El Espacio Vivencial del Hombre Entre la Psicología y la Arquitectura - UNIVERSIDAD ARGENTINA JOHN F. KENNEDY
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1 UNIVERSIDAD ARGENTINA JOHN F. KENNEDY ESCUELA DE PSICOLOGÍA Directora: Dra. Alicia Risueño El Espacio Vivencial del Hombre Entre la Psicología y la Arquitectura Autora: Zulema Isabel Cardoni Tutora: Dra. Amelia Haydeé Imbriano Agosto de 2009
2 Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Capítulo 1 – Psicología y arquitectura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 1.1. El espacio vivencial de hombre (entre la psicología y la arquitectura). . . . . . .10 1.2. Arquitectura. Su relación con el arte, la técnica, lo funcional. . . . . . . . . . . 19 1.3. El espacio arquitectónico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 Capítulo 2 – Subjetividad y espiritualidad del hombre en el espacio vivencial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 2.1. Algunas consideraciones sobre la espiritualidad y la subjetividad. . . . . . . . 33 2.2. Los orígenes de la habitación humana y la necesidad de abrigo. . . . . . . . . . . 35 2.3. Más allá de la necesidad lo simbólico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Capítulo 3 – Belleza, sublimación y arquitectura en el espacio vivencial. . . . . 45 3.1. El lugar que ocupa la belleza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 3.2. La sublimación y el arte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 3.3. Narcisismo e ideal del yo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52 Capítulo 4 – El hombre, la posmodernidad y el espacio vivencial. . . . . . . . . . 56 4.1. ¿A qué llamamos posmodernidad?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 4.2. Algunas consideraciones de la edad moderna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 4.3. Sobre la posmodernidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 4.4. Posmodernismo en el arte, arquitectura y sociedad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66 4.5. Posmodernidad y globalización. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .70 4.6. El hombre moderno vs. el hombre de la posmodernidad. . . . . . . . . . . . . . . . . 72 4.7. Consecuencias de la posmodernidad en el espacio vivencial. . . . . . . . . . . . . . 76
3 Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 Referencias bibliográficas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92 Anexo de Imágenes
4 INTRODUCCION El trabajo que a continuación desarrollaremos tiene como punto de partida el interés por relacionar a la psicología, ciencia que se ocupa de la conducta y los procesos mentales, con la arquitectura, disciplina que más allá de la técnica constructiva tiene una fuerte vinculación con el arte y la historia. Analizaremos el espacio vivencial del hombre y cómo se vincula éste con su salud y la de la comunidad. El hecho arquitectónico es una importante manifestación humana que da respuesta al rasgo humano del habitar y representativa de los valores culturales de la época en la que éste fue erigido. Consideramos a la arquitectura una forma particular de expresión artística y al arte a su vez, como manifestación inconsciente de lo que habita en el hombre y que se expresa a través de la materialidad de la obra. Las construcciones arquitectónicas son habitadas, vividas por el hombre. Ellas obedecen siempre a una necesidad funcional previa al proyecto, se encuentran sujetas a las limitaciones de la versatilidad de los diversos materiales utilizados y al desarrollo de la técnica. Como manifestación artística se rigen por cánones de la estética. En el caso de las demás artes, el creador no encuentra el obstáculo de los límites impuestos a su disciplina en la ejecución de la obra, a diferencia de la arquitectura. Son ejemplos de ello la pintura o la música. A pesar de las limitaciones del soporte físico de los elementos utilizados, el artista puede plasmar su idea con total libertad.
5 Arquitectura es arte y técnica, estética y respuesta a la función. Siempre se apoya en una determinada concepción filosófica y en las características culturales de su época. Consideramos que la psicología y la arquitectura se entrelazan desde siempre dentro de la historia de la humanidad, dando la última respuesta a las necesidades de habitación del hombre a través del hecho arquitectónico. Pensamos al hombre desde un enfoque bio-psico-axio-social. El aporte de este trabajo será, por lo tanto, poder llegar a relacionar estas dos áreas del conocimiento, partiendo de la necesidad inicial de abrigo del hombre, de su rasgo fundamental de habitar, desde su primera morada en el seno materno. El hombre comenzó su historia –ontogénesis-, fue construyendo su psiquismo, donde más allá de la necesidad apareció el deseo, manifestándose esto también en su vivienda construida. Se agrupó en comunidades, se insertó en la cultura –filogénesis- y otorgó significado a los diversos espacios vivenciales construidos, a los que habitó y transitó. La hipótesis de la cual se parte es plantear la vivienda del hombre el lugar de la resignificación del seno materno. Tomamos esta idea del pensamiento de Freud, S. expresada en su artículo El malestar en la cultura (1930) y nos animamos a confrontarla con la experiencia del espacio vivencial del hombre en la época actual. Si la vivienda ha sido, desde los orígenes del hombre, un sustituto del seno materno al cual añora y quisiera volver, por el sentimiento de seguridad y protección que allí encuentra, y si la psicología y la arquitectura han acompañado la evolución del mismo, entonces el hecho arquitectónico continúa siendo un recurso donde aquel continúa proyectando su necesidad inicial. Allí encontramos los significados que
6 construyó a través de la historia de la humanidad y los que continúa construyendo en forma permanente. Nuestra hipótesis de investigación compromete una apreciación de los modos en que el hecho arquitectónico y el psiquismo del hombre han seguido una evolución paralela. El hecho arquitectónico es un recurso donde el hombre proyectó y continúa haciéndolo los significados construidos dentro de la cultura. Encontramos ciertos simbolismos que se mantienen a través de la diversidad de épocas y culturas, como constitutivos de lo más primordial. Desde el enfoque bio-psico-axio-social definimos la perspectiva del hombre que nos interesa. Entendemos como tal a este ser que partiendo de la naturaleza biológica, donde comienza a construir este psiquismo, llega a insertarse en la cultura adaptándose al entorno urbano. Analizaremos cómo se presenta el yo de este hombre en la época actual. Serán los objetivos buscados, investigar acerca de la evolución de la necesidad de resguardo humana y cómo ésta se resuelve a través de las distintas etapas de la historia, mediante el empleo de la arquitectura como arte y técnica, dando respuesta al requerimiento funcional y simbólico. Buscaremos asimismo conocer cómo el espacio vivencial tanto el privado (su vivienda) como el público (la comunidad) se expresa en la actualidad. También analizaremos cómo el espacio construido externo responde a la proyección de sus espacios psíquicos internos. Nos adentraremos en conceptos que hacen a la subjetividad y espiritualidad del hombre. Cómo estos se expresan a través de la arquitectura construida. .
