Las casas maternas en Nicaragua

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Serie Cuadernos de Género para Nicaragua                   4

                           Cuaderno # 5

         Las casas maternas
            en Nicaragua
                Rafael Cortez - Ariadna García Prado
                  Han Kok - Carmen Largaespada

                                                             Banco
                                                       Interamericano de
Banco Mundial                                              Desarrollo
                                                             (BID)
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Créditos

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Las casas maternas en Nicaragua                          3

Indice

 Presentación                                                                  2

 Agradecimientos                                                               3

 1. Introducción                                                               4

 2. La mortalidad materna en Nicaragua                                         5

 3. Antecedentes de las casas maternas                                         7

 4. Características de la población en las zonas donde se insertan las casas
    maternas analizadas                                                        9

        Ruralidad                                                              10
        Pobreza                                                                10
        Salud                                                                  10
        Educación                                                              13
        División social del trabajo en el área rural                           14

 5. Las casas maternas en Nicaragua: fortalezas y debilidades                  15

 Oferta de servicios
        Caracterización de las CAM como expresión de la oferta                 15
        Mecanismos de promoción, referencia y contrarreferencia                17
        Gestión técnica y financiera de las casas maternas                     18

 Demanda de servicios
      Caracterización de las mujeres como expresión de la demanda              19

 La función de las parteras                                                    25

 6. Discusión e implicaciones de política                                      27

 Referencias                                                                   31

 Siglas y acrónimos                                                            33
2                                        Las casas maternas en Nicaragua

    Presentación

    Para acelerar los procesos de desarrollo en América Latina, es importante establecer igualdad de oportunidades
    y capacidades entre hombre y mujeres. Diversos estudios demuestran que cuando ambos reciben las mismas
    oportunidades y pueden desarrollar su potencial, la calidad de vida de toda la sociedad mejora, el crecimiento
    económico se acelera y la gobernabilidad democrática se fortalece. En este contexto, la igualdad de género se convierte
    en un tema clave que merece atención tanto por el lado de la investigación analítica como por la implementación de
    iniciativas de desarrollo consistentes con dicha investigación.

    En este sentido, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, se complacen en presentar los Cuadernos
    de Género para Nicaragua, un trabajo conjunto realizado en coordinación con el Instituto Nicaragüense de la Mujer,
    INIM.

    Esta serie de diagnósticos de género contribuye a avanzar en el conocimiento sobre la relación entre género y
    el desarrollo del país, así como también identificar temas prioritarios para las mujeres que se deberían tomar en
    cuenta en las estrategias y programas de desarrollo que apoyamos.Los temas que se presentan responden a
    una consulta amplia con el Gobierno, la sociedad civil, expertas de género en Nicaragua, y otras agencias de la
    cooperación internacional. Como resultado de estas consultas, los estudios elegidos tienen como objetivo aumentar
    la disponibilidad de datos cuantitativos e información cualitativa sobre temas prioritarios de género tanto en el ámbito
    económico como en el social.

    El BID y el Banco Mundial reconocen que la mujer tiene un papel cada día más protagónico en la construcción de la
    democracia y en el desarrollo de los países de la región. Estamos comprometidos a apoyar al Gobierno de Nicaragua
    en sus esfuerzos para cerrar las brechas de género y ampliar las oportunidades de desarrollo para las mujeres
    Nicaragüenses.

    Agradecemos al equipo coordinador de este trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo, conformado por Anne-
    Marie Urban de la Unidad de Género y Diversidad del Sector Social como líder del estudio; Estela Monroy de la
    misma unidad y Carolina López-Aragón de la representación del BID en Nicaragua. Agradecemos también a la
    colaboración de Miguel Manzi, antiguo coordinador de país para Nicaragua, y al apoyo financiero de los fondos de
    cooperación técnica de Transversalización de Género y de Inclusión Social del Banco Interamericano de Desarrollo.

    El equipo coordinador por el Banco Muncial estuvo liderado por María Beatriz Orlando del Grupo de Pobreza y
    Género para America Latina; Lucia Fort y Ana María Muñoz Boudet de la misma unidad; y Coleen Littlejohn e Ivonne
    Siu por parte de la Oficina de País en Nicaragua y de la Unidad de Coordinación de Centroamérica del Banco
    Mundial. Agradecemos también al apoyo financiero de Danida y DFID quienes hicieron posible esta publicación.

               Joseph Manoharan Owen                                        Mirna Liévano de Marques
             Representante del Banco Mundial                                  Representante del BID

                                           Junio de 2008 - Managua, Nicaragua
Las casas maternas en Nicaragua                                                                               3

Agradecimiento

Los autores1 expresan su agradecimiento especial al Dr. Guillermo González, Ministro de Salud de Nicaragua, al Dr.
Alejandro Solís, Director de la División General de Planificación y Desarrollo, y a la MSP Carolina Siu, vinculada a la
Dirección de Enfoque Sectorial del Ministerio de Salud por su extraordinario trabajo de coordinación en el desarrollo
de este estudio. Asimismo manifestamos nuestro reconocimiento a todo el equipo de trabajo del Ministerio de Salud
de Nicaragua, plenamente comprometido en la mejora de la salud materno-infantil en el país. La realización del
presente documento fue posible gracias al apoyo financiero del Fondo de Donación Holandés para Consultaría
(Consultancy Trust Fund), administrado por el Banco Mundial.

Desde el inicio de la formulación del estudio contamos con el apoyo y asistencia del equipo de salud del Banco
Mundial para Centroamérica. Nuestro agradecimiento especial a Keith Hansen por el apoyo brindado al trabajo
de asistencia técnica del equipo del proyecto de salud en Nicaragua. Extendemos nuestro reconocimiento a Kimie
Tanabe por sus contribuciones al análisis econométrico, a Christine Peña por sus comentarios al manuscrito inicial, y
a Tania Gómez por su excelente labor editorial y de producción del documento.

Los autores agradecen la colaboración de la Dra. Josefina Blanco, responsable de la estrategia de casas maternas
en la DGSS-MINSA, de la Dra. Liana Vega, Directora General de Servicios de Salud (DGSS) del MINSA, y de la Lic.
Josefina Medrano y la Dra. Martha Reyes de la Coordinación Nacional de Casas Maternas. A la Dra. Flor de María
Cardoza y al Dr. Luis Carballo les adeudamos nuestra gratitud por la información estadística proporcionada, y a los
miembros de la Junta Directiva de la Red Nacional de Casas Maternas por sus valiosos comentarios durante el taller
de difusión. Hacemos extensivo nuestro agradecimiento a UNICEF por la financiación del evento.

Las mujeres y parteras encuestadas merecen un reconocimiento especial, lo mismo que el personal del MINSA en
los SILAIS visitados, los coordinadores y administradores de las casas maternas, y los directivos de las ONG aliadas.
Las autoridades locales y los ciudadanos y ciudadanas involucrados en el apoyo a las CAM en Nicaragua nos
brindaron generosamente su tiempo y su apoyo irrestricto. Nuestro reconocimiento a todas las mujeres y hombres
participantes por su apoyo a este estudio y por compartir su enorme convicción sobre la importancia de las CAM
para proteger la vida de las madres rurales más pobres de Nicaragua. También queremos agradecer la excelente
labor del equipo de campo compuesto por las brigadas de encuestadores y entrevistadores que lograron recopilar la
información en situaciones a menudo difíciles, haciendo posible el desarrollo de la investigación.

