AVATARES DE LA MODERNIDAD AVANZADA LA SOCIEDAD CIVIL ENTRE LA CIUDAD OLIGÁRQUICA Y LA SOCIEDAD BUENA

Página creada Humberto Quadrada
 
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Avatares de la modernidad avanzada
    La sociedad civil entre la ciudad oligárquica
                  y la sociedad buena
                                                         Víctor Pérez-Díaz
                                           Universidad Complutense de Madrid

1. Retos y agobios de las sociedades                                             El siglo XIX, del final de las guerras napo-
civiles hoy: tiempos de tribulación                                       leónicas al arranque de la Gran Guerra, pareció
                                                                          traer consigo una promesa de consolidación de
      La teoría social trata de ayudar a las gentes a                     este modelo en Occidente; pero fue el escenario
ordenar un mundo desordenado, proporcionán-                               de tensiones políticas y culturales muy violentas
dolas algunos instrumentos conceptuales (p.e.,                            (nacionalismos encontrados, luchas de clases,
los conceptos de sociedad civil y de modernidad),                         colonialismo et alia) y no disfrutó de mucha paz,
haciendo preguntas sobre lo que sea un verdadero                          aunque sí alimentó una ilusión de progreso, aso-
orden, y situando los problemas en su contexto                            ciado al crecimiento de la economía, la ciencia, la
histórico1. El concepto de sociedad civil en su                           innovación técnica y la comunicación.
versión moderna ha surgido en áreas de civilización                              Una intensa sensación de drama acompaña al
como Europa y América del Norte. En ellas, a lo                           siglo XX. El trauma de las guerras civiles europeas
largo de períodos dilatados, que van de algunos                           de 1914/1945, entrelazadas con graves dificultadas
siglos a un milenio, se han constituido sociedades                        económicas, culmina en guerras mundiales que
que han adoptado la forma de estados naciones                             empujan a Occidente al borde del abismo; aunque
operando, primero, como gobiernos represen-                               en la segunda parte del siglo, una forma de socie-
tativos, y, luego, como democracias liberales,                            dad civil prevalece contra la amenaza totalitaria,
sobre las bases de unas economías de mercado                              Occidente se convierte en un modelo para todos
y de unos tejidos sociales plurales y complejos.                          y algunos creen ver cerca el ‘final de historia’.
Esta combinación de comunidad política liberal,                                  Pero, al entrar en el tercer milenio, todo
economía de mercado y tejido de asociaciones y                            parece sobresaltarse. La promesa y el desorden de
redes sociales ha sido reconocida como un tipo                            los tiempos parecen, ambos, igualmente plausibles.
singular de sociedad, a veces entendido como un                           Occidente se enfrenta con las turbulencias causa-
orden de libertad, y ha recibido diversos nombres,                        das por el terrorismo global y lo que algunos ven
entre ellos, allá en el siglo XVIII, el de sociedad                       como una repetición de la gran crisis económica
civil (entendida en un sentido amplio).                                   de los años 30. Cierto que, entretanto, el mar ha
                                                                          elevado todas las barcas y centenares de millones
                                                                          de personas, en todo el mundo, han cruzado el
1
    Este trabajo es una versión de una ponencia en la Conferencia
                                                                          umbral de la pobreza. Pero ahora estamos ante una
    sobre «Cultura y valores en tiempos de globalización», patroci-       crisis que sugiere un déficit masivo de previsión y
    nada por la Fundación Faes, realizada en Madrid el 10 de junio
    de 2011, con la participación de los profesores Richard Madsen
                                                                          prudencia por parte de los mercados y los estados
    y Margaret Archer.                                                    para manejar la situación.

                                                                      Mediterráneo Económico 20 | ISSN: 1698-3726 | ISBN-13: 978-84-95531-52-0   245
Balance de una década. Diez años de Mediterráneo Económico [2002-2011]

