ACTITUDES HACIA LA MATEMATICA Y EL RENDIMIENTO ACADÉMICO EN ESTUDIANTES DEL 5 GRADO DE SECUNDARIA: RED Nº 7 CALLAO
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FACULTAD DE EDUCACIÓN Programa de Maestría para Docentes de la Región Callao ACTITUDES HACIA LA MATEMATICA Y EL RENDIMIENTO ACADÉMICO EN ESTUDIANTES DEL 5° GRADO DE SECUNDARIA: RED Nº 7 CALLAO Tesis para optar el grado académico de Maestro en Educación Mención en Evaluación y Acreditación de la Calidad de la Educación BACHILLER ORLANDO MAMANI FLORES LIMA – PERÚ 2012
I
ACTITUDES HACIA LA MATEMATICA Y EL RENDIMIENTO ACADÉMICO EN ESTUDIANTES DEL 5° GRADO DE SECUNDARIA: RED Nº 7 CALLAO II
JURADO DE TESIS Presidente: Dr. Gilberto Bustamante Guerrero Vocal: Dra. Esther Mariza Velarde Consoli Secretario: Mg. Miguel Ángel Rimari Arias ASESOR Dr. José Muñoz Salazar III
DEDICATORIA A Dios por estar presente en todo momento de mi vida para poder alcanzar todas mis metas y anhelos. Mi agradecimiento eterno a las personas que me dieron la vida e inagotable dedicación y amor: Mis padres Esteban y Teodora. Con cariño a mis seres queridos y en especial a mi bebe David Emmanuel que con su apoyo y aliento lograron forjar un ideal en mi persona. IV
Índice de contenido Pág. INTRODUCCIÓN 1 Problema de investigación 2 Planteamiento. 2 Formulación. 3 Justificación. 4 Marco referencial 5 Antecedentes. 5 Nacionales. 5 Internacionales. 7 Marco teórico. 9 Definiciones de actitud. 9 Teoría de la actitud. 10 Componentes de la actitud. 10 Funciones de las actitudes. 11 Estructura de la actitud. 12 Medición de actitud. 12 Actitudes hacia la matemática. 13 Importancia de las actitudes en la matemática. 15 Fundamentos del área de matemática. 16 Contenidos del área de matemática . 16 Evaluación de los aprendizajes. 17 Rendimiento académico. 18 Factores y criterios del rendimiento académico. 19 Tipos de rendimiento académico. 20 Objetivos e hipótesis 21 Objetivos. 21 Hipótesis. 22 MÉTODO 23 Tipo y diseño de investigación 23 V
Variables. 24 Definición conceptual 24 Definición operacional 25 Participantes 25 Instrumentos de investigación 28 Procedimientos de recolección de datos 30 RESULTADOS 31 DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS 40 Discusión 40 Conclusiones 44 Sugerencias 45 REFERENCIAS 46 ANEXOS VI
Índice de tablas Pág. Tabla 1. Operacionalización de actitudes hacia la matemática. 24 Tabla 2. Operacionalización de rendimiento académico. . 25 Tabla 3. Instituciones educativas de la red N° 7. 27 Tabla 4. Genero de estudiantes. 27 Tabla 5. Edad de estudiantes. 27 Tabla 6. Medida de medias y desviación estándar de las variables. 31 Tabla 7. Resultado de las actitudes hacia la matemática. 32 Tabla 8. Resultado del componente cognitivo de la actitud. 33 Tabla 9. Resultado del componente afectivo de la actitud. 34 Tabla 10. Resultado del componente conductual de la actitud. 35 Tabla 11. Niveles del rendimiento académico 36 Tabla 12. Resultado del rendimiento académico en matemática. 36 Tabla 13. Prueba de normalidad de Kolmogorov Smirnov. 38 Tabla 14. Medidas de correlación para las variables. 38 VII
Índice de figuras Pág. Figura 1. Niveles de actitudes hacia la matemática. 32 Figura 2. Niveles del factor cognitivo de la actitud hacia la matemática. 33 Figura 3. Niveles del factor afectivo de la actitud hacia la matemática. 34 Figura 4. Niveles del factor conductual de la actitud hacia la matemática. 35 Figura 5. Niveles del rendimiento académico en matemática. 37 VIII
Resumen La presente investigación tuvo como propósito conocer la relación entre las actitudes hacia la matemática y el rendimiento académico en matemática en estudiantes de 5to grado de secundaria de la Red: Nº 7 Callao. Se realizó en una muestra probabilística estratificada de 243 estudiantes entre varones y mujeres con edades entre 15 a 18 años. Se utilizó el cuestionario de actitudes hacia la matemática (EAHM), elaborado por Bazán y Sotero (1997), en Perú y adaptado por el autor de esta tesis y el rendimiento académico del área matemática se trabajó con las actas de evaluación del aprendizaje. Las conclusiones del estudio confirman que no existe una correlación entre las actitudes hacia la matemática y el rendimiento académico en matemática. Palabra clave: actitudes hacia la matemática, rendimiento académico Abstract The present investigation had as intention know the relation between the attitudes towards the mathematics and the academic performance in mathematics in students of 5to degree of secondary of the Network: N º 7 Callao. It was realized in a sample probabilistic stratified of 243 students between males and women by ages between 15 to 18 years. The questionnaire of attitudes was in use towards the mathematics (EAHM), elaborated by Bazán and Sotero (1997), in Peru and adapted by the author of this thesis and the academic performance of the mathematical area one worked with the minutes of evaluation of the learning. The conclusions of the study confirm that a correlation does not exist between the attitudes towards the mathematics and the academic performance in mathematics. Key word: attitudes towards the mathematic, academic performance IX
1 Introducción La presente investigación se realiza con el propósito de conocer las actitudes hacia la matemática y su rendimiento académico, en estudiantes de educación secundaria porque hoy en día, la matemática es una necesidad en el contexto de la sociedad del conocimiento para afrontar el reto que presenta la tendencia social y la toma de decisiones. En el Perú uno de los propósitos que plantea el Diseño Curricular Nacional 2009, (DCN) es el “desarrollo del pensamiento matemático y de la cultura científica para comprender y actuar en el mundo” (p.316) por eso es necesario que los estudiantes desarrollen capacidades, conocimientos y actitudes positivas hacia la matemática, para resolver con actitud analítica los problemas de su contexto y de la realidad. Las actitudes son adquiridas de la experiencia escolar del estudiante. La forma como se trabaja en el ámbito cognitivo, afectivo y conductual podría explicar los rechazos o atracciones hacia la matemática. La matemática es considerada como una de las principales asignaturas en la educación y las investigaciones demuestran que su estudio despierta interés solo por una parte de la población de estudiantes, siendo mayor en la primaria y en menor grado en la secundaria. La afectividad, la aplicabilidad, la habilidad y la ansiedad son entre otros factores intervinientes en la formación de actitudes y al analizar los resultados obtenidos de la aplicación de una escala de actitudes hacia la matemática y compararlos con el rendimiento académico, nos permitiría obtener información que contribuya al estado de conocimiento actual de esta materia. Enseñar actitudes y mejorar la actitud hacia la matemática es en la actualidad tema de estudio, la actitud como una forma de motivación, impulsa y orienta la acción hacia la matemática, por eso consideramos necesario el estudio de las actitudes y sus componentes cognitivo, afectivo y conductual en el aprendizaje matemático de los estudiantes, con el propósito de promover actitudes y creencias positivas en los estudiantes. Por lo tanto es necesario realizar una investigación exhaustiva y profunda sobre las actitudes hacia la matemática y su rendimiento académico en el área. El presente estudio de investigación tiene por objetivo conocer las actitudes hacia las matemáticas y el rendimiento académico en los estudiantes del quinto grado de secundaria de la Red N° 7 de la Región- Callao.