Finalmente, extendemos nuestro reconocimiento a todos los participantes del taller de difusión realizado el 1 de
febrero de 2008 en la ciudad de Managua, de quienes se recibieron los comentarios finales que permitieron la
culminación del estudio.

1.   Los hallazgos, interpretaciones y conclusiones expresadas en el documento son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan el punto de
     vista del Banco Mundial, sus Directores Ejecutivos o los países que éstos representan.
4                                                 Las casas maternas en Nicaragua

    1. Introducción

    La mortalidad materna es uno de los grandes desafíos de salud pública. Actualmente, cerca de 600.000 mujeres en
    el mundo mueren cada año como consecuencia de factores relacionados con el embarazo y el parto (WHO, 2003).
    El problema es especialmente grave en países en desarrollo, donde las tasas de mortalidad materna han disminuido
    levemente en los últimos 50 años y unas 300.000.000 de mujeres sufren de enfermedades como consecuencia del
    embarazo y el parto (UNFPA, UNICEF y MINSA, 2006). Por lo tanto, reducir la mortalidad materna se ha convertido
    en una prioridad que se refleja en el hecho de que se haya incluido como una de las ocho metas de desarrollo del
    milenio2, así como en el interés creciente por parte de los gobiernos y agencias internacionales en mejorar la salud
    materno-infantil en los países más pobres.

    Dos de los factores más estrechamente relacionados con la muerte o la supervivencia materna son el lugar de atención
    del parto y las decisiones de la parturienta y su familia sobre el lugar a dónde recurrir en caso de una complicación
    durante el embarazo, el parto o el puerperio. En general, la mortalidad materna se asocia con la disponibilidad de
    cuidados obstétricos. (Figa-Talamanca, 1996). Es comúnmente aceptado que un parto institucional implica menos
    riesgo que un parto domiciliario, tanto para la madre como para el recién nacido. Por ello, en muchos países en
    desarrollo se está fomentando la ampliación del parto institucional, o al menos se intenta garantizar la atención por
    parte de alguien capacitado y formado para atenderlo. Estos esfuerzos forman parte de la estrategia más general de
    mejorar el acceso a servicios materno-infantiles y de salud reproductiva.

    En Nicaragua, las tasas de mortalidad materna e infantil son altas. Los datos oficiales del Ministerio de Salud (MINSA)
    indican que la tasa de mortalidad materna es de 105 por cada 100.000 nacidos vivos (2007), mientras que la de
    mortalidad infantil para niños menores de 1 año es de 35 por cada 100.000 nacimientos (2005). Sin embargo, estas
    cifras se duplican en algunos de los departamentos más pobres del país y serían incluso mayores si no existiese un
    alto subregistro de casos de muertes maternas, que se calcula puede llegar hasta un 50%. La mortalidad materna
    representa cerca del 4% de todas las causas de muerte en Nicaragua (MINSA, 2005a), mientras que el porcentaje
    de partos atendidos por personal calificado es uno de los más bajos de América Latina (World Bank, 2007 y MINSA
    2006a).

    En los últimos años, el porcentaje de parto institucional ha mejorado, como se refleja en las Encuesta Nacional
    de Hogares sobre Medición de Niveles de Vida (EMNV 2005 y 2007) y en el informe del Instituto Nacional de
    Información sobre el Desarrollo (INIDE, 2005). Aun así, existe todavía un porcentaje elevado de mujeres que tiene
    partos domiciliarios, mientras que las cifras de parto institucional y muerte materno-infantil siguen siendo altas en las
    zonas rurales y más pobres de Nicaragua.

    Como respuesta a esta situación, el MINSA inicio el fortalecimiento de la participación social dirigida a disminuir la
    mortalidad materna y perinatal, retomando experiencias previas como las casas maternas (CAM). Las CAM son
    servicios de hospedaje de bajo costo cogestionadas por la sociedad civil, cuyo fin es alojar a las mujeres embarazadas
    de zonas rurales para garantizar un parto seguro mediante el acceso a servicios obstétricos profesionales
    proporcionados por un centro de salud u hospital cercano al cual debe estar vinculada la respectiva CAM.

    Aunque el gobierno de Nicaragua tiene la intención de extender la estrategia de las casas maternas, es conveniente
    establecer qué aspectos de las mismas se pueden mejorar y qué factores están determinando que haya mujeres que
    no eligen tener un parto institucional. En este trabajo se analiza en profundidad la estrategia de las casas maternas en
    Nicaragua y se identifican los factores que explican que todavía exista un número alto de mujeres nicaragüenses que
    no acceden al parto institucional. Aunque ya se han realizado varios estudios sobre las casas maternas de Nicaragua,
    la mayoría de ellos utiliza exclusivamente metodologías cualitativas y, en los pocos casos en los que se emplean
    métodos cuantitativos, se trata de estudios de caso cuyos resultados no son representativos en el nivel nacional
    (PROSILAIS, 1999; PMSS, 2001; Ruiz-Abril, 2003, MINSA 2007b y 2007c).

    2.   La meta es reducir la mortalidad maternal en un 75% entre 1990 y 2015.
Las casas maternas en Nicaragua                                                5

Con este estudio se intenta llenar este vacío mediante la utilización de los datos extraídos de una encuesta realizada
a mujeres y parteras que viven en las zonas adscritas a una muestra de casas maternas representativa del nivel
nacional. Asimismo se incluye una caracterización de las parteras de las comunidades en las que viven las mujeres
entrevistadas y se estudia su relación con las casas maternas y con el parto institucional, algo que no se había
realizado en esfuerzos previos.

El principal objetivo del estudio es proporcionar información crítica y relevante sobre el desempeño de las CAM y su
entorno, con el propósito de ofrecer recomendaciones para mejorar y ampliar la red de casas maternas y señalar
estrategias alternativas o complementarias para elevar los niveles de parto institucional. También se espera que
contribuya a la ejecución operativa de la Estrategia Nacional para la Mejora de la Salud Materna y Perinatal y a
fortalecer la salud sexual y reproductiva (SSR) de la mujer, sus derechos, los de la niñez y los de la ciudadanía en
general en el contexto del Modelo de Atención Integral y Comunitario de Salud del Ministerio de Salud.

De manera específica, el estudio busca: (i) evaluar el desempeño de las CAM en términos de accesibilidad,
cobertura, calidad, eficiencia, efectividad y sostenibilidad, lo cual incluye, entre otros aspectos, la de captar a las
mujeres gestantes, las referencias dentro de la red pública de servicios de salud, la calidad de los servicios brindados
por los diferentes actores, la satisfacción de los usuarios y los niveles de cogestión y participación de la sociedad
civil; (ii) evaluar el papel desempeñado por el MINSA en sus diferentes niveles en los procesos de organización,
funcionamiento y seguimiento de los servicios de las CAM; y (iii) analizar la contribución de las CAM al incremento de
los partos institucionales a fin de recomendar estrategias pertinentes.

En el análisis cuantitativo y cualitativo que aquí se realiza se cruza la información de la demanda de las usuarias y
su entorno, con la de la organización y calidad de la oferta fija y comunitaria con base en una muestra estadística
representativa del nivel nacional. Asimismo se realizaron entrevistas con actores claves del sistema de salud, de la
comunidad y de las organizaciones a cargo de las CAM. En el estudio se hace una caracterización de las parteras que
operan en las comunidades en que viven las mujeres entrevistadas, incluyendo su relación con las casas maternas
y con el parto institucional.

