ÁREA MONETARIA ÓPTIMA: UN PRETEXTO ENTRE INTEGRACIÓN Y DESARROLLO - Nº 97 Enero, 2008

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Banco Central de Venezuela
                             Colección Economía y Finanzas
                             Serie Documentos de Trabajo

ÁREA MONETARIA
     ÓPTIMA: UN
 PRETEXTO ENTRE
   INTEGRACIÓN
   Y DESARROLLO

                  VLADIMIR LÓPEZ RÍOS

                     [Nº 97]
                        Enero, 2008
© Banco Central de Venezuela, Caracas, 2008
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Área monetaria óptima: un pretexto entre integración y
desarrollo

                                                 Vladimir López Ríos
                                                  vlopez@bcv.org.ve

                            RESUMEN

La constitución de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)
abre un espacio para revisar el papel de la integración en la
estrategia de desarrollo económico. Los criterios para sostener la
viabilidad de un área monetaria óptima lucen pertinentes para
evaluar la profundidad de la integración en curso. Estos criterios se
cumplen relativamente y encontramos que la pobreza y la
desigualdad además de la escasa diferenciación de la oferta
exportable determinan los limitados avances en la integración
regional. A partir del principio de participación justa y la concepción
del desarrollo económico como auto descubrimiento, se sugiere
abordar la integración desde una perspectiva que supere las
carencias de origen propias de la visión imperante en la región.
2

Índice

1.- Delimitación del espacio: construcción de la teoría ………… ...3

2.- Concreción: ¿Se cuecen las habas? ……………………… …..13

   -Sincronía de los ciclos del PIB y los tipos de cambio ……….14

   -Movilidad de los factores productivos ……………………... 24

   -Diversificación de la producción …………………………... 35

   -Apertura externa y comercio regional …………………….... 40

3.- Invocaciones a contracorriente: ¿una nueva integración regional?
    ……………………………………………………………… 50

4.- Bibliografía …………………………………………………. 59
3

Área monetaria óptima: un pretexto entre integración y
desarrollo

    1. Delimitación del espacio: construcción de la teoría
El interés por la definición del Área Monetaria Óptima (AMO) surge de la
necesidad de construir un cuerpo teórico que permita diseñar una estrategia
para conjurar las crisis de balanza de pagos, en la cual el nuevo equilibrio se
alcance con bajos costos en términos de inflación o desempleo. En su
investigación pionera, Mundell pretendió mostrar las insuficiencias del ajuste
acometido, bien mediante el uso de tipos de cambio fijo o flexible,
precisamente por los resultados en el nivel de precios y el empleo1 . Así, reseñó
el problema nodal de la macroeconomía anterior a la apertura de la cuenta de
capital, es decir, la macroeconomía previa a la denuncia de Bretton Woods en
1971 por los Estados Unidos de América.

El rasgo primordial de su reflexión implicó introducir la distinción entre el
ámbito de la moneda nacional y la región económica, a partir de la cual
interrogarse sobre el territorio adecuado para un AMO. Ahora bien, ¿cómo se
construye esta Área? ¿Cuáles son sus características? ¿Qué la determina como
tal? ¿Cuál es su especificidad?

La realidad de una moneda única comporta la existencia de un solo banco
central con capacidad para emitir billetes, y por tanto una oferta
potencialmente elástica de medios de pago interregionales. Por el contrario,
cuando el área monetaria comprende varias monedas, la oferta de medios de
pago internacional está limitada por la cooperación de varios bancos centrales;
ningún banco central puede expandir sus propias obligaciones más rápido que
los otros bancos centrales sin incurrir en pérdidas de reservas y perjudicar la

1
 Mundell, Robert A. “A Theory of Optimum Currency Areas”. The American Economic Review, Vol.
51, N° 4 (Septiembre 1961).
4

convertibilidad. De allí concluye Mundell grandes diferencias entre el ajuste en
un área monetaria con una sola moneda y otra que involucre más de una
moneda. Su exposición ilustra las diferencias a partir de un modelo de dos
entidades –regiones o países-, las cuales inicialmente poseen equilibrio en
balanza de pagos y pleno empleo. Se trata entonces de observar las
distorsiones suscitadas por cambios en la demanda de bienes de la entidad B a
bienes de la entidad A. Supone igualmente que los salarios monetarios y los
precios no pueden reducirse a corto plazo sin ocasionar desempleo, y que las
autoridades monetarias pueden actuar para evitar la inflación 2 .

Cuando las entidades son países con monedas nacionales o regiones de una
economía cerrada con una moneda común, el restablecimiento del equilibrio
externo comporta caídas de la producción y desempleo en el país deficitario, si
no hay cooperación en el ajuste -lo cual implica para el país con superávit,
aceptar cierto nivel de inflación. En el segundo caso, la reducción del
desempleo en la región con déficit acarrea mantener presiones inflacionarias
en la región con superávit. En el primer caso, la contención de la inflación en
países con superávit ocasiona una tendencia a la recesión en virtud de los tipos
de cambio fijo, o en un área monetaria con monedas independientes. En el
segundo, el pleno empleo impone un sesgo inflacionario a la economía
multirregional, o en un área monetaria con moneda común.

La situación analizada revela que el retorno al equilibrio externo -en áreas
monetarias con monedas comunes-, acarrea el compromiso de los países con
superávit para aceptar inflación, o la disposición de las autoridades monetarias
para permitir el desempleo en las regiones con déficit. Es decir, en la
búsqueda del equilibrio, un área monetaria no puede conjurar de manera

2
    Mundell, Robert A., Op. Cit., pág. 658.
5

simultánea desempleo e inflación. Mundell concluye, por tanto, que el área
monetaria óptima no es el mundo (cursivas nuestras) 3 .

En presencia de tipos de cambio flexible, el desequilibrio generado por
cambios en la demanda debería corregirse mediante la fluctuación de la tasa de
cambio; la depreciación en el país B habrá de contener el desempleo mientras
la apreciación en A permitirá moderar la inflación. De acuerdo con Mundell,
este es el mejor ejemplo de la acción de los tipos de cambio flexible basados
en monedas nacionales.

Para evaluar la eficacia de los tipos de cambio flexible en propiciar el ajuste,
construyó un modelo de dos países con tipos fluctuantes uno frente al otro,
ambos con dos regiones de similares características cuyos límites no coinciden
con las fronteras nacionales. La región oriental produce automóviles y la
occidental madera: ante un aumento de la productividad de la industria
automotriz, acontece un exceso de demanda de productos de madera y sobre
oferta de automóviles.

