El postgrado en las universidades españolas hoy
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El postgrado en las universidades españolas hoy Dr. Benjamin Suárez Arroyo Grupo de Trabajo de Convergencia de la CRUE Grupo español de Promotores de Bolonia Coordinador del Programa de Convergencia Europea de ANECA RESUMEN: Se reflexiona en el texto sobre los estudios de postgrado en unos momentos especiales en los que el sistema universitario español se está adaptando al espacio europeo de educación superior. Se plantean diversos escenarios y se reflexiona sobre ellos. Se hacen unas recomendaciones de carácter general que no pretenden mas que contribuir a la búsqueda de las soluciones más pertinentes en estos momentos del proceso. Introducción La educación superior (Espacio Europeo Educación Superior), el sistema de ciencia, investigación, innovación y desarrollo tecnológico europeo (Espacio Europeo de Investigación) y el sistema productivo y laboral (Mercado de Trabajo Europeo) configuran un triángulo de oro, mágico por cuyo interior se mueve con una cierta inercia y rozamiento el desarrollo económico, social y ciudadano de los distintos países de la Unión. Los estudios de postgrado deben jugar un papel fundamental en este escenario; sin ellos no será posible alcanzar los compromisos adquiridos por los Jefes de Estado de los distintos países de la Unión Europea en las diferentes Cumbres celebradas los últimos años, Lisboa, Barcelona, etc.. El postgrado es una pieza clave para relacionar el Espacio Europeo de Educación Superior con el Espacio Europeo de Investigación no sólo entre sí, sino también con todas aquellas estructuras que en paralelo van creciendo en sus alrededores con intenciones diversas pero todas ellas diseñadas para al final potenciar la innovación y la competitividad de los sistemas productivos del conjunto. Es por ello por lo que en las universidades públicas, en las privadas posiblemente también pero su estudio queda fuera del presente trabajo, la formación de postgrado debe ser un objetivo estratégico de primera magnitud imprescindible para incrementar la trascendencia del proceso formativo, facilitar la movilidad, la profundización intelectual y el desarrollo humanístico, cultural, científico y técnico. 1
La universidad española se juega mucho con el posgrado y por ello no debería tratar el asunto con frivolidad. Sino al contrario, deberían tomarse especiales precauciones, al menos en las etapas iniciales, sobre todo a la hora de realizar los diseños organizativos y curriculares de los estudios necesarios para alcanzar los objetivos mencionados. Y ello debe ser asi porque cualquier error en los planteamientos iniciales puede ser el principio del fin, desprestigiando los estudios, condicionando su desarrollo y conducir finalmente al fracaso, circunstancia especialmente grave cuando se trata de unos procesos formativos relevantes orientadas a facilitar, promover e incentivar la profundización intelectual de nuestros jóvenes. El proceso o se tutela o puede explotar, creciendo y expandiendose los estudios de postgrado como setas por el fértil bosque universitario español en unas condiciones de humedad y temperatura favorables. El momento es de oportunidad sin duda, pero no para crecer indefinidamente en cantidad sino en calidad y en dimensión europea y social. La cuestión no será fácil de explicar pero quizá será todavía más dificil de comprender para una comunidad muy satisfecha, razonablemente diría yo tras un esfuerzo sostenido en las últimas decádas, que en muchos casos, ámbitos y ambientes de nuestro sistema universitario presupone la existencia de una calidad en sentido amplio contrastada pero que sólo es cierta en la práctica en algunos indicadores, campos o partes del conjunto. Hoy día, y al menos también en los próximos 5-6 años, los estudios de postgrado deberían tratar con cuatro aspectos básicos: 1. Facilitar la transformación del sistema actual. Estudios de postgrado dirigidos a estudiantes y titulados nacionales, que han iniciado o van a iniciar en los próximos años sus estudios en el sistema LRU, para que puedan egresarse en el sistema EEES de forma compatible con la legalidad vigente y con unas perspectivas de futuro (estrategia tipo 1). 