7 Las preguntas que intentaremos responder serán en un principio, cómo se manifiesta en el hombre contemporáneo la necesidad de abrigo o resguardo originada al nacer y de qué la manera logra en su vivienda encontrarse con un sustituto del seno materno añorado. También será un interrogante a develar si el espacio vivencial fue y sigue siendo protección para el hombre, ante la angustia generada por la desprotección ante el mundo externo. Describiremos la relación que encontramos entre la materialización del espacio vivencial del hombre –hecho arquitectónico- y las características de las distintas etapas históricas. Avanzando en este camino nos preguntaremos si a través de los recursos utilizados por la arquitectura se puede influir en su equilibrio biopsicosocial. A los fines de nuestro desarrollo nos centraremos en el hombre de la posmodernidad, habitante de la gran ciudad, ya sea esta megalópolis o poblada metrópolis de la época actual. Este será el recorte que requiere la idea de nuestra investigación. Lo pensamos “sujeto” a las pautas que gobiernan esta etapa. Nos preguntaremos cómo los estímulos del medio influyen en su psiquismo, su manera de vincularse y acerca del lugar que ocupa la vivienda hoy como lugar de protección. Dentro del marco del enfoque elegido este trabajo intentará ser un aporte más: a mejorar su calidad de vida, a su sentido existencial y a un proyecto comunitario social. En el Capítulo 1, desarrollaremos desde diversos autores y disciplinas, partiendo del rasgo fundamental del habitar, los conceptos de espacio y lugar y su relación con las construcciones. Analizaremos cómo la arquitectura se vale de la
8 técnica, es una expresión de arte y da respuesta a una función, y de qué manera diversas corrientes psicológicas intervienen en el proceso constructivo del hecho arquitectónico. Aunando psicología y arquitectura, llegaremos a comprender el espacio y lugar arquitectónico como síntesis de esta dialéctica, la que siguiendo a Heidegger, M. (1951) expresamos como Construir, Habitar, Pensar. Proseguiremos en el Capítulo 2 adentrándonos en esta problemática, pero ahora centrándonos en la psicología. Desarrollamos los aspectos que hacen a la subjetividad y espiritualidad del hombre y de que manera estos se manifiestan a través de su producción artística y arquitectónica. Haremos un recorrido por la historia de la habitación humana. Describiremos cómo el desarrollo de la cultura, asentándose en la creación y el desarrollo de la técnica, se fue manifestando en la vivienda del hombre y cómo incorporó los aspectos subjetivos mediante la utilización de símbolos. En el Capítulo 3, nos referiremos a los conceptos de belleza y sublimación y cómo estos se relacionan con las producciones artísticas y la cultura. Luego nos adentraremos en la constitución del psiquismo humano, con su etapa de narcisismo y construcción del Ideal de Yo El Capítulo 4, buscaremos responder la pregunta acerca de la época contemporánea. Nos adentraremos en la posmodernidad siguiendo a autores contemporáneos. Intentaremos definir al hombre que transita la época actual, las características más destacadas del mismo y como se manifiesta la construcción de los espacios y lugares que habita. Desarrollamos luego el concepto de globalización. Para concluir este desarrollo, nos adentraremos en las consecuencias subjetivas traídas por la filosofía y valores de la posmodernidad y como ellas influyen en las características de su psiquismo.
9 Siendo partidarios de una postura crítica, en la conclusión final, más allá de buscar una integración de todo el material expuesto, evaluaremos si los objetivos que nos hemos propuesto han sido cumplidos con el despliegue investigativo realizado. Asimismo, si la hipótesis propuesta se sigue confirmando y como la misma se proyecta en el futuro, dando también lugar al rol del psicólogo y a la aparición de nuevas preguntas para responder.
