Política Nacional del Campo de la Música 2017-2022
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Política Nacional del Campo de la Música 2017-2022
Política Nacional del Campo de la Música 2017-2022
CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES Ministro Presidente: Ernesto Ottone Ramírez Subdirectora Nacional: Ana Tironi Barrios Jefe Departamento de Fomento de las Artes y las Industrias Creativas: Ignacio Aliaga Riquelme Secretario Ejecutivo Consejo de Fomento de la Música Nacional: Cristian Zúñiga Lucero Directorio Nacional CNCA Consejo de Fomento de la Música Nacional Ernesto Ottone Ramírez Carlos Cabezas Rocuant Ministro Presidente En representación de la Presidencia de la República Ana María Egaña Baraona Juan Pablo González Rodríguez En representación de la sociedad civil Rectores universidades autónomas María Inés de Ferrari Zaldívar Jorge Springinsfeld Vergara En representación del Ministro de Educación Autores de trayectoria de música clásica o selecta Patricio Powell Osorio Aliocha Solovera Roje En representación del Ministro de Relaciones Exteriores Intérpretes de trayectoria de música clásica o selecta Gustavo Meza Wevar René Calderón Hermosilla En representación de los Premios Nacionales Autores de trayectoria de música popular Carlos Aldunate del Solar Óscar Andrés Pérez Muñoz En representación de la sociedad civil Intérpretes de trayectoria de música popular Jaime Espinosa Araya Clara Parra Moreno En representación del Consejo de Rectores de las Autores de trayectoria de música de raíz folklórica Universidades Chilenas Víctor Hugo Ibarra Negrete Óscar Acuña Poblete Intérpretes de trayectoria de música de raíz folklórica En representación de los rectores de universidades privadas Sebastián Milos Montes Productores fonográficos Magdalena Pereira Campos En representación de la sociedad civil Jaime Ahumada Jiménez Radiodifusores de Chile Arturo Navarro Ceardi En representación de la sociedad civil Rodrigo Barrientos Nunes Asociación Chilena de Municipalidades Sebastián Gray Avins En representación de la sociedad civil Pablo Márquez Farfán Televisión / ANATEL
Comité Técnico-Político Participantes El Comité Técnico-Político del Consejo de Fomento Esta Política Nacional del Campo de la Música fue estuvo a cargo de analizar la información extraída a elaborada a partir de la información recogida en mesas y partir de fuentes secundarias existentes, de la Consulta encuentros participativos que funcionaron en dos fases Nacional y del Estudio Diagnóstico, para posteriormente durante los meses de junio y julio de 2015, mayo y junio proceder a la sistematización y consolidación de de 2016 en Santiago y regiones. En dichas instancias redacción de las medidas de la Política Nacional del participaron agentes representantes de toda la cadena Campo de la Música 2017-2022. productiva del campo de la música en nuestro país: músicos, estudios de grabación, sellos discográficos, Por parte de la Secretaría del Consejo de Fomento de la festivales, salas de conciertos, organizaciones, Música Nacional, el Comité fue coordinado por Sebastián asociaciones, técnicos, docentes, alumnos, medios de Ruiz-Tagle Anguita. comunicación, investigadores, productoras, agencias de Consejeros integrantes Comité Técnico- Político booking y management, sociedades gestoras de derechos Jorge Springinsfeld Vergara / Rodrigo Barrientos Nunes / y organismos públicos regionales y comunales entre otros Jaime Ahumada Jiménez. actores relevantes del campo de la música en Chile. Por parte de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Colaboradores Fomento de la Música Nacional, el Comité estuvo Colaboraron en el proceso de consulta ciudadana y integrado por: formulación de esta Política: Cristian Zúñiga Lucero / Sebastián Ruiz-Tagle Anguita / En Santiago Marcos Moraga Lovera. Elena Zeiss / Carolina Vera / Camila Gallardo / Alejandro Lazo. Consejo Nacional de la Cultura y las Artes En regiones Departamento de Fomento de la Cultura y las Artes Mijail Poblete / Michele Trillat / Fernando Ossandón / Ignacio Aliaga Riquelme / Claudia Gutiérrez Carrosa / Milena Mollo / Fernanda Fontecilla / Marcela Oviedo / Patricia Requena Gilabert. Maria Cecilia Cortés / Isabel Nuñez / Antil Camacho / Patricio Cerda / Javier Fernández / Aracelly Rojas / Departamento de Estudios Rodrigo Véliz / Pamela Gutiérrez / María Eugenia Cartes / Constanza Symmes Coll / María Alejandra Aspillaga Fariña / Mauricio Sandoval / Helen Urra / Jessica Cerón / Diego Moulian Munizaga / Ada Guzmán Riquelme / Erica Millaldeo / Pablo Navarro / Francia Vargas. Claudia Gamboa Oyarzo / Daniel Muñoz Farías / Patricio Altamirano. Agradecimientos Agradecemos a todos los actores del campo de la música, Secretaría Consejo de Fomento de la públicos y privados, que participaron de esta iniciativa. Música Nacional Agradecemos a todas la Direcciones Regionales del Cristián Zuñiga Lucero / Sebastián Ruiz-Tagle Anguita / Consejo Nacional de La Cultura y las Artes, y a los Marcos Moraga Lovera. responsables del Departamento de Fomento en cada una Edición, corrección y producción editorial de ellas, quienes organizaron y aportaron al trabajo de las Tal Pinto Panzer Mesas Consultivas en regiones. Agradecemos al Centro Cultural Estación Mapocho, Diseño y diagramación Balmaceda Arte Joven y el Museo Violeta Parra por Estudio Vicencio ofrecer los espacios físicos necesarios para el desarrollo Dirección de arte de las Mesas Consultivas y otras actividades asociadas a Soledad Poirot Oliva este trabajo en la región Metropolitana. Agradecemos a todos los espacios que albergaron el Sistematización primera fase Mesas desarrollo de las Mesas Consultivas en regiones. Consultivas Regionales y Nacionales Consultora Asesorías para el Desarrollo Agradecemos a los Consejeros que estuvieron en ejercicio en períodos anteriores, que participaron de esta Política: Gladys Briceño Zaldívar / Francisco Nieto Guzmán / Wladimir Carrasco Moscoso / Rodrigo Velasco Alessandri.