2. Internacionalizar la oferta y la demanda. Estudios de postgrado dirigidos a estudiantes nacionales, europeos y del resto del mundo diseñados especificamente para tal fin, tipo Erasmus-Mundus, en colaboración con otras universidades contemplando la movilidad como un instrumento formativo mas (estrategia tipo 2). 3. Orientar los curricula hacia campos del conocimiento emergentes. Estudios de postgrado que incorporen al sistema universitario español aquellos conocimientos que están en pleno desarrollo en el mundo, especialmente los relacionados con las ciencias de la vida, de la salud, de la tierra y del ocio y del bienestar (estrategia tipo 3). 4. Visualizar y dar continuidad a los programas de doctorado de calidad vigentes. Programas de estudio con una calidad acreditada por la agencia 2
nacional y que por tanto constituyen un instrumento de primera magnitud para la calidad, la competitividad y el atractivo internacional del sistema universitario español (estrategia tipo 4). Es evidente que ni la formacion ni el conocimiento son compartimentos estancos pero también lo es que a medida que los sistemas se hacen más flexibles, tienen más grados de libertad y la expansión es casi más una consecuencia que un deseo de los agentes implicados. Por ello y en una primera fase los estudios de posgrado relacionados con las cuatro orientaciones mencionadas, deberían estudiarse aisladamente y con una perpectiva restrictiva, lo que no tiene porque presuponer que no existan relaciones entre ellas que hagan factible implementaciones conjuntas ni que puedan crecer en un futuro próximo. Estudios de postgrado: estrategia tipo 1 El objetivo estratégico de los estudios de postgrado tipo 1, es relacionar a nivel nacional lo actual con lo futuro de forma que se establezcan sinergias y mecanismos que contemplen, compatibilicen e integren una formación previa que responde al planteamiento de hoy, con otro de futuro por tanto desconocido hoy pero que irá gestandose poco a poco y en pocos años. Los nuevos títulos de grado es muy posible que en España no proporcionen egresados hasta el año 2011-2012. Mientras tanto sólo podrán acceder a los estudios de postgrado los diplomados y licenciados actuales o aquellos que acrediten títulos equivalentes, es decir fundamentalmente nuestros egresados en los estudios de ciclo corto y de ciclo largo vigentes hoy día en nuestro país. De esta reflexión surgen algunas cuestiones relevantes. ¿Porqué nuestros egresados de ciclo corto o largo querrán continuar sus estudios con el postgrado?. Es decir, ¿cuál será el atractivo de los estudios de postgrado para los egresados de hoy?. ¿Cómo accederan a dichos estudios los dos colectivos de estudiantes mencionados? ¿Será posible que en un determinado campo de estudio unos mismos estudios de postgrado den respuesta a las necesidades formativas y a las expectativas sociales de ambas tipologías de estudiantes?. Muchas preguntas con dificiles respuestas ¿Quién se atreve tan siquiera a insinuarlas?. En estos casos lo más recomendable es la experimentación, experiencias piloto, prueba y error, el camino para que la luz surja desde las tinieblas. Contemplar, compatibilizar e integrar no significa más que al final los estudios de postgrado cursados deberán tener relevancia y reconocimiento en la sociedad actual (títulos del catálogo de hoy) y en el futuro (títulos del catálogo de mañana). 3
En este contexto deberia tenerse especial cuidado en que los estudios de postgrado que se definan no se interpreten, ni teóricamente ni en su aplicación práctica, como una vía para transformar los estudios de ciclo corto de hoy en estudios de ciclo largo de hoy y de mañana, sino en su verdadera magnitud es decir como un camino, posiblemente no el único, para profundizar en el conocimiento y promover el desarrollo intelectual de nuestros jovenes. Para ello los programas de postgrado que se definan deben ser lo suficientemente flexibles, contemplar una oferta de estudios amplia que permita identificar y reconocer por si mismo el aprendizaje acumulado y definir itinerarios diversos entre 60 y 120 créditos dependiendo de la formación previa del estudiante. En este apartado deberían contemplarse aquellos estudios oficiales de 2º ciclo, títulos propios