2 Problema de investigación Planteamiento del problema. La matemática en la formación escolar es muy importante, aunque estudios recientes muestran en el Perú los rendimientos de los estudiantes son deficientes en esta área (UMC, 2005), además “la adquisición de ciertas habilidades matemáticas básicas y la comprensión de determinados conceptos son imprescindibles para un funcionamiento efectivo en la sociedad actual. Sin embargo, es frecuente observar la preocupación de muchos estudiantes y docentes por el rendimiento inadecuado; por el rechazo y la apatía hacia el área de matemática “(Bazán y Aparicio, 2006, p. 61). Para ello el Diseño Curricular Nacional 2009 (DCN) propone “ser competente matemáticamente supone tener habilidad para usar los conocimientos con flexibilidad y aplicar con propiedad lo aprendido en diferentes contextos” (p.315). Entonces aprender matemática se ha convertido en una necesidad para que los estudiantes desarrollen capacidades, conocimientos y actitudes matemáticas, pues cada vez más se hace necesario el uso del pensamiento matemático y el razonamiento lógico en el transcurso de sus vidas. En los estudiantes de educación secundaria de la red educativa Nº7 de la Región Callao se evidencia, el bajo rendimiento académico hacia la matemática y continuamente los maestros de educación secundaria manifiestan el bajo rendimiento académico como un problema de la educación primaria, a su vez les refieren el problema a los maestros de educación inicial. Algunos estudiantes manifiestan desagrado, temor, desconfianza, inseguridad hacia el examen o el curso de matemática, porque siente que no están preparados o se le hace difícil de aprender, por falta de apoyo en casa o porque es muy complejo y abstracto, otros estudian solamente para pasar el examen o porque sus padres le exigen que tiene que aprobar el curso de matemática eso demuestra que no le agrada, sino lo hacen por obligación, claro que también hay un porcentaje mínimo de buenos estudiantes en matemática que les agrada el curso y manifiestan confianza hacia la matemática además, es el curso preferido por lo tanto, su rendimiento es muy satisfactorio por consiguiente tienen buen rendimiento académico. Algunas de las actitudes en el proceso de aprendizaje de la matemática que se manifiesta en el estudiante son el rechazo, la negación, la frustración que se caracteriza por la dificultad, aburrimiento y desmotivación hacia el curso por lo tanto, es necesario el estudio de las actitudes en los estudiantes, puesto que el desarrollo de actitudes positivas a través del fomento de sentimientos y emociones positivas facilitará un cambio en las creencias y expectativas hacia la matemática, favoreciendo
3 su acercamiento hacia la matemática, ya que la parte cognitiva, afectiva y conductual es importante en el aprendizaje del curso, permitiendo a los estudiantes generar actitudes positivas hacia la matemática, mejorando su rendimiento académico de acuerdo a las necesidades y exigencias de las instituciones educativas de la Provincia Constitucional del Callao. Desde la psicología educativa se postula que la participación activa del estudiante en la clase favorece su involucramiento en el proceso educativo y en consecuencia mejora su desempeño académico. Por lo cual es muy importante involucrar en forma progresiva a la población de la red educativa Nº7 Callao, en el conocimiento y dominio de las capacidades matemáticas, aplicados a contextos diversos que serán de gran utilidad para los estudiantes al enfrentar los diversos retos que la vida laboral y académica le exigen. Dentro de nuestra experiencia en el campo de la educación matemática en el nivel secundaria se observa continuamente dificultades en el rendimiento académico de los estudiantes del 5º grado de educación secundaria, en especial durante las evaluaciones. Además, en las instituciones educativas del nivel secundaria de la red educativa Nº7, se observó que el rendimiento académico es bajo en el área teniendo relación con las demás instituciones educativas. Las actitudes hacia la matemática, son producto de las experiencias que se han obtenido durante la etapa escolar y la matemática es considerada el área más importante del currículo, a pesar de las reformas y los cambios que se dan, hoy en día es necesaria una reforma impostergable. Sin embargo, conocer las actitudes hacia la matemática y su relación con el rendimiento académico es lo que perseguimos con el presente trabajo de investigación, para generar entendimiento y aportar información relevante en cuanto a las actitudes hacia la matemática. La investigación que a continuación se presenta pretende profundizar el conocimiento en las actitudes hacia la matemática y su relación con el rendimiento académico en estudiantes del 5º grado de secundaria. Formulación. Problema general. ¿Existe relación entre las actitudes hacia la matemática y el rendimiento académico en los estudiantes del 5° grado de secundaria de la Red N°7 Callao?