            Ahora parece que estamos ante un fallo de                           2. La sociedad civil de la modernidad
      ambos, mercados y estados. Reguladores, super-                            avanzada (SC de MA), y la ciudad
      visores y políticos han sido sorprendidos. Su ac-                         oligárquica
      tuación indica que podemos esperar de ellos poco
      más sino que sean prudentes y usen un sentido                             2.1. Variantes de sociedad civil, y su
      común no muy distinto del que tenga el público                            eventual degeneración en una ciudad
      en general. Pero sabemos que el sentido común                             oligárquica
      de las gentes funciona al nivel inmediato, local,
      pero es de una utilidad limitada en situaciones de                              El abanico de variantes de sociedades civiles
      gran complejidad como las actuales (Friedman,                             históricas (a distinguir de su tipo ideal) es bastante
      J. 2009). Es difícil que el pueblo pueda com-                             amplio. Deberíamos atender con cuidado a esas
      prenderlas, ni controlar a sus políticos o rectificar                     variaciones; y ello, por una razón análoga a la de
      el curso de su acción. Tanto más cuanto que,                              Aristóteles al dedicar su atención a las formas particu-
      dejando aparte las divisiones dramáticas entre                            lares de la experiencia política de los griegos (y otros
      izquierdas y derechas, un establishment de elites                         pueblos) en su Política (Aristóteles, 2005). Porque
      oligárquicas (políticos, elites económicas, medios                        incluso aunque tengamos una teoría plausible sobre
      de comunicación et alia) puede estar empujando a                          la ‘naturaleza’ de la sociedad civil, la naturaleza de las
      la ciudadanía a una posición marginal. En ese caso,                       cosas elude a la teoría (o la intuición) que prescinde
      las democracias occidentales se arriesgan a seguir el                     de la observación de la experiencia, que debería per-
      curso del Imperio Romano, con su miríada de mu-                           mitir corregirla una y otra vez (Milbank, 2005). En
      nicipalidades, ahora convertidos en gobiernos que                         este caso, la experiencia nos dice que la SC aparece de
      se dedican a gestionar los asuntos locales, mientras                      muchas formas, con frecuencia defectuosas cuando
      que del imperio se ocupa una red de gentes aparte,                        se las mide por los standards del modelo.
      ostensibles o discretas, que deambulan por las salas                            Trataré ahora de dos variantes históricas de
      y pasillos de las altas instancias.                                       la SC: el caso límite de la ciudad oligárquica, que
            Las asociaciones, por su parte, pueden ser hoy                      se sitúa en rigor justo extramuros del modelo, y lo
      más numerosas y activas que nunca, pero juegan                            que llamo la SC en su versión de MA.
      el papel de un segundo violín en la orquesta. Sus                               Incluso en tiempos propicios suele observarse
      sonidos, sus voces, por lo demás, son bastante dis-                       que las SC tienen como dos caras, una brillante y
      cordantes; algunas hacen contribuciones impor-                            otra oscura. Por ejemplo, en la Inglaterra del siglo
      tantes al bien común, otras apenas se distinguen                          XVIII, los Whigs lideran el país y lo empujan en
      de los grupos organizados en torno a un interés                           la dirección de un ‘orden de libertad’, próspero y
      particular, y otras parecen vinculadas a estrategias                      dinámico, que sirve de trasfondo para el cultivo de
      sectarias y demagógicas.                                                  la ciencia y para una cultura de sense and sensibility.
            Lo que trato de decir es que vivimos en tiem-                       Al tiempo, son responsables de (lo que se llamó)
      pos muy turbados, y que tanto los mercados y la                           la «vieja corrupción», la manipulación del sistema
      política democrática como las asociaciones todavía                        político en su beneficio, y explotan sus campesinos
      tienen que demostrar que están a la altura de estos                       y se apoderan de las tierras comunes, y castigan con
      tiempos; y pueden hacer que, de esta forma, la                            singular dureza a quienes incumplen sus reglas,
      sociedad civil, en su sentido amplio, funcione.                           por ejemplo, condenando a trabajos forzados y
            Pero, ¿de qué clase o variedad de sociedad                          desterrando a Australia a un número significativo
      civil estamos hablando?                                                   de gentes (Porter 1990; Langford 1989).

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Avatares de la modernidad avanzada.
                                      La sociedad civil entre la ciudad oligárquica y la sociedad buena | Víctor Pérez-Díaz

      En tiempos menos propicios (pero bastante a                 Bajo estas condiciones, el orden social que
menudo) un régimen oligárquico puede prevalecer             puede obtenerse es poco más que el de un modus
hasta el punto de que las instituciones civiles se le       vivendi entre diferentes intereses, pasiones y dis-
subordinen. Tenemos entonces la ciudad oligár-              cursos morales. Este modus vivendi, inestable, se
quica. Su carácter puede reconocerse en dos trazos.         orienta hacia un encuentro, o enfrentamiento, de
Primero, la dominación oligárquica. Oligarcas de            voluntades; y el desenlace de este encuentro/en-
todos los géneros (económico, político y cultural)          frentamiento suele depender, en última instancia,
resuelven sus conflictos dividiendo o compartien-           de la relación de fuerzas.
do el poder, o alternándose en él (Pérez-Díaz,                    Si se quiere evitar que este reino cotidiano
2008). Les une su implicación diaria en un sistema          de la Realpolitik degenere en una guerra de todos
de intercambios mutuamente provechosos. Do-                 contra todos, hay que suavizar aquellos encuen-
minan al resto de la sociedad, que gasta la mayor           tros/enfrentamientos mediante una ligera cultura
parte de su tiempo y energía, primero, en resistirse,       moral de tolerancia y un módico de confianza
y luego, en imitar las maneras de sus amos.                 generalizada. Pero una cultura ligera y un módico
      Segundo, el egoísmo universal. Si la gran             de confianza ofrecen cimientos morales endebles
estrategia oligárquica tiene éxito, al final, el motto      para que el sistema de relaciones sociales pueda
de todos será «cada uno a lo suyo». Y habrá todo            funcionar salvo en épocas de ‘buen tiempo’, bajo
tipo de incentivos, institucionales y culturales,           circunstancias económicas y políticas benignas.
para que se lleve a la práctica.                            Si no es así, la sociedad puede convertirse en una
                                                            ciudad oligárquica, o evolucionar hacia una socie-
                                                            dad totalitaria (o ideocrática) (Gellner, 1994), o
2.2. La sociedad civil en su versión de                     desintegrarse (en un estado de desorden creciente).
modernidad avanzada