10 CAPITULO 1 PSICOLOGIA Y ARQUITECTURA “(...) la vivienda un sustituto del seno materno, esa primera morada, siempre añorada probablemente, en la que uno estuvo seguro y se sentía tan bien..” Freud,S., 1929, p. 90 “...La arquitectura no lo ha abandonado ni un instante: muebles, habitación, luz solar o artificial,(…)la vivienda, la calle; el sitio urbano, la ciudad(…)Arquitectura es todo: su silla y su mesa, sus muros y sus habitaciones, su escalera o su ascensor, su calle, su ciudad..” Le Corbusier, 1957,p. 25 1.1. El espacio vivencial del hombre (entre la psicología y la arquitectura) Comenzaremos por definir el concepto de espacio, antes de adentrarnos en la definición del espacio vivencial. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, diremos que es un término que proviene del latín spatium y tiene diversas acepciones, entre ellas transcribimos aquellas que se vinculan con nuestro desarrollo: Espacio Físico: 1) Extensión que contiene toda la materia existente. 2) Parte que ocupa cada objeto sensible. 3) Capacidad de terreno, sitio o lugar.4) Distancia entre dos cuerpos. Espacio vital: Ámbito territorial que necesitan las colectividades y los pueblos para desarrollarse. Diferenciaremos ahora, spatium -algo en un emplazamiento dado- y extensio -lo que hace referencia a las dimensiones- (Heidegger, 1951, p.10). Diremos entonces que previamente tendremos un espacio extenso que se constituirá lugar,
11 con las características de spatium -espacio intermedio-, al ser habitado por el hombre. Lo definiremos como espacio vivencial. Definimos entonces el espacio vivencial del hombre como aquel lugar del vivenciar, que siendo primero representación en el psiquismo, se materializa en el afuera, más allá de los límites de su piel. Un lugar ubicado materialmente en el mundo externo, una porción del espacio extenso delimitado por materiales de construcción. Estos últimos son organizados a partir de una necesidad funcional a satisfacer. Esto se logrará mediante un hecho arquitectónico que resuma en sí mismo, arte, técnica, espacio y dé respuesta a la función . Espacio y lugar, dos conceptos en los que nos adentraremos con la finalidad de comprender este espacio vivencial del hombre. Seguimos a Heidegger, (1951) quien en su texto Construir, Habitar, Pensar, expuesto en ocasión de la crisis de viviendas en la postguerra, se pregunta sobre el habitar y el construir. De allí tomaremos los conceptos de espacio y lugar, desde su consideración del habitar como rasgo fundamental del hombre. (p. 4) El autor parte de la idea de que el construir tiene al habitar como meta. (p.1) Se pregunta acerca de las construcciones que albergan al hombre y por aquellas donde él mora pero no habita, si se entiende por esto último tener alojamiento. Refiriéndose a la etimología del término bauen –construir- proveniente de buan –habitar como permanecer o residir- Heidegger comenta como ya en esa época el construir había perdido el sentido del habitar como rasgo fundamental si bien permanecía el sentido del término en el lenguaje. (Heidegger, 1951, p. 2) Utiliza la metáfora del puente al preguntarse:
12 “¿en que medida el construir pertenece al habitar? (...)Al construir, en el sentido de edificar cosas, nos limitamos y preguntamos: ¿qué es una cosa construida? Sirva como ejemplo para nuestra reflexión un puente. (…) El puente coliga la tierra como paisaje en torno a la corriente(…) El lugar no está ya presente antes del puente. Es cierto que antes de que esté puesto el puente, a lo largo de la corriente hay muchos sitios que pueden ser ocupados por algo. De entre ellos uno se da como un lugar, y esto ocurre por el puente. De este modo, pues, no es el puente el que primero viene a estar en un lugar, sino que por el puente mismo, y sólo por él, surge un lugar. Las cosas que son lugares de este modo, y sólo ellas, otorgan cada vez espacios. Lo que esta palabra «Raum» (espacio) nombra lo dice su viejo significado: raum, rum quiere decir lugar franqueado para población y campamento. (Heidegger,1951, pp.7/9 ) Entendemos así que si bien muchos sitios pueden ser ocupados por alguna cosa, es sólo lugar el espacio ocupado por el puente y a su vez es éste el que lo hace surgir. Las cosas que se hacen lugares de esta manera, otorgan espacio Raum siendo una frontera, no aquello donde termina algo sino donde algo comienza a ser lo que es (su esencia) Por lo tanto, espacio es aquello que se ha hecho espacio, se lo ha dejado ser en sus fronteras, lo que ha quedado coligado por medio de un lugar, como el puente. “De aquí que los espacios reciban su esencia desde lugares y no desde “el”
13 espacio” (Heidegger, 1951, p. 9). A estas cosas que se designan como lugares se las llama construcciones, porque están producidas por el construir que erige. Nos dice también que en la esencia de estas cosas como lugares está implícita la referencia al hombre que reside junto al lugar. Así la relación del hombre y el espacio será spatium (algo en un emplazamiento dado) De esta manera, los espacios que el hombre atraviesa y vivencia cotidianamente están dispuestos por lugares y la esencia de estos últimos tiene su fundamento en las construcciones. El espacio no se enfrenta al hombre como algo exterior a él, tampoco es una vivencia interior. Entendemos que el hombre –que habita- está junto a las cosas, coligado con las cosas, con el espacio. También diremos que cuando el hombre evoca un lugar, se sitúa junto a las cosas evocadas, junto al puente, o sea junto al contenido de representación en la conciencia y posiblemente con más proximidad a la vivencia que la de aquellos que lo cruzan a diario. La relación del hombre con los lugares y a través de estos con los espacios, se vincula con la característica del primero de habitar y de esta manera lo vinculamos con las construcciones. La palabra Huis –en alemán actual Haus- significa casa, el lugar del cobijo de lo que Heidegger (1951, pp. 5/12) denomina Cuaternidad –del cielo, tierra, dioses, mortales-, el lugar la admite y la instala a la vez. Todo esto sería el construir, los lugares que otorgan espacios. El construir no genera de por sí espacios, nos acerca a la esencia ya que produce a las cosas como lugares. Las auténticas construcciones son aquellas que cuidan, que velan por la esencia del habitar. La arquitectura se ocupa del dejar habitar a través de la esencia del construir. Y desde la técnica tekhne –dejar aparecer – permite que se haga presente, algo en lo ya
