil y la industria. 6
Platos, pirámides y planeta 3. Para tener una real incidencia sobre el impacto ambiental de las dietas, las guías alimentarias tienen que: • Ir acompañadas y estar respaldadas por información que ponga de relieve los vínculos existentes entre salud y sostenibilidad de manera que: • Las personas estén informadas sobre las relaciones entre alimentación y sostenibilidad, así como sobre la necesidad de estos modelos dietéticos. • Ser factibles pero ambiciosas: • Deberían considerar los modelos de consumo actuales y el contexto cultural sin exigir de las personas objetivos poco realistas. • Al mismo tiempo, sin embargo, deberían promover también un cambio decidido de los modelos de consumo. Este cambio, necesario para fomentar modelos dietéticos realmente sostenibles, podría lograrse adoptando y difundiendo una serie de transformaciones graduales que fueran factibles. • Contener orientaciones claras sobre: • La limitación del consumo de carne (no solo cantidades máximas, sino también sugerencias sobre cómo lograr que los cambios resulten atractivos y factibles). Esto debería hacerse en todos los casos. Sin embargo, es preciso adaptar los consejos a cada contexto específico: • En los países con un nivel de consumo elevado (generalmente, países desarrollados), deberían brindarse consejos sobre su reducción. • En los países donde la ingesta per cápita está aumentando, deberían ofrecerse orientaciones sobre la moderación del consumo, a fin de evitar los problemas relacionados con los niveles de consumo de los países con un alto consumo de carne. • En los países de ingresos bajos, donde la ingesta de alimentos de origen animal suele ser muy baja, los consejos deberían centrarse en el incremento de la variedad en las dietas, en particular en un mayor consumo de hortalizas, frutas, leguminosas, nueces y algunos productos cárnicos y lácteos. • Los beneficios ambientales de limitar el consumo excesivo de todos los alimentos. • La reducción del desperdicio de alimentos. • Las frutas y hortalizas que son preferibles. • La preparación de alimentos segura y eficiente desde el punto de vista energético. • Las compras. • El lugar y el valor de los alimentos en nuestras vidas. 7
Platos, pirámides y planeta • Brindar orientación para aquellos que deseen adoptar dietas vegetarianas o veganas, aspecto que a menudo se ignora. Ámbitos que precisan ulterior investigación Es necesaria una mayor labor de investigación para colmar los vacíos de conocimiento y poder resolver algunos de los principales puntos de conflicto. Esto requiere inversiones en investigación interdisciplinaria y en medidas para la producción y consumo de alimentos sostenibles y saludables. En particular, hay cinco ámbitos que precisan mayor atención: • Producción pesquera sostenible, tanto de pescado capturado en el medio natural como del procedente de la acuicultura, y fuentes vegetales sostenibles de omega 3, así como otras opciones para abordar los conflictos entre los beneficios para la salud del consumo de pescado y su impacto negativo en el medio ambiente. • Definición de un nivel sostenible de consumo de carne que sea conforme con los objetivos ambientales y de salud. • Mejor comprensión de la función e incidencia de los productos lácteos en la salud y la sostenibilidad, así como de los costos y beneficios nutricionales y ambientales de los alimentos alternativos. • Mejor comprensión del impacto ambiental de los alimentos procesados con un alto contenido de azúcar, grasas y sal. • Por último, como se desprende de este informe, cabe objetar que la mayor parte de los trabajos se centran en la sostenibilidad ambiental y adoptan la perspectiva de los países desarrollados. Es necesario realizar urgentemente más investigaciones centradas en las dimensiones sociales y económicas de las dietas sostenibles en su sentido más amplio así como en los países en desarrollo. 8
Platos, pirámides y planeta 1. Introducción 1.1. Alimentos, salud y medio ambiente Nuestro sistema alimentario y nuestras prácticas de consumo han conformado y transformado, desde la prehistoria, nuestro mundo y nuestras sociedades. En particular, los enormes avances en las prácticas agrícolas y los sistemas de almacenamiento, distribución y venta al por menor han hecho posible el crecimiento demográfico y una mejor alimentación para muchas personas. Sin embargo, estos avances han acarreado también importantes costos. La producción actual de alimentos está destruyendo el medio ambiente, del que depende la producción presente y futura de alimentos. Esta genera alrededor del 20% al 30% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero (GEI), es la principal causa de deforestación, cambio de uso de la tierra y pérdida de biodiversidad, representa el 70% del uso de agua por los seres humanos y es una fuente importante de contaminación del agua,1,2 Si se pasa de la tierra al mar, las prácticas pesqueras insostenibles causan el agotamiento de las poblaciones de especies que consumimos y provocan una perturbación más amplia del medio ambiente marino. Al mismo tiempo, los efectos