4 Problema específico. ¿Existe relación entre el componente cognitivo de la actitud hacia la matemática y el rendimiento académico en los estudiantes del 5º grado de secundaria de la red N°7 Callao? ¿Existe relación entre el componente afectivo de la actitud hacia la matemática y el rendimiento académico en los estudiantes del 5º grado de secundaria de la red N°7 Callao? ¿Existe relación entre el componente conductual de la actitud hacia la matemática y el rendimiento académico en los estudiantes del 5º grado de secundaria de la red N°7 Callao? Justificación. Actualmente, en nuestra sociedad la información se presenta cada vez con mayor frecuencia en términos matemáticos. Es por ello que se hace necesaria una formación matemática que facilite la toma de decisiones. Desde el punto de vista teórico, la presente investigación pretende enriquecer los conocimientos actuales sobre las actitudes de los estudiantes frente a la matemática en su aprendizaje. Así, a nivel científico, esta investigación, sirve para conocer la relación entre las actitudes hacia la matemática y su rendimiento académico, teniendo en consideración que los componentes cognitivo, afectivo y conductual ante las evaluaciones juega un papel muy importante, siendo además una base para las futuras investigaciones vinculadas hacia al tema. En el ámbito práctico, consideramos que una investigación de esta naturaleza puede poner los cimientos para indagaciones y acciones educativas posteriores, además este trabajo sirve para seguir precisando más, los factores que intervienen en el adecuado rendimiento académico de los estudiantes. En el ámbito social, las actitudes hacia la matemática permiten desarrollar niveles de pensamiento científico para comprender el mundo que los rodea y sus transformaciones, donde el estudiante es el artífice de su propio aprendizaje; esto implica plantear y resolver problemas con actitud analítica los problemas de su contexto y de la realidad social donde se desenvuelve. De esta manera contribuye la investigación para mejorar la calidad de la educación en estudiantes del nivel secundaria, en la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes positivas hacia la matemática.
5 Marco referencial Antecedentes. Nacionales. En el presente trabajo de investigación realizado por investigadores en el Perú son considerados como sigue: Aliaga y Pecho (2000), realizó un estudio de evaluación de la actitud hacia la matemática en estudiantes secundarios, en una muestra de 400 alumnos del nivel secundario de menores de Lima Metropolitana aplicado el instrumento de escala Likert. Los estudiantes españoles y peruanos no se diferencian en la escala global y en la escala ansiedad hacia la matemática, pero si en otras tres escalas. Las estructuras actitudinales de ambas poblaciones dentro de los reactivos de la escala son parecidas, manteniendo mucho en común pero también se difieren. En la población española se acentúa en primer lugar la dimensión ansiedad y luego el agrado, siendo inversa la situación de la población peruana. La escala de actitudes hacia la matemática de Auzmendi en su estructura peruana tiene adecuados índices de validez de constructo así como validez predictiva. La validez predictiva de la escala respecto al rendimiento académico en matemática obtenido por el promedio de las notas en la asignatura de matemática de los cinco años de la educación secundaria, es moderada. La ansiedad hacia la matemática es la escala simple mejor predictora. Yi Yi (1989), precisó los niveles de actitud con respecto a variables como el sexo del profesor, el nivel de ayuda de padres y asesores, el tipo de colegio, entre otras. Asimismo usó un estudio de validez de contenido usando jueces psicólogos para evaluar la pertinencia de los ítems de la escala elaborada por ella en base a la revisión de la literatura pertinente. La versión final de su prueba comprende 32 ítems. Trabajó cuatro dimensiones: 1) Aplicabilidad, que evalúa la valoración del curso de matemática; 2) Afectividad, que mide el agrado y desagrado hacia el curso; 3) Habilidad, qué refleja la confianza en la propia habilidad matemática; 4) Ansiedad, que mide las reacciones comporta mentales frente al curso. Delgado (2004) en su investigación, estudió el grado de relación entre la actitud hacia el curso, el profesor y el examen de matemática con el rendimiento escolar en matemática, con un diseño de investigación descriptivo correlacional y comparativo; la población de estudio fueron 403 escolares de primer año de secundaria de los colegios estatales de Lima Metropolitana, a quienes se le administró un cuestionario de escala de actitudes hacia la matemática. Los resultados concluyentes demostraron que existe relación entre actitudes hacia el curso de matemática el cual predice en 8%,
6 hacia el profesor 3% y hacia el examen 6% el rendimiento escolar de la asignatura de matemática. El sexo no plantea diferencias en las correlaciones de las actitudes hacia el profesor, ni hacia el examen de matemática con el rendimiento escolar de la asignatura de matemática, en lo que respecta al grupo en general las actitudes hacia el curso, hacia el profesor y hacia los exámenes muestran una actitud de tendencia positiva. Yábar (2007), realizó la investigación con el objetivo de conocer si existe relación entre la actitud hacia la matemática y el nivel de conocimientos básicos en esta asignatura, de los alumnos que ingresan al ciclo I de la facultad de educación de la universidad nacional José Faustino Sánchez Carrión. 