Copernicus rastrea el cierre del agujero de ozono de 2021; uno de los agujeros de ozono sobre la Antártida más duraderos desde que existen registros
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Newsflash Reading, 20/12/2021 Copernicus rastrea el cierre del agujero de ozono de 2021; uno de los agujeros de ozono sobre la Antártida más duraderos desde que existen registros Izda.: Animación del agujero de ozono el 15 de octubre. Dcha.: Previsión de la columna total de ozono para el lunes 20 de diciembre según las mediciones del CAMS, que muestran sólo una pequeña zona con valores inferiores a 220 UD sobre la Antártida. Crédito: Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, CEPMPM Los científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus confirman que el agujero de ozono sobre la Antártida en 2021 casi se ha cerrado, tras una temporada con un agujero de ozono considerablemente grande y persistente. Su cierre tendrá lugar tan sólo unos días antes que el de 2020, que fue el más duradero desde 1979. El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), implementado a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) en representación de la Comisión Europea con financiación de la Unión Europea, informa de que el agujero de ozono de la Antártida prácticamente ha llegado a su fin. De manera similar a como ocurrió
la temporada pasada, el agujero de ozono en 2021 será uno de los más grandes y más persistentes desde que existen registros y ha tardado en cerrarse más que el 95 % de todos los agujeros de ozono que se han rastreado desde 1979. Vincent-Henri Peuch, director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (ECMWF), comentó: «Tanto el agujero de ozono de la Antártida de 2020 como el de 2021 han sido más bien grandes y extraordinariamente duraderos. Sin embargo, estos dos episodios más largos de lo habitual seguidos no indican que el Protocolo de Montreal no esté funcionando, ya que si este no existiera, habrían sido aún mayores. Se debe a la variabilidad interanual derivada de las condiciones meteorológicas y dinámicas, que puede tener un impacto importante en la magnitud del agujero de ozono y se superpone a la recuperación a largo plazo. El CAMS también está atento a la cantidad de radiación ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra, y recientemente hemos visto índices muy altos de esta radiación - por encima de 8– sobre zonas de la Antártida situadas debajo del agujero de ozono». El Protocolo de Montreal, firmado en 1978, es uno de los acuerdos de acción climática más reconocidos de los alcanzados para proteger la capa de ozono. El protocolo prohíbe los productos químicos dañinos relacionados con la destrucción y el agotamiento de la capa de ozono, como los clorofluorocarburos (CFC) y los hidrofluorocarbonos (HFC). Estas sustancias químicas persisten en la atmósfera durante largos periodos de tiempo y alcanzan la estratosfera, contribuyendo allí al agotamiento de la capa de ozono. Gracias al Protocolo de Montreal, las concentraciones de estos productos químicos se están reduciendo lentamente. Sin embargo, debido a su prolongada durabilidad, aún tendrán que pasar unas cuatro décadas para que la capa de ozono se recupere totalmente. El CAMS contribuye a los esfuerzos internacionales por preservar la capa de ozono mediante su continua supervisión y la publicación de datos de gran calidad acerca de su estado actual. Se recurre a una combinación de modelos informáticos de la atmósfera con mediciones recopiladas por satélites y estaciones terrestres para monitorizar en detalle la evolución del fenómeno. Dado que la capa de ozono estratosférico actúa como un escudo que protege de los efectos potencialmente dañinos de la radiación ultravioleta, supervisar su variación reviste una importancia crucial.
«El CAMS vigila y observa la capa de ozono aportando datos fiables y de libre acceso basados en distintos tipos de observación por satélite y modelos numéricos, lo que permite monitorizar la creación, desarrollo y cierre de los agujeros anuales de la capa de ozono de manera detallada. Los datos recabados, junto con nuestras previsiones, nos permiten hacer seguimiento de la temporada de agujeros de ozono y comparar su desarrollo con los de los últimos 40 años», agregó Vincent-Henri Peuch. Cómo se forma el agujero de ozono Las sustancias que contienen bromo o cloro se acumulan en el vórtice polar, donde permanecen químicamente inactivas en la oscuridad. Las temperaturas en el vórtice pueden caer por debajo de los -78 grados Celsius y puede producirse la formación de cristales de hielo en las nubes estratosféricas polares, que desempeñan un papel importante en las reacciones químicas. A medida que el sol sale por el polo, la energía que desprende libera los átomos de cloro y bromo presentes en el vórtice, que pasan a estar químicamente activos y destruyen rápidamente las moléculas de ozono, lo que provoca la formación del agujero. Puede consultar más información sobre el agujero de ozono en nuestra página web: https://atmosphere.copernicus.eu/ozone-monitoring -Fin- Notas a redactores: Copernicus es un componente del Programa Espacial de la Unión Europea financiado por la UE. Se trata de su programa insignia de observación de la Tierra, que opera a través de seis servicios temáticos: atmósfera, mares, tierra, cambio climático, seguridad y emergencias. Ofrece servicios y datos operativos de acceso libre que brindan a los usuarios información fiable y actualizada sobre el planeta y el medio ambiente. La Comisión Europea coordina y gestiona el programa, que se implementa en colaboración con los Estados miembro, la Agencia Espacial Europea (AEE), la Organización Europea para la Explotación de Satélites
Meteorológicos (EUMETSAT), el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), las Agencias de la UE y Mercator Océan, entre otros. El CEPMPM opera dos servicios del programa insignia de observación de la Tierra de la Unión Europea: el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) y el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS). También contribuye al Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus (CEMS), que está implementado por el Centro de Investigación Conjunta (JRC) de la Comisión Europea. El Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) es una organización independiente intergubernamental conformada por 34 países. Constituye tanto un instituto de investigación como un servicio que opera de forma ininterrumpida para producir y divulgar predicciones meteorológicas numéricas a sus Estados miembro. Estos datos están totalmente disponibles para los servicios meteorológicos nacionales de dichos Estados miembro. El superordenador (y su archivo de datos) del CEPMPM es uno de los más potentes de su tipo en Europa y los Estados miembro pueden utilizar el 25% de su capacidad para sus propios fines. El CEPMPM ha ampliado su presencia en los Estados miembro donde opera para determinadas actividades. Además de contar con oficinas centrales en el Reino Unido y con un centro informático en Italia, dispone de nuevas oficinas centradas en actividades realizadas en colaboración con la UE, como Copernicus, en Bonn (Alemania) desde el verano de 2021. Puede acceder a la página web del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus mediante el siguiente enlace: http://atmosphere.copernicus.eu/ Puede acceder a la página web del Servicio de Cambio Climático de Copernicus mediante el siguiente el enlace: https://climate.copernicus.eu/ Puede consultar más información sobre Copernicus en: www.copernicus.eu Web del CEPMPM: https://www.ecmwf.int/ Twitter: @CopernicusECMWF @CopernicusEU @ECMWF #UEEspacio Contactos para prensa: Nuria López Communications | Copernicus Contracts and Press Office of the Director General Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio Reading, Reino Unido| Bolonia, Italia| Bonn, Alemania Correo electrónico: copernicus-press@ecmwf.int Teléfono: +44 (0)118 949 9778 Móvil: +44 (0)7392 277 523
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