En presente documento se divide en cinco secciones. En las dos primeras se describe el contexto en el que surgen
las casas maternas en Nicaragua y se revisa muy brevemente la experiencia internacional en modalidades similares.
En las secciones subsiguientes se analizan las fortalezas y debilidades de las CAM y se presentan los hallazgos fruto
de las entrevistas realizadas, así como los resultados del análisis estadístico y econométrico. Por último se formulan
algunas recomendaciones de políticas derivadas del análisis previo.

2. La mortalidad materna en Nicaragua

La mortalidad materna es uno de los principales problemas de salud pública en Nicaragua. La tasa de mortalidad
materna3 (TMM) en Nicaragua alcanzó 89,6 por 100.000 nacimientos en 2005. Durante varias décadas el Ministerio
de Salud (MINSA) ha concentrado esfuerzos en reducirla. Desde 2000 la cifra se estabilizó alrededor de 90 (MINSA,
2006a). En comparación con otros países de América Latina (Gráfico 1), Nicaragua ocupa una posición intermedia,
según el documento más reciente del análisis de la pobreza en ese país (World Bank, 2007).

La TMM nacional en Nicaragua fue de 86,5 para el año 2005. En los SILAIS se evidenció que los sitios con mayores
niveles de pobreza presentan las TMM más elevadas: 2878,5 en la RAAN; 230,9 en Río San Juan; 198,9 en la
RAAS, y 143,3 en Jinotega (MINSA, 2005a). Se trata de una situación que esencialmente no ha cambiado en el
período analizado, además de que los departamentos mencionados son también los que exhiben las tasas más altas
de mortalidad perinatal.

En Nicaragua se estima que por cada 50 mujeres que sufren complicaciones durante el embarazo, parto y puerperio,
una de ellas fallece. En cambio esta relación es de 1:3000 en los países de mayor ingreso per cápita.

3.   La TMM es el número de defunciones maternas por 100.000 nacidos vivos registrados.
6                                           Las casas maternas en Nicaragua

               Gráfico 1. Comparación de tasas de mortalidad materna según el PIB en países
                                    seleccionados de América Latina

                         Mortalidad materna por 100.000 nacidos vivos
                              250
                                               BO
                                                L
                              200
                                                                       PER
                                                                    SLV
                              150                            GTM

                                               HND
                              100
                                                         NICECU                  CO
                                                                                DOM
                                                                                  L
                                                                                PAN           MEX
                               50                                        VEN
                                                                                                         ARG
                                                                                             CRI
                                                                                                    CH
                                0                                                                    L
                                 7,50           8,00              8,50                9,00               9,50
                                                            Log PIB per cápita

                             Fuente : World Bank, 2007.

    La mortalidad materna es un indicador que expresa la desigualdad social y de género, pues está asociada con una
    variedad de factores, a saber: anemia y desnutrición de las mujeres, analfabetismo o escasa educación formal,
    multiparidad, pobreza, acceso escaso a servicios de salud, baja utilización de métodos de planificación familiar,
    poco o ningún control prenatal, parto domiciliario atendido por parteras empíricas y familiares, tabúes, retrasos en
    la búsqueda de ayuda, falta de transporte y organización comunitaria para el traslado de mujeres que experimentan
    complicaciones obstétricas, resolución inadecuada en unidades de salud, violencia de género, aborto inseguro y
    suicidio (MINSA 2006a, 2007b).

    Un 11% de las muertes maternas no está relacionado con el parto sino principalmente con traumas y suicidios (World
    Bank, 2007). Un factor que incide de manera fundamental en la elevada TMM en Nicaragua es el bajo porcentaje de
    partos atendidos por personal calificado. En el Gráfico 2 se observan las brechas entre grupos socioeconómicos y
    regiones del país.

                               Gráfico 2. Partos atendidos por personal calificado
                                       por quintiles y región en Nicaragua

               100                                                               100
                                          12         6
                                 18                                               8
                80      35
                                                                                  6
           %    60
                                                    91       95                   4
                40               74       83
                        56                                                        2
                20
                                                                                  0
                                                                                        Managua     Pacífico    Región          Atlántico
                0                                                                        rural      rural       central rural      rural
                     Más pobre Q2         Q3        Q4     Más rico
                                                                             Doctores        90,5        76,1       60,3            3
                                                                             Parteras        9,5         17,8         3            52,1
                         Doctores       Enfermeras       Parteras

           Fuente : World Bank, 2007.
Las casas maternas en Nicaragua                                                      7

Otro tema importante es la demanda (potencial) de servicios de salud sexual y reproductiva de las
adolescentes. Nicaragua tiene la proporción más alta de adolescentes (15 a 19 años de edad) con
hijos de América Latina (Gráfico 3). Los embarazos en adolescentes están íntimamente relacionados
con los niveles de pobreza y educación. Las madres adolescentes tienen menos probabilidades de
finalizar sus estudios (educación primaria y secundaria) y de calificar para mejores oportunidades
de empleo (World Bank, 2007).

Los adolescentes representan el 26,1% de la población. Desde el punto de vista reproductivo, en
Nicaragua las adolescentes se caracterizan por tener relaciones sexuales precoces y altas tasas de
fecundidad. La fecundidad de las adolescentes rurales supera la de las urbanas en más de un 60%
y es el grupo con mayores tasas de mortalidad materna.

                    Gráfico 3. Tasa de fecundidad en adolescentes (15 - 19 años)
                      según el PIB en países seleccionados de America Latina

                        Tasa de fecundidad en mujeres de 15 a 19 años
                             120
                                                       NIC
                             110                             GTM
                                    (por 1.000 hab.)
                              100
                                              HND                VEN R. DOM
                              90                                       BRA
                                                         ECU SLV     PAN
                              80             BOL
                                                                           CO       CRI
                              70                                            L       URY
                                                                                     MEX
                              60                              PRY
                                                                                           CHLARG
                              50                                     PER

                              40
                                 7,50          8,00           8,50           9,00            9,50
                                                        Log PIB per cápita

3. Antecedentes de las casas maternas
Para abordar la situación descrita, el MINSA ha emprendido iniciativas de fortalecimiento de la participación social
dirigidas a disminuir la mortalidad materna y perinatal retomando experiencias exitosas como las casas maternas
(hogares o albergues) para las embarazadas con dificultades de acceso a los servicios de salud.

Las casas maternas (CAM), que operan bajo la gestión de una organización comunitaria, son un centro alternativo
que provee albergue alimentación y actividades educativas a mujeres embarazadas originarias de comunidades
rurales pobres y alejadas de los servicios de salud, tanto antes del parto como después del mismo. Normalmente se
sitúan estratégicamente, cerca de las unidades de salud, de modo que se facilite trasladar a las mujeres allí para que
accedan a los servicios de parto institucional y de cuidado del puerperio y del recién nacido.