ÍNDICE Presentación de la Política Nacional del Campo de la Música 2017-2022 9 1. Introducción 13 2. Principios 15 3. Compromisos 16 4. Antecedentes y marco normativo 17 5. Situación actual del campo de la música en Chile 21 6. Diagrama del campo de la música en Chile 48 7. Objetivo general 51 8. Ámbitos de acción, objetivos específicos y medidas 52 8.1. Formación, educación e investigación 53 8.2. Creación y producción 56 8.3. Difusión 57 8.4. Internacionalización 58 8.5. Industria y situación laboral 59 8.6. Asociatividad 61 8.7. Patrimonio musical y sonoro 62 Anexo metodológico 64 Plan de Seguimiento a la Implementación y Evaluación de las Políticas Sectoriales 66 Glosario 68 Referencias bibliográficas 70
PRESENTACIÓN MINISTRO POLÍTICA NACIONAL DEL CAMPO DE LA MÚSICA 2017-2022 El campo de la música en Chile ha crecido durante los últimos años. Se trata de una industria en expansión, que ha experimentado el mayor nivel de crecimiento de todos los sectores que conforman la economía creativa. Su incremento y desarrollo no se restringe a lo económico, también hemos sido testigos de un creciente fenómeno de proliferación de artistas, géneros y estilos musicales, que dan cuenta de un sistema dinámico, en el que emergen constantemente propuestas que enriquecen la escena musical. Sin embargo, este proceso no se encuentra exento de falencias estructurales que impiden que hablemos de un sector equitativamente prolífico y sustentable. Asimismo, todos los chilenos y chilenas vivimos una coyuntura inédita: un proceso de transformación en el campo cultural, que en gran medida ha sido propiciado por el futuro proyecto de ley que creará el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. La nueva institucionalidad representa una evolución en el modo en que comprendemos los ámbitos de la cultura y las artes, en tanto supondrá un cambio de perspectiva de algunas de las estrategias de desarrollo de nuestro país, así como una ampliación del rango de acción de las políticas públicas que emanan del sector. Frente a este escenario, se hace imprescindible contar con políticas culturales de campo, representativas y actualizadas, que nos permitan transitar hacia la nueva institucionalidad cultural con objetivos y medidas definidos. Una de las premisas es que los cambios por iniciarse vengan CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 secundados por un sentido continuidad que considere el camino recorrido durante los últimos años. Si bien el campo de la música contó anteriormente con un esfuerzo por orientar el trabajo del Estado a través de la Política de Fomento de la Música Nacional 2007-2010, este documento cumplió su ciclo y requiere de una renovación que se haga cargo de un contexto social, político y cultural que durante los últimos años se ha transformado, generando nuevos desafíos para nuestro accionar. Uno de ellos, por cierto, ha sido la demanda de participación ciudadana, como fundamento básico para el diseño e implementación de las políticas públicas. Una petición que nuestro Gobierno ha acogido con especial énfasis en el ámbito cultural, donde la pertinencia temporal y territorial es ineludible. 9
Hoy tenemos el orgullo de contar con una Política del Campo de la Música Nacional 2017-2022 que es el resultado de un trabajo participativo, reflexivo y descentralizado. Allí, en esa conversación amplia y extendida, fueron forjándose no sólo una serie de medidas relevantes para el trabajo que tenemos por delante, sino también aquello que se encuentra en el centro de toda política pública; me refiero al país que soñamos, y en este caso en particular, al lugar que queremos que ocupe la música dentro de ese sueño. Realzar la importancia de esta expresión artística para el desarrollo humano integral, a nivel emocional, cognitivo, social y cultural; fortalecer la educación musical en el sistema escolar, con especial énfasis en la formación de audiencias y en el desarrollo y proyección de talentos, garantizar la generación de posibilidades de sustentabilidad y autonomía de la industria; hacerse cargo del proceso de internacionalización desde una dimensión identitaria y cultural, son parte importante de las prioridades que se deben abordar en el proceso de implementación. Sin lugar a dudas, la Política Nacional del Campo de la Música 2017-2022, es un documento que a través de sus múltiples ámbitos de acción nos entrega una mirada sistémica del presente cultural de nuestro país, de cara a la creación de estrategias que prioricen social, económica y culturalmente al campo de la música como un elemento esencial para el desarrollo integral de nuestros ciudadanos y ciudadanas. Ernesto Ottone Ramírez Ministro Presidente Consejo Nacional de la Cultura y las Artes 10
«Usen los ritmos como les salgan, prueben instrumentos diversos, siéntense en el piano, destruyan la métrica, libérense, griten en vez de cantar, soplen la guitarra y tañan la corneta. La canción es un pájaro sin plan de vuelo, que odia las matemáticas y ama los remolinos.» Violeta Parra1 CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 1 ubercaseaux, Bernardo, Londoño, Jaime y Stambuk, Patricia. Gracias a la vida, Violeta Parra. S Editorial Granizo/CENECA, 1982, p.117. 11
1. INTRODUCCIÓN Para el Chile de comienzos del siglo XXI —vertiginoso, exigente y conectado— la música ha pasado a jugar un rol fundamental en la cotidianidad de sus habitantes, acompañando e incluso determinando emociones, rutinas y reivindicaciones sociales. Vale decir, la importancia de esta expresión artística, que logra abarcar dimensiones estéticas, formativas, recreacio- nales, sanadoras y de desarrollo económico, la ubican como protagonista en un momento de profundas transformaciones culturales. El Estado, a través del Consejo de Fomento de la Música Nacional, reconoce a la música en todas sus formas y expresiones, como una de las manifes- taciones más relevantes a través de las cuales cada comunidad humana construye, desarrolla, expresa y fortalece su identidad cultural. Al referirse a la música nacional, esta Política considera lo establecido en la ley nº 19.928 sobre fomento de la música chilena, que define a esta última en su artículo segundo «como toda expresión del género musical, clásica o selecta, popular, de raíz folklórica y de tradición oral, con o sin texto, ya sea creada, interpretada o ejecutada