      La SC en la forma que generalmente adopta             3. Factores culturales
bajo las condiciones de la MA no llega al extremo
de la ciudad oligárquica, pero se queda suficien-                 Determinados algunos factores culturales
temente cerca como para incorporar muchos de                pueden jugar un papel crucial a la hora de impul-
sus rasgos.                                                 sar la SC en MA a lo largo de una u otra senda,
      La SC en su versión de MA es un sistema de            acercándose a la ciudad oligárquica o alejándose
relaciones sociales en el que las gentes buscan sobre       de ella. Cierto que las instituciones son asimismo
todo su interés particular, con poco más que una            importantes. Pero hay que tener en cuenta que, en
atención residual e intermitente al bien común,             última instancia, las instituciones no son sujetos
y a la práctica de la mutualidad y la benevolencia          de verbos de acción. No se perpetúan a sí mismas,
recíproca. En los mercados y en la política de-             ni se desvían a sí mismas. La senda que toman
mocrática se da importancia fundamental a que               depende de decisiones humanas. Puesto que los
cada individuo y grupo cuide de sus «intereses y            humanos son agentes infra-determinados, sus
pasiones», definidos éstos según sus valores, que           elecciones están influidas pero no determinadas
cada uno afirma a su manera, en un acto que                 por el marco institucional en el que habitan. Sus
mezcla voluntad y sentimientos, en un despliegue,           movimientos reflejan su cultura (motivaciones,
digamos, de emotivismo moral.                               fines, valores) y su entendimiento de la situación,
                                                            que está a su vez inspirado en esa cultura. Los

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Balance de una década. Diez años de Mediterráneo Económico [2002-2011]

      factores culturales son, por tanto, de importancia                        de un arreglo beneficioso con ese mundo, con
      decisiva para explicar, y hasta cierto punto prever,                      vistas a sobrevivir y prosperar el día en el que sus
      la senda por la que tales humanos (y no sus insti-                        compromisos políticos se terminen, o pasen a un
      tuciones) se adentran.                                                    segundo plano.
            Limitaré mis observaciones a tres temas                                   En la medida en la que estas prácticas tienen
      culturales: el espacio público, la educación y el                         éxito, ello reduce la dependencia de los políticos
      carácter moral. Voy a analizarlos (y subrayo este                         respecto a su partido y a su público, les da autono-
      punto) desde una perspectiva crítica, i.e., una que                       mía, y reduce su necesidad de atender las exigencias
      enfatiza la dificultad para que tales factores, siendo                    de transparencia y responsabilidad que el público les
      los que son en las condiciones de la MA, ayuden                           pueda formular. A su vez, no atender estas exigencias
      a las gentes a rectificar la senda que lleva, precisa-                    reduce la probabilidad de que se sigan formulando;
      mente, en la dirección de la ciudad oligárquica.                          ya que el público puede dejarse ir a un espiral de pa-
                                                                                sividad, sentimiento de impotencia, falta de interés
                                                                                en la política y desconfianza de los políticos.
      Problemas en el espacio público: los                                            Claro es que la familiaridad práctica con
      fallos de los políticos                                                   la política no basta para resolver los problemas
                                                                                políticos. Hace falta también algo de sabiduría
                En principio, en la política democrática,                       política; aunque a veces parece como si bastara la
      los debates sobre política y políticas públicas tie-                      mera apariencia de esa sabiduría.
      nen lugar en un espacio común, compartido por                                   En general, los sistemas políticos suelen vivir
      políticos y ciudadanos. Pero de hecho, ese espacio                        con muchos problemas sin resolver. Si los tiempos
      es compartido sólo hasta cierto punto. Está dividido                      son apacibles, cabe que los políticos, incapaces,
      entre el escenario donde tienen lugar las maniobras                       esperen a que los problemas se resuelvan solos.
      y se toman las decisiones políticas, y donde políti-                      También pueden hablar y hacer gestos como si
      cos y elites se mezclan, y el espacio relativamente                       tuvieran carismas y dotes visionarias, y confiar en
      silencioso donde se sienta la audiencia.                                  el aplauso de una ciudadanía crédula o indiferente.
            Los políticos tienen más acceso a los asuntos                             Existe el peligro, sin embargo, de que los
      públicos, pero no se trata sólo de una cuestión de                        problemas se tornen más difíciles, la proporción
      acceso, sino sobre todo de familiaridad práctica                          de políticos incapaces aumente y la confusión
      con la política: con «las cosas prácticas» del dinero                     del público se extienda, en cuyo caso el espacio
      y el poder que se entremezclan en el manejo de                            público se convierte en el lugar de encuentro de
      los asuntos públicos. Por supuesto, los políticos                         malentendidos insuperables. Por ejemplo, las cosas
      necesitan recursos de todo tipo para ganar elec-                          pueden llegar al punto en el que, en una protesta
      ciones, hacer programas y conseguir apoyos para                           popular contra los políticos, las gentes despliegan
      sus políticas, que obtienen del mundo de los ne-                          indignación moral y airean sus sentimientos de
      gocios, y otros medios (medios de comunicación,                           frustración. Estas expresiones de desasosiego pue-
      profesionales, etc.). Además, es una cuestión obvia                       den distraer la atención de los problemas cruciales
      pero importante, y con frecuencia silenciada,                             del momento, fragmentar el espacio público en
      que los políticos desarrollan, inevitablemente, un                        diferentes espacios y, con ello, hacer más difícil que
      interés en cultivar relaciones personales con ese                         las gentes comparan información y conversen los
      mundo de los negocios y en usar su experiencia                            unos con los otros, y con ello se inhiba el proceso
      y su influencia en el estado para crear las bases                         de deliberación que se pretende impulsar.