Siguiendo con Mundell, el impacto inmediato del cambio en la demanda es
desempleo en oriente y presiones inflacionarias en occidente, y un flujo de
reservas bancarias desde oriente debido al déficit generado en la balanza de
pagos de esa región. Para mitigar el desempleo en el este, los bancos centrales
en ambos países tendrían que expandir la oferta monetaria, o para prevenir la
inflación en el oeste, contraer la oferta monetaria (al mismo tiempo, la tasa de
cambio entre ambos países debería modificarse para mantener el equilibrio
externo). La situación descrita señala que el desempleo puede evitarse en
ambos países tan solo a expensas de la inflación; o puede contenerse la
inflación en ambos países a costa del desempleo; o finalmente, el peso del

3
    Mundell, Robert A., Op. Cit., pág. 659.
6

ajuste puede ser compartido entre oriente y occidente con algún desempleo en
el este y algo de inflación en el oeste. No puede evitarse la inflación y el
desempleo al mismo tiempo en ambos países 4 . Federico Manchón afirma que
con este ejemplo, Mundell “introdujo la diferencia con la que definió la
especificidad teórica del problema: áreas monetarias que no son óptimas” 5 . La
observación de Manchón revela toda su contundencia en la conclusión de
Mundell sobre el caso analizado: el sistema de tipos de cambio flexible no
sirve para corregir la situación de balanza de pagos entre las dos regiones
(siendo el problema esencial), aunque puede hacerlo entre los dos países; por
lo tanto, los tipos de cambio flexible no son necesariamente preferibles a una
moneda común o a monedas nacionales vinculadas mediante tipos de cambio
fijos.

Una situación diferente se presenta cuando las monedas nacionales se
transforman en monedas regionales con tipo de cambio flexible. En este caso
el exceso de demanda de productos de madera no causa inflación o desempleo
en ninguna región. La moneda del oeste se aprecia con relación a la del este
para preservar el equilibrio en balanza de pagos, mientras los respectivos
bancos centrales adoptan políticas monetarias para mantener constante la
demanda efectiva en términos de las monedas regionales y, por lo tanto,
precios y empleo estables. Para Mundell el área monetaria óptima es la región
(cursivas nuestras) 6 . ¿Cuál es la singularidad de las monedas regionales para el
ajuste con escaso sacrificio en inflación y desempleo? ¿Qué es una región?
¿Dónde radica la diferencia intrínseca entre país y región? ¿Cuál es su
característica distintiva?

4
  Mundell, Robert A., Op. Cit., pp. 659 - 660.
5
  Manchón, Federico. “El argumento del área monetaria óptima y la Unión Monetaria de América del
Norte”. Pág. 3. www.redem.buap.mx/federico.htm.
6
  Mundell, Robert A., Op. Cit., pág. 660.
7

La región es una unidad económica en cuyo espacio se verifica la movilidad de
los factores productivos y sus límites pueden trascender las fronteras de los
estados nacionales. En palabras de Peter Kenen,

una región se define como una colección homogénea de productores que utilizan la misma
tecnología, se enfrentan con la misma curva de demanda y sufren o prosperan juntos al
cambiar las circunstancias 7 .

La movilidad factorial, cualidad intrínseca a la región, sustenta entonces el
ajuste al permitir el movimiento de trabajadores, para reasignar la demanda
agregada y eliminar el desequilibrio. Esta es la especificidad de la región; la
movilidad de los factores puede sustituir a las variaciones en los tipos de
cambio como eje dinámico del proceso de ajuste 8 . Por ello Kenen afirma que
la condición óptima –en Mundell- está referida al mercado de trabajo 9 . Sin
embargo, adelanta una advertencia que puede resultar crucial para sociedades
tremendamente desiguales como las latinoamericanas:

una perfecta movilidad interregional del trabajo exige una perfecta movilidad entre
empleos. Y esto solo se da cuando el factor trabajo es homogéneo (o cuando los empleos
de las diferentes regiones de una única área monetaria exigen cualificaciones muy similares
de los trabajadores que los ocupan) 10 .

El énfasis concedido a la simetría de los choques en el análisis de las AMO, no
puede separarse de la relevancia que la modelización originaria concedió a la

7
   Kenen, Peter. “La teoría de las áreas monetarias óptimas: Un punto de vista ecléctico”, en Lecturas
sobre unión económica y monetaria europea. Vol. I. Ediciones Pirámide (Madrid, 1998), pág. 157.
8
  Kenen, Peter. Op. Cit., pág. 155.
9
  En la economía global actual cabe agregar al capital, la organización y los conocimientos como factores
productivos cuya movilidad podría abonar junto al trabajo, presiones favorables al ajuste. De hecho,
Kenen observó tempranamente que el desequilibrio generado por el aumento en la demanda de madera
(siguiendo el ejemplo de Mundell) no solo se resuelve mediante la movilidad del factor trabajo. También
puede acaecer una entrada de capital que eleve el ingreso y restaure el equilibrio externo mediante un
aumento de las importaciones.
10
   Kenen, Peter. Op. Cit., pág. 159.
8

movilidad del factor trabajo. Sin embargo, más tarde, McKinnon introdujo la
apertura externa como criterio igualmente medular, a partir de la distinción de
bienes comercializables y no comercializables 11 . La apertura opera mediante la
conexión entre los precios internacionales y los domésticos sobre los bienes
transables y no transables, así como del tamaño relativo de los sectores
productores de tales bienes, el nivel de utilización de los factores productivos
y su movilidad. Este enfoque se orienta básicamente a establecer una relación
de dependencia entre el equilibrio externo y la magnitud de las fluctuaciones
de los precios domésticos. El supuesto analítico que lo sustenta se constituye
en función del efecto de la apertura sobre la capacidad de los tipos de cambio
para incidir sobre el equilibrio externo y la estabilidad de precios:

if we move across the spectrum from closed to open economies, flexible exchange rates
become both less effective as a control device for external balance and more damaging to
internal price level stability 12 .

Adicionalmente, McKinnon redefine la concepción del área monetaria óptima
para identificar con ella un espacio donde las políticas monetaria y fiscal
conjuntamente con tipos de cambio flexibles puedan emplearse para alcanzar
tres objetivos: pleno empleo, equilibrio en balanza de pagos y precios
domésticos estables.

Más allá de los cambios que McKinnon pueda incorporar a la teoría de las
AMO, incluyendo su particular concepción de la condición óptima (que no
discutiremos acá), Peter Kenen introduce, a nuestro juicio, dos criterios
insoslayables en la discusión sobre la integración latinoamericana, cuyo
reconocimiento podría contribuir al diseño de políticas orientadas a superar

11
  McKinnon, Ronald. “Optimum Currency Areas”. The American Economic Review, Vol. 53, N° 4
(Septiembre 1963). pp. 717 – 725.
12
     McKinnon, Ronald. Op. Cit., pág. 719.
9

graves diferencias estructurales –de tamaño económico, infraestructura,
productividad, nivel y distribución del ingreso-, que pueden abortar el
programa integracionista; hoy día con mayor contundencia al observado a
mediados de los años sesenta del siglo pasado como aconteció con la
desaparecida Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) 13 ,
cuales son: 1) sistema fiscal de cobertura amplia (federal) y 2) diversificación de las
actividades productivas. El primero implica una crítica del fatalismo fiscal de
Mundell, quien supone que las decisiones de gasto público con fines
estabilizadores están condenadas a causar inflación en las regiones ya
prósperas cuando fomentan la demanda con la finalidad de abatir el
desempleo en regiones deprimidas 14 . El argumento básico de Kenen opera de
la manera siguiente:

Una de las funciones más importantes de la política fiscal es emplear los ingresos y gasto
públicos para compensar las diferencias regionales tanto en renta como en paro 15 . Los
pagos por transferencias en gran escala consecuencia del sistema fiscal son interregionales,
no solo interpersonales, y las reglas que regulan muchos de esos pagos por transferencias se
refieren al mercado de trabajo … 16 .