El objetivo de las CAM es “garantizar el alojamiento y la promoción básica de la salud a las mujeres embarazadas
procedentes de las comunidades de difícil acceso a los servicios de salud para la atención institucional del parto
en las unidades del MINSA (MINSA, 2005b)”. De esta manera se espera que contribuyan a disminuir la mortalidad
materna y perinatal (MMP). Su ámbito de acción se extiende geográficamente al territorio municipal, pero cuando
están ubicadas en el municipio cabecera departamental, sus beneficiarias pueden ser originarias de cualquier
municipio del departamento.
8                                        Las casas maternas en Nicaragua

    Generalmente las casas maternas están gestionadas por una ONG local o entidad civil, que también se encarga de
    su funcionamiento. Aunque se promueve activamente su administración por parte de una entidad privada, en algunos
    casos, cuando el MINSA lo considera necesario --y no siempre de acuerdo con la organización comunitaria--, el
    personal local municipal del Ministerio ha asumido su administración, con el apoyo de la sociedad civil local. El comité
    que gobierna las casas maternas está formado por representantes del centro de salud, del gobierno local, de la ONG
    que gestiona la casa materna, y a veces del Ministerio de Educación. Las ONG locales suelen trabajar de cerca con
    la red de parteras, promotores y voluntarios comunitarios.

    Aunque formalmente las casas maternas no hacen parte de la red de servicios del MINSA, sí se consideran como un
    elemento integral del apoyo a la salud en el nivel comunitario, y funcionalmente se las reconoce como el nexo entre
    la red comunitaria y la red de servicios de salud.

    Los principios de las casas maternas son los siguientes (MINSA, 2005b):

    •   Gratuidad del servicio: La embarazada no pagará los servicios previstos en el presente reglamento, aunque
        se promoverá la colaboración voluntaria en especie y alimentos por tratarse de una forma social y cultural de
        expresar la compensación del servicio como una corresponsabilidad social.

    •   Solidaridad de la sociedad civil: La sostenibilidad de la estrategia depende de las iniciativas que desarrolle
        la sociedad civil, que aportará sus recursos para que las embarazadas de comunidades lejanas tengan la
        oportunidad de recibir los servicios de salud de forma oportuna, mejorando así la cobertura y la equidad.

    •   Colaboración interinstitucional: La casa materna llevará a cabo actividades de colaboración con instituciones
        estatales y no estatales para garantizar el uso adecuado del albergue y la canalización de la ayuda
        multisectorial.

    •   Universalidad: La casa materna dará alojamiento a toda embarazada procedente de áreas de difícil acceso, sin
        distingo social, étnico, religioso y político.

    A fines de la década de los años noventa se reconoció la función e importancia estratégica de las CAM para reducir
    la MMP, convirtiéndose así en una línea de trabajo permanente con resultados notables en el quinquenio de 2000
    a 2004. El proceso se inició con la reorientación de los servicios ofrecidos por las CAM para especializarlas como
    albergues, y con la coordinación de las funciones clínicas con los establecimientos de salud.En este sentido, la
    labor del gobierno central ha sido la de sensibilizar y convencer a los organismos de la sociedad civil, los gobiernos
    locales e incluso a los funcionarios locales del sistema público de salud de la necesidad de establecer sinergias entre
    el Estado y la sociedad civil. Esto con el fin de disminuir la mortalidad materna por la vía del mejoramiento de las
    posibilidades de acceso de las mujeres rurales a la atención institucional del parto, alojándolas en las CAM.

    Las casas maternas en Nicaragua se remontan a 1987, cuando se creó la primera gracias a la Asociación de Mujeres
    Nicaragüenses Luisa Amanda Espinoza (AMNLAE). Sin embargo, su existencia oficial se documenta a partir de
    marzo del año 2000, cuando el Ministerio de Salud dictó tres resoluciones mediante las cuales se crea el Comité
    Técnico de Atención Primaria responsable de garantizar la implantación de la estrategia de casas maternas (MINSA,
    2000). Asimismo se promueven los convenios de gestión entre el representante del SILAIS y la entidad civil u ONG
    local, y se institucionaliza la relación formal del MINSA con los proveedores privados sin fines de lucro, responsables
    de la administración de las CAM. En ese mismo año se publica el reglamento básico para su organización y
    funcionamiento, el cual ratifica su carácter de asociación público-privada (MINSA, 2005b).

    El número de CAM ha ido aumentando de 12, a inicios del año 2000, a más de 20 en 2003, hasta llegar a 52 en
    2007, con cinco adicionales en formación. Las CAM se sitúan principalmente en las zonas de mayor mortalidad
    materna y perinatal, aunque aún quedan serios vacíos por cubrir. Actualmente el MINSA está elaborando un mapa
    para identificar aquellas zonas prioritarias en donde se pueden establecer nuevas CAM.

    En el Anexo se incluyen las normas y decretos relacionados a las CAM, y las normativas de servicios de salud
    relevantes. En el Cuadro 1 aparecen las CAM que funcionan actualmente y las que se encuentran en proceso de
    formación, según el SILAIS correspondiente.
Las casas maternas en Nicaragua                                                     9

                      Cuadro 1. Casas maternas en funcionamiento y en proceso
   SILAIS             CAM en funcionamiento                SILAIS            CAM en funcionamiento
                      Rama                                                   Cihuatlampla en Jinotega
                      Nueva Guinea                                           Francisca Moreno en Wiwilí
                      Nueva Guinea AMNLAE                                    Las Flores en el Cuá
   Chontales
                      Muelle de los Bueyes                 Jinotega          Rebeca Leaf en Bocay
                      Gateada                                                Blanca Araúz en la Concordia
                      Juigalpa ( en proceso)                                 Wamblán
                      San Carlos                                             Pantasma ( en proceso)
                      El Almendro                                            Bluefields
   Río San Juan       Boca de Sábalos -El Castillo                           El Tortuguero
                                                           RAAS
                      San Miguelito                                          Kukra Hill
                      Chiles                                                 La Cruz de Río Grande
   Rivas              Altagracia (Isla de Ometepe)                           Matagalpa “Mary Ann Jackman”
                      Somoto                                                 Río Blanco
                      Totogalpa                                              Matiguas
                      San Lucas                                              Esquipulas
   Madriz
                      Cusmapa                                                San Dionisio
                      San Juan de Río Coco                                   San Ramón
                                                           Matagalpa
                      Telpaneca                                              Mulukukú
                      Luz y Vida (departamental)                             La Dalia
   Estelí
                      San Nicolás                                             Waslala
                      Boaco                                                  Rancho Grande
   Boaco
                      Camoapa                                                Bocana de Paiwas ( en proceso)
                      Bilwi                                                  Sébaco ( en proceso)
                      Waspán                                                 Refugio Belén Chinandega
   RAAN
                      Siuna                                                  Villanueva
                                                           Chinandega
                      Prinzapolka                                            Somotillo
   León               Santa Rosa del Peñón                                   Teodoro Kin (El Viejo)
   Managua            San Francisco libre
                      Ocotal
                      Wiwilí
                      Quilalí
   Nueva Segovia
                      Jalapa
                      Murra
                      Santa María (en proceso)

La experiencia de las casas maternas no es exclusiva de Nicaragua. Países tan variados como Ghana, Laos,
Colombia, Cuba, Zambia o Perú también han implantado esta estrategia de gestión comunitaria para combatir la
mortalidad materna e infantil (Wilson et al., 1997; Figa-Talamanca y March Andina, 1996; Stekelenburg, Kyanamina,
Mukelabai et al., 2004). Los resultados de estas experiencias son diversos: mientras que las casas maternas en
Ghana presentan bajos niveles de utilización, la experiencia de Cuba y Laos ha sido muy positiva y ha conducido
a una amplia utilización y expansión de las mismas. En Colombia, por su parte, los resultados sobre las casas
maternas son mixtos. La mayoría de tales experiencias no ha sido evaluada de modo cuantitativo, y por ello se carece
de estudios que reflejen de manera rigurosa cómo mejorar este tipo de estrategias y cuál es su verdadero impacto.