2005-I. el método de investigación fue descriptivo, se utilizó encuesta de Likert para medir actitud hacia la matemática y un Test de preguntas cerradas para medir el nivel de conocimientos básicos en matemática. La muestra estuvo constituida por 577 alumnos ingresantes a la facultad de educación de la UNJFSC. En los resultados se ha demostrado que las notas de los alumnos obtenidas en el Test de conocimientos en matemática están relacionadas con la actitud del alumno hacia la matemática, también el nivel de conocimientos en matemática se encuentra correlacionado positivamente con la actitud del alumno hacia ésta asignatura, siendo la ansiedad y confianza los factores de mayor fuerza. Además, se obtuvo que un 48.2% de los alumnos expresaron una actitud de indiferencia hacia la matemática y un 57% de los alumnos obtuvieron la calificación de deficiente en el Test de conocimiento. Hurtado (2009) en su investigación, estudió la capacidad de razonamiento, demostración y comunicación matemática. En una muestra de 220 estudiantes, trabajó con un cuestionario tipo Likert: los resultados afirman que las actitudes hacia la matemática y el rendimiento académico en la capacidad razonamiento y demostración están relacionadas entre sí, tanto la actitud hacia la matemática y el rendimiento académico en la capacidad razonamiento y demostración; la actitud hacia la matemática es significativo en el rendimiento académico en la capacidad comunicación y matemática, también las actitudes hacia la matemática y el rendimiento académico en la capacidad resolución de problemas están relacionadas entre sí y también existe asociación entre la actitud hacia la matemática y el rendimiento académico en la capacidad resolución de problemas. Finalmente la actitud hacia la matemática es significativa en el rendimiento académico en la capacidad resolución de problemas. Bazán y Sotero (1997), realizó un estudio con el propósito de reflexionar sobre la aplicación de la escala desarrollada por Bazán (1997), EAHM-U de actitudes hacia
7 la matemática, en ingresantes a la UNALM, y diferenciando sus resultados considerando la edad, sexo y especialidad de ingreso, en un muestreo no probabilístico intencional y accidental conformada por 256 estudiantes; la EAHM es un instrumento de 31 ítems con cuatros dimensiones en una escalamiento de tipo Likert de cinco valores que es confiable, válido y la escala según la edad del ingresante a la UNALM en tres grupos : de 16 años, de 17 a 19 y mayores de 20 años. A partir del instrumento se ha encontrado que en general la actitud hacia la matemática es más bien negativa en los ingresantes que llevan el curso de Matemática I. No hay diferencias por sexo en la actitud hacia la matemática en la escala y en sus dimensiones. Internacionales. Para la ejecución del presente trabajo de investigación se han revisado tesis sobre el problema de nuestra investigación y se ha encontrado lo siguiente: En México, Sánchez y Ursini. (2010), realizaron un estudio con el objetivo de conocer las actitudes hacia la matemática de estudiantes mexicanos, de educación media básica en distintos contextos y variables como el uso de tecnología para aprender matemática, el grado escolar y el género, se analizó también la relación entre actitudes y rendimiento, trabajó en una muestra de 1056 alumnos de secundaria y otra muestra de 430 estudiantes ambas muestras de estudiantes provenían de diferentes secundarias públicas del estado de Coahuila. El primer estudio fue de tipo transversal y el segundo de tipo longitudinal. La actitud se medió con la escala AMMEC. El rendimiento matemático se evaluó empleando cuestionario de opción múltiple. Los resultados fueron significativos, indicando que existe una relación positiva, si bien débil, solo entre el rendimiento y la auto-confianza para trabajar en matemática. En segundo estudio las correlaciones fueron similares a las del primer estudio indicando una correlación negativa débil entre rendimiento. En segundo grado la correlación resultó positiva, entre débil y moderada, para rendimiento y actitudes hacia la matemática enseñada con computadora. En España, Auzmendi (1991) realizó una investigación de actitudes hacia la matemática en una muestra de 2052 estudiantes. El instrumento diseñado contempla los siguientes factores: motivación hacia el estudio y utilización de la matemática, ansiedad o temor ante la materia, agrado o disfrute que provoca el trabajo matemático, utilidad y valor que el estudiante otorga a la materia para su vida profesional, confianza o sentimiento que provoca la habilidad en matemática. El análisis de todas estas
8 variables, concluye que las actitudes hacia estas materias tienden a ser negativas y que la variable que tiene mayor peso en todos los factores es la motivación que el alumno ha sentido hacia ella durante sus cursos. En Colombia, Pérez (2008), realizó el estudio con el objetivo de establecer la correlación existente entre las actitudes de los estudiantes hacia la matemática y el rendimiento académico en matemática de los estudiantes que ingresan a la Universidad Sergio Arboleda; la muestra estuvo conformada por 163 estudiantes, la asignatura de lo que se infiere inmediatamente que la actitud hacia la matemática va en correspondencia con su desempeño académico, utilizó una escala para los ingresantes a la educación en tres grupos: estudiantes indispuestos hacia los cursos de matemática, estudiantes con expectativas hacia los cursos de matemática y estudiantes con buena disposición hacia la matemática. Se realizó un seguimiento del rendimiento académico de los estudiantes encuestados con el propósito de establecer una correlación entre la escala y su desempeño académico, finalmente concluyó que existe una correlación positiva entre mala actitud de los estudiantes hacia la matemática y su bajo rendimiento académico, también se probó que existe una correlación positiva entre las actitudes hacia la matemática y el bajo rendimiento académico de los estudiantes. En Colombia, Cuervo (2009), estudió la construcción de una escala tipo Likert para medir la actitud hacia la matemática en los niños (as) entre los 10 y 13 años, que pertenecen al programa Pre talento, siendo validado con un grupo de expertos en matemática, aplicó la escala actitudinal al grupo de estudiantes del programa y establece una correlación entre las actitudes y desempeño académico con un diseño de investigación descriptivo correlacional; para la construcción fueron 206 estudiantes y para la correlación fueron 229 estudiantes del programa Pre talento. El resultado demostró la construcción y validación de una escala tipo Likert que permite medir de manera confiable la actitud hacia la matemática en niños(as) entre los 10 y 13 años, también muestra que no hay correlación entre el rendimiento académico y la actitud hacia la matemática de los niños(as) que están en el Programa Pre talento. La buena actitud de los estudiantes hacia la matemática se ve reflejada en la idea expuesta por ellos en las autoevaluaciones realizadas al final del curso y puede desarrollar actividades que permitan explorar el potencial de aquellos que muestran una buena actitud hacia la matemática y a su vez realizar actividades que permitan motivar o incentivar a los estudiantes que permanentemente presentan una mala actitud.