14 presente (Heidegger, 1951, p. 13). A su vez, el pensar es parte de ese habitar que mencionamos. Construir y pensar se encuentran entonces en el concepto de habitar. Estos deben encontrarse, cada uno desde su experiencia, pero ir siempre juntos. La palabra wohnen en alemán actual significa habitar y Wohnung es vivienda, y en ellas encontramos referencia al permanecer y el residir, desde su vinculación con wuon del antiguo sajón y wunian al igual que bauen refieren al permanecer, al residir. El autor considera que en esta época mencionada, el hombre parecía haber perdido la esencia del habitar y necesitaba volver a encontrarse con ella, volver a aprender a habitar. Desde el campo de la arquitectura, el arquitecto Charles Édouard Jeanneret- Gris, conocido como Le Corbusier, definiría a la vivienda como la machine à habiter. Este concepto aparece en la Revista de Divulgación L´Esprit Noveau, creada por Le Corbusier en el año 1920. La definición está inspirada en la fascinación que ejercía el desarrollo de la máquina, en la época que se denomina moderna, en la arquitectura y las artes, donde veremos cuales eran las pautas de la filosofía que predominaba entonces y que resaltaba la importancia de la función sobre la forma. Así refiere a la casa (la vivienda) como de importancia fundamental, “reubicando al hombre en el centro de la preocupación arquitectónica” (Le Corbusier, 1957, p. 21) Según el diccionario de la lengua de la Real Academia Española máquina es el conjunto de aparatos combinados para recibir cierta forma de energía y transformarla en otra más adecuada, o para producir un efecto determinado. (1992, p.1319)
15 Cuando Le Corbusier habla de máquina, aclara que es en su significado de arte y astucia: “aparato combinado para lograr ciertos efectos”. La palabra astucia nos introduce (…) en el problema, que es apropiarse de la contingencia -de esa precariedad móvil- para constituir el cuadro necesario y suficiente de una vida que tenemos el poder de aclarar elevándonos por encima de la tierra, mediante los dispositivos del arte, atención dedicada a la felicidad de los hombres”. (Le Corbusier, 1957, p. 21) Se pregunta dónde está la arquitectura (p.13), expresando que en ese tiempo Francia era el teatro de ese desorden. Con la clara conciencia de la misión de reconstruir las viviendas saqueadas por la guerra se pregunta por el país: “¿acaso desde hace muchísimo tiempo el país no debería construirse, reconstruirse, reconstituirse como se reconstituyen las células en un tejido o las familias en los hogares, por el nacimiento de nuevas generaciones, realizando así el juego eterno de la vida?(...) la técnica y la conciencia son dos palancas de la arquitectura sobre las cuales se apoya el arte de construir”(Le Corbusier 1957, p. 13) Vemos así como lo que manifiesta Heidegger(1951), desde su discurso, encuentra eco en estas palabras del arquitecto. Ambos preocupados por el hombre, ser que cobra sentido al habitar, siendo esto último lo que otorga a su vez sentido al
16 construir. Ambos concientes de una nueva época, una nueva arquitectura, ante el desorden que se había instaurado entonces. Este desorden, portaba en sí el germen de las características de la época actual. En esta misma época, hacia 1953, desde la psicología, Lacan, J. propone una relectura de la obra de Freud. En su Seminario 1 transmite lo siguiente: “El pensamiento de Freud está abierto a revisión. Reducirlo a palabras gastadas es un error. Cada noción posee en él vida propia. Esto es precisamente lo que se llama dialéctica” (Lacan, 1953, p. 11) Siendo parte de aquellos que en esa época de la postguerra, donde reinaba el desorden, la confusión, donde como mencionamos, se buscaba el sentido y se pretendía ubicar al hombre en el centro del interés, este autor se propone re- introducir el registro del sentido y comenta como Freud se alejó del mal lenguaje, sometiéndose a la disciplina de los hechos. (Lacan, 1953, p.13) Y como introdujo el determinismo peculiar de la estructura de la subjetividad en la clínica analítica. Exhorta a su audiencia acerca de la necesidad de la búsqueda del sentido del ser analista y asimismo de la conciencia del cuestionamiento de esta actividad en todos ellos. Lo que pretende es evitar la confusión acerca de la práctica del método y también respecto a su inserción. Era ésa, sin dudas una época de cambios, donde los autores mencionados expresan su disconformidad con lo que ocurre en su mundo contemporáneo. Desde las distintas áreas se propone un cambio, un volver a las esencias, a los conceptos de origen. En este orden de cosas, Lacan, siguiendo a Freud, insiste en la importancia de reescribir la historia: “lo esencial es la reconstrucción, término que Freud emplea
17 hasta el fin (…) se trata menos de recordar que de reescribir la historia” (Lacan, 1953, p. 29) En esa época, en psicoanálisis se le había dado importancia al “ego”, considerándolo un aliado del analista. El insiste en que el “yo está estructurado exactamente como un síntoma (…) en el interior de un sujeto” (Lacan, 1953, p. 31) Así como Heidegger propone volver al origen de las palabras, al lenguaje, en la búsqueda del encuentro del sentido perdido del habitar, la arquitectura, a través de Le Corbusier ubica al hombre en el centro de la preocupación y resalta la importancia de la casa y su función. En este sentido, Lacan se pregunta: “¿Qué es el ego? Aquello en lo que el sujeto está capturado, más allá del sentido de las palabras, es algo muy distinto: el lenguaje, cuyo papel es formador, fundamental en su historia”. (Lacan, 1953, p. 33) El arquitecto Benévolo, L. (1967, p.13) refiere, en sus encuentros con los estudiantes de arquitectura de Roma, coincidiendo con lo expresado por Lacan, acerca de la necesidad de rescatar la historia, historizar. Otra referencia que nos interesa para nuestro desarrollo es la planteada por Augé, M, (1992) desde la antropología, acerca del lugar antropológico, término al que considera: “esta construcción concreta y simbólica del espacio que no podría por sí sola dar cuenta de las vicisitudes y de las contradicciones de la vida social pero a la cual se refieren todos aquellos a quienes ella les asigna un lugar, por modesto o humilde que sea(..) es al mismo tiempo