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Avatares de la modernidad avanzada.
                                      La sociedad civil entre la ciudad oligárquica y la sociedad buena | Víctor Pérez-Díaz

      La explosión ritual puede desembocar en               El problema educativo: los fallos de
la impresión de que la política es una mezcla de            la educación
gestos y de inercia, activismo con pocos resultados.
Las gentes pueden acabar sintiéndose testigos de                  En la SC en MA, la mayor parte de la pobla-
una parodia de control del destino. Si su confianza         ción está semieducada y poco informada sobre las
en la clase política se erosiona, también lo hace su        cosas públicas, y agobiada de trabajo. Por tanto,
confianza en ellos mismos, los unos en los otros y          muestra una profunda falta de interés en los bie-
todos en la sociedad en su conjunto.                        nes comunes y un interés casi obsesivo por sus
      Al final, estas experiencias políticas de dis-        preocupaciones personales, prácticas e inmediatas.
tancias entre políticos y ciudadanos, de dilaciones         Ya hemos observado que no es probable que reci-
en la solución de los problemas, de ceremonias de           ban su educación cívica de la política, ya que los
confusión operan como una suerte de pedagogía               políticos no son aristoi que puedan educarla; más
incivil, que no disimula la incompetencia de los            bien son ellos quienes necesitan educarse.
políticos pero refuerza el déficit cívico de los ciu-             ¿Puede ocurrir que la educación cívica de la
dadanos corrientes.                                         gente deba ser el resultado... del sistema educati-
      Ahora bien, como decía Santayana (y ha                vo, simplemente? La sabiduría convencional dice
repetido Voegelin), la democracia liberal necesita,         que cuando el nivel de educación (o más bien, de
para su buen funcionamiento, una base social                escolaridad formal), información y comunicación
de «plebeyos patricios», de gentes corrientes que           aumenta, aumenta también la capacidad de las
comparten el ethos de los aristoi (Voegelin 2000).          gentes para tomar decisiones racionales, incluyen-
Deberían ser, todos, en cierto modo, como                   do las que se toman en la esfera pública, es decir,
Cincinato. Atentos a su interés pero dispuestos             la decisiones colectivas.
a cumplir con sus deberes cívicos en cualquier                    Éste puede ser el caso respecto al abanico de
momento. El problema es que, siendo las gentes              decisiones para las que se precisa el ejercicio de
como Cincinato, de por sí, poco frecuentes, la              la racionalidad instrumental. Pero el argumento
experiencia de la democracia liberal, en las con-           no se aplica a la racionalidad axiológica, a la bús-
diciones de la MA, tampoco les proporciona la               queda de respuestas a cuestiones normativas, que
capacidad y la disposición cívica precisas.                 son la clave de una esfera pública mejor y de una
      Voegelin, de nuevo, nos recuerda que Herá-            sociedad mejor.
clito distinguía entre quienes se sienten concer-                 Una mirada desapasionada al sistema edu-
nidos por los asuntos comunes, y los ‘idiotas’ que          cativo actual en muchos países avanzados indica
no lo están; y que Hesíodo hacía una distinción             que no siempre es de gran ayuda al respecto. Claro
análoga entre los aristoi que saben de lo que hablan        es que las experiencias varían, y hay que atender
cuando lo hacen sobre asuntos comunes, junto con            al contenido de la educación, y a la forma de
quienes les escuchan, aprenden y se convierten así          impartirse la enseñanza, a varios niveles, en espe-
en aristoi, y quienes ni saben ni escuchan.                 cial al de la educación general. La escuela ayuda
      La pregunta sería, ¿cómo hacer para que las           cuando desarrolla la inteligencia, el ejercicio de
gentes escuchen, aprendan y se conviertan en aris-          una libertad responsable, la capacidad de debatir,
toi? Pero una pregunta previa es, ¿cómo es posible          la sensibilidad hacia las necesidades de los demás,
que las gentes aprendan de los aristoi, cuando no           la disposición al trabajo en equipo, el valor y el
hay aristoi alrededor?                                      autocontrol; y no, cuando no lo hace así. Estas