de las universidades y otros estudios de postgrado existentes hoy, atractivos, con una demanda sostenida en los últimos años y con una calidad contrastada o en condiciones de contrastarla a corto plazo, y por lo tanto dispuestos a asumir las consecuencias que el proceso implica, en las mismas condiciones que el resto de los programas de postgrado. Estudios de postgrado: estrategia tipo 2 Incrementar el atractivo internacional del sistema universitario español es uno de los grandes objetivos del proceso de cambio. Es cierto que la experiencia Erasmus ha sido y es muy importante en muchas universidades españolas pero también lo es que las actividades formativas asociadas con el programa ponen de manifiesto algunos conflictos y muchas deficiencias del sistema actual para alcanzar los objetivos planteados. El reconocimiento de los estudios previos es todavia hoy una de las grandes barreras con que se encuentran en la práctica los estudiantes de fuera de nuestras fronteras. Por ello continuar ligando, y no nos quedará más remedio sino ponemos estudios alternativos en marcha, los estudios dirigidos a estudiantes extranjeros a unos títulos académicos del pasado, incluso en el caso del doctorado, puede seguir definiendo un marco restrictivo y poco atractivo para ellos. La iniciativa Erasmus_Mundus es interesante. Pero al menos en España, los proyectos han surgido en muchos casos con débiles apoyos institucionales, es decir más como un subproducto de las relaciones existentes entre los diversos grupos de investigación europeos, lobbies interprofesionales siempre preparados para dar una respuesta efectiva a las oportunidades de financiación europeas, que como una estratégia académica de las universidades que los acogen. En cualquier caso sería conveniente recuperar y trasponer al sistema los elementos más básicos de la filosofía Erasmus_Mundus generando proyectos nacionales sustitutivos o alternativos al programa Erasmus. Bien es verdad que uno de los 4
atractivos del programa Erasmus_Mundus es la financiación pero también lo es que muchos de los estudiantes Erasmus que acogemos hoy en las universidades españolas encajarían academicamente mejor en unos estudios de postgrado diseñados contemplando esa variable, que en los asociados a los títulos de licenciado, ingeniero y arquitecto hoy vigentes. Este planteamiento también puede aportar experiencias e incluso beneficios para los estudiantes nacionales, relacionados con la modernización y adaptación de la curricula a las tendencias y necesidades europeas e internacionales. Pero para ello sería necesario hacer ajustes y sobretodo atractivos localmente estos estudios, cuestión que sólo sería posible haciendo compatibles los objetivos nacionales con los europeos más alejados o al menos no tan próximos a las titulaciones de hoy. Las estrategias pueden pueden ser susceptibles de un tratamiento conjunto. ¿Cómo llevarlas adelante en estos casos?. No debería ser muy dificil sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las universidades españolas tienen establecidos convenios de doble titulación con otras universidades europeas. Y que esta cuestión está bien vista y valorada tanto desde un punto de vista académico como profesional e incluso social, es más muchas veces es hasta muy prestigioso. Entonces ¿por qué no incluir en nuestros curricula algunas de aquellas materias o contenidos que tanto nuestros estudiantes como los foráneos cursan en otras universidades europeas y reconocemos como válidos para alcanzar los atributos de nuestros títulos a su regreso?. La respuesta constituye una de las paradojas con las que debe enfrentarse sin demora el sistema universitario español. ¿No sería este un buen camino para cooperar y realizar diseños curriculares conjuntos? Estudios de postgrado: estrategia tipo 3 No hay duda que los campos de estudio son cada vez más interdisciplinares. La complejidad es una condición propia del ser humano que también crece con el desarrollo económico y social. Los avances científicos, técnicos y tecnológicos generan más y mejores expectativas y con ellas más complejidad. Un sistema universitario de calidad y comprometido socialmente no puede vivir de espaldas a esta realidad. Los estudios universitarios, muy sesgados en la sociedad industrial hacia las disciplinas o hacia lo disciplinar, deben enfrentarse con decisión a este nuevo desafío que le plantea la sociedad del bienestar y del conocimiento. No resulta fácil explicitar en forma de conocimiento esta complejidad real de la sociedad, pero todo parece indicar que en el mundo se esta agrupando entorno a cuatro grandes áreas de saberes nuevos 5