del cambio climático y ambiental están empezando a dejar sentir sus efectos en la producción de alimentos, que se está volviendo más compleja e imprevisible en muchas regiones del mundo. Aunque toda la cadena alimentaria (desde la producción agropecuaria hasta el transporte, cocinado y eliminación de residuos) incide en estos problemas, es la fase de la agricultura la que tiene un mayor impacto. Tanto la producción agrícola como la ganadera generan costes ambientales. En los últimos años, la atención se ha centrado especialmente en esta última. La cría de ganado para carne, huevos y leche genera aproximadamente el 14,5% del total de las emisiones mundiales de GEI y utiliza el 70% de las tierras agrícolas (incluido un tercio de la tierra cultivable, también necesaria para la producción de cultivos). El pastoreo del ganado y, menos directamente, la producción de cultivos forrajeros son los principales factores agrícolas causantes de la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra.3 La función principal de la agricultura es producir alimentos para alimentar a una población en crecimiento. Pero, aunque el sistema alimentario en su conjunto produzca suficiente energía alimentaria para una población de más de 7 000 millones de personas, no es capaz, sin embargo, de garantizar una nutrición adecuada y asequible para todos. Alrededor de la mitad de la población mundial se nutre de manera inadecuada o inapropiada si se considera la presión conjunta 1 Smith et al. (2014). Agriculture, Forestry and Other Land Use (AFOLU). En: Climate Change 2014: Mitigation of Climate Change. Contribution of Working Group III to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. 2 Johnson, J.A., Runge, C.F., Senauer, B., Foley, J., y Polasky, S. (2014). Global agriculture and carbon trade-offs. Proceedings of the National Academy of Sciences, 111(34), 12342-12347. 3 Gerber, P.J., Steinfeld, H., Henderson, B., Mottet, A., Opio, C., Dijkman, J., y Tempio, G. (2013). Enfrentando el cambio climático a través de la ganadería — Una evaluación global de las emisiones y oportunidades de mitigación. FAO. 9
Platos, pirámides y planeta de los problemas del hambre, la carencia de micronutrientes y la obesidad.4,5,6 Y aunque la cadena alimentaria aporte un valor económico, tanto a nivel nacional como internacional, la distribución de dicho valor no es uniforme. Gran parte de los 1 300 millones de pequeños agricultores y trabajadores agrícolas sin tierra viven en el umbral de la pobreza o por debajo del mismo. Si no se toman medidas, todos estos problemas se irán agravando cada vez más. A medida que la población mundial crece y se incrementa su riqueza y su índice de urbanización, aumenta la demanda de alimentos cuya producción requiere mayor cantidad de recursos, en particular de productos de origen animal. Esto podría causar aún más daños ambientales y agudizar los problemas de la obesidad y las enfermedades crónicas. Los responsables de la formulación de políticas, las organizaciones no gubernamentales y la comunidad empresarial están de acuerdo en que, si queremos abordar los problemas ambientales, adaptarnos al cambio climático y crear un futuro alimentario en el que imperen la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, es preciso cambiar el sistema de alimentación actual. Hay un menor acuerdo, sin embargo, sobre lo que debería hacerse exactamente para lograrlo. Desde una perspectiva política e industrial, en las últimas décadas se ha adoptado un enfoque centrado principalmente en la mejora de la eficiencia ambiental de la producción: producir más alimentos con un impacto menor. En años recientes, un número de analistas cada vez mayor ha cuestionado esta perspectiva, argumentando que si bien los enfoques “de producción” pueden ser necesarios, no son suficientes. Para dar una respuesta adecuada a las preocupaciones ambientales y abordar el dúplice problema de la insuficiencia dietética y el exceso dietético, se han propuesto tres enfoques adicionales.7 En primer lugar, es necesario abordar los desequilibrios de poder del sistema alimentario: la mera producción de un mayor número de alimentos puede no resolver los problemas de asequibilidad y acceso. Entre las medidas primordiales que se han señalado figuran las tentativas de abordar las distorsiones de los precios y los subsidios, respaldar y empoderar a los pequeños agricultores y trabajadores sin tierra, concertar mejores condiciones de trabajo y relaciones de intercambio comercial más justas y mejorar el transporte y el almacenamiento y la infraestructura de mercado. En segundo lugar, es necesario adoptar medidas para reducir la pérdida o el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro (un tercio de toda la producción alimentaria8), ya que no solo socavan la seguridad alimentaria, sino que suponen además un derroche de tierra, agua y otros insumos y originan emisiones “innecesarias”. En tercer lugar, se presta en la actualidad una creciente atención a la necesidad de un cambio en la dieta. Qué y cuánto comemos afecta de forma directa a qué y cuánto 4 FAO (2015). El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. 5 OMS (2015). Estadísticas sanitarias mundiales 2015. 6 Tulchinsky, T.H. (2010). Micronutrient deficiency conditions: global health issues. Public Health Reviews, 32:243-255 7 Garnett, T. (2014). Changing what we eat. – A call for research & action on widespread adoption of sustainable healthy eating. Red de Investigación sobre el Clima y la Alimentación. 8 FAO (2011). Global food losses and food waste – Extent, causes and prevention. 10