por chilenos.»2 En el mundo globalizado de hoy, las fronteras culturales tradicionales entre los países tienden a disolverse. Para las naciones como Chile, esto plantea un desafío nuevo y mayor: el de preservar y fortalecer su cultura y en particular, su música. Para que la globalización sea una oportunidad de realizar un verdadero diálogo intercultural que beneficie a todos, y no un orden mundial en que sólo algunos grandes centros producen todos los bienes culturales y musicales CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 que el resto del mundo debe consumir, se requiere contar con lineamientos de acción claros y concretos impulsados conjuntamente desde el Estado, el sector privado y la sociedad civil que permitan apoyar decididamente el desarrollo de la música nacional. En esa dirección, la presente Política busca fortalecer el campo de la música en Chile, contemplando una diversidad de necesidades, desafíos y propuestas que fueron levantadas a través de un proceso participativo, público y transparente que involucró a toda la gama de agentes del sector, en mesas de trabajo que se constituyeron en todas y cada una de las regiones del país. 2 http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=220680 13
Luego de un dedicado trabajo del Comité Técnico de Política Sectorial de la Música en la sistematización, síntesis y codificación de la información emanada de la Mesas Consultivas Regionales y Nacionales, se logró agrupar 59 medidas en torno a objetivos precisos, y visualizar las instituciones responsables de llevarlas adelante. Las Mesas Consultivas (ver anexo metodológico, para detalles sobre su composición y funcionamiento) constituyeron una instancia clave en el proceso de construcción de esta Política, a través de la cual se materializó el Instructivo presidencial Nº 007-2014 de participación ciudadana, conceptualizada como un proceso de cooperación mediante el cual el Estado y la ciudadanía identifican y deliberan conjuntamente acerca de los problemas públicos y sus propuestas de soluciones. Las medidas presentes en esta Política será el plan de navegación para las acciones de la institucionalidad cultural por los próximos cinco años. Estas medidas comenzarán a desarrollarse, de manera gradual, desde el momento en que este documento se entregue a la ciudadanía; mientras que su seguimiento y evaluación se realizará a través de un trabajo participativo y articulado que desde 2017 contempla el funcionamiento de Mesas sectoriales a escala local y regional. 14
2. PRINCIPIOS DE LA POLÍTICA La presente Política contempla todas aquellas actividades implicadas en el campo de la música en Chile, y pone de manifiesto la importancia de dicha expresión artística en el desarrollo humano integral, a nivel emocional, cognitivo, social y cultural. Los objetivos y lineamientos declarados en este documento se sustentan en los siguientes principios: Inclusión social: La música es un elemento fundamental de construcción de la vida comunitaria del país, por lo que, es deseable promover su disfrute y práctica de manera amplia en todos los estamentos de la sociedad, con miras a fortalecer la cohesión e inclusión social y el sentido de pertenencia en la comunidad nacional. Participación: La participación ciudadana es un deber y un derecho inalie- nable, y por lo tanto, el Estado debe crear las condiciones necesarias que permitan el acceso de todos los habitantes del país a descubrir, conocer y gozar de los bienes musicales, tanto nacionales como internacionales. Junto con esto, debe fomentar el ejercicio de todo tipo de actividades musicales y abrir canales que permitan a las personas aportar e incidir en la definición de las políticas y decisiones públicas vinculadas con esta expresión artística y cultural. Territorialidad: La actividad musical y el diseño, planificación e implemen- tación de políticas de fomento en el campo de la música en Chile, reconocen la importancia de las identidades culturales territoriales a nivel comunal, regional y provincial, promoviendo la participación desde cada uno de estos niveles en su desarrollo. CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 Equidad: El Estado debe fomentar el acceso social y territorialmente equitativo al patrimonio, la creación y la participación de las distintas manifestaciones musicales. Diversidad Cultural: La diversidad cultural y la interculturalidad son valores fundamentales que generan condiciones transformadoras y enriquecen la creación y el diálogo entre las distintas expresiones musicales del país y sus modos de apropiación. 15
3. COMPROMISOS Mediante la presente Política, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través del Consejo de Fomento de la Música Nacional, asume los siguientes compromisos para su quehacer: Desconcentración: Realizar acciones que tiendan a fortalecer la descentra- lización y desconcentración territorial de la actividad musical y fortalecer las diversas identidades presentes en nuestro territorio. Articulación intersectorial: Diseñar y coordinar acciones que articulen al Estado, sector privado y sociedad civil en torno al fomento de la actividad musical, entendiendo que el desarrollo y proyección de la música chilena es responsabilidad de todos los estamentos de la sociedad. Aporte a la sustentabilidad del sector: Mejorar, a través de las medidas consagradas en esta Política, las condiciones para el desarrollo de la música en tanto actividad creativa, entendiendo que constituye un aporte signifi- cativo al desenvolvimiento económico de diversos sectores productivos del país, privilegiando un enfoque sustentable. Evaluación y seguimiento: Generar un instrumento participativo, desde su génesis hasta su implementación final, de evaluación y seguimiento que permita verificar el avance y cumplimiento de las medidas comprometidas. Actualización del marco normativo: Crear un Comité intersectorial encar- gado de revisar y proponer cambios a la legislación y reglamentos vigentes asociados al fomento y desarrollo de la música nacional, como a la investi- gación, preservación y difusión del Patrimonio musical y sonoro del país. 16