Esta particular manera de concebir las oportunidades de la política fiscal en la
gestión macroeconómica trasciende el papel anti cíclico destacado en la
tradición keynesiana, para situarse –en nuestra concepción- en el umbral de la

13
   En 1966, mediante la llamada “Declaración de Bogotá”, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela,
anunciaron la necesidad de trascender el esquema ALALC de integración, basado exclusivamente en el
comercio. En su opinión, este esquema beneficiaba sólo a las mayores economías latinoamericanas: en
esa oportunidad, el PIB de los países denunciantes era equivalente a 31, 3% del registrado para Argentina,
Brasil y México. En 2005, casi cuatro décadas después, fue 6 puntos porcentuales menor. Ver The World
Bank, World Development Indicators: Gross domestic product (En dólares constantes de los Estados
Unidos de América para el año 2000).
14
   El “fatalismo fiscal” de Mundell es consecuencia de la devoción neoclásica por el mercado.
15
   Desempleo.
16
   Kenen, Peter. Op. Cit., pág. 162.
10

definición de programas públicos para la superación de la heterogeneidad
estructural 17 . Así, podemos leer lo siguiente:

Cuando una región o comunidad sufre una caída en sus ventas externas, un déficit en la
balanza comercial y paro … sus pagos al presupuesto federal disminuyen inmediatamente,
haciendo más lento el descenso en su poder de compra y reduciendo las salidas de dinero
en su balanza de pagos. Hay también una entrada de dinero procedente del presupuesto
federal en forma de subsidios de paro. Además, una región puede endeudarse (o vender
títulos valores) en el mercado nacional de capital más fácilmente de lo que es endeudarse
para los países en el extranjero. Finalmente, las regiones pueden … conseguir ayuda
discrecional del gobierno central; programas especiales de asistencia técnica y fiscal a áreas
deprimidas se han puesto en marcha en varios países, entre ellos Estados Unidos 18 .

Una concepción integrada y global de la política fiscal en el ámbito
latinoamericano, cuando se trata de la estrategia de desarrollo, podría facilitar
la aplicación productiva de recursos financieros que usualmente se vuelcan al
exterior, bien por carencia de oportunidades de inversión o por menor
rentabilidad asociada con elevados costos transaccionales; en ambos casos,
sobre esta situación gravita la ausencia de armonización de políticas en los
programas de inversión para el desarrollo. En un escenario generalizado de
crecimiento de la economía mundial, las transferencias externas netas de
América Latina entre 2002 y 2005, superaron en 1,3 veces la recepción de
inversión extranjera directa 19 .

El segundo criterio, conspicuamente central en su reflexión, atiende a la
insuficiencia presente en la definición de áreas monetarias óptimas de Mundell
asentada sobre la perfecta movilidad del factor trabajo, precisamente por ser

17
   Como, por ejemplo, la llamada por la Unión Europea “política regional”, orientada a la superación de
las disparidades internas de ingreso y oportunidades entre sus regiones (las cuales pueden ser dentro de un
mismo país), sustentada en transferencias de recursos desde los países más ricos hacia los más pobres.
18
   Kenen, Peter. Op. Cit., pág. 163.
19
   No incluye a Guyana, Surinam y el Caribe. Ver CEPAL, Anuario estadístico de América Latina y el
Caribe 2006 (Santiago de Chile).
11

una condición que rara vez se cumple. Básicamente, le concede especial
relevancia a la composición del producto y a la diversificación de las
exportaciones, en tanto permiten moderar cambios frecuentes en la relación
real de intercambio y en la trayectoria de los tipos de cambio; en pocas
palabras, reduce la exposición y favorece el equilibrio externo:

Un país que se dedica a muchas actividades será capaz de exportar una amplia variedad de
productos. Cada exportación puede estar sujeta a perturbaciones debidas a cambios en la
demanda externa o en la tecnología, pero si esas perturbaciones son independientes,
consecuencia de variaciones en la composición del gasto o de la producción, y no
oscilaciones macroeconómicas que afectan al conjunto de las exportaciones, entrará en
juego la ley de grandes números. Una nación puede siempre contar con que en algún
momento experimentará tanto reveses como éxitos considerables en sus exportaciones. Por
tanto, es seguro que sus exportaciones agregadas serán más estables que las de una
economía menos diversificada 20 .

Sin embargo, reconoce que la diversificación de la producción y las
exportaciones no puede garantizar el equilibrio interno en ausencia de la
movilidad suficiente para reincorporar el capital y el trabajo cesante por la
acción de las perturbaciones adversas (nótese que la diversificación es un
requisito previo a la movilidad interna de los factores, en ningún caso la
sustituye):

si, de una parte, las perturbaciones externas son verdaderamente independientes porque
cada producto exportado es completamente diferente del resto, los ingresos por
exportaciones serán estables pero la movilidad de los factores puede ser muy poca.
Productos que difieren si los clasificamos por su uso final pueden diferir en el modo de
fabricarlos, de modo que los factores de producción utilizados para fabricar uno de ellos
pueden no ser adaptables para fabricar cualquier otro. Si, por otra parte, los diferentes
productos exportados de un país son en realidad sustitutivos muy próximos los unos de los
otros si los clasificamos por su uso final, las perturbaciones que afecten a la demanda

20
     Kenen, Peter. Op. Cit., pág. 165.
12

externa no serán plenamente independientes –la ley de los grandes números no entrará en
juego-, pero puede que haya más movilidad entre las industrias de exportación. Productos
que son similares en su uso final probablemente lo serán también en los inputs que entran
en su fabricación y los trabajadores que han entrado en paro a consecuencia de una
perturbación en la exportación pueden ser absorbidos más fácilmente en otras
actividades 21 .

Una restricción que tiene presente refiere a la imposibilidad de la
diversificación de la producción y las exportaciones para promover el
equilibrio cuando las variaciones en la demanda provienen de cambios en el
ciclo económico.

A nuestro juicio, las anotaciones anteriores recogen lo sustantivo de la teoría
de las AMO y permite ordenar las restricciones o condicionantes para su
adopción, convencionalmente incorporadas en diversos estudios:

-sincronía en los ciclos del producto y los tipos de cambio,
-movilidad de los factores productivos entre los socios potenciales,
-diversificación de la producción y
-grado de apertura e integración comercial.