                                               Mediterráneo Económico 20 | ISSN: 1698-3726 | ISBN-13: 978-84-95531-52-0 | [245-273]   249
Balance de una década. Diez años de Mediterráneo Económico [2002-2011]

      cuestiones no se resuelven con nuevas tecnologías                         modo que, a pesar de la pretensión de tales institu-
      de la enseñanza. Son cuestiones morales cruciales.                        ciones de preparar a sus estudiantes para controlar
      En este sentido, las escuelas pueden ser un lugar de                      su destino en este mundo, lo que transmiten, a las
      entrenamiento bien para adquirir virtudes cívicas,                        elites y las gentes ordinarias que salen de sus aulas
      bien para comprometerse en una carrera hacia                              en números crecientes, es desconcertante, y apenas
      el éxito, aprovechando las oportunidades que se                           relevante para realizar esa misión. Porque apenas
      presenten en el camino y acumulando los recursos                          les capacita para juzgar ese mundo y confirmar o
      precisos para conseguirlo.                                                alterar su rumbo, y, lógicamente, tampoco para
            Si la eficacia cívica de la educación general es                    entender su papel en él.
      dudosa, existen asimismo dudas razonables acerca
      de los efectos cívicos últimos de la educación su-
      perior en la modernidad avanzada. Por ejemplo,                            Virtudes y valores: los fallos morales
      de lo que la sabiduría convencional estima como
      el mejor sistema universitario del mundo, el de                                 Si la política y la educación van, en lo fun-
      Estados Unidos.                                                           damental, en la dirección que he sugerido (y sin
            De hecho, este sistema ha ido evolucionando                         contracorrientes de suficiente fuerza, que procedan
      en las últimas décadas hacia una situación en la que                      de la economía y de la sociedad: un tema en el que
      las mejores universidades tratan de desempeñar el                         no entraré aquí), podríamos concluir que, en SCs
      papel de «multi-versidades» mundiales, orientadas                         en condiciones de MA, las gentes tenderían a desa-
      a situarse «en la cima del mundo», transmitiendo                          rrollar un carácter moral e intelectual defectuoso,
      un número creciente de technés útiles para el con-                        o al menos con hábitos intelectuales y morales que
      trol del mundo, y tratando de atraer a gentes con                         redundan en un déficit de su virtud cívica.
      ambiciones y aspiraciones de ese mismo mundo,                                   Para empezar, cabe argüir que, estar demasia-
      profesores, estudiantes y empresarios culturales.                         do ansioso por el éxito y dejar al albur del juego
            Llama la atención que en bastantes de ellas                         de intereses y pasiones las decisiones de vida, en
      sea el conocimiento especializado el que se con-                          las condiciones de la modernidad avanzada, puede
      sidera, de verdad, relevante en última instancia,                         reflejar, y reforzar, un déficit del cultivo de las vir-
      aunque se entretenga una retórica de ideas vagas                          tudes, cardinales, tradicionales, i.e., transmitidas,
      acerca de la educación en general. Estas ideas se                         al menos, desde los tiempos axiales, digamos, hace
      intercambian en y seminarios y reuniones de fa-                           dos milenios y medio. Sin entrar ahora en el detalle
      cultad, y se despliegan en ceremonias solemnes en                         del argumento, cabe resumirlo así: un déficit en
      un lenguaje reminiscente del de otras épocas. Es                          prudencia o razón práctica a la hora de deliberar
      difícil prescindir de este lenguaje, en parte, porque                     y decidir entre posiciones normativas distintas; en
      está arraigado en la memoria de los mayores, y, en                        sentido de la justicia, o sensibilidad para respetar
      parte, porque encaja con un clima sentimental                             lo que pertenece a los demás y para atender al bien
      difuso adherido a la arquitectura neogótica de una                        común (frente a la disposición a dejarse arrastrar
      parte de sus campuses (aunque no de los nuevos                            por el principio de «primero yo y los míos»); y en
      edificios, que siguen otros cánones).                                     valor y en templanza, para mantener el rumbo en
            Estos discursos sobre la educación no acaban                        medio de una agitación creciente.
      de encajar con el clima de prisas y ansiedades de                               No quiere decir esto que las gentes no de-
      ese mundo en el que aquellas «multi-versidades                            sarrollen capacidades y disposiciones útiles o no
      mundiales» tratan de jugar un papel relevante. De                         acumulen recursos importantes. Parece lógico

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Avatares de la modernidad avanzada.
                                      La sociedad civil entre la ciudad oligárquica y la sociedad buena | Víctor Pérez-Díaz