18 principio de sentido para aquellos que lo habitan y principio de inteligibilidad para aquel que lo observa.”(Augé, 1992, pp. 57/58) El autor expresa que estos lugares tienen al menos tres rasgos comunes: que se consideran identificatorios, relacionales e históricos y agrega que tanto el plano de las casas como las normas de la residencia, los barrios, altares, plaza, todo ello responde a un conjunto de posibilidades, de prescripciones y de prohibiciones cuyo contenido es la vez espacial y social.” (Augé, 1992, p. 58) Siguiendo a Certeau, diremos que el lugar se define como una configuración instantánea de posiciones (citado en Augé, 1992, p.59), o sea que en un mismo lugar pueden coexistir elementos distintos singulares. Asimismo lo relaciona con la historia y como el habitante de un lugar antropológico vive dentro de la historia, ya que en esa coexistencia se encuentra lo pasado, como origen, como monumento, junto a las vivencias actuales. En este recorrido hemos explorado los conceptos de lugar y espacio, y mostrado desde distintos autores y áreas del conocimiento la característica de estos en el recorte que tomamos de la época moderna. Intentaremos comprender el espacio vivencial del hombre en la actualidad. Este espacio que proponemos entre la dialéctica permanente de sus instancias psíquicas (yo, ello, superyó) como espacio interno del psiquismo y el mundo compartido como espacio externo, donde el hombre proyectará las representaciones construidas en el primero, en los diversos productos de la cultura. (Freud, 1923/1930). Un espacio vivencial que analizamos entre la psicología y la arquitectura: psicología como la ciencia que se ocupa de la conducta y de los procesos mentales
19 inherentes al psiquismo humano; arquitectura como la disciplina que posibilitará que las representaciones se materialicen en ese mundo externo y compartido, dando así respuesta a la necesidad de resguardo. 1.2 Arquitectura. Su relación con el arte, la técnica, lo funcional. La etimología del término arquitectura, la encontramos en el rol de quien la ejercía en la antigüedad, el arquitecto, del griego arkhitéxon y del latín architectus, que refiere a la persona que concibe la creación de un edificio, inmueble, etc. y controla su ejecución. Para la palabra arquitectura (del latín architectura y del griego) el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española cuenta con varias acepciones, entre ellas: (1992.p.193) • Relacionada con la profesión de arquitecto es arte y técnica de proyectar y construir edificios según reglas técnicas y cánones estéticos determinados. • Otra hace referencia al concepto de estructura, de forma: ejemplo, arquitectura del cuerpo humano, etc. • Una tercera la vincula con el concepto de organización de los diversos elementos constitutivos de un sistema informativo. Retomando la primera acepción, es aquella a la que nos referiremos y desarrollaremos y agregaremos que la utilización de las técnicas siempre surge de la resolución de alguna función, e incluye una postura filosófica y es una manifestación de arte. Adentrándonos en la arquitectura griega, tan importante para nuestra cultura, encontramos que el término tekne , en latín ars, engloba a la arquitectura, pintura,
20 escultura, etc. refiriéndose a ellas como las capacidades naturales del hombre, más allá de las limitaciones impuestas por lo social. Reconocen así a las actividades artísticas consideradas, como emergentes de exigencias rituales, celebratorias e iconográficas. Estas son expresadas con el término, más allá de la idea presente en ellas, la ejecución, el valor utilitario y el valor contemplativo de los objetos producidos. Los griegos consideraron a las artes, entre ellas a la arquitectura casi como ciencias. Ellos se ajustaron a reglas objetivas y así nacieron los distintos órdenes: dórico, jónico, corintio En esa denominación –orden- conllevan un significado de disposición ordenada, regular, geométrica, lo bello y opuesto a la confusión. (Benévolo,1967). Como arte, diremos que la arquitectura impone limitaciones a la creatividad del profesional: 1) por aquello que se relaciona con lo funcional que dio origen a la necesidad y a la idea de la obra a construir, 2) por el espacio disponible y su emplazamiento para tal finalidad y 3) por la limitación de la versatilidad y disponibilidad de los materiales a utilizar. Dentro de esos parámetros, el arquitecto buscará plasmar su creación, la obra, dejando su impronta, que aunará el arte y la técnica e interpretando a su vez, el deseo de su cliente, quien se la encomendó. Este puede ser un individuo o la comunidad. Siguiendo a Hesselgren, S (1969), comenzaremos por decir que el arquitecto tomará sus datos básicos desde varios campos del conocimiento. Parte de su tarea es crear edificios saludables para los seres humanos. Deberá por lo tanto, más allá de conocer y saber sobre la técnica y las posibilidades de los materiales con los que trabaje, conocer algo de la biología humana. Como es parte importante de su tarea, procurar el bienestar de sus semejantes en los edificios que construya, deberá saber
21 algo de psicología. Si es urbanista, deberá saber de la sociología y para poder solucionar los problemas técnicos deberá conocer de la física. Recurrirá, interdisciplinariamente, al ingeniero estructural, para resolución los cálculos, al especialista sanitario por las cuestiones biológicas, al sociólogo para consultas al encarar una tarea urbanística y cuando deba aplicar la psicología, deberá también consultar al psicólogo quien lo asesorará, más allá de contar el arquitecto con un conocimiento de la psicología perceptual aplicada. Es importante por lo tanto que el arquitecto cuente con conocimientos básicos de psicología o en su defecto, que trabaje interdisciplinariamente con el psicólogo. Es conveniente que conozca acerca de los estímulos que inciden en la sensación y en las fluctuaciones que se originan en el campo de los entornos ambientes, los que ya definimos como espacios vivenciales. Comer, dormir, estudiar, descansar, encontrarse con sus afectos, pensar, etc. son algunas actividades y vivencias que se desarrollarán en ellos. Así será importante de tener en cuenta las formas, el color, el ritmo, las texturas, los sonidos, las distancias, la amplitud entre otras características, con el fin de crear ámbitos adecuados para que el hombre que lo habite sienta bienestar, resguardo, protección, más allá de estar rodeado de belleza. Es entonces el arquitecto quien se encargará de interpretar la necesidad y el deseo del hombre, su subjetividad, su interioridad psíquica, la necesidad de espiritualidad mediante un diseño que luego se construirá. Brindará así al hombre la posibilidad de ese espacio vivencial que este habitará. Espacio que lo reflejará y contendrá a la vez.