De la teoría se infiere que la construcción de un área monetaria trae como
beneficios la supresión de los riesgos cambiarios, la reducción de los costos
transaccionales asociados con operaciones transfronterizas, el fomento de la
integración de los mercados de bienes y servicios y la competencia. Por otro
lado, asumimos que si se estimula la movilidad de los factores productivos y
se adoptan políticas sectoriales específicas, a mediano plazo debería propiciar
la expansión de un establecimiento productivo homogéneo y diversificado que
propenda a la convergencia del ingreso entre los países miembros. De ser
21
     Kenen, Peter. Op. Cit., pág. 166.
13

óptima, habrá de preservar los equilibrios interno y externo sin sobresaltos en
la inflación y el desempleo.

Convencionalmente entre los costos suele destacarse la carencia de autonomía
monetaria para los miembros, lo cual, considerado aisladamente para cada
país, suprime la capacidad de las autoridades económicas para enfrentar
choques idiosincrásicos, al tiempo que reduce la eficacia de la política fiscal
para   promover     la   estabilización.   Ello   podría   ser   particularmente
comprometedor para sociedades con grandes desigualdades internas como las
latinoamericanas, sometidas a recurrentes convulsiones políticas por motivos
distributivos. La experiencia pasada revela que en tales circunstancias el costo
del ajuste lo asumirá el proceso de integración si no se adopta un sistema
federal de captación tributaria y transferencias, que permita financiar los
programas específicos para la transformación económica y moderar los costos
sociales de la reubicación de las actividades productivas mediante iniciativas
compensatorias transitorias (por ejemplo, sobre el empleo, la capacitación y el
ingreso).

   2. Concreción: ¿Se cuecen las habas?
A comienzos de los años noventa del siglo pasado, la región latinoamericana
adoptó en forma generalizada programas de ajuste macroeconómico con
apertura externa bajo el influjo del Consenso de Washington, con miras a
satisfacer el tránsito de una producción “ineficiente” correspondiente a la
sustitución de importaciones hacia una orientada a la producción de
exportables, ayuna de creciente competitividad: entre otros, el corolario de
estas políticas fueron una mayor especialización regional en la producción de
productos básicos y la reducción del valor agregado manufacturero con
relación al producto total. Este hecho (especialización en productos básicos),
aunado a una ya larga experiencia de integración comercial, cuyo principal
14

éxito visible radica en la virtual erradicación de los impuestos arancelarios
sobre el comercio intra regional en el ámbito de la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI) -además de cierta integración en la
producción 22 -, nos permite suponer la presencia de alguna sincronía regional
en el ciclo económico. A su vez, esta situación podría tomarse como
sucedáneo de su exposición a choques simétricos.

Si, en adición a lo anterior, consideramos que la década de los ochenta del
siglo pasado, fue considerada por la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) como “la década perdida de América Latina y el
Caribe”, en virtud del estallido generalizado de la crisis de la deuda externa -
acompañada con caídas en el producto y el ingreso por habitante además de
incrementos en el desempleo, la inflación y destrucción de capacidad
productiva-,       no     resulta      un     despropósito        considerar        la    economía
latinoamericana de hoy día, con sus especificidades, sustancialmente distinta a
la que teníamos antes de la crisis de la deuda. A manera de ejemplo, el papel
de la demanda interna, sus determinantes y condicionantes, y la forma como
impacta al crecimiento debe ser diferente. La política fiscal otro tanto; su
eficacia anti cíclica tiene que ser mayor no solo por la destreza adquirida para
la gestión macroeconómica sino también por la mayor importancia relativa de
los ingresos internos en el gasto, disposiciones legales para contrarrestar el
efecto Olivera - Tanzi y el diseño de una nueva institucionalidad con función
compensatoria (fondos de estabilización).

     • Sincronía en los ciclos del PIB y los tipos de cambio
Para el análisis del co-movimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) entre
diez países de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), cuales son

22
  Básicamente de inspiración transnacional, relacionada con estrategias de segmentación de los mercados
y optimización de la producción, en respuesta a los avances específicos en las experiencias de la
Comunidad Andina de Naciones y el Mercado Común del Sur.
15

Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay
y Venezuela, utilizamos una serie de frecuencia anual 23 a precios constantes en
dólares de los Estados Unidos de América del año 2000, desde 1960 hasta
2005, proveniente del World Development Indicators del World Bank. Esta
serie fue trasladada a escala logarítmica y desagregada mediante el filtro de
Hodrick y Prescott en sus componentes de tendencia y ciclo. Los resultados
de la matriz de correlaciones del ciclo fueron los siguientes:

                                                         Cuadro N° 1
                                           Correlación simple de los ciclos del PIB
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                          1960 - 2005

            Argentina   Bolivia   Brasil       Colombia      Chile      Ecuador   Paraguay    Perú    Uruguay   Venezuela
Argentina    1.000
Bolivia      0.092      1.000
Brasil       0.212      0.037     1.000
Colombia     0.431      0.254     0.504         1.000
Chile        0.331      0.091     0.064         0.525       1.000
Ecuador      0.160      0.538     0.451         0.632       0.023        1.000
Paraguay     0.233      0.446     0.117         0.461       0.595        0.433        1.000
Perú         0.344      0.094     0.428         0.214       0.119        0.137        0.115   1.000
Uruguay      0.599      0.388     0.326         0.572       0.570        0.390        0.658   0.355    1.000
Venezuela    0.462      0.406     0.169         0.462       0.249        0.458        0.237   0.130    0.625      1.000

Para el periodo, la totalidad de las correlaciones son positivas, lo cual revela la
presencia de ciclos económicos simétricos. Sin embargo, las correlaciones
significativamente distintas de cero de acuerdo a la evaluación de la t-student al
5,0%, tan solo abarcan 58,0% de las relaciones posibles entre países. A este
nivel de significación tomamos la presencia de co-movimientos en el PIB para
poco más de la mitad de los miembros de la UNASUR. Por otra parte, si
desagregamos la UNASUR en la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el
Mercado Común del Sur (MERCOSUR), con y sin Venezuela, obtenemos el
siguiente resultado:

23
  La utilización de la serie anual responde a la ausencia de información estadística del PIB por trimestres
para muchos países a lo largo del periodo analizado al igual que para variables como exportaciones o
importaciones, susceptibles de interpolación para generar datos trimestrales.
16

                                      Cuadro N° 2
                        Correlación simple de los ciclos del PIB
                            Comunidad Andina de Naciones

                                            1960 - 2005

                               Bolivia           Colombia          Ecuador           Perú
          Bolivia              1.000
          Colombia             0.254              1.000
          Ecuador              0.538              0.632             1.000
          Perú                 0.094              0.214             0.137            1.000

                                      Cuadro N° 3
                        Correlación simple de los ciclos del PIB
                       Comunidad Andina de Naciones y Venezuela

                                            1960 - 2005

                     Bolivia           Colombia           Ecuador            Perú        Venezuela
    Bolivia          1.000
    Colombia         0.254               1.000
    Ecuador          0.538               0.632             1.000
    Perú             0.094               0.214             0.137             1.000
    Venezuela        0.406               0.462             0.458             0.130           1.000