4. Características de la población en las zonas donde se insertan las
   casas maternas analizadas
La población que vive en los Sistemas Locales de Atención Integral (SILAIS) y municipios en los que se sitúan las
casas maternas seleccionadas en este estudio se caracteriza por su pobreza, ruralidad, analfabetismo o bajo nivel
educativo, y aislamiento en términos de comunicación. Todo ello profundiza la exclusión del acceso a los servicios
de salud.
10                                       Las casas maternas en Nicaragua

     Ruralidad

     Los SILAIS con mayor población rural son, en su orden, Jinotega (75,1% de las mujeres), Río San Juan (74,1%)
     y la RAAN (70,6%) (INEC, 2006a). Los municipios cabecera departamental como Jinotega (55,9%), San Carlos
     (65,8%) y Bilwi (39,1%) en general presentan porcentajes de población rural un poco más bajas que el resto de
     los municipios de los respectivos departamentos. La proporción de población rural de los municipios cabeceras
     departamentales está muy por debajo de los promedios de los otros municipios en los mismos SILAIS. Sobresalen
     los municipios de Waspán, Siuna, El Cuá, Bocay, Wiwilí y El Castillo, donde más del 80% de la población femenina
     habita en las áreas rurales. Los municipios de Matiguás (50,9%), Nueva Guinea (60,1%) y El Rama (69,2%) también
     repiten esta tendencia de altos porcentajes de población rural, aunque no tan elevados como los de los municipios
     previamente mencionados. No es así en el caso del SILAIS Chinandega, donde las mujeres que habitan en el
     área rural sólo representan el 38,8%, aunque en el municipio de Villanueva este porcentaje asciende a 69,1%. Otra
     notable excepción es Estelí, donde sólo el 17,8% de las mujeres habita en el área rural. Tanto la CAM de Estelí como
     la de Chinandega dirigen su oferta de servicios hacia los otros municipios del respectivo departamento, mientras que
     las CAM restantes, ubicadas en ciudad cabecera municipal, atienden una mezcla de mujeres provenientes tanto del
     municipio mismo como de los demás de sus respectivos departamentos.

     Todos estos municipios exhiben una incipiente y deteriorada red de comunicación vial en las áreas rurales. La
     situación se agrava en el caso de los SILAIS RAAN y Río San Juan, donde el desplazamiento es por vía fluvial en
     pangas o pequeñas lanchas, no siempre con motor, y cuando lo tienen el precio del combustible multiplica por cinco
     el costo por kilómetro recorrido.

     Pobreza

     El panorama de pobreza no es el más alentador. La mayor parte de los municipios estudiados presenta niveles de
     “pobreza alta” o “pobreza severa”, con la excepción de Jinotega y La Concordia, que registran “pobreza media”, y de
     Chinandega y Estelí, donde predomina la “pobreza menor” (Gobierno de Nicaragua, 2001).

     Los hogares pobres se caracterizan por estar principalmente encabezados por hombres de bajo nivel educativo.
     Predomina la mezcla de analfabetismo y subempleo. El promedio de hijos en estos hogares es mayor que en los
     hogares pobres urbanos (3,8 hijos por mujer versus 2,8 respectivamente) y el tamaño de la familia es por lo general
     más grande que en los hogares no pobres, con un promedio de casi siete personas (dos más que los hogares no
     pobres), de las cuales tres son menores de 13 años de edad. La relación de dependencia es de 3,5 individuos por
     cada persona que trabaja en el hogar (Rocha y Mayorga, 2001). Sus viviendas son pequeñas y de mala calidad, con
     altos niveles de hacinamiento, y por lo general carecen de servicios de agua, saneamiento y recolección de basura.
     En todos los hogares pobres del área rural se utiliza leña como combustible para cocinar.

     Salud

     Como se menciono anteriormente, la tasa de mortalidad materna en Nicaragua es una de las más altas del continente
     (105 por 100.000 nacidos vivos en promedio en 2005), y representa cerca del 4% de todas las causas de muerte
     (MINSA, 2005a). Esta cifra se explica principalmente a partir de las muertes de las mujeres provenientes de las
     regiones más aisladas del país, y es posible que sea mayor debido al elevado subregistro, que se estima en 50%.
     Para solventar este problema, en 9 de los 14 SILAIS estudiados se está llevando un mejor control del registro de los
     nacimientos y de las muertes maternas a través de los Sistemas de Información Comunitarios (SICO).

     En el ámbito departamental se evidenció que los sitios con mayores niveles de pobreza presentan las tasas más
     elevadas de mortalidad materna: la RAAN (298), Río San Juan (249,5), la RAAS (221,8) y Jinotega (156,6). Estos
     son también los departamentos con las tasas más altas de mortalidad perinatal. Las muertes maternas ocurren
     generalmente en el puerperio por causas obstétricas directas como hemorragia postparto (48% de los casos), seguida
     de sepsis puerperal (15%) y eclampsia (14%) (MINSA, 2007a).

     La disminución de la mortalidad materna ha sido vinculada a la realización de controles prenatales y al incremento de
     la atención institucional del parto. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Medición sobre Nivel de
Las casas maternas en Nicaragua                                                           11

Vida (ENMV) de 2005 (INIDE, 2005), una gran mayoría de mujeres ha tenido la buena práctica de hacerse controles
prenatales (92,5% de mujeres con hijos menores de 5 años), aunque este porcentaje se reduce al 79,9% cuando se
analiza si el número de controles es adecuado, es decir, un mínimo de cuatro controles en cada embarazo (Cuadro2).

       Cuadro 2. Porcentaje de mujeres de 15-49 años que se practicaron controles prenatales y
                        calidad del control* según área de residencia y región
           Dominio                        Controles prenatales                         Controles prenatales adecuados
                               Si                    No                            Si                   No
     La República              92,5                  7,5                           79,9                 20,1
     Urbano                    96,2                  3,8                           87,0                 13,0
     Rural                     87,9                  12,1                          71,2                 28,8
     Managua                   95,7                  4,3                           85,5                 14,5
     Pacífico                  96,0                  4,0                           86,4                 13,6
     Central                   91,5                  8,5                           77,5                 22,5
     Atlántico                 83,3                  16,7                          64,6                 35,4
   *En los últimos cinco años, cuatro o más controles practicados. Fuente: INIDE, 2005.

La atención institucional del parto es otra variable relacionada con la reducción de la mortalidad materna y neonatal.
Los resultados que se observan en el Cuadro 3 indican que del total de mujeres con hijos nacidos vivos en los
últimos cinco años, el 78% fue atendido por un ginecólogo o médico general en su último parto, y un importante
16,3% recibió la asistencia de una comadrona o partera en el nivel nacional. Sin embargo, estos valores decaen
notoriamente en el área rural y en la región del Atlántico. En esta última región, menos de la mitad (45,8%) de las
mujeres fueron atendidas por un ginecólogo o médico, mientras que el porcentaje atendido por una comadrona o
partera se incrementó a 41,5%.