9 Marco teórico. Definiciones de actitud. Una actitud puede definirse como una organización aprendida y relativamente duradera de creencias acerca de un objeto o de una situación, que predispone a un individuo en favor de una respuesta preferida. Para Young (1967), “la actitud tiene dos significados, uno amplio y otro estrecho; fue usado primero en un sentido bastante limitado, para indicar una predisposición motriz y mental a la acción; después se lo empleó con un alcance algo mayor, para señalar tendencias reactivas específicas o generalizadas, que influyen sobre la interpretación de nuevas situaciones y la respuesta frente a estas”. (p .7) Para Kerlinger y Lee (2002), “una actitud es una predisposición organizada a pensar, sentir, percibir y comportarse hacia un referente u objeto cognitivo. Se trata de una estructura perdurable de creencias que predispone al individuo a comportarse de manera selectiva hacia los referentes de actitud.” (p. 648) Según Hollander (1968), “la actitud es como una organización aprendida y relativamente duradera de creencias acerca de un objeto o de una situación, que predispone a un individuo en favor de una respuesta preferida.”(p.125). Triandis (1974), define “una actitud es una idea cargada de emotividad que predispone una clase de acciones a una clase particular de situaciones sociales” (p.3) Para Summers (1986), “las actitudes se aprenden y permanecen implícitas; son estados inferidos del organismo que, se adquieren de manera muy semejante y son, al mismo tiempo, predisposiciones a responder; pero se distinguen de otros similares en que predisponen a una respuesta evaluativa” (p.278). Para Myers (2004), “las actitudes son creencias y sentimientos que pueden influenciar en nuestras reacciones. Si creemos que alguien es una amenaza, podríamos sentir desagrado y consecuentemente actuar de forma poco amigable.”(p.81) Según Gagné (1975), una actitud: “constituye un estado interno adquirido que ejerce influencia sobre la elección de la acción personal hacia alguna clase de cosas, personas o eventos, las actitudes como capacidades aprendidas tiene un énfasis que
10 se centra en el comportamiento, en el sentido de que las actitudes afectan las actuaciones humanas” (p.145) Para Worchell y Cooper (2002), “una actitud es un juicio evaluativo bueno o malo de un objetivo y así una actitud representa la propensión favorable o negativa del individuo hacia el objetivo”. (p.126) Para Fazio (1989) citado por Morales (1998), “una actitud se considera como una asociación entre un objeto dado y una evaluación dada” (p.497) Por lo tanto las actitudes son formas habituales de pensar, sentir y comportarse de acuerdo a un sistema de valores que se va configurando a lo largo de la vida a través de las experiencias de vida y educación recibida. Teoría de la actitud. Según Papalia (1988), “la teoría del aprendizaje, aprendemos actitudes del mismo modo en que aprendemos todo lo demás, y estas teorías de aprendizaje conciben a las personas como seres primariamente pasivos, cuyo aprendizaje “depende del número y de la fuerza de los elementos positivos y negativos previamente aprendidos”. (p.396) También menciona: “la teoría de la consistencia cognitiva la incoherencia entre dos estados de conciencia hace que las personas se sientan incomodas. En consecuencia, cambian o bien sus pensamientos o bien sus acciones con tal de ser coherentes. Cualquiera de las formas permite que siga pensando que es una persona responsabilizada con el bien común y al mismo tiempo conserva su empleo”. (p.396) Además dice: “la teoría de la disonancia cognitiva, la tendencia natural de los seres humanos a incrementar el valor de lo que han elegido, sea lo que fuere y a minimizar lo que no han elegido” (p. 397). Componentes de la actitud. Triandis (1974), menciona tres componentes: “cognoscitivo, consiste en una categoría usada por los humanos al pensar y se deducen en respuestas a diversos estímulos distintos: afectivo, es la emotividad que impregna la idea es decir diremos que tiene un sentimiento positivo o negativo hacia los componentes de esa categoría y de comportamiento, es una predisposición a actuar”. (p. 3)
11 Según Morales (1998) “una actitud tiene tres componentes: cognitivo, afectivo y conativo-conductual; el primero consta de percepciones de la persona sobre el objeto de la actitud y de la información que posee sobre él; segundo está compuesto por los sentimientos que dicho objeto despierta y tercero incluye las tendencias, disposiciones e intenciones hacia el objeto, así como las acciones dirigidas hacia él”. (p.497) Para Summers (1986), menciona tres componentes: “cognoscitivo incluyen las creencias que se tienen acerca de un objeto; componente emocional es conocido a veces como el componente sentimental y se refiere a las emociones o sentimientos ligados con el objeto de la actitud y el componente de tendencia a la acción incorpora la disposición conductual del individuo a responder al objeto”. (p.15) Por otro lado Hollander (1968), menciona “las actitudes podemos considerarlas tres componentes fundamentales; un componente cognoscitivo, que alude a la creencia descreimiento; un componente afectivo que se ocupa de la simpatía- antipatía y un componente de acción que incluye la disposición a responder”. (p.132) Funciones de las actitudes. Las funciones que cumplen las actitudes pueden clasificarse en varias categorías de este modo sustentar y expresar determinadas actitudes satisface las necesidades individuales de lograr identidad, realidad y apoyo sociales. Según Katz (1960) citado por Hollander (1968), cuatro funciones que forman la base motivacional de las actitudes: La función instrumental, utilitaria, alude a las respuestas favorables que el individuo obtiene de sus semejantes al manifestar actitudes aceptables; la función de defensa del yo, permite al sujeto eludir el reconocimiento de sus propias deficiencias; la función de expresión de valores de las actitudes, el individuo logra la autoexpresión en términos de los valores que más aprecia y el conocimiento representa el componente cognitivo de las actitudes que confiere coherencia y dirección a la experiencia.(p. 136) Además, Katz (1960) citado por Triandis (1974) menciona cuatro funciones: Función instrumental de ajuste deriva de la tendencia a maximizar las recompensas en el medio ambiente externo y a minimizar los castigos; funciones ego-defensivas, permiten al individuo protegerse del reconocimiento de verdades básicas desagradables sobre sí mismo; las funciones expresivas