4. ANTECEDENTES Y MARCO NORMATIVO La Constitución Política de la República de Chile establece que el Estado tiene como finalidad la promoción del bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible. Dentro del ámbito del desarrollo humano se encuentra el mundo de las artes, destacándose particularmente la música, que acompaña permanentemente la vida de las personas. La presente política pública sectorial es heredera de una serie de acciones realizadas por la institucionalidad cultural en Chile, en su interés permanente por aportar al desarrollo de la actividad musical. Los antecedentes, entonces, pueden dividirse en dos grandes momentos, donde la frontera es trazada por la creación del Consejo de Fomento de la Música Nacional el año 2004. Así, pueden observarse esfuerzos por establecer lineamientos respecto a materias que hoy concitan parte de las discusiones en torno al fomento de la música chilena. A modo de ejemplo, un decreto del Ministerio del Interior publicado en 1950 («Texto definitivo del Reglamento de Transmisiones de Radiodifusión»), hace explícito que la Secretaría General de Gobierno fijará mensualmente la proporción de música chilena que las emisoras deben presentar en sus programas. La Constitución reconoce y asegura en su Artículo 19 nº 25 la libertad de crear y difundir las artes, así como el derecho del autor sobre sus creaciones intelectuales y artísticas de cualquier especie, lo cual se complementa con CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 la ley nº 17.336 de agosto de 1970, que regula la propiedad intelectual y el derecho de autor, ambas herramientas fundamentales para el desarrollo profesional de los músicos. Ese mismo año, al alero de la Biblioteca Nacional, entra en operaciones el Archivo de Música y Medios Múltiples, la iniciativa más antigua que se ha dirigido desde el Estado para el resguardo del patrimonio musical. De 1971 es la ley nº 17.439, que establece que en los espectáculos artísticos con números en vivo, el 85% de los artistas que se expresen en idioma castellano deben ser chilenos (Artículo nº 1). Se trata de una regulación que sigue vigente en términos legales, pero que se encuentra en desuso en la actualidad. 17
En 1973 se reconoce la existencia de las Orquestas Profesionales, cuyo modelo hasta ese año consistía en un subsidio total del Estado a las forma- ciones orquestales que surgían al alero de instituciones de formación o iniciativas particulares. El 18 de septiembre de 1979 se proclamó el Decreto nº 23 que declaró la cueca como danza nacional, haciendo referencia a sus valores musicales. En 1990 se promulga la ley nº 18.895 que regula los beneficios tribu- tarios a las donaciones con fines culturales, con el objetivo de fomentar la intervención privada, tanto de empresas como de personas, en el financia- miento de proyectos artísticos, patrimoniales o culturales. Más adelante, el año 2013, se promulga la ley nº 20.675 que reforma la ley de donaciones con fines culturales. Desde el año 1992 el sector de la música comienza a recibir financiamiento a través del Fondo Nacional para el Desarrollo de las Artes (Fondart). Este mismo año, el maestro Fernando Rosas —con apoyo del Ministerio de Educación— inicia en Santiago un Programa de Orquestas Juveniles, que da origen en 2001 a la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI) como una entidad dependiente de la Dirección Sociocultural de la Presidencia. En 1994 nace el programa Escuelas de Rock, por iniciativa de la Asociación de los Trabajadores del Rock (ATR). No obstante se trata de una iniciativa asociativa de músicos independientes, el programa desarrolla sus acciones junto a diversas instituciones del Estado, tales como la División de Organizaciones Sociales del Ministerio Secretaría General de Gobierno, el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. En enero de 2003 la ley nº 19.891 crea el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, e inmediatamente el año 2004 es promulgada la ley nº 19.928, sobre Fomento de la Música Chilena, que por primera vez estructura una institucionalidad que da cabida al fenómeno musical en Chile, creando el Consejo de Fomento de la Música Nacional, un organismo especializado, encargado de dar cumplimiento a los ideales contenidos en la ley. En ella también se consagra el nacimiento del Fondo de la Música Nacional y el Premio a la Música Nacional Presidente de la República. En adelante, la ley compromete al Estado de Chile «a brindar apoyo, promoción y difusión (…) a la labor de los autores, compositores, artistas intérpretes y ejecutantes, 18
recopiladores, investigadores y productores de fonogramas chilenos, forjadores del patrimonio de la música nacional, para la preservación y fomento de la identidad cultural.» En el año 2003, de manera simultánea a la creación del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Orquesta de Cámara de Chile y el Ballet Folklórico Nacional (Bafona), elencos con larga trayectoria e importantes referentes de la actividad musical del país, dejan de depender de la División de Cultura del Ministerio de Educación y pasan a formar parte del nuevo Consejo. En paralelo al Fondo de la Música, la Ley de Presupuestos contempla trans- ferencias corrientes al sector privado, como los recursos que se entregan desde el año 1995 a través de la Corporación Cultural de la Municipalidad de Santiago, al Teatro Municipal de esa misma comuna para apoyar la gestión de la Orquesta Filarmónica de Santiago y otros elencos, y posteriormente, desde 2016, a orquestas profesionales a nivel regional: Marga-Marga, Clásica Regional del Maule, Sinfónica Universidad de Concepción, Filarmónica de Temuco, Sinfónica de la Universidad de La Serena y Orquesta de Cámara de Valdivia. Además, han recibido financiamiento instituciones ligadas al desarrollo de la música como la Corporación Balmaceda Arte Joven y FOJI. El año 2007 entra en vigencia la Política de Fomento de la Música Nacional 2007-2010, transformándose en un primer esfuerzo por orientar y organizar el trabajo del Estado en torno al desarrollo de la Música Nacional. Ese documento fue elaborado a partir de cinco ejes temáticos: Creación e Interpretación Musical, Industria y Nuevas Tecnologías, Inserción de la Música en la Sociedad, Patrimonio y, por último, Institucionalidad. Cabe señalar que en la redacción de esa Política, las medidas fueron consen- CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 suadas por miembros del Consejo de Fomento de la Música Nacional y el Departamento de Estudios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, mediante una metodología que se apoyó fundamentalmente en la revisión documental y en entrevistas dirigidas.3 Junto con las normas nacionales, el Estado de Chile ha suscrito en el ámbito Internacional la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales,4 vigente desde marzo de 2007. Dicho acuerdo establece deberes del Estado en cuanto a garantizar un amplio acceso a la cultura. 3 Ver http://www.cultura.gob.cl/wp-content/uploads/2012/03/Politica-de-la-Musica.pdf 4 Ver http://unesdoc.unesco.org/images/0014/01429/142919s.pdf 19