En la CAN, tal como se encuentra hoy día, el co-movimiento se limita a
Bolivia, Colombia y Ecuador. Al incorporar Venezuela, de la sincronía en el
ciclo económico tan solo se excluye Perú. Con relación al MERCOSUR en
una presentación análoga, obtenemos los siguientes resultados:
17

                                      Cuadro N° 4
                        Correlación simple de los ciclos del PIB
                                Mercado Común del Sur

                                           1960 - 2005

                              Argentina         Brasil           Paraguay          Uruguay
          Argentina            1.000
          Brasil               0.212            1.000
          Paraguay             0.233            0.117             1.000
          Uruguay              0.599            0.326             0.658             1.000

                                      Cuadro N° 5
                        Correlación simple de los ciclos del PIB
                          Mercado Común del Sur y Venezuela

                                           1960 - 2005

                  Argentina            Brasil           Paraguay          Uruguay       Venezuela

    Argentina         1.000
    Brasil            0.212            1.000
    Paraguay          0.233            0.117             1.000
    Uruguay           0.599            0.326             0.658             1.000
    Venezuela         0.462            0.169             0.237             0.625            1.000

En el MERCOSUR, la presencia de Venezuela no establece diferencias
sustanciales con relación al ámbito del co-movimiento en tanto se mantiene en
la mitad de los vínculos posibles; por el contrario, en la CAN este ámbito se
eleva. Ahora bien, si presentamos los resultados de las pruebas de correlación
en periodos que progresivamente se acerquen a los años más recientes,
podríamos tomarlos como sucedáneo del fortalecimiento o debilidad de la
sincronía en el producto respecto de la realidad actual de las economías de la
UNASUR. El fortalecimiento del co-movimiento habría de señalar espacios
crecientes para la adopción de políticas concertadas para intensificar la
integración con miras a una moneda única:
18

                                                         Cuadro N° 6
                                           Correlación simple de los ciclos del PIB
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                          1970 - 2005

            Argentina   Bolivia   Brasil       Colombia      Chile      Ecuador   Paraguay    Perú    Uruguay   Venezuela
Argentina    1.000
Bolivia      0.202      1.000
Brasil       0.197      0.307     1.000
Colombia     0.440      0.425     0.425         1.000
Chile        0.393      0.118     0.147         0.601       1.000
Ecuador      0.163      0.664     0.436         0.631       0.097        1.000
Paraguay     0.240      0.539     0.101         0.486       0.638        0.447        1.000
Perú         0.396      0.012     0.577         0.246       0.121        0.151        0.123   1.000
Uruguay      0.614      0.496     0.368         0.590       0.596        0.425        0.681   0.368    1.000
Venezuela    0.518      0.473     0.252         0.505       0.277        0.479        0.257   0.123    0.656      1.000

                                                         Cuadro N° 7
                                           Correlación simple de los ciclos del PIB
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                          1980 - 2005

            Argentina   Bolivia   Brasil       Colombia      Chile      Ecuador   Paraguay    Perú    Uruguay   Venezuela
Argentina    1.000
Bolivia      0.391      1.000
Brasil       0.218      0.089     1.000
Colombia     0.461      0.582     0.408         1.000
Chile        0.446      0.753     0.509         0.749       1.000
Ecuador      0.254      0.556     0.272         0.799       0.678        1.000
Paraguay     0.281      0.773     0.253         0.565       0.798        0.630        1.000
Perú         0.410      (0.019)   0.659         0.288       0.270        0.106        0.146   1.000
Uruguay      0.669      0.664     0.514         0.670       0.809        0.523        0.702   0.404    1.000
Venezuela    0.611      0.390     0.214         0.556       0.488        0.462        0.268   0.164    0.666      1.000

                                                         Cuadro N° 8
                                           Correlación simple de los ciclos del PIB
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                          1990 - 2005

            Argentina   Bolivia   Brasil       Colombia      Chile      Ecuador   Paraguay    Perú    Uruguay   Venezuela
Argentina    1.000
Bolivia      0.681      1.000
Brasil       0.345      0.470     1.000
Colombia     0.452      0.537     0.352         1.000
Chile        0.703      0.759     0.382         0.773       1.000
Ecuador      0.262      0.300     0.123         0.815       0.467        1.000
Paraguay     0.573      0.643     0.499         0.815       0.760        0.511        1.000
Perú         0.503      0.551     0.922         0.394       0.478        0.167        0.484   1.000
Uruguay      0.900      0.736     0.354         0.508       0.675        0.251        0.692   0.413    1.000
Venezuela    0.634      0.447     0.089         0.458       0.578        0.415        0.556   0.058    0.720      1.000
19

                                                         Cuadro N° 9
                                           Correlación simple de los ciclos del PIB
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                          2000 - 2005

            Argentina   Bolivia   Brasil       Colombia      Chile      Ecuador   Paraguay    Perú    Uruguay   Venezuela
Argentina    1.000
Bolivia      0.838      1.000
Brasil       0.608      0.804     1.000
Colombia     0.673      0.342     0.245         1.000
Chile        0.939      0.857     0.747         0.688       1.000
Ecuador      0.287      (0.108)   0.023         0.871       0.338        1.000
Paraguay     0.866      0.525     0.493         0.779       0.861        0.594        1.000
Perú         0.711      0.659     0.431         0.835       0.745        0.525        0.547   1.000
Uruguay      0.970      0.871     0.764         0.594       0.967        0.240        0.868   0.636    1.000
Venezuela    0.749      0.718     0.846         0.502       0.905        0.291        0.804   0.482    0.871      1.000

La segmentación por décadas sucesivas sugiere un progresivo tránsito hacia el
fortalecimiento del co-movimiento en el producto que alcanza su cenit
durante el periodo 1980 – 2005 (68,9%), para luego debilitarse en 1990 – 2005
(53,3%) y experimentar un nuevo ascenso en la fase más reciente (2000 –
2005) (57,8%). Un intento de explicar semejante trayectoria remite
necesariamente al papel de la crisis económica generalizada acaecida durante la
década de los ochenta, la cual se expresó en la contracción del producto por
habitante. En la década siguiente acontece la recuperación de algunos países
cuyas economías experimentaron procesos de ajuste en el contexto de
programas de negociación de la deuda externa que facilitaron el acceso a los
mercados voluntarios de capital (nuevo endeudamiento) y la entrada de
inversión extranjera directa; esta última básicamente canalizada a la
adquisición de activos públicos en los sectores primario y de servicios. En la
coyuntura actual (2000 – 2005), el paulatino incremento en el co-movimiento
del producto luce vinculado a la fase de expansión de la economía mundial
que estimula el crecimiento regional en tanto Latinoamérica es un importante
proveedor de productos básicos, con impactos diferenciados en virtud del
sesgo principalmente favorable para los productos energéticos. Las diferentes
proporciones de la correlación del producto señalan entonces que los ciclos de
recuperación y auge nunca fueron tan generalizados como el actual. Si
observamos el resultado por décadas, aisladamente, obtenemos el mayor valor
20