referirse a estos recursos con el término de «ca-           Del diagnóstico a la terapia: qué hacer
pital» (educación qua capital humano o cultural,
y conexiones qua capital social, por ejemplo),                    Ordenar el mundo es una tarea tanto teórica
puestos que son recursos a invertir en la venta del         como práctica. En la práctica, cara a la SC en MA,
producto que es uno mismo, con la vista puesta              hay que tomar algunas decisiones. En el supuesto
en un rendimiento en términos de poder, riqueza             de que mi esbozo de la SC en MA se acerque a
y status, principalmente.                                   como las cosas son realmente, podemos decidir (1)
      Pero cabe esperar que centrar el foco de la           contribuir a que la sociedad siga el curso actual,
atención moral, de manera tan decidida, en la ra-           continúe su huida hacia adelante y se convierta
cionalidad instrumental y en el emotivismo moral,           en una sociedad «cada vez más avanzada y más
y este déficit en virtudes, se traduzcan en lo que          moderna»; lo que sería una decisión muy com-
algunos neurofisiólogos de las emociones (Dama-             prensible puesto que está apoyada por una mayoría
sio 2000) llaman un sujeto autobriográfico (auto-           de la opinión ilustrada (de muy varias tendencias)
biographical self) poco desarrollado, o, digamos, un        urbi et orbi. Alternativamente, podemos contribuir
sujeto postmoderno; lo que puede ser un nombre              (2) a que esta SC degenere en una ciudad oligár-
paradójico, y sin embargo conveniente, para un              quica (o algo peor), o (2) a que mejore, mediante
sujeto realmente muy moderno, caracterizado por             reparaciones y reformas, tal vez porque se convierta
cierta pérdida de memoria y de continuidad, ergo,           en una SC reformada de acuerdo con los criterios
de identidad, y por cierta pérdida del sentido de la        de algún modelo de sociedad buena, en la que,
dirección en el tiempo (hacia el futuro) y en el espa-      por ejemplo, tomemos los mercados, la política
cio (hacia el mundo exterior). Un número elevado            democrática y las asociaciones como elementos,
de individuos con una personalidad postmoderna              como cimientos para construir esa sociedad mejor.
da lugar a comunidades inestables, a pequeña y a                  La cuestión que se plantea es, por tanto, qué
gran escala. En ellas, la vida social se convierte en       hacer y cómo hacerlo.
una negociación continua entre gentes olvidadi-                   Tomaré tome aquí pie en una de mis últimas
zas y algo desorientadas, ansiosas por resolver los         observaciones. He dicho que uno de los rasgos del
problemas del día mientras hablando del futuro,             carácter defectuoso de los sujetos postmodernos
que desconocen, casi sin parar.                             es una disminución del sentido del tiempo y el
      Como ya he señalado, esta situación puede             espacio, que se traduce en una pérdida de narrativa
desembocar en una «lucha a muerte» o en un mo-              personal y de sensibilidad para el mundo alrede-
dus vivendi entre unidades individuales y sociales          dor. Podemos aplicar estos rasgos, por analogía,
que buscan su éxito en términos de autorrealiza-            al carácter de las sociedades, y, con el ánimo de
ción y de autoexpresión. En el caso de un modus             corregir sus defectos, incorporar en el horizonte
vivendi, los agentes se convierten en instrumentos          de nuestro debate sobre las sociedades modernas,
los unos de los otros. La lógica del sistema con-           enseñanzas que nos llegan de otras civilizaciones
duce a reducir a los demás al nivel de obstáculos           y otros tiempos.
potenciales de mi triunfo, y bien a presionarles                  Y es en este espíritu, de deliberado arcaísmo
hasta el punto en que su resistencia se convierta           (otros tiempos) y exotismo (otros lugares), en el
en un coste insoportable para uno mismo, bien               que propongo que escuchemos ahora la voz de un
a crearles incentivos para que se conduzcan del             testigo peculiar.
modo que me interesa.

                                               Mediterráneo Económico 20 | ISSN: 1698-3726 | ISBN-13: 978-84-95531-52-0 | [245-273]   251
Balance de una década. Diez años de Mediterráneo Económico [2002-2011]