En abril de 2015 se promulga la llamada «ley del 20%», que modifica la ley nº 19.928 que establece un mínimo de programación de música chilena en las emisoras del país. Además, se instaura desde ese mismo año el 4 de octubre como el «Día de la Música y de los Músicos Chilenos.» 20
5. SITUACIÓN ACTUAL DEL CAMPO DE LA MÚSICA EN CHILE i. Caracterización general Valoración social de la música Mucho más que una disciplina artística, la música es una manifestación humana de máxima importancia cultural. Se trata de —como se reconoce en los principios que rigen esta Política— una poderosa herramienta de construcción de la vida comunitaria de un país, contribuyendo con su ejercicio y disfrute al bienestar colectivo, a la cohesión social y a la generación de identidades de alcance local, regional y nacional, así como al desarrollo psicosocial y cognitivo de las personas. Los datos así lo avalan: es una «práctica ubicua» y «está presente en casi la totalidad de la población»: más de un 97% de los chilenos mayores de 15 años escucha música, con una periodicidad promedio de 6,1 días a la semana. El sector musical chileno ha experimentado un crecimiento sostenido en la producción discográfica. Este crecimiento se expresa en el aumento en la elaboración de fonogramas nacionales que se ha registrado en los últimos años: de 705 a 1.021 entre 2011 y 2014, un alza del 45%, de acuerdo a lo registrado por el Catastro de Producciones Fonográficas Nacionales del año 2015, que realizó el Consejo de Fomento de la Música Nacional.»5 «Auge» y «boom»6 son términos que se han usado en la prensa nacional e internacional y en publicaciones especializadas para describir el estado CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 de la actividad, sobre todo respecto del género de la música popular. Sin embargo, de acuerdo a lo que planteó la mayor parte de quienes participaron en las Mesas Consultivas realizadas durante el proceso de elaboración de esta política, uno de los principales problemas que afectan al sector es el bajo nivel de valoración de la música nacional por parte de la mayoría de los chilenos. Según esta visión, en el país no se reconoce el aporte de la música chilena y sus cultores al desarrollo social, cultural y económico de la nación. Fundamentalmente, este fenómeno se expresaría en una menor apreciación 5 Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). Catastro de Producciones Fonográficas Nacionales (Documento interno). 6 Un ejemplo de esta visión acerca de la música chilena se encuentra en el diario El País de España, en su artículo «El boom de la música chilena: la movida chilena fondea en España», 18 de julio de 2015. Recuperado de http://cultura.elpais.com/cultura/2015/07/16/actualidad/1437069157_259375.html 21
de la producción nacional en relación a la internacional. Así, pues, la música chilena estaría en una situación desmejorada respecto de la música inserta en los circuitos de producción global. Esta percepción forma parte de un diagnóstico más general sobre la situación del sector, en el que se manifiesta la existencia de importantes inequidades —sobre todo de tipo territorial— en el desarrollo de la música nacional, lo que emergió como una de las principales conclusiones de los encuentros participativos. Desde esta perspectiva, y tomando en consideración la integridad del territorio chileno y el conjunto del campo de la música, es posible concluir que el sector se distingue por la existencia de importantes desigualdades. La dimensión productiva del sector está fuertemente concentrada en la región Metropolitana, que cuenta con infraestructura y recursos técnicos de mayor calidad y donde opera la mayoría de los agentes del sector. Además, en algunos ámbitos —como la educación superior, la asociatividad y las condiciones salariales— se aprecian brechas importantes entre hombres y mujeres. Por último, varias fases de la cadena de valor presentan debilidades significativas y algunos géneros musicales exhiben un menor grado de desarrollo respecto de factores tales como sus niveles de producción fonográfica: la música de raíz folklórica y la clásica, por ejemplo, representan menos del 9% del total de discos elaborados en el año 2014.7 Las particularidades de los géneros musicales Desde una perspectiva amplia, hoy en día en Chile la música se divide en tres géneros: popular, música selecta o clásica y música de raíz folklórica o de tradición oral. Estas categorías están definidas por la ley nº 19.928 de Fomento de la Música Nacional, aunque actualmente son objeto de debate al interior del Consejo de Fomento de la Música Nacional, por su carácter restrictivo y por no dar cuenta de crecientes fenómenos de hibridez musical, planteamiento que estuvo presente en las Mesas Consultivas. En la amplia categoría de la música popular se agrupan estilos variados, que van desde el pop y el rock, hasta la canción romántica o expresiones de tipo tropical. Considera, según la ley, «formas y estructuras simples, con autores y compositores identificados, siendo de difusión y proyección masiva» 7 Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) e Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Cultura y Tiempo Libre, Informe Anual 2014, Santiago, 2015, p.313. 22