22 Diremos que cuando un estímulo llega al órgano sensorial da lugar a sensaciones y percepciones complejas. Estas podemos valorarlas estéticamente y también tomar en cuenta sus significados y las emociones que se asocian al mismo. Tomando en cuenta la estética formal, diremos que la arquitectura muestra diferencias significativas con las otras artes. Collingwood, un filósofo moderno (1899-1943) (citado en Hesselgren, 1969), expresó que en el verdadero arte, se construye de manera tal que la obra puede ser un objeto compartido, como una idea del artista por su público. Así mirando una pintura podemos reconstruir imaginativamente los pensamientos creativos de su autor. Es importante en arquitectura el ofrecer estímulos para la posible creación de emociones y que esta es una tarea del arquitecto, a pesar de que según el autor esto reduciría el verdadero arte al desviarlo de su finalidad. Teniendo en cuenta la estética formal, diremos que ésta estudia la valoración estética o sea se ocupa de la búsqueda de la belleza. Fechner (1876) (citado en Hesselgren, 1969), fue quien buscó estudiar las formas bellas elementales para luego combinarlas. Hoy sabemos que esta manera de pensar encierra errores ya que la intervención de la subjetividad de cada hombre llevará a una distinta valoración de lo percibido. En primer lugar consideraremos que en toda valoración estética se partiría de una totalidad o Gestalt. Este término proviene de de la corriente que se ocupó de estudiar como la mente configura a partir de ciertas leyes los estímulos provenientes de la percepción. Wherteimer, M. en 1912 fue el creador de esta corriente psicológica.(Diccionario de Psicología Pal, 1990, p.137) Luego se acoplarían a la misma otros fenómenos pregnantes y estructurantes en las diferentes modalidades de
23 percepción como por ejemplo la simetría, el color, la armonía, la textura, el equilibrio, entre otras. Es importante tomar en cuenta dentro de las diversas modalidades perceptivas, la forma visual y dentro de ella la relación fondo y figura. Así ejemplos de mobiliario, darían cuenta de las percepciones tanto positivas como negativas presentes en el diseñador, aunque éstas se hubieran mantenido en su inconsciente. Experiencias de Rubin en 1915, (citadas en Hesselgren, 1969, p. 209) dan ejemplos de esto. El demuestra con sus ejemplos como se invierte la relación de figura y fondo El ejemplo clásico es la figura de un jarrón blanco sobre el fondo negro, la que alternativamente se puede percibir como dos rostros enfrentados, sobre un fondo blanco. Rubin elegía para su experimentación figuras a las que podía atribuirle una forma de cara o vaso, sin embargo esto no es necesario para que pase a tener una significación. El fenómeno figura-fondo despierta otro tipo de interés con relación a la experiencia arquitectónica, un aforismo dice “la historia de la arquitectura es la historia de las ventanas” (citado en Hesselgren , 1969,p. 211) y en cierta forma conlleva una verdad, ya que podemos decir que su tamaño, distribución, forma y la proporción, son importantes y dan carácter a la edificación. Aquí vemos la dialéctica de lleno-vacío o fondo-figura. Así diremos que las ventanas son figura en el fondo del edificio y este a su vez figura que se recorta en el paisaje como fondo. Las percepciones son determinadas en relación a la estructuración que se relaciona con los fenómenos de pregnancia absoluta. Estos serían como los nudos de una red y los secundarios, la malla de la misma. La percepción que se encuentre dentro de esta red, produce alivio de la tensión. Pero, diremos que cada hombre tiene
24 su manera particular de valoración conformada por lo interno de su conformación psíquica, su experiencia más las normas sociales válidas en su contexto cultural. La estética formal estudia las percepciones puras (forma, color, etc) sin tomar en cuenta su significado. De este último, se ocupa la semántica, que se aplica al estudio del significado de las palabras. En arquitectura se estudian los significados arquitectónicos como semántica arquitectónica. El valor gestáltico es de suma importancia en arquitectura.(Hesselgren, 1969). Diremos que las palabras crean significaciones en la relación entre ellas generando efectos de sentido y significaciones posibles. Y agregaremos que el sentido aparece en esta cadena de significantes y que ninguno de estas de por sí, es capaz de ser consistente en su significación fuera de ella.(Lacan,1966 ) El hombre comparte con el animal su capacidad de encontrar significados en todo aquello que lo rodea. La diferencia entre ambos, más allá de que los últimos no puedan analizar sus percepciones, está en que el animal, para comprender el significado de una percepción, necesita la señal de una acción determinada. (ej. Gato-alimento) y la activación de sus funciones fisiológicas y psicológicas. Así lo demuestran experiencias realizadas por Pavlov, I. entre los años 1890 y 1900. En el ser humano, además de señales, hablamos de signo y aparece el símbolo. Es en lenguaje es donde apareció por primera vez este último. Cada palabra es un símbolo de un concepto, un objeto, un atributo o una acción. El significado simbólico de las palabras es un tema al cual los filósofos han dedicado mucho tiempo, entre ellos Langer, Hayakama, (citados en Hesselgren, 1969, p. 292) donde encontramos una exposición más reciente del mismo.