• Ciencias de la vida: el genóma, las celulas madre, la fisiología vegetal y animal, etc. todos ellos campos del saber en gran expansión hoy día, están trascendiendo a los saberes más clásicos de la medicina, biología y/o zoología pero precisan de gran parte del pensamiento, de la ciencia, de la técnica y de la técnología (ingeniería genética) existentes. • Ciencias de la salud: los logros alcanzados en los últimos años traen consigo nuevos desafíos. La salud es un bien siempre deseado por el hombre, dificil de alcanzar y todavía más de mantener con una calidad mínima. Las ciencias, las tecnologías (ingeniería biomédica) y las ciencias sociales están y estarán cada vez más comprometidas con todo ello. • Ciencias de la tierra: el cambio climático y los desastres naturales, los recursos naturales y la energía, el impacto ambiental y la sostenibildad, etc. son cuestiones que cada vez están adquiriendo más protagonismo en la vida cotidiana. El hombre y la tierra no forman sólo un conjunto literario sino que cada vez caminan más juntos y se necesitan mutuamente. • Ciencias del ocio y del bienestar: el desarrollo trae consigo el bienestar y el bienestar implica calidad de vida. El disfrute de la vida cotidiana, del ocio y de la cultura y en general el divertimento ciudadano, debe llegar a todos los ciudadanos del mundo y por ello es cada día mas uno de los objetivos estratégicos que se plantean las sociedades tanto si están desarrolladas como sino. Todo esto no es el resultado de una improvisación, de un avatar científico sino una consecuencia de la evolución de la propia ciencia en sentido amplio. Las ciencias más clásicas no desaparecen, al contrario se refuerzan con todo ello, pero se orientan y crecen bajo un paradigma diferente en cualquier caso beneficiándose de los grandes intereses y desafíos ciudadanos. El postgrado es una gran oportunidad para romper con la estructura y con la organización actual de los saberes fragmentados y dispersos, generarando una nueva dinámica, reconstruyéndolos para poder dar con ello respuestas a las demandas sociales del nuevo milenio. Por lo tanto las colaboraciones entre áreas del conocimiento, titulaciones y universidades diversas, especializadas en campos diferentes, son inevitables. Crear titulaciones de postgrado, especialmente de máster, para dar respuesta a estos planteamientos debería ser un desafío para las universidades españolas. Pero esto no quiere decir que todo valga ni que cualquier combinación merezca la pena ser implementada. Debe tenerse una clara conciencia desde el principio que la calidad de unos estudios superiores que incluyen saberes complejos, desconectados entre sí hoy día y con enfoques diferentes, es más dificil de alcanzar y de garantizar. 6
Estudios de postgrado: estrategia tipo 4 No hay ninguna duda que la iniciativa y los procesos que acompañan al Programa de Doctorado de Calidad del MEC han cuajado en el sistema universitario español. Hoy día quedan pocas reticencias, pocas dudas sobre el Programa, nunca desaparecerán del todo y ello será bueno para mantener la tensión necesaria, y los estudios de doctorado más prestigiosos del país se han acogido a sus reglas y valoraciones. El sistema universitario español no puede poner en riesgo estos programas sino al contrario debe potenciarlos y usarlos como simbolo, como guía de lo que pretenden ser los estudios de postgrado en todas sus vertientes. Por ello las primeras experiencias de estudios de postgrado que se lleven a la práctica en nuestro país, deben recoger estos programas de estudio integrándolos coordinada y cohesionadamente en la oferta global que realicen las universidades en su momento. El problema puede surgir, en algunos casos, al pretender transformar estos programas de estudio en master del EEES. Y esto que podría ser recomendable no debería ser obligatorio (se puede