               Cuadro 3. Porcentaje de mujeres de 15-49 años según el personal que atendió
                              el último parto,*por área de residencia y región

                                                             Personal que atendió el parto

                                                Ginecólogo o          Enfermera o           Comadrona o
     Dominio               Total                                                                                  Otra persona**
                                                médico                auxiliar              partera
     La República          100,0                78,0                  3,2                   16,3                 2,5
     Urbano                100,0                93,6                  2,4                   3,8                  0,2
     Rural                 100,0                58,7                  4,3                   31,8                 5,3
     Managua               100,0                96,4                  0,9                   2,6                  0,0
     Pacífico              100,0                87,2                  3,1                   9,1                  0,5
     Central               100,0                71,7                  4,2                   20,7                 3,4
     Atlántico             100,0                45,8                  5,0                   41,5                 7,7
   *Partos de los últimos 5 años. **Otra persona incluye familiares, ella misma, naturista y otros. Fuente: INIDE, 2005.

La ENMV 2005 (INIDE, 2005) establece que la atención del parto se realiza predominantemente en establecimientos
públicos de salud, con un 67,8% de mujeres atendidas. Generalmente la atención de la comadrona o partera se
realiza en “otro lugar”, que puede ser su casa o de la paciente. En las áreas rurales y en la Región Atlántica se
observan los porcentajes más altos de atención del parto fuera de los establecimientos de salud, con 39,2% y 50,5%
respectivamente (Cuadro 4).

En Nicaragua, la fecundidad promedio ha descendido a 3,2 hijos nacidos vivos por mujer de 15 años o más en el nivel
nacional. Las cifras menores (2,8) se registran en Managua y en otras áreas urbanas, mientras que los resultados
más altos se verifican en la región del Atlántico (4,0) y en las áreas rurales (3,8). De allí se deriva el promedio de hijos
sobrevivientes, que desciende a 2,8 en el nivel nacional, a 2,5 en las áreas urbanas y a 3,3 en las rurales. No se
registran diferencias según en sexo de los niños para ninguno de los dos indicadores (Cuadro 5).
12                                              Las casas maternas en Nicaragua

                 Cuadro 4. Porcentaje de mujeres de 15-49 años según lugar de atención del parto,*
                                          por área de residencia y región

                                                                                                                        Otro
         Dominio            Total          Establecimiento público              Establecimiento privado       INSS
                                                                                                                        lugar**

         La República       100,0          67,8                                 4,7                           7,6       20,0
         Urbano             100,0          76,8                                 6,8                           12,1      4,3
         Rural              100,0          56,6                                 10,0                          19,2      39,2
         Managua            100,0          68,2                                 10,0                          19,2      2,6
         Pacífico           100,0          77,1                                 3,6                           8,0       11,3
         Central            100,0          70,5                                 2,3                           1,6       25,6
         Atlántico          100,0          45,2                                 3,4                           0,9       50,5
       *Partos de los últimos cinco años.
       **Otro lugar incluye la casa de la partera, de la parturienta u otros. Fuente: INIDE, 2005.

     En general, puede afirmarse que los SILAIS estudiados son los que muestran las tasas de fecundidad más elevadas
     y con menor tendencia a la reducción, tal como se observa en el Cuadro 6, donde se ha dejado la información de
     Managua como parámetro de comparación nacional, y la de la RAAS como referencia de los municipios de Nueva
     Guinea y El Rama, que para fines censales corresponden a la RAAS y no a Chontales. El SILAIS Chontales los
     incluye en la distribución territorial del Ministerio de Salud.

               Cuadro 5. Promedio de hijos nacidos vivos e hijos sobrevivientes por mujer* según el
                                 sexo del niño, por área de residencia y región
                                        Promedio hijos nacidos vivos                       Promedio hijos sobrevivientes
                                    Total     Hombre        Mujer                  Total               Hombre       Mujer
            La República            3,2       1,6           1,6                    2,8                 1,4          1,4
            Urbano                  2,8       1,4           1,4                    2,5                 1,2          1,3
            Rural                   3,8       2,0           1,9                    3,3                 1,7          1,6
            Managua                 2,8       1,4           1,3                    2,5                 1,2          1,2
            Pacífico                3,0       1,5           1,5                    2,6                 1,3          1,3
            Central                 3,6       1,8           1,8                    3,0                 1,5          1,5
            Atlántico               4,0       2,0           1,9                    3,4                 1,7          1,7
           *De 15 años o más. Fuente: INIDE, 2005.

     Un problema común en el panorama de la salud
                                                                  Cuadro 6. Tasa global de fecundidad por departamento
     sexual y reproductiva en el país es la elevada
     frecuencia del embarazo adolescente, resultado              Departamento                        1998       2001    Diferencia
     de los bajos niveles educativos generales, así              Managua                               2,8        2,5   -0,3
     como de un acceso deficiente a la educación                 Estelí                                3,3        2,9   -0,4
     sexual.                                                     Chontales                             3,5        3,0   -0,5
                                                                 Chinandega                            3,9        3,1   -0,8
     El inicio temprano de la vida sexual activa y sin           Matagalpa                             4,5        3,5   -1,0
     protección contra el embarazo se traduce en la              Río San Juan                          5,4        4,1   -1,3
     tasa de fecundidad más alta de las mujeres entre            RAAS (SILAIS Chontales)               4,3        4,4   0,1
     15 y 19 años de los países centroamericanos,                RAAN                                  5,9        5,2   -0,7
     con excepción de Honduras. En 2001 hubo                     Jinotega                              6,2        5,3   -0,9
     119 nacimientos por cada 1.000 mujeres en Fuente: INEC y MINSA, 2001.
     este grupo etáreo, comparados con 137 en
     Honduras y 78 en Costa Rica. Casi la mitad de todos los nacimientos de mujeres adolescentes en Nicaragua no
     son planeados, y la gran mayoría de adolescentes sexualmente activas no desea tener hijos sino hasta más tarde
     (Guttmacher Institute, 2006).
Las casas maternas en Nicaragua                                                       13

La fecundidad de las adolescentes rurales supera a la de las urbanas en más de un 60% y sus tasas de mortalidad
materna son las más altas. Lo mismo se verifica en los municipios evaluados en esta investigación, donde al menos
la cuarta parte de todos los nacimientos ocurre en mujeres entre 15 y 19 años de edad (Cuadro 7).

                   Cuadro 7. Porcentaje de embarazo adolescente en los municipios estudiados
                         2004                                 2005                               2006
                               Porcentaje                                 Porcentaje                           Porcentaje
                   Total       nacim. en                      Total       nacim. en    Total                   nacim. en
 SILAIS/Municipios
                   nacimientos madres                         nacimientos madres       nacimientos             madres
                               adolescentes                               adolescentes                         adolescentes
 SILAIS CHINANDEGA                       28,9                                 29,1                             26,4
 Chinandega        2.951                 27,9                 3.169           27,6               3.240         24,8
 Villanueva        709                   24,7                 633             28,9               667           27,6
 SILAIS CHONTALES                        29.7                                 29,1                             30,1
 El Rama           1.116                 29,3                 1.061           29,1               1.054         33,4
 Nueva Guinea      2.728                 28,5                 2.207           28,9               1.989         30,6
 SILAIS ESTELÍ                           27,3                                 27,5                             26,2
 Estelí            2.574                 28,0                 2.619           27,6               2.412         26,0
 SILAIS JINOTEGA                         25,3                                 25,3                             27,4
 El Cuá            1.412                 27,8                 1.377           26,8               1.434         29,6
 Jinotega          2.977                 25,2                 3.051           24,8               2.786         26,2
 La Concordia      121                   22,3                 126             26,2               143           23,1
 San José de Bocay 1.428                 24,6                 1.503           23,7               1.443         26,7
 Wiwilí (Jinotega) 1.287                 26,2                 1.524           27,2               1.435         28,7
 SILAIS RAAN                             28,8                                 29,8                             29,7
 Puerto Cabezas    2.053                 28,0                 2.122           30,1               2.093         27,9
 Siuna             2.422                 29,0                 2.369           29,5               2.364         31,2
 Waspan            1.466                 27,8                 1.235           29,1               1.202         27,8
 SILAIS RÍO SAN JUAN                     31.7                                 33,0                             32,1
 El Almendro       281                   33,1                 262             25,2               279           26,2
 El Castillo       436                   31,7                 460             38,3               513           34,7
 San Carlos        983                   30,6                 939             31,7               1.066         31,5
 SILAIS MATAGALPA                        27.5                                 27,1                             26,8
 Matiguas          1.201                 31,3                 1.221           30,1               1.315         27,5
 TOTAL NACIONAL 121.402                  27,7                 121.426         27,4               120.233       26,6
 Fuente: Sistema Nacional de Estadísticas Vitales (SINEVI). Oficina de Estadísticas del Ministerio de Salud.