      4. Qué hacer: la historia de Zhiang Zu                                    del lugar, no persuadirá a nadie. Aunque haga lo
                                                                                imposible por adaptarse a la situación, y espere el
      4.1. La historia                                                          momento más propicio para dar un paso, al cabo
                                                                                de un tiempo todo lo que conseguirá es perder su
            El libro de Zhiang Zu ha sido traducido y                           propio rumbo. Y una vez que extravíe su rumbo,
      comentado por, entre otros muchos, un monje                               se tornará ansioso, perderá su equilibrio interno
      benedictino, Thomas Merton (Merton 2004).                                 y no servirá ya para nada.
      En su introducción, Merton traza un paralelo                                    Desesperado, Yen Hui pregunta; pero enton-
      entre, de un lado, el Pequeño Tao de Confucio                             ces ¿Qué debo hacer? Y Confucio/Zhiang Zu res-
      y el Gran Tao de Zhiang Zu, y, de otro, la ley                            ponde: «ayuna en tu corazón». Y le explica: man-
      del Viejo Testamento y la regla de la caridad de                          ténte tranquilo, no fuerces los acontecimientos,
      San Pablo en el Nuevo Testamento; como si, de                             aguarda a que las cosas ocurran, y entonces, espera
      acuerdo con el principio de que en estos tiempos                          a que, en lugar de un arreglo efímero y superficial,
      globales cada tradición debiera ahondar en su                             emerja algo parecido a un orden espiritual.
      propia experiencia mediante el diálogo con otras                                Cierto que las gentes seguirán sus senderos
      tradiciones, Merton sugiriera que Zhiang Zu fue                           torcidos, que les sugieren su carácter y la mezcla
      a Confucio, en el mundo de la antigua sabiduría                           habitual de intereses y pasiones, y sin embargo, es
      china, como el reino de la caridad es al de la justicia                   posible que algunas cosas buenas surjan en el pro-
      en la tradición judeo-cristiana.                                          pio flujo de la vida, incluso que ocurran milagros
            Pues bien, en el libro de Zhiang Zu nos                             (¿y por qué deberíamos descontarlos del todo?).
      encontramos con una curiosa narración cuyo                                Todo puede suceder así, con un aditamento: con
      título podría ser el de «El ayuno del corazón».                           el poco de ayuda que consiste en «abrir una ventana
      En ella, Yen Hui, el discípulo preferido de Con-                          y dejar que la habitación sea invadida por la luz,
      fucio (que en este caso es sólo una máscara para                          que entonces se convertirá en una influencia,
      el propio Zhiang Zu), pregunta a su maestro lo                            una fuerza espiritual, por la que los otros serán
      que debe hacer al enfrentarse con un mundo en                             secretamente transformados».
      desorden. De hecho, Yen Hui le explica que la                                   En el entretanto, su consejo es, «ayuna en
      premisa de su pregunta es que tiene ya todo un                            tu corazón», mantén tu mente abierta y, por lo
      plan para ir a los dominios del príncipe de Wei,                          demás, no trates de ser un héroe.
      cuyo pueblo se encuentra sumido en un estado
      de gran turbación; y precisamente, porque quiere
      aplicar las enseñanza del propio Confucio, de que                         4.2. Algunas lecciones por aprender
      debe aplicar su sabiduría a resolver los asuntos
      del mundo.                                                                      Entiendo que este cuento, antiguo y quizá
            Para su sorpresa, Confucio, o más bien de-                          un poco irónico, tiene poco que ver con las ape-
      beríamos decir Zhiang Zu, le contesta que está                            laciones al progreso indefinido de la humanidad
      en un completo error, y se está comprometiendo                            al estilo moderno. No encaja con el evangelio de
      en una aventura absurda. Por supuesto, nadie le                           la modernidad aplicado a los individuos, de la
      escuchará. El Príncipe resentirá sus consejos y hará                      autorrealización y la autoexpresión, ni con el que
      todo lo posible por estropear sus planes. Incluso                         se aplica a naciones enteras y las incita a hacer
      si Yen Hui actúa con la mayor cautela, y se cubre                         lo necesario para estar entre las más avanzadas
      con el manto de la tradición y las convenciones                           del planeta y acercarse a la cima del mundo. Sí,

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Avatares de la modernidad avanzada.
                                       La sociedad civil entre la ciudad oligárquica y la sociedad buena | Víctor Pérez-Díaz

lo entiendo. Pero, con todo, creo que se pueden              lo que ya es una razón para no hacer demasiadas
aprender algunas lecciones de este cuento, de                cosas. Primero, porque el mundo debe tener algún
algún interés.                                               orden para que pueda existir; y de hecho, existe.
       La primera lección es que estamos ya com-             Segundo, porque debe tener algún grado de orden
prometidos con un orden moral, y con los ideales             si queremos introducir en él un grado de orden
de una buena vida, un buen ser humano y una                  mayor. Puesto que, no siendo dioses omnipoten-
buena sociedad, seamos o no plenamente cons-                 tes, nuestra capacidad para crear orden del caos
cientes de ello; y que la clave de esa buena vida            total es nula, y necesitamos un rudimento de orden
se puede resumir en alguna variante del motto de             previo sobre el que podamos construir.
«sabiduría y amistad».                                             Al considerar la mezcla de orden y desorden
       En el cuento, nadie le dice a Yen Hui que,            de SC en MA cabe concluir que debemos repa-
una vez que, como fiel discípulo de su maestro, se           rarlas o reformarlas pero que no conviene destruir
compromete con poner orden en el mundo, por lo               las dosis significativas de orden que hay en el
pronto en los dominios del Príncipe de Wei, deje             funcionamiento de los mercados y la democracia
de hacerlo simplemente porque la tarea sea muy               liberal, por dos razones.
difícil. El compromiso se mantiene porque define a                 La primera es que la experiencia muestra que
Yen Hui; como nos definiría a todos, en tanto que            es probable que otras alternativas institucionales sean
seres humanos. La idea subyacente aquí es similar            peores; porque atribuyen el poder último a grandes
a la del argumento básico de Platón: debemos                 líderes, agencias centrales o asambleas populares
considerar nuestro movimiento hacia la idea del              sobre el supuesto de que unos y otros tienen los
Bien (o hacia «el suelo o fundamento divino de               conocimientos y la virtud precisas para su tarea.
la existencia», en los términos de Voegelin, 2000)           Ahora bien, este supuesto es falso. Los humanos son
como una parte crucial y definitoria del bagaje              todos limitados en sus conocimientos y su virtud;
de nuestra condición. Está con nosotros desde el             son falibles. Mejor, no confiar demasiado poder en
arranque; y no como algo que se puede añadir o               ninguno de ellos, o grupos de ellos. Aunque simple-
quitar a voluntad una vez que se haya hecho una              mente por el hecho de diseminar el poder tampoco
exploración del terreno y se hayan puesto nombres            deberíamos esperar maravillas, la experiencia muestra
a las cosas y los hechos, y añadido la etiqueta de unos      que, con ello, aumentamos la probabilidad de que
valores (que se pudieran, igualmente, poner o quitar).       los humanos aprendan de sus errores o se corrijan
       El supuesto implícito del consejo del maes-           unos a otros, y encuentren recursos para resistir la
tro es que es bueno «saber», y es bueno «ayudar              tiranía de los demás y para no caer en la tentación
a la gente; en otras palabras, que la sabiduría y            de convertirse en tiranos ellos mismos.
la amistad son el bien al que tiende, sabiéndolo                   Además, y ésta es la segunda razón, la demo-
o ignorándolo. Lo que, por cierto, nos recuerda              cracia liberal y los mercados apelan a una suerte
enseñanzas parecidas de nuestra tradición occiden-           de orden de un tipo superior basado en la liber-
tal, que nos han llegado en un lenguaje religioso o          tad humana; de lo que se sigue que los humanos
filosófico, también desde tiempos antiguos.                  deberían tener la oportunidad no de imponer a
       La segunda lección concierne la idea de lí-           los demás su versión de lo que es una sociedad
mites. Implícita en la prescripción de Confucio/             buena, pero sí de proponérsela, y en cierto modo
Zhiang Zu de hacer poco y esperar (hasta cierto              de ensayarla. En otras palabras, Zhiang Zu y Yen
punto), está la idea de que el mundo es una mez-             Hui deberían tener la oportunidad de intentar la
cla de orden y desorden de la que sabemos poco,              difusión de su «ayuno del corazón».