en 2000-2005 (57,8%), mientras que 1990, 1980, 1970 y 1960 registran 40,0%,
44,4%, 20,0% y 8,9%. De aquí puede concluirse que la región exhibe una
paulatina sincronización de los ciclos económicos, no exento de altibajos, lo
cual pudiera estar relacionado con la especificidad de los choques, la
particularidad de la especialización y la homogeneización de la política
económica. Sin embargo, es pertinente anotar la evidencia obtenida para las
economías más grandes de la región: Argentina, en lo atinente al ingreso per
cápita 24 y Brasil en términos del producto geográfico. En un esquema de
mercados abiertos y libre circulación de bienes, servicios y factores, estos
países     deberían       convertirse       en     centros      dinámicos        del     crecimiento
precisamente por su capacidad potencial para absorber y generar recursos -
juntos constituyen en 2005 68,7% del PIB en UNASUR. Para ello resulta
relevante la simetría de sus ciclos con los restantes miembros, lo cual ocurre
de manera significativa solo para la Argentina, quien muestra una correlación
estable en los ciclos del PIB con 60,0% de los socios regionales a lo largo de
los periodos estudiados; para Brasil esta correlación se observa con 40,0% de
los socios.

El análisis del co-movimiento de los tipos de cambio persigue, esencialmente,
mirar la alineación de los precios relativos. En este sentido, mostraremos la
correlación (simultaneidad del movimiento) y la volatilidad (dispersión del
movimiento). Para la construcción de un sucedáneo de tipo de cambio real
utilizamos la serie de tipos de cambio nominal provista por el Fondo
Monetario Internacional (FMI) 25 , multiplicados por el Índice de Precios al
Productor de los Estados Unidos de América 26 y dividido entre el Índice de
Precios al Consumidor 27 de cada país. La serie se transformó en un índice de
base 2000 = 100 y se trasladó a escala logarítmica. La disponibilidad de datos

24
   Nos referimos al PIB per cápita tomado como sucedáneo del ingreso.
25
   Internacional Monetary Fund. Database and Browser. Enero 2007.
26
   U.S. Department of Labor. Bureau of Labor Statistics. Producer Prices Indexes. Abril 2007
27
   Internacional Monetary Fund. Database and Browser. Enero 2007.
21

para una cobertura temporal uniforme fue afectada por los registros de
Uruguay y Brasil, presentes solo a partir de 1964 y 1980, respectivamente.

                                                        Cuadro N° 10
                                       Correlación simple de los tipos de cambio real
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                          1980 - 2005

            Argentina    Bolivia     Brasil    Colombia     Chile       Ecuador     Paraguay     Perú     Uruguay    Venezuela
Argentina       1.000
Bolivia         0.538       1.000
Brasil          0.635       0.338      1.000
Colombia        0.316       0.084      0.719      1.000
Chile           0.436       0.385      0.609      0.850        1.000
Ecuador        (0.049)     (0.196)     0.245      0.562        0.518       1.000
Paraguay       (0.027)     (0.064)     0.014      0.496        0.495       0.306        1.000
Perú            0.694       0.394      0.644      0.228        0.263      (0.060)      (0.511)    1.000
Uruguay         0.864       0.672      0.742      0.507        0.595      (0.023)      (0.064)    0.771      1.000
Venezuela       0.139      (0.100)     0.326      0.583        0.459       0.302        0.272     0.022      0.230       1.000

La presencia de correlaciones positivas entre los tipos de cambio real abarca
en este periodo a 46,7% de las posibilidades para el universo estudiado. Los
periodos subsiguientes muestran el debilitamiento de la sincronía en la
trayectoria de los tipos de cambio real, en tanto la correlación cubre 37,8% y
31,1% sucesivamente en 1990 - 2005 y 2000 - 2005, respectivamente. Al
analizar el comportamiento por décadas, se observa que la mayor proporción
de co-movimiento en la muestra acontece en los noventa (62,2%) y la menor
en la fase actual 2000 - 2005 con una cobertura de 31,1%, la cual incluye
correlaciones negativas de Ecuador con Argentina, Bolivia Paraguay y
Uruguay.
22

                                                        Cuadro N° 11
                                       Correlación simple de los tipos de cambio real
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                             1990 - 2005

            Argentina    Bolivia     Brasil     Colombia       Chile       Ecuador     Paraguay     Perú       Uruguay    Venezuela
Argentina       1.000
Bolivia         0.882       1.000
Brasil          0.263       0.270      1.000
Colombia        0.400       0.328      0.886       1.000
Chile           0.508       0.437      0.792       0.909          1.000
Ecuador        (0.323)     (0.415)     0.224       0.316          0.215       1.000
Paraguay        0.864       0.831      0.372       0.387          0.580      (0.287)       1.000
Perú            0.344       0.233      0.472       0.700          0.680       0.412        0.154     1.000
Uruguay         0.798       0.685      0.661       0.826          0.823      (0.052)       0.646     0.670        1.000
Venezuela       0.005       0.002      0.371       0.382          0.182      (0.047)      (0.300)    0.371        0.389       1.000

                                                        Cuadro N° 12
                                       Correlación simple de los tipos de cambio real
                                              Unión de Naciones Suramericanas

                                                             2000 - 2005

            Argentina    Bolivia     Brasil     Colombia       Chile       Ecuador     Paraguay     Perú       Uruguay    Venezuela
Argentina       1.000
Bolivia         0.804       1.000
Brasil          0.392      (0.154)     1.000
Colombia        0.174      (0.363)     0.857        1.000
Chile          (0.103)     (0.522)     0.844        0.693         1.000
Ecuador        (0.823)     (0.784)    (0.408)      (0.138)       (0.086)      1.000
Paraguay        0.841       0.567      0.685        0.323         0.379      (0.875)       1.000
Perú           (0.028)      0.183     (0.584)      (0.456)       (0.614)      0.250       (0.287)     1.000
Uruguay         0.931       0.663      0.607        0.439         0.148      (0.893)       0.887     (0.247)      1.000
Venezuela       0.987       0.845      0.266        0.041        (0.222)     (0.767)       0.783      0.093       0.863       1.000

Para Venezuela, el movimiento del tipo de cambio real durante el último
periodo e ilustrado en el cuadro Nº 12, pareciera acompañar al de Bolivia y los
socios en MERCOSUR (excepto Brasil). Una ruta diferente para mirar el
comportamiento de los precios relativos consiste en replicar con algunas
modificaciones la prueba de Eichengreen aplicada por Pineda y Pineda en su
estudio sobre la CAN 28 . En nuestro caso, desagregamos en tendencia y ciclo
mediante el filtro de Hodrick y Prescott la serie en escala logarítmica de los
índices de tipo de cambio real bilateral de Venezuela con cada uno de los

28
  Pineda, José G. y Pineda, Julio C. Factibilidad de un área monetaria para los países de la Comunidad
Andina de Naciones. Banco Central de Venezuela, Serie Documentos de Trabajo Nº 39, Enero 2003, pág.
56.
23

nueve socios en la UNASUR 29 , y calculamos la volatilidad como la desviación
típica del ciclo.