Educación

El grado de analfabetismo reportado para las poblaciones en el área rural del país se redujo de 32,4% en 2001 a 29,3%
en 2005. Sin embargo, para las regiones Central y Atlántica del país, los porcentajes de analfabetismo alcanzan 25,6%
y 30,2% respectivamente, lo que agrava las condiciones propicias para la alta incidencia de mortalidad materna.

Los años de estudio aprobados de la población de 10 años de edad o más en las áreas rurales es muy inferior al
observado en las zonas urbanas (4,5% para aquellos entre 10 y 12 años de edad y 1,1% para los de 13 años o más
versus 18,0% y 10,5% respectivamente). Si bien a nivel agregado no se observan grandes diferencias entre los
niveles educativos de hombres y mujeres, los años de estudio aprobados disminuyen notablemente en las regiones
Central y del Atlántico, donde predomina la población rural y se concentra la pobreza extrema (INIDE, 2005).
14                                        Las casas maternas en Nicaragua

     En el ámbito nacional, el 18,8% de la población de 10 años o más no tiene años de estudio aprobado. En el caso de
     las regiones Central y Atlántica la proporción asciende a 25,6 y 30,2% respectivamente.

     La deserción escolar es uno de los mayores problemas del sistema educativo nicaragüense. En el área rural, la
     proporción de mujeres que deserta es del doble que la de los hombres, tanto al inicio del año escolar como al término
     de la educación secundaria. Entre los motivos para el abandono escolar de los jóvenes entre 15 y 19 años en 1998
     predominaban las razones económicas (ingreso perdido y gastos escolares), independientemente del sexo y del
     área de residencia. Los quehaceres del hogar constituyen la segunda razón que explica la deserción escolar entre
     las mujeres rurales.

     Las tasas de matrícula son más altas para las mujeres en todos los grupos de edad. Las brechas en la matrícula se
     manifiestan como diferencias de alrededor de 10 puntos porcentuales entre la matrícula de los menores de 14 años
     de zonas rurales y urbanas, brecha que se amplía a 25 puntos porcentuales a partir de los 15 años de edad. En
     general, a partir de los 15 años la tasa de matrícula cae en 35 puntos porcentuales en el ámbito nacional y entre las
     mujeres, mientras que en el área rural alcanza una caída aún más pronunciada de 45 puntos, con lo cual se reduce
     casi a la mitad (INIDE, 2005).

     División social del trabajo en el área rural

     En las áreas urbanas y rurales se asigna una fuerte responsabilidad en el trabajo doméstico a las mujeres desde
     my temprana edad, mientras que los varones se incorporan muy pronto al trabajo asalariado. Las mujeres rurales
     contribuyen a las actividades agropecuarias como trabajadoras no remuneradas en las temporadas de mayor
     demanda de fuerza de trabajo como son la siembra y la cosecha. La baja participación económica es notable,
     especialmente para las mujeres en la edad en que tienen el mayor número de hijos (INIDE, 2005).

     Entre la población rural predomina la inserción en el sector agropecuario. La dependencia de la tierra entre los
     sectores pobres es alta. El 61,4% de los hogares en pobreza extrema se dedica a actividades agropecuarias (Rocha
     y Mayorga, 2001).En años recientes, el incremento de la ocupación de la mujer en el sector servicios es notable,
     aunque en las áreas rurales este hecho se registra para ambos sexos.

     Asimismo, es posible observar un aumento de la inserción de la mujer en el sector comercio y en la pequeña industria, a
     expensas de la disminución de la actividad agropecuaria (Agurto y Guido, 2004). Los sectores de mayor participación
     femenina, esto es, el comercio y los servicios, son sectores de baja productividad y baja remuneración.

     La información disponible (Agurto y Guido, 2004; Aguilar y Espinosa, 2004) muestra que la participación de hombres
     y mujeres en el trabajo reproductivo o doméstico aumenta con el nivel de pobreza. No obstante, las mujeres
     constituyen más de la mitad de la población que realiza este tipo de labores, siendo este porcentaje mayor en el caso
     de las mujeres rurales.

     Entre las mujeres pobres y residentes en las áreas rurales el tiempo dedicado a las tareas reproductivas equivale a
     más de media jornada, lo que contribuye a perpetuar la condición de pobreza de sus hogares y su propia subordinación
     al hombre que provee los ingresos monetarios.

     Culturalmente, la desigualdad de género tiene fuertes raíces sociales y culturales, independientemente del grupo
     étnico al que se pertenezca. En ese escenario, la violencia intrafamiliar y doméstica es muy frecuente, aunque no
     hay datos precisos para las áreas rurales. La muerte y las lesiones por violencia intrafamiliar son comunes en estos
     municipios.

     Dos de los SILAIS estudiados, Jinotega y la RAAN, y los municipios de El Rama y Nueva Guinea incluidos en el
     SILAIS Chontales, presentan un alto porcentaje de población indígena, en especial de los grupos étnicos miskito,
     sumo y mayagna, cuyas tradiciones culturales y creencias mágico-religiosas influyen en su comportamiento de
     prevención de la salud y en el acceso a la atención prenatal durante el período gestación.
Las casas maternas en Nicaragua                                                        15

5. Las casas maternas en Nicaragua: fortalezas y debilidades

En esta sección se presentan los resultados de las entrevistas realizadas a los principales agentes involucrados en la
estrategia de las casas maternas, así como los resultados cuantitativos obtenidos tras el análisis de los datos de las
encuestas realizadas a mujeres y a parteras. La sección se divide en dos partes: oferta de servicios y demanda de
servicios. Se presenta por separado un análisis del desempeño de las parteras, ya que allí se combinan cuestiones
de demanda y oferta.

Oferta de servicios

Caracterización de las CAM como expresión de la oferta

El número de CAM ha aumentado considerablemente durante los últimos años, pasando de 12 en el año 2000 a 52
en 2006, lo que representa un incremento anual promedio de 30,8%. Sin embargo, el aumento de la oferta en materia
de recursos humanos y financieros no ha sido proporcional al crecimiento de la demanda. Esta última, expresada en
el número de mujeres atendidas por CAM, ha pasado de 2.246 en el año 2000 a 9.536 en 2006. En la práctica, este
desequilibrio entre oferta y demanda ha tenido fuertes implicaciones en lo que se refiere a la calidad de los servicios
prestados por las CAM. La cobertura de los servicios expresada en la relación entre las mujeres atendidas por las
CAM sobre el total de los partos esperados en el sector rural de los municipios oscila entre el 2 y el 38 %, alcanzando
en 2006 un promedio del 15% en las áreas estudiadas. El aporte promedio de las CAM en estos municipios al parto
institucional fue del 22% entre 2004 y 2006, llegando al 23,7% en ese último año.