(Artículo 2º, ley nº 19.928). El crecimiento de la industria fonográfica del último tiempo se explica fundamentalmente por la producción de discos de este género, que representan cerca del 90% del total en los años 2012, 2013 y 2014.8 Los géneros folklore y música docta tienen una menor inserción en los circuitos industriales, así como menor masividad. El primero es la expresión musical «de las culturas tradicionales y su presencia en las vidas y vivencias de determinados grupos sociales, tanto aquellas provenientes del mundo rural así como su permanencia, actualización y/o representación en el espacio urbano» (...) «Refiere a prácticas que movilizan elementos sonoros (…) recono- cidos por una comunidad determinada como parte de su identidad.»9 Entre los principales agentes de este género se destacan los cultores, encargados del rescate y preservación de las manifestaciones tradicionales; los conjuntos folklóricos, preocupados fundamentalmente del «ejercicio de representación» en una «puesta en escena» de las expresiones musicales; y las asociaciones, que velan por la defensa de los intereses específicos de una comunidad ligada a este género, como organizaciones comunitarias, sindicatos y centros culturales. Los espacios de desenvolvimiento de este género musical son, principalmente, las celebraciones populares y fiestas costumbristas. Los medios de comunicación, en cambio, dan muy poco espacio a la difusión del folklore, «con pequeñas excepciones aún incipientes como la radio USACH,10 la de la Universidad de Chile y algunas radios locales.»11 En tanto, la música selecta o clásica se define como aquella «cuyo aprendizaje se realiza en base a normas académicas de consenso universal, que se registra y transmite preferentemente por vía escrita (partitura), que CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 explora estructuras y formas complejas y cuyos autores son identificados (Artículo nº 2, ley nº 19.928).» Dentro de este ámbito, la actividad orquestal se ha desarrollado en las últimas décadas, contando hoy en día con un importante presencia a lo largo del territorio nacional: existen catorce elencos profesionales y estables que se emplazan en la mayoría de las 15 regiones del país, siendo las regiones de 8 Ibíd., p.313. 9 Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). Conceptualización del Campo del folklore en Chile y Propuesta para su Financiamiento. (Documento preliminar). 10 Universidad de Santiago de Chile, ex Universidad Técnica del Estado. 11 Conceptualización del Campo del folklore en Chile y Propuesta para su Financiamiento. 23
Arica y Parinacota, Los Lagos, Aysén y Magallanes las únicas que no cuentan con este tipo de formaciones musicales. En el último tiempo el compromiso del Estado con la sostenibilidad financiera de los cuerpos orquestales se ha fortalecido mediante la entrega de recursos permanentes a orquestas a través de la firma de un convenio. Esta modalidad beneficia actualmente a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de La Serena, la Orquesta Marga Marga de la Región de Valparaíso, la Orquesta Clásica del Maule, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción, la Orquesta Filarmónica Municipal de Temuco, la Orquesta de Cámara de Valdivia y la Orquesta Filarmónica de Santiago (por intermedio de la Corporación Cultural de Santiago). Desde este año 2016, además, otras cuatro orquestas reciben aportes del CNCA a través del Programa de Apoyo a Orquestas Profesionales: la Orquesta Clásica de la Universidad de Santiago, la Orquesta Barroca Nuevo Mundo de O’Higgins, la Orquesta de Cámara de la Universidad Católica de Valparaíso y la Cámara de la Corporación Cultural de Antofagasta. Sin embargo, estos elencos aún enfrentan dificultades para acceder a financiamiento privado, problemática que fue un tópico relevante de las Mesas Consultivas. Otro componente importante del ámbito de la música clásica son las orquestas juveniles e infantiles, que tienen finalidades de tipo formativo y de inserción social. Las primeras agrupaciones de este tipo fueron creadas en La Serena por el músico Jorge Peña Hen, en la década de 1960. En 1992, Fernando Rosas, con el apoyo del Ministerio de Educación, inició en Santiago un Programa de Orquestas que otorgó recursos para capacitar a profesores y directores de elencos de diversas zonas del país y para crear la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil. Hoy la Fundación Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI) juega un rol central, llevando a cabo una tarea que busca «elevar el desarrollo social, cultural y educacional del país, brindando oportunidades para que los niños y jóvenes de todo Chile mejoren su calidad de vida integrando orquestas.»12 En el marco de esta labor, cada año 12 mil niños y jóvenes participan en elencos musicales y cerca de un millón de personas asisten a alrededor de 3.000 conciertos ofrecidos por orquestas juveniles e infantiles en casi 200 comunas del país.13 12 http://www.orquestajuvenil.cl/foji/quienes-somos/mision-y-objetivos/ 13 http://www.orquestajuvenil.cl/foji/quienes-somos/historia/ 24
Creada en 2001 y conmemorando su 15º aniversario el año 2016, esta institución sin fines de lucro dependiente de la Dirección Sociocultural de la Presidencia tiene a su cargo a la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional y a 16 orquestas de alcance regional. Además, presta apoyo a orquestas comunales dependientes de entidades como municipios y establecimientos educacionales, por medio del otorgamiento de becas y capacitación para sus integrantes y la entrega de financiamiento para cuerpos estables a través de fondos concursables, entre otros mecanismos. ii. Consolidación del modelo independiente Industria en expansión Entre los años 2005 y 2013, la industria de la música ha experimentado el mayor nivel de crecimiento de todos los sectores que conforman, según un estudio encargado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), industria dentro de la economía creativa (audiovisual, libro y diseño). En ese período, el número de empresas se quintuplicó, las ventas se incrementaron en más de 27 veces y la cantidad de trabajadores dependientes creció en más de cuatro veces. Estos resultados se generaron en un contexto caracterizado por el estable- cimiento de un nuevo modelo productivo, que es encabezado por la industria independiente. En éste, los agentes o empresas que están a cargo de las diversas fases del ciclo de la música se articulan y actúan de forma inter- dependiente y complementaria. «No obstante su autonomía, la lógica de la cadena de valor obliga a una estrecha colaboración y asociatividad entre estas empresas en función de estrategias comunes y artistas específicos.»14 CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 En este marco, la gran mayoría de los sellos discográficos existentes en el país son independientes, y son responsables del 98% de los fonogramas elaborados en Chile. 14 IMI Chile. Nodo de Música. Diagnóstico base: brechas de exportación, Santiago, 2016, p.6. 25