                                                   Cuadro N° 13
                                      Índice de tipo de cambio real bilateral
                                                    (2000=100)

                Ven/Arg    Ven/Bol    Ven/Bra    Ven/Chi     Ven/Col     Ven/Ecu    Ven/Par    Ven/Per    Ven/Uru

     1980      112.3622   162.3051   100.9902   170.5805    149.8041   237.3841    207.9779    32.7450    97.4377
     1981       54.3427   184.7942    89.8521   175.9309    141.7265   238.0796    202.4581    33.3905    97.0265
     1982       19.6144    46.6118    83.1416   117.5867    135.3252   190.0668    194.0762    25.6437    36.4557
     1983       17.0794    64.6992    47.2812   113.3505    120.9337   163.1861    207.4984    22.2585    39.9416
     1984       25.2573    80.3609    66.6378   173.7338    171.0341   269.5192    204.8902    29.1303    56.3481
     1985       39.1308    44.4170    59.3814    97.6753    126.2448   217.2343    172.7485    28.2497    51.5795
     1986       81.9670   255.0297   178.8115   183.2771    204.3068   301.9004    229.5067    86.4972   109.5066
     1987       49.7194   198.1180    94.4231   147.7010    163.0802   202.0287    218.1693    53.2137    89.8615
     1988       47.6044   158.8210    50.3059   126.0614    126.7885   126.5815    206.5758    20.8068    70.0445
     1989       18.1588   244.3066    83.5250   197.7091    199.0468   239.4079    189.7165   111.5066   113.9973
     1990      117.3441   208.4905   135.7188   182.5618    162.9957   218.1658    209.6144    71.5061   101.8489
     1991      162.4481   209.0552   109.0178   181.9491    155.7800   204.3834    216.5231   178.6888   119.6207
     1992      200.8602   210.4185    97.3264   202.4703    169.2024   213.8134    207.3650   179.3413   141.5951
     1993      212.7545   201.7538    72.0514   195.2851    177.3377   269.9434    205.1642   194.1140   165.8402
     1994      220.8165   206.8738   219.9169   231.5310    241.6760   308.3088    241.5464   237.3379   188.9364
     1995      243.5086   231.3476   338.6076   265.3568    262.2803   314.1895    283.4072   265.5151   225.8046
     1996      200.7057   203.7313   301.7768   224.5066    253.8640   257.9526    240.2962   216.5258   194.6692
     1997      142.0890   145.1925   211.0113   162.0875    165.8236   194.9929    161.8092   157.6504   143.0704
     1998      118.3913   122.6724   166.4180   130.5720    138.8094   142.1157    123.8365   120.6008   121.1957
     1999      108.5981   109.7142   109.4853   112.0043    115.3509    67.8975    104.6415   104.2697   110.6565
     2000      100.0000   100.0000   100.0000   100.0000    100.0000   100.0000    100.0000   100.0000   100.0000
     2001       95.8437    92.2243    86.9993    87.6436     99.5989   133.3848     78.3867   101.3834    85.3921
     2002       54.4626   127.0213    92.9415   124.0442    127.6748   224.8706     85.5821   149.2085    79.3692
     2003       61.4374   109.4430   113.5040   132.1260    122.6480   211.5426     99.0155   134.9128    76.6669
     2004       62.1627   109.5804   130.0566   140.7588    147.6714   214.2149     99.5373   145.4049    91.5477
     2005       64.7278   111.6812   152.0144   152.6212    158.3584   211.8647    104.8362   136.4597   101.4023

 Volatilidad
 1980-2005       0.5023     0.3807     0.3910     0.2197      0.2028      0.3063     0.1659     0.3875     0.2752
 1990-2005       0.2754     0.1582     0.3958     0.2144      0.2253      0.3431     0.2034     0.3003     0.1954
 2000-2005       0.1895     0.1718     0.2609     0.2436      0.2241      0.2999     0.2037     0.2144     0.1733

El cuadro Nº 13 muestra que la menor volatilidad en los tipos de cambio real
durante el periodo 1980 - 2005 corresponde a Paraguay, Colombia, Chile y
Uruguay. Por el contrario, para el periodo más reciente 2000 - 2005 con la
excepción de Bolivia, coincide con socios en MERCOSUR (Uruguay,
Argentina y Paraguay). Dos consideraciones pueden adelantarse en este
momento: 1) Los resultados en el producto y los tipos de cambio no permiten
afirmar la presencia relevante de co-movimientos en la región, más allá de
casos específicos y no coincidentes en una y otra variable. 2) Los resultados en

29
  Esta serie se construyó con los tipos de cambio nominal y los índices de precios al consumidor
provistos por el FMI en el Database and Browser. Enero 2007.
24

el tipo de cambio son inconsistentes con el patrón regional de comercio de
Venezuela, lo cual apunta a determinantes distintos a la trayectoria de precios
relativos.

     • Movilidad de los factores productivos
En la teoría de las AMO, la movilidad factorial soporta la carga del ajuste en
lugar de la fluctuación del tipo de cambio: si un Estado de la unión ingresa en
una fase recesiva, la migración de trabajadores hacia los miembros restantes
facilita el restablecimiento del equilibrio mediante la absorción del exceso de
trabajo. Peter Kenen, como ya lo anotamos con anterioridad, menciona que
movimientos de capital pueden igualmente favorecer el ajuste en la economía
que padece un choque de demanda por el efecto que sobre las importaciones
ejerce el mayor ingreso asociado con la entrada de capitales, lo cual permite
restablecer el equilibrio externo.

Como igualmente ha señalado Kenen, la movilidad del trabajo requiere la
movilidad del empleo o que el factor trabajo sea homogéneo. La siguiente
restricción que sugiere está en la exigencia de calificaciones análogas. Aunque
la región sudamericana pueda presentar características comunes en el sentido
de exhibir un establecimiento productivo especializado en productos básicos y
una industria manufacturera orientada a la producción de bienes basados en
tecnologías maduras (en ambos casos con fuerte presencia transnacional30 ), la

30
   Las ventas realizadas por subsidiarias latinoamericanas de empresas transnacionales en una muestra de
las 500 empresas más grandes de la región constituyeron 29,0% de las ventas totales en 2004 (estas 500
empresas generaron aproximadamente 46,0% del PIB regional). El mismo año, para una muestra de 200
empresas exportadoras, las subsidiarias transnacionales realizaron 36,0% de las exportaciones atribuidas a
la muestra. En conjunto, estas 200 empresas dieron cuenta de 58,0% de las exportaciones totales de
América Latina y el Caribe. Los datos anotados pueden tomarse como un sucedáneo de la presencia
transnacional en América Latina y el Caribe. Hacemos el señalamiento porque la transnacionalización de
la economía comporta no solo delinear las preferencias del consumidor con base en el perfil de
producción de las metrópolis, sino también modifica la composición de calificaciones y destrezas en el
mercado de trabajo del sector moderno en los países periféricos, por ejemplo, para adecuarlos a las
necesidades del ensamblaje. Con relación a los comentarios sobre las empresas transnacionales en la
región puede consultarse: CEPAL. La inversión extranjera en América Latina y el Caribe 2005 (Santiago
de Chile)
25

movilidad del trabajo en la región está condicionada por la sensibilidad del
mercado laboral local a la migración de trabajadores; este mercado recoge los
conflictos potenciales vinculados a oscilaciones en el crecimiento del ingreso y
su concentración. A partir de aquí podríamos asumir dos elementos
condicionantes de la movilidad factorial (y del trabajo en particular): el
primero, determinado por diferencias intra regionales de ingreso y el segundo,
asociado con las características de origen de la integración latinoamericana.