Platos, pirámides y planeta se produce. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en su Quinto Informe de Evaluación destaca la potencial incidencia de los cambios en la demanda sobre la reducción de las emisiones de GEI procedentes del sistema alimentario, mientras que un número cada vez mayor de académicos y organizaciones de la sociedad civil están prestando una creciente atención a la función que la adopción generalizada de modelos de alimentación saludables y sostenibles puede desempeñar para dar respuesta a los desafíos relacionados con la salud y el medio ambiente. El presente informe parte de este creciente reconocimiento de la necesidad mundial de centrarse tanto en el consumo como en la producción, así como en la posibilidad de alinear en el proceso los objetivos en materia de salud y medio ambiente. Si bien las herramientas y medidas que se precisan para lograr los cambios necesarios en las dietas son muchas, en el presente análisis se considera solo una de ellas de manera específica: la función de las guías alimentarias nacionales para prestar orientación sobre cómo deben ser los modelos dietéticos saludables y sostenibles. 1.2 ¿Qué son las dietas sostenibles? Aunque el término sostenibilidad es un término muy usado, las partes interesadas no están de acuerdo en su significado. Para algunos, se limita a hacer referencia a objetivos ambientales o a aspectos concretos de la temática ambiental, como el cambio climático. Para otros, sin embargo, engloba las dimensiones social y económica, donde el medio ambiente, la economía y la sociedad (con inclusión de la salud y la ética) constituyen conjuntamente los tres pilares de la sostenibilidad.9 En el Simposio científico internacional “Biodiversidad y dietas sostenibles: unidos contra el hambre”, organizado en 2010 por la FAO y Bioversity International, se acordó una definición de dietas sostenibles.10 Las dietas sostenibles son: aquellas que generan un impacto ambiental reducido y que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a que las generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable. Además, protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y asequibles y nutricionalmente adecuadas, inocuas y saludables, y optimizan los recursos naturales y humanos. En el presente informe se hace referencia principalmente a los aspectos ambientales y, en particular, a las emisiones de GEI, ya que estas han sido las cuestiones a las que la investigación ha prestado, hasta ahora, mayor atención y son, por tanto, las que cuentan con una base científica más sólida. En la actualidad se tiene una idea bastante precisa de cómo son las dietas de menor impacto ambiental compatibles con la buena salud. No se sabe todavía, sin embargo, cómo son exactamente las dietas que cumplen todos los criterios de la FAO anteriormente citados, aunque con casi total seguridad los detalles variarán de 9 Garnett, T. (2014). What is a sustainable healthy diet? Red de Investigación sobre el Clima y la Alimentación. 10 FAO (2010). Sustainable diets and biodiversity: directions and solutions for policy, research and action. Proceedings of the International Scientific Symposium: Biodiversity and sustainable diets: United against hunger. 11
Platos, pirámides y planeta un contexto a otro y podrá haber, en algunos casos, conflictos entre los diferentes objetivos de sostenibilidad. Es esencial que en las futuras investigaciones se preste atención a las dimensiones sociales, éticas y económicas de la sostenibilidad y a su interacción con la salud y el medio ambiente, a fin de lograr una comprensión más completa de la materia en relación con los modelos alimentarios. Las recomendaciones sobre el consumo sostenible, o mejor dicho, sobre un consumo menos perjudicial para el medio ambiente, no son nuevas. En 1971, en el best seller Diet for a Small Planet11 [Dieta para un pequeño planeta], se afirmaba ya que, desde el punto de vista de los recursos, comer carne era extremadamente ineficiente y nocivo para el medio ambiente. Seguidamente, vieron la luz toda una serie de libros con mensajes similares, entre ellos Beyond Beef [Más allá de la carne] en 1992.12 Las primeras propuestas para introducir consideraciones de tipo ambiental en las guías alimentarias oficiales se remontan a mediados de la década de los ochenta, cuando Gussow y Clancy13 realizaron un estudio sobre los efectos ambientales derivados de la adopción de las guías alimentarias de los Estados Unidos de América. En dicho estudio, acuñaron el término dietas sostenibles con el objetivo de asociar este concepto al