12 proporcionan placer a la persona, porque las actitudes revelan algunos de los valores básicos que más aprecia y las funciones del conocimiento se basan en la necesidad del individuo de dar estructura a su universo, de comprenderlo, de predecir los acontecimientos. (p. 6) Estructura de la actitud. Summers (1986), especifica tres conceptos a fin de evaluar la estructura de la actitud. Grado de aceptación, cuando una persona expresa voluntariamente su opinión sobre un asunto, por lo común indica la posición que le parece más aceptable. Grado de rechazo, la posición más objetable para el individuo, la cosa que más detesta en un dominio particular, junto con otras posiciones también objetables para él, definen el grado de rechazo. Grado de neutralidad, mientras que acepta unas posiciones y rechaza otras, el individuo puede preferir permanecer neutral con respecto a ciertas posiciones (p.125) Medición de actitud. La manera más frecuente de medir las actitudes ha sido el empleo de escalas de actitud. Según Summer (1986),” la escala Thurstone, se presenta en 15 a 25 aseveraciones, para que el sujeto manifieste su acuerdo o desacuerdo, Likert, es una escala aditiva de nivel ordinal, Guttman, requiere más de 10 reactivos y es acumulativa, por series de reactivos y diferencial semántico, es una escala multidimensional, que mide los significados que tiene un objeto para el individuo. (p.272) Hollander (1968) señala escalas de actitud: La primera escala es thurstone (1929) se le denomina “intervalos regulares”; la escala utilizada con mayor frecuencia es Likert (1932) se le denomina “escala adicionada” reúnen proposiciones que representan opiniones positivas o negativas acerca del objeto actitudinal; la escala de guttman (1950) busca el orden subyacente de una serie de preguntas mediante “si” o “no”, se le denomina “escala acumulativa” y la escala diferencial semántico (1957) lo califica en muchas dimensiones bueno-malo”, fuerte-débil”, activo-pasivo”. (p.155).
13 Según Papalia (1988), la escala Likert (1932) utiliza un rango de 5 puntos: estar completamente de acuerdo, estar de acuerdo, no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo, estar en desacuerdo y estar completamente en desacuerdo. El sujeto indica el número o letra apropiada y a cada respuesta se le da un valor en puntos, de 1 a 5. La calificación de la actitud de una persona es la suma de todas sus valoraciones. (p. 396) Para Kerlinger y Lee (1986) “existen escalas de puntuación sumada, escalas de intervalos aparentemente iguales y escalas acumulativas de Guttman. Una escala de tipo Likert donde cada uno de los participantes responde con grados de acuerdo o desacuerdo (intensidad). Las puntuaciones de los reactivos de dicha escala se suman, para producir una puntuación de actitud del individuo”. (p. 648) Actitudes hacia la matemática. La permanencia de los jóvenes en las instituciones educativas requiere de ciertos niveles mínimos de rendimiento para asegurar la posibilidad de una educación gratuita. En el terreno de las actitudes hay también un argumento al respecto, existe la posibilidad de que las actitudes estén asociadas a factores más importantes que el éxito, como por ejemplo el acto cotidiano de permanecer en la institución o poder seleccionar ciertas actividades o más aun, una carrera. Para Nieves (1993), “las actitudes hacia la matemática influye necesariamente en el tiempo, el esfuerzo dedicados a trabajar cuestiones relativas a esa asignatura y esto, a su vez repercute en el rendimiento y la nota obtenida. De todos es sabido que una actitud positiva facilita el aprendizaje mientras que una actitud negativa lo dificulta”. (p.116) Valdez (2000), menciona “las actitudes matemáticas se da una forma de contemplar, interpretar y actuar sobre el mundo que rodea al individuo, esa forma puede estar impregnada de estas actitudes aun sin tener explícitamente presente a las matemáticas como ciencia”. (p.43). Según Gómez- Chacón (2005), “las actitudes hacia la matemática se refieren a la valoración y el aprecio de esta disciplina y al interés por esta materia y por su aprendizaje, y subrayan más la componente afectiva que la cognitiva; aquélla se manifiesta en términos de interés, satisfacción, curiosidad, valoración, etc.” (p.5)
14 Para Bazán y Sotero (1997), “la actitud hacia la matemática es como el fenómeno que involucra sentimientos (componente afectivo), creencias (componente cognitivo) y las tendencias de los alumnos a actuar de manera particular, acercándose o alejándose del objeto matemática (componente comportamental).” (p.61) Para Haladyna (1983), “la actitud hacia la matemática es una disposición emocional hacia el aspecto escolar de la matemática; con frecuencia está relacionada con la ejecución de manera positiva, y una actitud positiva hacia la matemática puede incrementar algunas tendencias en la elección de cursos en secundaria y posiblemente algunas tendencias para elegir profesiones en matemática o con campos relacionados con ellas”. (p.32) De alguna manera se descarta que sea en un entorno más amplio que el escolar donde generen realmente las actitudes de los estudiantes hacia la materia de estudio, es posible que los efectos más permanentes y más importantes de la actitud provengan de factores vía el hogar u otros contextos sociales. La conducta de aprendizaje de muchos estudiantes depende en mayor grado de sus consideraciones sobre la utilidad de la matemática, que la medida en que les guste la materia. Para Muñoz y Mato (2006), “las actitudes hacia la matemática son adquiridas, nadie nace con predisposiciones positivas o negativas frente a algo, las actitudes se aprenden y son adquiridas más que innatas, responde a la necesidad que tiene la persona de estructurar el entorno, comprenderlo y pronosticar los acontecimientos que se produzcan y se diferencian tres factores básicos: cognitivo, afectivo y el conductual” (p.125) Según Auzmendi (1991), “las actitudes hacia la matemática es una predisposición del individuo para responder de manera favorable o desfavorable ante un determinado objeto, las matemáticas y la actitud puede determinar los aprendizajes y, a su vez, estos aprendizajes pueden mediar para la estabilidad o no de esta actitud” (p.46) Para Bazán y Aparicio, (2006), “la actitud constituiría una aproximación o alejamiento; un sentimiento favorable o desfavorable, que involucra pensamientos, evaluaciones, valoraciones y disposiciones a la acción que forman parte de otros componentes de la personalidad”. (p.23) Por tanto se tienen las actitudes hacia aquello de lo que se tiene experiencia y que constituyen el objeto actitudinal, pero no se puede tener actitud hacia lo que se