Sin embargo, las CAM funcionan con una capacidad limitada para cubrir un porcentaje aún reducido de los partos
esperados de mujeres provenientes de las áreas rurales. Además, no hay CAM en todos los municipios de las zonas
del país donde se registran muertes maternas. El factor de ruralidad determina el universo potencial de las casas
maternas, considerando que son las mujeres que viven en zonas más alejadas y de difícil acceso a los servicios de
salud las que eventualmente podrían considerar su utilización.

Todas las CAM que hacen parte de la muestra utilizada en este trabajo ofrecen el paquete básico de alojamiento
y alimentación, además de charlas de promoción de salud, actividad educativa y atención y seguimiento médico.
Ocasionalmente se brinda el servicio de la ropa de maternidad que deberá ser usada durante la estancia en la
CAM. Las atenciones médicas en todos las casas maternas se realizan en coordinación con el MINSA. De acuerdo
con las usuarias de CAM entrevistadas, el paquete básico de hospedaje y alimentación fue recibido prácticamente
por todas ellas. Sin embargo, la provisión de alimentos sólo es satisfactoria para el 60% de la muestra de mujeres
en el Atlántico Norte, Chontales, Maniguas y Jinotega. En Matiguas, hasta un 80% de las entrevistadas declaró no
haber recibido alimentación alguna. La atención médica, medicamentos y exámenes se brindan de acuerdo con el
criterio del personal médico del MINSA. Otros servicios --principalmente a cargo del personal de salud-- como son
las charlas de promoción de salud y la consulta médica se le proporcionaron a 7 de cada 10 mujeres ingresadas. La
calidad de las charlas varía de una casa materna a otra dependiendo de quiénes son los responsables de la gestión,
la disponibilidad de recursos financieros y humanos, y la relación con las autoridades locales y con el MINSA.

Los servicios de información, educación y capacitación (IEC) en temas de salud preventiva priorizan la promoción y
protección de la higiene personal, la lactancia materna y la nutrición, la salud sexual y reproductiva, la planificación
familiar informada, la atención de los hijos y la importancia del registro civil del nacimiento. Algunas casas realizan
acciones de IEC sobre ETS y VIH, así como sobre temas de género, autocuidado y autoestima.

En general, el contenido de las actividades de IEC es impartido por personal del centro de salud u hospital de
coordinación, de conformidad con las orientaciones de la Estrategia de Comunicación y Acción Comunitaria en Salud
(ECACENTRO DE SALUD) del MINSA. Aun así, se puede afirmar que durante las visitas a las CAM se observaron
charlas con estándares de calidad insuficientes, lo que sugiere la necesidad de utilizar alternativas educativas
innovadoras que se adapten mejor al público cautivo de las casas maternas.La actividad de IEC es realizada por
el personal de las CAM. En algunos casos cuenta con el apoyo de los Cuerpos de Paz y otros cooperantes y,
ocasionalmente, con algunos recursos del centro de salud.
16                                           Las casas maternas en Nicaragua

     En lo que se refiere a las charlas de promoción de salud, en algunos casos se han creado alianzas estratégicas
     con ONG en torno a temas como salud reproductiva y enfermedades de transmisión sexual (ETS) y Virus de
     Inmunodeficiencia Humana (VIH). Se trata de actividades impulsadas por ONG que no tienen presencia en
     todos los territorios municipales donde hay casas maternas. Destacan dos ejemplos que permiten ampliar
     el alcance de los servicios ofrecidos a las mujeres que se albergan en ellas. La CAM de El Rama impulsa
     una campaña de información y sensibilización para la prevención del SIDA. De modo similar, y a pesar de la
     escasez de recursos financieros, la CAM de Villanueva, con el apoyo de la Fundación Xochiquetzal, impulsa
     una campaña en la que se incluye consejería y acceso a la prueba de detección del VIH. Estas alianzas con
     ONG deberían repetirse en todas las localidades donde sea posible, ya que fortalecen la oferta de las casas
     maternas.

     Todas las CAM tienen un programa de asistencia, detección, atención y prevención de violencia y
     acompañamiento cuando los casos así lo requieren. A través de la red de CAM, el personal que allí labora
     se ha capacitado en el tema de violencia intrafamiliar (VIF). En el marco de la iniciativa de casas maternas
     amigas, se viene trabajando en los temas de SSR y derechos de la mujer, al tiempo que se ofrece apoyo en
     los casos en que se detectan episodios de VIF. En el caso de la Casa de la Mujer de Nueva Guinea y la CAM
     de Siuna también se acompaña a las mujeres en el proceso de denuncia legal, cuando ellas así lo requieren.
     Sin embargo, se encuentran claros límites para el abordaje y la resolución de este tipo de casos, y de violencia
     sexual, especialmente aquellos de los que son víctimas mujeres discapacitadas y niñas y adolescentes.

                          Cuadro 8. Servicios brindados a usuarias en las CAM (respuesta múltiple)

                                                                           Río
                                                                   Mata-           Atlántico
                            Jinotega      Estelí      Chinandega           San                  Chontales    Total
                                                                   galpa           Norte
                                                                           Juan
       Hospedaje            100,0        100,0        100,0        100,0   100,0   100,0        100,0        144     100,0
       Alimentación         90,6         100,0        100,0        81,8    100,0   91,3         100,0        137     95,1
       Charlas              62,5         88,5         90,9         36,4    68,8    69,6         78,6         105     72,9

       Consulta médica      59,4         84,6         90,9         45,5    81,3    82,6         50,0         105     72,9

       Medicamentos         50,0         80,8         45,5         18,2    50,0    78,3         35,7         80      55,6
       Exámenes             43,8         30,8         54,5         0,0     50,0    56,5         35,7         60      41,7
       Ropa de
                            6,3          23,1         4,5          0,0     0,0     0,0          0,0          9       6,3
       maternidad
       Total                100,0        100,0        100,0        100,0   100,0   100,0        100,0        144     100,0
                            N=32         N=26         N=22         N=11    N=16    N=23         N=14
      Fuente: Encuesta a usuarias de las CAM, 2006.

     Estas experiencias son bastante dispersas, y en general se puede afirmar que se pierden muchas oportunidades
     de promover actividades de prevención y promoción de salud, así como de formar a la mujer en aras de fortalecer
     su posición en la familia. No obstante las debilidades encontradas, el 80% de las mujeres usuarias de las CAM se
     reportan satisfechas con los servicios recibidos. La higiene y el equipamiento son satisfactorios según las propias
     alojadas y la evidencia surgida de las visitas a la mayoría de las CAM, salvo en un par de casos cuya infraestructura
     se encuentra muy deteriorada o desbordada por la demanda. Los datos recogidos durante este estudio muestran
     que la ocupación de camas ascendió a más de 90% (con un promedio de estadía 15 días), aunque en períodos de
     gran afluencia las CAM tuvieron que improvisar para poder atender la demanda, poniendo en riesgo la calidad de los
     servicios. Cabe notar que en algunos casos la insuficiencia de recursos ha influido negativamente en la afluencia de
     mujeres, como es el caso de Matiguás.
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