Gráfico 01 Gráfico 02 Gráfico 1 Gráfico 2 Composición de la industria Producción fonográfica nacional, discográfica chilena, de acuerdo según tipo de productor, 2014. al tipo de sello, 2014. 2% 2% Ediciones de sellos Sellos multinacionales multinacionales 98% 98% Sellos independientes Ediciones independientes Base: 206 sellos existentes en 2014 Base: 1.021 fonogramas editados en 2014 Fuente: Directorio de Agentes Culturales de Fuente: Catastro de Producciones Fonográficas la Música, CNCA, 2015. Nacionales, CNCA, 2015. Este escenario productivo implica la superación del modelo vigente durante la década de los 80 y comienzos de los 90, cuando el negocio de la música era dominado por empresas multinacionales que se desempeñaban en todas las fases de la cadena de valor, considerando la producción, comercialización y difusión, entre otras. Este cambio paradigmático en la industria musical —tanto en Chile como en el mundo— es consecuencia de la penetración de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, que han modificado profundamente las modalidades de producción, distribución y difusión musical, abaratando costos y ampliando las posibilidades para que un universo mayor y diverso de actores se haga cargo de las distintas fases asociadas a la disciplina de la música. «Las transformaciones tecnológicas y la revolución digital han 26
invertido los modelos de negocios del sector, democratizando el acceso a instrumentos de producción. En este escenario, el viejo modelo de los majors labels15 ha sido reemplazado por la producción independiente, que tiene la posibilidad de alcanzar productos de alto estándar por un bajo costo.»16 La importancia de los formatos digitales, espectáculos en vivo y derechos de autor En el contexto del nuevo modelo productivo de cariz independiente, la industria musical chilena se ha caracterizado por el predominio de los formatos digitales en el conjunto de la producción discográfica nacional. Así, en el año 2014 el 78% de los discos editados contaba con formato digital. El peso creciente de los formatos digitales también se manifiesta en la fase de distribución. Según IMI Chile,17 entidad que agrupa al sector independiente de la industria musical del país, a nivel nacional —y también a escala global— se observa una importante tendencia hacia la distribución digital, modalidad que el 2014 fue usada por el 82,4% de los sellos que componen esta asociación gremial que agrupa al sector independiente de la música chilena. En la etapa de la comercialización, en tanto, las ventas digitales del total de la industria aumentaron en un 167% durante el período 2011-2014, en cambio, las que se realizan a través del formato CD disminuyeron en un 41%, de acuerdo a un estudio de caracterización de la industria musical nacional que está próximo a publicarse y que fue encargado por IMI Chile.18 Este fenómeno también se manifiesta en el explosivo aumento en el uso de internet para acceder a la música. Por ejemplo, en el caso de Portaldisc, la principal plataforma de música chilena en el país, la cantidad de descargas de fonogramas subió de 1.566 en 2009 a 25.081 en 2014.19 CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 La preponderancia que han adquirido los formatos digitales es un factor a considerar cuando se aborda el proceso de internacionalización de la música chilena, debido a que se eliminan las barreras de costo para la exportación de material físico. Sin embargo, este ámbito de la actividad 15 Expresión en inglés para referirse a los grandes sellos discográficos multinacionales. 16 Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), Diagnóstico y Caracterización de la Economía Creativa, Santiago, 2015, p.104. 17 Industria Musical Independiente de Chile. 18 IMI Chile. Caracterización de la Industria Musical Independiente (Documento preliminar, aún no publicado por IMI Chile). 19 Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). Cultura y Tiempo Libre. Informe Anual 2014, Santiago, 2015, p.325. 27
musical muestra un desarrollo aún incipiente: en 2014 sólo un 19,8% de los discos producidos en el país eran distribuidos en el exterior, cifra que no ha variado significativamente entre 2011 y 2014.20 Además, la música cuenta con un menor nivel de exportaciones con respecto a otros sectores culturales comparables por su carácter, como el editorial, audiovisual y de diseño, de acuerdo a un estudio de diagnóstico encargado por Corfo.21 Según los datos con los que actualmente cuenta el Servicio Nacional de Aduanas, Chile es fundamentalmente un país importador de productos musicales: en 2014, el monto de las importaciones fue 22 veces mayor que el de las exportaciones.22 Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta información no considera la exportación de fonogramas en formatos digitales. Para superar este vacío, el Servicio Nacional de Aduanas ha generado una nueva codificación en la que integrará descargas y transferencias de música y que serán incluidas dentro de las exportaciones de servicios, lo cual permitirá tener una visión más precisa de la realidad del comercio exterior de la música chilena. Otra tendencia característica del sector dice relación con la creciente relevancia de los derechos de autor y de los espectáculos en vivo como factores de generación de ingresos para los músicos y otros agentes de la cadena productiva. Considerando valores actualizados al 2016, se aprecia un aumento de un 52% en los montos de recaudación de derechos de ejecución de autor entre 2009 y 2014, de acuerdo a la información proporcionada por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, la principal entidad de gestión de derechos del sector musical.23 En las Mesas Consultivas, sin embargo, surgieron demandas con miras a mejorar la forma en que opera actual- mente el sistema de gestión de derechos de autor, fundamentalmente en lo relativo a aumentar el conocimiento por parte de los actores del sector respecto de las modalidades de medición y repartición de los recursos por este concepto. Respecto de las presentaciones en vivo de la música, también se observa una tendencia al alza: el número de conciertos y recitales aumentó en un 27% 20 Caracterización de la Industria Musical Independiente. 21 Diagnóstico y Caracterización de la Economía Creativa, p.98. 22 Cultura y Tiempo Libre. Informe Anual 2014, p.106. 23 Ibíd., p.315. 28