En el primer caso, si tomamos el PIB per cápita como sucedáneo del nivel de
ingreso, observaremos que durante el periodo 1971 - 2005 el ingreso
promedio del país más pobre en UNASUR (Bolivia) fue 7,1 veces menor al
registrado por el país más rico (Argentina). Igualmente, el tercio más pobre
(Bolivia, Ecuador y Paraguay) posee un ingreso cinco veces menor al ingreso
del tercio más rico (Argentina, Uruguay y Venezuela) 31 .

                                         Cuadro N° 14
                               Producto interno bruto per cápita
                               Unión de Naciones Suramericanas
                                  (USA$ constantes de 2000)

                                           1971 - 2005

                          Mínimo         Máximo       Promedio          Var. % Volatilidad 1/

     Argentina            5,593          8,213      7,008          17.68              407.83
     Bolivia                831          1,139        981          11.47               34.16
     Brasil               1,990          3,597      3,091          80.78              108.92
     Chile                1,905          5,747      3,350        141.87               144.12
     Colombia             1,231          2,174      1,758          76.53               45.13
     Ecuador                960          1,534      1,298          59.80               40.75
     Paraguay               905          1,635      1,375          52.16               56.96
     Peru                 1,621          2,353      2,070          10.62              116.12
     Uruguay              3,992          6,558      5,133          54.80              316.49
     Venezuela            3,968          6,521      5,317         (19.82)             259.10
     1/ Medida por la desviación típica del ciclo.
     Fuente: World Bank. World Economic Indicators. Cálculos del autor.

31
  World Bank. World Development Indicators: Gross domestic product per capita (En dólares constantes
de los Estados Unidos de América para el año 2000). Cálculos del autor.
26

El observador curioso notará igualmente que en la UNASUR los países más
ricos también acusan mayor volatilidad en el PIB por habitante. Miramos
entonces una realidad económica de grandes contrastes.

Comparativamente, en la Unión Europea (UE) durante el mismo periodo se
registra una situación más auspiciosa. Allí, entre 1971 - 2005 el ingreso
promedio del país más pobre, Portugal, fue 3,9 veces menor al del país más
rico, Luxemburgo. Así mismo, el ingreso promedio de los tres países más
pobres (España, Grecia y Portugal) fue tres veces menor al registrado por los
más ricos (Luxemburgo, Noruega y Dinamarca).

                                     Cuadro N° 15
                           Producto interno bruto per cápita
                                    Unión Europea
                              (USA$ constantes de 2000)

                                      1971 - 2005

                       Mínimo       Máximo      Promedio        Var. %    Volatilidad

    Austria            11,909      25,346          18,723        112.83      245.88
    Bélgica            11,856      23,796          17,909        100.70      255.04
    Dinamarca          18,115      31,612          24,099         74.51      403.96
    Finlandia          11,495      25,713          18,189        123.69      662.39
    Francia            12,368      23,494          18,079         89.95      252.78
    Alemania           12,335      23,906          18,325         93.80      290.08
    Grecia              6,615      12,799           9,113         93.50      224.82
    Irlanda             7,407      29,991          14,974        304.92      486.02
    Italia              9,581      19,610          15,224        101.75      252.13
    Luxemburgo         17,631      52,183          30,957        195.97      998.96
    Holanda            13,807      24,696          18,935         78.86      347.94
    Noruega            15,481      39,969          27,443        158.18      508.60
    Portugal            4,777      11,168           7,933        130.76      273.16
    España              7,074      15,623          10,894        120.86      263.45
    Suecia             16,498      29,954          22,199         81.57      490.06
    Reino Unido        13,101      26,891          18,997        105.25      365.56
    Fuente: World Bank. World Economic Indicators. Cálculos del autor.
27

Por otra parte, el análisis comparativo de la evolución del ingreso entre la
UNASUR y la UE 32 , sugiere una mayor desigualdad y dispersión en la
comunidad sudamericana. El gráfico Nº 1 ilustra la trayectoria del ingreso con
relación a la mediana de cada distribución, y muestra que la UNASUR encierra
mayor desigualdad: la tendencia descendente a lo largo de los años setenta y
ochenta está principalmente determinada por el empobrecimiento de dos de
los países más ricos (Argentina y Venezuela), mientras que en los noventa el
crecimiento de la desigualdad recoge nuevamente la expansión Argentina
durante el periodo de la convertibilidad. El rasgo distintivo de la región lo
constituye evidentemente la volatilidad.

                                                                     Convergencia de ingresos
                                                  (Distancia relativa respecto a la mediana)
     3.50

     3.00

     2.50

     2.00

     1.50

     1.00

     0.50

     0.00
            1971
                   1972
                          1973
                                 1974
                                        1975
                                               1976
                                                      1977
                                                             1978
                                                                    1979
                                                                           1980
                                                                                  1981
                                                                                         1982
                                                                                                1983
                                                                                                       1984
                                                                                                              1985
                                                                                                                     1986
                                                                                                                            1987
                                                                                                                                   1988
                                                                                                                                          1989
                                                                                                                                                 1990
                                                                                                                                                        1991
                                                                                                                                                               1992
                                                                                                                                                                      1993
                                                                                                                                                                             1994
                                                                                                                                                                                    1995
                                                                                                                                                                                           1996
                                                                                                                                                                                                  1997
                                                                                                                                                                                                         1998
                                                                                                                                                                                                                1999
                                                                                                                                                                                                                       2000
                                                                                                                                                                                                                              2001
                                                                                                                                                                                                                                     2002
                                                                                                                                                                                                                                            2003
                                                                                                                                                                                                                                                   2004
                                                                                                                                                                                                                                                          2005

                                                                              UNASUR                                                                                  Unión Europea
 Fuente: World Bank. World Development Indicators. Cálculos del autor.

Blyde y Pineda, en sendos trabajos por separado donde analizan las diferencias
de ingreso, muestran que los países sudamericanos pueden ser más desiguales

32
  Construido a partir de la división por la mediana de las diferencias en el PIB per cápita a precios
constantes del año 2000, entre el país más rico y el más pobre para cada año corriente. En el caso de la
Unión Europea se incluye a Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia,
Holanda, Irlanda, Italia, Noruega, Portugal, Reino Unido y Suecia.
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