25 El hombre primitivo opera con estos símbolos e imagina que ellos representan los objetos. Sus imágenes tienen el mismo significado simbólico, el concepto simbolizado y el objeto físico se confunden. Con la evolución, el pensamiento del hombre se ha alejado de la magia y el animismo y el símbolo así adquiere mayor libertad y lo encontramos actualmente y en gran medida entre los elementos del arte occidental. (Jung, C., 1964) En arquitectura es importante la comprensión de las expresiones arquitectónicas y significados espontáneos que se relacionan con las percepciones, más allá de las particulares de cada hombre. Una representación es un símbolo en la medida que es sustituto de objeto real que representa. Una copia o modelo, este mostrará todos los detalles del objeto en una misma modalidad de percepción que el original. (Maqueta, escultura). Un modelo igual al original es una réplica. Si en cambio es un producto de la imaginación, la llamamos imagen. Todos ellos son utilizados en lugar de otra cosa, pasan a ser así una metáfora siendo esta por lo tanto característica del símbolo. Pero este último es más abarcativo aún. Otro significado es la expresión arquitectónica que forma parte de la totalidad mental como un componente semántico activo que está involucrado en la experiencia de una obra. La diferenciamos de la expresión emocional. A su vez diremos que el símbolo tiene multivocidad de significados, un carácter compuesto (Freud, 1900, Jung. 1935). Tendremos ante él percepciones de forma, color y reaccionaremos de acuerdo a la atribución que hagamos. El significado se asocia con la percepción y encontramos así significados convencionales (bandera), significados asociativos (personas de la misma cultura
26 asociarán, pantalones-hombre), significados espontáneos (expresiones del rostro, cuerpo y movimiento) También podemos así hablar de Gestalten visuales, auditivas, hápticas y táctiles. Ellas son estáticas, carentes de movimiento. Aunque no excluye la transformación de imágenes en movimiento. Citamos el ejemplo de sostén de columnata griega y mencionamos asimismo la importancia que la cultura griega asignaba a la belleza, donde se pensó que este concepto podría estar relacionado con las proporciones matemáticas, la armonía basada en la sección aúrea con lo que se lograba una perfecta proporción. Volviendo al significado, otro criterio sería que la expresión sea verdadera, no falsa, o sea que exista en la realidad (casas, columnas) Observamos que la forma visual es la más destacada en arquitectura. Cuando observamos un objeto, entonces le asignamos significados de acuerdo con nuestras asociaciones privadas. ¿De qué manera esto se asocia con las percepciones? Encontramos que la percepción espontánea se asocia con algo de la función, esto es importante en arquitectura. Hacia 1930 aparece en Europa el funcionalismo, un nuevo estilo de arquitectura. Esto fue motivo para que un nuevo período de la historia de la arquitectura tuviera lugar. Hablamos de la etapa moderna de esta disciplina. Siguiendo al arquitecto Sullivan (citado por Hesselgren, 1969), diremos que la forma sigue a la función, pero los arquitectos no podían realizar una buena obra sin que la misma tuviera una buena expresión visual a la función pretendida para esa
27 construcción. La búsqueda de la belleza se dará a partir de la percepción de las formas puras y de la semántica de la forma. (Hesselgren, 1969) En el caso de muebles, por ejemplo una silla veremos que si una forma visual debe expresar el propósito de sostener al cuerpo humano sentado o acostado, la percepción formal deberá ser capaz de transformarse en una imagen de una forma háptica confortable a la cual se le atribuye importancia. Es en estos casos el diseño total de los objetos los que sugieren el relajamiento. Se asemejan así a esculturas expresionistas de la invitación a tomar asiento, más allá de los materiales utilizados, la función a que están destinados y las exigencias del confort (Hesselgren, 1969, p. 309). Así podemos observar la diferencia existente entre la silla más antigua cubierta de ornamentos y el sillón moderno despojado y a su vez podemos reemplazar a ambos por una forma esculpida con la intención de ofrecer confort. Si bien la base de la expresión la encontramos en la posibilidad de transformar la percepción formal visual a la imagen kinestésica, vemos como también entran en juego otras modalidades perceptuales agregando así contribuciones de las sensaciones táctiles de suavidad y calidez. Al crear un objeto es importante que tengamos en cuenta que además de ser expresivo deberá ser satisfactorio desde el punto de vista estético formal. La expresión de una función debe combinarse con una buena función práctica. Debe coincidir la evaluación práctica y la psicológica y esto es lo que decide el valor de un objeto.
28 En el caso de una mesa, en su apoyo, la fuerza de un detalle arquitectónico puede simbolizarse a través de un hombre fuerte, un animal, etc. Malmsten, C. (1922) expresó: “La pata extendida de fijación potente y el pie violentamente empuñado y curvado hacia fuera expresan un peso y un poder varoniles,(A). Si se mantiene la misma forma básica pero el material se desgasta el carácter más juvenil (B), Si la pata se arquea en curvas fluidas y se afina hacia abajo, adquiere una forma femenina, algo grácil, (C)(…)” ( citado en Hesselgren, 1969, p. 313) Así también podemos referirnos a la expresión visual de las distintas variedades de ménsulas que acusan su función de sostén. Encontramos asimismo que a través de los recursos visuales y mediante la utilización de los diversos materiales en la conformación de los diversos espacios, podremos expresar por ejemplo, mediante el encierro visual la función de proteger en ocasiones o la de encerrar en otras. Nos apoyamos además para lograr esas percepciones en la utilización de otros recursos como son los colores, aberturas, iluminación, materiales, etc. 1.3 El espacio arquitectónico Para que podamos comprender la arquitectura desde un punto de vista perceptual tendremos en cuenta aquellas percepciones que se llaman espacio y lugar arquitectónico. Si no está presente esta idea, ya no se considera arquitectura sino escultura, mobiliario, artesanía o diseño industrial.
29 Nos referiremos a los fenómenos de la figura y el fondo que desempeñan un importante lugar en esta percepción y también a la percepción espacial. Consideraremos los dos espacios de la arquitectura: El espacio exterior, a la obra, lo construido y el espacio interior a la misma. El espacio exterior de la arquitectura es ilimitado y es aquel en el cual está inserto el objeto construido. En contraposición espacio interior que se percibe cerrado, limitado, es aquella porción del anterior delimitado por la construcción. Volviendo a la relación figura-fondo, esta es importante en la percepción del interespacio vacío. Diremos que una escultura se recorre desde afuera. Desde allí la atención del observador se dirige a ésta y desde distintos puntos de ese exterior. La diferencia con el espacio vacío interior de una habitación consiste en que si bien éste también se recorre, el observador se encuentra en una experiencia donde la sensación es de algo que lo rodea a él. La experiencia de una habitación nos remite a la idea de que el observador el centro del mundo. Efectivamente, el se encuentra en ese momento en el centro de su mundo perceptual. La experiencia del espacio interior podrá ser modificada de acuerdo a la ubicación de observación que elija el observador. En el espacio exterior, como ser un paisaje sin embargo, la experiencia reviste otra característica, ya que el observador se ubica como al borde desde el cual contempla, más que rodeado por el espacio. En una habitación, en ocasiones podrá ubicarse cerca de una pared o una entrada y no tener esa sensación del ser el centro. Entonces, podemos decir que la experiencia del espacio interior estará íntimamente vinculada con la el mundo de la percepción y su estructura diferencial. (Hesselgren, 1969)
30 En arquitectura, la expresión de función está íntimamente relacionada con la evaluación práctica, pues si un lugar o espacio arquitectónico no supera esta última, no tendrá una expresión convincente de función. De acuerdo con esta idea podemos preguntarnos si un mueble, sea una silla o una mesa pueden ser considerados como esculturas y responderemos que no lo son, en la medida que es la función la que los define como tales a diferencia de la primera. La arquitectura, en el lugar o espacio arquitectónico, refleja nuestro comportamiento y es una descripción de la forma en que vivimos y trabajamos. No referiremos a la arquitectura relacionándola entonces con el habitar, que la diferencia radicalmente de la escultura. El espacio interior de la arquitectura es una experiencia compleja que deberemos apreciarla como experiencia más que como percepción. En ella intervienen las diferentes percepciones visuales, hápticas y táctiles, auditivas, kinestésica, y la memoria, como imagen visual que permanece, de lo que tenemos por detrás y no estamos viendo ante nuestros ojos. Es importante en la experiencia de la arquitectura, la percepción del espacio vacío dentro de una habitación. Esto lo podemos relacionar con la atención visual y como esta es atraída o retenida por las paredes de la habitación. El interés del significado lo deberemos buscar en la semántica. La atracción la podemos lograr en el campo de las formas mediante un objeto grande o pequeño con significación. Las formas sencillas, las formas distintas, los contrastes, las formas cerradas, las líneas que atraen hacia el centro. También se logra en el campo del color, de la luz, texturas, dibujo.