entre 2009 y 2014.24 En tanto, la cantidad de espectadores —incluyendo a los que pagan entrada y a los que asisten de manera gratuita— aumentó en un 31,2% en ese período,25 incluso la venta de tickets para espectáculos musicales superó a las ventas del fútbol profesional en 2014, sumando US$200 millones.26 Respecto de esta fase, en el proceso participativo se cuestionó la calidad de la infraestructura destinada a presentaciones musicales, sobre todo en regiones distintas a la Metropolitana, cuestión en la que se ahondará más adelante. Falencias de infraestructura, recursos técnicos y capital humano En el marco de una industria en expansión, en los últimos años se puede apreciar un surgimiento de agentes especializados en la representación de músicos y gestión de shows en vivo. Se trata de un proceso reciente, que nace debido a la necesidad de perfeccionar una labor que había sido asumida antes por los músicos, a través de la autogestión, luego de la crisis del gran negocio discográfico de fines del siglo pasado. Sin embargo, se trata de una actividad que se desarrolla principalmente en la región Metropolitana, donde operan 21 de las 27 agencias de booking y management existentes en el país al 2014, según el Directorio de Agentes Culturales de la Música elaborado por encargo del CNCA en 2014.27 Si bien el surgimiento de actores que se especializan en eslabones específicos de la cadena productiva es indicativo del mayor desarrollo de la industria musical chilena, el proceso de profesionalización del conjunto del sector es todavía un desafío pendiente, diagnóstico que emergió con fuerza durante las Mesas Consultivas. El desarrollo incipiente de este ámbito se refleja en la inexistencia de oferta académica de nivel superior CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 orientada específicamente a la formación de mediadores o gestores, tanto de pregrado como de postgrado.28 Los datos sobre la posesión de título profesional así lo indican: hacia 2014 el 55,8% de los trabajadores carece de título formal, un 28,6% posee título universitario, un 9% título técnico 24 Ibíd., p.319. 25 Ibíd., p.321. 26 IMI Chile. Nodo de Música. Diagnóstico base: brechas de exportación, Santiago, 2016, p.6. 27 Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). Directorio de Agentes Culturales de la Música (Documento interno). 28 Diagnóstico y Caracterización de la Economía Creativa, p.106. 29
y apenas un 6,6% cuenta estudios de postgrado.29 Así, que buena parte del territorio nacional no disponga de la infraestructura y los recursos técnicos y humanos necesarios, es perjudicial para el desarrollo profesional de la actividad de la música. Esta situación de precariedad en las condiciones para el desenvolvimiento pleno del sector, se experimenta con particular fuerza en regiones distintas a la Metropolitana, opinión que apareció de manera recurrente en el proceso consultivo previo a la elaboración de esta Política. La distribución territorial de los sellos discográficos y los estudios de grabación es ilustrativa de este fenómeno de centralización de la industria musical chilena. 29 Proyecto Trama y Observatorio de Políticas Culturales. El escenario del trabajador cultural en Chile, Santiago, 2014, p.46. 30
Gráfico 03 Gráfico 3 Distribución territorial de sellos discográficos y estudios de grabacion, 2014. Estudios de grabación Sellos discográficos 50 100 150 200 Arica y Parinacota 0 1 Tarapacá 2 2 Antofagasta 3 4 Atacama 0 3 Coquimbo 2 1 Valparaíso 11 20 Metropolitana 161 69 O’Higgins 2 7 Maule 0 7 Biobío 9 10 Araucanía 3 8 CNCA | Política Nacional del Campo de la Música | 2017-2022 Los Ríos 2 2 Los Lagos 5 6 Aysén 0 0 Magallanes 1 2 Fuente: Directorio de Agentes Culturales de la Música, CNCA, 2015. 31
Como se desprende del Gráfico 3, en el año 2014 la mayoría de los estudios de grabación y sellos discográficos se ubican en la región Metropolitana. En el caso de los primeros, un 49% funciona en dicha región. Lo sellos discográficos, en tanto, alcanzan un nivel de concentración aún mayor: el 81% se encuentran en esta región. Se trata de dos componentes vitales de la cadena de valor de la música; el estudio de grabación es el punto de partida de la producción musical, y los sellos son entidades que se involucran en todos o casi todos los eslabones del proceso musical, consi- derando la producción, publicación, comercialización y/o difusión. Respecto de estos últimos, pese a la existencia de núcleos de actividad discográfica en las regiones de Valparaíso y del Biobío, actualmente se experimenta una tendencia de migración de sellos regionales hacia Santiago, que, como se observa, es el principal foco de desarrollo del sector musical.30 Esta brecha de infraestructura —extensiva a los equipos técnicos capaces de hacerse cargo de ella— hace complejo descentralizar y generar polos estratégicos regionales para la industria musical.31 Desprotección laboral y baja asociatividad de tipo sindical Además de su alto nivel de centralización, otro rasgo característico del sector es la desprotección y precariedad laboral que afecta a la mayoría de los trabajadores musicales, lo que fue planteado con insistencia en las Mesas Consultivas. Los datos disponibles, si bien no cubren todo el territorio nacional, tienden a refrendar esta percepción: al 2014, un 59,9% de los trabajadores de la música se desempeñaba en calidad de independiente y un 74,2% lo hacía sin contrato o a través de boleta de honorarios. Además, un 44,6% de ellos no está afiliado a una AFP, un porcentaje que está en casi cuatro puntos por sobre el promedio de los trabajadores culturales en general.32 De igual forma, el nivel de salarios en el sector de la música es menor al del promedio de los dominios culturales y artísticos, llegando en 2014 a $620.323 miles de pesos, monto ajustado a valores de 2016.33 30 Directorio de Agentes Culturales de la Música (Documento interno). 31 Diagnóstico y Caracterización de la Economía Creativa, p.111. 32 El escenario del trabajador cultural en Chile, pp.22, 26 y 36. 33 Cultura y Tiempo Libre. Informe Anual 2014, p.100. 32
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