de agricultura sostenible. El debate en torno a la alimentación y la sostenibilidad ha recorrido un largo camino desde aquellos primeros tiempos. En una revisión bibliográfica de 201414 se incluye un resumen de las características generales de los modelos de alimentación más saludables y que generan un menor volumen de GEI y hacen un uso menos intensivo de la tierra. Estas son: • Diversidad: consumo de una amplia variedad de alimentos. • Equilibrio entre el aporte energético y las necesidades de energía. • Basadas en: tubérculos y granos enteros mínimamente procesados; leguminosas; frutas y hortalizas, especialmente las que se cultivan en el campo, son resistentes (es decir, menos propensas al deterioro) y precisan en menor medida medios de transporte rápidos y de elevado consumo energético. Consumo moderado de carne, si se consume; y el consumo de todas las partes del animal. • Consumo moderado de productos lácteos o alternativas (por ejemplo, sustitutos fortificados de la leche y otros alimentos ricos en calcio y micronutrientes). • Semillas y nueces sin sal. • Pequeñas cantidades de pescado y productos acuáticos procedentes de pesquerías certificadas. • Consumo muy limitado de alimentos con un alto contenido de grasas, azúcar o sal y un bajo contenido de micronutrientes como, por ejemplo, patatas fritas, productos de confitería, bebidas azucaradas. 11 Lappé, F.M. (2010). Diet for a small planet. 12 Rifkin, J. y Wheelock, V. (1992). Beyond beef: The rise and fall of the cattle culture. 13 Gussow, J.D. y Clancy, K.L. (1986). Dietary guidelines for sustainability. Journal of Nutrition Education, 18(1), 1-5. 14 Garnett, T. (2014). Changing what we eat – A call for research & action on widespread adoption of sustainable healthy eating. Red de Investigación sobre el Clima y la Alimentación. 12
Platos, pirámides y planeta • Aceites y grasas con una proporción entre omega 3 y omega 6 beneficiosa como el aceite de colza y el aceite de oliva. • Agua del grifo en lugar de otras bebidas, especialmente refrescos. Hoy en día, si bien un número cada vez mayor de organizaciones internacionales y gobiernos ha reconocido que las políticas alimentarias deberían tener por objeto integrar el dúplice objetivo de mejorar la salud de las personas y el medio ambiente, muy pocos países han dado este paso, como se mostrará en este informe. 1.3 Avances en las guías alimentarias nacionales Los consejos nutricionales evolucionan continuamente a la luz de los nuevos datos sobre los efectos de diferentes alimentos o nutrientes en la salud y de los avances en las cuestiones relacionadas con la dieta y los objetivos de salud pública. En la actualidad, los consejos se sitúan en dos niveles diferentes: los valores diarios de referencia para los nutrientes (basados en amplias revisiones bibliográficas y utilizados principalmente por profesionales) y las guías alimentarias basadas en alimentos (basadas en los primeros y dirigidas al público en general). En muchos casos, las guías alimentarias se complementan con guías de alimentación y representaciones gráficas como pirámides, platos o diagramas de otro tipo, que ilustran las contribuciones relativas recomendadas de los diferentes grupos de alimentos a la dieta. Las guías alimentarias basadas en alimentos se adaptan a las condiciones nutricionales, geográficas, económicas y culturales específicas de los contextos en los que se aplican. Las guías oficiales, encomendadas y aprobadas por el gobierno, tienen por objeto establecer la “visión” dietética del país y sentar las bases de las políticas públicas en materia de alimentación y nutrición, salud y agricultura y de los programas de educación nutricional. ¿Qué condujo al desarrollo de las guías alimentarias nacionales? En la Conferencia Internacional sobre Nutrición, organizada conjuntamente por la FAO y la OMS en 1992, se adoptó un Plan de Acción15 que preconizaba la difusión de información nutricional, otorgando prioridad a la lactancia materna y a otros enfoques sostenibles que fomentan la diversificación dietética mediante la producción y el consumo de alimentos ricos en micronutrientes, en particular de alimentos tradicionales idóneos. El Plan supuso pasar de las políticas impulsadas por cálculos teóricos sobre las necesidades de nutrientes a las políticas fundadas en las preocupaciones reales de salud pública de la época. Hay que señalar que el término sostenible en ese contexto no asume ningún tipo de connotación ambiental determinada. Algunos años más tarde, en 1995, la FAO y la OMS celebraron una consulta de expertos sobre la elaboración y aplicación de las guías alimentarias basadas en alimentos.16 El informe técnico resultante, en el que se exponen tanto el fundamento conceptual de las guías como una visión general de las etapas de su elaboración, sigue siendo hoy en día el principal trabajo de referencia sobre la materia. 15 FAO/OMS (1992). Final report of the International Conference on Nutrition (ICN). 16 FAO/OMS (1998). Preparation and Use of Food-Based Dietary Guidelines. 13
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