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Balance de una década. Diez años de Mediterráneo Económico [2002-2011]

            La tercera lección se refiere al tema de la                         Referencias bibliográficas
      virtud, lo que se relaciona con el tema anterior.
      Porque si estamos ante una mezcla de orden y                              Aristóteles (2005 [384 aC-322 aC]): La Política.
      desorden, se precisa cierta capacidad en el sujeto                           Traducción de Pedro López Barja de Quiroga
      para discernir entre uno y otro. Y si éste tiene un                          y Estela García Fernández. Madrid, Istmo.
      profundo desorden interno, ¿cómo podrá discernir                          Damasio, A. (2000): The Feeling of What Happens:
      el orden fuera de él? Necesita la actitud moral y                            Body, Emotion and the Making of Consciousness.
      emocional que le permita comprender, y aquí es                               Londres, Vintage.
      donde viene la llamada al «ayuno del corazón».                            Friedman, J. (2009): «A crisis of politics, not
            Y la cuarta lección concierne al tema de la                            economics: complexity, ignorance, and policy
      comunidad, que subyace el cruce de sentimientos,                             failure»; en Critical Review (21, 2-3); pp.
      entendimientos y compromisos morales entre                                   127-183.
      Zhiang Zu y Yen Hui, maestro y discípulo, y                               Friedman, M. (1989): «Feminism and Modern
      constituye el núcleo moral y emocional que da su                             Friendship: Dislocating the Community»; en
      impulso a esta narración.                                                    Ethics (99, 2); pp. 275-290.
            La importancia de las comunidades basadas                           Gellner, E. (1994): Conditions of Liberty: Civil
      en afinidades morales es crucial. Pensemos, por                              Society and its Rivals. Nueva York, Allen Lane.
      ejemplo, en que la democracia liberal asegura                             Langford, P. (1989): A Polite and Commercial
      puntos de acceso y una voz a la mayoría de la gente                          People: England 1727‑1783. Oxford, Oxford
      para que aporte su contribución (conocimientos,                              University Press.
      energía, compromiso) al proceso político, y para                          Merton, T. (2004): The Way of Chuang Tzu.
      que haga responsables a los políticos, y les exija                           Boston, Shambhala.
      que aclaren, expliquen y justifiquen sus políticas;                       Milbank, J. (2005): «The Invocation of Clio: A
      a condición de que el espacio público funcione                               response»; en Journal of Religious Ethics (33,
      correctamente y haya una masa crítica de políti-                             1); pp. 3-44.
      cos y ciudadanos virtuosos, con la disposición y                          Pérez-Díaz, V. (2008): El malestar de la democra-
      capacidad cívicas correspondientes.                                          cia. Barcelona, Crítica.
            Pero la clave para que esta condición se                            Porter, R. (1990): English Society in the 18th
      cumpla estriba, en buena medida, en el papel de                              Century. Londres, Penguin Books.
      comunidades y asociaciones; porque éstas son los                          Voegelin, E. (2000): The collected works of Eric
      lugares principales donde recibe su contenido la                             Voegelin. Vol. V: «Modernity without restraint».
      voz que se proyecta en el espacio público, y donde                           Columbia, University of Missouri Press.
      se forma el carácter de quienes proyectan esa voz.
            De hecho, esa voz sólo es creíble en la
      medida en la que no se limita a expresar un
      argumento sino que se presenta como expresión
      de una forma de vida, y, como tal, está anclada
      en experiencias compartidas en redes familiares
      y sociales, en comunidades locales, asociaciones
      voluntarias o «comunidades de elección» (Fried-
      man, M. 1989).

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