31 Asimismo encontramos que hay emociones que se despiertan en un habitación, el encierro, por ejemplo, podrá provocar ira y miedo, y, en un intento de escapar de él, el habitante podrá sentir angustia o terror. Al abrir una puerta podrá sentir alegría alivio. Y así podemos encontrar otras experiencias emocionales. Encontramos que no siempre es necesario estar dentro de un edificio para tener la experiencia de una habitación como espacio limitado. Tomaremos el ejemplo de Stonehenge, monumento funerario de origen religioso cuya existencia se estima desde 8.500 a.c. Allí, la proximidad en la ubicación de las piedras, brinda a quien se encuentre en ese lugar, la posibilidad de sentirse en un espacio limitado y encerrado, como en una habitación. El ideal es crear un edificio donde la dialéctica interior, exterior sea armoniosa, perfecta. Donde el exterior permita introducir al interior, anunciarlo. Donde la expresión emotiva de ambos se corresponda. Dependerá de la capacidad intuitiva del arquitecto la decisión acerca de la manera en que se logrará tal correspondencia. Tomaremos para ilustrar esto, el ejemplo la Capilla de Ronchamp construida por Le Corbusier (1954). El espacio interior puede reforzar ciertas actitudes de los seres humanos: • Actitudes como actividad y relajamiento, el hombre en movimiento y el hombre en reposo. • Diversas actividades como ser el Trabajo práctico, considerando este la acción de redispone algo de su entorno físico, por ejemplo haciendo una pala y cavar con ella o el caso de las pinturas rupestres en las cuevas, donde el hombre primitivo posiblemente las realizaba con la intención de cazar animales.
32 • Creación artística: Cuando produce con la intención de disfrutar y no de obtener alguna ganancia. • Evaluar percepciones, por ejemplo cuando mira un cuadro o prueba una comida. • Asimilación del conocimiento. • Pensamiento creador: • Meditación Distinguiremos de que manera se da la atención y si esta se encuentra dirigida al exterior o al interior, de acuerdo con la actividad desarrollada. El ambiente creado por la arquitectura puede contener elementos capaces de captarla, ya sea hacia lo exterior o hacia el interior. Las características del ambiente facilitarán una u otra postura, acompañándolo. Ya sea a través de la forma, la luz , el sonido, el resaltar el interespacio vacío dentro de la habitación, entre otros recursos. Esto último se ha utilizado en diversos templos cristianos. Nos centramos hasta aquí en comprender qué es el espacio vivencial del hombre, a través del pensamiento de algunos autores que a mediados del siglo XX, en la difícil época de postguerra, centraron su preocupación en el hombre y exhortaron a volver a las esencias, al origen del lenguaje, a reescribir la historia (Heidegger, 1951, Le Corbusier, 1957, Lacan, 1966). Al enfocarnos en el espacio arquitectónico, comenzamos a orientar nuestro interés en la subjetividad del hombre. En el próximo capítulo analizaremos cómo a través de la historia de la humanidad se encontró presente esta subjetividad y la espiritualidad del hombre en la conformación y evolución de su espacio vivencial.
33 CAPITULO 2 SUBJETIVIDAD Y ESPIRITUALIDAD DEL HOMBRE EN EL ESPACIO VIVENCIAL “La técnica no es antagonista de lo espiritual. Es una de sus formas agudas; la del lado de lo absoluto del razonamiento, de las deducciones lógicas, y de las fatalidades matemáticas y geométricas. Lo espiritual ocupa una posición más ajena a los hechos, las experiencias o las materias. Se sitúa por el juicio, la apreciación, la medida “en relación a” (en relación a nosotros mismos, a lo humano, más cerca de la conciencia. Entre estos dos polos se mueve naturalmente la vida, en la continuidad. En la contiguidad, en la secuencia, en el contacto y no en la ruptura: en la armonía y no en la oposición”. Le Corbusier, 1959, p. 32 2.1 Algunas consideraciones sobre la espiritualidad y la subjetividad . Si bien el hombre partió en sus orígenes de una necesidad de abrigo, podemos apreciar los símbolos utilizados por él al hacer un recorrido por la historia de la humanidad. Buscaremos entonces comprender como más allá de la satisfacción de la necesidad de resguardo, se manifiesta la subjetividad de la raza humana y su espiritualidad. Atiende esto a otro tipo de necesidad, que va más allá de lo material. Sin embargo requiere de los materiales disponibles y la técnica en constante desarrollo. Esto lo apreciaremos en las diversas producciones culturales del hombre y de la humanidad. El hombre al crear, recurre generalmente a un prototipo, se basa en experiencias anteriores para realizar nuevas concepciones, evidentemente cambiadas
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