15 desconoce y todos las tenemos hacia aquellos objetos o situaciones a las que hemos sido expuestos, sea menor o mayor intensidad de la fuerza con que se muestra la actitud y podemos decir la actitud no solamente tiene una dirección, favorable o desfavorable, sino que existen grados formando un continuo actitudinal. Importancia de las actitudes en la matemática. Por todos es bien conocida la importancia de la formación de actitudes positivas en el proceso educativo. La responsabilidad, la dedicación o la perseverancia, entre otros comportamientos pueden resultar motivadoras para el aprendizaje, mientras que por el contrario la apatía o las distracciones pueden llegar convertirse en una verdadera barrera psicológica que repercutirá negativamente en el rendimiento. Para Auzmendi (1992), “la actitud hacia la matemática resulta un elemento importante porque; con actitudes negativas hacia la matemática no atenderá las explicaciones, mostrará conductas de apatía, de distracción o molestará durante el desarrollo de las clases y con actitudes positivas exhibirá conductas de interés hacia las explicaciones, tendrá buena disposición para el estudio y mostrará conductas de acercamiento hacia la asignatura”. (p.58) Por tanto, un estudiante con actitudes positivas hacia la matemática mostrará conductas de aproximación hacia esta asignatura, con consecuencias favorables en su rendimiento académico y por el contrario, un estudiante con actitudes negativas hacia la matemática, probablemente mostrará conductas de huida (matemática) con consecuencias adversas en su rendimiento académico. Su atención no sólo obedece a que son consideradas como predictores del rendimiento académico, sino también, como variable puede impedir o facilitar el aprendizaje de la matemática. Fundamentos del área de matemática. En este contexto, el mejoramiento de las condiciones de vida de las sociedades depende de las competencias de sus ciudadanos. Así el Ministerio de Educación en el DCN (2009), uno de los principales propósitos de la educación básica es “el desarrollo del pensamiento matemático y de la cultura científica para comprender y actuar en el mundo”. (p.316)
16 También menciona: “el área curricular de matemática se orienta a desarrollar el pensamiento matemático y el razonamiento lógico del estudiante, desde los primeros grados, con la finalidad que vaya desarrollando las capacidades que requiere para plantear y resolver con actitud analítica los problemas de su contexto y de la realidad”. (p.316) Además menciona en el DCN (2009): Es necesario que los estudiantes desarrollen capacidades, conocimientos y actitudes matemáticas, pues cada vez más se hace necesario el uso del pensamiento matemático y del razonamiento lógico en el transcurso de sus vidas, porque es fundamental para enfrentar gran parte de la problemática vinculada a cualquier trabajo; matemática para la ciencia y la tecnología, porque la evolución científica y tecnológica requiere de mayores conocimientos matemáticos y en mayor profundidad. (p.316) Los conocimientos matemáticos se van construyendo en cada nivel educativo y son necesarios para continuar desarrollando ideas matemáticas, que permitan conectarlas y articularlas con otras áreas curriculares, asimismo, posibilita la interacción de las ideas matemáticas con intereses y experiencias del estudiante. Contenidos del área de matemática En el DCN (2009) menciona, “en el nivel de educación secundaria se busca que cada estudiante desarrolle su pensamiento matemático con el dominio progresivo de los procesos de razonamiento y demostración, comunicación matemática y resolución de problemas. Asimismo, se promueve el desarrollo de actitudes que contribuyen al fortalecimiento de valores vinculados al área de matemática”. (p.316) También menciona: “del área matemática, las capacidades explicitadas para cada grado involucran los procesos transversales de razonamiento y demostración, comunicación matemática y resolución de problemas, siendo este último el proceso a partir del cual se formulan las competencias del área en los tres niveles: números, relaciones y funciones geometría y medición, estadística y probabilidad. (p.317)
17 Evaluación de los aprendizajes. La evaluación debe ser concebida como un proceso permanente, para lo cual las escalas de calificación se plantean como una forma concreta de informar cómo ese proceso va en evolución, por ello hay que ser muy cuidadosos en la forma en que calificamos, sin perder de vista que es producto del proceso evaluativo. DCN (2009) menciona, “la evaluación de los aprendizajes, significa que no hay que acumular calificaciones sino que se deben tomar las acciones inmediatas para atender las dificultades de un estudiante de manera oportuna, respetando su ritmo de aprendizaje, sus estilos y particularidades, hay que evaluarlos de acuerdo con sus propias características”.(p.52) También el DCN (2009), menciona: Debemos apuntar al logro de determinadas capacidades, conocimientos y actitudes en cada grado, competencias en cada ciclo y cada nivel educativo, debemos considerar el respeto de cada estudiante. Un aspecto fundamental en los tres niveles, es la necesidad de considerar que si bien hay calificaciones al final de los períodos, éstas no deben considerarse solo como un simple promedio, porque ello desvirtúa la esencia misma de la evaluación y su razón de ser. (p.52) Además menciona en el DCN (2009), “se evalúa la competencia a partir de las capacidades, conocimientos y actitudes previstos en la programación. Para lo cual, es necesario formular criterios e indicadores de logro, para establecer los niveles de logro alcanzados por los estudiantes”. (p.309) Podemos decir que la evaluación representa una valorización del desarrollo integral de la personalidad en función de los cambios propiciados por la educación; en matemática traducida en notas, la evaluación del rendimiento es un proceso técnico pedagógico cuya finalidad es juzgar los logros de acuerdo a los objetivos previstos. En el DCN (2009), la escala de calificación en educación secundaria es: Descriptiva y numérica. Muy bueno (20-18) cuando el estudiante evidencia el logro de los aprendizajes previstos, demostrando incluso un manejo solvente y muy satisfactorio en todas las tareas propuestas; bueno (17-14), cuando el estudiante evidencia el logro de los aprendizajes previstos en el tiempo