acceder al doctorado con unos estudios de 60 ECTS siempre que la formación total acumulada sume 300 ECTS, cuestión plenamente compatible con las condiciones equivalentes de hoy). Las estrategias planteadas hasta ahora en este texto no tienen porque ser alternativas o excluyentes. Un doctorado de calidad puede caminar junto a cualquiera de los otros tres supuestos. Es más, algunos de los supuestos anteriores deberían nacer y crecer en entornos dónde existan doctorados de calidad consolidados. ¿Cómo integrar todo ello?. Es díficil dar reglas generales, en cualquier caso contrarias a las intenciones del legislador para estos estudios, pero debería ser posible en la mayoría de los casos buscar puntos de encuentro que permitan adecuar la oferta al menos con la demanda potencial. Sería una pérdida de eficiencia para el sistema impartir diversos master y doctorados de calidad de forma alternativa y en competencia, a pocos o muy pocos estudiantes, independientemente de que ello fuera posible desde el punto de vista de los recursos. Cada una de las estrategias anteriores debería contemplar como integrar los doctorados de calidad relacionados con su campo de estudio, o viceversa dependiendo del contexto, es decir cada doctorado de calidad debería contemplar procesos e itinerarios para dar respuesta a todas o algunas de las otras 3 opciones planteadas. En determinados campos de estudio es posible que esta problemática se pueda resolver con facilidad, en otros seguro que no. En cualquier caso será necesario actuar con responsabilidad, generosidad y amplitud de miras para no perder, por incontinencia sobretodo, ninguno de los valores que el sistema universitario español tiene o puede alcanzar en el proceso de cambio. 7
Conclusiones y recomendaciones La oferta de titulaciones de postgrado que las universidades españolas realicen al menos en el corto plazo, debe incorporar como si de una condición de contorno se tratase, los doctorados con mención de calidad y los programas de estudio Erasmus_Mundus. Esta cuestión no es una veleidad institucional sino un reconocimiento para unos estudios que han superado unos procesos de evaluación y selección previos. Esto no quiere decir que los mencionados programas de estudio sean los únicos, que no puedan revisarse, agruparse o ampliarse en función de los nuevos requerimientos que la situación del sistema universitario español posiblemente demanda. Es posible que todo este discurso no quiera decir mucho, es verdad, pero la situación es tan compleja que sólo se pueden hacer recomendaciones generales para que sean consideradas y tenidas en cuenta en su caso, al realizar el diseño de la oferta de postgrado en las distintas universidades y campos de estudio. • Los estudios de postgrado no son un camino para crecer académicamente ni para visualizar, en el más amplio sentido de la palabra, los lícitos intereses y bondades grupales o personales. • Debe quedar patente desde un principio la calidad de la oferta de estudios, su relevancia para el sistema universitario español y europeo y su dimensión social. La calidad de la oferta también tiene que ver con su ajuste a la demanda. • El atractivo nacional e internacional de los estudios de postgrado es un objetivo en si mismo. Por ello debe prestarse especial atención a los mecanismos de acceso y admisión asi como a otras cuestiones relacionadas. • La oferta debe recoger y agrupar las tendencias del pasado con las opciones y expectativas de futuro. Los estudios de postgrado deben contribuir a construir los puentes por los que transite el cambio y la transformación social de la sociedad española. • Los estudios de postgrado son un mecanismo para incorporar el sistema universitario español a la sociedad del conocimiento: trabajo en red con flexibilidad. Redes universitarias y flexibilidad curricular y organizativa en los estudios de postgrado son pasos imprescindibles para ello. En los estudios de postgrado no cualquier cosa vale, sino al contrario, deben ser la base del sistema español de ciencia, investigación, innovación y desarrollo económico y social. Casi nada. La universidad española debe tratar el tema con la trascendencia que la cuestión se merece. 8
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