18 programado; regular (13-11), cuando el estudiante está en camino de lograr los aprendizajes previstos, para lo cual requiere acompañamiento durante un tiempo razonable para lograrlo; deficiente (10-00), cuando el estudiante está empezando a desarrollar los aprendizajes previstos o evidencia dificultades para el desarrollo de éstos y necesita mayor tiempo de acompañamiento e intervención del docente de acuerdo con su ritmo y estilo de aprendizaje.(p.45) Rendimiento académico. El rendimiento ha sido muy estudiado por diferentes autores y existen muchas definiciones. Algunas de ellas son las siguientes: Para Pizarro (1985), “el rendimiento académico es entendido como una medida de las capacidades respondientes o indicativas que manifiesta, en forma estimativa, lo que una persona ha aprendido como consecuencia de un proceso de instrucción o formación”. (p.85). También Pizarro define, “el rendimiento como una capacidad respondiente de éste frente a estímulos educativos, susceptible de ser interpretado según objetivos o propósitos educativos pre-establecidos” (p.85) Según Herán y Villarroel (1987), “el rendimiento académico se define en forma operativa y tácita afirmando que se puede comprender el rendimiento escolar previo como el número de veces que el alumno ha repetido uno o más cursos” (p. 23) Para Kaczynska (1986), “el rendimiento académico es el fin de todos los esfuerzos y todas las iniciativas escolares del maestro, de los padres de los mismos alumnos; el valor de la escuela y el maestro se juzga por los conocimientos adquiridos por los alumnos”. (p. 45) Según Nováez (1986) “el rendimiento académico es el quantum obtenido por el individuo en determinada actividad académica y está ligado al de aptitud, y sería el resultado de ésta, de factores volitivos, afectivos y emocionales, además de la ejercitación”. (p. 64) Para Martínez y Otero (2002) “el rendimiento académico es como el producto que da el alumnado en los centros de enseñanza y que habitualmente se expresa a través de las calificaciones escolares”. (p. 23)
19 Para Páez (1987), el rendimiento académico se define “como el proceso alcanzado por los alumnos en función de los objetivos programáticos previstos, y que puede ser medido mediante la realización de actividades de evaluación”. (p.67) Páez, (1987), también manifiesta: El rendimiento académico es un indicador del nivel de aprendizaje alcanzado por el alumno, por ello, el sistema educativo brinda tanta importancia a dicho indicador; sin embargo, en el rendimiento académico, intervienen muchas otras variables externas al sujeto, como la calidad del maestro, el ambiente de clase, la familia, el programa educativo, etc., y variables psicológicas o internas, como la actitud hacia la asignatura, la inteligencia, la personalidad, el autoconcepto del alumno, la motivación, etc. (p. 67) Asimismo el rendimiento académico es el resultado de diferentes fenómenos que se relacionan con el estudiante, consiste en medir a través de un sistema de evaluación el grado de aprendizaje cognitivo, afectivo y conductual que ha alcanzado un estudiante; es el nivel de conocimiento de un estudiante medido en una prueba de evaluación. Entonces podemos decir que el rendimiento académico es la relación entre lo obtenido y el esfuerzo empleado para obtenerlo y como producto de calificaciones, que puede dar el estudiante, promedio de las notas. Factores y criterios de rendimiento académico. Los factores determinantes del rendimiento académico son todas aquellas variables que constituyen el proceso de enseñanza aprendizaje del estudiante, del docente, del contenido, del procedimiento, del contexto, etc. Se suele tener en cuenta especialmente las variables personales de los alumnos, como la inteligencia, la personalidad, la motivación, las actitudes siendo necesarios criterios adecuados para interesarlas. Pero los factores que están directamente relacionados al rendimiento académico son de múltiple naturaleza. Así tenemos: Factores socio-culturales como: discriminación ética, discriminación social, discriminación cultural, valores culturales sobre educación, y temor al aislamiento del grupo de pertenencia por el éxito académico.
20 Factores económicos como: trabajo del estudiante, falta de recursos materiales para adquisiciones básicas y vivienda adecuada para el estudio. Factores familiares como: dinámica familiar alterada (crisis de los padres), estructura familiar incompleta (separación de los padres), distintas expectativas de los progenitores y el adolescente frente a la educación y padres sobre-indulgentes. Factores individuales como: problemas de salud, enfermedades crónicas, déficit sensoriales, nutrición, retardo intelectual, trastornos mentales, trastornos emocionales (niveles de ansiedad-temor al fracaso), alcohol y drogas. Factores pedagógicos como: método didácticos inadecuados, ubicación inadecuada en el curso, mal aprovechamiento del tiempo libre, metodología pedagógica inadecuada al contexto cultural, hábitos de estudio poco desarrollados, experiencias previas de aprendizaje académico deficientes y las pocas posibilidades de experiencias extra culturales. En cualquier grupo los estudiantes variaran tanto en su nivel de desarrollo cognoscitivo como en sus conocimientos y los docentes deben observar cuidadosamente mientras los estudiantes tratan de resolver los problemas académicos tratando de entender el tipo de pensamiento que está detrás de los errores o problemas. Los estudiantes son las mejores fuentes de información sobre sus propias capacidades de pensamiento. Tipos de rendimiento académico. Según Álvaro (1990), “tipos de rendimiento son el objetivo requiere la utilización de instrumentos normalizados, y en él sólo se aprecia el grado de dominio o la valía intelectual del sujeto y el subjetivo, por el contrario, se lleva a cabo mediante la apreciación o juicio del profesor, interviniendo en el mismo, como es lógico, todo tipo de referencias personales del propio sujeto”. (p.21) El rendimiento académico es como una medida de las capacidades correspondientes o indicativos que manifiestan, en forma estimativa, lo que una persona ha aprendido como consecuencia de un proceso de formación.
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